Preguntas para la Evaluación del proceso formativo de la dimensión

intelectual en la Javeriana

(Etapa propedéutica)

1. ¿QUÉ ASPECTOS NOS HA BRINDADO LA UNIVERSIDAD JAVERIANA

PARA QUE FACILITE NUESTRO APRENDIZAJE?

La Pontificia Universidad javeriana nos ha brindado espacios, para el buen desempeño

académico, con métodos prácticos y lúdicos. Lo anterior, se ha podido aprovechar gracias
al selecto grupo de docentes que han dispuesto en cada una de nuestras clases, quienes
poseen riqueza intelectual y humana y nos forman no solo en un campo específico del
conocimiento sino como seres íntegros, dándonos educación de calidad suficiente como
para comprender, analizar, investigar, argumentar, vivir de manera saludable entre otras
cosas, aplicadas en ámbitos centrales de nuestra formación académica y sacerdotal.

Es de agradecer que la universidad se preocupe de nuestra condición física y llegue incluso

a nuestra casa de formación a través del deporte y el ejercicio multifuncional. La
universidad, también, nos proporciona espacios y medios que facilitan el aprendizaje, tales
como la sala de estudiantes de la facultad, bibliotecas, computadores, impresoras
inteligentes, la cercanía con Dios en las diversas capillas que nos recuerdan que todo ha de
ser para la mayor gloria de Dios. En esta realidad de confinamiento a causa del Covid-19,
la universidad, no ha permitido que nuestra formación se detenga, sino que, a través de
distintas modalidades virtuales, hace posible que la vida académica, deportiva, cultural y
espiritual sea llevada a cabo, incluso, proporcionando los materiales para que esto sea
posible.

2. ¿QUÉ ESTAMOS HACIENDO PARA MEJORAR NUESTRO

APRENDIZAJE?

Hemos perseverado y cumplido con nuestros compromisos asumidos, siendo también

animados por nuestros propios hermanos de formación, formadores y docentes
universitarios. Las herramientas académicas e integrales que nos han brindado nos han
permitido aprender a conocer nuestras habilidades, potenciarlas y usarlas para aprender
mejor, los espacios que se nos han proporcionados son muy importantes para contrarrestar
la monotonía y hacer posible que la formación sea integral en todos nuestros ámbitos como
hombres vocacionados. Las temáticas son prácticas y contextualizas en nuestras realidades,
lo que permite un mayor provecho de las asignaturas asumidas no solamente como
conocimiento intelectual, sino que son aplicables a la vida concreta de cada estudiante. Los
profesores siempre están atentos para responder las inquietudes que como estudiantes
tengamos con el fin que podamos aprehender mejor tales aprendizajes y para ayudarnos en
esto hay también otras herramientas digitales para aclarar conceptos y temas académicos.
Ante todo, consideramos que es una actitud de cada uno de nosotros saber valorar y
agradecer lo que se nos da, porque las herramientas son muchas, pero depende de cada uno
saber sacarles provecho para la formación personal y comunitaria.

3. ¿QUÉ CAMBIOS SON NECESARIOS PARA MEJORAR NUESTRO

APRENDIZAJE?

Consideramos que es necesario contar con una mejor conexión de internet en las
instalaciones de nuestra casa de formación, esto contribuirá al buen desarrollo académico y
al acceso oportuno a las lecturas asignadas, la investigación académica en la red y la
recepción y envío de correos que involucran la academia. Pero también reconocemos que
los cambios más que externos son una disposición interna que nos llevan a retarnos,
exigirnos, disciplinarnos, asumir los procesos y compromisos con seriedad y
responsabilidad, ser humildes en el proceso de aprendizaje, organizar el tiempo y dejar
actitudes de pesimismo, pereza y negligencia. Es necesario aprender a escuchar y a conocer
mejor a los formadores, profesores, compañeros de clase y hermanos de proceso de
formación

4. ¿QUÉ DEBEMOS HACER PARA MEJORAR NUESTRO APRENDIZAJE?

Aprovechar todos los espacios que promueve nuestro seminario y la universidad, a fin de
llevar una vida académica que busque el servicio pastoral en nuestra diócesis, Es
importante situar los conocimientos a los contextos actuales y seguir desarrollando y
explorando nuevas habilidades y capacidades intelectuales y de todas las demás
competencias humanas. Consideramos necesario insistir en el autoaprendizaje y en la
elaboración de un plan de estudios tanto personal como comunitario, pero es evidente que
lo que más se necesita es más ánimo, interés, seriedad, responsabilidad, apropiación,
sentido de pertenencia, diligencia, entre otras cosas para mejorar el aprendizaje tanto en la
Universidad como en el Seminario.

5. ASPECTOS DESDE EL CARISMA Y LA MISION ECLESIAL ACTUAL

En las asignaturas los profesores siempre procuran dar un enfoque a la realidad actual de
nuestra iglesia universal y esto permite desarrollar lo aprendido en nuestra diócesis de
Fontibón, dichos enfoques vividos en el aula de clase han ayudado a que hagamos realidad
el cultivo de nuestro corazón de futuros pastores, llevando a cabo un desempeño más
espiritual, comunitario y práctico en nuestras pastorales, buscando y pensando nuevas
estrategias para estas. Todas las materias han sido fundamentales para poder entender mejor
nuestra opción de vida; los profesores ponen mucho empeño en nuestra formación y los
contenidos son muy acertados, lo que hace que se tengan más razones para elegir este
camino y responder al don sobrenatural de la llamada del Señor.
Las temáticas nos ayudan a comprender que desde la razón se puede conocer a Dios y su
misterio para encarnarlo y darle contenido en miras a los nuevos retos eclesiales. Las
asignaturas nos han ayudado a comprender y contemplar la presencia de Dios en el otro,
moviéndonos a formar nuestro corazón de pastores para el servicio de la humanidad y en
especial a aquellos que son vulnerables y más pobres. La misión eclesial particularmente,
se ha venido perfeccionando al aplicar la intelectualidad que nos ha proporcionado la
universidad. El compartir los espacios universitarios con tantas personas permite
comprender mejor el mundo en el que estamos inmersos con sus distintas realidades y
desafíos pastorales, siendo conscientes de nuestros compromisos bautismales, de ser
pregoneros de la pascua del Señor y ser voz de los que no tienen voz y claman justicia.