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Nombres:

María Fernanda Gutiérrez Aguilar


Yeinny Brigette Delgado Hernández
Fabián Andrés Ayala Fonseca
Diego Fernando Cárdenas Rendón

Curso: Enfoque cognitivo conductual

Tutora: Sandra Patricia Rueda Fajardo

Nombre de la actividad de aprendizaje:


Actividad fase 3. Publicación digital “las metáforas en la psicología cognitivo conductual”.

Universidad de Investigación y Desarrollo


Facultad de Ciencias Sociales y Humanas
Programa de Psicología
2020
1. Objetivos

1.1 Objetivo general.

Realizar una publicación digital sobre el empleo de metáforas en la psicología cognitivo


conductual.

1.2 Objetivo específico.

1.2.1 Presentar información relevante con el fin de sintetizar los elementos clave de la ciencia
psicológica cognitiva.

2. Desarrollo de la actividad

Argumentación del artículo “las metáforas en la psicología cognitivo-conductual.

Como punto de partida se puede establecer que la terapia de tipo cognitivo conductual es un
procedimiento directivo en el que se trata de que el paciente cambie su comportamiento y
establezca conductas positivas y coherentes que le permitan buscar salidas a los conflictos
subyacentes; es por esto, que el psicólogo debe actuar de forma activa. Para ello, instala durante
las sesiones de trabajo terapéutico normas de conducta, instando a la persona en tratamiento a
cumplirlas con el ánimo de transformar su forma de actuación y solucionar de esta manera sus
dificultades.

La metáfora transmite al paciente una experiencia cercana, ajustada a su problema y le plantea


una alternativa de solución del problema que está viviendo más de acuerdo con sus valores. Una
de las grandes ventajas de las metáforas es que permiten al paciente llegar a sus propias
conclusiones sin que tenga que ser dirigido directamente por el terapeuta. Por tanto, no son las
reglas establecidas por éste las que dirigen el cambio en su conducta, sino que lo decide el propio
paciente.

Para Queraltó (2006), autora de este artículo, el empleo de metáforas en psicología cognitivo
conductual, es un procedimiento muy establecido en terapias de corte humanistas y
psicodinámicas. Aunque se empleaba corrientemente en la terapia cognitivo conductual,
solamente se le ha dado una importancia en la terapia de aceptación y compromiso.

Este artículo hace un análisis de la utilización de las terapias cognitivo-conductuales, mediante


las metáforas.

Los objetivos del presente artículo son tres:

1. La incorporación de las metáforas dentro de la corriente cognitivo-conductual.

2. El empleo de las metáforas dentro de las terapias cognitivo-conductuales.

3. Las ventajas de la utilización de las metáforas.


Los seres humanos tienden a la generalización para ordenar la realidad de los sucesos y de esto
emana el pensamiento lógico formal vs el pensamiento creativo, o en otros términos, ciencia vs
arte (Queraltó, 2006)

Autor o autores que soportan esta teoría.

Para Siler (1997) citado por Queraltó (2006) la metáfora y la analogía se pueden homologar bajo
la categoría general de metaforación, la cual se define así:

Objeto, imagen, idea o proceso que se compara con alguna otra cosa. Todas las formas de
metáfora, que incluyen la alusión, la alegoría, la analogía, el símbolo y los tropos o figuras del
lenguaje, que pueden involucrar a todos los sentidos físicos y psicológicos.

Las metáforas dentro de las corrientes de pensamiento psicológicas.

Freud afirmaba que el pensamiento en imágenes se encontraba más cerca del inconsciente que el
pensamiento en palabras (Jay, 1998 citado por Queraltó, 2006). De hecho, el psicoanálisis pone
más énfasis en la interpretación del lenguaje metafórico que el lenguaje literal.

En la corriente del constructivismo, las metáforas tienen más cabida, debido a que cada persona
posee su propia realidad, por ende, las metáforas que cada uno emplea para definir el mundo son
una forma de filtrar la realidad, según los constructivistas no se percibe la realidad
objetivamente, sino que se la construye.

Los humanistas también acogen a las metáforas, ya que ellos se basan mucho en la literatura de
cualquier corriente psicológica y utilizan este recurso en las técnicas terapéuticas.

Por otra parte, la corriente cognitivista expone que existe una forma “objetiva” o “lógica” de ver
la realidad y cuando no se ve a través de estas gafas se considera que la persona la está
distorsionando y es aquí donde se derivan los listados de pensamientos erróneos.

El terapeuta debe identificar cuál es el sesgo de las interpretaciones del paciente y a través de
análisis lógico-racionales cambiarlos. En otras palabras, este tipo de terapias de basan en un
positivismo lógico en el que se favorece la búsqueda empírica de la verdad que los pensamientos
distorsionados oscurecen. Este tipo de perspectiva favorece más la utilización del lenguaje
“racional o literal” que el metafórico en terapia. (Queraltó, 2006)

Las metáforas en la Psicología Cognitiva-Conductual.

La perspectiva cognitivo-conductual está viviendo una nueva etapa donde las metáforas poco a
poco están encontrando su sitio.

El propio Ellis (1993) citado por Queraltó (2006), máximo exponente de las terapias cognitivas
resalta la necesidad de incorporar prácticas y teorías de carácter más constructivista y humanista.
Ahora muchos terapeutas más que cambiar las distorsiones del pensamiento a través de métodos
lógico-racionales parten de la base de que no existe un modo racional de ver la realidad sino
metáforas más útiles que otras en determinados casos (Queraltó, 2006). Un ejemplo es el empleo
de metáforas dentro del tratamiento cognitivo- conductual para trastorno obsesivo- compulsivo
como forma de ayudar al paciente a reevaluar sus pensamientos obsesivos.

Por otra parte, la hipnosis se logró introducir en la arena cognitivo-conductual, en donde Erikson
es sin duda el ejemplo más representativo del uso del lenguaje metafórico en hipnosis. Erikson
utilizaba metáforas como analogías de la problemática del paciente y fue a través de él que las
metáforas pasaron a constituir un eje principal de la programación Neurolingüística (Queraltó,
2006).

El uso de las metáforas es otra forma de contemplar el problema, una nueva forma de hacerlo
para el paciente. Y está claro que, si las viejas estrategias no le servían, bienvenidas deben ser las
nuevas. Con las metáforas se fomenta la imaginación y la creatividad.

Las metáforas presentan varias ventajas. Una de ellas es que resultan fáciles de abordar. La
literatura sobre memoria de la información verbal concluye que el material ser recuerda mejor si
está organizado y es interesante, si provoca emociones no demasiado intensas y utiliza anclajes
sensoriales (Otto, 2000 citado por Queraltó, 2006)).

Principios de la teoría.

El fin de la metáfora es aportar una nueva forma de ver los problemas, y como, darles solución,
llevando a cabo la imaginación y creatividad, en lo que deja acceder a un procedimiento,
llegando a cortar una barrera y dejando ver las emociones y expresiones sin provocar una
resistencia. Así da paso a los mensajes que se quieren dejar automatizados en una persona de
manera simplificada y comprensible.

Este transporte al inconsciente permite tomar distancia frente a la situación expuesta, dejando a
un lado sentimientos y pensamientos problemáticos para así reflexionar sobre su conducta y
emociones a reprogramar, como lo describe Luciano (2006) citado por Queraltó (2006) que
tomando como base a la psicología cognitivo conductual se refiere, a abrir los ojos frente a una
situación, “No se debe centrar en la eliminación de los síntomas cognitivos para así alterar la
conducta del paciente, sino que se deben orientar a la variación de su función a través de la
modificación del contexto en el que estos síntomas cognitivos resultan problemáticos” esto,
permite que la persona se desenvuelva de la situación problemática que enfrenta en su día siendo
útil al momento de verse expuesta a ella.

García (2000) asume que la aceptación psicológica es una estrategia de cambio consistente en no
evitar, ni controlar, o cambiar los elementos que forman parte de una condición de evitación; lo
que se propone es tolerar o admitir sin intentar la modificación, siendo flexibles ante la propia
supresión controlada. Por consiguiente, para desarrollar la capacidad de llegar a estas terapias
por medio de metáforas, es indispensable el lenguaje que esté ligado a este para su efecto
progresivo, “en este sentido, se dirá al paciente palabras y actos que lo importante en la sesión
será él y su experiencia al tratar de resolver su vida” dando una dosis de valor emocional y
criterio invaluable a la persona, dejando implementado en él la capacidad de reevaluar los
estados problemáticos dejándolos sin relevancia a estos.

De qué manera relaciona los principios de esta teoría con el aporte y aplicación a la
psicología.

Para Queraltó (2006) la idea clave del uso de metáforas en la psicología cognitiva conductual se
basa en que "existe una forma objetiva o lógica de ver la realidad y cuando no se ve a través de
estas gafas se considera que la persona la está distorsionando (de aquí se derivan los famosos
listados de pensamientos erróneos o distorsionados). El terapeuta debe identificar cuál es el sesgo
de las interpretaciones del cliente y a través de análisis lógico-racionales cambiarlos. En otras
palabras, este tipo de terapias se basan en un positivismo lógico en el que se favorece la
búsqueda empírica de la verdad que los pensamientos distorsionados oscurecen. Este tipo de
perspectiva favorece más la utilización del lenguaje racional o literal que el metafórico en
terapia.

De acuerdo con esta autora, se puede deducir que el uso de metáforas en la psicología cognitiva
conductual tiene una capital importancia dado que lo que interesa en estos procedimientos es
posibilitar que el paciente se mantenga lo más alejado posible de un entorno problemático en el
que se encuentra inmerso. En un problema el sujeto se haya ante una encrucijada en la que la
toma de decisiones prudentes se ve atrofiada por una lucha interna con sus propios, de allí que
las metáforas buscan es organizar la conducta de la persona para propiciar el logro y
perfeccionamiento de valores y principios.

Con respecto al empleo de metáforas en terapia de tipo cognitivo conductual, éstas se pueden
clasificar en dos grandes grupos: las metáforas que expone el terapeuta y las que se identifican en
el relato del cliente (Queraltó, 2006). Las metáforas del terapeuta pueden ser originales de éste o
por el contrario obtenerla de otras fuentes. Por su parte las que se identifican en el relato del
paciente corresponden a abstracciones que realiza el terapeuta durante las sesiones y que se
emplean conforme a un proceso de seis pasos en el desarrollo de la metáfora (escucha,
validación, expansión, juego, marcaje y selección, conexión con el futuro).

Con relación al uso de metáforas en la terapia cognitiva con niños, Bunge, Gomar y mandil
(2007) estiman que "las metáforas se utilizan en la literatura y en la comunicación interpersonal
con fines estéticos y pragmáticos. La estética fomenta el interés y enriquece el vínculo de los
interlocutores. La pragmática apunta a favorecer la comprensión e incorporación de los
conceptos intercambiados. En este sentido, encontrar palabras e imágenes que hagan inteligibles
y entretenidas situaciones graves y complejas favorece el desarrollo de la alianza terapéutica y
potencia la eficacia de las intervenciones. Tal vez la búsqueda de palabras e imágenes adecuadas
sea una de las “llaves maestras” que hagan accesible la terapia cognitivo-comportamental a las
poblaciones infantiles".

El transformar la realidad problemática en la que se encuentra involucrado el niño es aspecto


clave en el afianzamiento de conductas positivas. este afianzamiento se logra con la aparición
durante el proceso terapéutico de situaciones armoniosas reforzadas con imágenes y textos
adecuados a la situación conflictiva en que el infante encuentra salidas metodológicas a sus
dificultades.

Cardona y Osorio (2015) encuentran que "el uso de metáforas en psicología cognitivo conductual
facilitan la comprensión de la interrelación existente entre la subjetividad, la teoría y la técnica.
El plano de la subjetividad se observa en el despliegue de la experiencia de los terapeutas. Esta
es una dimensión investigativa que pone en evidencia las transiciones vivenciales, conceptuales
y prácticas que dieron lugar a la constitución de cada terapeuta y a su estilo de intervención.

Los aportes sobre la teoría, versados sobre el lenguaje y la narratividad, dan lugar a reflexiones
acerca de conceptos propios de la disciplina, pero también sobre otros de mayor amplitud,
propiamente epistemológicos, como la realidad, la objetividad, la verdad, entre otros. En el uso
metafórico en psicoterapia cognitiva conductual, el elemento esencial es el lenguaje, que es
concebido como piedra angular de la terapia y de la vida humana entera.

Aquí se articulan las construcciones referidas a la técnica, que son el epicentro al lenguaje
figurado con las especificidades propias de la metáfora. La construcción del lenguaje metafórico
y su función en la terapia familiar, lleva a reflexiones sobre una vinculación paradojal, en la que
el encuentro discursivo que implica una elaboración que va más allá de la literalidad, exige, al
mismo tiempo, el uso de un lenguaje simple, cotidiano, que permita una proximidad entre los
terapeutas y los consultantes y una mirada diferente del problema y de su significado".

Realizando un análisis de los aportes de las anteriores autoras, se infiere que la metáfora se
presenta como una estrategia empleada desde una historia de configuración profesional y
personal, y en función de reconfiguraciones de sentidos que tiene la finalidad de reconocer el
valor de los encuentros discursivos para la terapia familiar y se destaca el sentido de lo disperso,
lo marginal y lo alternativo, asumiendo la realidad como una construcción soportada en
posibilidades creativas estructuradas en colectivo.

Bibliografía.

Bunge, E., Gomar, M., & Mandil, J. (2007). Implementación de metáforas en la terapia cognitiva
con niños. Revista argentina de clínica psicológica, 16(3), 239-249.

Cardona Galeano, I. L. & Osorio Sánchez, Y. L. (2015). Uso de la metáfora en terapia familiar.
Aportes al enfoque narrativo. Revista Virtual Universidad Católica del Norte, 44, 15-35.

García, R. F. (2000). Aplicación de la terapia de aceptación y compromiso en un ejemplo de


evitación experiencial. Psicothema, 12(3), 445-450.

Queraltó, J. M. (2006). Las metáforas en la psicología cognitivo-conductual. Papeles del


psicólogo, 27(2), 116-122.

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