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En recuerdo de Rosario
Las abreviaturas empleadas a lo largo del trabajo son las de uso común en la
lengua, más un par de abreviaturas especiales:
F = Fragmento
T = Testimonio
LOS libros y artículos consultados se citan por el sistema de autor-año (cf. la
lista de bibliografía general). Las abreviaturas empleadas para referirme a revistas y
colecciones periódicas son las de L' annéephilologique. A estas abreviaturas han de
sumarse las siguientes:
El texto de los poemas homéricos se cita por la edición de los Oxford Classical
Texts (D.B. M O N R O - T . W . A L L E N (edd.). Hörnen Opera, Oxford 1920^-1912). A
no ser que se haga indicación expresa en sentido contrario, a los autores y obras
fragmentarios se les cita por las siguientes ediciones:
1.1. P l a n t e a m i e n t o
Sobre la Tebaida cíclica, una de las epopeyas arcaicas atribuidas de una manera
más regular a H o m e r o , existe una bibliografía que puede ser calificada de
abundante^ dada la escasez de texto conservado; tanto en la edición de BERNABÉ
( 1 9 8 7 , 2 0 - 2 8 ) como en la de D a v i e s ( 1 9 8 8 , 2 1 - 2 6 ) toda la evidencia relativa a la
Tebaida se agrupa en menos de diez páginas, que no presentan nada más que
veinte versos literales en la edición de BERNABÉ y dieciséis en la de D a v i e s .
Este estudio pretende retomar el análisis de los fragmentos de la Tebaida desde
la perspectiva que, en mi opinión, puede resultar más novedosa: la perspectiva
homerista. Es decir, centraremos la investigación en el análisis de las relaciones
que median entre la Tebaida y las dos epopeyas homéricas canónicas, la Ilíada y la
Odisea. Será oportuno indicar que cuando en este trabajo aparezca el nombre de
" H o m e r o " en oposición a la Tebaida, p o r ese nombre habrá que entender el
conjunto de Ilíada y Odisea; al operar así me atengo al uso convencional, sin
querer con ello pronunciarme sobre la unidad de autor de Ilíada y Odisea o sobre
el uso del nombre "Homero" como denominación de género^.
En relación con la novedad del enfoque de este estudio cabe indicar que en
diversas obras examinadas se encuentran frecuentes consideraciones a propósito
del problema de si la Ilíada presupone a la Tebaida en sus excursos sobre materia
de la saga tebana o si, a la inversa, la Tebaida t o m ó pie de esos excursos e intentó
dotarlos de un contexto^; sin embargo, no contábamos aún con un análisis
pormenorizado y exhaustivo de las relaciones entre los dos poemas, examen que,
según creo, es todavía viable a pesar de las incertidumbres que rodean nuestro
conocimiento de la Tebaida.
Puestos a realizar un examen de este tipo pareció sugerente efectuar dicho
examen siguiendo la línea de trabajo del neoanálisis, una de las escuelas homeristas
más en boga durante la segunda mitad de este siglo y que precisamente ha incidido
con preferencia en el tema de las relaciones que existen entre H o m e r o y la épica
^ Para una toma de contacto con la metodología neoanalítica, cf. KULLMANN (1981;
1991).
^ Como ejemplo de las críticas que se le han hecho al neoanálisis cf. JOUAN (1961; 1980,
94-98); PAGE (1961); BERNABÉ (1979, 93-94); ANDERSEN (1982, 11 ss.); DAVIES (1986, 98;
1989a, 3-5).
INTRODUCCIÓN 13
(1960, 360-379) aceptó que otros esquemas alternativos también podrían ser
compatibles con los resultados del método neoanalítico de investigación^.
Esta síntesis del neoanálisis standard permite comprender también p o r qué el
neoanálisis ha entrado en conflicto con el oralismo''. Recuérdese que, aunque el
neoanálisis no es incompatible a priori con la hipótesis oralista^, lo cierto es que
seguidores de una y otra escuela han considerado con frecuencia que la hipótesis
rival identifica fenómenos relevantes, si bien se equivoca a la hora de interpretar
los datos'. Según entiendo, los puntos de fricción más notorios que existen entre
oralismo y neoanálisis son los siguientes:
1) Para una concepción clásica del oralismo, fórmulas, motivos y temas
repetidos en obras distintas han de proceder de un patrimonio tradicional
genérico y no de un préstamo intertextual. Para el neoanálisis, esos motivos (nivel
en el que los neoanalíticos entablan básicamente la discusión) poseen un carácter
específico e individual; sí ha de hablarse, p o r tanto, de dependencia entre textos.
2) La originalidad de la composición de la Ilíada descarta, en opinión de los
neoanalíticos, que el poema haya sido fruto de una composición y transmisión
orales, aun cuando la oralidad sí sea aceptable (cf. K U L L M A N N 1981, 31-32) en el
caso del Protociclo, dado el carácter cronográfico que se supone que poseía y que
lo diferencia esencialmente de las composiciones homéricas propiamente dichas.
Pese a la existencia de estas diferencias, es posible un entendimiento entre
oralismo y neoanálisis. Esta es una cuestión que presenta un interés secundario de
cara a la investigación que presento en estas páginas. Me interesa, no obstante,
defender que no existe una oposición radical entre las dos escuelas y anticipar que,
por tanto, los resultados del análisis neoanalítico que desarrollo entre §§ 3, 4 y 5
son igualmente asumibles desde posturas oralistas. De forma m u y escueta, pueden
proponerse dos consideraciones:
1) Jamás se ha afirmado entre los oralistas que el cantor aprenda sus fórmulas,
motivos y temas in abstracto, sino que, al contrario, en todos los trabajos de
campo efectuados se ha constatado que el poeta oral adquiere sus repertorios
mediante el aprendizaje de poemas concretos (cf. L O R D 1960, 22-26); esto es, el
cantor aprende sus fórmulas, motivos y temas tradicionales dentro de un contexto
determinado. Pero, si el proceso de aprendizaje es éste, haf de contarse con la
posibilidad de que el poeta oral haga en algún momento un uso semirrígido de los
motivos narrativos aprendidos dentro de un contexto concreto, contexto cuya
* CL también KULLMANN (1984, 319): "The assertion that the Iliad was composed in
writing is not a necessary consequence of neoanalytical approach".
Para la relación del neoanálisis con el oralismo, cf. KULLMANN (1984); acerca de esta
misma cuestión, cf. también las observaciones de HAINSWORTH (1968, 1, n. 1) y JENSEN
(1980, 31, n. 35).
' "Die Methode der Neoanalyse (...) steht also nicht im Widerspruch zur Methodik der
Parryschule, sondern imtersucht einen anderen Sektor der Dichtimg mit ähnlichen
Mittehi" (KULLMANN 1981,27).
' Cf. JENSEN (1980, 36); KULLMANN (1984, 316).
14 LA TEBAIDA HOMÉRICA COMO FUENTE DE ILÍADA Y ODISEA
huella puede permanecer aún al ser reutilizados dichos motivos dentro del
contexto de un nuevo canto. Q u e el poeta oral contamina en ocasiones poemas es
un fenómeno conocido por el estudio de tradiciones orales vivas (cf. LORD 1960,
24). Q u e el cantor disponga, aparte de los motivos genéricos, de otros motivos
semirrígidos es una hipótesis que ha encontrado defensores incluso entre algunos
oralistas
2) Las nuevas tendencias vigentes dentro del oralismo reconocen un papel
mayor a la memoria en la reproducción del canto (cf. FERNÁNDEZ DELGADO
1994); p o r ello, los oralistas pueden sentir menos reticencias ante la visión que los
neoanalíticos poseen de la relación que se da entre el Protociclo y el Ciclo
(básicamente idénticos, en opinión de esta corriente); inversamente, el neoanálisis
puede encontrar menos reparos a la hora de aceptar un H o m e r o oral (en tanto
que no necesariamente improvisado en cada nueva recitación del canto).
En lo que se refiere al papel de la memorización dentro del proceso de
composición y transmisión del texto oral (mayor o menor, claro está, según las
distintas tradiciones poéticas) resulta significativo que LORD, el representante más
clásico de la versión canónica de la escuela oralista, insistiese en uno de sus últimos
trabajos (1987, 335-337) en la definición de los límites entre composición oral y
composición improvisada; en el mismo sentido, JENSEN (1980, 40-45) habló de la
composición oral como "premeditation and correction". Dentro de este panorama
oralista sí cabe defender (con un planteamiento paralelo al del neoanálisis) la
hipótesis de que la protoforma oral del Ciclo puede no diferir esencialmente de su
forma puesta por escrito'^. Esta hipótesis, formulada para el caso específico del
Ciclo, puede ser igualmente válida para la litada; aunque en el caso de este poema
hemos de habérnoslas con la eterna piedra de escándalo del oralismo: la discusión
de si la especial calidad de este poema constituye o no un argumento en contra de
su oralidad (cf. jENSEN 1980, 28-45).
Para caracterizar al neoanálisis y calibrar la viabilidad de su aplicación al caso
de la Tebaida hay que indicar también que los trabajos escritos en la línea de esta
escuela han puesto en relación a H o m e r o con el ciclo troyano fundamentalmente,
y ello por dos motivos. Primero, porque de estas epopeyas que podríamos llamar
complementarias de las de H o m e r o poseemos unos resúmenes que, pese a
presentar deficiencias m u y notables, pueden ofrecer una idea aproximada del
^2 Los resúmenes de Proclo han sido valorados de forma muy distinta a lo largo del
tiempo; cf. RZACH (1922, 2351-54) y KULLMANN (1960, 204-211): más reciente, Davies
(1986,100-109; 1989a, 6-8).
" El llamado "escolio de Pisandro" (FGrH 16 F 10) ha sido editado por BERNABÉ (con
dudas) como posible argumento de la Edipodia (cf. BERNABÉ 1987, 17-19), Esta tesis,
defendida por B e t h e (1891, 12 ss.), fue discutida en detalle por ROBERT, quien la rechazó
(1915, 1 149-167); posteriormente, la hipótesis de B e t h e fue revitalizada por VALGIGUO
(1963, 154 ss.). Aunque el problema es complejo, a mi entender parece más que dudoso que
el texto en cuestión pueda ser considerado como el arg;umento de cualquier epopeya
(cf. KoCK 1962). Véanse otras interpretaciones posibles del escolio en W e c k l e i n (1901,
674), D e u b n e r (1942, 3 ss.) y en jACOBY, ad FGrH 16 F 10.
" En términos de KULLMANN (1981, 24-25), se produce ima generalización del motivo.
En lo que se refiere a la Edipodia, la comparación de este poema con la Ilíada resulta
especialmente difícil por lo fragmentario e incierto de nuestro conocimiento de la epopeya
tebana y porque la Ilíada sólo trata muy ocasionalmente la saga de Edipo, en un único
pasaje (* 677-680) que comentaré en § 3.3; sobre la Edipodia y la Odisea se comentará algo
en S 5. También podría discutirse la relación que existe entre la Ilíada y la Alcmeónida,
16 LA TEBAIDA H O M É R I C A C O M O F U E N T E D E ILÍADA Y ODISEA
1.2. P L A N D E T R A B A J O
Antes de explicar los pasos que seguirá esta investigación debo formular una
advertencia preliminar: dada la ya ponderada fragmentariedad de la evidencia
positiva, el tema que aquí trato se presta a interpretaciones o combinatorias de
datos m u y diversas; la multitud de esas combinatorias, y lo incierto (en u n o u
otro sentido) de la base en que se apoyan hace inviable la refutación
pormenorizada de todas y cada una de las interpretaciones posibles o
efectivamente propuestas; en estas páginas sólo será viable discutir algunas de esas
combinatorias de datos, pero siempre al hilo de la elaboración de mi propio
análisis de la evidencia.
Hecha esta aclaración, nuestro plan de trabajo será el siguiente:
— Presentaré una edición del material pertinente, esto es, de los testimonios y
fragmentos de la Tebaida cíclica u homérica (§ 2 ) .
— Examinaré aquellos pasajes de la Ilíada que tratan materia de las epopeyas
tebanas y expondré las informaciones sobre esa saga^^ que contienen (§ 3 . 1 ) .
— Discutiré la posibilidad de que el compositor de la Ilíada presuponga en su
público el conocimiento de un canon de la saga tebana; a continuación intentaré
aunque la pertenencia de este poema al Ciclo Épico no resulta obvia (cf. BERNABÉ 1987,
VH); sobre este último poema pueden leerse las páginas correspondientes en KULLMANN
(1960, 148-151);.mi interpretación de * 677-680 (cf. § 3.3) contradice un punto importante
de su argumentación (en lo que a la prehistoria de las figuras de Mecisteo y Furialo se
refiere). El conocimiento de los Epígonos que pueda tener la Ilíada lo plantea sobre todo
A 405-408; sobre la relación entre los dos poemas cL TORRES-GUERRA (1993, 346-347).
Para un conocimiento preliminar de la saga, cf. p. ej. K E U N E (1916-24); PRELLER-
ROBERT (1921^*, 876-968); GANTZ (1993, 488-530).
INTRODUCCIÓN 17
comprobar si hay bases para afirmar que el conocimiemo de la saga tebana que
posee el público homérico procede de fuentes épicas (§ 3.2).
— Comparando nuestros conocimientos sobre la temática de la Tebaida con
los pasajes de la litada que se refieren a la saga tebana intentaré comprobar, en
primer lugar, si existe o no alguna contradicción entre las versiones de la saga que
ofrecen las dos epopeyas (§ 3.3).
— U n a vez comprobado que no existe contradicción alguna entre los dos
poemas, y que además ambos comparten un mitema específico, procuraremos
aclarar si los apartados de la Ilíada sobre temática de la saga tebana son
independientes del poema cíclico, si un poema como la Tebaida se ha podido
configurar sobre la base de estos excursos de H o m e r o o si, por el contrario, el
poema épico cuyo conocimiento parece presuponer la Ilíada en su público
(cf. § 3.2) puede ser la Tebaida (§ 3.4).
— Después de comprobar que la Ilíada presupone en su público el
conocimiento de la saga tebana a través de una fuente épica (§ 3.2), y una vez
defendido que esa fuente épica parece ser la Tebaida (§§ 3.3 y 3.4), discutiré la
posibilidad de que algunas de las alusiones a la saga tebana contenidas en la Ilíada
hayan sido inventadas o remodeladas por H o m e r o a partir de un canon dado de la
saga tebana (§3.5).
— La posibilidad de que la Tebaida haya sido fuente de la Ilíada permite
rastrear la presencia en este poema de motivos narrativos procedentes de la
epopeya tebana; a lo largo de § 4 se discutirá la verosimilitud de que una serie de
motivos concretos presentes en la Tebaida hayan sido el modelo de motivos
análogos que figuran en la Ilíada.
— En lo que atañe a la Odisea, el estudio de las relaciones entre este poema y
la Tebaida resulta más complejo por la escasez y dispersión de las alusiones a la
saga tebana; en § 5.1 se aducirán los pasajes pertinentes de la Odisea, en § 5.2
se discutirá el caso de un fragmento especialmente conflictivo (X 271-280), en
§ 5.3 se revisará la evidencia que se refiere a Anfiarao y en § 5.4 estudiaremos
la posibilidad de que la imagen de Tiresias que presenta la Odisea deba algo a la
imagen del adivino en el ciclo épico tebano.
— El capítulo final (§ 6) presentará una síntesis de la investigación; a
continuación se propondrán las distintas posibilidades de interpretación de la
evidencia; como se verá en ese momento, es viable también dar una aclaración
oralista a los datos deducidos del análisis neoanalítico.
2 . EDICIÓN D E LOS FRAGMENTOS
2 . 1 . TESTIMONIOS
Testimonium 2 Β = 1 D
Testimonium 3 Β = 4 D
Testimonium 4 Β = 2 D
Certamen Homeri et Hesiodi 15 (42 WlLAMOWITZ) = 235 A L L E N : ó δε
"Ομηρος αποτυχών τ η ς νίκης περιερχόμενος έλεγε τα ποιήματα, πρώτον
μέν την Θηβαίδα, έπη ,C ής ή αρχή· [= Thebais, Ρ 1]. ε ί τ α Ε π ι γ ό ν ο υ ς ,
έπη ,C ών ή άρχή· [= Epigoni, F 1]. φασί γάρ τ ί ν ε ς καΐ ταϋτα Όμηρου
είναι.
Testimonium 5 Β = s.n. D
Testimonium 6 Β
De Amphiarai expeditione
Testimonium 7 Β = Fragmentum 9 D
Pseudoherodotus, Vita Homeri 9 (6 WlLAMOWITZ) = 197 ALLEN:
πορευόμενος δέ δια τού Έ ρ μ ο υ πεδίου άπικνέεται <sc., "Ομηρος > έ ς
Νέον Τ ε ί χ ο ς (...) καθήμενος δέ έν τω σκυτείω παρεόντων και άλλων τήν
τε ποιησιν αύτοίς έπεδεικνυτο, Ά μ φ ι ά ρ ε ώ τε τήν έξελασιαν τήν έ ς
Θήβας καΐ τους ύμνους τους έ ς θεούς πεποιημενους αύτω.
Testimonium 8 Β = Fragmentum 9 D
2.2. FRAGMENTOS
Fragmentum 1 Β = 1 D
Certamen Homeri et Hesiodi 15 (42 WLLAMOWI TZ) = 235 ALLEN; cf. Τ 4: ó 6E
"0μη(ίο5 (...) éXeye τά ποιήματα, πρώτον μέν τήν Θηβαίδα (...) fj? ή άρχή·
Fragmentum 2 Β = 2 D
I. Athenaeus X I 4é5e (ΕΠ 14 KAI BEL): Ó δέ Οιδίπους δ ι ' έκπώματα τοις· υΙοις·
κατηράσατο, ώς ó τήν κυκλικήν Θηβαίδα πεποιηκώς φησιν, δτι αύτω παρέθηκαν
έκπωμα δ άπηγορεύκει, λέγων οϋτω?·
Fragmentum 3 Β = 3 D
Schol. Soph., OE Í¿ CO/., 1375 (54 DE MARCO): τοιάσδ' άράς]τοϋτο άπαξάπαντες οι
προ ημών παραλελοίπασιν, έχει δέ τά άπό ττίς Ιστορίας ούτως- οΐ περί
Έτεοκλέα και Πολυνείκην δ ι ' έθους έχοντες τώ πατρί Οίδίποδι πέμπειν έξ
έκαστου ίερείου μοΐραν τον ώμον, έκλαθόμενοί ποτε, είτε κατά ραστώνην είτε έξ
ότουοϋν, ίσχίον αύτω έπεμψαν ό δέ μικροψύχοις καί τελέως άγεννώς, όμως γοϋν
22 LA TEBAIDA HOMÉRICA COMO FUENTE DE ILÍADA Y ODISEA
άράζ εθετο κατ' αυτών, δόξας κατολιγωρεΐσθαι. ταϋτα 6 τήν κυκλικήν θηβαίδα
ποιήσας ιστορεί οϋτως·
5 μεν post μικροψύχως add. NAUCK γοϋν codd.: δ ' ούν NAUCK; 6 αράς έθετο
L:äpa τίθετο Μ: άνατέθετο R ; 6-7 ταϋτα ... ποιήσας L: ταϋτα ó ποιητής R M .
ισχιον ώς ένόησε, χαμαΙ βάλεν εΐπε τε μϋθον
'ώ μοι εγώ, παίδες μ ε γ ' όνειδείοντες έπεμψαν..."
ευκτο ΔιΙ βασιλήι καΐ άλλοις άθανάτοισι
χερσΙν ύ π ' αλλήλων καταβήμεναι "Αιδος ε'ισω.
τά δε παραπλήσια τώ έποποιώ καί Αισχύλος έν τοις Έπτά έπί Θήβας [cf. w . 785
SS.].
Fragmentum 4 Β = Homerus, 3 D
L Athenaeus VII 317a (H197 KABEL): ομοίως ιστορεί καί Κλέαρχος [ - F 7 5
WEHRLI] έν δευτέρω περί παροιμιών παρατιθέμενος τάδε τά έπη, ού δηλών δτου
έστί-
uersum 3 cum uu. 1-2 coniunxit BERGK άλλοΐος BERGK: αλλοΐον codd. χώρω
BERNABÉ (cf. Ps.Phocyl. 49 ( Orac. Sibyll. [2] 121 GE FFCKE N): μηδ' ¿ ¿
πετροφυής πολύπους κατά χώρον άμείβου): χώρη BERGK: χώρα GAISFORD:
χώραν Schottus: χώρα Zen.: χώρ" Diogen.
Fragmentum 5 Β = 8 D
ApoUodorus, fiiW., I 8.4 (26 WAGNER): Άλθαίας δε άποθαί'ούσης εγημεν Οϊνεύς
Περίβοιαί' τήΐ' Ίππονόου. ταύτην δε ό μεν γράψας τήν Θηβαίδα πολεμηθείσης
Ώλένου λέγει λαβείν Οίνεα γέρας.
Fragmentum 6 Β = 4 D
Pausanias IX 18.6 (ΕΠ 34 ROCHA-PEREIRA): τη δέ ΟΙδιποδία κρήνη τό όνομα
έγένετο, δτι ές αυτήν τό αίμα ενίψατο Οιδίπους του πατρώου φόνου, προς δε τη
πηγη τάφος εστίν Άσφοδίκου· καί ό Άσφόδικος ούτος άπέκτεινεν έν τή μάχη
τη προς Άργείους Παρθενοπαϊον τόν Ταλαοϋ, καθά οί Θηβαίοι λέγουσιν, έπεί τά
γε έν Θηβαΐδι έπη τά ές τήν Παρθενοπαίου τελευτήν Περικλύμενον τόν άνελόντα
φησίν είναι.
3 Άσφοδίκου ... 'Ασφόδικος codd.: 'Αμφιδίκου ... 'Αμφίδικος DiNDORF
(cL ApoUodorus ΠΙ 6.8 (128 WAGNER): 'Λμφίδικος δε <άπέκτεινε >
Παρθενοπαίον, ώς δέ Ευριπίδης [cL Phoen. 1153 ss.] φησί, Παρθενοπαϊον (...)
Περικλύμενος άπέκτεινε).
Fragmentum 7 Β = 6a D
Pausanias ΥΠΙ 25.7-8 (Π 273 ROCHA-PEREIRA): τήν δε Δήμητρα τεκείν φασι
<sc., οί Θελπούσιοι > έκ τοϋ Ποσειδώνος (...) 'ίππον τόν 'Αρίονα· έπί τούτω δε
παρά σφίσιν 'Αρκάδων πρώτοις "Ιππιον Ποσειδώνα όνομασθήναι. επάγονται δέ έξ
Ίλιάδος έπη καί έκ Θηβαιδος μαρτύρια σφισιν είναι τώ λόγω, έν μέν Ίλιάδι ές
αυτόν ' Αρίονα πεποιήσθαι [//., Ψ 346-47]· έν δέ τή Θηβαΐδι ώς "Αδραστος έφευγεν
έκ Θηβών
ε'ίματα λυγρά φέρων σύν 'Αριονι κυανοχαίτη
αΐΐ'ίσσεσθαι ούν έθέλουσι τά έπη Ποσειδώνα 'Αρίονι είναι πατέρα,
φέρων codd.: φορών tentauit DAVIES 'Αρίονι codd.: 'Αρείονι Siebelis.
Fragmentum 8 Β 6b -)- 6c D
L Schol. ABDGen Hom. //., Φ 346 (Π 259-260 DiNDORF; cf. V 424 ERBSE, Π 205
NICOLE) [ = F 6cD]: 'Αρίονα] Ποσειδών έρασθείς Έρινύος, καί μεταβαλών τήν
αΰτοι) φύσιν εις ϊππον, έμίγη κατά Βοιωτίαν παρά τη Τιλφούση κρήνη, ή δε
έγκυος γενομένη 'ίππον έγέννησεν, δς δια τό κρατιστεύειν "Αρίων εκλήθη.
Κοπρεύς δέ Αλιάρτου βασιλεύων [πόλεως Βοιωτίας] έλαβε δώρον αυτόν παρά
Ποσειδώνος· ούτος δέ αυτόν Ήρακλεϊ έχαρίσατο γενομένω πρός αυτόν, τούτω δέ
διαγωνισάμενος Ηρακλής πρός Κύκνον "Αρεως υΙόν καθ' ίπποδρομίαν ένίκησεν έν
τφ τοϋ Παγασαίου "Απόλλωνος ίερώ [δ έστι πρός_ Τροιζήνι]. εΐθ' ύστερον αύθις
Ηρακλής "Αδράστω τόν πώλον παρέσχεν ύφ" ου μόνος ό "Αδραστος έκ τοϋ
24 LA TEBAIDA H O M É R I C A C O M O F U E N T E D E ILÍADA Y ODISEA
5 δς add. MAASS.
CL Eustathius, in Hom. II., 1304.58 (IV 744 VAN DER VALK) et ApoUodorus BibL
ΠΙ6.8 (129 W A G N E R : τούτον <sc., 'Αρίονα> έκ Ποσειδώνος έγέννησε Δημήτηρ
είκασθεϊσα έρινύι κατά τήν συνουσίαν).
Fragmentum 9 Β = 5 D
I. Schol. ABDLTGen Hom. //., Ε 126 (Π 63 NICOLE) [= F 5 D ] : σακέσπαλος
Ιππότα Τυδεύς] Τυδεύς ό Οίνέως έν τώ Θηβαϊκώ πολέμω ύπό Μελανίππου τοϋ
'Αστακοϋ έτρώθη. 'Αμφιάρεως δέ κτείνας τόν Μελάνιππον τήν κεφαλήν έκόμισε
<Τυδεϊ> καί άνοίξας αυτήν ό Τυδεύς τόν έγκέφαλον έρρόφει άπό θυμοϋ.
'Αθηνά δέ κομίίουσα Τυδεΐ άθανασίαν, ίδοϋσα τό μίασμα, άπεστράφη αύτόι'.
Τυδεύς δε γνοϋς έδεήθη της θεοϋ Ινα καν τώ παιδί αύτοϋ παράσχη τήν
άθανασίαν. ή Ιστορία παρά τοις κυκλικοΐς.
4 Τυδεί post έκόμισε add. NiCOLE.
Π. Schol. Ab(BC)T Hom. //., Ε 126 (Π 22 ERBSE): φασίν έν τώ Θηβαικω πολέμω
Τυδέα τρωθέντα ύπό Μελανίππου τοϋ 'Αστακοϋ σφόδρα άγανακτήσαι.
'Αμφιάρεων δέ κτείναντα τόν Μελάνιππον δοϋναι τήν κεφαλήν Τυδεϊ. τόν δέ
δίκην θηρός άναπτύξαντα ροφαν τόν έγκέφαλον άπό θυμοϋ. κατ' εκείνο δε καιρού
παρεϊναι 'Αθηνάν άθανασίαν αύτω φέρουσαν έξ ούρανοϋ και διά τό μύσος
άπεστράφθαι. τόν δέ θεασάμενον παρακαλέσαι καν τώ παιδί αύτοϋ χαρίσασθαι
τήν άθανασίαν. ιστορεί Φερεκύδης [= f G r / / 3 F 97].
Cf. Eustathius, in Hom. II., 544.32 (Π 66 VAN DER VALK).
in. Schol. Find. Nem. X 12b (ΙΠ 168 DRACHMANN): κατά γάρ τόν Θηβαϊκόν
πόλεμον Μελάνιππος, ήν δε ούτος ήρως Θηβαίος, έτρωσε τόν Τυδέα• ό δέ πρός
τήν πληγήν θυμήνας καθικέτευσε τόν 'Αμφιάραον άνελεΐν τόν Μελάνιππον καί
προσαγαγεΐν αύτοϋ τήν κεφαλήν, προσαχθείσης δέ αύτω της κεφαλής καί τής
οργής νικησάσης τόν δέοντα λογισμόν, άπεγεύσατο τών Μελανιππείων κρεών. ώς
καί Ευριπίδης έν τω Μελεάγρω φησίν [F 537 NAUCK]. τετρωμένω ούν τω Τυδεί ή
'Αθηνά τήν άθανασίαν παρήγαγε, καί ούκ άπήλαυσε τής δωρεάς έτι διά τήν τών
ανθρώπειων κρεών βρώσιν είτα ώς αυτός ούκ ήδυνήθη τής αθανασίας τυχειν,
ήξίωσε τήν θεόν έπί τόν Διομήδην τό δώρον μεταθεΐναι.
Cf. Schol. Find. Nem. XI43 (ΠΙ 189 D R A C H M A N N ) .
rV.a. Schol. Lycophr. Alex. 1066 (324 SCHEER): τοϋ κρατοβρώτος] τοϋ Τυδέως,
επειδή έν τώ θηβαϊκώ πολέμω λέγεται ό Τυδεύς τήν κεφαλήν τοϋ Μελαιάππου
κατεδηδοκέναι.
rV.b. Tzetzes ad loe. (324-325 SCHEER): τοϋ Τυδέος υίοϋ Διομήδους. κρατοβρώς
δέ ό Τυδεύς ούτω λέγεται· έν τω θηβαϊκώ πολέμω ούτος ό Τυδεύς ύπό
Μελανίππου τοϋ 'Αστακοϋ παιδος έτρώθη, ύφ' ής πληγής ύστερον απέθανε ν. έτι
EDICIÓN D E LOS FRAGMENTOS 25
Fragmentum 10 Β = 7 D
άμφότερον μάντιν τ " αγαθόν καΐ δουρι μάχεσθαι
Cf. Pindaras O/., VI 15-17:
έπτά δ ' έπειτα πυραν νεκρών τελεσθέντων Ταλαϊονίδας
εΐπεν έν θήβαισι τοιοϋτόν τι έπος· ποθέω στρατιάς όφθαλμόν έμας
άμφότερον μάντιν τ ' αγαθόν καί δουρί μάρνασθαι.
Fragmentum 11 Β
Platon Phaedr., 269a: τι δέ τό μελίγηρυν "Αδραστον οίόμεθα ή καί Περικλέα,
εί άκούσειαν ών νϋν δή ήμεΐς διήμεν τών πάγκαλων τεχνημάτων κτλ.
Fragmentum dubium secundum BERNABÉ, οίόμεθα codd.: οίόμεθ' < à v > HlR-
SCMG.
3 . LA M A T E R L \ D E LA SAGA T E B A N A E N LA ILÍADA
3.1. PASAJE S D E LA ILIADA SOBRE MATE RIA D E LAS E POPE YAS TE BANAS
En § 1.1 he aludido ya al hecho de que los dos poemas considerados como las
obras canónicas de H o m e r o tratan en diversos pasajes materia de las epopeyas
tebanas. Mi análisis del tipo de relaciones que mantiene la Ilíada con la Tebaida
partirá del examen de esos pasajes, cuyo texto presento a continuación^':
Β 572
και Σικυών' δ θ ' άρ "Αδρηστος π ρ ώ τ ' έμβασίλευεν^^.
Δ 370-410
"ώ μοι, Τυδέος ULE δαιφρονος Ιπποδάμοιο, 370
τι πτώσσεις, τί δ ' όπιπεύεις πολέμοιο γέφυρας;
ού μεν Τυδει γ ' ώδε φίλον πτωσκα^εμεν ήεν,
άλλα πολύ προ φίλων έτάρων δηίοισι μάχεσθαι,
ώς φάσαν ο'ι μιν 'ίδοντο πονεύμενον ού γάρ εγωγε
ή ν τ η σ ' ούδε 'ίδον περι δ ' άλλων φασι γενέσθαι, 375
ήτοι μεν γάρ άτερ πολέμου εισήλθε Μυκήνας
ξείνος ά μ ' άντιθεω Πολυνείκει, λαον ά γ ε ι ρ ω ν
οι δε τ ό τ ' έστρατόωνθ' ιερά Π Ρ Ο Σ τ ε ί χ ε α θ ή β η ς
καί ρα μάλα λισσοντο δόμεν κλειτούς επικούρους·
οΐ δ ' έθελον δόμεναι καΐ επήνεον ώς έκελευον 380
άλλά Ζευς έτρεψε παραίσια σήματα φαίνων.
ΟΊ δ ' έπει ουν ωχοντο ιδέ Π Ρ Ο ΟΔΟΎ έγενοντο,
'Ασωπόν δ ' 'ίκοντο βαθύσχοινον λεχεποίην,
έ ν θ ' α ύ τ ' άγγελιην έπΙ Τυδή στεΧλαν Α χ α ι ο ί ,
αύτάρ ό βή, πολέας δέ κιχήσατο Καδμειωνας 385
δαινυμενους κατά δώμα βίης Έτεοκληείης.
ένθ ' ΟΥΔΈ ξεΐνός περ έών ιππηλάτα Τυδεύς
τάρβει, μούνος έών πολεσιν μετά Καδμείοισιν,
άλλ' δ γ ' άεθλεύειν προκαλί^ετο, πάντα δ ' ένικα
ρήίδίως· τοίη Οΐ έπίρροθος ήεν 'Αθήνη 390
Ε 115-117
"κλύθι μευ, αιγιόχοιο Διός τέκος, 'Ατρυτώνη,
ε'ι ποτέ μοι καΐ πατρί φίλα φρονέουσα παρέστης
δηιω έν πολέμω, νύν α υ τ ' έμέ φΐλαι, 'Αθήνη^^."
Ε 800-808
"ή ολίγον οΐ παΐδα έοικότα γείνατο Τυδεύς. 800
Τυδεύς τοι μικρός μέν έην δέμας, άλλά μαχητής·
καί ρ ' δτε πέρ μιν έγώ πολεμί^ειν ούκ ε'ιασκον
ούδ' έκπαιφάσσειν, δτε τ ' ήλυθε νόσφιν Α χ α ι ώ ν
άγγελος έ ς Θήβας πολεας μετά Καδμείωνας·
δαινυσθαι μιν άνωγον ένι μεγάροισιν έκηλον 805
αύτάρ ό θυμόν έχων δν καρτερόν, ώς τό πάρος περ,
κούρους Καδμείων προκαλίζετο, πάντα δ ' ενίκα
ρηιδίως· τοίη οι έγών έπιτάρροθος ήα^'*."
Ζ 222223
"Τυδέα δ ' ού μέμνημαι, έπεί μ ' έτι τυτθόν έόντα
κάλλιφ', δ τ ' èv Θήβησιν άπώλετο λαός Άχαιών^^."
Κ 284-291
"κεκλυθι νύν καΐ έμεΐο, Διός τέκος, Ά τ ρ υ τ ώ ν η ·
σπεΙό μοι ώς δτε πατρι αμ ' έσπεο Τυδέι δίψ 285
έ ς Θήβας, δτε τε προ Α χ α ι ώ ν άγγελος ήει.
τούς δ ' ά ρ ' έ π ' Ά σ ω π ώ λίπε χαλκοχίτωνας Α χ α ι ο ύ ς ,
αύτάρ ό μειλίχιον μύθον φέρε Καδμείοισι
κεΧσ'· άτάρ άψ άπιών μάλα μέρμερα μήσατο έργα
σύν σοι, δια θεά, δτε οι πρόφρασσα παρέστης. 290
ώς νύν μοι έθέλουσα παρίσταο καί με φύλασσε ^^,"
Ξ 113-125
"πατρός δ ' έξ αγαθού καΐ έγώ γένος εύχομαι εΐναι,
Τυδέος, ον Θήβησι χυτή κατά γ α ί α καλύπτει.
Πορθεί γάρ τρεις παίδες άμύμονες έξεγενοντο, 115
ο'ικεον δ ' έν Πλευρώνι και αιπεινή Καλυδώνι,
"Αγριος ήδε Μέλας, τρίτατος δ ' ήν Ιππότα Οινεύς,
πατρός έμοΐο πατήρ- αρετή δ ' ήν έξοχος αυτών,
άλλ' ό μέν αυτόθι μείνε, πατήρ δ ' έμός "Αργεί νάσθη
πλαγχθείς- ώς γάρ που Ζευς ήθελε και θεοί άλλοι. 120
' Αδρήστοιο δ ' έγημε θυγατρών, ναΐε δέ δώμα
άφνειόν βιότοιο, άλις δέ οι ήσαν άρουραι
πυροψόροι, πολλοί δέ φυτών έσαν δρχατοι άμφίς,
πολλά δέ οί πρόβατ' έσκε· κέκαστο δέ π ά ν τ α ς Α χ α ι ο ύ ς
έγχείη- τά δέ μ έ λ λ ε τ ' άκούεμεν, εί έτεόν περ^^." 125
Φ 345-347
"ούκ έσθ ' δς κέ σ ' έλησι μετάλμενος ουδέ παρέλθη,
ο ύ δ ' ε'ι κεν μετόπισθεν 'Αρίονα διον έλαύνοι,
'Αδρήστου ταχύν 'ίππον, δς έκ θεόφιν γένος ήεν^^."
Φ 677-680
Εύρύαλος δε οι οίος άνιστατο, ισόθεος φώς,
Μηκιστήος υιός Ταλαιονίδαο άνακτος,
δς ποτε θ ή β α σ δ ' ήλθε δεδουπότος Οίδιπόδαο
έ ς τ ά φ ο ν ένθα δέ π ά ν τ α ς ένίκα Καδμείωνας^'.
25 CL LE AF (190002,1274); KIRK ( 1 9 9 0 , 1 8 9 ) .
26 CL LE AF (190002,1 445446); H A I N S W O R T H (1993, 183).
27 Cf. LE AF (190002, Π 7374); jANKO (1992, 162165).
28 CL LE AF (190002, Π 496); RICHARDSON (1993,212213).
29 CL LE AF (190002, Π 519); RICHARDSON ( 1 9 9 3 , 2 4 3 ) .
30 LA TEBAIDA H O M É R I C A C O M O F U E N T E D E ILÍADA Y ODISEA
3 . 2 . H O M E R O Y LA P R E S U P O S I C I Ó N D E LA SAGA T E B A N A
Este verso destaca dentro del catálogo del grupo micènico por ser el único en
el que el nombre de la ciudad va acompañado por algo más que un epíteto
(cf. V. 573, OL θ ' 'Τπερησίην τε καΐ αίπεινήν Γονόεσσαν); en relación con Si
ción (mencionada, fuera de aquí, sólo en Φ 299), lo que el poeta considera
interesante es dar el nombre de un antiguo rey de la ciudad; además aclara que
Adrasto reinó en Sición πρώτα. Pero, ¿cuál es el sentido de esta información
cronológica? Evidentemente, que Adrasto, según una versión del mito que han
transmitido algunas fuentes^^, gobernó en Sición antes de gobernar, como era por
todo el mundo sabido, en Argos. Por tanto, lo que implica de forma directa este
verso es que Adrasto era una figura mítica suficientemente conocida en la época, y
que, además, en la versión más divulgada de su historia pasaba por rey de Argos.
Aceptado que H o m e r o está presuponiendo en el público de la Ilíada el
conocimiento de un canon de hechos de la saga tebana, la cuestión que nos
interesa responder seguidamente es la de cuáles son las vías a través de las que ese
público ha debido de conocer la saga. A prion lo más probable es que, si el
auditorio de H o m e r o ha tenido conocimiento previo de la saga tebana, haya sido
" C L FRIEDLÄNDER (1914, 322). Más reciente, y en la línea del neoanálisis, KULLMANN
(1991, 4 2 7 , n.7).
3^ Recuérdese la tesis general de KAKRIDIS (1949) sobre la sincronización de complejos
míticos a través de la épica. En fecha más reciente, HÖLSCHER (1988) estudió las vías por las
que los antiguos cuentos y sagas locales cristalizaron en formas épicas de carácter
panhelénico.
34 LA TEBAIDA H O M É R I C A C O M O F U E N T E D E ILÍADA Y ODISEA
Δεδουπότος (ν. 679) es el participio perfecto del verbo δουπεω, que, dentro
del corpus homérico, sólo se documenta aquí en el tema de perfecto. De acuerdo
con el LfgrE {sub voce), el significado del verbo (formado a partir de δούπος,
"Dröhnen, dumpfer Lärm") es "dumpf aufschlagen (auf Boden od. Wasser)", de
donde se derivan los significados de "im Kampf fallen" y "donnern", δουπέω, en la
Ilíada y la Od isea, presenta un uso claramente formular, y se documenta casi
exclusivamente-'^ en la expresión δούπησεν δε πεσών que describe el ruido
provocado por el cadáver que cae en la batalla. Por otra parte, del verso formular
(Δ 504 - E 42 - 540 = Ν 187 = O 578 = Π 50 = 311 = ω 525)
δούπησεν δέ πεσών, άράβησε δέ τεύχε ' έ π ' αύτω
36 Según SEVER-ms (1928, 216) fue Aristarco quien explicó 6e8ouTrÓTo? como "muerto
en combate", mientras que las dos últimas frases parecen una hipótesis añadida por
Aristonico.
37 Por no recargar la argumentación dejaré de lado exegesis más o menos anecdóticas,
como la de WELCKER (1865-822, 11339), quien hizo depender rá4>ov (v. 680) de
8e8oi)iTÓT0S; cL la argumentación en contra de ROBERT (1915, 1115). Otra interpretación
bastante imaginativa en RiCHTER (1903, 22).
3 ' La opinión de ROBERT remite en último término (atmque con diferencias) a Aris-
tarco (cL SEVERYNS 1928, 216), y ya había sido defendida antes por PAULSON (1896, 24-27);
una interpretación similar en NlLSSON (1932, 108ss.) y KoCK (1961, 8-11). Los argumentos
que permiten refutar la tesis de ROBERT, y que aquí no se dejan exponer en detaUe, pueden
consultarse en CINGANO (1992); TORRES-GuERRA (1993, 115-118) llega a las mismas
conclusiones de manera independiente.
36 LA TEBAIDA H O M É R I C A COMO FUENTE DE ILÍADA Y ODISEA
39 ¿Con quién combatía Edipo? ¿Por qué? ¿Con qué resultado se saldó la guerra o
batalla en cuestión?
^° Cf. una defensa de la segunda interpretación en VALGIGLIO (1963, 24-27).
Sí se documenta esporádicamente una versión según la cual el autocegamiento sería
la causa o la circunstancia de la muerte (suicida en este sentido) de Edipo; cL Bigino 242 y
Juan de Antioquía, FHG IV 545, F 8; según ROBERT (1915, Il 39, n. 103) esta versión
jrocede de un error de interpretación de la Antígona sofoclea (w. 49-52). En época clásica,
a versión del suicidio sólo puede rastrearse en el Edipo Rey de Sófocles (cf. v. 1368, donde se
plantea que el suicidio hubiera sido para Edipo una solución preferible a la ceguera).
CL MASARACCHIA (1986, 534-535). La forma antigua del perfecto (cL éyboimypfi
(aor.), épí-ySouTTOs) tendría que ser *7éY8ou-n-a (cL LEUMANN 1950, 218; C H A N T R A I N E 1983-
842, 295).
Cf. el comentario de Ll-VREA (1973, 173) a este último pasaje. La tercera explicación
de óeóouTTÓTOs- es la que defienden, por ejemplo, MASARACCHIA (1986) y CINGANO (1992).
LA MATERIA DE LA SAGA TEBANA EN LA ILÌADA 37
Sobre la ceguera de Edipo cf. HÒFER (1897-1902, 728-731); DALY (1940, 777-779);
DEVEREUX (1973); TORRES-GUERRA (1993,112-115).
'^5 C L las opiniones de WELCKER (1865-82^, H 340); ROBERT (1915, I 115-117); KoCK
(1961, 9); VALGIGLIO (1963, 24-27); CINGANO (1992). En relación con la mención de esos
juegos debe indicarse además que esta mención es un dato aislado que podría haber sido
introducido por Homero, en el contexto agonal del canto para marcar un contraste entre
Mecisteo y su hijo Enríalo, que saldrá derrotado de los juegos en honor de Patroclo.
"•6 Sobre Edipo en la Tebaida cf. WELCKER (1865-82^, E 333-340); LEGRAS (1905, 58-60);
ROBERT (1915,1169 ss.); RZACH (1922, 2364-65); WEHRLI (1957, 112-113); KOCK (1961, 18-
20); HUXLEY (1969,41-43); DAVIES (1989a, 24-26); TORRES-GUERRA (1993,108-125).
C L VALGIGLIO (1963, 24); lo mismo en SANTIAGO (1981, 21). Mi postura coincide
con la del resto de la bibliografía.
38 LA TEBAIDA H O M É R I C A C O M O F U E N T E D E ILÍADA Y ODISEA
ya los escolios a este verso (cf. Escol. A, V 471 ERBSE), los cuales indican que la
atribución de 'ός a Euríalo contó también con algún apoyo en la Antigüedad^*.
Hecha esta observación, la pregunta es p o r qué motivo está Mecisteo presente
en los funerales de Edipo. Los escoliastas también se plantearon esta cuestión, p o r
lo cual escribieron el siguiente comentario: o s ποτε Θήβα5 < δ ' ήλθε
δεδουπότος Οίδιπόδαο > : δτι βασιλεύοντα έν Θήβαις φησΙν άπολέσθαι, ούχ
ώς οί νεώτεροι, καΐ Ησίοδος (Ρ 192) δέ φησιν έν θ ή β α ι ς αυτού απο
θανόντος 'Αργείαν τήν "Αδράστου σύν άλλοις έλθείν έπΙ τήν κηδείαν αυ
τού (Escol. Ί adloc).
C o m o aclara el escolio con la referencia al corpus hesiódico (F 192,
correspondiente al Catálogo de Us mujeres), la presencia de Mecisteo en los
funerales de E dipo tiene que estar relacionada con la asistencia de Argía a ese
acontecimiento. Ahora bien, el punto de contacto entre Argía y E dipo es
Polinices, que p o r tanto debía de ser ya hijo de E dipo en la versión de la saga
tebana presupuesta en este pasaje de Ψ^'.
U n a cuestión diferente, a la que no dan respuesta ni Ψ 679 ni el fragmento 192
del Corpus hesiódico, es qué tipo de relación mantenían Argía y Polinices: si Argía
llega a Tebas en tanto que esposa de Polinices, o si Argía y Polinices se conocen
con ocasión de los funerales de E dipo; esta cuestión (que no ha dejado de ser
debatida^°) es irrelevante para nuestro propósito, el cual era demostrar que en la
litada se ha producido ya la conexión de las sagas de E dipo y los hermanos
fratricidas (dado que al parecer se trata de dos sagas independientes en origen^ ^).
Por tanto, se puede afirmar que la Ilíada no presenta, en relación con Eteocles
y Polinices, una versión de la saga distinta de la plasmada en la Tebaida; en este
punto tampoco hay una contradicción entre las dos epopeyas^^.
EU. E n el canto Ξ de la Ilíada ( w . 113125) Diomedes expone su linaje refi
riéndose en primer lugar a su padre con las siguientes palabras ( w . 113114):
"πατρός δ" έξ αγαθού καΐ έγώ γένος εύχομαι είναι,
Τυδέος, δν θήβησι χυτή κατά γαία καλύπτει".
comprensible que la nota crítica del escolio pindàrico haya tenido por objeto
presentar las fuentes seguidas por Pindaro al acoger una versión tan peculiar del
mito; al decir del escolio, la fuente en cuestión era la Tebaida.
Desde un punto de vista lógico parece además que la mejor ocasión para
poner en labios de Adrasto la alabanza de Anfiarao (άμφότερον μάντιν τ '
αγαθόν και δουρί μάχεσθαι, F 10) era un discurso funerario en la posición de
realce del final del poema; y que el discurso del que procede el hexámetro
presentado como F 10 ha debido de ser especialmente relevante lo muestra el eco
que encontró en el pasaje de Pindaro de cuyo escolio procede el fragmento, así
como en otros textos del corpus hesiódico (F 25, v. 37: αγαθός μεν εην άγορή,
αγαθός δε μάχεσθαι) y Sófocles {Ed ipo en Colono, 1314-15: δορυσσοϋς
Ά μ φ ι ά ρ ε ω ς , τά πρώτα μεν / δόρει κρατύνων, πρώτα δ ' οιωνών όδοις)^*^.
Ahora bien, la cuestión no es tan sólo que el mitema de la sepultura de los
jefes no esté en contradicción con la Tebaid a; más aún, este mitema, en la forma
concreta por mí reconstruida, constituye un rasgo peculiar de la TebaicU, que sólo
se atestigua, fuera de este poema, en Pindaro, donde el escolio afirma una
dependencia de la epopeya tebana. Por tanto, la coincidencia en este punto entre
Ilíada y Tebaid a puede tener carácter de prueba e implicar (si nuestra
reconstrucción del final de la Tebaid a es acertada) que el poema del ciclo troyano
coincidía con el poema tebano en un mitema específico.
Por otra parte, conviene indicar que el tributo de honras fúnebres a los
argivos muertos no excluye una continuación de la saga por medio de la
expedición de los Epígonos (aun en el supuesto de que esta parte de la saga sea
relativamente moderna^^), que también en este caso continuaría teniendo por
móvil la venganza. De hecho, en la Ilíad a coexisten el relato de la sepultura de
Tideo en Tebas (Ξ 114) con el de la caída de la ciudad cadmea a manos de los
Epígonos (cf. Δ 406-408)^^. Igualmente, Pindaro afirma que sus compatriotas
tributaron honras fúnebres a los argivos (cf. Olímpicas VI15-17; Nemeas IX 24), y
que sin embargo los hijos de los Siete asolaron Tebas en una generación posterior
{Piucas VIII 39-56).
Una vez establecido, con toda la seguridad que nuestros escasos materiales nos
permiten alcanzar, que no existe ninguna contradicción entre la situación de la
Tebaida y el canon de la saga tebana que presupone la Ilíada, el siguiente paso que
daremos será comprobar si esta coincidencia implica dependencia mutua de las dos
epopeyas en u n o u otro sentido. E n los párrafos que siguen intentaré hacer ver
que en las escasas ocasiones en que Tebaida e Ilíada presentan la misma temática,
lo que podemos leer en los fragmentos de la Tebaida o reconstruir para ella parece
siempre lo primario por oposición a la Ilíada:
I. En uno de los pasajes homéricos comentados en § 3.1, el sentido de la Ilíada
se puede extraer de la Tebaida. E l pasaje en cuestión es Φ 345347, donde Néstor
propone a su hijo Antíloco, como prototipos míticos de caballos veloces, a los de
Laomedonte y al propio Arión:
"ούκ ε σ θ ' δς κε σ ' ελησι μετάλμενος ούδε παρελθη,
ο ύ δ ' ε'ί κεν μετόπισθεν 'Αρίονα διον έλαύνοι,
'Αδρήστου ταχύν 'ίππον, δς έκ θεόφιν γένος ήεν".
también en el corpus hesiódico, en Escudo 120 (ώς καΐ νϋν μέγαν 'ίππον
'Αρίονα κυανοχαίτην); obviamente, Arión recibe el epíteto κυανοχαίτης p o r
haber nacido de Posidón^^.
Si la IlíacU Y la Tebaida conocen en general la misma versión de la saga tebana,
si en el caso específico de Arión existe una coincidencia entre H o m e r o y el poema
cíclico, si además la alusión de la Ilíad a es elíptica y no se explica p o r sí sola,
parece lo más lógico suponer que la breve referencia a la velocidad de Arión
incluida en Φ 346-347 y la expresión braquilógica δ ς έκ θεόφιν γένος ήεν
(Φ 347) hayan surgido de una noticia más amplia de la Tebaid a (cf. F 7 y 8); la
hipótesis contraria parece poseer menor valor explicativo.
Π. En relación con la figura de Tideo se dan algunas coincidencias de materia
entre la Ilíada y la Tebaid a. El primer pasaje del poema de H o m e r o que podemos
someter a revisión es Ξ 113-125. Estos versos refieren la genealogía de Tideo ( w .
115-118) y aluden a su exilio ( w . 119-120) pero silenciando el motivo del mismo
o, mejor dicho, motivándolo con un eufemismo: ώς γάρ που Ζευς ήθελε και
θεοί άλλοι (ν. 120)^^; sabemos, sin embargo, que según la saga Tideo debió
abandonar Calidón p o r haber matado a uno o varios de sus familiares (punto en el
cual existen variantes según fuentes^*). En este pasaje de Ξ es especialmente obvia
la presuposición del conocimiento de la saga, a la cual censura Fíomero siguiendo
una pauta que le significa frente al Ciclo^'.
Por su parte la Tebaida debía de tratar in extenso los acontecimientos a que
alude herméticamente el canto catorce de la Ilíada; que ello ha sido así lo evidencia
aún el fragmento quinto, en el cual se trata del cuadro genealógico de Tideo. D e
acuerdo con este texto, la Tebaida presentaba como padres de Tideo a Éneo y
Peribea; en la identidad de los padres la Tebaida coincide con la mayoría de las
fuentes, pero se separa de ellas al hacer de Peribea una cautiva procedente del
Oleno etolio^o.
Por consiguiente también aquí podemos decir que la alusión de la Ilíada a las
circunstancias biográficas de Tideo posee el carácter de una alusión que no se
explica p o r sí sola, máxime en este caso en que la alusión implica una censura. P o r
otro lado, la Tebaida, que sabemos positivamente que relataba la genealogía de
Tideo, debía de tratar con detalle las razones de su destierro; una vez más, parece
66 No obstante, el epíteto en cuestión aparece también en otros textos sin estar referido
ni a Posidón ni a Arión; cL T 224 (aplicado a otro caballo) y el Himno a Demeter, v. 347
(aplicado a Hades).
67 CL SEVERYNS (1928,217-219); ANDERSEN (1982,11-12); JANKO (1992,164).
68 Cf. Alcmeónida, F 4; Ferécides, FGrH 3 F 122; Diodoro, IV 65.2; Apolodoro I 8.5;
Higino 69.2; Mitógrafo Vaticano I 195 (198); Escol. T a //. H 114; Eustacio, ad loc., p. 971.7;
Escol. a Esquilo, Siete 559 (572); Escol. a Eur., Fenicias 417; Escol. a Estacio, Teb. I 282,
nil3. .
6' Sobre la transformación del mito en Homero como indicio de religiosidad ilustrada,
cL KULLMANN (1960,62-63; 1991,435).
7° Sobre las fuentes acerca de los progenitores de Tideo y su clasificación, cL ROBERT
1915 (1 135-140); SCHMIDT (1916-24, 1388-89).
LA MATERIA DE LA SAGA TEBANA EN LA ILÍADA 43
menos probable que el texto de la Tebaida haya podido surgir como un desarrollo
de las alusiones elípticas de la Ilíada.
n L A propósito de la figura de Tideo se señalará también que la litada
coincide con la Tebaida en asignarle a Atena como diosa tutelar. E sta relación
entre la divinidad y el héroe aflora sólo en tres breves referencias de la Ilíada: τοίη
ol <Τυδεΐ > έπίρροθος ήεν 'Αθήνη (Δ 390); ε'ι ποτε μοι καΐ πατρι
<Τυδεΐ > φίλα φρονέουσα παρέστης (Ε 116); τοίη οι <Τυδεΐ > έγών
< ' Α θ ή ν η > έπιτάρροθος ήα (Ε 808). Εη cambio, dentro de la Tebaida se debía
de hablar in extenso de la relación de favor que se daba entre Atena y Tideo; así
nos lo indica el fragmento nueve del poema.
En este fragmento se relata el episodio de la muerte de Tideo, una de las
escenas de la Tebaida que halló más eco dentro de la tradición grecolatina^^ por la
crudeza de la historia. Efectivamente, según se deduce de la combinación de los
cinco textos presentados como F 9 por BERNABÉ (1987, 27-28; cf. § 2.2), la
Tebaida narraba que Tideo, al ser herido de muerte por Melanipo, rogó a
Anfiarao que matase a su enemigo y le entregara su cabeza; cuando tuvo entre sus
manos la cabeza de Melanipo, Tideo le sorbió el cerebro; la impiedad de este acto
privó a Tideo del favor de Atena, la cual contempló la escena cuando descendía
del cielo portando la inmortalidad para su protegido''^.
También en este caso la hipótesis que posee menor valor explicativo es la que
supone que la Tebaida crea un contexto para lo que no son más que breves
referencias en la Ilíada.
IV. De otra parte, la Ilíada hace una breve caracterización de Tideo en Ε 801-
804, al principio de un parlamento que Atena le dirige a Diomedes:
Esta breve alusión al carácter belicoso y rebelde de Tideo parece coincidir con
la caracterización del personaje que presentaba la Tebaida, al menos a juzgar por el
F 9 de este poema. Una vez más, parece que ha de concederse la prioridad a la
Tebaida frente a la Ilíada; de acuerdo con una tesis defendida por el neoanálisis, se
puede decir que la Ilíada está convirtiendo aquí, como en muchos otros casos, lo
fáctico del Ciclo en psicológico (cf. KULLMANN 1991, 434).
cumple sin embargo una función política, en tanto que justifica, frente a los hijos
de los derrotados, por qué Micenas no colaboró con ellos. El episodio de la
embajada en Micenas podría proceder efectivamente de una épica prehomérica, y
u n posible indicio de ello puede verse en el v. 381, en la mención de los prodigios
acontecidos (cf. supra), suponiendo que el poeta tenga en mente de verdad unos
prodigios concretos. Pero, a la inversa, cabría también imaginar que este episodio
no es sino una elucubración que trata de rellenar una casilla vacía que el poeta
descubría en su modelo, una epopeya tebana (suponemos que la Tebaida) en la que
no se debió de ofrecer ninguna explicación sobre la ausencia de Micenas en la
guerra^^.
Más sospechoso aún que la primera parte del pasaje es el relato ( w . 384-398)
sobre la actuación de Tideo en relación con su embajada en Tebas. Q u e la historia
aquí narrada proceda de una fuente prehomérica resulta tanto más dudoso (pese a
una nueva mención enigmática de presagios, v. 398) en cuanto que este episodio
aquí insertado cumple una función poética''* clara y concreta, la de proporcionar
un exemplum para Diomedes; es decir, cabe pensar que el episodio de la saga
tebana en que Tideo es protagonista haya sido pergeñado (o en el mejor de los
casos remodelado) en función de la figura de su hijo Diomedes^'. De hecho,
algunos argumentos sugieren que el relato de la embajada en Tebas, o cuando
menos varios de sus elementos constitutivos, podrían haber sido inventados ad
hoc.
1) Los nombres de los tebanos
La emboscada que se'prepara contra Tideo se pone bajo el mando de dos
caudillos, Meón hijo de H e m ó n , y Polifontes (cf. n. 21) hijo de Autófono. De
estos cuatro nombres, al menos tres parecen nombres genéricos, creados por el
poeta para la ocasión o seleccionados de un acervo común para perfilar la
atmósfera criminal y turbia del episodio:
— La relación de noXixlxDvrris y AiJTÓ<t)Ovos con 4>óvos resulta palmaria*°.
— Las resonancias de Αϊμων son igualmente claras; por otro lado, este tercer
nombre resulta especialmente sospechoso en tanto que, aplicado a diversos
personajes más en la Ilíada (Δ 296, Αϊμονα; Ρ 467, Αίμοιάδαο), da la impresión de
ser un autentico comodín del que se sirve el poeta para individualizar a héroes
indefinidos y, con probabilidad, inventados para la ocasión*^
— El único nombre que podría considerarse antiguo con cierta seguridad es el
de Meón (Μαίων); al menos, no resulta fácil interpretarlo como u n nombre típico,
acomodado a las participación en esta escena del héroe que lo porta*^; ha de
señalarse igualmente que Meón no es, en la épica, u n nombre comodín como
Αίμων. Estacio {Tebaida, II692 y IV 598) presenta a este Meón como adivino,
noticia que puede ponerse en relación con lo dicho en el verso 396 de la Ilíad a;
entonces, los presagios divinos (θεών τεράεσσι) habrían obligado a Tideo a
perdonar la vida de Meón precisamente porque este personaje estaba consagrado
a la adivinación.
¿Puede considerarse que esta noticia preserva material realmente antiguo, que
subyacería al relato (elíptico, en algún aspecto) de Homero? Si E stacio hubiese
compuesto su obra en una época más antigua, o si nos constase que este poeta
sentía afición por las versiones excéntricas (y arcaicas) de los mitos, cabría
imaginar que, en este caso, la Tebaida de E stacio conservaba lo primario frente a
Homero. Ahora bien, lo que sabemos de cómo E stacio manejaba el mito*^ induce
más bien a pensar que su presentación de Meón como adivino sería una invención
tendente a explicar su papel en Δ y la frase del v. 398. Igualmente puede ser una
invención construida sobre este pasaje la noticia que transmite Pausanias
(IX 13.2), según el cual los tebanos afirmaban que Tideo yacía en Tebas, enterrado
por Meón; el periegeta indica que los eruditos locales (Θηβαίων δε ol τ α άρχαΐα
μνημονεύοντες) aducían en apoyo de su relato un verso de la Ilíada (S 114) que
ya he comentado en § 3.3*·*.
2) La composición de la escena
El episodio de la estancia de Tideo en la corte de Eteocles y de la emboscada
subsiguiente parece compuesto de motivos genéricos tradicionales (procedentes
quizá en algún caso del cuento popular, aunque en este punto carecemos de
evidencia interna a la tradición griega), ensamblados entre sí hasta constituir la
escena, que, por tanto, pudo ser creada ad hoc por el poeta.
— En este sentido, la aparición de Tideo en la corte de Eteocles guarda
similitudes con las escenas de Odiseo en el país de los feacios {Odisea, canto θ).
LA EMBAJADA EN CUESTIÓN ERA ASUNTO DE Kypria (CF. PRODO 55); SOBRE LA PRIORIDAD DEL
EPISODIO EN litada O EN Kypria, CF. KuLLMANN (1960, 275-278).
COMPÁRENSE Z 186 Y A 392; Z 189 Y A 397; Z 190 Y A 397.
CF. LA HISTORIA DE LINCEO, EL ÚNICO HIJO DE EGIPTO AL QUE NO MATÓ SU ESPOSA (LA
DANAIDA HIPERMESTRA).
CF. LA ARGUMENTACIÓN DE KULLMANN (1960, 263) A PROPÓSITO DE B 299 SS.: "DIESE
PARTIE [KANN] WEGEN IHRER AUSFÜHRLICHKEIT UND EINES GEWISSEN FUNKTIONSWERTES AUCH EIN
AUTOSCHEDIASMA DES DICHTERS SEIN".
LA MATERIA DE LA SAGA TEBANA E N LA I L ~ A D A 49
Tebalda,no es licito extrapolar sin más a este poema toda alusión a la saga tebana
recogida por Homero.
4. M O T I V O S D E LA TEBAIDA E N LA ILÍADA
4.1. P L A N T E A M I E N T O
que las Nereidas conozcan siquiera la causa de la aflicción de Aquiles (la muerte de
Patroclo); de hecho, detrás de este treno de 2 se presiente un lamento anticipado
por la caída de Aquiles. Por tanto, el neoanalítico entenderá que la escena de
Etiópida (en tanto que más motivada lógicamente, y mejor adecuada a su
situación) representa lo primario frente a la litada, donde la transformación del
lamento por un muerto en el lamento por la aflicción de un vivo provoca
dificultades.
La confrontación de los motivos empleados en la Ilíada y la épica cíclica
prehomérica (ciclo troyano) ha permitido al neoanálisis establecer una tipología
de la adopción de motivos, tipología que en síntesis se deja concretar en una serie
de puntos-clave:
1. El hecho de que un motivo no esté desarrollado con todas sus
consecuencias es indicio de reelaboración de un pasaje primario (cf. KULLMANN
1960, 32).
2. La asunción de motivos del Ciclo por parte de la Ilíada suele comportar
una psicologización de lo que en las épicas cíclicas era puramente factual
(cf. KULLMANN 1981, 26; 1991, 434).
3. En el paso del Ciclo a H o m e r o , lo trágico (primario) suele convertirse en
no trágico (secundario; cf. KULLMANN 1981, 19 y 20).
4. Por otra parte, la reelaboración de motivos posee un carácter diferente
dependiendo de que el motivo se aplique o no al mismo personaje que en las
fuentes. Cuando el personaje es distinto, se produce una generalización del
motivo. De no ser así tiene lugar una variación cualitativa del motivo, que puede
concretarse en una atenuación del mismo, o bien (cf. número anterior) en una
transformación de lo trágico en no trágico (cf. KULLMANN 1981, 24 ss.).
En relación con este último punto debe señalarse que, de entrada, cualquier
reelaboración de motivos de la Tebaida en la Ilíada debería suponer una
generalización de los mismos, puesto que los personajes del poema tebano no son
los del troyano. Ahora bien, en la epopeya de H o m e r o intervienen los hijos de
varios de los caudillos que combatieron en la Tebaida. Por ello, cabe preguntarse si
la Ilíada, una vez aceptado que parece conocer la Tebaida, no ha podido transferir
motivos de este poema a aquellos hijos de sus personajes que aparecen en la lucha
contra Troya (Diomedes, Esténelo, Enríalo). C o m o veremos más adelante (§ 4.5)
esta cuestión resulta especialmente interesante en lo que a Tideo y Diomedes se
refiere'^.
Hasta la fecha no se han examinado con todas sus consecuencias las
posibilidades reales de que la Tebaida haya sido fuente de la Ilíada, y ello a pesar
de que bastantes homeristas han aceptado que la epopeya tebana era anterior a la
Sobre la forma en que el poeta aprovecha los paralelos y antítesis entre padres e
hijos, cf. KULLMANN (1960, 277); con referencia directa a la saga tebana, cf. KULLMANN
(1991, 427).
MOTIVOS DE LA TEBAIDA EN LA ILÍADA 53
" Sirvan de ejemplo los siguientes autores y trabajos: WELCKER (1865-822, n 322);
FRIEDLANDER (1914, 318); WILAMOWITZ (1920^, 339); SEVERYNS (1948, 68 ss.); V O N DER
MÜHLL (1952, 97, n. 27). Entre los trabajos más recientes cL BURKERT (1981, 31; 1984, 100);
HÖLSCHER (1988, 166-167); DAVIES (1989a, 23-24).
Recuérdese que, tradicionalmente, la presencia del muro (Y la zanja) en la Ilíada ha
provocado muchas complicaciones a los homeristas, quienes han tratado de explicar ese
elemento de diversos modos; cL REINHARDT (1961, 190-206, con observaciones
bibliográficas). Una postura diversa en relación con el problema del muro la defendió, a
principios de los ochenta, VAN THIEL (1982), quien supone, con un planteamiento analítico,
que la Ilíada que nosotros conservamos reelabora, entre otros poemas, un poema sobre la
lucha en torno al muro, el cual ha dejado su huella en los libros M a O: en opinión de VAN
THIEL (1982, 15-32) estos textos previos a nuestra Ilíada existían en la forma de
composiciones orales, meditadas Y memorizadas. Sobre el muro aqueo cL también
TSAGARAKIS (1969); WEST (1969); SCODEL (1982); SINGOR (1992).
'5 CL KULLMANN (1965, 23-24; 1981,12-13 Y n.25).
' 6 CL REINHARDT (1961, 249-250); en estas páginas se especula con la posibilidad de
que la Tebaida (una presimta escena del poema en la que Tideo Y Pohñices llegaban
cubiertos con las pieles de un jabalí Y un león al palacio de Adrasto: cf. Estacio, Tebaida
I 483 ss.; Higino 69.4; Escol. A a //., A 376; Escol. a Eur., Fenicias 421) HAYA servido de
modelo para la Bolonia, donde Agamenón, Menelao, Diomedes Y Dolón aparecen también
revestidos con pieles de animales.
54 LA TEBAIDA H O M É R I C A C O M O F U E N T E D E ILÍADA Y ODISEA
más conjetural; sin embargo he preferido obviar estos motivos conjeturales puesto
que no aportaban nada esencial para la argumentación. Reconozco, por otro lado,
que los motivos examinados entre §§ 4 . 2 y 4 . 6 poseen una fuerza probatoria m u y
diferente; el orden en que presento estos motivos no depende del grado de
verosimilitud que me merecen sino de su presumible orden de aparición en la
Tebaida.
Cf. USENER (1897, 23): "So groß war das Ansehen und die Wirkung des Liedes vom
Groll des Peliden, daß es zur Mode wurde, Epen mit der Verwicklung eines Zwistes
anheben zu lassen"; aunque UsENER no se refiere expresamente a la Tebaida, sus últimas
palabras parecen aludir a este poema.
MOTIVOS DE LA TEBAIDA EN LA ILÍADA 55
" En contra de la interpretación que KULLMANN hace de este motivo cf. FENIK (1968,
238). El motivo de la epi? personificado en Agamenón y Menelao) aparece también en el
relato que Néstor hace de los acontecimientos postiliádicos en el canto tercero de la Odisea
{y 136 ss.).
" Sobre la relación entre estas siete puertas y la realidad de Tebas cL WlLAMOWlTZ-
MOELLENDORF (1891; 1922, 24-31); ROBERT (1915,1236-237); SYMEONOGLOU (1985, 22-23,
32-38L
•00 Vale la pena notar que en la misma litada (1 381-384) figura también la Tebas de
cien puertas, es decir, la homónima capital egipcia; lo más verosímil es que éKarójitTuXos
9)ißTi sea ima denominación hiperbólica (recuérdese el concepto fabuloso que los griegos
tenían del mundo egipcio) que da por supuesto el conocimiento general del epíteto
éTTTdTTuXo? Qr\^r\, aplicado a la Tebas beocia, a la que por supuesto la egipcia debía superar
con creces. Es insólita la postura de PAULSON (1896, 73), según el cual el epíteto de la Tebas
beocia está moldeado sobre el de la ciudad egipcia.
CL WlLAMOwrrz-MOELLENDORF (1891, 228): "Nur für den Angriff auf die sieben
Tore hat es Bedeutung, daß sieben Argeierhelden gezählt werden: nur für den Sturm der
Sieben gegen Theben ist Theben die Stadt der sieben Tore".
En esta discusión han tomado partido, entre otros, FRIEDLÄNDER (1914, 324)
ROBERT (1915, 1236); RZACH (1922, 2366); NILSSON (1932, 112-113); HOWALD (1939, 4)
REIMER (1953; cL DIRLMEIER 1954); BURKERT (1981, 39; 1984,100); HÖLSCHER (1988,167)
SINGOR (1992, 406-411).
56 L A TEBAIDA H O M É R I C A C O M O F U E N T E D E ILÍADA Y ODISEA
Este verso y los siguientes (hasta 181) fueron atetizados por Aristarco, quien sólo
aceptaba una puerta en el muro aqueo (cL escolios a M 175, 175-181, 111335-337 ERBSE;
cL HAINSWORTH 1993, 336-337). Lo cierto es que Asió y Héctor parecen atacar puertas
distintas, pues la del primer caudillo se halla a la izquierda (cf. M 118) y la de Héctor en el
centro (cL N 3 1 2 y 679). De la existencia de varias puertas en el muro hablan igualmente
M 3 4 0 y 3 4 1 (cL VAN DER VALK 1963-64, 1575-580; HAINSWORTH 1 9 9 3 , 355). Sobre la
imposibilidad de la hipótesis de Aristarco cf. SiNGOR (1992, 402, n. 4); HAINSWORTH (1993,
313-314).
HAINSWORTH (1993, 314) reconoce la similitud con la situación en la saga de los
Siete, pero a pesar de todo sigue considerando que este motivo posee un carácter general.
58 LA TEBAIDA H O M É R I C A C O M O F U E N T E D E ILÍADA Y ODISEA
4.4. E L D U E L O DE CISIVO
Pero cf. la TeixoaKoiTÍa que Eurípides presenta en las Fenicias (w. 88 ss ): ¿obedece
esta escena sólo al influjo de la ¡liada, o encierra el recuerdo de la xeixocjKoma de una
epopeya tebana.'
En la mitología griega el duelo decisivo aparece también (sin que pueda detectarse
un tratamiento épico) en la historia de Équemo e Hilo (fuentes principales: Heródoto
IX 26; Diodoro IV 58; Pausanias VIH 5.1). Obviamente, el duelo decisivo más célebre de la
literatura latina es el de Tumo y Eneas al final de la Eneida.
La tesis que he sugerido en § 4.4 puede hallarse implícita en una observación de
KULLMANN (1960, 94): "Der Zweikampf [des Menealaos] mit Paris geht (...) sehr
wahrscheinlich auf ein altes Motiv zurück, wenn auch ein solches für die Kyprien nicht
belegt ist (und nicht einmal notwendig aus troischer Sage zu stammen braucht)"; entiendo
que en el último comentario se encierra ima referencia a la Tebaida, Por otro lado, si este
poema hubiese contenido ima TcixoaKOTría como supone KULLMANN (1991, 427) ganaría
en verosimilitud mi hipótesis sobre Y (el canto en que se encuentra también la reixoCTKOTTÍa
de la Ilíada, w . 121244). Dejo de lado la cuestión de si el combate inconcluso librado por
Ayante y Héctor en H (w. 55322) debe también algo a la Tebaida.
MOTIVOS DE LA TEBAIDA E N LA ILÍADA 59
En este apartado trataré tres motivos que atañen a Tideo y Diomedes. Dos de
ellos (el primero y el último) poseen posiblemente un interés menor; el motivo al
cual reservo el puesto central en este capítulo presenta mayor originalidad, pues
implica que la litada ha readaptado la escena recogida en el fragmento nueve del
poema tebano sobre la cual ya he tratado en § 3.4.
En primer lugar recordaré que Atena es la diosa tutelar de ambos héroes,
padre e hijo: de Tideo en la Tebaida (y posiblemente a partir de aquí en la Ilíada,
cf. § 3.4) y de Diomedes en el poema de H o m e r o . La primera mención del apoyo
especial que le presta Atena a Diomedes se halla en E 1 ss.; pero cuando se
produce esta mención, el público de la Ilíada ya conoce que, en las guerras
tebanas, la diosa también favoreció con su asistencia a Tideo (cf. Δ 390); la
intervención de Atena junto a Diomedes en E parece, p o r tanto, preparada
y justificada por lo que se dijo previamente en el canto cuarto sobre Atena y
Tideo. Más aún, en el mismo libro quinto se ponen en boca de Diomedes unas
palabras en las que la ayuda de Atena al epígono se explica en razón de la ayuda
que la diosa le prestó a Tideo en la lucha contra Tebas (y en la Tebaida: cf. F 9)
CE 115117):
Δηίω έν πολέμω se refiere a la misma guerra que Δ 372 ss.; así pues, estos tres
versos encierran una alusión a la porción de la saga que constituía el contenido de
la Tebaida. E n mi opinión, de esta evidencia (E 1 ss., E 115117) puede deducirse
que el motivo de la asistencia de Atena a Tideo es primario en relación con el
motivo de la asistencia de la diosa a Diomedes.
U n segundo motivo relacionado con Tideo que parece extraído de la Tebaida
y reelaborado en la Ilíada es el de la escena recogida en el fragmento 9 (cf. §§ 2.2 y
3.4); en este fragmento se narra cómo Melanipo hirió de muerte en el vientre a
Tideo, quien sin embargo pudo vengarse de su rival cuando Anfiarao, tras matar
a Melanipo, le entregó su cabeza; al tenerla entre sus manos, u n ataque de ira llevó
a Tideo a partir el cráneo de Melanipo y sorber sus sesos. En la escena desempeñó
también un papel Atena, quien al ver la herida mortal de Tideo solicitó de Zeus la
inmortalidad para su protegido; pero al contemplar el acto de canibalismo
cometido por éste optó por darle la espalda y retirarle el don de la inmortalidad;
según varias fuentes (cf. F 9 I, Π y ΠΙ), Tideo rogó entonces a Atena que al menos
su hijo Diomedes pudiera ser i n m o r t a l ' ' ' .
' " £1 escolio a Pindaro a través del cual conocemos el F 9 m informa también de que
Diomedes recibió realmente im culto en algunas ciudades del sur de Italia; por ese mismo
escoho sabemos además que íbico (F 294) ya trató la divinización de Diomedes.
60 LA TEBAIDA HOMÉRICA COMO FUENTE DE ILÍADA Y ODISEA
11'' FENIK (1968, 2022) analiza el pasaje de E (95132) y señala la composición típica de
la escena. E s cierto que estos versos se componen de diversos elementos típicos; no
obstante, la combinación de todos ellos de la manera que se observa en esta escena parece
vincular a E 95132 específicamente con el fragmento nueve de la Tebaida; por ello no creo
que haya contradicción entre las observaciones de FE NIK y los resultados de mi propio
análisis.
62 LA TEBAIDA H O M É R I C A C O M O F U E N T E D E ILÍADA Y ODISEA
" 9 Aunque, para la cuestión de la edad con que presentaba a Adrasto el poema tebano,
cL WE LCKE R (1865822, n 326327); BE THE (1891, 64).
64 LA TEBAIDA HOMÉRICA COMO FUENTE DE ILÍADA Y ODISEA
λ 271-280
Μητέρα τ ' Οιδιπόδαο Ιδον, καΧήν Έπικάστην,
τ| μέγα έργον έρεξεν άιδρείησι νόοιο,
γημαμένη ω u l r ό δ ' δν π α τ έ ρ ' έξεναρίξας
γ ή μ ε ν άφαρ δ ' άνάπυστα θεοί θέσαν άνθρώποισιν.
άΧλ' ό μεν έν Θήβη ποΧυηράτω άΧγεα πάσχων 275
Καδμείων ήνασσε θεών όλοάς δια βουΧά?·
ή δ ' έβη είς Ά ί δ α ο πυλάρταο κρατεροΐο,
άψαμένη βρόχον αίπύν ά φ ' ύψηΧοΙο μεΧάθρου,
ω ά χ ε ι σχομένη· τω δ ' άΧγεα κάΧλιπ' όπίσσω
ποΧΧά μάΧ', δσσα τε μητρός Ε ρ ι ν ύ ε ς έκτεΧέουσι^^^ 280
X 326-327
Μαιράν τε ΚΧυμένην τε 'ίδον στυγερήν τ ' ΈριφύΧην,
ή χρυσόν φίΧου ανδρός έδεξατο τιμήενταΜ^
Hay alusiones a momentos previos de esta saga en e 333-335 (Ino, hija de Cadmo),
X 262-265 (Anfión y Zeto como fundadores de Tebas) y T 518-524 (historia de Zeto y
Aedón); sobre dichos pasajes cf. SEVERYNS (1928, 237-239).
12 Cf. HEUBECK (1983, 282-283).
1 ^ Cf. HEUBECK (1983,286).
66 LA TEBAIDA HOMÉRICA COMO FUENTE DE ILÍADA Y ODISEA
O 243-248
Ά ν τ ί φ ά τ η ς μέν τίκτεν Όϊκλήα μεγάθυμον,
αύτάρ Όΐκλήης λαοσσόον 'Αμφιάραον,
δν περί κήρι φίλει Ζευς τ ' αϊγίοχος καΐ "Απόλλων 245
παντοίην φιλότητ ' · ούδ ' 'ίκετο γήραος ούδόν,
άλλ ' δλετ ' έν θήβησι γυναίων ε'ίνεκα δώρων,
τού δ ' υΙεΙς έ γ έ ν ο ν τ ' 'Αλκμάων 'Αμφίλοχός τε'^^.
Εη primer lugar operaremos como en § 3.1, resumiendo los contenidos de
cada uno de estos pasajes y extrayendo aquellas posibles alusiones que
presupongan la existencia de un canon de la saga tebana anterior a la Odisea
(S§ 5.1 a 5.3). A continuación (§ 5.4) trataré el problema de Tiresias, el único caso
en el que resulta mínimamente viable discutir sobre la asunción en la Od isea de un
motivo preexistente tomado del ciclo tebano.
λ 271-280: Sin saberlo, Epicasta se casó con su hijo Edipo, quien antes había
matado a su padre [Layo]. Pero los dioses descubrieron todo lo ocurrido άφαρ
[¿rápidamente / de repente?]; entonces, E picasta se ahorcó y maldijo a su hijo
[cf. V. 280], quien siguió gobernando en Tebas entre penalidades [¿ ?] por voluntad
divina.
λ 326327: E rífila aceptó oro [¿el collar de Harmonía?] a cambio de la vida de
su marido [Anfiarao].
o 243248: Anfiarao, adivino y caudillo [cf. λαοσσόον, ν. 244], hijo de Oícles y
padre de Alcmeón y Anfíloco, era tenido en la mayor estima por Zeus y Apolo;
este personaje murió'24, antes de llegar a viejo, en Tebas, por culpa de unos
regalos femeninos [¿el collar de Harmonía que recibió su esposa Erífila?].
Podrá observarse que, como se vio en el caso de la Ilíada, los excursos sobre la
saga tebana de la Odisea poseen un carácter lacunoso; por tanto, el poeta
presupone en los receptores de la Odisea el conocimiento de una serie de datos sin
los cuales los pasajes antes resumidos carecen de sentido completo. Más
concretamente, estas tres digresiones dejan sin aclarar los siguientes puntos: ¿quién
es el padre de Edipo?; ¿tuvo Edipo hijos con Epicasta al haber sido descubierto el
incesto άφαρ?; ¿qué clase de αλγεα padeció E dipo tras el descubrimiento de la
verdad sobre el parricidio y el incesto?; ¿quién era el esposo de E nfila?; ¿en qué
circunstancias aceptó ésta oro a cambio de su marido?; ¿cómo pudieron unos
regalos femeninos provocar la muerte de Anfiarao?
Las respuestas a algunas de estas cuestiones son automáticas puesto que afectan
a mitemas constantes en toda la tradición del mito. De esta forma, el padre de
5.2. P R O B L E M A S E N LA I N T ER P R ET A C I Ó N D E λ 271280
Para aclarar qué tipo de relación puede existir entre la Odisea y la épica tebana
en lo que atañe a la figura de E dipo debemos tratar los problemas de
interpretación que plantea λ 271280. Primero puede señalarse que, como indican
los escolios (V a Od., λ 271), Έ π ι κ ά σ τ η es el nombre épico de la bien conocida
'Ιοκάστη. En el pasaje discutido, el primer escollo grave lo supone la partícula
άφαρ del verso 274 que, según he señalado en § 5.1, puede entenderse como
"rápidamente" o como "de repente"; en el primer caso, el pasaje de la Odisea
implica que el matrimonio Edipo-Epicasta no duró lo suficiente como para que
de él nacieran los hijos incestuosos conocidos p o r la tradición posterior; si se
acepta el segundo sentido de άφαρ, se deja abierta la posibilidad de que, en la
versión del mito aquí presupuesta, sí existieran esos hijos incestuosos (aunque lo
cierto es que este pasaje de la Nekyia no los menciona). Los antiguos ya
encontraron dificultades en este verso de λ, verso que trataron de explicar de las
dos maneras apuntadas:
1) Pausanias 1X5.10 = Ed ipod ia, F 2 (Γ): παΐδας 6è έξ αυτής < s c . ,
Ί ο κ ά σ τ η 9 > ού δοκώ οί γενέσθαι, μάρτυρι Ό μ ή ρ ω χρώμενος, δ ς έποίησεν
έν Όδυσσεία [λ 271-274]. πώς ουν εποίησαν άνάπυστα άφαρ εί δή
τέσσαρες έκ τ ή ς Έπικάστης έγένοντο παίδες τ φ Οΐδίποδί; ε ξ
Εύρυγανείας < δ ε > τ η ς ' Τ π έ ρ φ α ν τ ο ς έγεγόνεσαν. δηλοΐ δε καΐ ó τ α έ π η
ποιήσας ά Οίδιπόδια όνομά^ουσι.
2) Escol. Β a Od., λ 274: άφαρ] ουκ ευθέως· έπεί πώς έσχε παΐδας; άλλ '
εξαίφνης.
La filología moderna ha entendido, en una abrumadora mayoría, que el
sentido de άφαρ en λ 274 es el primero de los propuestos ^2^. N o obstante,
tampoco han faltado quienes han preferido no darle a este άφαρ el sentido de
ευθέως; H E U B E C K (1983, 232), p o r ejemplo, prefiere traducirlo como "después de
De la versión unánime sólo se aparta un escolio a las Fenicias de Eurípides (v. 26:
éwoL δέ καΐ Ήλιου φασΙν αυτόν <Οΐδίποδα> εΐναι παΧδα), que probablemente esté
corrupto (cf. HoFER 18971902, 708; SCHWARTZ 188791,1251, <Í¿/oc); WECKLEIN (1901,
683684) relaciona este dato con su interpretación solar del mito de E dipo. Para la
etimología del nombre de Layo ("unklar", según LAME R 1924, 509), cf. RUIPÉREZ (1984).
Cf. PAULSON (1896, 18); HÓFE R (18971902, 701); WE CKLE IN (1901, 682); LE GRAS
(1905, 28); ROBE RT (1915, 1108): DE UBNE R (1942, 36); WE HRU (1957, 112); VALGIGUO
(1963,19).
68 LA TEBAIDA H O M É R I C A C O M O F U EN T E D E ILÍADA Y ODISEA
"Αλγεα πάσχων es una fórmula claramente asentada en la dicción épica (cL p. ej.
Β 667; δ 372). Pero ello no imphca sin más que el poeta emplee esta expresión como un
cliché vacío, carente de referencia; ademas, la nueva mención de los άλγεα de Edipo en el
verso 279 indica que dicha palabra debe de poseer un significado preciso en este pasaje de λ.
128 CL lo dicho en § 3.3 y n. 46.
129 CL la argumentación de Eustacio {in Od., ρ. 1684.15 ss.): εί δε καί έτύφλωσεν
< se. Οιδίπους > αυτόν, ούκ αν αυτό έσίγησεν ό ποιητής, ώς ούδε τήν άγχόνην
τής Έπικάστης.
"Ο CL WELCKER (1865-822, π 340); VALGIGUO (1963,20-21).
LA SAG A T E B A N A Y LA ODISEA 69
los sinsabores que padeció Edipo por culpa de Eteocles y Polinices, hijos suyos
pero nacidos de un segundo matrimonio con Eurigania, de acuerdo con la versión
de la saga plasmada en la Edipodia (cf. supra Pausanias IX 5.10 - Ed ipod ia, F 2 1).
Aunque se juzgue superfluo imaginar que λ 271-280 presuponen una versión
épica concreta de la saga se debe recordar que el testimonio de Pausanias antes
citado aclaraba λ 274 (άφαρ δ ' άι/άπυστα θεοί θέσαν άνθρώποισιν) poniéndolo
en relación con la Edipodia; por otro lado, como la Nekyia introduce la digresión
en función de Epicasta, la mención de Eurigania y sus hijos habría resultado ya
demasiado prolija.
Otra posible explicación para άλγεα πάσχων es la de R O B E R T (1915,
1112 ss.), quien entiende que el verso en cuestión (275) alude a una hipotética
versión de la saga en la que Edipo moría combatiendo con los orcomenios
(cf. § 3.3); esta otra interpretación guarda relación con la exegesis que se haga del
δεδουπότος de Ψ 679; pero, como ya se indicó en su momento (ibid em), la
hipótesis de R O B E R T acerca de este punto me parece poco fundamentada y
demasiado problemática. Por ello considero preferible entender que, si λ 271-280
alude a una versión conocida de la saga (y entiendo que así lo sugiere άλγεα
πάσχωνί^ΐ), ésta es la misma que la de la Edipodia; es asimismo posible, pero
indemostrable por lo lacunoso de nuestra evidencia, que este poema haya sido (en
su protoforma) la fuente de que bebe el canto λ^^^.
El silencio sobre el nombre del padre no es relevante aquí, pues la identidad de este
personaje es siempre la misma (cf. n. 125).
" 2 Que la versión de la saga en λ 271-280 es la de la Ed ipod ia lo defendió ya BETHE
(1891, 1-4); este filólogo opinaba incluso (cf. BETHE 1891, 7) que el participio έξεναριξα?
del verso 273 alude a un suceso concreto de la Edipodia recogido en la parte correspondiente
del escolio de Pisandro (KTeívag δε < se. Οιδίπους > αυτούς έθαψε (...) άποσπάσας τον
ζωστήρα και το ξίφο? του Λαίου).
1 " Cf. ΒΕΤΗΕ (1894, 1889-91); PRELLER-ROBERT (1921^ 915-917); TORRES-GUERRA
(1993, 159-164).
Adrasto: Higino 73; Escol. a Pind., Nem. IX 15 (35). Polinices: Asclepiades, FGrH
12 F 29; Diodoro Siculo IV 65.5; Apolodoro m 6.2; Escol. a Pind., Pit. ΠΙ 94 (167), Nem.
IV 20 (32); Escol. a Plat., Rep. 590a; Servio, in Verg. Aen. VI 445. Adrasto o Polinices: Escol.
70 LA TEBAIDA HOMÉRICA COMO FUENTE DE ILÍADA Y ODISEA
QV a λ 326; E ustacio, in Od., p. 1689 (λ 326). Argia: Lactancio, a Estacio, Tebaida ΠΙ 274;
Mit. Vat. 1 149 (152).
'35 CL Higino 73 {Adrastus autem ut eum <Amphiaraum > inuestigaret monile aureum
ex gemmis fecit et muneri dedit sorori suae EriphyUe).
'36 Lo mismo en FRIE DLÄNDE R (1914, 331), cuya opinión comparto (TORRE SGuE RRA
1993, 164).
'37 CL ROBE RT (1915,1 60: "Alle längeren Stammbäume sind sekimdär. Die alte Sage
kennt höchstens drei Generationen, meist nur zwei"). Sobre el árbol genealógico
cL también ROBE RT (1915, Π 4951, η. 41). Recuérdese que la saga de los melampódidas era
astmto de im poema incluso en el corpus hesiódico (la Melampodia fragmentos en
MERKELBACHWEST 19903, 199202; sobre la reconstrucción del poema cf. LOE FFLE R 1963).
13« CL BE THE (1891, 4450); ROBE RT ( 1 9 1 5 , 1 2 1 4 2 2 3 ) ; HOE KSTRA (1984, 252254).
139 CL TORRE SGUE RRA (1993, 156159). E n relación con Alcmeón y E rífila debe
decirse que los escolios (MQRT ad y 309310; Vind. 133 ado 248) señalan que Homero no
conoce la historia del matricidio (cL SEVER^NS 1928, 226227). Pero ya comprobamos antes
(cf. § 3.3) lo cauteloso que se ha de ser con estos argumentos ex silentio.
LA SAGA T EB A N A Y LA ODISE A 71
Corpus épico arcaico, sólo se documenta, fuera de aquí, en λ 521, donde se refiere
cómo E urípilo y los ceteos perecieron en Troya p o r culpa de la vid de o r o que
Príamo regaló a Astíoca, madre de Eurípilo, para lograr que ésta permitiese a su
hijo participar en la defensa de Troya; ahora bien, esa vid de oro era u n trabajo de
Hefesto (cf. //. Paru., F 29), como el collar de Harmonía; p o r tanto, la
coincidencia textual entre λ 521 y o 247 n o puede ser fortuita, y la fórmula en
cuestión debe de referirse en ambos casos, m u y probablemente, a obras de
Hefesto empleadas para sobornar a mujeres diversas en contextos míticos
análogos; en conclusión, en el canto quince de la Odisea parece que el precio del
soborno de Erífila fue el collar de Harmonía, según es lo más habitual en toda la
tradición de esta saga.
C o m o síntesis del examen realizado en los capítulos anteriores (§§ 5.1 a 5.3)
puede decirse que la Odisea da por supuesto el conocimiento de una serie de datos
de la saga tebana a los que sólo alude sin exponerlos en detalle. En un caso (λ 271
280) el canon de datos que se baraja parece ser el de la Edipodia y n o el de la
Tebaida; para otros dos pasajes (λ 326327 y o 243248) puede defenderse que la
versión de la saga presupuesta sí es la de la Tebaida, si bien los puntos de contacto
entre ambos poemas son tan generales que n o es preciso establecer una relación
necesaria. D e otra parte, y a diferencia de lo observado para Ilíada, la escasez de
datos dificulta la discusión sobre la prioridad o secundariedad de la Tebaida con
respecto a la Odisea; con todo, no parece lógico suponer que la Tebaida se dedique
a ampliar las informaciones de la saga tebana contenidas en la Odisea, de acuerdo
con la conocida tesis que pretende explicar de tal manera las relaciones entre
Homero y el Ciclo (cf. § 3.4 y n. 73)14°.
1 ^ Me interesa resaltar que mis conclusiones son válidas en principio para nuestra
Odisea, sin querer entrar en cuál haya sido la situación en formas previas de la epopeya
(sobre la posición singular de la Nekyia y del episodio de Teoclímeno en el conjunto de la
OdUea, cf. LE SKY 1968, 811813).
Sobre Tiresias cf. BUSLE PP (191924); SCHWE NN (1933); GARCÍA GUAL (1975);
BRISSON (1976).
72 LA TEBAIDA H O M É R I C A C O M O F U E N T E D E ILÍADA Y ODISEA
Friburgo que tras la designación constante de Tiresias como el adivino Θηβαίος podía latir
el recuerdo de su intervención en la Tebaid a; por tanto, la fórmula Θηβαίου Τειρεσίαο
vendría a significar algo así como "Tiresias, el hombre de la Tebaida" La hipótesis de
KLAMT es ingeniosa, pero obviamente indemostrable; por otro lado, de ser cierta su
conjetura Homero habría incluido en esta fórmula un guiño demasiado sutil para lo que es
imaginable en una epopeya arcaica de presumible difusión oral.
6. C O N C L U S I O N E S GENERALES
E N G L I S H ABSTRACT
This study discusses the presence of material from the epic Theban cycle
(especially from the Thebais) in Homer's two canonical works, the Iliad and the
Odyssey. The aim is to prove or invalidate the hypothesis that H o m e r could have
used the Thebais as a source.
The introductory chapter (§ 1) poses the problem and sets out the
methodology which will be used to solve it. The methodology in question is that
known as neoanalysis, a school of criticism based on a number of fundamental
studies by Professor W. K U L L M A N N (1960; 1981; 1984; 1991). The author first
explains the concept of "semi-rigid motifs" which, according to the "neoanalysis"
school. H o m e r adopted from the epic cycle; he then points out the differences
between these "semi-rigid" motifs and the tradhional motifs recognised by the
oralists. In general terms, the points of disagreement between Oralism and
Neoanalysis are established and attention is drawn to the fact that it is possible to
combine the points of view of both schools.
When applying the neoanalytical method to the study of Homer's Theban
sources, it is recalled that their case differs from the presumed Trojan sources for
two reasons: 1) no summaries exist for the Theban epic as do for the Trojan
cycle, thanks to Proclus; 2) in spite of the fact that strictly speaking they deal
with pre-Homeric facts, the Theban epics belong to a different mythic cycle to
that H o m e r writes about. Despite these difficulties, the research proceeds on the
basis of an analysis of the allusions to the Theban saga contained in the Iliad and
the Odyssey, taking as its starting point a previous reconstruction of the Thebais
CONCLUSIONES GENERALES 79
agrees with the Thehais's account of a specific mythic subject which was
reconstructed for the latter in the 1993 study (cf. T O R R E S - G U E R R A 1993, 171-
The lack of evidence does not allow us to discuss whether the Odyssey has re-
worked motifs from the Theban cycle in general or from the Thebais in
particular. At the very most it could be argued that the appearance of Tiresias
in the eleventh book is motivated by his appearance as a fortune-teller in the
Theban saga; a number of arguments in favour of the hypothesis that the Odyssey
has taken the motif of Tiresias from the Thebais as the fortune-teller w h o warns
of a future from which the hero cannot escape are revised (§ 5.4).
Chapter 6 formulates the results of the study in function of the hypothesis
proposed for examination at the outset, namely, the possibility that the Thebais is
one of the sources of the Iliad and the Odyssey. The final conclusion reached,
with the cautiousness required by the limited nature of the evidence, is the
following: there are good arguments for considering that the Thebais might have
been one of Homer's "sources", more probably in the case of the Iliad than the
Odyssey. The specific way in which the Thebais has influenced the Iliad and
the Odyssey can be understood in different ways depending on the position taken
on the Homeric question. Finally, several possible interpretations of the results of
this study are proposed from the unitarian, neoanalytical and oralist perspectives.
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Estacio, Teídiíií I 483 ss.: 53; U 692: 47; IV 372412: 57; 437 ss.: 57; 445 ss.: 57; Ν
598: ^7; Vm 716766: 43; XH 464 ss.: 40. 563: •#/; Ξ 113125: 29, 30, 38, 42, 79;
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90 LA TEBAIDA H O M É R I C A C O M O F U E N T E D E ILÍADA Y ODISEA
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347: 29, 31, 41, 42, 79, 80; 677-680: 15, wor/bsíi VI118-119:31.
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