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El feudalismo, sistema político y económico dominante entre los siglos IX al

XV, consistía en la valoración de las tierras como base y donde se


establecen relaciones de intercambio entre las partes, principalmente, los
señores feudales, los vasallos y campesinos.

Esta estructura se basaba en pequeñas comunidades formadas en torno a


un señor feudal que controlaba todo aquello bajo su jurisdicción y, a
cambio de trabajo, garantizaba seguridad de sus servidores.

La naturaleza local de este sistema la hacía perfecta para una época en la


que las amenazas eran también a pequeña escala.

Los campesinos trabajaban las tierras a cambio de comida, los vasallos se


encargaban de la protección de los habitantes del territorio a cambio de
dinero, los señores feudales administraban los feudos a cambio de poder
absoluto sobre ellos y los monarcas aseguraban una mayor fortaleza
política y económica.

La dinámica establecida por el modelo feudal garantiza a todos sus


componentes, seguridad y alimento en medio de la austeridad y el
deterioro que imperaban en la sociedad.

Se trataba entonces de un sistema de cooperación basado en las promesas,


donde a pesar de no haber libertad ni movilidad social podía asegurarse la
subsistencia.

El contexto en la época de los señores


feudales

Después de la caída del imperio romano occidental en 476 con la llegada de


los bárbaros, la Europa occidental se vio sumergida en una era de miseria y
decadencia demográfica.
Esto es lo que hoy día conocemos como Edad media, haciendo alusión a
este período como un paso entre Era Post-clásica y Era Moderna, que inicia
con el Renacimiento en el siglo XVI.

También conocida como “los años oscuros”, por la poca producción cultural
y científica y escasez de registros históricos, esta época significó una
ruptura en los esquemas de la vida en Europa.

La estructura del imperio y la metrópolis terminó para dar paso a una


dinámica localista, en la cual las comunidades se volcaron hacia sí mismas
y aislaron unas de otras.

La Edad Media fue un período de monarquías y paternalismo eclesiástico.


La crisis derivada de la caída del imperio dio como resultado una baja
importante en la población de la zona.

La zona este del recién caído emporio se fragmentó en reinos germánicos.


Esta sería una etapa clave en la consolidación de Europa como unidad.

El esfuerzo por proteger el continente de las amenazas externas y la


creciente contraurbanización llevaron a lo que hoy día llamamos el sistema
feudal, que se estableció en Europa por casi toda la edad media.

Feudalismo y su jerarquía
El feudalismo fue el sistema político y social dominante durante la Edad
Media y se basaba en feudos: contratos mediantes los cuales los nobles,
conocidos como señores feudales, concedían territorios rentas a cambio de
servicios, como el trabajo de las tierras o protección y fidelidad.
Señor feudal y siervos.
Nace como un mecanismo mediante el cual los reyes, que no contaban con
los recursos económicos y ni la fuerza política para resguardar el reino,
dividían sus territorios en pequeñas partes que serían administradas por los
nobles que, en retorno, pagaban impuestos, prometían fidelidad y ponían a
la disposición a sus subordinados.

Los señores feudales recibían tierras proporcionales a fidelidad al rey y la


importancia de su familia.

Estos se encargaban de gestionar y gobernar los feudos -nombre utilizado


también para la designación de las tierras- y su poder sobre estos
territorios y sus habitantes era ilimitado.

Sin embargo, para mantener al margen amenazas externas como bandidos


e invasiones necesitaban servidores que los protegieran.

Los vasallos o caballeros, hombres libres muchas veces provenientes de


familias nobles, juraban a los señores feudales fidelidad, obediencia y
protección.
Cuando el rey lo demandaba, constituían también el ejército. A cambio, les
eran concedidos feudos y un porcentaje de los botines de guerra.

Los campesinos, el escalafón más bajo en la jerarquía feudal, trabajaban


las tierras a cambio de una porción de la comida producida y de la
seguridad que ofrecían los caballeros.

Sacrificaban su libertad a cambio del resguardo y seguridad que significaba


pertenecer a estas comunidades.

Este sistema político estaba fundamentado en relaciones recíprocas entre


los distintos grados. De la misma manera en que los caballeros se
convertían en señores de sus feudo, los señores feudales era a su vez
vasallos de otros más importante, siendo el mayor el rey.
Sin embargo, los contratos feudales se establecían exclusivamente entre
señores feudales y vasallos, siendo el incumplimiento de estos el más grave
delito.

El feudo o contrato se sellaba a través de un rito de lealtad teatralizado


llamado homenaje, que se realizaba en el castillo del señor ante reliquias y
libros de su pertenencia.

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