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EJERCICIOS PARA LA PIEDAD  

Piedad = piadosamente. Devoto Misericordioso sentir lástima con amor , compasivo f.


Virtud que inspira, por el amor a Dios, tierna en devoción … y dentificado con la cruz de cristo piadoso,
Benigno, blando, misericordioso, que se inclina … a la piedad y conmiseración. Que se mueve a
compasión o se origina de ella.

 “Desecha Las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad”


“Piedad”

Se refiere a toda actitud y respuesta adecuada a Dios.

Es el requisito previo de cuyo cumplimiento dependen todos los ministerios


eficaces.

“Ejercítate” Alude a un término atlético que describe el esfuerzo riguroso y el


sacrificio individual que practica un atleta a diario.

La disciplina espiritual es el sendero que conduce a la vida piadosa. (1 Co. 9:


24 – 27)
1 Corintios 9:24-27 )
¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva
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el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis.

Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona
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corruptible, pero nosotros, una incorruptible.

Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como
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quien golpea el aire,


sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo
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para otros, yo mismo venga a ser eliminado.

1 Ti. 4:8: El ejercicio corporal para poco es provechoso.

El ejercicio corporal es limitado tanto en alcance como en duración porque


solo afecta el cuerpo físico durante esta vida terrenal. Pero el ejercicio en la
piedad Para todo aprovecha. Tanto en el tiempo como en la eternidad.

1 Ti. 4:10: el Salvador de todos los hombres, mayormente de los que creen.
Es obvio que Pablo no enseña aquí el universalismo, la noción de que todos
los hombres se salvarán en sentido espiritual y eterno.

El punto de Pablo es que mientras que Dios en su gracia libera a los


creyentes de la condenación y el castigo del pecado porque fue su sustituto
(2 Co. 5:21), todos lo hombres experimentan algunos beneficios terrenales de
la bondad de Dios. Estos beneficios son;
1) la gracia común, un término que describe la bondad que Dios muestra a
toda la humanidad universalmente (Sal. 145:9): al refrenar el pecado (Ro.
2:15) y juicio (Ro. 2:3 – 6), al mantener el orden en la sociedad por medio del
gobierno (Ro. 13: 1 – 5), al capacitar al hombre para que pueda apreciar la
belleza y la bondad (Sal. 50:2), y al bañarlo de bendiciones temporales (Mt.
5:45; Hch. 14: 15 – 17; 17:25),
2) la compasión, el amor de un corazón quebrantado de compasión que Dios
expresa a pecadores no regenerados que no lo merecen (Ex. 34:6,7; Sal.
86:5; Dn. 9:9; Mt. 23:37; Lc. 19:41 – 44; Is. 16:11 – 13; Jer. 48:35 – 37),
3) los llamados y amonestaciones para acceder al arrepentimiento, ya que
Dios constantemente advierte a los pecadores acerca del destino que les
espera y así demuestra tener el corazón de un Creador compasivo que no se
complace en absoluto en la muerte de los impíos (Ez. 18: 30 – 32; 33: 11),
4) la invitación del evangelio, la salvación en Cristo se ofrece de manera
indiscriminada a todos los seres humanos (Mt. 11:28, 29; 22:2 – 14; Jn. 6;35 –
40; Ap- 22:17; 5: 39,40). Por naturaleza, Dios es salvador. Esto quiere decir
que él no se complace en la muerte de los pecadores. Su carácter salvador
se refleja hasta hoy día en la manera como trata a los que nunca creerán,
pero sólo en esos cuatro beneficios temporales que acaban de describirse.
1ª Tim. 4:11: se ejemplo… en… pureza. Pablo enumera cinco áreas de
influencia (los mejores manuscritos griegos emiten “en… espíritu”), en los
cuales Timoteo debía dar ejemplo a toda la iglesia: “palabra” (su manera de
hablar; Mt. 12:34-37; Ef. 4:25, 29, 31), “conducta” (una vida justa e íntegra.
Tit. 2:10; 1 P. 1:15; 2:12; 3:16), “amor” (servicio sacrificado por los demás;
Jn. 15:13), “fe” (no creencia, sino fidelidad o compromiso fiel; 1ª Co. 4:2),
“pureza” (en especial su pureza sexual; 1Tim. 3:2). La vida ejemplar de
Timoteo en estas áreas contribuiría a compensar las desventajas de su
juventud e inexperiencia.
1ª Tim. 4:13: entre tanto que voy. Ocúpate en la … enseñanza. Estas cosas
debían formar parte de la práctica constante de Timoteo y se estilo de vida.
“Lectura” se refiere a la costumbre de leer las Escrituras en público en los
cultos de adoración de la iglesia, lo cual iba seguido por la exposición del
pasaje que había leído (Neh. 8:1 – 8; LC. 4:16 – 27). “Exhortación” es un reto
espiritual para los que oyen la palabra a fin de que las aplique en su vida
diaria. Esto puede incluir reprimendas y advertencias así como palabras de
ánimo y consuelo. “Enseñanza” se refiere a la instrucción sistemática de la
palabra de Dios y equivale a “sana doctrina” (1ª Tim. 3:2; Tit. 1:9)
1ª Tim. 4:16 de ti mismo y de la doctrina. Las prioridades de un líder piadoso
se resumen en su santidad personal y su enseñanza pública. Todas las
exhortaciones de Pablo en los versículos 6:16 corresponden a alguna de
estas dos categorías. Te salvarás a ti mismo. La perseverancia en creer la
verdad siempre acompaña una conversación genuina (Mt. 24:13; Jn. 8:31; Ro.
2:7; Fil. 2:12. 13;  Col. 1:23). y a los que te oyeren.  Mediante el cuidado
minucioso de su propia vida piadosa y la predicación fiel de la palabra
Timoteo continuaría siendo el instrumento humano que Dios usó para traer el
evangelio y salvar a algunos que lo escucharon. Aunque la salvación es obra
de Dios, Él se deleita en realizarla por medio de instrumentos humanos.
 
Atleta en entrenamiento
Superando las debilidades personales
Ejercítate para la piedad; porque el ejercicio corporal para poco es
provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene la promesa de
esta vida presente, y de la venidera (1 Timoteo 4:7 -8)
Para poder distinguirse en cualquier deporte, los atletas deben pasar horas y
horas entrenándose. Y lo que es cierto de los atletas también se aplica a los
artistas y músicos. Nadie logra la excelencia en ningún campo sin una
tremenda disciplina personal, sin horas de entrenamiento riguroso y sin estar
dispuesto a hacer  grandes sacrificios para lograr las metas propuestas.
Contra todos los pronósticos:
 Si la gente que tiene habilidades promedio para poder destacarse, ¡cuánto
más lo han de hacer quienes enfrentan grandes limitaciones! Hay muchos
atletas que se han distinguido, aún al faltarles un brazo o una pierna. Se han
sometido a una gran disciplina y se han entrenado para superar su
limitación.
¿Para qué está entrenándose usted?
Pablo muchas veces usa ilustraciones tomadas de los deportes para
ayudarles a sus lectores a entender el punto central de su mensaje. Al
escribirle a Timoteo y a otros cristianos el dice que el entrenamiento físico
que lleva a la excelencia en algún deporte es bueno; pero dice también que
si nos concentramos en entrenarnos en las disciplinas espirituales o en la
piedad, eso es mejor aún.
En su carta a Timoteo, Pablo lo exhorta a que se entrene para la piedad de la
misma manera en que los atletas disciplinados se entrenan para sus
competencias. Los atletas deben superar barreras físicas; Timoteo
enfrentaba barreras de personalidad. Varias veces Pablo alentó a Timoteo
con frases motivadoras tales como “te encarezco” y “te mando”. También le
recordó a Timoteo su ordenación, un compromiso que había adquirido mucho
antes.
¿Con qué intensidad se entrena usted?
Una de las más importantes armas que Satanás utiliza contra los cristianos
es el desaliento. A veces llegamos a sentir que seguir a Jesús no vale el
sacrificio que impone. Perdemos nuestro trabajo, o nuestra familia no
entiende o sufrimos persecución. En ocasiones como éstas necesitamos
disciplina. Necesitamos estudiar la palabra de Dios para encontrar allí
aliento.
1 Tim. 4:12. Sé ejemplo de los creyentes. Este es uno de los más importantes
requisitos que se le exigen a un dirigente de la iglesia. La palabra griega
traducida “ejemplo” es tipos, que significa “modelo”, “Imagen”, “ideal”, o
“patrón”. El pastor por encima de todo debe ser modelo de fidelidad, pureza y
perseverancia en la vida piadosa. El cargo de obispo pueden ocuparlo sólo
aquellos de quienes la iglesia puede decir: “Este dirigente ha llevado una
vida piadosa digna de imitación”.
1 Tim. 4:16 Pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.
Llevar una vida santa, permanecer sensible a la obra y a los dones de
Espíritu Santo, enseñar la sana doctrina, guardar la fe; 2 Ti. 1:13 – 14 y tener
cuidado de su conducta espiritual son más que el deber ministerial de
Timoteo. De esto depende su salvación (presente y futura y la de las
personas a quienes él sirve)
1 Tim. 6:3 La doctrina que es conforme a la piedad. Cualquier mensaje que
no viene del Señor Jesús y no incluye un ferviente llamado a la piedad y a la
santidad es un evangelio diferente del que se presenta en el Nuevo
Testamento.
AMOR. En el Antiguo Testamento se traducen varias palabras hebreas como
amor o el verbo “amar”, especialmente el término haba, que tiene como raíz
a ahab o ave, lo que agrado, lo que gusta. Se expresa así el amor hacia la
esposa, como Jacob, que sirvió por sirte años por Raquel “y le parecieron
como pocos días, porque la amaba” (Gn. 29:20). También el amor hacia un
amigo, como Jonatan, que amó a David “como a sí mismo” (1 S. 18:1).
También el amor de Dios hacia el pueblo (“Con amor eterno te he amado; por
tanto, te he prolongué mi misericordia” (Jer. 31:31))
La Biblia no ofrece una definición teórica del amor, sino que nos lo presenta
mayormente en la forma de acción, exponiéndonos lo que el amor hace o no
hace, así “el amor es sufrido… es benigno… no es indecoros… no busca lo
suyo… etcétera” (1 Co. 13:1 – 8). El amor no es tanto un sentimiento como un
acto de la voluntad, pues el Señor Jesús ordena “amaos los unos a los otros”
(Jn. 13:34), por lo cual no debe pensarse que hay que esperar que el amor
nazca espontáneamente en nosotros, sin un esfuerzo consciente por
ejercerlo hacia una persona.
El verdadero amor nace de la voluntad y se convierte en sentimiento, no al
revés. Sólo Dios ama sin ningún esfuerzo de voluntad porque él es, en
esencia, amor (1 Jn. 4:8), por lo cual, cuando ama, de suyo ama. Dios, por
medio de su espíritu Santo, nos capacita para el amor, dándonos así de su
propia naturaleza (Ro. 5:5). Así el mandamiento de amar no resulta gravoso
porque Dios pone a nuestra disposición la capacidad para ello.
El amor reina como supremo por encima de todas las virtudes (“Ahora
permanecen la fe, la esperanza y el amor” (1 Co. 13:13). El amor conduce a
los creyentes a la búsqueda permanente del bien del otro. De lo contrario, no
se considera válida una manifestación de amor hacia Dios, porque “el que no
ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha
visto?” (1 Jn. 4:20). La práctica del amor entre los cristianos es lo que puede
decir al mundo que son verdaderos seguidores del Señor Jesús, que dijo “En
esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con
los otros” (Jn. 13:35). Los creyentes son alentados a soportarse “los unos a
los otros en amor” (Ef.4:2) y a seguir “la verdad en amor” (Ef. 4:;15)

CONDUCTA. Manera de vivir, forma de comportarse. La palabra griega


(anastrophë) también se conoce como “manera de vivir” (Ef. 4:22). Pero en la
mayoría de los casos en la VRV antigua se usa “conversación” (1 Ti. 4:12;
Stg. 3:13; 1 P. 1:15). Los cristianos deben mantener “buena (su) manera de
vivir entre los gentiles” (1P. 2:12). Las esposas cristianas pueden ganar a sus
esposos “considerando (su) conducta  casa y respetuosa” (1 P- 3: 1 – 2).
“Teniendo buena conciencia” serán avergonzados “los que calumnian
vuestra conducta en Cristo” (1 P. 3:16)

FE. Es el mecanismo que le permite conocer las realidades del mundo del
espíritu, donde no gobiernan las leyes del tiempo y el espacio.
Para el que no tiene el don de la fe una gran cantidad de expresiones bíblicas
aparentan ser unos galimatías. Que somos “salvos por medio de la fe” (Ef.
2:8), que fuimos “sepultados en él en el bautismo, en el cual fuisteis también
resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios” (Col. 2:12), que
tenemos “acceso con confianza por medio de la fe (2 ti. 4:7); los creyentes
son animados a combatir “unánimes por la fe del evangelio” (Fil. 1:27) y a
contener “ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos”
(Jud. 3). Los que can a ser considerados líderes entre los cristianos deben
ser examinados por ver que “guarden el ministerio de la fe con limpia
conducta” (1 Ti. 3:9) “En los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe,
escuchando a espíritus engañadores” (1 Ti. 4:1)

PUREZA – PURIFICACIÓN. En el Antiguo testamento el término Taher (puro,


limpio, los que no tiene defecto) es muy frecuente. Casi siempre está
relacionado con el ambiente ceremonial. Se tenía especial cuidado de uso
“oro puro” en los artefactos del • tabernáculo y el • templo (Ex. 25:11;
30:33;37:17; 1 R.6:21; etcétera). Asimismo, de usar “Aceite puro de olivas”
(Lc. 24:2), e “incienso puro” (Ex. 30:34). En su forma de verbo (purificar),
habla de poner una persona o una cosa en condiciones aptas para el culto.
Los medios de purificación incluían sangre (“Y purificará la casa con la
sangre de la avecilla” (Lucas 14:25)), agua (“Al tercer día se purificará con
aquella agua” (Num. 19:12)) y períodos de apartamento (“…sesenta y siete
día estará purificándose de su sangre” (Lc. 12:5))
En el Nuevo Testamento se utiliza el término katharos (limpio, puro) y
Katharismos (purificación).
En el libro a los Hebreos se mantiene el sentido del Antiguo Testamento
cuando se habla de que “la sangre de los toros y de los machos cabríos…
santifican para purificación de la carne”. Pero se usa para hacer una
comparación con “la sangre de Cristo”, que limpia la conciencia de “las
obras muertas” para que sirvamos a Dios (Heb. 9:13-14). El Señor Jesús
hacía uso de estos conceptos con un sentido moral (“Bienaventurados los de
limpio corazón” (Mat. 5:8)).
De igual manera Pablo decía que “El propósito” del “Mandamiento es el amor
nacido de corazón limpio, y de buena conciencia” (1 Ti. 1:5). Es deber del
cristiano purificar su corazón (Stg. 4:8). Los medios para ello son la sangre
(“La sangre de Jesucristo, su hijo nos limpia de todo pecado” (1 Jn. 1:7)), el
agua (“… habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra” (Ef.
5:26) y “la obediencia a la verdad” (1 P. 1:22)

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