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HÁBITOS Y ESTILOS DE VIDA SALUDABLES

Desde la antigüedad se le ha dado gran importancia a los hábitos de vida


saludable como forma de asegurarse una buena salud física y mental, al respecto
Hipócrates, citado por Mohammed (2018) dijo “Comer bien no basta para tener
salud. Además, hay que hacer ejercicio, cuyos efectos también deben conocerse.
La combinación de ambos factores constituye un régimen. Si hay alguna
deficiencia en la alimentación o en el ejercicio, el cuerpo y la mente enfermarán”.
Luego, en base a lo citado, se puede decir que los hábitos saludables son todas
aquellas actitudes que hacemos de forma cotidiana y que las tomamos como
personales que influyen en forma positiva en nuestra salud física y mental. Estos
hábitos se relacionan, básicamente, con la nutrición, descanso y actividad física,
todas en correcta conjunción hacia la buena salud.
Comenzando por la nutrición, es de tener en cuenta que comer no es lo
mismo que alimentarse, por el contrario simplemente comer sin detenerse a
pensar en que se come, nos lleva por la senda de la mala nutrición que al final nos
conduce a problemas de salud por alimentación. Por esto es necesario que nos
alimentemos en forma correcta, de manera que se logre nutrir nuestro organismo
para evitar que tenga deficiencias, o excesos, de nutrientes y/o elementos que no
alimentan En este punto es necesario entender que en el proceso biológico de la
alimentación, nuestro organismo toma los nutrientes requeridos para su correcto
funcionamiento y mantenimiento de la salud. Entonces, una alimentación correcta
y balanceada dará a nuestro organismo el suministro energético y nutricional para
que podamos efectuar nuestras actividades físicas y mentales de la mejor manera,
manteniendo el equilibrio de nuestros procesos vitales asegurando la salud
orgánica y mental necesaria para llevar una vida plena. Resulta necesario el llevar
una dieta la cual dependerá de factores como edad, sexo, tipo de trabajo que se
desempeña, peso, estatura, etc., lo cual determinara los nutrientes necesarios y la
cantidad de ellos.
En lo que concierne al descanso, se sabe que un adecuado descanso diario
resulta de gran importancia como habito saludable para el organismo, el dormir el
tiempo necesario (lo recomendable son entre ocho horas y media a nueve horas
cada noche comenzando antes de la media noche) repone la energía física y
mental utilizadas durante la vigilia, la falta de sueño perjudica en todos los
aspectos de la vida diaria siendo el más notable la falta de concentración para
cualquier actividad (laboral, académica, etc.) además de que es parte de las
causas de la depresión e irritabilidad constante sin contar los daños físicos y
mentales que implica. Finalmente se aconseja que se establezcan patrones de
horas fijas para el descanso, pero siempre tomando en cuenta que se debe
acostar temprano (como ya se dijo antes de la media noche) y levantarse
temprano.
Para el caso de la actividad física, siempre se ha asociado con la salud y el
bienestar físico y mental, esto siempre y cuando se efectué de manera constante y
regular. Apoyado en numerosas investigaciones y estudios, se ha determinado
que el ejercicio físico “ayuda a una mayor calidad de vida actuando como un
sistema que combate las enfermedades mediante un continuado y sistemático
programa de ejercitación” (FAO, sin fecha). El concepto de calidad de vida es
entendido desde el punto de vista de vivir más tiempo conservando la lucidez
mental y fortaleza física, para esto, el hábito del ejercicio debe ser adquirido y
practicado de forma regular en todo el periodo de vida. Esto resulta sobre todo
aplicable en edades a partir de entre los 22 y los 25 años donde disminuye la
cantidad de personas que realizan actividades físicas, debido a la finalización de
sus estudios e inicio de su visa productiva laboral. Entre los beneficios que aporta
el hábito saludable del ejercicio (o práctica deportiva) se encuentran la disminución
de la presión arterial, bajo riesgo de ataques coronarios, mejora del sueño, mejora
en la autoestima, disminución y eliminación paulatina de estados depresivos y de
ansiedad, entre otros.
Resulta importante el inculcar hábitos saludables a los niños desde
temprana edad, a fin de que desarrollen una forma de vida que ven como
“normal”. En este sentido, el entorno familiar por estar concentrado en el cuidado
de los hijos, les resulta más fácil el eliminar hábitos nocivos en los adultos
sustituyéndolos por hábitos saludables y ejemplarizantes para los hijos, en los
cuales resultaría efectivas la adquisición de estos hábitos saludables con una
mayor facilidad. Otra ventaja de inculcar a temprana edad los estilos de vida y
hábitos saludables, consiste en que los niños crecerían con una mente y cuerpos
sanos los que les permite incrementar su resistencia a enfermedades en su vida
adulta.
REFERENCIAS BILBIOGRAFICAS
Mohammed, A. (2018). Vida saludable, bienestar y objetivos de
desarrollo sostenible. Extraído el 28 de Marzo de 2020 de:
https://www.who.int/bulletin/volumes/96/9/18-222042/es/
Organización Mundial de la Salud (OMS). (2016). Guía de entornos y
estilos de vida saludables en Comunidades Indígenas Lencas. Extraído el 28 de
Marzo de 2020 de:
https://iris.paho.org/bitstream/handle/10665.2/34580/vidasaludable2016-
spa.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Fao. (S/F). Hábitos y estilos de vida saludables. Extraído el 28 de Marzo de
2020 de: http://www.fao.org/3/i3261s/i3261s10.pdf
San Joan de Déu. (2014). La importancia de transmitir hábitos saludables
desde la infancia. Extraído el 28 de Marzo de 2020 de:
https://faros.hsjdbcn.org/es/articulo/importancia-transmitir-habitos-saludables-
infancia

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