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La cromatografía es un método físico de separación en el cual los componentes a ser separados son
distribuidos entre dos fases, una de las cuales es estacionaria mientras la otra se mueve en una
dirección definida. Los componentes son separados por sus diferentes tazas de migración (desorción
de la fase estacionaria). La cromatografía puede ser clasificada por su utilidad y en base al material que
se utilice como eluyente para separar los solutos. De acuerdo a su utilidad la cromatografía se clasifica
en: analítica, utilizada para determinar los químicos presentes en una mezcla y en que concentración;
y preparativa, utilizada para purificar grandes cantidades de químicos.
La cromatografía tuvos sus comienzos en 1850 con la separación de anilinas por F. F. Runge. En este
proceso se utilizó un filtro de papel y un solvente para lograr la separación de varios colorantes. Runge
tomó como base la afinidad color – papel y la diferencia de peso molecular; ésta técnica, aún utilizada
en la actualidad, se conoce como cromatografía de papel.
Otra de las primeras técnicas cromatográficas fue ideada por el botánico ruso Mikhail Tswett en 1906,
quien utilizó alúmina para separar los pigmentos coloreados de las hojas de las plantas. Tswett en su
experimento original, metió dentro de un tubo de vidrio un fino polvo (sacarosa) para producir una
columna de una altura deseada. Posteriormente, extrajo los pigmentos de hojas y los colocó en un
solvente (éter de petróleo) y agregó un poco de la solución dentro de la columna. Cuando toda la
solución había pasado a través de la columna se formó una estrecha zona inicial bajo la capa inicial del
adsorbente. Después agregó más solvente y aplicó presión en la parte de arriba de la columna. Mientras
el solvente iba pasando a través de la columna, los pigmentos se iban separando individualmente (Fig.
1). La clave del éxito de la columna de Tswett, fue la aplicación de la mezcla dentro de la columna en
una zona inicial estrecha y la posterior aplicación del solvente fresco. A ésta técnica ampliamente
usada en la actualidad se le conoce como cromatografía de elución.
Dentro del desarrollo de la cromatografía de gases, el primer instrumento fue descrito por Martin y
James en 1952. Se empleaba una bureta automática para detectar y determinar los ácidos y las bases.
El primer cromatógrafo de gases satisfizo sólo estos dos grupos funcionales. El verdadero potencial no
se pudo alcanzar hasta la publicación de Ray, del primer cromatograma en 1954. El detector utilizado
fue de conductividad térmica, que aún se sigue usando. Fue hasta 1955 cuando comenzaron a aparecer
los primeros equipos comerciales.
3.2 Clasificación de los métodos cromatográficos.
La clasificación de los métodos cromatográficos puede basarse en el tipo de fases que intervienen en
un análisis. En la imagen 1, aparece un cuadro donde se esquematiza ésta clasificación y da una idea
del amplio abanico de opciones que pueden manejarse y que se deben al tipo de muestras, la cantidad
de componentes que integran una mezcla así como sus características en particular.
Todo esto se refleja en que en el mercado, existen una gran cantidad de columnas, de tipo y marca;
incluso es posible diseñar y construir una columna para algún trabajo muy en específico.
Prácticamente no existen restricciones sobre la naturaleza de las fases a utilizar, siempre que la fase
estacionaria sea sólida o líquida y la fase móvil líquida o gaseosa, por lo que es posible, en principio,
realizar por medio de estas técnicas la separación de los componentes de cualquier mezcla. Por otra
parte, la utilización de las técnicas cromatográficas no está exenta de dificultades, debido
fundamentalmente a la gran cantidad de parámetros que pueden influir en el proceso de separación,
lo cual dificulta la elección de las condiciones óptimas de separación y en muchas ocasiones implica la
irreproducibilidad de los resultados. Por ello la cromatografía no es una técnica de rutina que pueda
aplicarse sin más a cualquier mezcla, sin invertir en muchos casos gran cantidad de esfuerzo y tiempo.
3.3.1 El cromatograma
2. El pico o señal que tiene el tiempo de retención más corto (C), probablemente tiene el peso molecular
más bajo mientras que el pico o señal que tiene el tiempo de retención más largo (A) tiene el peso
molecular mayor.
3. El componente B de la mezcla, por ser el pico de mayor área, es el que se encuentra en mayor
proporción o concentración mientras que A y C se encuentran en proporciones similares pero
inferiores a B.
La señal de AIRE es ilustrativa, ya que puede ser otro gas como argón o helio, mientras que el solvente
puede ser variable de acuerdo al tipo de mezcla que se analice, ya que un solvente no es aplicable a
todo el universo de muestras pero es importante identificar y ubicar estas señales para que no
“enmascare” otras señales y lleven a errores de identificación y cuantificación.
3.3.2. El gas acarreador
Los gases acarreadores tiene la función de transportar la mezcla vaporizada en el inyector por todo el
interior de la columna bajo ciertas condiciones de flujo y presión. Los gases acarreadores más
compunes son el Helio, Hidrógeno, Argón, Nitrógeno, aunque pueden utilizarse otros según el
problema analítico. La consideración más importante para seleccionar un gas acarreador es el tipo de
detector con el que cuenta el equipo para cromatografía. Por ejemplo un detector de captura de
electrones que funcione como sistema pulsante requiere de una mezcla de argón y metano. Un
detector de conductividad térmica trabaja mejor (sensibilidad), con helio o hidrógeno. Para este tipo
de detector no se aconseja el uso de nitrógeno como gas de arrastre ya que le disminuye la sensibilidad.
El gas acarreador o de arrastre aparte debe cumplir algunos otros criterios como son:
Debe ser inerte (no reaccionar con la mezcla a analizar ni con la fase estacionaria o reaccionar
de alguna forma a las condiciones de operación del equipo).
Para muchos fines, los gases mencionados anteriormente son generalmente inertes pero no son lo
suficientemente secos. Una cierta cantidad de gases se bombean con agua con la subsecuente
inclusión de humedad en los cilindros, es por esto que es muy frecuente que en el arreglo de los
sistemas para cromatografía de columna se instalen entre el cilindro y el cromatógrafo, trampas que
contienen mallas o tamices moleculares que hacen las funciones de deshumedecer o “secar” los gases.
El agua o humedad contenida en el gas acarreador (la muestra también la puede contener) puede
interferir en el material de empaque de la columna produciendo señales o picos “fantasmas”, lo cual es
particularmente cierto cuando se emplea un programa de temperatura durante el análisis y reduce
seriamente la vida útil de la columna. Esto es debido también al esfuerzo mecánico al que es sometida
la columna por las vaporizaciones súbitas del agua contenida.
En cuanto a la pureza del gas acarreador, cuando ésta no es lo suficientemente alta, las impurezas
presentes, ocasionan algunos de los problemas provocados por la presencia de humedad , además de
desviación de la línea base, “ruido” que puede confundirse con señales de algún componente de la
mezcla, etc. Para dar énfasis a este punto, se expone a continuación una lista de impurezas y los niveles
típicos presentes en algunos gases que se comercializan en cilindros para usos en cromatografía.
También, es frecuente la instalación de “trampas” de impurezas entre el cilindro y el cromatógrafo para
mejorar la calidad de análisis, o cuando se requiera de la mayor sensibilidad posible:
Las impurezas presentes en el gas acarreador y las condiciones de operación del equipo en general,
pueden ocasionar reacciones con la muestra que pudieran enmascarar seriamente los resultados,
ocasionando afectaciones al contexto que rodea al análisis.
3.3.3 El puerto de inyección
Esta parte del equipo provee un medio de introducción de la muestra a la corriente del gas acarreador
y por ende al interior de la columna; tiene como propósito, vaporizar la muestra, por lo que mantener
la temperatura controlada en esta parte es de vital importancia; El puerto de inyección consiste en un
bloque metálico que contiene calentadores y sensores de temperatura con un portasepta y una
conexión hacia la columna. El interior del inyector básicamente está integrado por pequeños
serpentines de tubos capilares para precalentar el gas acarreador y una pequeña cámara de
vaporización en la cual la muestra pasa a vapor para integrarse al flujo del gas acarreador; otra
característica de este componente de un cromatógrafo es que debe tener la versatilidad para el modo
de inyección, esto es, debe facilitar la inyección de muestras gaseosas mediante arreglos de válvulas,
de muestras líquidas por jeringas o adaptarse a pirolizadores (quemadores de muestras sólidas).
Una técnica muy frecuente es la inyección de muestras líquidas mediante jeringas de volúmenes del
orden de los microlitros y cuya aguja atravesar una barrera de hule llamada “septa” y que constituye la
frontera entre el exterior y el interior de la columna cromatográfica. En una maniobra típica de
inyección de muestra, ésta debe realizarse en un solo movimiento rápido; esto influye positivamente
porque favorece a la generación de señales bien definidas en el cromatograma. Típicamente, la
temperatura del inyector está 50 °C por encima del punto de ebullición del componente más pesado
de la mezcla de muestra auqnue debe tomarse en cuenta la presión de vapor de éste de acuerdo a la
presión total del sistema.
Es común que un cromatógrafo esté acoplando a un sistema de reacción para realizar análisis “en línea”
con una frecuencia establecida; para esto, se colocan válvulas de seis vías junto al puerto de inyección
para facilitar el ingreso de la muestra y controlar el volumen de la misma.
Las muestras del suelo bajo planta y del suelo desnudo se calentaron en una mufla de calentamiento
rápido (Carbolite®) a una velocidad de 3° C min-1, con 2 minutos de calentamiento a la temperatura
seleccionada. La muestra de suelo se agita dos veces durante 5 min en NaOH de 0,1 M (10 g de suelo:
50 ml de solución de NaOH), después de lo cual se centrifuga a ~ 2000 g durante 10 minutos y se
decanta. La arena residual se lava con agua, por lo menos diez veces, hasta que el agua es incolora.
Todos los extractos de cada muestra se combinan y acidifican hasta alcanzar un pH de 1.5-2.5 con una
solución 10:4 M de HF:HCl. Luego se desalinizan por diálisis en agua destilada y se liofilizan para producir
un polvo de materia orgánica.
La materia orgánica liofilizada fue pirolizada utilizando un Pirolizador Curie-Point de Horizon
Instruments conectado a un cromatógrafo de gases 2000 system de Thermo-Quest Trace. Cada
muestra se depositó en un hilo ferromagnético y se calentó a 600º C durante 5 s. Los productos de la
pirólisis se separaron en una columna de sílice fundido (J & W, 30 m, 0,32 mm de diámetro interno)
recubierta con una DB-5 (0,25 mm de espesor) utilizando helio como gas portador. El horno se mantuvo
inicialmente a 40º C durante 1 minuto y luego se calentó a una velocidad de 7º C min -1 hasta alcanzar
los 320º C, temperatura a la que se mantuvo durante 15 min. La columna fue acoplada a un
espectrómetro de masas Trace Finnigan (rango de masa m/z 45-600, energía de ionización de 70 eV,
tiempo de ciclo de 1 s). Los compuestos individuales fueron identificados por interpretación de sus
espectros de masas usando las librerías NIST y Wiley o por comparación con datos publicados.
El tubo; el cual es un recipiente que puede ser de algún material en específico y en su interior
se encuentra el soporte sólido y la fase estacionaria, este tubo puede estar empacado o relleno
o hueco, del tipo capilar.
El soporte sólido. Que tiene las funciones de proveer una alta área o superficie de contacto.
La fase estacionaria. Que tiene la función de llevar a cabo los procesos de adsorción y desorción.
El tubo no debe interferir en la separación cromatográfica; su función principal es meramente del tipo
mecánico para brindar área, un medio de transporte de la mezcla a analizar y resistencia a los esfuerzos
térmicos y mecánicos. El tamaño o longitud depende de la aplicación ya que las hay desde unos
cuantos centímentros, hasta columnas de más de 100 metros y de diámetros desde ½ pulgada hasta
un par de milímteros; éstas se encuentran generalmente enrolladas en el interior del horno. Las hay
también de distintos materiales desde aceros de alta resistencia mecánica hasta materiales
poliméricos muy frágiles pero que tienen funciones muy específicas. Por ejemplo una columna de
acero no se recomienda para muestras que contiene trazas de agua o una columna de vidrio no se
aconseja para muestras que contienen HF.
En la tabla 2 se resume algunos materiales comunes para el entubado o material exterior de las
columnas para cromatografía en términos de requerimientos para un buen desempeño:
Tabla 2. Materiales comunes y ventajas para su uso en tubos para columnas cromatográficas.
material
Característica
Acero Vidrio Aluminio Cobre Teflón
Inerte B E B (X) B (X) E
Flexible, fuerte E P B E E
Temperatura E B E E B
Impermeable E E E E E
La mayoría de las comunas se construyen de acero inoxidable por su costo razonable y la combinación
de algunas ventajas mecánicas pero no son recomendables para análisis de trazas ya que tienden a
absorber cantidades significativas de algunos compuestos particularmente compuestos polares y
agua.
Columnas de vidrio
Las columnas de vidrio aunque no son tan fáciles de construir, tienen la desventaja de ser frágiles
aunque algunos vidrios especiales como boratos o cuarzos entre otros, son térmicamente resistentes
y estables, mecánicamente no lo son tanto y esta desventaja se agudiza para columnas de longitudes
importantes y las conexiones a los extremos (férulas y “O” rings) son delicadas y pueden dañarse y
generar fugas que en apariencia insignificantes, afectan enormemente en el resultado (debe
recordarse que los volúmenes de muestra son del orden de microlitros). Es común que las columnas
sean reemplazadas, por lo que las maniobras de instalación y retiro frecuentes pueden dañar
seriamente este tipo de columnas impactando además de a la operación, en el costo.
Columnas de aluminio
El aluminio se usa frecuentemente pero puede ocasionar serios problemas. La capa de óxido en su
superficie interior es algo reactiva y combinada con ciertos valores de temperatura puede interferir con
gases lábiles en la cuantificación química. Las férulas no sellan bien el aluminio y el ajuste continuo
frecuentemente ocasiona deformación de estas conexiones ocasionando fugas.
Columnas de cobre
Los comentarios sobre la capa de óxido se aplican también al cobre. Este entubado se usa ampliamente
por su fácil obtención y bajo costo pero también tiene algunos inconvenientes; los compuestos no
saturados no deben analizarse en columnas de cobre, mientras que el oxígeno como gas acarreador
está prohibido. En este tipo de columnas la presencia de agua en las muestra a analizar no causa
ningún problema.
Las aplicaciones de los plásticos son muy limitadas debido a su permeabilidad y las limitantes de
temperatura de operación. El teflón se utiliza para productos químicos muy reactivos o corrosivos como
el sulfuro de carbonilo el sulfuro de hidrógeno o el fluoruro de hidrógeno. Los entubados de teflón, de
polipropileno y de nylon, con una gran variedad de diámetros pueden conseguirse con relativa facilidad
en el mercado especializado.
El soporte sólido
El soporte interior de una columna cromatográfica sirve para proporcionar una gran superficie sobre
la cual se extiende la fase estacionaria o fase activa. Es muy importante que el soporte sólido tenga las
siguientes propiedades o características:
El orden de los tamaños de partícula está definido en términos del diámetro de la columna y algunos
valores se muestran en la tabla 3:
Tabla 3. Tamaño de partículas usados como soporte sólido acuerdo al diámetro de la columna.
Diámtero de la columna, plg. Tamaño de partícula
1/8 80 – 100 mallas
¼ 60 – 80 mallas
½ 40 – 60 mallas
¾ 40 – 60 mallas
Nota: a mayor numeración, tamaño de partícula más pequeño.
En general, cuanto más pequeña sea la partícula, y el orden más estrecho, la eficiencia de la columna
será mejor. Sin embargo para tamaños menores de 120 mallas, la resistencia de la columna al flujo
aumenta excesivamente y se puede necesitar una presión mayor a 80 psi hasta para una columna de
6 ft. Si la longitud es mayor, se requiere de mayor presión aún.
La mayoría de los soportes cromatográficos están basados en tierras diatomáceas que consisten de
fósiles de algas marinas microscópicas; químicamente es casi todo de sílice con varias impurezas que
deben eliminarse durante el tratamiento previo para ser usados. Otros materiales son la diatomita
“Chromosorb W”, con agregados de carbonato de calcio, usado para análisis de compuestos polares;
“Chromosorb P” que se usa para hidrocarburos no polares; sílice Kieselghur, entre otros.
Una guía para seleccionar un soporte para la columna es atender principalmente estos tres criterios:
1.- Naturaleza de la muestra: polar, no polar, ácida, alcalina, orgánica o mezcla orgánica e inorgánica.
2.- Naturaleza de la fase líquida: debe asegurarse de que la fase líquida estacionaria sea compatible con
el soporte y que tenga afinidad con los componentes de la muestra para que realice las funciones
de separación. De lo contario, la muestra pasará de largo por la columna.
3.- Uso o aplicación de la columna: generalmente los proveedores indican para tipo de compuestos
puede ser útil una columna así que so reduce el tiempo de investigación por ese lado.
Fase estacionaria
La fase estacionaria recubre el soporte y es la fase activa en los procesos de adsorción y desorción
durante la separación de los componentes de la muestra. Las columnas capilares requieren de técnicas
especiales de recubrimiento y hay docenas de ellas en la literatura especializada. Una de las más usadas
es el recubrimiento con una pipeta de solución del 5 al 10 % de fase líquida mediante un solvente como
medio de dispersión. Esta consiste en colocar la fase activa en un extremo y hacerla circular mediante
un gas acarreador (inerte) el solvente se evapora dejando la fase activa dispersa a lo largo de la columna.
El flujo de gas acarreador generalmente requiere de 10 a 40 psi de presión lo cual depende también
del diámetro de la columna y lograr una velocidad de aproximadamente 10 cm/seg.
Acondicionamiento de la columna
Realizar una buena instalación verificando que no existan fugas en los puntos críticos que son en la
férulas de las conexiones.
Realizar un barrido con el gas acarreador con un programa de calentamiento progresivo (rampa) hasta
la temperatura de análisis; esto permitirá eliminar cualquier traza de análisis anteriores así como
humedad o agentes usados durante la depositación de la fase activa. Asegurar de que no ocurra
“sangrado”, esto es, que no ocurra desprendimiento o arrastre de la fase activa en esta etapa por el uso
de flujos o presiones excesivas.
Verificar lo anterior mediante el gráfico de barrido o de generación de línea base (background), la cual
deberá permanecer igual durante toda la corrida de análisis.
Rendimiento de la columna
Hay dos cosas que pueden determinarse directamente del cromatograma: la eficiencia de la
columna, que es la medida de la capacidad de la columna para producir picos estrechos o delgados
y la resolución, que es la habilidad de la columna para para separar dos señales o dos picos
adyacentes. Su bien, esto no es algo que la columna realice por sí sola, puede medirse el grado de
eficiencia si se trabaja con la columna correcta y si se manipulan adecuadamente algunos parámetros.
Se utiliza el criterio de dos picos o señales adyacentes ya que si la columna es capaz de separar dos
picos adyacentes, como es el caso de dos componentes presentes en una muestra y cuyo peso
molecular o punto de ebullición son muy semejantes, entonces podrá separar fácilmente los demás
componentes.
Hay tres fuentes principales que dan la amplitud del pico: la columna misma, el inyector y el detector
aunque generalmente se le da mayor peso a la columna y parámetros asociados como el flujo, la
cantidad de muestra y la temperatura.
La eficiencia se mide generalmente en pies (ft) por analogía con las columnas de destilación (que
también separan componentes de una mezcla). Como en la columna cromatográfica, físicamente no
hay “platos”, éstos son teóricos. En cualquier caso, la eficiencia expresada en platos es una cantidad que
se puede medir fácilmente y que caracteriza a la columna en cuanto a la amplitud del pico (base).