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MATERIA:
PROPEDEUTICA, SEMIOLOGIA Y
DIAGNOSTICO FISICO
TEMA:
RESUMEN CABEZA Y TORAX
SEMESTRE: 4°
Palpación
Cuando palpe el tórax, céntrese en las áreas dolorosas y en las anomalías de la
piel suprayacente, la expansión respiratoria y el frémito.
Identifique las áreas dolorosas. Palpe cuidadosamente cualquier zona que se haya
notificado como dolorosa o que muestre lesiones o equimosis.
Evalúe cualquier anomalía visible, como masas o fístulas (estructuras tubulares
ciegas, inflamatorias, que se abren a la piel). Compruebe la amplexación. Coloque
los pulgares a la altura de la 10.a costilla de cada lado, y los demás dedos
relajados y paralelos a la parte lateral de la caja torácica. Cuando ponga las
manos, deslícelas medialmente lo suficiente para levantar un pequeño pliegue de
la piel a cada lado, entre el pulgar y la columna vertebral.
Pida al paciente que inspire profundamente. Observe la distancia entre los
pulgares a medida que se separan durante la inspiración, y palpe la amplitud y la
simetría de la caja torácica durante su expansión y contracción. Esto es lo que a
menudo se denomina expansión.
Palpe el frémito.
El frémito son las vibraciones palpables que se transmiten por el árbol
broncopulmonar hasta la pared torácica cuando el paciente habla. Para detectarlo,
utilice la región metacarpofalángica de la palma o la cara cubital de la mano para
optimizar la sensibilidad vibratoria de los huesos de su mano. Pida al paciente que
repita «uno» (puede ser cualquier palabra grave, como p. ej. carretera). Si el
frémito es débil, dígale que hable más alto o con un tono de voz más profundo.
Utilice una sola mano hasta que haya aprendido a palpar el frémito. Algunos
médicos consideran que usar una mano es más adecuado. Utilizando una mano
para realizar la comparación y simetría de ambos lados se acelera la exploración y
puede facilitar la detección de diferencias. Palpe y compare áreas simétricas de
los pulmones siguiendo el patrón mostrado en la imagen.
Identifique y localice cualquier zona de aumento, disminución o desaparición del
frémito. Éste suele ser más prominente en la región interescapular que en los
campos pulmonares inferiores, y a menudo se palpa mejor en el lado derecho que
en el izquierdo. Desaparece por debajo del diafragma.
El frémito táctil es un modo de evaluación bastante impreciso, pero como técnica
exploratoria dirige la atención hacia posibles anomalías. En un momento posterior
de la exploración confirme cualquier signo anómalo auscultando los ruidos
respiratorios subyacentes, la voz y el susurro.
Todos estos atributos tienden a aumentar o disminuir de manera conjunta.
Percusión
La percusión es una de las técnicas más importantes de la exploración física. La
percusión del tórax mueve la pared torácica y los tejidos subyacentes,
produciendo un sonido audible y vibraciones palpables. La percusión le ayuda a
saber si los tejidos subyacentes están llenos de aire o de líquido, o si tienen una
consistencia sólida. La penetración de la percusión en el tórax es de sólo 5 cm a 7
cm, por lo que no ayuda a detectar lesiones profundas.
La técnica de la percusión puede practicarse sobre cualquier superficie. Cuando
practique, esté atento a los cambios en las notas de percusión sobre los distintos
tipos de materiales o regiones corporales.
Los elementos clave para una buena técnica se exponen a continuación (para una
persona diestra):
Hiperextienda el dedo medio de la mano izquierda, conocido como dedo
plexímetro. Con la articulación interfalángica distal presione firmemente sobre la
superficie que desee percutir. Evite el contacto de cualquier otra parte de la mano,
porque amortiguaría las vibraciones. Recuerde que el pulgar y los dedos 2.°, 4.° y
5.° no deben tocar el tórax.
Coloque el antebrazo derecho muy cerca de la superficie, con la mano levantada.
El dedo medio debe estar parcialmente flexionado, relajado y dispuesto a percutir.
Con un movimiento de la muñeca rápido, seco, pero relajado, golpee el dedo
medio izquierdo con el dedo medio derecho, o dedo percutor. Procure golpear
sobre la articulación interfalángica distal.
De esta manera, las vibraciones que atraviesen los huesos de esta articulación se
transmitirán a la pared torácica subyacente. Utilice la misma fuerza en cada
percusión y la misma presión del plexímetro para evitar cambios en la nota de la
percusión relacionados con la técnica más que con los síntomas del paciente.
Golpe con la punta del dedo percutor, no con la yema. El dedo percutor debe estar
casi perpendicular al plexímetro. Para evitar lesiones en los nudillos, se
recomienda llevar las uñas cortas. Retire rápidamente el dedo percutor para no
amortiguar las vibraciones creadas.
Notas de la percusión.
Aplique con el dedo percutor la mínima percusión que produzca una nota clara.
Una pared torácica gruesa requerirá una percusión más fuerte que una delgada.
No obstante, si necesita obtener una nota más fuerte, aplique más presión con el
dedo plexímetro (esta maniobra aumenta con más eficacia el volumen de la nota
de percusión que el golpeteo más intenso con el dedo percutor).
Cuando percuta la cara posteroinferior del tórax colóquese al lado del paciente y
no directamente detrás. De esta manera podrá colocar con más firmeza el dedo
plexímetro sobre el tórax y la percusión será más efectiva, proporcionando una
mejor nota de percusión.
Cuando compare dos regiones utilice la misma técnica de percusión en ambas.
Percuta o golpe dos veces en cada lugar. Es más fácil detectar las diferencias en
las notas de percusión si se compara una zona con otra en vez de percutir
repetidamente sobre un mismo lugar. Aprenda a identificar las cinco notas de
percusión. Podrá practicar con cuatro de ellas sobre usted mismo. Estas notas se
diferencian en las cualidades básicas del sonido: intensidad, tono y duración.
Entrene su oído concentrándose en una de estas cualidades cuando percuta por
primera vez sobre un lugar, y luego en otra. Revise la tabla siguiente. Los
pulmones sanos muestran resonancia.
Auscultación
La auscultación pulmonar es la técnica exploratoria más importante para evaluar el
flujo de aire por el árbol traqueobronquial. Junto con la percusión, ayuda al médico
a evaluar el estado de los pulmones y del espacio pleural. La auscultación
consiste en escuchar
1) los ruidos generados por la respiración
2) los ruidos adventicios (añadidos)
3) si se sospecha alguna anomalía, los ruidos de la voz hablada o susurrada del
paciente que se transmiten hasta la pared torácica.
Ruidos respiratorios (pulmonares). Aprenda a reconocer los patrones de los ruidos
respiratorios por:
su intensidad
su tono
la duración relativa de sus fases inspiratoria y espiratoria
Los ruidos respiratorios normales son:
Vesiculares: suaves y de tono baja. Se auscultan durante la inspiración,
continúan sin pausa en la espiración y luego desaparecen
aproximadamente después del primer tercio de la espiración.
Broncovesiculares: ruidos inspiratorios y espiratorios de igual duración,
separados a veces por un intervalo silencioso. A menudo es más fácil
detectar las diferencias de tono y de intensidad durante la espiración.
Bronquiales: más fuertes, ásperos y de tono más alto, con un silencio corto
entre los ruidos inspiratorio y espiratorio. Los ruidos espiratorios duran más
que los inspiratorios.
Las características de estos tres tipos de ruidos respiratorios se resumen en el
siguiente cuadro, que también incluye los ruidos respiratorios traqueales,ásperos y
muy fuertes, que se auscultan al colocar el estetoscopio en el cuello, sobre la
tráquea.
Ruidos adventicios (añadidos).
Escuche cualquier ruido añadido, o adventicio, superpuesto a los ruidos
respiratorios habituales. La detección de los ruidos adventicios crepitantes,
sibilancias y roncus forma parte importante de la exploración y suele facilitar el
diagnóstico de trastornos cardíacos y pulmonares.
Número, de pocos a muchos.
Momento de aparición en el ciclo respiratorio.
Localización en la pared torácica.
Persistencia del patrón de una respiración a otra.
Posibles cambios después de toser o de cambiar de postura.
TÉCNICAS ESPECIALES
Evaluación clínica de la función pulmonar. Las pruebas de marcha son una
manera simple y práctica de evaluar la función cardiopulmonar. Habitualmente se
utilizan en rehabilitación, así como en el preoperatorio y el postoperatorio. En el
año 2002, la American Thoracic Society publicó recomendaciones para normalizar
la prueba de marcha de 6 min basándose en un análisis de la literatura médica
relevante. La prueba es fácil de realizar y sólo requiere un pasillo de unos 30 m.
Mide la «distancia que el paciente puede recorrer con rapidez sobre una superficie
sólida y plana en 6 min», y proporciona una evaluación global de los sistemas
cardiovascular y pulmonar, las unidades neuromusculares y el metabolismo
muscular. Revise la especificidad de la prueba, que debería realizarse en dos
ocasiones e incluir anamnesis y constantes vitales. Otras pruebas más cortas
siguen en evaluación.
Tiempo espiratorio forzado: Esta prueba mide la fase espiratoria de la respiración,
que suele lentificarse en la enfermedad pulmonar obstructiva. Pida al paciente que
realice una inspiración profunda y que luego espire de la forma más rápida y
completa posible con la boca abierta. Ausculte la tráquea con el diafragma del
estetoscopio y cronometre la espiración audible. Trate de obtener tres lecturas
homogéneas, intercalando un breve descanso entre cada esfuerzo si fuera
necesario.
Los pacientes mayores de 60 años con un tiempo espiratorio forzado de 6 s a 8 s
tienen el doble de posibilidades de tener EPOC; si este tiempo es superior a 8 s, la
probabilidad se cuadruplica. Identificación de una costilla fracturada. El dolor local,
espontáneo y a la palpación, de una o más costillas, hace sospechar una fractura.
Mediante compresión anteroposterior del tórax puede diferenciarse una fractura de
una lesión de partes blandas. Con una mano sobre el esternón y la otra sobre la
columna torácica, comprima el tórax. ¿Hay dolor? ¿Dónde? El incremento del
dolor local (en un lugar alejado de sus manos) hace pensar en una fractura costal
más que simplemente en una lesión de partes blandas