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¿Existen las palabras “extraña” y

“desconocida” En 1 Corintios 14?


Por Lorenzo Luévano Salas

        
  Introducción.

         Cuando alguien nos dice que alguna palabra en la Biblia no existe y debe
ser quitada, es sumamente justificable que solicitemos más información al
respecto. En el caso que nos ocupa un hermano hizo notar eso cuando leyó en mi
artículo sobre el hablar en lenguas que las palabras, “extraña” y “desconocida”, no
existen en los textos originales de 1 Corintios 14. Es por esta razón que estoy
elaborando este artículo, con el fin de mostrar evidencia al respecto, y no
simplemente la declaración de esa verdad.

El texto griego.

         Los textos en cuestión son 1 Corintios 14:4, 13, 19 y 27; mismos que
vamos a leer a continuación en el Nuevo Testamento Griego Español de Francisco
Lacueva:

          En esta porción podemos leer el versículo 4 de 1 Corintios 14. Nótese la


frase “...El que habla en lengua, a sí mismo edifica...” (“...jo lalon glosse eauton
oikodomei...”), donde evidentemente la palabra “extraña” no está en el texto. Por
otro lado, la Reina Valera 1960 y otras traducciones, añaden tal palabra, “...El que
habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica...”

          En la Biblia Al Día, La Biblia Latinoamericana (1995), La Sagrada Biblia


(ediciones unsa), La Nacar Colunga, La Nueva Biblia de los Hispanos, La
Traducción del Nuevo Mundo, La Nueva Versión Internacional (1984), El Nuevo
Testamento Palabra de Dios Para Todos, La Reina Valera Actualizada (1989), La
Biblia de Jerusalén y la Biblia de las Américas, no aparece tampoco la palabra
“extraña” en este versículo.  Por otro lado, en la versión King James y la
Traducción Literal de Young, encontramos la palabra “extraña” pero en letra
cursiva; y en la Reina Valera 2000 entre corchetes, indicando así que la palabra es
ajena al texto original.

         Este mismo fenómeno lo podemos ver en los versículos en cuestión, y a


continuación presento los textos tal como se leen en el Interlineal:

En el verso trece leemos la frase “lalon glosse” (“habla en lengua”) y no se


encuentra la palabra “extraña”. En el verso 14 resaltamos las palabras
“proseuchomai glosse” (“oro en lengua”) y no encontramos por ningún lado la
palabra “desconocida”. 

         Aquí tenemos ahora el versículo 19, y notamos las palabras “murious logous
en glosse” (“diez mil palabras en lengua”). ¿Dónde está la palabra “desconocida”?
No está en el texto.

           Finalmente tenemos aquí el versículo 27, que dice al principio, “eite glosse
tis lalei” (“Si en lengua alguno habla”), y nuevamente vemos que la palabra
“extraña” brilla por su ausencia.

          Así pues, nos hemos percatado que, efectivamente, las palabras “extraña”
y “desconocida” no están en el texto original de 1 Corintios 14.

 La palabra “extraña”, la profecía de Isaías y 1 Corintios 14.

         Una cosa bien interesante que debemos resaltar, es que las palabras
“extraña” y “desconocida”, en conexión con el milagro de hablar en otros idiomas
por medio del poder de Dios, jamás están relacionadas con ello.

          En la profecía de Isaías 28:11 y en 1 Corintios 14:21, en la Reina Valera y


otras versiones, nuevamente encontramos la palabra “extraña”; sin embargo, y
como demostraré a continuación, tampoco en estos textos aparece dicha palabra. 
Comencemos leyendo Isaías 28:11 en hebreo:

           Esta parte del versículo dice “...y en lengua otra él hablará...”, y
nuevamente vemos que la palabra “extraña” no está en el texto hebreo. Leemos
la palabra “otra”, pero no “extraña”.  La palabra “otra” hace referencia a un
idioma terrenal, pues los hebreos hablaban una lengua, y quienes les
conquistarían hablaban “otra” lengua, es decir, “otro” idioma. Luego, la referencia
a una “lengua” no terrenal, sea divina o angelical definitivamente no cabe en el
texto. En la Septuaginta, que es el Antiguo Testamento en griego, nos
encontramos con una traducción fiel del escrito hebreo, pues en ella no se usó la
palabra griega para “extraña”, sino la palabra “otra”. He aquí el texto:

           Aquí hacemos notar las palabras “...glosses eteras joti lalesousin...”, y una
vez más no encontramos la palabra “extraña” en el texto. Como vemos, tanto en
hebreo como en griego, Isaías 28:11 no usa la palabra “extraña” sino el adjetivo
“otra”.  Esto todavía se refuerza más cuando consideramos la referencia que hace
Pablo a esta profecía en 1 Corintios 14:21, que en la Reina Valera 1960, bien dice:
“En la ley está escrito: En otras lenguas y con otros labios hablaré a este pueblo;
y ni aun así me oirán, dice el Señor” ¿Leyó con atención? Dice “otras lenguas” y
no “extraña lengua”. En esta ocasión la Reina Valera fue fiel al texto griego, pues
tradujo correctamente la palabra “eteroglossois” como “otras lenguas”, es decir,
“otros idiomas”.

¿Por qué usan las palabras “extraña” y “desconocida” varias


traducciones de la Biblia?

         Esta es una pregunta que puede surgir mientras estamos estudiando el
presente tema.  Así que, no haremos mal en considerarla a continuación.

          Lo que los traductores quisieron enfatizar al usar las palabras “extraña” y
“desconocida”, tiene que ver con la ignorancia que los hombres tenían con
respecto a otros idiomas. Nótese la pregunta que hacen los oyentes el día de
Pentecostés, en Hechos 2:7, cuando los apóstoles comenzaron a hablar en otras
lenguas:
 “... ¿no son galileos todos estos que hablan?...”

          Efectivamente, si son Galileos, ¿cómo es posible que estén hablando los
diferentes “dialectos” de los ahí reunidos? (v. 8ss) Los dialectos mencionados en
Hechos 2 eran lenguas “extrañas” o “desconocidas” por los Galileos en cuestión,
en el sentido de que no los hablaban.  Robertson hace notar perfectamente esto
que estamos diciendo: “...Los Galileos hablaban un arameo rudo (Mr. 14:70) y
probablemente un griego vernáculo también burdo. No tenían destreza con el
idioma, y sin embargo eran estos mismos los que ahora demostraban unas
capacidades lingüísticas tan destacables...”  Así pues, las palabras “extraña” y
“desconocida” hacen referencia a esto en 1 Corintios 14, siendo idiomas o
dialectos que el portador del don no hablaba.

          Una vez entendido el punto anterior, tal vez alguien podría preguntar, “Si
las palabras “extraña” y “desconocida” no hacen referencia sino a un idioma
extranjero para quien tenía el don, ¿por qué hacer notar que tales palabras no
están en el texto original? ¿Para qué aclararlo?”  Lo cual también es importante,
pues de otra manera no tendría sentido estudiar este asunto.

 Los carismáticos y las palabras “extraña” y “desconocida” de 1 Corintios


14.

         Es aquí donde doy respuesta a las últimas preguntas que formulé en el
punto anterior, y lo quiero hacer en esta sección, pues toda la discusión tiene que
ver con una mala interpretación que muchos hacen de las palabras “extraña” y
“desconocida” de 1 Corintios 14.

         Muchos del movimiento carismático han creído encontrar fuente bíblica de
apoyo para sus prácticas de “hablar en lenguas”. Se les ha hecho notar, y aún
ellos mismos se percatan de esto, que las “lenguas” que ellos supuestamente
están hablando, en realidad son “sonidos disparatados sin significado”, pues no
son “idiomas” y mucho menos pueden llegar a ser “traducidos” (Cf. Hch. 1:19) o
encontrados en algún “dialecto” antiguo o moderno. El Dr. William Welmers,
profesor de lenguas africanas de la Universidad de  Califórnia, comentó sobre el
hablar en lenguas de los movimientos carismáticos: “...Yo debo declarar sin
reservas que las grabaciones que examiné no se asemejan estructuralmente a una
lengua. No hay mas que sonidos de vocales contrastantes, y pocos sonidos
peculiares de consonantes; estos combinan para formar bien pocos conjuntos de
sílabas que se repiten muchas veces en orden variadas..." 

        En vista de lo anterior, hubo a quien se le ocurrió decir, “...Hey, esperen un


momento, las lenguas que hablamos no pueden ser entendidas ni encontradas en
la tierra porque son “divinas” o “angelicales”, en otras palabras, son “extrañas” o
“desconocidas” en este mundo. Vean, la misma Biblia así lo dice en 1 Corintios
14...” ¿Nota el punto? Las palabras “extrañas” y “desconocida” están siendo
usadas por muchos como la base para sus prácticas no bíblicas. De ahí la
importancia de aclarar que tales palabras, además de tener la idea que se les da,
ni siquiera existen en los textos originales.

La palabra “extraña” es usada como sinónimo de “otras” por los


traductores de la Biblia.

         Otro punto importante que debemos hacer notar, es que la palabra
“extraña”, la cual es usada en Isaías 11:28, es traducción del griego “eteras”, la
cual significa “otras”. De igualmanera en 1 Corintios 14:4, en griego dice “otras” y
en la traducción al español encontramos la palabra “extraña”.  Los traductores no
tenían en mente entonces ciertas lenguas “divinas” o de alguna otra naturaleza,
sino de idiomas hablados en la tierra.

         En Hechos 2:4 dice que los apóstoles “...comenzaron a hablar en otras
lenguas...”  Aquí aparece otra vez la palabra “otras” (“eterais”) en conexión con
las lenguas que los apóstoles hablaron. ¿Eran estas “lenguas” una cierta clase de
lenguaje no existente en este mundo? No, sino “dialectos” según el versículo 8,
“... ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que
hemos nacido?...”  La palabra “lengua” en griego es dialectos.

        ¿Son pues las “otras” lenguas de Hechos 2:4, balbuceos o idiomas que no se
encuentran en la tierra? Hemos visto que el versículo 8 nos aclara precisamente lo
contrario, que las “otras” lenguas son idiomas humanos hablados en la tierra,
dialectos.

         Ahora bien, si las “otras” lenguas de Hechos 2:4 son idiomas reales que son
hablados en la tierra, ¿a qué hacen referencia las palabras “extraña” y
“desconocida” de 1 Corintios 14, en conexión con la palabra “lengua”? ¡A idiomas
reales hablados en la tierra! Son “otras” lenguas que los portadores del don
podían hablar gracias a la obra del Espíritu Santo en sus vidas, pero no balbuceos,
no sonidos disparatados sin significado, sino lenguas o idiomas hablados en la
tierra (Hch. 14:11; 21:40; 26:14).

Conclusión.

         Existen en griego varias palabras griegas que significan “extraña” y otras
para “desconocida”; sin embargo, tales palabras no existen en 1 Corintios 14. La
interpretación que hacen muchos carismáticos de las palabras “extraña” y
“desconocida” sencillamente está alejada de la verdad. Tales palabras no están en
el texto griego, y su interpretación basada en la traducción en español, tampoco
se apega a la idea que tienen las mismas en el capítulo mencionado. Espero que
esta información sea de utilidad para los interesados en el tema.

Lorenzo Luévano Salas

Enero, 2007 

***

 Lorenzo Luévano Salas

Apartado Postal 463, San Luis Potosí, S.L.P.

78000, México

Comentario al texto griego del Nuevo Testamento. Obra completa. A. T. Robertson, Pág.
279, editorial Clie.

Letter to the Editor Christianity Today, 8 de noviembre de 1963

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