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…¿0ú—v
Dora Laino
Aspectos psicosociales
' del aprendizaje
CAPÍTULO 1
LA DIMENSIÓN PSICOSOCIAI.
DE LOS PROCESOS COGNOSCEN'I'ES*
Introducción
sus-
Los exámenes efecmados cn difcrcntcs universidades
citamn numétosas noms periodísticas y diversas consideraciones
educa
por parte de autoridades e integrantes de las comunidades
uc constituyen un ejem.
úvas. ('.umcnzamos mencionándolos, porq
plo cuncrctn do un tipo de situaciones en las que la dimensión
cn resul-
psico-social de los procesos cognosccntes se maniñmta
esta perspectiva.
tados que difícilmente sun considerados desde
la Umvcm1dad
Como se difundió a través de. los medios, en
no aprobó
de La Plata, de mil setecientos veintisiete postulantes,
si necesimbnn o no
ninguna ¡a evaluación que permitía establecer
por los
el curso de ingreso. El hecho es tomado como nnticia
y da pie a la
medios, pufquc se. aparta de lo regular esperable,
en general.
discusión en los ámbitos académicos y cn la sociedad
como
Podemos suponer que algunos periodistas lo comunicaron
Por su
la constatación de. las carencias de los aspirantes evaluados.
se preguntaron
parte, muchos educadores y los mismos afectados
se trate dc.
por las caxacten'súcas de Ia evaluación. Más allá de que
que si—
una instancia diagnóstica. es decir, no eliminatoria (dado
y de contí—
guió abierta la posibilidad de hace: el cursu de ingreso
sor-
nuar cnn los estudios universitarios), por lo menos resulta
prendente que de] toml de estudiantes ninguna aprobara.
situados,
Los comunicadores, desde el campo en el que están
y la legi-
pueden haber presnpucsw la corrección del instrumento
¡4
poder de mna'a'u de liz: penanw amarra: a'c nfmm'ia. () :7erta, m wm'n: e.$m'¿5 anm¡a/e:,_y en padimlar en :! c'/Jinrpumf. Sin embar—
h'1 ¿vmrpto de patrón de mmpwz'am¿mfa socialmente generalizado, go, Ia nawdad m el hambre e.r que ¡a !mnrrm'u'ón ex/en'or o educatíw 0)or
:: dm'r, de una norma en ¡a que m pn'napio .rr wpone ¿: todos ¡a mn¿tmlmzía oposizídn :: ¡a Irammirión b:rrditan'a a interna del inrfinta) ¡¡¡/mina en mm
dv aúptar1aspon'áann dt /1) B, ¡¿lo pmde_hnmmb A ¡: ndopln mm ur; arganiqanón tai que ba podido engendrar da…-iliqadonex3
¡mí; ¡a daºlillld del atm. nta zrc:;_ ¡a de un ºtro ,s¿:encr:dízndo.2
El “Otro generalizada” ¡¡me la autoridad dada por la accpla- Para esto. plantea Mead, es necesario que csrc' asegurada la
ción general del gtupn. Mead piensa, como Freud, que. la mnuri— unidad intcrsubjetiva de una comunidad de comunicación : el gnv
dad de las normas surge en función de un prl)ccsn dc po puede constituirse como insrancin colectiva porque los deseos
internalización. HI mecanismo de la adopción de la actitud del y pulsiones de los individuos asociados quedan estructurados sim—
otro vuelve a operar aquí, pero en 1cfercncia ¡¡ muchas mms; bólicamente, con contenidos semánticos relativamente análogos.
ahora, a partir del poder sanciºnador del grupo _v no del de las Consecuentemente, el niño desarrolla una identidad cn la medida
personas particulares de referencia. La autoridad, propia de las en que se fotma para él un mundo social al que él pertenece y,
prescripciones en términos imperativos, se transfnrma cu autori— complementariamcntc, un mundo subjetivo al qm: él solo tiene
dad normativa debido a la internalizacirf…z put la instancia del “otro acceso. La relación cntn: estos dos mundos queda xe[lejada en la
generalizado”, fundamento de la validez de las normas. La autod— relación en…: los dos componentes de la identidad: el I y el Me;
dad del “otro generalizado" descansa snbrc la aceptación común y cl ! representa la subjetividad de la naturaleza pulsional, manifes—
el reconocimiento íntetsubjetivo dc ::.—za aceptación de los afecta— tada de forma expresiva, y el Me… el carácter conformado por las
dos uxigcucias relativas a los roles sociales. Estos dos conceptos de
Mead hace surgir, coincidiendo con Piaget, el desarrollo Mead se corresponden. aproximadamente, con las instancias “ello”
cognoscente du 13 acción insuumcntal, de un mundo objetiva; de ¡y “superyó” de la segunda tópica freudinna.
objetos perceptibles y manipulables. Como Piaget, concibe a las Desde la teoría psicoanalítica, la cnnstih1ción subjetiva del
acciones insnumentnlcs insertas en el sistema de cooperación de sujeto individual Iicnc que vc! cun sucesivas relaciones
los miembros del grupo, p:ésupnuicndn una interacción regulada. transfcrcucíalcs.
Es así como las funciones de la acción instrumental no pueden Estas vinculaciones uansferenciales son los modos perma-
analizarse con independencia de las estructuras de cooperación; y nentes con las que 111 sujctu cunstiluyc sus objetos;4 son una
la cooperación implica un control social que regula las actividades repetición, que. actúa como n:snrtc (.|pcrantc del lam) ¡nlcrsub]clivo.º
del grupo. En consecuencia, el control dc la interacción puede En la relación inter-humzma, cn (:| espacio de Ia
pasar de un programa genético, propio del organismo individual intersubietividad, se da la posibilidad de intercambio a través del
como sucede en los animales—, a un programa cultural rccnu.ucinúcnlo común y recípxoco de los mundos de la vida de
intersubieñvamcntc compartido. En Biolo_gázy mnaa'mienln, Piaget cada uno de los intedocutorcs, expresados simbólicamente ¡¡ través
sostiene algo análogo: del lenguaje con el que se comunican. Algo que constituye una
el mra'cíer má! notable del conocimiento birmano, por 10 que ¡mu a m condición indispensable en los procesos educativos. La enseñan-
muda de formación, comparado con la: !mn._rfammcionn :m/utizw d:/ orgu- za emplea palabras, es decir, signos. Y se reñere, también, a situa-
m'xma_y mu !a:_fommx de conocimiento amnflzlw al animal, c.r m m1.'m:'cqa ciones y vivencias subjetivas del sujeto en relación con realidades
tanto ca/cm'm como individual El ubago de dif!m carácter ¿: ob.f¿rur¡, U que desaparecieron en su historia, pero que siguen estando prc—
sentes ¡¡ pesar de su ausencia. Todo cun_ocimicnto, copo todo ¡us, es el producto de una construcción que implica tiempo. Da el
Proceso de aprendizaje, se ubica en el umvcrsu dc scuudo _cn el resultado de un proceso consuucúvo iniciado en el principio de
que los sujetos están situados. En donde aparecen las relaciones la vida. Desde el nacimiento, se irán diferenciando los movimien-
de transferencia, en un mundo estructurado por signos. El signo tos, las cua]idadcs reconocidas en Ins obictns, los términos dentro
es el instrumento de la enseñanza en tanto que instrumento del de la. frase, cuz. F.5c proccsu constructivo cuntinúa a 10 larga de
lenguaje.“ nula la vida.
En todas las relaciones intersubjctivas, incluidas las de Cuando un docente se encuentra con un grupo de alumnos,
mscña:1tcs y aprendícntcs que mantienen una comunicación edu- toma contacto con un conjunto de trayectorias de vida en las que
cativa, se pont: en juego el lenguaje y hay una repetición se han construido -en mayor o menor gmdo-— diferendacíones de
transfurcncial. Peru, además, el educador ficnc qm: estar aumriza— las Formas de acción propias de cada campo. Las posibilidades de
do a comunicar conocimientos organizados por él, para que ofrns acción y las —de discernimiento de diferencias, en cada rubro de
puedan llegar :; construidos, a estructurados, ¡¿ partir del deseo de acciones considcmdns— varían de un sujeto a otro. Dependen de
cada uno de alcanzar esos resultados. La vinculación transferencial, las construcciones correspondientes que cada uno haya realizado
entre educador _v educando, conlleva una relación asiméuica entre en su trayectoria da vida, dadas las particularidades del contexto
quien se supone que sabe y quien no; entre quien asiste y quien es un que esa historia vital luvu lugar. lisas pnsibi¡idadcs (:fcchvas
asistido, a través de la comunicación educativa.. caracterizan la disposición a la acción, la capacidad de distinguir
Podemos caracterizar, entonces, :| la mmwximdón ednmlim como componentes en un todo, así como la de entabla: relaciones entre
la que se realiza entre 8, quien posee un ¿vnadwimla e.ulrmlzmda, y elementos Las mismas se encuentran agrupadas en haces y tela-
/1, quien deja: aptcndcrlo y reconoce la an!wic¿rul de B para coope- cíonadns las unas a las otras. Sin embargo, las posibilidades de
rar en su propósito. Analicemos los componentes de esta deñni- discernimiento de diferencias y de combinación de componentes
ción. clcmcutalez— sc pxoduccu siempre con mayores facilitacinncs cn
un dominio que en otro. Este tema nos lleva a otro término de la
]) Canodm!enfa f:!mu'ufdd0 definición que propusimo&
Es aquel conocimiento que se organiza mediante la diferen—
ciación de componentes, constitutivos de unidades mayores, en 2) Demo
donde guardan determinado tipo de relaciones. que es neceszuio El concepto de. deseo Fue elaborado teóricamente por Sigmund
analizar y reconstruir. Freud, quien le atribuye. el papel de amotor» del aparato psíquico…
El reconocimiento de componentes elementales combinados Con la idea de aparato alude a la existencia de un trabajo psíquico,
¡¡ uavés de relaciones idcnúñcablcs, por responder a xcglax (: lc- en donde el impulsor de sus realizaciones es el deseo. El término
yes que rigen a la totalidad del sistema, está pracntc en distintas c<dr.sco» está empleado como categoría conceptual; no quiere de'
áreas del conocimiento, como ocurre en la química. en la matemá— cir deseo de esto o de. aquello (de helado, de dinero, de éxito),
tica, en la lingúísdca, en la lógica. etc. Esta posibilidad, de estable— sino que alude en forma genérica al desear. Y es ese desear el que
ce: identidades y diferencias, supone la existencia de una lógica. facilita, en el terreno psicológico, que una construcción se realice.
Una lógica que permita estructurar las relaciones emm Ins ulc— Todo ello en función de la vigencia del principio de placer, que
mentos, así como distinguir cn el todo Ius componentes alemana- rige los procesos inconscientes (aun en las realizaciones que su—
18 19
www…
ponen la participación Jim qua mm del principio de realidad, propio otro aspecto: el reconocimiento de la autoridad del enseñantc. El
de los procesos consciente-precanscicnles). Puede decirse que, reconocimiento de la autoridad del que enseña, Por parte de los
si en el proceso constructivo tm llega a predominar el displacer,
. -.m= _».——<naw——.m'namnz
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un
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pre alcanzan mayores realizaciones en aquellos facilitados por
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tutivas de lodos los procesos educativos (no sólo los escolares) ycra una ¡nómada cncapsulada, que tiene conuol voluntario sobre
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significantes implican aquello que significan, en relación con otros Por otra parte, cada sujeto sc cncucntrn, generalmente, un el
significantes, en una trama 0 sistema que actualiza relaciones y contexto de un mundo que constituye el horizonte en donde sig-
transforma expresiones ¡¡ lo largo del tiempo. Esos significantes niñca la realidad considerada en cada caso. Su trasfondo masivo
establecen la relación cpistémica con algo en el mundo dirigién— de convicciones no puede ponerlo en cualquier momento y, vo—
dose ¡¡ uno o varios sujetos psíquicos. Esc (» cms destinatarios de luntariamente, en consideración; y mucho mum»: en conjunto. Una
los mcnsa¡c:s son poseedores de esquemas cugnosccntcs y deseos duda planteada en una situación escolar no puede modificar las
' <>'*_—
cnnñgumdos prcccdcntcmcnfc; y ¡a asimilación de nuevas sigrms, :¡umcvidcncias que integran el mundo de la vida.
a su vez, transforma las (Esposiciuucs subjetivas y cuguosccutcs Al respecto, cabe subrayar que uno podemos pasar por detrás
de los mismos. de aquello de lo que no sumas mpaccs dc dudam.” Es decir, no
Por otra parte, el flujo de las vivencias supone una continui— podemos objetivar ); rcmah'zu críticamente aquello de lo que, coma
dad y cohesión de sentimientos, dcsccm, ideas, imágenes, que se certezas Fundamentales, somos incapaces de dudar. Sobre todo
C()TTIU"¡CKTI U"Í)X CC)" ()Í'ÍOS. RCPÍCSC"ÍHC¡UIIC
S y tuvcslimicntns porque nuestra identidad está constituida por esas convicciones
libidiualcs. Ahnra bien, nu se trata de una c.<rcptesenlacióx]» a partir gh: fondo, componentes del ecosistema simbólico que es nuestro
de una relación diádica con el objeto, sino que »qu como lo sostu— mundo de la vida. Nuestras convicciones están combinadas con
vieta Peírce sólo cabe pensar en la relación tríídicn del signo nuestras prácticas y ambas esuuctumn nuestras formas de signifi-
vinculado al objeto referente y a un interpremntc, que es otro car los mensajes rccibido&
signo. En tal sentido, el docente y el alumno —cn las prácticas Por otro lado, el pensamiento articulado en una expresión
educativns— se manifiestan en la comunicación empleando argu— verbal queda conectado con la acción Y la experiencia a tmvés del
mentos sustentados en sus representaciones, para lograr el enten- ¿sentido cºmún» del psiquismo intu-pretantc. Hsc sentido común…
dimichto sobre algo en el mundo. En ningún caso cabe pensar en conformado pm- cl conjunto de creencias subjetivamente
unn suhjcrividad individual aislada, sino en una praxis intersuhjefivn iclcntiñcantcs, incvilablcmú'ttc ingresa en las situaciones de ense—
dc ¡:nlumlímicntu que genera, de pur sí, sccucmtias infinitas de ñm1za-apteudizaje, y perdura hasta que se logta la construcción de
signos vinculados ¡¡ ntrns sig…)s irlfcrprcramcs. También es nccc— cmmu'núentos válidos. Pero, para ello, los signiñcantcs de los que
sa.rio insistir en que todas. las cogniciones, sean conscientes o no, nos valemos cn las comunicaciones educativas sólo pueden cum—
vienen lógicamente generadas por cogniciones anteriores. Tanto plir su función expositiva csmblecicndo una relación con el mun-
en los contenidos como en la forma hay una anterioridad incons— do intersubjcfivo de los intérpretes a la vez que una relación con
ciente para el sujeto. Por esas razones -entrc otras— resulta in- el mundo objetivo de las entidades; por eso, la objetividad de la
aceptable el intuicionismo pedagógico que supone que nucsuos experiencia no es posible sin la 'mtcrsubjctividad del entendimien—
juicios se componen de elementos inmediatamente dados o de to. La elaboración argumenmtiw de informaciones toma la forma
ideas o datos sensoriales absolutamente cicxtos. De allí la crítica a de una práctica intersubietiva. Si esta relación intezsubjet'wa no lo
propuestas didácticas que, en términos <<ñ.mdamentalístas», toman permite, el conocimiento no se logra.
a la autoconciencia por punto de partida. Autoconcicncin y acción F'.| mundn de lux humallus. lógica y scunióúcatncnlc eeructu-
racional de un sujeto sin mundo, comu si cada psiquismn constitu— rado, se reproduce y desarrolla a través de signiñcantcs (y de
acciones sigmflcnntes). La relación inicial entre significantes, que jada, también, la dilucidación de la no comprensión?
que
vf¡lde lo particular :| lo particular, tal como defme Pcixcc la abduc- La cocxmrcncia de un mandato del uotro genetahrndu»
idad cnl.tc las
Clon,vcorrcspundc en la teoría Piaget a la intuición. El amplio ordena asistir a la escuela, con la simultánea dispar
al
cspac_:¡o en el que se despliega la intuición en la vida cotidiana se cmwicciunes de fondo del alumno con rcspccm al contuuido y
a su
nc'l'nc10rm con la hegemonía de 13 a'nxa cn el plano social y tam— mcusaie que el docente le dirige. pucdcn generar, debido
puede n
bien, ¡co1? representaciones históricas, registradas en Ia mcm,oria y disonnncia, diñcnltadcs de aprendizaje. Las resistencias
por lus
consumt1vas de la identidad, cn el plano subjetivo individual. En suscitarse pm la disparidad de convicciones sostenidas
fondo que
efecroT aquello que nos resulta más familiar durante muchos años ínterlomtorcs del intercambio escolar. Convicciones de
(ch su'¡c|u
(:s el npn de comunicación entablada dentro del grupo domésticr; son el rcsulradu del mismo proceso de constitución
raduras
hs ,el ?enguajc de la vida privada que quedó inscdpto cn huellas.» psíquico y social. Las socializacíones diferentes, cngcnd
mncnucas cunstirurivas de la identidad individual generada en nues— pertur ba: la relaci ón
¡. dc doxa; ta¡ñhién diferentes, pueden así
a.
tro mundo de la vida. Este mundo de la vida, que de pol: sí viene intersubjedvn, impidiendo una vinculación transferencia] pos1tiv
esfrpcmadc) simbólicamente, consdtuve una red de contextos im- Ln sncialización determina la formación de normas y du cs-
phcztos de sentido, sedimentarios cn ¿ígniñcantcs no lingiiisticos en la
rtuclutas subjetivas, ya que el niño construye una idcnúdad
pum accesibles a la interpretación lingúísúca. Las situaciones cr; medida en que se forma para él un mundo social al que pertenece
. .…-.»LI._.JI
F.n
155 que l<le ¡.)a.rticipantcs en la interacción se orientan están marca— y, comp!cmcnlariamenle, un mundo subjetivo, singularisima
as por md1c1os .cmcnrladorcs y, a Ea vez, por rasgos estilísticos v decir
consccucucia, siguiendo la teoría de Habermas, sc. puede
carac_tcrcs cxpreswos, mtuiúvamcutc aprehendidos. o como
. que el mundo de la vida le es constitutivo al cntcudinúent
un
( .ada ser humano tiene su idcnúdad singular constituida sobre tal. mientras que los conceptos fnrmalcs de mundo forman
la base de ¡los intercambios comunicativos producidos en su mun— o
sistema de referencia para aquello sobre lo que el entendimient
do de ¡? v1da, en dºnde también hubo dcscífmmicntos implícitos es posible.
cn
de sen_udo. Esa idcnúdad, se. ve conmovida cuando los mensa'e—s Las convicciones de fondo, propias del mundo de la vid_a
(:dumt.u'os entran en franca contradicción ¡¡ oposición con eslos con las creenc ias
la teoría de I—Iabcrmas, presentan homolngias
o'tr-us ¡ntcrcambios comunicativos, alcaicus (: inconscientes his- ctiva,
ínmítívas. Es decir, la doxa para Bourdieu. Desde su perspe
te
_loncamcntc constitutivºs de su singulatídad subjetiva. Algn s,eme— en los diferentes campos snainlcs no se emm en juego median
¡antz.r planteó Durkheim, quien consideraba que la reacción de un acto conscicnlc. Y la relación de creenc ia, de ¡l¡'u5io, es más
ultra): que se produce cuando se cuestionan opiniones profunda- total, más incondicional cuando se ignora como ta].
¡.a crt:cuci3 cx,
meme arraigadas es una respucsla visceral debida al compromiso pues, la adhesión ptcrrcflcxiva, ingenua; la dnxa cs en
Buutdieu la
con el grupo social de pertenencia (Douglas, 1996). Tanto Durkheim urcuncia originaria que forma paxte de los presupucstns funda—
la
como Ludwik Fleck se mnuifcstanm igualmente insistentes en mcnlalcs del campo social en el que se incluye el agente. Y
to a la base social de la cngnición. cum- experiencia escola: también se asienta en un mundº del
sc…idu
cl que se produ cen
Las v . _ . común», que brinda el terreno de. hast: 30ch
.
conv¡ccxones de base y la accnñn comunicativa las comunicaciones y se construyen lus cunucinúcmos.
Según este sociólogo francés, el marxismo se veta ln comv
La explicacuon
' " dd- Lntcnd1mlento
- ' ' de los mensajes lleva aparc- prensión de cata sumisión dóxica de los dominados por las estruc-
7 (;)
.]
I'Q
..…th…
'.3!?
A la luz de los conceptos formulados anteriormente, cabe
NOTAS
preguntarse si en el nivel med… cxisl1cron las condiciones para
¡_ A lgo scmeiantc sc cncuc mm en dcs:m n)|ns. pos tcduxcs -4. umu lus |ucanianos— que, dcsdc la
lograr un pmccsu constructivo con una comunicación educativa
p:z:—pc.'t tiva psicuamlicica, phatcmon dicha articulación.
como la que dcñnimos y analizamos más arriba. Es decir, sí hubo
2. ] Iabcrmas,]: TM: ti: A: am'o'n Muni:alim (1990), Ba vh.,'l'nums.Tmno II , ¡1544
deseo de aprender y reconocimiento de autoridad para llegar
¡
cons unir, en una determinada secuencia temporal, un conocimiento
estructurada. A dcmás:cuálcs son las condiciones de vida y cuál es 3 PiagctJ: Biología y (Ínnncinurnh), 1969,Muicu,8.)( XI, p.]2'),
el mundo de la vida del hlgrcsantc ¡¿ la universidad.“ Y cl de los 44 Lacun,jz uluu:rvenciún sobre la mnsfcrcncm», Etm'w l.(l97l) México,
S XXI…
docentes? Cuáles son los hábitus y los esquemas cognoscentes de 5. La insancia de la letra, Emiro: [(En) México, S.XXI.
los estudiantes?“ ¿Cuáles son sus creencias, por ejemplo sobre
la 6 Con el término Icngua¡c aludimos : la lengua humana, la que fuma .lcfmida
pur l—'d:
universidad?... Podríamos hacer muchas preguntas más, pero lo Saussure como siauma de signos, dífercul: de código, que ¡: rcñcrc al ¡nsrmmm
m de
que. se pretende poner en evidencia es que son muchas las varia- mediación cmpl¿ado por los animal:: (abejas. dclñnes,pxiumlc5.cu…) u por los ordenado-
¡cs, robots o autñmala&
bles para cunsxdcrar cn csc fenómeno denso que es la evaluació
n 7. Hábitus: Dis]maiúón :. la acción generada en la uayccwriz dc vida del agente , quo nrg;mim
educativa, y que no se puede supeditar a unn simación puntual la
_? significa sus pxá< ticas. Ver ( Iapímln 6.
toma de decisiones que, muchas veces, define destinos. Por ello,
8. Peine, CH 3 p. l-1.Címdo por Habu…(1996).
más allá del acontecinúcnu: pcriudísticn gcncradn pm los medios,
elegimos el ejemplo de la Facultad de Medicina de la Universi 9... ¡¡hay una compccnzión (ucohr en general) que es una no cnmpmuuión, un hace:
dad como ¡in compr:ndicra, una faltade comprensión fundada en rcsixcndnl
Nacinnal de La Plata, porque se trataba de una profun—
evaluación no das.» “nurflieu,1997, Capital &nl|mul.£scuch Y Espacio bocal,'
' México. 5—70“-
eliminatoria. previa a un curso. Inñnímmcnte más preocupa
ntes 10. ¿Y cl de ¡us duteuu:s?
son los exámenes de ingreso que en una única situudóm xin
que ! 1.¿Cúmu se vinculan inmrsub1 ctivamcntc con los docentes?
existan cursos preparatorios, defmen quién ingresa y quién no,
a 12. l¿m<mlnblcmcntr, hoy en cxpanmón emm Ins pculagngns.
partir de esa circunstancia puntual. De todas nmnems. cabe insis|ir
cn quu tanto en las evaluaciones como en los procesos H. Tmu¡_y ¡nrm!1n.r ta el (¡nulo de un libro dc_luhn Elncr, uno dr: los
educativos mprcscnmntcs más
nuluriu> de la Teoria de la Acción Racional…
de md… los niveles corresponde tener en cuenta la dimensió
n
psicológica, un sms aspectos intelectuales, subjetivos y psico
so-
ciales, y en su particular articulación. Las propuestas cngniñvisras'º
ficndcn a postular un agente sin pulsiones sc5cusdes ni inconsc¿c
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS;
n- Bourdieu, l'., 1997, Kagolm Pnín¡an, Barr:lnm, Amug1 num
tc, sin contexto sucio—cultural ni historia individual
y colectiva.
Un sujeto del aprendizaic que, en el plano sociológico, 5: Bnurdien_P: I997, Gyf;ila¡ ndlnal, mwla_y npa:io Jm'al, México,
D.F. Bourukc'.l,l' y Wacquant,
cortes L., 1995, lepwrlax, Bucnou Aires, Grijalbn
ponde con el actºr racional de Elstcr : puro cálculo consciente
y
estrategia intencional de un actor carente de inserción histórico— Bourthcu,l'., 1991, Eluatidoprm'1iw, Madrid. Tfmrua.
cultuml que se explica a partir de <<mc.rcas y tornillos»“. Douglas, M 1996. Como pienfnn ¡a: :n:úmdoan. Madnd, Alzanza Universidad.
qud,5 1936. 0.c..7;… ): mu. ¡*m!q¿¡a d: a:: M…) …'A..¿¡ aa,... nm)… Amununu.
Frcud,5 1986, ().(.".,Tom XXI. F.!uuáutur a ¿: ml/m1, B:—.As
Amomtm.
qud 5 1986f O.C..Tam V; .La inhrpmm'du de .'o: mw'o:, Bs.As. Amorrort
u.
30
31