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DOCTRINAS

CLAVE
2020

MAYO 2020

DISCIPULADO DE DOCTRINAS CARNE


Jorge Luis Orozco Méndez

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Verdades Clave

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Introducción

Estamos convencidos que las Siete Verdades Clave son herramientas poderosas de revelación
para alcanzar la madurez (Col. 1:28-29, Ef. 4:11-14).) y nos fueron dadas para que la Iglesia se prepare
para el inminente encuentro con su Señor y Rey, que cada día está más cercano. Aunque sabemos que
vienen del corazón de nuestro Señor Jesús, y que nunca fue el deseo del hermano Robert Ewing
recibir créditos por ello, queremos reconocer su fidelidad al dar de gracia lo que recibió de gracia y
seguir adelante por el camino que él nos enseñó, porque entre otras cosas, él sembró en nuestros
corazones el anhelo de conocer a Dios por sobre todas las cosas, y a mantener fresca la fuente
de revelación mediante la obediencia, el amor y un espíritu humilde; cualidades que en la gracia
de Dios le caracterizaron hasta el último de sus días sobre la tierra.

Es un privilegio para nosotros el poder servir al pueblo de Dios y continuar con la divina
empresa de predicar el Evangelio del Reino. En nuestro corazón hay gratitud a nuestro Dios y la
carga de mantener la visión apostólica y compartir la sana doctrina con todos aquellos que abran
su corazón a Dios y anhelen caminar a más.

Oramos porque Dios edifique a los estudiosos que se interesen por conocer más de Dios
mediante su Palabra y les permita profundizar más en las Sagradas Escrituras, en la medida que
mediten y apliquen los principios impartidos, convencidos que el Orden Divino no consiste en
sólo conocer los caminos de Dios, sino en caminar en ellos. En el amor de Cristo, nuestro
Salvador y Rey.

Estas verdades nunca deberían ser vistas como “un fin” por sí mismas, o como un sustituto de
cualquier parte de la Biblia, sino simplemente como claves dadas para abrir un entendimiento más
claro de las Escrituras.

Tres principios cardinales:


1.- El amor de Dios el Padre, que cubre multitud de pecados, nos guía al arrepentimiento y nos
capacita para evitar la condenación en nuestras relaciones,
2.- El Señorío de Cristo, que produce mansedumbre y humildad y nos libra de la tendencia de
enseñorearnos del rebaño, mientras mantenemos una actitud de siervos y,
3.- La Obra Eficaz del Espíritu Santo, Quien nos lleva a toda verdad y nos guía en nuestro diario
caminar y llamado

Si estos tres principios estan operando en nosotros y en nuestras iglesias locales, seremos exitosos y
continuaríamos creciendo en la Gracia de Dios.

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“Cada Verdad Leche tiene una correspondiente Verdad
Carne”.

PANORÁMICA

Primera Clase 6 de junio 2020


Hebreos 6:1-3 Volver a mencionar la Doctrina leche para relacionarla con las Verdades Clave.

2 Timoteo 1:13
Retén la forma - La palabra en griego traducida como forma, es hupotuposis, que significa esquema,
plano o patrón, es decir, Pablo le dice que retuviera el esquema, o estructura en que les había
enseñado la sana doctrina, presentada en un plano constructivo general del cual se pueden
desprender los detalles sin perder la visión integral.

2 Ti. 2:15
usa bien – La palabra griega traducida como trazo es Orthotomeho, que significa disectar o efectuar un
corte preciso, es decir, que al entrar en los detalles estos correspondan exactamente a lo mostrado en
el plano general.

1. La primera doctrina “leche” nos enseña quién es Cristo, nuestro Salvador y Señor. Conocer la
Doctrina de Cristo es la "leche" que nos permitirá comprender las Verdades del Orden Divino, Dios
quiere qué lo que el Señor Jesús inició, nosotros lo continuemos en la manera que Él lo hizo, en el
tiempo correcto y con la ayuda correcta. Dios es un Dios de Orden y la iglesia que pretenda cumplir la
Gran Comisión, deberá conocer el Orden que Dios estableció para la vida personal, para la familia,
para la iglesia y para el ministerio.

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1.- Las Verdades del Orden Divino (Tabernáculo) Sal. 68:24, Sal. 77:13 – Muestran un panorama de
cómo Cristo mismo vino a cumplir toda la Ley y los Profetas en el Orden Divino. Estas verdades
establecen un modelo (de justicia) para el individuo y para la iglesia como un todo.

“Las Verdades del Orden Divino nos introducen y nos


dan una posición en la perfecta voluntad
de Dios, en la gracia. Romanos 5:2”

Nos colocan en la voluntad de Dios por Su gracia posicional. Éx. 25:8; Ef. 2:22; (Heb. 3:1-6; Stg. 4:6-7)
Posición: Nosotros En Él. - El lugar de la gracia de Dios.

Es entonces el tabernáculo de Moises el que va a mostrarnos la gran mayoria de los aspectos


de esta doctrina. Orden nos habla de que cada cosa está en su lugar, todas y cada una suceden en la
secuencia establecida. El orden conjuga las cosas, las funciones, el lugar y el tiempo, concertando y
armonizando todo con un propósito común. Esto permite que tu vida, tu familia, tu iglesia funcionen
como corresponde.

¿Es bueno que elaboremos un programa de actividades y que nos ciñamos a él?
Hacemos un plan, oramos a Dios y trabajamos en ello. No consideran el modelo de Dios y
elaboran sus propios modelos para tratar de alcanzar las metas divinas. Antes quiero decir:
Filipenses 1:15-18
Algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia y contienda; pero otros de buena voluntad.
Los unos anuncian a Cristo por contención, no sinceramente, pensando añadir aflicción a mis
prisiones; pero los otros por amor, sabiendo que estoy puesto para la defensa del evangelio.
¿Qué, pues? Que no obstante, de todas maneras, o por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado; y
en esto me gozo, y me gozaré aún.
Propagación: ¿Qué estrategias de evangelizacion conocen o han elaborado? Obras, tratados,
hacer conciertos…
Habitación: ¿Organización y gobierno dentro de la iglesia? Presidente; Co pastor; super
intendente, Arsobispo, Iglesia Cede (cobertura)…
Revelación: ¿Han escuchado de modas o tendencias nuevas en la iglesia? Llueve oro/aceite,
Risa santa, G12 (Encierros), Institutos biblicos...
EL PROBLEMA NO ES DESECHAR EL MODELO CUANDO LO HAY.

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ALTAR DE BRONCE - Ex 27:1-8 (Éxodo 40:6,10,29)
Que representa: El altar es figura de la cruz (Sacrificaron al cordero de Dios) Heb. 13:10-12 y
sus caminos Sal 103:7. El orden divino para: La disciplina individual Lc.14:27;
Aunque la base esta en el AT la interpretación emana del NT Heb. 8:4-5,

A. En conclusión el Altar de Bronce muestra el orden divino para la disciplina individual. Individualmente,
necesitamos recibir la gracia de Dios para disciplinarnos a nosotros mismos conforme a Su voluntad.
Tarea permanente: Leer Devocional de Charles H. Spurgeon y comentar por audio el viernes hasta
donde vas.

Tarea: Exodo 25 – 31

Tarea: Existen 4 figuras del Tabernaculo en el Nuevo Testamento, ¿Cuáles son? (1 mes)
Nota: Éste fundamento doctrinal me encanta porque al tocar un tema lo expone por completo.

IMPORTANCIA DE LA DISCIPLINA/DISCIPULADO

Tarea: Existen 4 figuras del Tabernaculo. Felicitar.


Tarea permanente: Leer Devocional de Charles H. Spurgeon. Mejor por día.

La actividad que estamos realizado juntos es un elemento primario. Sin la disciplina seria
inconcebible un discipulado, el mismo termino lo dictamina.
La llamada Gran Comisión (Mt 18:19-20) trata este mandato. Y aquí hay un malentendido
generalizado. El cumplimiento obediente de estas palabras no es al limitarnos solo a dar tratados,
mandar alabanzas o predicaciones, imágenes con mensaje, o invitar gente a los cultos/estudios
biblicos, pues de esta manera ponemos el peso y la responsabilidad en otros. Los ministros comienzas
a crecer en tal responsabilidad que ceden a la compasión, a la necesidad, al amor al ministerios, deseo
de fama o éxito ministerial sea cual sea la motivación, desordenan su vida, descuidan a su familia por
cuidar de la de otros (E.j. de Jetro y Moises Ex 18, Dt 1:9-18). Un desorde en ambas partes
(congregantes y minsitros).
¿Qué es entonces lo establecido por Cristo? Lucas 9:23 Que cada uno de nosotros se
autodiscipline, ¿para que? Para que de esta manera pueda hacer discipulos a otros.
Vamos a 1 co 14:34-35
vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que
estén sujetas, como también la ley lo dice. Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus
maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación.
Aquí pudiera detenerme en un montón de aspectos y entrar inclusive a discusiones pero el
punto en el que me quiero enfocar es muy claro. Quien es quien debe discipular a la esposa, ¿El
pastor, los predicadores de internet, la servidora de algun grupo de mujeres? NO. Es el esposo. Que
significa esto, que no pueden ver predicaciones en internet, NO, que no pueden hacer preguntas a

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ministros NO. Lo que significa es que la mayor fuente de instrucción la debe de recibir de su esposo.
Por tanto, esposos, disciplinense, porque tienen que resolver “todo” lo que pregunten sus esposas.
Ustedes si pueden preguntar al pastor, a los videos de predicadores, comentaristas etc etc.
Y como hoy amaneci con ganas de texto controversiales
Vamos a 1 Timoteo 2:11-15
La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni
ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio. Porque Adán fue formado primero, después
Eva; y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión. Pero se
salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia.
Aquí también pudiera iniciar toda una disputa pero el punto al que quiero llegar es muy
preciso. ¿Será que las mujeres que no pueden tener hijos no puden alcanzar salvacion? Nada que ver.
A que se refiere, bueno primero quiero decirles que la palabra salvación tienen distintas insinuaciones.
Significa justificación, santificación, glorificación y sanidad. En este caso el significado apropiado es
santificación. Por tanto, ¿si la mujer no puede accesar a discipular a un hombre en quien podrá
cumplir este mandanto? En los hijos. Tito 2:3-5 y a otras mujeres. Asi que mujeres, autodisciplinense.
Así que comenzando por tu familia, familiares y luego “desconocidos”.
Como lo vimos en Lucas la autodisciplina no es ser rutinario o cuadrado, como yo solia ser. Es
mas bien, No ceder a tus deceos y rendirte al camino de la cruz, esto es negacion, esto es no tu
voluntad sino la voluntad del Señor.
Los he convocado a este espacio para que juntos alcancemos el premio del supremo
llamamiento, ser la Esposa del Cordero, Necesitamos resplancer en la gloria de Dios en este mundo y
no lo poremos alcanzar sin disciplina. Un dia santo un dia no, un dia leo otros no, un dia oro, otro
quizas luego,…
1 Corintios 9:24-27
¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el
premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la
verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. Así que, yo de esta
manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, sino que
golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo
venga a ser eliminado.
Explicar.
2 Timoteo 2:1-7
Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús. Lo que has oído de mí ante muchos
testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros (discipular).
Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los
negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. Y también el que lucha como
atleta, no es coronado si no lucha legítimamente. El labrador, para participar de los frutos, debe
trabajar primero. Considera lo que digo, y el Señor te dé entendimiento en todo.
Tres figuras (Buen soldado, atleta, labrador) explicar.
Tarea: Que cada uno proponga una área para ser disciplinado. Comentar por audio.

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Tarea: Exodo 25 – 31 encontrar las 7 partes que conformaban el tabernaculo y hacer un listado con
todas sus caracteristicas. (1 Semana) Nota: Si alguien es intrepido puede compartir todas las citas que
la biblia mencione sobre estas partes/muebles.
¿CÓMO ES QUE ESTOS NOS MUESTRAN EL ORDEN DIVINO?
Intro: Comentar avance de tareas.
Note los siguientes puntos que nos llevan a la fuente de la gracia y de la auto disciplina:
1. El altar de Bronce, también llamado Altar de los Sacrificios era de madera de acacia. Jesús el hombre
fue como un árbol cuya raíz estaba en la tierra seca del desierto (Is. 53:2), pero que, sin embargo, se
levantó como un renuevo delante de Dios (Is. 11:1-2). La humanidad de Cristo fue puesta en la cruz
para juicio, prefigurado en la madera cubierta de bronce (He. 10:8-10). Nosotros sabemos que al haber
creído en Cristo como nuestro Salvador, morimos juntamente con Él y nuestra vida está, a partir de
ese momento, escondida con Cristo en Dios (Col. 3:3). Negarnos a nosotros mismos para llevar su cruz
y seguirle, es el verdadero discipulado (Mt. 16:24, 1 P. 2:21, He. 13:12-13).

2. El altar era cuadrado – el Calvario habla de la plenitud del amor de Dios (Ef 3:18-19).
Su entrega completa por nosotros debería también significar nuestra entrega completa por Él.
De otra manera, ¿en dónde está Su Señorío?
El Amor de Dios circunda la disciplina de la cruz, porque el amor de Dios tiene cuatro
dimensiones: anchura, longura, profundidad y altura. Conocer su amor excede y le da sentido a todo
otro conocimiento (Ef. 3:17-19, 1 Co. 8:1-3). Cuando Dios nos disciplina es porque nos ama y quiere
darnos lo mejor (He. 12:5-7, Ap. 3:19).

3. El Altar tenía cuatro cuernos de bronce, si el bronce simboliza juicio (el bronce tipifica dureza/juicio
Neustan, Jer 1:18, Miq 4:13) y los cuernos poder (ap 17:12-13), entonces podemos entender que
ilustran cómo, al mortificar la carne por el Espíritu, va a manifestarse en nosotros la vida abundante
que Cristo nos prometió (Ro. 8:13). La autodisciplina no es legalismo ni esfuerzo propio, sino más bien,
libertad y poder para cumplir el plan divino. Caminar bajo disciplina con conocimiento de su propósito,
es la manera de no recibir en vano la gracia de Dios (1 Co. 9:26-27, 2 Co. 3:4-6, 6:1). Debemos tener
visión clara del plan de Dios para saber utilizar su poder en llevarlo a cabo.
La sangre del sacrificio siempre se ponía sobre los cuernos del Altar, es la Sangre de Cristo, su
misma vida, la que testifica respaldando con su poder al creyente.
Los animales del sacrificio eran atados con cuerdas a los cuernos del Altar (Sal. 118:27),
simbolizando que la autodisciplina nos mantiene en la cruz, atados por las cuerdas del amor de Dios
(Os. 11:4, (1 Jn. 4:19, Jn. 21:15)), son cuerdas humanas que atan nuestra carne para liberar la vida del
espíritu. Si nosotros morimos voluntariamente cada día y vivimos para Dios, el poder de la gracia se
manifestará cada vez más en nosotros (Lc. 9:23, 2 Co. 4:10-11, 6:9-10, 1 Co. 15:31).
Insisto en que el creyente debe evitar el legalismo en este proceso, ya que la gracia prescinde
de las obras de la ley, es decir, la autodisciplina no tiene mérito delante de Dios (Ro. 11:6, Gá. 5:4), ya
que es sólo por la gracia que se puede cumplir cabalmente la ley de Cristo (Tit. 2:11-14, (1 Co. 9:21,
7:22)). Las obras del creyente deben ser el fruto de la gracia de Dios y no el logro de su esfuerzo propio
(Ef. 2:8-10). Es la autodisciplina la que nos ayudará a conservarnos bajo la gracia, desprovistos de todo

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orgullo espiritual (2 Co. 12:7-10). No es esfuerzo para hacer más cosas por Dios, sino para dejar de
hacer nuestras obras y entrar en la vida abundante de las obras de Dios en nosotros (Fil. 1:11, Is.
26:12, 1 Co. 15:10, Fil. 2:12-13).

4. Tenía calderos para sacar las cenizas a un lugar limpio – Necesitamos deshacernos constantemente
de la inmundicia e impurezas de la carne que son quemadas cuando confesamos nuestros pecados en
el altar diariamente. El sacerdote debía remover las cenizas del Altar después del holocausto y llevarlas
fuera del campamento (Lv. 6:11), y cuando se levantaba el tabernáculo (Nm. 4:13), utilizando para ello
los calderos de bronce, lo cual simboliza que Dios no quiere que vivamos de recuerdos de bendiciones
o glorias ya recibidas. No podemos vivir de consagraciones pasadas. Sino que mantengamos nuestra
expectación por obras nuevas, quitando las cenizas de dedicaciones pasadas, para que la leña siga
ardiendo (Fil. 3:13-16). No vivas de recuerdos, agradece lo recibido y vé por más.

5. El altar tenía otros instrumentos (paletas, tazones, garfios (tridentes) y braseros) – Dios tiene
instrumentos de disciplina: unos son juicios correctivos mientras que otros nos ayudan a
permanecer disciplinados.

6.- Otro aspecto a considerar, es que todos los utensilios para el servicio del Altar eran de bronce (Ex.
27:3), y servían para la preparación y ejecución del sacrificio, y para la limpieza del Altar. Siendo el
bronce un tipo de juicio, nos ilustra cómo, el creyente debe estar establecido en la gracia, y caminar
bajo un continuo juicio personal y autodisciplina, a fin de conservarse sano en Cristo (2 Co. 13:5-6).
Como ya lo mencionamos en ocasión anterior, la autodisciplina es necesaria para que la gracia fluya
en la vida del creyente (1 Co. 9:24-27). Para aprovechar la gracia y así evitar el ser juzgados y
disciplinado por Dios (1 Co. 11:28-32); aunque, si se llega el caso, será para su bien y por amor (He.
12:10-13).

7. El altar de bronce consistía de dos partes. La rejilla, la cual era la base, y el altar, hecho de madera
dura del desierto revestida de bronce, que estaba alrededor de la base. La rejilla ilustra la Cruz del
Calvario porque sostuvo a Cristo, el verdadero sacrificio. La madera del desierto ilustra a Cristo en Su
humanidad, porque Él fue “raíz de tierra seca”, y llevó nuestro juicio. La rejilla, que también sostenía el
sacrificio, estaba a la mitad de la altura del altar, haciendo así que el sacrificio sobre la rejilla
literalmente estuviera “dentro del altar”. Ciertamente, cuando Dios nos ve en el sacrificio, Él nos ve
“en Cristo”. En cuanto a nuestra posición, somos iguales a Cristo (tan justo como Él es) cuando Dios
nos ve dentro del sacrificio ofrecido. El animal se recostaba sobre el enrejado de bronce que
representa la cruz, este enrejado se encontraba a la mitad de la altura del altar de bronce y simboliza
que este sacrificio solo podía ser visto desde el cielo. Lo que hace en disciplina y sacrificio es para Dios
y no para los hombres. Esta rejilla estaba a la misma altura que el propiciatorio en el Lugar Santísimo,
el cual es un tipo de Cristo que ahora está en el cielo, ya que “propiciación” significa literalmente
“asiento de misericordia”. (Ex. 25:10; 27:5; Ro 3:25)

8.- El Altar tenía dispuestos cuatro anillos de bronce, por los cuales cruzaban las dos varas de madera

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forradas de bronce que le permitían ser transportado por los Levitas sobre sus hombros. La disciplina
debe ser llevada sobre los hombros, con las dos características que aprendemos de Cristo para llevar
su yugo: La humildad y la mansedumbre, eso dará descanso a nuestras almas mientras cargamos
nuestra cruz (Mt. 11:29-30).
La humildad nos permite actuar con sabiduría, y la mansedumbre nos permite asimilar las
presiones sin resistirlas; el manso es como una esponja que no se opone a que la comprimas, y aún
está solícita a entregar su contenido. No se trata de cuánta fuerza tienes para llevar la carga, sino más
bien de la manera en que la llevas (1 Pe 2:21, Fil. 2:3-8)

9. Observamos que el altar estaba en el corazón donde se rociaba la sangre. Lv. 1:3 El pecador
ofrecía el sacrificio a la puerta, y la sangre era salpicada alrededor del altar – haciendo “los
brazos” de la cruz. No era sino hasta que el sacerdote se lavaba a sí mismo en la fuente, cerca
del tabernáculo, que las marcas de sangre eran lavadas de sus pies. El altar habla del
Calvario. El individuo viene al corazón de Dios cuando viene al Calvario.

10.- Lo primero es que el pecador se acercaba al altar para ofrecer un sacrificio, porque estaba
arrepentido de su pecado. Nosotros, de igual manera, nos acercamos a Dios por medio del sacrificio de
Cristo, reconociendo que somos pecadores y que nuestro pecado fue juzgado en Él. Comprenderlo, va
a provocar en el pecador arrepentimiento; ese es el mensaje del Evangelio que debe oír el pecador
(Mt. 4:17, Mr. 1:15, Lc. 3:3, 8, Hch. 2:36-38).

11. Sin un sacrificio el pecador no podría venir al altar. Tampoco nosotros podemos venir
a la presencia de Dios sin Cristo como nuestro Sustituto (Lv. 4:24-30, 1 Juan 2:2, 2 Corintios 5:21). En el
Calvario el Señor Jesús fue castigado por nuestras obras, llevando nuestra condenación; Él fue molido
por nuestros pecados (Is. 53:5). Se requiere ejercer fe en la obra expiatoria de Cristo para recibir el
perdón. La fe en el sustituto es necesaria, debemos ver al Cordero de Dios inmolado por nosotros, que
quita nuestro pecado. Creer y confesar que el sacrificio de Cristo fue para expiar nuestra culpa, nos
salva personalmente, nos pasa de muerte a vida eterna (Jn. 3:16-18, 36, 6:40, Ro. 3:25-26).

12. Se ofrecía un sacrificio diario. La ofrenda era diaria (No leer Levítico 1:1-9, Leer Hebreos 10:10-12)
esto representa una adoración y alabanza continua Juan 6:38, Juan 4:34. Nuestra voluntad a de
consumirse totalmente sobre el altar 1 Corintios 6:20. Disciplina no es esfuerzo humano sino lucha por
permanecer en la gracia (2 Tim 2:1, 2 Co 12:7-10). Debemos presentar nuestros cuerpos como
sacrificio vivo (Ro 12:1). Esto no habla de lastimarse o hacer algún tipo de daño a nuestro cuerpo como
un sacrificio para Él; esto significa que hemos de presentar nuestros cuerpos en oración y adoración
permanente y diariamente ante Él.

13. El fuego nunca se debía apagar, Fuego: Presencia de Dios (Hebreos 12:28-29), Pasión del corazón
(1 Co 7:9, Mt 24:12), obra del espíritu (2 Tim 1:6). Para esto necesitamos ejercitarnos en la disciplina
espiritual Lc 24:13-29. Tampoco nosotros debemos apagar al Espíritu Santo Lv. 6:12-13 La
murmuración y la falta de alabanza apagarán el Espíritu.

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Dios encendió el fuego, por lo tanto no debía apagarse. Por lo que había que agregar
continuamente madera para mantener encendido el fuego. Dios bautizó el altar con fuego del cielo, y
los hombres tenían que mantener el fuego encendido. Leamos 2 Timoteo 1:6. Aquí se usa la palabra
charisma (don) y se utiliza no solo para referirse a la salvación, sino también a los dones del Espíritu
que hemos recibido de Él.
El sacerdote debía vigilar que el fuego del Altar siempre estuviera ardiendo, debía
colocar suficiente leña cada mañana, tipificando la obra del Espíritu Santo, tal como el fervor en el
corazón del creyente, el cual nunca debe apagarse; lo que nos habla de consagración (1 Ts. 5:16-19,
Ef. 4:30, Ro. 12:11). Dios quiere disponibilidad y no esfuerzo propio, diligencia y no apresuramiento,
quiere fervor espiritual en vez de entusiasmo y emoción; amando y reconociendo a Dios en toda
circunstancia. El fuego continuo del Altar es también figura de la prueba o disciplina purificadora, en
medio de la cual debemos dar gracias a Dios por todo y reconocerle aun en la adversidad más intensa,
lo que nos va a mantener libres de amargura (Ef. 5:20). La acción de gracias es la vacuna contra la
rebelión.

14. Ninguna ofrenda defectuosa era aceptada. Lv. 1:2-5, Lv 22:17-25 Nuestras oraciones (1 Pe 3:7),
nuestro ministerio, y nosotros mismos debemos estar libres de mala voluntad, interés propio o
cualquier cosa profana. El defecto pudiera tipificar al egoísmo y al orgullo que van a estorbar nuestro
sacerdocio espiritual (1 P. 3:7-12). Antes de presentar tu ofrenda despójate de egoísmo y orgullo y
entonces ven y ofrece tu presente y será acepto (Mt. 5:23-24). El sacrificio agradable a Dios es sólo en
Cristo, es decir, de gracia, bajo la acción de la nueva criatura (Ef. 4:20-24). La ofrenda de Caín fue
rechazada porque ofreció el producto de su esfuerzo, porque la tierra le daría su fruto con sudor (Gn.
3:19, 4:3). En cambio la ofrenda de Abel fue acepta, porque su corazón era recto y se acercó con
sangre (Gn. 4:2-5). Acercarse a Dios requiere de un corazón recto y en fe, o no logrará su propósito, ni
obtendrá respuestas de Dios (He.3:13, 1 Jn. 1:3-7).

15.- Antes de usar el altar debía ser aprobado por Dios, Levítico 9:23-24.
La aceptabilidad del altar era una condición para que la ofrenda fuera aceptada Mateo 23:19,
NBLH. Dios ordenó tres preparativos antes de considerar aceptable el altar de bronce que se había
construido siguiendo el modelo que Él le dio a Moisés: Debía ser construido a la perfección, ser ungido
y los sacerdotes debían ser ordenados. Leamos Éxodo 30:22-29, 40:9-10 y Levítico 8
La unica forma en la que realmente podremos lograr ejercer un discipulado verdadero y
disciplina acepta es hasta después de haber alcanzado salvación al tener el Espíritu de Dios.

16.- Otro aspecto a entender, es que un sacrificio debe costar, es decir, debe significar para nosotros el
renunciar a algo que Dios nos pide, y que le damos para agradarle, como David ofreció y pagó la
ofrenda que hizo (1 Cr. 21:23-27). El sacrificio de Cristo tuvo un costo altisimo 1 Pedro 1:18-19 y ser
discipulo tambien costara nuestra vida Lucas 9:22-26, Lucas 14:28-33

17. El altar con sus instrumentos era cubierto y transportado sobre los hombros de los

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sacerdotes durante el viaje. Finalmente podemos notar que, cuando el campamento se levantaba, el
Altar y sus utensilios de bronce eran cubiertos para ser transportados por los Levitas (Nm. 4:13-14),
ilustrando con ello que, aunque la disciplina personal sea muy dura, no debe ostentarse como mérito
personal, porque caería en religiosidad (Lc. 14:25-27, Mr. 10:17-27) No debemos difundir nuestra cruz,
sino guardarla para el Señor, para que solamente Su gloria pueda ser vista (Mr. 10:21).
La disciplina se debe llevar cubierta y con gozo, es decir, con discreción y modestia (Stg. 1:2-4)
Tarea: Ver videos sobre los 7 sacrificios del NT. / Muebles del tabernaculo en Apocalipsis
FUENTE DE BRONCE - Éx. 30:17-21 Ef. 5:26 (lavar = lavacro en griego) Jn. 17:17; Stg. 1:23
QUÉ REPRESENTAN: El lavamiento de manos y pies,
EL ORDEN DIVINO PARA: La limpieza del caminar y Servicio.
Ahora nosotros somos los sacerdotes (Éx. 30:18; Ap. 1:6; 1 Pe 2:15). Este segundo mueble del
Tabernáculo, estaba ubicado en el Atrio, entre el Altar y la Tienda. Las caracteristicas que veremos son
necesarias para servir a Dios dando un fruto abundante.
Éxodo 28:36, 1 Pedro 1:16, Santo fundamentalmente significa separado, dedicado a… y por
ello, en la Escritura, en su sentido moral y espiritual, separado del pecado y por lo tanto consagrado a
Dios, sagrado. SOMOS SANTOS, SOMOS SACERDOTES. 2 Corintios 7:1 Predicar

Tarea: Escribir las caracteristicas que describen al Sacerdote vetrotestamentario. Éx 28 y 29.


Tarea: Definir que es temor de Dios.

1.- La fuente de bronce estaba hecha de los espejos de bronce pulido de las mujeres que
velaban a la puerta del Tabernáculo del testimonio (Éx. 38:8, Ef. 5:26). El bronce pulido es tipo de la
Palabra que es nuestro espejo (Stg. 1:23-25), y toda la Escritura nos provee de luz para que podamos
juzgarnos a nosotros mismos, pues nos muestra tal cual somos, y así con ella lavar nuestro caminar y
nuestro servicio (la fuente era para los pies y las manos) (2 Co 13:5, He. 4:12-13, Salmos 119:9).
También muestra el modelo perfecto de Cristo, para que seamos transformado a su semejanza por su
Espíritu Santo. Nota: Aclaro que el Tabernáculo al cual se hace referencia en este texto, no es el mismo
que edificó Moisés conforme al modelo divino, éste fue anterior y se montaba fuera del campamento.

2.- Su base también era de bronce, lo cual nos muestra que a través de esperar en su Palabra, Dios nos
va a establecer, hasta que ésta se cumpla en nosotros. La Palabra de Dios nos va a probar para poder
aprobarnos para oficiar nuestro sacerdocio acepto. José, el de la Biblia, fue probado por la Palabra de
Dios (Sal. 105:17-19), fue templado por el rigor de Egipto antes de que Dios lo promoviera a ser el
segundo hombre más poderoso de la tierra.
Y todos somos probados en determinado momento. Debemos ser probados por su Palabra fiel
para ser fundamentados en ella. El juicio de su Palabra nos confirma, cuando por fin recibimos lo que
hemos creído (Sal. 68:28, Sal. 66:10-14). Debemos saber que éste es un proceso de santificación
necesario, que requiere que tomemos decisiones en fe y que sostengamos en paciencia, para que Dios
pueda cumplir su propósito en nosotros (He. 6:12-15, 10:36).

12
3.- Su posición entre el Altar y la Tienda, nos ilustra que antes de ser edificadores en la casa de Dios
debemos ser sacerdotes, antes de ministrar a los hombres debemos ministrar a Dios; antes
de ejercer autoridad debemos someternos a Él (1 P. 2:5), antes de anunciar sus virtudes debemos
admirar su gloriosa luz (1 P. 2:9). Ofrecer sacrificios de justicia implica renunciar a nuestros propios
deseos a fin de conformarnos a los de Dios (Sal. 4:5, Gá. 5:24-25).

4.- La Fuente era llena de agua limpia, y ésta también prefigura la Palabra de Dios. El lavado de nuestra
vida es con el agua de la Palabra (Ef. 5:26), es su obra santificadora necesaria para recibir y ministrar
vida (Jn. 17:17). El ministerio a Dios requiere de pureza, la cual se logra por su Santa Palabra (Is.
52:11).

5.- La Fuente de bronce era el lavacro para los sacerdotes. El día de su consagración eran bañados
totalmente en ella, y después, deberían lavarse siempre las manos y los pies antes de ministrar.
Las manos prefiguran lo que hacemos (Sal. 90:17). El corazón limpio es el origen de las obras
justas (Sal. 24:3-5, Sal. 26:6, Lm. 3:40-41), así que necesitamos manos limpias para servir con libertad a
Dios como sacerdotes santos (Is. 52:11, 1 Ti. 2:8). Cristo siempre sirvió a su Padre Celestial con
manos limpias (Sal. 18:20, 24).
Los pies prefiguran nuestra conducta, el cómo nos conducimos delante de Dios y de su pueblo.
Nuestros pies se ensucian al transitar por el mundo, mas no requerimos volver a bañarnos, sino sólo
lavarnos los pies (Jn. 13:5-10, 15:3), porque ya fuimos limpios una vez por la Palabra para Salvación.
Así que, debemos conducirnos en santidad para conservar nuestra libertad (1 Pe 1:17-19, 2:11-12).
Esto tiene que ver con el mantener nuestra mente continuamente limpia por la Palabra de Dios (Ef.
4:23, Ro. 12:2, 1 Pe 1:14-16).

6. Para complementar el punto anterior en el momento en que un sacerdote era consagrado: Antes de
vestirse con sus santas vestiduras por primera ocasión, debía ser bañado totalmente en la Fuente,
después era ungido con el aceite santo y por último vestido con las vestiduras sagradas (Ex. 29:4-8,
40:11-15, Lv. 8:6-12), lo cual es una figura del día en que fuimos salvos, porque en ese momento
fuimos hechos sacerdotes de Dios por el lavacro de la regeneración (Tit. 3:4-6) y fuimos vestidos de
salvación (Sal. 132:16, Gá. 3:27), y una vez salvos, fuimos también ungidos con el aceite del Espíritu
Santo, aunque por ignorancia o mala enseñanza no todos lo son (Jn. 14:17, Hch. 19:2). Desde que
creímos somos reyes y sacerdotes para nuestro Dios (Ap. 1:6, 5:10) y está a nuestra disposición el
bautismo con el Espíritu Santo, para que estemos equipados para cumplir los requerimientos de Dios,
con el poder de su gracia por su Espíritu: limpios, ungidos y vestidos para ministrarle.

7.- La muerte que venía, en el caso de no lavarse manos y pies en la Fuente antes de ministrar (Jn.
13:8, 10), representa la sequedad o esterilidad espiritual que viene por ministrar al nivel de una vida
natural; la falta de Espíritu en lo que emprendemos, la carencia de gracia, la conducta religiosa e
hipócrita del esfuerzo propio; nunca pueden impartir vida; pero si somos limpios continuamente de
mente y corazón, serviremos a Dios con eficacia y nuestro servicio será un ministerio de vida
abundante por su Espíritu (He. 12:27-28, Tit. 2:11-14, 1 P. 4:11).

13
8. Finalmente, cuando el campamento se levantaba para seguir su peregrinar por el desierto, la Fuente
era montada sobre unas parihuelas y cubierta con pieles de tejones de pelo áspero y resistente (Nm.
4:12). Dios no quiere que en nosotros se levante el orgullo espiritual, El proceso de santificacion y de
servicio se hace en total humildad y deblidad (2 Co. 12:6-10, 2 Co 4:7 ).

Reflexión: La demencia de Lutero – RC Sproul 🡪 Lavar la vida por medio de la Palabra. Escoger libro del
NT y conforme lo lean tomar decisiones de limpieza y arrepentimiento. 2 Co 5:10, 1 Pe 1:17

EL TABERNACULO - Éx. 26; Ex.36:8-38


QUÉ REPRESENTAN: Muestra: 1) hacer la cosa correcta (Que? Y Porque?); 2) en el tiempo correcto
(Cuando?); 3) de la manera correcta (Como? Y Donde?) y 4) con la ayuda correcta (Quien?) Éx. 40:16
EL ORDEN DIVINO PARA: Edificación Mt. 16:18; 1 Co. 12:28; Ef. 2:20-22

¿El tabernáculo fue idea de Moisés? la cosa correcta; ¿Moisés tomó ideas de sus artesanos
para ver cómo hacer una tienda agradable para Dios? la manera correcta; ¿Moisés escogió a los
edificadores que llevarían a cabo la obra? la ayuda correcta; ¿Moisés determinó cuándo edificar la
tienda de Dios? el tiempo correcto (Cuando el lugar y los recursos son provistos por Dios).
Estos principios son como las cuatro patas de una mesa; por lo tanto, si una de ellas falta causa
desequilibrio y consecuentemente falta de reposo y fracaso. En otras palabras, no esperas que una
vasija descanse de manera segura sobre una mesa cuyas patas no son iguales en todos lados. El
balance produce reposo.
La ejecución de estos cuatro puntos depende de dos elementos, la Verdad y el Espíritu Santo.
Si estás ministrando la Palabra de Dios, que es Su Verdad, estás haciendo la cosa correcta. Si la estas
obedeciendo, estas yendo por el camino correcto, es decir, la manera correcta. Si estás permitiendo
que el Espíritu Santo te guie, Él te hará sensible al tiempo correcto, y aunque se necesite primero algo
de intercesión con el poder del Espíritu, tarde o temprano Él levantará la ayuda correcta, esta puede
ser tanto personas como recursos. (Col. 3:16, Ef. 5:18-19)

Situaciones de Reflexión:
Mr 1:32-38 🡪 Jn 5:1-3, 5-9,14 🡪 Jn 11:3-6 🡪 Hch. 8:5-8, 26-27 🡪 Hch. 16:6-10 🡪 2 Co. 2:12-13
Pablo, “el perito arquitecto”, muestra estos cuatro principios como “lineamientos” divinos para
sí mismo en 2 Co 2:11-13. Después de decir que, “no ignoramos sus maquinaciones (las de Satanás)”
(literalmente: “planes muy bien pensados”), como un perito arquitecto ilustra inmediatamente las
cuatro patas de la mesa.

12 Cuando llegué a Troas para predicar el evangelio de Cristo (cosa correcta), aunque se me abrió
puerta en el Señor (tiempo correcto), (Hechos 16:9-10 manera correcta) 13 no tuve reposo en mi
espíritu, por no haber hallado a mi hermano Tito (ayuda correcta); así, despidiéndome de ellos, partí
para Macedonia.

14
2 Corintios 7:5-6 Porque de cierto, cuando vinimos a Macedonia, ningún reposo tuvo nuestro cuerpo,
sino que en todo fuimos atribulados; de fuera, conflictos; de dentro, temores. 6 Pero Dios, que
consuela a los humildes, nos consoló con la venida de Tito;

Más adelante, la “pata número 4 fue puesta en su lugar: Tito vino a él en Macedonia (2 Co 7:5, 6).
Fue allí, en Filipo, que Dios edificó una buena obra, porque Pablo tenía cada una de esas cuatro paras
en balance. Él sabía que no debería ser atrapado por Satanás al construir una mesa de solamente tres
patas que pudiera ser echada abajo, perdiendo el contenido que descansaría sobre ella y
desacreditando así el nombre de Dios.
Tarea: Escribir Que, Como, Quien edifica tu vida, la de tu familia y congregacion. Es lo correcto?
También vemos estos cuatro puntos básicos para edificar en Ro 15 y 16. Pablo estaba haciendo la cosa
correcta al decir: “con potencia de señales y prodigios … todo lo he llenado del evangelio de Cristo”
(15:19). Él se estaba moviendo en el tiempo correcto cuando dijo, “Mas ahora voy a Jerusalén…Así
que, cuando haya concluido esto, y les haya entregado este fruto, pasaré entre vosotros rumbo a
España” (Ro 15:25, 28). Varios versículos muestran que él estaba haciendo esto en la manera correcta
al no edificar sobre el fundamento de otro hombre (v. Ro 15:20); al llegar “con abundancia de la
bendición del evangelio de Cristo.” (v. Ro15:29); al solicitar su intercesión (v.Ro15:30), y al llegar a
ellos “con gozo…por la voluntad de Dios” (v.Ro 15:32). El hecho de que la “pata” número 4, la ayuda
correcta, ya estaba esperándolo en Roma, se ve en todos los ayudantes mencionados en el capítulo 16
que le sigue inmediatamente.
Si alguno de estos puntos necesita aclaración, sería el tercero, hacerlo en la manera correcta.
Los otros se explican por sí mismos. Esta “pata de la mesa” se divide a sí misma en cuatro partes. Note
los cuatro versículos usados para esto, primeramente; “…para no edificar sobre fundamento ajeno.” Él
había resuelto hacerlo en la manera correcta, para que las relaciones correctas se mantuvieran. Un
constructor puede edificar una casa hasta la mitad y después, si existen relaciones equivocadas ya sea
con aquel para quien está construyendo, o con aquellos con los que está construyendo, la obra se
estancará. Enseguida, su llegada “…con abundancia de la bendición del evangelio de Cristo.” indica
contar con los recursos correctos. Un constructor puede tener las relaciones correctas, pero si edifica
la casa hasta la mitad y se le acaban los recursos, ya sean las finanzas o las herramientas para
construir, tendrá que detenerse. Esto ha sucedido en muchas iglesias. Las herramientas de Dios, Su
gracia y Sus nueve dones del Espíritu, han sido suplantadas por programas y por la suficiencia del
hombre, de manera que Dios no podía edificar más con ellos. Lo siguiente es una exhortación a ellos
para “que me ayudéis orando por mí a Dios.” Estos son los derechos de pacto correctos que nosotros
llamamos promesas. El constructor podría tener el edificio a la mitad, y alguien podría llegar diciendo
que la escritura es falsa, y que la propiedad le pertenece a él. Finalmente, él iba a llegar a ellos “con
gozo…por la voluntad de Dios” para que “sea recreado” con ellos. Esto significa que el constructor
puede no tener suficiente habilidad para construir en la manera correcta y pierde los resultados
correctos.

La Manera correcta es importante y compleja esta se subdivide en 4 aspectos:

15
David anhelaba en su corazón agradar a Dios y hacer las cosas bien (1 Cr. 13:1-3), así que
conoció la cosa correcta, debía llevar el Arca a Jerusalén, e identificó que desde que Israel se hizo
reino, era el tiempo correcto para que el nombre de Dios tuviera un solo lugar (Dt. 16:2, 5-6). Veamos
la historia 1 Cr. 13:4-14. En 1 Cr. 15:1-15, vemos que David reconoce sus errores, busca a Dios y
encuentra que Dios había determinado la ayuda correcta, había elegido a los levitas para llevar el Arca,
y a los sacerdotes para ofrecer los sacrificios; En el verso 15, David rectifica en cuanto a la manera
correcta, debía ser trasportada a la antigüita, cargada con sus varas puestas y sobre los hombros de los
levitas. Veamos el resultado (1 Cr. 15:25-26, 16:1-2).

Relaciones correctas; Recursos correctos; Derechos de pacto correctos; Resultados correctos

Las nueve manifestaciones del fruto del espíritu, hacen que tengamos las relaciones correctas.
Los nueve dones del Espíritu, cuando son manifestados, hacen que tengamos los recursos correctos.
Las nueve bienaventuranzas de Mateo 5, cuando son manifestadas, nos permiten reclamar los
derechos de pacto correctos (Promesas). El obedecer los nueve puntos de la “gran comisión”, nos dará
las habilidades divinas para llegar a obtener los resultados correctos.

E.j. Cambio [Cambio de casa] – Jesús en Egipto Mt 2


Cosa correcta v.13 huye a Egipto
Tiempo correcto v.13 permanece V. 15 hasta la V. 16 dos años
allá hasta que yo te muerte de Herodes
diga
Ayuda correcta v.13 un ángel del v.14 su madre
Señor V. 19
Manera Correcta V.16 los magos V.14 tomó… y se V.15 De Egipto V.21 vino a tierra
fue V.21 llamé a mi Hijo. de Israel.
V.23
Relaciones Recursos correctos Derechos de pacto Resultados
correctas correctos correctos

Desgloce de partes del Tabernaculo


El Nuevo Testamento es la fuente apropiada de interpretación para el Antiguo Testamento. En
este encontramos figuras y símbolos de las riqueza y sabiduría de Cristo en el NT (Col 2:17, He 10:1).
Moisés es una figura de Cristo y el Tabernáculo que edificó fielmente, según el modelo que
Dios le dio en el monte Sinaí, es una figura de la Iglesia, que es la casa de Dios (He. 3:1-6, Ef. 2:22)
Si Moisés recibió más de tres mil detalles para edificar el Tabernáculo y todos sus muebles,
siendo sólo una figura de la iglesia, ¿podríamos pensar que la edificación de la misma Iglesia la
podremos realizar sin tomar en cuenta los planos que Dios nos da en su Palabra? ¿Podremos idear
nuevas maneras para realizar la obra de Dios, que las que Dios ha establecido? Dios encargó a Moisés
que fuera muy puntual para ceñirse al modelo que le fue dado en el monte (He. 8:5).
El atrio es figura del Cuerpo, el lugar santo figura del Alma y el Lugar santisimo es figura del espíritu.

16
1.- Colores de la primera cubierta Paralelo Éx 28:6
1) La Palabra "Lino" en hebreo significa blanquear y emblanquecer. El blanco su pureza hecho
sin pecado/Justicia/Justificación . – Divinidad (Ap 19:8,14-16) – Juan
2) Azul. El azul junto con la combinación que aparece en estas cortinas nos remonta a la ropa
del – Intercesión (Ex 28:31) Humanidad (1 Tim 2:5) - Lucas
3) Púrpura. La púrpura significa linaje de la estirpe de los reyes. / Realeza (Jn 19:2-3) - Mateo
4) Rojo. carmesí. El rojo significa que Jesús era el Cordero de Dios. / Siervo (Ap 19:13, Mr 10:45)
– Marcos
5) Los querubines nos recuerdan que Cristo merce y es la alabanza y gloria de Dios. (Ez 9:3, Ez
10:4, Ez 28:13-14, Ap 5:13)
Nota: Esta enseñanza aplica a nosotros 2 Pe 1:4 (Divino) Ap 1:6 (Reyes) Is 43:7 (Gloria)
2.- 2 grupos de 5 cortinas representa a los 5 sentidos del espíritu y los 5 sentidos del alma. Estos
sentidos han de estar unidos a las lazadas de azul que significa obediencia a los mandamientos de Dios
(Num 15:38-40). Los sentidos del alma y del espiritu son los siguientes.
Alma Espiritu del hombre
Afectos Amor
Imaginación Fe
Memoria Esperanza
Conciencia Temor de Dios (correcta adoración/alabanza)
Razón Revelación (Inteligencia espiritual)
Nuestros sentidos inician y terminan en obediencia a los mandamientos de Dios (Azul).

3.- La conexión/unidad entre ensambles de 5 cortinas es divina (corchetes de oro). Esta relacion se
establece y es sumamente estrecha unicanmente cuando hay vida divina en el espiritu del hombre.

4.- 50 Representa la intervención del Espíritu Santo (Hch 2:1-4) Lazadas representa unidad (Ef 4:3)
entre el espíritu y alma.

Las 4 cuebiertas Ex 26:7-13 - 1 Corintios 1:30


5.- Lino torcido – (Querubines) redentor, intercesión (Hebreos 7:26)- Sabiduría Explicada
6.- Pelo de Cabra – Justificación
1.- Las cabras representan a los pecadores, y el pelo de las cabras sus actos malignos
(Lev 16:7-10). Así que, la segunda capa está compuesta de los pecadores con todos sus
pecados. (Mt. 25:33, 41; Heb 8:12 / 1 Jn 3:5)
2.- Once cortinas (5 y 6):
* El 6 es número de hombre – Jesús humanizo para nuestra justificación. 2 Co 5:21
* El 5 nos recuerda de los Dones que Cristo dio a los hombres, que aunque pecadores
son justificados, para la edificación del cuerpo. Ef 4:7-12
3.- La misma medida nos dice que tanto los sentidos del alma, espiritu y ministerios son de la
misma relevancia. Trabajan unidos y ninguno ha de ser arrogante.
4.- 50 corchetes de bronce:
17
* Obra del Espíritu que juzga para convencer de pecado y así llevar a la justificación Jn 16:8-11
* Los ministros están unidos y gobernados por Cristo quien edifica su cuerpo Ef 5:23
5.- Mitades sobrantes:
Cubren por completo al lino torcido – Su justificación nos cubre por completo. Ro 5:1-2
7.- Carnero teñida de rojo Ex 26:14 – Sacrificio – Santificación 1 Jn 1:7; He 9: 14, He 13:11-12;
Ap 7:14; 1 Pe 1:2; Mt 26:28;
8.- Tejones: humillación/humanizo; Su muerte de cruz nos dio Redención Fil 2:5-8; He 9:11-12;
* En el año 2009, Scientific American publicó que el mamífero terrestre más agresivo del mundo es el
tejón de la miel (Mellivora capensis). El Libro Guiness de los Récords también lo presenta como "el
animal más temible del mundo". Come serpientes, alacranes, y cuando es picado solo se queda tirado
hasta que sus defensas naturales los levantan.
Nota: Nuestra vida, familia e iglesia cubierta de Sabiduría, justificación, santificación y redención.

9.- Las 48 tablas - 48 PRINCIPIOS DE ÉXITO PARA LA IGLESIA LOCAL Ex 26:14 – 1 Tim 3:15
1.- De madera de acacia – Tipifica la humanidad de Cristo.
2.- Que esten derechas – Verdades y principios divinos rectos, sin desviacion. Tambien tipifican
a los cristianos maduros (columnas) que Dios ha llenado de sí mismo y que forman parte del gobierno
de la iglesia (Gá. 2:1-2, 6-9, Ap. 3:12)
3.- Las 2 espigas que tiene cada tabla tipifican arrepentimiento y fe (Mr 1:15), aspectos básicos
para dejar principios viejos y estabecer principios de éxito (48 tablas). Estos tambien se relacionan con
el ministerio de redencion de Cristo (Basas de plata).
4.- La plata de las 2 basas donde se afirmaban las columnas, tipifica la redención (Éx 21:32,
Mt 26:15) que Cristo consiguió al humanarse y ser sacrificado por nosotros, manifestado por el Espíritu
Santo (arrepentimiento - Juan 16:7-11) y la Palabra (creed en el evangelio – Ro 10:14-17).
5.- Las 5 barras de madera que las unían para formar la pared, tipifican los 5 ministerios, que
como dones de la resurrección de Cristo, han sido dados a la Iglesia para que llegue a tener la unidad
de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios (Ef. 4:11-13). La barra interna, correspondería al
apostolado, como el ministerio más completo y fuerte, y las otras 4, al profeta, evangelista, pastor y
maestro, que en conjunto cumplirán ese propósito de unidad de la Iglesia en fe doctrinal y
conocimiento.
6.- Los 2 goznes en cada esquina, que hacen una sola pared, tipifican la obra de la Palabra y el
Espíritu Santo, que son inseparables y hacen posible que Cristo sea revelado a la Iglesia.
7.- Las 5 columnas de la entrada del Lugar Santo tipifican los 5 sentidos del alma.
8.- Las 4 columnas de la entrada del Lugar Santisimo tipifican 4 sentidos del espiritu, la columna
de fuego o nube llamada Shekina representa el 5to sentido que es Revelación (Éx 25:22, Lv 16:2).

Examen Sorpresa. Revisión de cuaderno.

18
Tarea: Leer 1 de Timoteo una vez por semana. Cada pastor expone principios. Cada discipulo lo lleva a
su plano de familia y personal. Todos Comparten.

LA MESA DE LOS PANES DE LA PROPOSICIÓN- Éxodo 25:23-30, Lv 24:5-9

QUÉ REPRESENTAN: Pan = Verdad, colocados en la mesa calientes y divididos correctamente


EL ORDEN DIVINO PARA: La Doctrina Mt 16:5-12, 1 Co. 5:8; 2 Ti. 2:15
Tarea: Dar participación a expositores sobre “La importancia de la sana doctrina”

La primera ocasión que encotramos a alguien tomando alimento en la biblia se encuentra en


las primeras paginas de Genesis, donde Eva toma de un fruto y lo entrega a su esposo para comer de
él tambien. ¿Saben cual es la procedencia de ese fruto? El arbol del conocimiento/ciencia del bien y
del mal (Génesis 2:17). Desde aquí establecemos un paralelo importante.
La segunda gran escena sobre alimentacion es en el desierto donde cada mañana caia pan del
cielo (Éxodo 16:12-14) y este pan llegaba a ellos en reposo, en la noche (Núm 11:9) y previamente
higienizado. Este relato tiene un paralelo directo, la multiplicacion de los panes (Jn 6:31-35). Jesús es el
Logos de Dios, el Verbo, La palabra de Dios hecha carne (Juan 6:47-59).
Recordatorio sobre comentar a cerca de audios de 48 Principios de éxito – Escribir.

1.- La Mesa era de madera de acacia recubierta de oro puro (Ex. 25:23-30), lo cual prefigura la
humanidad de Jesús y la divinidad de Cristo. Él es la Palabra de Dios hecha carne y dada al mundo
para Salvación (Jn. 1:1-2, 14).

2.- La Mesa tenía dos cornisas de oro, unidas por una moldura de oro de cerca de 8 cms de ancho todo
el rededor (Ex. 25:24-25). Las cornisas eran bordes que coronaban y limitaban el contorno de la Mesa,

19
y por lo tanto circundaban los panes que se colocaban sobre ella. Dios ha establecido que la sana
doctrina siempre esté ceñida por la Palabra de Dios y por el Espíritu Santo que la respalda. En Isaías
8:19-20 se declara: "A la ley y al testimonio", la ley es la Palabra y el testimonio lo da el Espíritu Santo.
El apóstol Pedro asegura que lo que nos permite glorificar a Dios por Jesucristo es que la Palabra de
Dios y el poder del Espíritu Santo respalden nuestras acciones (1 Pe 4:11). Cuando se habla la Verdad,
Dios la confirma por su Espíritu mediante las señales que la siguen (Mr. 16:20). Debe ser nuestra
oración que Dios confirme siempre su Palabra por la obra de su Espíritu Santo, porque la estemos
predicando en su Orden Divino (Hch. 4:29-31 con 5:12). Las interpretaciones particulares de la Biblia
son mentales, la doctrina debe ser revelada por el Espíritu Santo (2 Pe 1:20-21, 1 Co. 2:13-16).

3.- La Mesa tenía cuatro anillos de oro en sus esquinas, a través de los cuales se ponían las dos varas
de madera recubiertas de oro que servían para transportarla. Las dos varas prefiguran nuevamente la
Palabra y el Espíritu, dos anillos para una vara nos prefiguran que la Palabra nos muestra dos aspectos:
la cosa correcta y la manera correcta; y los dos anillos de la otra vara prefiguran que, el Espíritu
determina las otras dos cosas: la ayuda correcta y el tiempo correcto. Sólo así se podrá llevar y
establecer el evangelio del reino en todo el mundo.

4.- La Mesa tenía cuatro patas para sostenerse, lo cual ilustra que la revelación de Jesucristo se
sostiene en los cuatro Evangelios, es una mesa de banquete sostenida por cuatro perspectivas del
Redentor:
El evangelio de San Mateo presenta su linaje, mostrando que el Señor Jesús era el Hijo de
David y de Abraham (Mt. 1:1), Él era el Rey de los Judíos profetizado como el León de la tribu de Judá
(Gn. 49:9-10) y manifestado por su encarnación, ministerio, muerte, resurrección, exaltación y
segunda venida (Ap. 5:5).
En el evangelio de San Marcos no se da genealogía del Señor, desde el principio muestra a
Jesús como alguien que vino para servir, como una bestia de trabajo con fuerza para llenar los
graneros de Dios (Marcos 10:45, Pro. 14:4).
El evangelio de San Lucas, en cambio, da muchos detalles de su nacimiento y genealogía, lo
muestra como el Hijo de Adan, que fue de Dios (Lc. 3:38), es decir, demuestra que Jesús fue y es un
hombre verdadero, es por eso que le llama el Hijo del Hombre.
El evangelio de San Juan nos revela al Hijo de Dios hecho carne (Jn. 1:1-2), demuestra la
divinidad del Cristo, el que era con Dios y era Dios desde el principio.
Así que los cuatro evangelios son la revelación de Jesucristo como el Rey, el Siervo, el Hijo del
Hombre y el Hijo de Dios, prefigurado por los cuatro animales que vieron, tanto el profeta Ezequiel
(Ez. 1:10), como el apóstol Juan (Ap. 4:6-8): Uno con cara de León, otro con cara de Buey, el tercero
con cara de Hombre y el último como un Aguila volando.

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5.- Todos los utensilios de la Mesa: Platos, cucharas, cubiertas y tazones, en total 4, eran de oro puro;
lo cual prefigura el amor de Dios, porque el conocimiento o ciencia de la Palabra sin amor es vano,
más con amor edifica (1 Co. 8:1-3, 2:9-10), cuando se cumple la Palabra de Dios (Ro. 13:10). Cualquier
enseñanza o aspecto de doctrina ha de ser impartido en y por amor. Lo que se busca es servir alimento
espiritual sano y para nada la esñanza ha de ser pedestal del orgullo y auto exaltación.

6.- Los panes eran hechos con flor de harina sin levadura y amasados con aceite de oliva (Ex. 29:2, Lv.
2:11). La flor de harina era la harina de trigo pura y cernida, figura de la Palabra pura de Dios; amasada
con el aceite del Espíritu Santo, la cual no debía mezclarse con levadura, figura de la doctrina humana
junto con sus practicas que son vanas. Un poco de levadura leuda toda la masa, un poco de
tradición y de cultura religiosa contamina la Verdad y la convierte en herejía; da volumen al pan
porque introduce vanidad; entretiene al que la come pero no lo alimenta. Sin levadura – Así debe ser
nuestra doctrina.

Si no se tiene flor de harina sin levadura y con aceite, el creyente se hinchará con orgullo espiritual y
religiosidad (1 Co. 4:6). No debemos tener doctrina de sabiduría humana bofa, sino aquella que es
pura y eficaz para nuestra edificación (1 Co. 2:4-6)
7.- Que sean doce panes (no once) significa estructura u organización completa y constituida
divinamente. En la Escritura el 12 es número de fundamento; la manera de ser establecidos
en la Roca de la sana doctrina, es entregando a la iglesia todo el consejo de Dios, “…vivirá el hombre…
de toda palabra...” (Mt. 4:4, Dt. 8:3). Es necesario impartir todos los elementos que conforman la
doctrina de Dios (Hch. 20:18-20, 26-28).

8.- Puesto en orden de dos hileras de seis panes nos lleva al pensamiento de “trazar bien…” (2 Ti. 2:15
RV Antigua). La doctrina se debe de impartir en una manera ordenada, conforme al modelo apostólico
y no como verdades sueltas o doctrinas deshilvanadas (Is. 28:9-10, 2 Ti. 1:13).

9.- La mesa limpia habla de la santidad de Cristo, porque es a través de Él que tenemos el pan para
disfrutarlo, (Lc 1:35, Hch 3:14, Hch 4:27, Heb 7:26, He 4:15, 2 Co. 5:21, 1 Pe 1:19, 1 Co 1:30, Hch 4:30,
Mr 1:24, 1 Jn 2:20). La fuente y el lugar donde de se imparte es limpio. Tanto el que la presenta como
el que la recibe primeramente son santos (1 Co. 6:11, Ef 1:1, Hch. 9:32, 41, Ro. 15:25, 31, 2Co. 9:12, Ef.
4:12, Col. 1:2, He. 6:10, Jud. 1.3, 2 Pe. 1:21). La escritura misma es santa (Rom 1:2, 2Ti 3:15, Lv 23:20).

10.- Delante de Jehova nos recuerda que el pan es llamado literalmente “pan de la presencia” o
proposición (Ex. 25:30) esto es que cuando la verdad es digerida hace a Cristo parte de nosotros. El
pan debían permanecer los 7 días en la presencia de Dios antes de ser comidos. La doctrina debe

21
impartir vida, debe venir de Dios (Jn. 6:63). La Palabra debe hacerse carne en nosotros,
impartiéndonos la naturaleza de Cristo (2 Co. 3:3, 2 Pe 1:3-4). No debemos recibir la letra que mata,
sino la Palabra que imparte su presencia y vivifica (2 Co. 3:6, Ro. 7:6, He. 13:7).

11.- Los panes eran colocados calientes cada día de reposo (Lv. 24:8). La Palabra debe ser recibida
fresca, por inspiración del Espíritu y no por interpretación mental o simple información (2 Pe 1:19-21,
2 Ti. 3:16-17). El pan caliente nos habla también de impartir la doctrina de la misma manera que nos
fue dada (1 Pe 1:12, Gá. 1:11-12). Las Escrituras fueron dadas por “inspiración” del Espíritu Santo; y
aún deben de ser dadas de esa manera.

12.- Que el pan fuera ungido con incienso significa que la adoración o la alabanza evitan que la
doctrina se seque. Los panes debían permanecer toda la semana sobre la mesa, cada día el sacerdote
les debía poner incienso para que se conservaran suaves (Lv. 24:7). El incienso es figura de alabanza y
adoración, y es la manera en que el corazón se prepara para recibir la Palabra viva (Col. 3:16-17). La
alabanza es la expresión de la fe en su Palabra (Sal. 106:12). Los tiempos de alabanza y oración en los
cultos no son con el propósito de hacer tiempo para que lleguen los que siempre llegan tarde, sino que
son la preparación necesaria del corazón para poder recibir la Palabra que será impartida.

13.- La escritura es el testamento o documento legal que avala el pacto perpetuo de Dios. Y como todo
documento notariado, sin la autorización del testador, es inalterable (He 6:9-20, Is 55:3, Jer 32:40, Jer
50:5, He 13:20).

14.- Los panes debían ser comidos por los sacerdotes en el lugar Santo el día de reposo (Lv. 24:9). El
reposo de fe debe ser la manera de recibir la enseñanza, nosotros somos los sacerdotes del Nuevo
Pacto y debemos saber que el día de reposo prefigura el cese de nuestro propio esfuerzo, a fin de
poder ejercer fe en ella para que nos alimente, y así tener el poder para caminar en obediencia (Ex.
31:13, Ro. 1:16, 1 Co. 1:18, 24). Debido a que Cristo es nuestro reposo (Mateo 12:8, He 4) no
esperamos al sábado para buscar de Dios y alimentarnos de Él. Cada día es vital tomar, comer e
impartir el Pan de Vida Eterna, Cristo. Su Palabra debe ser ingerida en reposo, tal como sucedio en el
dia de la multiplicacion de los panes (Mt. 15:32-38, Mr. 6:39-41). Al comerla nos santificará (Stg. 1:21,
Hch. 20:32, Jn. 17:17), nos dará fortaleza para perseverar en pos de Cristo (1 Re 19:4-8).

15- Era iluminada directamente por el candelero (Num 8:2) esto prefigura que son los ministros los
más adecuados para impartir la doctrina (2 Ti 2:2, Hch 15:35, 1 Co 4:17, 1 Ti 5:17, He 13:7)

• 2 Tim 3:16-17 – Aplicar esta verdad en nosotros y en los que nos rodean.
Útil - útil o servicial, i.e. ventajoso:- provechoso, útil, aprovechar.
Enseñar -instrucción (la función o la información):- enseñanza, enseñar, doctrina.
Redargüir - prueba, convicción: - redargüir, certeza, convicción.
Corregir - enderezar de nuevo, i.e. (figurativamente) rectificación (reforma):- corregir.

22
Instruir - tutoría, i.e. educación o entrenamiento; por implicación corrección disciplinaria
Justicia - equidad (de carácter o acto), rectitud
Perfecto - fresco, i.e. (por implicación) completo:- perfecto, maduro.
Preparado - terminar (tiempo); equipar completamente (a un maestro):- cumplir.
Para toda buena obra no es para escribir best seller o quedarse en la teoría, hace obras.

Necesidades y acompañamiento. – Oración.


Leer Devocional de Charles H. Spurgeon
una área para ser disciplinado
Lavar la vida por medio de la Palabra. Escoger libro del NT - Bimestral
Escribir Que, Como, Quien edifica tu vida, la de tu familia y congregacion. Es lo correcto?
Leer 1 de Timoteo una vez por semana – 48 Principios - Todos Comparten
Introducción a Formularios – varias participaciones pueden poner nombres distintos.

EL CANDELERO DE ORO - Éxodo 25:31-40, Éx 37:17-24 y Lv. 24:1-4


QUÉ REPRESENTAN: Como las ramas son extensiones del tallo, así lo son los ministerios
probados de Cristo Ef. 4:7-11; Fil. 1:1; 2 Sa 21:17;
EL ORDEN DIVINO PARA: El gobierno de la iglesia
El gobierno de la iglesia ha sido dejado en las manos del Espíritu Santo, y está representado por
el candelero de oro puro. Cristo dijo “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos”, la caña central del
candelero de la cual se originan todos los brazos habla del trabajo del Espíritu llevando a cabo el
liderazgo de Cristo (Jn. 14:18). Las siete lámparas hablan de los siete espíritus o las siete expresiones
del Espíritu Santo (Is 11:2), que reflejan a Cristo. Romanos 12:6-8 nos da una lista representativa de los
siete ministerios que cada iglesia necesita. Como podemos ver, es el Espíritu Santo y no el ministro
quien está a cargo del gobierno de Dios en la iglesia local. Así que es solamente a través de aquellos
quienes son llamados y que se someten de todo corazón a la dirección del Espíritu Santo, que el
verdadero gobierno de Dios es establecido en la asamblea local.
Para suplir la gran necesidad de ministros, las organizaciones religiosas han implementado los
seminarios e institutos bíblicos. Estudiar no está mal, Dios no quiere neófitos en el ministerio (1 Ti 3:6-
7), el problema consiste en que la institución faculta como ministros a sus egresados, tan sólo porque
acreditaron sus estudios, aunque varios de los cuales, que tienen vocación al ministerio, no han

23
adquirido la madurez para ejercerlo con el sólo hecho de tener conocimientos teológicos (Madurar
toma un tiempo diferente para cada persona). De esa manera, también se da pie a que otros ejerzan el
ministerio como una profesión, usando sus habilidades naturales, sin siquiera haber sido llamados por
Dios, y les entregarán cargos y responsabilidades dentro de la organización, los ordenarán y los
moverán según las necesidades, las circunstancias, sus planes de expansión y políticas de la
organización. Un diploma no garantiza el respaldo divino, no son las habilidades naturales puestas al
servicio de Dios lo que edifica a las iglesias, sino el llamado, capacitación de Dios, la fidelidad del que
ha sido llamado para ser probado y aprobado por Dios, y el respaldo divino.
La manifestación del fruto y la operación de los dones del Espíritu deben ir a la par del
conocimiento de la doctrina: Gracia con conocimiento van a dar el crecimiento en el tiempo específico
de Dios para cada uno (2 Pe 3:18, 1 Pe 4:10-11).
Hay muchas variantes en la forma de gobierno de las diferentes organizaciones religiosas, el
cual queda generalmente centralizado en una cabeza o concejo humanos, ubicado en la iglesia central
o matriz, administrando a las iglesias como sucursales, lo que limita la relación de cada iglesia local
como cuerpo con la cabeza que es Jesucristo: Hay monarquías hereditarias, dictaduras vitalicias,
democracias, asambleas, convenciones, etc. Si el gobierno de una iglesia es humano, es decir, formado
por personas hábiles y preparadas, pero no por aquellas genuinamente llamadas por Dios, no
importará que en apariencia corresponda al modelo del Nuevo Testamento, será un gobierno
centralizado ya sea en el pastor, o en el grupo de ancianos o diáconos de esa iglesia local, sustituyendo
el Señorío de Cristo por el del hombre.
La iglesia necesita también ser restaurada en esta área tan importante de su manifestación al
mundo, que Cristo sea real y prácticamente la cabeza, y que el verdadero ministerio esté moviéndose
como su mano poderosa para ejecutar su voluntad, cumpliendo plenamente los tres propósitos
básicos de la Iglesia: Habitación, Revelación y Propagación.

1.- Candelero de oro puro nos habla de que es el Espíritu Santo y no el ministro quien está a cargo del
gobierno de Dios en la iglesia local. Así que es solamente a través de aquellos quienes son llamados y
que se someten de todo corazón a la dirección del Espíritu Santo, que el verdadero gobierno de Dios
es establecido en la asamblea local.
Siendo el único mueble totalmente de oro puro, tipo de su divinidad, sin madera de acacia,
tipo de su humanidad, en primer lugar nos muestra que Jesús jamás se movió en su ministerio
terrenal dependiendo de su capacidad humana, sino en su Espíritu (Jn. 5:19-20, 30, 8:28,
12:49, 14:10). Jesucristo es real y exclusivamente la cabeza sobre cada iglesia local que se conforma a
su modelo (Ef. 1:22-23, 4:15, 5:23, Col. 1:18). La autoridad de un ministro es en realidad la autoridad
de Cristo que fluye a través de él cuando está sometido al su Señorío y camina en su espíritu
regenerado (Ro. 1:9, 1 Co. 5:4, Fil. 3:3) y lleno del Espíritu (Hch. 4:8, 6:5, 7:55, 8:29, 39-40, 11:24, 13:9).

2.- No tenia madera como los otros muebles. El candelero estaba hecho de una pieza de oro, con
muchas partes variadas. Esto muestra que rompemos el orden del gobierno de la iglesia si cada uno
trata de edificar un reino propio; rompiendo así la unidad del Espíritu. “Nuestro” ministerio no es
nuestro, sino Suyo. Somos uno con todos y con Cristo. Cristo se manifiesta en su iglesia con toda su

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divinidad cuando no solamente los cinco ministerios, los ancianos y diáconos, sino todos los miembros
del cuerpo de Cristo, están siendo gobernados directamente por Él. Los brazos del candelero como los
pámpanos de la vid, prefiguran la gracia de Dios (el oro puro), que debe operar en cada iglesia local y
en cada uno de sus miembros, dándoles la manera de servir como parte del cuerpo de Cristo, de
acuerdo a los dones vocacionales o del Padre (Ro. 12:3-8). Estos principios tambien son para el
gobierno personal.
Cristo y no los ministros, es el que debe dirigir a cada iglesia local mediante ellos. En el libro
de Los Hechos se nos narran los hechos de los apóstoles y demás ministros, denotando claramente
que todo lo hicieron llenos del Espíritu Santo. Es por lo tanto responsabilidad de todo ministro el
enseñar a cada miembro de su iglesia a depender directamente de Cristo la cabeza, siendo sus
autoridades sólo canales que ayudan a su fe sin enseñorearse de nadie (Col. 2:10, 1 Co. 4:1, 19-21, 2
Co. 1:24, 6:1, 1 Pe 5:3). La autoridad delegada en ellos es en realidad la autoridad de Cristo fluyendo
en el ministro rendido que se mueve con su espíritu en el Espíritu Santo, sin contribuciones personales
(madera) (Gá. 5:16, 25-26).
Un siervo fiel no tiene iniciativa propia, sino que es puntual en cumplir estrictamente las
encomiendas de su Señor, como si Él mismo lo hiciera (2 Pe 1:21, Ex. 39:42-43).
Cuando cada ministro funciona fielmente en su labor, Dios va a dar a la iglesia local y a sus
miembros, un crecimiento balanceado (1 Co. 3:6). Los ministros son colaboradores de Dios, su
poderosa mano, que ejecutan lo que la cabeza quiere (1 Co. 3:9-11, 1 Pe 5:5-6). Así que el ministerio
no es alguien que nos da lo mejor de sí mismo, sino aquel que, habiendo sido llamado, se ha vaciado
de sí mismo, para ser lleno de la Palabra y el Espíritu (Ef. 5:17-19, Col. 3:16-17), y de esa manera poder
dar a la iglesia lo que es de Cristo en amor (Ef. 4:14-15).
Recordemos que en el tribunal de Cristo el fuego hará que el oro brille más, pero la madera se
quemará, sólo será recompensado lo que la gracia de Dios obró, sin tomar en cuenta la habilidad
humana (1 Co. 3:10-15).

3.- El oro era trabajado a martillo. La iglesia solamente debe reconocer al ministerio que ha sido
probado. Para crearlo no se tomaba un bloque de oro al que se le van desprendiendo pedazos con el
cincel y el martillo, sino una lámina de oro que es conformada como un repujado, de modo que al ser
labrado con el martillo, no se pierde un gramo de material (Nm. 8:4), y cada brazo es como un canal
hueco por donde el aceite puede fluir por el interior del Candelero; lo cual prefigura, que la madurez
del ministerio, se dará en la medida en que los ministros se someten a los tratos personales de Dios
para que sean hechos cada vez más semejantes a Cristo, tanto en carácter como en habilidad. Todos
los brazos tienen las mismas características, pero no son idénticos, sino semejantes a la caña central;
así cada ministro que se ha negado a sí mismo y crucificado a sus pasiones vive sólo para Dios (Mt.
16:24, Gá. 2:20-21, 5:24, 2 Co. 5:15), de esta llegará a ser una persona que pueda representar a Cristo,
en la medida en que entregue de gracia todo lo que ha recibido de gracia (1 Ti. 4:10-16). Como se ha
dicho no hay madera o elemento humano en el candelero. Esto significa que, para ser usado por el
Espíritu Santo para traer el orden de Dios a la iglesia el ministro tiene que morir primero a sí mismo.
En la medida que el ministerio madura, también debe ser visto como un modelo de lo que Dios

25
puede hacer en cada creyente (1 Pe 5:3, 1 Co. 4:6), de manera que imiten a Cristo al imitar a sus
ministros en aquello en que han dado fruto, es decir, en lo que Dios les respalda porque es su obra en
ellos (1 Co. 11:1, 1 Ts. 1:6-7, He. 13:7). El martillo va a transformar todo aquello que personalmente les
estorbe para ser hechos a la semejanza de Cristo (2 Co. 12:7-10).

4.- El candelero completo estaba formado de sesenta partes, incluyendo el aceite (1), platillos (2),
despabiladeras (1), y platillos de aceite (1). Tenía su base (1), copas (22), flores (9), manzanas (9),
lámparas (7), y brazos (7, incluyendo la caña central). Escrituralmente, “sesenta” habla de justicia. La
letra hebrea “Samech” que se usa para el número 60 representa soporte; el atrio del tabernáculo era
soportado por 60 columnas, y la justicia le da soporte a nuestra vida cristiana. También Pablo, el
apóstol a los gentiles usa la palabra justicia (Griego: “dikaiosune” Strong 1343) 60 veces al escribir a las
iglesias gentiles. El gobierno divino de la iglesia es un modelo de Su justicia en acción, y es llevado a
cabo por Su gracia. Sesenta es el producto de multiplicar cinco por doce, cinco es el número de la
gracia, y doce es el número del gobierno.
Así que el gobierno de la iglesia debe ceñirse totalmente a la autoridad de la Palabra de Dios en
todo su contenido y debe ejercerla fielmente para que la perfecta voluntad de Dios se cumpla a través
de Él, por la acción de la gracia mediante los dones del Espíritu Santo y para llevar a cabo las
operaciones del Padre o plan de Dios (1 Co. 12:4-6, 1 Pe 4:10-11).
a) La primera parte que es mencionada es su pie. Esta palabra viene del hebreo Yarek que se
traduce tambien como muslo. El muslo en la cultura hebrea significa juramento (Gen 24:2) tambien
mencionadas como lomos; esto es, partes generativas (He 7:10). Todo gobierno nace desde la Palabra
de Dios. El Pacto de Salvación en Cristo es el pie o base de todo ministro sin ella nada se puede
sostener (Stg 1:21, Lc 8:11). Hay muchas ocasiones en que sostenidos en la habilidad o carisma
humano se establecen ministros en la iglesia que ni siquiera han alcanzado salvación (Mt 7:15, 2 Co
11:13-15, Gal 2:4, 2 Pe 2:1, 1 Jn 4:1).

b) La caña central del candelero de la cual se originan todos los brazos. Esta estructura habla
del trabajo del Espíritu llevando a cabo el liderazgo de Cristo (Jn. 14:18). La palabra caña viene del
hebreo Cané que significa instrumento de medición, por tanto, es el modelo de gobierno y de
liderazgo o servicio de Cristo el estandar a seguir (1 Pe 2:21, Mt 16:24, Fil 2:5).
c) Sus 22 copas eran “en forma de flor de almendro” 4 estaban en la caña central y 3 en cada
brazo. Ya que los almendros son los primeros árboles en florecer, y eso ocurre al terminar el invierno,
vemos por qué la palabra hebrea “almendra” significa “vigilar, alerta”. En Palestina los almendros son
símbolo de esperanza, de expectación gozosa, nos hablan de velar o estar alertas, del necesario
espíritu de anticipación, que nos hace perseverar y procurar la pureza de Cristo, sus flores son blancas
y puras (1 Jn. 3:3). La continua exhortación de la Biblia es velar con esperanza, lo cual es de capital
importancia para alcanzar los propósitos de Dios (Hch. 20:31, 1 Co. 16:13, Mt. 24:42, 26:41). Las copas
ilustran plenitud o llenura, y ya que había veinte dos de ellas, no es sorprendente que el Nuevo
Testamento hable de veintidós cosas de las que podemos ser llenos. Que por cierto, las 22 cosas que

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nos deben llenar, estan formadas en 6 grupos de 3 cosas y 1 grupo de 4 cosas, tal y cómo están
dispuestas las copas en el Candelero.
d) Las nueve manzanas representan los 9 dones del Espíritu Santo (1 Co. 12:8-10). Una
manzana es un soporte superior decorativo en una columna, y los dones son para establecernos en el
ambiente espiritual (Rom. 1:11). La palabra que se tradujo por manzana en hebrea significa
“ornamentos”, y los dones son para adornar a la esposa (Gn. 24:53; 1 Co. 1:5-8). Los dones del Espíritu
son indispensables para que el gobierno de la iglesia despliegue la habilidad de Cristo en el hacer las
obras que Él hizo y aún mayores (Jn. 14:12-17 con 16:7). El Reino de Dios se confirma por los dones del
Espíritu Santo, son los adornos que enmarcarán la hermosura de la Esposa del Cordero. La belleza del
evangelio se muestra por la operación de dichos dones, son los ornamentos celestiales de la Iglesia por
la que Cristo viene.
e) Las nueve flores, que hablan del aroma de Cristo, muestran la importancia de los nueve
aspectos del fruto en el gobierno de la iglesia. Es interesante que después del fruto registrado en
Gálatas 5:22-23, el contexto muestra como cultivar cada fruto. Por ejemplo, Gálatas 6:2 muestra como
cultivar amor.
Las 9 flores nos hablan de madurez, el aroma de Cristo debe ser exhalado de la vida de aquellos
que le sirven (2 Co. 2:14-16), esto sólo se logra cuando el carácter de Cristo descrito en la epístola a los
Gálatas (Gá.5:22-23), ha sido formado en sus siervos. Es el fruto y no los frutos del Espíritu, ya que se
deben dar sus nueve manifestaciones en cada creyente. El carácter se define mediante la
manifestación de tres aspectos: Sentimientos, Intelecto y Voluntad (Sentir, pensar y actuar)
Para saber cómo siente Cristo tenemos las tres primeras manifestaciones del Fruto del Espíritu,
como cualidades espirituales que aparecerán en su alma: Amor, gozo y paz. Estas tres manifestaciones
del carácter de Cristo nos muestran su corazón para con nosotros, y en la medida en que sentimos
como Él, lo serviremos mejor. Cómo piensa Cristo nos lo enseñan los siguientes tres frutos:
Longanimidad (paciencia), benignidad y bondad. La mente de Cristo en el ministro le permitirá edificar
y gobernar bien la casa de Dios. Cómo actúa Cristo lo comprenderemos al considerar los tres últimos:
Fe, mansedumbre y templanza. Cuando la vida del ministro manifiesta estas nueve características del
fruto del Espíritu, servirá a su Dios y a su pueblo con eficacia.

5.- El Candelero era de una sola pieza (Ex. 37:22, Nm. 8:4), lo cual nos habla de la unidad que da a cada
iglesia un verdadero gobierno establecido por Dios. Unidad en el Espíritu y no mediante alianzas
humanas y administrativas (Ef. 4:3-6). Dios quiere que la Iglesia sea una como el Hijo lo es con el Padre
y con el Espíritu Santo (1 Jn. 5:7). Esta unidad se debe dar en la fe y conocimiento del Hijo de Dios y se
logrará mediante el ministerio quíntuple moviéndose en armonía (Ef. 4:11-13). Esta verdadera unidad
en Cristo será manifiesta al mundo, para que reconozca que Cristo es el Hijo de Dios y al creer muchos
más sean integrados a ella en amor (Jn. 17:18-21, Col. 2:2).

6.- Las siete lámparas hablan de los siete espíritus o las siete expresiones del Espíritu Santo (Is 11:1-2),
que reflejan a Cristo. El Espíritu Santo va a guiar a cada iglesia mediante la luz de sus siete lámparas
(Ap. 4:5), que representan a los siete Espíritus de Dios que reposaron sobre Cristo cuando vino a la
Tierra (Hch. 10:38), y que ahora van a desarrollar en cada iglesia local, tanto los siete ministerios

27
básicos o dones vocacionales o dones del Padre (Ro. 12:1-8), como al ministerio quíntuple, que son los
dones de la resurrección de Cristo, constituidos por Él para edificación y perfección de los creyentes
que al desarrollarse y al ser afirmdos y establecidos forman el cuerpo ministerial conformado de 7
servicios (1 Pe 5:10, Ef 4:11-12, Fil 1:1).

7.- Las siete lámparas dirigían su luz hacia delante, donde se encontraba la Mesa de los Panes de la
Proposición (Ex.25:37, Nm. 8:1-3), lo cual prefigura la necesidad de depender del Espíritu Santo, para
poder conocer las verdades espirituales de la sana doctrina, el Espíritu debe alumbrar los ojos de
nuestro entendimiento para el conocimiento de Cristo (Ef. 1:17-18). La Palabra es un misterio, a
menos que Dios la revele a y por medio de sus ministros llenos del Espíritu Santo (Ef. 3:2-5, 5:8, 18).

8.- Las siete lámparas llenas de aceite de oliva, se prendían por la tarde para que alumbraran toda la
noche (Ex. 27:20-21, 30:7-8). La noche prefigura el mundo en tinieblas y cada iglesia local debe ser luz
en el Señor, mediante la unción poderosa del Espíritu Santo, alumbrando con sus buenas obras y su
predicación, que traiga a los perdidos a la Salvación (Jn. 12:46, 2 Co. 4:6, Mt. 5:14-16, Lc. 8:16, 1 Pe
2:9, Ef. 5:11). Cuando en la eternidad sea establecido el reino donde Cristo esté reinando sobre toda la
creación para siempre desde la Nueva Jerusalén, ya no habrá noche (Ap. 21:25, 22:5); pero mientras
no llegue ese día sin fin, la luz del candelero debe alumbrar continuamente desde cada iglesia local.

9.- Las lámparas se aderezaban cada mañana, es decir, primero se limpiaban y luego se
recargaban de aceite de oliva, tipo del Espíritu Santo (Ex. 30:7, 37:23). Se usan utensilios de oro para
evitar utilizar directamente los dedos en la limpieza del candelero.
a) La limpieza se realizaba mediante unas despabiladeras de oro, que eran una especie de
tijeras para cortar las mechas quemadas, a fin de que no echaran humo, las mechas se recibían en los
platillos de oro. Esto sugiere que al probar a los verdaderos ministros, Dios es fiel para guardarlos, de
la misma manera que nuestras lágrimas son guardadas en el cielo (Sal 56:8). El recorte también puede
mostrar la importancia de la disciplina de la iglesia. El gobierno de cada iglesia local corrige y disciplina
cuando es necesario, para evitar el humo de la carne (1 Ts. 2:5-12), pero no usando el legalismo de los
dedos humanos, al utilizar las despabiladeras del amor, con misericordia y verdad (Pro. 16:6, 1 Co.
10:8-11, 2 Ti. 2:24-26). La autoridad con la que Dios opera a través de sus ministros no es para
destruir, sino para edificar, manteniendo el estándar con disciplina y gracia a la vez (2 Co. 13:1,3, 10).
b) Había tenazas de oro (Éx. 25:38). Si algo de los recortes caía en el suelo, no podía ser recogido
por manos de carne. El orden divino se rompe cuando intentamos manejar a un hijo de Dios durante la
prueba o la disciplina con cualquier otra cosa que no sean las tenazas de oro del amor de Dios.
c) Había vasijas para el aceite (Nm. 4:9). Existe una necesidad de tener reuniones de oración y
tiempos de alabanza con el fin de extraer de la reserva de Dios, y con el propósito de llegar a estar
“llenos” con la unción. Sin estas “vasijas para el aceite” las lámparas pronto dejarían de brillar. La
doble porción de los primogénitos (Dt. 21:15-17), misma que Eliseo anheló como doble porción del
Espíritu que había en Elías (2 Rey. 2:9-19), es prefigurado por estos vasos de reservas de aceite (Ex
27:20), estos se usaban para reponer el aceite en las copas del candelero, que le permitieran arder de
continuo toda la noche, y prefiguran los tiempos de oración y ayuno personal y congregacional, con

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sus tiempos de alabanza y adoración, que mantienen a la iglesia y a sus ministros llenos del Espíritu
Santo, para que no sirvan en su carne o capacidad natural, sino en el Espíritu, como es la voluntad de
Dios (Hch. 3:1, 12:5, 13:1-3, Mt. 25:1-10, 2 Ti. 2:20-21). Posiblemente los vasos de aceite permanecían
llenos al lado del Candelero y los dos platillos los cubrían para evitar que algo lo contaminara.

10.- Aunque su peso era de un talento de oro no se dan dimensiones. “Uno” habla de Dios,
y Él será tan grande en la iglesia local como se lo permitamos. Un talento nos muestra que Él está en
plenitud en los cielos y a disposición de su Iglesia, pero sus dimensiones en cada iglesia local,
dependerán de cuanto conocimiento se tenga de Cristo y su grandeza, mediante su Palabra, y de
cuanto se someta su gobierno y cada miembro de la iglesia local al señorío de Cristo (1 Co. 15:34) La
indiferencia, la ignorancia y la incredulidad, así como el deseo de controlar la vida de la iglesia de
acuerdo a perspectivas humanas, limitan a Dios; en cambio, la expectación, el conocimiento, la fe y
una dependencia humilde de Dios de su gobierno, van a engrandecer a Dios ante su Iglesia, y se
manifestará cada vez en mayor medida (Jn. 16:12-15, 2 Co. 6:11-13).

11.- En los viajes de Israel, el candelero y los utensilios eran cubiertos con un manto azul
y puesto dentro de una cubierta de pieles de tejones de pobre apariencia pero muy resistente (Nm.
4:9-10), se le colocaba puesto sobre una vara y transportado en los hombros de los Coatitas. El mundo
solamente ve la piel de tejón externa, nada de belleza en nosotros, pero oh, ¡que riquezas hay dentro!
(2 Co 4:7; Is 53:2). Sin embargo, “el principado sobre Su hombro” (Is 9:6), es llevado por la vara del
Espíritu. Jesucristo, siendo el mismo resplandor de la gloria de Dios, cuando se humanó para mostrar
la presencia de Dios con los hombres y para servir y morir por su iglesia; me movio en lo celestial, paño
azul, cuando fue lleno del Espíritu Santo, que le dotó del poder para cumplir la voluntad de su Padre
Dios (Hch. 10:38). Pero también se cubrió de la piel de tejones de la mansedumbre, para servir a su
pueblo sin atractivo exterior, pero con gran resistencia, para soportar los embates del enemigo hasta
la muerte de cruz, y así cubrirnos para salvarnos y darnos completa seguridad (Is. 53:2).
La gloria de Cristo, prefigurada por el candelero de oro, es depositada en la iglesia, con su
belleza y riqueza sin par, pero al ser manifestada en personas, su exterior no debe ser atractivo (Is.
53:2, 2 Co. 4:7); es decir, los ministros de Jesucristo, llamados a ser el gobierno de la iglesia deben
también cubrirse por el Espíritu Santo, y por la mansedumbre de Cristo, para proteger a la iglesia de la
intemperie, que tipifica los embates del diablo, del mundo y de la carne, como Moisés o Pablo y en
general todos los verdaderos ministros, a quienes el pueblo temía y obedecía, porque sabía que no
eran ellos sino Dios quien los respaldaba (Nm. 12:3-8, 2 Co. 10:1, Gá. 6:1, 2 Ti. 2:21, 25). De esta
manera la iglesia caminará llevando por todas partes la presencia de Dios, segura bajo la protección
de un ministerio competente (1 Co. 4:9-16, 2 Co. 3:4-6, 4:7-12, 6:4-10).

12.- Las parihuelas sobre las que se colocaba el candelero cubierto, ilustran al Espíritu Santo, y
los hombros de los levitas que lo cargaban, nos muestran que el principado o gobierno
debe reposar sobre el hombro de Cristo (Is. 9:6, 22:22).Los ministros deben aprender a
servir con mucho temor y temblor, es decir, con una total disposición reverente y alegre
para servir, dependiendo por entero de Cristo mediante su Palabra y el Espíritu Santo (Sal.

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2:11, 1 Co. 2:3, 2 Co. 7:15, Ef. 6:5, Fil. 2:12).

13.- El candelero se llenaba con aceite puro de olivas machacadas esto prefigura la obra del Espritu en
el gobierno y en el ministro que surge en momento de gran presion (Lc 22:39-46). Para que el Espiritu
de Dios fuese dado a los ministros fue necesario que el cuerpo de Cristo fuese triturado primero, es
esta obra de gran presion de Dios en la vida del gobierno lo que puede llevarlos a una dependencia
total (Jn 16:7, Jn 20:22-23, Hch 2:1-4, 2 Co 1:9, Ro 8:35-39).

14.- Las lampara ardian continuamente esto nos lleva a la verdad que la vida es gobernada por Dios en
todo tiempo, no solo los domingos. El gobierno y el servicio ministrial se ejerce siempre y no hay
horarios de oficina o trabajo para el ministerio (Jn 9:4-5, Jn 11:7-10, Jn 5:17, Hch 20:31, Hch 26:7, 1 Ts
2:9, 1 Ts 3:10, 2 Ts 3:8, 2 Ti 1:3). Cuando el ministro se ajusta a horarios de descanso o vacaciones o
jubilaciones ministeriales ha convertido su servicio a Dios en un trabajo empresarial.

15.- El candelero se mantenia limpio (Lv. 24:1-4). El gobierno de la iglesia no tiene que corromperse,
esto es ensuciarse (1 Ti 3:1-7, 2 Ti 2:15-22, Tit 1:5-9), exiten cerca de 25 requisitos en las cartas
pastorales referidas a los ancianos/obispos/pastores. La direccion de Dios ha de mantenerse fielmente
por el ministerio.

16.- Las lamparas se encontraban en orden. Cada ministro tiene su lugar y función; sin embargo,
trabajan en equipo (Hch 8:12-17, Hch 11:19-30, Hch 13:1-3). La vida y el minsiterio se encuentra en
orden (2 Ts 3:7,11) No existe una jerarquia piramidal o vertical, mas bien es una colaboración
horizontal (1 Co 3:6-10, 21-23, Gá 2:2 ). Los apostoles se someten al pastorado local (Hch 15:19-22,
Hch 21:18-26) y los pastores se someten al ministerio apostolico (1 Co 5:3-5). Cada uno de los
ministros cumple con su servicio en la área y en la manera que es conforme a su llamado, repetando
las áreas y actividades de los otros (Ro 15:20, Ef 5:21), colaborando siempre para la edicifacion de la
iglesia (Ro 12:3-13, 1 Co 10:17, 1 Co 12:12-27, Efe 4:11-16).

Nota: Finalmente, debemos reconocer que el Señor se pasea entre los Candeleros de las iglesias
locales (Ap. 1:12-13, 20) cuyos pastores están representados por las estrellas, siendo Cristo mismo la
Estrella de la Mañana (Ap. 2:28, 22:16), el príncipe de los pastores (1 P. 5:4). El Señor advierte que
quitará el Candelero de la iglesia que deje su primer amor y por lo tanto desconozca a Cristo como su
cabeza (Ap. 2:1, 5), profanando su gobierno divino (Col. 2:16-21), es decir, un grupo o grupos cristianos
que no reconozcan y se conformen al modelo de Dios para el gobierno de la iglesia, será una imitación
de iglesia, una organización y no un organismo vivo cuya cabeza es Cristo.

Tarea: Leer el nuevo testamento completo y encontrar todas las cosas con las cuales podemos ser
llenos.
Ejercicio con la mano (Ef 4:11).
I. Ministerio apostólico

30
Como ya vimos Jesucristo es el Apóstol de Dios por excelencia, pero decidió establecer personas
en este ministerio.
A) Descripción de los apóstoles
1. Mr 3:13-19 Judas estaba entre ellos
a) Falsos Apóstoles 2 Co 11:13-15
b) El que existan billetes falsos significa que no hemos de usar los verdaderos?
2. Características de falsos apóstoles 2 Co 11:18-20
a) Se centran en sus logros personales
b) Esclavizar – Los pone en servidumbre – Los privatiza
c) Les quita – Toma lo que tienen las personas (dinero y posesiones)
d) Se aprovecha - Devora – Malgastar los bienes de las personas (Luk 15:30)
e) Los controla – Les prohíbe o le exige autorización.
f) Les agrede - física o verbalmente.
3. Características de los verdaderos
a) 2 Corintios 11:23-29 / 2 Corintios 12:11-19
B) Características del ministerio apostólico
1. Forma parte de una congregación local de donde es enviado. Hch 13:1-3
2. Inicia la obra. 1 Corintios 4:15
3. Pone los cimientos, un fundamento doctrinal. 1 Corintios 3:10
4. Prepara y establece a los ministros. Hch 16:1-5
5. Apoya en la edificación de las iglesias locales. 2 Co 10:8
6. Disciplina a ministros en herejía, conductas no disciplinadas. 1 Co 5:5, 1 Tim 1:20
7. Edifica la vida de los ministros de las iglesias locales. 2 Tim 1
II. Ministerio profético
Como ya vimos Jesucristo es el Profeta de Dios por excelencia, pero decidió establecer personas
en este ministerio.
A) Descripción de los profetas
Al igual que el ministerio anterior muchos creen que este servicio ha cesado.
1. Hch 11:27-30; Hechos 13:1-2 El último profeta de carácter AT fue Juan el Bautista.
(Mt 11:13, Lc 16:16); inclusive Apocalipsis es un escrito altamente profético – Juan el Apóstol.
a) Falsos Profetas 1 Jn 4:1
b) Mt 7:15-20 Más que sus talentos y personalidad hay que observar su vida.
c) Mt 24:23-25 Hacen señales pero engañan – Advertidos.
Ver video “5 Personas Que Creian Ser Jesucristo, Falsos Cristos y Falsos Profetas, los anticristos”
https://www.youtube.com/watch?v=3Hpk_krDpU4
2. Características de falsos apóstoles Jer 23:9-40
a) Leer y resaltar características
3. Características de los verdaderos
a) Lo que predicen se realiza.
B) Características del ministerio apostólico
1. Consolaron y confirmaron a los hermanos con abundancia de palabras. Hch 15:32

31
2. Acompaña a los apóstoles en su función Hechos 15:32
3. Anuncian situaciones futuras. Hch 21:10-11
4. Hablan de manera directa y franca el mensaje de Dios Hch 21:10-11
5. Apoya en la edificación de las iglesias locales. Efe 3:5

III. Ministerio evangelistico


Como ya vimos Jesucristo es el Evangelista de Dios por excelencia, pero decidió establecer
personas en este ministerio.
A) Descripción de los Evangelistas
1. Hechos 21:8-9 Aquí aparece este ministerio 20 años después
a) Fue fiel y estable a Cristo y a su ministerio durante años.
a) Su familia fue la sabiamente alcanzada para el Señor
2. Características de Felipe el Evangelista
a) Hechos 6:5 lleno de fe y del Espíritu Santo
b) Hechos 8:1, Hechos 8:5-12 multitudes escuchaban – Hablar de Salomón
c) señales milagrosas (Muchos espíritus malignos fueron expulsados, paralíticos
o cojos fueron sanados)
d) la Buena Noticia acerca del reino de Dios y del nombre de Jesucristo.
e) Hechos 8:26-40 - V.30-31 Compasión por las almas
f) V32-34 Conocía las escrituras
3. Características de la función evangelista en Mujeres/todos
a) Juan 4:39-42 Mujer evangelista
b) Tarea de Todos Juan 4:34-38

IV. Ministerio Pastoral


Como ya vimos Jesucristo es el Pastor de Dios por excelencia, pero decidió establecer personas
en este ministerio. (He 13:20)
A) Descripción de los Pastores
La tarea pastoral es una de las más conocidas. Veamos sus características.
1. Buenos Pastores vs asalariados Jn 10:1-19
a) V.2 Es evidente su función reconocida y no su título.
b) V.3 Sus palabras son atendidas. Ha logrado autoridad confiable.
c) Conoce a cada una por nombre. Relación cercana.
d) V.4 Enfrenta con anterioridad. Experiencia probada.
e) V.9 Ofrece buenos pastos. Alimento sano.
f) V.11 Da su vida y tiempo. Entrega desinteresada.
g) V.13 Cuida de las vidas. Protección valerosa.
h) En el salmo 23 pudieran encontrar más detalles.
i) Jeremías 23:1-4 Juicio a los pastores malvados. Ez 34:1-10
2. Pero quisiera aclarar algunos aspectos.
a) Todos los pastores son ancianos pero no viceversa 1 Pe 5:1-4

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b) En una congragación local solo hay una cabeza y muchos apoyos.
c) No existe en la escritura pastor de jóvenes, pastor de niños, de pastores etc

IV. Ministerio Magisterial


Como ya vimos Jesucristo es el Maestro de Dios por excelencia, pero decidió establecer personas
en este ministerio.
A) Descripción de los Maestros
La tarea de maestro va muy ligada a la de pastor pero son distinguibles.
1. Características de verdaderos y Falsos maestros
a) Hechos 18:24-28 Apolos ejemplo de maestro
b) 2 Pe 2:1-3 Falsos maestros 2 Pe 2:9-19 (Judas 1:13)
c) Stg 3:1 Enorme responsabilidad
d) Ro 2:17-23 Otras características de Maestros negligentes
e) 2 Ti 4:3-4 Existen falsos maestros gracias a los “creyentes”.
3. Puede haber más de un ministerio por persona pero no todos 2 Tim 1:11

EL ALTAR DEL INCIENSO - Éx. 30:1-10, Éx. 30:34-38, Éx. 37:25-29


QUÉ REPRESENTAN: Espíritu y Verdad, representadas por los carbones de fuego y el incienso
seco colocado sobre el altar Jn. 4:24
EL ORDEN DIVINO PARA: La adoración que es el culto a Dios.

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En esta sección abordaremos el servicio que la Iglesia debe dar a Dios, incluye: la oración, la
intercesión, la adoración, la alabanza, la acción de gracias, el ayuno y las ofrendas.
En este tema hay un punto que quisiera aclarar adoracion y alabanza no son neceariamente
unicamente cantos. Toda expresión de nuestra vida que rinde culto a Dios es adoracion y alabanza. Y
con esto tambien quisiera abordar otro aspecto.
El culto dominical no es ni debe ser la maxima expresion de nuestra adoración personal. ¿Por
qué el domingo si puedo estar de pie 1 hora cantando y entre semana no? ¿Por qué el domingo puedo
estar 1 hora escuchando un estudio y entre semana no? ¿Por qué el domiengo mis hijos tienen una
clase de biblia de 1 hora y entre semana no? ¿Por qué el domingo abrazo y saludo a mis hermanos y
entre semana no? ¿Logran ver la gravedad del asunto? Romanos 12:1-2
Desarrollar He 9:1-14, He 10:1-24 ahora ¿como cumplir esto si solo se tratara de una adoración
individual? He 10:25
● Agregar a todos a whatsapp de “Alabanza para Dios”
Tarea: Lista y rol de oración permanente.

1.- El altar del incienso, era de madera dura del desierto que no se corrompe y cubierta de oro puro.
Cristo, quien era ambos, Hijo del hombre e Hijo de Dios, verdadero Dios y verdadero hombre, Él es la
base para toda nuestra adoración (Ef. 3:21, 1:6, 12). Es exclusivamente por medio de Él que podemos
adorar a Dios. Es privilegio de los redimidos por Cristo, poder ejercer el sacerdocio que ofrece
sacrificios espirituales agradables a Dios por medio de Cristo. (1 Pe 2:5).

2.- El Altar de oro era cuadrado como el Altar de los sacrificios, así que sus cuatro lados iguales nos
hablan también del corazón de Dios; de la manera en que su amor, con sus cuatro dimensiones, va a
ser expresado en el culto de adoración, para que seamos llenos de su plenitud (Ef. 3:17-19).

3.- Su altura de 2 codos, era mayor que la de los demás muebles de la tienda, mostrando con ello que
la adoración consiste en exaltar a Dios, ponerlo en alto en nuestro corazón, a fin de que su temor
santo nos permita caminar en todo tiempo delante de Él (Sal. 5:7, 132:7, Jn. 3:30); esa es la manera de
conducirnos en la tierra conscientes del cielo (Sal 108:5, 1 Pe 1:17, He. 12:28-29, Fil 2:9-11).

4.- Este altar, así como el otro, tenía también cuatro cuernos. La verdadera adoración libera el poder
de Dios en nosotros (los cuernos hablan de poder/autoridad). Si estás en aprietos, en vez de quejarte o
lamentarte, adora, alaba y da gracias a Dios y Él va a mostrar su poder para contigo y a través de ti
(Mt. 14:25-31, 9:18-19, 25). Pablo sabía del poder que libera la adoración, así que oró y adoró a la
media noche en aquella cárcel de Filipos; dolorido, incómodo por los cepos, y con la amenaza de un
día peor; pero la cárcel tembló, porque el poder de Dios fue liberado al adorar y reconocer al Señor
(Hch. 16:25-26, Stg 5:13-15).
5.- El Altar tenía una corona de oro/corniza que circundaba al incensario, ilustrando con esto,
cómo la adoración verdadera es protección, es decir, cuando adoramos nos estamos sometiendo a
Dios reconociendo su Señorío, es por eso que Él nos rodea de protección (Sal. 32:7, Sal. 95:6-7,

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Fil 4.6-7). Dios da autoridad a los verdaderos adoradores, porque adorar significa doblar la servís, es
engrandecerlo en total sumisión (1 Pe 1:5-7).

6.- El Altar tenía anillos de oro en sus esquinas, a través de los cuales se ponían las dos varas de
madera recubiertas de oro que servían para transportarlo. Las dos varas prefiguran nuevamente la
Palabra y el Espíritu Santo, por un lado la vara de la Palabra sostenida mediante los anillos que
simbolizan la cosa correcta y la manera correcta de dar culto a Dios, y por el otro, la vara del Espíritu
con sus los anillos, que representan la ayuda correcta y el tiempo correcto.
El culto es una de las siete cosas que Dios dio en custodia al pueblo de Israel (Ro. 9:4, He. 9:1,
6), podriamos citar ciertas maneras de expresión que Dios autorizó para rendirle culto, pero lo
importante, además de conocerla, es apegarnos a ellas y no añadir o quitar. Evita toda tradicion
humana como parte del culto a Dios.

7.- Esta era la pieza más cercana al Lugar Santísimo; aunque no estaba directamente dentro de él,
pertenecía a éste (He 9:3-4). La palabra “incensario” significa “altar”, pero también se refiere a la parte
superior del altar de oro que era llevada dentro del Lugar Santísimo una vez al año (Lv. 16:12-13). Esto
muestra que la adoración debe estar centrada en Cristo, ya que este altar estaba frente al arca, con el
velo entre los dos.
El hecho de que el Altar estaba localizado en el lugar Santo, sin embargo pertenecía al lugar
Santísimo, es decir, su posición era en el lugar Santo, mas su posesión era el lugar Santísimo (Ex. 30:6)
donde estaba el Arca del pacto, figura del Señor glorificado, lo que prefigura que cuando nosotros
adoramos a Dios en Espíritu y en Verdad desde la tierra, las cosas de Cristo en nuestro espíritu son
reveladas en nuestra alma por el Espíritu Santo (Jn.16:13-15, 2 Ts. 1:12, Ap. 5:7-14).

8.- El polvo de incienso seco, cuando entraba en contacto con los carbones encendidos recién
traídos del altar, llenaba toda la casa con su nube. El incienso prefigura la Verdad y las brasas, que
liberan su grato aroma para la nariz de Dios, prefiguran la obra del Espíritu Santo, que va a probar la
verdad de la Palabra en la experiencia del creyente. Esas son las dos características de la verdadera
adoración (Jn. 4:23-24). Cuando existe este tipo de adoración, iniciada por el Espíritu, toda la
atmosfera se carga. Dios no busca predicadores, busca adoradores verdaderos, sus ministros son
levantados del sacerdocio; primero es servir a Dios, luego servir a su pueblo; primero es la adoración,
luego, y como consecuencia de ello, será el servicio acepto a su Iglesia.

9.- Cuando Aarón prendía las lámparas en la tarde o las recortaba en la mañana, entonces el incienso
ascendía. lo cual ilustra el cómo la adoración debe acompañar tanto nuestros momentos de prueba
(Hch. 12:5), como nuestro testimonio acerca de Cristo (Hch. 4:24-31), porque es a Él a quien servimos.
Necesitamos pasar mucho tiempo en adoración en estas situaciones.

10.- Ningún fuego extraño debía ser puesto sobre el altar. Ninguna adoración de un alma carnal puede
sustituir la conexión divina con Dios que la adoración “en el espíritu” nos da. Tampoco puede

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cualquier celo mal dirigido o fuego extraño de espíritus extraños tomar parte en esta adoración sin
ministrar muerte al adorador (Lv. 10:1-2).
Su fórmula era exclusiva, santísima; no podía prepararse para agrado, gusto o satisfacción personal
porque es perfume santo a Dios, tampoco era posible quemar en el Altar otro incienso diferente (Ex.
30:9). El Espíritu Santo debe inspirar todo aquello que sea nuestra ofrenda a Dios (Sal. 87:7), porque Él
no recibe la gloria que los hombres le puedan dar (Jn. 5:41). La adoración es santísima para Dios,
siempre debemos tener cuidado para que no venga esterilidad espiritual a la iglesia por esta causa.

11.- El altar, como el resto del tabernáculo, era rociado anualmente con sangre – solamente a través
de la sangre hay un camino hacia la presencia de Dios.
En el día de las expiaciones el incensario era tomado del Altar e introducido por el sumo
sacerdote al lugar Santísimo, quien llevaba los puños llenos del incienso molido, y lo quemaba sobre
el propiciatorio, antes de rociarlo con la sangre del sacrificio (Lv. 16:12-14). Debemos tener la
seguridad que nuestra adoración llega a Dios porque el Sumo Sacerdote, Cristo Jesús, entró a los
mismos cielos para expiar nuestros pecados (He. 9:24), y fue su ofrenda y sacrificio un perfume grato
delante de Él (Ef. 5:1-2). El incensario es así una figura del corazón rendido, basado en la expiación
hecha por Cristo.
En ese día de las expiaciones, después de que el sumo sacerdote salía del lugar Santísimo,
santificaba en especial el altar de oro y sus cuernos rociándolos con la sangre (Lv. 16:18-20, Ex.30:10);
de la misma manera podemos estar seguros que desde que somos salvos podemos oficiar nuestra
adoración a través de Cristo, porque hemos sido santificados para adorarle (Ef. 1:5-7, 12, 14; 1Pe 1:2).
Ese es nuestro principal ministerio, es lo que nos llena de Él para después poder dar a los demás de
gracia lo que hemos recibido de gracia.

12.- En el verdadero culto, conviene ofrecer a Dios – como fuego puro – un incienso limpio y santo, es
decir, presentarle, por el Espíritu, la excelencia de la persona de Cristo. Al final del capítulo 30 del
Éxodo, que trata del altar de oro y de la fuente de bronce, se mencionan el aceite de la santa unción y
el incienso de aromas (versículos 22-38).

El aceite de la santa unción (versículos Ex 30:22-33) es una figura del Espíritu Santo, que
testifica a los adoradores acerca de los sufrimientos de Cristo. Se hallaba formada con cuatro
substancias distintas: la mirra, la canela aromática, el cálamo aromático y la casia.

I. La mirra nos habla de los sufrimientos de Cristo. Es una savia que gotea de las heridas hechas en el
árbol que la produce. Fue uno de los perfumes que los magos ofrecieron a Jesús cuando niño (Mt
2:11), a Aquél que había venido al mundo para sufrir y morir en una cruz. Era también uno de los
perfumes del bálsamo preparado por Nicodemo, cuando, con José de Arimatea, pusieron en un
sepulcro nuevo, el cuerpo del que dio su vida para la salvación de los pecadores y la gloria de Dios
(Juan 19:39). Notemos, también, que la mirra será uno de los perfumes que esparcirán su fragancia en
el día de Su gloria (Salmo 45:8 – LBLA).

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II. La canela aromática proviene de la corteza del árbol de la familia del laurel, llamado también 'árbol
oloroso': siempre verde, exhala un olor muy agradable: es la imagen de Cristo, hombre perfecto en la
tierra, de quien se desprendía sin cesar un perfume de agradable olor a Su Dios. (Cantares 1:3 – VM).

III. El cálamo (o caña) simboliza la flaqueza humana: delgado y frágil, es emblema de debilidad. Fue en
esta forma que Cristo, como hombre, anduvo aquí en la tierra. Caminaba, verdadero hombre,
sufriendo tal contradicción de pecadores contra Sí mismo (Heb 12:3), no teniendo lugar donde reclinar
la cabeza, pasando hambre y sed. Verdadero hombre, se hallaba en el huerto de Getsemaní, en agonía
(Lc 22: 39-44). ¡Qué perfume más excelente para Dios! ¡el perfume del cálamo aromático!... En cierto
modo, puede decirse que la canela aromática y el cálamo aromático son inseparables (250 siclos de
cada uno – 500 siclos de mirra excelente y de casia): las perfecciones de Cristo como hombre le
granjeaban la oposición del mundo, y mientras llevaba y sufría tal oposición en la flaqueza que aceptó
haciéndose hombre, el perfume del cálamo aromático subía hacia Dios.

IV. La casia es el fruto de un árbol grande y frondoso: simboliza la grandeza y dignidad de Cristo. ¡Cuán
majestuoso será cuando se realicen las palabras del Salmista! (Salmo 45:8). Por otra parte, ¡cuánta
dignidad hallamos en Su humillación! Todas las escenas de los evangelios reflejan aquella grandeza del
hombre Cristo Jesús, ¡Dios manifestado en carne!

Es de tan sublimes cosas que el Espíritu Santo quiere llenar nuestro corazón, especialmente cuando
nos hallamos congregados para adorar al Señor. Quiere ocuparnos de Cristo en todos los aspectos
simbolizados por los 4 ingredientes mencionados, para que nuestro corazón puedan rendir el culto
que Dios espera de nosotros, haciendo subir hacia Él un perfume de olor suave.

Con el aceite de la unción sagrada, se debía ungir la cabeza del Sumo Sacerdote, los utensilios del
tabernáculo, y los hijos de Aarón. Sólo con sangre se podía hacer esta última unción: una vez rociada la
sangre de la expiación (Éxodo 30:10), somos ungidos de la misma manera que Cristo, y el olor suave
que sube hacia Dios es el mismo que esparce la cabeza de nuestro Sumo Sacerdote. Siendo ungidos
con el mismo aceite que Cristo – aunque permanezca la verdad de que Él fue ungido con óleo de
alegría más que Sus compañeros (Salmo 45:7), y el mismo "incienso puro" habiendo sido puesto sobre
los doce panes y la ofrenda de presente – venimos a ser aceptos en el Amado, y así podemos adorarle
en el Santuario. (Efesios 1: 3-6; LBLA).

13.- El incienso o especias aromáticas (Éxodo 30: 34-38) se componía de perfumes ¡que sólo se
perciben en el cielo! Eran cuatro: estacte, uña aromática, gálbano aromático e incienso puro (limpio).
Es una tierra santa en la cual debemos andar descalzos... un incienso 'santo para Jehová, que Él solo
puede apreciar. (Éxodo 30: 37-38; VM).

I. El estacte representa, en los sufrimientos de Cristo, lo que se halla escondido a los ojos humanos.
¿Quién sino sólo Dios puede comprender lo que padeció Cristo como hombre aquí abajo, el Justo en
medio de los injustos, la luz en medio de las tinieblas? ¿Quién puede imaginar lo que fue para Él el

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combate que sostuvo durante la noche solitaria en Getsemaní? ¿Quién medirá la intensidad de Sus
sufrimientos en la cruz, primero de parte de los hombres, y luego cuando fue abandonado por Dios,
desde la hora sexta hasta la hora novena? ¡Dios solo puede sondear tan inmenso abismo de dolores!
¡Qué perfume más excelente subía hacia Él, mientras veía a su Hijo pasando por tales sufrimientos!

II. La uña olorosa – perfume que despide, cuando se quema, la concha de una especie de almeja que
sólo se encuentra en el fondo del mar –, nos habla de Aquél que tuvo que exclamar, por el Espíritu
profético: "Estoy hundido en cieno profundo, donde no puedo hacer pie; He venido a abismos de
aguas, y la corriente me ha anegado." "Un abismo llama a otro a la voz de tus cascadas; Todas tus
ondas y tus olas han pasado sobre mí." "Las aguas me rodearon hasta el alma, Rodeóme el abismo; El
alga (planta submarina) se enredó a mi cabeza." (Salmo 69: 1-2; Salmo 42:7; Jonás 2: 4 y 5). Dios podía
considerar, en el seno de los abismos, a Aquél que era su "compañero", 'el Hijo de Su amor', el gozo y
las delicias de Su corazón desde toda eternidad... ¡y un perfume de suave olor subía hacia El!

III. El gálbano, resina de una planta de África oriental, despide un olor fuerte y desagradable, y es de
sabor agrio, pero aventaja a algunos perfumes con los cuales se le mezcla. De la misma manera, si
Cristo es "olor de muerte para muerte", es decir, que el nombre de Jesús es como un olor
desagradable para el incrédulo, el cual no quiere que se le hable de Él, es "olor de vida para vida" (es
decir, para los creyentes). Compárese con 2ª. Corintios 2: 15-16.

IV. El incienso puro era el cuarto ingrediente que entraba en la composición de los aromas. El incienso
nos presenta, en figura, el buen olor de Cristo para Dios, la excelencia de Su Persona, Su intercesión y
Sus perfecciones. Sobre la ofrenda de oblación (o, de presente) – que era figura de la perfección de
Jesús como hombre aquí en la tierra – se debía poner incienso (Lv 2: 1, 2 y 16); también se ponía
incienso puro sobre los doce panes que se hallaban sobre la mesa limpia delante de Jehová (Lv24:6y7).

El incienso simboliza también a los creyentes, en la posición perfecta que es de ellos, en virtud
de la obra y de las perfecciones de Cristo. El perfume que subía hacia Dios cuando consideraba a
Cristo, hombre perfecto en la tierra, es el mismo que sube hacia Él ahora, cuando ve, en Cristo, a los
que Le pertenecemos como frutos de la Obra de la Cruz.

El incienso es figura de la intercesión y de las perfecciones de Cristo. ¡La excelencia de Su Persona es lo


que da tanto precio a Su sacrificio! Quemar el incienso sobre el altar, es presentar a Dios toda la
excelencia y todas las perfecciones del hombre Cristo Jesús, en Su vida y en Su muerte, en Su triunfo y
en la gloriosa posición que Él ocupa ahora a la diestra de Dios, coronado de gloria y honor. Este es el
verdadero culto, tributado según el pensamiento de Dios, en la obediencia a las enseñanzas de Su
Palabra. Consiste en no ocuparnos de nosotros mismos: si recordamos nuestra miseria pasada y
nuestras bendiciones, es únicamente para exaltar a Aquél que nos sacó del lodazal y nos elevó tanto.
Consiste en ocuparnos sólo de Cristo, de la excelencia de Su persona, de lo que fue para Dios en Su
vida, Su muerte y Su resurrección...

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Amados hermanos, si a semejanza de María aprendiésemos siempre a los pies puros del Señor,
llegaríamos al Culto con un vaso de ungüento de gran precio, y ¡toda la casa estaría llena de su
fragancia!
EL ARCA DEL PACTO - Éx. 25:10-22, Éx 37:1-9, Lv. 16:2
QUÉ REPRESENTAN: El Arca moraba bajo la gloria Shekina Éxodo 25:22
EL ORDEN DIVINO PARA: La gloria 1 Sa. 4:21-22; Heb. 9:5

El templo lleno de la Gloria de Dios

Éxodo 40:33-38 Gloria de su Nombre


2 Cr 6 – Consagración del Templo Gloria de tu Palabra 2 Cr 7:1-5 - 2 Cr 6:16-17
Hch 2:1-4 Gloria de su vida Ef 3:17-19, 2 Co 3:2-4
AP 15:1-8 – Ap 19:1-21 – Ap Ap 21:1-4, 9-11…21-27 Gloria de su presencia

1.- Su gloria es tan grande que se necesita un reino cuádruple para revelarla. Desde la creación hasta
el Sinaí, que comprende la era de los Patriarcas, el Reino de Dios mostraba la gloria de Su Nombre –
una gloria de fama. Del Sinaí a la cruz, el Reino de Dios mostraba la gloria de la Palabra – una gloria de
fertilidad (porque la Palabra es “semilla” y trae fruto). Del Calvario y a través de esta era de la gracia, el
Reino de Dios ha estado mostrando la gloria de Su vida – una gloria de favor. A partir de la venida
visible de Cristo y a través del milenio, estará la gloria de Su presencia – una gloria de compañerismo.

2.- Con lo anterior en mente, veamos como el Arca muestra Su gloria. De hecho, el arca misma
muestra la gloria de Su nombre (1 Cr. 13:3-6).
El Arca era llamada literalmente Arca de la Alianza, del Pacto, o del Testimonio (1 Cr. 13:6,
2 Sm. 6:2, 1 Sm. 4:4), porque era símbolo del compromiso que Dios hizo con su pueblo en el monte
Sinaí, era como la firma de Dios, su Nombre empeñado con su pueblo (Ex. 25:22, 29:43-46, 40:21).
Dios muchas veces perdonó al pueblo de sus faltas y aun cumplió su pacto a pesar de la infidelidad de
Israel a causa de su Nombre (Nm. 14:13-20 (Fama), Is. 48:11, Sal. 115:1). Cristo es ahora para nosotros
la garantía del Nuevo Pacto (2 Ti. 2:13), nos da completa seguridad en Él. Además su Nombre nos ha
sido dado para hacer las obras de Dios (Mr. 16:17-18), lo que significa que está siendo representado
por las iglesias que están sujetas a Él como cabeza. La voluntad creativa de Dios es manifestada por
medio de su pueblo, cuando éste hace sus obras; porque Dios se ha comprometido con todo su poder,
para obrar mostrando la gloria de su Nombre (Jn. 14:11-14). Por esa seguridad es que los apóstoles
Pedro y Juan sanaron al cojo de la puerta del templo "La Hermosa" (Hch. 3:16). Ese fue el motivo de
oración cuando los discípulos tenían problemas con los religiosos de su tiempo (Hch. 4:29-30), oración
que Dios contestó en manera gloriosa (Hch. 5:12-16). Esa debe ser nuestra manera de obrar, no
usando su Nombre como una fórmula mágica, sino como verdaderos embajadores que usan la carta
poder que Dios les dio (Hch. 19:11-17) y que les faculta para mostrar la luz gloriosa de Cristo a este
mundo en tinieblas (Col. 3:17). Esta es la gloria de lo que Dios hace.

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3.- Sus primeros dos contenidos, los mandamientos y libro de la ley, representan la gloria de Su
Palabra. El Arca era como un cofre donde Dios guardaba sus tesoros más preciosos reservados para su
pueblo, prefigurando el corazón de Dios (Mt. 6:21, 12:35). Dios mandó a Moisés poner dentro
del Arca: las tablas de la ley y la Torah (Ex. 25:16, 21, 40:20-21, Dt. 4:13, 10:1-5, 2 Cr 5:10, 2 Cr 6:10,
He 9:4). Este precioso contenido del Arca prefigura la gloria de su Palabra, es decir, la gloria de lo que
Dios tiene, la provisión divina que tenemos en Cristo dentro de nosotros, nuestra bendita herencia.
Cristo está representado por los tesoros de la sabiduría y conocimiento de Dios (Col. 2:2-3). Cuando
heredamos las promesas y principios de su Palabra, experimentamos la Voluntad justa de Dios
respaldando su estándar.

3.- El arca es una figura de Cristo (Rom. 3:25, “propiciación” significa literalmente “asiento de
misericordia”), y era la parte central en el campamento, y la guía durante la jornada. La vasija de mana
junto con la vara de Aarón que reverdeció y dio fruto, junto con el propiciatorio salpicado de sangre,
representan la gloria de Su vida (y Su vida entregada por nosotros). El propiciatorio con sus dos
querubines hecho de una sola pieza, rociado con la sangre del sacrificio el día de la expiación, nos
muestran que la sangre de Cristo fue rociada en nosotros, en nuestro espíritu, impartiéndonos su vida
(Gn. 9:4-5, Hch. 20:28), la vida de Cristo dentro del creyente, es decir, la gloria de lo que Dios es en
nosotros, manifestada a todos aquellos que quieren conocer más de Él, para que el creyente pueda
gloriarse en el cumplimiento de la Voluntad Específica que Dios tiene para cada uno. Cada creyente es
un canal en el que Cristo manifestará en manera particular aspectos de Él.

4. Finalmente, la columna de nube, donde el Señor moraba entre los dos querubines, muestra la gloria
de Su presencia. La Chekinna o columna de fuego que iluminaba el lugar Santísimo (Ex. 40:34-38, Lv.
16:2). Dios mismo habitaba entre los querubines y desde allí hablaba con Moisés declarándole su
voluntad (Ex. 25:22, Nm. 7:89).
El lugar Santísimo prefigura el tercer cielo, el trono de Dios, y ésta majestuosa luz entre los
querubines, su gloriosa presencia. La gloria de su Presencia, nos muestra lo que Dios es con nosotros.
Cristo prometió que Él estaría con nosotros todos los días hasta el fin del mundo (Mt. 28:20).
La nube de la presencia de Dios que se levantaba desde la tienda sobre todo el campamento, que los
guiaba y desde la cual descendía el Maná, es figura del Espíritu Santo guiándonos en la voluntad final
de Dios (Jn.14:26, 16:13-15).
¡Que gloria tiene Él para nosotros! La gloria de Dios viene cuando le damos a Él toda la gloria al dejarlo
a Él ser nuestro centro y nuestra guía.

4.- El arca estaba sola en el Lugar Santísimo (Ex. 40:20-21, 34-35,). Dios guarda Su gloria celosamente.
“y a otro no daré mi gloria” (Is. 42:8). Y siendo el lugar Santísimo una figura del cielo (He. 9:24) y
también de nuestro espíritu; el Arca representa al Señor Jesucristo glorificado, colocado a la gloria del
Padre como cabeza de la iglesia (Fil. 2:9-11, Ef. 1:20-23), pero también morando en el espíritu del
creyente.

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Él es ahora un Dios-Hombre glorificado (Jn. 17:1), que tiene el primado de todas las cosas (Col.
1:18-19), y en la tienda, que es su Iglesia, la gloria es para Él (Ef. 3:21, 1:6, 10, 12 y 14). Nadie puede
honrar a Dios sino a través de Cristo (Jn. 5:22-23, 1 Jn. 2:22-25, 5:9-12, Jn. 15:23, 16:27).

5.- Las dos varas del arca con las que era llevada por los Coatitas nunca debían de ser quitadas (Cristo
siempre está listo para moverse con Su pueblo). Ellas nos hablan de dos cosas que no pueden ser
separadas de la gloria de Dios – el Espíritu y la Verdad. Y debía de ser llevada por sacerdotes ungidos.
Hay principios ungidos que deben ser establecidos en ambos, el individuo y la asamblea si van a ser
portadores de la gloria. Llevar la vara que corresponde al Espíritu, debe ser hecho por los dos
hermanos “Consagración y Manifestación” (o sea, el fruto del Espíritu y los dones del Espíritu). Por
otro lado, llevar la vara de la Verdad debe ser hecho por los hermanos “Conoce la Palabra y Haz la
Palabra”(2 Ti. 2:5). Este balance es necesario para la gloria de Dios, como está establecido en las
Escrituras (2 Ts. 2:13-14). La iglesia de Corinto tenía el “Hermano Manifestación” pero le faltaba el
“Hermano Consagración”, así que Pablo pone 1 Co. 13 entre los capítulos 12 y 14.

6.- Como los demás muebles del lugar Santo, el Arca era de madera de acacia recubierta de oro por
dentro y por fuera. La madera nos habla de la humanidad de Cristo y el oro de su divinidad.

SU CONTENIDO Y LA CUBIERTA DE ORO, en su conjunto, también tipifican lo que Cristo fue hecho por
Dios en nosotros: Sabiduría, Justificación, Santificación y Redención (1 Co. 1:30-31), mostrando de la
misma manera las cuatro glorias de Dios:

10.- La urna con Maná tipifica la Sabiduría escondida. Maná quiere decir: "Qué es esto" (Ex. 16:15), y
cuando el corazón no entiende y pregunta: ¿Qué es esto?, Dios tiene una revelación de Cristo, ya que
Él es la Sabiduría de Dios que está en nuestro espíritu, como el pan vivo que descendió del cielo (Jn.
6:47-51, 63). La urna de oro que lo contenía prefigura el amor divino, como la manera de poder recibir
revelación mediante el Espíritu Santo (1 Co. 2:7-10, 1 Pe 1:12). Cuando Dios derramó sobre su Iglesia
naciente el bautismo con el Espíritu Santo, también la gente preguntó lo mismo: ¿Qué es esto? (Hch.
2:12), y la respuesta de Dios fue, que el Maná escondido a la mente natural, la Sabiduría de lo alto, es
revelada por el Espíritu Santo, cuando nosotros hablamos la sabiduría oculta en lenguas desconocidas
(1 Co. 14:2, con 2:11-16), pues así es como nosotros recibimos la mente de Cristo. Siendo la sabiduría
de lo alto la que nos permite obrar correctamente o practicar la voluntad de Dios, corresponde a la
Gloria de su Nombre.

11.- La Justificación es Cristo también en nuestro espíritu, Dios nos declaró justos en Él, y con ello puso
en nuestro espíritu su justicia prefigurada por las tablas de la ley, su estándar, su perfecta ley (He.
8:10, 10:16-18). Cristo nos hizo perfectos en nuestro espíritu por su justicia, puso su ley en nuestros
corazones (justificación), ya no en tablas de piedra fuera, de nosotros, sino en las tablas de carne de
nuestro corazón regenerado (2 Co. 3:2-3); y cada día está copiándola a nuestras almas, en la medida
en que obedecemos en fe su Palabra justa (santificación). Experimentar la fidelidad de Dios en el
cumplimiento de sus promesas nos mostrará la gloria de su Palabra.

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12.- La provisión de Santificación también fue puesta en nuestro espíritu para conformar nuestra alma
a la semejanza de Cristo (2 Co. 3:18). La cubierta del Arca o Propiciatorio, era una plancha de oro
macizo, circundada por una cornisa de oro y los dos querubines de oro puro, tipo de la divinidad de
Cristo, labrada toda a martillo en una sola pieza. Los querubines tenían sus alas extendidas cubriendo
el propiciatorio y sus rostros hacia él, era uno como el reflejo del otro (Ex. 25:18-21). Los querubines
eran llamados literalmente los querubines de gloria (He. 9:5). Siendo de oro puro representan que
Cristo es Dios (Ro. 9:5, Tit. 2:10, 13); por lo que tenemos en nuestro ser su naturaleza divina y somos
uno con Él (1 Co. 6:17, Ef. 4:3-4), por lo tanto, al tenerlo en nuestro espíritu tenemos Vida eterna (1 Jn.
5:11-12). La salvacion es un proceso que continua denomido santificación (Fil 2:12, He 2:3).
El día de las expiaciones, el sumo sacerdote ponía el incensario con incienso molido sobre sus
brasas, en medio de los querubines y rociaba la sangre del sacrificio siete veces sobre él (Lv. 16:12-14);
sangre que clamaba misericordia y que es figura de la Sangre de Cristo, que nos redimió con su Vida
misma, porque la vida está en la sangre (Lv. 17:14), y por lo tanto, la salvación que obtuvo es eterna.
La Santificación la manifestación de su vida en nosotros (Ro. 6:22). Es la gloria de su vida haciéndose
carne en nosotros, impartiéndonos su naturaleza santa como el fruto del Espíritu de Cristo (Gá. 5:22-
23, Ef. 5:9-10). Hay provisión en Cristo desde nuestro espíritu para vivir una vida agradable a Dios,
llena de frutos de justicia que son para su gloria y loor (Fil. 1:9-11).

13.- La provisión de Redención para poder disfrutar la posesión adquirida por Él para la alabanza de su
gloria (Ef. 1:14, Gá. 6:8-9, Col. 3:24), está prefigurada por aquella vara de almendro de Aarón, el sumo
sacerdote, que reverdeció y fructificó en una noche, testimonio a los rebeldes para que temieran a
Dios que moraba entre su pueblo. Siendo además un tipo de la resurrección de Cristo, prefigura
también nuestra propia resurrección, es decir, nos muestra que Él permanece con nosotros ahora,
pero que en aquel día disfrutaremos plenamente de la gloria de su presencia (Mt. 28:20, Col. 3:4). Es
por eso que la gloria de su presencia consiste en que Él es ahora en nosotros la esperanza de una
gloria mayor en aquel día (Col. 1:27).
14.- Para transportarse, el Arca era cubierta con el velo de la tienda, que separaba el lugar Santo del
Santísimo, luego con las pieles de tejones, y encima el paño cárdeno (azul) (Nm 4:4-6), tres cubiertas
sobre lo que representaba la gloria de Dios. Dios estableció que sobre toda gloria habría cobertura (Is.
4:5), prefigurando con ello que no debemos ostentar como nuestra, la gloria que resulte de un servicio
acepto a Dios, sino servirlo considerándolo como un privilegio que Dios nos concede (1 Pe 4:11, 1 Co.
10:31, 15:10, Jud. 1:24-25).

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2.- Las Verdades del Reposo – Muestran un panorama de cómo Cristo mismo es nuestro reposo de las
toda obra y autorealizacion terrenal y celestial. Estas verdades establecen un modelo para entrar en el
Reposo y las fuentes de la falta del Reposo.

“Las Verdades del Reposo Prueban que estamos en la


voluntad de Dios por la
Paz de Su gracia. Romanos 1:7”

Nos prueban que estamos en su voluntad He 3:7 – 4:16, Sal. 37, Mt. 11:28
Prueba: que estamos En Él. - Nos da la prueba de la voluntad de Dios

¿Qué es reposo? Pablo dijo, “Pero de ninguna cosa hago caso” (Hechos 20:24), me gusta mas la
traduccion en ingles que dice "None of these things move me". Eso es reposo. La Sunamita, a pesar de
tener a su hijo muerto, confesó, “nos va bien” (2 Reyes 4:26). Sus ojos estaban en la promesa, no en
las circunstancias. Eso es reposo. Pablo y Silas podían cantar en la cárcel a media noche. Eso es reposo.
Cristo nunca habló de Sus propios sufrimientos mientras estaba en la cruz, sino que intercedió por
nosotros. Eso es reposo.
El reposo es de suma importancia, tiene diferentes connotaciones en la Palabra de Dios, y
entenderlo y practicarlo es esencial para caminar en madurez espiritual. Dios reposó y estableció un
día de reposo (Gn 2:1-3). En Hebreo, es Shâbath, que significa reposar o desistir de un esfuerzo. Este
día fue dado como un mandamiento al pueblo de Israel (Ex. 20:8-11), el día de reposo, el séptimo día,

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después de las labores de toda la semana, les fue dado con el propósito específico de permitir a Dios
obrar su santificación en su pueblo mientras él reposaba buscando su bendición (Ex. 31:13).
Cuando el pueblo de Dios aprende a reposar, Dios trabaja. Cuando nosotros reposamos
Dios trabaja; pero cuando nosotros trabajamos – en esfuerzo propio, en ansiedad, luchando en
lugar de confiar – Dios descansa. Daniel descansó en el foso de los leones. Los jóvenes hebreos
descansaron en el fuego. Aún aquellos que murieron como mártires lo hicieron en reposo, y mire
como Dios trabajó para multiplicar la semilla sembrada.
El reposo es un estado relajado de equilibrio o balance, como el que guarda el fiel de la
balanza; es como la llanta de un auto que corriendo a 140 Km/h no vibra porque está alineada y
balanceada. Es plena actividad sin preocupación. Este reposo se dará sólo cuando estamos centrados y
cumpliendo la perfecta y agradable voluntad de Dios. El reposo del pastor se dará mientras pastorea
con la gracia de Dios; el evangelista reposará mientras predica en la virtud del Espíritu Santo. El
maestro reposará en la medida que transmite la revelación enseñando a la gente las verdades
espirituales; el reposo del profeta es buscar la inspiración e inspirar al pueblo de Dios para buscarle
con el corazón, y el del apóstol, se dará en la medida que pueda establecer a las iglesias sobre el
fundamento doctrinal, velando por su desarrollo balanceado hasta alcanzar la madurez. El reposo de
cada creyente se dará en la medida en que cumpla el propósito para el cual Dios lo alcanzó (Fil. 3:12).

El Reposo tiene tres aspectos generales para el creyente:


1. Reposo para el espíritu “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré
descansar” (Mt. 11:28). Recibimos este reposo cuando venimos a Cristo y nuestros espíritus lo reciben.
2. Reposo para el alma “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y
humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.” (Mt. 11:29). Recibimos este reposo
cuando nuestras almas se someten al yugo de amor de Cristo diariamente.
3. Reposo para el cuerpo “Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el
Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen.”
Recibiremos ese reposo al gozar de un nuevo cuerpo glorificado (Ap. 14:13).
Shûnêm significa lugar de doble reposo, era el nombre de una ciudad de donde era una mujer
estéril a quien Dios concedió milagrosamente un hijo, por una palabra creativa del profeta Eliseo. La
Sunamita es un ejemplo excelente de este doble reposo, interior y exterior, que ella experimentó en
las difíciles horas en que perdió a su hijo, cuando en vez de dejarse llevar por el dolor, con paz pudo
pedir a su esposo licencia para buscar al profeta, y hacerlo para conseguir otro milagro de Dios,
porque se conservó en su paz (2 Ry. 4:18-37). En reposo cuando no tenia hijos y despues de haber
recibido hijo y al haber muerto siguien en reposo confiando que el profeta Eliseo haria algo.
El reposo de Dios es el que llevó a Daniel a desafiar un edicto real para hacer la voluntad de
Dios, aunque en ello arriesgara su vida, por lo cual vio la liberación de Dios prodigiosamente, cerrando
la boca de los leones, porque él hizo lo correcto frente a sus enemigos, sin ser afectado por sus planes
de destrucción (Dn. 6:6-24).
El rey Josaphat pudo experimentar este reposo sobrenatural (2 Cr. 20:1-25), no porque
estuviera fuera de dificultades, sino en medio de ellas, Jerusalén estaba sitiada por poderosos ejércitos
confederados dispuestos a destruir la ciudad, clamó a Dios y el profeta Jahaziel les dio la respuesta de

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reposar para ver la gran salvación de Dios en su situación tan crítica. Por tanto no es resignación,
pereza o negligencia. Ellos reposaron, obedecieron, alabaron a Dios y experimentaron en reposo su
salvación.
Dios preparó un reposo para su Pueblo Israel (Jr. 31:1-2), y tiene preparado un reposo para el
creyente y la iglesia (He. 4:4, 9-11). La paz sobrenatural de Cristo que guarda su corazón y su mente en
Él, diferente a la paz del mundo que se siente sólo cuando todo es fácil y va bien (Jn. 14:27, 16:33).
El reposo de Dios es necesario en esta dispensación, para dar lugar a la gracia que obra de
parte de Dios en el creyente: o lo hace el creyente en su capacidad, o deja que Dios lo obre en él por
su suficiencia divina (He. 4:9-10).
El Señor Jesús fue un hombre que experimentó un perfecto y permanente reposo espiritual
durante toda su vida terrenal, que quiere compartir con nosotros mediante seguir su ejemplo (Mt.
11:28-30).
Pablo también experimentó este equilibrio espiritual y en medio de las dificultades que sufriría,
pudo decir que nada lo movía de su determinación de acabar con gozo su carrera y cumplir el
ministerio que había recibido del Señor Jesús (Hch. 20:22-25, Fil. 1:12-14).
Reposar no es hacer nada, sino hacer bien la voluntad de Dios; una cosa es reposo y otra cosa
es pereza. El rey Salomón decía que el reposo del ignorante lo matará (Pro. 1:32); Isaías el profeta,
añade que el reposo del entendido lo afirmará (Is. 30:7, 15).

El reposo de un edificio son sus cimientos, que trabajan sin moverse, soportando su carga
muerta y las cargas vivas. Una vida llena de reposo es una vida consciente de quien es su Dios (Pro.
19:23), cual es su propósito para con su pueblo y colabora con Él para su cumplimiento (Sal. 116:7).
Mientras que la diligencia es consecuencia del reposo, el apresuramiento es falta de reposo
(Pro. 19:2). La negligencia es pereza que pierde las oportunidades, el reposo en cambio, es la acción
confiada que las asegura. Pablo afirmó que nada lo podía mover fuera, cuando se movía dentro de la
voluntad de Dios (Hch. 20:24). La ansiedad es falta de reposo; el estrés es por falta de reposo. Cuando
el alma reposa Dios trabaja en ella desde el espíritu.

7 MANERAS DE ENTRAR EN EL REPOSO DE DIOS y 7 FUENTES DE FALTA DE REPOSO


FE EN LA PALABRA DE DIOS Ex. 12:28, Heb. 4:3,

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¿CÓMO PODEMOS ENTRAR EN ESTE REPOSO?
Hay siete áreas en las cuales los cristianos pueden salirse del reposo. Sin embargo, Dios ha provisto la
solución para cada una de ellas. Si estamos dispuestos a meditar en Su Palabra y a disciplinar nuestros
pensamientos para que se conformen a Su Palabra, entraremos en Su reposo. Estudiemos en oración
cada una de estas áreas. La plenitud de la revelación de Dios llega cuando venimos a Él y le permitimos
que nos la revele.

A. Fe en la Palabra de Dios. Israel no entró en su reposo de Canaán porque limitaron a Dios. “Y volvían,
y tentaban a Dios, y ponían límite al Santo de Israel.” (Sal. 78:41 RV Antigua). “Limitaron” aquí
literalmente significa “horizonte”. Trataron de meter a Dios en su pequeña caja de cinco sentidos.
Todo el tiempo Él estaba queriendo levantarlos a través de la fe en Su Palabra el gran trono de Dios en
los cielos. La fe en la Palabra trae reposo (Heb. 4:2-3).
La paz espiritual que Cristo nos ofreció, no depende de que las circunstancias sean favorables,
sino de que se crea lo que dice la Palabra de Dios (Jn. 14:27, Ro. 4:21). El que tiene Fe en la Palabra de
Dios reposará confiadamente hasta que ésta se cumpla (Pro. 28:1, Sal. 119:41-42, 49-50, Sal. 68:28).
Esta es la primera de las siete maneras de disfrutar del reposo de Dios. Las circunstancias, los
síntomas, las evidencias naturales, pueden estar contradiciendo lo que Dios asegura en su Palabra;

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pero la paz sobrenatural que imparte va a guardar nuestro corazón y nuestros pensamientos en Cristo,
va a gobernar al creyente al conservarlo en el reposo espiritual (Col. 3:15). El reposo de Dios no es
lógico, pero es más real que lo que perciben nuestros sentidos naturales y nuestra razón. Mucha paz y
seguridad tienen los que aman la Palabra de Dios (Sal. 119:165). Fe en la Palabra de Dios acepta como
lo único razonable lo que Dios dice, el que se establece en ello reposa en fe, porque sabe que es la
Verdad. La fe viva no considera las promesas de Dios como una opción, sino como la única opción (Ex.
12:28); es entonces que se libera el poder milagroso del evangelio, que sabe que lo único imposible es
que algo que Dios ha dicho sea imposible (He 6:18), y da lugar a las maravillosas manifestaciones de su
poder y amor ilimitados (Mt. 15:25-28, 8:7-13, 9:22).
Dios ofrece reposo al que puede creer su Palabra (Is. 48:18). Mientras más conoces y crees las
Escrituras, mayor será tu paz (Is. 54:13-14). El cumplimiento de su Palabra es la manifestación de la
justicia para todo aquel que está confiado, en su reposo (Is. 32:17-18).
En los problemas, la lógica mental nos llena de ansiedad porque concluye que las cosas sólo
pueden terminar mal, en cambio la lógica espiritual nos llenará de reposo. La Biblia es lo más
razonable para el que la cree, es por eso que puede reposar en medio de la tormenta. Cristo dormía en
medio de aquella terrible tempestad que llenó de espanto a los rudos y experimentados pescadores,
porque tenía fe en la Palabra de su Padre, por eso cuando se levantó y la confesó, cesó la tormenta
(Mt. 8:23-27, Heb 11:28).

A. Incredulidad Muchos creyentes buscan el secreto del reposo. Sin embargo, tristemente vemos que
a lo largo de sus vidas nunca entran en la plenitud que Dios ha destinado para Su pueblo, ¿Qué nos
impide entrar en este reposo? Hebreos 3:18-19 nos dice que Israel no podía entrar en Su reposo por
causa de incredulidad. La incredulidad mantiene a muchos cristianos atrapados en el miedo y la
ansiedad y les impide recibir victoria (Heb. 4:3).

B. Cesando del Esfuerzo Propio El apóstol Pablo se convenció de que, para realizar la empresa que
Dios encomendó a la iglesia, nadie es por sí mismo suficiente (2 Co. 3:4-6). La única manera de cumplir
cabalmente la voluntad de Dios es depender por entero de su gracia (1 Co. 15:10). Pablo era un
hombre en lo natural muy destacado, era una persona muy brillante, su carácter era recio y su corazón
valiente; por lo que sin duda, muchas veces cedió a la tentación de esforzarse en sí mismo para tratar
de alcanzar la meta propuesta. Por esa causa Dios tuvo que llevarlo a extrema debilidad, para
enseñarle este indispensable principio de reposo (2 Co. 12:7-10, 1:9).
Como doctrina, el apóstol establece que entrar en el reposo de Dios, implica necesariamente
reposar de nuestras obras (He. 4:9-11). Para reposar debemos aprender a echar toda nuestra ansiedad
en Cristo reconociendo que Él tiene cuidado de nosotros, porque puede donde nosotros no podemos
(1 Pe 5:7, Ex. 6:6, Ex. 14:14).
Esfuerzo es concentrar las fuerzas, "Dadme un apoyo y moveré al mundo" dijo Arquímedes, el
sabio griego, cuando descubrió el principio del brazo de palanca. San Pablo le dijo a Timoteo:
“Esfuérzate en la gracia” (2 Ti. 2:1), es decir, apóyate en la gracia, o toma el poder de la gracia y
concéntralo en hacer la obra que Dios te ha encomendado. El reposo es el cese de nuestro propio
esfuerzo para permitir que la gracia de Dios opere sin obstáculos. Nuestro propio esfuerzo es carnal, la

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gracia es espiritual; nuestro esfuerzo se da al nivel de la ley y por lo tanto trae frustración y
condenación (Gá. 2:16, 21, 3:2, 5, 10), es ofensivo a Dios, mientras que el esforzarse en la gracia lo
glorifica. Somos ministros competentes del Nuevo Pacto, el del Espíritu y no el de la letra (Ro. 7:6). El
capítulo 7 de Romanos trata el problema del esfuerzo propio del cristiano y concluye que es frustrante
y lo hace sentirse un hombre miserable.

B. Esfuerzo Propio; Preocupaciones. Aferrarnos a nuestros problemas y no cesar de nuestras propias


obras de esfuerzo propio impiden el reposo en nuestras vidas. En otras palabras, cualquiera que se
aferra al mástil del esfuerzo propio, tratando de “ayudar” a Dios, nunca tomará el mástil del reposo,
porque están muy lejos el uno del otro. El justo Job creyó que Dios lo bendijo en base a sus buenas
obras, y se aferró a su propia justicia. Casi murió, pero finalmente dejó ir su justicia, que simboliza lo
que necesitamos hacer cuando venimos al Calvario. Después se dio cuenta de que era solamente por
gracia, y el reposo vino a él (Job 27:6; 33:24, Is. 26:12). Otros, a través de la preocupación, se aferran a
sus problemas. “Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros” (1 Pe.
5:7). Dios no tiene problemas (Heb. 4:10). Cuando David estaba cargado con preocupaciones en el
desierto, David aprendió un secreto. El comenzaba a alabar a Dios en lugar de murmurar, y lo que
podía verse como un problema llegó a ser en realidad solamente una prueba de fuego. El fuego
quemó solamente lo que necesitaba ser quemado en él, y lo demás fue purificado.
Cese del esfuerzo propio es como dejar de pedalear una bicicleta para subir una cuesta, y en
lugar de ello, hacerlo en un coche automático, con dirección hidráulica y aire acondicionado; esto lo
digo como ilustración del reposo en el Espíritu, en contraste con el esfuerzo propio.

C. Vida en el Espíritu. Esta manerar de entrar en el reposo es un secreto que lleva a la paz (Is. 28:11-12,
Sal. 68:9). El reposo viene cuando nuestras vidas están continuamente llenas del Espíritu Santo (Ef.
5:18-20). Hablar en lenguas nos lleva a rendirnos a la guía del Espíritu Santo, lo cual nos capacita para
entrar en el Reposo (Rom. 8:6). El apóstol exhortó a los Gálatas a que en vez de codiciar vana gloria, si
ya tenían vida en el espíritu, caminaran también en Él (Gá. 5:25). Los re nacidos del Espíritu son como
el viento, pueden extender las alas de la fe y levantarse sobre las circunstancias (Jn. 3:8).
Recordemos que cuando Dios condujo a su pueblo por el desierto, la nube los cubría, esa nube
prefigura al Espíritu Santo (Neh. 9:19-20). La profecía de Isaías acerca de esta manera de entrar en el
reposo de Dios, la refiere en el capítulo 28:11-12 (1 Co. 14:21), hablar en lenguas es como empezar a
volar en el Espíritu, éste es el reposo y refrigerio de la vida con Dios; es remontar el vuelo sobre las
tormentas del alma, mediante las alas de la fe.

C. Frustración Espiritual. Pablo contrasta en el capítulo 8 de Romanos la vida en el Espíritu, con la vida
legalista y carnal que viven muchos cristianos, descrita en el capítulo 7, dándonos la clave, mortificar la
carne por el Espíritu (Ro. 8:13-14). El reposo de fe viene por orar en el Espíritu Santo (Jd. 1:20). Es
lamentable ver que muchos cristianos se conforman con vivir una vida natural teniendo una súper
abundante vida espiritual.

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D. La Armonía a través del Ministerio del Cuerpo. Tratar de meter un cubo dentro de un agujero
redondo será complicado. Cada miembro del Cuerpo de Cristo tiene un ministerio particular (1 Co.
12:25-27, 1 Co 14:26). Cuando un miembro encuentra su lugar en el cuerpo de Cristo, entonces
encuentra reposo. Mantenerse integrado a la iglesia local y disfrutar de las funciones de cada uno de
sus miembros, que sujetos a la cabeza de la iglesia que es Cristo, se ayudan y edifican mútuamente,
mantiene a cada congregante en paz.

D. Discordia en las Relaciones. Un cristiano fuera de reposo, es aquel que vive sin compromiso con su
iglesia local, es un peregrino que al no pertenecer a una iglesia, va a carecer del balance y del reposo
que Dios da por la interrelación de los miembros de su cuerpo, al ministrarse unos a otros en amor (Ef.
4:14-16). De la misma manera como cuando un hueso se encuentra fuera de su articulación, el dolor e
incomodidad que se produce es fuente de falta de reposo. Necesitamos de los demás, somos parte de
un mismo cuerpo, no debe haber desavenencia entre los miembros de una iglesia local, sino interés de
los unos por los otros (1 Co. 12:14-21). Nuestro reposo consiste en ocupar nuestro lugar en el cuerpo y
ejercer nuestra función; dar lo que tenemos de Cristo y recibir de los demás lo que Cristo les ha dado
de gracia; necesitamos de nuestra iglesia local y ella nos necesita. Si no estamos en alguna reunión, va
a perder la bendición que Dios escogió darle por medio nuestro, y nosotros perderemos la bendición
que Dios quería darnos a través de todos los demás.
Hay cosas que Dios jamás nos dará solos, porque es en la iglesia en donde va a fluir a través de
todos y cada uno de los que la integran (Sal. 133, He. 13:1, 10:23-25, 1 Pe 2:17).
La seguridad de las ovejas es el rebaño con su pastor, la oveja descarriada se expone a infinidad
de peligros, es fácil presa de los depredadores o que caiga por los despeñaderos.
E. Sumisión a los Ministerios de Cristo. El Reposo llega a través de la sumisión, primeramente, al
Señorío de Cristo, y después como una extensión de eso a sus ministerios (Heb. 13:7,17). Es obvio
decir que cuando una oveja se somete a un buen pastor que sabe dónde hay pastos verdes ese reposo
le estará esperando. Su paz va a reinar en aquellos que caminan en sumisión (1 Ts. 5:12-13, 1 Co.
16:16). La poderosa mano de Dios va a ministrar reposo a aquellos que reconocen a Cristo y se
someten a Él mediante el ministerio quíntuple (Ef. 4:7-13), entonces disfrutarán del reposo de conocer
y participar de las bendiciones que Dios derrama sobre los que hacen su voluntad (1 Pe 5:6). Al
someternos transferimos la responsabilidad de nuestro cuidado a quienes nos sometemos, por lo
tanto, ellos darán cuenta de nosotros, velarán por nosotros y descansaremos seguros (He. 13:17).
Los ministros reposan más cuando hay sumisión en los creyentes, oran por ellos con alegría y
no gimiendo. El gozo es un fruto del reposo, es parte de la satisfacción de cumplir el propósito de Dios
que es el perfeccionamiento de la Iglesia (2 Co. 2:9, 7:14-16, 13:11)

E. Orgullo y rebelión. La sumisión es necesaria para reposar, en cambio la rebelión aparta del reposo.
Desde el recorrido de Israel por el desierto el corazón orgulloso y rebelde ha sido un obstaculo para
entrar en la tierra prometida, la tierra de Reposo (He 3:7-11,15-18, He 4:7). Al ser Cristo el reposo del
Padre (He 4:4, 10, Jn 19:30) y de la Iglesia (Mt 11:28-30, Mt 12:8) quien se presenta en orgullo es
alejado de Él (Stg 4:6, Sal 138:6, Pr 8:13, 1 Pe 5:5, Dn 4:37, Sal 18:27).

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De manera similar, la rebeldia te aleja del reposo. La autoridad fue establecida por Dios para
brindar paz. Un sistema judicial recto logra quietud y reposo, mas para los que esta fuera de la ley
produce temor e inquietud (Ro 13:1-8). Esto no solo aplica al ambito social. La autoridad establecida
en la relacion matrimonial, familiar, labolar y eclesiastica esta bajo esta regla. No se diga la autoridad
Divina.

F. El Crecimiento trae reposo: a diferencia del tiempo cronologico en el ambito natural, en el


ambiente espiritual, el tiempo de crecimiento puede ser acelerado o retardado dependiendo de
nuestra decisión de seguir a Cristo de todo corazón (Mt. 11:29). El crecimiento conlleva una mayor
capacidad y por lo tanto más seguridad (Lc. 2:40, He. 13:9).
La madurez que viene al caminar en los caminos de Dios, es reposo a nuestras almas (Jr. 6:16).
Madurez es permitir que Cristo viva a través de nosotros. El reposo es la muerte a nosotros mismos,
que libera el poder de la resurrección de Cristo por medio nuestro, eso es crecimiento espiritual y por
lo tanto reposo.

F. Inmadurez: La niñez es sinónimo de inestabilidad, la madurez de reposo (Ef. 4:14). Un bebé depende
por entero de sus padres, no puede valerse por sí mismo para nada, los padres reposarán más a
medida que el hijo crezca y sea capaz de hacer más cosas cada vez (Pro. 29:17). Algunas áreas en el
carácter de un creyente pueden ser más como una estructura pobremente construida que necesita ser
derribada y reconstruida. Estas personas solamente pueden encontrar reposo a través del verdadero
crecimiento en gracia (2 Pe. 3:18).
El apóstol Pedro nos enseña los nueve peldaños del crecimiento espiritual que establecen al
creyente en el reposo de Dios: Diligencia, fe, virtud, ciencia, templanza, paciencia, temor de Dios,
amor fraternal y amor (2 P 1:5-11).

G. Reconocer la Presencia del Señor trae reposo: Es una verdad que el Señor siempre esta con
nosotros (Mt 28:20), sin embargo, no siempre reconocemos esta presencia. Cristo dijo “Yo soy; no
temáis” (Jn.6:20) cuando los discípulos – quienes estaban en medio de una noche tormentosa con el
bote casi zozobrando – pensaron que Él era un fantasma viniendo a ellos sobre el agua. La tormenta
cesó. Hubo reposo (Mt. 14:23-34). “Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.”
(Proverbios 3:6). Enderezar las veredas infiere que antes estaban torcidas.
Dios respondió a Moisés con reposo cuando le prometió su presencia (Ex. 33:13-16). David
experimentó el reposo de Dios al reconocer su presencia en las horas más negras de su vida (Sal.
132:8-9, Sal. 23:4, Sal. 29:10-11). Donde Dios está y se le reconoce, allí hay necesariamente reposo
(Sal. 132:13-14).

G. Temores: Desde el mismo principio de la humanidad al existir separacion del reconocimiento de la


presencia de Dios existio el temor (Gen 3:7-11). Cuando el creyente pierde de vista esta realidad
comienza el temor y al contrario al percibir esta realidad el miedo es discipado (Is 41:10, 13, Josue 1:9,
Sal 118:6, Dt 31:6, 8, Sal 34:4, Ro 8:15).

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De la misma manera en la que un hijo pequeño se siente temeroso al estar separado de su
padres al despertar por la mañana o a media tarde despues de una siesta; o inclusive, al extraviarse en
algun espacio publico; así el creyente, entra en temor al no reconocer la presencia de su Padre cerca.

PALABRAS QUE SE TRADUCEN COMO REPOSO


Es tan importante para la iglesia la doctrina del Reposo, que en el Nuevo Testamento se emplean siete
diferentes palabras para definirlo, cada una nos permitirá conocer las diferentes maneras de reposar y
cómo un ser humano puede experimentar este reposo divino. También tienen su equivalente en el
hebreo y se relacionan con las siete maneras de entrar en el reposo de Dios:

1.- MENÖ (Gr.), que significa: Reposar, establecerse, aguantar una posición sin ser movido de ella,
permanecer. Veamos textos donde se utiliza esta palabra y comprenderemos más su significado.
Jn. 1:32-33. El Espíritu Santo reposó sobre Jesús, dando a entender que posó sobre él
permanentemente.
Mr. 6:10. Posar en un lugar, no cambiarse a otro, mantenerse en él todo el tiempo.
Lc. 24:29. Quédate… estarse… reposa, no te vayas, permanece con nosotros.
1 Co. 13:13 permanecen… que nos muestra este reposo como establecerse, permanecer, mantenerse
estable, porque algo lo sostiene, un fundamento sólido lo hace posible. La fe,
la esperanza y el amor son permanentes y ministran la estabilidad de este reposo, por eso son
fundamento para el creyente.
Jn. 12:34. El Cristo permanece… reposa firme, no se mueve de su posición, Él es el fundamento sólido.
1 Jn. 2:27-28. Perseverad… reposar en Él, permanecer en Él, anclados en Él como base o soporte.
Jn. 15:4-5. Estuviere… el que está en mí… con ese sentido de permanencia.
1 Pe 1:23. La Palabra de Dios que… permanece para siempre. Por eso nos sostiene en reposo.
2 Ti. 2:13. Él permanece fiel… podemos descansar en ello.
2 Jn. 2. La verdad está… o permanece para siempre o perpetuamente con nosotros.
He. 12:27-28. Para que queden… reposen las cosas que son firmes.
1 Co. 3:14. Las obras en el espíritu permanecen…
1 Jn. 4:16. El que vive en amor… vive en Dios… permanece.

Creer la Palabra de Dios nos da esta clase de reposo, estabilidad, permanencia, descanso sobre ella y
sus principios. FE EN LA PALABRA DE DIOS.

En hebreo la palabra es Lûn (Lîyn), también puede significar, parar. Veamos algunos ejemplos:
Sal. 25:13 RVA Su alma reposará en el bien… permanecerá sobre.
Job 39:27-28 El águila… y está (reposa) en la peña…
Pr. 19:23 Con el temor de Dios… vivirá el hombre lleno de reposo…
Sal. 91:1 Al abrigo del altísimo, morará (reposará)…

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Dios ofreció este reposo a su pueblo si este se conservaba en su pacto, guardando su Palabra (Is.
48:17, 54:10-14, Sal. 119:165). Es también para nosotros ahora este reposo, mediante el mismo
principio de Fe en la Palabra de Dios (He. 3:18-19, 4:1-3).

2.- KATAPAUÖ (KATAPAUSIS), significa: Reposar, cesar, apaciguar, acabar.


He. 3:11, 18. Los incrédulos no disfrutaron de este reposo, siguieron afanados, inquietos, en ansiedad.
He. 4:1, 3-5, 8, 10-11. Es claro que este reposo consiste en cesar de obrar sus propias obras, que es un
reposo que Dios ha reservado para su pueblo, para ver las obras de Dios. Nueve veces aparece
Katapauö en estos versos, pero en el verso 9, utiliza la palabra Sabbatismo, como clara referencia al
día de reposo del Antiguo Testamento, como el cese de las obras propias para recibir la santificación
de Dios. Hch. 7:49. La iglesia es el lugar de su reposo, donde su pueblo disfruta de sus obras acabadas.

El Señor Jesucristo no hizo nada de sí mismo, no fue un hombre moviéndose en su propia capacidad
humana, ni aun cuando no estaba contaminada por el pecado, como la nuestra, sino como un canal de
las obras de Dios, rendido a su Padre (Jn. 5:17, 19, 30, 6:28-29, 14:10-11, 12)

Aprender este reposo de no obrar en el esfuerzo propio, apacigua al viejo hombre para que surja la
nueva criatura y opere la gracia de Cristo, para caminar en las obras ya preparadas por Él para que
nosotros simplemente caminemos en ellas (Ef. 2:9-10). CESE DEL ESFUERZO PROPIO.

En hebreo la palabra es shâbath con los mismos significados. Veamos algunos ejemplos:
Ex. 23:12 A fin que descanse…
Ex. 34:21. Cesarás de arar o segar (reposaras, descansarás).
Neh. 6:3 Porque cesaría la obra...
Sal. 46:9. Que hace cesar (shabat) las guerras…

Dios habló a su pueblo esclavo de Egipto de darles reposo al ser librados de sus duros trabajos, para
recibir de Dios la redención y la promesa de una buena tierra que fluía leche y miel (Ex. 6:6-9). Es el
reposo que consiste en dejar de obrar para que Dios obre sus buenas obras en su pueblo (Is. 26:12).
Reposar es dejar el esfuerzo propio para descansar en la gracia que nos lleve a obrar las obras de Dios,
preparadas de antemano para caminar por fe en ellas (He 4:10, Ef. 2:8-9, 1 Pe 5:7, Jn. 6:28). Esta
verdad es contundente y debemos desistir de obrar en nuestra capacidad natural, para que sea
liberada la gracia o capacidad divina en nosotros (2 Co. 3:4-5, 1 Co. 15:10).

3.- HËSUCHIA (HËSUCHAZÖ), significa: Reposo, tranquilidad, silencio, sosegado, quieto.


1 Ts. 4:11. Obrando con reposo sus negocios, sin afán (Ecl. 2:22-23).
2 Ts. 3:12. Trabajando con reposo, con tranquilidad.
1 Ti. 2:11-12. La mujer aprenda en silencio (reposo), es decir, sumisa, sin usurpar o tratar de hacer
funciones del varón. Si lo hace pierde su reposo y saca de reposo a la iglesia.
Hch. 11:18. Callaron (reposaron), debido a que reconocieron que Dios había extendido la salvación a
los gentiles.

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Hch. 21:14. Desistieron (reposaron), porque aceptaron la voluntad de Dios aunque era difícil.
Hech 21:40. En medio del alboroto fue hecho silencio (reposo). Con la mano Pablo tomó dominio y
trajo reposo sobre el ambiente hostil y pudo hablarles.
Hch. 22:2. Más silencio… Pablo ejerció dominio total sobre los ánimos de la gente.
1 Ti. 2:2. Reposadamente, en forma apacible, dejándose llevar por el Espíritu, sin resistencia, en
dominio sobre las presiones externas.
1 Pe 3:4. El ornato interior de un espíritu pacífico (reposado, tranquilo), es decir sin violencia o
altanería.

El dominio no se da a nivel mental sino espiritual, es por andar en el espíritu que se ministra esta clase
de reposo, de tranquilidad, de serenidad, de aplomo: VIDA EN EL ESPÍRITU. El reposo o silencio de
nuestra alma al vivir y orar en el espíritu nos mantiene en paz interior pues es sinónimo de
dependencia y confianza a la guía del Señor .

En el hebreo la palabra es Shâqat, que también se traduce como calma o sosiego. Veamos
algunos ejemplos:
Sal. 94:13. Para tranquilizarle (darle reposo) en los días de aflicción… en medio de las circunstancias
difíciles.
Is. 30:15. En quietud (reposo) y en confianza será vuestra fortaleza… Sin hacer nada para obtenerlo,
sólo esperar en Dios.
Is. 32:17. Y la labor de la justicia reposo (tranquilidad)… vida espiritual.
Jr. 30:10. Descansará (tranquilo) y sosegará (reposará)… sin temor por las cosas que pasan, sobre ellas.
Cuando el pueblo de Dios peregrinó por los desiertos, siempre la nube los guió buscando lugar para
que asentaran su campamento (Nm. 9:17-22). Del mismo modo Dios quiere guiarnos en nuestro
peregrinar en esta tierra, por medio de su Espíritu Santo para que nos conservemos en su reposo (Jn.
16:13). En manera práctica este reposo se dispara cuando hablamos en otras lenguas y Dios toma el
timón de nuestra vida (Stg. 3:3-5, Ef. 5:17-20, 1 Co. 14:14, Jd. 20).

4.- ANESIS, significa: Reposar, aliviar, aflojar, aligerar, liberar, relajarse.


Hch. 24:23. Aliviado de sus prisiones. Trajo reposo el que le quitaran las cadenas.
2 Co. 2:13. No tuvo reposo en su espíritu (estaba bajo tensión). Debido a que Tito no llegó para
ayudarle.
2 Co. 7:5-7. Sin reposo, lleno de presiones externas e internas, pero Tito los consoló y les testificó
sobre la iglesia de Corinto y su gran solicitud.
2 Co. 8:13-14. Desahogo (reposo, alivio). Cuando comparten o reciben con los que tienen necesidad.
2 Ts. 1:5-7. Viviendo los creyentes ahora bajo tensiones, sabiendo que vendrá el tiempo de alivio o
reposo.

Hay un reposo que Dios nos ministra por medio de otros, cuando no estamos solos y aprendemos a
recibir la ayuda o consuelo que alivia nuestra carga. Somos parte de su cuerpo y este reposo se

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disfruta cuando hay integración y compañerismo y se entra en LA ARMONÍA MEDIANTE EL MINISTERIO
DEL CUERPO DE CRISTO.

En hebreo la palabra es sha`änân, que también se traduce como seguridad o facilidad. Veamos
algunos ejemplos:
Is. 32:9. Mujeres reposadas (sin problemas)… porque estaban juntas.
Is. 32:18. En recreos (morando sin presiones)…
Is. 33:20. Ciudad… morada de quietud (reposo)… Dentro de ella, junto con los demás.
Zac. 1:15 Gentes que están reposadas… porque obraron juntas aunque ayudaron para mal…

Moisés tuvo que aprender a funcionar en equipo, él solo no podría obtener la victoria contra Amalec
cuando los atacó, pero mientras Josué obraba las cosas prácticas, el oraba, se cansaba y los bajaba,
entonces Amalec ganaba, hasta que se sentó a reposar y con la ayuda de Aarón y Hur que le sostenían
los brazos, prevaleció, y sólo así obtuvieron la victoria (Ex. 17:8-13). La guerra se gana en equipo (Lv.
26:8), Urías fue abandonado en medio de la batalla para que estando luchando solo, muriera (2 Sm.
11:14-17).

La voluntad de Dios nos involucra a todos los que formamos una iglesia local, y debemos primero
integrarnos o sentirnos parte de ella (He. 10:24-25); en segundo lugar, debemos buscar hasta
encontrar nuestro lugar particular en el que podemos servir (Ro. 12:3-5, 10, 1 Co. 12:14-25, Ef. 4:16), y
tercero, dar de gracia lo recibido de gracia, ministrando y recibiendo cada uno de Dios a través de los
demás (Ro. 12:6-8, 1 Co. 12:1-7, 12, 14:3, 12, 25-26, 1 P. 4:10-11).

5.- ANAPAUÖ (ANAPAUSIS), significa: Reposo, descanso, receso, recreo, refresco.


Mt. 11:28-29. Reposo para el alma al aprender de Él su humildad y mansedumbre y de ese modo
poder llevar su yugo fácilmente.
Mr. 6:31. Cristo lleva al desierto a sus discípulos servidores para que reposen, después de días de
intensa actividad (Mr. 6:12-13, 30). Es el reposo de la sumisión a Él.
Mr. 14:41. Cuando llega la hora les dice que descansen (reposen), aunque antes les había pedido que
oraran para no caer en tentación (v 38). Reposados porque Él sabía bien que estarían a salvo por ser
suyos (Jn. 17:12). 1 Co. 16:17-18. Al reconocer a Estéfanas, a Fortunato y a Acaico como ministros del
Señor, la iglesia recreó el espíritu de Pablo (le ministró reposo).
2 Co. 7:13-16. Tito recibió frescura (reposo) en su espíritu por causa del reconocimiento de la iglesia.
File. 5-7. Filemón conforta (ministró reposo) el corazon de los santos con su fe y amor.
File. 10-20. Conforta mi corazon (dame reposo interior). Al recordar que te me debes y tratar a tu
antiguo siervo como compañero, como si fuera yo. Pablo tendría esta clase de reposo por la actitud
sumisa de Filemón.
Mt. 12:43. Lc. 11:24, 12:19. Ni los demonios ni los malos pueden disfrutar de este reposo que Dios da a
los sumisos. Pero sus hijos que hicieron su voluntad sí, porque sus obras con ellos siguen (Ap. 14:11-
13).

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1 Pe 4:14. Bienaventurados porque el Espíritu Santo y su gloria reposan sobre el creyente que sufre
vituperio, brindándoles su frescura.
Ap. 6:11. Los mártires de Cristo entran en ese receso de paz.

Este reposo que renueva se recibe cuando el corazón del creyente muestra SUMISIÓN A LOS
MINISTROS DE CRISTO. Siendo Cristo mismo Ministro y autoridad. También los ministros lo reciben
cuando ven sumisión en quienes están bajo su cuidado.

En hebreo la palabra es Menûchâh. Veamos algunos ejemplos:


Is. 28:11-12. Este es el reposo (descanso)… dad reposo al… (es otra palabra que se verá más adelante).
Is. 32:18. Mi pueblo habitará… en recreos de reposo (descanso).
Is. 66:1. ¿Dónde está el lugar de mi reposo?
Sal. 132:8, 14. A tu reposo… que es Sión, su lugar deseado.
El pueblo de Dios tuvo que aprender a someterse a quienes Dios les había puesto por autoridad, para
poder disfrutar del beneficio de su consejo y oración. Después de Moisés tuvieron que someterse a
Josué, a quien Dios puso sobre ellos para pastorearlos (Is. 63:12, Jos. 1:16-18, 4:4). Del mismo modo
ahora Dios nos pide que reconozcamos a quienes nos presiden en el Señor y les estemos sujetos,
porque ellos velan por nosotros y nos hacen reposar seguros (1 Ts. 5:12-13, He. 13:7, 17, 1 Pe 5:6).

6.- EPANAPAUOMAI, significa: Reposar, estar confiado, apoyado, depender.


Lc. 10:5-6. Vuestra paz reposará (quedará) sobre ellos.
Ro. 2:17. El judío está reposado (apoyado) en la ley, pero no la cumplía, como se ve claramente en las
referencias del A. T. Israel buscaba apoyo en Egipto, figura del mundo (2 Re. 18:21, Is. 31:1). Pero Dios
quería darle este reposo a su pueblo al apoyarse en Él (Sal. 20:7-9, Is. 26:3, Is. 30:1-2, 7, 15).
Este reposo está basado en la confianza en Dios, cuando el creyente se apoya en Él aprende a reposar.
Este reposo se disfrutará cada vez más, en la medida en que aprende a depender de Él por entero. Es
un reposo que depende del CRECIMIENTO ESPIRITUAL. En lo espiritual un hijo maduro reposa más que
el bebé, porque ha aprendido a depender de Dios (Ga 4:1-7).

En hebreo la palabra es Margôa` (märgeâh). Veamos ejemplos:


Is. 28:12. Y este es el refrigerio (recuperarse, nuevas fuerzas)… Por depender del Espíritu Santo.
Jr. 6:16. Preguntad… andad en el camino… y hallaréis descanso para vuestras almas…
Sal 23:2 Junto a aguas de reposo me pastorearas.

La madurez se da mediante un proceso de aprender a someterse para depender cada vez más de Dios.
Israel tuvo que aprender a depender de Dios (Dt. 28:1-2, Nm 10:33). Dios quiere que también nosotros
aprendamos a depender de Él, lo que se logra mediante el crecimiento espiritual (2 Pe 3:17-18, Ef.
4:14-15). Afirmar el corazón en la gracia de Dios y no es cosas materiales (He. 13:9); reposar es tener
firmeza, que nada nos turbe, porque nos apoyamos en Él, creciendo en todas las cosas, el que no crece
no se apoya para reposar y es miope o ciego e inseguro (2 Pe 1:5-11).

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7.- KOIMAÖ (KEIMAI), significa: Reposar, dormir, asentarse.
Mt. 5:14. Una ciudad asentada (reposada) sobre un monte no se puede esconder.
Lc. 2:16. El niño acostado (reposado) en el pesebre.
Jn. 11:11-13. Reposar del sueño. Refiriéndose a la muerte de un creyente que ha concluido su misión
en la tierra.
1 Co. 15:18-20. Primicias de los que durmieron (reposaron). Es un reposo de total, como la muerte de
un cristiano que se encuentra en un estado estático.
1 Ts. 4:13. Acerca de los que duermen (reposan). Que han muerto como creyentes en Cristo.
Indudablemente morir es entrar en el reposo de Dios para estar en estado contemplativo delante de
Cristo, lo cual es mucho mejor que seguir en la tierra, es la ganancia a la que Pablo se refiere (Fil. 1:21-
23, 2 Co. 5:8). Pero si aprendemos a andar conscientes de Dios por fe y no por vista, podremos hoy
disfrutar de éste reposo celestial y glorioso. Una explicación de esta clase de reposo la tenemos en 2
Co. 5:6-9 y procuramos serle agradables, caminando al presente CONSCIENTES DE LA PRESENCIA DE
DIOS.

La palabra hebrea es Nûach. Veamos ejemplos:


Dt. 3:20. Hasta que Jehová dé reposo…
Job. 3:13. Yaciera yo, y reposara (Shâqat); durmiera y entonces tuviera reposo (nûach). Como cuando
muere a sí mismo para estar vivio para Dios.
Is. 28:12. …dad reposo al cansado…
Is. 57:2. …descansarán (reposarán) en sus lechos todos los que andan delante de Dios.

Israel experimentó la presencia de Dios en su templo, lugar de su morada, figura del creyente y de la
iglesia (Sal. 132:13-14, 102:16). Los jóvenes hebreos pudieron disfrutar de la presencia de Dios en el
mismo horno de fuego (Dn. 3:16-18, 27-28). Ese mismo reposo de andar en la presencia de Dios es lo
que nos librará de la angustia de las circunstancias difíciles. Como Pedro y sus amigos que pensaban
que el Señor era un fantasma, pero luego Pedro se hundía en la mar por quitar su vista de su Señor
para ver las olas agitadas del viento (Mt. 14:26-33, Sal. 29:10-11).

Dios espera de nosotros que le creamos y procuremos experimentar su reposo espiritual en las siete
maneras que Él nos enseña (He. 4:11).

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TRES NIVELES DE REPOSO

Las siete fiestas anuales que Dios mandó a su pueblo celebrar, también son figura de las maneras de
entrar en el reposo de Dios. La Salvación que Dios ganó para su pueblo en Cristo, tiene el propósito
triple de introducirnos en el reposo de Dios, en la medida en que participamos de sus beneficios en su
totalidad.

Las siete fiestas en realidad son tres fiestas principales o solemnes, de las cuales se desprenden las
demás, de hecho Dios requirió a su pueblo que indefectiblemente todo israelita debería subir a
Jerusalén tres veces al año (Ex. 23:14-17, Dt. 16:16): La solemnidad de los ázimos (Panes sin levadura),
la solemnidad de las semanas (siega de los primeros frutos) y la solemnidad de las cabañas o fiesta de
la cosecha.

1.- La fiesta de los ázimos estaba constituida por dos fiestas, la Pascua y la semana de los panes sin
levadura (Dt. 16:1-8, Lv. 23:4-8). Un memorial de su independencia, para que nunca olvidaran que
habían sido esclavos y cómo, mediante el sacrificio de la Pascua, habían sido redimidos de la esclavitud
de Egipto y de la potestad de faraón (Ex. 12:3, 5, 7-10, 25-27). Ese día Dios mató a todo primogénito de
Egipto, el principio de su fuerza, y quebrantó su derecho sobre el pueblo de Dios, y la sangre del
cordero pascual los cubrió y fueron liberados de sus pesadas cargas de servidumbre.

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Para nosotros es muy claro que la Pascua nos habla del sacrificio de Cristo, como el Cordero de Dios
que quita el pecado del mundo (1 Co. 5:6-8, Jn. 1:29, 36). Realmente la figura es excelente: Egipto
prefigura al mundo, faraón al diablo, el pecado la esclavitud, el cordero pascual es figura de Cristo e
Israel representa a la iglesia, donde cada israelita que participó de la Pascua, representa a cada
creyente que nace de nuevo al aceptar a Cristo como su Salvador. Cristo nos libró de la pena, culpa o
condenación eterna del pecado que pesaba sobre nosotros al justificarnos nos dio reposo o paz (Jn.
3:15-16, 3:36, 6:40,47, 54, 17:2, He. 2:14-15, Ro. 5:1, 8-12, 15-17, 21, Ro. 6:23, 1 Jn. 1:2, 2:25, 5:11-13,
20).

Este reposo se dio porque fuimos librados de la pena eterna del pecado mediante la justificación, al
creer en Cristo y recibirlo en nuestro corazón como nuestro Salvador personal, esto nos hizo hijos de
Dios impartiéndonos su naturaleza divina (Jn. 1:11-13, 3:3). Nuestro espíritu muerto (separado de
Dios) fue regenerado por la persona de Cristo que vino a nosotros, y nuestro espíritu y el de Cristo se
hicieron uno (1 Co. 6:17). Reposo espiritual que ya tenemos, nuestro espíritu ya entró al reposo de
Dios (pasado) al ser regenerado y en él está la garantía de la vida eterna de todo nuestro ser, por
medio de Cristo.
2.- La fiesta de las semanas también eran dos fiestas: La fiesta de las primicias o de los primeros frutos,
y después de siete semanas, la fiesta de Pentecostés, como cierre de las primicias (Dt. 16:9-12, Lv.
23:10-21).

La solemnidad que celebraba la bendición de Dios sobre los campos de labranza, los primeros frutos
eran dedicados a Dios y pertenecían al sumo sacerdote. Tanto el campo de labranza como los frutos,
son referencia directa a la labor que Dios está realizando en nuestra alma cada día (Sal. 1:1-3, 92:12-
15, Mt. 3:8, Mt. 7:16-20, Ro. 6:22, Gá. 5:22-25, 2 Co. 9:10, Fil. 1:11).

Santificación es la manera en la que el alma entra en su reposo, es algo de cada día, es la manera en
que Dios cultiva nuestra alma, estercolándola, limpiándola de parásitos y podándola, para que lleve
cada vez más fruto (Jn. 15:1-5).

La solemnidad de la siega o primicias representa dos cosas: Primero a Cristo como las primicias al
inicio de la fiesta (1 Co. 15:20), pero también a los vencedores, mediante la fiesta de Pentecostés al
final de la festividad (1 Co. 15:22-23), aquellos que se cuidan a sí mismos y no se exponen viviendo en
su propia capacidad (1 Jn. 5:18), los que son incondicionales, sin reservas ni limitaciones, personas
fieles y comprometidas totalmente con Él (Ap. 14:1-5, Fil. 3:9-15). Las siete maneras de entrar en el
reposo de Dios tienen que ver en gran medida con nuestra vida presente en la que se está efectuando
la santificación de nuestra alma, mediante la cual somos librados del poder del pecado (presente) y
vencemos toda tentación cada día, mediante el poder del Espíritu Santo y sus recursos espirituales
obrando en el alma del hijo de Dios su transformación a su semejanza, es el reposo presente del alma
al que el creyente debe procurar entrar cada día (Hch. 1:8, Ro. 8:12-13, Ro. 8:29, 2 Co. 3:18).

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3.- La fiesta de los tabernaculos (Dt. 16:13-15) abarcaba en realidad tres fiestas: La fiesta de las
trompetas, o cuernos de carnero (shofares), al cierre del año en el mes séptimo, el día primero (Lv.
23:23-25, Nm. 29:1-2); el día de las expiaciones diez días después (Lv. 23:26-32), en el que el sumo
sacerdote entraba al lugar santísimo por única vez en el año, y la fiesta de las cosechas, iniciando el día
quince, en las que por siete días moraban en tiendas y disfrutaban de las cosechas con alegría (Lv.
23:33-44).

Esta tercera solemnidad daba inicio con el sonido de los cuernos de carnero, que siempre fueron
usados en la guerra y acompañaron las victorias (Jos. 6:4-16, Jue. 7:16-22, 1 Cr. 15:28, 2 Cr. 15:8-15,
20:14-30, 23:11-13). Al cierre del año esta fiesta conmemoraba el éxito y bendición de Dios durante
todo el año, eran las trompetas que proclamaban el reposo de Dios sobre sus enemigos. Era el sonido
de “misión cumplida”, cuando todo está consumado al final del camino. Las siete trompetas del
Apocalipsis nos muestran el cumplimiento de diferentes juicios de Dios durante el período de
refinamiento de la iglesia en la primera mitad de la gran tribulación. En ambos eventos, el rapto de las
primicias y la gran cosecha, se escuchará el sonido de la final trompeta, la séptima.

El día de las expiaciones (Lv. 16:2, 15-22), es un ritual rico en simbolismos sobre Cristo, representado
por el sumo sacerdote (He. 2:17, 3:1, 5:1, 6:20), que entró al lugar santísimo, que es figura del tercer
cielo (He. 4:14, 9:11-12, 24-28); pero Él también fue la ofrenda perfecta de su cuerpo, tipificado por la
víctima sacrificada en el altar (He. 9:12-14, 10:3-10, 19-22); y también los sufrimientos de su alma en el
infierno, experimentando la ira de Dios sobre el pecado, fue representada por el animalito de la suerte
de Azazel que moriría lenta y penosamente al ser abandonado en el desierto para llevar los pecados
en su agonía y muerte, destrozado por las aves de rapiña (Mt. 26:38, Lc. 12:50, Is.53:8-11, Sal. 42:7,
86:13, 88:6-7, Jon. 2:3, Hch. 2:23-28, Sal. 18:4-19). El espíritu, alma y cuerpo de Cristo son
representados, y actuaron activamente para nuestra redención, dejando una provisión plena para
todo nuestro ser, para que sea hallado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo (1 Ts.
5:23-24).

Finalmente, la última fiesta, en la que se regocijaban cortando ramas cargadas de frutos y grandes
racimos y palmas, las traían para celebrar la buena cosecha, pero al mismo tiempo habitaban en
cabañas o tiendas, para recordar su tiempo de peregrinación en los desiertos, rumbo a la tierra
prometida que ya disfrutaban al celebrar la fiesta. En esta semana abundaban además los sacrificios
cada día (Nm. 29:12-38).

Esta fiesta de las cosechas, en cuanto al traer los frutos y celebrar delante de Dios, muestra la fidelidad
de Dios, permitiendo que la iglesia que no caminó como vencedora y por lo tanto no formó parte de
las primicias que se sentarán en el trono junto con Cristo (Stg. 1:18, Ap. 3:21), mediante el
refinamiento de la Gran Tribulación, lleguen a ser también fructíferos y puedan alegrarse en aquel día,
al ser consolados frente al trono (Lc. 13:6-9, Ap. 7:9-17).

Que tuvieran que morar en tiendas durante la semana de celebración, prefigura a la iglesia que ahora

59
peregrina y cada creyente en su tabernáculo o cuerpo (1 Pe. 1:14-17, 2:11, 2 Co. 5:1-10), pero cuando
llegue el día de Cristo, entraremos en el reposo celestial al disfrutar en nuestro cuerpo la gran
Salvación que Cristo ganó para todo nuestro ser (Ro. 8:23-25). Es el reposo futuro reservado para ser
manifestado al final, cuando nos reunamos con el, transformados o resucitados con un cuerpo
inmortal e incorruptible (1 Co. 15:51-55), entonces seremos librados de la presencia del pecado
(futuro) mediante la glorificación de nuestro cuerpo (1 Co. 15:44, Fil. 3:20-21, 1 Ts. 4:17).

EL REPOSO DE DIOS
Ahora le demos vuelta a la mesa. Hemos estado hablando acerca de cómo Dios ministra reposo a
nosotros. Ahora veremos que Él también desea que NOSOTROS le ministremos reposo. ¿Cómo
podemos hacer eso?

Él nos dice que lo amemos con todo nuestro “corazón, mente, alma y fuerzas” (Mr. 12:30). Ya que
somos hechos a Su imagen, Él también tiene Su corazón, alma, mente y fuerzas.

Veamos cómo se relaciona esto.


En los “capítulos del reposo” de Hebreos 3 y 4 (que se extienden al cap. 5) encontramos cuatro cosas
que le dan reposo a Él:
1. Su Casa (Su Habitación) Heb. 3:1-6; Sal. 132:14-15; Is. 18:4; 66:1; Hechos 7:49; 2 Co. 12:9.
2. Su Tierra Prometida, Canaán (Su llamado predestinado) Sal. 95:11; Heb. 3:7-4:3.
3. El Séptimo Día (Shabat)– El día de reposo (Su Reposo de Satisfacción) Heb. 4:4-13.
4. El Aroma del Sacrificio. “El dulce sabor [aroma] de Su reposo”. Heb. 4:14-5:8; Gn. 8:21, etc. La
palabra “dulce” viene de la palabra raíz que literalmente significa “reposar”.

También encontramos que ellos dan, respectivamente, reposo a Su corazón, alma, mente, y fuerza.
1. Dios tiene puesto Su corazón en Su casa de reposo (2 Cr. 7:16.), “…para que esté en ella mi nombre
para siempre.”
2. Dios tiene puesta Su alma en la verdadera “tierra prometida”, la cual son esas áreas de nuestra alma
que se han sometido al señorío de Cristo. “He aquí mi siervo, a quien he escogido; Mi Amado en quien
se agrada mi alma” (Mt. 12:18). Un padre que vive una vida pura disfruta viendo su propio carácter y
características en su hijo.
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3. Nosotros, como seres humanos, somos “formidable y maravillosamente hechos”, para mostrar que
“maravillosas son sus obras” (Sal. 139:14). Dios no podía reposar hasta que el hombre, la última de Sus
obras, fuera hecha. Su mente había diseñado la corona de Sus obras, y entonces Él reposó el séptimo
día. Satanás, sabiendo esto, y deseando traer falta de reposo a la mente de Dios, atacó la mente del
hombre con “¿Con que Dios os ha dicho?” (Pablo le advierte contra lo mismo en 2 Co. 11:3).
4. Dios manifestó Su fuerza en el más grande sacrificio alguna vez hecho, el de Su amado Hijo, el
Cordero de Dios, clamando en la cruz “Consumado es”. Ese dulce aroma subió a la presencia misma de
Dios para traerle reposo de todas las transgresiones de la raza humana. El manifestó Su omnipotencia
cuando sacó a Jesús de la tumba después de que la expiación por el pecado fue totalmente finalizada.
Esto fue llevado a cabo cuando el alma de Jesús sufrió por tres días y tres noches en el hoyo profundo
(Sal. 18).

MINISTRANDO REPOSO A DIOS


1. El gran cofre del tesoro (el corazón) de Dios en Cristo es la Iglesia. Ya que nuestro corazon es el
cofre del tesoro y Dios encuentra reposo cuando Su iglesia cumple Sus propósitos. No queremos hacer
lo que varios de los reyes de Judá hicieron, que, bajo presión, ellos tomaron los tesoros del templo y se
los dieron al enemigo. Podemos conservar lo que Dios dio a la iglesia temprana y no permitir que
nadie quite esas demarcaciones antiguas dejadas por Cristo y los apóstoles, “la cual casa somos
nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza” (Heb. 3:6). Este
reposo es mantenido por (1) el Liderazgo de Cristo, incluyendo Su cobertura apostólica, y (2) estando
en una correcta relación con nuestro Sumo Sacerdote, quien nos da esperanza para perseverar hasta
el fin, en gozo. Ya que no solamente (1) la Iglesia en general es Su casa de reposo, sino también,
individualmente, (2) cada uno de nosotros somos el templo de Dios (1 Co. 6:19).

2. Le damos a Dios reposo en Su alma, al dejarlo ver en nosotros a Su Hijo ungido, en quien Su alma
aún se complace. El mismo Padre, quien se complació con Su Siervo, aún se complace con Él en
nosotros, cuando caminamos en las obras predestinadas, que son las “buenas obras las cuales Dios
preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Ef. 2:10). En otras palabras, nuestro caminar
sacrificial de obediencia delante de Él cuando reclamamos Sus promesas en contra de la oposición
espiritual del enemigo, eso le da reposo al alma del Padre. Vemos que los Israelitas, quienes por causa
de la incredulidad fueron desobedientes a esas promesas y no entraron. Vemos, a través del libro de
los Hechos, que la iglesia temprana obedeció “la promesa del Padre” (Hechos 1:4-5) inmediatamente
después de la salvación. Ellos obedecieron al recibir el Espíritu Santo en una manera sobrenatural. Es
posible cruzar desde el desierto a la vida en la entrada de Canaán viviendo por obediencia en esta
área, pero aún quedarse corto, como las dos tribus y media de Israel, quienes se asentaron en el lado
este del Río Jordán en lugar de hacerlo en el lado oeste. Podemos poseer todas las promesas, las
cuales “son en Él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios” (2 Co. 1:20). Otra de
esas promesas es Filipenses 4:19, “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas
en gloria en Cristo Jesús.” Vemos que la aplicación de la doble porción de Su reposo aquí es (1) nuestra
alma estando en rectitud con Él, y (2) caminando en las obras predestinadas.

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3. El tercer “Mi Reposo” es el reposo que le ministramos a Dios cuando cesamos de nuestras propias
obras y entramos al Día de Reposo. Muchos cristianos han comenzado en Canaán, pero en lugar de
dejar que Dios termine Su obra madurándoles, nunca han permitido a que el “Alfa” sea también su
“Omega”, ya sea por legalismo o por estar pasivos a través de la flojera espiritual. Son como los
Corintos y los Gálatas, quienes estaban contentos con ser como los creyentes hebreos a quienes Pablo
estaba escribiendo, “Porque debiendo ser ya maestros…tenéis necesidad de que se os vuelva a
enseñar cuales son los primeros rudimentos…” “Primeros” denota que hay otras verdades que Dios
quiere que sigamos, como lo son las siete verdades clave que Pablo estaba enseñándoles.
Este tercer “Mi Reposo” significa que nosotros, de nuestra parte, vamos a dejar que la espada
de la Palabra haga una obra profunda cortando los deseos equivocados de nosotros. Esto es en lo que
Israel falló al no deshacerse de todos los canaanitas quienes llegaron a ser después como espinos en
sus costados. Sin embargo, ¡Qué gozo disfruta el Padre cuando dejamos que la paciencia tenga su obra
completa para que no nos falte cosa alguna! (Santiago 1:4).
Este tercer “Mi Reposo” tiene una doble porción de aplicación. (1) Primero vemos a Cristo en
Heb. 5:7-8, “ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas”, así “por lo que padeció
aprendió obediencia.” Getsemaní podría ser llamado el cerillo que encendió el fuego del Calvario.
Venimos a Dios no por nuestros propios méritos, sino a través del sacrificio de Cristo, que nos
hace aceptables, por su obra consumada a detalle (Jn 19:30). (2) Segundo, el mismo amor que
permanece en Cristo, permanece, en cierta medida, dentro de nosotros. Cuando dejamos que nuestro
egoísmo sea quemado en la cruz en el diario vivir.
Pablo muestra el contraste entre estas dos aplicaciones de la doble porción en Ef. 5:2-7.
Entonces, después de mostrarnos a Cristo como ejemplo de vida santa, él nos advierte del hedor de
una vida sin santificarse que podía impedir que este aroma ascendiera hacia el cielo. Este hedor
mencionado es: fornicación, toda inmundicia, codicia, suciedad, palabras vanas y bromear demasiado.

4. El cuarto reposo es el “dulce aroma” o literalmente el “aroma del reposo”. El primer uso de esto es
cuando Noé y su familia construyeron un altar después del diluvio, desde el cual ascendió este aroma
del reposo de Dios (Gn. 8:21). También vemos a nuestro Sumo Sacerdote oficiando. Su ministerio es
ofrecer el Sacrificio que junto con su aroma envían el reposo a Dios. Este sacrificio, que es la vida
terrenal de Jesucristo, habla de “lo débil de Dios” que “es más fuerte los hombres” (1 Co. 1:25). Lo cual
imitamos como sus discipulos, por nuestro sufrimiento por él y nuestra adoración a Él ofrecemos un
dulce aroma por Él y para Él (Heb. 13:15-16, Sal. 141:2, Lc 9:23).
Sabemos que Pedro dice, “para con el Señor, un día es como mil años, y mil años como un día”
(2 Pe. 3:8). Por lo tanto, la aplicación profética de este reposo es que, aquellos que permiten que una
obra de santificación sea finalizada o consumada en ellos, reinarán y regirán mil años con el Señor
cuando Él regrese con todos Sus santos a poseer los reinos del mundo. Ya somos herederos de Dios
como creyentes (de Su vida eterna y del cielo), pero también somos “coherederos con Cristo, si es que
padecemos juntamente con Él” (Rom. 8:17).

Este reposo de Dios tiene cuatro propósitos básicos para el creyente. Hay 4 figuras del reposo en

62
Hebreos 3 y 4, que lo ilustran: El día de reposo o Shabat (He. 4:4, 10), la tierra prometida (He. 4:5-9), el
dulce aroma o sacerdocio (He. 4:14-16), y el tabernáculo o casa de Dios (He. 3:1-11). Veamos como
tipifican los 4 propósitos del reposo:

1) EL TABERNÁCULO o SU CASA (Ex. 25:8, Is. 66:1, He. 3:5-11, Ex. 29:42-46). Un lugar para que Dios
more en medio de su pueblo, figura de su reposo o lugar de su morada en la tierra, donde se puede
refugiar el creyente (Sal. 61:4, 27:3-6). Cuando Asa destruyó los altares a dioses ajenos y restauró el
culto a Dios, le vino reposo y pudo edificar el reino arruinado.
El tabernáculo es figura de la iglesia como el lugar de su morada, donde puede mostrar su
presencia en plenitud (Ef. 2:20-21). Cristo vino a buscar ese lugar donde reposar (Mt. 8:20), y ahora Él
es tabernaculo y la cabeza de la iglesia que continuamente se edifica en su amor (Ef. 1:22-23, 4:15-16,
1 Co. 14:12, 26, 1 Pe 2:4-5). Su presencia será plena en el cielo, cuando todas las cosas estén reunidas
en Cristo Jesús, nuestro Señor (Ef. 1:9-10, Ap. 21:3-7).

2.- CANAÁN o SU TIERRA PROMETIDA (He. 3:12-19). La tierra prometida era el lugar de su reposo,
donde disfrutarían de leche y miel, tierra de valles, de vegas y abundancia (Dt. 8:6-11, 11:8-15), pero
que para poseerla debían ser obedientes a sus mandamientos y conquistarla. Dios la prometió a
Abraham, pero le pidió que la caminara toda (Gn. 13:14-17, 17:8), promesa confirmada al pueblo de
Israel (Ex. 6:8). Cuando Josué los guió y conquistaron la tierra, el pueblo reposó, porque se habían
cumplido todas las buenas palabras que Dios les había prometido (Jos. 21:44-45, 23:14, 1 Re 8:56-61).
La tierra prometida era para ellos el lugar de reposo, prefigurando lo que es para cada creyente
Cristo, quien es la Palabra de Dios, dada en preciosas y grandísimas promesas, que requieren de fe y
paciencia para heredar todas las cosas que Cristo ganó para nosotros (He. 6:12). Cristo es nuestra
tierra prometida, lugar del reposo de nuesto ser (Mt 11:28-30).

Hubo tres tipos de israelitas:


a) Los que murieron en el desierto y no heredaron lo prometido por Dios (1 Co. 10:5-13); los
incrédulos que no entraron a su reposo, los que siempre se quejaron y nunca se conformaron a la
voluntad de Dios, figura de los que no están dispuestos a caminar en fe sobre sus promesas
hasta obtener su cumplimiento (Sal. 106:21-25). Que representan a los incredulos.
b) Los que se conformaron con la tierra de sus primeras conquistas (Nm. 32:1-5), antes de cruzar el
Jordán. Cruzar el mar Rojo prefigura la aceptación de la muerte de Cristo por nosotros, pero
cruzar el Jordán nos habla de la muerte de nosotros a nosotros mismos para vivir sólo para Él, por
lo que Rubén, Gad y Manasés nos ilustran a los creyentes que se conforman con un buen nivel,
pero no anhelan poseer todo lo que Dios nos ha prometido, porque su estándar son ellos mismos y
no Cristo, modelo perfecto a heredar (2 Co. 10:12). Que representa a los no vencedores.
c) Aquellos que cruzaron en Jordán y poseyeron su heredad (Jos. 14:6-15, Jos. 18:7), como Josue,
Caleb, José, y muchos otros que conquistaron su territorio y poseyeron su heredad, figura de aquellos
vencedores que son fieles para heredar todas las promesas de Dios librando la buena batalla de la
fe (Ro. 14:9, 2 Co. 5:15, He. 10:35-39). Sigamos el ejemplo de los que poseyeron su heredad y no
el de quienes la menospreciaron (He. 4:11-12).

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3.- EL SÁBADO (Gn. 2:2-3, Ex. 20:11). Dios separó el séptimo día y lo bendijo como el día de su
reposo. Si entendemos su porqué, podremos disfrutar de él. El Sal. 29:11, dice que Dios bendecirá a su
pueblo con paz. Es cuando está reposando que está en la posición de recibir la bendición de
Dios que le quiere dar.
Bendición no significa recibir aquello que nos agrada o nos hace la vida más fácil y placentera; significa
bien decir, hablar bien y para el bien de quien recibe esa palabra, cosas que le aprovechen, que lo
fortalezcan y le hagan un mejor servidor. Entendamos que Dios desea que reposemos de obrar en
nuestras fuerzas para poder ministrarnos su fuerza, su refrigerio, es decir, para entrar en el nivel de las
buenas obras de Dios, sobrenaturales y trascendentes, por sobre las nuestras, naturales e
intrascendentes (Ex. 23:10-12, Dt. 5:15, Is. 26:12, Ef. 2:9). Es señal de que mientras reposamos Él nos
santifica, es decir, nos transforma a su semejanza, conforme a la imagen de su Hijo que ya tenemos
como modelo en nuestro espíritu (Ex. 31:13, Ro. 8:29, 2 Co. 3:18).

4.- EL SACERDOCIO (He. 5:1-2, 8:3). Era puesto por Dios a favor del pueblo, para ofrecer sacrificios y
ministrar reposo al débil y al afligido, como un canal de Dios para interceder por él y para mantener
abierto un camino de comunión con Dios, pese a las fallas y limitaciones humanas (Nm. 6:22-27).
Un día y un lugar son figuras de los propósitos del reposo, pero el sacerdote es una persona que les
fue dado para ministrar reposo personal en las particulares circunstancias de cada uno, y prefigura
también el reposo ministrado por Cristo nuestro sumo sacerdote a la diestra del Padre, para garantizar
nuestra permanente comunión con Él (Ro. 8:34, He. 7:23-25, 10:11-14).

PLENITUD DE REPOSO
Pablo define el concepto “plenitud” en términos de perspectiva como “anchura, longitud, profundidad
y la altura” (Efesios 3:18-19). Este concepto estaría incompleto, sin embargo, “Dios es amor”, y Su
amor llena estas dimensiones. Ademas, Al ver con detalle el pasaje de Hebreos 3:1-6 encontramos estas
dimensiones:

1. En reposo, entramos en la “anchura” de la plenitud de Dios, la cual abarca mucha gente.


2. En reposo, entramos en la “longitud” de la plenitud de Dios, la cual nos da la capacidad de seguir la
senda de justicia y de soportar a través de un largo tiempo.
3. En reposo, entramos en “profundidad” de la plenitud de Dios, la cual nos habla de la penetración
interna que hace en nuestras vidas personales.
4. En reposo, entramos en la “altura” de la plenitud de Dios, trayéndonos a la extensión de Su
presencia celestial, aún a través de guerra espiritual, si fuese necesario.

1. En reposo, entramos en la “anchura” de la plenitud de Dios, la cual abarca mucha gente.


LA ANCHURA DEL AMOR DE DIOS se refiere a extenderse hacia los lados, abarcándolo todo,
tiene que ver con mostrar el amor de Dios al mundo para que más y más los hombres vengan a la
Salvación, hasta que todos los ordenados para vida eterna, disfruten de ese amor que perdona y
restaura (Hch. 2:47,13:48). Eso nos permite cumplir el propósito de bendición.

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Después de hablar de que el Nombre de Dios es glorificado en la Iglesia entre los muchos hijos
dados a Él (el Hijo), el autor habla de la iglesia siendo comparada con un edificio. Cuando estas frente a
un edificio, automáticamente ves su anchura.
El templo de Salomón, una de las grandes maravillas del mundo antiguo, era muy ancho. En el
futuro, el templo de Ezequiel será mucho más ancho. De la misma manera, la Iglesia Universal, entre
más grande su circunferencia, más grande será su rango para alcanzar números mayores para Cristo;
ya que nuevas piedras individuales, o creyentes, son multiplicados o agregados a ella.

2. En reposo, entramos en la “longitud” de la plenitud de Dios, la cual nos da la capacidad de seguir la


senda de justicia y de soportar a través de un largo tiempo.
LA LONGITUD DEL AMOR DE DIOS tiene que ver con el recorrer todo el camino hasta alcanzar la
meta, tiene que ver con la fidelidad, con la perseverancia que va a llevar al creyente de la mano, desde
la niñez hasta la madurez, disfrutando del amor del Padre y poseyendo lo que el Padre le ha dejado en
herencia, en la medida que avanza y pisa sobre cada promesa y principio divinos (He. 10:35-39).
El reposo de Canaán era orientado a una meta. Fue su meta durante cuarenta años mientras
viajaban en la senda de la justicia (relaciones correctas) en el desierto. Aquellos que cayeron fueron
víctimas de su propia incredulidad a la Palabra de Dios y nunca terminaron la “longitud” divina de la
vida recta. Por lo que Josué, Caleb, y la nueva generación creyeron a Dios y mostraron la longitud de
Dios en sus vidas. Ellos prestaron atención a la advertencia de “Hoy…no endurezcáis vuestros
corazones…”

3. En reposo, entramos en “profundidad” de la plenitud de Dios, la cual nos habla de la penetración


interna que hace en nuestras vidas personales.
LA PROFUNDIDAD DEL AMOR DE DIOS tiene que ver con los detalles, con las cosas profundas
de Dios que nos son reveladas por el Espíritu para que el amor se haga parte de cada hijo de Dios en
bendición y separezca cada vez más al modelo perfecto que es Cristo en nuestro espíritu (1 Co. 2:9-10,
2 Co. 3:18, Ro. 8:29). En la medida en que más se profundiza con Dios, más intimidad se disfruta con Él
Este tercer “Mi Reposo” habla de “profundidad” en la vida de Cristo. Cuando trabajamos (en
esfuerzo propio), Dios reposa. Sin embargo, cuando reposamos (en Su vida), Dios trabaja, pero no
hasta que cesamos de nuestros propios esfuerzos de ansiedad. Este reposo penetra la profundidad de
nuestro ser. Es por eso que el ejercicio más hábil del ministerio del sumo sacerdote es mencionado
para describirlo.
“Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de
desobediencia. Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos;
y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos.” Esto se refiere al hábil corte
del cuchillo en las coyunturas para llegar a los tuétanos – la porción de Dios. “…y discierne los
pensamientos y las intenciones del corazón” (Heb. 4:11-12). ¡Oh, la profundidad de esta dimensión! La
profundidad de Su vida nos penetra por la Palabra.

4. En reposo, entramos en la “altura” de la plenitud de Dios, trayéndonos a la extensión de Su


presencia celestial, aún a través de guerra espiritual, si fuese necesario.

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LA ALTURA DEL AMOR DE DIOS tiene que ver con la visión del futuro glorioso que nos espera,
que disfrutarán todos aquellos que aman su venida y por lo tanto viven en la tierra mirando hacia el
cielo, echando mano de la vida eterna, que significa mantenerse en el proceso de edificación que nos
llevará a las alturas, al encuentro con nuestro Salvador (2 Ti. 4:8, Col. 3:1-4, 1 Ti. 6:12, 19).
La “altura” viene al último. “Por tanto teniendo un gran sumo sacerdote, que traspasó los
cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión” (v.14). Él es como Melquisedec, sacerdote
del Dios Altísimo. Estos dulces aromas del sacrificio de Cristo para nosotros, así como aquellos aromas
de nuestros sacrificios para Él, ascienden hasta el cielo para bendecir los atrios del cielo y nos elevan a
Su presencia.

También podemos ver que la gracia de Dios se aplica en estas cuatro direcciones, siendo un Dios de
toda gracia, usará las aflicciones para obrar los cuatro propósitos de Dios (1 Pe 5:8-11). Si
comprendemos esta verdad, aprovecharemos los tiempos difíciles como herramientas de Dios, al
padecer la prueba por un poco de tiempo, Él mismo nos perfeccionará, afirmará, fortalecerá y
establecerá. Cuatro cosas que en suma nos muestran el reposo de Dios.

EL AMOR ES LA CONEXIÓN DE LA PERFECCIÓN


Verdaderamente nos unirá a Su reposo.

1. “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón” – Amor en Adoración (sentido del espiritu): Después
de diez días de ese tipo de amor en el Aposento Alto, en el Pentecostés, Dios comenzó a enviarlos para
evangelizar muchas almas – ¡Oh, que anchura!

2. Lo amarás “con toda tu alma” – Amor de Afecto (sentido del alma): Es necesario si vamos a
permanecer leales y a quedarnos en el Camino (Hechos 11:23) - ¡Oh, que longitud!

3. Lo amarás “con toda tu mente” – Amor de Actitud: Sin el cual hay muchas piedras en nuestra mente
que estorban a Dios para poder penetrar dentro de nosotros. - ¡Oh, que profundidad!

4. Lo amarás “con todas tus fuerzas” – Amor en Acción: Es necesario para derramar acciones de
sacrificio delante de Dios para que (como en aquellas fiestas del Antiguo Testamento en las cuales se
ofrecían muchos sacrificios) la presencia de Dios nos levante en una dulce comunión con Él - ¡Oh, que
altura!

YO SOY LA PUERTA
Jesús muestra el camino para entrar completamente en este reposo. ¿Cómo entramos? A través de la
puerta, la entrada legal al REPOSO, la cual es representada por la entrada del velo al Lugar Santísimo
(técnicamente, las 4 basas de plata del velo, Éx. 26:32). El velo rasgado – Su cuerpo inmolado – fue el
resultado de Su experiencia en el Calvario. Debajo del velo estaban escondidas estas cuatro basas de
plata; la plata representa Su obra redentora por nosotros, la cual es la base legal para entrar en Su
reposo (Éx. 26:32).

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1. El Reposo de Habitación – (La Iglesia es Su habitación) Hechos 7:49. ¿En qué fundamento legal
podemos nosotros, el cuerpo de Cristo (la Iglesia), venir delante del Padre? De acuerdo con Salmos
139:14-16, cuando Dios vio Su simiente, a Jesús en el infierno, Él estaba mirando a Su cuerpo En Is
53:10 leemos literalmente, “Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje,” aun
estando en el infierno. Y “Vivirá por largos días”, habla de la resurrección que abrió Su reposo para Su
Iglesia, quien en extroversion cumple la gran comisión; la voluntad creativa de Dios es cumplida.

2. El Reposo de Canaán – Heb. 4:3. El reposo en los lugares celestiales: Su “órbita” o voluntad justa
para nosotros. El reposo es el producto de la sumisión y de entrar en Su voluntad justa. Para que
nosotros podamos legalmente (justamente) ser capaces de entrar en Su reposo en los lugares
celestiales, Su alma tenía que ser como la del macho cabrío que se enviaba al desierto en el día de la
expiación, teniendo una muerte tortuosa y lenta por nosotros. “Morir” significa ser “separado,
cortado”, como se ve en Is. 53:8a. “Muertes” es plural en el versículo 9. Cuando fuimos muertos con
Cristo, fuimos en esa muerte al infierno con Jesús para que pudiéramos entrar a los lugares celestiales.
Las obras preordenadas, aquellas metas establecidas por Dios para nosotros están mencionadas en
Efesios, que repetidamente habla de nuestra posición, aún aquí y ahora, en “los lugares celestiales”.
Debemos caminar en el reposo de su justificación y en sus realidades.

3. El Reposo de la Obra Terminada – El Reposo de Satisfacción: Is. 53:11 muestra que “Verá el fruto de
la aflicción de su alma, y quedará satisfecho.” Sin Su obra terminada, todas nuestras obras específicas
serían inútiles. Mientras nos derramamos como un sacrificio en los muchos detalles de Su voluntad
específica en nuestras vida, traemos reposo a Dios.

4. El Reposo del Milenio y Nuestra porción en Él – El Reposo de la Terminación y Gozo. En Is. 53:12 el
“despojo” que Cristo recibe siendo el Primogénito, Él se los da a “los fuertes”, aquellos que reinarán
con Él durante el Milenio, que contiene a Su Voluntad Final. ¿Cómo puede Él hacer esto? “por cuanto
derramó su vida hasta la muerte.” Que visión tan majestuosa de nuestro Señor, llevarnos como iglesia
a reinar con Él.

Examen final: Elaborar un cuadro de la relacion de 4 aspectos del Reposo de Dios.

67
3.- Las Verdades de Victoria – Permiten que el creyente camine seguro, en victoria, bajo la protección
de la gracia divina, que se derrama sobre todo aquel que cree (2 Co. 2:14-16, Ro. 8:35-37), para que
pueda responder a cada uno de los siete llamamientos del Espíritu Santo y poseer los galardones
que Dios preparó para los vencedores (He. 10:34-39).

“Las Verdades de Victoria nos dan la protección de la


Voluntad de dios por su gracia vencedora. 2 Cor 12:9”

Las Verdades Vencedoras son la clave para experimentar y vivir continuamente bajo la
protección de la perfecta voluntad de Dios, en su gracia. Fil 3, Ap 21:7
Protección: que estamos bajo su voluntad

LOS SIETE LLAMADOS DEL ESPÍRITU

El Espíritu llamó a Cristo a un nivel más alto en siete ocasiones diferentes. Y debido a que Él es
nuestro ejemplo (1 Pe. 2:21), también nosotros debemos seguir el modelo y permitir al Espíritu
guiarnos en la senda manchada de sangre. Puede existir en una forma natural cierto cambio en el
orden de cómo nos llegan los siete llamados en contraste de cómo llegaron a Cristo.
Un vistazo a la vida de Cristo nos ayudará a ubicarnos, en lo individual y como grupo, en donde
estamos en el calendario de Dios. Necesitamos recordar varias cosas cuando vemos como Cristo siguió
estos llamados divinos tan fácilmente. Los evangelios nos enseñan que nuestro Señor recibió siete
llamados del Espíritu Santo, eran como siete peldaños que ascendían hasta alcanzar la excelencia de la
voluntad divina. Todo creyente que quiera seguirlo deberá transitar la misma senda, subir por aquella
escalera, para llegar al mismo lugar donde el Señor se encuentra ahora, en el mismo Trono, a la diestra
de la Majestad en las alturas.

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La Biblia dice que muchos son llamados mas pocos los escogidos (Mt. 20:16), cada llamado del
Espíritu es un reto de fe, el corazón tiene que sopesar los riesgos y decidir afrontarlos. El creyente sabe
que en el espíritu tiene todos los recursos divinos a su alcance para asegurar la victoria. El campo de
batalla es el alma, en donde tal vez los obstáculos a vencer traigan consigo sufrimientos; por lo que se
requiere tener el corazón bien plantado para responder a cada llamado. Cristo pasó por todo ello, así
que la decisión es seria, mas los resultados pueden ser muy gloriosos (Ro. 8:16-18). Algunos soberbios
declaran que la fe cristiana es un refugio para los fracasados, ignorantes y debiles, la realidad es
que ignoran que ser cristiano requiere de coraje y determinación para afrontar muchas y grandes
dificultades, que en realidad se requiere ser muy valiente. El Señor Jesús declaró que la senda angosta
es para los pocos que porfían en transitar por ella, con un corazón comprometido por entero a dar la
misma vida por su causa. Aceptar cada llamado del Espíritu implica necesariamente renunciar a algo
personal, la negación de uno mismo es la aceptación de su cruz y con ella su voluntad y su gloria. Al
perder algo propio ganamos algo suyo superior y glorioso, intercambiamos lo temporal por lo eterno,
lo humano por lo divino, y no nada más lo malo por lo bueno, sino aún lo bueno por lo mejor.
Antes que todo, Su deleite no era predicar o hacer cualquier otra cosa, sin importar que tan
buena pareciera ser; sino más bien, como lo dice el Salmo 40:8: “El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha
agradado”.
Todos vinimos al mundo con un propósito, hasta los puercos viven para algo: comen, duermen,
jueganen la porquería y engordan; mientras más comen y más engordan mejor, pues su fin es el
matadero, para servir a su vez de comida; su piel sirve para confeccionar calzado y otros artículos.
Muchos sereshumanos creen que viven para comer, dormir y disfrutar de placeres, buenos y malos;
cuando sacrifican algunas cosas es sólo porque codician otras, creen que obtendrán la felicidad al
satisfacersus deseos; muchos aun sacrifican a su familia o lastiman a otros con tal de cumplir sus
caprichos (Job 21:7-13, Sal. 73:1-17). Cuando alguien cifra su destino en lo terreno y sus metas sólo
son alcanzar los bienes temporales, su vida es similar a la de los puercos, pues su dios es el vientre y
sus metas el sentir lo terreno (Fil. 3:18-19). En el mundo, un hombre de éxito es aquel que se fija
metas difíciles y las logra: se propone estudiar una carrera y lo consigue, quiere obtener bienes
materiales y trabaja con ahínco hasta hacer una fortuna; se disciplina, se forma buenos hábitos, cultiva
buenas relaciones, se enamora, se casa, tiene hijos, viaja, se divierte, disfruta de lo mejor de esta vida,
se hace viejo y muere (Lc. 12:16-21). Lo mismo muere el exitoso que el flojo y el mediocre, el culto que
el ignorante (Ec. 2:1-11, 15-16). El éxito terrenal es tan relativo como intranscendente, ya que al morir
nadie puede llevarse nada de lo que logró acumular en esta tierra (Ec. 9:2-3, 1 Ti. 6:7).
Lo único trascendente es lo que aquí se hace para la eternidad, porque todo ser humano viene
al mundo de paso, su destino es eterno y su breve tiempo aquí debe ser empleado para lograr cosas,
que disfrutará cuando vaya a su lugar definitivo. Así que si nuestro propósito es eterno y nuestro
tiempo en la tierra corto, debemos vivirlo en tal manera que logremos una mejor eternidad, esa es la
razón de la sabiduría (Sal. 90:12, Fil. 1:10). Lo que el hombre natural considera de capital importancia,
por lo cual se afana, arriesga su salud y su vida, es la añadidura para el que se ocupa de edificar ahora
su eternidad; al concentrarse en ello, puede recibir y disfrutar de bendiciones terrenas sin atar su
corazón a ellas (Mt. 6:19-21, 25-34, Sal. 62:10). Su vida no consiste en la abundancia de los bienes que
posee (Lc. 12:15), se feliz tengas mucho o poco, porque la eternidad es la base de su felicidad.

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Otro secreto de crecimiento fue que, aunque Él estuvo en un ambiente duro y espiritualmente
seco toda Su vida, no permitió que la dureza de otros lo endureciera a Él. “Subirá cual renuevo delante
de él, y como raíz de tierra seca” (Is. 53:2).

LOS 7 LLAMADOS DEL ESPÍRITU

En la vida de Cristo se puede ver claramente como se llevo a cabo su avance para ejemplo nuestro y
como fue obediente a cada uno de los llamados que el Espíritu le hizo.

A. El Llamado a la Salvación incluye no solamente la justificación sino también la santificación para


salir del mundo. Este fue el primer llamado que el Señor Jesús respondió y tiene un sentido figurado,
la persecución de Herodes hizo que José se fuera a Egipto, tipo del mundo, con María y el niño Jesús.
Cuando el rey murió, Dios llamó a su Hijo de Egipto (Mt. 2:15), esto estaba previsto por Dios en los
profetas, era el principio del proceso, su primer llamado a salir del mundo (Os. 11:1) , y también es el
primer llamado del Espíritu al que nosotros debemos responder.

Estos siete llamados del Espíritu Santo son para cada creyente sin excepción (1 Pe 2:21, 4:14, 5:10).

1.- Todo creyente, al recibir a Cristo, es llamado a salir del mundo, su estilo de vida es afectado por el
modelo de la Palabra de Dios para una vida santa (2 Co 6:14-18, 1 Ts. 4:7, 2 Ti. 1:9, 1 Pe 1:15-16, 1 Pe
2:9, 2 Pe 1:3-4, 1 Jn. 2:15-17).

Estos llamados no están limitados solamente a lo individual, pues Dios ha dado los mismos
llamados a la iglesia. Dios dividió la edad de la iglesia en periodos, mostrados por las iglesias de
Apocalipsis capítulos 2 y 3, en los cuales la iglesia está recibiendo estos llamados. Por ejemplo, la
iglesia de Laodicea recibe el llamado al trono, siendo la última. “Al que venciere, le daré que se siente
conmigo en mi trono…” (Ap. 3:21)
En el Antiguo Testamento, así como en el Nuevo Testamento, un asunto o un hecho tenía que
ser probado por dos o tres testigos (2 Co. 13:1). El deseo de Dios es tener una iglesia que sea ejemplo
para el día de hoy, de la misma manera que las tenía en Hechos, para probar Su gracia a todos. Estas
iglesias ejemplo también siguen en la línea de los “siete llamados.” Notemos primero los llamados de
la iglesia “primitiva”:

a. Después del Calvario y la resurrección, Jesús llamó a los apóstoles a salvación cuando Él sopló sobre
ellos, los primeros miembros de la iglesia, y mandó que recibieran el Espíritu Santo, (Jn. 20:22-23).

B. El Llamado a la Responsabilidad vino después:


a. Delante de Dios. Para hacer la obra que el Padre había planeado (Lc. 2:40, 46-49). El negocio de Su
Padre estaba en el Templo del Padre en donde Él estaba ministrando a los líderes del templo.
b. Delante de los hombres (sus padres terrenales) (Lc 2:51-52) El pequeño Jesús creció, a la edad de 12
años lo vemos en el templo, los maestros de la ley se maravillaron que un niño supiera tanto. Sus

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padres lo creían perdido, por tres días lo buscan afligidos por diversos lugares, hasta que dan con Él en
el templo; su mamá le reclama, mas Él extrañado le pregunta que si acaso no sabía que allí deberían
haberlo buscado primero, porque debían saber que estaría atendiendo los negocios de su Padre (Lc.
2:49). La respuesta al segundo llamado del Espíritu, a la responsabilidad, se hace evidente y sus papás
debían saberlo. Algunos piensan que era tan erudito por ser el Hijo de Dios, mas la Biblia es muy clara
al decir que el niño Jesús creció como cualquier ser humano y sus conocimientos fueron adquiridos
mediante el estudio y compromiso con su llamado, sacrificando el juego y el descanso para responder
a su vocación (Dt. 17:18-20).

2. Este llamado también es nuestro segundo llamado. Por supuesto, este llamado incluye nuestra
responsabilidad de seguir a Cristo en nuestro caminar diario ahora que Egipto ha sido dejado atrás.
Mira a Andrés, quien tan pronto como encontró a Cristo, se sintió responsable de traer a su hermano
Pedro hacia Cristo.
Cuando el discípulo ha salido del mundo, el Espíritu Santo lo llamará a la responsabilidad, es
decir, a hacer un compromiso de amor con Él; su respuesta de consagración le permitirá a Dios realizar
su obra (Ro. 9:23-24).

b. El Llamado a la Responsabilidad para la iglesia vino a través de la Gran Comisión (Mt. 28:19-20; Mr.
16:15-18). Este llamado también los llevó primeramente al aposento alto (Hechos 1:4, 13), donde se
dio origen a la iglesia y de esta manera, a un compañerismo y comunion fraterna (1 Co. 1:9, 1 Co. 3:9).

C. El Llamado al Sacerdocio Ungido vino en el río Jordán en donde el Espíritu Santo descendió sobre
Cristo cuando era como de treinta años (la misma edad en que los sacerdotes de Israel eran ungidos
para el sacerdocio Nm 4:1-3), para ser bautizado en agua por Juan el Bautista, y por su Padre en el
Espíritu Santo (Lc. 3:21-22). Este llamado representa básicamente recibir el Espíritu Santo para un
servicio ungido. Esto viene a menudo con un llamado inherente a un ministerio específico.
Consideremos a David, quien fue ungido por Samuel para sentarse en el trono, pero tuvo que pasar a
través de un período de prueba antes de entrar en la plenitud de su ministerio particular. Por esta
razón es que el siguiente llamado, el cuarto, es importante para el ministerio.
En el caso de Jesús como un sacerdote, fue consagrado antes de iniciar su ministerio, recibió el
lavamiento y launción que lo calificaban para iniciar su sacerdocio ungido (Ex. 29:4-7). Al responder a
este llamado cumplió toda justicia, por lo cual el Padre testificó desde los cielos que lo había agradado;
esa fue su respuesta al tercer llamado del Espíritu.

3.- El creyente comprometido será llamado a un sacerdocio ungido, cuando haya la disposición a
caminar en este ministerio, Dios lo dotará de la virtud del Espíritu Santo para ofrecer los sacrificios
espirituales que Él busca en este tiempo (Gá. 5:13, 1 Pe 2:5, 16, 2 Co. 3:17, Jn. 4:23-24, 1 Co. 14:14).

c. El Llamado al Sacerdocio Ungido llegó a la iglesia en Pentecostés (Hechos 2:1-4). Este llamado fue
prefigurado en el Sinaí de Israel, donde Dios los llamó a ser una nación de sacerdotes (Éx. 19:6).

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Laiglesia inicia su servicio con poder al memento de ser investidos con el Esprititu Santo, sin el
cual su sacerdocio quedaria en el plano humano, terrenal, y todo servicio en la carne es defectuoso y
por tanto no es agradable al Señor (Lv 8:2-30).

D. El Llamado a Vencer la Tentación es el cuarto llamado (Lc. 4:1-2). Este es un “terreno de prueba”,
ya que “muchos son los llamados” – a un ministerio, como en el llamado número 3 – “pero pocos los
escogidos”. ¿Por qué solamente unos pocos? Porque los demás nunca pasaron este “grado” o llamado
particular. En la vida de Cristo, este llamado vino durante sus cuarenta días de tentación (Lc. 4:2). el
mismo Espíritu lo llevó al desierto para ser tentado por el diablo, cuarenta días con sus noches fue
probado estando en ayuno (Lc. 4:1-2), era necesario que venciera toda tentación (He. 4:15, 5:8). El
número cuarenta en la Biblia representa tiempo de prueba, por medio del cual Dios logra cambios
permanentes en nuestra alma; esa fue su respuesta al cuarto llamado del Espíritu, a vencer la
tentación.El pasó esta prueba porque guardó la Palabra en Su corazón y fue guiado por el Espíritu. Así,
Él fue capaz de continuar hacia el quinto llamado.

4. El sacerdote ungido (creyente bautizado con Espíritu Santo), será llamado a vencer la tentación,
será expuesto a ataques del diablo para que descubra que cuenta con los recursos espirituales para
proclamar la victoria de Jesucristo en su vida, esta experiencia será necesaria cada vez que Dios lo
promueva: A mayor capacidad tendrá que enfrentar dificultades más grandes (1 Pe 2:21, 3:9, 5:8-9,
Col. 3:15, Stg 1:12-14, 2 Co 7:5).
Job tenía un buen nivel, Dios lo alabó y reconoció que era un varón justo como no había otro
sobre la tierra (Job 1:8), así que para incrementar su capacidad, dejó venir sobre él la aflicción, al cabo
lo vemos reconociendo que le faltaba mucho y que quería más (Job 42:1-6), lo cual Dios satisfizo
ampliamente (Job 42:10-12) lo cual lo guardo en paz hasta su muerte (Job 42:17).

d. El Llamado a la iglesia a Vencer la Tentación vino a través de la dispersión, debido a la persecución


(Hch 8:1). Durante toda el desarrollo de la iglesia hubo prueba, persecusión, tentaciones, batallas, más
todo esto llevaba a la iglesia a la madurez necesaria para ser de impacto al mundo antiguo (Hch 14:18-
22, Jn 16:33, Stg 1:2, 1 Pe 4:12-14, Ro 8:17, 2 Co 4:17, Hch 17:5-6).

E. El Llamado a un Ministerio Ungido y Aprobado. (Lc. 4:14-19). Al haber vencido toda tentación, por
la virtud del Espíritu Santo, pudo ascender el siguiente escalón de la voluntad de Dios, iniciar su
ministerio. Había sido probado y aprobado, por eso su palabra era con autoridad y lo seguían las
señales (Lc 4:32-44, Hch 10.38). El ministerio ungido de Cristo duró tres años y medio. Él fue el
principal apóstol, profeta, evangelista, pastor y maestro, anciano, diácono, gobierno y ayuda (Él aún
es; y cuando entramos en este quinto llamado, Él está aún derramando Su vida de ministerio a través
de nosotros). Podríamos decir que estos llamados son como los bloques de construcción de los niños.
Entrar a estos llamados progresivos del servicio para Cristo no nos quita la responsabilidad de los
llamados anteriores. Cristo fue severamente tentado en el desierto inmediatamente antes de sus tres
años y medio de ministerio, y continuó siendo probado a través de este periodo.

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5. Al vencer la tentación, al salir victorioso de la prueba, el Espíritu Santo llamará al creyente a un
ministerio aprobado (Hch. 13:2, Fil. 2:22, Jn. 21:17, Ro. 8:28, 9:11, 1 Ti. 1:11). La aprobación de Dios
es lo que hace funcionar al ministerio, no los diplomas de un seminario. Es importante que este evento
sea confirmado por la iglesia y que cada ministro tenga el respaldo de su congregación. De esta
manera se evitan las iglesias “independientes” o que no tiene relación con otros cuerpos locales. En
este punto no merefiero a las congregaiones hijas que forman parte de matrices denominacionales,
sino del orden biblico en la relación que se establece entre minsitros congregaciones (1 Tim 4:14, Hch
6:5-6, Hch 13:1-3, 1 Tim 5:22).

e. El Llamado a un Ministerio Ungido y Aprobado vino inmediatamente después del llamado que le
precedía, “Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio. Entonces
Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria…” (Hechos 8:4-5). La iglesia comenzo a operar con mucha
valentia y poder en el Señor, multiplicandose, edificandose, y teniendo revelación (Hch 8-11).

F. Para el sexto llamado a la Vida Abundante, Jesús habia llegado a un punto en que las envidias le han
levantado muchos enemigos entre su pueblo que Dios usaria para generar un proceso fuerte
compuesto por la muerte, sepultura, y resurrección de Cristo. En una manera, este llamado es como el
cuarto llamado repetido e intensificado, excepto que éste tiene el aspecto adicional de la resurrección.
Para entrar en una vida abundante se debe primero morir como un grano de trigo; Jesús estaba
dispuesto y respondió así a su sexto llamado (Jn. 12:24-26). Jesús se dispuso a la cruz, sabiendo que el
fruto de su muerte seríamos nosotros (Is. 53:11).

6.- A todo aquel que sirve fielmente en algo específico que Dios le haya pedido, no importa que no
sea del ministrerio quintuple, el Espíritu Santo lo llamará a una vida abundante, es decir, a pasar por el
principio de: muerte, sepultura y resurrección; muerte a sí mismo para vivir y ser exclusivamente para
su Señor (Jn. 10:10, 1 Ti. 6:12, Col. 1:5-6, Ro. 1:1, 6, Gál. 1:6).

f. El Llamado a una Vida Abundante vino cuando Dios levantó a Pablo y su equipo con su mensaje de
vida abundante y ministerio de gracia, como es visto en sus tres viajes misioneros (Hechos 13-19).

G. El Llamado al Trono (Hechos 1:10) es visto cuando al resucitar Jesús se manifiestó a sus discípulos
por 40 días, para así llegar el momento en que debe responder a su séptimo llamado, el llamado de
Cristo hacia arriba a sentarse “a la diestra de Dios.” (Mr. 16:19). Su Padre le ha reservado un lugar a su
diestra y Él asciende, ha vencido todo obstáculo, tiene toda potestad en el cielo y en la tierra, así que
se sienta a la diestra de su Padre celestial para cumplir todas las cosas (Ef. 4:10).

7. Finalmente, todo aquel que se rinde por entero a Dios, que permite a Cristo vivir y manifestarse en
él, va a ser llamado por el Espíritu Santo al trono de Dios, es la mayor gloria a la que el creyente puede
aspirar, es el blanco, el premio de la soberana vocación en Cristo Jesús, la vocación celestial: llegar a
ser parte de la Esposa del Cordero (Fil. 3:11-14, 1 Pe 5:10, 1 Ts. 2:12, 2 Ts. 2:14, He. 3:1). Ya que el
Espíritu va a darnos una muestra de la gloria venidera (Ef. 1:14), Dios quiere llenarnos de poder para

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sentarnos en el trono y tomar dominio completo sobre el adversario; mientras estamos esperando el
verdadero llamado hacia arriba. Cuando lleguemos en nuestra experiencia diaria a lugar donde
podamos decir; “y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí” (Gál. 2:20), entonces experimentaremos esta
vida en el trono.

g. El Llamado al Trono tal vez tiene su gran clímax en los martirios bajo el tiempo de Nerón que
siguieron a la persecución de la iglesia. Mientras tanto, el ejemplo de Pablo de la “vida en el trono” se
ve en su viaje a Roma y en las epístolas escritas en el camino (2 Ti 4:7-8).

EL PROPOSITO DE LOS 7 LLAMADOS DE ESPíRITU

Si Cristo es nuestro modelo perfecto y sobre Él vinieron siete llamados que lo llevaron paso a
paso en la voluntad de su Padre, sobre cada creyente la voz de Dios será la misma, para llevarlo a la
plenitud progresivamente, hasta revelarle su particular propósito dentro de su perfecto plan. A cada
respuesta, el llamado se confirmará y se volverá más personal e irrevocable, dando base para un
siguiente llamado más específico o vocación personal (Ro. 11:29). Es muy reconfortante saber que
Dios jamás improvisa, según su presciencia Dios nos conoció, nos predestinó, nos llamó y justificó,
para después glorificarnos (Ro. 8:29-30), El Señor provee fielmente todo lo que necesitamos en cada
momento de nuestra vida, para caminar en su perfecta voluntad hasta llegar a la meta (1 Ts. 5:24).

Debemos ser serios con Dios y caminar con dignidad en sus llamados (Ef. 4:1), cuando respondemos
a cada llamado, Dios llena de su bondad nuestra respuesta y nos respalda con todo su poder
(2 Ts.1:11). Con cada llamado somos más afirmados, de tal manera que nunca caeremos (2 Pe 1:10).

1. El propósito del primer llamado, el cual es a salir del mundo o a la salvación es el de santificación
(1 Ts. 4:7-8), no a inmundicia, para lo cual nos da su Espíritu Santo. Notemos que menospreciar este
llamado es menospreciar a Dios mismo, es un llamamiento santo del que no hay que avergonzarse ni
tener miedo, porque somos llamados a participar de los trabajos del evangelio, pero contando con la
virtud de Dios (2 Ti. 1:7-9). El llamado a santidad que Dios nos hace es posible aceptarlo porque Él es
santo, es decir, no dice que espera que seamos santos como Él, sino porque Él lo es y ya vive en
nosotros (1 Pe 1:15-16). Salir de las tinieblas para apreciar su luz admirable (1 Pe 2:9), como al Señor,
dejar el mundo y a su príncipe Satanás, para entrar al reino de luz de su amado Hijo (Hch. 26:18, Col.
1:13). Este llamado es al arrepentimiento y fe en el Evangelio (Mr. 1:15), su Palabra alumbró nuestra

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oscuridad y amaneció para nosotros (2 Pe 1:19, 2 Co. 4:4-6). Este llamado nos convierte en hijos de luz
para redargüir las tinieblas con una vida nueva y diferente.

2. El propósito del segundo llamado, el cual es a la responsabilidad (delante de Dios y del hombre) es
el de comunión. Después de haber sido salvados y por tanto, haber salido del mundo, es vital
comenzar un proceso de comunión responsable con Cristo, como Señor. Ordenar la vida bajo la
obediencia responsable al Señor (Jn 14:15, 23, 1 Jn 2:3-6, 1 Sa 15:22) cumple con el segundo llamado.
Comunión en amor es sinonimo de obediencia responsable. Inmediatamente despues que iniciamos
una relación cercana con Dios se provoca inmediatamente una relación con el mundo, con la
humanidad. Si tienes comunión con Dios no podras tener comunión con el mundo (1 Jn 2:15-17, Stg
4:4, Jn 14:20-23, Fil 3:18, Ro 5:10).
Comunión con Dios nos llevará a servicio en amor, como resultado de la relación que tenemos
con Él (Mr 3:13-15, 1 Co 3:9). El Señor nos ha sacado del mundo para que podamos tener una relación
de comunón con Él (1 Jn 2:6, 24-28, Ap 3:20).

3.- El propósito del tercer llamado que encontramos en el Nuevo Testamento es a libertad (Gá. 5:13).
Somos llamados libertad y no a libertinaje carnal sino a la verdadera libertad espiritual de entrar
primero a su presencia sin impedimento (He. 10:19-22, 1 Pe 2:3-5), para luego salir y servir a los demás
compartiendo en amor las bendiciones recibidas (1 Pe 2:16, Ro. 6:18). Este es el llamado al sacerdocio
ungido que Cristo recibió, por lo cual también el que responde a este llamado es lleno del Espíritu
Santo (2 Co 3:17).
Ya no somos esclavos del ego y del pecado para servirnos a nosotros mismos, ahora servimos a la
justicia en libertad, con voluntad propia y en amor (Ro 6:13-19). El Señor nos ha comprado (1 Co 6:20,
1 Pe 1:18-21) y aunque somos sus siervos con todo el derecho, quiere de nosotros un servicio que no
sea obligado, sino mas bien libre.

4.- Como a Cristo cuando fue llevado por el Espíritu Santo al desierto para ser tentado del diablo,
viene sobre el creyente un cuarto propósito, este es a padecer, de manera mas espefica le llamaremos
a Sufrimiento y paz. Inevitablemente seguir las pisadas del Señor, tomar su cruz y ser formados a su
imagen implica sufrimiento (1 Pe 2:20-21, 3:9). Esa es la puerta que nos introduce en el reino de Dios
(Hch 14:19-22). Es el llamado del cernimiento y la promoción, quien lo pasa será un vencedor al que el
diablo respetará y temerá (Ro. 8:35-39).
Después de entrablar una batalla cuerpo a cuerpo con la tentación (Stg 4:7, Stg 1:12, Ef 6:11), y
vencerla iniciara un proceso de paz interno muy claro, el cual te permitira seguir avanzando (Col. 3:15).

5.- Después de vencer la tentación, el creyente estará listo para que le sea revelado el llamado
Particular, osea su ministerio especial, en el que podrá servir a Dios, porque este llamado será
conforme al propósito o plan de Dios especifico para el creyente, para el cual todas las cosas están
alineadas, de tal manera que todo le ayudará a bien, aún las cosas adversas o difíciles, porque la
respuesta a este llamado es de amor por Él por sobre todo lo demás (Ro. 8:28-31, Ef. 1:11), y como

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dije al principio, Dios antes nos conoció e hizo la previsión y la provisión para cuando respondiéramos
a cada llamado.
Dios tiene determinado nuestro lugar y función en el cuerpo de Cristo, que es la iglesia, es decir
nuestro ministerio específico con el cual cumpliremos sus propósitos eternos. Si entendemos que el
ministerio no es un despliegue de habilidades humanas puestas al servicio de Dios, sino mas bien, la
vida mima de Cristo que por su gracia fluye a través de alguien que se ha rendido a Él, estaremos
seguros que de esa manera, Dios que nos ha llamado, es fiel para hacerlo todo en nosotros a plenitud
(1 Ts. 5:23-24).

6.- Los siguientes tres aspectos de este propósito relacionan al creyente de manera especial con Dios
mismo, porque le harán participar de su naturaleza y virtud, por lo que en conjunto corresponden al
sexto llamado que Cristo recibió a la vida abundante:
a) Dios nos llamó a la vida eterna (1 Ti. 6:12), es decir, a participar de su misma naturaleza divina como
recurso para vencer en la batalla de la fe. La vida eterna es de caracter divino, que recibimos al ser
hechos hijos de Dios (Jn. 1:12, 1 Jn. 5:11), es calidad de vida ilimitada que podemos empezar a
disfrutar desde ahora si echamos mano de ella (1 Ti. 6:19). Dios es nuestro Padre Celestial en el hay
vida plena. Su vida eterna nos relaciona con Dios mismo.
b) Dios nos llamó a participar de Cristo (1 Co. 1:9). Como todo llamado, requiere respuesta,
y si aceptamos, Dios es fiel para hacernos participar más y más de su Hijo, es decir, recibir
más de su gracia hasta la plenitud (Gá. 1:6, Jn. 1:16). La gracia es su suficiencia, su capacidad
obrando en nosotros hasta que la perfección de Él aparezca en nosotros en este llamado de Dios en
Cristo Jesús. Cristo como nuestro salvador en el hay vida abundante (Jn 10:10) Relaciona con nosotros
c) Dios nos llamó a un solo cuerpo que su iglesia (Col. 3:15), seguir la unidad o paz a la que Dios nos
llamó es posible cuando el Espíritu Santo está obrando en el creyente (Ef 4:1-4, Ro. 14:17-19). Vida
dentro de un cuerpo, formamos parte de un organismo vivo. Nos relaciona con los otros.

7.- El séptimo llamado a Jesús fue al trono y gloria de Dios, así que para nosotros hay también un
cuádruple llamado a su gloria, que nos permitirá caminar en el nivel donde lo sobrenatural es lo
cotidiano. Estoy seguro que todos deseamos vivir en ese nivel, pero sólo aquellos que respondan al
siguiente desgloce de llamado lo podrán experimentar:
a) Dios nos llamó a su Reino y gloria (1 Ts. 2:12), lo que no se refiere al cielo, sino a establecer su reino
en la tierra con su poder y gloria (Jn. 2:11). Responder a este llamado nos vuelve luz, requiere valor y
determinación para propagar el evangelio del reino y abre la puerta para movernos en las señales que
siguen a los obedientes que llenos del Espíritu Santo atacan las puertas del infierno y le arrebatan al
diablo las presas por la gloria del nombre de Cristo (Mr. 16:16-18).
b) Dios también nos llamó para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo (2 Ts. 2:13-15), por
medio del evangelio y reteniendo la doctrina apostólica. Este es un llamado a vivir congruentes con la
fe, a no ser teóricos sino prácticos, heredando y participando de la gloria de su Palabra cuando se
cumple (1 Co. 2:7, He. 6:12, Stg. 1:22-25, 1 Pe 5:10-11).
c) Además Dios nos llamó a ser vasos de misericordia para gloria (Ro. 9:23-24), vasos de
barro llenos de la alteza del poder de Dios (2 Co. 4:7). Cada vaso es diferente y para un uso

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específico, Pablo fue llamado a ser apóstol (Ro. 1:1, 1 Co. 1:1), y cada uno para algo especial
(2 Ti. 2:21). Esta es la manera de manifestar la gloria de su vida (Ef. 3:16).
d) Finalmente, como un broche de oro a sus llamados, Dios nos ha dado un llamado celestial
o al cielo (He. 3:1), lo que significa que un día estaremos con Él en las moradas eternas,
disfrutando de las cosas celestiales y de la excelsa gloria que Él ha deseado compartir con
todos sus hijos, pero que no todos tendrán en la misma intensidad, mientras unos estén a su
lado en su Trono, otros estarán frente al Trono, y cada uno tendrá diferente gloria (Col. 3:1-4,
1 Co. 15:41-43, Ap. 3:21, 1 Jn. 3:2-3, Ap. 7:14-17). Esta será la gloria de su presencia.

Vayamos adelante, no nos conformemos con un buen nivel, vayamos por más, seamos como Pablo,
vayamos por todo, hasta alcanzar el premio de la soberana vocación o llamamiento de Dios en Cristo
Jesús nuestro Señor (Fil. 3:12-14). ¡Dios los bendiga abundantemente!

LOS GALARDONES DE LA VICTORIA

El Cristiano no debe caminar bajo el temor de perder la Salvación, sino por el anhelo de alcanzar
aquello para lo cual fue alcanzado por Dios, el premio de la soberana vocación de Dios en Cristo
Jesús, el trono que un día codició Satanás y que Dios ha ofrecido a su amada Esposa, la iglesia de los
vencedores (Fil. 3:10-14, Ap. 3:21). Cada llamamiento del Espíritu conlleva un premio, cada victoria
asegura un galardón, los vencedores poseerán todas las cosas que Dios ha preparado para
recompensarlos por su fruto espiritual (Ap. 21:7).

Las siete iglesias de Asia referidas en Apocalipsis capítulos 2 y 3, además de ser para siete de las
muchas iglesias existentes en ese tiempo, representan siete etapas en la historia de la Iglesia. También
prefiguran los siete llamamientos del Espíritu Santo a cada iglesia local que aspira llegar a la
perfección. Son siete ocasiones en que el Espíritu habla a las iglesias, mostrándoles su llamado y los
obstáculos que deben vencer, en cada ocasión refiere galardones específicos que están condicionados
a la victoria en esa etapa, pero que una vez ganados, no se pueden perder (Ro. 11:29).

1.- A la iglesia de Éfeso le dice que al que venciere le dará de comer del árbol de la vida (Ap. 2:1-7).
Si el primer llamado es a salir del mundo, sabemos que es mediante el arrepentimiento y la fe que se
recibe la Salvación eterna. En el Edén el hombre perdió el derecho de participar del árbol de la vida,
de haberlo comido hubiera recibido vida eterna (Gn. 3:22-23), así que el vencedor en este primer
llamado es el que se arrepiente (se vuelve a Dios de su mal camino) y cree en Cristo como su Salvador
personal, y una vez salvo lo es para siempre, porque participó del Árbol de la Vida.

2.- A los vencedores de la iglesia de Esmirna les ofrece que no recibirán daño de la muerte segunda
(Ap. 2:8-11). Dicha iglesia prefigura la época en que los discípulos experimentaron la terrible
persecución que llevó a muchos a la cárcel y al circo romano, para ser devorados por las fieras o ser
quemados en las hogueras. Los historiadores de esa época mencionan que los creyentes consideraban
una desdicha no morir como mártires, su secreto indudablemente fue la voz del Espíritu: “No sufrirás

77
daño de la muerte segunda”. Sólo aquel que está seguro de su destino, puede comprometerse de esa
manera con su Dios y cantar mientras es quemado o despedazado por las fieras.

Para nosotros también cumple ese propósito, animarnos a un compromiso responsable con Él,
podemos renunciar a muchas cosas cuando tenemos seguridad, la muerte segunda es la muerte
eterna que sufrirán todos los que no fueron salvos por gracia, lo cual ya no nos afectará (Ap. 20:13-15).
Al comenzar a ordenar las diferentes areas de nuestra vida encontraremos señalamiento, burla,
criticas o incluso agresiones verbales o fisicas, mas esta seguridad de que no hay daño permanente
será el resultado de este llamado.

3.- A los vencedores de Pérgamo les ofrece darles de comer del Maná escondido y un nombre nuevo
escrito en una piedrecita blanca. Esta iglesia prefigura la época de apostasía. Cuando cesó la
persecución y tuvieron libertad de reunión, ya no quedaban ministros de los de la primera generación,
era como cuando murieron los ancianos que había establecido Moisés y el pueblo se descarrilo (Jos.
24:31); dejaron de suceder milagros, la obra del Espíritu Santo se fue desvaneciendo y se levantaron
teólogos religiosos que empezaron a desviarse de la sana doctrina y la iglesia perdió autoridad. Dios
sabía que eso iba a pasar y por el Espíritu les animó a vencer, al ofrecerles del Maná escondido en el
arca dentro del lugar Santísimo (revelación de su bendita Palabra), y una piedrecita blanca con su
nombre escrito (autoridad). Estas dos cosas son las que constituyen el sacerdocio ungido: Sólo un
sacerdote ungido podía entrar al lugar Santísimo para presentarse delante de Dios, ofrecer las
sacrificios y después bendecir al pueblo (He. 5:1).
Los creyentes son llamados a ser sacerdotes del nuevo pacto, la unción del Espíritu Santo es la
virtud que nos permitirá cumplir nuestro sacerdocio, para ofrecer sacrificios espirituales agradables a
Dios por medio de Jesucristo (1 Pe 2:5), si vencemos en esta etapa, tendremos dos cosas: revelación y
autoridad.
4.- Tiatira, la iglesia de la época del oscurantismo de la edad media, unas pocas personas, sólo un
remanente, que cómo los profetas del tiempo de Elías, no doblaron sus rodillas al sistema religioso
babilónico que imperaba en ese tiempo (1 Re. 19:18). Dios ofrece a los vencedores, poder sobre las
naciones y la Estrella de la Mañana que es nuestro Señor Jesucristo (Ap. 2:18-29, 22:16). Cristo es
aquel que abre un nuevo día (2 Pe 1:19), la Palabra es como una antorcha en la oscuridad, El Señor
mismo es el lucero resplandeciente que anuncia el esplendor del nuevo día. Sólo aquellos que han
vivido momentos de oscuridad pueden comprender la consolación y esperanza que da el ver el lucero
de la mañana.
El llamado a vencer la tentación es el tamiz que cierne a los creyentes y determina quienes son
los escogidos de entre todos los llamados; el remanente surge vencedor de la oscuridad, para ejercer
el poder de Cristo (1 Pe 5:6-10, Stg 4:6-7) y propagar el Evangelio de reconcilianción y esperanza (2 Co
5:11-6:2).

5.- Sardis representa el tiempo en que la iglesia fue confrontada con el sistema religioso tradicional; la

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falsa iglesia vendía indulgencias y cargos eclesiásticos; no sólo habían edificado la gran basilica,
simbolo de su imperio terrenal, sino que mantenía sobre el mundo un cautiverio espiritual de
ignorancia y pecado.
Cuando Martín Lutero y después otros valientes reformadores, se manifestaron en contra del
sistema religioso católico, vino sobre ellos la amenaza de la excomunión y la persecución. ¡Qué
alentador debió ser el recibir de parte del Espíritu Santo las palabras de: "Al que venciere será vestido
de vestiduras blancas y no borraré su nombre del Libro de la Vida y, al contrario, confesaré su nombre
delante de mi Padre y delante de sus ángeles" (Ap. 3:1-6). El sistema religioso los expulsaba de su
seno y borraba sus nombres de sus registros mediante la excomunión, en cambio Dios no, los vestía de
justicia como dignos príncipes de su reino y los confesaba delante de su Padre como vencedores
honorables y dignos. El libro de la Vida no tiene tachones ni raspaduras, aun en el mundo, cualquier
documento legal debe estar libre de enmendaduras (Ap. 19:8).
Para nosotros es igual, cuando respondemos al llamado a un ministerio aprobado y ungido,
vamos a ser colocados al frente del ejército, y en la batalla seremos los que reciban los ataques más
severos del diablo, pero sabemos que Dios siempre nos ministrará su respaldo y seguridad. Cuando
damos evidencia de manera clara de nuestro servicio a Cristo mediante el ministerio especifico que se
nos confió recibiremos de Él honra y reconocimiento (Lc 12:8-12, He 12:1-2, 2 Ti 2:1-7, 2 Ti 4:1-8).

6.- Filadelfia es la iglesia que prefigura la época de la post-reforma, de los avivamientos, de la lluvia
tardía. Cuando la iglesia recuperaba parte de su vida sobrenatural, el diablo usaba la fama, el dinero y
los placeres como distracciones, que sólo los que habían respondido al llamado a una vida abundante,
mediante el proceso de muerte, sepultura y resurrección, llegaron a ser vencedores. Es a ellos a los
cuales el Espíritu ofrece como bendiciones especiales de ser hechos columnas en el templo de Dios,
tener su Nombre, el nombre de su ciudad y su nombre nuevo. Es muy interesante notar que se
mencionan cuatro veces que las bendiciones recibidas son de parte de "mi Dios", poniendo el énfasis
en Él (Ap. 3:7-13).

Dios se da y vive a través de todos aquellos que mueren a sí mismos y viven para Él; la vida
abundante se manifiesta cuando Cristo vive en nosotros, serán columnas de su lugar de habitación,
porque pueden llevar la carga de su iglesia local como ancianos espirituales (Gá. 2:9). Tendrán el
Nombre de Dios y el nombre de su ciudad (Jerusalen, la Esposa del Cordero) (Ap. 21:2, 9-10) y
además su nombre nuevo.

7.- Laodicea es la séptima iglesia, prefigura la iglesia de nuestro tiempo, cuando los recursos
tecnológicos de la informática y la comunicación, de la medicina y la cibernética, parecen sustituir a la
gracia divina. El Espíritu Santo exhorta a la iglesia organizada para que recupere la visión espiritual y
se dé cuenta que su origen es divino como divina es su obra y por lo tanto sus recursos deben ser
también enteramente divinos (Ap 3:14-22). La iglesia de nuestro tiempo está siendo llamada al trono,
Cristo está afuera de muchas iglesias que no le permiten actuar como cabeza, tal vez lo admiten como
el invitado de honor, pero no como el Señor y el Esposo. Esta época es de humanismo y materialismo,
eso hace a las iglesias espiritualmente pobres, avergozadas y desnudas, mas los que venzan podrán

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manifestar aún más gloria que la iglesia primitiva (Hag. 2:9), serán tan gloriosos que no verán muerte,
sino que serán transformados cuando Cristo venga por su esposa para llevarla con Él a su mismo
Trono y gloria (1 Ts. 4:16-17, 1 Co. 15:51-53).
Si respondemos a su llamado, dejamos la fuerza humana de la organización y nos volvemos a
Dios para depender de su gracia; si nos conformamos al modelo de su Palabra por su Espíritu Santo, y
si disponemos nuestro corazón a las nueve bienaventuranzas, recibimos y nos movemos en los nueve
dones del Espíritu Santo (como iglesias locales), permitimos se desarrollen en cada uno las nueve
manifestaciones del fruto del Espíritu y reconocemos los nueve ministerios de Cristo (cinco mayores y
cuatro menores), entonces cumpliremos los nueve puntos de la Gran Comisión y seremos ricos en
Dios, vestidos de ropas blancas, con los ojos limpios; cenaremos con Cristo y Él con nosotros en
sublime intimidad; seremos su Esposa y nos sentaremos con Él en su trono como vencedores para
reinar con Él.

TAREA: Encntrar y especificar cada uno de los llamamientos del Espíritu en la historia de Israel,
en la vida de Moises, en la vida de Esteban y en la vida de Pablo.

Pero lo más importante es que cada uno de nosotros escuchemos lo que el Espíritu nos dice,
como glesia local y como creyentes, agradezco a Dios lo que hasta aquí nos ha permitido caminar y le
pido nos ayude a responder de corazón a sus llamados, confiados por entero en su gracia. ¡Dios los
bendiga!

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4.- Las Verdades del Calvario – Permiten que el creyente conozca y reciba las bendiciones de Dios,
porque del sacrificio de nuestro Redentor, vienen todas ellas. Cristo hizo en la cruz la perfecta
provisión para todo nuestro ser, mediante un séptuple pacto; sus diferentes sufrimientos proveyeron
abundantemente a nuestro espíritu, alma y cuerpo, todo lo necesario para que estemos completos en
Él (1 Pe 1:11, Col. 2:10).

“Las Verdades del Calvario nos dan la paz de la


perfecta voluntad de Dios, en su gracia. Romanos 5:1”

Las Verdades del Calvario nos dan la paz de la voluntad de Dios por Su gracia redentora (Efesios 1:7)
Heb. 9-10; Marcos 10:33-34
Paz: redimidos y reconciliados por Él - Nos ofrecen la paz de la voluntad de Dios

7 SUFRIMIENTOS DE CRISTO (Is. 53:4-7)

Los santos redimidos de Dios, que han ido a la gloria, llenan el cielo con sus alegres canciones
de redención. Una de ellas está registrada en Apocalipsis 5:9, “y cantaban un nuevo cántico, diciendo:
Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has
redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación.”
El Calvario, la fuente de esta redención ha puesto su sombra profética en las vidas de los
primeros patriarcas, quienes, sosteniendo a sus recién nacidos, profetizaban mostrando las vidas que
sus hijos vivirían, y los nombraron de acuerdo a eso. En todos sus nombres, una letra del nombre de
Jehová identificaba a quien lo llevaba como un hijo de Dios. Jehová se dio a sí mismo siete nombres
compuestos para denotar la séptuple obra que completaría Su Ofrenda en el Calvario. Cada uno de los
siguientes nombres establece una obra de pacto del Calvario:

Jehová-Tsidkenu Jer. 23:6 Jehová nuestra Justicia


Jehová-Raah Sal. 23:1 Jehová es mi Pastor
Jehová-Rapha Éx. 15:26 Jehová el que Sana
Jehová-Nissi Éx. 17:15 Jehová es mi Estandarte
Jehová-Shalom Jue. 6:2 Jehová es Paz
Jehová-Jireh Gn. 22:14 Jehová Proveerá
Jehová-Shamah Ez. 48:35 Jehová está Allí

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Entendiendo esta gran salvación, el Salmista David escribió en el Salmo 103:1-2, “Bendiga todo
mi ser Su santo nombre…y no olvides ninguno de Sus beneficios”. Después, el Profeta Isaías en su
maravilloso capítulo 53 expone los siete sufrimientos de muerte (la palabra muerte es plural en
Hebreo en Is. 53:9) como Jehová “cargó en Él el pecado de todos nosotros”.
“Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por…
A. Azotado D. Herido F. Castigado
B. Herido de Dios E. Molido G. Angustiado
C. Abatido
En el Calvario, el Yeshuah Mesiánico Judío, clamó mientras moría, “Consumado es”.
Tarea opcional: Ver serie de Pactos del Calvario de Remanente Vencedor

Viendo a muchos cristianos descuidando los beneficios completos de la redención de Cristo


Jesús, se advierte en Hebreos 2:3, “¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan
grande?” La creación entera de Dios, el cielo, la tierra y la vida sobre la tierra, es profética. En la
historia nacional de Israel, todos sus mandamientos nacionales, leyes, ordenanzas, y fiestas no eran
sino figuras de mejores cosas que vendrían en la redención.

Vemos las sombras presentes de la séptuple redención del Calvario, a través de la raza
Adámica. Aún los primeros patriarcas tuvieron que llevar a cabo actos en adoración mientras Dios se
encontraba con ellos a solas en el sacrificio. Su ofrenda hubiera sido en vano si hubieran fallado al
obedecer a Dios acerca de poner sus manos sobre su cordero de sacrificio. Ya que tuvieron que mirar
hacia delante a la cruz, tan lejos como nosotros ahora miramos hacia atrás, sus acciones de obediencia
también eran acciones de fe. Al poner sus manos sobre el sacrificio sustitutorio ellos sabían que era un
sustituto del Cordero de Dios, el que Abraham profetizó en Gn. 22:8, de la misma manera que el
Cordero Mesiánico, el Hijo de Dios fue un sustituto por cada uno de nosotros. El pecador, al poner sus
manos sobre el pequeño cordero a punto de morir en su lugar, primero tenía que confesar su pecado y
necesidad, identificarse a sí mismo con el sacrificio, y entonces profesar su fe, dándole cumplimiento a
la Palabra de Dios.

En el Calvario, Jesús nuestro Señor cumplió todas las ordenanzas ceremoniales de Israel. No
solamente dio su vida física al derramar Su sangre; sino también Su alma, la cual no murió en la cruz,
sino que llegó a ser el macho cabrío para la expiación de Dios llevando todos nuestros pecados y
yendo hasta el infierno más bajo por nosotros. En el Salmo 88 vemos el alma de Cristo en terrible
tormento, muriendo en lugar del cuerpo y del alma de cada creyente. Pablo vio esta escena de Cristo
yendo hacia abajo (Ef. 4:8-10), y David la vio en el Salmo 68.

Jesús vino en Su ministerio terrenal a vivir el Modelo de Vida para Su iglesia. El siguió adelante
por fe, de la misma manera que Abraham, para reclamar y poseer el séptuple ministerio de liberación
del Calvario. Esto lo hizo aún antes de que fuera a la cruz. Por la misma fe, cada cristiano se ha
extendido hacia el Calvario y ha puesto sus manos sobre el Cordero de Dios a través de la confesión,
recibiendo así la impartición de la vida eterna.

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Después vino el apóstol Pablo, predicando el Evangelio basado en la obra terminada del Calvario. Él
recibió las Siete Doctrinas de la Biblia que fluyen del Calvario. Estas se encuentran en Hebreos 6:1-2, y
son las siguientes:
• La Doctrina de Cristo • La Imposición de manos
• El Arrepentimiento de obras muertas • La Resurrección de los muertos
• La Fe en Dios • El Juicio eterno
• Los Bautismos (a) de regeneración en
el Cuerpo espiritual de Cristo, (b) del Espíritu
Santo y fuego, y (c) del creyente en agua

Los siete beneficios del Calvario que conforman la Doctrina Apostólica, que es el fundamento
de la Iglesia apostólica primitiva, son: Justificación, Santificación, Sanidad Divina, Salud Divina,
Reposo de Fe, la Vida de Resurrección, y la Glorificación de Cristo. Estos siete beneficios del Calvario,
los cuales dan al creyente Dominio completo sobre todas las cosas que ahora le mantienen en
sujeción.

Muchos cristianos que conocen sanidad divina colocan a Dios en la categoría de curandero,
otros lo buscan como el genio de la lámpara, o un hada madrina. Tanto sanidad divina como los otros
seis pactos, costaron la Sangre de Cristo. Dios nos llena de bendiciones que lo involucraron en
sufrimientos indescriptibles, de modo que no nos da cosas, más bien se da a nosotros con cada
bendición; así que lo más importante, viene siendo la porción de Cristo que recibimos con sus
respuestas (2 Pe 1:3-4).

Un pacto es un compromiso entre dos partes, que obliga a ambas a cumplir las condiciones
estipuladas en él. Jesucristo hombre representó a la humanidad ante Dios e hizo un pacto con Él.
El Padre puso la ley como condición y Jesús la cumplió totalmente, por lo tanto adquirió los derechos
estipulados en el antiguo pacto y estableció uno nuevo, ocupando el lugar de los infractores, de
manera que éste nos convirtió en beneficiarios, se tornó en un testamento en el que nos heredó las
bendiciones que ganó por mérito propio. Como toda herencia, el heredero la disfruta en la medida
que se ciñe a sus condiciones y ejerce sus derechos, reclamando lo que le pertenece. En nuestro caso
no reclamamos de forma malcriada a nuestro Padre, en todo caso, el asunto es más bien contra el
“enemigo” / situación que pudiera estar atentando contra los derechos del pacto.

***Algunos creen que Dios sana, pero al no conocer la sanidad como parte de un pacto, creen que
es un capricho divino, por eso concluyen que no todos sanan. También es frecuente que el creyente
dude, porque condiciona la respuesta divina a su caminar cristiano, olvidando que la Salvación eterna
no la logró por su comportamiento, sino por gracia y de la misma manera, basada en los méritos
suficientes del Señor Jesús, toda la provisión le es dada por gracia, incluyendo su transformación a la
semejanza de Cristo.***

2
Cuando Dios hizo un pacto con Noé, puso como señal de su compromiso el arco iris (Gn. 9:13-
16), la luz blanca se descompone en siete colores básicos que prefiguran el nuevo pacto, el cual
contiene siete bendiciones, que fueron provistas para lograr la perfección que Dios diseñó para
el hombre; He aquí un esquema de verdades, el séptuple pacto del Calvario.

Dios hizo un pacto con su pueblo Israel y como una provisión de misericordia, les dio el
sacerdocio levítico, para que, mediante siete diferentes sacrificios, consiguiera toda la bendición
divina a pesar de las fallas humanas. Sabemos bien que los sacrificios levíticos no resolvían el
problema del incumplimiento, solamente conmemoraban los pecados y posponían la sentencia
estipulada en el pacto de la ley, hasta el advenimiento del Mesías (He. 10:1-4). Si alguien pecaba
requería un sacrificio, si volvía a pecar requería otro, y así continuamente debía seguir ofreciendo más
víctimas, y según la necesidad era el tipo de sacrificio. Había siete leyes para los diferentes sacrificios:
la ley del holocausto, del presente, de la expiación por el pecado, de la culpa, de las consagraciones,
de las paces y de la limpieza de la lepra (Lv. 7:35-38, 14:1-2). Estos siete diferentes tipos de sacrificio,
son figura de la muerte de Cristo en la cruz del Calvario, pues conseguiría siete bendiciones específicas
que garantizarían que la relación del hombre con Dios se daría y una vez establecida, nada la podría
romper.

El único, verdadero y suficiente sacrificio fue consumado por la ofrenda de Cristo por nosotros;
fue el sacrificio perfecto que logró lo que nunca lograron los continuos sacrificios levíticos
(He. 9:24-28). La epístola a los Hebreos menciona siete veces que el sacrificio de Cristo fue uno,
perfecto y suficiente; en cada ocasión muestra una bendición conseguida por ese sacrificio, siete
bendiciones que corresponden a las prefiguradas en los sacrificios levíticos.

El rey David, uno de los profetas mesiánicos, enumera siete beneficios que Dios tiene para el
creyente: Dios perdona pecados, limpia iniquidades, sana dolencias, rescata del hoyo la vida, corona
de favores y misericordias, rejuvenece el alma al saciar de bien su boca, y hace derecho y justicia al
que padece violencia (Sal. 103:1-6).

Otro de los profetas que predijo el sacrificio de Cristo en una manera muy descriptiva fue
Isaías, Dios le reveló que el Siervo de Dios padecería siete diferentes tipos de sufrimiento y lograría
siete beneficios que cubrirían toda necesidad humana, garantizando una relación de pacto con el
hombre (1 Pe 1:10-12), relación definitiva e inmutable. Podemos leer desde el verso 13 del capítulo
52, hasta el verso 12 del capítulo 53 de Isaías, y vamos a encontrar estas siete aflicciones: azotado,
herido de Dios, abatido, molido, castigado, llagado y angustiado.

En la epístola a los Romanos, el apóstol Pablo contrasta las obras de la ley con la gracia, la carne con el
espíritu, la ley del pecado y de la muerte con la ley del Espíritu de Vida. En el capítulo 8, cuando
muestra la supremacía del espíritu y la gracia, sobre la carne y el esfuerzo propio, presenta los siete
beneficios ganados por Cristo en la cruz para el creyente: Justificación (Ro. 8:1-5), Santificación (Ro.

2
8:6-10), Sanidad Divina (Ro. 8:11-12), Salud Divina (Ro. 8:13-15), Paz y Reposo (Ro. 8:16-18), Vida
Resucitada (Ro. 8:19-25) y Gloria de Dios (Ro. 8:26-30).

Estas siete bendiciones son la provisión de Dios para ser más que vencedores por medio de nuestro
Señor Jesucristo, que nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros (Ro. 8:37-39). Los siete pactos del
Calvario, son la garantía divina de nuestra Salvación y la provisión para nuestra perfección, porque
Cristo volverá cuando la iglesia sea perfecta, santa y sin mancha (Ef. 1:4, 5:25-27, Hch. 3:20-21).

La palabra griega que usó el apóstol Pablo para decir "una sola vez", en las siete ocasiones que
la menciona en el libro de Los Hebreos es hafax, cuyo significado, de acuerdo al diccionario griego de
la concordancia de Strong, es: única vez, definitiva o, sin necesidad de repetición. Tenía mucha fuerza
el concepto, el apóstol Pablo, por el Espíritu había escrito que la ofrenda del cuerpo de Cristo hecha
una sola vez, logró su objetivo y por lo tanto no es necesario otro sacrificio. Con razón antes escribió
que los que piensan que la Salvación se puede perder por causa de las obras, quieren crucificar otra
vez al Señor para recuperarla y al pensar así lo exponen a vituperio (He. 6:4-6). El sacrificio de Cristo
fue perfecto y suficiente; si de ese versículo se desprendiera que el creyente puede perder su
Salvación, necesariamente también quedaría establecido que no la puede recuperar, y de ser así,
Cristo sería autor de condenación y no de salvación, porque los perdidos tendrían oportunidad, pero
los cristianos caídos ya no; sería entonces más conveniente recibir a Cristo justo antes de morir, que
recibirlo y tener tiempo para fallar y perderse sin opción.

Creer que la Salvación se pierde implica considerar que el sacrificio de Cristo no es suficiente, lo
cual es tener por inmunda la Sangre del testamento y hacer afrenta al Espíritu de gracia (He. 10:29-
31). Además, el juicio y castigo referidos por el apóstol para el creyente que retrocede, no tiene que
ver con el infierno, sino con la corrección de los suyos. De hecho, los capítulos 6 y 10 de Los Hebreos,
son utilizados como argumento de los que creen que la Salvación se puede perder, pero la verdad es
que, el apóstol Pablo asegura en ellos todo lo contrario, lo cual es consistente con toda la epístola y las
demás Escrituras sagradas.

EL ESCLAVO TIENE NECESIDAD DE REDENCIÓN

¿Por qué necesitamos redención? El esclavo en el mercado de esclavos sabe porque. Sin
embargo, hay tantos esclavos hoy en día que no se dan cuenta que lo son. Ya que a través de la
transgresión de Adán, toda la humanidad quedó “vendida al pecado” (Rom. 5:16; 7:14). Notemos lo
que heredamos de él como se ve en Génesis 3.
Heredamos:
1. La Condenación de pecado (v.7)
2. El Camino equivocado de pecado (v.8, nos hace caminar apartados de Dios)
3. La Maldición del pecado (v.15)
4. El Conflicto de pecado (v15)
5. El ser Aplastados por el pecado (v. 15)

3
6. El triple Castigo del pecado (vs. 16-19)
7. La Cautividad del pecado (v.23)

EL SACRIFICIO PROVEE REDENCIÓN


“Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío…” (Gn. 22:8). Mira este gran
Sacrificio como se ve en Lv. 7:37. “Esta es (1) la ley del holocausto, (2) de la ofrenda (comida), (3) del
sacrificio por el pecado, (4) del sacrificio por la culpa, (5) de las consagraciones (cuando el sacerdote la
ofrecía para él mismo, especialmente el sumo sacerdote) y (6) del sacrificio de paz.” Esto resume los
capítulos anteriores, pero los capítulos 11-16 nos dan la cuádruple ley (7) de limpieza (aquel afectado
por el pecado y la muerte tenía que ofrecerla a favor de él mismo fuera del campamento para
limpieza). Todos estos muestran respectivamente los siete sufrimientos vistos en Isaías 53 y
mencionados más adelante.

LAS FUENTES QUE DAN VIDA DE REDENCIÓN


Los siete pactos del Calvario son como las siete fuentes de vida que Ponce de León buscó.
Porque, debido a la condenación de pecado, necesitamos Su (1) pacto de Justificación. Debido a que
Adán nos llevó por el camino equivocado, el curso equivocado, el del pecado, necesitamos Su (2) pacto
de Santificación. Debido a la maldición del pecado necesitamos Su (3) pacto de Sanidad (pues no había
enfermedad antes de la maldición). Debido al continuo conflicto entre Satanás y la humanidad, entre
la serpiente y la simiente de Eva, necesitamos el (4) pacto de Cristo de Salud Divina. Este incluye no
solamente victoria continua, cuando lo aplicamos diariamente por fe sobre las plagas que Satanás
lanza contra la raza humana, sino también la victoria sobre el viejo hombre (la simiente de Satanás)
por el hombre interior (“la simiente de Eva”, Cristo dentro de nosotros).
Debido a la manera que tiene la serpiente de golpearnos y aplastarnos con preocupaciones y
con circunstancias apremiantes de una civilización impía, necesitamos la expiación y la redención. Ante
el ángel de la muerte necesitamos el (5) pacto de Reposo de Fe. “Pero de ninguna cosa hago caso”
(Hechos 20:24). Debido a la mano castigadora de la muerte, que viene al dar a luz (Gn. 3:16), en la vida
diaria, y en la muerte misma, necesitamos el (6) pacto de la Vida de Resurrección. Madres, ustedes
tienen derechos de pacto para esperar un parto sin dolor al dar a luz. En 1 Tim. 2:15 la palabra
“salvará” es “sozo” en griego, que significa “mantener sano,” y se traduce como “sano” en cualquier
otro lugar. Cuando estamos pasando por un tiempo difícil necesitamos seguir el ejemplo de Pablo (2
Cor.1:8, 9) y reclamar la vida de resurrección. “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Fil. 4:13).
Mientras que algunos están erróneamente reclamando un cuerpo “que no muera” para esta vida,
nosotros podemos esperar junto con Pablo la “redención de nuestro cuerpo” (Rom. 8:23). Ya que el
pecado nos llevó a cautividad lejos de la presencia de la gloria de Dios, necesitamos el (7) pacto de
Gloria por el cual Su Reino puede irradiar aquí en la tierra.
(Sin duda el lector ha bebido de algunas de estas fuentes vivas y radiantes en la forma de estos
pactos. Personalmente, Dios vivificó el sexto pacto a algunos de nosotros en ciertas experiencias en
México. Particularmente, hubo un fin de semana completo en las selvas bajas en el que parecía que
todo iba mal. La historia es muy extensa para contar excepto que Dios nos dio la victoria más gloriosa
allí. A pesar de solo cuatro horas de sueño durante ese fin de semana (o un poco más o menos), a

4
pesar de la terrible confusión en la convención de los nacionales (la cual Dios la volvió en una paz
gloriosa), a pesar de los animales salvajes rondando alrededor por la noche, a pesar de las tormentas
tropicales que amenazaron con mantenernos encerrados, a pesar de los demonios gritando en los
servicios (los cuales fueron reprendidos), a pesar de que un joven Indio amenazó mi vida, estando yo
solo, en un hermoso río tropical azul (pero que a través del amor Dios dio dominio) y muchas otras
cosas, Dios dio pruebas de que estos beneficios funcionan. No solamente aquel fin de semana, sino
que todo el prolongado viaje estuvo lleno de tales experiencias. Un mover de la Verdad y del orden
divino comenzó en ese fin de semana y desde entonces, lenta, pero seguramente ha estado cubriendo
todo México.)

EL SUFRIMIENTO DETRÁS DE LA REDENCIÓN


Todos somos “siervos inútiles” aún si pudiéramos echar el sicómoro en el mar (Lc. 17:6,10). A
menos que Dios reciba más de nosotros que lo que inicialmente Él pagó por esos “siervos inútiles”. La
sangre de aquel costo estaba acompañada de lo incalculable como se ve en Isaías 53.
Él fue:
1. Azotado (tocado)
2. Herido de Dios
3. Abatido (humillado)
4. Herido (traspasado)
5. Molido
6. El Castigo de (para) nuestra paz fue sobre Él
7. Fue Angustiado, Oprimido (obligado) (Is. 53:4, 5, 7)

No creemos que estos sufrimientos están limitados a la siguiente comparación, pero veamos
cómo se relacionan. En Getsemaní lo vemos “azotado” con un intenso sentimiento por toda la
humanidad. “Azotado” denota un sufrimiento emocional intenso (por ejemplo, “azotado por la tristeza
o “azotado en la consciencia”). El corazón no podía bombear la sangre lo suficientemente rápido, así
que Él sudó como grandes gotas de sangre. Después, a la medianoche, el verso fue cumplido, “Heriré
al pastor, y las ovejas serán dispersadas.” (Mr. 14:27). Entonces fueron dispersas, pero no sin que
antes la multitud llegara con toda clase de palos para herirle, hasta que Judas lo hirió con un beso.
Entonces fue humillado, “afligido”, mientras Simón arrastraba su nombre hasta el suelo en esas horas
de la madrugada en los palacios de los sumos sacerdotes. Escrituralmente, hay más cosas dichas
acerca de la aflicción del alma que la del cuerpo, y mientras Cristo pudo haber tenido esta última aquí,
ciertamente tuvo también la primera. En seguida, al llegar el amanecer lo encontramos siendo juzgado
en el Sanedrín, estaba siendo “herido en casa de Sus amigos…” Ya que Proverbios dice “las palabras
del chismoso son como bocados suaves…” (la palabra hebrea para bocados suaves también se puede
traducir como algo que quema y tiene que tragarse) y; “Martillo y cuchillo y saeta aguda es el hombre
que habla contra su prójimo falso testimonio.” (Prov. 18:8, 25:18) y que “muchos falsos testigos se
presentaban” (Mt. 26:60). Después vinieron el azote de Cristo, el llevar la cruz, y la crucifixión, todo
eso lo hizo parecer como un criminal público porque estaba siendo castigado por nosotros (Lc. 23:22).
Finalmente, mientras Su cuerpo estaba en el sepulcro y Su espíritu en el paraíso (Lc. 23:43), Su alma se

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convirtió en la víctima propiciatoria que fue al infierno por nosotros (Sal. 86:13; Sal. 88; Ef. 4:9). Salmo
88 describe la más grande opresión que el universo ha visto o verá jamás.
Cristo dice, “Yo soy el Pan de Vida” (Juan 6:35) y también Él era el trigo detrás de ese pan (Jn.
12:24). Esto significa que Él experimentó el sufrimiento por el que pasa el grano de trigo.
1. Ya que el sembrador oriental aprieta firmemente el grano en su mano al tomarlo de su bolso
blanco en la cintura y lo esparce. ¡Qué representación de cómo Cristo se debió haber sentido cuando
Su alma fue “azotada” en el Getsemaní!
2. Lo siguiente es que pisa sobre el grano. Así como este grano, Cristo fue “herido”.
3. El grano es enterrado con un arado afilado para cortar (Sal. 129:3, Jn. 12:24). Él fue “abatido”
o “humillado”.
4. Después de que crece, la hoz aguda lo corta – “herido”.
5. Entonces es trillado, pisoteado en el suelo – “molido”
6. Entonces es hecho uno al (a) sacudirlo (aventarlo al aire y atizándolo), (b) moliéndolo entre
dos piedras de molino hasta hacerlo harina, y (c) amasando la masa (aplastándola, jalándola,
deslizando un rodillo sobre ella, y agregando levadura, tomando forma). ¡Qué triple figura de los
castigos de Cristo por nosotros mientras estaba siendo azotado (por el látigo divino, Lc. 23:22),
llevando la cruz y siendo crucificado!
7. Después es puesto en el horno – “oprimido”. “No dejarás mi alma en el Hades” (Hch 2:27).

La Iglesia es también como un pan (1 Co. 10:17) con los sufrimientos involucrados. Note esos
últimos dos sufrimientos y compárelos con los últimos dos de los frutos del Espíritu, mansedumbre y
templanza o dominio propio. Los sufrimientos son maestros si los aprovechamos. En el canal de
amasamiento de Dios Él nos enseña docilidad o mansedumbre. En su horno, mientras el fuego quema
las impurezas, Él nos enseña dominio propio.

Los 7 pactos Sal 103:3a, Sal 13:39, Hch 13:39, Ro 5:1, Ro 8:32

A. Justificación. Este primer beneficio da liberación al espíritu humano (pneuma) de la culpa


del pecado, mientras que el segundo le da a nuestra alma (psuche) o vida mental, liberación del poder
que los hábitos pecaminosos tienen sobre nosotros. La Justificación trae el arrepentimiento y hace que
el espíritu de Cristo habite en nosotros, el cual hace una nueva creación de nuestro espíritu humano
transformándolo en una nueva criatura sin pecado, “Todo aquel que es nacido de Dios (nuestro
espíritu) no practica el pecado… porque es nacido de Dios.” (1 Jn. 3:9) La Justificación da seguridad al
espíritu del creyente (1 Jn. 5:18), junto con otras treinta promesas incondicionales, tales como, “Y Yo
les doy vida eterna; y no perecerán jamás” (Jn. 10:28-29, Efesios 2:5, Gen 3:7, Ro 5:12, Ro 3:23, como
Adán, Pr 17:15, Ro 3:9-20, Ro 6:23, Mt 25:41). Esto le da al creyente en Cristo que ha nacido de nuevo,
una Obra de Gracia del Calvario que le asegura una posición eterna en la familia de Dios, de la misma
manera que tienes una posición eterna como miembro de tu familia por tu nacimiento y sangre. Pablo
se refiere a nuestra posición perfecta como estar “en Cristo”. Martin Lutero, el sacerdote católico,
caminando sobre sus rodillas sangrantes (como algunas veces es visto en México hoy en día) estaba
esforzándose para sufrir en penitencia, y así permanecer salvo o redimido. Entonces, Dios le habló, “El

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justo (justificado, aquellos que ya son redimidos) vivirá por fe” (Heb. 10:38). El Nuevo Nacimiento en
Cristo acontece una vez para siempre, pero la Santificación, la segunda obra del Calvario, es
progresiva. Jehová-Tsidkenu Jer. 23:6 Jehová nuestra Justicia

1.- La primera vez que usa la palabra hafax, es en Hebreos 7:26-28, donde se refiere a Cristo
como el sacerdote perfecto para siempre, que fue hecho más sublime que los cielos, que a diferencia
del sacerdocio levítico, no tiene necesidad de ofrecer sacrificios por sus propios pecados, sino que
ofreció el sacrificio único de sí mismo por los pecados del pueblo.

El perdón de nuestros pecados es posible por ese perfecto sacrificio. Cuando fuimos
perdonados, nos declaró legalmente justos o inocentes, hemos sido justificados al creer en su
sacrificio (Ro. 3:23-28, 4:25 a 5:1, 18; 10:4), es decir, fuimos declarados justos una vez y para siempre,
por eso es un pacto, el sacrificio de Cristo lo garantiza.

a.- Sal 103:1-6


V.3 Él es quien perdona - El Señor ha mostrado su amor y bondad a través de su perdón
(Ef 4:32, Sal 86:5). Al entender que Dios es santo (1 Pe 1:15-16) y que no puede relacionarse con el
pecado (Hab 1:13, Sal 11:5, Sal 5:5), el perdón es una clave indispensable de reconciliación, y esta no
se puede lograr por nuestros propios méritos (Jer 2:22, Lc 16:15). Es por eso que la Justificación que
Jesús otorga por su obra perfecta en la cruz es un beneficio gratuito que costó su invaluable sangre; Él
se hizo pecado para que nosotros pudiéramos ser perdonados de los nuestros (Sal 78:38, Miq 7:18-19,
1 Pe 2:21-24, 2 Co 5:21, 1 Jn 3:5, 1 Jn 2:2, Ef 1:7). El ser humano requiere arrepentirse y recibir en fe la
gracia de Dios para perdón (2 Cr 7:14, Sal 32:5, Jl 2:13, Hch 2:38, Hch 3:19, Isaías 55:7, 2 Pe 3:9, Ro 2:4,
Pr 28:13, Sal 86:5, Miq 7:18, Hch 13:38-39).

7 pasos de la caída del hombre


Condenación del Pecado Gn 3:6-7
Adán y Eva transgredieron la palabra de Dios, en otras palabras violaron el mandato de Dios de
no comer del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal, este pecado de desobediencia mostró
rebeldía, codicia, incredulidad, etc. fueron engañados por satanás (Rom 5:14, 1 Tim 2:14) y en este
momento fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos, el pecado entró en
la humanidad y con ella la condenación eterna, esto es muerte espiritual (Rom 5:12-21), destituidos de
Dios (Rom 3:23, Ef 2:12)

7 Nombres de Jehova
Jehová-Tsidkenu Jer. 23:6 Jehová nuestra Justicia
En el nombre de Dios podemos encontrar aspectos de su carácter divino y también beneficios
para su creación debido a su esencia ( Jer 23:5-6). La promesa de un renuevo justo un descendiente
del rey david, el mesías, el rey de reyes (1 Tim 6:15, Ap 1:5, 17:4, 19:11-16,) quien a sí mismo es el Dios
justo (Dt 10:17) que hace justicia (Jn 7:24, Hch 17:31, Sal 9:8). Para que sus escogidos puedan ser
hallados inocentes ante ese juicio es necesario ser salvos o librados de él y la única forma es que el

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nombre de Jehová, justicia nuestra, esté en ellos (Jer 33:16). Sin la declaración de justificación
imputada por Dios sobre su pueblo sería imposible su salvación. Este milagro hermoso fue posible
cuando Jesús, el mesías prometido, fue a la cruz para tomar en sí mismo nuestra condición de pecado
y tomar nuestro lugar (2 Co 5:21), Cristo se hizo pecado para que el pecador fuera hecho justicia al
estar en Cristo (Col 2:13-14). Esta justificación fue gratuita, el amor y gracia de Dios se manifestó en
Cristo, quien nos liberó al comprarnos con su sangre, con esta acción sustitutoria la ira de Dios que
estaba sobre nosotros los condenados fue apaciguada, la sangre de cristo lavó nuestros pecados (Rom
3:24-25, 1 Co 6:20, 1 Pe 1:18-21, 1 Jn 1:7, Is 1:18).

7 Fiestas de Israel
Pascua Lv 23:1; 1 Co 5:7, Ro 8:1-4
Cada una de las fiestas apunta a los beneficios del calvario (Lv 23:1). La primera de ella es la
pascua (Lv 23:5) que fue celebrada por primera vez en Egipto, cuando Israel fue liberado de su
cautiverio bajo faraón, tipo de satanás, y bajo Egipto, tipo del mundo (Ex 12). En este evento de escape
e inicio de éxodo el Señor mandó matar un cordero, alistarse, preparar pan sin levadura y hierbas,
poner sangre en los postes y dintel de la puerta de la casa y comer del cordero para así salir. Este
evento es para nosotros una realidad espiritual en Cristo, quien es nuestra pascua (1 Co 5:7) quien
está accesible para nosotros después del arrepentimiento (limpieza de levadura). Su muerte y la
participación de su cuerpo y sangre por fe es lo que nos justifica y da vida (Juan 6:56-71). Cristo el
cordero de Dios sacrificado es el salvador, quien quita el pecado del mundo, la muerte del creyente y
la condenación eterna (Jn 1: 29,34, Ro 8:1-2 ). En la carne crucificada de Cristo quedó cautivo el
pecado y de esta manera quien recibe por fe la justicia que se ofrece en la obra completa de Cristo
queda libre de la maldición dictada sobre Adán y la humanidad (Ro 8:3-4, Gálatas 3:13).

7 Piezas del Tabernáculo


Altar de bronce
En el tabernáculo de Moises se encuentran 7 diferentes partes que pueden llevarnos la imagen
de Cristo y su obra. El primer mueble es el altar de bronce (Ex 27:1-8) donde todo sacrificio de animal
era presentado. Este mueble era santificado con sangre (Éx 29:12, Lev 4:25), así también como el
sacrificio era purificado con agua (Lv 9:7-24). Todo esto apunta claramente a Cristo y la cruz. Así
mismo Cristo como sacerdote es quien se presenta como el que ofrece el sacrificio y como el sacrificio
(Ez 45:19, Heb 5:1, Heb 8:3-5, Jn 10:18)

El grano de trigo Jn 12:24


Se aprieta el trigo y se esparce en tierra
En Juan 12:24 se resume un proceso muy hermoso y al mismo tiempo muy doloroso por el cual tiene
que pasar todo grano de trigo para convertirse en productivo, de mucho fruto y bendición. El primer
paso de este proceso es que el grano de trigo se aprieta y se esparce en tierra. De la misma manera
Cristo tuvo que ser apretado fuertemente en el Getsemaní y dejado en tierra para poder cumplir la
voluntad del Padre. Este aspecto se desarrollará con detalle a continuación.

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Sufrimientos profetizados Isaías 53
Is 53:4 Azotado nagá H5060
raíz primaria; propiamente tocar, i.e. poner la mano encima (con cualquier propósito; eufemismo
acostarse con mujer); por impl. alcanzar (figurativamente llegar, adquirir); violentamente, golpear
(castigar, derrotar, destruir, etc.):- acercar, acontecer, azotar, cercano, derribar, destruir, echarse con,
herir, juntar, llegarse a, penetrar, subir, suceder, tocar.

Sufrimientos cumplido en Cristo


En el huerto de Getsemaní Mr 14:32-42
La primera vivencia del proceso final de sufrimiento y calvario se encuentra en el huerto de
Getsemaní (Mr 14:32-42). La primera presión que comenzó a experimentar fue entristecerse y a
angustiarse, fue una presión emocional. Su alma comenzó a enfrentar un azote muy fuerte de tristeza
hasta la muerte. El anticipado conocimiento de la futura separación que habría entre Él y su amado
Padre (Mt 27:46), con quien se gozaba en comunión de su eterna presencia (Jn 17:5), al hacerse
pecado y recibir la copa preparada lo angustiaba mucho (Mt 27:45).
Su deseo por permanecer junto al Padre era tan fuerte que apeló a la posibilidad de no pasar
por esa hora (copa), su clamor y oración fueron tan intensos que su vasos capilares se rompieron y
esto produjo un sudor de sangre, más aún estando en este pesado sufrimiento de tristeza prefirió
apegarse a la voluntad de su Padre y al amor que tiene por su iglesia.
¿Qué sentirías si en un momento de gran dificultad en tu vida aquellos a los que serviste con
tanto amor y entrega se quedaran dormidos en lugar de acompañarte? Que a propósito, fue por
tristeza (Lc 22:45). Los apóstoles ante la tristeza deciden ensimismarse y prefieren satisfacer su
necesidad que permanecer en la comunión con su maestro, aún éste les haya insistido 2 veces y
tenido 3 encuentros. Jesús había sido dejado por el hombre más su Padre estuvo allí (Mt 4:11, Lc
22:43).

Los tipos de presión


Emocional, Azotado con Tristeza

Sus anhelos desechos


Preservación/supervivencia: Al ir a la cruz a morir Lc 22:42
El alma tiene 7 diferentes anhelos y en el caso de Jesús cada uno de ellos fue deshecho en el
proceso del calvario. El primero de ellos en rendirse al Padre fue el del superviviencia o también
llamado de preservación (Lc 22:42). Mantenerse con vida o sea en comunión con el Padre, era algo
que Jesús anhelaba con todas sus fuerzas. Evitar la muerte o sea no ser separado del Padre era un
deseo legítimo que cedió por amor a los designios del Padre y por amor a su iglesia.
Más tocando el plano físico Jesús aceptó voluntariamente ir a la cruz y morir dejando el tema
de la supervivencia en Dios. Fue quitado de esta tierra a una edad temprana como de 33 años, en
pleno vigor de la vida. En ningún momento le causó temor morir en la cruz pues su vida y gozo era
cumplir con la voluntad de Dios (Jn 4:34, Heb 12:2).

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Los 7 Yo soy’s
El pan de vida Jn 6:35
La provisión de Cristo para esta etapa se encuentra en los 7 yo soy´s siendo el primero yo soy el
pan de vida (Jn 6:35). La vida que se encuentra en Cristo es la que nos confiere vida eterna a nosotros
(Jn 10:28), aquella que es capaz de cubrirnos y quitar la condición de muerte que está sobre la
humanidad caída (Jn 5:24, 1 Jn 3:14). Cristo declara que es necesario venir a Él y comer de Él para
tener vida (Jn 10:10, Isaías 55:1-11, Ap 22:17), el regalo de Dios de justificación suprime los efectos del
pecado para condenación de la trasgresión de Adán y de las muchas transgresiones que hicimos, que
causaron y causan muerte, más por la vida de Cristo ofrecida desde la cruz y la resurrección tenemos
justificación para vida (Ro 5:16-18).

Las 7 Relaciones básicas


La primera relación básica, Con la Palabra, es claramente un factor clave para la
justificación. Es por la palabra que el Espíritu de Dios planta en nosotros, que somos salvos (Stg 1:21),
Cristo mismo en nuestro corazón nos da vida, amor y de su Espíritu (Jn 1:1, Ef 3:17-19, Ro 8:9). La
Palabra de Vida de Cristo limpio nuestro espíritu humano muerto y nos hizo renacer (Jn 15:3, Ef 2:1-
10) Por tanto, es necesario que la Palabra de Dios sea predicada pues de esa manera muestra el poder
de Dios para salvación (Ro 1:16, 1 Co 1:18, 1 Co 2:4, 1 Ts 1:5)

Las 7 glorias Ap 5:12


Poder - Solo Jesús tenía el poder para rescatar, solo a través del cordero inmolado se
puede cumplir los propósitos eternos y el plan de Dios (Ap 5:3, 5-10), Solo Jesús podía cumplir la ley
(Mt 5:17-18, Ro 8:3-4), sólo Jesús, quien es Dios, tiene poder para cargar la pena del pecado (2 Co
5:21) y perdonar pecados (Mr 2:9-10), solo Jesús podía dar la vida por nosotros (Hch 4:12), ya que solo
Él tiene vida en sí mismo (Jn 5:26), por esto Él es digno de recibir el poder (Ap 5:12).

B. Santificación. Mientras examinamos el segundo ministerio de liberación, la santificación


forjada por Jesucristo para nosotros en el Calvario, la entendemos como el apartarse uno mismo para
Dios. Esta obra es hecha a través de nuestra alma o vida mental. Con la Ley de la Mente que tiene su
soberana voluntad de elección, encontramos una necesidad de una consagración más profunda para
continuar nuestro caminar en el espíritu, y no en la carne (Rom. 7:23, Gá 5:16, 24-25). La santificación
es un beneficio porque nos evita continuar sembrando muerte en nuestra vida. Por lo tanto, al
despertar a nuestra necesidad de una vida espiritual más profunda para vencer la Naturaleza Adámica
de pecado, regresamos al Calvario por fe y reclamamos nuestras arras de herencia, el ser revestidos
por el Espíritu Santo, que fue la última promesa y profecía de nuestro Señor (Hechos 1:8). Esta obra
del Calvario es imperfecta en nosotros hasta que alcancemos madurez en Cristo. Comenzamos en el
estado de infancia, y al ir obedeciendo los 700 mandamientos del Nuevo Testamento, y al entrar en el
poder de muchas promesas, crecemos espiritualmente mientras que la vida de Cristo se va formando

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completamente dentro de nosotros. Por lo tanto, nuestra posición (en nuestro espíritu) es eterna,
pero nuestro estado (en el alma) varía si obedecemos o desobedecemos la Palabra del Señor. Mientras
escalamos la Montaña invisible del Calvario para reclamar nuestra herencia en Cristo y beber de las
fuentes de la Vida, encontramos muchas piedras de incredulidad, las cuales debemos sacar. Después
de Pentecostés, el Espíritu Santo desea establecer algunos de los nueve dones espirituales de 1 Co.
12:8-10 en nuestras vidas llenas del Espíritu. Él constituyó a algunos de los hombres en los cinco
ministerios de Ef. 4:11, mientras Cristo edifica Su Iglesia del Nuevo Testamento en Su Orden Divino.
Después de Pentecostés, debemos lavar nuestras mentes constantemente con la Palabra de Dios.

2.- La segunda vez que se menciona el sacrificio único de Cristo es en Hebreos 9:11-14. El
contraste se echa de ver de nueva cuenta: Cristo entró no con sangre ajena sino con su preciosa
Sangre y no en un tabernáculo en la tierra sino en los mismos cielos, con lo cual consiguió eterna
redención para los que le creen, y explica que la sangre de los sacrificios era rociada para santificación.
¡Cuánto más la Sangre de Cristo limpia la conciencia de obras muertas (hechas en el esfuerzo propio),
para poder servir al Dios vivo! La santificación es la separación mediante limpieza y capacitación, para
servir a los propósitos de Dios. La Santificación es un pacto, la provisión para ello la hizo Cristo con su
sacrificio único y suficiente.

b.- Mis iniquidades - Los 7 pactos Sal 103:3a, He 10:10


La palabra iniquidad hace referencia a todo lo malo y perverso en la persona, aquello
que es digno de castigo, entiéndase como un delito ante la ley de Dios. Nuestro cuerpo en alianza con
sus sentidos quebrantan la Palabra de Dios vez tras vez y de esta manera se desarrolla una condición
sucia en el cuerpo (Ro 6:13, 19, Is 64:6, Isaías 28:7-8, Pr 30:11-14) y en el alma ya que también los
pensamientos e intenciones del corazón se oponen al Señor (Gn 6:5, Jer 17:9, Mt 15:19).
Por esta razón es tan necesario el segundo pacto de Santificación que nos posibilita revestirnos
con limpieza (Lc 15:21-22, Ef 4:22-24). Esto se logra cuando por medio del perdón y efecto de la
Palabra nos limpiamos (Ef 5:26).

7 pasos de la caída del hombre


Camino equivocado Gn 3:8
Después de haber tomado el fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal, Adán y Eva
pudieron haber corrido en búsqueda de Dios como hijos desconcertados por lo que estaba sucediendo
buscando una solución que viniera del Padre, más en lugar de ello decidieron esconderse de la
presencia de Dios al escucharlo venir al aire del día entre los árboles del huerto, escogieron el camino
equivocado. A partir de entonces, la humanidad suele tomar el camino errado (Pro 2:15, 14:12, 15:9, Is
59:8, Jer 7:24, Mt 7:13, Ef 2:2, 1 Pe 4:3). Esconderse o esconder el pecado es una pésima decisión lo
mejor es ir en arrepentimiento a recibir su perdón (Jer 16:17, Jer 23:24, Job 34:22, Am 9:3, Sal 139).

7 Nombres de Jehova
Jehová-Raah Sal. 23:1 Jehová es mi Pastor

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Una de las funciones principales del pastor es la de guiar. En el camino ofrece alimento y
protección. El pastor es quien conoce los mejores senderos y es vital escuchar su voz y seguirle por
donde quiera que vaya (Jn 10:16, 27-28, Sal 80:1, Sal 23:2-3, Is 40:11). Cada vez que una de sus ovejas
sale del camino y se pierde Él como buen pastor va al rescate y de seguro la traerá de regreso (Zac
11:16, Is 53:6, Mateo 18:12-14)

7 Fiestas de Israel
Los panes sin levadura Lev 23:6
La segunda fiesta que apunta hacia los beneficios del calvario es la de los panes sin levadura, en
la cual cada familia israelita tenía que preparar panes sin este fermentador natural, ahora
acostumbran aún sacar la levadura de sus casas.
La levadura es un tipo del pecado (Mt 16:12, Lc 12:1, 1 Co 5:8) y el pan es tipo del cuerpo (Lc
22:19), esto hace referencia al proceso donde tenemos que formar nuestras vidas sin pecado e
inclusive sacarlo si es que forma parte de costumbres, prácticas, hábitos etc. (Gá 5:9, 1 Co 5:7-8, 2 Co
7:1, Sal 51, 1 Juan 1:9, Tito 2:14, He 10:22).

7 Piezas del Tabernáculo


Fuente de bronce
El segundo mueble del tabernáculo es un claro instrumento para purificación y limpieza. Donde
los sacerdotes tomaban agua para lavar los sacrificios y para lavarse a sí mismos (Lv 1:9, Éx 30:18-21).
La Palabra y el Espíritu como el agua son los agentes purificadores por excelencia para nuestra alma y
aún nuestro cuerpo (Jn 15:3, 1 Co 6:11, Ef 5:26). En la justificación el espíritu del hombre quedó
perfectamente limpio pero nuestra alma aun se ensucia y es necesario limpiarla día con día (Jn 13:5-
12, Stg 1:23-25).

El grano de trigo Jn 12:24


Se pisa el trigo en la tierra
El siguiente paso del proceso del trigo para poder dar fruto es donde este tenía que ser pisado
en la tierra. Al lanzar la semilla esta debía ser cubierta por la tierra para así evitar que las aves la
comieran, para asegurar que la semilla se enterrara completamente se pisaba. Este proceso de
simbólico desprecio se muestra en la traición de Judas Iscariote, el cual por 30 monedas “vendió” a su
maestro (Mt 26:14-16, Mt 27:3-5). Este aspecto se desarrollará con detalle a continuación.

Sufrimientos profetizados Isaías 53


Herido de Dios naká H5221
Is 53:4 raíz primaria; golpear (ligeramente o severamente, lit. o figurativamente):- abatir,
afligir, asolar, atacar, azotar, azote, batir, castigar, causar, combatir, conquistar, cortar, dejar, derribar,
derrota, derrotar, desbaratar, deshacer, destrozar, destruir, devastar, enclavar, extender, fatigar,
golpe, golpear, heridor, herir, introducir, matanza, matar, hacer morir, muerte, muerto, sacar, sacudir,
saquear, turbar, vencer.

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Sufrimientos cumplido en Cristo
Traición de judas junto con la compañía Mr 14:43-52
Que una persona a la cual amas te clave un daga por la espalda es sumamente doloroso (Mt
26:21, Mt 10:4). Judas formaba parte del círculo cercano de Jesús más no era nada evidente para los
otros lo que se albergaba en su malvado corazón (Jn 13:21, Jn 13:2 ), más no así con Jesús que desde el
principio sabía quién era, pues aún estaba profetizado (Mt 26:23-24, Jer 18:23, Zac 11:12-13, Sal.41:9)
y aún así le compartió su amistad (Jn 6:64. Jn 13:11, Jn 18:2, Mt 26:50, Lc 22:48, Lucas 22:21-22).
Judas prefirió el dinero que la amistad de Jesús, prefirió satisfacer su ambición que su
comunión con el Hijo de Dios (Mt 26:15-16, Mr 14:11, Lc 22:4-6) mas como era de esperarse su fin fue
del todo un desastre, aunque ante el remordimiento trató de remendar su error no lo logró (Mt 27:3-
5, Hch 1:18-20). Que dolor para alguien que ama intensamente ser traicionado por el que ama.

Los tipos de presión


CONMOCIÓN (sorpresiva), IMPACTO (shock)
El sufrimiento experimentado en el alma de Jesucristo debido a la futura traición de Judas le
llevó a un punto de conmoción (Jn 13:21). El dolor en el alma de Jesús fue similar al de haber sido
atravesado por una espada (Zac. 13:7, Mt 26:31). En cuestión de horas la actitud y la fachada de Judas
cambió. Que sorpresivo pudo haber sido en lo natural que quien horas antes estuvo en tu mesa ahora
estuviera junto con una compañía con palos, espadas y antorchas buscando tu aprensión y posible
muerte (Mr 14:43-50). En un mismo momento el ser traicionado y abandonado es impactante para el
alma (Mt 26:47-56).

Sus anhelos desechos


Expresión No argumentando al ser entregado “amigo…” Mt 26:47-50
Jesús ante esta y otras injusticias y acusaciones no busco defenderse a sí mismo. Le dejó al
Padre todo el proceso y toda defensa para entregarse sin resistencia (Jn 18:1-11,Isaías 53:7). La
expresión que es el segundo anhelo quedó deshecho en todo el proceso de aprehensión y juicios,
aunque tenía miles de argumentos para declarar su inocencia decidió callar para así poder cumplir
con la voluntad del Padre para Gloria de Dios y salvación del hombre (Lc 23:6-12, Mr 15:4). Dominar su
boca es muestra de gobierno total de sí mismo (Stg 3:2-12, Pr 16:32, Pr 25:28).

Los 7 Yo soy’s
La luz del mundo Jn 8:12; 9:5
La siguiente provisión de Cristo para este anhelo se encuentra en Jn 8:12; 9:5. La luz del
mundo. Una de las mejores maneras en que podemos comparar a la expresión es con la luz, la cual
evidencia todas las cosas (Lc 8:17, Lc 12:3, Ef 5:13). La forma y la cosas que hemos de proyectar ha de
ser conforme a la naturaleza de la luz, la cual dispersa las tinieblas (Jn 1:5), pues manifiesta la esencia
de Dios (1 Jn 1:5-7, Jn 1:4,7, 9 ), esta es para que todos la vean (Mt 5:14-16, Lc 1:79,Hch 13:47). Somos
luz e hijos de la luz y hemos de estar llenos de ella (Lc 16:8, Lc 11:34-36 ,Ef 5:8, 1 Ts 5:5). Cristo tuvo
que morir y resucitar para ser la antorcha que alumbra para vida (Hch 26:23)

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Las 7 Relaciones básicas
Con el mundo
La luz y la comunión con los otros son temas muy relacionados (1 Juan 1:5-7) conectados
mediante la expresión. La manera en la que nos hemos de relacionar con el mundo es mediante la
predicación y modelaje del evangelio el cual fue dado para la iluminación y libertad (Mt 4:16, Lc 2:32,
2Co 4:4-6); sin embargo, también sirve para revelar las obras malignas de este mundo y mostrar su
estado de condenación (Jn 3:19-21, Jn 11:10). La forma en la que este mundo podrá venir a la luz para
ser luz es mediante la fe en Cristo por el evangelio (Jn 12:36, 46, Hch 26:18, 2Ti 1:10). Cristo a través
de nosotros y por su Espíritu da luz y nos equipa para esta relación con el mundo (Rom 13:12).
Los hijos de luz se relaciona con el mundo para anunciar las virtudes de aquel que los llamó de
las tinieblas (1 Pe 2:9) y no para ser asociaciones mundanas (2 Co 6:14 )

Las 7 glorias Ap 5:12


Riqueza
En esta vida estimaron a Jesús en 30 monedas de plata, sin embargo, en la eternidad toda la
creación reconoce que Él es digno de toda la riqueza (Ap 5:12). Todo le pertenece a Dios y a su cordero
(Dt 10:14, Sal 24:1, Sal 95:4-5, 1 Cr 29:11, 1 Cor 10:26 ), y no solo de la riqueza material, también es
digno de toda riqueza de exaltación, Él vale más que todo lo creado (Salmo 57:5).

C. La Sanidad Divina para el alma y el cuerpo, es la tercera de las fuentes de las que cada
creyente en Cristo puede beber. Hay muy poca predicación del Calvario en las iglesias modernas, y las
iglesias laodiceanas, iglesias tibias, han llenado esta fuente de vida con muchas piedras de
incredulidad. Algunas de nuestras iglesias enseñaron la incredulidad que existe hoy en día, de que los
días de milagros se terminaron y que no es la voluntad de Dios sanar cuerpos enfermos; algunos aún
enseñan que es algo que no está de acuerdo con la Escritura. Podemos sacar estas piedras de
incredulidad al examinar el ministerio de Vida de nuestro Modelo Jesús, quien sanó a los enfermos y
envió a sus discípulos, mandándoles a hacer lo mismo. El Apóstol Pablo aún estaba practicando la
Sanidad Divina en Hechos 28:7-9. El Apóstol Mateo interpreta Isaías 53:4-5, en Mateo 8:15-17, “Él
mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.” Cristo otorgó el ministerio de
sanidad como un don a la Iglesia del Nuevo Testamento (1 Co 12:9). También es parte de la “Gran
Comisión”, como se enuncia en Marcos 16:17-18, “Y estas señales seguirán a los que creen: En mi
nombre echarán fuera demonios; …sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.” Este es un
mandamiento con promesa. Muchos miles de nosotros, en los últimos cincuenta años, hemos sido
llevados hacia arriba de la montaña de Dios a la séptima posición que es la de la gloria del Calvario. Sin
embargo, al ser espiritualmente ignorante del beneficio completo del pacto del Calvario, el diablo nos
arrastró hacia abajo; pero ahora, estamos escalando con determinación para contender por nuestros
derechos de nacimiento y herencia, no como caprichos o reclamos a Dios sino como ataque al
enemigo. Si puedes ver tu enfermedad específica puesta en Jesús en la cruz, entonces pronto serás
liberado; pero si testificamos que la enfermedad está en ti, en lugar de estar en Él, seguirás sufriendo.

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3.- El tercer pasaje con referencia al sacrificio único de Cristo lo encontramos en Hebreos 9:24-
26. Es muy claro que mientras el sacrificio anual del día de la expiación, único día en que el sumo
sacerdote podía entrar al lugar Santísimo (Lv. 16), ilustra y contrasta con el sacrificio de Cristo, que no
tiene necesidad de repetirse, porque con una sola ofrenda deshizo al pecado como naturaleza.

Es importante entender que la Escritura se refiere al pecado como una potestad a la cual
estábamos sujetos (Ro. 6:14, 7:8-11, 20), y a los pecados como nuestras acciones. No es que nos
hicimos pecadores al cometer nuestro primer pecado, mas bien pecamos porque éramos pecadores
por la naturaleza adámica; sin Cristo estábamos sujetos al pecado, porque habíamos heredado esa
condición de esclavitud de nuestro padre Adan (Ro. 5:12).

Así que para ser libres del pecado como naturaleza, Dios nos hace siervos de justicia (Ro. 6:16-
18), al someternos a la justicia es cuando nos cubre con su gracia. Sumisión es lo contrario a rebelión.
La rebelión infectó el alma de Adam y todos nosotros heredamos su naturaleza rebelde y vendida al
pecado, por tanto sin autoridad. Cristo fue obediente hasta la muerte y rompió de esa manera el yugo
de nuestra esclavitud y de sus consecuencias (Ro. 6:9-13, Fil. 2:6-11). Nuestro cuerpo resiente lo que
afecta al alma, el pecado engendra muerte, la enfermedad es consecuencia directa de la naturaleza de
pecado (Stg. 1:15). La Sanidad Divina es provisión para nuestra alma y nuestro cuerpo, mientras
aprendemos a someternos a Dios en fe para recibir más gracia (1 Pe 2:24).

Al decir que la enfermedad es consecuencia directa del pecado no establecemos que si alguien
se enferma es porque pecó. Estamos expuestos a la enfermedad porque somos una raza caída, de
pecadores. Deficiencias orgánicas, herencia genética, falta de higiene, ignorancia y pecado nos
exponen a las enfermedades; aún es posible que la voluntad de Dios permita alguna enfermedad física
para enseñar o entrenar a alguien y mostrar en él su gloria (Mt. 9:1-7, Jn. 9:1-3).

Una instrucción bíblica explícita relacionada con la oración por la sanidad se encuentra en
Santiago 5:13-16. El Espíritu inspira a Santiago para dar instrucciones específicas. La persona enferma
debe iniciar el encuentro y pedir que los ancianos oren por su sanidad. Los ancianos ungen al enfermo
con aceite (medios físicos Mar 6:13) y ofrecen una oración de fe, y Dios promete "levantarlo".

Sin embargo, como el contexto inmediato tiene que ver con la confesión de los pecados y el
perdón, puede ser que la enfermedad en cuestión sea el resultado de un pecado específico. En
cualquier caso, este procedimiento es un esfuerzo de grupo que involucra al liderazgo de la iglesia.
Además, son los ancianos quienes están llamados a ejercer la fe en su oración. Esto parecería
descartar la afirmación de que algunos "sanadores" no pueden sanar porque el enfermo no tiene
suficiente fe. Ya que la fe que opera está en el que ora (Lc 5:20).

En principio, Santiago 5:13-16 parecería garantizar la sanidad en todo momento, pero debemos
consultar toda la Escritura. Hay otros pasajes sobre la oración que, tomados aisladamente, también

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parecen ofrecer lo qué queremos en DIOS por ejemplo Marcos 11:24: "Por tanto, os digo que todo lo
que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá". Mateo 21:22: "Y todo lo que pidiereis en
oración, creyendo, lo recibiréis". Juan 14:13: "Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré,
para que el Padre sea glorificado en el Hijo" Juan 15:7: "Si permanecéis en mí, y mis palabras
permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho".Juan 16:23: "De cierto, de cierto
os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará".

Estos versículos deben entenderse en el contexto más amplio de orar siempre según la
voluntad de Dios, como dice 1 Juan 5:14. La condición para orar de acuerdo a la voluntad de Dios es
afín a la instrucción de orar "en el nombre de Jesús". Orar en el nombre de Jesús es orar por cosas que
honren y glorifiquen a Jesús. Desear cosas fuera de la voluntad de Dios no honra a Jesús.

Jesús provee un ejemplo de orar según la voluntad de Dios. En Getsemaní, oró para que se
pudiera evitar "esta copa" (la crucifixión), pero "pero no se haga mi voluntad, sino la tuya" (Lc 22:42).
Jesús no evitó la cruz, pues era la voluntad de Dios que sufriera por ella. Sin embargo, esta frase dicha
como un amparo de desconocimiento de la voluntad de Dios o falta de fe tampoco es lo recomendable

Tomando toda la enseñanza sobre la sanidad y la oración juntas, es apropiado orar por la
sanidad o cualquier otra cosa que sintamos que necesitamos o deseamos.

Orar consiste primordialmente en tener comunión con Dios, pedirle por nuestras necesidades,
entre ellas la sanidad es secundario. Cuando oramos debemos buscar que Su voluntad sea revelada a
nosotros dentro de las circunstancias que estamos viviendo, buenas o malas y entonces vamos a estar
listos para pedir (Hechos 9:36-42).

Si en alguna manera no podemos estar seguros de cuál es la voluntad de Dios es muy


importante pedir por sanidad, basándonos en las promesas de Dios, algunas veces no vamos a
descubrir cuál es la voluntad de Dios hasta que haya pasado el tiempo, en estos casos lo mejor es
mantenerse orando por sanidad.

Hay veces que la sanidad no se va a manifestar inmediatamente ya que hay algunos propósitos
de Dios que Él quiere cumplir en el enfermo, pero finalmente, Dios lo sanará.

Enseñar que la gente no va a sanar porque es la voluntad de Dios que siga enferma también
plantea varios problemas de fe ya que si no va a sanar es porque hay un propósito mayor en eso y no
solamente vivir enfermo.

c.- Sal 103:1-6 Sana tus dolencias Los 7 pactos Sal 103:3b, Mt 8:17
La enfermedad es una situación inevitable en la humanidad. No existe persona que
nunca haya enfermado en su vida, a excepción de Jesucristo. La enfermedad es una de las tantas
consecuencias que el pecado genera. Es una condición de incomodidad, dolor y aún puede llegar hasta

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la muerte (Mt 4:24, Jn 5:3, Hch 5:16, Jn 11:3,13, 1 Cor 11:30 ). Las enfermedades pueden ser sencillas y
de fácil tratamiento o pueden ser complejas, prolongadas y costosas (Mr 5:26).
Esta condición de abatimiento no es parte de los propósitos originales de la creación, sin
embargo, es usada por Dios para llamar nuestra atención. Hay momentos en que la permite para así
mostrarse (Job 2:7, Job 42:5, Ga 4:14) y hay otros momentos en que al sanar es como le podemos ver
con claridad (2 Re 20:1-6, 2 Re 5:1,14-15, Jn 4:46-53).
Gracias a lo que Jesús experimentó en el calvario se abrió una puerta de acceso permanente a
la sanidad (1 Pe 2:24, Mt 8:16-17). Aunque es importante reconocer que la manera, el tiempo y la
ayuda correcta forman parte de la ecuación, es también vital reconocer que Jesús sanó a todos los que
vinieron a Él y los sanó de todo tipo de enfermedad y dolor (Mt 4:23-24, Mt 8:16-17, Mt 9:35, Mt
14:35-36, Lc 4:40)

7 pasos de la caída del hombre


Calamidad (Maldición) del pecado Gn 3:15a
Debido a la trasgresión en el huerto del Edén entró maldición a la creación. Esta gran
calamidad se vio reflejada al contaminar el cuerpo de los humanos para llevarlos a la muerte, no sólo
espiritual sino física. En Gn 3:15 se establece una lucha entre el descendiente de Eva (Jn 3:14) y los de
la serpiente (Juan 8:44), de la misma manera se genera una colisión entre los efectos de ambas
simientes. Vida vs pecado, enfermedad y muerte. En Adán hubo miedo, no se indicaba vergüenza sino
miedo, pues se sentía vulnerable e indefenso. Ahora no solo se veía desnudo físicamente sino
también en su alma, expuesto a todo ataque dañino en lo físico y en lo anímico. Esta vulnerabilidad
física se traduce en enfermedad y muerte.

7 Nombres de Jehova
Jehová-Rapha Éx. 15:26 Jehová el que Sana
El único Dios verdadero de todos los tiempos tiene como parte de su carácter y esencia sanar.
En medio de este mundo caído y enfermo por el pecado y sus consecuencias se ve con claridad este
atributo perfecto de Dios. A través de todo el antiguo y nuevo testamento vemos fluir la sanidad divina
sobre el pueblo de Dios (Éx 15:26, Nm 21:5-9, Nm 12:9-15, 2 Re 20:5) y sobre quienes no eran pueblo
(2 Re 5:10-14). Jesús brilla con fuerza en esta voluntad divina de sanar, como el árbol abundante que
trae sanidad a las naciones (Ap 22:2). El Señor sana por su Espíritu (Hch 10:37-38).
Las situaciones de salud están en las manos de Dios, él permite los tiempos y las formas para
ministrar sanidad (Dt 32:39, Job 5:18, Is 19:22, Os 6:1, Os 11:3). El Señor no es quien hace enfermar
pero al retirar su mano de protección y provisión de vitalidad el ser humano queda totalmente
expuesto y vulnerable a la condición natural de esta creación caída, más en el corazón de Dios está
restablecer la salud después de haber cumplido con sus propósitos (Jer 33:6). La sanidad que el Señor
ofrece no es solo física sino también del corazón y cada una de sus partes (Sal 147:3, Sal 23:3).

7 Fiestas de Israel
Primicias Lv 23:9-14

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La tercera fiesta del pueblo de Israel es la de las primicias donde se traía al sacerdote una
gavilla por primicia de los primeros frutos de la siega. Y el sacerdote mecía la gavilla delante de Jehová,
para que el pueblo fuera acepto; al día siguiente del día de reposo se mecía. Este evento era
acompañado por otras ofrendas como un cordero de un año, sin defecto; como 4.5 kg de flor de
harina amasada con aceite, derramamiento de vino. No se podía comer antes de este día después de
haber comenzado la fiesta, en otras palabras aun antes de comer se tenía que haber presentado la
ofrenda de las primicias (Lev 23:9-14).
La resurrección de Jesús marca una pauta importante como primicia para el Padre (1 Co 15:20)
junto con otros creyentes resucitados (1 Co 15:23). De manera paralela a este evento físico se genera
en cada creyente una resurrección espiritual donde el Espíritu de Dios es primicia y garantía de esta
próxima resurrección física (Stg 1:18, Ro 8:23, Ef 1:14). De aquello que nuestro cuerpo espera
gimiendo podemos ir participando desde hoy (Ro 11:16, Ap 14:4). Un cuerpo sano. 1 corintios 15 es
por excelencia un capítulo sobre la resurrección, la cual vence la muerte y el pecado y sus efectos
físicos y espirituales (1 Co 15:42-44; 49; 55-57).

7 Piezas del Tabernáculo


Tabernáculo
La tienda que cubría el lugar santo, también llamado el Tabernáculo, es la estructura que
cubría a los 3 muebles que generalmente se encontraban en él, que son tipo de las facultades
directivas del alma (Intelecto, Emociones y Voluntad). Por lo tanto, podríamos relacionar este
“mueble” con el cerebro del cual se desprenden todas las indicaciones y sustancias químicas que
mantienen el cuerpo en sanidad.
¿Sabías que el cerebro nos puede curar? El cerebro para el cuerpo es esencial. Mantiene el
cuerpo sano. Además, tal y como ya defendían los romanos, el cuerpo sano es esencial para un alma
sana, y es importante porque un cerebro sano ayuda a tener un cuerpo sano. El cerebro dedica una
enorme parte de su tiempo a monitorizar cómo funcionan los órganos, así como a regular la función
endocrina e inmunitaria del cuerpo (Pr 4:23, Pr 17:22).

El grano de trigo Jn 12:24


El afilado arado pasa por el trigo que es enterrado
Para que surja un retoño lo primero es que la semilla sea enterrada. El tercer paso del proceso
del grano de trigo es que el afilado arado pasa por el trigo que es enterrado. Los eventos que causan
llagas en el cuerpo y alma de Cristo, como lo hacía el afilado arado sobre la semilla, nos trajeron
sanidad (Is 53:5,1 Co 15:3, Mt 8:16-17, 1 Pe 2:24). Tuvo que ser lastimado, muerto y sepultado para a
la postre darnos de su victoria reflejado en Sanidad divina.

Sufrimientos profetizados Isaías 53


Abatido aná H6031
Isaías 53:4 raíz primaria [pos. más bien idéntico a H6030 mediante la idea de menospreciar o
intimidar]; deprimir, literalmente o figurativamente, abatir, aflicción, afligir, debilitar, deshonrar,

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dominar, forzar, humillar, molestar, opresor, oprimir, quebrantar, sufrir, someterse, sumiso, violar,
violencia.

Sufrimientos cumplido en Cristo


Pedro y sumos sacerdotes
En el recorrido al calvario Jesús mantuvo una mansedumbre ejemplar, mostrándose vulnerable
y resistiendo todo ataque físico. Cuando Jesús terminó su estadía en el Getsemaní, ya habiendo sido
traicionado por Judas, volvió a mostrar un propósito principal de su venida que es sanar, al curar la
oreja de uno de sus aprehensores (Lc 22:49-51).
Pedro siguió al maestro pero ante los señalamientos tuvo miedo, como Adan y Eva, más el
buen maestro prefirió exponer su físico que ceder al miedo, por amor de Pedro y de todos aquellos
vulnerables al declive y fragilidad física. Jesus expuso su cuerpo y su alma a la agresión y en disposición
vulnerable, pero sin miedo, se ofreció para poder sanarnos (Lc 22:54-65).

Los tipos de presión


SU HUMILLACIÓN Heb. “abatido” “Traído hacia abajo”
Jesús en este primer episodio de enfrentamiento contra los sacerdotes fue humillado, fue
menospreciado como si en abatimiento fuera llevado hacia una posición o condición inferior. Burlas,
puñetazos, bofetadas, escupitajos, injurias, hostigamiento y todo con el rostro cubierto. Y esto lo hizo
para poder rescatarnos de la condición de humillación, corrupción, fragilidad y enfermedad en la que
se encuentra nuestro cuerpo (He 12:2, Fil 3:20-21, 1 Co 15:37, 42-57).

Sus anhelos desechos


Seguridad . Al quedarse él solo ante el sumo sacerdote Mt 26:56-57
Los elementos o las personas que nos rodean, la posibilidad de decidir a dónde ir o qué hacer
nos brinda seguridad. Más el anhelo de Seguridad de Cristo fue desecho al ser abandonado por sus
amigos, al ser arrestado y llevado por sus aprehensores a donde ellos querían. Inclusive se atrevieron
a cubrir su rostro. Este tipo de acción imprime un nivel de vulnerabilidad tal que provoca una altísima
inseguridad. Jesús no se aferró a su seguridad, sino que la puso a un lado para ser Él mismo modelo de
convicción y confianza para aquellos inseguros discípulos que corrían para salvar su vida.

Los 7 Yo soy’s
La puerta de la ovejas Jn 10:7
Qué mejor figura de protección que una puerta. Al entrar a algún lugar la puerta cerrada es la
forma de mantenerte seguro. En los tiempos bíblicos, el pastor llevaba a pastar a las ovejas y cuando
las condiciones eran favorables para dormir lejos y fuera del redil de madera, se construía un
perímetro austero de rocas, como un redil improvisado, y en la parte más amplia por donde entraban
las ovejas a ese perímetro el pastor se recostaba a forma de puerta. Jesus es la puerta de las ovejas, es
quien nos da seguridad. Todo el mundo se puede voltear de cabeza pero si Jesús está con nosotros
estamos seguros (Jn 10:27-30, Mr 4:35-40, Mt 10:26-33,Sal 27:1-3, Sal 91:4).

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Jesús fue expuesto a los ataques de los sumos sacerdotes, todos sus soldados y partidarios. Al
haber pasado la prueba también nos garantiza seguridad ante todos nuestros enemigos. Nada que
temer. Aún nos encontremos en debilidad física por una enfermedad, estamos seguros y Él nos librará.

Las 7 Relaciones básicas


Con la autoridad
La autoridad más importante es el Señor y su Palabra que nos dirige por el Espíritu Éxodo
15:26. Cuando nosotros vivimos en obediencia a Dios ejecutando en justicia sus mandatos entre la
gente y en nuestra propia vida se ejerce de manera constante una protección especial ante las
enfermedades y diferentes condiciones de salud. Quien vive en desorden y desobediencia puede ser
afectado por diversas bacterias y virus, al igual que puede enfermarse con mayor frecuencia y tener
malestares auto causados de manera inconsciente. Sin embargo, en aquellas enfermedades que por el
hecho de estar en un mundo bajo maldición y un cuerpo imperfecto el Señor es nuestro sanador
Jeremías 30:17.
Existe una provisión de sanidad dentro de la iglesia y es a través de la autoridad que en ella
está establecida. Cuando alguien esté enfermo puede acudir al cuerpo de ancianos, que incluye al
pastor, y por medio de esta figura de autoridad el Señor sanará. La fe, la oración y la rendición de
cuentas para corregir malos hábitos o condiciones pecaminosas propiciará la recuperación y sanidad
Stg 5:14-15.

Las 7 glorias Ap 5:12


Sabiduría
El temor de Dios es el principio de la sabiduría (Pr 1:7), temer a Dios es guardar sus
mandamientos (Sal 111:10). En la sabiduría de Dios está establecido que seamos responsables en el
cuidado de nuestro cuerpo y mente. Obedientes a su mandato para conservar y recuperar la salud.
La rama médica es una de las actividades donde más estudio y conocimiento se necesita ya que
el cuerpo es altamente complejo. Las millones de funciones de los sistemas del cuerpo requieren un
abordaje muy preciso para poder sanarlo en caso de un mal funcionamiento. Más que grande y precisa
es la sabiduría de Dios que puede sanar a detalle lo que se encuentra enfermo en el cuerpo. Su
sanidad no solo alcanza al cuerpo, sino también al alma y al espíritu (Mt 9:12, Sal 147:3).
Jesús es digno de recibir toda la sabiduría, pues quien como Él, que resuelve las situaciones de
un cuerpo, alma y espíritu tan complejo.

D. Salud Divina. Ahora, examinemos la cuarta liberación del séptuple pacto del Calvario, que es
la salud divina para el alma y el cuerpo, así como tenemos para nuestro espíritu regenerado.
Saquemos nuestras estacas y movamos nuestras tiendas a una tierra más arriba. Aquí encontrarás el
pozo de la salud divina lleno con piedras de duda, miedo, incertidumbre, e incredulidad. La iglesia
promedio ha fallado en suplir las necesidades de la gente, y ninguna asamblea puede ir más arriba de
lo que su pastor puede. En la ley de la impartición, cuando la gente del Antiguo Pacto ponía sus manos
sobre el sacrificio, ellos confiaban en Dios únicamente en base a Su Palabra. Nosotros, por otro lado,
tenemos que extendernos hacia el Calvario en nuestra fe, confiando en Dios solamente en base a su

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Palabra, para obtener un entendimiento más claro de esta liberación miremos hacia los sacrificios de
Israel, que eran conmemorativos del Calvario, y examinemos la Ofrenda de Paz. Este sacrificio tenía
que ser siempre pasado por fuego (que nos habla de la unción que rompe el yugo). Y proveía paz
diaria, una calma en tiempos de tormentas. Cuando se ponían las manos sobre el sacrificio, todos los
castigos del pueblo eran transferidos, por fe, sobre el cordero. Aún antes de que Israel entrara en
Canaán, comenzaron haciendo sacrificios diarios, ofreciendo un cordero en la mañana y uno en la
tarde; y así, un cordero siempre estaba ardiendo en el fuego sobre el altar que nunca se apagaba. El
profeta Isaías conocía esta liberación y escribió, “El castigo de nuestra paz fue sobre Él” (Is. 53:5). Y
otra vez, él escribió, “Tu guardarás en completa paz, aquel cuyo pensamiento (consciencia) en Ti
persevera, porque en Ti ha confiado” (Is. 26:3). Hoy, miles de cristianos son atribulados y
atormentados con disturbios mentales y físicos. Pero tú puedes dejar, por fe, todos los castigos
necesarios para tu paz sobre el moribundo Cordero de Dios en el Calvario.

4.- La cuarta ocasión en que vemos el sacrificio de Cristo como único y suficiente, se encuentra
en Hebreos 9:27-28, se refiere a nuestros pecados como hechos consumados, el sacrificio de Cristo no
sólo sometió al pecado como naturaleza liberándonos de su yugo, sino que además agotó todos
nuestros pecados (pasados, presentes y futuros). Esto nos garantiza que del Calvario recibimos un
beneficio más, no sólo sanar cuando nos enfermamos, sino mantenernos sanos; es un pacto de Salud
Divina, es como un escudo que nos preserva sanos al vivir dependiendo de su gracia, aptos para toda
buena obra (2 Ti. 2:10), es salud para los salvos, más no solo de salud.
La salud divina también ha de entenderse como resistencia física. ¿Qué fue lo que permitió a
Jesús estar 40 días en el desierto? ¿Cómo fue que resistió el camino del calvario desvelado, sin comer
y lacerado? 1 Re 19:1-8 En este relato vemos al profeta sufriendo de una condición del alma,
depresión. El par de panes derrotó al desánimo del momento y dio una fuerza sorprendente.
Pensemos en Moises y sus jornadas de ayuno, saben cuantas veces ayuno? (Éx 24:13, Dt 9:9-12) y
¿cómo lo logró? Y de manera parecida el profeta Ezequiel en el capítulo 4.
O que tal el caso de Abraham y Sarah Romanos 4:18-21, quien cuyo cuerpo estaba casi muerto
tomó fuerza de debilidad para poder concebir; En Hch 14:19 encontramos otro caso donde Pablo
lacerado perdió toda fortaleza física; sin embargo, sin la necesidad de terapia intensiva continuó
animando a la iglesia Hch 14:20-22. Hay promesas sobre esto (Is 40:28-31, Sal 92:10-15).
El Salmo 91 es una descripción muy detallada de los beneficios de este pacto, aquí
encontraremos que también es un asunto contra plagas, miedos, inseguridades, angustias, todo
aquello que pueda quitarte la paz mental y física.

d.- Rescata del hoyo tu vida - Los 7 pactos Sal 103:4a, 3 Jn 1:2, Corona de gozo 1 Ts 2:19
El cuarto beneficio del calvario se enfoca en la preservación de la vida. Es un regalo del Señor
donde ofrece liberarnos de aquellos peligros a los que estamos expuestos. De igual manera es una
protección de ataques de plagas y enfermedades. Es una barrera preventiva que nos protege de
condiciones de destrucción y corrupción, de malicia de enemigos y diversas amenazas (Sal 56:13).
Cuando el salmo menciona el hoyo se refiere a la tumba, sinónimo de muerte o corrupción (Sal 16:10).

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En el corazón amoroso de Dios hay provisión de salud y vitalidad (3 Jn 1:2). Aunque es cierto
que en momentos es necesario pasar por situaciones de valle de muerte el fin último del Señor no es
la destrucción sino más bien nuestra prosperidad. A través de este beneficio el Señor nos da la fuerza y
protección para salir bien librados y en mejores condiciones espirituales, esto es prosperidad de alma.

7 pasos de la caída del hombre


Conflicto del pecado Gn 3:15b
Cuando Adán tomó del fruto se desató un conflicto del pecado. Las simientes entraron en
combate y los efectos de la batalla comenzaron a mostrarse. En Génesis 3:8-10 se registra que Adán se
escondió de la presencia de Dios entre los árboles del huerto al darse cuenta que estaba desnudo. Que
sorprendente que el estar desnudo no resultó en vergüenza, como ahora pudiera ocurrir con nosotros,
lo dice es que tuvo miedo.
¿Porque miedo? Un efecto que resultó del conflicto del pecado fue el inicio de la vulnerabilidad
del ser humano. Adan se sentía amenazado por la presencia de Dios, en peligro de muerte, de manera
similar a la respuesta humana ante la vida. Esta vulnerabilidad física, que en ocasiones resalta en la
enfermedad, es latente en el humano (Heb 2:15). Este estado de indefensión que tenemos como
humanidad ante la inmensidad de condiciones que pueden poner en riesgo nuestra integridad física es
disipada por la promesa de “esta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.”

7 Nombres de Jehova
Jehová-Nissi Éx. 17:15 Jehová es mi Estandarte
En esta batalla y en esta condición vulnerable en la cual nos encontramos tenemos un
resguardo increible, Dios es mi estandarte, Jehová-nissi (Éx. 17:15). La simiente de la mujer es la que
lucha por nosotros y nos protege (Sal 91:14-16, Is 27:3-5, Gen 28:15, Dt 31:6, Is 54:17, Éx 14:14 ).
Dios es una bandera para nosotros (Sal 60:4). Es alguien que se levanta y evidencia su
presencia poderosa y con esto establece el dominio en un territorio. Cristo en la cruz es nuestro
estandarte de donde mana nuestra salvación/redención, protección y victoria (Jn 12:32, Ro 3:24-25,
Col 2:13-15)

7 Fiestas de Israel
Pentecostes Lv 23:15-21
El Pentecostés es la siguiente fiesta judía que se realizaba siete semanas cumplidas después del
día que sigue al evento donde se ofrecía la gavilla de la ofrenda mecida. Ósea el día siguiente de la
celebración de la pascua y ofrecimiento de la gavilla, que se festejaba en día de reposo, se contaban
cincuenta días y entonces se ofrecía el nuevo grano a Jehová.
Pentecostés es una fiesta donde se reconoce la provisión de Dios mediante las cosechas que se
realizaban. En esta fiesta se ofrecía voluntariamente parte de esas cosechas (Dt 16:9-10). La cosecha
es una evidencia clara de que Dios los sostiene y mantiene con vida. El fruto de la tierra es el que nos
mantiene con fuerza, crecimiento, salud y vitalidad.
En el nuevo testamento el Pentecostés presenta una faceta muy relevante para la vida de la
iglesia, el Espíritu de Dios llenando a cada creyente (Hch 2:1-4). El cumplimiento de esta promesa

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hecha por Jesús empodera a la iglesia (Lc 24:49, Hch 1:7-8) y la sella como propiedad suya (Ef 1:13-14)
para ser estandarte, columna y valuarte de la verdad (1 Tim 3:15, 1 Pedro 2:9) y así mostrar su poder y
la expansión o avance de su reino victorioso (1 Ts 1:5, Mt 11:12 PDT). El fruto que viene del Espíritu es
ofrenda de olor agradable, así como los sacrificios y los cereales ofrecidos en la fiesta del pentecostés
(Fil 4:17-18, Gal 5:22-23.

7 Piezas del Tabernáculo


Mesa de los panes de la proposición
El alimento espiritual es el que nos mantiene en salud divina. La mesa de los panes que
simboliza el orden de Dios para impartir doctrina nos enseña las claves para mantenernos sanos de
cuerpo, alma y espíritu (Mt 16:12). El pan es clave para la vitalidad y la preservación de esta. El pan
que viene del cielo nos brinda una fuerza y vigor sobrenatural tal como lo vemos con el profeta Elias (1
Re 19:4-8). La salud divina involucra la sanidad ante depresiones, agotamiento del alma e incluso
físico. El maná sostuvo al pueblo de Israel en el desierto y ahora Cristo, el pan de vida nos sostiene (Éx
16:4-21, Jn 6:49-71). Por tanto, comer de Cristo, osea del Logos de vida, que es la Palabra de Dios
mediante doctrina nos mantendrá en vigor contra los ataques emocionales y diferentes enfermedades
mentales o psicológicas. inclusive la misma escritura le llama sana doctrina, esto es saludable (1Ti 1:10,
1Ti 4:6, 2Ti 4:3, Tit 2:1).
La sana doctrina es la enseñanza bíblica y adecuada de verdades teológicas que llevan a la
salud espiritual y a vidas transformadas tanto de los individuos como de la iglesia. Además, la sana
doctrina nos protege de peligros para así alcanzar madurez y ser un cuerpo sano (Ef 4:14-16)

El grano de trigo Jn 12:24


La hoz corta la espiga en la siega
Uno de los elementos que se presentaba en el Pentecostés era el nuevo grano, panes recién
cocidos, animales jóvenes de un año. Todos estos elementos eran para ofrecerse como sacrificio. De la
misma manera en el proceso del trigo que ahora veremos es la hoz corta la espiga en la siega. Es en
este momento donde el fruto es cortado en su tiempo preciso. No es un fruto viejo, sin embargo,
tampoco es inmaduro.
De manera semejante, el proceso de escrutinio y preparación para la muerte de Jesús comenzó
en el tiempo señalado por el Padre, en sus 30s (Hch 2:23, 1 Cor 2:7-8). El salmo 31 contiene frases muy
descriptivas del proceso completo, mas tambien muy específicas del aspecto que justo en este
momento estudiamos (Sal 31:1, 4, 9-10, 11, 13, 18, 20) del cual el más específico para el punto que
tratamos el verso 22.
El término cortado hace alusión a ser separado o apartado (Mt 24:31, Mt 13:36-42). Jesús tuvo
que enfrentar solo gran parte del final de su ministerio terrenal ante jueces, gobernantes, y
acusadores. Esto produjo gran dolor en el alma al igual que fue sometido a maltrato e injusticias
físicas.

Sufrimientos profetizados Isaías 53


Herido kjalál H2490

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raíz primaria [Compárese con H2470]; propiamente perforar, i.e. (por implicación) herir,
disolver; figurativamente profanar (a una persona, un lugar o cosa), romper (la palabra de uno),
empezar (como si mediante una “cuña para abrir”)- afligir, amancillar, comenzar, contaminar,
degradar, deshonrar, echar, empezar, emprender, envilecer, -se, estar herido, herir, humillar,
inmundo, llegar, manchar, matar, olvidar, primero, profanar, quebrantar, tañedor, violar.

Sufrimientos cumplido en Cristo


El sanedrín y los falsos testigos Lc 22:66-71; Mt 27:1
Como nos hemos podido dar cuenta existe una relación muy estrecha en origen y en las
coincidencias entre sanidad divina y salud divina. Sin embargo, también hay aspectos sumamente
claros que las distinguen. Ante el sanedrín y los falsos testigos Jesús experimentó una tensión muy alta
en su alma. Estar frente aquellos que te convocan para darte muerte expone tu alma y muestra lo que
realmente hay en tu corazón (Mt 27:1).
Jesús ante estos 2 grupos es interrogado. Las preguntas que enfrenta pudieran permitirle ser
librado, bastaba con que dijera que no era el Cristo y renunciar a su misión, más ser fiel a su Padre y a
su causa le condenó. La paz, seguridad, firmeza con la que respondió su alma, estando en medio de
una tormenta de justas emociones, es indicador de la salud divina (Is 50:7). No hay temor del hombre
ni búsqueda de gloria en el hombre. En libertad y en amor continuó con la voluntad de Dios en este
proceso.

Los tipos de presión


PERSONAL Zac. 13:6; Pr. 25:18
Bajo esta situación el tipo de presión que enfrentó Cristo fue en lo Personal. Lo primero en
señalar es que enfrentamos una presión cuando se nos cuestiona nuestra identidad, ¿Eres tú el Cristo?
Dínoslo. Buscaban que negara quien realmente era, para que se convirtiera en lo que ellos querían que
fuera. Mas Jesús sabía que ni aun atendiendo a esa condición ellos le dejarían de oprimir (Lc 22:67-68).
Cuando Jesús reconoció y contestó afirmativamente a la pregunta ¿Luego eres tú el Hijo de Dios? le
condenaron. Ante este tipo de presión personal, Jesús soportó y se mantuvo fiel a su esencia divina.
Tener una identidad clara y real de sí mismo, manifestándose con libertad y seguridad es parte de la
salud divina.

Sus anhelos desechos


Lealtad - Al ser acusado falsamente Mr 14:55-59; Mt 26:59-62
Jesús fue acusado injustamente, muchas personas se levantaron con falso testimonio (Mr
14:55-59). A lo suyo vino, esto es a establecer su reino, dar gloria al Padre y salvar a la humanidad más
lo suyos no le recibieron (Jn 1:11). Los gobernantes y supervisores de la vida espiritual de Israel fueron
quienes le condenaron. Fueron infieles, desleales al Señor (Jer 3:11,). Jesús fue deshecho en su anhelo
de lealtad o también llamado fidelidad. Incluso, de los suyos, los 12 apóstoles y demás discípulos fue
abandonado y dejado a su propia suerte para ser juzgado en soledad (Mt 26:59-62, Lc 22:61-62).

Los 7 Yo soy’s

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El buen pastor Jn 10:11
El siguiente Yo soy lo encontramos en Jn 10:11 El buen pastor. Esta figura además de
enseñarnos sobre la provisión, la guía y otras cosas más (Sal 23:1-3), nos muestra la importancia de la
protección. Ante una condición vulnerable de nuestra alma el buen pastor nos mantiene protegidos.
Nos asegura que estará con nosotros fielmente todos los días de la vida (Sal 23:6, Mt 28:20), que nada
nos podrá separar de Él (Rom 8:38-39). Las diferentes situaciones de la vida, ya sean de gozo o de gran
depresión, se llevan de la mano del buen y leal pastor (Sal 23:4-5). Por tanto, cualquier situación de la
mente o de las emociones podrán ser atendidas por Cristo que nos mantiene en salud divina.

Las 7 Relaciones básicas


Con los tratos personales
Que más profundo del alma que los tratos personales. Estos constituyen la siguiente relación
básica. En el corazón y alma de cada creyente hay un sin número de altibajos que necesitan de
estabilizarse y sanar o en otras palabras ser salvado (Is 40:4,Lc 3:4-6).
Cuando el Señor realiza tratos personales comienza un proceso de corte de ámbitos
contaminados y enfermos del alma, al igual que una cosecha de aquellos frutos y aromas agradables.
Es a través de estos tratos que las diferentes áreas profundas del corazón son expuestas, de esta
manera se evidencia si lo que se cree o dice es en verdad real (Mt 26:33-35, 69-75). De esta manera
estamos en una mejor posibilidad para ser sanados, ya que la condición enferma se expone o la
condición sana se afirma.

Las 7 glorias Ap 5:12


Fortaleza
Como resultado de que Cristo haya enfrentado este proceso de vulnerabilidad del alma el
Señor es digno de toda la Fortaleza. En Cristo tenemos el recurso de fortaleza que necesitamos. Ante
situaciones donde nuestro cuerpo necesita de fuerza extra para servir al Señor en Cristo la
encontramos. Ante situaciones donde nuestra alma está turbia, atemorizada, en enfermedad, en
debilidad en Cristo encontramos nuestra fortaleza. En medio de una condición mental desfavorable o
desequilibrada la alabanza es nuestro estandarte, nuestra salud o salvación (Sal 42:11, 2 Sam 22:1-7,
Stg 5:13, 1 Sam 16:14-23). La sanidad divina y la salud divina son columnas importantes en la vida del
creyente y testimonios importantes al mundo del Poder/fortaleza de Dios y de su Ungido (1 Rey 7:21 -
JAQUIN heb., yakhin, él establecerá, BOAZ, heb. agilidad, fortaleza).

E. El Reposo de Fe, que es el Reposo de Dios, es el quinto pozo de las aguas vivas del Calvario.
La liberación anterior de “Paz”, trajo calma en las tormentas de la vida, pero este Reposo de Fe te
mantiene en reposo aún a través de todas las tormentas y problemas de la vida, así como el gorrión
escondiéndose en la hendidura de la montaña descansa mientras pasa la tormenta. Pablo encontró
este reposo y clamó, “pero de ninguna cosa hago caso”. Jesús encontró ese reposo y estuvo en calma
aún a través de la crucifixión y muerte. Consideremos por fe lo que dijo Pablo; “porque habéis muerto,
y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios” (Col. 3:3). Debes encontrar reposo en cada una de
estas siete provisiones del Calvario o no podrás escalar y poseer ningún nivel más alto. Es tan

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importante que los cristianos encuentren Reposo en su justificación o nunca podrán ser capaces de
contender por medio de ella, ni sostenerse en ninguna otra experiencia mayor del Calvario por mucho
tiempo. Aquí encontramos el Reposo de Dios. Cuando tú trabajas en tus preocupaciones, miedos, e
incertidumbres de la vida, Dios descansa; y cuando tú descansas, Él trabaja. Cada insecto, ave y animal
salvaje vive continuamente en la presencia de sus enemigos y aun así tiene reposo. También tú
puedes, porque Cristo desde dentro nos ha “sellado para el día de la redención” (Ef. 4:30) y esto
asegura tu reposo cuando crees. Tu consciencia determina que tan despierta está tu fe; y al darte
cuenta conscientemente de donde se encuentra tu perturbación, si está en ti o si está en Cristo, eso
determinará el resultado. “Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás
condenado” (Mt. 12:37). Y nuevamente, el Señor te ofrece reposo por medio de otro mandamiento
con promesa. “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mt.
11:28).

5.- La quinta vez la encontramos en Hebreos 10:8-10. El sacrificio de Cristo quitó lo primero
(provisional) y estableció lo postrero (definitivo); nos santificó por la ofrenda del cuerpo de Cristo. Lo
definitivo se estableció en el Calvario, podemos descansar, la paz de Cristo es una realidad en nuestros
corazones (Jn. 14:27-31). Podemos notar que Cristo nos dejó su paz porque el diablo nunca logró algo
de Él, y sin embargo, fue castigado como si Satanás hubiera tenido el derecho de hacerlo (Is. 53:5). Su
paz es nuestra porque el diablo perdió sus derechos sobre nosotros al asesinar al inocente Hijo
de Dios, por eso su sacrificio nos garantiza un pacto de Paz y Reposo. Nuestra paz no depende de que
todo marche bien, al contrario, permanece con nosotros, aunque todo marche mal a nuestros sentidos
naturales, es una paz sobrenatural y gloriosa que sobrepasa todo entendimiento (Fil. 4:7).

e.- Te corona de favores y misericordias - Los 7 pactos Sal 103:4b, Zac 9:11, Lc 8:24 Corona de
justicia Fil 4:1, 4-7
En el salmo 103:4 encontramos una gracia sobre nuestra cabeza, una corona de favores y
misericordias. En el pacto anterior el Señor nos saca de la condición inestable del alma, y en este pacto
nos mantiene en calma aún existieran situaciones de alta tensión física o emocional (Zac 9:11, Lc 8:24).
Es una realidad el hecho de que estamos en total cuidado del Señor y que Él está con nosotros
y nada nos faltará. Por lo tanto, teniendo como corona, osea fijado en la cabeza, este pensamiento,
estemos en paz y reposo, sin afán, duda, incertidumbre, preocupación o miedos (Fil 4:1-7). En lugar de
ello, que en nuestra cabeza, esto es pensamientos, haya la realidad de la justicia de Dios en la cruz de
Cristo (2 Tim 4:8), gozo, gentileza, confianza, oración, acción de gracias, paz.

7 pasos de la caída del hombre


Confusión (Preocupación/presión) del pecado Gn 3:15c
A la escena de Adán y Eva podemos agregar al análisis un efecto claro de confusión. Confusión
Falta de orden o de claridad cuando hay muchos pensamientos, personas o cosas juntas. Perplejidad,
desasosiego, turbación de ánimo. Es como la presión y efecto que viene por la serpiente al herir el
calcañar de la simiente de la mujer (Gn 3:15c). Ante la situación de desobediencia, tanto Adan como
Eva comenzaron a actuar sin sentido, tratando de remediar el error en su propio entendimiento

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turbio. La batalla contra el enemigo los está inquietando constantemente, hiriendolos, más bajo el
cuidado del Señor no para muerte eterna, pues la simiente de la mujer trae salvación (Ro 16:20, He
13:20, Is 9:6).
Las diferentes situaciones de presión ocasionan primeramente una intranquilidad del alma,
esto es a nivel de las emociones y del razonamiento. En ambas áreas inicia confusión que nubla el
entendimiento y los sentimientos, llevándonos a decisiones, pensamientos y sentires desordenados
que se expresan a través de nuestras palabras, gestos y/o acciones.

7 Nombres de Jehova
Jehová-Shalom Jue. 6:24 Jehová es Paz
Qué mejor descripción de la provisión que encontramos en la gloria del Nombre de Dios que el
de Jehová es Paz (Jue. 6:24). Justo después de esta revelación en la vida de Gedeón el Señor lo mueve
a iniciar con una serie de conflictos, para ser enfrentados en la paz y reposo de Dios.
El antídoto ante toda clase de confusión en la vida y en la mente es la paz (1 Cor 14:33). Justo
cuando no sepas qué está pasando o que estás sintiendo necesitas tomar de este beneficio del calvario
en este Dios de paz encontrarás la provisión adecuada (Ro 15:33). Esta fe se refleja en la vida. La forma
de actuar y de pensar se reposan y aclaran, de esta manera tus motivaciones y acciones serán en paz
en toda circunstancia (2 Co 13:11, Fil 4:9). Siendo el principal elemento de este beneficio el
mantenerte en esta estabilidad todo el tiempo del proceso (2 Tes 3:16).

7 Fiestas de Israel
Trompetas Lev 23:23-25, Nm 29:1-6
La fiesta de las trompetas era una celebración muy importante donde se hacían sonar cuernos
de carnero para realizar una santa convocatoria (Lev 23:23-25, Is.27:13). En ella se presentaban
distintas ofrendas de cereales, animales y libaciones (Nm 29:1-6).
Dicha fiesta tenía dos objetivos principales: (1) marcar el inicio del séptimo mes, un mes muy
importante en el calendario bíblico; y (2) sonar la trompeta para reunir al pueblo, por sus
campamentos, alrededor de Dios para celebrar la redención que experimentarían a continuación.
Esta fiesta está muy relacionada con la segunda venida de Cristo y con el arrebato que la iglesia
experimentará (1 Tes 4:16-17). En este evento la iglesia vencedora despertará del polvo y aquellos que
estén vivos serán transformados (1 Co 15:52). El proceso de redención completa da inicio para estar
en reposo en la presencia del Señor siempre.
Cabe decir que había dos momentos en el sonar de las trompetas uno en el primer día del mes
y otro en el décimo (Lv 25:9) de esta manera se armoniza a cabalidad con los dos grupos o partes de la
iglesia, vencedora y no vencedora que serán arrebatadas en distintos tiempos (1 Co 15:23, Ap 14:4, Ap
7:14).

7 Piezas del Tabernáculo


Candelero de oro

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El candelero de oro es el siguiente mueble a presentar. Este mueble se encontraba en la
segunda parte del tabernáculo de Moises, esto es en el lugar santo, el cual nos enseña sobre nuestra
alma. El alma tiene 3 facultades directivas: Emociones, intelecto y voluntad.
La voluntad es descrita a través del candelero de oro, que a su vez es símbolo de gobierno. Vivir
en reposo y paz no es sinónimo de hacer nada, más bien significa actuar en armonía con los tiempos y
las maneras de Dios. Como lo hacía Moisés con la nube (Éx 40:36-40). En lugar de actuar por
reacciones de las emociones o del intelecto, vivir en reposo es ser gobernado por el Espíritu y actuar
en conformidad a su dirección (Gá 5:25, 1 Pe 2:21, Jn 5:30, Sal 40:8, Sal 143:10, Mt 12:50, Ef 6:6, 1 Jn
2:17)

El grano de trigo Jn 12:24


El trillo desgrana la espiga
La palabra trillo procede del latín tribulum, derivado del verbo tribulare que, literalmente,
significa quebrantar algo, machacarlo. Tiene, pues, la misma raíz etimológica que tribulación (que es
un tormento o una adversidad que persigue a una persona). Algo trillado es, también, algo muy
pisoteado, por eso, en ocasiones se habla de caminos trillados para referirse a sendas recorridas
muchas veces. Metafóricamente, algo muy trillado puede referirse a un tema mencionado con mucha
frecuencia.
En tiempos bíblicos se ponía a animales a pasar sobre el trigo usando un trillo para separar la
paja del grano. También había utensilios manuales para esta tarea (rastras, escobas y bieldos). Sea
cual sea el método eran varias pasadas las que se le tenía que dar al trigo para desgranarlo.
De la misma manera el Señor tuvo que pasar por varios y repetidos escrutinios mediante juicios
y en cada uno de ellos recibía, difamaciones, insultos, golpes, acusaciones infundadas, gestos, rechazo,
desprecio, descrédito y mucho más.

Sufrimientos profetizados Isaías 53


Molido daká H1792
Raíz primaria (Compárese con H1794); desmenuzar; lesionar (literalmente o figurativamente):-
aplastar, entristecer, humillar, majar, moler, quebrantar, quebrar, romper.

Sufrimientos cumplido en Cristo


Noche en vela y los oficiales romanos Lc 23:1-25; Dn 2:40
No fue suficiente para la humanidad y para toda hueste espiritual de maldad el ejecutar sobre
Jesús el juicio ante las autoridades judías. Para este momento el cordero de Dios ya había pasado toda
la noche en vela, su última comida y bebida había sido en la cena con sus discípulos en el aposento
alto celebrando la pascua. Las autoridades religiosas se habían esforzado toda lo noche por
descreditarlo, injuriarlo, ofenderlo, golpearlo entre otras cosas. Esto ya era una presión física y
emocional intensa. Más era necesario y planeado por el Padre que Jesús fuera trillado, molido aún
más (Dn 2:40).

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Una segunda serie de juicios esperaban al salvador. Ahora, por medio de las autoridades
romanas. El primero en atenderlo por la mañana fue Pilato, quien lo recibió con acusaciones y
señalamientos de una muchedumbre. Después de un interrogatorio Pilato lo encuentra inocente para
así cumplir las profecías (Sal 41:5-9, Sal 35:11-12, Mt 26:59). Después de esta incómoda y dolorosa
entrevista, Jesús fue enviado a Herodes, en la cual fue expuesto a un profundo interrogatorio, a burlas,
acusaciones, menosprecio y escarnio, aun se atrevieron a disfrazar a Jesús. Con toda claridad puedes
ver la paz en Cristo al mantenerse en silencio y quieto, firme como una roca (Sal 50:21, Is 53:7,Is 50:7).
Por si no fuera suficiente, es nuevamente aplastado por Pilato, donde no solamente su alma sino su
cuerpo comenzará a ser quebrado (Lc 23:1-25).

Los tipos de presión


LAS CIRCUNSTANCIAS “Cansado” lit. “Magullado” “Debilidad” Lc. 18:5
Muchas veces en la vida llueve sobre mojado, y de manera continua las circunstancias a
nuestro alrededor nos magullan. Al estar con frecuencia bajo la presión de circunstancias adversas
comienza en nosotros cansancio y por tanto debilidad.
El Señor vivió una noche y una mañana sumamente intensa y lo impresionante no fue
experimentarlas, muchas veces las personas viven situaciones prolongadas. Lo extraordinario es estar
bajo presión y no fallarle a Dios con nuestras palabras, acciones, pensamientos, emociones
descontroladas. Lo extraordinario es que en medio de las circunstancias estés en reposo y paz.
Cualquiera puede atravesar una serie de conflictos quejándose, culpando, deprimiendose, maldiciendo
pero no así el Hijo del Hombre, Jesús. Más es en Él donde encontramos esta provisión y beneficio por
lo que Él experimentó en el calvario (Stg 1:2-15, 1 Pe 2:20-24, 1 Pe 3:8-18).

Sus anhelos desechos


Poder - Al ser burlado y escarnecido sin defenderse Lc 23:11
El Señor de todo el Universo siendo juzgado por su creación prefirió no defenderse por amor y
gracia para así poder rescatarnos. El anhelo de Poder fue deshecho al permanecer indefenso ante la
burla y escarnio (Lc 23:11). Con toda seguridad Él pudo haber hecho algo para contraatacar pero no
fue así (Mt 26:52-54). Poderoso es Dios para defender a los suyos (2 Rey 6:15-17). Pero el espíritu y la
misión del Señor no eran de destrucción sino de salvación (Lc 9:52-56, Jn 4:38-42).
La conquista y el establecimiento del reino de Dios no serían mediante un poder imperial
aplastante y dominante sino mediante el poder del espíritu de amor y sacrificio (2 Ti 1:7, Fil 2:5-11).

Los 7 Yo soy’s
La resurrección y la Vida Jn 11:25
El siguiente yo soy es la resurrección y la vida (Jn 11:25). Mediante esta afirmación de quien
Jesús es tenemos la gran oportunidad de vivir en paz y reposo. En el momento en el que sabes que
todo lo que tenga que ver con la vida está en total cuidado del Señor y que aun si llegara la muerte Él
es la resurrección ¿que pudiera quitarnos la tranquilidad y robarnos la paz? (Rom 8:38-39)

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Dejar que el Señor nos dé su poder para avanzar en la vida y confiar que Él todo lo puede nos
lleva a caminar sin prisas, en sus formas, en sus tareas, en nosotros y hacia los que nos rodean. El
Señor obra y da la victoria cuando nos mantenemos en reposo y paz (2 Cr 20:17).

Las 7 Relaciones básicas


Con el plan de Dios
Cumplir con el plan de Dios en nuestras maneras y tiempos es desastroso y fatigante. No hay
clave más poderosa para desarrollar el plan de Dios en nuestra vida, nuestra familia, trabajo y
ministerio que desarrollarlo en Reposo y Paz. Qué mayor ejemplo de no apresurarse que haber
iniciado el ministerio de Juan el bautista y de Jesús después de los 30 años para solo durar 6 meses y
poco más de 3 años. De manera similar el rey David ungido en la juventud inicia su reinado hasta los
30 (2 Sa 5:4). Tanto el momento de espera y preparación como el momento de ejecución fueron en
paz. Por lo tanto, estos hombres fueron en gran manera fructíferos.

Las 7 glorias Ap 5:12


Honra
La siguiente gloria mostrada en Ap 5:12 es la de Honra. Este caminar de Cristo en reposo en
medio del proceso del calvario donde enfrentó juicios, afrentas, acusaciones y diversas circunstancias
de presión y burla lo hacen digno merecedor de toda honra, esto es valia, alta estima y dignidad.
Por haber permanecido en confianza y mansedumbre el Padre defendió su causa y ante sus
ojos el Juez de Jueces lo colmó de honra y dignidad al haberlo resucitado y así patentó que su obra fue
perfecta, completa y suficiente (Rom 1:4). Esta gloria nos beneficia a nosotros pues por su obra en la
cruz y resurrección alcanzamos honra y dignidad, después de haber vivido en muerte y desolación (1
Pe 1:3).

F. Vida de Resurrección es la sexta fuente de bendiciones eternas para los hijos de Dios. La
mayoría de la enseñanza tiene al creyente esperando la venida del Señor, cuando nuestros cuerpos
serán vivificados en la resurrección, sin considerar que hay Vida de Resurrección para cada creyente
ahora mismo. Jesús estableció esta verdad, una verdad por la cual vivir. “Si el grano de trigo no cae en
la tierra y muere, queda solo” (Jn. 12:24). Aquí, la vida de resurrección del Calvario establece el orden
de cómo opera; en muerte, sepultura, y resurrección. Aún la humilde oruga debe estar dispuesta a
entregar su vida como oruga, sepultada en su capullo, antes que la vida de resurrección lleve a cabo el
milagro y la haga una mariposa. En el momento de nuestra regeneración, entregamos nuestra vieja
vida, y la consideramos crucificada con Cristo, y sepultada, para que Él pueda así vivir Su Vida de
Resurrección en nosotros (Ro 6:4-6, Col 2:11-12). Cuando encuentras hábitos mundanos o
pecaminosos que vuelven a aparecer en tu vida, es porque te has rendido al diablo. Él entonces vive su
vida en ti, a través de la naturaleza Adámica revivida, y a menos que juzgues este pecado con
arrepentimiento, serás castigado por medio de un juicio correctivo. Encontramos al Apóstol Pablo,
yendo más profundo en este poder de resurrección cuando exclama, “A fin de conocerle, y el poder de
Su Resurrección” (Fil. 3:1-10).

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6.- La sexta ocasión que encontramos el sacrificio de nuestro Señor es en Hebreos 10:11-12. El
contraste se muestra en cuanto a posición, los otros sacerdotes permanecieron en la tierra, Cristo
ofreció un sólo sacrificio y se sentó a la diestra de Dios; ellos nunca pudieron quitar los pecados
(impedimentos), la ofrenda de Cristo sí. El hecho de que se encuentre a la diestra del Padre, nos
garantiza una inquebrantable relación con Él, porque es nuestro intercesor y sus argumentos a nuestro
favor son su ofrenda perfecta (He. 7:24-25, Ro. 8:34, He. 10:19-23). Eso significa que su posición actual
en majestad, es nuestra posición espiritual, y por lo tanto, como Él es ahora en los cielos, así somos
nosotros en este mundo (Ef. 1:20-23, 2:5-7, 1 Jn. 4:17).

La ofrenda no quedó en el altar, Cristo resucitó y ascendió a una posición excelsa, vive para
garantizarnos una vida eterna por su resurrección (Col. 2:13), resucitamos con Él, tenemos una vida
sobrenatural, una vida resucitada con recursos celestiales (Col 3:1, Ro. 6:5-11). Este es el sexto pacto
del Calvario, un pacto de Vida Resucitada o sobrenatural, milagrosa (Gá. 2:19-21, Col 1:27).

f.- Sacia de bien tu boca y te rejuvenece como el águila - Los 7 pactos Sal 103:5, He 13:20, 2
Co 1:9 Corona de vida abundante Ap 12:10
El salmo 103:5 habla de una condición de las alturas. Una condición puramente espiritual,
simbolizada con el águila.
En nosotros existía una sentencia de muerte, nuestro destino merecido era morir, más por el
rejuvenecimiento o en otras palabra resurrección, ahora estamos en la confianza de que el Señor nos
colmará los labios de agradecimiento y alabanza por el rescate que nos llevó a las alturas (2 Co 1:9,
He 13:15, Sal 51:13-17, Sal 28:7). A pesar de que nuestro mal nos alcanzó hasta la muerte del Señor
vendrá un corona de vida abundante (Stg 1:12, Ap 12:10).

7 pasos de la caída del hombre


Castigo triple del pecado Gn 3:16-19
Dios enfrenta al ser humano caído y a la serpiente para comunicar las consecuencias por su
transgresión. Este castigo se divide en tres: Tribulaciones, Peligros y Muerte.
El humano experimenta intenso dolor en su cuerpo al reproducirse y en su alma al
relacionarse; la tierra le responderá con violencia y maldición al trabajar en ella, sin embargo, por
gracia podrá encontrar el sustento; y finalmente la muerte que experimentó espiritualmente, se verá
reflejada gradualmente en el alma, claramente visible por el comportamiento de su descendencia y en
el cuerpo al hacerse polvo. Sin la ayuda del Señor permaneceríamos en muerte. La pena, el poder y la
presencia del pecado operaron en ellos y han sido transmitidos a la humanidad como herencia de la
condición caída de la humanidad.

7 Nombres de Jehova
Jehová-Jireh Gn. 22:14 Jehová Proveerá
Cada una de las 3 partes del ser se vieron afectadas en la caída, más gracias sean dadas a Dios
pues Él es llamado Jehová-Jireh (Gn. 22:14) Jehová Proveerá.

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Lo que surge del humano y sus relaciones es dolor y tribulación, lo que brota de la tierra y la
labor cotidiana es peligro y sustento trabajoso, y lo que espera a cada persona es muerte eterna, aún
su existencia en esta tierra es solo vanidad (Ecl 1:14, Sal 103:15-16, Stg 4:14).
El Señor tiene preparada una provisión de restablecimiento para el ser en cada una de las 3
partes que nos conforman (1 Te 5:23), así como una provisión contra cada uno de los efectos del
castigo triple de la caída, para que de esta manera recibamos resurrección en todo nuestro ser,
Justificación para nuestro espíritu por la gloria de la cruz, santificación para nuestra alma, consumada
en el glorioso tribunal de Cristo y glorificación para nuestro cuerpo en la resurrección.

7 Fiestas de Israel
Expiación Lv 23:26-32
La gran barrera que separa al hombre de Dios, esto es, aquello que lo mantiene en
condenación y muerte es el pecado. Este grandísimo mal solo tiene una solución, la expiación. Esta
palabra significa la eliminación de la culpa o pecado a través de un tercero.
La siguiente fiesta de Israel se llama de la Expiación (Lv 23:26-32). Su objetivo era
reconciliarnos delante de Jehová nuestro Dios. Sin esta provisión del Señor quedamos separados de Él
y por tanto, muertos (Ef 2:1). En esta fiesta estaba prohibido trabajar, esto es, ninguna obra humana
tenía que hacerse, de lo contrario había destrucción en el pueblo. Era necesario estar en reposo y
afligir tu alma, reconocer tu condición de maldad y necesidad de perdón para restaurar la relación
perdida con Dios.
Que hermoso es encontrar en Cristo la provisión de Dios que expía nuestros pecados. Él como
tercero en la ecuación, siendo Dios el ofendido, nosotros el ofensor y Cristo el sacrificio adecuado por
medio del cual se eliminó nuestra culpa y perdonado nuestro pecado. Su obra en la cruz fue el altar en
donde Él tomó nuestro lugar, el justo por los injustos, el santo por los pecadores (1 Pedro 3:18). Y por
medio de su resurrección nos justificó (Ro 4.24-25).

7 Piezas del Tabernáculo


Altar del incienso
El Altar del incienso es el penúltimo mueble que encontramos en el tabernáculo de Moises.
Este mueble tenía como principal función ser el soporte de una mezcla aromática que al quemarse
expedia un aroma agradable a Dios. Además, este mueble tiene, entre otras, una característica muy
peculiar, la cual es que se encuentra en el lugar santo pero su verdadera posición es en el lugar
santísimo (Éxodo 30:1-10, 40:5, Sal 141:2, He 9:3-4). esta maravillosa verdad, nos lleva claramente al
beneficio de una vida resucitada.
En primer lugar, una vida en el Espíritu, que es conforme a la naturaleza, carácter e influencia
del Hijo de Dios resucitado es como un aroma agradable (2 Cor 2:14-17) y en otro sentido, andar en el
Espíritu es vivir en nuestra verdadera posición espiritual (Ef 5:2, Gá 5:16-17, 25, Col 1:10-11), como lo
hacen todos los hijos de Dios, los cuales han resucitado a una nueva vida (Rom 6:4, Col 2:12).

El grano de trigo Jn 12:24


El trigo se cierne, muele y amasa

32
Al terminar el proceso del aventamiento, luego viene el de cernir el grano. El trigo y la cebada
estarán más o menos revueltos con cierta cantidad de tamo, pequeñas piedrecillas y quizá algo de
cizaña. Por eso se hace necesario cernirlo antes que el grano sea molido. Esta tarea es para las
mujeres. La que lo cierne se sienta en el suelo y sacude el cedazo que contiene el grano, hasta que el
tamo comienza a aparecer encima, luego éste es arrojado a fuerza de aire del pulmón. Luego las
piedrecillas son removidas juntamente con la cizaña. El Señor Jesús, se refirió al zarandeo de Simón
Pedro cuando dice: "Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; Mas
yo he rogado por ti que tu fe no falte: Y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos” (Luc. 22:31-32)
Una de las acciones indispensables para preparar el pan era la molienda. Esta actividad se ha
realizado a través de los siglos teniendo características comunes a pesar del paso de los años. Se
utilizaba un elemento duro, generalmente una gran piedra que servía de base y otra gran piedra
giratoria que rompía y deshacía el grano. También existían aquellos de tracción mecánica que
aprovechaban la fuerza animal, el cauce de agua o la fuerza del viento.
Para hacer pan los hebreos solían emplear harina de trigo o de cebada. Como el trigo era más
caro, a menudo tenían que conformarse con pan de cebada. En Jueces 7:13, 2 Reyes 4:42 y Juan 6:9,
13 se hace referencia al pan de cebada. La harina que se preparaba machacando el grano con un
majador en un mortero era bastante gruesa. Sin embargo, también se utilizaba la “flor de harina”. (Gé
18:6; Le 2:1; 1Re 4:22.)
La costumbre era moler el grano y hacer pan todos los días, y a menudo se hacía sin levadura
(heb. mats·tsáh). Simplemente se mezclaba la harina con agua y no se añadía levadura antes de
amasar la mezcla. Para hacer pan leudado, lo más común era tomar un trozo de masa apartada de una
hornada anterior y desmenuzarla dentro del agua antes de mezclarla con la harina, a fin de que
sirviera de fermento. La mezcla se amasaba y se dejaba hasta que fermentaba.
Al igual que con cualquier otro método para hacer pan, el primer paso es mezclar todos los
ingredientes. Mezclamos todo bien dentro de un bol grande ayudándonos de una herramienta tipo
rasqueta o paleta.
Cuando ya está todo más o menos unido, volcamos la masa sobre la encimera y empezamos a
amasar:
1. Sujetamos el borde de la masa más cercano a nosotros con una mano. Con la otra mano y
apoyándola firmemente sobre la bola de masa, estiramos la masa, desgarrándola y la llevamos tan
lejos como podamos.
2. Acto seguido plegamos la masa sobre sí misma y la enrollamos obteniendo una bola.
3. Le damos una vuelta y volvemos a coger el borde de la masa que tenemos más cerca y
estiramos el borde opuesto como al principio.
4. Repetimos todos los pasos tantas veces como sea necesario.
¿Podrías llevar todo este proceso al plano espiritual para aplicarlo a lo que Jesús experimentó?

Sufrimientos profetizados Isaías 53


Castigado musár H4148

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propiamente castigo; figurativamente reprensión, advertencia o instrucción; también
restringir:- cadena, castigar, castigo, censura, consejo, corrección, corregir, disciplina, doctrina,
enseñanza, erudición, escarmiento, escarnio, instrucción, instruir, reconvención, represión.

Sufrimientos cumplido en Cristo


Azotes, cargando la cruz y crucifixión Lc 23:16, 22-46
En el camino al calvario se cumplieron profecías que determinaban sufrimientos en Jesús. En
este cumplimento encontramos 3 categorías, los azotes, el recorrido con la cruz y la crucificción (Isa
50:6, Sal. 22:8, 12-19, Sal 109:3, Sal 69:21, Zac. 12:10).
Por mandato de Poncio Pilato Jesús fue castigado (Lc 23:16), no teniendo pruebas de ningún
delito, un trato inmensamente injusto. Le hicieron cargar una cruz con ayuda de Simón de Cirene,
mientras tanto en el camino y aún al llegar al gólgota fue ofendido, incriminado y menospreciado. El
proceso de crucifixión fue inmensamente doloroso calambres en piernas, falta de oxígeno en
pulmones, deshidratación por pérdida de sangre y fluidos, insolación e infecciones desarrollándose (Lc
23:22-46), es solo parte de la experiencia física de castigo la cual sufrió por nosotros.
En la cruz sufrió abandono de los suyos y un tremendo conflicto de separación del Padre (Mt
27:46, 1 Pe 2:24). Jesús murió para poder otorgarnos vida resucitada.

Los tipos de presión


LA INJUSTICIA de ser castigado como criminal
Todo el proceso de juicios, azotes y crucifixión fue un proceso de total injusticia, este fue el tipo
de presión que Jesús experimentó y en el cual accionó en total obediencia al Padre (He 5:8).
Jesús fue tratado con el más vil criminal, azotado como si hubiera agredido a cientos, humillado
como si hubiera ofendido a miles, muerto de tal forma como si hubiera hecho males en todo tiempo.
Tal es el grado de injusticia que aún les pareció sensato soltar a Barrabas un malvado comprobado
digno de muerte y condenar al inocente y justo Jesús (Mt 27:15-26).
Dios busca en nosotros que en las mismas presiones por las cuales pasó Jesús nosotros
pasemos, como en casos de injusticia y que al igual que el maestro, nuestro accionar sea en amor y
obediencia.

Sus anhelos desechos


Conocimiento - Al ser desconocido por su padre Sal 22.1-2, Mt 27:46
Que frase tan mas desgarradora que “Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por
qué me has desamparado?” (Mt 27:46). El siguiente anhelo destrozado que estudiaremos es el de
conocimiento. Esta pregunta cuyas implicaciones son varias y profundas también muestra que Jesús
tenía interrogantes, fue expuesto a una situación tan inmensa que llevó a Jesús a expresar que sus
desconcierto sobrepasaba su entendimiento. ¿En verdad no había otra forma? ¿Tenía que sufrir la
separación y desconocimiento de su amado Padre para consumar la obra? ¿Por qué no te siento y veo
tu ayuda en este preciso momento? etc. La verdad no se cuales eran las interrogantes sin contestar
que había en ese momento en la mente del Señor, sólo puede considerar todo el Salmo 22.

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Los 7 Yo soy’s
El camino, la verdad y la vida Jn 14:6 (Experiencia, Razón/Penetración, Revelación
El siguiente Yo soy es la proclamación del camino, la verdad y la vida Jn 14:6. Este Yo soy
desprende un triple origen de fuentes de conocimiento. La primera es que adquirimos conocimiento
por experiencia (Camino), un segundo es por la razón/penetración de conocimiento (Verdad) y por
último Revelación (Vida).
Experiencia significa que conocemos a través de las cosas que vivimos, sensaciones que
experimentamos por cualquiera de los 5 sentidos del cuerpo.
Por razón entendemos que adquirimos conocimiento al reflexionar y analizar ciencias o
comportamientos. A través de un proceso de pensamiento del alma generamos hipótesis,
explicaciones, conclusiones, argumentos etc.
Por revelación obtenemos entendimiento divino, conocimiento que viene sin elementos
lógicos naturales, procesos esperados o por posesión de datos, es simplemente Dios dando de su
ciencia a nosotros por gracia y para los fines del Señor. Andar en este conocimiento es característico
de una vida resucitada, que ya no vive para esta tierra (Ga 1:12, Gá 2:2, Éf 1:17, Éf 3:3, Ap 1:1).
El Espíritu de Cristo nos lleva a todo conocimiento (Rom 8:9,2 Co 2:14, Ef 3:14-21) y teniendo la
mente de Cristo (1 Co 2:16) necesitamos comprender que no todo se puede saber pero en todo
podemos confiar.

Las 7 Relaciones básicas


Con Dios mismo
Nuestro Dios es Dios de vivos y no de muertos (Mateo 22:32), para poder tener un conexión
con Dios mismo, la cual es nuestra siguiente relación básica, se necesita de una vida resucitada.
Jesús es Señor de los vivos y de los muertos por su resurrección (Ro 14:9); sin embargo, la
relación profunda que Él quiere tener es con los que le temen (Salmos 25:14).
Es a partir de que Dios nos da esta vida nueva que podemos realmente conocer a Dios (Jn 17:3,
Ro 10:9), la unidad con Dios quien es el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo se da por la Vida Eterna que
experimentamos gracias a la obra de resurrección de nuestro espíritu por el amor de Dios, el sacrificio
del Hijo y el poder del Espíritu (1 Co 6:14-20,2 Co 13:14 ).
La vida nueva, conocimiento y revelación se da gracias a la relación que se establece mediante
el Espíritu de Dios con Dios mismo (Juan 16:13-15).

Las 7 glorias Ap 5:12


Gloria
La resurrección le otorgó a Cristo un cuerpo glorificado y un reconocimiento de gloria en los
cielos (Ap 5:12, Lc 24:37-39). Jesús fue glorificado después de haber pasado 3 días y 3 noches en el
Seol por la muerte que había experimentado, su cuerpo mostraba capacidades distintas (Jn 20:26),
confirmando así que hay un resurreción plena esperandonos (1 Co 15:22-23).
Por su muerte recibió el mayor nivel de honra para gloria del Padre (Fil 2:9-11), que al mismo
tiempo comparte con Jesús (Jn 17:5, 1 Pe 4:11, Ef 3:21) Esta gloria que comparten se vinculan mucho a
la obra de Cordero que Jesús manifestó en la cruz (Ap 5:13).

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De la misma manera hemos de buscar la gloria de Dios y no la de los hombres al seguir el
modelo de Cristo como cordero de Dios, sacrificio agradable a Dios, en vida resucitada (Ro 2:7, Jn 5:41-
43, 1 Te 2:6, Jn 12:43).

G. Gloria. Ahora examinamos el séptimo y supremo ministerio de Calvario, la Gloria de nuestro


Señor resucitado. Ezequiel, en los capítulos 8 y 9 nos habla de las cuatro profanaciones de Israel, que
causaron que la gloria de Dios se levantara de su vida nacional: a) del Templo Santo de Dios, b) de Su
Nombre, c) del Sacerdocio, y d) del pueblo en general. Debido a estas mismas cuatro profanaciones en
la vida del individuo y de las asambleas, la gloria de Dios se ha ido. Año tras año, a través de los siglos,
las masas sin fe del pueblo de Dios continúan rodeando el monte del Calvario, pero nunca avanzan
para contender por los siete pozos de vida y porciones de la herencia. En 1ª de Pedro 5:4, Dios ha
establecido una recompensa de gloria con la cual Él corona la vida del vencedor completo en Cristo. En
el Monte Sinaí, Moisés entró en la gloria de Dios. En el Monte Carmelo, el profeta Elías vio la gloria de
Dios descender. Jesús llevó a tres de Sus doce discípulos, que tenían una consagración lo
suficientemente profunda, al monte de la Transfiguración para admirarlo en Su gloria. Cuando la
oscuridad cubrió la cruz del Calvario y a nuestro moribundo Señor, Dios sacudió la tierra; y los que
crucificaban a Cristo temblaron en presencia de la gloria de Dios. El Apóstol Pablo se esforzó para
alcanzar esta gloria suprema, a través de los sufrimientos de Cristo y clamó, “A fin de conocerle… y la
participación de sus padecimientos” (Fil. 3:10). Este séptimo pacto nos garantiza todos los recursos
para manifestar la victoria de Dios sobre toda oposición, es el pacto de la Gloria de Dios, presente y
futura, porque al vencer promoveremos su venida para llevarnos con Él a su excelsa gloria (1 Co 15:25,
Jn. 17:22, 24).

Profanaciones Ezequiel 8 y 9 Montes Personas Participación de gloria

de Su Nombre Monte Carmelo Elías vio la gloria de Dios


descender

del Templo Santo de Dios Monte Sinaí Moisés entró en la gloria de


Dios

del Sacerdocio Monte de la Los doce discípulos admirarlo en Su gloria


Transfiguración

del pueblo en general Monte Calvario Los que crucificaban a temblaron en


Cristo presencia de la gloria
de Dios

Ahora estamos entrando a la última vigila del Señor mientras cruzamos la séptima y última
frontera de esta edad de la Iglesia. El Espíritu nos llama a ir más alto y contender con el enemigo en los
siete pozos del Calvario, para que poseamos las alturas de Dios. Contendamos por la fe del Credo de
los Apóstoles y del Pacto Séptuple del Calvario: el cual puede darnos el reposo completo del vencedor
en Cristo. Recordemos que este Pacto nos establece en el orden divino para tener dominio, para que

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así podamos tener dominio y victoria sobre todo lo que ha tomado dominio sobre nosotros, y que el
primer pacto de Dios con el hombre en Génesis 1:26-28 pueda ser cumplido en el cuerpo de Cristo. El
séptuple Pacto del Calvario tiene los siguientes beneficios: Justificación (para el espíritu), Santificación
(para el alma), Sanidad Divina (para el cuerpo), Salud Divina, Reposo de Fe, Vida de Resurrección, y la
Glorificación de Cristo, para que Cristo pueda ser completamente formado en nuestras vidas.
“Santificaos, porque Jehová hará mañana maravillas entre vosotros” (Jos. 3:5)

7.- Finalmente, Hebreos 10:13-14, nos muestra un aspecto más, el Señor está a la diestra del
Padre esperando que la Iglesia someta a todos sus enemigos debajo de sus pies ¿Y esto cómo será
posible? Por la ofrenda perfecta y definitiva de Cristo, la cual logró que los creyentes fueran
perfeccionados; la plenitud del creyente depende del sacrificio de Cristo. El texto dice claramente que
hizo perfectos para siempre a los santificados, esta perfección está en nuestro espíritu (He. 12:23),
porque nuestro espíritu y el de Cristo se unieron para siempre (1 Co. 6:17). Es por eso que Cristo
aseguró que las obras que él hizo nosotros también las haríamos y mayores, porque él iba al Padre (Jn.
14:12-14). Sólo así es posible luchar y vencer a todos los enemigos de Cristo, si contamos con armas
espirituales y servimos a Dios con el espíritu (Ro. 1:9, 2 Co. 10:3-5, 2:12-14, Gá. 4:6-7, Fil. 3:3). Del
espíritu perfecto del hombre descienden los recursos para tener dominio y victoria en el alma y cuerpo
y de esta manera mostrar con claridad la gloria de Dios en sus 4 dimensiones (Nombre, Palabra, Vida y
Presencia).

g.- Hace justicia y derecho al que padece violencia - Los 7 pactos Sal 103:6, 1 Pe 4:14, Corona
de gloria 1 Pe 5:4
Por último el salmo 103:6 cierra con la idea de que Dios hace justicia y derecho a todos los que
padecieron violencia. La gloria de Dios en su iglesia es claramente visible en la ejecución de su justo
juicio cuando Él regrese, donde aquellos violentados recibirán paz y los violentos tendrán una justa
retribución (2 tes 1:4-12).
La iglesia muestra la gloria de Dios al tener paciencia y fe en todas las persecuciones y
tribulaciones que soportan, venciendo con bondad y amor al mal, tal como Jesús lo hizo (1 Tes 5:15, 1
Pe 2:21-24), para que a su regreso sean glorificados a semejanza del Hijo de Dios . De manera
antagónica aquellos que vivieron con maldad y egoísmo quedarán excluidos de la gloria del poder de
Dios. Este contraste glorifica el Nombre de Dios al mostrar su gracia y justa justicia.

7 pasos de la caída del hombre


Cautiverio del pecado Gn 3:23
El paso final de la caída fue la excomunión de Adan y Eva, al cual le llamaremos Cautiverio del
pecado (Gn 3:23). A partir de este evento, Adan y Eva salieron del huerto y de la relación con Dios, de
la forma en la que disfrutaban en el Edén, para así, quedar esclavizados al pecado (Jn 8:34, Ro 6:17-
19).
Al ser el pago del pecado la muerte y al entender la muerte como una separación espiritual de
Dios el ser humano se encontraba totalmente alejado de la presencia y gloria del Señor (Ro 6:23, Ro
3:23). Debido a esta ruptura de comunión con Dios el pecado tomó cautivo como esclavo al hombre, y

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de esta manera originó una inclinación o inercia natural hacia la maldad, a esto se le reconoce como
concupiscencias (Stg 1:14-16). Por tanto, el ser humano ya no podía escapar por sí mismo del poder
reino de las tinieblas (Lc 4:6, 1 Jn 5:19, Jn 8:44, Hch 26:18, 2 Co 4:4, Ef 2:2, Col 1:13, Hch 10:38).

7 Nombres de Jehova
Jehová-Shamah Ez. 48:35 Jehová está Allí
El último de los muchos nombres de Dios que relacionamos con esta verdad clave es el de
Jehová-Shamah (Ez. 48:35) Jehová está Allí. La necesidad principal del ser humano después de haber
sido expulsados del Edén es precisamente la presencia de Dios. Que Dios esté aquí, con nosotros, es
primordial. Es mediante su gloriosa presencia que toda tiniebla se aleja (Is 9:2, Jn 1:5, 2 Co 4:6). Al
Señor le ha parecido bien utilizar a la iglesia como portadora de su luz y gloria para disipar estas
tinieblas de la vida de los que están cautivos por satanás y el pecado (Jn 8:12, Ef 5:8, 1 Pe 2:9).

7 Fiestas de Israel
Los tabernáculos Lv 23:33-34
La última fiesta de Israel es la de los tabernáculos (Lv 23:33-34), también puede ser conocida
como de las cabañas o sukkot. Este evento es el tercero de la serie de fiestas de otoño, que se
celebran de forma consecutiva; la de las trompetas habla sobre juicio, la de la expiación habla sobre
perdón y esta última es acerca del peregrinar del pueblo sobre esta tierra esperando el retorno a su
verdadera habitación, tal como les pasó a Israel al salir de Egipto donde fueron esclavos y sobre su
sustento al cruzar los 12 desiertos antes de entrar en la tierra prometida.
Esta celebración tiene ocho días de fiesta, el primero y el último son de santa convocatoria.
Durante esta fiesta los judios habitaban en esas cabañas construidas en las afueras de sus casas (Lv
23:42-43). Cabe decir que en el nuevo testamento encontramos 4 tipos de tabernáculos de Dios: El
cielo, Cristo, la iglesia y el creyente, tema de otra ocasión.

7 Piezas del Tabernáculo


Arca del pacto
El Arca del pacto o también llamada Arca de la alianza o arca del testimonio, es el último
mueble del tabernáculo de Moises. Este estaba colocado en el lugar santísimo y representa la
presencia de Dios.
Sobre este mueble se manifestaba Dios mismo ya sea mediante su voz (Núm 7:89) o mediante
el una columna de nube (Éx 40:34-38, Ex 33:9-11) Esta nube o también conocido como Shekina
representa la gloria de la presencia de Dios (Núm 16:42, Lv 9:23-24).
Grandiosa noticia que a pesar de la condición humana el Padre de las luces manifieste su gloria
en nosotros, específicamente en nuestro espíritu, tal como lo hacía con aquella Arca (Ef 3:21).

El grano de trigo Jn 12:24


El pan se mete al horno caliente
El último paso del proceso que lleva el grano de trigo después de haber sido fuertemente
amasado es el de convertirse en pan al ser metido al horno caliente.

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Pan, el principal alimento. Se ha estimado que en el Oriente, tres cuartas partes del pueblo se
alimenta de pan o de los productos manufacturados con harina de trigo o cebada.
El método primitivo para cocer el pan era el de poner los panes sobre piedras calientes. Un
ejemplo escritural de esto es la experiencia de ElÌas (1 Reyes 19:6) "He aquÌ' asa cabecera una torta
cocida sobre las ascuas".
Otro método sencillo de cocerlo, es cavar en la tierra un hoyo de un metro y medio de
profundidad, y de un metro de diámetro. DespuÈs de calentar esta especie de horno, la masa
se extiende hasta quedar del grueso de un centÌmetro, entonces se golpea sobre las paredes
del horno donde instantáneamente se cuece.
Algunas veces se usa como horno un gran cántaro de piedra. En el fondo de éste se hace un
fuego entre algunos pedernales, los cuales retienen el calor. La masa se pone sobre ellos y
rápidamente se cuece. Otras veces la masa se extiende hasta quedar muy delgada poniéndose en la
parte exterior del cántaro caliente donde se cuece. Piensan muchas personas que fue este horno-
cántaro al que se - -en Lev. 2:4, donde dos clases de pan sin levadura tenían que cocer los panes de
harina fina se cocÌan dentro del horno-cántaro, y obleas se cocÌan sobre el exterior de Èl.
El Señor fue sometido a ambos métodos, primeramente sobre la cruz (salmo 22) y después en
el infierno (Salmo 88).

Extra - Comentarios sobre el pan “Usos y costumbres de tierras palestinas pág 24”
Los palestinos han sido enseñados a creer que el pan tiene un significado mÌstico y sagrado. En
algunos lugares se tiene tanta reverencia hacia el pan que no son capaces de levantarse para saludar a
un huésped, si están partiendo el pan, juntos, sino que se espera hasta que han terminado para
hacerlo. Tal es su actitud hacia la santidad del pan.
Todo acerca del pan. Desde que se siembra la semilla hasta que se amasan las tortas era todo
hecho en el nombre de Dios. Los orientales sienten la importancia de la peticiÛn en la Oración del
Señor: "Danos hoy nuestro pan cotidiano" (Mat. 6:11) - Es a los hombres que realmente aprecian el
valor del pan, a quienes primero les dijo Jesús "Yo soy el pan de vida" (Jn. 6:35).
Como ésta es la actitud sagrada del pueblo en relación al pan de vida, de allí que del Oriente
viene la costumbre universal de partir el pan y no de cortarlo. Una persona que ha vivido en Palestina
dice acerca de los nativos del país: "Ellos nunca usan el cuchillo para cortar el pan, y piensan que es
absolutamente malvado el cortar el pan, sino que siempre deben partirlo con sus dedos". El cortar el
pan, se piensa que es como cortarse la vida uno mismo. La costumbre de partir el pan en vez de
cortarlo, se encuentra a través de las Escrituras. (Mt. 26:26, Hch. 20:7)
Clases de Pan que se usaban. Dos clases de pan se usaban en los días en que los eventos
bÌblicos tuvieron lugar: pan de trigo, y pan de cebada. Ambos se usan aún en Palestina. Hay entre ellos
la siguiente distinción: el pan de cebada es usado por las clases pobres, siendo que si una familia podía
adquirir pan de trigo se consideraba haber llegado a un buen lugar en la escala social.

Sufrimientos profetizados Isaías 53


Angustiado nagás H5065

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raíz primaria; arrear, estimular (un animal, obrero, deudor, ejército); por impl. imponer
impuestos, hostigar, tiranizar:- angustiar, apremiador, apuro, arriero, capataz, cargo, cuadrillero,
demandar, exactor, opresor, oprimir, sacar, tributo, hacer violencia.

Sufrimientos cumplido en Cristo


Su alma lleva una angustia indescriptible en el infierno Sal 16:10, Sal 18, Sal 88, Mt 12:40
El cierre de los sufrimientos de Cristo es de inmenso dolor. Su alma fue llevada a una angustia
indescriptible en el infierno (Sal 16:10, Sal 18, Sal 88, Mt 12:40). Era precisamente este momento del
cual Jesús pedía ser liberado cuando estuvo en el Getsemaní. La descarga de la ira justa de Dios sobre
Él era lo que lo llevó a una tristeza profunda, pues en este momento la copa del juicio que nos
correspondía Él la bebió completa y tal separación del Padre fue inmensamente doloroso (Mt 26:39, Jn
18:11, Ap 14:10, Ap 16:19). Te pido que leas el salmo 18 y el 88 completo para visualizar a detalle.

Los tipos de presión


SOBRENATURAL - La ira de Dios y de satanás
La presión a la que Jesús fue sometido no fue humana sino fue una presión sobrenatural. En
tierra, Satanás desplegó todo su ejército y aún el mismo estuvo operando para llevar a Jesús al
sufrimiento y muerte (1 Co 2:6-9, Lc 22:3, Col 2:13-15) y después de la muerte fue el Padre quien por sí
mismo ejecutó con toda su fuerza el juicio que corresponde a la paga de nuestros pecados (He 9:28,
Tito 2:13-14, Rom 3:21-26). El Arca del pacto tenía una parte llamada propiciatorio que es figura de
Jesús como la propiciación por nuestros pecados (1 Jn 2:2, 4:10)
La propiciación es un acto entre dos partes que implica apaciguar la ira de alguien que está
ofendido y ser reconciliado con él. La necesidad de apaciguar a Dios es algo que muchas religiones
tienen en común, en las antiguas religiones paganas se enseña la idea de que el hombre aplaca a Dios
ofreciendo varias ofrendas o haciendo sacrificios. Sin embargo, la Biblia enseña que Dios mismo ha
proporcionado el único medio por el cual se puede aplacar Su ira y el hombre pecador puede
reconciliarse con Él. En el Nuevo Testamento, el acto de la propiciación siempre se refiere a la obra de
Dios y no a los sacrificios o a las ofrendas dadas por el hombre. La razón de esto es que el hombre es
totalmente incapaz de satisfacer la justicia de Dios. No hay ningún servicio, sacrificio o regalo que el
hombre puede ofrecer para apaciguar la santa ira de Dios, o satisfacer su perfecta justicia. La única
satisfacción o propiciación, que pueda ser aceptable a Dios y que pueda reconciliar al hombre con Él,
tenía que ser hecha por Dios. Por esta razón, Dios Hijo, Jesucristo, vino al mundo en forma de hombre
para ser el sacrificio perfecto por el pecado e hizo propiciación o "expiación por los pecados del
pueblo" (Hebreos 2:17)

Sus anhelos desechos


Aceptación - Al padece la ira de Dios en el infierno Sal 88:14-18
El dolor que sufrió el alma de Jesús fue inmenso y entre otras muchas cosas lo que más dolor
representaba era la percepción de haber perdido la Aceptación de su Padre, este es el último de los
anhelos desechos de Cristo (Sal 30:7).

40
El Padre escondió su rostro de Jesús y por esos 3 días y 3 noches eternas Jesús estuvo
angustiado en el infierno sin participar de la presencia amorosa del Padre (Sal 89:46, Isaías 8:17, Sal
88:14-18, Sal 13). Este suplicio Jesús lo aceptó por nosotros y para que nosotros no permanecieramos
destituidos de su gloria (Is 59:2, Dt 31:17-18, 32:20, Ro 3:23) y así recuperar por completo lo que Adán
y Eva habían perdido. El clamor de Cristo fue escuchado (Sal 102:2, 143:7, 69:17, 27:9, 22:24). Por este
hermoso y grandioso sacrificio somos aceptos en el Amado (Is 54:8, Ef 1:6, Is 30:20, Ez 39:29).

Los 7 Yo soy’s
La vid verdadera Jn 15
El último Yo soy que recibimos como provisión dentro de las fuentes del calvario es la vid
verdadera (Jn 15:1-17). En esta porción de la escritura encontramos 4 aspectos sobresalientes.
Del versículo 1 al 3 encontramos lo referente a Identidad (/Atención V.1-3) esto es quien Dios
es, quien Cristo es y quién somos nosotros en Él. En este aspecto podemos aprender mucho de la
Gloria de su Nombre y lo que esto repercute en nosotros.
Del versículo 4 al 6 encontramos los Criterios Correctos de relación (/Logro V. 4-6). Es mediante
la Palabra de Dios, que es Cristo que podemos permanecer en Dios (1 Jn 3:24, Jn 6:56, 1 Jn 4:16). La
Palabra permanece en nosotros eternamente, pues la obra de Jesús es Vida eterna (Is 40:8, 1 Pe 1:23,
1 Jn 4:12). Este aspecto nos relaciona con la Gloria de su Palabra.
Del verso 7 al 8 encontramos los rasgos de Amistad (/Reconocimiento V. 7-8). El Señor entregó
su vida para recuperar la relación de amistad y amor que se había perdido. En esta comunicación hay
un intercambio de bendiciones donde el discípulo pide y el Maestro brinda. Esta relación de
comunicación y amistad hace que el creyente pueda dar mucho fruto. Esta relación nos lleva a
entender la Gloria de su Vida.
Del verso 9 al 17 encontramos el rasgo de Elección (/Afecto V. 9-17). Todo surge de la iniciativa
de Dios. El Padre derrama su amor sobre el Hijo, El Hijo derrama su amor sobre nosotros. Por el puro
afecto de su voluntad (Ef 1:4-5). Esto brinda gozo a la divinidad y a nosotros. Este amor, gozo y paz
fluye de Dios hacia ti y de ti hacia los demás. Con este aspecto reconocemos la Gloria de su presencia
(Sal 16:11).

Las 7 Relaciones básicas


La gloria de Dios
Gloria ha de entenderse en toda esta serie de audios como la presencia de Dios en ti, mediante
comunión y vida, así como, el esplendor de Dios a través de la función de la iglesia en el mundo.
La gloria de Dios se manifestó en Jesús al resucitar, un cuerpo glorificado y recuperando la
gloria que tuvo antes de los tiempos (1 Pe 1:21, He 13:20-21, Jn 17:5)
La libertad del cautiverio del pecado, la presencia de Dios manifestandose en tu vida, las
presiones dentro de los hornos de fuego, osea situaciones de gran angustia, aquello que viene como
ataques del enemigo, mediante tentación o pruebas de fuego de Dios (Mt 3:11, Mt 7:24-27) son
oportunidades de Gloria a Dios y de su Gloria en nosotros (2 Co 4:6, Jn 17:24).

41
Al atravesar y aun superar cada tentación o prueba hemos de entregar la gloria al único que es
digno de gloria (Ap 4:11, 1 Tim 1:17, Is 42:8). Al testificar correctamente en nuestra vida, muerte o en
medio de cualquier situación Dios se glorifica (Jn 11:4, Fil 1:21-26).
Por la obra completa de Jesús nunca más sufriremos del desamparo del Padre debido a los
efectos del pecado, resucitaremos para una esperanza segura de gloria (Col 1:27, Ef 1:18, 1 Ts 4:15-
17).

Las 7 glorias Ap 5:12


Alabanza
La última de las glorias que aparecen en Ap 5:12 es la de Alabanza. Todo este proceso de
humillación y sufrimiento del calvario confirma que Jesús el Hijo de Dios es digno y merecedor de toda
la alabanza (Fil 2:5-11, Ap 5:12-14).
Durante el proceso del alma de Jesús en el infierno se gestó una acción que se manifestaría en
la futura resurrección. Esta acción es la de alabanza (Sal 22:3, 22, 25, Is 52:13-15, Is 53:10-12, Ap 5:9-
12), aquel que sufrió y murió en silencio ahora recibirá toda la alabanza (1 Pe 1:3).

LA SENDA DE VIDA DEL CALVARIO

La gran revelación de Isaías 53 comienza con Isaías 52:13, ya que el verso 13 muestra tal exaltación
divina (resultante del Calvario), que es la altura divina de la “alabanza” del Calvario. El verso 14
muestra la máxima profundidad, o el “producto” de la humillación de Su persona (especialmente en el
original, donde muestra que ni siquiera era reconocible en su apariencia (cuerpo), o en su forma
(alma)). Después, en el versículo 15, encontramos el amplio alcance del “principado” divino del
Calvario, o la anchura divina. Ahora veamos en el capítulo 53 el “proceso” de la longitud divina del
Calvario:

Cuando Dios desea mostrarnos la plenitud de alguno de sus atributos o verdades, nos
da una vista cuádruple y exhaustiva de ello, como en las cuatro dimensiones de Efesios 3:18:
A. La visión completa de su dominio; el alcance que tiene.
B. El proceso o “senda” que toma por medio de sus pasos progresivos.
C. El fruto que produce, particularmente en lo profundo de nuestras almas.
D. La gloria eterna de Dios que resulta.
Las siguientes cuatro palabras resumen estas cuatro dimensiones:
A. “El Principado”, es decir, su alcance
B. “El Proceso”
C. “El Producto” (su obra personal)
D. “La Alabanza” recibida de parte de Dios en el Tribunal de Cristo, al presentarla a
Dios habiendo sido llevada a cabo en nuestras propias vidas.

Hay siete sendas en total que llamamos “La Senda de la Vida”


Estas diferentes palabras nos muestran la verdad de una manera exhaustiva:

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1. “Ley” (torah) nos da la VISIÓN de la verdad, ya que la “ley” abarca todo el código del deber.
2. “Testimonios” nos dan la experiencia, o el TESTIMONIO de ella.
3. “Caminos” (darakim = sendas andadas) están diseñadas para darnos el CAMINO o principios de la
verdad.
4. “Preceptos” (encargos de la verdad) están en realidad diseñados para darnos el MENSAJE correcto
que necesitamos personalmente.
5. “Estatutos” (ordenanzas decretadas con sanciones legisladas) sirven para hacer que estos principios
o verdades impartidas a nosotros, por medio de encargos paternales, lleguen a ser algo habitual en
nosotros. En otras palabras, para hacer que lleguen a ser un MINISTERIO de verdad para nosotros.
6. “Mandamientos”, “juicios” y “caminos” todos están diseñados para mostrarnos la VIDA que hay en
nosotros, para nosotros, y a través de nosotros. Sus mandamientos deben ser escritos dentro de
nosotros y no solamente por fuera. Incidentalmente, los mandamientos son direcciones emitidas con
autoridad paterna. Los “Juicios” son enunciados judiciales o veredictos dirigidos para corregir nuestro
estilo de vida. Los “Caminos”, es la palabra hebrea “orach,” y que significa “rutas habituales” (habla de
las costumbres o tradiciones que pueden ser buenas, 2 Ts. 2:15), esta palabra es diferente a la palabra
“caminos” del punto 3 que es “derekim” en hebreo, y que significa “líneas prescritas de conducta.” La
vida en nosotros refleja nuestra naturaleza. La vida para nosotros desarrolla nuestro carácter, y la vida
a través de nosotros muestra nuestra influencia.
7. Hay cuatro palabras que son traducidas “Palabra”, (2 directamente y 2 indirectamente). Estas son:
(1) “davar”, que significa la expresión de la mente y voluntad de Dios, (2) “imrah” una palabra
comunicada oralmente, (3) “bin”, entendimiento, y (4) “emunah”, fidelidad, verdad, la constancia de la
ley de Dios. Estas cuatro nos muestran la VOLUNTAD DE DIOS: la voluntad de Dios es creativa, recta (o
moral), específica y última.

A. La Consciencia o VISIÓN del Calvario es vista en la primera parte del versículo 2, “Subirá cual
renuevo delante de Él, y como raíz de tierra seca”. Él llegó a estar consciente de la doble visión de Su
Padre para Él en el Calvario extendiéndose hacia arriba (la planta) y hacia abajo (la raíz). Ahora, en la
última parte de este versículo nos muestra la consciencia del hombre o visión humana de Él, “no hay
parecer en él, ni hermosura.” Lo a los ojos del Padre era “tierno” y “profundo”, a los ojos del hombre
era “feo” y “sin atractivo”.
B. La Crisis o TESTIMONIO del Calvario se ve en cómo fue creciendo delante de los hombres,
versículos 3-4a. “Despreciado” significa, “ser tenido en menos, desdeñar;” y “rechazado” significa,
“dejar de ser seguido como un pastor”. Él pasó esta prueba valientemente, y salió con un testimonio
limpio (1 Pe. 2:23).
C. El Cuidado o CAMINOS (principios) del Calvario es visto en el verso 4. Él “llevó” nuestras
enfermedades y dolores. Este principio del Calvario llegó a ser parte de Él. Sufrir por otro es la manera
de Dios de alcanzar los corazones de las personas; esta actitud les hace darse cuenta del cuidado de
Dios por ellos.
D. El Crisol o MENSAJE del Calvario es visto en Sus siete sufrimientos en los versículos 4-7a. Los
principios nacen dentro de nosotros, cuando son obedecidos, y nos enseñan lecciones de verdad; en

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otras palabras, nos dan un MENSAJE. Cada sufrimiento denota una presión diferente y tiene un
significado diferente en el original, cada uno completamente distinto del otro.
E. La Cura o MINISTERIO del Calvario, como se ven en los versos 5-6. El punto 3 enfatiza el acto
de llevar la carga, mientras que aquí, se enfatiza la carga (es decir, lo que se lleva o la carga en sí
misma viene a ser el resultado). Su ministerio consistió en llevar nuestras “transgresiones”, nuestras
“iniquidades”, y todo lo que aflige nuestra paz, incluyendo las aflicciones físicas. Él permanece en este
ministerio de liberación. Previamente vimos que los principios, cuando son obedecidos, llegan a ser el
Mensaje de las Buenas Nuevas en nosotros, el cual comienza a funcionar en y a través de nosotros,
dándonos el MINISTERIO del Calvario para liberar al oprimido de sus cargas para llevarlo a la libertad
de Dios (Lucas 4:18-19).
F. El Centro de VIDA del Calvario, como se ve en los versos 7b-9. (Hechos 8:33, en la antigua
versión Septuaginta dice, “En su humillación su juicio fue quitado; y ¿quién declarará su generación?
Porque su vida fue quitada de la tierra”). Antes que todo, conociendo que la vida viene a través de
rendir nuestra vida por Dios, Él rindió, en un sentido real (y en el sentido sustitutorio de la palabra) Su
vida espiritual al ser hecho pecado por nosotros. Esto se ve en el verso 7 en el cordero yendo al
matadero y en la oveja siendo trasquilada, representando la justicia de Cristo, la cual Él entregó para
que nosotros podamos tenerla. En segundo lugar, Él también rindió Sus derechos naturales o del alma.
Era el “derecho humano” de cualquier hombre tener justicia; pero en Su humillación, aún eso le fue
quitado. Aunque Pilato admitió no encontrar ninguna falta en Él, por la presión popular ejercida sobre
él castigó a Jesús como si fuera peor que un cruel criminal. En tercer lugar, Cristo rindió Su vida física.
“Fue cortado de la tierra de los vivientes”. Su vida, cuando es ministrada en, para, y a través de
nosotros, produce VIDA abundante, la verdadera vida del Calvario, haciendo de nosotros Sus
verdaderos disciplinados o siervos.
G. La Corona o la VOLUNTAD de Dios en el Calvario está expresada en los versículos 10-12.
Recuerda que la gloria de Dios es cuádruple (como se ve en Sus cuatro teocracias; Los Patriarcas, La
Ley, La Iglesia del Nuevo Testamento, y el Milenio). Por esta razón, La voluntad de Dios también es
cuádruple, ya que hay un estrecho vínculo entre las dos (su Gloria y su Voluntad). Cuando la voluntad
de Dios se cumple, la Gloria de Dios se manifiesta. Su cuádruple gloria ha sido definida como la Gloria
de Su Nombre, de Su Palabra, de Su Vida, y de Su Presencia.
Su cuádruple voluntad consiste de; Su voluntad creativa, Su voluntad justa (moral), Su voluntad
específica (esto es, “¿debo hacer esto o debo hacer aquello?), y Su voluntad máxima.
a. Su Voluntad Creativa, involucra la Resurrección, y se ve en el verso 10 (“quiso” implica
“voluntad”). Él dio Su vida como una ofrenda por el pecado, después resucitó con una vida eterna para
ver Su linaje.
b. Su Voluntad Justa se ve en el verso 11; la justicia de Dios fue satisfecha por la obra del alma
de Jesús. A través de conocer eso, tenemos justificación.
c. Su Voluntad Específica se ve en el v. 12a. Jesucristo recibe Su porción específica asignada a
Él.
d. Su Voluntad Máxima se ve en el verso 12b. Jesucristo divide Su porción con los “fuertes”.

44
Hemos seguido la ruta de la vida del Calvario a través del capítulo 53, como siguiendo un río.
Este último punto tiene como si fueran cuatro cauces que salen de él y que conducen este gran río al
vasto océano de la Eternidad. Ya que mientras que vimos que la “Vida” estaba en la última curva en el
río, aquí vemos que la “Vida” finalmente llega a ser la Ley interna de Dios escrita dentro de nuestros
corazones, y el hacer la voluntad de Dios viene a ser la cosa más natural (Gén 2:10-15, Flm. 2:13).

“Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa
alguna.” Santiago 1:4

LA FUENTE DE LA REDENCIÓN – LA EXPIACIÓN

La expiación trae la provisión para la redención ya que es su base legal. El hombre tiene su
trámite necesario para liberar a alguien. Dios tiene el Suyo, la Sangre - ¡que contraste! Expiación
significa “cubierta”, mientras que redención significa “liberación”. Una te esconde, la otra te libera.
Hay una parte de nosotros que necesita ser escondida, hay una parte de nosotros que necesita tener
una expresión libre.
La expiación en el Calvario fue un ajuste de cuentas judicial hecho una vez y para siempre de
parte del Padre, pero tiene implicaciones presentes. Antes del Calvario el día nacional de la expiación
mantenía suspendida la sentencia de muerte hasta que pudiera venir Uno que pudiera eficazmente
“quitar el pecado del mundo”– esto es redención. No había redención de pecado antes del Calvario,
solo de casas, tierras, animales, etc. Las cuales eran una simple representación de la redención.
Recordamos la historia de Rut y como Booz tenía el derecho de redimir porque era pariente y era
capaz. Tal vez la figura de redención más grande en el Antiguo Testamento fue la de la Pascua de
Israel. Esta representa una verdad, que la redención es por la sangre – la primera Pascua –, y también
por el Espíritu – su paso debajo de la nube –. Pero la redención por la sangre (cuando el ángel de la
muerte pasó por encima) fue simplemente el resultado de la cubierta de sangre, o la expiación. Ya que
esa era la base legal en lo que al Padre concernía. El Juicio es la línea de división entre la expiación y la
redención. Antes de que el ángel de la muerte pasara juicio, solamente era una cubierta. Pero después
de eso, fue redención.
Otra vez decimos que mientras la expiación en el Calvario fue un asunto de una vez para
siempre, aún tiene implicaciones presentes. Ya que aunque el juicio básico, que es el que canceló
nuestra naturaleza de pecado como un ser legalmente existente (asegurando así la justificación) es un
juicio pasado (como Faraón, Satanás no tiene derecho para con nosotros ahora), todavía Dios está
juzgando la realidad presente de nuestra naturaleza de pecado en cuanto a nuestro estado de
crecimiento diario, (santificación), y un día nos juzgará por nuestro servicio (glorificación, 2 Co. 5:10).
“Él rompe el poder del pecado cancelado y hace libre al prisionero.”

Las tres palabras hebreas para “expiación” muestran cinco figuras:


La primera palabra, “kaphar” (o kophar, “brea”) significa “cubrir”. Presenta la primera
figura, ya que “brea” es sinónimo, y es que el arca fue calafateada con brea (Gn. 6:14). Lo que
está cubierto está oculto a la vista.

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La segunda palabra es “machah” o “manchar o tachar y así borrar un registro”. Así
encontramos la segunda figura, una substancia que mancha un libro, escondiendo el registro
de la ofensa. También la tercera figura es la del vestido, cubriendo al portador (vista en Neh.
4:5). La cuarta figura, usando todavía la palabra “machah” es vista en Isaías 44:22, donde la
nube esconde la tierra de aquel que esta sobre ella.
La tercera palabra es “propiciatorio” (Éx. 25:17, usada 27 veces) la cual en sí misma
hace la quinta figura, ya que esconde la enfurecida ley. (En Rom. 3:25 “propiciación”
literalmente significa “asiento de misericordia”).

Para concluir, estas tres palabras muestran tres cosas que están cubiertas:
1. Kaphar esconde la madera – nuestra vieja y difícil vida natural.
2. Machah nos esconde del pecado. Pero ya que el pecado tiene tres partes debe haber tres
figuras de esta palabra.
a. El pecado es un acto – Su borrador lo borra.
b. El pecado es una naturaleza – entonces Su vestidura lo esconde.
c. El pecado es un estado de ser (ya que pecado significa “fallar al blanco”, un estado
del que todos somos culpables, 1 Juan 1:8) así que nuestras limitaciones terrenales son
escondidas de la vista del cielo.
3. Kapporet, Cristo nuestro propiciatorio (cubierto con la sangre, Ap. 19:13), es nuestra
propiciación, ya que ha satisfecho y nos ha escondido de la ira divina y de una ley justa cuya ira está
dirigida no hacia el pecador sino al pecado en el pecador.
Esta enseñanza puede ser solamente teoría calculada, fría. O puede ser una calurosa realidad.
Depende de si nos vemos a nosotros mismos como redimidos por la Sangre de nuestro Señor, y
redimidos de que tan grande esclavitud. Y recuerda, una vez que el esclavo era sacado del bloque de
esclavos, nadie tenía derecho de engañarlo para volver a la esclavitud. Como redimidos, “Estad, pues,
firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.”

***Revisar si cada pacto del AT contiene 7 diferentes aspectos que apunten hacia los 7
beneficios del Calvario. --- Hacer tabla con los aspectos mencionados en los párrafos anteriores. ***

46
47
5.- Las Verdades de Dominio – Nos enseña cuales son los siete recursos que Dios puso a nuestra
disposición, además, de los siete reinos sobre los cuales podemos ejercerlos.

“Dan el Poder de la Voluntad de Dios por Su Gracia


Reinante Romanos 5:17, 21”

Las Verdades del dominio ponen a disposición del creyente el poder de su gracia para cumplir
la perfecta voluntad de Dios. Gn. 1:26; Heb. 11; Lc. 10:19
Poder: Nos ofrecen el poder de la voluntad de Dios.

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Tarea Introductoria: Leer todo el libro de Josue. Y leer Efesios 6.
Tarea: Hacer arreglo de hojas pegadas para registrar
1. Batallas registradas
2. Porque ganaron (estrategia)
3. Porque Perdieron (Errores)
4. Resumen de batalla
5. Rey derrotado (si es que se registra por nombre - Rey de “ciudad”)
2 Timoteo 2:1-10
Crear Formulario de “Soldado más Duro: Legionario Romano” con Intro: SER FUTBOLISTA - Daniel
Habif
https://www.youtube.com/watch?v=MF0RaA01u1A
https://www.youtube.com/watch?v=TfcQ-3aVFDY

Tarea práctica: Seleccionar ejercicio corporal y registrar primeras marcas.

GUERRA ESPIRITUAL - Marcos 1:14-15, Lucas 17:20-21, Mateo 11:12, Mateo 16:18

Israel es una figura de la Iglesia (1 Co. 10:1-6). podemos trazar lecciones de la historia del
Antiguo Testamento tanto colectiva como individualmente. Por ejemplo, el cruce del Mar Rojo habla
de la muerte de Cristo por nosotros; pero el cruce del Jordán ilustra la muerte de nosotros mismos por
Él. Esto se experimenta particularmente al recibir el Espíritu Santo. Allí es donde somos iniciados en un
ambiente superior de vida, tal como lo estaba Israel.

Dentro de los doce cuadros de la iglesia que Dios revela en la epístola a los Efesios, el último la
presenta como un poderoso ejército, que librará las batallas que sometan a todos los enemigos de
Dios y los pongan por estrado de los pies de Cristo. Los guerreros de este ejército están bien
entrenados y equipados para ser más que vencedores, conquistar toda fortaleza y permanecer firmes
después de acabar con todo. Dios ha equipado a cada soldado de su ejército con siete armas
poderosas para garantizar su victoria contra las fuerzas de las tinieblas, que como veremos, son
específicas para enfrentar a diferentes poderosos enemigos hasta derrotarlos por completo (Ef. 6:10-
18, Cant. 6:4, 10).
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La Gran Comisión abarca nueve aspectos importantes que cumplir, y consisten en someter a
todos los enemigos de Dios hasta ponerlos por estrado de sus pies, de modo que la iglesia
resplandezca gloriosa y perfecta. El Señor les delegó autoridad sobre los reinos que había que
someter, en especial en el evangelio de San Marcos, encontramos los reinos enumerados por el Señor:

Los reinos o ámbitos en que nos desenvolvemos tienen sus propias reglas de funcionamiento,
alguien domina sobre ellos siempre, estos reinos fueron sometidos por Cristo todo el tiempo de su
ministerio terrenal, y cuando se fue, comisionó a sus discípulos, que con su potestad, propagaron el
evangelio por todo el mundo, ejerciendo su poder (Mt. 28:18-20).

TRES ENEMIGOS A VENCER


Israel es una figura de la iglesia y cada soldado israelita de los creyentes, (1 Co. 10:1-6); Egipto,
es un tipo del mundo; los desiertos que Israel peregrinó rumbo a Canaán, de las disciplinas de Dios
sobre la carne; las tribus que vivían en Canaán y que había que derrotar y destruir para conquistar la
tierra prometida, del diablo y sus recursos para impedirnos poseer nuestra herencia. Un cristiano tiene
sus conflictos con el mundo cuando es niño en Cristo; con su carne cuando es joven, y con el diablo
cuando es maduro, apto para librar la guerra espiritual que establezca el Reino de Dios.

EL MUNDO.
El creyente recién convertido va a tener en primer lugar conflictos con el mundo, ya que su
estilo de vida o costumbres era mundano, y enfrentará el choque de su nueva naturaleza con esa
manera de vivir; su forma de hablar, sus amigos, los lugares que frecuentaba, lo que hacía. El mundo
es el reino del diablo, así que esa será la manera en que tratará de recuperar el terreno perdido,
atrayendo al niño en Cristo a su vida vieja. El Faraón puso a Moisés cuatro objeciones para impedir que

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se fueran de Egipto, pues sabía que si de alguna manera los retenía, podría seguir abusando de ellos al
mantenerlos bajo su yugo de servidumbre (Ro. 9:17, Ex.8:28, 10:10-11, 24, 12:31-33).

LA CARNE.
El segundo enemigo a vencer es la carne; la manera en que Dios entrenó a su pueblo, después
que lo sacó de Egipto y los hizo peregrinar por doce desiertos, en cuarenta y dos jornadas, nos enseña
el camino de la disciplina que nos desarrollará para ser vencedores sobre nosotros mismos (Ex. 13:17-
18): Los deseos, las inclinaciones, los pensamientos sucios, los apetitos pecaminosos, el
temperamento, los malos hábitos, las pasiones, el egoísmo, etc. Si nosotros mismos somos el enemigo
a vencer, debemos aprender a mortificar la carne por el Espíritu para madurar espiritualmente. Así
que, como hemos estudiado anteriormente, el diablo tratará de usar la carne para derrotarnos e
impedirnos progresar en nuestra vida con Dios (Ex. 17:13-16), y como en la vida cristiana, no avanzar
equivale a retroceder, nos veremos como Israel, dando vueltas en los desiertos, hasta que todos los
que salieron de Egipto murieron y los renuevos heredaron la tierra prometida (Nm. 32:11-13).

EL DIABLO.
El desarrollo consiste en que al estrenar nuevo poder, podamos enfrentar nuevos enemigos
más poderosos. Cuando se ha tenido victoria sobre el mundo y la carne y se les ha podido mantener a
raya, mediante la cruz de Cristo; el creyente se hallará como Israel, al pie del Jordán, dispuestos a
cruzar el río de la muerte y pasar por Gilgal, donde todos se tuvieron que circuncidar, prefigurando la
necesidad de tener que cortar con la carne o capacidad natural, para desarrollar una vida en el
Espíritu, dependiendo por entero de la gracia de Cristo (Jos. 5:3-12). Es entonces cuando se va a poder
enfrentar al mismo diablo y sus huestes, nuevos enemigos y más poderosos. Poseer la tierra
prometida no era entrar, establecerse y disfrutar, sino era pelear contra siete naciones poderosas,
conquistar la tierra, librar cruentas batallas contra potencias militares, tipos de los principados y
potestades y de toda la jerarquía satánica que está impidiendo que el cristiano herede las bendiciones
eternas que Dios le ha prometido. Estas siete naciones, prefiguran siete espíritus satánicos que el
diablo ha lanzado contra la iglesia para impedir que posea la tierra prometida, y que están referidos en
el Nuevo Testamento (Dt. 4:37-40, 7:1-7, 9:1-5, 12:2-3, Jos. 3:10-11, 24:11-14, Hch. 13:19).

Israel no pudo acabar con sus enemigos, los venció y poseyó su tierra, pero no los echó del
todo, y los hicieron sus siervos, faltando a la Palabra que Dios les había dado, por lo que le fueron
tropiezo; así lo serán estos espíritus demoníacos, si no los sacamos por entero de la iglesia y de la
heredad de los creyentes (1 Rey. 9:20-21, 2 Cr. 8:7-8, Esd. 9:1-2).

Este es el panorama, el cristiano ha sido redimido del mundo, del pecado y del diablo;
entrenado mediante doce disciplinas en el desierto (Dt. 1:2, 8:1-3, 14-16); ha cruzado el Jordán y está
listo para emprender la guerra espiritual; ha sido equipado con siete armas, que son espirituales, de
luz y de justicia, poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas (2 Co. 6:7, 10:4-5, Ro. 13:12), y
tiene la misión de conquistar su tierra prometida; tiene por delante a enemigos poderosos, siete

51
espíritus terribles, denunciados en el Nuevo Testamento, como los gigantes que tuvo que vencer Israel
para conquistar su tierra.

Nuevo poder significa tener nuevos enemigos. Mientras que Israel había vencido a Egipto, tipo
del mundo y a los amalecitas en el desierto, un tipo de la carne; ahora deben vencer al diablo. Cuando
Cristo fue lleno con el Espíritu Santo, inmediatamente fue guiado por el Espíritu para vencer al diablo.
Hasta que Él realmente se encontró con Satanás en combate, el valor de Su nuevo poder y armas no
podía ser visto. Por supuesto, el Espíritu sin la Palabra nunca habría derrotado a Satanás. Tampoco el
creyente derrotará a Satanás si descansa solamente en una experiencia del Espíritu Santo y no tiene
tiempo para la Palabra. Dios nos ha dado ambos, el Espíritu y la Palabra.

1. El primer reino que se menciona es el demoníaco, el reino de las tinieblas cuyo príncipe es
Satanás. Cristo siempre liberó a todos los oprimidos del diablo (Hch. 10:38), también mandó a sus
discípulos a predicar y echar fuera demonios (Lc. 10:17-20), y dejó dentro de la Gran Comisión que
todos los creyentes lo hicieran de su parte. Para esto vino el Hijo de Dios, para deshacer las obras del
diablo (1 Jn. 3:8). El diablo y su reino demoníaco es inferior que el Cristo que mora en nuestro espíritu
(1 Jn. 4:4), así que para eso nos ungió con el mismo poder que operó en Él (Mt. 12:28).

Pablo dice de Satanás, “…pues no ignoramos sus maquinaciones.” (2 Co. 2:11). Nuestro
propósito aquí es ver cuáles son las maquinaciones de Satanás. Para llegar a nuestra respuesta,
compararemos las siete tribus de Canaán con los espíritus satánicos mencionados en el Nuevo
Testamento.

Encontramos las piezas de la armadura enlistadas en Efesios 6. Aquí vemos que cada arma es
para nuestra defensa en contra del espíritu en particular que viene contra ella. “Vestíos de toda la
armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos
lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de
las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.” (vs. 11-12).

Efesios 6 debería ser especialmente aplicable para nosotros hoy en día ya que toda esta
armadura es necesaria para el “día malo”. En sentido espiritual estamos viviendo en una era de misiles
voladores y de satélites enemigos espías. La palabra “acechanzas” en griego significa “los que viajan
encima” y dardos, significa literalmente “misiles”. Podríamos agregar que el rayo de muerte más
grande de todos será la aparición final y literal de Cristo cuando el anticristo será consumido por la
espada de Su boca, y toda carne se derretirá ante Su presencia (Ap. 19:15; Zac. 14:12).

Así podemos esquematizar, poniendo 9 columnas con los siguientes encabezados, y llenando
las líneas del esquema, en la medida en que avancemos en el estudio: las siete tribus de Canaán (Jos.
3:10), significado de las tribus, siete espíritus satánicos contra la iglesia (1 Pe 5:8), acción de estos
demonios (2 Co. 2:11), la armadura del creyente (2 Co. 10:3-4), función del arma (2 Co.10:3-5),
provisión espiritual, defensa dinámica, y relaciones básicas.

52
LOS CANANEOS
Cam o Canaán, fue uno de los tres hijos de Noé, antes se llamaba Cam, pero por causa de su
pecado, su nombre fue cambiado a Canaán que significa Bajo, plano; de kana, que significa doblar la
rodilla, de aquí que lleva a esclavitud, porque había sido sentenciado a ser siervo de sus hermanos
(Gn. 9:24-27). Canaán fue patriarca de varias de las tribus que habitaron la tierra que Dios había
prometido a Abraham, y por ello la tierra tomó su nombre (Gn. 10:15-18). Los cananitas se
corrompieron e hicieron muchas abominaciones terribles, por las cuales Dios los echó de su tierra para
dársela a Israel (Dt. 9:4, 18:9-13).

En el Nuevo Testamento hay un espíritu que el diablo lanza contra la iglesia para impedir su
avance, y corresponde a los cananeos, este es llamado literalmente espíritu de esclavitud o
servidumbre, que trata de atemorizar al creyente para someterlo de nueva cuenta (Ro. 8:15-16). Esta
servidumbre se manifiesta en manera física, mental y espiritual; es frecuente ver a creyentes y a
congregaciones enteras sometidas a este espíritu, que actúa mediante mentiras y engaños, basado en
la ignorancia del pueblo e introduciendo tradiciones que embelesan a los creyentes en vez de
edificarlos. Los Gálatas tenían entre otros problemas, el ataque de este espíritu maligno de esclavitud
que había diezmado a la iglesia y había que pararlo mediante el conocimiento de la verdad (Gá. 2:4-5,
3:1-5, 4:9-11, 5:1, 7-9). Una atadura de servidumbre física son los espíritus de enfermedad que atan a
los cristianos y los amargan con pesadas cadenas de opresión (Lc. 13:11-16) o excesos (Tito 3:3) o
pecado (Ro 6:12-18, 2 Pe 2:19).

Con razón Dios nos da la verdad como arma número uno (Ef. 6:14). “…y conoceréis la verdad, y
la verdad os hará libres” (de la esclavitud). Podemos estar atados por esclavitud física, mental y
espiritual, la cual incluye estar atado a la letra de la Palabra sin el Espíritu. La primera arma que Dios
nos da es un cinturón que ciñe los lomos, y que permite al guerrero concentrar toda su fuerza en cada
ataque (Ef. 6:14a). Los levantadores de pesas deben fajarse para poder concentrar su fuerza, de lo
contrario se herniarán. Los lomos nos hablan del entendimiento y la verdad de la Palabra de Dios, que
debe ser la regla que ciña nuestra conducta para atacar con efectividad (1 Pe 1:13-14); su fuerza es
determinante para vencer a la ignorancia y rechazar las tradiciones y mentiras de Satanás,
conservando la libertad que Cristo nos dio al salvarnos y librarnos de su potestad tenebrosa (Jn. 8:30-
32, Col. 1:11-12). Cuando Él nos salvó, no sólo quedamos adscritos a un grupo o inscritos en un libro,
sino que recibimos a Cristo en nuestro espíritu y es por Él que clamamos a Dios como nuestro Padre
Celestial, este es el espíritu de adopción que recibimos, que el diablo intenta cambiar por el espíritu de
servidumbre.

Ceñir es poner límites, así que la Palabra de Dios determina los límites en los que nos debemos
mover para conservarnos en libertad, es decir, haciendo lo correcto con fidelidad, no bajando los
estándares de Dios, ni añadiendo costumbres bellas, sino siendo fieles a la verdad (Is. 11:5, 2 Co. 13:8,
1 Co. 4:6). Esta es nuestra primera relación básica, con la Palabra de Dios que nos cambia.

53
Tarea: Ver los videos de estos espíritus en Canal de Facebook de Eleazar Mendoza “Living Word
Church of Irving” (8-22-21 Spiritual Warfare)

LOS HETEOS
Het fue el segundo hijo de Canaán, quien fue padre de los Heteos, Het significa “terror” o
“miedo”, debido a que fue padre de gigantes; toda su tierra fue entregada a Israel por heredad,
debido a las maldades que los Heteos cometieron Dt. 9:2-3, Jos. 1:4.

El miedo fue una emoción que conoció Adán hasta después de pecar, y lo hizo esconderse de
Dios (Gn. 3:9-10). El segundo espíritu que ataca a la iglesia es el espíritu de temor, que trata de ocupar
el lugar del Espíritu de poder, amor y dominio propio que Dios nos dio; que como un gigante tratará de
sembrar miedo o inseguridad en el creyente 2 Ti. 1:7-8. Goliat retó a los hombres de Israel, pero ni
el mismo Saúl se atrevió a enfrentarlo, siendo el más alto de todos los israelitas, pues el temor les
había invadido y paralizado (1 Sm. 17:4-11). La acción de este espíritu es sembrar condenación o
sentimientos de culpa. Es importante saber que el miedo atenta contra el corazón, es un dardo de
fuego del maligno que puede paralizar y luego matar. Nabal menospreció a David y le negó su ayuda,
pero cuando supo que David lo hubiera matado de no ser por la intervención prudente de su esposa
Abigail, el miedo lo infartó y días después, de ese susto murió (1 Sm. 25:36-38). El miedo es hijo de
servidumbre, como lo fue Het de Canaán, por lo cual puede cautivar a la gente bajo condenación He.
2:14-15. El miedo siempre produce culpa o pena, por eso es una manera efectiva de paralizar y matar
espiritualmente a muchos creyentes 1 Jn. 4:17-18.

La segunda parte de la armadura es defensiva, es una coraza de protección para el corazón,


Pablo la llama coraza de justicia Ef. 6:14b. Esta cota era de bronce por el frente, y de cuero por la
espalda, de modo que protegía el pecho del soldado, pero no la espalda, para que supiera que siempre
debía avanzar para estar seguro y nunca pensara en dar la espalda para huir, pues podría morir. La
Biblia nos dice que sobre toda cosa guardada, hay que proteger el corazón, porque de él mana la vida
(Prov. 4:23); así que la justicia es la protección que debemos poner en nuestro pecho para avanzar con
seguridad contra el enemigo; no justicia propia, sino la justificación que recibimos por medio de la
Sangre de nuestro Señor Jesucristo Is. 59:17-20, Ro. 3:25-26 (1 Co. 1:30). La justicia de Cristo obrada
en nuestro favor es la que nos libra de toda treta del diablo para tratar de condenarnos, porque no
fuimos salvos por obras de justicia nuestra, por lo tanto la gracia nos ha imputado la justicia de Cristo a
nuestro favor, y nada nos puede apartar de su amor, que echa fuera todo temor Tit. 3:5, Ro.8:1-2, 33-
35. Esta coraza es también de fe y de amor, porque la fe opera mediante el amor de Dios en
nosotros 1 Ts. 5:8, Gá. 5:6. Dios no quiere que el creyente sea invadido de miedo al diablo, pensando
que puede quedar en sus garras por haberle fallado a Dios, creyendo que Dios nos puede abandonar
por cualquier causa, porque no es así. Dios quiere que su temor te guarde de cualquier otro temor,
para que le sirvas con su gracia Is. 8:12-13, He. 12:28-29 (He 13:5).

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Nuestra segunda relación básica es con el mundo, que aborrece a los creyentes en Cristo y los
rechaza y persigue (Jn. 15:18-20), por lo tanto, cuando estamos seguros, descansando en la
justificación que Cristo nos entregó, podremos testificar con valor sobre la Salvación por gracia a los
perdidos, aunque eso provoque reacciones en contra 1 Pe 3:13-16 (He. 12:3-4).

LOS HEVEOS
Los Heveos también fueron descendientes de Canaán, su nombre significa “aldeanos”, Pueblo,
ciudad pequeña, de chavvah o lugar para vivir, ya que este pueblo formó ciudades amuralladas para
los ricos, pero el pueblo vivía en pequeñas villas o aldeas alrededor, separadas unas de otras. Esta
nación astuta, que ya en el pasado había tratado de emparentar con Jacob, cuando Siquem, el hijo del
rey Hamor, amancilló a su única hija Dina y luego le había propuesto a sus hermanos aliarse,
emparentar y vivir comerciando entre sus aldeas (Gn. 34:7-13). Así que no debían olvidar la
advertencia de no aliarse con ninguna de esas naciones, sino destruirlas del todo Dt. 7:2-6. Pero los
Heveos fueron más astutos, y por fin lograron lo que años antes no habían podido, pues los
gabaonitas, unos de los Heveos más fuertes, lograron aliarse con Israel mediante engaños, haciéndoles
creer que eran de tierras lejanas, para que decidiera por sí mismos sin consultar a Dios (Jos. 9:1-16,
11:19).

Este espíritu estaba en Israel porque solo querían un reino terrenal, material, y no uno
espiritual. Habían comercializado la misma casa de Dios como resultado de ese espíritu (Lc.
19:45). Es suficientemente obvio que los canaanitas y los heteos, debido a su nombre, ilustran
el espíritu de esclavitud y el espíritu de temor. Sin embargo, ¿cómo es este espíritu de
adormecimiento ilustrado por el nombre “heveo”, que significa “ciudad pequeña”? ¿Qué es más
conducente al adormecimiento que la pereza o el no tener nada? Una ciudad pequeña tendría
menos actividad que una ciudad grande; y la casa propia del hombre, o lugar para vivir (la raíz
de la palabra para heveo), sería el lugar natural para el espíritu de adormecimiento, ya que ese
es su lugar para descansar.

Meditemos un poco sobre estos aldeanos y lo que representan, si alguien ha vivido en un


pequeño pueblo, sabrá que en ellos la vida es muy tranquila, aburrida y llena de ociosidad, pues les
sobra el tiempo y no hay prácticamente nada que hacer por las tardes, así que la gente se sale a sus
puertas y toma el fresco dormitando, o pasea por la plaza y charla con sus vecinos y amigos. Esta vida
tranquila y floja, es la manera en la que el diablo va a tratar de vencer al creyente conquistador,
ofreciendo servirlo y hacerle la vida más cómoda, si no lo corre y le permite permanecer con ellos,
haciendo que se confíe y baje la guardia.

El tercer espíritu que ataca a la iglesia es el espíritu de estupor, remordimiento,


adormecimiento o aturdimiento, que la debilita y les impide ver y oír lo que Dios hace Ro 11:8.
Cristianos apáticos, somnolientos, sin fervor ni ganas de servir, son el resultado de la acción de este
terrible espíritu, pues hace más estragos entre los soldados, que el que puede hacer un fuerte ejército

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en la batalla; es un espíritu de adormecimiento, de estupor, de sueño espiritual que vuelve vulnerables
a los soldados de Dios Is. 6:9-10, 29:10-13, Mt. 13:13-15. Muchos estudiantes extranjeros del
ministerio van a los Estados Unidos por entrenamiento; y por causa de las comodidades materiales, el
espíritu de adormecimiento les impide regresar a sus países. Esto muestra como el espíritu de
adormecimiento busca lo mejor para una persona en cuanto a lo material. Dos ejemplos en las
Escrituras muestran esto concerniente a la tribu de los heveos. Una en Génesis 34; la otra es en Josué
9, donde los heveos de Gabaón buscaron la alianza con el pueblo de Dios por interés propio. Ambos
casos vinieron después de que el pueblo de Dios había ganado una gran victoria. Después de que Dios
ha usado a una persona, Satanás quiere que se deslice en la bendición, para que comience a
permanecer inactivo.

La acción de este espíritu es producir entre la iglesia pereza espiritual, negligencia, bajos
niveles, poniendo por prioridad el materialismo y la comodidad, sin percatarse que eso los destruye y
los derrota sin pelear Prov. 15:19, 6:4-11, 26:13-16. Ese espíritu tenía a los judíos sin visión ni
aspiraciones, viviendo una vida cómoda y sin molestias, por eso Cristo volteó las mesas en el templo
de los que comerciaban con la religión, porque ofrecían formas prácticas para evitarle las molestias de
traer sus ofrendas y tener que sacrificarlas (Lc. 19:45-48).

La tercera prenda de la armadura espiritual, son las sandalias del apresto del evangelio de la
paz. La clave es el apresto, o la diligencia para caminar en obediencia, para recibir su paz o reposo
espiritual, que consiste en hacer la voluntad de Dios, y que es contrario al reposo del perezoso o
ignorante (Prov. 1:32). Las sandalias se quitan para descansar, pero son indispensables para salir a
pelear, no son armas de ataque, son la protección de los pies contra las piedras y espinas del campo
de batalla Is. 52:7 (Jr. 2:25). Si un soldado se lastima un pie, de balde todas sus armas y
entrenamiento, pues será vulnerable al enemigo. Cuando Pedro dormía en la cárcel, el ángel lo
despertó y le ordenó
ponerse sus sandalias y ropa para salir de la prisión (Hch. 12:7-9); la Pascua fue celebrada durante la
noche, que pasarían en vela, con sus sandalias puestas y su bordón en la mano, listos para salir en pos
de Dios (Ex. 12:10-11). Su peregrinar en el desierto tuvo la provisión de un calzado siempre nuevo,
para que no tuvieran que rezagarse en el camino por pies hinchados (Dt. 8:4, 29:5); cuando el Señor
mandó a sus discípulos a predicar, les encargó en especial que se calzasen sus sandalias Mr. 6:7-10.
Así el cristiano, debe usar las sandalias de la diligencia, siempre presto para obedecer y avanzar sin
demora. Caminar en el Espíritu es caminar avisadamente, desechando el estupor, redimiendo el
tiempo, entendiendo y cumpliendo la voluntad de Dios Ef. 5:14-17, 1 Ts. 5:4-6, He. 6:11-12. La
apatía o indiferencia y la distracción son del diablo, de Dios es la diligencia fervorosa que madruga
para cumplir la voluntad de Dios Ro. 12:11-12, 13:11-14 (Prov. 6:6-8). Con el uso de este calzado
seremos animados por las señales y maravillas que sigan. Esto cierra la puerta al espíritu de
adormecimiento. El espíritu de fe con la Palabra de fe nos hace ir a evangelizar 2 Co 4:13, Ro 10:8-10.

Es indudable que obedecer requiere de diligencia, como Abraham cuando le fue requerido su
hijo, se levantó de madrugada para cumplir la voluntad de Dios, aunque ésta era muy dolorosa (Gn.

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22:1-3). La obediencia es el secreto de quienes ejercerán autoridad, pues Dios respalda a quienes
cumplen su voluntad. Esa es la tercera relación básica, con la autoridad. Al someternos a Dios y
caminar en obediencia, es cuando vamos a tener dominio sobre el diablo y lo vamos a echar fuera
Stg. 4:7, Ro.16:19-20.

Tarea: Ver los videos de estos espíritus en Canal de Facebook de Eleazar Mendoza “Living Word
Church of Irving” (08-29-2021 Spiritual Warfare Guerra Espiritual (Part/Parte 2))
Tarea: Leer Colosenses y poner atención en palabras como Poder, Principados, Cabeza, Autoridad etc.
Registrar y reflexionar citas.

LOS FEREZEOS
La cuarta tribu a vencer era hostil, no descendía de Canaán, y no la pudieron echar de la tierra
durante la conquista de Josué, sino hasta después, para que Judá heredara su tierra (Jue. 1:1-5).
Pharaz
significa “rústico o aislado” habitante de campo abierto, porque esta tribu era de costumbres burdas y
toscas, lo que nos da la idea de algo grosero, rudo, vulgar o en estado salvaje. La Biblia los menciona
en varias ocasiones, pero no da referencias de su origen, como cuando se trata de alguien oscuro cuya
genealogía no vale la pena.

El espíritu que le corresponde en el Nuevo Testamento es el espíritu del mundo, un espíritu


rudo que puede invadir la iglesia en forma agresiva, e impedir que el Espíritu de Dios revele al cristiano
lo concerniente al reino espiritual, obligándolo a moverse en su mente natural 1 Co. 2:12-15. Es
mediante el Espíritu que proviene de Dios que podemos movernos en un plano superior al mundo. El
diablo es el príncipe de este mundo y tiene control sobre él para vendar los ojos de la gente a lo
espiritual 2 Co. 4:4 (Jn. 12:31). Su acción contra la iglesia tiene dos direcciones: Una es aborrecerla y
perseguirla por ser de Cristo (Lc. 6:22, Jn. 15:18-20), y la otra, es introducirse para contaminar al
creyente y seducirlo con las cosas del mundo y su sistema, causándole duda, sembrado división y
mediante la carnalidad aislarlo para poder destruirlo. El cristiano carnal en nada difiere del mundano,
es tan parecido y a veces es peor que él 1 Jn. 3:11-18, 1 Co. 3:1-3 (Stg. 1:6-8, Jd. 16-20). Una iglesia
llena de mundo es carnal, llena de problemas y pecados, las obras de la carne se manifiestan en ella y
son tan desastrozas, que la iglesia se convierte en una caricatura grosera de la obra de Dios (Gá. 5:19-
21).

La cuarta arma que Dios nos provee como guerreros, es el escudo de la fe, otra parte de la
armadura que sirve de defensa, que es una protección que impedirá que las flechas encendidas del
enemigo nos alcancen; las cuales representan pensamientos negativos acerca de lo que Dios hace,
para sembrar dudas en el corazón y rebelarnos a su voluntad. La fe apaga esos dardos de fuego,
porque nos permite darle a Dios el voto de confianza de que todo lo que hace, aunque no lo
entendamos, es para nuestro bien (Ef. 6:16, Ro. 8:28, Sal 18:2-3, Sal 84:11-12). Lo que ahora vivimos
como creyentes lo debemos vivir en la fe de Cristo y no para agradarnos a nosotros mismos Gá. 2:20, 1
Ti. 1:18-19, 6:12. El escudo nos da protección y seguridad, así la fe en Dios, nos da victoria sobre el

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mundo y todo lo que representa 1 Jn. 5:4-5. El apóstol Pablo vigilaba que en cada iglesia el escudo de
la fe la preservara de los dardos del enemigo conforme a los elementos del mundo, para que al
reconocer a Dios con gratitud en todo, nada la hiciera dudar y descendiera en sus anhelos espirituales
Col. 2:5-8 (He. 3:13-14).

La cuarta relación básica es con los tratos personales, que son aquellos tratos específicos que
cada creyente necesita personalmente para madurar, en los que Dios permite al diablo tocarlo con
dolor y tribulación para templar el carácter, quitando la incredulidad y el orgullo, a fin de que pueda
ser centrado y conformado a la voluntad de Dios y ser promovido en su reino. ¡Qué importante es la fe
cuando estamos en medio de crisis y conflictos!, también es importante saber que no sólo nosotros,
sino que todos los creyentes lo necesitan y son compañeros en las aflicciones y en la consolación, y
que contamos con sus oraciones y apoyo 1 Pe 1:6-7, 5:8-11, He. 10:32-39 (2 Co. 1:3-7).

LOS GERGESEOS

Descendientes de Canaán, Gerges significa “habitante de tierra arcillosa” debido a que era un pueblo
de alfareros y que vivía en lugares donde el barro era abundante; de esa civilización provienen algunas
piezas de arcilla, pequeñas estatuillas portátiles, tanto de Baal, como de diferentes deidades
familiares, que al no ser destruidas en la conquista, contaminaron a Israel.

Sabemos que el barro tipifica al hombre, que por naturaleza busca conformarse al molde que
le
pongan y mediante hábitos o costumbres tiende a hacerse tradicional. También sabemos que Dios
compara a Israel con el barro y Él se presenta como un alfarero que quiere moldelarlo para que sea un
vaso de honra, prefigurando su obra en el alma de sus hijos para transformarlos a su semejanza. Así
que el diablo también tiene moldes e imita la obra de Dios para limitar a las personas mediante
costumbres y tradiciones.

La ley de la mente hace del hombre un ser habitual, su destreza en los deportes y en sus
labores se debe a la repetición de una acción hasta convertirla en un hábito que cada vez es más firme
y preciso. La educación es la formación de buenos hábitos, pero sin ella el hombre adoptará malos
hábitos y aún desarrollará vicios, perjudiciales a su salud física, mental o espiritual. Los Gergeseos
entonces tipifican a un espiritu modelador que atrapa la mente del creyente sin aspiraciones
espirituales, y la conforma al molde de este siglo, con lo cual la bloquea a las cosas espirituales.

El quinto espíritu que el diablo lanza contra el creyente es precisamente el espíritu de la mente,
porque sabe que es muy fuerte y que el hombre es muy susceptible a su acción, y puede controlar su
conducta y sus actitudes Ef. 4:17-24. Cuando estudiamos al viejo hombre, vimos todas las
características dadas en este pasaje, por lo que no vamos a abundar más sobre el tema, pero
puntualizaremos que estar viciado conforme a los deseos de error, quiere decir que el viejo hombre
heredó esos hábitos de la naturaleza de pecado, por lo cual no puede cambiar por sí mismo ese molde

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de vida pecaminosa, y requiere, no ser reformado, sino renovado en su actitud mental para
conformarse al molde nuevo del espíritu, para poder ser transformado a la imagen de Cristo Ro. 12:1-
2, Col. 3:7-10.

Pablo dice, “renovaos en el espíritu de vuestra mente”, o en este caso, en nuestra actitud.
Esto sugiere que nuestra actitud puede ser buena o mala, como la de Cristo o la de Satanás. En una
manera práctica, una actitud satánica es tan dañina como cualquiera de los otros espíritus satánicos
personales. Tal actitud genera malos hábitos. Esto es reflejado en el significado mismo de los
Gergeseos, “viviendo en suelo arcilloso”, como cuando Jesús le contestó a Pedro: “Pero volviéndose Él
dijo a Pedro: “¡Quítate de delante de mí, Satanás! Me eres piedra de tropiezo; porque no estás
pensando en las cosas de Dios sino en las de los hombres” (Mt. 16:23 LBLA). El hombre fue creado y es
comparado con el barro. Quien fija su mente en los intereses del hombre se convierte en un “creador
de hábitos” y está en oposición a la voluntad de Dios. Por supuesto, Satanás, como un ángel de luz,
puede darnos algún alto razonamiento, que puede producir hábitos que sean morales, pero no
espirituales Col 2:20-23.

La acción de este espíritu es cautivar la mente del creyente y hacer que razone carnalmente las
cosas espirituales, volviéndola escéptica, y produciendo en ella ansiedad e impaciencia. Una mente así,
se cerrará a los propósitos de Dios y tenderá a resolverlo todo en forma mental y humana. El tiempo
del hombre es el que se mide y deriva del griego kronos, el tiempo para todo lo espiritual es en griego
kairos, que nos habla del tiempo correcto dentro del plano de Dios. Para movernos con Dios
requerimos reposar respecto al tiempo kronos, para entrar en el tiempo kairos, es decir, necesitamos
de la fe y paciencia para obtener el cumplimiento de la voluntad de Dios (He. 6:11-12).

En el Edén el diablo logró que Eva rompiera el tiempo de Dios mediante este espíritu, al hacerla
razonar, cuestionando el único mandamiento que Dios les había dado, rompiendo así el tiempo de
Dios. Dios había puesto en el huerto tres tipos de árboles, para sustentar las tres partes que formaban
su ser: Puso todo árbol delicioso a la vista y bueno para comer, alimento para el cuerpo; el árbol de la
vida, provisión para su espíritu, y el árbol de la ciencia del bien y del mal, sustento para su alma. Dios
le prohibió comer del árbol que era provisión para su mente o alma, pero no le prohibió comer del
árbol de la vida para alimentar su espíritu; porque en su prioridad, Dios le estaba dando la
oportunidad de alimentar primero su espíritu con vida eterna, después de lo cual, podría comer del
árbol de la ciencia del bien y del mal, una vez libres de las consecuencias de muerte que Dios había
sentenciado (Gn. 2:9, 15-17). Así que el diablo con su astucia logró influir en la mente de Eva
modificando su actitud, para que desobedeciera y cambiara la prioridad, deseando alimentar su mente
antes que su espíritu, con lo que rompió el tiempo de Dios y perdió el derecho de comer del árbol de
la vida (Gn. 3:1-6, 22-24). El diablo entenebrece la mente cuando logra que Dios no sea considerado,
es decir, la confunde y la hace divagar lejos de la voluntad de Dios, volviéndola resistente al cambio
Ro. 1:19-22.

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La protección de Dios contra un “espíritu de la mente” no renovado es una mente renovada
por la esperanza de salvación, lo cual consiste en colocarnos el yelmo de la salvación Ef. 6:17. Un casco
para proteger la cabeza de los golpes del enemigo que quiere matarnos; destruyendo consejos y toda
altivez de la mente que se levanta contra el conocimiento de Dios, para cautivar todo pensamiento a la
obediencia de Cristo 2 Co. 10:4-5 y con esto establecer que nuestras armas no son carnales; (El yelmo
es tripartito, de la misma manera que lo es nuestra salvación). Este yelmo es de esperanza de
salvación, porque sólo así se puede esperar con paciencia, seguros que Dios cumplirá su Palabra en su
tiempo 1 Ts. 5:8 (Ro. 5:2-5, Stg. 1:3-4). Cuando Dios guarda nuestros pensamientos en Cristo, nos
mantenemos serenos y conservamos el dominio propio, mediante el reposo de fe, hasta ver la
manifestación de su propósito y el cumplimiento de sus promesas Is. 26:3, 30:15, Prov. 3:5-8, (Ro.
12:2). En Ef 1:17 encontramos un recurso más el espíritu de sabiduría y entendimiento el cual nos
establece en el conocimiento del reino espiritual y nos desarraiga del reino natural.

La quinta relación básica es con el Plan de Dios, que será cumplido a plenitud sin faltar nada,
para que la Iglesia alcance el esplendor de su gloria en perfecta perfección, es decir, que sea la digna
Esposa del Cordero, con la que comparta su reino, trono y gloria por toda la eternidad (Ef. 1:9-12,
3:5-7, 5:26). Así que la esperanza nos conecta con la meta a alcanzar, pone la mira en el blanco para
no conformarnos con algo menor a aquello que Dios predestinó para los vencedores Fil. 3:12-16, (1 Jn.
3:1, 3, Ro. 8:29-30).

Ver: El Predicador Indigente Que Vive Por Fe https://www.youtube.com/watch?v=22N7elgA4i4


Leer: Usos y costumbre de las tierras biblicas

LOS AMORREOS

Una de las tribus más grandes y aguerridas de Canaán, también de las más malignas, que
debían ser expulsadas por causa de su maldad ya cumplida (Gn. 15:15-16); fue otro de sus hijos, cuyo
nombre significa “amar prominencia”, debido a que escogió para vivir lo alto de las montañas; su
nombre también significa “publicidad” o hablar para exaltarse. Israel enfrentó a parte de esta tribu
antes de cruzar el Jordán, cuando Og, rey de Basán, y Sehón, rey de Hesbón se opusieron a su paso,
conquistando a muchas otras ciudades de la zona montañosa del desierto; fue como un
entrenamiento
de fe, previo a la conquista Nm. 21:21-25, 31-35. Recordemos que también los cinco reyes que se
aliaron para pelear contra Josué en Gabaón, fueron Amorreos, determinados a vencer a los
gabaonitas, por haberse aliado con el invasor Jos. 10:1-8. En un descuido Israel llegó a servir a los
dioses amorreos, pero Josué los confrontó por ello para que los dejaran (Jos. 24:15, 18).

El sexto espíritu es uno que usa la lengua y le gusta ser sobresaliente, como se ve por el
contexto de 1 Juan 4:3. El significado de “amorreos” (decir), es un tipo claro de este espíritu.
Recuerde, cuando Israel se acercó a Canaán, Sehón y Og, ambos reyes amorreos, trataron en vano de
detenerlos para que no entraran. Usualmente, cuando alguien comienza a tener hambre del Espíritu

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Santo y de la Canaán espiritual, este espíritu maligno entrará en sus amigos y, a través de sus lenguas,
tratará de disuadirlo. Cuando este espíritu se mueve sobre una persona, en lugar de alabanza,
comienza con burla, mentira, blasfemia y todos los demás pecados de la lengua (Ef. 5:4). Este es un
espíritu triple Ap. 16:13-14. La espada del Espíritu es el “rhema”, o palabra revelada de Dios. Ya que la
Palabra es el arma que Cristo usa contra el anticristo, también debería ser nuestra arma contra el
espíritu del anticristo (2 Ts. 2:8; Ap. 19:15)

Este espíritu que ataca a la iglesia es uno de los más perniciosos, usurpa la gloria de Cristo, que
codicia ocupar su lugar en la iglesia y recibir toda la adoración que es sólo de Cristo, negando a Cristo
como el Verbo encarnado, que se humanó para salvar al pecador; no negándolo directamente, sino
por medio de doctrinas de demonios que nieguen la eficacia de su sacrificio 1 Jn. 4:1-3, 2 Jn. 7, 1 Ti.
4:1-2. Para introducirse en la iglesia se valdrá de personas egocéntricas y mediante adulación las
exaltará para que lleguen a amar la prominencia, luego las usará para propagar el humanismo y la
exaltación del Ego en los creyentes niños, inflándolos (1 Jn. 2:18, 1 Ti. 3:1-8, Fil. 3:18-19, 2 Pe 3:3-4).
Este espíritu es convincente, adulador, muy eficaz para poner a los creyentes a competir unos con
otros y para despertar celos y envidias, porque logra que todos se sientan Absalón y traten de obtener
posición y no oportunidad de servicio (2 Sm. 14:25, 15:2-6, 13). También introducirá a la iglesia
tradiciones para entretenerlos y que se conserven bebés, para que profanen el culto a Dios y entonces
él sea el adorado en vez de Dios, por falsa adoración en la iglesia.

De las muchas cosas que Dios reveló al hermano Roberto, este estudio sobre la manera en que
el diablo ataca al alma del creyente y puede llegar a controlarlo por medio de sus sentidos, cuando
estos no están centrados en Cristo, me parece de lo más importante. Todos conocemos a alguien, aún
a algún ministro, que habiendo caminado fiel a Dios por un tiempo, que ha tenido victoria sobre su
temperamento y sobre sus malos hábitos y ha llegado a servirle en una manera eficaz; de pronto se
desanima y retrocede a su vida vieja; en algunos casos vemos que su corazón se endurece de tal
manera, que hasta se vuelve contrario a la fe. Eso nos desconcierta y nos preguntamos: ¿Qué pasó?
¿Por qué apostataron? ¿Será acaso que no son salvos? Nada de eso, lo que pasa es que muchas veces
en el alma existen rincones oscuros de maldad que nunca se rindieron a Dios, y desde los cuales el
diablo, que nunca se da por vencido, empieza a fortalecerse, hasta conseguir que el cristiano empiece
a fallar, con lo cual irá ganando terreno hasta lograr controlarlo.

Para poder entender la manera en que se van dando las cosas, veamos una de las batallas de la
conquista de la tierra prometida, más significativas y especiales. El libro de Josué es un manual
práctico muy importante para el creyente que quiere poseer su herencia, pues está lleno de
ilustraciones de la manera en que obraron sus enemigos para impedir que los israelitas poseyeran su
heredad y la forma en que los fueron venciendo hasta establecerse en ella. Ahora nos abocaremos a la
victoria sobre cinco reyes amorreos. La historia se narra en Josué 10:1 al 27.

Cinco reyes amorreos, una de las siete naciones que Israel tendría que eliminar para poseer su
tierra, se confederaron para atacar a la gran ciudad de Gabaón, porque se había rendido ante Israel,

61
así que cuando Josué se enteró, subió del valle de Gilgal y enfrentó a los amorreos con la ayuda de
Dios en
Gabaón, hasta hacerlos huir, de modo que los persiguió hasta Beth-oron, donde Dios mismo mató más
amorreos con piedras que llovieron del cielo, que los que mataron los israelitas a espada. Era tal la
victoria, que Josué quiso exterminarlos en ese mismo día, así que oró a Dios y luego mandó al sol y a la
luna detenerse y así sucedió por casi un día, hasta que Israel deshizo a los ejércitos enemigos.

Cuando terminaron con ellos y se volvían a Gilgal, le avisaron a Josué que los cinco reyes
confederados se habían escondido en una cueva de Maceda y sus escoltas los custodiaban, así que
Josué mandó cerrar la entrada de la cueva con grandes piedras, mientras perseguían al ejército que los
cuidaba hasta acabar con ellos, y algunos pocos se lograron salvar escondiéndose en sus ciudades
amuralladas. Luego regresaron a la cueva y removieron las piedras de la entrada y sacaron a los cinco
reyes, cinco generales de Josué los tiraron a tierra y pisaron sus cuellos. Josué los arengó diciéndoles
que no temieran, porque Dios quería que derrotaran a todos sus enemigos y les hicieran de la misma
manera que a estos cinco reyes; después Josué mismo los hirió y mató delante de todos y los colgó en
cinco maderos hasta la tarde de ese largo día, que empezó a declinar cuando la batalla estaba
totalmente ganada, y quedaron colgados hasta que oscureció, después Josué los mandó descolgar y
fueron sepultados en la misma cueva donde se habían escondido y volvieron a cubrir su entrada con
las grandes piedras.

Para entender lo que esta batalla representa para los creyentes, vamos a identificar lo que
prefigura el amorreo, el significado de los nombres de los cinco reyes, y de las ciudades que ellos
gobernaban; así como el lugar dónde estaba la cueva en la que se escondieron; también es importante
tomar en cuenta lo que hicieron los soldados, los generales y lo que hizo Josué; para aplicarlo a
nuestra propia experiencia, si queremos heredar las cosas que Dios nos ha dejado como creyentes en
su Palabra, nuestra tierra prometida que fluye leche y miel, y vencer al diablo y sus huestes que
tratarán de hacernos retroceder.***

Amorreo significa “amar prominencia” y su obra se basa en el uso de la lengua para hacerse
publicidad y centrar la atención en sí mismo, prefigura al espíritu del anticristo, uno de los siete
espíritus satánicos que menciona el Nuevo Testamento que atacan a la Iglesia, cuando estudiamos al
detalle la Guerra espiritual, explicamos el porqué de esta correspondencia.

-Dentro de la jerarquía satánica, el quinto rango se encuentran los gobernadores de estas tinieblas (lo
veremos después), que operan precisamente en los rincones oscuros del corazón no rendidos al Señor;
así que los cinco reyes amorreos prefiguran a cinco influencias demoníacas gobernantes.

-Las cinco ciudades sobre las que reinaban, van a prefigurar las actitudes del creyente sobre las cuales
estos espíritus se pueden fortalecer, basados en cada uno de los sentidos del alma, cuando no están
centrados en Cristo.

62
-Maceda, lugar donde estaba la cueva en la que se escondieron estos cinco reyes, significa “Lugar de
pastores”, por lo que representa la voluntad o área del alma que decide, porque los pastores son los
que guían al rebaño al lugar que ellos escogen.

-Lo que hicieron los guerreros israelitas tiene que ver con lo que el creyente en problemas debe hacer,
sacar del rincón oscuro a aquellos demonios gobernadores mediante el arrepentimiento y la fe en
Dios, pues las piedras son figura de la incredulidad y hay que removerlas de la entrada de la cueva
para sacarlos.

-Los cinco generales que pisaron el cuello de los reyes, prefiguran a los ministros que van a ayudar al
creyente en problemas, intercediendo, liberando y aconsejándole para someter a estos demonios
debajo de sus pies.

-Finalmente Josué, como figura de Cristo, es quien los destruirá, ya que ya los venció en la cruz,
donde quedaron crucificados con él, para que el creyente recupere su libertad, crucificando y
sepultando para siempre al viejo hombre, para que estos gobernadores nunca más intenten
controlarlo (Ro. 8:6-8, Col. 2:14-15). Como vemos, la cruz de Cristo es el lugar de nuestra victoria,
cuando nos consideramos crucificados al mundo y a la carne y sólo vivos para Dios (Gá. 2:20-21, 5:24-
25, 6:14, Ro. 6:6-13, 14:7-9).

Consideremos caso por caso, y veamos cómo participan los cinco sentidos del alma y cómo es
que Cristo puede ser el eje donde ellos se concentren y el alma no se distraiga, tome las actitudes
correctas y no sea movida de su firmeza en el Señor; para lo cual los relacionaremos con los cinco
nombres que Cristo tendría al venir a la tierra, profetizados por Isaías, cuando dijo que se llamaría:
Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno y Príncipe de Paz (Is. 9:6).

1.- ADONISEDEC, Señor de justicia.


Este rey organizó a los demás reyes para lanzarse contra Israel. Se vuelve obvio que es un falso señor
de justicia, porque trata de ocupar el rincón oscuro de la justicia propia que todos traemos, al pensar
que por buenas obras puede conseguirse el favor divino. La ciudad donde reinaba era Jerusalén,
ciudad de paz, que ilustra la actitud que lo fortalece, porque era antes de ser conquistada por David,
por lo que representa la falsa paz que produce la justicia propia y que impide que la conciencia,
sentido del alma, cumpla su función de redargüir y producir arrepentimiento para buscar a Dios.

La falsa paz considera innecesaria la obra de Redención por medio de la cruz, por lo que abre la
puerta a este demonio gobernador amorreo o del anticristo, que convence al cristiano que su
bienestar se debe a su bondad y a las convenientes relaciones que mantiene con los demás a cualquier
precio, incluso sacrificando la verdad por comunión. Cuántos cristianos viven así, pensando que les va
bien porque se portan bien a la opinión de los demás, sutilmente engañados, porque de esa manera el
diablo los saca de la gracia y los vuelve hipócritas como los fariseos (Gá. 5:1, 4-7).

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Un ejemplo muy claro es cuando el Señor pregunta a sus discípulos, quién dice la gente que el
Él, y luego les pregunta quién es para ellos, Pedro recibe una revelación de Dios, que Él es Cristo el Hijo
del Dios viviente; a lo cual el Señor aclara que no fue por su inteligencia que lo había entendido, sino
porque su Padre se lo había revelado. Así que si sus discípulos ya comprendían quien era Él, podría
decirles a qué había venido, así que por primera vez les comenta en forma abierta que es necesario
que Él sea aprehendido y torturado por los ancianos, los príncipes de los sacerdotes y los escribas, y
ser crucificado y resucitar. Entonces Pedro lo toma aparte y lo regaña, diciéndole que tenga compasión
de sí mismo y que lo evite (Mt. 16:13-25). Suena lógico, si ellos están bien y la gente es bendecida,
¿por qué tener que sufrir? Pero aquel pensamiento no era de Pedro y tampoco vino de Dios, de pronto
alguien más intervino su mente y lo convenció con ese argumento, y este fue Satanás, ya que el Señor
Jesús ve a Pedro y le habla al que estaba en él: “Quítate de mí Satanás; me eres escándalo; porque no
entiendes lo que es de Dios sino lo que es de los hombres”. Es muy importante tener claro que el
diablo puede influir en nuestros pensamientos, cuando sentimos una falsa paz basada en la propia
justicia. Así que el Señor de inmediato les declara cómo vencer ese engaño del diablo: “Si alguno
quiere seguir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame”, sacando al diablo de Pedro
con esta palabra, pues la cruz es para el viejo hombre, a fin de que opere la gracia o suficiencia de Dios
en el creyente mediante la nueva criatura.

Para suplir al sentido de la conciencia, Cristo tiene el excelente nombre de Príncipe de Paz,
pues es mediante su sacrificio expiatorio que tenemos paz para con Dios (Ro. 4:24-25, 5:1-2). Sólo la
Sangre
de Cristo puede limpiar verdaderamente la conciencia de las obras de la carne, para tener libertad de
servir al Dios vivo (He. 9:14). Por medio de Él podemos acercarnos a Dios con plena confianza, con
limpia conciencia, por su Sangre y su sacerdocio inmutable, porque Él es el autor de esa paz
sobrenatural y perdurable (He. 10:19-22, Jn. 14:27, Ef. 2:14-18).

2.- HOHAM, Jehová protege a la multitud


¡Qué hermoso nombre! Quién pudiera pensar que se trata de un demonio gobernador de las tinieblas,
pero así es, es uno de los llamados espíritus protectores, que ofrecen “cobertura” a los creyentes
basados en un falso título de ministro, provocando que la gente lo vea a él y no a Dios. Cuando alguien
enfatiza que Dios lo usa mucho y habla de su gran ministerio, logrando que la gente lo vea a él, para
después controlarlos y exigirles fidelidad a su persona, seguramente tiene atrás a este demonio
gobernador. Hebrón era su ciudad y significa Alianza, así que este espíritu se fortalece en una actitud
sectaria o basada en un interés personal, que demanda lealtad a sí mismo y sirve para comprometer a
la gente con él, pretendiendo que lo que los demás son o lo que han recibido de Dios se lo deben a él,
apelando siempre al sentido de la memoria para que nunca lo olviden: “Si no permaneces leal a mí,
perderás mi cobertura y quedarás expuesto a muchas calamidades”, dicen con vehemencia, y añaden:
“Si quien tiene autoridad sobre ti está mal, no es tu problema, Dios te va a bendecir si permaneces
sumiso a él, y sólo así estarás seguro”. Gracias a Dios, Lutero tuvo el valor de rechazar esas amenazas y
separarse del papado, salir de Babilonia para servir a Dios con integridad, fuera del control de este
demonio protector y sectario.

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Es difícil discernirlo, porque trabaja en especial para controlar a ministros de Dios no rendidos
a Él, o que han descuidado su consagración, Hch. 20:29-30 como Pablo advirtió a los ancianos de
Éfeso, que después de su partida vendrían algunos lobos rapaces con piel de oveja a dañar al rebaño,
pero que dentro de ellos también se levantarían quienes hablarán con sutileza para llevar discípulos
tras sí.

Hubo un hermano que debió por un tiempo destacar y ser reconocido entre las iglesias, pero
después llegó a ser controlado por esta influencia, al punto que naufragó en la fe, dañando a muchos
creyentes y llevándoselos tras sí; se llamaba Alejandro, y fue el Oham de las iglesias del primer tiempo,
pues su nombre significa “Ayudador de los hombres”, seguramente caminó bien por un tiempo, pero
se
descaminó de la fe, dividiendo a las iglesias y volviendo a muchos en contra de la verdad. Hubo otro
hermano que también sobresalió y se le unió, Himeneo, que significa “Atrás del himen”, es decir,
ofrecía a sus seguidores seguridad, como lo es la matriz para un embrión. Otro de sus compañeros fue
Fileto, que significa “Amable”, buen nombre para llamar la atención hacia sí mismo. Todos estos
hicieron mucho daño a la obra de Dios, ofreciendo doctrinas torcidas de ofertas y cosas llamativas
con las que levantaron su propio reino usando el nombre de Cristo para conseguirlo (1 Ti. 1:19-20, 2
Ti. 2:17, 24-25, 4:14-15).

Debemos reconocer a los que nos presiden en el Señor, agradecer a Dios sus ministerios y
someternos a ellos voluntariamente, cuando ellos nos centran en Él; pero cuando intentan usar el
ministerio para comprometernos con ellos y que sirvamos a sus intereses, debemos permanecer fieles
a Dios por sobre todo compromiso humano que intenta controlarnos 1 Co. 4:6-8, 7:23. Los verdaderos
ministros no exigen pleitesía ni obediencia incondicional, nos centran en Cristo, nos inspiran, nos
establecen en la sana doctrina y nos enseñan a vivir en la gracia, velan por nuestras almas como que
han de dar cuentas ante el que las compró, nuestro Señor Jesucristo He. 13:7-9, 17, 1 Co. 1:13-17, 3:5-
9).

Cristo Jesús debe llenar nuestra memoria con sus proezas y fidelidad, pues siempre nos ha
sacado adelante y nadie puede resistir su poder, porque Él es nuestro Dios Fuerte, nombre con el cual
no deja lugar a otros supuestos protectores Sal. 77:10-15.

3.- PIREAM, Salvaje merodeador

Salvaje significa en estado silvestre, no doméstico. Un caballo salvaje es aquel que no ha sido domado,
que no permite ser montado. Merodeador o que ronda, es alguien que no se está quieto, que se la
pasa dando vueltas sin rumbo definido. Así que este demonio gobernador tratará de inducir al
creyente a no someterse a nadie, es un espíritu independiente que no quiere reconocer autoridad
sobre sí, es el otro extremo del gobernador anterior que quiere controlar, porque este no quiere
someterse ni a aquellos a quienes Dios ha delegado autoridad. Su ciudad era Jerimot, que significa

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Altura, ilustra la actitud de orgullo o altivez sobre la cual este espíritu se fortalece, llenando el
sentido de la razón de argumentos que justifican ante sí mismos su pretendida independencia,
convencidos que es la mejor manera de vivir el cristianismo.

Todos conocemos a cristianos así, que peregrinan de iglesia en iglesia, porque siempre
encuentran fallas o defectos en todos lados y en todas las personas en el liderazgo, que les sirven de
pretexto para no tener que someterse e integrarse a una iglesia local; espíritus críticos,
perfeccionistas, analíticos de los demás, que creen que su vida nómada es correcta y siembran
desconfianza en otros, volviéndolos como ellos. Pero con ello el diablo los vuelve vulnerables, pues al
no estar integrados a una iglesia local, no tienen a alguien que vele por ellos y los cuide, que los
establezca sobre una sana doctrina, que ore por ellos y les aconseje; que los corrija evitando que se
desvíen; y tampoco disfrutan de las bendiciones que vienen de pertenecer a una iglesia como
miembros del cuerpo de Cristo (1 Co.
12:12, 24-27). Ellos son los que dicen: “Ni de Pedro, ni de Pablo, ni de Apolos, yo sólo reconozco a
Cristo como mi autoridad y a no me someteré a ningún hombre falible” (1 Co. 1:12, 3:3-4).

Para ser liberado de este demonio salvaje y nómada, es necesario dejar esa actitud de orgullo
que nos convierte en jueces de los demás. El orgulloso se cree muy listo y está convencido que su
independencia es lo mejor, sin darse cuenta que se encuentra expuesto al juicio severo de Dios y
también al juicio del diablo (1 Ti. 3:6, Stg. 1:21-25, 2:4, 12-13, 4:11-12, Mt. 7:1-5, 1 Co. 4:5, 2 Pe
2:10-12). Debe rendir su razón a Dios para que Él enderece sus pensamientos, la razón no sometida
se entenebrece y deprava por acción directa de este demonio de la oscuridad Ro. 1:21-22, 28, Tit.
1:15-16.

La razón puede ser llena de Cristo al ser renovada mediante el culto racional (Ro. 12:1-2), otro
de los nombres de Cristo que ministra al sentido de la razón es, Consejero, ya que con su sabiduría nos
libra de los argumentos del diablo, iluminándola con la sana y sabia doctrina Prov. 12:15, 20:18,
volviéndonos domésticos de Dios, sumisos, bendecidos y seguros, protegidos de las falacias satánicas
de la rebelión (Gá. 6:10, Ef. 2:19, He. 13:17).

4.- JAPHIA, Espléndido, Resplandeciente

Prefigura un demonio ambicioso, presumido y egocéntrico, que desea sobresalir para lucirse y
opacar a los demás. No se conforma con ser parte de un equipo que sirve; codicia la cima, quiere ser
el número uno, para que todos lo amen y admiren, porque hay falta de balance en su sentido del
afecto. Su ciudad era Lachis, que significa lugar elevado, también se traduce como impregnable, es
decir, como algo poroso, lleno de espacios vacíos, que es lo que significa vanidad, prefigurando la
actitud de soberbia en el alma, que le permite sentar su autoridad en el creyente, y le obliga a buscar
el reconocimiento y cariño de los demás a toda costa. Este gobernador de las tinieblas es muy popular,
pues el alma humana trae espacio para él por naturaleza y de no rendirlo a Cristo, lo vuelve una
persona competitiva, tramposa, codiciosa de vanagloria, ansiosa de ser alabada; hasta finge humildad

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para lograrlo y es capaz de volverse en contra de su mejor amigo, si con ello consigue sobresalir (Gá.
5:26, Fil. 2:3-4, 21).

Cuando los apóstoles Jacobo y Juan se atrevieron a pedirle al Señor el mejor lugar en su reino,
los otros diez apóstoles se enojaron. ¿Por qué? Porque seguramente ellos también lo deseaban y estos
dos hermanitos se les adelantaron, de no ser así, el Señor no los hubiera llamado para aclararles cómo
son las cosas en su reino, contrarias al mundo, y sólo lo hubiera tratado como dos ventajosos. Pienso
que los otros diez tenían el mismo problema, eran motivados por un espíritu ambicioso (Mr. 10:35-
45).

Hubo un ministro fue manipulado por este demonio, que cerró la puerta de su iglesia a otros
ministros y aún llegó a correr de la iglesia a los que le hicieran sombra o no acataran su señorío, se
llamaba Diótrefes, que significa “alimentado de la mano de Júpiter”, el consentido, que amaba el
primado en la iglesia y apabullaba a los que mostraban alguna gracia de Dios y seguramente terminó
solo y aislando a la iglesia, tristemente rodeado de malas personas, convenencieras, que lo adulaban
para tener también una buena posición (3 Jn. 9-10).

Cristo también puede suplir a plenitud al sentido del afecto, que cuando está insatisfecho,
codicia y lucha por tener reconocimiento y ser amado, para que el diablo no lo saque de balance y lo
manipule para dañar a la iglesia. Él es también Padre Eterno, que con ternura y comprensión satisface
el corazón y le ministra reposo. Cuando recibimos el amor del Padre y nos llena de sus bendiciones,
nos enseña el principio de servir a los demás con amor para cosechar el aprecio de quienes servimos
(Mt. 7:9-12).

5.- DEBIR, Orador elocuente


Un orador es alguien que sabe hablar ante la gente, uno elocuente es aquel que sabe usar la
imaginación para convencer a su auditorio de sus argumentos. Así que éste es un espíritu hablador
lleno de argumentos convincentes sobre que la vida espiritual es una vida fácil, sin problemas y con
mucha prosperidad. Todo mundo cree que la felicidad es tener salud, dinero y amor, así que eso les
ofrece a sus seguidores para manipularlos mediante su sentido de la imaginación, desviando su
confianza de Dios para desear las bendiciones materiales que Dios les pueda dar, por sobre las
espirituales Prov. 18:11.

Un joven rico quería la vida eterna, pero finalmente la rechazó, cuando el Señor Jesús le pidió
desprenderse de las cosas materiales para depender de Él y seguirle, porque confiaba en sus
posesiones (Mr. 10:17-27). Su ciudad era Eglón, que significa Novillo bravo, de aquellos que no
sirven para el arado, por falta de mansedumbre; ni para el sacrificio, por falta de humildad, y sólo
tratan de patear contra el aguijón de quien pretende someterlos o guiarlos por el camino del servicio y
del sacrificio, prefigurando la actitud de control sobre la cual se fortalece este demonio gobernador,
ya que no acepta el yugo, esperando que otros lo lleven por él. Este demonio tomará ocasión en la
persona con actitud controladora, que no hace, pero convence a otros que lo hagan; acepta

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responsabilidades, pero carga a los demás para que las cumplan, y después se atribuye los buenos
resultados de los que sí sirven; siempre parece estar dispuesto, muestra mucho entusiasmo, pero a la
hora del trabajo lo elude y adula a quienes lo harán por él Mt. 23:1-14. Es preciso tapar la boca de
estos palabreros, para que sanen en su fe y dejen de imaginar cosas fuera de Dios, para que dejen de
fantasear y caminen en la verdad con fe viva Tit. 1:9-14.

Hay una relación, no tan estrecha, entre los sentidos del cuerpo, del alma y del espíritu
regenerado del creyente, así que el sentido de la vista en el cuerpo, corresponde a la imaginación en el
alma y a la fe en el espíritu, y si caminamos por fe y no por vista (2 Co. 4:18, 5:7), nuestra alma sumisa
a Dios va a anticiparse a lo que va a suceder, imaginándolo. Por ejemplo, si vas a orar por un paralítico,
tus ojos ven frente a ti algo imposible, pero al moverte en fe, le crees a la Palabra de Dios que dice que
Cristo lo hizo y nos mandó hacerlo, por lo que tu alma sometida imaginará al hombre caminando y aún
saltando; entonces darás la palabra de fe y después tus ojos verán lo que creíste. Pero cuando alguien
deja que su imaginación vuele sin control, el diablo lo engañará y lo controlará, entonces ofrecerá
muchas cosas a la gente que son irreales, predicará un evangelio de ofertas y de prosperidad material
que logrará motivarla para que camine por un tiempo, sirva y se esfuerce en una falsa fe, pero
terminará muy decepcionada, cuando vea una realidad diferente a la que se le ofreció en forma tan
elocuente, y desistirá de seguir adelante, cayendo bajo el control de este demonio gobernador.

Dios no preparó a sus discípulos para una vida fácil y confortable, sino para una vida dura pero
llena de satisfacciones, no les ofreció el paraíso aquí, no los dejó de vacaciones, sino les pidió valor y
coraje para perseverar contra las oposiciones del diablo, en medio de aflicciones y tribulaciones, no
esperando obtener lo mejor de la tierra, sino las recompensas eternas en los cielos (Jn. 15:19-21,
16:1-4, 33). La imaginación es muy importante para caminar mirando con la fe la misma gloria de
Dios, por eso su quinto nombre es Admirable, por sus obras maravillosas de amor (Mt. 9:8, 12:23,
15:31, Jn. 7:30-31), y por lo que Él es, ya que cuando lo comprendemos, podemos despreciar las
cosas temporales y anhelar las espirituales, porque son eternas (Ro. 8:17-19, 2 Co. 4:16-18, Col. 3:1-
4). Cuando Él llena nuestra imaginación y nos parece admirable, nada de esta tierra nos asombrará,
nadie nos ofrecerá nada que nos distraiga del Señor para motivarnos por cosas fantasiosas, esperando
el cumplimiento de las promesas divinas, y admirando al que es más asombroso que todo lo que ha
creado.

Si al comprender la acción del diablo contra los cinco sentidos del alma, mediante los demonios
gobernadores que quieren establecer su control sobre tu vida como cristiano, las actitudes del alma
sobre las cuales se fortalecen estos espíritus, y la naturaleza de Cristo que mediante sus nombres
puede centrar tus sentidos en Él; te das cuenta que hay áreas oscuras en tu alma que necesitan ser
entregadas a Dios, y ya te han causado problemas como los explicados, no lo pospongas, no permitas
que el diablo encuentre aliados dentro de tu corazón, que te lleven a algún tipo de cautiverio que
frustre tu ministerio y fruto. Arrepiéntete y saca de la oscuridad de esa cueva en tu corazón a aquellos
gobernadores de estas tinieblas, pide ayuda a un ministro para que ore por ti, para que pise el cuello
de ese adversario de Dios en tu vida, y recibe la libertad que Cristo ya ganó para ti al morir en la cruz,

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triunfando sobre el diablo y sus huestes; conservándola al tomar tu propia cruz cada día y vivir en
adelante sólo para Dios y su perfecta voluntad (Prov. 28:13-14).

Si conoces a alguien con alguno de estos problemas, intercede por él y busca la sabiduría de
Dios para ayudarle; sé paciente y manso para con él, si quizás se zafe del lazo del diablo en que está
cautivo a voluntad suya (2 Ti. 2:24-26). ¡Dios te bendiga!

Para vencer este espíritu, nos encontramos con la sexta arma, la única de ataque con que
cuenta el soldado del ejército de Jesucristo, la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios (Ef. 6:17b).
Y para cada uno de los 5 gobernadores estudiados, el ministerio quíntuple es la respuesta en Cristo. La
Palabra en manos del Espíritu Santo es más que suficiente para vencer al diablo, es como si alguien le
dijera a su enemigo: “Átame una mano a la espalda, porque no necesito más para vencerte”. Con ella
nosotros fuimos salvos, pues siendo más cortante que una espada de dos filos, además de penetrar el
cuerpo hasta los tuétanos, abrió el alma y discernió los pensamientos y las intenciones del corazón, y
más aún, abrió el espíritu, y cuando esto sucedió, es que nacimos de nuevo, por la Palabra de Dios que
vive y permanece para siempre (He. 4:12, 1 P. 1:23-25). Cuando nosotros, ya siendo salvos, recibimos
el bautismo del Espíritu Santo, fuimos dotados de poder para ser sus testigos (Hch. 1:8), y si nos
mantenemos llenos del Espíritu y de su Palabra (Ef. 5:18-19, Col. 3:16), cuando hablemos la Palabra de
Dios, será el Espíritu Santo el que hablará por nosotros, y así su Palabra nunca volverá a Él vacía, sino
que hará lo que Él quiere; no será nuestra destreza de esgrimistas, sino la del Espíritu de Dios (Mt.
10:19-20, Is. 55:11).

Cristo siempre tuvo y tiene en su boca la espada de dos filos, es como su lengua, y con ella
vencerá al diablo y regirá a las gentes con justicia, porque sus palabras son espíritu y vida para los que
las reciben, pero juzgarán y condenarán a quienes las rechazan (Ap. 1:13-16, 19:15, Jn. 6:63, 12:47-50).
Cristo así venció al diablo en el desierto de la tentación, cuando el diablo trató de adularlo y le ofreció
la gloria de esta tierra, para que deseara tener la prominencia; que Cristo rechazó mediante la
confesión de lo que estaba escrito en la Biblia (Mt. 4:1-11). También cerró la boca de sus enemigos,
que el diablo usaba para tratar de hacerlo caer en sus engaños (Mt. 22:34-46). El mismo anticristo
será desecho por el puro aliento de su boca cuando Él regrese a pisar la tierra (2 Ts. 2:7-8).

De la destreza del soldado en el uso del escudo de la fe y la espada del Espíritu, depende su
victoria; esa destreza es la del Espíritu Santo, por lo que el creyente rendido a Él, es más que vencedor
por medio de Cristo, que es la misma Palabra de Dios (Ro. 8:37-39, Jn. 1:1). El creyente vencedor
siempre glorificará a Dios en lo que dice y en lo que hace, porque será mediante la virtud que Dios
suministra por su Espíritu Santo (1 P. 4:11, Col. 4:3-6, 2 Co. 3:4-6).

De los versos anteriores se comprende la sexta relación básica, es con Dios mismo; la Palabra
es
Cristo morando en nosotros en abundancia, utilizada en nosotros por el Espíritu Santo cuando nos
mantenemos llenos de Él, de modo que los resultados siempre serán para gloria del Padre.

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LOS JEBUSEOS

Otro hijo de Canaán, Jebus significa “pisar hacia abajo”, es decir, de pie pesado que hunde la
tierra que pisa, dando a entender que donde se paraba, lo consideraba suyo y era muy difícil
desarraigarlo. Jerusalén era la capital de su reino, una ciudad amurallada que pensaba que estaba
segura por su ubicación estratégica, asentada en un monte, amurallada y rodeada de montes que la
hacían inexpugnable; de hecho no pudo ser conquistada por Josué y permaneció en medio de Judá, ni
tampoco sus vecinos los benjamitas, los pudieron echar por muchísimos años (Jos. 15:63, Jue. 1:21).
Fue el rey David el que finalmente sitió la ciudad dispuesto a conquistarla, de lo que el rey de los
jebuseos se mofaba, diciendo que le bastaría que los cojos y los ciegos defendieran la ciudad y
echarían a David de ella; pero David tomó la fortaleza y la llamó la ciudad de David (2 Sm. 5:6-10),
lugar que fue la capital del reino de Israel y donde Dios puso su Nombre y fue edificado el templo
para su adoración.

El jebuseo prefigura al séptimo espíritu demoníaco, que menciona el Nuevo Testamento, que el
diablo ha lanzado contra la iglesia, el espíritu de error, uno de los más difíciles de desarraigar del
corazón del hombre, pues lo cierra a la verdad 1 Jn. 4:6, (2 Ts. 2:10-17). El que tiene este espíritu no
se puede dar cuenta, se siente convencido de que está en lo cierto y se fanatiza, resistiendo todo lo
que va contra su visión, convencido que la mentira que ha creído es la verdad.

Esta influencia tiene un proceso de instalación en la persona, de cuatro pasos: Primero se


introduce desviando la visión de la meta propuesta por Dios, para establecer sus propias metas; en
esta etapa inicial, este error de visión lo empieza a sacar de la voluntad de Dios 2 Pe 1:9, 1 Jn. 2:9-11,
Is. 28:7. Cuando la visión se empaña y se tiene una visión corta, terrenal, se abre la puerta para tratar
de justificar por medio de la Palabra la desviación, y es entonces cuando el espíritu de error pasa a la
segunda etapa, introduciendo un error de doctrina o herejía, en el terreno fértil de la ignorancia o la
niñez espiritual, inducido por falsos hermanos y falsos ministros, personas astutas que lo logran
usando los artificios del error, hasta convencer a los creyentes inconstantes de su versión doctrinal,
robándoles su herencia eterna Mt. 22:29, Ef. 4:14, 2 Pe 3:16, 2 Jn. 8-11, 2 Ti. 2:17-19, 1 Ti. 4:1-3,
Prov. 28:9-10. Cuando el errado siente que cuenta con la justificación escrituraria de su visión y
deseos, se abrirá la puerta para la tercera etapa de este espíritu de error, introduciendo el error de
vida, es decir, su estilo de vida o costumbres y hábitos, serán vueltos a como eran antes de Cristo, y
es posible que resulten peores 1 Pe 1:15-18 con Ef. 4:22, 2 Pe 3:17-18, (1 Co. 5:1-2). Finalmente, este
demonio dará su tiro de gracia, estableciendo sus reales en la persona, al atarlo en su mente mediante
el error de espíritu, que es cuando el corazón se endurece y la conciencia se cauteriza, de modo que
el creyente se comporta peor que un incrédulo, y resiste la voz de Dios, contristando al Espíritu
Santo, resistiendo todos los medios de gracia que Dios pone a su alcance, como la autoridad de sus
ministros, la Palabra, congregarse, etc. (He. 3:8-13, 1 Ti. 4:2, Ef. 4:30-31).

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Si repasamos estos cuatro pasos del pisar bajo de este espíritu satánico, podremos identificar
en forma específica cuales son las áreas vulnerables para su acción: En primer lugar está la codicia de
obtener las cosas terrenales, lo cual es precisamente la raíz de todos los males 1 Ti. 6:9-10, Hch. 8:18-
20. En segundo lugar, el orgullo dará ocasión al diablo para torcer la doctrina, tratando de salirse con
la suya sin necesidad de arrepentirse 1 Ti. 6:3-5, 2 Ti. 4:3-4. Después se justificará la rebelión, para
modificar el estilo de vida sin remordimientos (He. 3:12, 2 P. 2:13-15). Por último el error de espíritu se
reforzará en un falso sentido de lealtad, sacrificando la verdad por comunión, al anteponerse el interés
personal y egoísta al amor de Dios (Jn. 12:39-43).

Gracias a Dios, aunque este demonio se arraiga en manera profunda en el corazón, y a cada
paso pisa más bajo, Jesucristo el Señor, como cuando David conquistó a Jerusalén, puede liberar a sus
hijos de este nefando espíritu y establecer su trono en su corazón, porque Dios es un Dios de
restauración (Is. 29:20-24).

La séptima parte de la armadura espiritual del creyente guerrero, para vencer a un enemigo
tan
resistente como el espíritu de error, es un arma secreta que va a mantener en forma al soldado, como
el entrenamiento que éste debe llevar en el campo militar y en el gimnasio. Imagínate a un soldado
obeso y torpe, que al trote se sofoca y desmaya; no serviría de nada poner en sus manos las armas
más letales, pues no las podría usar, y hasta podría herir con ellas a sus propios compañeros. Así que
esta arma es el acondicionamiento espiritual del guerrero, su entrenamiento que le permita
mantenerse en forma para la batalla, para siempre estar listo y nunca ser tomado por sorpresa. Esta
arma es: orando en todo tiempo en el espíritu Ef. 6:18, Col 4:2, 1 Ts. 5:17, Jd. 18-20), orar en el
Espíritu son las lagartijas y abdominales espirituales, la cuerda y la pera, y todo lo que el guerrero
requiere para tener condición y aguantar los embates hasta vencer al enemigo. Un boxeador viejo, o
uno mal entrenado, que no tiene el aguante para una pelea larga, sabe que tiene que ganar en los
primeros rounds por knock out, de lo contrario lo harán papilla, por falta de condición. Un cristiano sin
oración está destinado a la lona. Orar en el Espíritu, es orar con el espíritu y con el entendimiento,
intercediendo conforme a la voluntad de Dios, en lenguas y en el idioma natal (1 Co. 14:14-15, Ro.
8:26-27). De hecho, hay doce beneficios de orar en otras lenguas, que el soldado de Dios debe
practicar para tener total ventaja sobre las argucias de Satanás, porque es el control de todo nuestro
ser (Stg. 3:1-5, Is. 28:11-12, Mr. 14:38, 1 Co. 14:16-17).

La última relación básica es con la gloria de Dios, que sabemos tiene cuatro destellos
maravillosos: La gloria de su Nombre, la gloria de su Palabra, la gloria de su Vida y la gloria de su
Presencia. Esta poderosa arma secreta es como un teléfono directo al cielo, en el que se habla en clave
para que el enemigo no intercepte y descifre nuestros planes; ya que al hablar en lenguas hablas los
misterios de Dios que nadie entiende, ni el diablo que sólo percibe lo que está al alcance de la mente
natural (1 Co. 14:2, Mt. 16:23, 1 Co. 2:7-8). Como estamos en guerra sin cuartel y el enemigo es muy
astuto, las lenguas son el código celestial para que el diablo no interfiera y no pueda introducir sus
errores.

71
¡Aleluya! Entonces los planes de Dios no entendidos por nuestra mente natural ni por el diablo, se
cumplirán por el mismo Espíritu que obra en nosotros poderosamente (Ef. 3:20-21).

Cuando en su Nombre oramos en nuevas lenguas, también las otras señales se manifestarán, y
la gloria de su Nombre opacará la codicia de lo terrenal, y mantendrá nítida la visión celestial de su
reino Mr. 16:17-20. Cuando oramos por el Espíritu Santo en otras lenguas, el velo se descorrerá y
podremos recibir la revelación de las verdades espirituales de la sana doctrina, que nos mantengan
libres de herejías 1 Co. 2:12-16. Al mantenerse orando en lenguas, la gloria de su vida, que es
Cristo siendo formado en el creyente, se manifestará cada vez más, opacando todo aquello que
ofende
la santidad de Dios (2 Co. 3:17-18, Ro. 8:27-29). Así también, al orar en el Espíritu, el creyente se
mantiene adorando verdaderamente en el presencia de Dios y se vuelve más consciente de ella,
impidiendo que el corazón se desvíe apartándose de Dios (Jn. 4:23-24).

Como podemos comprender, estamos en guerra espiritual contra un enemigo poderoso, pero
tenemos una armadura que garantiza la victoria contra todas las asechanzas del maligno, así que no
seamos negligentes sino estemos apercibidos, pues no estamos exentos de ser vencidos, si tomamos a
la ligera tantas advertencias de la Palabra de Dios. Un cristiano vencedor poseerá todas las cosas que
Cristo ganó en la Cruz para él y se sentará en su trono como la Esposa del Cordero (Ap. 3:20-22,
21:6-7). Un cristiano carnal, vencido y oprimido por demonios, tendrá que pasar por juicios divinos
severos, para producir arrepentimiento y quebrantar la dureza de su corazón, a fin de poder recuperar
su opción de victoria, pues Dios siempre será misericordioso con su pueblo, aunque duerma y se
descuide por un tiempo (He. 10:26-30, 12:10-14, 1 Ts. 5:2-10). De hecho, la primera parte de la gran
tribulación será el juicio de la casa de Dios, terrible y severo, pero les dará a los perdedores la
oportunidad de ser vencedores y estar frente al trono, y aún tener parte en su reino milenial (1 P.
4:17-19, Ap. 7:9-17, 20:4). Nunca te vas a perder, pero si eres un cristiano ignorante, indiferente o
negligente, de lo que te puedes perder.

A manera de repaso, note los resultados de rendirse a la influencia de estos espíritus


satánicos:
A. El Espíritu de Esclavitud quiere doblegarnos bajo su yugo
B. El Espíritu de Temor quiere quebrantarnos por violencia, confusión y miedo.
C. El Espíritu de Adormecimiento quiere que nos acomodemos bajando estándares
D. El Espíritu del Mundo quiere quemarnos con sus fieros dardos
E. El Espíritu de una Actitud Mental Incorrecta nos encadena con sus hábitos
F. El Espíritu de Anticristo quiere dividirnos con su lengua
G. El Espíritu de Error quiere pisotearnos impartiendo una falsa lealtad
No se olvide que Dios nos manda invadir esos enemigos con fuego (Deut. 12:3).
“Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las acechanzas del diablo”
Efesios 6:11

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Tarea: Presentar la tabla resumen de los 7 espiritus satanicos

LA JERARQUÍA SATÁNICA

El diablo es el jefe supremo de las fuerzas de las tinieblas, y sus ángeles caídos, sometidos a él, son los
encargados de realizar todas sus maldades, como el príncipe de un imperio de terror y muerte (He.
12:14-15). Como él no es omnipresente, atributo exclusivo de Dios, requiere de una organización que
le permita controlar todo el mundo desde su central secreta. Su reino, incluyéndolo a él, tiene seis
niveles de autoridad que funcionan como una maquinaria bien engranada para desplegar su maldad.
Muchas organizaciones humanas están basadas en sus eficientes principios de control centralizado.
En Efesios 6:11-13, Dios nos advierte de las asechanzas del diablo y nos revela la manera en que está
organizado su reino: En primer lugar, él es el príncipe de los demonios, que controlará a los perdidos y
actuará contra la iglesia y los creyentes; los principados serán sus cercanos; las potestades, bajo los
principados; y bajo ellos, los señores de este mundo, cuartos en jerarquía, quienes a su vez
controlarán
a los gobernadores de las tinieblas, y finalmente, la infantería satánica, será formada por las malicias
espirituales en los aires o espíritus inmundos. Así que nuestra lucha no es contra personas (carne y
sangre), sino contra estas fuerzas demoníacas que intentarán robarnos, destruirnos y matarnos. Este
es
un gobierno centralizado, que tiene el mundo seccionado en grandes territorios, que a su vez
controlan zonas más pequeñas, y se coordinan para mantener al diablo informado de todas sus
operaciones tenebrosas y recibir por ese medio sus malévolas instrucciones (Lc. 11:14-18).

El reino de Dios no funciona igual, porque Dios sí es omnipresente y se manifiesta por el Espíritu
Santo simultáneamente en toda la tierra, sobre todo entre su pueblo (Mt. 18:18-20). Sus ministros no
están como señores de su iglesia, sino como sus servidores, canales que bajo la guía y respaldo del
Espíritu Santo, propagan, edifican y desarrollan su reino de amor entre la gente, sirviéndole (Lc.
22:25-27, Mr. 9:33-37). Así que no requiere de jerarquía para controlar, sino de siervos para bendecir,
a través de los cuales Él les imparte de su vida y de sus riquezas eternas (Ef. 4:10-13). La iglesia es un
organismo vivo, con vida propia, cuya cabeza es Cristo sentado en su trono celestial, el Espíritu Santo
es como el sistema nervioso y ella es su cuerpo o manifestación en esta tierra, donde cada creyente es
un miembro al que el Espíritu Santo ministra su vida. La Iglesia universal está formada por las iglesias
locales, sin que la Biblia muestre algún tipo de organización para centralizarlas y controlarlas; la
comunión entre las iglesias locales es espiritual y no les unen nexos administrativos de ninguna
especie.

Las organizaciones empresariales y religiosas, para poder funcionar, requieren implementar un


gobierno centralizado, controlado por diferentes niveles de autoridad, para tratar de planear sus
actividades y coordinar sus recursos desde una central en todas sus sucursales. Curiosamente, en
algunas organizaciones religiosas también se manejan seis niveles de autoridad eclesiástica: El líder

73
principal, Papa o Patriarca; los Cardenales o príncipes de la iglesia, los Arzobispos o señores en los
países, los Obispos que gobiernan sobre los estados o provincias, los Párrocos o Presbíteros que
controlan un grupo de iglesias de un consistorio o presbiterio, y los Curas, Sacerdotes, Padres o
Pastores, que controlan cada congregación de la organización. Veamos lo que la Biblia revela acerca
de este reino satánico:

1. EL PRÍNCIPE DE LOS DEMONIOS


Aunque muchas veces se dice que el diablo está en todos lados, no es él, pues sólo puede estar en un
lugar a la vez, pero por medio de sus demonios, hace que su reino de maldad se manifieste en todos
los lugares de la tierra. Así, podemos decir que son demonios de diferente rango o linaje, los que
controlan las zonas en que ha dividido el mundo para controlarlo, y él, como un faraón, reina sobre
todas las huestes infernales (Mt. 12:24).

2.- PRINCIPADOS (Gr. Arche)


Que significa, de mayor poder o principal en autoridad. Son demonios principales o que están en
eminencia, como aquella corte que servía al faraón, teniendo a su disposición las riquezas y recursos
del reino (Gn. 12:15). Como los virreyes que dominaban un inmenso territorio a nombre de su
majestad el rey. Como ejemplo podemos mencionar el principado que mediante el ídolo guadalupano
tiene un control en todo México y parte del continente americano. El ídolo de Fátima en Europa, el de
San Pedro en Roma y parte del mundo, también el de Buda, el de Alá, el de Confucio, el de Krisna,
etc, que son más ejemplos de su control por extensos territorios del mundo. Cristo venció al diablo en
la cruz y destronó a los principados y a las potestades (Ef. 1:20-22). Sólo la iglesia fiel tiene el
predominio espiritual para vencerlos y ofrecer la redención a sus seguidores (Ef. 3:10, Col. 2:15).

3.- POTESTADES (Gr. Exouisia)


Que significa, alguien que deriva su autoridad de sus superiores. Son facultades, mandos medios o
embajadores con un poder más limitado, pero con fuerzas de control muy importantes en zonas
extensas que pertenecen a un principado. La iglesia debe someter todas estas fuerzas demoníacas
para
que el reino de Cristo se establezca (1 Co. 15:24). Cristo nos libró de toda potestad de las tinieblas
cuando le recibimos como nuestro Salvador (Col. 1:13, Ro. 8:38). El diablo le ofreció a Jesús hacerlo
una potestad de su reino y lo mismo hace con otros hombres que tienen una posición de influencia en
el medio político, económico o religioso (Lc. 4:6). Como ejemplos se podrían citar: al ídolo de
Chalma, al de San Juan de los Lagos, al de Juquila, en Oaxaca, o las potestades de Catemaco, la meca
de los brujos, y otros lugares de adoración pagana, bajo los cuales hay mucha gente esclavizada,
incluyendo los cárteles de la droga y la prostitución.

4.- SEÑORES DEL MUNDO (Gr. Curiotes)


Que significa, con dominio definido. Estos señores operan en diferentes esferas de la actividad
humana o del mundo. Podemos mencionar el mundo del arte, de la farándula, de la cultura, de los
deportes, de las finanzas, el religioso; el mundo del hampa, de los enervantes, el bajo mundo, etc. Su

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misión es controlar a las personas según su estilo de vida y gustos, cautivándolos y sometiéndolos para
oprimirlos, usarlos y destruirlos (1 Co. 6:12, 7:29-31). Estos señores siempre ofrecen una alternativa
para cualquier tipo de gente, y le presentan un satisfactor a sus sentidos, a fin de amortiguar su
necesidad espiritual. Logran que la gente alcance un cierto grado de deleite que llaman felicidad, que
les sustraiga de la idea de morir y tener que ser juzgada y condenada por Dios (1 Jn. 2:14-17).

5.- GOBERNADORES DE ESTAS TINIEBLAS (Gr. Kosmokratör)


Significa “fortaleza o poder sobre el espacio” de las tinieblas. Cuando Cristo iba a enfrentar su destino,
detrás de sus enemigos el diablo estaba controlándolos para volverlos en su contra, aún a aquellos a
los que Él había sanado o bendecido, pues era la hora del Kosmokrätor de las tinieblas (Lc. 22:52-53).
Estos espíritus son astutos y sutiles, se presentan como espíritus protectores que actúan como de
parte de Dios para “ayudar” a los demás, y quienes caen en su engaño, ni se dan cuenta cuando ya
están resistiendo a Dios (Col. 2:15-23). Es posible que estos espíritus controladores encuentren cabida
aún en el corazón de líderes cristianos, pues se fortalecen en las actitudes del alma, ocupando las
áreas del corazón no rendidas a Dios, y desde esa oscuridad tratan de encontrar en otros creyentes el
denominador común para contaminarlos (Ro. 16:17-20, 1 Ti. 1:19-20). Es posible que buenos
cristianos, que han tenido un paso firme por un tiempo, de pronto se enfríen y se vuelvan a su vida
vieja e incluso se vuelvan contrarios a la fe (Fil. 3:18-19, 2 Co. 11:3-4). Estos espíritus gobernadores
pueden llegar a anular la voluntad del creyente, no son los espíritus groseros que se ven en los
endemoniados perturbados o dementes, sino que las personas se ven tan normales, que aún tienen
apariencia de ser creyentes muy espirituales, sin embargo, pueden llegar a sojuzgar al pueblo de Dios
entre el cual se mueven.

Personas con estos espíritus pueden llegar a tener manifestaciones sobrenaturales que falsifican
los dones del Espíritu, algunos les llaman psíquicos, con percepciones extra sensoriales o paranormales
“poderes mentales”. En las iglesias pueden parecer personas espirituales, que tienen visiones o
revelaciones, pero que atraen a las personas hacia ellas para empezar a controlarlas, espíritus
pitónicos y de sanación, por eso es necesario la operación del don de discernimiento de espíritus que
los detecte, para apartarse de quienes caen en este engaño, hasta que despierten, la luz deshaga las
tinieblas que tienen en su alma y se arrepientan para ser liberados y restaurados (Ef. 5:6-14).

6.- MALICIAS ESPIRITUALES EN LOS AIRES (Gr. Ponëria)


Significa “malicia, inclinación mental hacia el mal”, cuando alguien tiene malicia todo lo ve mal,
porque tiene una mente sucia, contaminada por estos demonios (Ro. 1:29, 1 Co. 5:8, Lc. 11:39). Estos
son los llamados espíritus inmundos, son groseros, burdos, denigrantes y violentos, son la infantería
del reino de las tinieblas. Se mueven en ambientes mundanos donde la sensualidad y la carne tienen
libertad, despiertan los instintos más bajos del viejo hombre y, dependiendo del grado de control que
consigan sobre la persona, pueden llegar a anularla por completo y manifestarse como maníacos o
hasta como animales violentos. El endemoniado gadareno o los endemoniados gergesenos estaban tal
invadidos de estos demonios, que mostraban una fuerza descomunal y eran fieros en gran manera
(Mt.

75
12:43-45, Mt. 10:1, Lc. 10:17-20).

No sólo se deben evitar los lugares de pecado, diseñados para la carne, como bares, burdeles, teatros
de revista y otros espectáculos nocturnos, lugares cargados de demonios, sino también las cosas
esotéricas, tales como el horóscopo, el zodiaco, la astrología y muchas otras artes mágicas; también
las
cosas espiritualistas y espiritistas. Estos espíritus proliferan en muchas páginas de la Internet y en
programas de televisión y cine para adultos. Atacan desde la publicidad de bebidas, cigarros y otros
muchos artículos. También deambulan entre las pláticas obscenas o de doble sentido y en la picardía,
provocando malicia y despertando la lujuria y concupiscencia entre quienes lo toleran. Los espíritus
inmundos o sucios son tan agresivos, que dañan a quienes le abren la puerta, los oprimen, los vejan,
los enferman, hasta los poseen por completo y los atormentan cruelmente (Mt. 17:14-18).

Para ayudar a personas con problemas mentales por la influencia o posesión de los demonios
inmundos, es importante tener la mente limpia, llena de la Palabra de Dios y del Espíritu Santo, es
decir, mantener la unción mediante la búsqueda de Dios en ayuno y oración, recordando que nuestra
autoridad para echar fuera demonios viene del ejercicio de la fe (Mt. 17:19-21). El Señor los arrojaba
fuera de las personas, mandándoles con potestad que salieran y le obedecían, y mando al creyente
que
continuara esa labor (Mt. 8:16-17, Mr. 16:16).

Contra todas estas fuerzas demoníacas, la Palabra de Dios nos manda vestirnos con toda la armadura
espiritual de un guerrero de su reino, con lo cual no sólo podrá resistir el día malo, sino acabar con
todo y permanecer firme, como aquellos héroes que acababan con los malos y ni se despeinaban,
porque somos más que vencedores en Cristo.

REINO DE LA MENTE NATURAL Marcos 16:17 Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera
demonios; hablarán nuevas lenguas;

2. El segundo reino es el de nuestra mente natural, o reino del hombre, los griegos lo llamaban
el Ego; la vida natural gira en torno al "Yo" de cada ser humano, la ley que rige en ese reino
es la ley de la mente Ro. 1:28, 2:15, 1 Co. 2:14. El hombre natural es entonces egoísta:
piensa, razona, siente y decide siempre en función de sus propios intereses; lo suyo es lo más
importante, lo básico como comer y cubrirse, pero también lo que le produce bienestar y
confort, sus deseos, sus gustos, sus placeres, sus seres amados, etc.; son los factores
determinantes de su conducta y decisiones Ef. 4:22-24, Fil. 2:21.

Cuando Cristo vino y llamó a sus apóstoles y mucha gente quiso ser su discípula, les pidió
negarse a sí mismos, aborrecer todo y a todos los que ocuparan el primer lugar en su ego, aún a su
propia vida, para darle a Él el primado en su corazón Mt. 10:37-39, (16:24-25, Lc. 14:25-27). La mente

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es altiva y tiende a ser independiente Ef. 2:2-3, 4:17-18, es por eso que Dios nos ha dado armas para
tener dominio sobre nosotros mismos, sobre nuestros pensamientos y voluntad 2 Co. 10:4-5.

La mayoría de las veces, el principal obstáculo para caminar en la voluntad de Dios, está en
nosotros mismos; cuántas veces nos resistimos a obedecer, objetamos la Palabra de Dios, cerramos
nuestra mente y corazón a la Verdad; criticamos su doctrina, la torcemos, la acomodamos a nuestra
conveniencia para no confrontarla y reconocer que tenemos que cambiar.

El Ego, o el alma tiene tres áreas principales: La mente (intelecto), los sentimientos
(emociones) y la voluntad (fuerza directriz). Esto nos diferencia de los animales (seres animados, con
cuerpo y con espíritu, o soplo de vida).

Los animales tienen un cuerpo con todas sus reacciones químicas, instintos y herencias
genéticas condicionantes, y un espíritu también con instintos, que los preservan y relacionan
tanto con los de su especie, como con los demás seres y su ambiente; Dios dotó además a todos los
animales de ingenio o cierto grado de inteligencia para sobrevivir (Job. 39: 1-9, 20, 29-33).

El hombre, en cambio, fue creado a la imagen de Dios; como Él, piensa, siente y actúa, le dio
un alma con esas características, no hay ningún eslabón perdido, ningún simio jamás se convirtió en
hombre por el efecto aleatorio de millones de años y una casualidad.

*Se puede agregar también que, todos los seres vivos fueron dotados por Dios de un poder de
adaptación al medio, es por eso que las razas humanas son diferentes en color de piel, cabello,
estatura, etc., según el lugar donde se establecieron, lo mismo pasó con los osos, los perros, etc., que
por las condiciones en que se desenvolvieron, el color y largo de su pelambre se desarrolló diferente
en el polo que en las regiones templadas o cálidas; no es evolución, es una característica de la vida, la
adaptación al medio.

El hombre se ha ido adaptando a la vida moderna; las muelas llamadas del juicio tienden a
desaparecer porque ya no las necesita, la uña del dedo meñique de los pies es cada vez más
pequeña, debido a la protección del calzado y al suelo que pisamos, no por la evolución, sino
por el desuso, primero se van atrofiando sus funciones, luego los organismos van borrando de
su memoria genética todo aquello que deja de funcionar, debido a la adaptación a un medio
diferente, y van heredando dichos cambios por generaciones.

Todo lo anterior no pretende ser una disertación científica, más bien es una sencilla
explicación de que la similitud entre las especies, se debe más bien a que es uno y el mismo el
autor de todo, y no a que exista evolución.

La cadena alimenticia, es también un argumento a considerar en contra de la teoría de la


evolución, que mantiene el equilibrio entre las especies, haciéndolas inter dependientes, de

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manera que si una desaparece afecta a las demás. Prueba de la sabiduría del Creador y no es
congruente con la teoría de la evolución.

Sabemos que el hombre ha logrado la mezcla de especies similares, trayendo a la vida seres
híbridos más fuertes, como el mulo, pero jamás ha logrado generar una especie intermedia; todos los
injertos en plantas también son estériles, tal es el caso de las naranjas sin semilla.

Actualmente el hombre a logrado réplicas de seres a partir de cromosomas, reproduce copias


aparentemente idénticas por el fenómeno de la clonación; es algo realmente maravilloso; pero
después de todo, si el hombre ha llegado tan lejos, es porque Dios lo dotó de un alma con su imagen;
que en vez de ensoberbecerlo, debiera hacerlo humilde ante su creador que le ha permitido ser un
reflejo divino y por lo tanto creativo.

Se requiere más fe para creer en la evolución, que para creer en Dios como el creador de todas
las especies. La fe en la evolución es fe en la casualidad; la fe en Dios es la aceptación de tantas
evidencias de sabiduría que hay en las leyes de la Naturaleza, mismas que el hombre ha aprovechado
para realizar sus asombrosos descubrimientos, experimentos, inventos y demás prodigios científicos y
tecnológicos (Sal. 19:1-6, Ro. 10:18, 1:19-21, Hch. 14:15-17, 17:24-28).*

Un grave error de apreciación del hombre, es pensar que su mente es lo más grande que tiene,
su ego se ha convertido en su dios, piensa que si lo desarrolla y aprovecha en toda su capacidad,
liberará un poder ilimitado, que puede llegar a rebasar fronteras inconcebibles Gn.3:4-6, no reconoce
que es una raza caída, cautiva por el pecado y por el diablo, y por lo tanto, inducida a pensar en
manera equivocada (Ro. 1:21-25, 28). Dios también puso en él un espíritu que puede ser regenerado y
por ello su alma estará redimida del cautiverio. Lo más grande del hombre no es entonces su mente,
es su espíritu regenerado, el cual puede conocer a su alma y restaurarla, dándole una inteligencia
espiritual, superior en todo a la inteligencia natural, porque nos entrega la mente de Cristo 1 Co. 2: 11-
12, 14-16, Col. 1:8-10.

En lo natural, el hombre ha logrado dominar las demás naturalezas inferiores a él, pero no
tiene dominio sobre sí mismo, sabe que no logra lo bueno que quiere y cae en aquello que desea
evitar y aun aborrece (Ro. 7:21-25). La clave está en un pequeño miembro que es la válvula de sus
pensamientos, emociones y deseos, la lengua Mt. 12:34-36, Stg. 3:2, 7-9, Pro. 18:21, 1 Pe 3:10-11, es
por eso que, aunque el hombre ha progresado tecnológicamente hasta lo inverosímil, sigue sujeto a
sus pasiones, y por sí mismo nunca podrá vencerlas, jamás podrá dominarse a sí mismo.

*La mayor falsificación del dominio sobre sí mismo lo son las artes marciales, el yoga, la
meditación trascendental, y demás doctrinas orientales, con las que el diablo mantiene a muchos
hombres cautivos y engañados con la misma mentira que indujo a Eva a comer del árbol de la ciencia
del bien y del mal (Gn. 3:4-6).*

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Otro aspecto importante de considerar, en el reino del "Yo", es que aun el creyente que tiene
bautismo de Espíritu Santo y por lo tanto alguno o varios de sus dones que Él reparte entre los
creyentes como Él quiere (1 Co. 12:4, 7-11), no los tiene a su disposición para hacer lo que se le ocurra,
sino más bien, debe someterse al Espíritu, para operar en los dones según Él quiera hacerlo Ro. 8:14,
(Jn. 3:8). ¿Cómo es que Dios puede someter nuestra mente para llegar a comprenderlo? ¿Cómo el
hombre puede volverse obediente y sumiso a su creador? Conocer los recursos de dominio que Dios
puso a nuestro alcance, es capital para disfrutar de la vida abundante y libre que Dios nos entregó y
quiere que disfrutemos en Cristo.

Santiago 3:1-12 Explicar cada versículo → Lucas 6:44-46


La vida en el Espíritu:
Fe consciente de Dios:

3. El tercer reino es el animal. Al principio Dios le dio al hombre señorío sobre todos los animales (Gn.
1:26-28, Sal. 8:4-8), le mandó sojuzgar la tierra, pero cuando el hombre pecó, perdió su señorío y las
bestias se volvieron depredadoras: Cuando el Señor vino, ejerció dominio sobre todos los animales
(Sal. 91:13), delegó en sus discípulos autoridad para ejercer dominio sobre el reino animal: "tomarán
en sus manos serpientes", "os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones" (Lc. 10:19, Juan 21:4-6,
Mateo 17:27 (el tema era gobierno), Hch 28:3-6, Gn 7:6-10, Dn 6:16-22, Éxodo 7–10: Las plagas) y
cuando él reine en el milenio, los animales estarán sumisos por entero al hombre (Is. 11:6-8). En la
actualidad ya contamos con cierto dominio (Mt 21:7 natural - Mt 8:31-32 espiritual). No hay razón
para tener miedo a algunas mascotas ni restricción para orar por ellas. Como en toda área de dominio
es el Señor quien realmente gobierna (Jonás 1:17, 1 Rey 17:3-6) y nosotros somos sus conductos, así
que no debemos ejercer un dominio egoísta, sino uno más bien enfocado en la expansión del reino
(Mateo 21:18-19).

4. El cuarto reino es el químico: Toda la flora le había sido dada al hombre como sustento Gn.1:29-30,
todo era comestible, también los animales sólo comían plantas, sin embargo, después de la caída de
Adán, muchas plantas se volvieron tóxicas y también muchos animales se volvieron ponzoñosos.
Todos ellos fueron figuras de las fuerzas del mal, su química era nociva. Es por eso que Cristo delegó
en el hombre dominio sobre el reino químico: "aunque bebieren cosa mortífera, no les dañará". Si
prestamos atención la humanidad ejerce cierto “dominio” sobre los reinos que hemos estado
estudiando; sin embargo, lo hace de una manera que termina resultando muchas veces perjudicial,
pesticidas, farmacéuticas, drogas, ingredientes sintéticos en alimentos y bebidas, armamento y
contaminantes, etc. Cuando alguien camina en los propósitos de Dios, es guardado de los ataques
sutiles de Satanás por medios químicos: alimentos contaminados, venenos, hechizos, brujería,
pócimas, trabajos de magia blanca y magia negra, etc. No solo como elemento de defensa también de
expansión del reino y la gloria de Dios Éx 7:19, 2 Rey 20:7, Mr 6:13, Stg 5:14, 1 Ti 5:23 Dios guarda a

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sus ministros de las trampas que atentan contra su vida y su libertad. Jesús ejerció este dominio desde
sus primeras apariciones en Jn 2:7-11, de igual manera los discípulos de Hch. 28:3-6.

5.- El quinto reino, el de la muerte He. 2: 14, se manifiesta por medio de la enfermedad; sabemos que
la muerte física como tal, fue vencida por el Señor al resucitar 2 Ti. 1:10, pero es el postrer enemigo a
someter 1 Co. 15:26, 54-57, hoy aún no se cumple el tiempo para que sea quitada de los creyentes 2
Co. 4:16, 5:1-2, Ap. 20:13-14. Así que han recibido poder sobre la enfermedad y sobre la muerte en
manera temporal Mt. 10:8, Lc. 9:2, 6; 10:8-9, Sal 91:3 - enfermedades mortales. El Señor sanó y
resucitó a muchas personas durante su ministerio, sus apóstoles también. Nosotros somos testigos de
muchos milagros y varias resurrecciones, pero de todos modos, los que han resucitado han vuelto a
morir al cabo del tiempo, pero un día no lejano resucitaremos para nunca más morir.

6. El reino del espacio o Leyes físicas fue dominado por el Señor cuando se empezó a elevar a la vista
de todos y una nube lo ocultó de sus ojos (Hch. 1:9-11), también caminó sobre el agua (Mt. 14:24-32).
Felipe fue llevado por el Espíritu físicamente de un lugar a otro (Hch. 8:39-40). Jesús enredados Juan
20:19-29 y Jesús entró. San Pablo fue transportado al tercer cielo (2 Co. 12:3-5), [también estuvo
presente en Corinto con la iglesia aunque su cuerpo no lo estaba (1 Co. 5:3-4)]. [El apóstol Juan
testifica que también venció esa limitación del espacio (Ap. 1:9-10).] Así como Jesús Pedro caminó
sobre el agua. Cristo nos ha dado dominio sobre este reino y un día todos los vencedores volarán
como águilas a recibir al Señor en el espacio (Mt. 24: 27-28, 1 Ts. 4:17).

7. Finalmente vemos que hay un reino angélico, todos los ángeles son seres espirituales creados por
Dios como mensajeros poderosos y obedientes a su voluntad Sal. 103:19-20, Sal. 68:17. El hombre era
un poco menor que ellos Sal. 8:4-5, sin embargo, la redención le confirió una naturaleza superior,
porque a ninguno de ellos jamás les llamó ni llamará hijos, como lo somos todos los redimidos por la
Sangre de Cristo (He. 1:5, Jn. 1:12-13). Los ángeles sirven a Dios y han servido y servirán a los hombres
de Dios, que son los herederos de la Salvación He. 1:13-14, (1 Pe 3:22). Llevando nuestra oración al
Padre podemos ser servidos por ángeles en respuesta Sal 91:11-12, Mt 4:11, Lc 22:43, Mt 26:53, Hch
58:19-20, Hch 12:7-11. El ángel que va por daniel a dar mensaje

Los siete reinos están sujetos a Cristo, quien delegó a la Iglesia toda potestad y le entregó
armas de luz y de justicia, que son poderosas en Dios para destrucción de fortalezas, para librar sus
batallas, someter a todos sus enemigos y establecer su reino que es sobre todo reino.

La Iglesia está llamada a reinar, el trono es su destino; lo que tanto codiciaba Satanás, Dios lo
ha
reservado para compartirlo con su amada Iglesia que está llamada a ser su Esposa, la que someta a
todos sus enemigos y los ponga por estrado de sus pies (Ez. 28:2, 6, 13-17, Ap. 3:21, 1 Co. 15:25).

EL DOMINIO RESTAURADO DE DIOS

80
En tiempos prehistóricos, el gran Elohim, Creador de los cielos y la tierra, hizo una
declaración profética que se cumplió y que contiene una revelación para nosotros hoy en día (Gn 1:26-
28).

En el cumplimiento del tiempo la Palabra de Dios se cumplió; y Adán apareció en el paraíso


terminado, con completa posesión y dominio sobre todas las aves de los cielos y toda bestia del
campo. Todas ellas pasaron delante de él, y con el conocimiento y sabiduría dados por Dios, nombró a
cada una de ellas (Génesis 2:19-20). Toda la maravillosa creación de Dios se movía al mandato de la
palabra de autoridad de Adán, ya que Dios había sometido todas las cosas a él excepto la vida misma
de Adán. Aquí es donde la humanidad perdió una de las más grandes herencias de Dios para la raza
humana, ya que Adán falló en someterse él mismo; y a través del pecado de desobediencia, traicionó a
la raza humana y perdió el dominio del hombre sobre toda la creación de Dios.

Dios había demandado completa obediencia para que Su divino orden no fuera quebrantado,
pero Satanás derrotó a Adán de la misma manera que sigue derrotando a la iglesia Laodiceana; a
través de la “transgresión voluntaria de, o la falta de conformidad a, la voluntad de Dios”, que es lo
que constituye el pecado (Gén 3:1). El cuestionar la Palabra o los mandamientos de Dios provoca que
dudemos en nuestros corazones de la interpretación del verdadero significado de la Palabra de Dios.
Esto trae el fruto malvado del razonamiento mental, del cual vienen las interpretaciones intelectuales
del hombre acerca de la verdad espiritual. Esta es la causa primordial por la que el cuerpo de Cristo
está dividido en la tierra hoy en día.

Hoy observamos, por un lado, una obediencia incompleta como se ve en la vida del Rey Saúl
cuando perdonó al Rey Agag y lo mejor de las ovejas después de la batalla (1 Sam. 15:1-15). También
vemos obediencia parcial cuando los sistemas eclesiásticos se apegan parcialmente a la Palabra de
Dios y parcialmente a la tradición de los ancianos (Mt. 15:2). Dios habla en serio en cada palabra que
ha hablado, y no podemos apaciguarlo con obediencia parcial. Cualquier cosa menor a la obediencia
significa que el poder ungido de Dios se levanta, y el hombre se queda con la letra muerta de la ley.

Los reinos o ámbitos en que nos desenvolvemos tienen sus propias reglas de funcionamiento,
alguien domina sobre ellos siempre, estos reinos fueron sometidos por Cristo todo el tiempo de su
ministerio terrenal, y cuando se fue, comisionó a sus discípulos, que con su potestad, propagaron el
evangelio por todo el mundo, ejerciendo su poder (Mt. 28:18-20).

La Gran Comisión abarca nueve aspectos importantes que cumplir, y consisten en someter a
todos los enemigos de Dios hasta ponerlos por estrado de sus pies, de modo que la iglesia
resplandezca gloriosa y perfecta. El Señor les delegó autoridad sobre los reinos que había que
someter, en especial en el evangelio de San Marcos, encontramos los reinos enumerados por el Señor
(Mr.
16:16-18, Hch. 1:9-11)

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SIETE RECURSOS DE DOMINIO

La gracia no sólo es un gran poder, sino el único y superabundante poder para hacer la
voluntad de Dios. Se requiere de la gracia para poder explicar lo que es la gracia y como opera en el
creyente.

La gracia es: Dios dándonos lo que no merecemos, es la capacidad sobrenatural que Dios
imparte a sus verdaderos discípulos; es la suficiencia de Dios operando en un débil creyente, es la
misma vida de Cristo fluyendo a través del dócil hijo de Dios que se ha negado a sí mismo.

En algunos lugares, los ministros son aquellos que han demostrado más habilidad e
inteligencia, aquellos que han aprobado los cursos de los seminarios teológicos; sus púlpitos
son lugares para exhibir las habilidades humanas puestas al servicio de Dios; la gratitud, el
entusiasmo y la habilidad determinan quiénes son los líderes espirituales de algunas congregaciones
cristianas.

Si Dios hubiera determinado que así fueran las cosas en la iglesia, la gracia no tendría sentido,
el humanismo sería la base del éxito de las iglesias; las mejores serían aquellas que estuvieran
formadas por profesionistas, filósofos y personas cultas y pudientes.

Saulo era una persona sobresaliente en lo humano, políglota, preparado en su religión,


conocedor de las letras clásicas de la cuna de la civilización de su tiempo, culto, educado e
inteligente, pero todo ello fue un estorbo que Dios tuvo que remover de su siervo, para lograr
usarlo como Él quería; no su preparación, sino su confianza en ella y en sí mismo (2 Co. 11:22-23, Fil.
3:4-9, 1 Co. 12:7-10).
El apóstol Pedro era la otra cara de la moneda, un hombre tosco, sin letras, ignorante,
orgulloso y atrabancado (Hch. 4:13). El hombre por sí mismo no vale, es un vaso de barro, pero la
gracia lo puede llenar de la alteza y poder divinos, para llevarlo a alturas jamás alcanzadas por el
hombre (2 Co. 4:6-7).

La gracia sólo está disponible para el que está en la voluntad de Dios, la misericordia es para
el que está fuera de ella, pero quiere entrar. La empresa de la Iglesia es divina, imposible para
ser realizada por el hombre con todas sus habilidades y capacidades; es por eso que la gracia
es derramada en el creyente que anhela hacer la voluntad de Dios y está consciente que no
puede llevarla a cabo por sí mismo. El creyente puede convertirse, por la gracia de Dios, en
un ser omnipotente (Fil. 4:13).

La gracia se manifiesta venciendo cada dificultad por medio de sus divinos recursos, cada uno
de ellos es poderoso, más que todas las fuerzas del mal juntas, sin embargo, debemos
aprender a aplicarlas bajo la dirección del Espíritu Santo.

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1. La Verdad es la primer arma de la gracia, nada podemos contra la Verdad, en cambio todo
lo podemos por la Verdad (2 Co. 13:8). La Verdad rompe todo cautiverio, libera en forma
definitiva a todo el que la recibe (Jn. 8:31-32); le imparte un poder invencible (Ro. 1:16-17, 1
Co. 1:18-24). Cuando la Verdad nos domina, nos da dominio sobre todos los enemigos de
Dios (Ro. 6:16-18).

No debemos ignorar que el diablo maquilla con algo de verdad todas sus mentiras, todas las
herejías son verdades a medias; sobre enfatiza una verdad, la saca de balance y la convierte en
error; el engaño consiste en hacer creer a alguien que su mentira es la verdad (Hch. 20:29-30,
Ef. 4:14-15, 23-25, 2 Co. 11:3-4, 13-15, 2 Ts. 2:10-12, 2 Ti. 3:5, 2 P. 2:1-3, 18-20).

El diablo usó la Biblia para tentar a Eva, también la usó con Cristo, y la usa contigo; es un
experto predicador cuyos mensajes de error están basados en la Biblia. Nadie falsificaría un billete de
$175, porque no lo hay y por lo tanto nadie lo daría por bueno, se falsifican billetes de $200, porque
pueden pasar por buenos. Cristo venció a Satanás con la Verdad, porque sabía bien lo que el diablo
intentaba al hablarle con la Escritura parte de la verdad (Mt. 4:1-11).

2. El Nombre de Jesús es la segunda arma que nos fue entregada para someter a los enemigos
de Dios, es una carta poder, nos convierte en sus representantes, lo que hagamos en su Nombre debe
ser como si Él lo hiciera. No es una fórmula mágica, no es un conjuro; es autoridad, siempre y cuando
estemos haciendo lo que Él quiere.

Si Cristo es la cabeza y nosotros miembros de su cuerpo, Él decide, nosotros nos movemos de


su parte y entonces se cumple su voluntad por medio de nosotros. Su Nombre es sobre todo nombre,
todo se somete a Él y a aquellos que lo representan legítimamente (Fil. 2:9-11, Mr.16:17-18, Ef. 1:20-
23, Hch. 3:6, 15-16). Orar, liberar a los endemoniados, bendecir, sanar a los enfermos, predicar,
enseñar; todo debemos hacerlo en su Nombre, seguros que estamos haciendo lo que Él haría.

3. La tercera manera de tomar dominio es la templanza, es decir, someter nuestra voluntad a la


de Dios; ya hemos aprendido algo sobre el reino del "Yo"; muchos creen que cuando la Biblia dice que
las señales seguirán a los creyentes, significa que Dios andará detrás de ellos haciendo lo que se les
ocurre. Estoy convencido que las señales siguen sólo a los que siguen fielmente al Señor (Stg. 4:6-7).
Cristo tenía su propia voluntad, Dios no lo anuló, su éxito radicó en su caminar sumiso y humilde,
porque fue entonces cuando el Padre hizo tantas maravillas a través de Él (Jn. 4:34, 5:19, 30, 38-40,
10:17-18, 25, 12:49-50, 14:10-11, Lc. 22:41-42).

La manera en que podemos ser guiados por Dios y tomar dominio sobre nosotros mismos, es
accionar el gatillo espiritual que nos dio al bautizarnos con su Espíritu Santo, es decir, hablar en otras
lenguas, al hacerlo nuestro espíritu ora (1 Co. 14:14) e impide que nuestra mente dé el fruto de su
lógica natural: incredulidad. Nuestra lengua es como el timón de un barco, o el freno en el hocico de

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un caballo, es el medio sometido a Dios para que Él pueda gobernarnos (Stg. 3:3-5, 8). Hablar en otras
lenguas rompe la ansiedad y trae reposo espiritual al alma temerosa y agitada, somete al "Yo" cansado
de intentarlo por sí mismo, mas algunos ni aun así lo quieren hacer (Is. 28:11-12).

4. La Sangre de Cristo es el cuarto recurso de dominio, no es un arma de ataque, más bien es


un
escudo que nos protege de los embates del enemigo. En la Sangre está la vida (Lv. 17:14), la sangre del
cordero pascual impidió que el destructor matará a los primogénitos de los Israelitas (Ex. 12:12-13). La
Sangre de Cristo nos limpia, nos vivifica, nos protege, nos asegura (Ap. 12:11); podemos caminar por
las oscuras horas de la tribulación seguros por su Sangre preciosa, porque es el precio de nuestra
Salvación y un escudo impenetrable por el enemigo (1 P. 1:17-19, Hch. 20:28, Ef. 1:7, Col. 1:14, He.
9:14, Ap. 1:5).

Sabemos que Dios nos roció con su Sangre y el maligno no puede cruzar esa barrera de
protección, porque la Sangre nos ha hecho hijos de Dios, la Sangre de Cristo tiene una voz que clamó a
Dios por nosotros obteniendo una bendición definitiva y permanente (He. 12:24, 13:20, 10:29).

5. El amor es la quinta arma del creyente, es tan poderosa que por medio de ella Dios venció
nuestra dureza de corazón, al comprender que Dios mismo es Amor y dio a su Hijo por nosotros (1 Jn.
4:8-10, Ro. 5:6-8, 1 Jn. 3:1, 1 Co. 16:14, Ef. 2:4-6, 5:1-2). La potencia de su amor nos enternece al grado
que se convierte en el motor de nuestras acciones y nuestras reacciones (2 Co. 5:14-15, 1 P. 1:8, 1 Jn.
4:19). Su amor encuentra entonces un cause a través de nosotros para alcanzar a otros (1 Jn. 3:11,
4:11-12, 5:11, Jn. 13:34-35, Ro. 13:8-10, Gá. 5:13-14, 6:2, 1 Ts. 4:9-10, 1 P. 1:22, 2:17).

Su bendito amor es poder ilimitado, cubre los pecados, edifica y perfecciona a los discípulos
(1 P. 4:8, Col. 3:14, Fil. 1:8-10, Ef. 1:4, 3:19, 5:25-28). Muchas veces creemos que para vencer
necesitamos fe, porque olvidamos que la fe realmente obra por el amor (Gá. 5:6).

El conocimiento tiene sentido por el amor (1 Co. 8:1), los dones tienen sentido por el amor (1
Co. 13:1-3, 14:1), soportar el sufrimiento tiene sentido por el amor (2 Co. 1:5, Ro. 5:3-5), aguantarlo
todo y a todos tiene sentido por su bendito amor (1 Co. 13:7, 2 Co. 12:15, 2 Ti. 2:10), el amor quita las
reservas, es totalidad: Dios es Amor.

El amor a Dios nos hace odiar al diablo con la misma intensidad con que le amamos a Él (Sal.
119:104, 128, 163; 97:10, 101:3, 139:21-22, Pro. 8:13). El amor de Dios nos ganó, nos cambia, nos usa
y nos sostiene, nada nos puede detener o separar de él, nada impedirá que seamos perfeccionados
(Ro. 8:35-39). Es el amor de Dios el que obrará el tan anhelado encuentro con el Esposo que nos hace
clamar y exclamar junto con el Espíritu: Ven Señor Jesús (Ap. 22:17, 20).

6. La Virtud del Espíritu Santo es la sexta arma poderosa de la gracia que Dios nos ha
entregado (Hch. 1:8). Sabemos muy bien que el Espíritu Santo es Dios, con todos sus

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atributos y facultades, Él es el que nos revela, guía, respalda; da gracia, sabiduría y poder;
recuerda, enseña, anticipa las cosas e imparte dones sobrenaturales, para llevar a cabo la gran
empresa que nos dejó el Señor (Jn. 14:25-26, 16:7-15, 1 Co. 2:11-12, 2 Co. 2:14-16).

7. La séptima arma que tenemos a nuestra disposición es la Alabanza; mientras más alabas a
alguien, más te humillas ante él. El hombre a veces confunde la alabanza con la adulación, la
diferencia está en la sinceridad con que se expresa la superioridad de a quien se alaba. Dios no
necesita nuestra alabanza, su perfecta gloria no sufre menoscabo si no la reconocemos,
tampoco crece si lo hacemos; los principalmente beneficiados al alabar a Dios somos nosotros, porque
mientras lo hacemos crece nuestra conciencia de Él y por lo tanto, nuestros enemigos y problemas
toman su real dimensión. La Alabanza es la expresión de la fe (Sal. 106:12), es un arma poderosa
porque crea la atmósfera propicia para que Dios se manifieste (Sal. 22:3), nos libera de opresiones y
opresores (Sal. 32:7). Alabar a Dios siempre es un sacrificio, sobre todo cuando estamos afligidos y no
tenemos el deseo de hacerlo, es cuando puede brotar la alabanza más pura, como el incienso despide
su perfume cuando toca las brasas encendidas del altar (Sal. 74:21, 71:8, 34:1, 50:14). Mucho se ha
escrito sobre Alabanza, pero lo mejor de ella es practicarla, nunca te dejarás de sorprender de sus
resultados gloriosos, porque nos permite caminar delante de Dios, conscientes de su grandeza y de su
poder.

La gracia transforma la teoría en realidad por medio de estos siete recursos de dominio, en
nuestra lucha con cualquiera de los siete reinos, apliquemos las armas de luz y de justicia (Ro.
13:12, 2 Co. 6:7, 10:4), y someteremos a los enemigos de Dios y más pronto retornará por su
Iglesia gloriosa, la que está siendo entrenada para reinar con Él, porque ejerce su dominio.

SIETE PASOS PARA RESTAURAR EL DOMINIO

A. Obediencia Total
La Biblia está llena, por un lado, con personajes que obedecieron completamente y vivieron vidas
vencedoras, y por el otro, con hombres y mujeres que fallaron al poseer su legítima herencia por falta
de obediencia total. En Noé, encontramos a un hombre de Dios que obedeció completamente
construyendo el arca exactamente con las dimensiones dadas por Dios. A cambio de su completa
obediencia, Dios le regresó a Noé ese regalo perdido, dominio sobre la creación de Dios; y cuando el
arca estuvo lista, Noé ejercitó la palabra de autoridad que Dios le dio. Y al hablar la palabra, los
animales vinieron de dos en dos al arca. Entonces, con la misma palabra de dominio, Noé habló paz e
hizo que los animales estuvieran en paz juntos en su larga estadía durante el diluvio. Moisés también
obedeció completamente la Palabra de Dios y construyó el Tabernáculo en el desierto y Dios le dio
dominio sobre las circunstancias, sobre el ambiente, y sobre sus enemigos en el desierto. Este retorno
a la obediencia total restauró el orden de Dios en donde Dios liberó Su gracia completa; de la nube
caían diez mil toneladas de maná diariamente como comida, y de la roca que Moisés golpeó fluyó un

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río. Fue su obediencia completa frente al sufrimiento y a la muerte lo que le dio dominio a Daniel en el
foso de los leones cuando su palabra selló las bocas de los leones. Con su dominio restaurado, los tres
jóvenes hebreos caminaron en el horno ardiente sin recibir ningún daño. Josué tomó autoridad sobre
el sol declarando “¡Sol, detente!”. Lo que el hombre perdió a través de la desobediencia de Adán lo ha
vuelto a ganar a través de la obediencia del Hijo de Dios, el Jesús Mesiánico. “Y aunque era Hijo, por lo
que padeció aprendió la obediencia” (Heb. 5:8).

No tenemos registro de que Jesús llevará a cabo algún milagro sino hasta después de Su
bautismo en el Espíritu Santo en el río Jordán. Habiéndose vaciado a sí mismo, no de su divinidad
sino del poder de esa divinidad, Jesús llegó a ser expuesto a toda tentación, como cualquier hombre
lleno del Espíritu, pero Él se mantuvo sin pecado. Y salió bajo la poderosa unción de Dios, la misma que
reposa sobre cualquier vida llena del Espíritu y que se vive en completa obediencia. Con dominio
restaurado sobre la tierra, Jesús habló la palabra con autoridad y tomó dominio sobre todo tipo de
enfermedad, aflicción, circunstancia y medio ambiente. Habiendo vencido al mundo, la carne y al
diablo Él tuvo dominio sobre todas las cosas que han tomado dominio sobre el pueblo de Dios como
resultado de romper el orden divino a través de la desobediencia. Jesús alimentó milagrosamente a los
cinco mil, caminó sobre el agua, habló e hizo que la higuera se secara, y tuvo señorío sobre toda la
creación de Dios. Por medio de su muerte en la cruz romana y por su resurrección, Jesús tomó
dominio sobre la muerte y compró para nosotros el llamamiento más alto de Dios, que es el mismo
llamado al que proseguía el apóstol Pablo (Fil. 3:14). Ahora, a medida que cada vencedor en Cristo
camina de regreso para restaurar este dominio a través del laberinto de los credos y mandamientos
sin vida que
provienen de los hombres, estará redescubriendo los límites antiguos que fueron marcados por las
estacas que Pablo estableció reclamando las promesas de Dios. Estamos encontrando nuestro camino
de regreso a la promesa del dominio que Dios dio a aquellos que serían a Su imagen y semejanza.

B. Seguridad en las Promesas


Nuestro primer paso es la obediencia total, que restaura el orden de Dios para la adoración y
gobierno. El segundo paso es comprobar por nosotros mismos que este poder y dominio sobre todos
los desórdenes de la vida está vigente para el creyente lleno del Espíritu. Las iglesias organizadas y
regidas por el hombre nos están enseñando incredulidad, negando la experiencia apostólica de
Pentecostés como lo experimentó la iglesia primitiva, diciéndonos que los días de los milagros se han
terminado, y diciendo que los apóstoles, profetas y la profecía se han ido. Quitan lo milagroso,
dejando a sus miles de creyentes con revelaciones y doctrinas que no son practicadas. Los cristianos
quieren saber si esta autoridad de dominio es para ellos hoy en día. Y lo es, ya que lo vemos en
muchas de las más preciosas promesas de Dios en el Nuevo Testamento. Cuando un cristiano tiene
una necesidad apremiante, puede escoger una de las preciosas promesas de Dios y tratar de aplicarla
a su necesidad. Todos sabemos que nuestra liberación está en la promesa, pero muchos son incapaces

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de apropiarse de ellas en sus vidas. Su consagración superficial no liberará suficiente unción de Dios
para hacer que la Palabra de Dios obre liberación para ellos.

Examinemos sólo algunas de las promesas. Entender los beneficios de la obra terminada de
Cristo en el Calvario es lo que sostiene el secreto de nuestro dominio hoy. En Filipenses 4:19 leemos,
“Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.” Esta
promesa obrando en tu vida te dará dominio completo sobre cada problema y necesidad. Entonces, en
Lucas 10:19 leemos, “He aquí os doy potestad… sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.”
Necesitas una fe práctica funcionando para liberar la promesa que te dé autoridad y dominio sobre
todas las cosas que ahora tienen dominio sobre nosotros. Lee Marcos 11:22-24 y cree que este
dominio es para ti ahora, ya que fue comprado como un beneficio del Calvario para cada uno de los
hijos de Dios que han sido lavados con Su sangre. Cree en la promesa de nuestro Señor de Juan 14:12,
“El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al
Padre.” Una gran parte de la iglesia hoy en día está detenida, como el antiguo Israel se detuvo en
Cades Barnea, viendo la Tierra Prometida desde lejos, pero incapaces de entrar y poseerla por causa
de incredulidad. “Mirándolo de lejos (a las promesas), y creyéndolo, y saludándolo…” (Heb. 11:13). Por
lo que muchos morirán sin recibir la promesa. Así que, “Temamos, pues, no sea que permaneciendo
aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado” (Heb. 4:1).

C. Entendiendo las Leyes


Hemos visto que la obediencia completa y la seguridad en las promesas nos dan entrada a
nuestro más alto llamamiento en Cristo, que es el tener dominio sobre el mundo, la carne y el diablo.
Ahora estudiaremos el tercer paso al examinar las leyes operacionales de Dios a través de las cuales
fluye la victoria. La palabra creativa de Dios puso todo lo que se ve en su lugar, pero es Su palabra
operacional, la que viene por Su Espíritu, que mantiene esas cosas creadas en sus respectivos lugares a
través de los siglos. Nuestro sol, luna, y la tierra fueron creados por la palabra creativa de Elohim, pero
Su Espíritu, quien mantiene Su palabra o voluntad en movimiento, los ha mantenido orbitando desde
entonces. Todo lo que Dios hace continúa a través de Su ley operacional.

Existen leyes físicas, mentales y espirituales. El Apóstol Pablo presenta este estudio en
Romanos 5-8, donde nos muestra en revelación progresiva la primera causa del conflicto en nuestras
vidas. Dentro de nosotros, las naturalezas de Adán y de Cristo están combatiendo por el privilegio del
control. El poder de decisión está en las manos de la voluntad humana, de esta manera llegamos a ser
esclavos de la naturaleza a la que nos sometamos. La naturaleza de pecado innato de Adán entró en
nuestras vidas a través de los genes o portadores de la herencia por medio de la transferencia física de
generación a generación. La naturaleza de Cristo entró a través del nuevo nacimiento por
regeneración espiritual, y llegamos a ser una nueva creación. Pablo muestra que la victoria espiritual
viene al creyente solamente a medida que la vieja naturaleza Adámica se mantenga en estado de
muerte a través de la fe. En el séptimo capítulo de Romanos, el apóstol nos muestra la confusión en la
vida del cristiano mundano cuando estas dos naturalezas (siendo el cuerpo el campo de prueba para el
alma) luchan a través de las cuatro leyes que Dios ha establecidos en la vida de cada creyente.

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Las cuatro leyes operacionales son:
1. La ley del pecado y de la muerte que se originó por causa de la desobediencia de Adán en el Edén
donde no había pecado.
2. La ley de la mente (consciencia), que es el factor decisivo de nuestra voluntad humana e
inteligencia, es la que escoge cuál de estas otras tres leyes gobernará nuestra vida cada día.
3. “Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.”
(Rom. 8:2). Esta ley se originó en los sufrimientos del Calvario y librará al creyente de todo el dominio
del mundo, la carne, y el diablo. Esto viene cuando el creyente aprende como detener una ley y como
poner en acción la otra. Esto se logra a través de vivir en esta cuarta ley operacional.
4. La ley de la fe. Algunos cristianos han encontrado dominio sobre la enfermedad y la aflicción a
través del estudio de las leyes de la sanidad que se encuentra por toda la Biblia, aunque a menudo
fallan en tener dominio sobre las leyes de la provisión. Por esa razón, muchos tienen fe para los
milagros de liberación para el cuerpo y el alma en grandes reuniones de avivamiento, pero tienen que
llorar y rogar por finanzas para llevar a cabo su ministerio. Si estudiaran cuidadosamente las leyes de
la provisión que fluyen de Jehová-Jireh, el Señor que Provee, como lo han hecho con las leyes que
fluyen de Jehová-Rapha, el Señor que sana, podrían tener dominio sobre sus finanzas. Nuestra
asamblea ha comprobado esto y no ha tenido necesidad de pasar un canasto o pedir dinero a nadie
por varios años. Ha tenido abundancia de finanzas para todas las necesidades a través de una caja
situada en una mesa en la parte de atrás de la iglesia. Cuando nosotros, como creyentes llenos del
Espíritu, fallamos en obedecer al tomar dominio sobre algo, esto se convierte en un juicio de maldición
en lugar de una
bendición y toma dominio sobre nosotros. Tarea: Detente un momento y piensa. ¿Sobre qué tienes
dominio y qué tiene dominio sobre ti? Pablo proclama, “…los que no andan conforme a la carne, sino
conforme al Espíritu.” (Rom. 8:1). Aquí, él quiere que sepamos que nuestra victoria o derrota depende
la ley que nuestra mente permite que opere en nosotros. Cuando nos preocupamos, tememos,
odiamos, envidiamos o nos volvemos celosos o codiciosos (y todos estos desórdenes mentales son
pecado), instantáneamente ponemos en acción en nuestra vida la ley del pecado y de la muerte que
comienza su obra de muerte a través de la enfermedad y la aflicción. Por esta razón, muchas personas
buenas que se preocupan año tras año, han puesto en acción la ley del pecado, que a su vez pone en
acción su propia muerte que lentamente nos suicida, y que se manifiesta más adelante a través de
reumatismo, parálisis, alta presión arterial, artritis, y otras aflicciones crónicas.

A menudo vemos estas leyes obrando en los servicios de nuestra iglesia cuando oramos la
oración de fe sobre algún creyente enfermo, y la oración de fe instantáneamente detiene la acción de
la ley del pecado con sus sufrimientos y el creyente camina libre de dolor. Sin embargo, si después él
teme o deja de creer que ha sido sanado; ese pecado pone en acción instantáneamente una vez más,
la ley de pecado con su muerte.

D. Sé Paciente

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“No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la paciencia,
para que, habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.” (He 10:35-36). Aquí vemos el
lugar importante que la ley de la mente, o consciencia, juega al controlar las leyes de la fe, del pecado,
y de la vida en Cristo dentro de nosotros. Tu fe es la ley que mueve la ley de Espíritu de vida en Cristo
Jesús que nos ha hecho libres de la ley del pecado y de la muerte (Ro. 8:2). Si puedes creer
completamente y vivir en la consciencia de la ley de la vida, la cual fluye del Espíritu de Cristo dentro
del creyente, entonces puedes ser liberado ahora. Esta creencia te libera de la culpa del pecado, la
cual trae enfermedad y sufrimientos. No permitas que el diablo te mantenga engañado, sino actúa
sobre esta fe que trae DOMINIO, la ha sido comprada para ti por medio de la obra terminada en el
Calvario de nuestro Señor Jesucristo. Otro factor que te asistirá para poner en acción en tu vida la ley
apropiada y tener dominio sobre los desórdenes de la vida que han regido sobre ti, es el ser capaz de
entender la
división entre el alma y el espíritu dentro de ti. Cuando los científicos estaban tratando de dividir el
átomo y de obtener el poder de éste, yo estaba luchando para entender la división entre el alma del
hombre y su espíritu u hombre interior, porque sabía que en esta verdad estaba el poder para la
justicia de Dios. El Apóstol Pablo muestra que el espíritu y el alma están separados (He. 4:12 y 1 Ts.
5:23). La vida mental es la vida del alma, que es también el lugar de las emociones del hombre, de sus
afectos, y sentimientos. Es el lugar donde nuestra inteligencia y voluntad humana están situadas junto
con los privilegios dado por Dios. La palabra “alma” viene de la palabra griega “psuche” y trata con la
parte mental o psíquica de nuestra vida. Nuestra vida espiritual está centrada en el corazón de nuestro
ser, en nuestro hombre interior o espíritu humano. La palabra “espíritu” en griego es “pneuma”. Con
el corazón o el espíritu el hombre cree para salvación. Del corazón o espíritu mana la vida. Los
calvinistas ven la salvación del espíritu, la cual es la justificación por la sangre, y los arminianos ven la
salvación de la vida del alma, que trata con la santificación y la limpieza por la Palabra de Dios.
Obtenemos dominio a través del conocimiento y no de la confusión; así que necesitamos conocer el
poder de la gracia de Dios a través de la obra terminada del Calvario, para sellar el espíritu regenerado
del creyente “…con el cual fuisteis sellados para el día de la redención” (Ef. 4:30). Juan vio el dominio
de Cristo dentro del espíritu sellado del creyente, y escribió en 1 Jn 3:9, “Todo aquel que es nacido de
Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es
nacido de Dios.” Juan repite este concepto en 1 Jn 5:18. Esto nos ayuda a saber que el Cristo morando
dentro de nosotros tiene dominio sobre el pecado en lo que tiene que ver con nuestros espíritus, pero
nuestro privilegio de escoger determina la consagración y santificación de nuestra alma junto con su
ley de la mente.
Si el fruto de nuestra vida muestra la obra de la carne, debemos volver a examinar los
principios de nuestra vida a la luz de 2 Pedro 1:5-10, donde Dios establece los principios para la fe. Los
principios espirituales formarán hábitos de fe, los cuales a su vez crearán una atmósfera en nuestro
corazón o espíritu, una atmósfera de reposo y de fe, a través de la cual la Palabra de Dios sea capaz de
tomar dominio sobre todos los males de la vida.

E. Conociendo tu Posición de Adopción

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Esto nos trae a nuestro siguiente paso de dominio sobre la tierra, el aire, y el mar; el dominio que fue
dado por Dios a Adán, el cual Jesús restauró para los creyentes. La liberación viene a través del
conocimiento de la “Seguridad en las Promesas”. El Apóstol Pablo, yendo a mayor profundidad en el
octavo capítulo de Romanos, nos dibuja un hermoso lugar de dominio para el creyente en Cristo. En
Romanos 8:18-23, Pablo nos muestra nuestro lugar de adopción. Siendo un hebreo, Pablo estaba
familiarizado con la vida de los primeros patriarcas. Él sabía que el hijo primogénito siempre era el
sacerdote del hogar y que también recibía una doble porción de la herencia del padre. Los otros hijos,
que habían nacido en el hogar, podrían ser situados en derechos legales iguales de herencia con el
primogénito por medio de la adopción (Gén. 48:5, 8-20). Así, vemos al Padre y al Hijo, siendo Jesús el
primogénito, estar de acuerdo en el Calvario para situarnos en la familia de Dios por adopción. Como
resultado, tenemos una porción igual con Jesús el primogénito en toda su vasta herencia. Miles de
hijos nacidos de nuevo no saben que son situados por adopción en un lugar de dominio con Cristo y
continúan viviendo como siervos, sirviendo a la misma creación sobre la cual Dios desea ponerlos. En
el antiguo Israel los hombres nacidos de la casa de Aarón, de la tribu de Leví, eran sacerdotes. Sin
embargo, no podían servir en el altar hasta que estuvieran ungidos para el servicio.
Los tres ministerios principales de nuestro Señor, de los cuales fluyen los demás, fueron
aquellos de creación, redención, y restauración. Hubo un tiempo para cada uno de ellos, y ahora
estamos en este tiempo de restauración. Después de buscar las otras avenidas para restaurar nuestro
dominio sobre la tierra, regresemos a la ley de la fe. Un simple asunto de fe que nos ayudará a
apropiarnos de las promesas del Calvario es la fe de la niñez. En Isaías 11:6 se nos dice que, “un niño
los pastoreará”, y en Marcos 10:15, nuestro Señor nos muestra la manera de entrar al reino de Dios,
por su verdad, es llegar a ser como un niño. Por lo tanto, recordemos las palabras de un antiguo poeta
que dijo, “Regresa una vez más Oh tiempo, regresa en tu vuelo, y hazme un niño otra vez, solo por
esta noche.” De la misma manera que Adán, todos pasan por la edad de la inocencia. Dios no imputa
pecado a un pequeño niño. En nuestra niñez jugamos juegos al imaginar, y todo era muy real para
nosotros. Creamos imaginando que Jesús está frente a nosotros en este momento, con una fe como la
de un niño, y entonces podremos realmente verlo y escucharlo decir, “Eres liberado ahora; se libre.”
Cuando los ancianos vienen a orar por nosotros, de acuerdo con Santiago 5:14, podemos ejercitar esa
fe y verlo y escucharlo hablar palabras de fe a través de los ancianos. Podemos sentir sus manos
atravesadas por clavos mientras que los ancianos ponen sus manos sobre nosotros. Ahora, como
niños, visualizando la fe, podemos oírlo decir, “Levántate, toma tu lecho y anda.” Así, tendremos
dominio sobre nuestra aflicción.

F. Identificación
Ahora, habiendo tomado cinco pasos hacia nuestra restauración completa del dominio dado por Dios
sobre todo lo que Dios le otorgó a Adán, tomemos nuestro sexto paso en el despertar de nuestra
consciencia a los derechos legales de nuestra herencia completa en Cristo, a través de nuestra
identificación con Él. En Efesios 5:30 leemos, “porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de
sus huesos.” ¿Puedes de hecho creer en esta declaración? Entonces debes darte cuenta de que aún es
el mismo Cristo, con el mismo dominio sobre todas las cosas que Él ejerció en el ministerio a través de
su cuerpo físico terrenal. También debes darte cuenta de que aún sigue teniendo dominio sobre todas

90
las cosas, ejercitando Su autoridad a través de nosotros, Su cuerpo, Su carne, Sus huesos, y Sus
miembros ahora en la tierra. De la misma manera en que Dios sopló Su Espíritu eterno en el cuerpo
inmóvil y sin vida de Adán, haciendo que llegara a ser un alma viviente; así lo ha hecho a cada persona
sobre la tierra. Esta porción de lo eterno en épocas prehistóricas pasadas, era una parte del gran
Espíritu omnipotente de Elohim. Pablo trata de ayudarnos a ver nuestra identificación en Cristo antes
de que el mundo fuera formado. Lo hace recordándonos en Hebreos 7:9-10, que Dios vio y reconoció a
Leví, el hijo aún no nacido de Abraham, como si estuviera presente. Dios lo vio escondido dentro de la
vida de su abuelo Abraham, cuando Abraham le pagó los diezmos a Melquisedec. Si Dios pudo
ver a Leví muchos años antes de que naciera escondido dentro de la vida de Abraham, ¿porque
deberíamos pensar que es extraño que Dios conociera de antemano, a través del preconocimiento
divino, a todos los que nacerían en la tierra quienes aceptarían voluntaria y libremente al Mesías como
su Salvador? Dios sí los conocía y escribió sus nombres en Su Libro de la Vida antes de la fundación del
mundo.
Aquellos de nosotros que, voluntariamente recibimos a Cristo, estábamos predestinados
corporativamente, a ser un cuerpo a través del cual Su Espíritu administraría y tomaría dominio sobre
la tierra. Pablo vio a cada creyente escondido en la vida del Espíritu de Cristo cuando Jesús fue a la
cruz. Él escribió, “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo
que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por
mí.” (Gál. 2:20). Ahora estamos despertando a nuestro poder a través de la condición de hijos y
estamos llevando nuestro estado de crecimiento desde nuestra posición; ya que todos tenemos una
posición en Cristo a través de la sangre, pero algunos tienen diferentes estados de crecimiento.
Algunos están en un estado de bebés, algunos en la niñez, y algunos han madurado en Cristo.

G. Toma Dominio
Hemos llegado a la séptima dispensación (o séptimo período) de la edad de la iglesia, el
periodo Laodiceano, y el tiempo está pasando rápidamente. La Palabra de Dios ha profetizado que
habrá un cuerpo de la iglesia preparado para llevar a cabo las aventuras de la fe. Debe existir este
séptimo remanente de vencedores por medio de Cristo para tomar dominio, “a fin de presentársela a
sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese
santa y sin mancha.” (Ef. 5:27). Nuestro Señor siempre tiene mucho que impartir a través del cuerpo
que Él escoge usar, y su cuerpo conjunto de vencedores, que salen de los órdenes humanos y del
liderazgo humano, está formando un cuerpo lleno y guiado por el Espíritu Santo.
Nuestro Señor Jesucristo ha restaurado Su dominio sobre el mundo, la carne, el diablo, y sobre
todo sufrimiento a través de la ministración de Su propia vida, dividida en los cinco dones de la
ascensión que son; apóstol, profeta, evangelista, pastor, y maestro (Ef. 4:11). Él aún ministra victoria
por medio de la habilitación de Sus nueve dones espirituales (1 Co. 12:8-10). Dios está moviendo Su
Espíritu para sacar adelante al remanente de Su cuerpo, para sacarlo de la iglesia durmiente de
Laodicea; y está comprobando Su milagrosa palabra de dominio por Su obra milagrosa de liberación.
“Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón
perfecto (maduro), a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” (Ef. 4:13). Al llegar a la unidad
del Espíritu y regresar a su primer amor en Él; puede esperar moverse hacia el orden divino, no solo el

91
de la unidad del Espíritu, sino también el de la unidad de la fe o revelación de Cristo y la plenitud de Su
gracia.
“Levantaos, salid, y pasad el arroyo de Arnón; he aquí he entregado en tu mano a Sehón rey de
Hesbón, amorreo, y a su tierra; comienza a tomar posesión de ella, y entra en guerra con él…Y me dijo
Jehová: He aquí yo he comenzado a entregar delante de ti a Sehón y a su tierra; comienza a tomar
posesión de ella para que la heredes.” Deut. 2:24, 31
“pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis
testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” Hechos 1:8

6.- Las Verdades de Salvación – Nos enseña la SALVACIÓN TRIPARTITA PARA UNA CREACIÓN TRINA.

“Dan el propósito triple de la Voluntad de Dios por Su


gracia salvadora Heb. 11:40-12:17; Lc. 19:10; Heb. 2:3”

Las Verdades de Salvación ponen a disposición del creyente el propósito triple de la Voluntad de Dios
por Su gracia salvadora (Hechos 15:11; Tito 2:11-12)
Propósito: Nos revela los efectos del Dios trino en el ser humano trino y redimido.

92
93
Corazón: 12 principios biológicos del corazón

94
En esta doctrina se trabaja mediante técnica de Aula inversa. En las siguientes líneas se establecen los
segmentos de clase que se imprimen para entregar a discípulos.

¿En qué consiste exactamente la clase invertida? Se trata de invertir los roles tradicionales: el alumno
se convierte en el protagonista, exponiendo ante la clase sus conocimientos previos, el profesor
escucha, pregunta y facilita que los alumnos adopten un rol más activo.

Esta alternativa didáctica ofrece muchos e importantes beneficios; por ejemplo, el aprendizaje se
convierte en un proceso personalizado, se fomenta el trabajo en equipo y permite que el alumno
consulte los contenidos cuantas veces lo requiera.

Sin embargo, su éxito dependerá, en gran medida, de la planeación antes de clase. El profesor debe
considerar lo que espera que sus estudiantes aprendan, facilitar recursos digitales y diseñar
actividades que le permitan comprobar si el tema se ha comprendido. Además, los alumnos deben
responsabilizarse y comprometerse con su propio aprendizaje.

https://unicla.edu.mx/blog-unicla/entretenimiento/aula-invertida-que-es-y-como-aplicarla/

PARTE 1 - AULA INVERSA


ESPÍRITU, ALMA, Y CUERPO
PARTE UNO
DEFINIDO Y ACLARADO

Después de Dios mismo, el hombre debe ser el más grande misterio, pues fue hecho a Su imagen (Gn.
1:26). La ignorancia acerca de la manera en la que fue formado el hombre no es culpa de Dios, ya que
la Biblia está llena de palabras como: “mente”, “corazón”, “alma”, y “cuerpo”. De hecho, las palabras
hebreas y griegas (leb, lebab, y kardia) para “corazón” se usan exactamente 1000 veces. “Te alabaré;
porque formidables, maravillosas son tus obras;” (Salmo 139:14).

¿Qué importancia tiene esto? De la misma manera que un conductor se beneficiaría de ser también un
mecánico cuando su auto se descompone, podemos beneficiarnos grandemente de entender estas
palabras. Tal vez un beneficio principal viene de saber cuáles versículos se aplican al espíritu, cuáles al
alma, y cuáles al cuerpo. De la misma manera que dividir el átomo es importante para el progreso del
hombre, así lo es el dividir nuestro ser, como se ve en las Escrituras, y la aplicación de ese
conocimiento es importante para el progreso espiritual.

¿No son lo mismo el espíritu y el alma? No, ya que vienen de palabras enteramente diferentes en
ambos, el hebreo y el griego. Las palabras para “espíritu” son ruach en hebreo, y pneuma en griego, y
significan una fuerte ráfaga de viento, mientras que “alma”, nephesh en hebreo, y psuche en griego,
significan un aliento suave. La palabra “neumático” viene de “pneuma”.

95
En la Biblia a menudo son mencionados como diferentes (1 Tes. 5:23; Heb. 4:12; Lc. 1:46). Si las dos
palabras son sinónimos, entonces no hay diferencia entre este cuerpo corruptible y el glorificado e
incorruptible. Ya que, “Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual.” (1 Co. 15:44).

La diferencia es también vista en el propio ministerio de Cristo, particularmente en su muerte. Cuando


el cuerpo yacía en la tumba, el alma descendió a “lo más profundo” del infierno y Su espíritu, que
había encomendado en las manos del Padre, fue al Paraíso – todo al mismo tiempo.

Is. 53:10, 11; Sal. 88 y Hechos 2:27 son solo unos pocos de muchos versículos que hablan acerca de Su
alma yendo al infierno, habiendo llegado a ser la ofrenda por el pecado por nosotros. Sus palabras
agonizantes al ladrón fueron, “Hoy estarás conmigo en el paraíso”. Había rangos en el paraíso, de la
misma manera que había diferentes ciudades de refugio en el Antiguo Testamento. Los fugitivos
mismos en el Antiguo Testamento son una figura de las almas en el paraíso. Ellos tuvieron que habitar
en cautividad en aquellas ciudades hasta la muerte del sumo sacerdote, y entonces eran liberados
(Núm. 35). Dios, que es rico para con todos los que le invocan, debió haber tenido a muchos
invocándole al arrepentirse en sus lechos de muerte cuando el diluvio de Noé los barrió. Podría ser
que ellos formaron uno de esos compartimentos en el paraíso, a donde el espíritu de Cristo fue a
ministrarles (1 Pe. 3:18,19). Cristo tuvo que dividir su espíritu, alma y cuerpo en Su muerte para
cumplir los tres diferentes tipos de el día de la Expiación (Lev. 16). Su cuerpo tenía que ser el macho
cabrío que derramó su sangre en el altar como ofrenda por el pecado. Su alma tenía que ser el macho
cabrío para expiación que llevaba el pecado al desierto solitario, donde tenía una muerte en la
soledad; Su Espíritu tenía que ser la parte de Él que fue el Sumo Sacerdote ofreciendo estos sacrificios.
Hebreos 9:14 habla literalmente de Él como nuestro Sumo Sacerdote, “…Cristo, el cual mediante el
Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios…” El hecho de que Su alma muriera por
nosotros también es visto en Isaías 53:9, donde, literalmente, la palabra muerte está en plural. ¡Oh,
que amor!

El cuerpo es consciente del mundo. El alma básicamente es consciente de sí misma, pero a través de
los cinco sentidos físicos también es consciente del mundo. El espíritu, cuando no es bloqueado por
incredulidad, es consciente de Dios. La Biblia muestra que vivimos en el ámbito “carnal” (de la carne),
“natural” (del alma), y “espiritual”. El alma es el verdadero “ego”; es nuestra personalidad y por
naturaleza es “animal” o “natural”. Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de
Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.”
(1 Co. 2:14). ¿Esto entonces deja el alma fuera del plan de Dios completamente? No necesariamente,
porque es como una parcela de terreno, “…y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.” (1 Co.
3:9, lit.). La maleza natural la cubre hasta que es cultivada. Entonces la semilla (la Palabra) es plantada.
Luego, la lluvia (el Espíritu) desciende; y con el cultivo de la cruz en nuestras vidas, llega a ser un jardín
fragante, un lugar para que Dios more en él.

96
Hay dos palabras para “vida” en la Biblia; una significa vida natural (nephesh en hebreo, y psuche en
griego), y la otra significa vida eterna (chaiyim y zoe). Mientras que el cuerpo físico solamente tiene
vida psuche (Rom. 8:10), el espíritu solamente tiene o es capaz de tener vida zoe. No hay ni siquiera
una referencia bíblica que establezca que nuestro espíritu peca o va al infierno. Sin embargo, hay
referencias del alma inmortal y del cuerpo yendo allí (Job 33:28; Is. 38:17; Mat. 10:28). “y el espíritu
vuelva a Dios que lo dio” (Ecl. 12:7). La palabra “espíritu”, así como la palabra “carne” tienen un
significado dual. En su mayoría, se refiere a la actitud de una persona (después hablaremos de esto).
Ejemplos de esto son: “quebrantamiento de espíritu”, “él tiene un espíritu malo”, o “él tiene un
espíritu bueno”. Un contraste entre el significado figurado y el literal se encuentra en 1 Corintios 5:5
(literal) y 2 Corintios 7:1 (figurado).

Cuando Dios hizo al hombre, puso el lugar del espíritu personal dentro de él para ser reservado
solamente para Él. Ni siquiera los demonios pueden entrar a ese lugar. Ellos saborean el ámbito del
alma, “porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres” (Mat. 16:23). Dios no
entrará al lugar del espíritu a menos que se lo pidamos. Una vez que lo invitamos, llenará toda la casa
con Su presencia. Si alguna de estas declaraciones parece un poco desafiante, invitamos al lector a
hacer un lado cualquier juicio hasta que haya leído todo el libro.

“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda
tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo“ (Lc. 10:27; Mat. 22:37; Mr. 12:30). El objetivo es que
estemos tan enamorados del Señor que la totalidad de nuestras vidas llegue a ser una ofrenda
encendida, colocada sobre el altar (Lev. 1:8-9). La “grosura” ilustra nuestro corazón (Sal. 119:70), los
“intestinos” ilustran nuestra alma, las “piernas” ilustran nuestra fuerza, y la “cabeza” ilustra nuestra
mente.

El CORAZÓN es el centro y el trampolín de los Principios de Vida (incluyendo las “leyes” de Rom. 6-8).

El ALMA es la Personalidad de la vida de uno (la naturaleza, voluntad, intelecto, emociones, y el ego de
uno con sus rasgos individuales). La Palabra a menudo se refiere a la persona como un alma
(“expiación sobre el altar por vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona.” Lev.
17:11). El alma tiene cinco sentidos. Vemos esto en el rico cuya alma estaba en el infierno (Lc. 16:23-
24). El alma tiene deseos y anhelos básicos, tales como el anhelo de seguridad y atención (ver “Los 7
anhelos del Alma” más adelante en el “Conjunto del Alma”). Mientras el hombre ha estudiado el
psuche o alma (psicología), es ignorante en cuanto a la parte subconsciente del hombre, la cual,
además de incluir la parte más profunda del alma, también incluye el espíritu. Dios ofrece la mejor
información para el estudio de este tema, ya que Él hizo al hombre y ha tenido mucha experiencia con
él.

La MENTE consiste de las facultades de la vida o la Práctica de la Vida. En particular, esto incluye los
cinco sentidos del alma: consciencia, memoria, razón, imaginación y afecto. En Efesios 4:17, “vanidad
de su mente” significa “inutilidad de su mente”, la cual Dios considera un pecado terrible. Dianoia o

97
“mente” es una contracción de sustantivos, mente o voluntad, y dia, prefijo que denota un canal de un
acto. Así, debería de ser “algo que se pensó”, involucrando las facultades.

La FUERZA es el carácter producido por el resto. Es el Producto de la Vida.


o El corazón es como un cofre de tesoro. ES LO QUE UNA PERSONA TIENE
o El alma es QUIEN UNO ES
o La mente es LO QUE UNO HACE
o La fuerza es LO QUE UNO PRODUCE

PARTE 2 - AULA INVERSA

El corazón es comparado al corazón de la tierra, un núcleo o centro (por su nombre) y también a la


hechura de panes (por su palabra original hebrea). Es asemejado a un observatorio o lugar cubierto
(Job 38:36); riñones (RV 1609 Salmo 7:9; Ap. 2:23); grasa (por su riqueza) (Salmo 119: 70; Lev. 1:8); un
pozo (Prov. 20:5; Juan 4:14); pechos (Nah. 2:7); un tesoro (Mat. 12:35); tierra (Mat. 13:19); un lugar
donde morar (Ef. 3:17), y una tabla para escribir (Heb. 8:10).

El alma es comparada a un suspiro gentil (por su significado original), un pájaro (Salmo 11:1; 124:7), las
entrañas (Salmo 31:9; Prov. 26:22) cámaras de las entrañas (el alma tiene posibilidades o cámaras
ilimitadas), un ciervo bramando (Salmo 42:1), un niño destetado (Salmo 131:2), tierra sedienta (Salmo
143:6), un huerto de riego (Jer. 31:12), la espalda (Is. 51:23), un cabrito para expiación (Isa 53:10),
ovejas (1 Pe. 2:25), y como un barco (Heb. 6:19).

Hay seis palabras usadas para “hombre”; cuatro están en el Antiguo Testamento, y dos están en el
Nuevo Testamento. Dios es el maestro más excelente, así que El usa las lecciones objetivas más
excelentes. No estamos tomando mucha libertad si comparamos al creyente individual con el
tabernáculo (o templo), porque las Escrituras repetidamente hacen esto (Jn. 2:21; 1 Co. 3:16; 2 Co.
5:1-4; 2 Pe. 1:14). Después de todo, el propósito del tabernáculo era ser un santuario para que Dios
morara en él; entonces, de hecho, puede representar cualquier cosa que sea Su santuario en el Nuevo
Testamento, lo cual incluye a Cristo y a la Iglesia.

El Tabernáculo es una trinidad. Hay un atrio, un patio rectangular santificado, con una entrada por el
oriente. Dentro, está el tabernáculo con sus dos cuartos. Pablo llama al primer salón (dos veces más
grande que el interior) el “santuario”, mientras que salón interior cuadrado es el “lugar santísimo”
(Heb. 9:2, 3). El atrio exterior puede ser comparado con nuestro “hombre exterior”, el cuerpo;
mientras que el tabernáculo mismo, siendo el corazón del atrio, se compararía, con nuestro “corazón”.
De la misma manera que el tabernáculo tiene dos cuartos, el “hombre interior” de nuestro corazón
consiste también de nuestra alma, la cual es como el lugar santo, y también de nuestro espíritu, que
corresponde al lugar santísimo, donde solamente el sumo sacerdote (tipo de Cristo) podía entrar, y
eso solamente en el Día anual de la Expiación. Pablo nos dice que esto representa un evento hecho

98
“una vez y para siempre” (Heb. 9:12). Cristo mora en el lugar santísimo del cielo, y también en Su lugar
santísimo dentro de nosotros. Él puede estar en ambos lugares por el Espíritu.

Nuestro Día de la Expiación “una vez y para siempre” ocurre cuando Él entra en nuestros corazones.
De la misma manera que ninguna carne podía trabajar en ese día de fiesta, tampoco nosotros
podemos trabajar por nuestra salvación “no por obras, para que nadie se gloríe“ (Ef. 2:9).

Tres cosas en el lugar santísimo ilustran a Cristo en nuestro espíritu. Entendemos, al escribir esto, que
no podemos edificar doctrinas sobre tipos del Antiguo Testamento. Sin embargo, sabemos que son
ilustraciones de verdades del Nuevo Testamento, y por lo tanto válidas (Rom. 15:4; 1 Co. 10:11; Gál.
4:24; Col. 2:17; Heb. 10:1). ¿Cuáles son estas figuras de Cristo? Primero, hemos visto que el sumo
sacerdote lo ilustra; segundo, el Arca del Pacto lo ilustra; y tercero, dentro de la nube, que descansaba
sobre el propiciatorio del arca (Lev. 16:2), estaba el ángel del Señor, quien era Cristo en el Antiguo
Testamento (Éx. 14:19; Dan. 3:25, 28; Hechos 27:23; 1 Co. 10:4). “Y cordón de tres dobleces no se
rompe pronto” (Ec. 4:12). El cordón de amor de Dios, el cual une nuestro espíritu con El, es triple.
De lo anterior, ¿qué verdad práctica podemos aplicar a nuestras vidas? Cristo en nosotros, como el
sumo sacerdote, nos ha dado “una vez y para siempre”, desde nuestro “Día de la Expiación”, una
RELACIÓN POSICIONAL. El arca, con sus objetos de valor, ilustrando las riquezas de Cristo disponibles
para nosotros, muestra que Cristo en nosotros nos da una PROVISIÓN de HEREDEROS. Si nuestra alma
se apropia de las riquezas escondidas de la sabiduría de Cristo, de su justicia, de su santificación, y
redención, no faltará nada (1 Co. 1:30). El maná, la vara de Aarón, la ley, y el propiciatorio las ilustran.
El ángel de Dios dentro de la columna de nube del Espíritu Santo representa a Cristo en nosotros, “la
esperanza de gloria”, que nos da COMPAÑERISMO PERSONAL.

El contraste entre el ministerio de los dos cuartos es una figura del ministerio de Dios dentro de tu
espíritu y tu alma. Incidentalmente, el tabernáculo ilustra una cruz. El Sumo Sacerdote entraba en el
lugar santísimo, y se paraba frente a Dios. Era Su responsabilidad, porque Él dijo; “Consumado es”.
Nuestra Justificación delante de Dios es una obra terminada. “Justificación” significa declarado justo.
“Declarado” significa que una sentencia judicial, legal es pronunciada a favor nuestro; no significa una
experiencia basada en nuestros sentimientos. En nuestro “lugar santo”, o cuarto del alma, somos
responsables de cooperar y caminar diariamente con nuestro Sumo Sacerdote, pues el sumo
sacerdote caminaba diariamente con sus hijos, mientras ofrecían el sacrificio diario y ministraba a los
muebles del santuario. Cortaban las mechas, colocaban incienso fresco en el altar del incienso (no
confundirse con el altar de bronce en el atrio), y ponían pan fresco en la mesa cada semana.

Mientras que la justificación es una obra terminada de parte de Cristo es ilustrada por el ministerio
interior en el lugar santísimo; la santificación (“ser apartado” y “limpiado”) es ilustrado por el caminar
diario en el lugar santo. “Ser apartado” involucra un caminar. Si estas en un lugar y quieres “apartarte”
a otro lugar, normalmente caminas hacia allá. Mientras que la justificación nos da vida eterna y una
posición permanente en la casa de Dios, la santificación nos da una herencia (algo más que un regalo)
y desarrolla nuestro estado de crecimiento (Rom. 6:23; Col. 3:24; Hechos 20:32; 26:18). Las siguientes

99
tres palabras griegas denotan etapas de crecimiento en la familia de Dios: “teknon”, usualmente
traducido como niños pequeños, “paidion” o adolescentes, y “huios”, hijos maduros. En una familia,
todos tienen la misma posición, pero están en diferentes estados de crecimiento.

Debemos entender que al decir que el ministerio del sumo sacerdote en el lugar santísimo ilustra la
justificación, implica que una de las tres fases de la santificación fue incorporada a la justificación.
Somos santificados por la sangre y apartados en relación a nuestra posición. También somos
santificados por el lavamiento de la Palabra (Jn. 17:17), y esto es usualmente lo que significa la
santificación. Nos aparta en cuanto a nuestro estado. La tercera fase es la de ser santificados por el
Espíritu Santo (Rom. 15:16, etc.), quien nos aparta en cuanto al servicio. En la experiencia normal, esto
es cuando, como en el libro de los Hechos, recibimos el bautismo en el Espíritu Santo después de la
salvación (los sacerdotes del Antiguo Testamento no podían servir hasta que el aceite era puesto sobre
ellos). El nuevo nacimiento ocurre cuando aceptamos que Cristo se ofreció a Sí mismo por nosotros y
el derramamiento de su sangre. Desde ese momento “…somos santificados mediante la ofrenda del
cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre...porque con una sola ofrenda hizo perfectos para
siempre a los santificados “ (Heb. 10:10, 14). Podríamos agregar que no solamente nuestro espíritu fue
santificado una vez y para siempre, ya que el sumo sacerdote también ilustra una santificación
completa cuando el rocía no solamente el propiciatorio, sino también el tabernáculo y todos los
muebles en él. Nuestros seres enteros se encuentran judicialmente “completos en él” (Col. 2:10). El
sumo sacerdote ponía aceite sobre todas las partes del tabernáculo y sobre todos los muebles
adentro, figurando lo completo de nuestro bautismo en el Espíritu (bautismo significa ser sumergido).
Después, hubo muchas veces cuando la gloria del Espíritu o cayó sobre el sacrificio o llenó el santuario,
porque hay “un bautismo” pero muchas llenuras. Pablo escribió a los Corintios, que no se veían muy
santificados en su caminar, pero los llama “santificados en Cristo Jesús“ (1 Co. 1:2).

Una mirada al tabernáculo muestra que el atrio estaba rodeado por una pared de lino blanco de dos
metros y cuarto de alto. Esto es una figura de nuestras acciones, que deberían ser tan blancas y puras
que levantaran a Cristo. La esposa está adornada con “lino fino, limpio y resplandeciente; porque el
lino fino es las acciones justas de los santos.“ (Ap. 19:8). La única entrada al atrio apuntaba hacia el
este. De la misma manera, también nosotros siempre debemos ver hacia el este, “con el sol naciente”,
para que podamos recibir más luz de Dios. El altar de bronce, usado para los sacrificios, estaba justo
entrando en el atrio. A continuación, estaba la fuente de bronce con su base hecha de los espejos de
las mujeres. La fuente contenía el agua con la cual los sacerdotes se lavaban antes de servir.
Más allá de la fuente estaba el tabernáculo mismo, con sus cuatro cubiertas. La cubierta superior
hecha de pieles de tejón, mostrando el hábito de Dios de guardar Sus más grandes tesoros en
apariencias opacas. Esto es cierto de Cristo, quien nació en un pesebre, y de Sus ministerios de hoy en
día, quienes no se exaltan a sí mismos. También es cierto de Sus iglesias donde Él es la cabeza, porque
ellas quieren que toda la gloria sea para Él. Dentro de la entrada este (la única puerta del tabernáculo)
estaba la mesa de los panes de la proposición a la derecha en el lado norte, las siete lámparas
sobresalen desde el candelero a la izquierda, y el altar de oro de incienso de frente, justo en este lado
del velo. Ya hemos mencionado el arca dentro del lugar santísimo.

100
Dios le mostró a Moisés el patrón mientras estaba en el monte. De la misma manera, debemos estar
“en el monte” cuando los patrones de Dios para nosotros sean mostrados, ya sea de manera colectiva
o individual. El lector debe leer estas líneas seriamente antes de leer la serie sobre el espíritu, alma y
cuerpo, asegurándose que está “en el monte” y preparado para recibirlo por el Espíritu.
PARTE 3 - AULA INVERSA

EL TABERNÁCULO: EL ÁLBUM FOTOGRÁFICO DE DIOS


Cristo era el tabernáculo divino en el cual habitaba la deidad. “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó
entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.“
(Jn. 1:14)

Esta gráfica del tabernáculo puede verse sencilla, pero sobreabunda con riquezas ilimitadas porque, en
un sentido, la fotografía de Cristo esta en ella; la fotografía de la Iglesia está en ella; y el creyente,
quien va a ser como Él, también puede ver su fotografía allí. Ahora nos ocupamos con la figura
individual del creyente.

Para el beneficio de aquellos que no han estudiado las piezas del tabernáculo a detalle, revisaremos
las partes en la gráfica. El tabernáculo estaba en un “atrio” abierto (3), que siempre apuntaba hacia el
este. En este atrio había dos cosas, el altar de bronce (F), y la fuente de bronce (E). Los sacerdotes
lavaban sus manos y sus pies antes y después de ministrar en el altar, donde eran puestos los
sacrificios. El primer cuarto, llamado el “lugar santo”, tenía cinco pilares sosteniendo la pantalla de la
puerta frontal. En este cuarto (2) estaba la mesa de los panes de la proposición (B), sobre la cual
descansaban doce panes sin levadura hasta cada Sabbat, cuando eran comidos por Aarón y sus hijos,
los sacerdotes.

El candelero séptuple (C) estaba en el lado sur; sus lámparas eran recortadas y llenadas en la mañana y
encendidas en la tarde. El altar del incienso (D) pertenecía al lugar santísimo (1), “el Lugar Santísimo, el
cual tenía un incensario de oro“. De acuerdo a la Mishna hebrea, era prestado al lugar santo debido a
su uso diario. Este hecho es verificado por Pablo en Heb. 9:2-4, donde el “incensario de oro” se refiere
al “altar de oro”, de acuerdo con estudiosos confiables.
101
Pablo también habla de solo dos muebles en la primera parte: “en la primera parte estaban el
candelero, la mesa y los panes de la proposición”. “En” denota ubicación, pero “el cual tenía” denota
posesión.
El lugar santísimo contenía el Arca del Pacto. Cuatro pilares sostenían el velo que separaba los dos
cuartos. Un quinto, el pilar celestial, descendía de la nube del Espíritu arriba y reposaba sobre el
propiciatorio, que era la tapa sobre el arca (A).

Había cuatro cubiertas una sobre otra en el tabernáculo, que estaban por encima de las paredes. Estas
paredes estaban hechas de cuarenta y ocho tablas de diez codos de alto (un codo tiene 45 cm.),
cubiertas con oro, como los muebles. Solamente los muebles del atrio estaban hechos de bronce, (la
fuente era de puro bronce), y el candelero de adentro era de oro puro.

Que el tabernáculo y su continuación, el templo, son tipos de verdades que nos conciernen hoy en día
está más allá de todo cuestionamiento para cualquiera que conoce la Biblia. Su propósito es ser “un
santuario para mí, y habitaré en medio de ellos” (Éx. 25:8). Esta es una figura de nosotros como
individuos. Así, el tabernáculo es un tipo no solamente de Cristo, o de la iglesia, sino también de
nosotros individualmente. Pablo, Pedro, y Cristo dan testimonio de esto (Jn. 2:19; 1 Co. 3:16; 2 Co. 5:1-
4; 2 Pe. 1:14).

Si el tabernáculo ilustra a Cristo, y si “la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo” (Jn. 1:17),
podemos esperar ver estas balanceadas en él. En efecto, así es, ya que los muebles están hechos de
tres pares. Ellos son pares de “gracia y verdad”. El altar de bronce, donde la sangre de los sacrificios
era vertida, ilustra la gracia; la fuente ilustra el lavamiento de la verdad. Literalmente, Cristo limpia Su
Iglesia por “el lavamiento del agua por la Palabra” (Ef. 5:26). La mesa de los panes de la proposición (la
verdad), dentro, encuentra el balance con el candelero (la gracia). Este candelero, en contraste con el
altar de bronce, donde la gracia es mostrada como un “favor inmerecido”, aquí se ilustra como una
“suficiencia divina” ya que el aceite continuaba supliéndose diariamente. Finalmente, vemos el Arca
del Pacto, dentro estaba la ley y el maná (la verdad); y en contraste, el altar de oro ilustra la oración o
alabanza, por la cual la gracia es almacenada.

De hecho, veamos a Cristo mismo en el tabernáculo; ya que ÉL está en el creyente, quien es una figura
del tabernáculo. Juan enlista a Cristo siendo los siete “YO SOY”:
“YO SOY el Pan de Vida” (Jn. 6:35). Nosotros, como sacerdotes, comemos de Él, nuestro “pan de la
proposición”, o pan de la Presencia. “…porque es cosa muy santa para él, de las ofrendas encendidas a
Jehová…“ (Lev. 24:9). Era tomado del pueblo (v.8), y era puesto en platos de oro hasta el momento de
comerlo. Ministramos la verdad los unos a los otros; y ésta debe venir por revelación, y debe ser
descubierta.
“YO SOY la Luz del Mundo” (Jn. 9:5), y aún Él dice: “Vosotros sois la luz del mundo…“ (Mt. 5:14). No
hay contradicción, porque Él brilla a través de nosotros. Esto es ilustrado por el candelero.

102
“YO SOY la Puerta” (Jn. 10:9). Él es el velo rasgado por el cual venimos confiadamente hasta el trono
de la gracia (Heb. 10:20).
“YO SOY el Buen Pastor” (Jn. 10:11). Como tal, Él es ilustrado por Aarón el sumo sacerdote.
“YO SOY la Resurrección y la Vida” (Jn. 11:25). Él es visto como el Ángel de Dios que estuvo en la nube
sobre el propiciatorio y quien, al levantarse con la nube, hizo que Israel se levantara hasta que
entraron en Canaán. Finalmente, Él los llevó a cruzar el Jordán, permaneció como una semana, y
entonces apareció como el Capitán de las huestes de Jehová.
“YO SOY el Camino, la Verdad y la Vida” (Jn. 14:6). Él es ilustrado por el arca, la cual guió a Israel
(siempre permaneció bajo el ángel), por los artículos dentro de ella (la Ley, el maná escondido, y la
vara de Aarón que reverdeció y dio fruto), y por la Sangre rociada en el propiciatorio.
“YO SOY la Vida verdadera” (Jn. 15:1). Debemos permanecer en Él. Tal como una verdadera viña
resguarda, aquí lo vemos ilustrado por las cuatro cubiertas: 1) La piel de tejones del exterior ilustra Su
cuerpo (hecha en realidad de tejones muertos, quienes alguna vez vivieron sobre la tierra). Cuando Él
dio Su cuerpo, se multiplicó en muchos más. 2) La piel de carnero pintada de rojo ilustra Su sangre.
“…y la misma sangre hará expiación (cubierta) de la persona“ (Lev. 17:11). 3) La cubierta de pelo de
cabra en once cortinas, es una figura de Su alma dada a nosotros. Las cabras hablan de la humanidad.
Recuerde, era el macho cabrío que era enviado al desierto (la víctima propiciatoria) que ilustraba la
muerte de Su alma en el tiempo de la Propiciación. 4) La capa de lino, blanca, bordada, en diez
cortinas, con un querubín con colores en ella, que actuaba como la base o fundamento para las otras
cubiertas y como el techo del tabernáculo. Era, de hecho, llamada “el tabernáculo”. Estamos
“completos en Él” porque Él fue dado completamente por nosotros. Si Él se hubiera quedad con
alguna parte de Sí mismo, entonces esa parte en particular de nosotros no hubiera tenido su seguridad
delante del Padre. Ya que le Padre mira el resultado final, nos mira como si ya estuviéramos
glorificados (Rom. 8:29,30); Él, sin ningún esfuerzo, considera la vida de Cristo como nuestra (Col. 3:4).
Hay tres figuras de nuestro espíritu, alma y cuerpo en el tabernáculo. Acabamos de mencionar uno de
estos tres y vimos como el Padre nos mira “aceptos en el Amado”. Ahora veremos las dos siguientes.
El mundo nos mira de la misma manera que los extranjeros habrían visto al tabernáculo y sus cuartos
al pasar por allí. No hubiesen podido ver los cuartos interiores, pero podrían haber dicho que había un
“atrio” (esto ilustraría el cuerpo), y podrían ver las paredes exteriores levantadas que albergaban esos
dos cuartos. El lugar santo de enfrente ilustra nuestra alma y el lugar santísimo nuestro espíritu. El
mundo hoy en día, mirando desde la creación externa de Dios, no puede, a través de sabiduría
humana, ver la división entre el alma y el espíritu. Así, la apariencia de ser solamente uno siendo tres
interiormente, representa la manera limitada en la que el mundo nos mira. ¿Nos vemos nosotros a
nosotros mismos como una trinidad? ¿Se muestra esto en el tabernáculo? Si.

PARTE 4 - AULA INVERSA


Veamos ahora cómo reconocernos por medio de nuestros ministerios triples.
El altar de bronce sobre la rejilla del altar ilustra nuestro cuerpo sobre la cruz (el bronce habla de
juicio). Ya que el altar mismo es básicamente de madera, la cual habla de la humanidad, y está en el
atrio, que habla de nuestro cuerpo, representa alguna parte de nosotros. Romanos 12:1 habla de
nuestros cuerpos teniendo un ministerio de sacrificio.

103
El alma, en su ministerio lo vemos ilustrado por el candelero; y el espíritu, en su ministerio de
adoración, es ilustrado por el altar de oro. Esta no está en contradicción a la explicación usual que
damos en relación a que en este cuarto de enfrente o del “alma”, la mesa de los panes de la
proposición representa nuestro intelecto, que va a sostener el pan sin levadura de Dios, el candelero
representa nuestra voluntad; y el altar representa nuestras emociones. Sino que, por el contrario, es
una ampliación de nuestro entendimiento de estos tres muebles.

Ya que una mirada al ministerio del alma, ilustrado por el candelero, será más detallado, veamos
primero el altar de oro. No es difícil creer que nuestro espíritu tiene un ministerio de enseñanza para
nuestra alma de cómo adorar, pero lo que puede ser nuevo es que el altar del incienso ilustra esto.
¿Contradice esto el punto de vista de que le espíritu personal en sí mismo no peca; ¿sino que es la
“actitud” en el alma, a la que a menudo se le llama con el término “espíritu”, la que está sujeta a
pecar? No, porque “lo que es nacido del Espíritu, espíritu es” (Jn. 3:6), y “Todo aquel que es nacido de
Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es
nacido de Dios“ (1 Jn. 3:9). De hecho él “se guarda asimismo, y el maligno no le toca.“ (1 Jn. 5:18). Esa
semilla es incorruptible, producida por la Palabra incorruptible (1 Pe. 1:23). Pablo habla de que
nuestro espíritu ora cuando oramos en lenguas. Esto forma parte de ese dulce incienso (cuando está
centrado en Cristo) que se eleva desde el altar del incienso (1 Co. 14:14; Ef. 6:18; Ap. 8:3). Ya que Dios
es amor, y “el que se une al Señor, un espíritu es con él“ (1 Co. 6:17), hay una profunda emoción en el
espíritu regenerado. El hecho de que ese espíritu es un ser racional y, por su enlace con unión divina,
tiene acceso al infinito, lo vemos en la interpretación literal de 1 Co. 2:11 “Porque ¿quién de los
hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él?“ Por medio de los
cinco sentidos del espíritu – fe, esperanza, amor, temor de Dios (adoración verdadera) y conocimiento
intuitivo (conocimiento de revelación) – y a través de los nueve dones del Espíritu, Dios provee canales
para bendecir a nuestras almas del almacén ilimitado del espíritu.

El ministerio del alma, como es visto en el candelero, es un ministerio intrincado. Mira a las veintidós
“copas en forma de flor de almendro“ (Éx. 25:33). La Palabra muestra que vamos a tener la “llenura”
de veintidós cosas. Hay nueve “manzanas” (columnas ornamentales) y sus “flores”. El espacio no nos
permite decir mucho, pero quisiera mencionar que este oro alguna vez estuvo mezclado con otro
metal (aleación); y así era nuestra alma, hasta que llegó a ser renovada para ser como Su alma (el oro
habla de una naturaleza divina). Los vasos especiales que vienen con el candelero son las tenazas, las
despabiladeras (aparentemente para recoger las mechas), y los vasos de aceite. Dios nos da tenazas de
amor para impedir que levantemos el testimonio caído de otro hermano con dedos de crítica; las
despabiladeras son para darnos esperanza, para que podamos pasar por nuestras pruebas
pacientemente; y fe para que podamos echar mano del aceite.

Si no hubiera lámparas, el propósito del candelero sería nulo. Las siete lámparas ilustran la voluntad
en nuestra alma. Ya que la voluntad no es una facultad en sí misma; es, por un lado, la expresión del
deseo de uno, y, por otro lado, el llevar a cabo el misterio de Su voluntad y propósito (Ef. 1:9). Hemos

104
visto que la palabra para la mente en su totalidad, que incluye todo nuestro intelecto (nous), y todas
nuestras facultades mentales, es dianoia. Esta consiste de los cinco sentidos de la razón, memoria,
imaginación, consciencia y afectos. Sin embargo, la voluntad del alma esta expresada en la frase, “deja
de fluctuar entre varios pensamientos”; porque cuando el alma hace esto, tiene la colección de las
siete facultades mencionadas anteriormente (o siete anhelos) para llevar a cabo lo que desea.
El alma crece por sí misma, de la misma manera que la base del candelero se extiende hacia arriba y
alarga sus brazos como un árbol. Hay anhelos o impulsos básicos (para seguridad, atención, etc.) que
son los que forman estas ramas; pero solamente puede hallar satisfacción completa al sostener las
lámparas, llenas del Espíritu Santo, brillando por Cristo. De hecho, es Él brillando a través de ellas y
llevando a cabo Su voluntad.

Debemos entrenar nuestra voluntad, por el Espíritu, para alinearse con la Palabra. Y entonces nuestra
voluntad es investida con autoridad. Ponemos a andar toda nuestra maquinaria mental para llevar a
cabo lo que deseamos hacer. Satanás se reveló por sí mismo a través de sus cinco “Yo haré”, así que
Dios lo echó fuera (Is. 14:12-14). Mientras que nuestra voluntad es la séptuple máquina mental (las
lámparas), ésta se originó desde el alma (el candelero) “de corazón haciendo la voluntad de Dios” (la
palabra traducida como corazón es psuche en el original griego)” (Ef. 6:6). El sentido del tacto del alma
(afecto) es la actividad de las emociones. La carne puede sustituir falsas emociones también. El sentido
del gusto del alma (razón) es el intelecto operando sobre nuestra alma. La palabra hebrea taam es
usada intercambiablemente para “gusto” y “razón”.

Excepto cuando es sustituido por Satanás o alguna secta, el sentido del olfato del alma (consciencia) es
el Espíritu Santo operando sobre nuestra alma para darnos discernimiento entre el bien y el mal. La
memoria es el oído del alma y recoge voces en nuestra alma del pasado.

La imaginación es el ojo de nuestra alma y, a diferencia de nuestra limitada definición de ésta, las
palabras antiguas del hebreo como del inglés nos dan su verdadero significado. Visualiza objetos no
vistos para el alma y da forma a los deseos del alma en propósitos definidos, inspirándonos hasta que
éstos se llevan a cabo. Ya que la imaginación es el alma operando sobre sí misma para darle forma, así
como a sus facultades mentales como sus deseos; la imaginación puede ser comparada a la caña
central del candelero, de la cual salían todas las otras. David puso al Señor delante de sí mismo, para
que no fuera conmovido. (Sal. 16:8).

Esta actividad combinada del alma, que mencionamos anteriormente, es “la ley de la mente”. Cuando
el alma se somete a la naturaleza de pecado, se llama “la ley del pecado y de la muerte”; o cuando se
somete a la naturaleza de Cristo, llega a ser “la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús”; o cuando se
somete a la Palabra sobrenatural, se llama “la ley de la fe”.

A veces se levanta una guerra civil en los miembros (Rom 7:23) Esto ocurre cuando somos “de
voluntad débil” en cuanto a las cosas de Dios y no preparamos firmemente todas nuestras facultades
para llegar a la meta de Su propósito, que debería ser seguir a Cristo. De hecho, aunque ya hemos

105
mencionado que nous significa intelecto y dianoia significa mente completa, aún hay una tercera
palabra principal para mente; y sugiere este mismo pensamiento, el de disponer la mente de uno,
inclinándola hacia un acto definido. El “nous” actúa como un cernidor o una cámara de filtrado para
eliminar todos los pensamientos conscientes que considera sin importancia, y poner los otros en el
alma.

La actividad combinada de nuestras facultades mentales, cuando están juntas, dan fuerza. Este es el
“espíritu” o actitud impersonal que necesita limpieza (2 Co. 7:1).
¿Dónde están las cuatro leyes antes mencionadas ilustradas en el tabernáculo? Aarón, el sumo
sacerdote, ilustra la “ley del Espíritu de Vida en Cristo Jesús”. Eleazar, su hijo, que estaba encargado de
todo el tabernáculo y de los muebles (Núm. 4:16), ilustra la “ley de la mente”, que es primeramente
responsable ante Cristo, pero también tiene responsabilidad sobre nuestro diario caminar. Itamar
significa “Costa de palmas”; las palmas ilustran la victoria, y toda una costa llena de ellas ilustra toda
una serie de victorias. Ya que la fe es la victoria (1 Jn. 5:4), es evidente que Itamar, el hermano de
Eleazar, ilustra la “ley de la fe”. Como se ha mencionado, estas leyes nos conducen en cuatro
diferentes ámbitos o niveles. Son como las velocidades de un carro. La ley del pecado solo puede
hacer a uno alejarse de Dios; ir en reversa. La ley de la mente ubica nuestro ser en el plano mental; la
ley del espíritu de vida, en el espiritual; y la ley de la fe, en lo sobrenatural, donde el Espíritu opera con
poder. La “ley del pecado y de la muerte” es ilustrada como la ofrenda por el sacrificio sobre el altar en
el proceso de ser consumida por el fuego.

Cuando la ley del pecado opera sobre las lámparas del candelero de nuestro ser, sobre nuestras siete
facultades mentales, manifestamos los pecados enlistados en Proverbios 6:16-19. Estas son las cosas
que “abomina Su alma”. Sin embargo, cuando la ley del Espíritu de vida comienza a tocar las cuerdas
del corazón del corazón de la vida, tenemos la armonía de 2 Pedro 1:5-7.

Para cerrar, compararemos la vida a un jardín con nosotros como los jardineros. Dios provee la semilla
correcta (la Palabra), la lluvia (el Espíritu), y la cruz en nuestras vidas con la cual arar. ¿Cuáles son los
utensilios del jardín? Aquí una vez más es donde los cinco sentidos del alma son importantes; ya que
los cinco sentidos, en relación al Calvario, son ilustrados por los cinco utensilios mencionados en
Éxodo 27:3 (el enrejado de bronce puro del altar, ilustra la cruz). Los cinco sentidos, cuando son llenos
del Espíritu, son ilustrados por el candelero como ya ha sido mostrado.

Ahora veremos su relación con la Palabra, el pan, mostrada en Números 4:7 donde los sentidos son
ilustrados como “las escudillas, las cucharas, las copas y los tazones para libar”. Su propósito era
ayudar en la preparación y el consumo del pan de la proposición. Las “escudillas” hablan de la
imaginación, pues en ellas colocamos la Palabra al poder visualizarla y nos damos un festín. Las
“cucharas” son como el sentido de memoria; el cual cava hasta el subconsciente, las capas más
profundas de nuestra mente, y saca el maná escondido. Las “copas” (de la palabra raíz “limpiar”) son
como la conciencia, “que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia” (1 Tim. 3:9). No hay más
vasos, entonces ¿dónde está ilustrada la “razón”? Razón en hebreo (taam) es sinónimo de sabor;

106
entonces la razón es ilustrada por el saborear del pan. Finalmente, los afectos son representados por
el incienso ardiendo que mantenía caliente el pan.

PARTE 5 - AULA INVERSA


PARTE TRES
APLICACIÓN PRÁCTICA

El conocimiento puede proveer los hechos, pero solamente la sabiduría puede aplicarlos. Que el lector
entonces le pida a Dios Su Espíritu de sabiduría.
Al principio de este capítulo escribimos acerca del espíritu, alma y cuerpo. Más adelante en el capítulo,
escribimos acerca de nosotros mismos ilustrados en el álbum de fotos de Dios, el tabernáculo del
Antiguo Testamento. Ahora veamos los beneficios prácticos que tal entendimiento nos da. ¿Cuáles son
algunos de los beneficios prácticos derivados de tal estudio?

EL REPOSO es uno. Hemos visto numerosas personas, incluyéndonos a nosotros mismos, entrar en el
reposo solamente por recibir estas verdades básicas. ¿Hay alguna duda de que, igual que en la música
encontramos el crescendo, también encontramos en Hebreos 4:12 el mensaje culminante del reposo?
Habla de otro beneficio práctico “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda
espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y
discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.” Un mecánico es eficiente porque entiende
cómo funciona un motor y, por lo tanto, se ahorra mucho tiempo. La psicología humana trata con el
comportamiento humano en un intento de ayudar a solucionar el problema básico de todo, el hombre
mismo. Sin embargo, la Palabra de Dios da la respuesta completa a esto. Hemos hablado previamente
de los ministerios de nuestros cinco miembros del alma (Rom. 7:23). Si vemos cual miembro esta fuera
de la voluntad de Dios entonces podemos tratar eficientemente con él. Algunos permiten que Satanás
tome prestada su imaginación, pero si supieran lo que está sucediendo, podrían detenerlo
rápidamente. La imaginación (la capacidad de visualizar), la razón, los afectos, la conciencia, y la
memoria deberían todos jalar juntos.

LA UNIDAD es un resultado de ver estas verdades. La oración de Cristo en Juan 17, “que ellos sean
uno”, es respondida cuando, por la unidad del Espíritu, somos reunidos; y entonces, por la unidad de
la Verdad, somos mantenidos juntos. “¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?” (Amós 3:3).
La verdad siempre está en balance. Los así llamados Arminianos y Calvinistas están viendo dos lados
de la misma gran verdad de la Salvación. Uno mira la justificación y dice con Cristo, “consumado es”, o
con Pablo, “vosotros estáis completos en Él” (Col. 2:10). El otro mira la santificación diaria de nuestra
alma y mira que estamos siendo terminados o, como Pablo orara por Epafras, “para que estéis firmes,
perfectos y completos en todo lo que Dios quiere” (Col. 4:12). Tales versículos aparentemente
contradictorios de repente se acomodan en su lugar, uno junto a otro, cuando esta verdad es
entendida, así como veremos más adelante.

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ENTENDIMIENTO, con su subproducto de “pleno entendimiento” (Col. 2:2), viene cuando vemos la
figura completa. Esto resulta en nuestro entendimiento el uno del otro. Sin él, un extremo es
demasiado crítico del otro. El creyente legalista perderá, no sus convicciones, sino su condenación;
cuando la gracia le da una actitud favorable hacia el débil en la fe. Cuando prevalece el entendimiento,
Satanás no puede mantenernos bajo condenación; aunque aún estaremos sujetos a la convicción del
Espíritu. Al ganar entendimiento en la Palabra, echamos raíces que nos sostienen a través de la
tormenta y hará que crezcamos. Alguien que siempre ha sido un bebe crecerá, tal vez por primera vez
en su vida.

Podemos mencionar muchos más resultados de esta enseñanza balanceada, pero ahondemos más en
el área del entendimiento. Como se ha mencionado, la Palabra divide el espíritu del alma; y ya que
estamos hechos a la imagen de Dios, también nosotros debemos ser trinos. Pablo oró que fuéramos
“santificados”, que significa “ser apartados”, en nuestro “espíritu, alma y cuerpo” para la venida de
Cristo (1 Tes. 5:23). No vamos a ser como el cocinero quien, después de haber sido vendado, va a la
bodega y hace un “potaje” de cualquier cosa que casualmente escoja. Aún si los ingredientes vienen
de la mejor tienda, harán indigestión. De la misma manera, muchos ministros fallan al no entender el
llamado a dividir correctamente la palabra de verdad (2 Tim. 2:15) y se preguntan porque la gente
tiene “indigestión”.

En cierta ocasión, mientras pasaba por Phoenix, un niño lleno del Espíritu me dijo confidencialmente
que Dios le dio muchos mensajes, pero que no podía predicarles a los adultos, porque no lo
apreciarían. Le pedí que compartiera uno de ellos conmigo. Su respuesta fue “¿Cuáles son la primera y
la última palabra de la Biblia? “En y Amén” finalmente me dijo. “Ya ve” continuó, “esto muestra que la
Biblia entera está hecha para ser puesta dentro del hombre” (En inglés las palabras son In y Amen, que
si las separas en sílabas quedaría In A Men lo cual se traduce En un hombre). Si la Biblia completa ha
sido dada para que “el hombre de Dios sea perfecto” (2 Tim. 3:17), y si ese hombre es trino, es lógico
pensar que algunos de esos versos tratarán con el espíritu, algunos tratarán con el alma, y otros con el
cuerpo. Esto es especialmente cierto concerniente a la salvación “le cual nos libró, y nos libra, y en
quien esperamos que aún nos librará, de tan grande muerte” (2 Co. 1:10). La Justificación, la
santificación, y la glorificación describen esta liberación triple. La Justificación resulta en nuestra
liberación, una vez y para siempre de la culpa eterna del pecado (1 Tes. 1:10) a través de la Sangre; la
cual, por supuesto, es la base para todo. La Santificación es el proceso de ser liberado del poder del
pecado (hábitos, tentaciones) a través de nuestro caminar diario, santo. La Glorificación habla de
nuestra liberación futura de la presencia del pecado, en Su venida.

La Justificación es un término judicial o legal, y la parte perdonada, que ha sido absuelta, puede o
puede no tener sentimientos. La Santificación significa que somos “apartados” y usualmente involucra
un caminar. Si estas en una puerta y deseas ser “apartado para” la otra puerta, debes caminar.
“Caminar” denota nuestra experiencia diaria y nuestros pasos de fe. Ya hemos visto varios aspectos de
la santificación:

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a) Hemos sido apartados por la sangre, con respecto a nuestra posición eterna. Esta fase de
santificación, la cual está incorporada a la justificación, también es “una vez para siempre” y nos deja
en una posición perfecta en Cristo en espíritu, alma y cuerpo (Heb. 10:10,14).

b) “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad” (Jn. 17:17). Esto es a lo que generalmente se le


refiere como santificación, y nos aparta con respecto a nuestro estado diario.

c) Cuando somos bautizados en el Espíritu Santo, Él nos santifica y nos aparta para el servicio (Rom.
15:16) de la misma manera que a los Levitas
En 1 Ts. 5:23, Pablo desea que los santos sean completamente santificados, incluyendo su espíritu. Él
sabía que, a través del nuevo nacimiento, el espíritu es hecho perfecto, pero aún necesita ser apartado
para el servicio y no permanecer inactivo. “A [Dios] quien sirvo en mi espíritu” (Rom. 1:9). Fe,
esperanza y amor son las claves para esta “tan grande salvación”, en la cual somos “justificados por la
fe” (Rom. 5:1), purificados o santificados por la esperanza (1 Jn. 3:3), y “pulido” por amor por Su
venida (1 Co. 16:22).

Estas son como piedras de construcción, una sobre la otra, de modo que la esperanza divina incluye fe
(Rom. 4:18) y el amor incluye las otras dos (1 Co. 13:7).
La salvación, en ambos, Antiguo y Nuevo Testamento tiene el sentido de ser “puesto en un lugar
seguro”. Muchas personas “salvas” necesitan ser “puestas en un lugar seguro”. Sabemos, por el
tiempo del verbo, cuales versículos se refieren a la justificación (tiempo pasado), cuales a la
santificación (tiempo presente), y cuales a la glorificación (tiempo futuro).

Ejemplos de esto se encuentran en Tito 3:5-7; Fil. 2:12,13, y Rom. 13:11. No se debe de suponer que
las palabras, “espíritu, alma y cuerpo” sean mencionadas cada vez que la Palabra se refiere a ellas. Un
ejemplo de esto se encuentra en 1 Juan 3:2-3 y 4:17, donde, por contraste, dice que seremos como Él,
que estamos siendo hechos como Él, y, con muchas palabras, que ya hemos sido hechos como Él;
“pues como Él es, así somos nosotros en este mundo”. La palabra “como” es kathos en griego y
significa lo mismo en cada sentido en particular. Físicamente seremos como Él en la glorificación, pero
ahora, nuestra alma está siendo hecha como Él, sí, está siendo purificada por esperanza. Sin embargo,
“el que se une al Señor, un espíritu es con Él.”; y nuestro espíritu, nacido del Espíritu de Dios (Jn. 3:6),
ya es como Él. Un Sumo Sacerdote completamente desarrollado está dentro de nuestro Lugar
Santísimo. 1 Juan 3:9 y 5:18 son versículos poderosos para mostrar que el espíritu es sin pecado y que
el maligno no lo puede tocar. “Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado” está hablando
más que solamente del espíritu, ya que habla de Cristo y de la naturaleza divina. Aun cuando somos
bebes al comenzar (1 Pe. 2:2), Su naturaleza divina está echando raíces en las áreas de nuestra vida del
alma que sometemos a Él.

De hecho, de acuerdo con una interpretación literal de 1 Corintios 3:9, el alma es comparada con
tierra labrada. Tres cosas componen un buen jardín: cultivo (romper y limpiar la tierra y fertilizarla), lo
cual habla de la cruz en nuestras vidas; la semilla, la cual es como la Palabra; y la lluvia, la cual es como

109
el Espíritu, que refresca la tierra seca. El suelo fue cubierto con vegetación natural antes de que fuera
arado. Sin Cristo nuestra alma es natural, y “el hombre natural no percibe las cosas que son del
Espíritu de Dios” (1 Co. 2:14). A veces plantas venenosas se arrastran dentro del alma y ésta se vuelve
peor que natural, se vuelve “carnal”. Sin embargo, al someterse al Jardinero Divino, Él la hace
fructífera y espiritual. Quiera Dios concedernos que la Palabra de Dios divida lo espiritual de lo natural
y manifieste el valor de uno comparado con el otro. Ya sea la alta liturgia o la música religiosa de jazz
con bajo, aun cuando pueda engañar al hombre sensual, no puede engañar al Espíritu de Dios.

Somos como una cámara que es enfocada hacia un objeto, en este caso Cristo. La cámara debe
permanecer inmóvil. Si en vez de trabajar para conseguir salvación accionamos el disparador de la fe,
encontramos una réplica de tamaño normal de Cristo estampada sobre el negativo, en este caso,
nuestro espíritu. Sin embargo, el negativo de nuestro espíritu debe pasar por el cuarto oscuro,
pasando a través de seis líquidos para revelarla, antes de que pueda ser enmarcada. Así mismo,
nuestra alma está en el cuarto oscuro de la vida, como se ha dicho anteriormente, hay siete llamados
al trono, siendo el séptimo cuando Cristo venga y seamos “enmarcados”, por decirlo así, en nuestro
cuerpo glorificado. La justificación es el ajuste de la vida divina para nosotros de parte del Padre. La
Santificación se trata de recibir diariamente la vida del Hijo. La Glorificación es la revelación, por el
Espíritu, de la vida del Hijo a través de nosotros, no solamente ahora (Jn. 15:8), sino cuando Él cambie
nuestros cuerpos para que sean como el glorioso cuerpo de Cristo.

Hay tres juicios que particularmente conciernen al creyente individual. El primero fue en el Calvario,
donde Cristo “apareció para quitar de en medio el pecado” por nosotros (Heb. 9:26). El segundo se
está llevando a cabo ahora, mientras Él juzga nuestros pecados, “para presentarse ahora por nosotros
ante Dios” (9:24). Finalmente, en el tribunal de Cristo, seremos juzgados de acuerdo a nuestro servicio,
ya que Él “aparecerá por segunda vez” por nosotros (9:28).

Ya hemos visto que la gracia y la verdad están balanceadas juntamente en nuestras vidas. ¿Cómo se
relacionan una con la otra? La verdad nos señala el camino correcto, pero la gracia es la suficiencia de
Dios (2 Co. 9:8), que nos capacita para llegar allí. También vimos que el tabernáculo ilustra nuestro
corazón y que los dos cuartos en él ilustran nuestra alma y nuestro espíritu. El tabernáculo consistía en
32 artículos principales, también había 32 provisiones. Su viaje en el desierto consistía de 32 paradas.
Y ya que ilustra el corazón, no nos sorprende encontrar que le valor numérico, en hebreo, para
corazón (leb) es 32. Las dos consonantes “L” (lamed) y “B” (beth) que significa, en hebreo, “enseñar” y
“casa o tienda”. El corazón es la casa donde Dios revela Su voluntad al hombre.

Alegóricamente, podemos decir que la palabra hebrea leb ilustra el corazón como una casa donde
somos enseñados. Jeremías vio el corazón como una casa, o tabernáculo, pues él dijo, “Me duelen las
fibras (paredes, en la Amplified Bible en inglés) de mi corazón” (Jer. 4:19, literal). Somos como un
universo diminuto. ¿Es incorrecto decir que somos ilustrados por el universo? ¿no serían nuestros
cuerpos ilustrados por la tierra? ¿No serían nuestros espíritus ilustrados por los cielos ilimitados sobre
la atmósfera de la Tierra? Después de todo, nuestros espíritus están hechos para tener contacto con lo

110
infinito. La palabra hebrea ruwach, espíritu, también puede significar “una región” del cielo. En este
caso, nuestra alma sería ilustrada por los cielos atmosféricos alrededor de la tierra. En efecto, nuestra
alma está sujeta a las nubes de la vida y puede llegar a ser muy cambiante (de humor). A veces
también con tormentas. El espíritu de Nimrod está vivo hoy en día, porque una vez más vemos al
hombre tratando de construir sus torres de Babel al exaltar lo terrenal contra lo espiritual. La ciencia
moderna puede enviar naves espaciales al espacio, y desde allí enviar mensajes importantes hacia la
tierra. ¿Cuánto más deberíamos, en nuestro universo personal, llegar a ser como Juan en Patmos,
quien “estaba en el Espíritu” (Ap. 1:10)? Tal vez hay todo tipo de paralelos aquí, pero el espacio no me
permite continuar. Cristo dijo que los hijos de este mundo a veces son más sabios que los hijos de luz.
Las inescrutables riquezas de los nueve dones del Espíritu son canalizadas desde nuestro espíritu
perfecto a nuestra alma, con el propósito de perfeccionarla.

Nuestro espíritu tiene tres funciones: Ser una habitación para que Cristo more dentro, el enlace entre
Dios y el alma a través de la cual la revelación es canalizada, y la respiración “porque como el cuerpo
sin espíritu está muerto” (Stgo. 2:26).
Nuestro espíritu fue creado, porque Dios sopló Su aliento creativo a Adán. Nuestra alma fue “hecha”
en el sentido que el “hombre fue un ser viviente”, “llegar a ser” y “hecho” (Is. 57:16) involucra un
proceso que no se detiene hasta la muerte. Físicamente, Adán fue formado “del polvo de la tierra”
(Gén. 2:7). Isaías lo resume cuando dice “para gloria mía los he creado, los formé y los hice” (43:7).

Nuestro espíritu añora adorar a Dios, nuestra alma anhela caminar con Dios, y nuestro cuerpo, si está
sujeto al Espíritu, trabajará para Dios; así se unen para llegar a ser un testigo para Dios.

Nuestro espíritu se originó arriba, nuestro cuerpo se originó abajo, y nuestra alma está atrapada en
medio, volviéndose el campo de batalla. Los puestos de observación que guardan el alma son sus cinco
sentidos. A veces el alma “tiene una mente propia”, pero es demasiado débil para resistir contra dos
fuerzas, y llega a ser un cautivo del uno o del otro. Cuando el enemigo ha construido su estructura allí,
debe ser derribada y limpiada. Este proceso es llamado santificación, porque solamente allí el alma es
apartada para ser usada por Dios. Entonces sigue el proceso de consagración, donde es edificada
nuestra vida nueva. La palabra en el Antiguo Testamento para “consagración” viene de la palabra
“llenar, o ser lleno de”. Al construir Dios Su estructura de fe dentro de nosotros, llegamos a ser un
poderoso baluarte llenos con la plenitud de Dios. La palabra hebrea para “fe”, “fidelidad”, y “verdad”
es “emunah”, y viene de la palabra “aman”, que significa “edificar”. Amén viene también de “aman”.
Ese niñito, mencionado previamente, quien combinaba “En” (la primera palabra de la Biblia) con
“Amen” (la última palabra de la Biblia), para mostrar que la Biblia era para ser colocada “En un
hombre”, ¡no estaba tan equivocado después de todo! ¡Qué Dios nos dé una receptividad como la de
un niño! Cada nueva verdad que Dios (no solamente nuestro intelecto) pone en nuestra alma, nos
llena un poco más con la nueva creación. La primera de las piedras de verdad que fue puesta en
nuestros corazones fue la fe en que Dios es y “que es galardonador de los que le buscan” (Heb.11:6).
Dios quiere que Su estructura de la fe, Su nueva creación, llene toda nuestra alma.

111
Por un lado, en esta era atómica, los hombres naturales, sabios, aplican leyes naturales para traer
grandes maravillas; maravillas que a menudo terminan en destrucción. Por el otro lado, Dios anhela
hacernos lo suficientemente sabios para aplicar Sus leyes espirituales, lo cual resultará en la poderosa
Iglesia avanzando hacia el último gran campo de batalla antes de que Cristo venga. Estas dos fuerzas
están poniendo en orden de batalla toda la fuerza que tienen. Satanás sabe que su tiempo es corto.
Daniel miró a este tiempo de la historia y dijo: “Los entendidos resplandecerán como el resplandor del
firmamento” (Daniel 12:3). El llamado de la trompeta está a punto de sonar. Cuando parezca que las
cosas no pueden mejorar, nos vamos a casa. “Sí, ven, Señor Jesús.” (Ap. 22:20)

PARTE 6 - AULA INVERSA


VERSÍCULOS TRAZADOS CORRECTAMENTE
VERSÍCULOS USUALMENTE MALENTENDIDOS Y TORCIDOS CON RESPECTO A LA SALVACIÓN ETERNA

Un hijo de Dios que es honesto está deseoso de lo mejor de Dios, y de la Verdad. Hay dos diferentes
puntos de vista de la salvación, pero no debería de haberlos. Uno ve una salvación incondicional
eterna, el otro una salvación condicional. Hay almas sinceras que aman a Dios fervientemente en
ambos lados. Aun así, ¿por qué cada una deja a Satanás mantenerlas divididas del resto del cuerpo de
Cristo? La oración de Cristo era que todos fuéramos uno (Jn. 17:21), y Pablo exhorta a esforzarse para
profundizar la unidad del Cuerpo en el vínculo de la paz (Ef. 4:3). Aun así, por años, uno rechaza ser lo
suficientemente flexible al Espíritu y a la Palabra para ver que el otro puede también tener algo de
verdad. Por supuesto, cada grupo rápidamente opina que el otro está equivocado. No tienes que
derribar uno para probar al otro. Si dos niños visitaron la misma casa, pero cada uno solamente fue a
un cuarto y fueron cuartos diferentes; podrían pelear al describirlos después. Cada uno puede insistir
que vieron la casa como es. Pero no sigamos siendo bebes, vamos a crecer y a ver la verdad completa.
“Encaminará a los humildes por el juicio” (Salmo 25:9). Antes de que alguien lea más de estas líneas,
por favor ore pidiéndole a Dios que usted también sea suficientemente manso y sumiso, para que, si
Dios quiere agrandar su visión de la Verdad, Él lo pueda hacer, y usted no cometa el pecado de
rebelión. “Porque como pecado de adivinación es la rebelión y como ídolos e idolatría la obstinación”
(1 Samuel 15:23). Algunos de nosotros sabemos esto por experiencia, porque hubo un tiempo en
nuestra propia vida en que fuimos diametralmente opuestos a Su Verdad. Pero en Su gran
misericordia, viendo nuestra fervorosa oración por tener solamente lo mejor de Dios, Él tomo control
para cambiar nuestra tradición suplantándola con Verdad.

En nuestro ser hay dos lugares que representan el espíritu y el alma. Este artículo muestra que el
conjunto de pasajes acerca de la salvación que son usados hoy en día el uno contra el otro en realidad
están hablando de cómo la salvación obra en cada una de las dos partes de la naturaleza humana. Hay
un fundamento que permanece seguro y está terminado, pero también, a través de la santificación
diaria de la Palabra (Jn. 17:17), hay un crecimiento diario en nuestra alma. Y es nuestra herencia, no
nuestra dádiva de vida eterna, la que se mueve en esta salvación diaria o liberación del alma.
Hay tres Aspectos de la Salvación. La salvación consiste en: Justificación, la cual es nuestra posición
delante del Trono; Santificación, que habla de nuestro estado de madurez mientras caminamos ahora

112
mismo en nuestra vida diaria, y Glorificación, que habla del fruto de nuestro servicio, a través del cual
Él es glorificado y con lo cual seremos recompensados en Su venida.

Como dice Pablo en 2 Corintios 1:10: “el cual nos libró, y nos libra, y en quien esperamos que aún nos
librará…” El tiempo pasado significa liberación del castigo eterno del pecado (1 Tes. 1:10 “Quien nos
libra de la ira venidera” – Infierno). El tiempo presente significa que estamos siendo liberados del
poder del pecado (hábitos, etc.). El tiempo futuro muestra que seremos liberados de la presencia del
pecado. Cristo en la cruz nos dio salvación cuando lo aceptamos, lo cual asegura la salvación total.
Cristo en el trono nos da salvación presente. Y Cristo en el aire nos dará salvación física, futura.
“Ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos” (Rom. 13:11). Alguien
pudiera haberle preguntado a Pablo; “Pablo, pensé que ya eras salvo, ¿qué quieres decir?” Sí, él había
sido justificado una vez y para siempre, “sellados para el día de la redención” (no para el día de
apartarnos de Dios, Ef. 4:30). Él estaba siendo santificado (limpiado, apartado y hecho santo) en su
alma cada día. Pero un día, físicamente, su cuerpo sería salvo de la presencia del pecado.

“Ocupaos en vuestra salvación…porque Dios es el que en vosotros produce…” (Fil. 2:12). Nuestra alma
tiene una salvación condicional. Salvación significa “poner en un lugar seguro”. Las condiciones existen
en esta fase de la salvación llamada santificación. “la cual casa somos nosotros, si retenemos…” (Heb.
3:6). Esto trae nuestras recompensas, buenas o malas. Incidentalmente “casa” era mejor entendido
por los hebreos, a quienes fue escrita la carta, que por los gentiles. Ellos estaban familiarizados con la
posición de las doce tribus alrededor del tabernáculo, y que la casa de la tribu de Leví, la cual era la
casa del Sumo Sacerdote, era la más cercana al santuario. Hay muchos más versículos en la Palabra
apuntando a la salvación eterna del creyente que a una salvación condicional. Y si alguien trata de
evitar estos versículos tan evidentes sobre la salvación eterna (Juan y Romanos están llenos de ellos),
encontrará muchos problemas con esos versículos. Pero nuestro objetivo aquí no es mencionar estos
que directamente muestran el lado eterno de la salvación, sino en lugar de eso, explicar los que han
sido malinterpretados y ver que estos no contradicen a los otros.

Tome, por ejemplo, Hebreos 6. Muchos corazones honestos han tratado de hacer que este capítulo
hable de la justificación. Dicen que pierdes tu posición del nuevo nacimiento si apostatas. Si el tema
fuera la justificación, entonces se podría ver, pero ¿es ese el tema? Una vista sin prejuicios observará
que allí en Hebreos 6, sin duda, el tema central es la santificación y no la justificación. Mire
cuidadosamente.

En los últimos siglos el hombre puso la división de los capítulos y de los versículos. Donde Dios en
realidad comenzó el pensamiento de Hebreos 6 es en 5:11, y de allí sigue creciendo. Estos hebreos
habían estado bajo el legalismo por tanto tiempo (ver Hechos 21:20), que, a pesar de las maravillosas
experiencias, aún eran bebés. Hebreos 5:12 y 13 aún ilustran a muchos santos de hoy en día.
Pero Pablo dice, “vamos adelante a la perfección (completo crecimiento) … y esto haremos, si Dios en
verdad lo permite.” (Heb. 6:1,3). Ahora la pregunta que naturalmente surge es ¿Qué es lo que Dios

113
permitiría? Siguiendo el pensamiento para ser consistente con él, la respuesta sería “crecer
completamente en Cristo”.

El Espíritu Santo naturalmente va a contestar esta pregunta en nuestra mente. Están aquellos que han
venido completamente a la luz y han caminado con el Espíritu Santo (ya que esto es lo que en hebreo
significa “hechos partícipes”, en Hebreos 6:4). Si ellos caen de este alto llamado de crecimiento,
llegará el tiempo en el cual el Espíritu de Dios dejará de luchar con ellos para que crezcan, a esto se le
llama contristar el Espíritu. Sin que el Espíritu le guíe a uno hacia el crecimiento, la persona nunca
crecerá. Pero puede tomar meses, o aún años, para que alguien venga a la luz, por eso no podemos
juzgar.
Satanás trata de usar este pasaje para espantar a muchas almas honestas, al torcerlo en su contra,
haciendo que teman haber cruzado la línea. Hebreos 4 muestra que en los 40 años en el desierto
algunos cruzaron a través del desierto y algunos no entraron por causa de incredulidad. Sabemos que
fueron al paraíso cuando murieron en el desierto, no solamente los llegaron a Canaán (Moisés en el
Monte de la Transfiguración muestra esto). Así que tratar de hacer que Hebreos 6 hable de la
justificación al decir que uno puede dejar de ser justificado o revertir el nuevo nacimiento, no es trazar
correctamente la Palabra de Verdad.

“Más el que persevere hasta el fin, éste será salvo” (Mt. 24:13,22). Note que está en tiempo futuro así
que trata con la salvación física, como lo muestra claramente el contexto. De hecho, está claro que
está hablando del remanente judío cuando su templo fue destruido. Una de las preguntas había sido,
“¿Cuándo serán estas cosas (la destrucción del templo)?” Por supuesto, este pasaje también ilustra el
tiempo de la gran tribulación, cuando el remanente judío deberá huir del anticristo.

¿Qué sucedió en el año 70 d.C.? Tito guió las hordas romanas con sus abominables estandartes de
ídolos alrededor de Jerusalén para desolarla. Pero Josefo nos dice que el General Tito vio una visión de
un ejército montado en caballos blancos sobre Jerusalén. Temporalmente retiró su ejército, lo que le
dio al remanente tiempo para retirarse. Trazar una línea entre tu vida eterna y tu herencia te llevará a
trazar correctamente la Palabra, que es lo que debemos hacer.

Vemos esto claramente en 1 Corintios 3, donde todos los creyentes tienen la vida eterna, su
fundamento o posición, pero no todos tienen herencia. “Si la obra de alguno (en singular, su trabajo
de vida, incluyendo el trabajo de crecimiento en Dios en ellos) se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él
mismo será salvo, aunque así como por fuego” (1 Co. 3:15). Ciertamente los hijos de Dios necesitan ser
advertidos acerca de perder su herencia, y las escrituras están llenas de tales advertencias. Pero
cuando habla de herencia, no supongamos que significa vida eterna.

Aula inversa. Se provee de los escritos fragmentados, se escuchan con lector de texto gratuito de
internet. Se exponen en la reunión y se reciben comentarios o preguntas.

114
1. APARTARSE DE DIOS
Pablo, cuando habla de los creyentes regresando al pecado, no les dice que perderán su vida eterna,
sino su herencia. Efesios 5:5 prueba esto: “Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o
avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios”. En Hebreos 10:30b, somos
advertidos que “Dios juzgará a Su pueblo”. Aun así, como se dice en Hebreos 12:8, este castigo en sí
mismo es una señal de que uno es hijo y no un ilegítimo. Es por eso (como Jonás lo descubrió) quien
no está en compañerismo con Dios está realmente recibiendo más castigo que aún el pecador en la
tierra.

Una vez más, después de pasar por una lista, dice “no heredarán el Reino de Dios”. Aquellos que
rompen su compañerismo con Dios se están robando así mismos las riquezas de la herencia de Cristo.
Esta herencia incluye el crecimiento en Cristo en esta vida (Ef. 1:17-18, Col. 1:27, Col. 2:3). El hijo
pródigo no perdió su posición en la casa; su posición fue permanente. La sangre de su padre aún
estaba en sus venas. Pero si perdió su compañerismo y su herencia (Lc. 15:11-32).
Ahora llegamos a Judas Iscariote. ¿Dónde dice en la Palabra que él alguna vez fue un hijo de Dios? ¡En
ninguna parte! De hecho, en el principio del ministerio de Cristo, ¿qué dice Cristo de él? En Juan 6:70
leemos “uno de vosotros es (no dice será) diablo”. Acababa de implicar, como diciendo, que Judas no
creía (Jn. 6:64). El pecado de raíz era que nunca recibió a Cristo Jesús como Salvador, esto es lo que
envía a las personas al infierno. “También los demonios creen (mentalmente) y tiemblan” (Stgo. 2:19).
Aún si hubiera sido de otra manera con Judas, él aún murió bajo la Ley, pues Cristo no había dicho
“Consumado es”. En Hebreos, vemos que bajo la gracia tenemos mejor sangre, mejores promesas, etc.
que las que teníamos bajo la ley. Esto nos trae a lo siguiente.

2. SIERVO VS HIJO
“Así que ya no eres esclavo, sino hijo” (Gál. 4:7; 5:4). ¿Por qué? Porque dice, no estamos bajo la ley
sino bajo la gracia. Es cierto que les dijo; “de la gracia habéis caído” (note que no es “fuera de la
gracia”), porque ellos buscaban regresar a la ley en lugar de vivir en ese alto nivel de la gracia. Muchos

115
cristianos hacen lo mismo hoy en día, pero Pablo aún les llama “hermanos” nueve veces. Su posición
como hijos de Dios era la misma (en contraste, Israel es llamado “Mi siervo”; Is. 41:8; 44:21).

Ahora, desafortunadamente no eran el tipo de hijos que pudieron haber sido si hubieran permitido
que la gracia operara en sus almas. Aquí Pablo estaba enfatizando que ellos tenían una posición de
hijos a la vista de Dios. Si somos hijos desobedientes u obedientes, eso puede ser algo diferente, pero
aun así no eran menos en su posición en la familia.

¿Por qué Pablo se llama a sí mismo siervo en otra parte? Porque, como se muestra en Malaquías 3:17,
como hijos a través del amor, podemos estar sirviendo a otros hijos. Esto aún no cambia nuestra
posición como hijos, pero si trata con nuestro servicio, que será recompensado sea bueno o sea malo.
Esto nos ayuda a entender las parábolas del siervo infiel y de las diez vírgenes (Lc. 12:37-48; Mt. 25:24-
30). Ya que las parábolas son ciertas, no están hablando de que alguien pierda su posición, sino de lo
que recibirá el servicio infiel; ya que la confusión es una oscuridad externa que los rebeldes
encuentran en su mente, y es una forma de castigo. El “crujir de dientes” es visto en el Salmo 112:10
como algo que es posible aún ahora.

Tres hijos pueden estar sentados en la misma mesa con mamá y papá. Uno es un bebé, otro es un
adolescente, y el otro es un adulto joven. Lo que les da la misma posición en la familia no son sus
obras, buenas o malas, sino su nacimiento a través del padre y también su sangre en ellos. Pero mira
las diferencias de sus estados de crecimiento.

Así es con la familia de Dios. El nuevo nacimiento y la sangre de Cristo nos han dado a todos, una
posición perfecta en Cristo. Pero ¡qué diferencia hay en el estado de crecimiento y compañerismo!.
Hay vida y una “más abundante”. Como hijos tenemos vida eterna, pero como discípulos tenemos vida
abundante, ésta última es por lo que uno necesita la llenura del Espíritu Santo.

3. BLASFEMIA CONTRA EL ESPÍRITU SANTO


Antes de dejar los evangelios, notemos una cosa acerca del pecado de blasfemia contra el Espíritu
Santo. Muchos creyentes honestos están detenidos por la condenación, ya que Satanás les ha dicho
que han blasfemado contra el Espíritu Santo por cualquier cosa que haya pasado antes. En primer
lugar, no hay registro escritural de alguien que haya tenido una fe en Cristo de corazón que haya
blasfemado. Así que estamos caminando en hielo delgado al asumir que una cosa así sería posible.
Cuando la blasfemia contra el Espíritu Santo es mencionada, siempre fue a los fariseos y a los líderes
nacionales, a quienes Cristo llamó “hijos del diablo”. Pero aún si hubiera estado hablando con gente
que hubiera creído en Cristo, hay prueba positiva que esto no podría de alguna manera tener efecto
en su posición eterna. Pues en Mateo 12:32 leemos: “A cualquiera que dijere alguna palabra contra el
Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado,
ni en este siglo ni en el venidero” ¿cuál era “este siglo”? Y ¿cuál era el “siglo venidero”?

116
Desde la perspectiva de Cristo, “este siglo” era el siglo en el que Él estaba presente; la Era de la Ley. “El
siglo venidero” es la Era que le seguiría, la cual es nuestra Era de la Gracia, la cual es la única
explicación lógica, porque Israel, a través de sus líderes nacionales era culpable de blasfemar contra el
Espíritu Santo. Y en Zacarías 13:1, inmediatamente después del final de esta Era de la Gracia, leemos
de la fuente que será abierta a Israel por pecado e inmundicia. Esa maldición no residirá más sobre
ellos.

Otra fuerte indicación de que este pecado no puede ser cometido por el creyente es visto en que no
está registrado en Juan. Todos los estudiosos saben que Juan está específicamente escrito para el
creyente. Entonces no debió haber sido necesario para el creyente. Lo siguiente es un verdadero
punto clave para confirmar el estatus del creyente.

Cristo dice, en Juan 3:6, “Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu
es”. Juan continúa hablando acerca de lo que es nacido del Espíritu en 1 Juan 3:9, “Todo aquel que es
nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar,
porque es nacido de Dios.” Aquí no está contradiciendo 1 Juan 1:8, el cual está hablando del alma –
“pecado” en griego simplemente significa “fallar al blanco” así que Pablo, comparándose con Cristo
dice, “yo soy el primero (de los pecadores)” (1 Tim. 1:15) – algunos equivocadamente tratan de torcer
este versículo para decir que significa que, si uno peca, entonces no es nacido de Dios. Pero esto
absolutamente no está permitido por las leyes de la gramática. En 1 Juan 5:18, va aún más adelante y
dice que “Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca”.

Una cosa debe ser mencionada aquí, y esa es que la palabra “espíritu,” así como la palabra “carne”
puede ser usado en un sentido dual. “Carne”, por ejemplo, tiene ambos sentidos, literal y figurado. En
Romanos 7:18, Pablo dice, “Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien”. Obviamente, no
se estaba refiriendo a la carne literal, el cuerpo, donde habita el Espíritu Santo, sino que se está
refiriendo a la carne siendo esta la vieja naturaleza. La palabra “espíritu” puede ser usada en un
sentido personal, significando nuestro espíritu personal, o en sentido figurado, refiriéndose a nuestra
actitud. Un ejemplo de lo último es Efesios 4:23, “y renovaos en el espíritu de vuestra mente”. Otro
ejemplo de donde el espíritu significa actitud es 2 Corintios 7:1, “limpiémonos de toda contaminación
de carne y de espíritu”. El hecho mismo de que aquí “carne” obviamente no es literal sino figurado, es
prueba de que “espíritu” es figurado también. En contraste encontramos las palabras carne y espíritu
ambos usados en sentido literal en 1 Corintios 5:5. Pablo había apenas mencionado la destrucción
física (1 Cor. 3:16-17) y es obvio que en 5:5 es la carne física la que es destruida. Por lo tanto, tendría
que ser aquí el espíritu personal literal. “El tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a
fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús”. La blasfemia en contra del Espíritu Santo es
definitivamente un pecado, así que obviamente existe esta parte del creyente que nunca puede
blasfemar o cometer cualquier otro pecado. Cuando los discípulos desobedecieron tres veces el
mandamiento de Cristo de velar y orar en Getsemaní, Cristo no les atribuyó esa desobediencia a su
espíritu, ya que “el espíritu está dispuesto pero la carne es débil”.

117
4. ¿DE QUIÉN DEPENDE LA SALVACIÓN?
Algunos piensan que por nuestra propia voluntad podemos perder el nuevo nacimiento y llegar a ser
no nacidos. ¿Qué dice la Palabra de esto? En Juan 1:13 encontramos que no fue nuestra voluntad – al
menos no finalmente– sino la de Dios la que nos trajo a este nuevo nacimiento, “los cuales no son
engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios”. Si es la
voluntad de Dios la que nos trajo a esto, es la voluntad de Dios la que nos mantiene allí. “Y esta es la
voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo
resucite en el día postrero” (Juan 6:39). ¿Es nuestra voluntad más fuerte que la de Dios?
Pero ¿cómo será resucitado en el día postrero? Obviamente esto habla del Día de la Resurrección.

Pablo nos dice en 1 Corintios 15 que habrá rangos en la resurrección. El cielo no será una democracia
glorificada ni comunismo (1 Cor. 15:37-42). El Tribunal de Cristo es para el creyente en ese tiempo. Mil
años después vendrá el Juicio del Gran Trono Blanco, que es otro juicio distinto, el cual incluye a los no
salvos (Ap. 20:11).

5. EL TRIBUNAL DE CRISTO
El Tribunal de Cristo es ilustrado en 1 Cor. 3:11-15: “Porque nadie puede poner otro fundamento que
el que está puesto, el cual es Jesucristo. Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras
preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará,
pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. Si permaneciere la
obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá
pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.”

Aquí vemos a dos creyentes delante de Cristo el Juez. Ambos tienen el mismo fundamento. Esto ilustra
nuestra perfecta posición y nuestro espíritu perfecto, el cual es sin pecado y que todos los creyentes
tienen en común. Pero note el contraste entre los dos. También note que “obra” es singular, lo cual
sugiere nuestra obra total de vida.

En 2 Corintios 5:10 leemos, “Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal
de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno
o sea malo.” Así que las malas obras recibirán alguna forma de retribución de la misma manera que las
buenas obras.

El hombre tiene dos cosas que quieren ganar su voluntad, la cual determina sus recompensas. Por un
lado, está el espíritu sin pecado de Cristo innato dentro de él. Por el otro lado está la “carne”, donde
no hay nada bueno. Cada día debe determinar si camina en la carne o en el espíritu. Pero recuerde
que esto, como lo muestra Abraham, determina no nuestra vida eterna (nuestra posición) sino nuestra
herencia. Ya que en el gran capítulo de la fe de Hebreos 11 leemos en el verso 8; “Por la fe Abraham,
siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a
dónde iba.“ Note que la herencia de Abraham dependió de su caminar de fe, y así es con nosotros,

118
pero nuestra vida eterna se sostiene de la posición perfecta que la sangre de Cristo ha provisto
eternamente.

“Mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (Rom. 6:23). Pero en contraste,
“sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.” (Col.
3:24). Uno es un regalo y la otra es una recompensa.

A veces uno teme que al aceptar la enseñanza de la redención eterna (un término escritural, Heb.
9:12) inducirá a una vida desatada. Y si no se pone el balance, podría serlo. Pero Dios no nos ha dado
una gracia “grasosa”, sino una gracia que agradece. La promesa es de buenas nuevas, y esto lo induce
a uno a la gratitud. Cristo dice, “Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para
siempre.” (Jn. 8:35). Dios no quiere que tengamos un punto de vista sin balance. a los no salvos (Ap.
20:11).

6. EL BALANCE
La Justificación va a ser balanceada por nuestra santificación diaria. Algunas personas piensan que son
justificados por su santificación (el legalismo anima esto), otras personas sienten que son santificados
por su justificación. No comienzas a limpiar el pez si no lo matas primero.

Otro incentivo hacia la santidad, la cual es frecuentemente malentendida pero aun así es escritural, es
este: Pablo buscó una mejor resurrección en Filipenses 3:11. La mayoría de los cristianos hoy en día no
están esperando algo más que la resurrección de la iglesia completa subiendo simultáneamente. Por
supuesto, finalmente toda la iglesia será resucitada, pero hay muchos versículos condicionales que
establecen condiciones especiales para una “resurrección fuera de” mencionada por Pablo en este
pasaje. Porque eso es lo que la palabra griega traducida “resurrección” significa aquí. Algunos de esos
versículos condicionales tienen que ver con las cinco vírgenes prudentes en contraste con las cinco
vírgenes insensatas, y los siervos fieles en contraste con los siervos infieles.

En Lucas 21:36 uno lee: “Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar
de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre”. Pablo se refiere a
esto como una carrera en la cual debemos ir hacia delante hacia “el premio del supremo llamamiento”
(lit. “el llamado hacia arriba”) de Dios en Cristo Jesús (Fil. 3:13). Ya que Israel es un tipo de la iglesia y
ellos tuvieron su mejor resurrección (Heb. 11:35), ¿por qué debería pensar la Iglesia que es menos que
Israel?

Cuando Cristo les dijo a las cinco vírgenes insensatas “No os conozco”, la palabra griega es más fuerte
que solamente el hecho de conocerlas. Implica realmente conocer a alguien subjetivamente, lo que
implica conocerlas íntimamente, lo cual requiere amor. 1 Corintios 8:3 establece que “Si alguno ama a
Dios, es conocido por él”.

119
La Fe, la Esperanza, y el Amor: la Fe es necesaria para la justificación (Rom. 5:1). La Esperanza es la
clave para la pureza o santificación (1 Jn. 3:3). Y el Amor es la clave para prepararnos si esperamos que
Cristo sea nuestro Esposo en la Glorificación (1 Cor. 16:22). Es posible ser como la Iglesia de Éfeso,
tener fe de salvación, mas haber dejado nuestro primer amor.

Hay una diferencia entre la vida eterna y la corona de vida. La Palabra de Dios no dice “para que
ninguno tome tu vida eterna”, sino que dice enfáticamente “retén lo que tienes para que ninguno
tome tu corona” (Ap. 3:11). Las promesas para los vencedores están enlistadas en Apocalipsis 2 y 3. El
pueblo de Dios vendrá a la unidad por la cual Cristo oró para ellos, cuando comiencen a tener
humildad para ver ambos lados de la moneda de la verdad en lugar de solo ver el lado de su posición
actual

7. EL EJEMPLO DE ALGUIEN QUE RECAE


La gente tiene una idea equivocada acerca de la fe. Cuando Cristo le dijo a Pedro que “pero yo he
rogado por ti, que tu fe no falte”, se estaba refiriendo al tiempo del sacudimiento cuando él negaría al
Señor (Lc. 22:31,32). Si hubiéramos estado allí y juzgado las cosas por nuestros cinco sentidos, imagine
nuestra conclusión. Podríamos haber pensado, “si Pedro alguna vez tuvo fe, seguramente ya no la
tiene ahora.” Podríamos ser como el muchacho que mira el suelo en invierno y dice, “El tulipán ya no
está donde estaba antes”, y en la primavera siguiente está sorprendido de verlo florecer allí otra vez.
La vida está en la semilla. Si Pedro no tuvo fe entonces, la oración de Cristo se habría quedado sin
responder, y ¿cómo podríamos confiar en Él otra vez? Pero Aquel cuyos caminos son más altos que los
nuestros, así como los cielos están sobre la tierra, podía ver profundamente enterrada bajo el lodo del
dilema presente de Pedro, una fuerte y escondida convicción que Jesús era el Mesías, el Cristo. En
Pentecostés Él floreció otra vez con fragancia completa.

El Rey Saúl, que recayó, nos muestra algo similar en el Antiguo Testamento. Ya que tres veces Samuel
(y la Palabra de Dios confirma repetidamente que era Samuel) fue llamado a venir del Paraíso para
hablar con Saúl. (Esto no podría jamás suceder ahora, porque el Paraíso ya no está más bajo la tierra).
Samuel reprimió a Saúl severamente. Le dijo “Jehová te ha hecho como dijo por medio de mí; pues
Jehová ha quitado el reino de tu mano, y lo ha dado a tu compañero, David. Como tú no obedeciste a
la voz de Jehová...” (1 Sam. 28:17-19). Pero entonces le dice a Saúl donde él y Jonatán (uno de sus
caracteres más dulces en la Biblia) en breve estarán: “y mañana estaréis conmigo, tú y tus hijos”.
Sabemos que esto es más que una condición general; es una ubicación definida: el Paraíso.

¿Y qué hay acerca de la “puerca y el perro” de 2 Pedro 2:22? Las escrituras nunca dicen que alguno de
estos haya sido alguna vez algo más que una puerca y un perro. El lavado de la puerca no cambia su
naturaleza interior. Cuando Cristo vino, Él dio conocimiento completo del camino de rectitud a
aquellos fariseos. Pero alguien pudiera preguntar, “¿Cómo podría Pedro estar refiriéndose a gente no
salva cuando esta palabra “conocimiento” en el versículo 20 es epignosis, o “conocimiento completo”,
en contraste a gnosis, o conocimiento de hechos? Pero la misma palabra epignosis es usada para la
humanidad en su condición depravada en Romanos 1:28, y otra vez en Romanos 3:20, “ya que por las

120
obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el
conocimiento del pecado”. El conocimiento solo no salva, es solamente por fe.

La siguiente pregunta es, ¿Por qué Pedro usaría la palabra “escapar”? ¿No sugiere eso que habían
nacido de nuevo? No, si entiende lo que la palabra griega “escape” significa. También puede significar
“huir de”. Mire cuanta gente huye de la tierra de opresión, pero esto no garantiza que han escapado
completamente.

El Espíritu de Dios trae al pecador bajo convicción. El Rey Agripa era uno. Muchos pecadores han
escuchado el claro llamado del evangelio, pero frecuentemente cuando pasan al frente a recibir a
Cristo, les piden que firme sobre la línea punteada y llega a ser un miembro de la iglesia en lugar de un
miembro de Cristo. Y como la puerca que pensó que estaba lavada, esa persona podía tener un trabajo
de lavado externo, temporal y aun así perderse la salvación misma, y por consiguiente aún confundir a
otros. En otras palabras, es como el perro que regresa a su vómito, porque sin un cambio de corazón
solo se puede llegar hasta cierto punto.

Justo antes de este pasaje en 2 Pedro, se ha hecho mención en 2:17 acerca de “fuentes” (manantial)
sin agua; esto habla de alguien con una profesión de vida, pero sin la posesión. Cristo dijo, y debemos
depender de Sus palabras aquí, que el que cree en Él nunca tendrá sed, lo que significa que siempre
habrá agua profunda en la fuente en algún lugar (Juan 4:14). La verdadera fuente es la de la salvación.
“Sacaréis con gozo aguas de las fuentes de la salvación.” (Is. 12:3). Pero las fuentes de 2 Pedro 2:17
son fuentes sin nada de agua.

8. SANTIFICADOS POR LA SANGRE Y POR LA PALABRA


Antes de que veamos Hebreos 10, ya que la santificación por sangre es un tema favorito allí, veamos la
importancia del derramamiento de la sangre de Cristo. En Levítico 17:14 dice, “Porque la vida de toda
carne es su sangre”. La palabra “vida” es nephesh, que en Hebreo significa alma.

Ahora entendemos porque Colosenses 3:4 dice, “Cuando Cristo, nuestra vida, se manifieste”, ya que
Cristo está cubierto por Su vestidura sumergida en Su propia sangre (Ap. 19:13). Es Su sangre al que se
presenta en lugar de nuestra alma delante de Dios, de la misma manera como la moneda de oro
escondida se mantiene respaldando al frecuentemente sucio papel moneda que está en circulación.
Así que, cuando Cristo nos santificó por Su sangre, está garantizando una posición justa para nuestra
alma delante del Padre (Recuerde que hay una diferencia entre nuestra posición y nuestro estado
presente de compañerismo).

En Hebreos 10:10 dice que somos santificados a través de la ofrenda del cuerpo de Jesucristo (que
implica Su sangre, versículos 19 y 29) una vez y para siempre. “Una vez para siempre” es la palabra
griega “hápax” que significa una vez y para siempre, que se refiere a algo que está hecho de tal
manera que tiene validez perpetua y nunca necesita repetición. Esto de ser santificados por la sangre
que fue simultáneo al nuevo nacimiento, está en contraste con la santificación progresiva y diaria por

121
la Palabra (Jn. 17:17). La continuación de este pensamiento está en el verso 14, que dice, “porque con
una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados”. Esto se refiere a nuestra posición
perfecta, recibida en el nuevo nacimiento.

Ahora, con este trasfondo positivo, acerquémonos a Hebreos 10:26-29, “Porque si pecáremos
voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio
por los pecados [esta es la manera misericordiosa de escapar], sino una horrenda expectación de
juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios [la manera de escape del juicio].”
Primero que nada, ¿cuáles son estos adversarios? El Padre del hijo pródigo amaba a su hijo, pero una
cosa que odiaba era la rebelión en el alma de su hijo. Eso era lo que él consideraba su adversario. Y así
es con Dios. “Porque de tal manera amó Dios al mundo”. Pero es la rebelión, especialmente en sus
hijos rebeldes, que Dios considera Su adversario.

Dios ha prometido que Él va a destruir a Sus adversarios. Él nos invita a permitirle hacerlo de la
manera fácil, pero si no lo hacemos, Él lo hará de la manera difícil. Esto podría ser hecho a través de la
enfermedad, falta de bendición, o aún muerte prematura como casi ocurrió en 1 Corintios 5:5, o como
se mencionó en 1 Juan 5:16. Pero cuando Dios interviene, Él es el victorioso y no hay nada sino cenizas
de lo que una vez era el enemigo en nuestras vidas, porque el pecado no puede entrar en el cielo. Esto
es ilustrado en la ley de limpieza del botín de guerra (Núm. 31:21-24). Porque mientras que el botín
suave solamente requería el lavado de agua para limpiarlos; el botín de materiales duros, el botín de
metal, no era limpiado solamente con agua, sino que también requería la purificación por fuego.
Quiera Dios mantenernos suaves para Él, para que el lavado de la Palabra sea suficiente. Después de
mencionar el peor tipo de posibilidad de alguien que recae, en Hebreos 10:29, Dios aún les llama Su
pueblo en el versículo 30. “El Señor juzgará a Su pueblo”.

9. VER A DIOS
La Biblia dice en Hebreos 12:14: “Sin santidad (santificación) ¿nadie irá al cielo? o ¿“verá al Señor?
Pedro también habla de aquellos sin ciertas virtudes como “ciegos”, y de vista corta (2 Pe. 1:9). Hay
muchas personas que son ciegas, pero eso no significa que estén muertas, algunas están muy vivas.
Pero la visión de fe y la percepción de Su grandeza está perdida sin la santificación. “Bienaventurados
los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios”. “Ver” en griego aquí significa “prestar atención,
discernir”, y los que no son santificados no disciernen a Dios. Es el ungüento de la unción (Ap. 3:18) lo
que da visión clara (muchos cristianos sin esto son ciegos a un camino más profundo). Un día sus ojos
serán abiertos cuando los ojos de fuego los penetren en el Tribunal de Cristo. Entonces será muy tarde
para regresar y ser más santificados, su caminar habrá terminado, y el día de la recompensa habrá
llegado. Serán “salvos, aunque así como por fuego”. Ellos eran como la “pequeña hermana” de la
esposa cuya fuente fue sellada (Cantares 4:12) y no como la Esposa que era una fuente de jardines, un
pozo de aguas vivas. Era la esposa quien vio al esposo en su vida más personal, no la pequeña
hermana. Es la santificación de Cristo dada a nosotros la razón por la cual cualquiera de nosotros
podemos ver a Dios (1 Cor. 1:30).

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No todos los que son salvos habitarán la Nueva Jerusalén. Aunque todos los que son salvos pueden
tener acceso para entrar y salir, siendo el Cielo un gran lugar y la Nueva Jerusalén solamente la
“capital” de esta. Los “mentirosos”, aquellos que dicen que Cristo no es el Salvador (1 Jn. 2:22) y los
“perros”, solamente van a ser capaces de ver desde el infierno y ver a lo lejos, si es posible, mientras
los redimidos por la Sangre estén disfrutándolo. Incidentalmente, tan pronto como Juan definió quien
era el verdadero “mentiroso”, nos dice el propósito de la unción (1 Jn. 2:27), “así como la unción…es
verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.”

10. PERMANECIENDO EN ÉL
Hay dos significados en la Palabra para la frase “en Él”. Tal vez esto se ve mejor en Juan 15, donde
habla del pámpano que permanece. Aquí muestra el permanecer condicional que depende de
nosotros. Pero ¿se ha detenido a darse cuenta de que, escondido debajo de eso, hay un permanecer
“en Él” que es su responsabilidad? Porque esa parte del pámpano, en el corazón mismo de la Vid no
puede ser cortada sin cortar la Vid completa en dos. Esa es la parte fundamental del pámpano donde
está su permanencia.

Pero hay una parte de crecimiento de la Vid, el “en Cristo” que es nuestra responsabilidad, que es
donde está el fruto. Esto nos muestra los dos lados de la misma moneda de estar en Cristo. Un lado es
simplemente la obra del Padre. Eclesiastés 3:14 dice, “He entendido que todo lo que Dios hace será
perpetuo”. Este “En Cristo” posicional es contemplado en 1 Cor. 1:2 y 1:30. Esos corintios ciertamente
no estaban santificados en su conducta diaria. A pesar de eso, fueron “santificados en Cristo Jesús”.
“Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación,
santificación y redención” (1:30). Esto es el tener una posición en Él, lo cual es la obra del Padre. El
otro lado de estar en Cristo es permanecer en Él en nuestra diaria experiencia. Esto es lo que produce
el fruto. permaneced en él.”

11. BORRANDO EL NOMBRE DEL LIBRO


A los vencedores de Sardis Dios les dice, entre otras cosas, “y no borraré su nombre del libro de la
vida, y confesaré su nombre…” Malaquías había mencionado el “libro de memoria” (Mal. 3:16). Pero
por todo Apocalipsis se menciona el libro del Cordero donde cada justificado está registrado. Note
siempre tres cosas en el estudio de la Biblia, que son las que forman la ley del contexto: (1) ¿Quién
está hablando? (2) ¿A quién le está hablando? (3) ¿de qué está hablando?

Aquí el Señor está hablando, y no solo a la pequeña iglesia de Sardis, sino al gran número de cristianos
que vivirían en la Era de la Iglesia. Las siete iglesias de Apocalipsis 2 y 3 ilustran la Era de la Iglesia,
dividida en siete periodos de tiempo (Ap. 1:1). La parte temprana de la Era de la Iglesia fue el periodo
de Éfeso, y durante el tiempo de la Reforma fue el periodo de Sardis. ¿Cuál fue el arma principal de
Satanás para prevenir que alguien fuera un vencedor en aquel entonces? La excomunión papal de
aquel que abiertamente confesara a Cristo. Así que, si hubiéramos vivido en ese entonces, ¿cuál [más]
sería el más grande ánimo para nosotros que Cristo diciéndonos lo que Él les dijo a ellos? “Dejen que
la jerarquía religiosa borre su nombre de su libro, pero Yo no borraré su nombre de mi libro”.

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Tengamos la confianza de Pablo. Él dice por el Espíritu que somos sellados, no hasta el día que nos
apartemos, sino hasta el día de la redención (Ef. 4:30). Pablo está persuadido de que “Él es poderoso
para guardar mi depósito hasta aquel día” (2 Tim. 1:12). Algunos piensan que “vida eterna” es como
una joya preciosa que uno puede guardar o desechar. Pero es vida eterna en un sentido mucho mayor
que solo eso. Pablo dice que él había depositado este regalo en el banco celestial, así que no puede
perderse. Una persona cuerda no pondría en manos de un bebé una joya muy rara. Él dice en un lugar
que no solamente somos sellados por el Espíritu, sino que estamos en Cristo, y ya que Él está en el
Padre, esta vida eterna está en un depósito tan seguro que Satanás no pude subir y robarla. Pero en
contraste, en 2 Tim. 1:14 dice “Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que mora en nosotros” y
así ser recompensado. Así que otra vez, no es nuestra posición o vida eterna en Cristo la que tenemos
que retener. Cuando Él dijo, “Consumado es”, Él lo hizo. Es nuestro compañerismo con Él lo que vamos
a guardar. “Para que ninguno tome tu corona” (Ap. 3:11).

“Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida,
y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.” (Ap. 22:19). La palabra “parte” es
un término de herencia y es la misma palabra usada cuando el hijo pródigo despilfarró la “porción” de
su padre. Así que es la porción del árbol de la vida abundante, y no el árbol mismo lo que se pierde. En
Apocalipsis 2:7 el árbol está en medio del Paraíso de Dios y su fruto es para el vencedor.

Antes de que dejemos completamente el tema de vencer, recordemos que de la misma manera que
Israel venció a Egipto, al desierto, y a los canaanitas, así éstas muestran tres cosas que deben ser
vencidas hoy en día. Todos los creyentes a la vista de Dios (tal vez no a la vista del hombre), han
vencido posicionalmente al mundo. Ya que Egipto ilustra el mundo y todo Israel venció a Egipto en el
Mar Rojo. “Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios” (1 Jn. 5:1). “Porque todo lo
que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.

¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? (1 Jn. 5:4,5).
A continuación están aquellos que han vencido la carne (Gál. 5:16). Finalmente, están aquellos que
han vencido al diablo (Ap. 12:11). En conjunto forman el ejército de Cristo, quienes son “llamados, y
elegidos y fieles” (Ap. 17:14). Mientras estamos en 1 Juan, notemos otro contraste triple. (A) En 3:2
“Seremos semejantes a Él”. El siguiente versículo, 3:3 declara, (B) que estamos siendo hechos como Él.
Pero vemos en 4:17, (C) “…pues como él es, así somos nosotros en este mundo”, o que ya hemos sido
hechos como Él. Esto puede aplicarse solamente a nuestro espíritu renacido. Y muestra que hay un
Cristo completo dentro. Él es perfecto, y de acuerdo a esto, ya hemos sido hechos perfectos,
justificados, santificados, y glorificados (como también dice Rom. 8:30) porque Él es así, y si nosotros
somos como Él es, también hemos sido hechos así. Esto habla del Cristo nacido en nuestro espíritu, y
también de nuestra posición perfecta, completa en Cristo. Pero nuestro camino de santificación, que
requiere de la esperanza para purificarnos, nos está haciendo como Él ahora, en la vida de nuestra
alma. Y un día, Él va a venir y entonces nuestros cuerpos serán como el Suyo, ¡Aleluya! Es como
enfocar a una persona con una cámara. Instantáneamente, cuando tomas la foto, hay una réplica

124
completa de la persona en el negativo. Éste es como la justificación. Al activar el disparador de
arrepentimiento y fe instantáneamente coloca al Cristo completo en nuestro espíritu. Entonces, el
filme es sujeto a diferentes químicos en el cuarto oscuro, pasando por un proceso de revelado. Esto es
como nuestra alma en el mundo oscuro, al someterse a los líquidos espirituales de la gracia de Dios.
Pero un día, el Señor vendrá y nuestros cuerpos serán como Su glorioso cuerpo. Esa será la
glorificación.

12. EL PACTO DE LA GRACIA DE LA SALVACIÓN ETERNA


Juan nos dice que no solamente estamos en la mano de Cristo, Juan 10:26-29, sino que al mismo
tiempo estamos en la mano del Padre. De hecho, estamos grabados en la palma de Sus manos (Is.
49:16). En los días de antaño las dos partes que sellaban un pacto se daban las manos como muestra
de que este pacto no podía ser roto. A la fecha, Dios había hecho seis pactos con el hombre, pero el
hombre ha roto cada uno de ellos. Ahora Él hace este Pacto de Gracia para que no pueda ser
quebrantado. Lo hizo entre Él y Su Hijo, quien es nuestro apoderado. El Hijo lo selló, primero por Su
sangre, y en este pasaje de Juan 10 con el apretón de manos, y usted creyente, amigo, está en medio
de él. “Y yo les doy vida eterna (¿alguna condición aquí?); y no perecerán jamás (en griego es mucho
más fuerte, un doble negativo en el versículo, doble no por uno nuestro), ni nadie las arrebatará de mi
mano.” (Jn. 10:28). Recibamos las palabras de gracia que vienen de Su boca. Amén. “Tu Palabra es
Verdad”.

Como se mencionó arriba, “Salvación” en el contexto de ambos, Antiguo y Nuevo Testamento,


significa “ser puesto en un lugar seguro”. Esto significa que hay mucha gente que aún necesita “ser
puesta en un lugar seguro”. La Salvación en tiempo presente casi siempre se refiere a la Justificación.
“…nos salvó…por Jesucristo nuestro Salvador, para que, justificados por su gracia, viniésemos a ser
herederos conforme a la esperanza de la vida eterna” (Tito 3:5-7).

La salvación en el tiempo presente casi siempre se refiere a la Santificación. “…ocupaos en vuestra


salvación con temor y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer,
por su buena voluntad.” (Fil. 2:12b-13).

En Romanos 13:11 dice, “Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño;
porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos.” Él estaba
refiriéndose a la venida de Cristo, la Glorificación, cuando Cristo “transformará el cuerpo de la
humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya” (Fil. 3:21).
“Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús.” (Ap. 22:20).

A partir de aquí se envían presentaciones y audios.


LA ESTRUCTURA DEL ALMA
INTRODUCCIÓN

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Encontramos en las Escrituras que el alma es el campo de batalla entre el espíritu y la carne, para que
no podamos hacer las cosas que queremos hacer (Gál. 5:17). El resultado de esas batallas define si
llegamos a ser cristianos espirituales o carnales.

Este tema es extremadamente importante, afectando nuestra vida eterna y nuestras recompensas en
el cielo; por lo tanto, quisiéramos enfatizar fuertemente la necesidad de entender cómo funciona el
“sistema del alma” para obtener victoria en cada área de nuestras vidas.

El Señor ha revelado la estructura básica del alma, que llamaremos la “Estructura del Alma”. Esta
estructura nos mostrará las diferentes facultades de las que está hecha nuestra alma. Al identificarlas,
entenderemos la manera en que deberían comportarse de acuerdo a la Palabra de Dios, y al someter
cada una de ellas al Señorío de Cristo, nuestra vida espiritual se desarrollará hacia la madurez.

Cuando recibimos a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador, nuestro espíritu humano fue
regenerado, o nacido de nuevo, y un Cristo completo vino a morar allí para siempre. Esto significa que
nuestros espíritus son totalmente perfectos desde el mismo día de nuestra salvación. Sin embargo, en
nuestras almas tenemos que crecer y ser transformados a la semejanza de Cristo. Es por eso que la
mayoría de los escritos del Nuevo Testamento tratan con el proceso de criar bebés espirituales para
que sean cristianos maduros, enseñándoles a someter cada miembro de esta “Estructura del Alma” a
un rol específico de Cristo. La esencia de nuestra vida cristiana es permitir que Cristo llene cada una de
las facultades de nuestra alma para que podamos crecer y llegar a ser cristianos verdaderos y reales.
Cada vez que nos rendimos para obedecer la Palabra de Dios por la obra del Espíritu Santo, nuestra
vida espiritual crecerá y se hará más fuerte y la carne más débil. Ya que esto también es verdadero al
verlo del otro lado; necesitamos ser muy cuidadosos en no dar lugar al diablo, quien usa recursos
astutos a través de los cuáles constantemente trata de hacernos caminar en los deseos de la carne,
para que pueda devorarnos.

Nuestros cuerpos humanos entonces cosecharán los beneficios de que el Príncipe de Paz reine en
nuestra alma. Los pactos de sanidad divina, salud, y vida de resurrección fluirán libre y continuamente
desde el espíritu, donde el Señor mora en todo Su poder, a través de nuestros miembros o facultades
del alma santificada hacia la parte necesitada de nuestro cuerpo. Cada cristiano lleva dentro de su
espíritu al Poderoso Sanador, pero el alma incrédula obstaculiza el fluir de los pactos de Dios a los
cuerpos enfermos.

Dios, para hacernos vencedores y para que podamos recibir esa doble porción de la herencia en Su
Reino, está mucho más interesado en sanar nuestras almas eternas que nuestros cuerpos mortales.
Así, a través de las disciplinas del Padre y la convicción del Espíritu Santo por la Palabra de verdad,
aprenderemos cómo controlar nuestra Estructura del Alma “llevando cautivo todo pensamiento a la
obediencia a Cristo” y activaremos el proceso de sanidad para nuestras almas.

LAS DOCE VISITAS DE CRISTO AL TEMPLO MUESTRAN LA ESTRUCTURA DEL ALMA

126
Jesús tenía un propósito específico cada vez que visitó el templo. De igual manera, ahora Él visita
nuestra alma con un propósito: construir un templo para su habitación.

Las doce visitas de Cristo al templo son una figura de cómo Jesús trata con nuestros miembros del
alma (o facultades). Cada una de estas visitas nos enseña lo que el Señor espera en esa área del alma.
Cada visita esta ejemplificada por una palabra clave. Al rendir cada parte de nuestra alma al dominio
de Cristo, nuestra vida espiritual florecerá para Su gloria.

1ra Visita: Jesús a los ocho días para ser circuncidado

1. La primera parte de la estructura de nuestra alma es el Corazón, la caja del tesoro de nuestra alma.
En ella guardamos nuestros deseos y lo que más estimamos. Las fuentes de la vida provienen de
nuestro corazón (Prov. 4:23), y están relacionadas con los 12 Principios Biológicos de la vida. Estos
principios biológicos enseñan que cada ser viviente: 1) ha recibido su vida de otro ser viviente, es
decir, la vida se recibe; 2) tiene una respuesta, una reacción; 3) se reproduce a sí mismo; 4) se repara a
sí mismo; 5) se adapta a sí mismo a los cambios; 6) está hecho de células vivas; 7) crece; 8) tiene
energía; 9) revierte el caos hacia el orden; 10) tiene una proteína llamada ADN la cual lleva la
información genética a todo el cuerpo; 11) tiene una carga eléctrica, y 12) tiene enzimas que disparan
o controlan nuestras reacciones bioquímicas.

La palabra clave para el corazón con sus 12 principios es Dedicación, la cual se ilustra en la primera
visita de Jesús al templo como infante (Lc. 2:22-38, v. 27). Jesús era la ofrenda voluntaria de José y
María para Dios tal como Isaac fue la ofrenda de Abraham. Esto reveló su corazón para con Dios. Más
adelante, otros corazones fueron revelados (v. 35): el deseo del corazón de Simeón era ver al Mesías
antes de morir; y fue cumplido. Jesucristo puede cumplir los deseos de nuestro corazón también. Es
significativo que esta visita al templo siguió a Su circuncisión, la cual se llevó a cabo a los ocho días. Él
no tenía naturaleza de pecado (aunque fue tentado en todo como nosotros); sin embargo, Su
circuncisión trató con el pecado y habló de la cruz. El alma de Jesús, habiendo sido hecha pecado por
nosotros (2 Cor. 5:21), tomó nuestro lugar y llevó nuestro castigo. Por lo tanto, como está escrito en
Romanos 6:6, vamos a considerar nuestro viejo hombre como muerto. De la misma manera que
nuestro Señor se levantó (ilustrando el reconocimiento legal de Dios para con nosotros como
resucitados y perfectos en Él), así Dios nos ve resucitados “en Cristo” en el trono (Col. 3:3-5). Nuestra
naturaleza de pecado, a la vista de Dios, fue dejada en el infierno donde pertenece.

Aunque todos los cristianos serán iguales en su posición en Cristo en el Tribunal de Cristo, serán muy
diferentes en su condición espiritual como se verá en cuanto a su vida en el alma (1 Cor. 3:10-15). Por
consiguiente, las recompensas variarán, ya que son adecuadas a la condición del corazón del creyente.
Apliquemos los 12 principios biológicos del corazón de nuestra alma como sigue: 1) El Autor (dador) de
vida (Hechos 3:15) fue dedicado en el templo. Esto ilustra rendir nuestros deseos a Él para que nuestro
corazón llegue a ser Su templo. Esto es clave en cómo recibir Su vida abundante. 2) Jesús fue la

127
respuesta de Dios a las iniquidades del hombre. Necesitamos responder de acuerdo a Su manera en
nuestro corazón. 3) La nueva creación comienza a reproducir la vida de Jesús (Is. 53:10) en el corazón
de nuestra alma y produce el fruto del Espíritu. 4) Aunque la espada lo perforó para muerte, Su vida de
resurrección lo restauró (reparó); el proceso de muerte, sepultura y resurrección restaura nuestra
alma. 5) El Hijo de Dios se hizo hombre y se adaptó a este estado humilde. Necesitamos aprender a ser
humildes. 6) Aquellas diminutas células en Su cuerpo de bebé representan los millones de creyentes
que ahora forman Su cuerpo espiritual. Nuestros corazones deben estar en unidad con el Cuerpo. 7)
Su crecimiento (v. 40). Su Cuerpo espiritual de creyentes crece ahora. Nuestro corazón es ensanchado
en nuestra angustia (Salmo 4:1) y llega a ser una gran habitación para él. 8) La Gloria es la energía
divina en acción. Simón llamó a Jesús “la gloria de Tu pueblo Israel”. Llevar el oprobio de Cristo
prepara nuestro corazón para ser un vaso limpio donde Su gloria puede brillar. 9) “Tu Salvación” habla
de revertir el caos al orden. Cuando la santificación entra
en nuestro corazón, el caos que había se revierte al orden. 10) El plan maestro de Dios (ADN) es
llevado a cabo a través de la vida de Jesús cuando le permitimos reinar en nuestro corazón. 11) Su
carga eléctrica es vista en Él siendo una “luz a los Gentiles” (v.32). Cuando nuestro corazón brilla con la
carga eléctrica de le “gozo del Señor”, llegamos a ser la luz del mundo. 12) Sus enzimas disparan
muchas reacciones positivas y negativas – “caída y levantamiento de muchos” (v. 34). Cuando la vida
de Cristo fluye a través del corazón de nuestra alma, Sus santas “enzimas” producen el aroma de la
vida entre aquellos que son salvos y el aroma de muerte entre aquellos que perecen (2 Cor. 2:15-16).

2da Visita: Jesús en el templo a la edad de 12 años

2. La facultad de la comunicación está comprendida de los Cinco Sentidos del Alma. Estos son:
imaginación, razón, memoria, conciencia y afectos. La palabra clave es Comunicación. Lucas 2:41-50
registra la segunda visita de Jesús al templo a la edad de 12 años. Él estaba tanto “escuchándolos (a los
maestros) como preguntándoles”. Para tomar parte en los “negocios de nuestro Padre” es necesario
comunicar usando los cinco sentidos de la manera correcta. Jesús ejemplifica esto en v. 46:
1) Razón – Él escucha, pregunta, y contesta a los maestros (v. 49).
2) Conciencia – (v. 46, 47, 49 y 51b).
3) Memoria – Él les recuerda Su propósito en la tierra (v. 41 y 49).
4) Afectos – Sus prioridades eran correctas porque Él amó al Padre sobre todo (v.49).
5) Imaginación – La frase “los negocios de mi Padre” revela los pensamientos de Su imaginación (v. 49;
Salmo 18:2). El uso equivocado de esto es mostrado por María en v. 48.

EL ALMA REFLEJADA DE CRISTO


“Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y
señoree... “ (Gén. 1:26).

En este pacto anterior a que hubiera diferentes razas, Dios estableció Su propósito divino al crear al
hombre. Cuando Adán y Eva, quienes tuvieron el privilegio de la elección y la opción de escoger,
pecaron y cayeron de su estado sin pecado, la naturaleza pecaminosa de Satanás fue impartida a su

128
raza de una generación física a otra. Entonces, por fe, Dios el Padre ofreció a Dios el Hijo en un
Calvario por venir, para proveer al hombre caído una redención que restauraría a Cristo a la vida del
alma. En el tiempo señalado, Jesucristo, el Cordero de Dios, fue ofrecido para que Su Sangre (vida)
pura pudiera pagar el precio de la redención por todos los que le recibieran como su sustituto.
También dio Su vida y Su naturaleza divina, a través de la regeneración, para aquellos quienes
creyeron; y aquellos nacidos de nuevo se encontraron con dos naturalezas. Así el hombre se convirtió
en la única criatura con dos naturalezas. Por los actos de nuestra voluntad humana, escogemos el bien
o el mal, formando así nuestro carácter y personalidad y decidiendo nuestro destino.

Aunque las computadoras hechas por el hombre son complejas y delicadamente balanceadas, no son
nada comparadas a la maquina mental del hombre perfectamente balanceada. Este maravilloso
sistema del alma, esta hecho de millones de diminutas células cerebrales, estrechamente balanceadas
y sincronizada con otro complejo sistema de nervios que mueven los músculos de nuestro cuerpo.
Nuestra mente tiene tres facultades fundamentales: el intelecto, la voluntad humana, y el corazón o
centro de nuestro ser. Lo que el hombre considera importante, es guardado en nuestro almacén o
semillero, el corazón. “Del corazón mana la vida” (Prov. 4:23). Nuestra voluntad humana es la parte
directiva de nuestra mente. Dios lucha con Satanás cada día, a través de cada uno de esas naturalezas
conflictivas y a menudo a través de las leyes de la sugestión, para influenciar los actos de nuestra
naturaleza humana. Lo que nuestra mente permite entrar a nuestros órganos mentales y permanece
allí es o de Dios o de Satanás; y lo que alimenta una naturaleza hace que la otra muera de hambre,
resultando en la formación de buenos o malos hábitos.

El hombre trino vive en tres planos de la vida: el espiritual, el mental, y el físico. Cada una de estas
fases de nuestra vida tiene cinco raíces; cada una de las cuales esta establecida en nuestra vida trina
como puestos de defensa contra el diablo. Veamos esas cinco raíces o facultades o sentidos. En
nuestra vida natural o física tenemos los sentidos o facultades de la vista, oído, gusto, olfato y tacto.
En nuestra vida espiritual tenemos los cinco sentidos de fe, esperanza, amor, temor de Dios
(verdadera adoración) y conocimiento intuitivo (conocimiento de revelación). Examinemos los cinco
sentidos o facultades del calma mas de cerca, ya que a través de ellas nuestro cuerpo actúa y nuestro
carácter es formado, cambiando poco a poco. En el momento de nuestra salvación o nuevo
nacimiento, Dios restaura a Cristo a nuestra conciencia, refleja la naturaleza de Su vida
completamente en nuestro espíritu, y delicadamente nos pone en armonía con Dios otra vez.

A menudo, espíritus malos oprimen y poseen las mentes de personas con voluntad débil, como
ladrones, borrachos, o apostadores, cuyos intelectos han sido entregados a los hábitos carnales,
mundanos. Aún bajo esas circunstancias, nuestra alma que es auto/consciente es eterna y debe pasar
la eternidad en algún lado. En el infierno, el hombre rico de Lc. 16:19-31 aún retenía todos esos cinco
sentidos o facultades. El primer pecado entró en la mente de Lucifer en el cielo más alto (Is. 14:14), y
la Iglesia fue concebida en los sufrimientos del alma de Cristo en el infierno más profundo.

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Las vidas de las almas de los pequeños niños inmaduros a menudo son arruinadas y enfermadas por
padres orgullosos, quienes los estropean siendo demasiado complacientes o por falta de cuidado, con
palabras y acciones indisciplinadas en el hogar. La televisión ha llenado las mentes de nuestros
pequeños niños con mundanalidad y pone pistolas en los niños pequeños, quienes montan triciclos en
las banquetas. Los hogares cristianos necesitan restaurar el antiguo altar familiar y enseñar la
obediencia a Dios y a practicar la negación propia. Una profunda consagración salva el alma de los
desórdenes mentales de la preocupación, miedo, etc.

Una ilustración de una voluntad fuerte controlando una voluntad más débil o sometida se ve en el
caso de la hipnosis. Esto frecuentemente sucede dentro de nuestras propias facultades mentales
cuando, después de prestar descuidadamente una o mas de estas cinco facultades mentales a Satanás
al satisfacer placeres mundanos, etc., resulta una guerra dentro de los miembros de nuestra propia
mente o facultades. Esto trae nuestra mentes a un estado de indecisión, o una incertidumbre que
termina en confusión y frustración. A menudo no encontramos la raíz profunda del problema. La Biblia
contrasta el bien y el mal en nuestras experiencias de la vida diaria. En el 7º. y 8º. capítulo de
Romanos, el Apóstol Pablo ilustra el contraste entre el creyente con una guerra llevándose a cabo en
sus sentidos o miembros de su mente, y el creyente lleno del Espíritu, quien esta en reposo. El
creyente mundano, débil de mente en el capítulo 7 esta terriblemente frustrado y derrotado, porque
ha perdido la fuerza de voluntad para resistir al sentido de la vida de su alma (facultad o miembro) que
es controlado por Satanás. Examinemos estos cinco sentidos (facultades o miembros) de nuestra
mente mas de cerca. Ellos son la imaginación, afecto, conciencia, razón, y memoria.
¿Qué dice la Biblia concerniente a cada una de esas facultades antes mencionadas, que ministran vida
o muerte a nosotros y a otros, y también son las raíces de los problemas?

1. IMAGINACIÓN – Esta facultad se encuentra 19 veces en las Escrituras y tiene un ministerio de


inspiración a tu amor, fe, y obediencia hacia Dios. Te ayuda a imaginar a Dios contestando tus
oraciones y necesidades. Sin embargo, Satanás gana control; y las imaginaciones malignas de miedo,
dudas, etc. toman el control. El Apóstol Pablo nos da el camino a la victoria en 2 Corintios 10:5,
“derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando
cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.”

2. AFECTO – Esta facultad se encuentra 9 veces en las Escrituras. A través de esta facultad, Cristo
ministra Su amor. Cuando Satanás gana control, se convierte en una pasión que nos derrota. El
Apóstol Pablo nos da el camino a la victoria en Colosenses 3:2, “Poned la mira en las cosas de arriba,
no en las de la tierra.” El afecto puro es visto en la vida intacta de cualquier niño pequeño.

3. CONCIENCIA – Esta facultad se encuentra 23 veces en las Escrituras. Su ministerio es advertir y


clamar contra el pecado y traer convicción a nuestro corazón de cualquier maldad a la que se le
permite entrar. El Apóstol Pablo nos da el camino a la victoria en Hebreos 9:14 “¿cuánto más la sangre
de Cristo…limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?

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4. RAZÓN – Su ministerio es seleccionar cosas importantes de nuestras vidas y establecer nuestros
intelectos con conocimiento comprobado. Nuestros intelectos son entrenados con la sabiduría y el
conocimiento del hombre. El razonamiento humano neutraliza la fe espiritual y causa que la verdad
llegue a ser solo letra muerta. Por lo tanto, es esencial que nos guardemos para no basar nuestro
sentido de razonamiento en el testimonio de nuestros cinco sentidos humanos, en lugar de en las
promesas del Dios Todopoderoso. En Isaías 1:18 leemos, “Venid luego, dice Jehová, y estemos a
cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren
rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.”

5. MEMORIA – Esta facultad se encuentra 25 veces en las Escrituras. Tiene un ministerio maravilloso
de retener el conocimiento que el intelecto ha ganado.
En un examen de las Escrituras acerca de cada una de estas facultades, obtenemos un conocimiento
perfecto y una instrucción para su uso apropiado para nuestra mente. También veremos las
maravillosas promesas de Dios, Su fidelidad, y la garantía de Su Palabra Inmutable. El Apóstol Pablo
nos da enseñanzas especiales en el tema de nuestros “miembros” mentales, los constructores de
nuestro carácter, en varios pasajes. Debemos notar que él usa la palabra “miembros”, en lugar de la
palabra “sentidos” o “facultades”.

Examinemos algunas de estas:


“Ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino
presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios
como instrumentos de justicia.” (Rom. 6:13) “así ahora para santificación presentad vuestros
miembros para servir a la justicia” (Rom. 6:19) “Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones
pecaminosas que eran por la ley [Mosaica] obraban en nuestros miembros [sentidos] llevando fruto
para muerte” (Rom. 7:5) “pero veo otra ley en mis miembros [facultades mentales]… y que me lleva
cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros [sentidos].” (Rom. 7:23).

En la carta de Pablo a los Corintios él compara las semejanzas de la iglesia y sus miembros al cuerpo
humano y sus miembros. Pablo menciona estos “miembros” 14 veces en 1 Corintios 12:12-27. Este
pasaje esta primordialmente enfocado a la iglesia y la manera en que vemos el uno al otro en el nivel
de los sentidos del alma. Pablo, en colosenses 3:5, dice, “Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros”, y
entonces nombra seis terribles pecados, que vienen bajo la ira correctiva de Dios para purificar
nuestras mentes.

Cuando descubrimos que nuestros cinco sentidos han traído pecado a nuestra mente, deberíamos
confesar los pecados a nuestro Señor Jesús y, en arrepentimiento y tristeza piadosa, volvernos,
disciplinando nuestra mente por medio del lavamiento con la Palabra de Dios. Los pecados sin juzgar,
causados por ignorar los las advertencias de peligro para el alma permitiéndoles permanecer, se
convierten en nuestros adversarios de la justicia; y Dios promete en Hebreos 10:27 destruirlos de
nuestras mentes y vida a través de pruebas y tribulaciones difíciles. El apóstol escribió otra vez, “pero
el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos

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ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.” (Heb. 5:14). Finalmente leemos en Santiago 4:1 la
razón de las divisiones y guerras de los cristianos carnales. “¿De dónde vienen las guerras y los pleitos
entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?” ¿Cómo
podemos localizar un sentido rebelde, facultad o miembro de nuestra mente o sistema del alma (uno
o más que Satanás ha capturado y puesto contra nosotros)? Por medio de nuestros pensamientos y de
los hechos de nuestra voluntad humana.

Él “nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención” (1 Cor. 1:30). Cada
día, debemos buscar de nuevo la justicia de Cristo, hasta que nuestros cinco sentidos mentales sean
enraizados en la gracia de Su ministerio de “amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre y templanza [auto control]” (Gál. 5:22). Esto nos da los límites espirituales de los
setecientos mandamientos del Nuevo Testamento, el último de los cuales resume a los otros
“conservaos en el amor de Dios” (Judas 21). Todos los héroes de fe de la Biblia, con mentes
disciplinadas y facultades controladas, confesaron la verdad bajo todas circunstancias. Pablo confesó,
“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Fil. 4:13). El profeta Isaías confesó “El castigo de nuestra
paz fue sobre Él” (Is. 53:5). El Apóstol Mateo, cuando se enfrentó a la enfermedad, confesó, “El mismo
tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.” (Mat. 8:17). El Salmista David, quien
también conocía este camino de victoria para el intelecto entrenado y los sentidos disciplinados, nos
da el remedio para restaurar y reflejar una vez mas la imagen de Cristo en nuestras mentes,
“Confortará mi alma” *(Salmo 23:3)

3ra Visita: cuando Jesús fue tentado en el pináculo del templo

3. La tercera facultad (o miembro) de nuestra alma está formada por las 4 Leyes registradas en
Romanos. Ellas son:
A. La ley de fe (3:27).
B. La ley del pecado y de la muerte (7:23; 8:2).
C. La ley séptuple de la mente (7:23).
Esta consiste de a) atención, b) atracción, c) decisión, d) acción, e) posesión (siendo poseído por
nuestras decisiones), f) naturaleza (lo que hemos llegado a ser después de caminar en nuestras
decisiones) y g) establecer dirección (el punto de no retorno).
D. La ley del Espíritu de Vida en Cristo Jesús (8:2).
La palabra clave es Protección. La tercera visita de Jesús es cuando fue tentado en el pináculo del
templo (Mt. 4:1-11, v. 5; Lc. 4:1-13, v.9). Ya que Jesús permaneció dentro de los límites de las leyes de
Dios experimentó protección total.
La primera ley que vemos en acción es la ley de la mente. Esta ley puede obrar ya sea positivamente,
si llenamos nuestros pensamientos con la Palabra de Dios, o negativamente, si rendimos nuestros
pensamientos a las mentiras del diablo. Jesús se negó a rendir Su mente a Satanás, quien trató de
tentarlo como lo hizo con Eva. Jesús firmemente estableció Su mente en la Palabra de Dios (Lc. 4:8,
12b) y venció el poder de esta ley. Rendirse al engaño lo hubiera hecho cautivo a Satanás. Esta ley de
la mente obró negativamente en Eva cuando ella fue tentada. Ella no permaneció en la Palabra de

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Dios, sino que se enganchó en el razonamiento de Satanás acerca de lo que Dios había dicho. ¿Cómo
sucedió esto?
a) La serpiente que habla llamó su atención.
b) Ella fue tentada (atraída) por las palabras “seréis como Dios”.
c) Ella decidió en su mente tomar del fruto cuando lo consideró.
d) Actuó tomando el fruto.
e) Lo poseyó y lo comió.
f) Su naturaleza fue cambiada, así como la de su marido; recibieron la naturaleza pecaminosa,
estaban avergonzados y se escondieron de Dios.
g) Había una sola dirección establecida para ellos la cual era ser expulsados del jardín.
Perdieron comunicación directa con Dios.
Santiago explica este mismo proceso en su carta (1:13-18).

La segunda ley en acción es la ley del pecado y de la muerte, la cual fue vencida cuando Jesús se negó
a tentar a Dios. Si Jesús hubiera sucumbido a la ley del pecado, la naturaleza de Satanás hubiera sido
inyectada en la naturaleza humana de Jesús y Su plan entero de redención no hubiera tenido éxito.

La tercera es la ley de la fe. Fe bajo presión = fidelidad. Él permaneció fiel a su Padre, honrándolo en
lugar de buscar reconocimiento personal. La adoración es vivir en el ambiente de la fe.

La ley del Espíritu de Vida en Cristo Jesús (Jn. 6:63) es la cuarta. Jesús se mantuvo escogiendo ser
guiado por el Espíritu, venciendo así cada tentación.

4ta Visita: La primera limpieza del templo registrada en Juan 2.

4. La cuarta facultad de nuestra alma es vista en los 7 Anhelos del Alma. Estos son nuestros deseos
naturales por:
A. Preservación propia
B. Expresión propia
C. Seguridad
D. Lealtad
E. Control
F. Conocimiento Triple – Vía experiencia, proceso mental y revelación
G. Aceptación Cuádruple – Vía identidad correcta, criterio correcto, amistad íntima y elección
Estos pueden ser vistos en la primera limpieza del templo registrada en Juan 2:13-22.
Donde Celo es la palabra clave.

A. Preservación propia – Es vista en la Fiesta de la Pascua y en la limpieza de Jesús a la Casa. Si Jesús no


la hubiera limpiado, hubiera llegado a ser como la casa leprosa que tenía que derribarse cuando la
lepra no podía ser quitada de allí (Lev. 14:44-45). Jesús tuvo celo para preservar pureza.

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B. Expresión propia– Jesús subió a Jerusalén y encontró cambistas de dinero en el templo = expresión
propia equivocada. Los cambistas de dinero estaban pervirtiendo la expresión de la adoración. Jesús
hizo un látigo y reprendió a los cambistas limpiando así la Casa. En este ministerio de limpieza la
expresión propia de Dios fluyendo a través de Él. Él tuvo celo para expresar solamente lo que agradaba
a Dios.
C. Seguridad – La Justicia da seguridad. La autoridad de Jesús vino del Padre quien lo había
comisionado para hacer esto. El pecado y el dinero dan falsa seguridad (Pr. 14:34).
Cristo les ofreció verdadera seguridad, pero ellos la rechazaron. Su celo por la justicia lo mantuvo
dentro de la protección de Dios.
D. Lealtad – Sus cuerdas trenzadas, unidas, que Él usó para echar fuera estas sanguijuelas espirituales,
hablan de la lealtad y de la unidad que tenía con Su Padre. Vemos el celo de Jesús por Su referencia al
templo como “la Casa de mi Padre”.
E. Control – Él echó a los cambistas fuera del templo. Esta pasión por la adoración correcta contrasta
con la deslealtad de los ladrones que le robaron al pueblo de Dios su dinero en nombre de la religión.
¿Quién controla tu alma? ¿El dinero o Dios? (Mat. 6:24). Jesús mostró Su celo por una total
dependencia de Dios.
F. El anhelo de conocimiento triple (v. 15-16):
a) El conocimiento por medio de la experiencia es visto en Su limpieza del templo. Cuando
tenemos celo por experimentar a Dios en nuestras vidas, quitaremos todo obstáculo para obedecerlo.
Esto quita la confusión.
b) Conocimiento por medio del uso de la razón. Jesús citó la palabra de Dios: “el celo de Tu
casa…” Esto está en contraste con lo que los judíos le entendieron cuando habló de levantar el templo
den tres días. Necesitamos celo para estudiar la palabra de Dios y trazarla correctamente.
c) El conocimiento por revelación es visto en Su proclamación: “Destruid este templo y en 3
días lo levantaré”. Él estaba hablando de Su muerte, sepultura y resurrección. Necesitamos celo por
las cosas profundas y secretas de Dios.
G. El anhelo de aceptación cuádruple:
a) Aceptación por medio de identidad. Esto se ve en el mismo versículo que habla del Su celo
(Sal. 69:9). Después de que Él cita esta frase, se lee: “Y los denuestos de los que te vituperaban
cayeron sobre mí.” Aunque los Fariseos lo rechazaron, Su Padre lo aceptó.
b) Aceptación por medio del criterio correcto. El criterio que le dio aceptación con Dios fue el
cumplimiento de la Palabra de Dios. Los falsos criterios de los ladrones religiosos fueron las falsas
tradiciones religiosas de las cuáles eran esclavos. Necesitamos el celo para manifestar la palabra de
Dios en nuestras vidas.
c) Aceptación por medio de amistad íntima. Jn. 15:14 “Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo
que yo os mando”. Esto define quien es un amigo de Dios. Llegamos a ser amigos de Jesús y de Su
Padre cuando nuestro santuario interior acepta la presencia de Dios y somos obedientes a Sus
mandamientos. Necesitamos el celo para ser puros para Él.
d) La aceptación por medio de la elección es vista en el v. 22. “Por tanto, cuando resucitó de
entre los muertos, sus discípulos se acordaron que había dicho esto”. Esto ha sido pasado a nosotros.
Necesitamos el celo para permanecer junto a Él hasta el final, como Elías y Eliseo. La elección significa

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caminar en y cumplir Sus propósitos eternos que Él había predestinado de acuerdo a Su voluntad; ya
sea para Israel o para la Iglesia (Rom. cp. 9-11; Ef. 1:1-14). Elegido es aquel que alcanza éxito a la vista
de Dios, así que cuando somos llamados elegidos es porque por la gracia de Dios hemos caminado en
el plan predestinado de Dios para nosotros.

5ta Visita: Al subir Jesús a Jerusalén para la fiesta (probablemente la Pascua) en el templo

5. Nuestro intelecto, voluntad y emociones componen nuestra facultad directiva. La palabra clave
para esta facultad es prioridades. Todo lo que decidimos es de acuerdo a las prioridades que hemos
establecido en nuestra facultad directiva; el carnal dice “yo primero”. La dirección de Jesús fue subir a
Jerusalén para la fiesta (probablemente la Pascua) en el templo (Jn. 5:1-
18, v. 14). Allí se encontró con alguien que había sufrido por 38 años. Él era uno de muchos enfermos
quienes querían ser el primero en meterse en las aguas. (Se creía que el primero en entrar en el agua
después de que el ángel agitaba las aguas era sanado). Aquí vemos que Jesús interrumpió Su viaje a
Jerusalén porque Su prioridad era predicar el evangelio a los pobres. Otros podrían haber pensado que
era una distracción. Cuando nuestro intelecto está lleno con la palabra de Dios al meditar en ella día y
noche, nuestros corazones estarán llenos de Su compasión por los necesitados y seremos dirigidos a
hacer Su voluntad. La prioridad del hombre inválido era, por supuesto, ser sanado. Pero cuando Jesús
le preguntó si quería ser sanado el intelecto del hombre le hizo que diera todo tipo de excusas de
porque no podría pasar. No hay duda de que el desánimo llenó sus emociones, su voluntad fue débil,
estaba cansado de esperar por tanto tiempo y por lo tanto se había resignado a sí mismo a morir en
esa condición. Jesús sanó al hombre y le dio una orden directa a su voluntad. Cuando obedeció al
someter su vano razonamiento y corazón lastimado a la obediencia a Cristo, llegó la sanidad. La
sanidad para nuestra facultad directiva comienza al obedecer Su palabra. Cuando Jesús encontró al
hombre en el templo, alimentó su intelecto con verdad y sus emociones con el temor de Dios (5:14),
resultando en que su voluntad fue dirigida a las prioridades de Dios.

6ta Visita (6.a): Los hermanos de Jesús lo acusaron falsamente de tener orgullo. Pero Cristo
consistentemente demuestra en esta visita al templo que Su origen era del Padre.

6. Nuestra sexta facultad es la vida del alma que consiste de tres cosas:
A. Naturaleza cuya palabra clave es origen (Jn. 7:14, 28). Las dos naturalezas son vistas en estos
pasajes: la del no regenerado (los hermanos incrédulos de Jesús) y la de Cristo. Los hermanos de Jesús
lo acusaron falsamente de tener orgullo. Pero Cristo consistentemente demuestra en esta visita al
templo que Su origen era del Padre. Después dice en Juan 8:28, “cuando hayáis levantado al Hijo del
Hombre, entonces conoceréis que yo soy” (literalmente “YO SOY” que corresponde al hebreo YHWH).
Esta era una proclamación de Su naturaleza divina, caracterizada por amor, el cual fue evidente en la
cruz. En las seis veces que habló en el capítulo 7, el contraste entre Su naturaleza y la naturaleza
pecaminosa del hombre es clara. Nuestras acciones tienden a originarse desde nuestra naturaleza
pecaminosa. Debemos aprender a vivir en nuestra nueva naturaleza. Nuestras acciones deben tener
su origen en nuestro Padre.

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6ta Visita (7.a): En la segunda porción vemos la enseñanza de Jesús en el lugar tesoro.

B. Carácter, el cual en este caso es una doble porción. La palabra clave para esto es operación.
(el proceso de transformación). Jesús está lleno de gracia y de verdad. Estos dos elementos son
necesarios para la transformación del carácter de nuestra alma. “La Gracia y la Verdad vinieron por
medio de Jesucristo” (Jn. 1:17) Sin la gracia el carácter llega a ser legalista. Sin la verdad al carácter le
falta la columna “vertebral” para permanecer firme bajo presión. Así que no deberíamos estar
sorprendidos de que el ministerio de gracia de Jesús hacia la mujer adúltera precede a Su ministerio de
verdad para los orgullosos escribas y Fariseos (Jn. 8:2, 13, 20). La gracia fluyendo de los labios de Cristo
es tan evidente que no requiere mayor explicación. Él muestra un corazón misericordioso en Su trato
con ella, contrastando el carácter crítico de los Fariseos. En la segunda porción vemos la enseñanza de
Jesús en el lugar tesoro. “En la casa del justo hay gran provisión; pero turbación en las ganancias del
impío” (Prov. 15:6). “…el temor de Jehová será su tesoro.” (Is. 33:6). En Marcos 10:21 Jesús le dice al
joven rico, “toma tu cruz y sígueme.” Esto muestra el contraste entre los tesoros de Dios y del hombre.
Jesús contrasta este tesoro en Mr. 12:41. La viuda pobre tenía riquezas de carácter, la gracia de dar,
así como la virtud de negarse a sí misma. La luz del carácter de Cristo expone la oscuridad del carácter
religioso de los Fariseos. Cuando el carácter de Cristo opera en nuestra alma, tenemos paz celestial y la
paloma del Espíritu Santo reposa sobre nosotros (Jn. 1:32). Es “obligatorio” permanecer en Su
presencia para desarrollar el carácter de Cristo. “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”
(Juan 8:29-32). Un vistazo más de cerca a este capítulo revela diferentes tesoros para poseer Su
carácter. Algunos son: conocer a Cristo como los “siete YO SOY” (v.28),
depender absolutamente de Él, escuchar las palabras “rhema” del Padre, tener fe, (v. 30, 47), ser un
discípulo, madurez (V. 35), y permanecer en Su llamado. Todas estas son “riquezas” escondidas (Ap.
5:12) que brillan en nosotros como “oro probado por fuego” a medida que el carácter de Cristo opera
en nosotros por nuestra fe en Él.

6ta Visita (8.a): Él viene al templo en invierno para la Dedicación donde enfrenta la oposición de los
críticos religiosos

C. Influencia, la cual se mide por su resultado, es decir, los resultados correctos (Jn. 10:22-42).
En el templo Él se muestra a sí mismo como un modelo de influencia, no de acuerdo a la manera del
hombre sino de acuerdo a la de Dios. Él viene al templo en invierno para la Dedicación donde enfrenta
la oposición de los críticos religiosos. Habla del rol del Buen Pastor y como nada puede separarnos de
estar en Él y en las manos del Padre con quien tenemos una relación de pacto de sangre. Él entonces
enseña cómo conseguir los resultados de Dios (llevar fruto para Su gloria) en la vida del creyente. A
aquellos a quienes Él había influenciado les dice, “YO SOY la puerta y YO SOY el Buen Pastor”. Después
de esto, los judíos querían apedrearlo, pero Él escapó y regresó a donde Juan el Bautista comenzó su
ministerio de bautismo. Para el hombre, parece que Él perdió una gran oportunidad de ganar
influencia entre los hombres; sin embargo, tenía influencia con Su Padre. De la misma manera, cuando
ganamos influencia con Dios perdemos influencia con aquellos que no le pertenecen a Él. Esto prueba

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nuestro deseo de tener el tipo correcto de influencia. Aquellos que son de Dios se juntarán con
nosotros, aquellos que no, nos odiarán y rechazarán. Cada vez que alguien ha intentado detener el
cristianismo viniendo en contra de cristianos débiles “como el Cordero”, ha resultado en la
multiplicación de sus números que incrementa su esfera de influencia, trayendo mucho fruto para la
gloria de Dios. De la misma manera que una semilla cae en la tierra y muere y después trae fruto, así
vemos el tremendo resultado de Su influencia, aun cuando aparentemente estemos perdiendo
influencia con aquellos a nuestro alrededor.

7. La última de nuestras facultades de nuestra alma es llamada los Cuatro Temperamentos. Aquí
encontramos las cuatro últimas visitas de Jesús al templo antes de ser crucificado. Esto muestra como
Jesús se estaba moviendo en los cuatro temperamentos de Su alma que estaba sometida al Espíritu.

7ma Visita (9.a) Jesús subiendo al templo después de Su Entrada Triunfal

A. Marcos 11:1-11 (Mt. 21:1-11; Lc. 19:28-40; Jn. 12:12-19) registra a Jesús subiendo al templo
después de Su Entrada Triunfal. (Marcos es el único evangelio que menciona que Su visita al templo
ocurrió en la víspera del mismo día que fue proclamado Rey). Esto muestra el temperamento
extrovertido de Jesús. La palabra clave es compañerismo (la anchura de Dios). Con alabanzas y
regocijo las multitudes son atraídas a Él. El que la ciudad completa se haya movido muestra el impacto
de este temperamento (Cuando Jesús entra en le templo solamente mira alrededor y sale hacia
Betania. No hace ninguna limpieza ese día). El temperamento extrovertido de Cristo es expresado
cuando tenemos compañerismo con Él donde quiera que estamos.

7ma Visita (10.a): es visto cuando Jesús visita el templo para limpiarlo

B. El temperamento centrado en la meta es visto cuando visita el templo para limpiarlo (Mt.
21:12-17; Mr. 11:12-12:37; Lc. 19:45-48; Jn. 2:13-22). El pasaje de Marcos muestra que esto ocurrió el
día después de Su Entrada Triunfal. El milagro de la higuera que se secó muestra este temperamento
en acción, cuya palabra clave es logro (longitud de Dios). La limpieza del templo es una señal clara de
la meta de Dios de tener una habitación pura. También nos enseña que el temperamento centrado en
la meta de Cristo lo mueve para limpiar a Su Esposa con Su sangre y Palabra.

7ma Visita (11.a): Jesús es revelado cuando visita el templo otra vez y es cuestionado por los sumos
sacerdotes y los escribas sobre Su autoridad y otros asuntos

C. El temperamento introspectivo de Jesús es revelado cuando visita el templo otra vez y es


cuestionado por los sumos sacerdotes y los escribas sobre Su autoridad y otros asuntos (Mt. 21:23-
22:46; Mr. 11:27-33; Lc. 20:1-44). Es maravilloso ver la respuesta de Jesús a cada
una de las preguntas no dejando duda alguna de que Él tiene cada respuesta. La palabra clave para
este temperamento es buscar (la profundidad de Dios). La sabiduría y el conocimiento de Dios no se

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encuentran en la superficie; es necesario buscar en las Escrituras a profundidad para entender
realmente la mente de Dios.

7ma Visita (12.a): Cuando Jesús revela la visión profética para el futuro

D. La última visita al templo muestra Su temperamento visionario (Lc. 21:5-38). Esta vez Él
revela la visión profética para el futuro. Esta visión incluye a Israel, la Iglesia y las Naciones. La palabra
clave para este temperamento es anticipación (la altura de Dios). Cristo muestra Su temperamento
visionario tanto a través del cumplimiento de todo lo que dijo, como a través de Sus siervos ungidos
quienes hablan Su palabra y tienen visiones y sueños.

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