Los cinco pilares del nuevo modelo educativo.

1. Cambios en la currícula. Se busca que en los niños que egresan haya una progresión
de lo aprendido desde el preescolar hasta el bachillerato. Los cambios se concentran en
el desarrollo de aprendizajes clave para su vida y se incorpora el desarrollo
socioemocional de los estudiantes.
 
2. La escuela es el centro del sistema. El sistema educativo será más horizontal,
compuesto de escuelas con mayor autonomía de gestión (con más capacidades,
facultades y recursos). Con ello se busca transformar a las escuelas en verdaderas
comunidades de aprendizaje que involucren a maestros y padres de familia. Los maestros
y directivos tendrán menor carga administrativa, mejor infraestructura y acceso a las
Tecnologías de la Información y la Comunicación, conectividad, un presupuesto propio,
asistencia técnico–pedagógica de calidad, y mayor participación de los padres y madres
de familia. El nuevo modelo contempla que las escuelas tengan las condiciones mínimas
de infraestructura, pero también busca que todas las escuelas tengan aula de medios con
internet funcionando y que permita trascender a la etapa digital.
 
3. Formación y desarrollo de los docentes. El Servicio Profesional Docente estará
basado en el mérito. Los profesores deberán ser evaluados constantemente. No hay nada
más importante que los maestros, pues son quienes están con los alumnos y quienes les
van a enseñar a pensar. El docente también deberá generar un ambiente de aprendizaje
incluyente. Los profesores deberán usar estrategias para que sus alumnos aprendan de
forma distinta.
 
4. Inclusión y equidad. El sistema educativo no tendrá barreras para el acceso, la
participación, la permanencia, el egreso y el aprendizaje de los estudiantes. Todos los
niños y niñas tendrán acceso a la educación básica sin importar su condición social, su
género, si tienen raíces indígenas o tienen alguna discapacidad. El objetivo es construir
escuelas inclusivas para todos.
 
5. La gobernanza del sistema educativo. Esto se refiere a la participación que tendrán
en el sistema diversos actores sociales: el gobierno federal, las autoridades educativas
locales, el INEE, el sindicato, las escuelas, los docentes, los padres de familia, la
sociedad civil y el Poder Legislativo. Un ámbito de gobierno puede lograr más, siempre
que el otro se fortalezca. Para avanzar en esa dirección, es preciso compartir propósitos y
metas comunes.