LA RENUNCIA O RETIRO VOLUNTARIO DEL TRABAJADOR SUJETO AL RÉGIMEN
LABORAL DE LA ACTIVIDAD PRIVADA
AUTOR: ABOGADO VICENTE E. LUIS VARGAS
El Tribunal Constitucional en el Expediente N° 01568-2013-
PA/TC señala que “… este Tribunal debe precisar que la renuncia voluntaria al centro de trabajo constituye un acto unilateral del trabajador, mediante el cual este pone en conocimiento de su empleador su deseo de extinguir la relación laboral existente entre ambos. Dicho acto jurídico se configura como un acto de carácter recepticio, por ello debe ser comunicado al empleador conforme a las formalidades exigidas por el Decreto Supremo 003-97-TR, teniendo que aceptar la renuncia de su trabajador, pudiendo únicamente rechazar o no el pedido de exoneración de los 30 días previsto en la referida norma legal. Es decir, la renuncia voluntaria surtirá efectos legales cuando el empleador la acepte”.
El artículo 18° del Decreto Supremo N° 003-97-TR. Texto
Único Ordenado del Decreto Legislativo N° 728, Ley de Productividad y Competitividad Laboral señala que el trabajador puede renunciar o retirarse voluntariamente, siempre en cuando comunique por escrito a su empleador con 30 días de anticipación. Este requisito se plantea con la finalidad de evitar que el empleador se vea perjudicado con una decisión de retiro o renuncia imprevistos del trabajador.
En todos los casos, se menciona que es un acto unilateral y
voluntario del trabajador. Esto significa que no se necesita el permiso del empleador para que el trabajador inicie el procedimiento legal de renuncia. Asimismo, el empleador no puede solicitar u obligar al trabajador a que le exprese una causa para que acepte la renuncia, debido a que solo se necesita la voluntad personal del trabajador para extinguir el vínculo laboral. Es decir, el trabajador tiene el derecho a renunciar a su trabajo sin mencionar causa alguna que lo justifique, pero cumpliendo con el plazo de preaviso (30 días de anticipación). Asimismo, la renuncia no debe realizarse como consecuencia del engaño (el cual deberá demostrar el trabajador en las instancias correspondientes), la intimidación o violencia del empleador en contra del trabajador. Además el empleador no puede rechazar la renuncia del trabajador si es que este ha cumplido con todas las formalidades y plazos establecidos en el Decreto Supremo N° 003-97-TR.
¿En qué se basa el derecho que tiene el trabajador para
renunciar a su centro de labores? Este derecho a renunciar se basa, entre otros, en el artículo 2, numeral 15, de la Constitución en el cual se establece que toda persona tiene derecho a “Trabajar libremente, con sujeción a la ley”. En ese sentido, el Ministerio de Trabajo señala que se vulnera el derecho a la libertad de trabajo cuando “la persona pierde la posibilidad de decidir si trabaja o no, en qué trabaja, en qué momento toma esa opción, y si trabaja para sí (cuenta propia) o para un tercero (cuenta ajena)”. Asimismo, la Constitución Política del Perú rechaza el trabajo forzoso que, según el Ministerio de Trabajo, se entiende como “el trabajo prestado sin voluntad (aunque ésta haya existido al inicio) existiendo de por medio la amenaza de una pena cualquiera. La persona, bajo esta circunstancia, pierde la capacidad de decidir si trabaja o no, para quién y en qué condiciones”. Al respecto, el artículo 23° de nuestra Constitución señala que “Ninguna relación laboral puede limitar el ejercicio de los derechos constitucionales, ni desconocer o rebajar la dignidad del trabajador. Nadie está obligado a prestar trabajo sin retribución o sin su libre consentimiento”. Es decir, nadie puede ser obligado a trabajar sin pagarle su remuneración o forzarlo a trabajar si es que no desea hacerlo.
No obstante lo explicado anteriormente, el artículo 18° del
Decreto Supremo N° 003-97-TR. Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo N° 728, Ley de Productividad y Competitividad Laboral también señala que el empleador puede exonerar del plazo de treinta días por propia iniciativa o por pedido expreso del trabajador.
¿Qué sucede si el trabajador solicita la exoneración del plazo
de 30 días? La norma señala que la solicitud del trabajador se tendrá por aceptada si no es rechazada por escrito dentro del tercer día.
Ahora, si el empleador se niega a aceptar la exoneración del
plazo, entonces el trabajador deberá laborar hasta el cumplimiento de los treinta días que exige la ley. Si el trabajador no asiste a su centro de labores por más de tres días consecutivos, por no habérsele sido aceptado la exoneración del plazo, cometerá falta grave por abandono de trabajo tipificada en el artículo 25°, inciso h, del Decreto Supremo N° 003-97. “En este caso, el motivo de cese que debe constar en la liquidación de beneficios sociales y en la planilla electrónica, ya no será la renuncia sino el despido por la comisión de falta grave. Ello toda vez que, al haber sido negada la solicitud de exoneración del plazo de preaviso, la relación laboral subsistía durante los treinta días siguientes a la presentación de la carta de renuncia, periodo durante el cual se configura el abandono de trabajo”. (La Extinción del contrato de trabajo. Fernando Rodríguez G. y Gustavo Quispe Chavez. Pág. 43).
Por otro lado, ¿qué pasa si el trabajador renuncia con treinta
días de anticipación, pero el empleador le plantea que le exonera de este plazo y que la extinción de la relación laboral se da a partir del día siguiente de presentada la renuncia?
En este caso, si el trabajador ha previsto que su relación
laboral culmine al finalizar los treinta días, y el empleador extingue dicha relación con anterioridad en contra de la voluntad de aquel, entonces aquí se estaría configurando un caso de despido arbitrario. Por esto, el trabajador puede solicitar que se le pague una indemnización por despido arbitrario, que, como se sabe, se pagará así: - Si el contrato es a plazo indeterminado, la indemnización es equivalente a una remuneración y media ordinaria mensual por cada año completo de servicios, con un máximo de doce remuneraciones. Las fracciones de años se abonan por dozavos y treintavos, según corresponda. Su abono procede superado el periodo de prueba. Así lo establece el artículo 38° del Decreto Supremo N° 003-97-TR. Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo N° 728, Ley de Productividad y Competitividad Laboral - Si el contrato es sujeto a modalidad, a plazo fijo, la indemnización es equivalente a una remuneración y media ordinaria mensual por cada mes dejado de laborar hasta el vencimiento del contrato, con un máximo de 12 remuneraciones. Aquí no se establece el pago de fracciones de mes. Así lo establece el artículo 76° del Decreto Supremo N° 003-97-TR. Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo N° 728, Ley de Productividad y Competitividad Laboral.
Lo que sí podría realizar el empleador, para evitarse una
demanda por despido arbitrario, es firmar un convenio de extinción de relación laboral por mutuo disenso con el trabajador, y comprometerse a pagarle los días que faltan hasta completar la fecha que propuso el trabajador en su carta de renuncia como último día de trabajo. Sin embargo, para ello, se necesita la aceptación libre y consciente del trabajador.
2. LA RENUNCIA O RETIRO VOLUNTARIO DEL TRABAJADOR.
La renuncia tiene como base la Libertad de Trabajo, derecho reconocido
en el inciso 15 del artículo 2º y el artículo 23º de la Constitución Política Peruana. Si se estableciera muchas trabas para poder extinguir el contrato de trabajo o se impidiera terminarlo, estaríamos ante supuestos de violación de dicho derecho constitucional.
El procedimiento para solicitar la renuncia es que el trabajador debe dar
aviso escrito con 30 días de anticipación, cabe la posibilidad que el empleador pueda exonerarlo de este plazo por propia iniciativa o a pedido del trabajador; en este último caso, la solicitud se entenderá aceptada si no es rechazada por escrito dentro del tercer día.
Cabe precisar, que la renuncia del trabajador debe ser producto de un
acto de voluntad libre, no siendo válida aquella que se realiza como fruto de la intimidación o violencia que pudiera ejercer el empleador sobre el trabajador. La “renuncia no voluntaria”, fruto de la presión indebida del empleador, es considerada inválida y asimilada a un despido fraudulento, conforme a la sentencia recaída en el Expediente Nº 628-2001-AA/TC.
. LA JUBILACIÓN.
La jubilación es un derecho potestativo o de ejercicio voluntario del
trabajador quien, cumplidos los requisitos de edad y cotizaciones exigidos por la legislación de Seguridad Social, extingue su contrato porque libremente solicita y obtiene la pensión de jubilación. La jubilación es obligatoria para el trabajador, hombre o mujer, que tenga derecho a pensión de jubilación a cargo de la Oficina de Normalización Previsional (ONP) o del Sistema Privado de Administración de Fondos de Pensiones (SPP), si el empleador se obliga a cubrir la diferencia entre dicha pensión y el 80% de la última remuneración ordinaria percibida por el trabajador, monto adicional que no podrá exceder del 100% de la pensión, y a reajustarla periódicamente, en la misma proporción en que se reajuste dicha pensión.
La jubilación es obligatoria y automática en caso que el trabajador
cumpla setenta años de edad, salvo pacto en contrario.
IIII
De acuerdo a la legislación laboral, en el caso de la renuncia del
trabajador o retiro voluntario, debe dar aviso escrito con 30 días de anticipación. Ese tiempo es usado en la práctica para preparar la entregar el cargo (entrega de información, obligaciones pendientes y otros) así como conseguir un reemplazo.
No obstante, el trabajador puede pedir la exoneración a ese plazo
máximo legal, y el empleador esta facultado para otorgar o no ese pedido. Así, la ley establece que si la solicitud del trabajador se entenderá aceptada si no es rechazada por escrito por la empresa dentro del tercer día.
¿El empleador puede obligar al trabajador a permanecer en la empresa
los 30 días? En realidad no. ya que “nadie está obligado a prestar trabajo sin retribución o sin su libre consentimiento” por mandato de la Constitución.
En ese sentido, si el trabajador presenta su renuncia y es aceptada por
la empresa, esta será la causa de extinción de la relación laboral.
Pero si la empresa no aceptara la exoneración del plazo legal de 30 días
de anticipación en la renuncia, podrá acusar que el trabajador incurrió en falta grave al no asistir al centro de labores sin justificación. Finalmente, en ambos casos ocurrirá la extinción de la relación laboral, pero en el primero por renuncia del trabajador y en el segundo por despido justificado por parte de la empresa.