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Novena de

Navidad 2023
“Revestido de majestad, coronado de gloria
Viene el Señor a reinar
Revestido de majestad, coronado de gloria
Viene el Señor a gobernar”

Oraciones Día quinto

Gozos Día sexto

Día primero Día séptimo

Día segundo Día octavo

Día tercero Día noveno

Día cuarto Cantos


Presentación

Estimados hermanos, hemos llegado a la época más feliz de todo el año,


la temporada festiva que nos invita a reunirnos como familia en torno
al pesebre para celebrar con júbilo el misterio de la encarnación, el Na-
cimiento del Hijo de Dios. Este año, como familia franciscana, nos unimos
a la alegría de San Francisco, recordando el episodio del primer pesebre
en la ciudad italiana de Greccio, en el año 1223, donde con arrojo singular
el santo de Asís quiso celebrar tan magno acontecimiento que revitaliza
el compromiso de adhesión a Cristo pobre, que nace en un pesebre para
nuestra salvación y quiere enriquecernos con su pobreza.

Esta alegría desbordante de recibir en nuestro mundo al sol, que nace


de lo alto en figura de un niño frágil, nos convida a seguir trabajando en
la configuración de ser cada día, a imagen de este niño, más humanos,
abiertos a las necesidades de los hermanos y conscientes de nuestra
propia fragilidad; parte de la oscuridad del mundo que la luz de Jesús
recién nacido quiere iluminar.

No dejemos que la violencia, la soledad, la indiferencia y el egoísmo


imperantes en la propuesta social del mundo actual nos introduzca en
la dinámica de la desesperanza; al contrario, iluminemos con la luz de
Dios estas realidades para que se impregnen de la dulzura, inocencia y
longanimidad que nuestro preclaro ejemplo nos quiere comunicar y así,
de este modo, podamos construir una auténtica Koinonía1 verdadera-
mente sinodal, en la edificación de la Iglesia en salida.

Fray Jorge Luis Torregroza Rojas, OFM


Coordinador de la Pastoral Universitaria

1 La koinonia, según la Biblia, es la comunión que debe existir entre cristianos. Como hermanos, debemos fo-
mentar el compañerismo y convivir en comunión. Tomado de: Significado de Koinonia en el Contexto Bíblico
(diccionariobiblico.org).

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el nacimiento espiritual de tu adorado Hijo. ¡Oh,
¿Cómo rezar esta dulcísima Madre! Comunícame algo del profundo
Novena? recogimiento y divina ternura con la que aguar-
daste tú, para que nos hagas menos indignos
1. Canto de un villancico. de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad.
2. Oración para todos los días. Amén.
3. Oración a la Virgen María. (Se reza tres veces Avemaría)
4. Oración a San José.
5. Lectura Bíblica.
6. Consideración. Oración a San José
7. Gozos.
8. Oración al Niño Jesús. ¡Oh, santísimo José, esposo de María y padre
adoptivo de Jesús! Infinitas gracias doy a Dios

Oración para porque te escogió para tan altos ministerios y te


adornó con todos los dones proporcionados a
todos los días tan excelente grandeza. Te ruego, por el amor que
tuviste al Divino Niño, me abraces en fervorosos
Benignísimo Dios de infinita caridad, que tanto deseos de verlo y recibirlo sacramentalmente,
amaste a los hombres, que les diste en tu hijo la mientras en su divina esencia lo veo y lo gozo en
mejor prenda de tu amor, para que hecho hom- el cielo. Amén.
bre en las entrañas de una Virgen naciera en un (Se reza un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria)
pesebre para nuestra salud y remedio; yo, en nom-
bre de todos los mortales, te doy infinitas gracias
por tan soberano beneficio. En retorno de él, te Oración al Niño Jesús
ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes
de tu hijo humanado, suplicándote por sus divi- Acuérdate, ¡oh, dulcísimo Niño Jesús!, que dijiste a
nos méritos, por las incomodidades en que na- la venerable Margarita del Santísimo Sacramen-
ció y por las tiernas lágrimas que derramó en el to, y en persona suya a todos sus devotos, estas
pesebre, que dispongas nuestros corazones con palabras tan consoladoras para nuestra pobre
humildad profunda, con amor encendido, con tal humanidad agobiada y doliente: “Todo lo que qui-
desprecio de todo lo terreno, para que Jesús re- eras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y
cién nacido tenga en ellos su cuna y more eter- nada te será negado”. Llenos de confianza en ti,
namente. Amén. ¡oh, Jesús!, que eres la misma verdad, venimos a
(Se reza un Gloria al Padre) exponerte toda nuestra miseria. Ayúdanos a lle-
var una vida santa, para conseguir una eternidad
bienaventurada. Concédenos, por los méritos in-
Oración a la Santísima finitos de tu encarnación y de tu infancia, la gra-
cia de la cual necesitamos tanto. Nos entrega-
Virgen María mos a ti, ¡oh, Niño omnipotente!, seguros de que
no quedará frustrada nuestra esperanza, y de
Soberana María, que por tus grandes virtudes y es- que, en virtud de tu divina promesa, acogerás y
pecialmente por tu humildad, mereciste que todo un despacharás favorablemente nuestras súplicas.
Dios te escogiera por madre suya, te suplico que tú Amén.
misma prepares y dispongas mi alma y la de todos
los que en este tiempo hagan esta novena, para (Se reza tres veces Gloria al Padre)

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Gozos

Dulce Jesús mío, mi Niño adorado culpas, salva al desterrado y, en forma de niño, da
¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes tanto! al mísero amparo! Ven a nuestras...

7. ¡Rey de las naciones, Emmanuel preclaro, de


1. ¡Oh, Sapiencia suma del Dios soberano!, ¡que a Israel anhelo, pastor del rebaño! ¡Niño que apa-
infantil alcance te rebajas sacro! ¡Oh, Divino Niño!, cientas con suave cayado, ya la oveja arisca, ya el
¡ven para enseñarnos la prudencia que hace ver- cordero manso! Ven a nuestras...
daderos sabios! Ven a nuestras...
8. ¡Ábranse los cielos y llueva de lo alto bienhechor
2. ¡Oh, Adonai potente que Moisés hablando, de rocío como riego santo! ¡Ven, hermoso Niño, ven,
Israel al pueblo diste los mandatos! ¡Ah, ven pron- Dios humanado! ¡Luce, Dios estrella! ¡Brota, flor
tamente para rescatarnos, y que un niño débil del campo! Ven a nuestras...
muestre fuerte el brazo! Ven a nuestras...
9. ¡Ven, que ya María previene sus brazos, do su
3. ¡Oh, raíz sagrada de Jesé que en lo alto presen- niño vea, en tiempo cercanos! ¡Ven, que ya José,
ta al orbe tu fragante nardo! Dulcísimo Niño que con anhelo sacro, se dispone a hacerse de tu
has sido llamado Lirio de los valles, Bella flor del amor sagrario! Ven a nuestras...
campo. Ven a nuestras...
10. ¡Del débil auxilio, del doliente amparo, consue-
4. ¡Llave de David que abre al desterrado las cerra- lo del triste, luz del desterrado! ¡Vida de mi vida,
das puertas de regio palacio! ¡Sácanos!, ¡oh, Niño, mi dueño adorado, mi constante amigo, mi divino
con tu blanca mano, de la cárcel triste que labró hermano! Ven a nuestras...
el pecado! Ven a nuestras...
11. ¡Ven ante mis ojos, de ti enamorados! ¡Bese
5. ¡Oh, lumbre de Oriente, sol de eternos rayos, ya tus plantas! ¡Bese ya tus manos! ¡Prosternado
que entre las tinieblas tu esplendor veamos! Niño en tierra, te tiendo los brazos, y aún más que mis
tan precioso, dicha del cristiano, luzca la sonrisa frases, te dice mi llanto! Ven a nuestras...
de tus dulces labios. Ven a nuestras...
12. ¡Ven Salvador nuestro, por quien suspiramos
6. ¡Espejo sin mancha, santo de los santos, sin Ven a nuestras almas; Ven, ¡no tardes tanto!
igual imagen del Dios soberano! ¡Borra nuestras

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DÍA
PRIMERO

CONSIDERACIONES
«Elías vendrá y lo renovará todo. Pero os digo que Elías ya ha venido y no lo reconocieron, sino que han hecho con él
lo que han querido. «Así también» el Hijo del hombre va a padecer a manos de ellos». Mt 17, 12

En este primer día de nuestra novena, reflexiona- nunca sabemos cuándo la redención puede lle-
mos en torno al texto bíblico que menciona la veni- gar a través de señalado por quien menos espe-
da de Elías y el sufrimiento que el Hijo del hombre ramos.
experimentará, nos invita a una profunda reflexión
en este tiempo navideño. La Navidad es una épo- Finalmente, recordemos que el bien puede enfren-
ca de renovación y esperanza, un momento en el tar la adversidad y la oposición. Jesús mismo sufrió
que celebramos el nacimiento de Jesús, quien vino en su camino hacia la redención. Esto nos enseña
al mundo para traer la redención y el perdón. Sin que la resiliencia y la fe son aspectos fundamen-
embargo, el pasaje nos recuerda que a menudo no tales de la vida. En esta temporada navideña, re-
reconocemos la presencia de aquellos que pueden cordemos que, aunque enfrentemos desafíos y
llevar la renovación a nuestras vidas, ya sea en for- obstáculos, la esperanza y la renovación pueden
ma de personas bondadosas o de oportunidades estar en camino. La Navidad nos invita a abrazar
que se presentan ante nosotros. la fe en medio de las dificultades, sabiendo que la
Luz gloriosa va a nacer en el mundo y nos quiere
Es importante recordar que la Navidad no solo se hacer más dóciles a su mensaje de amor. Que la
trata de celebrar el nacimiento de Jesús, sino tam- madre de Dios sea nuestra ayuda en el caminar
bién de abrir nuestros corazones y mentes para hacia Dios.
reconocer la presencia divina en las personas y
situaciones cotidianas. Al igual que en el texto, a Fray Jorge Luis Torregroza Rojas, OFM
veces pasamos por alto a quienes pueden traer
Oh, Virgen de Vírgenes, ¿cómo ha de ser esto?
un cambio positivo en nuestras vidas, tal como lo
Ya que nunca hubo una como vos, ni la volverá a
hizo Elías en su tiempo. La Navidad es una opor-
haber.
tunidad para ser conscientes de las bendiciones Hijas de Jerusalén, ¿por qué os maravilláis de mí?
que nos rodean y para recordar que debemos tra- Lo que vosotros admiráis es un misterio Divino.
tar a los demás con amor y comprensión, porque

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DÍA
SEGUNDO

Juan contestó: «Yo soy la voz que grita en el desierto: La figura del profeta Isaías, citado por Juan, añade
“Allanad el camino del Señor”, una capa adicional de significado a esta reflexión
como dijo el profeta Isaías». Jn 1, 23 navideña. Isaías proclamó un mensaje de consue-
lo y redención, anticipando la venida del Mesías.
Así, la Navidad se presenta como un cumplimien-
En medio de la frenética actividad que caracteri-
to de la promesa divina, un momento en el que
za la temporada navideña, las palabras de Juan el
la esperanza encarna en la forma de un niño en
Bautista resuenan como un eco profundo que atra-
un pesebre. En este tiempo de celebración, re-
viesa el bullicio de nuestras vidas. Su declaración,
cordamos que la verdadera preparación para el
“Yo soy la voz que grita en el desierto: ‘Allanad el
Señor no radica solo en las festividades externas,
camino del Señor’”, nos invita a reflexionar sobre el
sino en cultivar un espíritu de amor, generosidad
significado espiritual de la Navidad. En un mundo
y compasión. Que la voz que grita en el desierto
donde a menudo nos vemos abrumados por las
resuene en nuestros corazones, llamándonos a
distracciones y el consumismo, Juan nos recuer-
allanar el camino del Señor no solo en nuestras
da la importancia de preparar nuestros corazones
acciones externas, sino también en las profundi-
para recibir al Señor.
dades de nuestra alma.
La metáfora del desierto evoca imágenes de
Fray Jorge Luis Torregroza Rojas, OFM
vastedad, soledad y desafíos. En nuestras vidas
diarias, a veces nos encontramos en “desiertos”
Oh, Sabiduría, que brotaste de los labios del Altísimo,
emocionales o espirituales, donde la sed de sig-
abarcando del uno al otro confín,
nificado y propósito parece insaciable. En este
y ordenándolo todo con firmeza y suavidad:
contexto, la llamada de Juan adquiere un tono
ven y muéstranos el camino de la salvación.
urgente: allanar el camino del Señor implica abrir
nuestros corazones a la esperanza, la humildad y
la compasión. La Navidad nos ofrece la oportuni-
dad de transformar esos desiertos en lugares de
encuentro con lo divino, donde la luz de la verdad
y el amor ilumina incluso los rincones más oscu-
ros de nuestras vidas.

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DÍA DÍA
TERCERO CUARTO

«Mirad: la virgen concebirá y dará a luz un hijo y «No temas, Zacarías, porque tu ruego ha sido
le pondrán por nombre Emmanuel, que significa escuchado: tu mujer Isabel te dará un hijo, y le pondrás
“Dios-con-nosotros”». Mt 1, 23 por nombre Juan. Te llenarás de alegría y gozo, y
muchos se alegrarán de su nacimiento. Pues será
grande a los ojos del Señor». Lc 1, 13 - 15
Esta profecía se cumple en el nacimiento de Jesús,
quien nació de la Virgen María. Esta profecía nos
lleva a reflexionar sobre la importancia de la veni- Zacarías, padre de Juan el Bautista, es sacer-
da de Jesús a este mundo. El “Emmanuel” trae la dote y recibe el mensaje del ángel en el tem-
presencia de Dios en medio de nosotros, su cer- plo durante su liturgia. Esta escena es signo
canía y su amor por la humanidad. Jesús vino a de la profunda continuidad del obrar de Dios
este mundo como el cumplimiento de la prome- en la historia y de la novedad que trae consigo
sa divina de estar con nosotros y ofrecernos su el nacimiento de Cristo. Esta promesa es pro-
salvación y redención. nunciada en el contexto de la Antigua Alianza,
y toda ella se encuentra empapada por las pa-
La encarnación de Jesús y su nacimiento de una labras de la Sagrada Escritura. Desde aquí las
Virgen nos muestra la obra de Dios para reconcil- palabras del Antiguo Testamento adquieren su
iarse con la humanidad. A través de Jesús, Dios pleno sentido, y los acontecimientos, un signifi-
se hizo uno de nosotros para comprender nues- cado permanente.
tras luchas, nuestros sufrimientos y nuestras
alegrías. Jesús vino a traer la Buena Nueva del La misión de Juan el Bautista es interpretada
Reino de Dios, nos ofrece el perdón de los peca- sobre la base de la figura de Elías. Él no es de
dos y nos abre el camino a una relación restaura- ninguna manera el profeta Elías, pero viene con
da con Dios. la fuerza y el espíritu del gran profeta. Su misión
será «pues» preparar la venida del Señor; aliviar y
Este pasaje bíblico nos recuerda que Dios eligió purificar al pueblo de Dios.
vivir entre nosotros en la persona de Jesucristo.
Su nombre, Emmanuel, es un recordatorio de su Ante el miedo y las dudas de Zacarías, el men-
presencia constante y su amor inquebrantable. sajero de Dios se presenta como Gabriel. La
Nos invita a reflexionar sobre la importancia de aparición del Arcángel a la hora de la ofrenda
esta venida divina y cómo podemos responder de la tarde es una nueva referencia al Antig-
a ese regalo que nos ha brindado: su amor y su uo Testamento: el tiempo se ha cumplido, ha
gracia. comenzado ya el tiempo de la salvación, de
la cual serán testigos todos los pueblos de la
Harold David Camargo Pacheco Tierra.

Oh, Adonai, Pastor de la casa de Israel, Hoy, a cada uno de nosotros se nos repiten es-
que te apareciste a Moisés en la zarza ardiente tas palabras: “No temas”. Y es que justamente la
y en el Sinaí le diste tu ley: fe nos llena de fortaleza ante tantas situaciones
ven a librarnos con el poder de tu brazo.

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difíciles que turban nuestro espíritu. La fe nos re-
cuerda que Cristo viene cada día, en cada perso- DÍA
na, en cada acontecimiento y nos sitúa en una
continua óptica de esperanza, es decir, en el hoy
QUINTO
de la salvación.

Fray Luis Santiago González Muñoz, OFM


«No temas, María, porque has encontrado gracia ante
Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y
Oh, Raíz de Jesé, que te alzas como un signo para los
le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará
pueblos, ante quien los reyes enmudecen,
Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David,
y cuyo auxilio imploran las naciones:
su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre,
ven a librarnos, no tardes más.
y su reino no tendrá fin». Lc 1, 30 - 33

Ante la presencia inabarcable de lo divino, de Dios,


el primer sentimiento o reacción que podemos
tener es el miedo. Sin embargo, esta experiencia
de temor se ve menguada de inmediato gracias a
esa misma presencia. María, ante la llegada de Ga-
briel, se turba; no porque le genere miedo y terror,
sino porque siente precisamente dicha presencia
divina, y en ese sentido, se siente pequeña y frágil.
Mas el amor de Dios se manifiesta más grande
que aquello que le turba: Dios la abraza con su Es-
píritu. Y, posterior a ello, le comparte la gran noti-
cia: llevará en su seno, en sus entrañas al Mesías;
Buena Nueva que le alegrará la vida, y también la
vida al mundo. Ahí se manifiesta de forma plena la
presencia de Dios.

En nuestra cotidianidad, en nuestro caminar, po-


demos experimentar el miedo, el temor, la duda al
momento de seguir a Cristo. Podemos apocarnos
ante su presencia. Podemos doblegarnos frente a
las realidades humanas. Empero, al abrir nuestro
corazón y agudizar la escucha de su Palabra, poco
a poco podremos librarnos de lo que nos pesa en
la vida, de lo que no nos deja caminar tranquilos.
Frente a tantos miedos que azotan a nuestro país

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y nuestros contextos, estamos llamados a abrir
nuestras vidas, nuestros corazones y nuestros oí- DÍA
dos para escuchar el mensaje de paz que nos trae
Cristo; y que, escuchándolo, lo testimoniemos con
SEXTO
nuestras palabras, pero sobre todo con nuestras
obras.

Fray Marlon David Rojas, OFM «¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu
vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi
Señor? Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la
Oh, Llave de David y Cetro de la casa de Israel;
criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada
que abres y nadie puede cerrar;
la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se
cierras y nadie puede abrir:
cumplirá». Lc 1, 42 - 45
ven y libra a los cautivos
que viven en tinieblas y en sombra de muerte.
¿Cuál puede ser la alegría que en el seno de nuestra
humanidad está naciendo hoy? El mismo Señor
que por amor tomó la carne humana vuelve a
nacer en cada uno de nuestros corazones, y lo
que un día quiso San Francisco de Asís haciendo
un pesebre hoy lo celebramos en sus ochocien-
tos años, en este recuerdo de amor.

Nuestra vida puede estar ante la pregunta:


“¿quién soy yo para que me visite la madre de mi
Señor?”. Es decir, volviendo a una mirada interior
que hable de la experiencia de Dios en nuestro
caminar, que puede ser en la mirada al cielo que
dice: ¿Dónde estás? O la afirmación: ¡sé que no
me abandonarás!

La alegría que nace en el seno de la humanidad


no es diferente al Niño nacido en Belén, es de-
cir, el Amor que quiere llevar a plenitud lo que
somos y que quiere caminar de nuestra mano
construyendo una historia de felicidad en lo
cotidiano de la vida.

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Se nos invita hoy a creer para que esa prome-
sa de “no abandonarnos y estar hasta el fin del DÍA
tiempo con nosotros” se haga en el ahora de
nuestra historia, que no deja de creer en el Dios
SÉPTIMO
Amor, que se ha encarnado en una Virgen y es
la luz de las naciones, que disipa toda tiniebla y «Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios
sombra de muerte. de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece
a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes
Fray Duván de Jesús Arboleda Sepúlveda, OFM y a los ricos los despide vacíos». Lc 1, 51 - 53

Oh, Amanecer, Dios no es un dios que se queda impávido ante la


Resplandor de la luz eterna, Sol de justicia: injusticia y la desigualdad. Precisamente, este es el
ven ahora a iluminar a los que viven en tinieblas y en
mensaje principal del Evangelio de Lucas en el día
sombra de muerte.
de hoy. Este rasgo característico del Sumo Bien
es expresado por María, quien luego de conocer
la dicha que llevará en su seno, la Buena Noticia,
estalla en gozo y alegría por las obras del Creador.
Es María quien nos da a conocer aquello de lo cual
Dios es capaz: dispersar a los soberbios, abajar a
los altivos y arrogantes, colmar de bien al que le
falta y despachar a aquellos que se sustentan y se
centran exclusivamente en sus riquezas. En fin, a
toda humana realidad le da una nueva vuelta.

Sin embargo, al conocer esto surge necesaria-


mente la pregunta: ¿Cómo es ese actuar de Dios?
¿Cómo es posible esa obra de Dios ante tanta
guerra y desigualdad? ¿Dónde está Dios cuando
la pobreza y la precariedad abundan en el mundo?
¿Dónde está Dios? Y ante esta serie de interro-
gantes, cabe la pregunta: ¿Y dónde están los seres
humanos? ¿Dónde están los seres humanos ante
tanto dolor y sufrimiento? ¿Dónde están los seres
humanos ante la desdicha y el dolor? Precisa-
mente ahí cuando somos conscientes de nuestra

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humanidad y de nuestra capacidad de ayuda y
trabajo por los necesitados, ahí es dónde se hace DÍA
presente ese Dios que María proclama en su cán-
tico. Que nuestras manos y nuestras obras sean
OCTAVO
testigos del Dios que se ha encarnado.
«Señor, enséñame tus caminos, instrúyeme en tus
Fray Marlon David Rojas, OFM sendas: haz que camine con lealtad; enséñame, porque
tú eres mi Dios y Salvador». Sal 25, 4 - 5
Oh, Rey de las naciones y Deseado de los pueblos,
Piedra angular de la Iglesia, que haces de dos
pueblos uno solo:
El nacimiento de Jesús en el portal de Belén
ven y salva al hombre supone el inicio de un culmen al cual iba a llegar
que formaste del barro de la tierra. la revelación de Dios al pueblo judío. Después de
los Patriarcas, los Profetas y los Reyes, se espera
en Israel la llegada de un liberador, de alguien que
había sido anunciado y que en el culmen de la His-
toria renovaría al Pueblo escogido: al nacer Jesús
en un pesebre, adornado por la sencillez, acom-
pañado por sus padres, María y José, al vivir una
vida llena de amor hacia los demás y al predicar el
mensaje de la paz. Jesús en su contexto no era la
solución a lo que se esperaba, a las necesidades
de libertad que necesitaban los judíos para poder
adorar a Dios sin ser oprimidos políticamente.

Lo aprendido en el pasado por la tradición judía y


las costumbres populares, como la ley del talión,
“ojo por ojo, diente por diente”, no eran vividas ni
enseñadas por el Maestro de Nazaret. Es nece-
sario «pues» un cambio de mentalidad, una
metanoia que, así como fue necesaria para los
apóstoles del Señor, es necesaria para cada uno
de nosotros, sus discípulos. En este octavo día
de la novena, pidámosle al Señor Jesús que nos
enseñe su camino, su manera de responder ante
las dificultades, y las contradicciones de la vida.
Que este día sea la oportunidad para aprender
del Maestro que el amor a Dios y al otro es lo que
nos identifica como cristianos.

Fray Juan Esteban González Medina, OFM

Oh, Emmanuel, rey y legislador nuestro,


esperanza de las naciones y salvador de los pueblos:
ven a salvarnos, Señor Dios nuestro.

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Sin embargo, la “Buena nueva” del nacimiento de
DÍA Jesús transforma el miedo en gozo y el pavor de
NOVENO Dios en una presencia misericordiosa y cariñosa.
La figura del niño recostado en un pesebre abre
el camino a una nueva experiencia de Dios, que
se caracteriza por la cercanía y la compasión, por
medio de gestos que nos recuerdan que es en
«No tengan miedo, porque les traigo una buena noticia, nuestra humanidad donde Dios nos salva.
que será motivo de gran alegría para todos: Hoy les ha
nacido en el pueblo de David un salvador, que es el Este tiempo hermoso de la Navidad debe ayudar-
Mesías, el Señor. Como señal, encontrarán ustedes al nos a desmontar todos los imaginarios de Dios,
niño envuelto en pañales y acostado en un establo.» que nos hacen una vida pesada y triste. Que al mi-
Lc 2, 10 - 12 rar al Dios hecho hombre, recobremos la alegría
de la mente, del corazón y del rosto que, tal vez,
situaciones, momentos y hasta personas han
Ante los fenómenos grandiosos, aterradores o de-
desdibujado.
sacostumbrados a lo cotidiano de la vida, el hombre
experimenta el sentimiento de una presencia que le Fray Andrés Miguel Cassaleth Faciolince, OFM
sobrepasa y le hace sentir pequeño. Ante tales acon-
tecimientos experimentamos miedos y temores que
nos paralizan, que no nos permiten mirar horizontes Ven, Señor Jesús, y no tardes más,
posibles y hasta enceguecen nuestras decisiones. para que tu venida consuele y fortalezca
Esto mismo han experimentado personajes bíblicos a los que esperan todo de tu amor.

que se encuentran en el Evangelio de Lucas, cuando


han experimentado la presencia de Dios. Por ejem-
plo, Zacarías, el esposo de Isabel y padre de Juan
el Bautista (Lc 1,13); María, aquel día en que le fue
anunciada que sería madre del Emmanuel (Lc 1,30)
y los pastores, que cuidaban sus rebaños en la co-
marca de Belén (Lc 2,10). Todos estos miedos son
el resultado de una imagen errada de un Dios ven-
gativo y hasta malévolo, que heredaron de sus ante-
pasados. Un pánico paralizante sentía el pueblo de
Israel cuando Dios se revelaba, se hacía presente en
medio de ellos (Ex 20,18ss).

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ofrecer, su ronco acento es un
CANTOS canto de amor al Redentor, al Redentor.
Cuando Dios me vio
tocando ante Él me sonrió.
Noche de paz Vamos, vamos pastorcitos
Noche de paz, noche de amor Vamos, vamos, vamos, vamos
Todo duerme en derredor solo velan pastorcitos, vamos, vamos, vamos a Belén
mirando la faz y veremos todos al Dios del amor con el
perfume del alma y los homenajes de la
de su niño en angélica paz José y María en
adoración (bis).
Belén José y María en Belén
En el portal de Belén hay estrellas, sol y luna,
Noche de paz, noche de amor
la Virgen y San José,
Llena el cielo un resplandor
y el niño Dios en la cuna.
en la altura resuena un cantar:os anuncio una
Vamos, vamos, vamos, vamos pastorcitos (bis).
dicha sin par que en la tierra ha nacido Dioshoy
Entre tanto San José
en Belén de Judá
lo acaricia en sus brazos
Hoy en Belén de Judá /y la Virgen María/
Noche de paz, noche de amor lo acaricia en su regazo.
Todo duerme en derredor solo suenan en la os-
Vamos, vamos, vamos, vamos pastorcitos (bis).
curidad Armonías de felicidad
Pastorcitos, ¡gran
Armonías de paz
noticia! Grata nueva os
El Tamborilero voy a dar:
que tres reyes del
oriente se dirigen
El camino que lleva a Belén
al portal.
baja hasta al valle que la nieve
cubrió. Los pastorcillos quieren ver su Rey,
Campana sobre campana
le traen regalos en su humilde zurrón al
Redentor, al Redentor.
Campana sobre
Yo quisiera poner a tus pies campana, y sobre
algún presente que te agrade, campana una, asómate
Señor, mas Tú ya sabes que soy a la ventana, verás el
pobre tambiény no poseo más que Niño en la cuna.
un viejo tambor.
Coro:
¡En tu honor frente al portal
tocaré que con mi tambor! Belén, campanas de
Belén, que los Ángeles tocan
El camino que lleva a Belén
qué nueva me traéis?
voy marcando con mi viejo tambor,
nada hay mejor que yo pueda

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Recogido tu rebaño los cabellos son de
¿a dónde vas pastorcillo? oro y el peine de plata fina.
Voy a llevar al portal
requesón, manteca y vino. Burrito sabanero
Coro. Con mi burrito
sabanero voy
Campana sobre
camino de Belén,
campana, y sobre
con mi burrito
campana dos, asómate
sabanero voy
a esa ventana, porque ha
camino de Belén.
nacido Dios.
Si me ven, si me ven voy camino de
Coro.
Belén. Si me ven, si me ven voy
Campana sobre camino de Belén.
campana, y sobre
El lucerito mañanero ilumina mi
campana tres,
sendero, el lucerito mañanero ilumina
en una Cruz a esta
mi sendero.
hora, el Niño va a padecer.
Si me ven, si me ven voy
Los peces en el río camino de Belén.
Si me ven, si me ven voy
La Virgen se está camino de Belén.
peinando entre cortina y cortina,
los cabellos son de oro y el peine En mi burrito voy cantando,
de plata fina. mi burrito va trotando.
En mi burrito voy cantando,
Coro. mi burrito va trotando.
Pero mira cómo beben los peces en el Si me ven, si me ven voy camino de
río. Pero mira cómo beben por ver al Dios Belén. Si me ven, si me ven voy
nacido, Beben y beben y vuelven a beber camino de Belén.
los peces en el río por ver
Elaborado por
a Dios nacer.
Vicerrectoría para la Evangelización de las Culturas
La Virgen se está
Coordinación de Pastoral Universitaria
lavando y tendiendo en
el romero, los pajaritos cantando Fray Jorge Luis Torregroza Rojas, OFM
y el romero Fray Marlon David Rojas, OFM
floreciendo. Harold David Camargo Pacheco

Coro. Diagramación
Unidad de Comunicaciones y Mercadeo
La Virgen se está
peinando entre cortina y cortina,

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