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Complicaciones
En ocasiones una cistitis puede estar relacionada con diferentes complicaciones,
pudiendo verse afectados otros órganos además de la vejiga cuando las bacterias
causantes de la infección ascienden desde la vejiga hacia otros órganos a través de los
uréteres. Si las bacterias alcanzan los riñones, pueden causar una pielitis o una
pielonefritis, que se manifiestan con fiebre, escalofríos y disuria. Por otro lado, también
pueden presentarse dolores de espalda en la zona de los riñones. El riesgo de que una
cistitis se extienda hacia el tracto urinario superior, tiene lugar únicamente en un
porcentaje del 2%, incluso con un tratamiento insuficiente. En casos extraordinariamente
raros con una evolución especialmente grave, puede darse un fallo renal grave. Una
cistitis sin complicaciones, que no se extiende a otros órganos, tampoco provoca graves
complicaciones en el caso de episodios recurrentes. Ahora bien, cuando la cistitis se
reproduce de forma continuada y afecta a toda la pared de la vejiga, con el tiempo dicho
órgano puede verse dañado: los tejidos de la vejiga pueden necrosarse y calcificarse. Si
la enfermedad progresa, la vejiga puede reducirse (contracción de la vejiga). Solo en
casos muy graves será necesario eliminar la vejiga quirúrgicamente y evacuar la orina
artificialmente.
Tipos de Cistitis
Cistitis Aguda:
Cistitis recurrente:
Es una enfermedad rara de inicio súbito que se manifiesta primariamente como una
inflamación aguda de la vejiga; se comporta como una enfermedad infecciosa pero la
búsqueda de los patógenos bacterianos urinarios usuales es negativa, asi como también
la búsqueda de los bacilos tuberculosos.
Etiologia: Exposicion reciente a relaciones sexuales, micoplasma, clamidia,
adenovirus.
Cuadro clínico: Los síntomas de cistitis aguda se presentan en forma brusca. El
paciente presenta secreción uretral que puede ser profusa o escasa, clara y
mucoide pudiendo llegar a ser purulenta. El malestar suprapubico e incluso dolor
aparece conforme la vejiga se llena y en parte se alivia con la micción. Todos los
síntomas son locales y no hay fiebre ni malestar general.
Datos de laboratorio: Puede desarrollarse algo de leucocitosis.
Macroscopicamente la orina es purulenta y también puede haber hematuria. Los
frotis teñidos revelan ausencia de bacterias. Los cultivos de rutina uniformemente
son negativos. La secreción uretral tampoco revela bacterias.
Datos radiológicos: Las urografías excretoras pueden mostrar alguna dilatación de
los uréteres inferiores, pero esos cambios retroceden por completo cuando se cura
la enfermedad. La imagen de la vejiga es pequeña debido a que su capacidad esta
notablemente disminuida. Las cistografías pueden revelar reflujo. En la cistoscopia
se observa que la mucosa esta roja y edematosa, en ocasiones ulceraciones
superficiales. El parénquima renal no esta involucrado aunque la mucosa pélvica y
ureteral pueden exhibir cambios inflamatorios ligeros.
Tratamiento: Medidas especificas: Tetracilcinas o cloranfenicol, estreptomicina,
neoarsfenamina. Medidaes generales: Sedantes vesicales (de poca ayuda si los
síntomas son graves), analgésicos o narcóticos para aliviar el dolor.
Tuberculosis vesical:
El Mycobacterium Tuberculosis alcanza los órganos genitourinarios por via hematógena
desde los pulmone, pueden invadir uno o mas de los órganos del tracto genitourinario y
causar una infección granulomatosa crónica que muestra las mismas características de la
tuberculosis de otros órganos. El sitio primario casi siempre es asintomático o no
evidente(el riñon y la próstata suelen ser estos sitios primarios) y a partir de ellos los
demás órganos genitourinarios se involucran tanto por via ascendente ( próstata a vejiga)
como descendente (riñon a vejiga, próstata a epidídimo).
Es una enfermedad de adultos jóvenes entre los 20 y 40 años de edad, ligeramente mas
común en hombres que en mujeres.
Debe pensarse en tuberculosis genitourinaria en cualquiera de estas situaciones: 1)
cistitis crónica que no responde al tratamiento adecuado. 2)hallazgo de pus sin bacterias
en una tinción de azul de metileno o cultivo de sedimento urinario. 3) hematuria
macroscópica o microscópica. 4) una historia de tuberculosis presente o pasada en
cualquier parte del cuerpo.
Sintomas: la mayor parte de los síntomas, incluso en la etapa mas avanzada,
tienen un origen vesical, incluyéndose disuria, polaquiuria y nicturia, a veces se
observa hematuria. Si hay ulceración puede sentirse dolor suprapubico cuando se
llena la vejiga. Algunos de los síntomas inespecíficos son malestar generalizado
indefinido, fatigabilidad, fiebre de grado bajo pero persistente y sudores nocturnos.
Patogenesis: En la vejiga : en las etapas tempranas la mucosa puede estar
inflamada, luego como manifestación clínica temprana, se desarrolla irritabilidad
vesical a medida que la vejiga entra en contacto con material infectado. Mas tarde
se forman tuberculos , por lo general en el orificio ureteral afectado, que finalmente
se aglutinan y se ulceran, pudiendo sangar. Ya con compromiso grave, la vejiga
se vuelve fibrosa y se contrae, esto origina polaquiuria notable. Puede
desarrollarse reflujo ureteral o estenosis y como resultado, hidronefrosis.
Datos de laboratorio: El examen general de orina (EGO) proporciona la pista mas
importante para el diagnostico: 1) Piuria persistente sin microorganismos en le
cultivo o en el frotis teñido con azul de metileno. 2) Cultivos para bacilos
tuberculosos de la primera orina de la mañana, si son positivos, luego se deberá
ahcer prueba de sensibilidad.
Ante una fuerte presunción de tuberculosis , los cultivos negativos se repetirán en 3 a 5
muestras recolectadas en la mañana.
Diagnostico por imágenes: Urografia excretora, puede ser diagnostica si la lesión
esta moderadamente avanzada. Se indica un estudio cistoscopico incluso cuando
el microorganismo agresor se encuentre en la orina y la urografía excretora
muestre la lesión renal típica. La cistografía puede mostrar el reflujo ureteral.
Tratamiento: Debido a que la tuberculosis vesical siempre es secundaria a
tuberculosis renal o de próstata; tiende a curar pronto cuando se da tratamiento
definitivo para la infección genitourinaria primaria. Las ulceras vesicales que no
responden al tratamiento pueden requerir de electrocoagulación transuretral. Las
instilaciones vesicales de monoxicloroseno a 0,2% también pueden estimular la
curación. Si se desarrolla una contractura extrema de la vejiga, puede ser
necesario derivar la orina desde la vejiga o realizar una cistoplastia de aumento
después de cistectomía sub total (como ser ileocistoplastia, ileocecocistoplastia,
sigmoidocistplastia) para aumentar la capacidad vesical.