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Tipos de motivación: las 8 fuentes motivacionales

Explicamos las distintas teorías que abordan los tipos de motivación.

Jonathan García-Allen

La motivación se puede definir como el proceso que inicia, guía y mantiene las conductas
orientadas a lograr un objetivo o a satisfacer una necesidad.

Es la fuerza que nos hace actuar y nos permite seguir adelante incluso en las situaciones difíciles. Ir
a buscar un vaso de agua cuando uno tiene sed, estudiar durante toda la noche para aprobar el
examen de conducir que tanto se desea o entrenar duro para ser el mejor de un campeonato, son
posibles gracias a ésta.

Sin embargo, al igual que los retos y los proyectos que nos proponemos son muy variados, los
tipos de motivación de los que nacen nuestras fuerzas para lograr nuestros objetivos también lo
son. Justamente de eso voy a hablar en este artículo: de los tipos de motivación.

Una teoría que analiza las necesidades humanas: "La Pirámide de Maslow"

El interés de la psicología por la motivación

Muchos psicólogos se han interesado por el estudio de la motivación, pues es un principio básico
en la conducta de los seres humanos: nadie se mueve sin una sin motivación, sin una razón para
ello. Estar motivado significa llevar a cabo las tareas diarias sin que supongan una carga pesada y
nos mantiene vivos. Pero no sólo eso, la motivación tiene relación con otras variables psicológicas,
como el nivel de estrés, la autoestima, la concentración, etc., y, como muchos estudios han
indicado, tiene un efecto en la salud y el bienestar de todos nosotros.

Por ello, son muchas las teorías que hablan de la motivación humana, entre ellas la ya mencionada
Pirámide de Maslow, los tres factores de McClelland o la teoría del factor dual de Herzberg. Al
estudiar la motivación se han desarrollado distintos enfoques que son aplicables a distintos
ámbitos: trabajo, deporte, aprendizaje, etc. Esto ha provocado que varios autores hayan
clasificado la motivación con distintos nombres.

Tipos de motivación

El grado de motivación de cada individuo no es directamente proporcional al valor de aquello que


lo provoca, sino que es la importancia que le da la persona que lo recibe la que determina la fuerza
o el nivel de motivación.

A continuación explicaremos los distintos tipos de motivación, así como las distintas fuentes de
motivación que nos impulsan a realizar ciertos actos.

Motivación extrínseca vs motivación intrínseca

1. Motivación extrínseca

La motivación extrínseca hace referencia a que los estímulos motivacionales vienen de fuera del
individuo y del exterior de la actividad. Por tanto, los factores motivadores son recompensas
externas como el dinero o el reconocimiento por parte de los demás. La motivación extrínseca no
se fundamenta en la satisfacción de realizar la cadena de acciones que compone aquello que
estamos haciendo, sino en una recompensa que solo está relacionada con esta de manera
indirecta, como si fuese un subproducto.

Por ejemplo: un individuo puede trabajar mucho para ganar más dinero o puede estudiar muy
duro por el reconocimiento social que le proporciona un buen empleo una vez haya acabado sus
estudios. Una persona con motivación extrínseca por una tarea que debe entregar, trabajará duro
en ella pesar de tener poco interés, pues la anticipación del reforzador externo le motivará a
acabarla a tiempo.

2. Motivación intrínseca

La motivación intrínseca hace referencia a la motivación que viene del interior del individuo más
que de cualquier recompensa externa. Se asocia a los deseos de autorrealización y crecimiento
personal, y está relacionada con el placer que siente la persona al realizar una actividad, lo que
permite que una persona se encuentre en “Estado de Flow” al realizar la misma.

Por ejemplo: un individuo que asiste a los entrenamientos de su equipo de fútbol simplemente por
el placer que le supone practicar su deporte favorito.

La motivación intrínseca es el tipo de motivación más vinculado a una buena productividad, ya que
allí donde se da el individuo no se limita a cumplir los mínimos necesarios para obtener la
recompensa, sino que se involucra personalmente en lo que hace y decide poner en ello gran
parte de su empeño.

Motivación positiva vs motivación negativa

3. Motivación positiva

La motivación positiva se refiere al proceso por el cual un individuo inicia o mantiene adherido una
conducta gracias a la obtención de una recompensa positiva, sea externa o interna (por el placer
de la actividad).

4. Motivación negativa

La motivación negativa hace referencia al proceso por el cual una persona inicia o se mantiene
adherida a una conducta para evitar una consecuencia desagradable, tanto externa (castigo,
humillación, etc.) o interna (evitar la sensación de frustración o fracaso).

Otros tipos de motivación

La literatura especializada en psicología del deporte también ha aportado información sobre otros
tipos de motivación relacionados con el mundo de la actividad física y el deporte.

Motivación básica vs motivación cotidiana

5. Motivación básica
La motivación básica se refiere a la base estable de la motivación que determina el nivel de
compromiso de un deportista con su actividad. Se refiere al interés de un deportista por los
resultados deportivos, su rendimiento personal y/o los consecuencias positivas de ambos.

6. Motivación cotidiana

La motivación cotidiana hace referencia al interés de un deportista por la actividad diaria y la


gratificación inmediata que ésta produce.

Orientación motivacional centrada en el ego vs orientación motivacional centrada en la tarea

7. Orientación motivacional centrada en el ego

Este tipo de motivación se refiere a que la motivación de los deportistas depende de retos y
resultados en comparación con otros deportistas.

8. Orientación motivacional centrada en la tarea

La motivación depende de retos y resultados personales, e impresiones subjetivas de dominio y


progreso.

Ambas orientaciones son ortogonales y no opuestas. Por tanto, pueden existir deportistas con
ambas orientaciones altas, ambas orientaciones bajas, con una orientación centrada en el ego alta
pero baja en la tarea y con una orientación por la tarea alta pero una orientación centrada en el
ego baja.

Pasemos a la práctica: ¿cómo motivarse?

Tipos de motivación: las 8 fuentes motivacionales. https://psicologiaymente.com/psicologia/tipos-


de-motivacion
¿Qué es motivación? Su definición y significado. https://conceptodefinicion.de/motivacion

El vocablo motivación viene del latín “motivus o motus” significa “motivar y motivo” y el sufijo
“ción” que es de “acción y efecto de motivar”, “motivus” también se refiere a “movimiento”. La
motivación alude a la precisión así como el señalamiento o intensidad que se revela en un sujeto
cuando lleva a cabo una acción, pero siempre manteniendo una conducta firme hasta que logre
cumplir con todos los objetivos planteados para así poder crear o aumentando con ello el impulso
necesario para que se ponga en obra ese medio, esa acción o bien para que deje de hacerlo.

Las 10 claves para motivarse a uno mismo. https://psicologiaymente.com/psicologia/claves-


motivarse-motivacion

Las 10 estrategias y claves psicológicas para motivarse a uno mismo

1. No olvides nunca pensar en positivo

Ten en cuenta que tus pensamientos van a influir decisivamente en cómo afrontar cada paso que
das. Si afrontas el día a día con una visión positiva de las cosas, serás capaz de avanzar hacia tus
metas. Si, por el contrario, eres una persona negativa a la que todo le parece imposible, no harás
nada para mejorar.

Tu discurso interno es uno de los factores clave a la hora de motivarte. Todos tenemos una
pequeña vocecilla interna que puede ayudarnos o boicotearnos. Debemos aprender a gestionar su
influencia y ser concientes de que nuestro estado mental es la clave para que podamos fijarnos
objetivos y cumplirlos. Si tienes demasiados pensamientos negativos, ha llegado la hora de
eliminarlos e ir sustituyéndolos por pensamientos y creencias que jueguen a tu favor.

Para lograrlo: “7 técnicas para borrar de tu mente los pensamientos negativos”

Nunca subestimes el poder que tiene el pensamiento positivo cuando estás tratando de motivarte.

2. Elabora un diario personal que refleje tus progresos

Si eres una persona poco metódica, este truco puede resultarte muy útil. Una de las claves para
motivarnos a lograr un objetivo es tomar conciencia de los progresos que vamos dando en el corto
plazo. Así, percibimos que nuestros esfuerzos están dando sus frutos y por tanto es más probable
que sigamos adelante. Es bueno fragmentar tu trabajo en distintas mini-metas que supongan un
aliciente para seguir batallando.

Si te gusta escribir, una buena manera de controlar tus progresos es redactar un pequeño diario
en que expliques qué has hecho durante el día y cuáles han sido tus progresos. De este modo
podrás ver cuánto te falta para alcanzar tu objetivo. También es interesante que anotes tanto lo
positivo (avances, buenas sensaciones, etc) como lo negativo (errores que has cometido, ideas
para mejorar)... Te recomendamos que seas rígido y actualices tu diario cada día a la misma hora.
Además, con el surgimiento de aplicaciones smartphone, puedes tener un diario de tus progresos
de forma prácticamente automática, en según qué campos. Por ejemplo, si tu objetivo es correr
cinco kilómetros en el menor tiempo posible, existen apps que monitorizan tu actividad por ti. De
este modo puedes tener en tu ordenador un montón de información que te dé feedback sobre tu
rendimiento y tus progresos.

3. Imagínate logrando tus propósitos, cada día

Un truco psicológico altamente efectivo: visualiza mentalmente el resultado que deseas alcanzar,
durante varios minutos y con muchos detalles. Simplemente cierra los ojos y disfruta imaginando
cómo percibes el momento de éxito y satisfacción en aquello que te has propuesto. ¿Cómo te
sentirías, con quién lo compartirías?

Cuanto más y mejor sepas imaginar ese momento, más motivado te mantendrás y durante más
tiempo. Si practicas esta imagen mental durante cinco minutos al día, tu éxito estará más cerca.

Más información: "Los 7 hábitos de las personas realmente efectivas"

4. Un día puedes fallar… pero no dos

Los seres humanos somos profundamente imperfectos. Si un día no conseguimos avanzar nada,
debemos relativizarlo. Todos tenemos un mal día en que la pereza nos paraliza. Pero la regla de
oro es la siguiente: puedes fallar un día, pero no dos días consecutivos.

Si el día anterior no lograste sentirte motivado para llevar a cabo las acciones cotidianas que te
acercan al objetivo, el segundo día es clave. No te permitas que ese segundo día también te
boicotee la pereza o cualquier otra excusa. No puedes perder dos días seguidos porque entonces
estarías labrando un precedente mental que justifique tu holgazanería futura.

Para saber más: “Las 10 excusas que siempre usan las personas improductivas”

5. La sana competencia entre amigos es una gran fuente de motivación

A todos nos gusta la competición sana, sobre todo cuando nos rodeamos de personas que nos
hacen sentir bien. Esta predisposición a la competencia puede sernos muy útil para incentivarnos a
luchar por nuestros objetivos.

Si conoces a un familiar, un amigo o un compañero de trabajo que tiene unas metas parecidas a
las tuyas, puedes “reclutarle” para tener una sana competencia que pueda ayudaros a ambos.
Semana tras semana, podéis poneros al día de quién ha logrado correr más kilómetros, fumar
menos cigarrillos, conseguir más ventas, hacer más flexiones, etcétera.

De todos modos, esto debe ser un incentivo, no un lastre: tus metas deben estar ponderadas y
deben ser equitativas respecto a la otra persona. Por ejemplo, sería absurdo que alguien que
empieza a correr se comparara con un fondista profesional. La clave no es compararse
constantemente sino apoyarse en el otro para seguir avanzando, y que cada uno vaya logrando sus
propias metas.

6. Prepara tu mente para los momentos de bajón


A lo largo de un largo camino, puede que pases por momentos buenos y momentos malos. En
estos momentos en que no nos salen las cosas como desearíamos, puede venirnos a la cabeza
ciertos pensamientos derrotistas y la urgencia irrefrenable de abandonar el barco.

No tengas miedo cuando estos pensamientos te aborden, ya que es completamente natural que
de vez en cuando surjan y te inviten a dejar de luchar. Si eres consciente de ellos, puedes
gestionarlos para que no te afecten. Por cada momento de bajón que experimentes, ten pensado
un motivo de peso para seguir luchando.

También te puede ayudar: “25 frases positivas cortas para vivir el día a día con optimismo”

7. Haz una lista con tus razones para seguir motivado

Ahondemos en el punto anterior. Si conoces tus motivos que te empujan a seguir tirando del carro
y esforzándote cada día, tienes mucho ganado. Es el antídoto perfecto para las excusas, la pereza y
los secuestros mentales.

Muchas personas se motivan pensando en sus seres queridos. Otras personas lo enfocan desde un
sentido más individual o por la gran motivación intrínseca que sienten hacia esa actividad que
practican. Sea como sea, es bueno que escribas en un papel cuáles son tus motivaciones.

8. La importancia de un buen consejero

Cuando persigues un sueño, es probable que otras personas ya lo hayan conseguido antes que tú.
Contar con el apoyo de una persona con una larga experiencia puede ser clave para que te
explique algunos trucos y reflexiones para que puedas lograr lo que te propones.

También puedes buscar cursos o seminarios de personas que hablen sobre aquello que te
interesa. No conviene despreciar el conocimiento que pueden aportarte otras personas. En
nuestra sociedad, ya casi todo está inventado. Pero sin embargo hay pocas personas que tengan la
capacidad para innovar y buscar nuevas formas de resolver problemas. Si eres capaz de empaparte
de mucho conocimiento proveniente de distintas fuentes, es probable que puedas motivarte y
seguir por el buen camino.

9. Descubre tus verdaderas pasiones

Esto es básico. Cuando disfrutamos genuinamente con una actividad, conseguimos tener un
Estado de Flow que nos permite rendir al máximo de forma que hasta que perdemos la noción del
tiempo. Antes hemos hablado de la motivación intrínseca: es aquella motivación que sentimos por
el placer mismo de realizar algo.

Cuando conseguimos descubrir qué nos apasiona y tenemos la suerte de podernos dedicar a ello,
nuestra motivación intrínseca nos permitirá afrontar la tarea y el día a día de un modo realmente
efectivo. Si, por contra, no nos agrada aquello a lo que nos dedicamos y por tanto no contamos
con una buena dosis de motivación intrínseca, solo podremos estar motivados gracias a la
motivación extrínseca, es decir, si tenemos incentivos (económicos o de otro tipo) para seguir
adelante.

Por tanto, es importante que escojas tu vida en base a lo que te gusta hacer, puesto que estarás
más motivado.
Descubre la importancia de dedicarte a lo que te gusta: "La ley de las 10.000 horas de experiencia
de Gladwell"

10. Inspírate con las pequeñas cosas del día a día

La clave para motivarse es ser una persona abierta al mundo y encontrar inspiración en los
pequeños detalles cotidianos. La inspiración puedes encontrarla en casi cualquier cosa.

No solo te va a permitir motivarte en un momento dado (que también), sino también a mantener
tu motivación durante largas temporadas.

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