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Fundamentos Básicos Del Calentamiento PDF
Fundamentos Básicos Del Calentamiento PDF
(España)
davidsanchezlatorre@yahoo.es
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1. Introducción
Habiendo leído lo que autores representativos de esta área aportan sobre el tema del
calentamiento (Bangsbo, 1997; Bauer, 1994; Bosco, 1994; Fernández Pombo y Da Silva, 1997 a
y b; Fradua, 1997; Lago 2002; Sans y Frattarola, 1998); y conociendo las nuevas concepciones
de trabajo dentro del fútbol base (Mombaerts, 1998; Romero, 2000; Wein, 1995) pensamos
que existe un vacío relacionado con el uso del calentamiento dentro de este ámbito. Son
conocidos sus beneficios y sus efectos, de igual manera que su variabilidad dependiendo de los
objetivos de la sesión (el calentamiento en una sesión de fuerza es diferente que en una de
velocidad). También se conoce su duración lógica y sus fases. Por todo esto, el calentamiento
en el fútbol base debe ser diferente para un entrenamiento que para un partido, para un
prebenjamin que para un juvenil y cada uno tendrá sus aspectos importantes. Así, el principal
objetivo de este texto es ver los aspectos fundamentales dentro de la etapa de formación del
joven futbolista ofreciendo ejemplos prácticos de calentamientos asociados a cada edad.
Por otro lado, podemos observar en al figura 2 las diferentes fases sensibles (Delgado, 1999)
de cada una de las capacidades físicas. La fase sensible es el periodo donde el organismo es
susceptible de responder a la estimulación motriz, alcanzando niveles óptimos de desarrollo.
La fase sensible nos informa acerca de la entrenabilidad favorable de esa capacidad, es decir, a
que edad se debe trabajar cada cualidad física para obtener un rendimiento mayor. Por otro
lado, estor periodos favorables hay que aprovecharlos sino se produce un déficit más o menos
importante o irreversible. Así, un juego aeróbico, de tiempo de reacción, etc. debe ser
aprovechado como parte del calentamiento en jóvenes de 7-8 años.
Figura 2. Fases sensibles para el desarrollo de las capacidades físicas (Delgado, 1999).
En el fútbol podemos aceptar que la actividad principal en el juego son los movimientos
explosivos intermitentes. De esta manera debemos mejorar el recorrido articular del músculo
antagonista antes de potenciar los agonistas (Lago, 2002). Un buen futbolista debe cuidar
mucho su musculatura pélvica (abductores, adductores y psoas) además de la musculatura
posterior del muslo (isquiotibiales). Además debe tener en cuenta el acortamiento de la
musculatura tónica y realizar ejercicios abdominales para potenciarla. En el fútbol base, a
partir de categorías infantiles, es necesario que los jóvenes futbolistas se acostumbren a este
tipo de actividades con el fin de mejorar y prevenir su actividad posterior. Por el contrario en
categorías más jóvenes no es necesaria su realización analítica con objetivos puramente
fisiológicos, por los motivos anteriormente comentados, aunque es conveniente su práctica de
forma aislada como formación teórica del joven futbolista (cumpliendo la función de
aprendizaje del calentamiento). En resumen, un jugador de categoría alevín debería conocer
todos los músculos de sus piernas y saber como se estiran, así como el nombre de las
articulaciones que servirán como base para dirigir un estiramiento basado en el movimiento
articular.
El objetivo psicológico se presenta como el más interesante dentro del fútbol base. El
jugador debe aprender a mentalizarse y a motivarse dentro del calentamiento. En estas
edades es muy común observar al contrario cuando sale a calentar, hablar con los padres en
las gradas, salir sin ropa de abrigo porque "no hace frío", no beber agua porque me siento
pesado en el partido, permanecer estático hasta el momento de comenzar el partido e incluso
no saber que hacer para entrar en calor. Todos estos aspectos deben trabajarse en el
entrenamiento desde un punto de vista psicopedagógico, con charlas, con práctica imaginada,
con calentamientos teóricos, con visualización, juegos, etc. para conseguir un mejor
rendimiento psicológico. Así podemos explicarle que la sed es una reacción de alarma de
nuestro organismo, por lo que hay que hidratarse antes del partido para que no "suene la
alarma". También podemos ofrecerle un calentamiento escrito en una pequeña actilla con el
fin de que se lo aprenda y lo conozca (como si fuera la tabla de multiplicar). De esta manera,
cumplimos los principios de autonomía y aprendizaje que posteriormente se comentan.
Este objetivo es muy importante, con el fin de conseguir un hábito positivo y una formación
en el joven futbolista.
Para poder exponer los principios que rigen el calentamiento en el fútbol base, debemos
conocer los principios del calentamiento y adecuarlos a la etapa formativa. El niño no es una
adulto en miniatura (lo cual deben entender padres, monitores, entrenadores e incluso a los
niños), por lo que existirán principios básicos que puedan adecuarse y otros que tendremos
que establecer basándonos en las características de los jóvenes futbolistas. De otra parte, es
necesario establecer algunos principios para el calentamiento en el entrenamiento y otros
para el calentamiento en el partido.
Tabla 1. Mecanismo del acto táctico y estrategia en la práctica (Moreno y Fradua, 2001).
6. Duración. Hay que procurar que el calentamiento sea suficiente (Zeed, 1998). La
duración viene determinada por la siguiente figura (Fernández Pombo y Da Silva, 1997;
Bangsbo, 1997). Así, puede concluirse que el calentamiento debe durar por lo menos 10
minutos para que los jugadores obtengan el mayor beneficio posible del incremento de
temperatura muscular. El calentamiento debe ser lo más reducido posible, siempre que
cumpla sus objetivos, para que posteriormente nos permita trabajar a la intensidad del
entrenamiento o la competición (modificado de Padial, 1999).
7. Diversión. En esta etapa de formación del futbolista, la diversión debe ser un principio
director de la actividad deportiva. Así, debemos utilizar juegos competitivos, motivadores, de
puntuación, por grupos, etc. donde los jóvenes futbolistas se diviertan y no le pongan al
calentamiento la etiqueta de actividad "rollo" que no sirve para nada y que hay que hacer
todos los días, sino todo lo contrario, una actividad divertida que me predispone para realizar
en mejores condiciones mi entrenamiento, me motiva y me divierte. Por otro lado, es
necesario concienciar a los entrenadores en este nivel de formación sobre lo negativo que es
el castigo físico de realización de tareas como flexiones, abdominales, abuso de la carrera
continua, etc. Con ello sólo conseguimos que los jóvenes futbolistas aborrezcan estas tareas
tan beneficiosas en categorías superiores.
4. Conclusiones
En categorías jóvenes (prebenjamín, benjamín y alevín) se deben usar los estiramientos como
preparación teórica del futbolista para posteriores categorías, pero no por el propio objetivo
físico, ya que las características del niño lo hacen innecesario. Un jugador alevín debería
conocer todos los músculos de sus piernas y saber como se estiran.
Nota
Existen publicaciones relacionadas con estos aspectos a las que remitimos al lector (García
Ocaña, 1997)
Bibliografía
GODIK, M.A. y POPOV, A.V. (1998). La preparación del futbolista. Paidotribo. Barcelona.
ROMERO, C. (2000). Hacia una concepción más integral del entrenamiento en el fútbol.
Lecturas: Educación física y deportes. http://www.efdeportes.com. 5. 19.
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