El jugo o zumo de frutas es una sustancia líquida extraída de las frutas, generalmente al
exprimirlas por presión, sin embargo, puede incluir un conjunto de procesos intermedios como la: cocción, molienda o centrifugación del producto original. Así, por ejemplo, el "jugo de naranja" es el líquido extraído de la fruta del naranjo. A menudo se venden jugos envasados, que durante la elaboración pasan por un proceso que hace que pierdan parte de sus propiedades nutricionales.
Los jugos recién exprimidos son una bebida muy nutritiva, principalmente por
las vitaminas que contienen. Los jugos conservados en tetra brik, también conocido como tetra pack, suelen ser "jugo hecho a partir de jugo concentrado". Esto significa que, después de ser exprimidos, han sido concentrados evaporando el agua mediante calor, y posteriormente se les ha añadido agua para envasarlos. Esto permite transportar menos agua y ahorrar costos, pero este proceso destruye gran parte de las vitaminas, lo que elimina la principal cualidad nutritiva de los jugos. Otra de las cualidades nutritivas que se pierden de las frutas al realizar zumos es la eliminación de la fibra propia del fruto, como por ejemplo, la naranja, ya que al exprimir la fruta se elimina la "pulpa", que es lo que aporta la fibra. Para prepararlos en casa, es necesario poseer un aparato llamado exprimidor o escariador para obtener jugo de naranja, limón o pomelo. También se utiliza un extractor para obtener jugo de otras frutas u hortalizas como las manzanas o zanahorias. Historia y antecedentes: A partir del año 1.930, cuando las industrias comenzaron a producir zumos de frutas, los rendimientos eran muy bajos y se presentaban dificultades en la filtración del mismo que impedía la obtención de una claridad aceptable. Sin embargo, la investigación y desarrollo industrial de pectinasas, celulasas y hemicelulasas obtenidas a partir Aspergillus niger y Trichoderma, sumado al incremento del conocimiento de los componentes de las frutas, facilitaron solucionar esas dificultades. Hoy en día, la utilización de enzimas en la producción de zumos de frutas y verduras es indispensable, pues están implicadas en varias etapas del proceso de obtención:
Tratamiento de la pulpa: con el fin de obtener una licuefacción parcial o total de la
parte carnosa de la fruta. Además permite mejorar el rendimiento y extracción de otros componentes, aportando cualidades como el color, sabor y olor. Tratamiento del zumo: con el fin de reducir la viscosidad y aumentar la concentración. Permite mejorar la clarificación, filtración y estabilización. Así mismo, en el proceso de producción es necesario tener en cuenta una serie de parámetros en los que directa o indirectamente está implicada la enzima.8 Por una parte, su mecanismo de acción dependerá de la relación entre la concentración de enzima, la temperatura aplicada y el tiempo de reacción. Así, estos se podrán modular en función de las necesidades de operación. Por otra parte es necesario destacar el papel de las pectinas en la degradación del fruto, que a su vez dependerá del sustrato a tratar. Estas enzimas pueden ser seleccionadas previamente para actuar sobre moléculas peptídicas específicas, de manera que la composición del sustrato y su viscosidad irá cambiando en función del porcentaje relativo de pectina soluble e insoluble presente. Los frutos, como parte de la planta, están constituidos por células vegetales, cuya pared está formadas en un 90% por polisacáridos (celulosa, hemicelulosas y pectinas) y en un 10% por proteínas. En concreto, la lámina media de la pared celular debe su estructura a las pectinas, cuya degradación favorece la descomposición natural de los vegetales. Estas, a su vez, en contacto con líquidos, son capaces de absorber agua, formando un gel. En la producción industrial de jugos de frutas y vegetales, las pectinas deben ser eliminadas para evitar la retención de líquidos y turbidez del producto. Es aquí donde intervienen las pectinasas, enzimas que hidrolizan la pectina, favoreciendo su eliminación y un consecuente aumento del rendimiento de extracción del jugo y mejorando su calidad. Esta enzima se engloba dentro de la familia de las denominadas Enzimas Moderativas cuya demanda desde el sector alimentario incrementa mundialmente en la producción de zumos de un amplio rango de frutas y vegetales. La combinación de pectinasas (pectin lyase, pectin metilesterase, endo y exo- poligalacturonasas, pectin acetylesterase, rhamnogalacturonase, endo y exo-arabinasas), celulosas (engoglucanasas, exoglucanasas y cellobiosas) y hemicelulasas (endo y exo- xilanasas, galactonasas, xiloglucanasas y manonasas)- colectivamente llamadas enzimas macerativas, son las mayormente empleadas en los procesos comentados anteriormente. El término zumo solo se aplica al líquido que se obtiene de las hierbas, flores, frutas u otros vegetales. Generalmente, el nombre jugo se aplica a los líquidos que son obtenidos por presión, en tanto que los obtenidos por cocción son llamados infusiones. Por su parte, el producto obtenido de la cocción de piezas cárnicas se suele llamar caldo o consomé. También se llama jugo, al líquido que contiene o impregna un producto fresco o cocinado - carnes, pescados, verduras-, y que normalmente rezuma cuando este es cortado o manipulado.