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Fernanda Tonali Gil Moreno 1

Hero y Leandro. Griego VIII

Hero y Leandro (319-330)

Αἱ
¯ νο̆πᾰθή̄ρ δὲ̆ Λέ̆ᾱνδπο̆ρ ἀ̆κη̄λή̄ηοι
¯ ρ ἐ̆νὶ̆ δ ί̄ ναι
¯ρ

πο̄λλά̆κῐ μὲ̄ν λῐηά̆νες


¯ ε̆ θᾰλᾱζζᾱίη̄ν Ᾰθπο̆δ ί̄ ηη̄ν, 320

πο̄λλά̆κῐ δ' αὐ
¯ ηὸ̆ν ἄ̆νᾱκηᾰ Πο̆ζει
¯ δά̄ω̄νᾰ θᾰλά̄ζζη̄ρ,

Ᾱηθί̆δο̆ρ οὐ
¯ βο̆ρέ̆η̄ν ἀ̄μνή̄μο̆νᾰ κά̄λλῐπε̆ νύ̄μθη̄ρ.

˘ οὒ
ἀ̄λλά̆ οἱ ¯ κ ἤ̄πκε̆ζε̆ Μο̄ίπᾱρa.
¯ ηῐρ ἄ̆πη̄γε̆ν, Ἔ̆πῡρ δ' οὐ

πά̄νηο̆θῐ δ' ἀ̄γρο̆μέ̆νοι


¯ ο̆ δσ̆ζά̄νηε̆ϊ̆ κύ̄μᾰηο̆ρ ὁ̄λκῷ̄

˘ ὤ̄κλᾰζε̆ν ὁ̄πμὴ̄
ης̄πηό̆με̆νο̄ρb πε̆θό̆ρη̄ηο̆. πο̆δῶ̄ν δὲ̆ οἱ 325

κᾱὶ ζθέ̆νο̆ρ ἦ̄ν ἀ̆νό̆νη̄ηο̆ν ἀ̆κοι


¯ μή̄ηῡν πᾰλᾰμά̄ω̄ν.

πο̄λλὴ̄c δ' αὐ ¯ μῷ̄d


¯ ηό̆μᾰηο̄ρ σύ̆ζῐρ ὕ̄δᾰηο̆ρ ἔ̄ρρε̆ε̆ λαι

κᾱὶ πο̆ηὸ̆ν ἀ̄τρή̄ ῑ ζηο̆ν ἀ̆μαι


¯ μᾰκέ̆ηος
¯ πί̆ ε̆ν ἅ̄λμη̄ρ.

κᾱὶ δὴ̄ λύ̄τνο̆ν ἄ̆π ῑ ζηο̆ν ἀ̆πέ̄ζβε̆ζε̆ π ῑ κπὸ̆ς ἀ̆ή̄ηη̄ςe

˘ f ἔ̆πῡηᾰg πο̆λσ̄ηλή̄ηοι
κᾱὶ τς̄σὴ̄ν καὶ ¯ ο̆h Λε̆ά̄νδπος
¯ 1. 330

Traducción

El apesadumbrado Leandro, entre inexorables torbellinos, muchas veces pedía


encarecidamente a Afrodita marina, muchas veces al mismo Poseidón, señor del mar, y no
dejó que el Bóreas olvidara a su ática esposa. Pero ninguno de ellos lo socorrieron, y el
Amor no rechazó a las Moiras. Golpeado por las riendas revestidas de fuerza del oleaje fue
llevado por todos lados. El impulso de sus pies se doblegó y la fuerza de sus manos
(brazos) que nunca descansan fue inútil. Toda una oleada incontenible de agua se desliza
por su garganta y bebió la poción maldita de la furiosa salobridad. Y al momento un áspero
viento apagó la desleal antorcha, así como el alma y el amor de Alejandro, quien mucho
sufrió.

1
Edición de Fäber, H. “Hero und Leander”, Munich, Heimeran, 1961.
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Hero y Leandro. Griego VIII

a) El tema principal es el amor. Es éste incluso quien permite que el destino haga su
tarea, si éste no hubiera ―rechazado a las Moiras‖ la suerte de Leandro habría sido
diferente; se podría entender muy fácilmente que queda en manos del amor la
muerte de Leandro, así como también toda la historia de Hero y Leandro ocurrió a
causa de él.
b) Así como el oleaje arrastra a Leandro de un lado a otro, el sujeto de éste verso
termina por encontrarse en el siguiente verso debido a que ―las riendas revestidas
de fuerza del oleaje‖ lo van desplazando a lo largo del verso, provocando un
encabalgamiento en el siguiente verso. Cabe recalcar que este fenómeno ocurre
solamente en estos versos del pasaje mostrado (324 y 325), mientras que en los
restantes se procura terminar la idea en un solo verso, pues una de las
características de este autor es la manera en que los personajes y las situaciones son
descritas en frases breves y precisas.
c) Así como el ritmo, que en su mayoría se compone de dáctilos, el uso repetitivo de
palabras que tienen como raíz πολλςρ y παρ muestra el estado del mar al momento
en que Leandro intenta cruzarlo. Se habla de un mar embravecido y por lo tanto
hay que imaginar a éste lleno de olas por todos lados que impactan a Leandro
constantemente. Esto nos ayuda también a comprender un poco cómo es que en las
pinturas los autores plasman este mar en tormenta que se lleva consigo la vida de
Leandro. De igual manera, al estar colocados en principio de verso y ser lo primero
que se ve y se enfatiza al leer el texto, se refuerza la idea de las ―imágenes‖ en la
obra de Museo, quien, en su sentido de teatralidad, elabora sus escenas más para
que éstas sean vistas que para que sean escuchadas. Al estar la escena en la
obscuridad de la noche el mar embravecido es importante para representar lo visual
en medio de la negrura por medio del sonido.
d) Siguiendo con el argumento de las imágenes en Museo, aquí las palabras hacen
fácil el visualizar cómo el agua entra a los pulmones de Leandro, pues al principio
del verso nos encontramos con la inmensa masa marina que, a través del verbo
(ἔππεε), entra a la garganta de nuestro héroe.
e) Por medio de las consonantes aspiradas y sibilantes, Museo representa aquel
―viento áspero‖ que apagó la antorcha que guiaba en su camino a Leandro.
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f) Una vez que Leandro ya ingirió el agua salada del mar, sólo le queda morir, y al ser
una muerte dentro de este mar enfurecido y de tormenta que ya se había descrito
antes, ésta se lleva a cabo de una manera precipitada y rápida, cosa que se ve
reflejada por medio de la polisíndeton, en donde los primeros tres καί se encuentran
a principio de verso para remarcar aún más este ímpetu y se anticipa en el verso
326 con otro καί que al parecer no tiene mucha importancia, pero que será el
comienzo y el anuncio de la muerte de Leandro. Aunque esta polisíndeton se da a
lo largo de tres versos, es necesario recordar que la muerte de Leandro (o más bien
su preámbulo) lleva narrándose desde el 319 y no es hasta el 327 que éste llena su
garganta con agua, y de ahí, rápidamente se avanza a su muerte en el 330. Esto
también apoya la hipótesis de Norwood, quien afirma que los griegos, al amar tanto
la belleza, Museo busca constantemente a ésta, por lo que no es fácil incorporar una
escena de muerte conservando este principio (de nuevo el sentido teatral); es por
esto que, aunque el autor no evita la escena, el horror de su muerte se termina en
siete líneas (desde que el mar comienza a arrastrarlo).
g) La comparación entre la luz y la vida es clara incluso en el lugar que ambos se
posicionan (al inicio del verso); de uno depende el otro, y es justo en el momento
en que la antorcha se apaga, al verso siguiente la vida de Leandro igualmente se
esfuma.
h) Epíteto utilizado en Odiseo. Leandro pasa de ser un amante común y corriente a ser
el gran héroe que mucho vagó en un gran viaje, cuya culminación fue el encuentro
con su amada. Probablemente eso sea en un intento de llevar nuestra mente lejos
del horrible suceso previamente narrado para concentrarnos en las aventuras de
gran Odiseo, quien sí tuvo la fortuna de tener un buen final.
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Hero y Leandro. Griego VIII

Hero y Leandro

Museo

De Museo se sabe muy poco; es probable que Museo haya vivido en la segunda mitad del
siglo V d. C. Es posible que haya sido un gramático, ya que así se le nombra en ciertos
manuscritos, y es probable que Procopio de Gaza le haya enviado dos cartas. Su única obra,
titulada Hero y Leandro, es un pequeño epilio de 343 hexámetros que narra la desventurada
historia de amor de Hero, una sacerdotisa de Afrodita que vive en Sesto, y de Leandro, un
joven de Ábido que tras enamorarse de la doncella cruza a nado todas las noches el estrecho
que separa a estas dos ciudades para encontrarse con su amada. John Addington Symonds
describe a este pequeño poema como ―the last pure rose of Greek summer‖ (la última rosa
pura del verano griego), ya que, al igual que Frances Norwood, considera que cuenta con
ciertas cualidades que caracterizan a la literatura clásica griega en su mejor periodo.
Sobre el origen de la historia, es seguro que Museo no fue quien la inventó, ya que
se tiene registros de muchos autores anteriores que hacían referencias al mito. Aparte de
nuestro autor, la fuente que más contenido aporta sobre Hero y Leandro es Ovidio. Éste, en
sus cartas XVIII y XIX de sus Heroidas narra los sentimientos de ambos personajes al
pasar por un largo periodo sin verse debido al mal tiempo que azota el estrecho del
Helesponto durante el invierno. Sin embargo, Ovidio no menciona la narración de la muerte
de ninguno de ellos. Se podría decir que Museo, al ser su mayor fuente de conocimiento
sobre el tema, toma a Ovidio como modelo y sobre sus cartas elabora la versión completa
del episodio.
De igual manera, Virgilio se remite de una manera muy breve al mito durante siete
versos (257-263) del libro III de sus Geórgicas. De igual manera, Antípatro de Tesalónica
dedica dos epigramas a estos amantes (AP VII 666 y AP IX 215). En estos casos, aunque
las referencias al mito son breves, sí se infiere de alguna u otra manera el fatídico evento de
la muerte de los personajes; en el caso de Virgilio, éste narra la tempestad en la que
Leandro se encuentra atrapado: ―cruza tardío a nado los mares agitados por la tempestad
desencadenada; sobre su cabeza truena la inmensa puerta del cielo, y las olas, estrellándose
contra las rocas, lo llaman hacia atrás‖2, para terminar por augurar no solamente la muerte

2
Virgilio, Geórgicas, vv. 260-262.
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de Leandro, sino también la de su amada Hero: ―[…] pero ni las desgracia de sus padres, ni
la joven, que, si él muere, morirá también con cruel muerte, lo pueden detener‖3. Como se
hablará más adelante, la cuestión del mar en tempestad será muy importante para las
próximas representaciones del mito y desde sus primeras manifestaciones en la literatura ya
podemos ver cómo este elemento también juega un papel importante al colarse en la
pequeña narración que realiza Virgilio. Casi lo mismo ocurre con Antípatro, quien, aunque
no narra la tempestad como lo hace el gran autor de la época dorada latina, sí le da una gran
importancia al mar en sus epigramas, considerándolo como el objeto de muchas muertes de
hombres que se aventuran a éste; es por esto que no debería ser extraña la inclusión de estos
personajes en su obra, ya que son una clara representación de cómo el mar puede llegar a
ser cruel con los seres humanos, sin siquiera respetar el amor que hay de por medio.
A pesar de todas las fuentes anteriores a Museo que conocen y narran parcialmente
el mito de Hero y Leandro, el epilio conservado no sólo se limita a recopilar la información
para vaciarla en un poema de igual manera incompleto, sino que nuestro autor se da a la
tarea de llenar los huecos que encuentra a lo largo de la tradición y les da su propio sello.
Es así como se nos da una pequeña pista de cómo la obra de Museo pertenece a la literatura
tardía, pues aunque conserve ciertas características que buscan recordar la época de
esplendor griego, el tema en sí refiere otra realidad. Los alejandrinos y sus sucesores
disfrutaban de las historias de amor que comenzaban con el milagro del amor a primera
vista y el reencuentro que llevaba a todo tipo de historias maravillosas que terminaban por
tener un final feliz o infeliz. Estas narraciones eran inventadas, lo que hace suponer que el
mito de Hero y Leandro realmente se debe a la invención de la época y no se trata de un
acontecimiento verídico, aunque se hayan intentado realizar otras hipótesis que prueben lo
contrario. Por lo tanto, Museo pudo haber sido inspirado por un poema, un mito o incluso
una historia. Sin embargo, esto no es lo relevante de la obra de Museo, sino la teatralidad
con la que aborda el tema, ya que, regresando al tema abordado anteriormente, recuerda a la
época gloriosa de la literatura griega. Esto llama la atención puesto que el drama estaba
relegado a las aulas y las representaciones teatrales eran mal vistas en la época en que
Museo escribe su obra. Sin embargo, ésta es posible dividirla en actos; a éstos le siguen una
serie de imágenes para ser vistas más que para ser escuchadas. Al poder ―ver‖ estas

3
ibid., v. 262-623.
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imágenes, hablamos de ―ver‖ una obra teatral. En otras palabras, el autor cuenta con un
sentido del teatro.

Consider, for example, Act 1 (1-231). Here we have the first encounter of the
lovers, the development of their acquaintance from glance to word, from word
to touch, from touch to kiss, and finally to the plot for further meetings, on
which note of suspense the curtain falls.4

Sin embargo, es necesario aclarar que no es que el autor buscara que esto se representara en
un teatro (pues ya vimos las condiciones de su época), sino que escribe su novela con la
visión de una obra más visual que auditiva.
De igual manera, otra característica relevante en la obra de Museo y que recuerda a
lo mejor del arte griego no sólo es lo dramático y vívido en la construcción de su trama,
sino que se mantiene en la trama con economía en la narración. El poema es sobre el amor,
y el autor no desperdicia tiempo en cosas que no pertenezcan a este tema. Por otra parte,
esto no pasa con otros autores que lo toman como referencias para su obra, ya que la
mayoría se enfocan más en el episodio de la muerte de Leandro y la noche de tormenta y
dejan de lado este tema de gran importancia para Museo. Incluso, pareciera que deja por
alto en la caracterización de sus personajes cualquier asunto que no lleve al tema de
―aquello que llevó a la muerte de Hero y Leandro‖ (el Amor y el Destino). El poeta cree en
el continuo conflicto entre el Amor y el Destino. Al primero lo equipara con la vida y la
luz, representadas por la lámpara, y al último con la muerte y la obscuridad, representados
por la tormenta. La historia de Hero y Leandro es la historia de todos los amantes, en la que
el Amor termina por rendirse a la Muerte. Ya desde el primer verso Museo nos presenta la
palabra λύσνον, que será el leitmotiv del principal tema del autor: el Amor. Esta palabra se
presenta al menos cinco veces en todo el exordio y la obscuridad es igual de prominente.
Así, mientras Leandro le cuenta a Hero sobre su plan para verse todas las noches, se hace
un pequeño recordatorio de cómo la luz estará unida a la vida de Leandro: ―μή μιν
ἀποζβέζζυζι, καὶ αὐηίκα θςμὸν ὀλέζζυ‖5. Al celebrarse las bodas en la obscuridad, se
brinda la ocasión perfecta para el motivo de la obscuridad, pues ―las bodas‖ se llevan a

4
Norwood, Frances, Hero and Leander, p. 11.
5
Museo, Hero y Leandro, v. 217.
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cabo sin antorcha alguna que ilumine el lecho y la noche conduce la procesión. No debería
resultar sorprendente que una unión que comienza de una manera tan poco propicia, en
donde la obscuridad ya está sobre el Amor, termine en tragedia. Conforme avanza el
invierno, la luz se reduce y con ésta se consumen el amor y la vida.

The lamp is now no longer the ornament of Love, but the torch of Fate (309).
Hero herself is in the power of Fate (308), and the last awful phase of the
tragedy begins with the solemn spondee νύξ ῆν(310).6

Finalmente, el poder de Eros no puede prevalecer ante el del Destino y esta derrota es
simbolizada a través de la escena de la muerte de Leandro, en donde al apagarse la antorcha
—esa luz que ahora lo deja todo en tinieblas— la vida del héroe también se ve consumida.
Ahora, tras analizar todos aquellos elementos que Museo buscó mostrar en su pequeño
poema, pareciera oportuno analizar las obras de arte a las que inspiró esta gran narración.
Aunque la obra a la que dio pie este mito es basta, para efecto de este trabajo solamente se
remitirá a los poemas de Góngora y Marlowe, así como la obra pictórica de Rubens Hero
and Leander.
Aunque resulta extraordinario que dos contemporáneos como Góngora y Marlowe
hayan elegido el mismo mito para darle vida, lo que interesa aún más en sus versiones es
cómo éstas se parecen tanto y al mismo tiempo se apartan tanto de los tratamientos que
previamente se daban a la leyenda. Ambos poetas hacen una burla heroica de un mito que
anteriormente sólo se había tratado con gran seriedad. Hay en ambos poetas una ausencia
de la emoción romántica y el Amor es visto únicamente como mera sensualidad (en el caso
de Marlowe) o como una necedad (en el caso de Góngora), aunque este no es el sujeto
principal de la trama. En Góngora tenemos un ejemplo clásico de lo que Erich Segal llama
mock-heroic poetry: ―He employs that same technique of comic reduction used by
Shakespeare to diminish the great argument of the Trojan War to ‗a cuckold and a
whore‘‖.7 La terrible tormenta del Helesponto se convierte en un "charco de atunes" and el
destino de los protagonistas se compara con las cáscaras de huevos ("El Amor como dos
6
Norwood, Frances, Hero and Leander, p. 20.
7
Segal, Erich, Hero and Leander…, p. 342.
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Hero y Leandro. Griego VIII

heuvos / Quebranto nuestras saludes"). En general, Góngora establece el tono cómico de


manera inmediata evitando cualquier inclusión emocional seria, y aunque se trata
originalmente de personajes que originalmente vienen de un estatus noble, Góngora invierte
los papeles y los presenta como: ―[...] tan pobres ambos/ Que ella para una linterna/ Y el
no tuvo para un barco [...]‖8. El padre de Hero es un hidalgo, el alcalde local, ―mal vestido
y bien barbado‖9, y la cualidad más grande de Leandro es la de ser ―Grande orinador de
esquinas‖10. En general, Góngora evita a toda costa el detalle sensual:

There is, in fact, no mention at all of the lovers' assignation or the


subsequent consummation of their amorous expectations. He knows
that his readers are familiar with those details and he is definitely not
the poet who dwells on the joys of love. He skips immediately from
the first meeting to the fatal swim.11

Como se comentaba anteriormente, se le da más importancia a la muerte de Leandro antes


que el tema principal: el Amor. En esta escena, el Helesponto pierde su magnificencia y se
ve reducido a un estanque, y la tormenta que asediaba al héroe se traduce en ―se orinaron
las nubes‖12, lo que hace gran justicia al epíteto que anteriormente se había dado a Leandro.
Cuando éste perece, Góngora no pierde ya más tiempo en terminar su poema y apresura la
muerte de Hero; en apenas ocho líneas alcanza a ver el cuerpo de su amado mojado al pie
de su torre y se precipita sobre él. Para Góngora, Hero y Leandro no fueron heroicos, sólo
fueron tontos y a ambos se les compara con huevos: Leander es "pasado por agua" y Hero
"estrellada". Ahora no queda nada más que los cascarones de estos ―héroes‖.
Así como Góngora, Marlowe está desapegado a los sentimientos: ―Both Marlowe
and Góngora have chosen this theme as a vehicle for cynical views of conventional love‖13.
El excursus de Mercurio y el amor de Zeus y su hermana plasmado en un fresco, muestran

8
Góngora, Aunque entiendo poco griego, vv. 6-8.
9
ibid., v. 12.
10
Ibid., v. 39
11
Segal, Erich, Hero and Leander…, p. 345.
12
Góngora, Aunque entiendo poco de griego II, v. 16.
13
Segal, Erich, Hero and Leander…, p. 350.
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un retrato de homosexualidad e incesto, que no tiene nada que ver —al menos en su
época— con el amor que canta Museo. Incluso, se sugieren ciertas cualidades que hacen a
los personajes ―marmóreos‖, lo que da una cualidad no-natural al amor que existe entre
ambos, pues el mármol enfatiza una cualidad fría y deshumanizada. Incluso, al momento de
comparar el acto amoroso con la guerra, Marlowe llega a comparar a Leandro con Heracles.
Éste, como Marte, simboliza la violencia, e incluso a una sugerencia de violación al final.
De igual manera, Marlowe hace uso de la hipérbole, que ayuda a ―inflar‖ la historia
a proporciones más allá de las humanas: sus personajes son descritos con características
excesivas (Hero es más brillante que la luna, y los labios y mejillas de Leandro exceden a
los de Narciso). Sin embargo, esto no sólo ―infla‖ la historia y a los personas, sino que al
mismo tiempo inhibe el valor de las cosas: el autor usa tantas veces ―dorado‖ en su poema,
que éste pierde todo significado y se convierte en simple brillo. Hay una digresión de
Neptuno en donde, al malinterpretar el llanto de Leandro ―love, I come‖ con el de
Ganímedes, arrastra al muchacho al fondo de su reino marino donde el amor es tan artificial
y reluciente como lo es en la tierra.
Como ya vimos, ninguna de las dos versiones se acercan en nada a lo que Museo
aspiraba; los personajes de Góngora terminan siendo reducidos a cáscaras de huevo gracias
a la necedad que les provocaba el Amor, y en Marlowe los mismos son elevados con
grandes hipérboles para terminar siendo desinflados con un poco de realismo, cosa que el
Amor no les puede dar: ―Both poets laugh cynically at conventional love, reducing tender
emotion to subhuman Bergsonian machinery. Gongora's heroes end as broken eggshells,
Marlowe's are little more than tinsel‖14. Sin embargo, lo realmente importante aquí es que
para poder realizer esta burla heroica, ambos tuvieron que haber comprendido el tema
central del poema de Museo para dar una crítica buena a éste.
Pasemos rápidamente a Rubens y su pintura Hero and Leander. Este óleo muestra
un mar embravecido en una noche de tormenta y un gran número de Nereidas; aunque
Leandro es difícil de identificar, se cree que es el hombre cuyo cuerpo se encuentra
flotando casi inerte en el centro de la pintura. Se supone que la figura de Hero se encuentra
a la derecha del cuadro, precipitándose al mar. Ésta representación ya cuenta con una tono
más apegado al del poema de Museo y, aunque no se centre en el gran tema de este autor, sí

14
ibid., p. 356.
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Hero y Leandro. Griego VIII

se centra en uno de los episodios que más ha impactado a los seguidores de este mito: la
muerte de Leandro. Rubens realizó su pintura entre 1600-1608 teniendo como base dos
textos clásicos (Ovidio y Museo) y siendo inspirado por una cantidad importante de
imágenes del renacimiento italiano. La original se mantiene en la Yale University Art
Gallery. Ésta perteneció a varios coleccionistas del Barroco Europeo (el Duke de
Buckingham, Rembrandt, Pieter Six, y Sir Peter Lely). Y fue el objeto de poemas
realizados por tres poetas del siglo XVII: Giambattista Marino (1569-1625), Joost van den
Vondel (1587-1679), y Jan Vos (1615/20-1667). Aunque el poema de Museo haya sido la
fuente más posterior, al ser el que más contenido aporta al mito, Rubens lo toma con su
fuente principal. Con la edición del poema de Museo de 1497 de Aldine el suicidio de Hero
queda establecido en la tradición ilustrada. Sin embargo, algo que no se menciona en la
obra de nuestro autor, pero que sí se plasma en la obra de Rubens son las nereidas.

Las nereidas que lloran la muerte de Leandro son la innovación de Rubens, ya que no
ocurren en ninguna fuente antigua o renacentista de la historia, y se cree que una posible
fuente para insertarlas fue el Lamento de Adonis y Venus y las ninfas llorando sobre Adonis
muerto, pues fácilmente se puede hacer la comparación entre Adonis y Leandro, pues ésta
también es una figura viril que sufre una muerte repentina dejando a una amante
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desconsolada, y así como Hero lo conoció en el festival de Adonis, se puede ver una
relación suficiente para que Rubens decidiera adecuar el escenario de Bion a su fresco.
Por otro lado, es posible ver en la pintura de Rubens un contraste entre las figuras de Hero
y Leandro, quien se encuentra sin vida, pálido, expuesto y flotando de manera horizontal,
mientras que su amada se encuentra en movimiento, medio cubierta por prendas magenta y
blancos al tiempo que desciende bruscamente.
Se afirma que Rubens también se inspiró en otros poetas posteriores a Museo para
realizar su obra de arte (Marino, Vondel y Jan Vos). Sin embargo, los literatos no plasman
la muerte dela sacerdotisa como lo hace Rubens, ya sea porque esto opaca el hecho de la
muerte de Leandro o porque en literatura no es posible plasmar a Hero precipitándose
mientras se lamenta, dándole un lugar casi nulo a ésta, por lo que el epilio de Museo fue
una gran fuente para esta escena. En su obra, Rubens logra conjugar una variedad
impresionante de fuentes literarias con fuentes pictóricas. Y la magnificencia del tema de la
doble muerte y el horror de la tormenta también logran una excepcional integración en esta
gran obra de arte que busca dar cabida a todos los aspectos que se encuentran no sólo en
Museo, sino en todos los autores que se incorporaron a la tradición de Hero y Leandro.
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Hero y Leandro. Griego VIII

Bibliografía

Antología Palatina II “La guirnalda de Filipo”, intr., trad. y notas de Guillermo Galán
Vioque, Madrid, Grados (Biblioteca Clásica Gredos, 321), 2004.

Museo, Hero y Leandro, intr., trad. y notas de Antonio Ruiz de Elvira, Madrid, Alma Mater
(Colección de Autores Griegos y Latinos), 2003.

Ovidio, Heroidas, Madrid, Alma Mater, 1986.

Virgilio, Geórgicas, intr., trad. y notas de Tomás de la Ascensión Recio García y Arturo
Soler Ruiz, Madrid, Gredos (Biblioteca Clásica Gredos, 141), 1990.

Golahny, Amy. ―Rubens' ‗Hero and Leander‘ and Its Poetic Progeny.‖ Yale University Art
Gallery Bulletin, 1990, pp. 20–37. JSTOR, www.jstor.org/stable/40514451.

MILLER, EMM. ―HÉRO ET LÉANDRE: POÈME DE MUSÉE, TRADUIT EN


FRANÇAIS Par Christophe De Harlay, Comte De Beaumont.‖ Annuaire De
L'Association Pour L'encouragement Des Études Grecques En France, vol. 14,
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Norwood, Frances. ―Hero and Leander.‖ Phoenix, vol. 4, no. 1, 1950, pp. 9–20. JSTOR,
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Segal, Erich. ―Hero and Leander: Góngora and Marlowe.‖ Comparative Literature, vol. 15,
no. 4, 1963, pp. 338–356. JSTOR, www.jstor.org/stable/1769415.

Rubens, Peter Paul


Hero and Leander
c. 1605
Oil on canvas, 128 x 217 cm
Gemaldegalerie, Dresden
https://www.wga.hu/html_m/r/rubens/21mythol/03mythol.html
Fernanda Tonali Gil Moreno 13
Hero y Leandro. Griego VIII

Planeación de clase

Introducción: Se presentará el mito de Hero y Leandro, así como sus antecedentes en la


literatura (Ovidio, Virgilio y Antípatro de Tesalónica).

[7 min]

La muerte de Leandro: Se analizará el fragmento elegido según las características


encontradas en éste en torno al estilo del autor para poder identificar los elementos más
importantes que dieron pie a sus representaciones posteriores.

[10 min]

La tradición clásica: Se apreciará la influencia de este mito (más en específico de la obra de


Museo) para creaciones posteriores tanto en la pintura (Rubens) como en la literatura
(Góngora y Marlowe).

[8 min]

Total: 25 min

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