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Desensibilización Sistemática

Se trata de aprender a relajarse mientras se imaginan escenas que, progresivamente, van


provocando mayor ansiedad. “La repetida presentación del estímulo hace que éste pierda
progresivamente su capacidad de evocar ansiedad y en consecuencia malestar físico, emocional
o cognitivo” La técnica es muy efectiva para combatir fobias clásicas, miedos crónicos, algunas
reacciones de ansiedad interpersonal…

El proceso

Es fundamental exponerse de forma real o imaginaria a los estímulos que producen emociones


ansiógenas y cuantas más veces mejor. Se trata de no evitar nunca, de enfrentarse pero armado de
unos recursos que antes no se tenían pero que se pueden aprender. Por eso es muy importante repetir,
repetir y repetir. Llevando a cabo acercamientos sistemáticos y progresivos (despacio pero sin pausa,
poco a poco hasta que vaya perdiendo fuerza el elemento ansiógeno) los cuales serán reforzados
puntualmente, de modo que la respuesta pierda poder ante dicha situación.

Podemos hacerlo repasando con la imaginación la exposición al estímulo que genera


ansiedad (por ej. cómo responder ante una situación o pensamiento ante los que sentimos descontrolar o
con gran malestar psicológico o fisiológico) y tras dominar la situación con la imaginación (viéndonos por
ej. a nosotros mismos respondiendo controladamente y de una forma mucho más positiva y adaptativa)
pasar posteriormente a practicar con la exposición directa. Se trata de deshacer condicionamientos que
provocan ansiedad y aprender otros más positivos y adaptativos.

Los pasos son:


1. Relajar los músculos a voluntad (Relajación diferencial o progresiva).
2. Hacer una lista con todos los temores o situaciones ansiógenas.
3. Construir una jerarquía de escenas ansiógenas de menor a mayor intensidad de ansiedad.
4. Avanzar, a través de la imaginación o mediante enfrentamiento, con las situaciones temidas de
la jerarquía. Es importante que se practique la visualización para que la situación se viva como muy
real. No se pasará a una nueva situación ansiógena hasta no haber logrado que la anterior situación de
la jerarquía quede totalmente resuelta en cuanto a la ansiedad vivida.

Jerarquía de ansiedad

Cuando queremos aplicar la desensibilización tenemos que hacer una ordenación de las
situaciones temidas. Esto es lo que llamamos una jerarquía de ansiedad, donde listamos todas las
situaciones potencialmente ansiógenas relacionadas con el tema a tratar y las ordenamos según el grado
de ansiedad que generan. Para cuantificar la ansiedad que genera se utiliza una escala del 0 al 100,
donde la situación con puntuación 0 no genera ansiedad en absoluto y la puntuada con un 100 es la que
más ansiedad genera de todas.
Para elaborar la jerarquía lo hacemos a través de una tormenta de ideas (brainstorming) donde el
paciente genera situaciones que le provoquen ansiedad. Estas situaciones s
e anotan, se precisan y se les pone un número en la escala del 0 al 100. Muchas veces puede ser difícil
comenzar a asignar números. Una buena forma de empezar es utilizar anclajes. Generar primero los
ítems que menos y más ansiedad generen, que serán el 0 y el 100 respectivamente, y un ítem intermedio
que será el 50. A partir de aquí los ítems son más fáciles de ordenar.

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