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4 J., r,. n- :)., e¡ O

Inés Cristina Rosbaco

El desnutrido escolar
1

Dificultades de aprendizaje en los niños de


contextos de pobreza urbana

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ÍNDICE

370:362 5 Rosbaco, Inés Cristina


ROS El desnutrido escolar : dificultades de aprendizaje
en los niños de contextos de pobreza urbana.- l ª.
ed.- Rosario : Horno Sapiens, 2003.
274 p.; 2lxl6 cm. PRÓLOGO 1 ................................................................................... 7

ISBN 950-808-262-3 PRÓLOGO 11 ..................... , ........................................................... 11

I. Título - l. Educación-Pobreza INTRODUCCIÓN ............................................................ : ........... 13

LA PROBLEMÁTICA DEL NO APRENDER .............................. 23

CARACTER'ZACIÓN DEL BARR'O .......................................... 27

LOS PADRES DE LOS NIÑOS DE LA MUESTRA EN PROCESO DE


PAUPERJZACJÓN DE DÓNDE \"IENEN. HACIA DÓNDE VAN ........ 37

MOTIVO DE CONSULTAS EN NIÑOS


DIFERENTES, CUYA PROBLEr\1.-\TICA
. SOCIAL SE ASEMEJA CADA VEZ MÁS 43
© 2003 - Horno Sapiens Ediciones/ Tercera· edición
© 2000 - Homo Sapiens Ediciones/ Primera edición EL «DESNUTRIDO ESCOLAR» 61

NO OBSTANTE l.,,A ESCUELA PUEDE ......... .. 73


© 2003 · Homo Sapiens Ediciones
Sarmiento 646 (S2000C\,JJ) Rosario · Santa Fe · Argentina CONSIDERACIONES DELA FU>JCIÓN
Telefax: 54 0341 4243399 MATERNA EN LOS Nl~OS DE LA MUESTRA 87
E-mail: e<litorial@homosapiens.com.ar " !
Página web: www.homosapiens.com.ar DE ALGUNOS RASGO~ RELEVANTES EN EL PR'MER AÑO DE
VIDA Y DE LAS DIFIC¡ULTADES QUE PRESENTARON
Queda hecho el depósito que establece la ley 11.723 LAS MADRES DE LOS NIÑOS DE LA MUESTRA 97
. '
Prohibida su reproducción total o parcial
CONSIDERACIONES SOBRE LA FUNCIÓN PATERNA EN LOS
ISBN N° 950-808~262-3 NIÑOS CON PROBLEMAS DE APRENDIZAJE 105

---¡
'

Esta tirada de 500 ejemplares se terminó <le imprirnir en Abnl <le 2003 CONCLUSIONES A MODO DE SÍNTESIS 119
en GEA - Gr.upo Editor Altamira
Santa Magdalena 635 · Ciudad de Buenos Aires · Argentina
1

1'
PRÓLOGO I

La preocupación por avanzar en el conocimiento de las con-


i1
A tllis padres diciones -tanto "objetivas" corno "subjetivas" - que inciden en los
problemas que se generan en relación con el aprendizaje escolar, f11

es una constante en el pensamiento de la Ps. Inés Rosbaco que se ,i:j


A Alberto, mi compal'iero illl
A Adriana )' S ergz"o, mis h[/os refleja en la orientación que ha Yenido imprimiendo a su investiga-
:fi¡1
ción. Fruto de esa indagación es este libro que, si bien no muestra 11
!I

A Elbio Blaes, por s11 ética solidaria toda su producción, adelanta aspectos muy importantes de la mis- :l:i1

ma. ,1
·11'

Ali agradecimiento: Apartándose de otros enfoques -que no niega ni descuida- 111


Ir/¡
Raúl J'dmio Ageno, director de mi i1westigació11. que buscan abordar esta problemática desde el sistema educativo
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o desde un análisis institucion::tl, pone énfasis en la constitución i'
Silvia S chlemenson, por los conocimientos que me b1ú1dó. del psiquismo y del pensamiento en niños provenientes de secto-
res sociales carenciados y analiza sus "respuestas" a las prácticas
Afie111bros de la 1\lttnicipalidad de San Lorenzo. .educativas. Para ello abrió su "escucha" al "sujeto que grita a viva ·
voz su sufrimiento" que expresa el dolor que le provoca su "fra-
Smana Bancesett )' 1'..Iarta Carreras, mis compmieras del eqmpo caso" en la escuela, generando un espacio que posibilitó la circu-
interdisciplinmio, sin quienes no hubiera sido posible el trabqio con los ··~-lación de los "decires" de estos niños, como así también el de sus 111
madres y de las docentes, porque había Un "ot:ro" al que podían
11i110sJ' mucho menos la prod11cción )' rejle:v..ión de las ideas que contiene·
es te texto. ser dirigidos. Un otro del sufrimiento, del dolor, delfracaso, de la l
Fernando Ave11da110 )' Leonas Capara, qflienes me q)'ttdaron con dedi- carencia. Esto, así como las observaciones que hizo en el barrio,
cación en la ardua tarea de corrección de este texto. le permitió dar especial importancia a la incidencia del plano
sociocultural y de la historia personal/ familiar de estos niños en
Estela Romiggiali, Directora de la esrnela Roq¡,¡e Nocetto de San la constitución de su 1ubjetividad y en la configuración del sínto-
Lorenzo. ma del no aprender.
Inquisitiva, la Ps, Rosbaco se formula preguntas cuyas res-
Personal del DiJpensmio Banio Norte, especiálmente a Elbio Blaes, puestas irá constr~ye~do a lÓ largo de su investigación, entrete-
enfermero,)' a la Dra. Graciela Franco, por su apertura)' disposición jiendo los "decires" ~ltamente significativos de los sujetos socia-
para compartir nuestro trabq/o con 11i1ios. les implicados en la problemática que estudia. Destaca las vincu-
laciones existente:s entre las condiciones so.ciales, la
desestructuración de las funciones simbólicas básicas en 'íos ni~
ños, las caracte~ísticas de la asunción de las funóones materna,
paterna y docente en la sobredeterminación del síntoma. Enrien-
• zz FIIPiii llilllliil:Zilil 1 :rrn:r:rr t::r: : trrttttst:ewt::rrrttr1r:::milti,

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de c_¡ue es necesario ubicar/situar a los niños que presentan esta La Ps. Rosbaco ha Jle,·aJo a cabo una experiencia im·csrigatÍ\':l
sintomatología en el interior de las cadenas significantes ,(
Yaliosa y una lectura intcligenk del riesgo escolar t¡ue aphsta a
socioculturales, a fin de generar condiciones subjeti\'as impres- los ni11os que Yi,·en en contextos urbanos muy pobres y ofrece 11
cindibles para poder superar las situaciones que los colocan en una nueva perspectiva para la comprensión y explicación de cst".1 1(
posición de "riesgo escolar" y los conducen al fracaso escolar. situación, así como_ lineamientos para poder pensar orrns cstrate-
En su estudio del barrio de la ciudad de San Lorenzo -donc.k (rias socioinstituciortales para su superación.
;::, .
reali:tó su investigación- c_lcstaca el drama de una cotidianidad des-
organi:tada por los cambios económicos, cu)·as consecuencias sus Rmíl 1'lt11io I(~mo 1
habitantes no alcanrnn a comprender ni a explicarse y sólo pue- Rosario, septir1JJlm de ! 999.
den alzar una queja dolorosa c_1ue la ''sordera política" impide es-
cuchar e inten·enir p~1ra construir soluciones.
Al analizar la situación de los sectores marginales -o pobres
estructurales- ~- los sectores en proceso de pauperización -o nue-
WJS pobres- y sus consecuencias en la escolarización de los niños,

rescata la función que podría cumplir la escuela en su papel Je


primer organizador social. Para ello -sdiala- habría que generar un
disposiri,·u pedagógico que permita, a estos niños, "resignificar el
espacio de aprendizaje como un espacio del que pÍ.1eden apro-
piarse".
Su i1westigación la llcYa a elaborar el concepto de "desnutrí-.
do escolar" para explicar los obstáculos (]UC se producen en los
aprendizajes de los niños que yjyen en contextos sociales críticos,
de gran pobreza y cultura marginal, sometidos a una Yiolencia
simbólica permanente. En este sentido señala el efecto
desestructurante que produce en la subjcti,·idad de estos niños
una Yiolencia institucional excesiYa que rechaza su lenguaje y su
cultura, condenando al fracaso el intento c¡ue los mismos hacen
para incorporarse a b cultura hegemónica, impllcsta por la socie-
dad a tra,·és de la escueb que, además, coí1tribuye a anular el
deseo del sujeto.
Su an:ílisis de cómo se ;isume la función materna y la función
paterna en estos sectores marginales y su incidencia en Li
estructuración de la subjetividad de los nii'ios y de su posiciona-· 4
miento en rebción con los aprendizajes es un importante aporte
~
para el cscbrecimicnto dc esta problemática.

~
PRÓLOGO II

El libro que Inés escribió es el testimonio de su preocupa-


ción permanente por teorizar psicoanalíticamente acerca de la con-
formación del psiquismo en sectores populares.
Una detenida lectura de este libro, nos permite reflexionar Ir,
acerca de las modificaciones psíquicas que se presagian con rela-
ción a la intensa crisis que la flexibilización económica ha impues- 1¡11
to.
Temas tales como el de la constitución psíquica, la circula-
ción del deseo y la calidad de las relaciones libidinales tempranas,
se intentan entrelazar significati,-amente a lo largo del libro con la 1

intensidad de la crisis que se vive.


En época de crisis, aparecer con un análisis específico, rigu- 1111

roso, respetuoso y fundamentado de la patologías psíquicas rele-


vantes en las dificultades de aprendizaje de niños de sectores
populares, alude a producciones inexistentes y tiene la virtud de
_profundizar en una problemática social (la del significativo au-
\mento del porcentaje dé los niños con problemas de aprendizaje)
que no se ág.otá en las carencias económicas.· Es.interesante·y- .,

novedoso el esfuerzo que Inés realiza a lo largo qel libro por_ /1


explicitar las resonancias psíquicas que dicha devasta'ción econó-
mica produce. ¡1111

El trabajo resulta ~tr un valioso aporte investigativo-docu-


mental en el que se ccpnstatan interesantes relaciones entre las (
formas que adquiere la' crisis en los distintos sectores de pobreza
y su relación con la cdnstitución del psiquismo de los niños po-
bres para el que la -a~tora constata una pérdida del deseo y la
disponibilidad libidin~l para el aprendizaje. El libro resulta ser
entonces un ale:i;ta necesaria acerca del proceso de .deprivación
simbólica que se está produciendo e~ los niños "desahuciados de
------ - -E-~~Tt~r¡ hegem2;n}ca'' que al decir de la autora se han transfor-
mado en niños pensados sin proyecto, no sólo ppr la sociedad
sino por sus propios referentes libidinales de origen (embarazos

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no reconocidos, indiscriminación en la fratria, carencias lxísicas de 1 INTRODUCCIÓN
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energía libiclinal para su sostén y asistencia). l

El principal objetivo de este trabajo alcanzado en forma ágil, !'


110\'cdosa y arractiva a lo largo de los distintos capítulos del libro i Nuestra intervención con niüos que no aprenden, que es de
carácter participativo e investigativo, posee un sentido preventivo
es el de definir en el campo especifico de la psicología educacio-
nal (m,ís específicamente en las difict.t!tades para aprender en los i asistencial que ubicamos en el punto de intersección entre salud y
educación.
sectores popubres), una problemática teórica no resucita que es
la de la práctica clínica en sectores populares. Este libro es el resultado de un trabajo de investigación que
El libro (¡ue Jnés escribió, rcflej_a las características académi-
1 venimos desarrollando desde 1993 en el marco de la CmTera de
cas sobresalientes c¡ue ella misma tiene: inclusión permanente de Investigador Científico de la Universidad Nacional de Rosario, bajo
nowdacles teóricas, rigurosidad ciemífica, dedicación al trabajo :,· la dirección del profesor Raúl Mario Ageno.
respeto por las necesidades básicas .. de los sectores popular~s. De Por otro lado, el hecho de trabajar para la Municipalidad de
allí, la importancia de su lectura. San Lorenzo en· el Servicio de Asistencia Educativa dependiente
del Centro Cultural, nos posibilitó escoger el terreno sobre el que
Si/1.1ia Scúle111e11so11 íbamos a trabajar. ·
6 de l!larzo de I 999 Esta introducción contiene ideas que desarrollamos en el pro-
yecto original. Al releerlo, nos ha causa<;lo un efecto de sorpresa
comparar lo que decíamos en un principio y los cambios conside-
rables que fuimos realizando sobre la marcha del presente? trabajo
· -· ~ue analizaremos en las conclusiones. .,
El trabajo que realizamos surge de una_'inquietud.permanente -
que mantenemos desde hace varios años vinculada a la constitu-
ción del psiquismo, específicamente en lo que atañe al pensa-
miento y la subjetividad.
Planteábamos desd~ los inicios de esta investigación que la
escuela con su normati,ia enmarca la práctica docente cumpliendo
un papel importantísimb en dicha constitución.
Hemos selecciona<;Io niños de sectores carenciados' pues con-
sideramos que la ~ctiyidad pedagógica en este campo constituye
uno de los eslabones II).áS frágiles de la formación docente. (

En un principio tomamos los hijos de ex -obreros de lo que l


fuera el cordón indust9al circunscribiendo el campo d·e trabajo a la {
- . ··--..··· . . ----·--------------+--------------ciudad de San Lorenzo y sus alrededores.
Comprobábamos que estos hombres mantenían todavía una
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representación de su saber-hacer con la cual, años atrás, se habían
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1 ) 1 , - ...,
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insertado en la cadena de producción. Hoy en día son muchos los Nuestro trabajo estuvo sostenido por la firme convicción de
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que han pasado a ser desocupados. En el transcurso de este traba- ¡ que, para poder comprender y evitar el fracaso escolar, no es
jo hemos sido testigos del descenso social acelerado que han su- í suficiente variar los métodos de enseñanza. Convengamos en c1ue
frido las familias de estos hombres con la consecuente pérdida de éstos son condición necesaria pero no suficiente. El aprendizaje
sus grupos de referencia y aumento de las desestructuraciones consiste en complejos procesos de intercambio entre personas, de
familiares. 1 carácter intersubjetiva\ que son estructurantcs del sujeto en su
Ocurrió que estas familias, a medida que los hombres iban 1 proceso de constitución como sujeto social.que se juegan más allá
quedando sin trabajo, se fueron irradíando hacia los cuatro puntos de los contenidos curriculares.
cardinales de la ciudad. El descenso fue tan abrupto que al tercer La escuela es el primer organizador social (Schlemenson,1 996)
año de nuestra investigación tuvimos que recortar el campo de para el niño. Este comienza a elaborar su proyecto identificatorio 5
nuestro trabajo a una de las zonas más vulnerables desde el punto con materiales extraídos de su medio_ familiar,_ sobre las identifica-
d<: vista social como es Barrio Norte. En efecto, con el dinerO ciones que ha realizado con sus padres y, mediante éstos, con el
obtenido con las indemnizaciones por despidos no fueron pocas grupo social de pertenencia.
las familias que compraron terrenos en este barrio para edificar su Las características que tienen estos primeros esbozos de pro-
nuevo hogar. yecto identificatorio se relacionan con movimientos del YO vin-
Decidimos, por ello, abordar esta temática a partir de interro- culados al Yo Ideal e Ideal del YO; de ahí la importancia de la
garnos acerca del por qué no aprende un niño en contextos so-. escuela cuando el niño ingresa a ella, otro mundo de posibilidades
ciales enticos y qué efectos produce sobre su psiquismo. Nuestra identificatorias se abre a sus ojos. Poco a poco, desvía su mirada
mirada ta~bién se orientó a elaborar dispositivos que posibilitaran de lo famiffa"r para iniciar una búsqueda de objétos con fos--cuales
la reinserción de estos niños al circuito escolar2 • Estos dispositi- c.onstruir ese proyecto. La escuela es el lugar por excelencia 'doii=
vos servirían, a su·vez, para réfléxionar sobie Tá-intervencióii ·· dé el niño eficóntrará objetos diferentes a los poco nov.edosos poc ·
docente, más allá de la transmisión de los contenidos curriculares, tan conocidos. Llega un momento que su interés por-los objetos
vale decir, desde su función subjetivante. 3 familiares se agota y es cuando comienza la búsqued~' de nuevos
De la mano de Piera Aulagnier hemos profundizado el estu- objetos. En ese retiro del medio familiar lo t':spera la escuela con
dio de los procesos psíquicos constitutivos del pensamiento y su un mundo nuevo por de,scubrir.
relación con el posicionamiento subjetivo, bases de la actividad 1
1
intelectual, en cualquiera de sus aspectos. La escuela participa de la formación .de una lógica del pensa-
El seguimiento de los niños que no apr_enden nos permitió miento que se consoli~a y desarrolla cuando el niño realiza el
estudiar las consecuencias psicológicas que el fracaso escolar pro- a
pasaje de lo familiar lo extraño.
duce. Las dificultades y obstáculos encontrados en el camino nos Al respecto dice Rpzitchner:
llevaron a realizar permanentes supervisiones y nu.evas .lecturas En la dialéctica de la !constitución del sujeto, existen dos tipos de lógicas
p~ra avanzar sobre lo ya conocido en este campo. simultáneamente: la concienfe-pre-conciente de)proceso sectmdarioy la ir!._~onciente
.· Entendemos que el análisis· de los procesós de enseñanza- del proceso primario. Bita tí/tima es SINGUL4R,-JNFANT'It:....~_·__· :.___
aprendizaje, en el marco institucional, no se puede encarar, sola- Ii\1AGINA.RIAJ' se dialectiza por la faz de lo COLECTIVO, ADUL-
mente, desde los contenidos curriculares a transmitir. TO Y REAL Supone una teoría del conflicto en el pasqje de lo familiar a lo

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sem11dit1io qm se tjecttÍa por AMOR_y 110 sin
1io11mnte reprit11ido (Seminario, 1989).
1111 Í!llenso ]ERROR posle- !l
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Hacia allí dirige su deseo.

La violencia que impone la escuela en su acc1on educativa


Si el sepultamiento edipico ayuda a estructurar el pensamien- genera en el nií'i.o otro conflicto: entre lo c¡ue trae de sus orígenes,
to autónomo regido por las leyes del proce.so secundario, la es- lo que desea y conoce, y aquéllo que le es impuesto, frente a lo
cuela es un lugar privilegiado que espera al niño, en este _momento 1 cual, el niño no tiene posibilidad de elección. Este pasaje no se
de su vida, para que prosiga con la estructuración de su pensa- realiza sin sufrimiento psíc¡uico y cuando <.:s muy intenso puede
mi.ento. Es la institución, por excelencia, que organiza los conte- ocasionarle dificultades.
nidos a transmitir desde un pensa_miento lógico formal, lo que la La función materna ejerce una violencia primaria 8 , que es
ubica, en función de la construcción del pensamiento, en un lugar estructurante para el niúo, y es la escuela la que tendrá c¡ue
no sólo como ayuda, sino como partícipe comprometida en . implementar una violencia secundaria'' en ar~s de la consti~u-
dicha constitución. Este sistema de pensamiento pertenece a la ción de los sujetos sociales.
cültura hegemónica, por lo que la escuela se vuelve fundante en Este proceso abre a la posibilidad de estructuración de vías
la constitución de los sujetos sociales. Cuando el niño no accede a identificantcs y estructuran tes para el niño. Sin embargo, .su exce-
este sistema de pensamiento, queda sin las herra.r:oientas necesa- so (como el exceso de violencia primaria en su momento) sería
rias para transformar y transformarse. No queremos decir con fuerte causal de deserción escolar y, por lo tanto, promotora de
esto que por el sólo hecho de ir a la escuela el niño pueda produ- marginación.
cir esta trans~ormación, pero ésta es la vía reggia por excelencia La investigación efectuada nos ha llevado a la siguiente inter-
entre los múltiples factores que inciden en la constitución de ~n pretación q~1e-·;h-ora enunciamos }' que l~eg~ desar~ollare~1¿~: .
sujeto de la cultura. Cuando esta violencia es excesiva puede ocasionar en el
_ La escuela puede-aprovechar-el deseo del· niño ·de alejarse ·Je -·- · ... ,.. -- -niño inhibiciones cognitivas con el corisé-éuénte .ernpofüeci-
lo familiar, pues es una etapa de su vida en la que el niño tiene miento yoico, resquebrajamientos narcisistas 10 ii:nportantes y,
puesta toda su energía en reprimir los afectos ambivalentes que, en algunos casos, desestructuraciones de la persónalidad más
imaginariamente<• teme que puedan volverse retaliativos por parte o menos severas.
de los padres. El niño busca desesperadamente medios para pOder
alejarse de la familia, para continuar con su constitución, ya no Es probable qu¡t: la mayoría de los niños de sectores
con aquellos elementos que se le tornaron harto conocidos, sino desventajados que no aprenden se encuadren entre los llamados
que emprende una búsc¡ueda activa de nueyos horizontes, deposi- problemas de aprendizaje reactivos 11 , que no es otra cosa que la
tando todo su interés en objetos sociales )' culturales, hasta ahora actuación de su disconformidad y malestar en un intento desespe-
desconocidos por él. Es c¡ue ha surgido en él el deseo de investi- rado por presenarse inarcisísticamente, dando lugar a una acción
gar c¡ue lo impulsa hacia eso desconocido mediante mecanismos que no lo beneficia ~n su aprendizaje pero que hal:¡la de un ma-
sublimatorios", y d deseo de profundizar su proyecto identificatorio lestar cuando su pal~bra es suprim,i<la por las reglas de;;. la trama
1
en el camino hacia un pensamiento relativamente autónomo. institucional. · - ·

El placer d~ pmsar sólo. es posible si elpensallliento pmrle apottar la pmeba Sin embargo, durante el transcurso de' nuestr9 trabajo hemos
de que 110 es la simple rpt'lición de lfll)'tl pensado. (Piera Aulagnier, 1977) tenido que revisar este s~1puesto. Los niños que suponíamos (1ue ,,
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1 '
tenían problemas de aprendizaje reactivos presentaban caracterís- El seguimiento de los niüos, las entrevistas a maestras ,. h,
ticas diferentes a las enunciadas, lo que hizo girar la brújula de observaciones que hemos realizado en las escuelas, nos ha1~ lk-
nuestra investigación hacia desfiladeros poco conocidos por no- vado a interpret'1r que cüando la función docente ejerce una ,·i< 1_
sotros. Esto nos lle,·ó a reconsiderar la categoría de problemas de lencia secundaria extrema se pueden llegar a producir situ:1cionl's
aprendizaje reactivos, circunscribiéndola a un grupo de ni11os que no deseadas para los niños.
no eran representativos de la muestra .seleccionada. Aquellos ni- Por ejemplo, éstos pueden encontrarse amenazados en su sub-
ños de nuestra población, pertenecientes a sectores sociales de jetividad cuando se los desc~üifica o se les prohibe pautas o con-
pobreza extrema, parecían responder a otras características que ductas propias del grupo de origen (que no siempre es el de los
las anteriormente mencionadas que, no por ello, la realidad dejaba docentes); cuando se desestima las costumbres y creencias y se
de tener efectos sobre su psic.1uismo. les impone un lenguaje diferente al que traen (olvidándose de que
~ se trata de un proceso que como tal impJjca tiempo de espera),
.;¡

En la realidad histórica ... damos tanto peso a los acontecimientos '


::
[ desalentando sus ocurrencias espontáneas por temor a desviarse
q11e pueden afictar al etmpo, a los que efectivamente se prodt!)'eron en la vida de
•~ de los contenidos curriculares.
!
la par(!/a durante la Ílfancia del Sl!Jdo, al discurso profm'do en dirección al ~ La mayoría de las veces los docentes quieren trabajar de otra
1li11o, como a la posición de excluido, de explotado, de víctima que la sociedad manera pero no se encuentran munidos de las herramientas nece-
ha impuesto eventHalmente a la parva o al nil1o. (Piera Aulagnier)
f sarias para posicionarse de otra forma frente a una realidad para la
cual no fueron preparados. Por un lac.lo se encuentran presionados
El pr()ceso educativo está encuac.lrado por parte de lo_s do-
1
l por los tiempos institucionales y por otro, suelen quedar anonada-
centes, por una peculiar manera de pensar 0' representarse) el ..
aprendizaje y su relación con la constitución del pensamiento
J dos y descolocados ante la miseria y el sufrimiento de sus alum-
nos.
Es frecuente observar que las maestras intentan trabajar, como
hao estudiado, con «aquello que el niño trae», influenciadas por Una maestra angustiada nos contaba su preo~upación en un
las lecturas constructivistas. Pero por razones de índole ideológi- taller:
ca y de formación profesional, esta frase que oficia, a veces, como «Yo sé que es importante que ellos hablen de sus cosas (refi-
un mandato, es tornado como un clisé, sin incidencia en la práctica riéndose a sus alumnos), pero si los dejo, ¿quién los para des-
pedagógica y las docentes fracasan en el int~nto. pués?. Se haría imp9sible concionar trabajando.»
Hemos escuchado a maestras formad~s y con sensibilidad so-
cial, relatar experiencias fracasadas en SL~:-i1;:1tencióo de «motivarn a 1 Tres objetivos generales orientaron nuestro trabajo:
los niños, en las que para enseñar a escribir les han hecho cocinar 1) Explorar la estructuración subjetiva del niño socialmente
pizzas y bombones que éstos comieron entusiastamente. No obs- carenciado que no aprende y los obstáculos que surgen en el
tante, y con sorpresa, las maestras relataban que no habían conse- trabajo· que determinan su con,stitución social que no posibili-
guido «motivarlos para escribir sobre los ingredientes de_ las_ rece- tan la instalacióri de una salida sublimatoria
tas», y quedaron totalmente descolocadas ante nuestra pregunta: 2) Explorar ·estrategias que posibiliten la reinserción de los mnos

·-
¿los bombones~objetos de la coti'dianidad de estos
n1nos.. ?
· . ~, 1• amenazados de expuisión por sus dificultades. en el aprendizaje
en el circuito escolar.

1 <)
.,,,,..

f)
·,¡¡-
l,c
_;) Cunstruir un dispositin> grupal para anali~ar y trabajar los obs- nicipalcs corno de «alto riesgo sociah,. También trabajamos con
'
i.~.:i
tj t:iculos subjetin)s que operan en los niños c¡ue no aprenden. ni11ns pertenecientes a la cate~oría de «pobres estructurales» con (

problemas de aprendizaje.

I
~:
l ·'.stns objeti\'OS, a su vez, ayudaron a profundizar algunos Resultó interesante el trnb.1jo comparativo entre estos niños y
_.;)!.·
t
.\'
interrogantes tiue nos plantéabamos en el proyecto, a saber: otros c¡uc se caracterizaban p()r ser alumnos exitosos .
¡.
¿Cúalcs son los mecanismos subjcti\'C)S y objcti\'os para c¡uc un Se realizaron numerosas nbsen·aciones de las viviendas de
jlj nii'io socialmente carenciado no aprencb? los niños, del barrio ~- de su~ instituciones principales junto con
¿Cúalcs son las funciones y operaciones psfr¡uicas c¡ue posibili- entre\·is tas a doccn tes, directi\'C>S y personal del dispensario. 13
tan la instalación del proceso _sccundario? 12 Compartirnos el C()nsultorio con la pediatra del dispensario
¿Qué Yiscisitudes tuvo el proceso sublimatorio en estos niños? del barrio que nos sir\'ÍÓ para observar la relación ele las madres
¿y el proyecto idcntificatorio? con sus hijos y escuchar los discursos de estas madres con rela-
'
¿Ccímo se articulan las funciones materna y paterna con el apren-
dizaje singular de cada nií'í.o?
! ción al no aprender de sus hiju~.
Por otro lado, arm:1mos grupos de madres de los nmos con
¿Cómo incide la violencia secundaria necesaria en aras de la ii problemas de aprcndiz;ije. Se les brindó un espacio para que éstas
constitución de un sujeto social con relación con la construc- ! pudieran hablar sobre sus temores, sus angustias en relación con
ci<'m del conocimiento y de la subjeti\·idacl? i ese hijo con problemJs ele aprendizaje, sus representaciones so-
¿Qué consecuencias psíquicas acarrea el no aprender?
it
ciales y sus cxpectati\'aS al re~pectu. 1~
Descartamos a los nii1os con problemas neurológicos scyeros
{

La metodología utilizada se encuadra en Ja irwestigación-ac- -l



y otras patologí:1s seYeras porque consideramos que su trnt:1micn-
··..._tc) obedece a ()tro tipo ele problemáticas .
ción, por lo que su aplicación, en un ida y n1elta con Ja teoría, Terminaremos el desarrollo de esta introducción con una -·cita
procura transformar la situación ele riesgo escolar de ·Jns niños de :i\Lminic:
con los c¡ue trabajamos. Los proffsos de aa:l!!fraáó11 res11lta11 ser tr{~ims, poi' la 1 iolmcia dt: 1

{
El seguimiento de los casos indíviduales fue ábordado con el
método clinico-psicoanalítico. Por otro lado, dcséabamos i:ccons-
1 orden si1JJbólico qm estabie(e !flla l.'.'tel'tl rl(fi11ició11 de 11 alidad de lo St~~l't/do,
1

del 1111irerso qm j1111rla, .i!JÚrt: basr:.i de-sco11otidt1.r, 1111 t"os1110J en el mal se estcí
truir las representaciones de los diferentes sujetos sociales ( maes-
1 ohl{~ado a pa11icipr!1: .. >' ,Los COl(ilidos dr las sorifdades pueden ser leídos '(
tras, padres, niños) acerca del no aprender, a través de la búsl¡uecb como las disp11tm sohre ;,;s certezas o el 1'{~iJ1Je11 de rerdad rle la sociedad, los
de sentido ele las significaciones del no. aprender c¡ue q11t·da al tipos de discm:ro q11e éste t1<'tj>lt1_l' lx1,eji111áo11ar co1110 !'erdarlero.r, los mecanis-
111(//;~m de la mcionalidad conceplllal (Jrene Vascilaschi de Giardino 111os_)' las institNcioms. q11e pmvitm disti1~g11ir los m11nciarlos verdaderos de los
1992). falsos. 15
Seleccionamos ni11os con problemas de aprendizaje entre 6 :: 1(

!
¡ 8 a11os de escuelas cercanas al barrio. Estos niños eran, algunos, t
í! hijos de ex-obreros del ex-cordón industrial que, como conse~ -
,Ü r(
cuencia del proceso de paupcrización acelerada c¡ue padecían, se
1(
habían mudado a este barrio consid<:rndo por las auturiclades mu-
,,1 fl
¡,A
~J..
'
1
1
LA PROBLEMÁTICA DEL NO APRENDER

El abordaje de los problemas de aprendizaje ha sido tratado y


analizado a través de diversas disciplinas.
Desde una lectura socio-politico-pedagógica se lo ha tratado
como fracaso escolar, enfocándolo, la mayoría de las veces,
descriptivamente. Se han buscado sus causas en raíces socio-eco~
nomicas y desajustes curriculares autoritariamente transmitidos al
educando llegando, en ciertas lecturas, a relacionarse con actitu-
des simbólicamente violentas por parte del educador o la institu-
ción que lo atraviesa.
Descripciones y análisis con las que, _en rasgos generales, po-
dríamos acordar. Pero donde sí surgeri amplias discrepancias es
. con relación a dos puntos fundamentales:
1) que el sistema educativo está en crisis porque está
.-:~:. d~sa_<:~ualizad.~, y__ .... ___ _ __ ___ _ __
2) que las propuestas que se pretenden implementar en res-
puesta a la crisis consistan en reformas profundas-:
Opinamos, en cambio, que estamos frente a una crisis orgáni-
ca del sistema, tal como lo plantea Adriana Puiggrós (1994). De
aquí se deduce la necesidad de enunciar propuestas alternativas
desde las distintas disciplinas en las que el intelectual deberá
posicionarse para teorizar sobre esta problemática.
Como psicólogo~, cientistas de la educación y docentes, dicha
problemática nos inc\:tmbe desde lo más intrínseco de su trama.
4e1
Esta crisis orgánica sistema provoca trastornos de diversa ín-
dole que involucran: al fracaso esi;:olar en un alto· porcentaje y
constituve uno de lps motivos más frecuentes de c:911st1_!ta,~Q_ _____ _
niños. A nuestro juicio, esta cuestión ha sido insuficientemente
profundizada desde una perspectiva teórico-právtica. Considera-
mos que hacen falta nuevos desarrollos a pesar de que la literatu-

"'
"".1
LA PROBLEMÁTICA DEL NO APRENDER

El abordaje de los problemas de aprendizaje ha sido tratado y


analizado a través de diversas disciplinas.
Desde una lectura socio-politico-pedagógica se lo ha tratado
como fracaso escolar, enfocándolo, la mayoría de las veces,
descriptivamente. Se han buscado sus causas en raíces socio-eco-
nomicas y desajustes curriculares autoritariamente transmitidos al
educando llegando, en ciertas lecturas, a relacionarse con actitu-
des simbólicamente violentas por parte del educador o la institu-
ción que lo atraviesa.
Descripciones y análisis con las que, .en rasgos generales, po-
dríamos acordar. Pero donde sí surgeri amplias discrepancias es
con relación a dos puntos fundamentales:
1) que el sistema educativo está en crisis porque está
11
.-:~:. de.sa_~!ualizad~, y__ .. __ . ___ ___ _ ______
2) que las propuestas que se pretenden implementar en res-
puesta a la crisis consistan en reformas profundas~.
Opinamos, en cambio, que estamos frente a una crisis orgáni-
ca del sistema, tal como lo plantea Adriana Puiggrós (1994). De
aquí se deduce la nec.esidad de enunciar propuestas alternativas
desde las distintas d,lsciplinas en las que el intelectual deberá·
posicionarse para teorizar sobre esta problemática.
Como psicólogo~, cientistas de la educación y docentes, dicha
problemática nos inc'urnbe desde lo más intrínseco de su trama.
Esta crisis orgánica ~el sistema provoca trastornos de diversa ín-
dole que involucran: al fracaso esc;:olar en un alto· porcentaje y
constituve uno de l~s motivos más frecuentes de C:()1).Sll_!t;-t_~---·--
niños. A nuestro jui~io, esta cuestión ha sido insuficientemente
profundizada desde una perspectiva teórico-prác-tica. Considera-
mos que bacen falta nuevos desarrollos a pesar de que la literatu-

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H~ puede explicar una dificultad en el aprender solamente por la vía


ra al respecto es abundante. No se han profunJizado los comple-
de lo neurológico, hace falta trabajar los sentidos cristalizados de
jos y múltiples factores que condicionan al _problema de apren-
'.)ti ese no aprender que singularizan a un sujeto.
dizaje, reduciéndolo a veces a mani fcstaciones conductales cau-
Lo dicho nos lkn a interrogarnos sobre cuál q el punto de
sadas por conflictos familiares (problemas de pareja, alcohofümo
i de los progenitores, violcncia familiar, etc) y/ o óus;~s orgánicas
arti_culación entre la estructura social y la constitución subjetiva,
¡f
,:;;
en cuyo caso la institución no se hace cargo del compromiso que
bases materiales del problema de aprendizaje. Yendo más lejos
· a Cm, podemos preguntarnos de qué m:wera social es partíci- Jo
~{ le incumbe.
!pe de la constitución de la subjetividad y cual es su inciden-
En el otro extremo tenemos las lecturas institucionalistas que
¡ cia en h, configur:ición del síntoma del no aprender.
abordan el problema como inte11tos fallidos del sujeto de rebe-
' Estas preguntas no surgen de la nada. La práctica con este
larse contra lo instituido, elevándolo al orden de lo no dicho y 1

ltipo de niños, en diferentes sectores sociales, nos ha conducido a


como expresión de deseos reprimidos que entran en pugna con la
,un hilo común en la trama significante social que ·necesitamos
institución. La propuesta radica, entonces, en realizar un abordaje
,desentrañar.
a la institución-establecimiento creando dispositivos que faciliten
-.... Nos preguntamos por c¡ué los problemas de aprendizaje se
la circulación de la palabra para trabajar el sentido de lo dicho ? han desplazado significativamente de la matemática a la lecto-es-
actuado.
~ritura , ¿se trata solamente de un problema de métodos?. Varios
En el medio de estas posturas encontramos las propuestas
interrogantes acuden a nuestra mente: ¿existirá alglln tipo de co-
.clínicas c¡ue ubican al síntoma del no aprender (como expresiói:i
rrelación entre este fenómeno ,· el carácter desestructurante de
¡de una transacción pulsional) en el mismo orden que cualquier
las fonciones simbólicas básica:, alrame1~te fallidas como ocurr-~
fotro síntoma (por ejemplo, una enuresis) desestimando la especifi-
..,_c:on las funciones materna y paterna? Arriesgamos un supuesto:
tcidad q~é ~ste tema impone.
Es curioso que se p.ueda-responder ta¿·;~rcÍ;~e;t;:·precisa-
;:-estas funciones h:rn sido sacudidas históricamente desde erco::.
' rrimiento del hombre Y la mujer en su inserción social. Consicle-
mente cuando el abordaje de esta problemática debiera consistir
en la escucha de ese sujeto que grita a viva voz su sufrimiento y
J •

ramos que es probable y necesario que dichas funciones se


reordenen en un futuro, e11 una rentpe1~1czón /.Jistó,ica _y prospettil'O que
••

'
el análisis del fracaso en la trasmisión de una cultura cuyo ordena-
/"f-u11ijiq11e s11s se11tidos diiPrs[/icados a1timlándolos en ,meros disC11rsos.
miento simbólico se encuentra resquebrajado y sus instituciones
(Adriana Puiggrós, 1994)
en CrISJS.
Las instituciones, en nuestro caso nos incumben la familia y la
De la literatura existente, que asocia los problemas de apren-
escuela, consideradas como conjunto ele subjetividades que se
dizaje a causas vinculadas al compromiso ,neurológico, como en el
posicionan de acuerdo: eón las reglas de cada una, actúan como
caso de ¡algunas dislex.ias y discalculias, corisíc:Ier~mos que, si bien
4 significantes sociales qtie imprimen marcas imborrables en la cons-
en ocasiones el factor orgánico puede ser de consideración, de- (
~ titución de la subjeti,·i~ad. .
por sí es insuficiente para explicar un fenómeno que, según los
momentos históricos, cobra caractetísticas pai.-ticulares y variables;
1 /.. Por el contrario, la; marginalidad produce como efe~.91J_':_ el
............ '-~·
"•·-' --~-~~·-------"- ·-- -··----
(

sujeto quede por fuera de las r_elaciones dG_ pfo.clu_cción y de):i_ ·


-~·-·--que ~uele estar en íntima rel~ció~ con Jactares- histórico-afectivos

t
¡;
singulares y que se incrementan /iotablemente en sectores
desventajados socialmente. Lo que (¡ueremos decir es que no se
···--
cadena de significantes culturales. S~ profundizan l~s condiciones
de empobrecimiento yoico y el sentimiento de impotencia .que le

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'lif bitablcs. No poseen cloacas ni ~1gua corriente. t plia franja de la pobhción del barrio. Sin embargo, hay un sector
J, " Ln b parte más céntrica del barrio, en una sola cuadra, se I (marginal) que no llcYa a sus niños a ningún tipo de consulta
encuentran, una a continu:1ción de la otra, las siguientes institucio- médica ni los hace vacunar, pese a los esfuerzos de éstos y del 1
nes: la escuela primaria (pro,·incial), el costurero (en el (¡ue se enfermero c¡ue han pedido a la Secretaria de Acción Sucia] el
cnsei'ia costura y se hacen colectas de rupas c¡ue se reparten entre endo de asistentes soci:1les p:ua que efectúen un relevamienro

11 los mas necesitados; c::n ese mismo lugar funciona un Centro de del barrio, especialmente de las familias c¡ue viven junto al arroyo.
! 1\lfabctizaci( H1 de ,-\.tlulrus (pro\'inci;d) y actualmente Cí.riras dis-
0

Desde hace tres ai'i.os asisten al dispensario dos mujeres c.1uc ,·ivcn
tribuye ,llimentos y ropa; en la parte de atrás del costurero, pegado en el barrio, contratadas por la ilunicipalidad, con funciones arn1-
a éste, los niiios pequcúos, cu~·a~ maches trabajan, concurren a un logas a las de un asistente social.
jardín maternal (municipal). Luego se encuentra el dispensario Las charlas realizadas por una pediatra en el gálpón cercano al f
(municipal). Los edificios del costurero, del j,mlín ): del disp_e!1sa-. arroyo, donde funciona el comedor para niños, han sido infruc-
rio pertenecen a la capilla, que se encuentra en la esquina y que tuosas, no obstante b preocupaci(>n e interés de la pediatra por
presta a Li Municipalidad. este sector relegado ~- olYidado por la sociedad. Parecería c.1ue no
La diYisión del barrio esrá delimitada por las vías del ferroca- es sólo hablándole sobre preYención de pediculosis y su trata-
rril. De un lado se pueden observar las casitas más nuevas de miento, o sobre la importancia de la revisación ginecológica perió-
material y la cuadra con las principales instituciones del barrio; del dica, o sobre la sarnilla, etc., la forma en que este sector tan
otro, _las casillas que muestran una construcci.ón cada vez rnús marginal pueda aceptar e~ discurso médico.
empobrecida a medida que se acercan al arro~-o. Llamativamente la . En este df~pe11sario se vacunan a los niños de tod-9 el barrio.
comisaría también se encuentra en este sectOr del 6arrl(), funtc.) - ....
con un gran galpón que no se utiliza en su totalidad, sino que una El enfermero'' es un referente importante en el barrio. A él
p:Irte-de éste -es üsadb como -c()lncdor (münicipal;-p-ara-aqüellt5s --- - áicürren-·cu-andr/necesitán de sus- ser,;ic'1os.-Se da el cascT'de qLie
niños (1ue no est,Í.n comprendidos en edad escolar. los mismos pobladores del barrio le entregan aqu,<;'.llos medica-
Este barrio no tiene una plaza propia, la más cercana dista mentos que ya no utilizan y que él pone a disposición de los
f
\'arias cuadrns del barrio, y para acceder a ella hay que cruzar la médicos para su distribución.
avenida principal de San Lorenzo, c¡ue es utilizada por los Yiajcros · La I\Iunicipalidad provee al dispensario de algunos medica- t
corno ruta, lo c¡uc dificulta enormemente las posibilidades de los mentos y cajas de leclfre en polvo que se distribuyen a razón de e
niños para que puecJan ir solos a jugar.

El dispensario:
3kg por mes hasta que los niños cumplen un año de edad, después
e.le los dos años se entregan 2kg por niño hasta c¡ue cumplen los 5
años. Para la enfre·g~,d~ leche se exige un r~qL;isito: el examen
,•
Ofrece los siguientes serv1c1os: odontología (sólo en casos
de urgencias y otorga certificados escolares), enfermería,
ped_iátrico mensual de) bebé. De esta manera los m-cdicos se ase-
guran: que las mádres · traigan a sus bebés a con trol. .
,,t
c..., ~ '--' '
ginecología, senicio de clínica general para adultos y niños y un Este enfermero es un gran conocedor del barrio y los pobla- (
servicio psicopcdagógito integrado por una pedagoga fw1a-psi65=--- 1 dores le tienen confianza y respeto. Hemos visto re~u~rir a él para (
loga. - poner cierto orderi en disputas o, por ejemplo, cuando las maes-
Los pediatras (]Ue c<jncurre al dispensario_ atienden a una am- tras del jardín de infantes nécesitan algún arreglo de mantcnimien- •
'
~
to del edificio u otra clase de ayuda que él les pueda brindar.
l correspondiente a los señalados en primer término la denominaba
Fue criado en ese barrio y se encuentra totalmente salita de los niños puros y a la del segundo grupo salita de
compenetrado con los problemas y sufrimientos de esta pobla- niños impuros (en-alusión a que éstos se habían mezclado con el
ción marginal, en la mayoría de los casos, a quienes atiende con sector social de los niños estreturalmente pobres). 19
devoción.
Las instituciones religiosas:
La escuela: En los últimos años se han radicado en el barrio distintos
Cuando comenzamos nuestro trabajo en el barrio, la escuela grupos religiosos que atrajeron parte de la población. Uno de los
tenia una estructura edilicia prepria. Contaba con una cocina pe- grupos que más fieles captó fue el perteneciente a «Testigos de
queña, una salita donde funcionaba la dirección y unas pocas aulas Jehová». La mayoría de los habitantes del barrio concurren a la
dispuestas a lo largo de una galería con baldosas 1 que en invierno iglesia católica en la que, además del servicio religioso, se organi-
daban paso a corrientes de aire que enfriaban las aulas como con- zaron grupos de alumnos secundarios y otros jóvenes voluntarios
secuencia de insuficientes y precarios cerramientos. Hace dos años que brindaban apoyo escolar a los niños. 20
la Municipalidad otorgó un dinero para la construcción de un Por lo demás, se trata de un barrio que tiene «guaridas» de
amplio comedor escolar y nuevas aula dispuestos en torno a un traficantes de drogas y de ladrones, que se han incrementado en
gran patio.is los últimos años hasta el punto de llegar a ser uno de los proble-
En entrevistas realizadas a la directora, ésta manifestó su in- mas que más preocupan a la población. Es frecuente escuchar
1!
tención de.cambiar el perfil del alumnado (se refería a la composi- tiroteos entre éstos y la policía. ·
ción social) ya que en el barrio se habían p-roducido ciertas modi- Han ocurrido algunas muertes por reyertas familiares o entre
ficációne·s qüe pensaba aprovechar en aras de procurar una ima- -..._vecinos, el maltrato infantil se incrementa día a día junto a la clase
. gen diferente de la escuela. Consideraba-·que la escuela- e_staba --- ----- - - -· --¿e acé:id-enfes -que suelen -ser más frecuentes en los· sectore-s so~ .
desprestigiada porque los niños que concurrían a ella provenían ciales más pobres. .
de hogares desavenidos, muy pobres, «sin hábitos» y tenían padres En los primeros años de nuestro trabajo las consultas se vin-
que poco se ocupaban de los quehaceres escolares de sus hijos. culaban, casi en su totalidad, con problemas de aprendizaje; pero
Consideraba que no ocurría lo mismo con los nuevos habitantes desde hace dos años a ista parte ha aumentado significativamente
del barrio que preferían, por estas razones, enviar a sus hijos a . el número de consulta~ por violencia familiar. 21
escuelas vecinas. --- Con el tiempo, la fuerza de los aspectos sociales en la proble-
La derivación de los niños con re,iierados fracasos escolares , mática que nos habíarilos propuesto investigar se nos fue hacien-
, ' . 1 . -
se realiza fundamentalmente a la escuela especial de Puerto San do tan insoslayable; que hemos pensado que este trabajo es muy
:tvlartin. difícil de abordar (e j incompleto-) sin la incorporación de un
Basta destacar algunas ideas de la directora de la escuela para -ª,Q..~gpólo_g_o en el eq~ipo.
poner en evidencia el profundo movimiento social que afectó al
---~----barrio: Clasificaba las salitas de pre~escolár de acuerdo con la pro- La situación laboral de los habitantes del barrio
cedencia de los niños: si eran hijos de los habitantes propiamente Los habitantes de este barrio están considerados en alto ries-
del barrio o si eran hijos de los <<nuevos habitantes». La salita go social por la l'vlunicipalidad.

31
[/1'11...-~·

'1
La mayoría de los hornbres realizan changas corno albai'íilerfa, desproporcionadamente grandes en relación a la población de la
,
1•

carga y descarga de camiones, Yenta de pescados, huevos y pro- ciudad. ,


ductos de elaboración casera (pan casero, pasteles). Otros, los 1fochos de los obreros del ex-cordón industrial que fueron
menos, consiguen contratos temporarios en organismos pC1blicos. indemizados al ser despedidos, invirtieron el dinero recibido en
'1
En los Ciltirnos cuatro años ha aumentado notoriamente bs «pur-
gas» ele camiones.n Es probable que este trabajo, que ha lle\'ado a
estas fuentes de trabajo. El apremio económico ele los taxistas
llega a ser tan grande que hemos observado, no sin asombro, que
,,
los hombres del barrio a organizarse y rcs1xrnr los respectivos las madres de niños de los sectores más carenciados contratan el
turnos, sea la razón del escaso número de cirujas que se encuen- servicio de taxis para enviar a sus hijos a la escuela por ínfimas ,,
tran en la zona. sumas de dinero. ,1
Estos trabajos lo realizan, por lo general, los lugarc11os del A las mujeres les resultaba menos dificultoso encontrar traba-
·f
· barrio, es decir, los pobres estructurales que tenían su propia jo. La mayoría se colocaban en casas de familias. Pero aún este
(
subcultura hasta c1uc fueron llegando familias en franco descen-
so socio-económicó con otra subcultura.~3 Estos grupos sociales,
trabajo es difícil de conseguir ahora, pues las capas medias tam-
bién ven disminuido su poder adquisitivo, su calidad de vida se ha
,,
que tienen sus diferencias bien marcadas, forman parte del con-· deteriorado y no pueden afrontar gastos de servicio doméstico.
junto social <le penencncia 24 y mantienen situaciones conflicti- , Parecería que las fluctuaciones laborales y los cambios en la
yas~5 entre sí. calidad de vida han roto el contrato de matrimonio. Antes, con el ¡(
ck
Cerca· del barrio funcionan Ltna fábrica aceite y un frigorífi- casamiento, el hombre se comprometía a mantener económica-
co que toman a unos pocos obn.:ros de la zona, ya que la mayoría mente a su familia. La mujer, por su lado, serfa_una buena ama de
pertenecé·n a Puerto San 1Iartín. 1" · casa, esposa fiel, que se haría cargo del cuidado de los· hijos de la 1
·· --·- · -Nc5s ·cói1faba·e1 papá de un ni1io por el que había consultado, pareja. Ella se encargaría de llevarlos a la escuela, al médico en
- que durante veinte años había sido estibador.· Hace seis años·lo · ----- - .. caso"-de enfermedad, lavaría" sú ropa, etc.; cori escasa participacióri
despidieron junto a toe.los sus compañeros. Concurre diariamente del hombre, quien se encontraría gran parte del :día trabajando
al puerto (en los cuatro turnos) para esperar a las embarcaciones i
· fuera de su casa. En la actualidad han cambiado eriorrnemente las
que arriban con pescados que les ,•ene.len, en forma rotati,,a, a los condiciones objetivas de estas familias, no sin consecuencias so- f
ex-estibadores con los que mantienen un precario contrato. Hay bre éstas (como desestructuraciones de la familia, mayor cantidad f
días en que no consigue mercadería para vender; cuando esto de conflictos, cambiq de roles), a pesar de lo cual sus representacio- (
ocurre «ese día mis hijos no comen si mi mujer no se las rebusca nes sociales poco h~n cambiado y se. debaten por conservar sus (
por ahí», nos decía con tono preocupado. valores. Es común que la mujer considere su trabajo fuera de la
Los hombres, como sumei-gidos· en una vorágine de pérdidas casa como algo-provisorio, hasta que el marido consiga alguno. En •
que no podían frenar, fueron cada vez menos demandados er1 su
saber-hacer (oficios calificados en algunos casos) y pasaron a rea-
. esa espera de ambo~, que cada vez se torna más insidiosa, aumen-
tan los reproches y la pérdida de la autoestima ele .los hombres. '
t
lizar changas cada vez más esporádicas por su escasez. Es interesante destacar la insistencia de las r~presenta- · (
t:os urgan·ismos·-oficiales recortan Süs presupuestos y la plan- dones sociales de las mujeres con respecto al trabajo de sus (
ta de trnbajadpres; la construcción se encuentra prácticamente pa- hombres. A pesar de que conviven con fa~ilias que se en-
rada; hay fletes, rernisses 27 y kioscos en cantidades (
cuentran en su misma condición, no aceptan la realidad so-
(
I'
cial en la que están inmersas y no escatiman en culpar a sus ahora no está nunca, se emborracha con los amigos, discutimos
maridos desempleados de la suerte qu~ correi1. Algunas mues- todo el día, pero no nos podemos separar porque ¿adónde vo,· a ir
tran desconcierto, pues conocen a su marido y saben que es con los chicos?. I~l dice que la casa es de él, que si quiero que me
un hombre trabajador pero no atinan a pensar que si no tra- vaya yo».
baja no es por vago como lo suelen catalogar. La mamá de La mamá ele Francisco nos confiesa con vergúen:rn:
Pablo expresaba en una entrevista: "Ahora que tengo que salir a pedir, mi marido no quiere c1ue
«Yo ahora \'O)' a una iglesia, ahí sí c¡ue me ayudan; mi n,arido Je ponga la ropa usada que me dan, pero yo tengo que vestirlos,
se la pasa gritando y ni siquiera trabaja todos los días (sic) , ¡mire ¿no? No me puedo hacer la orgullosa, antes no se las hubiera
Ud., quién hubiera dicho que. ya ni plata tenemos para comprar la puesto, me hubiese muerto de vergüenza, pero- una va cambiando
comida! ¡mire si antes iba a ser así mi marido!. Era muy. traba1·a<lor ' r tengo que mentirle a mi marido para lJUe no se enoje.»
.
no se por qué ha cambiado tanto.» ·
Poco a poco, y en estrecha relación con el descenso --s~ci;l, Con respecto al sector de pobres estructurales, hemos obser-
los hombres han ido alejándose de su función paterna, embarga- vado que los discursos de la cultura hegemónica son decodificados
e.los por sentimientos de impotencia. En algunos casos, han pasado de acuerdo con sus propios esquemas. .
a ejercer tareas que hasta entonces le incumbían sólo a la mujer La mamá de Pablo nos comentaba que, desde que su marido
(algunos gníficos de los niños son representativos de este corri- estaba sin trabajo, concurría asiduamente a la Capilla. Allí leía la
miento e.le funciones pues dibujan a los hornbres con atributos Biblia con otras mujeres con las que compartía las mismas penu-
femeninos). En los casos en que la mujer trabaja, los hombres, rías. Cuando quedó embarazada ele Pablo eligió ese nombre para
1
\1
necesariamente, han i:enfdr)- c.1ue hacerse ~argo de }os ·hijos, ;1
me- ··- - su hijo pcfr los "nrsidos» (por versículos) de la Biblia para c1ue
nos, en lo que respecta a la comida y, en el casos de niños peque- · - .. · ~:-·sea-ün--«elegido-·de .. Dios>',; con ·la esperanza de que sú destino sea
I~
ños;·dd aseD, de llernrlos ·y retirarlos dé 1a·escüela; efe. -~------ - ···-·· ~-- ·diferente al suyo.- · -
~ Como contrapartida de esta situación la madre. ha ido estable- Este tema reviste un gran interés para aquellos docentes que
~ ciendo, a medida que el padre se aleja, una relación cada· vez más trabajan con estos sectores sociales. Volveremos ·sobre ello más
~ estrecha y violentadora del ser de sus hijos, en el seno ele una adelante.
familia desestructurada. Ha pasado a convertirse en una madre '
1

sobreprotectora e incestuosa. ¡
En este grupo social los abandon<?s de la familia p~r parte de
los padres de los niños de la muestr.,i., fueron muy pocos, a dife-
rencias del grupo de pobres estruct~m~les en los que los abando-
nos son habituales.
Tanto la madre como el padre padecen de un sentimiento de
pérdida de las cosas valoradas y amadas por ellos. Una madre nos
. . . -···---··· ..·-···-··--···---+-·---· ¡ _ _ _ __
decía: · ·
''Antes éramos unidos, no teníamos tantas <lisCLi'siones por el
dinero como ahora, él (por el esposo) era muy unic.lo a los hijos,

t,\
;;
¡ I


ll
LOS PADRES DE LOS NIÑOS DE LA MUESTRA EN
PROCESO DE PAUPERIZACIÓN '
i DE DÓNDE VIENEN. HACIA DÓNDE VA.N. ..

La realidad de la opresión social sobre la pareja desempeñará un papel en


el modo en que el niño elaborará sus enunciados iclenlificalorios.
(Piera Aulagnier)

,,
1(

Hemos descripto a grandes rasgos el barrio a los efectos de .,


contextualizar el grupo social de pertenencia y de referencia de los ,,
padres de los niños de la muestra y de ellos mismos. -
Acudían a nuestra mente muchas preguntas como las siguien-
,(
tes: ¿qué representaciones del conocimjento tiene el niño en rela-
ción a su Ideal del YO?; ¿cómo se despliega el deseo de conocer
·· - en un hijo cuyo padre tenía un oficio calificado con un sueldo
estable;--una cobertura ·social que se extendía a toda su familia,
- ---· -···-··- --------·--·-t- -gremios-fuertes que defendían sus intereses laborales, y una re-
presentación de su saber-hacer fuertemente vaforizada por él
y por su grupo de pertenencia? Sus valores, sus costumbres, sus
proyectos eminciados por los discursos sagrados y míticos de su
grupo social de perte:q.encia (referidos a discursos religiosos y de
origen respectivameµte, como los describiera Piera Aulagnier,
1979) 29 y el peso de 1su trabajo en la economía del país, daban
'
(

(
características partic¡ulares a estos grupos, de tal modo que eran
(
fácilmente i-éco:r:ioci~les como grupos sociales con características

propias.
Por ese entonce~ existían corrientes políticas progresistas que '
''
no vacilaban en afinpar que estos hombres encabezarían los gran-
-· ··-----des-cambios-sociales:--Parte-de la sociedad les encomeñdaba esta
,(
misión, y muchos de ellos la asumieron como proyecto de vida.
Hoy día sólo les ha quedado un saber-hacer que no pueden q
utilizar corno recurso para «ganarse la vida». Se trata de un saber-
~· 1'

',
}
r 1.7
hacer c¡uc, en los primeros tiempos de despidos rnasin)s siguieron
profunda depresión; los hijos mayores, que hasta ahora habían
empicando, como en caso de soldadores c¡ue se dedicaron a la
cursado sus estudios con éxito a la par que aportaban sus ingresos
construcción de rejas. Pero el poder adquisitivo de la población
al hogar, producto de sus respectivos empleos, habían sido despe-
ha bajado unto, que éstos ya no pueden colocar sus productos y
didos, con lo cual tuvieron que abandonar los estudios.
se han ,·isto obligados a buscar otros trabajos. El ojo avisor habrá
La madre de Ariel, llorando, nos dijo: «Ya bajé los brazos, no
notado la proliferación ele talleres de trnbafos en hierro c¡ue se
puedo más, no entiendo a la gente. Antes, si necesitabq algo se lo
instalaron a Jo largo de la ruta, desde Granadero Baigorria hasta
pedía al vecino, todos en el barrio nos ayudábamos. Ahora nadie
Puerto San Martín, y c¡ue hoy ya no existen.
me da nada aquí (refiriéndose al barrio en donde residen actual-
Alcira A.rgumedo (1997)) define al hombre corno un ser so-
mente), ¡ll)S vecinos ni s<.: hablan, aquí, están todos peleados!»
cial identilkado con distimas instancias de pertenencia: familia,
De manera sorprendente, el niño YOlYió a perder la memoria en
clan, tribu, clases sociales, regiones, culturas, religiones, r::izas,
un desesperado intento de denegación 311 de una realidad familiar
etnias, naciones, continentes a través de las dos relaciones prima-
que le ocasionaba momentos de angustia insoportables de tolerar.
rias: la familia y la cooperación productiva. Es así como el
Los padres que acudían con sus hijos a las entreYistas, gene-
hombre adquiere una <<conciencia ~le pertenencia», «una identidad
ralmente deriYados estos últimos por la escuela, habían sufrido,
sociocultural».
en su mayoría, desgarros narcisísticos con una pérdida importante
Las represm!aáo11es sociales s111;~en o se co11strt!)'fll m haSf e, procesos
ele su autoestima. Se sentían abandonados por la sociedad, lo que
identifimtOJios eféc!11r1dos con el ,gmpo soáal dt pc11mmcia (Piera A. ulagnier,
actualiz,1b,1 sentin1ientos nm)' arcaicos de desamparo yab:w-
1979), lo que otorgaba, en el caso de los poblados barrios c¡ue se
dono.
extendían. a lo largo del ex-cordón industrial, una identidad basada
Estos sentimientos, que angustiaban a los padres; sufrieron
en lazos de so//dmidad, dignidad_y rooperc11ió11 (Alcira A.rgurnedo,1997).
. una mayor conmoción por la pérdida de referentes cUlturales pri-
- · · Ejemplo del después de las cesantías ~~)-~ las palabras-de-la - -
mii·icis al éksagrcgúse bs grt1pos de tamiTias obreras. -
mamá-de-Aríel, niñé:i con proble1~1as de aprendizaje que atendimos
Cundió el sentimiento de «haberlo perdido toc;lo», como nos
durante dos años. Ariel había realizado progresos enormes en re-
dijo llorando una mujer: «¡si Yiera qué inteligente era mi marido!»,
lación a su memoria, pues se trataba de un niño «desmemoriado».
a lo que respondimos: «¿Cómo, también perdió su inteligencia?».
Al comienzo de la primera entrevista (la cesantía del papá era
Algunos de estos /hombres, con el transcurrir del tiempo, se
reciente), su madre calificó a su hogar como «una casa de orden»
han sumido en deprpsiones, a veces seyeras, y muchos se han
donde los horarios estaban estrictamente organizados por los di-
alcoholizado. Se trara· de «padres c¡uebrados», queriendo significar
ferentes turnos de trabajo y estudio de su familia. Pese a los pro-
con éste término Jl resquebrajamiento, el desgarramiento
gresos de Ariel con respecto del apr,endizaje, su madre decidió 31
narcisístico que se ha prodL1ci<lo en su yo.
suspender el trata~iento de su hijo. La .familia había sucumbido a
El papá de Aritjl es un buen ejemplo de las penurias que
una suerte de hecatombe: el tío materno de Ariel, c¡ue vh·ía con
padecen estos hornb~·es. Pudo ejerser la función paterna transmi-
ellos, se embriagaba cada vez con mayor frecuenci_a desde que fue
tiendo emblemas del la cultura a sus hijos ma,·ores, adolescentes
1 , - --·-· ----·---- - ~ ·
echado de la fábrica donde había tr~~ajado desde su adolescencia;
«bien plantados» que continuaron los estudios con éxito. Sin em-
--- .~--el-p~rdte--de-Aiiél s-e-encohtraba desocupado sin perspectivas de
bargo, poco antes de nacer Ariel, fue despedido de la fabrica en la
nuevos trabajos, se había encerrado en sí mismo sumido en una
que llev.1ba 16 años ininterrumpidos de trabajo. Desde entonces,

38
Deprrsió11, aúlamz"mto, se11sacio111<r de rw:~11arión, q11ie/m, de las posibili-
MOTIVO DE CONSULTAS EN NIÑOS
dades creatims so11 t:fedos posibles de la mpt11ra de la !ro111a 1101,11afi/'{/
DIFERENTES, CUYA PROBLEMÁTICA
SOCIAL SE ASEMEJA CADA VEZ MÁS
¿Hacia dónde Yan estas familias despojadas de sus soportes
idcntificatorios, de sus proyectos de vida, ele sus ideales, de sus
valores?

Los niños seleccionados para la muestra presentaron una am-


- plisima gama en las dificultades de aprendizaje, especialmente en
relación con la lecto-escritura.
Las dificultades más importantes consistieron en unión/sepa-
ración de sílabas o palabras cuando debían haber hecho lo contra-
rio. Las omisiones de letras y sílabas junto a su inversión produ-
cían un efecto por el cual la oración se tomaba a veces incom-
prensible. Uno de los problemas más severos lo constituía la gran
dificultad
.. -- .
para
.
escribir
. ·-
al dictado y comprender el texto escrito
-
.
________ Por ejemplo, un niño nos explicaba su dificultad de esta ma-
-._ nera:
1
11 -- -:------ - -«Cüaridola señciiiieexplica un tema o me diéifa-yo la oigo-pero
)as palabras se me mezclan en la cabeza; me mareq? siento que me
pasa como _cuando se marea la pelota, todo me da vueltas adentro
de mi cabeza.» ,
-,

En matemáticas das dificultades más frecuentes consistían en


la falta de compren~ión de las operatorias, en la resolución de
11:
situaciones problemáticas (en niños más grandes) y en la com-
prensión del sentido de la descomposición de números, que ter-
~1 minaban aprendien~o de memoria.
11
Las madres y las docentes se guejaban con frecuencia de que
eran olvidadizos, que «Fulanito está siempre en las nubes y que
por eso no presta atención», queaprenlíaii.-aiáop-ara-oi'vidárselÓ
al instante, que no se quedaban quietos en sus bancos, que si no
les guardaban los útiles en la mochila no se preocupaban por
\')

- .t1'":Z
if,:fil,ihi'i''''li:i,· ,,1 11

c.kbajo de la represión, Beatriz mejoró en la escuela. Lo sorprcn-


e)bscn·ábamos
que la balanza, pese a los reiterados esfuerzos (knte fue que pidió a su madre que la inscribiera en una escuela
concit:ntcs de la nii'ía para que no ocurriera, se desequilibraba de danzas clásicas. Cursó el resto de la primaria sin mayores in-
cuando ponía los números en los brazos ele ésta. A pesar de que co1weriientes y con los años se destacó por la flexibilidad de sus
se rraraba de un juego fácil, que consistía en equilibrar los brazos movimientos y el sentido estético c.1ue imprimía· a su cuerpo al
de la balanza colocando dos o más núme!'.OS. ele un lado y una
bailar.
pieza c.1ue fuera el resultado de la suma en el otro, pues había En los tres últimos aiios se hicieron más frecuentes las con-
relación entre el tamaño del número, este último )' su peso, siem- sultas por fallas en la constitución temprana del psic.¡uisrno. No se
pre ponía una unidad de más en uno de sus brazos. Preguntamos trataba de cuadros psicóticos, sino n1ás bien de perturbaciones
las razones que la hacían pensar sobre su proceder. Contestó c.1ue graYes en las que encontrábamos falca de constitución de algunas
,1, no entendía cómo era el juego. funciones, empobrecimiento pronunciado e.le la función imagina-
,,
,¡J No pudo asociar verbalmente en esa oportunidad pero realizó ria, etc. En algunos casos, estos cuadros eran fácilmente
,.li,,, el dibujo de una familia y en el ángulo superior izquierdo dibujó confundibles. con deficiencias mentales porque funcionaban como
una cruz que encerró con un óvalo. Tampoco pudo asociar idea
lj pseudodeficie ntes.
alguna con su extraño dibujo. Fue entonces que recurrimos a su A pesar que no habíamos contemplado estos casos ·en la se-
ti, madre. Le mostramos el dibujo y le contamos lo que pasaba con el lección de la muestra, decidimos incluirlos porque los problemas
32
11: juego de la balanza. de aprendi,:aje con fallas en la estructuración narcisista , nos hi-
11
Recordamos su mirada de sorpresa y estupor. Por primera Yez cieron pensar en que eran niños compatibles de ser trabajados con
lloró esta mujer distante, fría, esquiva a nuestras preguntas, repi- los niñ.os de los grupos con problemas de aprendizaje. Su inclu-
ti
tiendo úna y otra vez: 110 puede ser; 110 puede ser sie!la no lo sahe. Sin sión resultó de gran interés por los cambios que real~zaron, en
~I: .- _9ej~r e:!~. llorar,. nos contó una historia silenciada por años en su tiempos .no tan prolongados, -Y porque el número de consultas Je
'I
JI\: familia. B~~triz .tenía un año y medio cuando falleció su hermanita:-- chicos con estas perturbaciones fue aum'entando tan
11
111'
·--- ·--- de dos meses como consecuencia de lo que se conoce como significativamente, acorde al agraYamiento de la· si.tuación socio-
muerte súbita. J\Iuerte inexplicable, innombrable para sus padres. económica del país, que no podiamos dejar de interrogarnos acer-
.1111:1,
' Habían acostado a la beba entre juegos y sonrisas, y cuando ca de estas nuevas formas de manifestaciones psíquicas. El análi-
1~1\ fueron a despertarla, a la mañana siguiente, la hallaron muerta. _El sis de casos similar~'.s llevó a Sivia Bleichmar a caracterizarlos
,111 padre de Beatriz prohibió que se pronunciara la palabra muerte en como las 1111c1•e1s patologías lati110-c1111m'ca11as (199 3).
•11! el seno de su familia, y llevó a la tumba no sólo a la nit'ía muerta, Viene al caso la,1 historia de Pabló, que narraremos en pocas
.

tl~:
sino a todos los recuerdos que tenÍári de ésta, inclusive las fotos
1 palabras: ,
de álbumes y portarretratos que ordé nó a su mujer guardar en un Cuando Pablo (7;) vino con su madre a la primera consulta,traía
r.1t baúl. Entonces comprendimos que la división, que tanto costaba un diagnóstico de d~ficiencia m.ental efectuado por una pediatra.
11\~', resolver a Beatriz, denunciaba, en parte, la existencia de una pér- Su madre lo se'ntó sobre su falda.Tenia la cabeza inclinada
,¡~i, dida, pero como no podía hablar sobre ello, ·había sobrellevado la
1 .
hacia el lado izquierdo y su mirada, que no se anclaba eñ otra cosa __
"
•11,1:
___ __
__,_prohibición_Qh~ü'l..nJe. seis._años con una inhibición que extendía a su que no fuera en la mirada de su madre, me hiz; pensar en la .
V; cuerpo, por temor, tal Yez, a que se le escapara algún movimiento
posibilidad de una psicosis.
,,, que_ delatara su «saber". Cuando pudo trabajar lo que operaba por
'l:
I'¡,
47
,jt,'
\i,1 ,16
Como decíamos al comienzo de este capítulo, a poco de ini- Así por ejemplo, en un grupo de madres, surgió d tema de los
ciado el trabajo en el barrio, divisamos una yariación amplísima de embarazos no deseados (una sola, entre seis madres, había pro-
formas del no aprender en los niños que concurrían a consulta. yectado el hijo ._pqr el que consultaba). Algunas madres coincidie-
Pero lo que más atrajo nuestra atención fue la relación entre la ron en que nunca habían comprendido por qué quedaban cmbara-
calidad de los problemas de aprendizaje y el origen social de los :rndas si to!)1aban pastillas anticoncepti\'as. Cuando interrngamos
niños, como pudimos inferir en el análisis de estos casos. acerca de la forma en que las tomaban dijeron que lo hacían antes
Establecimos ciertas diferencias del no aprender llue clasifi- de mantener relaciones sexuales.
camos de la siguiente manera Estas mujeres habían tomado lo «que bajaba» del discurso
científico de la ginecología y lo habían interpretado a su manera.
a) En la primera etapa de la· investig::ición encontramos que los Otrn mamá nos comentaba sobre sus «embrazos», cuando se
nii'i.os en proceso de pauperización presentaban una gama más refe~í:i_a sus embarazos. Así fue el modo en que lo pudo escuchar
amplia de dificultades c.1uc los del segundo grupo, aunc.1ue re- del obstetra que la había asistido en sus partos.
fl'
vestían menor gravedad. Sin embargo, con el transcurrir del Así como construyen sus casillas con los desechos materiales
·.lf",L
11 tiempo fueron aumentando los casos con fallas en la constitu- de los sectores sociales más •<pudientes», estructuran su psiquismo
11 ción temprana. Lo más frecuente eran inhibiciones cognitivas de manera análoga, tomando los aspectos simbólicos de la cultura
lhf
instaladas en síntomas. Y, en menor gi:ado, casos de fracaso dominante.
escolar (entendidos éstos como fracasos derivados de inade- También encontramos disfuncionamientos neurológicos con
1~11
1
cuadas politicas educativas y metodologías de enseñanza). mucha más frecuencia que en el grupo en proceso de pauperización.
1111 P~obable~:nente exista una ~elación ~ntre estos disfuncionamien~os .
,,
~~1:i b) Los niños pertenecientes al sector de pübres estructurales se ··... y h1cani-Idad<le-pari:os.<Zfücraéle térrnino» o embarazos sin contro-
111,
nt/ 1 _encuadraban ,en .su mayoría, dentro de lo l1ue hemos--dado-en------ - Jes-ñfédicos~ A-,;6::es la ·asistencia médica rio ha sido. la adecuada-y--·
llamar «desnutridos escolares». Estos niños fracasaban en sus . en otras ocasiones ocurría que las distancias entr~ el barrio y el
ª~'11
1 aprendizajes también, pero sus características eran radicalmen- hospital eran relativamente grandes y no disponían de automóvil o

·~
• 11~

•11¡:

!
te diferentes a las c.1ue se presentan en los problemas de
aprendizaje-síntoma. No obstante, ac¡ueHos niños que presen-
taban alguna pertubación psicopatológica, solían revestir ma-
yor gravedad que los del primer grupo .
dinero para tomar un taxi en casos de urgencia y el parto se retra-
saba con ·consecuenci\Ís negativas ·para el bebé.
Con los niños prf venientes del norte del país, las cosas resLJl-
taban diferentes.
•l' 1
Durante los prirrieros años sus familias traqsmitían a sus hijos
1DJ1 1
En el sector de niños desnutridd; escolares se observaba un 2 un discurso. social cohesionado y coherente,. con creencias, cos-
,,,
m:¡ psiquismo históricamente empobrecido, y esto no es de extrañar
si pensamos en que el otro de la cultura con el c.1ue se éonstituye j
tumbres y valores tomados del discurso de origen (es decir, del

el psiquismo de estos pequeños sujetos, es el otro de la cultura


hegemónica del sector so_cial más pudiente del cual; no sólo teci~ ·
Jl
'

:j. .
lugar de prov~ni~nci~ ).Ocurrió con el devenir del t.iempo que. ese
discurso_s_e_._fu_.e_m_e--1z~lando con lo~ disc~rs.os · del. grup_~ social al
que -se. inc<1rporarorí, con. las nuevas-féi"rmas""de "fa "¡:iobreza;-per::·.
ben sus desechos materiales sino que, además, reciben sus dese- ~ · diendo, paulatinamente, sus características esenc.ialcs.
chos culturales que los convierte en cirujas de la cultura. .l Nos pareció importante no encarar el tema del «no aprender»

l\!Jli 1

-
"-·----~---...-..... ..,-......,..,,..,.~......,,.....,.,. .................
~


en su globalidad,- porque las diferencias que fuimos encontrando
entre los niños, sobredeterminadas por los avatares histórico-so-
Nuestro deseo se relacionaba con mantenerlos dentro del cir-
cuito escolar, concientes de la importancia que la función
'
t
t
ciales e histórico-afectivos 33 , hacían imposible la generalización. subjetivante de la escuela y b alfabetización tiene para todos los
Y si bien algunas cosas podrían englobarse, en este momento del
análisis perderían en riqueza.
niños.
En algunos casos, el compromiso que habíamos asumido en '
(
Además, a los fines de la transferencia a los docentes, confia- el intento de reinsertar a los niños en la escuela común cobró la
mos en que cuanto más se desmenucen las problemáticas, más en forma de un desafio junto con los directores y docentes, cuya
evidencia aparecerán los irnbrincaciones entre las construcciones confianza fuimos ganando a medida que <_Jbservaban los resulta- _
cognitivas, subjetivas y lo soc_ial, corno tuvimos oportunidad de dos obtenidos por nuestro equipo de trabajo.
Cuando vimos por primera vez a Ernesto (7), nos llamó la (
inferir.
Un hecho a destacar lo constituye la cantidad de niños que atención_ que por momentos parecía no escuchar, siendo que en (
eran derivados por la escuela. Los diagnósticos que realizamos otros escuchaba bien.
mostraron que se trataba, en muchos casos, de «desnutridos esco- Alzaba la voz repentinamente mientras hablaba como si su (
lares» (entendiendo a éstos como una forma de fracaso escolar interlocutor se hubiera alejado. Lo derivamos a una fonoaudióloga
(
que pudimos categorizar y que luego desarrollaremos). del nuestro equipo. Se le hicieron estudios en el oído y el otorri-
Estos niños solían llegar a la consulta sospechados por la nolaringólogo detectó una pérdida auditiva muy importante en su (

escuela de tener problemas neurológicos (disritmias, lesión cere- oído izquierdo como consecuencia de una otitis de larga data que f
bral) o la~ causas del no_ aprender se relacionaban a una «falta Ae había afectado el -oído. medio.
'
-- -
comprensión», o a un comentario del tipo de « no le da la cabeci- Co1Ylo_s_u~~e.-~<:.u__Erir c~~ estos_ i:iiños, acostumbrndos a pasar
f
ta» porque el papá es alcohólico o porque proviene de una familia ·\._ desapercibidos para los otros, se sentaba en el último asiento del
--desavenida,- cuando ·no venían con rótulos de deficientes meñfa- -aula-:- -- (

les. En otras ocasiones, eran derivados por profesionales de la Llegó a la primera entrev-ista con una expresió~ de susto que ~
salud que hacían de ese rótulo un diagnóstico. no olvidaremos. (
Este fenómeno fue tan reiterado que produjo en nosotros la Mantenía su porte erguido (elemento importante a los fines (
necesidad de ser muy cuidadosos al efectuar un diagnóstir0 dife- diagnósticos) en tanto:éste constrastaba con sus movimientos que
(
rencial. Por esta razón hemos tenido que profuncUzar las diferen- _ asemejaban al de un 1'nimalito muy asustado.
cias entre unos y otros para poder sos!ener las argumentaciones Lo acompañaba su madre, con quien nos fue difícil entablar (
en las instituciones escolares acerca c;l.e lo pernicioso que podía un diálogo por el empobrecimiento generalizado de su pensa- t
'i!
resultar para el niño tal equívoco. NÍucho más por cuanto eran miento y vocabuhiri~. - ,e
i~\ frecuentemente enviados a escuelas especiales. Luego nos cont~ria el papá de Ernesto que su esposa había
(
Sentimos sobre nuestras espaldas una gran responsabilidad, sido criada en el campo por una abuela qüe la maltrataba, sin roce
- - 1
(
pues el destino de estos niños estaba en juego, no sólo lo relacio- prácticamente con ofras personas. Así y todo, él la quería y consi-
nado a sus estructuras cognitivas sino, también, a la organí~ 'J -deraba que era una buena esposa y madre. Este hombre aparenta- e
zación de su subjetividad, en tanto seres sociales en constitu- ba un grado de desnutrición (a ojos vista) tan profunda como la 11
ción. tristeza de su mirada Oa desnutrición fue corroborada por la pe- (i
ft
diatrn <lel dispensario). recibido, y con ésto rncjon'l ~u conducra en la escuela.
Obtuvimos los datos de la historia a través de lo que el Sus estructuras cognitÍ\'as se encontraban empobrecidas, pero
papá de Ernesto recordaba. Como datos relevantes surgie- no tanto como para no poder al fobL"tizarsc.
ron: el desempleo del padre (quien se quejaba de que a pesar No pudo usar el audífono prescriptu por el rnédico por falta
de buscar intensamente otro trabajo, solo corisegtifa algunas de recursos para comprarlos.
changas de vez en cuando), la extrema pobreza en que vi- No obstante, hoy Ernesto tiene 10 años y, lentamente, va
vían, la casilla con una sola habitación (de su propiedad), sin recorriendo los niYeles de la prornocil'in no ¡2.raduada de la escucb
más muebles que una mesa y dos sillas. Dormían en colcho- a h que concurre.
nes dispuestos en el suelo .. Ernesto arrastraba una otitis· que Ernesto tiene dos dcsn:ncajas importantes: su handicap audi-
había contraído de pequeño. Su madre lo había llevado a un tivo y el cultural, que le dificultan el aprendizaje. Pese a esto lus
hospital en tres oportunidades, que distaba 25 km de su ho- progresos son notorios.
gar. No siempre conseguía turno, razón por la cual el niño no Lo deriYamos a un grupo de apoyo a ni11os con problemas de
fue bien asistido. Quisiera destacar al respecto que estas si- aprendizaje atendido por una pedagoga de nuestro equipo de tra-
tuaciones son comunes en algunos hospitales. Los pacientes bajo y a su madre le sugerimos que participara de un grupo de
abandonan el intento de ser asistidos porque no tienen dine- madres con el que nos encontrábamos trabajando en ese momen-
ro suficiente para el pasaje y deben concurrir de madrugada to. La finalidad ck esta sugerencia consistió en brindark un espa-
para conseguir turno, con el riesgo de no. tener asegürada 13: cio a compartir con otras madres que tenían· sus destinos marca-
atención pese al esfuerzo realizado. .. . dos por la violencia social, como ella, pára que pudieran hablar
· Preguntamos a Ernesto por qué gritaba en los recreos (con- sobre SUS angusths, SUS micJos, etc. J:~n SÍntesis: para pensar C011
·duc_ca_c1ü·e ria frnfa mientras estaba en clase) r arrojaba objetos otros.
hasta el punto de herir a sus coiúpaücros. · ·-···· - ··· ·- -· ··· A·mcdida ·qlie· se-·presenrn:b,ti1 taütos casos similares al narni~
Nos contestó que los ruidos lo mareaban, le hacían doler la do, fuimos priorizando los interrogantes c1ue no~ iban surgiendo
cabeza intensamente. Él les pedía a sus compañeros que callaran con relación a la imbricación entre los factore.s sociales y el
pero éstos no le hacían caso y era en esas circunstancias en que se deseo; entre aquéllos y la estructuración narcisís tica 34; entre el
ponía muy nervioso, ((loco» -como se definía él mismo- «todo me YO ldeal y el Ideal d~ YO; entre los ideales y las normas sociales r

retumba en mi cabeza»- nos explicaba. (o la desYiación de é~¡'tas).


El otorrinolaringólogo nos dijo qL~e estas reacciones eran de Si nuestro objeti~·o se orientaba a .conocer cómo llega el niño
esperar porque, seguramente, el dolo~,,de Ernesto era muy intenso a la escuda, qué rraliiajo psíquico se encuentra realizando en ese
como consecúencia de la infeccion.·· momento del pasaje de lo farúiliar a lo no familiar, para reflexionar
. Luego de varias entrevistas descartamos· la probable deficien- sobre cómo puede el docente contribuir con estos procesos fa,·o-
cia mental del niño v de su madre. . · rccien<lo su continu,idad y el desarrollo del poten~ial intelectual,
Las docentes lo había catalogado con este rótulo que, por teníamos que recurri¡r a un análisis ~1uc diera cuenta «deJos proce7
·~---anadiaurii-;-consideiaba ·de-·origen-gen€:tico: Es
te diagnóstico había sos <le pauperizacióri del pensarúiento» y otros efectos indeseadós
sido reafirmado por la pediatra que lo asistía. para lo que nos resultó de interés un p::írrafo de ~eatriz Janín c.¡uc
El dolor de Ernesto se apaciguó con el tratamiento médico dice lo siguiente:
••


Cuando una madre erotiza. a su bebé no sólo sus deseos están en juego,
sino qm en ellos, Ello, Yó y S11peryó35 están operando y guían los modos de la
desorganizadas, de desamparo, de angustias, de abandono, que su-
fren los bebés -se pregunta Beatriz Janín- cuando en ellas y en sus ''
erotización. Aquello que se considere correcto o incorrecto, así como las posibi- maridos se reactivan otra vez estas vivencias infantiles promovi-

~,
il!t¡
lidades mblimatorias, determinará los modos del cuidado.
A la ve:v hq} 1101711as coJJ1partidas en cualquier lugar)' J!.mpo qtte tienen
que ver con la violencia, con el violentamiento del otro (el subraya-
das por el real abandono de la sociedad?. Los niños quedan así,
librados a su propia inermidad en su condición de indefensión
frente a las propias angustias sin que los padres puedan ejercer la
t

'•
do es nuestro). «función de vivencia calmante.»-~'
·"
Y cuando llega el momento de que opere la función paterna . •
Violencia que acarrea dife.rentes consecuencias, desde la anu- mareante, de organizar el pensamiento y la potencialidad intelec- •
lación de la conciencia como registro· de cualidades y sensaciones,
que deriva en una búsc1ueda de «emociones fuertes», de «golpes»,
tual del hijo ¿cómo podrían estos padres producirlo con su narci-
sismo destruido?

por parte del contexto, hasta la tendencia a la desinsc.ripción, con Al respecto dice Piera Aulagnier: •
(
trastornos graves del pensamiento, o la confusión identificatoria o Cuando se produce 11na ruptura del contrato por parte del co11j1111to
f
el repliegue narcisista. Dificultades para sentir, para pensar, para (socia~ que es responsable las consemenr:ias son de consideración.
'"I
J,!
ubicarse como alguien o para conectarse con lo demás son efec-
tos posibles de funcionamientos pulsionales no mediatizados, de Hemos observado que los padres que se encuentran en pro-
'
vír.iculos en los que predominan los estallidos afectivos y la ceso de pauperización asisten a su propio derrumbe con cierta

t «erogeneidad incestuosa».
... Entonces en la· libidi11ización tJ1tsJJ1a están operando no sólo los deseos
perp~ejidad: si miran hacia el pasado, encuentr~1! lagL!_na_s en su
historia producidas por silenciamientos cómplices, que -de alguna
t
(
il- . - sino táñibién lainornias eideales. (Beatriz Janín) 36 manera, deben haber producido efectos sobre sus psiquismos;
l_____ ~. - -·. -simira-n el -presente los-·iriv"ide-ürú"serisacióri ele" exttañamiento, se f
En estas mujeres adultas, esposas de ex-obreros o de encuentran padeciendo los efectos de la flexibiliza<;:ión y sin em-
changarines o de cirujas (me refiero a las madres de los niños de bargo los discursos del poder insisten en que se ha podido «rever- •
(
la muestra) se pone en juego lo histórico-social como factor que tir» la situación, que ha disminuido el índice de desocupación.
(
atraviesa la constitución de sus psiquismos en la relación con sus y cuando los niños preguntan por qué no están presos los
bebés. que tanto han robado/ los que tanto han asesinado, mientras escu- f
La sociedad toda las ha abandonado junto a los suyos; a unos chan y ven por televisión las continuas .denuncias y juicios (que se (
desde siempre; a otros desde la implem~ntación de la flexibilización diluyen con el tiemp6), estos padres no saben qué contestar. El
laboral generadora de desempleo.
Cabría preguntarse con qué recursos yoicos, narcisísticos (en
mecanismo de la· desn:-ientida social también produce efectos
sobre el psiquismo¡ que como dice el tango, «enloquecen la
't
el sentido estructurante), cuentan estas mamás para sostener la razón»; si miran hacja el futuro se encuentran con .un vacío ante
e
' . !
•• ¡;
función materna, función que exige ¡y cuánto! un esfuerzo de (
el cual, desconcertadps, no encuentran enunciados identificatorios
libidirrizadórcin:tertso -:{'.:>ara inter¡:fretar, efogenizar y satisfacer las que les permitan pr6yectarse, r de intentarlo, podrían caer en un e
nec~sidades de ;~us hijos. vacío desestructurante. e
¿Cómo apaciguar, cómo calmar las urgencias de las vivencias ¿Cómo podrían estas madres cumplir con la función de pró- (
(

Jj
mamás recordaron episodios trágicos de su infancia pero tampoco
tesis, por la l]Ue se espera de ellas que presten sus representaciones
pudieron recordar :1lgún acontecimiento feliz o alguno referido a
¡m-d{~nidas y 01;ga11ÍZf1d,1s del rnundo (Aulagnicr, 1975) para c1ue el
la cotidianidad ele sus yidas.
oii10 pequeño no se extravíe en un mundo ele sinsentidos?
Los argumentos con los que intentaban llenar la «falta» de
Obviamente, estas mamás cumplen su función de manera fa-
recuerdos resultaron muy significativos: «Y. eramos tan pocos de
llida porque ellas mismas tienen un pens:1miento confuso, en me-
familias, c¡uc no pasúba nada; ¿t.1ué puedo recordar yo?» -justifica-
dio de crisis de identidad. St1s referentes sociales han ido desapa-
ba su «olvido» la mamá de A.riel-. «¡Uh! ¡hace tanto tiempo de eso!
reciendo, desdibujándose, dejando graneles huecos que no han
tendría que preguntarle a mi hermana mayor, ella sí se debe acor-
podido llen:1r con otras identificaciones, con otrns creencias y cos-
dar, yo era muy chica». ¿Para qué era Ud muy chica? -interroga-
tumbres. Los lazos sociales se han roto en la vorágine del «sálvese
mos. «Para acordarme de cosas de cuando era chica» -respondió
,,, c¡uien pueda», y la anomia social se extiende a territorios cada ,·ez
fastidiada.
m:í.s vastos, que han hecho decir a 1'ligucl Tollo (1997):
Otra ñ1amá argumentó que, como estaba todo el día con su
madre, no tenía cosas para conrnr que "le hubiesen quedado».
El debilitamiento de la ética y ele las regulaciones intersubje:tivas
Estas peculiaridades de los «olvidos» de las madres fueron
desdibuja un horizonte borroso de realización personal
Tomamos co11tacto a di{l/io el/ el trabajo clí11ii'o con la tonalidad c!fi'rtim datos muy relevantes para nosorcos si consideramos que uno ele
los mayores moti\'OS de consulrn estaba· dacio por la '«falta» de
de la crisis, donde prcdomi11aj11nto coJJ la sintoma!olo,i/a de t11mo, la resig-
memoria y reiterados oh·idos de los niños por los cuales consulta-
nación y el no poder. ] "a/es smtí111ie11tos de111111ria11 ,mrencias estrwt11ra-
'J ban.
1 les de la soriedad que arras/Ji/11 m su dd~rio~·º . ª:"P.~ctos ce/ltmles _dila s11l!Jdi-
- Tarffó en estos g;'rupos cori10 én d de los más carencia(,ios nos
1·idad a ellas ri¡¡mlados.· La respmsta a la i11Cl'rtid11111bre por el des1-'c111ed111i;11!0
i:.~sultó ·mur-<lifítih:¡rsltear -etY-tchisrnd:cvical ele los niños, pues
,¡ 1
de las creencias, por rjelllplo, se 111a11iJtesta en actit11des de renegación. o a la
--- ---las madres- tenían, por· lo· general; -recuerdos muy con fusosc--
ae
JJ!ciíie,;a io1((0Fiiiisí110 .géiíúaliz.adá ÚJIJJO lo-d~/ine Casto,iadiS: .. (e11-_<ZL1-
N os preguntamos: ¿qué relación guardan la memoria y el ol-
época del conformismo generalizado». Gaceta Psicológica).
vido con las coyunturas históricas, con las relacione;;\:\e los mo-
1Jás adelante agrega citando a Castel: .El trabajo 1·s 111ás qm el
dos de producción, é.on el desempleo, con los modos de vida?;
trabajo, _y el"º trah{.7/0 es lllás qm el dese111pleo, ..l'ª que el e111pleo establece 11n
por ejemplo: ¿cumplirá la memoria la misma función para aquel
modo de 01;gan!z!1ció11 soáal_J' 1111 bonºzonte de ideales)' de realización personal
ex-estibador contratado que contaba que tiene que ir al puerto en
esencial e11 la co11stit11ción de la s11/!)l'liz•idad.
los cuatro turnos diarios en que los barcos venden pescados y
Los padres c¡ue estamos describiend() tenían la edad de sus
· que cuando no. consigu~n c¡ue les -..enda: porque a veces no hay
hijos en épocas del «proceso militan>, po~,lo que, además, se suma,
para todos, «ese dfa· los chicos míos no comen», que para esa
a toda la crisis de identidad que hoy ·padecen, los agujeros que
madre, único sostén de sus siete hijos, cuya cotidianidad y sentido-
produjo ese corte histórico. Los silenciamientos, dice Janín, deja- -j•· de su vida se ha conYGrtido en una simple e indigna espera del
ron «sus secuelas» y un part¡cular modo de. inscripción en los . ¡" procuro" de alimentos rqcibidos de los tom~dores escolares u otros
niños y adolescentes de esa época.
ir--·----instituciones?--- ... l .. . . ----------··-··-·-----------~:- ....
Al respecto, un rasgo sobresaliente de las entrevistas realiza-·
das a las madres consistió en la notable ausencia ele recuerdos
1 Observamos c¡ue estas madres se han acostumbrado a vivir

infantiles. Cuando les prcgunrabamos sobre su pasado, sólo dos


1 de donaciones y en muchos c:isos parecería que esta modalidad

:;<)
'il .I;¡. ii''ii!lj. !! ·•ii i tl 111itl 11iiiH1\11~11111111Wl1IWínil1111llíl1lil111lli111iiu11111~~mw111111111@@yijwij\pijW!\tl\OO\r\tlt::tttt11:::::tt:ttrtt!
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'.,! de procuro de los alimentos· se hubiera naturalizado para ellas, EL «DESNUTRIDO ESCOLAR»
hasta el extremo de que algunas nos decían que así estaban bien, · ,'·,,
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que no sentían la necesidad de dinero. Era frecuente encontrarlas
tomando mate con su familia en horas en que los demás trabaja- Para q11e 111111i110 aprenda es 11ecesa1io q11e lo desee pero nada ni nadie p11ede oh/{~111·
ban. Esta modalidad de algunas instituciones ·que implica la a alg11ie11 a desear
beneficiencia ha llevado, a nuestro juicio, a que las mujeres de los
sectores más carenciados se sumerjan en la desidia encontrando
en la mendicidad la solución a sus problemas. Y en el barrio pare- Confundir un problema de aprendizaje «reactivo» 38 con un
1\nnie Cordic
'"
,.,ili
tti

,, .

cería que a la creciente falta d.e desempleo se la intenta enmendar, síntoma del «no aprender» es como confundir a un desnutrido •••. ij~:·
desde algunas instituciones, de este modo. con un anoréxico, alerta Alicia Fernández con una feliz compara- ,'fl,il~;..
ción. • .,, ¡,
¿Qué efectos pueden producir estas diferentes formas de · Mientras- que el desnutrido carece de la oferta de alimentos,

••'
memoria y olvidos en la subjetividad?; ¿ de qué modo la rea- el anoréxico tiene el alimento pero rehúsa comerlo porque hay un
lidad objetiva y las relaciones de producción penetran en el «atrape» en relación con un deseo inconsciente, que compromete
psiquismo? aspectos de su subjetividad que lo llevan a rechazar el alimento.

Por diferentes razones el contrato narcisista de todos los ni-


Algo similar ocurre con el no aprender. El niño con proble-
mas de aprendizaje-síntoma tamb.}én tiene un «atrape» de la
inteligencia por deseos de orden inconsciente que determinan el

f
ños de l:¡. muestra era por demás endeble: sea porque en los gru-
pos migran tes se iban debilitando- las "reierené:ias culturales que
habían «dejado» en el norte del país, sea porque en los grupos
rechazo ·del conocimiento. En cambio, el niño con pro_blemas de
aprendizaje -reactivo-pudo desear aprender, pero no se lo provryó de
•f'
marginales los ·referentes no són siempre claros, o por el torbelli=· - - ~. --situaciones-de.aprendizaje que lo.hicieran posible (Fernández, 1994). Las
f
no de las crisis identificatorias que azotaban a los nuevos pobres, razones del no aprender hay que buscar.las en el ~istema educati-
que también tenían en crisis sus propios enunciados identificatorios,
que en nada o casi nada coincidían con su vida y organización
vo o en la relación del docente con el alumno.En ·nuestra práctica
hemos encontrado que los problemas de aprendizaje «reactivos» '
f
(
familiar actual. son frecuentes en se;ctores menos carenciados socialmente que
los de los sectores cpn los que hemos trabajado en esta oportuni- f
dad. Sólo encontramos dos casos con estas características, ambos
1 (
correspondientes a 1,Familias de «nuev'os pobres».
.. .
f
·,
Cuanto más• nos1 acercamos a la franja de pobres estructurales
el fracaso escolar ª?quiere otras_ características, por lo que , cuan- t
..~.
do no se trata de ~n compromiso de la historia afectiva del niño
anterior a su entrada en la escuela; lo hemos definido como «des- .
nutridos- escolareJ»,valiéndonos de-la comparación ütilizada par-
'e
(

la autora mencionada.
(
Preferimos esta denominación que la de problemas de apren-
dizaje reactivos puesto que, en ocasiones, el niño puede llegar a l
r

quedar tan c.ks,·asrndo ·como sujeto, que, más (1uc «reaccionar», del aprender.
sucumbe ante el exceso de \'iolencia secundaria ocasionada, a Realizar un trarnmienta psicoterapéutico o psicopedagógico
,·cccs, por detreminadas formas de ejercer la función docente. en aquellos rúfíos que sufren los efectos c\cl desconocimiento del
Los problemas de aprendizaje reactin) conllevan en sí mismo trabajo con la diferencia, puede consolidar el rótulo por el cual
la posibilidad de que el niño adopte una posición defcnsi,·a frente vinieron a consulta, aunque canto el profesional como el docente
a b Yiolcncia simbólica de algunas escuelas y es lo que hemos estén imbuidos ele las mejores intenciones altruistas.
obsnYado, sobre todo en sectores que no pertenecen ;¡] de Para los desnutridos escolares proponemos un espacio peda-
«pobres estructurnles». gógico grup:11, donde el niño pueda ir re-construyendo el espa-
11
En cambio, el «desnutrí.do escolan> no puede defenclerse. Se cio de confianza da11'.ldo (necesario para el despliegue de la curio-
posiciona pasivamente, enfrentado a su propia impotencia, a su sidad y el deseo de :1prender), y '-llle a su vez, lo ayude a recuperar 1

propio frncaso que ni sic1uiern comprende. Lo que no quiere decir la autoestima perdida Los encasillamientos, los rói:ulos, no son 1

c.1ue para el ojo a,·isor, este ni11.o también denuncie al sistema pa_hbras que caen en el vacío. Producen un efecto en la subjeti\'i-
educativo en su misma renuncia al deseo de aprender, con un daj c1ue posicionan al sujeto en un determinado lugar de acuerdo
sentimiento agregado <le ,<no poden}. con lo que de él se espera. 5'1
Suele ocun:ir que estos niños son tratados por gabinetes es- Tal vez deberíamos ach·ercir sobre los efectos que pro<lucen
¡,
colares o por profesionales de la salud, pues es frecuente la deri- estos rótulos que hemos registrado en nuestro trabajo. ·
~i vación de estos niños por problemas de aprendizaje. No todos los El_ frágil psiquismo infantil, demandante de amor, no posee la
t: profcsi<?nalcs están alertas a las diferencias entre los tipos de pro- fuerza suficiente para sobreponerse a los efectos no deseados que
. -

~: blemas de aptendizaje que existen.· pueden producir estos rótulos, tan ligados a representaciones so-
·- Effmuchas ocasiones estos niños han llegado con el diagóstico ciales históricamente construidas, transmitidas de generación en
1: -hecho-rótulo de deficientes mentales.Nada más alejado-de lo que-..- - -gehcúicióri--iCfrm-és -¡kfas--p-rácticás-· docentes y la de los profesio-
lli les ocurre.
'', nales de la salud.
,c(1 Sirva el siguiente párrafo para reflexionar sobre los diagnosti- ¡La clínica está plagada Je estos casos y las bcuelas especia-
,.: cas/rótulos: les también!
~'
' Ptmz el nino que mibe la etiqueta de «e1fer/llO>!Se ponen en 1/Jczrcha todos Si la escuela, p~r intermedio, del docente, le prepara al ni11.o

~:, los mecanismos de la cttración )' de la rehabilitación. Para él hqJ bochornos)'


1
un lugar que no ei ·simbólico, un lugar vacío en el que el niño

·~ ,\
comparaciones sistemáticas CO!l los que son <<C0/710 aebe sem. Para él he!)'
gabinetes psiropeda'-~ogicos, psicológicos; midicos., fó11ocz11diólogós, grczdos espe-
cialt:.r, escuelas áifae11ciales. Esta agresión sistei11cítica a s11 a11toesti111a., este
pueda advenir, sino' que está <iSaturndo» con su propio imaginario,
al ni11.o no le queda otra opción que ocupar ese lugar, y en ese
caso, al igual que la demanda aplastant:e Je una madre, no hay
socammiwto narcút'.rtico por la distancia qm se impone entre lo que el 11i;io es, lugar para que su c_~eseo de aprender emprenda una búsqueda acti-
s11s habilidades, _y lo qne dr /I se espera, 110 es 1111a mestit511 teó1ica: es mestión va de lo nm·edoso.
de áda o m11erte. Ouan Carlos Volnovich, extraído de «La ln_tcligen-
1 \ •

Observamos, 4clemás, que algunos niños, de los que denomi-


. ~ - - - Eiá--=-Afr-npada»de-A-:--Fernfodez)·---·-----·-·--·- · namos desnutridos escolares, eran derivados a escuelas especia-
Los problemas de aprendizaje necesitan tratamientcJ cuando t les. Al encontrarse en estas instituciones, rode¡1dos de niños con
hay una historia afectiva im·olucrada que cristnliza los sentidos patologías diversas y graves, etiologías tan diferentes a las suyas,
"1:
''¡
.
el efecto que solla producirse en estos era el de perder la posibi- ciones bien constituidas, al momento de efectuarse el pasaje de lo
lidad de re-encontrase con su deseo de aprender 40 , y en algunas familiar a Jo extra-familiar, pasaje que no necesariamente implica
ocasiones se sumaba la corroboración , por parte de algún docen- demasiadas dificultades.
te, del sentimiento de «no poder», hecho carne en los pequeños La constitución de su aparato psíquico sL1frió los mismos ava-
,tJj niños, cuando aquel no trabajaba con las diferencias. tares que los de cualquier otro niño, por lo que su subjetividad
i puede estar o no comprometida afectivamente. Vale decir que en
Cuando la institución escolar «expL1lsa» a los niños que rotula
-~, como «no aptos para esa escuela» por «falta de inteligencia» cues- algunos casos es probable que necesiten una psicoterapia que nun-
tiona la herramienta esencial de la cual puede valerse un niño para ca tendrá como única causa su fracaso escolar.
aprender: la inteligencia misma. Poco a poco los niños «no aptos», El niño deficiente mental tiene una particular construcción
con frecuencia, recurren a la escuela especial donde suelen termi- de sus estructuras cognitivas caracterizadas por contaminaciones
nar_ asumiendo el rótulo asignado, cuando no desertan. entre unas y otras, que nunca terminan de cerrar bien para dar
Y ocurre que los padres de estos niños marginados, acostum- paso a las_ siguientes, sino que están ocluidas, lo que torna a SL1
brados a que lo de ellos no vale, justifican lo que se hace con sus pensamientQ viscoso (Inhelder, 1963).
hijos porque también ellos lo consideran al «no poder» como «un · . Desde el punto de vista de la subjetividad, éstos últimos pue-
estado naturab a su condición· de marginados, ¿acaso ellos mismos den montar estructuras psíquicas diferentes sobre una deficiencia
no son unos «burros» que también fracasaron en la escuela?; algu- con compromiso orgánico, ya sea que se trate de una psicosis, de
nos padres hasta llegan a pensar que se trata d_e algo genético. Es una debilidad mental, o de alguna estructura entre la psicosis y la
i
dificil que cuestionen a la institución, pues la consideran como neurosis.
:1 . algo inaccesible que se encuentra por encima de ellos y si~ r~s- Otras confusiones de diagnósticos con el niño -<<desnutrido •

-pónsabilidid--algu'iia- 'de las-. miserias propias y el fracaso de sus
hijos. ·· ---·-· ---- -· ·
escolar» lo constituyen las inhibiciones cognitivas generalizadas
correspondientes a fobias. Los ·síntomas fóbicos (e0 nuestro caso


'.1 --- - - --

nos interesan los relacionados con el conocimiento) se vinculan a


.,1!
Solíamos interrogar a los padres sobre las probables causas
del fracaso de sus hijos y era sorprendente escuchar una y otra factores histórico-afectivos con restricciones en el área del cono- •
vez respuestas similares a la siguiente: cimiento.
En cambio las Jnh.ibiciones cognitivas de estos niños no obe-

«La escuela hace lo que puede, pero a él (por su hijo) no Je da
la cabeza,. ¡qué se Je va a hacer!, será como yo que no pude termi- decen a transaccionei pu1siona1es con conflictos intrapsíquicos, '
nar el tercer grado» . características éstas que pertenecen a los síntomas, sino que más '
El desnutrido escolar tiene características totalmente diferen- bi~n parece tratarse d1e inhibiciones co~ un histórico empobreci- '
t
tes al deficiente mental y a cualquier ~tra psicopatología. 41 miento intelec~ual ;
Al respecto, cita~é un párrafo de Pierre Bourdieu, (1987) que f
Se trata de un niño que, si el repliegue del YO n6 ha sido
demasiado grande y sobre todo, si no viene de larga data, sus me parece ilustrativo; de ]as estrechas imbrincaciones que existen (

estructuras cognitivas no se encuentran dañadas ni faltan cons- entre la construccióq de funciones 'y el grupo social de pertenen- (
1'
--trüí:t6tfas como en algünosriiños'cc:friofricláse de problemas de cia:
t
1.., aprendizaje. · existen en el mundo social 111is1110, y no solamente en los sistemas simbó-
(
Su curiosidad y deseo de aprender están presentes como fon- licos, lengttaje, 111ito, etc., estntc!ttras ol¿jetivas independientes de la conciencia y
l

de !t1 voluntad de los agentes que son capaces de otientar.o de coaccionar sus Los desnutridos escolares son niños que llegan a la consulta
prácticas o sJts representaciones. Y más adelante agrega: Qttiero decir que con un sentimiento de desesperanza, de pérdida de confianza en
h,!J una génesis social de una parte de los esquemas de percepción, de pensa- el otro, de derrota, ·que impacta contratransferencialmente por la
miento y de acción que son constitutivos de lo qm llamamos habitus, y p_or falta de demanda. Es común que se torne tediosa la entrevista en
otra parte, estmctural,·y en particular de lo que llam9 campo y grupos, espe- caso de que tengan una inhibición cognitiva generalizada o, en
cialmente de lo que se llama generalmente las clases sociales. casos más graves aún, de repliegue narcisístico. Se necesitará en-
Otras veces, el desnutrido escolar se confunde con el tras- tablar lazos que reinstauren la confianza para «descubrir» cuánto
torno, cuadro que, a su vez, puede confundirse con deficiencia sufrimiento psíquico se esconde detrás de la desconfianza que
mental, porque el niño con esta patología suele funcionar como manifiestan.
deficiente mental. ·
La experiencia escolar ha sido tan frustrante que resalta en
Es importante pensar en este error diagnóstico, porque cuan- ellos la sur.ni~ión propia del resignado. Dicha sumisión se vincula
do hacemos mención del trastorno estamos hablaádo de una pat~- con una posición pasiva y de extrema dependencia de la mirada de
logía grave, que cada vez es más frecuente. aprobación del otro. En ocasiones pueden aparentar indiferencia,
En éstos, la debilidad tiene carácter de cierta globalidad, que la diferen- pero rápidamente queda al desnudo el terror que nubla sus mira-
cia de ttn, síntoma. Pero no hC!)I globalidad de lo sttqjetivo; el nziio con un das. II¡
trastorno no es, enprincipio, todo trastorno. Lo tiene, pero no lo es (Rodulfo, Estos niños son los desahuciados de la cultura hegemónica, · i
1995).
en quienes recae todo el peso de los procedimientos que utiliza la
Tal vez lo que más se ajuste a la definici6n de esta patología so~ie~~~ -~uandc:> margina, ~ori__ curriculas que obviamente no fue-
sea la siguiente característica resaltada por este autor: ... la globalidad - ron preparadas para ellos.
de la represión se revela como represión global de la fimáón imaginaria. A veús-1os s-orp~endíamos--v1vaces, cuÍ:1osos, traviesos fuera
___ L?s r:i:iñs:,s_ ~.lo!> que.nos referimos tienen-vivencias de desam~----_--'; ---·-a.ena·escüela·a· dffdrspeñKai:ió-donde lós asistíamos. Sin-embargo,
paro y abandono que se remontan a la infanc;ia temprana y que han en la escuela sus caritas se transformaban adoptan~o una rigidez
sido reactivadas como consecuencia del fracaso en sus primeras •. . .
inexpresiva
incursiones en la escuela, cada vez que la integridad de. su YO se · -::;; Cuando venían al dispensario, solían aferrarse a la mano de
vio amenazada; cada vez que su deseo de construir su propio sus madres, y hasta erf común que entraran a la sala escondidos
pensamiento se vio amenazado.
detrás de la falda de ~stas
1
con las cabezas «gachas». Se sentaban,
El seguimiento de sus histo1ias ha mostrado que se trata de no en lo que era una silla cualquiera, sipo en lo que parecía ser el
':;;.
niños curiosos que ingresaron a la escuela con deseos de apren- ~
banquillo de los acu~ados. Nos preguntabámos si se sentían en
der, capaces de organizar escenas lúdié'as con despliegue imagina- ]
J •. falta y, si era así;.de qué faltas se trataba.
tivo, a diferencia de los niños deficientes mentales que se encuen~ .
tran in:posibilitados de tales maniobras psíquicas, según sostiene r -~
Cuando les ofre~íamos material para trabajar adoptaban la
«pose» de niños obe~i~~tes y sumisos que rápidame~te dibujaban
Baraldi (1996). N? ~ay indicios para pen~ar que tu~ieran conflic~ _ _j una casita con un ar~oµto ~~nven2ional, evitando pon~r en evi-
tos con el aprend1za¡e antes de comenzar su. escolandad, como s1 ·:4 dencia algo oesu su~¡etivicla~l-:Tapooreza simbólica e 1mag10at1va
encontramos en los probl~ma de aprendizaje ocasionados por sín- .] de sus producciones eran, frecuentemente, lo q~e más llamaba
tomas neuróticos o en el trastorno. i~
nuestra atención. Si los interrogabamos, nada decían. Todo en ellos

66 r~
(

••
: 1
1
1
hacía presumir una fachada defensiva, y es comprensible que ésto
sucediera ya que no esperaban nada diferente del otro que los
ayudara.
o tratándose de culturas diferentes, el fracaso se ongtne por una
suerte de «corto-circuito» que se produce entre los sistemas del
pensamiento del niño diferentes a los de la institución, como así
•( 1
( 1
1
Sólo venían a cumplir con la derivación que la escuela reali- también entre los valores, las normas, las costumbres, los lengua-
( 1
1 zaba, con desconfianza, con el mismo terror con que abrían sus
boquitas para que el odontólogo les saque la muela enferma, más
preocupados por el dolor que por la muela. Pero con nosotros era
jes con códigos diversos, en contextos en que lo prohibido y lo
permitido para unos y otros también son diferentes.
Por ejemplo, una de las primeras demandas de intervención
; 1
·i
'j
más grave aún, pues no se sentían enfermos, no esperaban que les de una escuela , apenas comenzado el ciclo· lectivo, se relacionó ( 1
11 «quitásemos» su dolencia. Estflban resignados a que ellos ha- con los «severos problemas de conducta» de un primer grado. Las
:1
rr
1
[: bían intentado aprender y no habían podido. quejas parecían obedecer a «una cuestión de espacio», pues las
;
;I
En efecto, rio pudieron continuar con el proceso de constitu-
ción social que la escuela, en· ciertas condiciones, puede fovore-
docentes se quejaban de que eran niños «hiperkinéticos» -así los
-rotulaban- qt.1e. no prestaban atención «ni por un minuto», que ;1
~ 1
cer. · .. eran «inmaduros» para u1;,p,rimer grado, que se tiraban con objetos
Haremos una disgresión que favorecerá la lectura de las ca- pero que «incomprensiblemente» (para ellas) el niño supuesta-
iii
racterísticas del desnutrido escolar: nosotros sostenemos que la rpente agredido no se enojaba. Recogimos lo de «incomprensible- ( 1
escuela (en determinadas condiciones) puede ofrecer al niño una . mente», y luego de varias .~ntrevistas y recorridas por el barrio, e I
calidad de representaciones sociales diferentes a las representa- .
ciones uti).izadas en las primeras identificaciones que el niño reali-
comprendimos que la reducción del espacio áulico dificultaba la
labor docente, ya que todo indicaba que la representación del
t I
za con su grupo social de pertenencia y con las imagos parentales. -espacio. de los niños pequeños era-muy otra que la que se espera- t
Aquéllas, propuestas sin exceso de violencia secundaria, son cons- . -.. -c_ba·de ellos pará:-que el).pr~iidizajé éscolar «tiivieiá lugárn. En sus (
--titutivas del sujeto social (este tema lo desarrollaremos más adelante). casillas de una-sola habitación donde habitaban, la familia perma~ (
Más arriba hemos trabajado la importancia que tiene la calidad necía dentro para aquellas_ ·actividades que realizaba_n en común·
de lo que se recibe por parte del otro para la constitución del
sujeto social y del pensamiento, en el pasaje de lo familiar a lo
como comer, d.ormir, mirar televisión, etc. El resto del tiempo los
_ niños jugaban en la calle o plazas vecinas, pues, lógicamente, sería
,
(

extra-familiar, de por sí dificultoso para todo niño. imposible, que todos los miembros de la familia deplegaran sus f
Se trata de niños en los que se ha diluido la pulsión de domi- actividades en un esp~cio tan reducido. t
!
:JU! nio transformada en poder y en deseo de aprender. Ocurría que cuarldo estos niños i_ngresaba~ a la escuela les (
Estos niños de sectores carenciados .· han deseado constituirse resultaba absolutame.q.i:e imposible mantenerse quietos en un ban-
(
como sujetos sociales é, identificados con los ideales de sus pa- co durante un tie,m:po; prolongado, como así tampoco podían recu-
dres, habían depositado sus expectativas. en la escuela para que rrir. exdusivamente al lenguaje oral para comunicarse, pues man- (
ello sucediera.
·.:...
~~ •. tenían fundamentalmente un lenguaje de cUerpo ~ cuerpo que, e
1,
Contaban con el deseo de investigar y con la posibilidad de realizar siendo lo habitual en;ellos, eran interpretados por la esc~da como
trabcy'os sublimatorios de la p11lsión cuando comenzaron la escuela, a diferén- J
-:l:.

~
- -·actos· agresivos:- --------~---~----- ----·---··
(
(
cia de muchos de los niiios con otros tipos de problemas de aprendizqje. 1 Con el tiempo se nos fue revelando como una realidad dura e
i (
Pero suele ocurrir que, sobre todo en estos sectores sociales . impactante la desventaja que tenían estos niños con respecto
(

'
a los de otros sectores sociales, por las diferencias entre el narse con los adultos, de interactuar con determinados o1!Jetos )' de enunciar _
lenguaje y los modos de comunicación que poseían y los es- anhelos.
perados por la escuela. Este guardaba una desproporción enor-
me con el esperado por la curricula y más aún, con el que algunas Se les imponía ¡<silencio» cada vez que el niño, en un intento
docentes exigían. Podemos comprender el agravamiento de los de apropiarse de los objetos culturales, decía en voz alta sus ocu-
efectos que produce la violencia simbólica de la escuela, esta vez, rrencias. Estas ocurrencias no tenían la intención de «perturbarn
desde la imposición de un lenguaje diferente al de los ninos. el orden de la clase, como pensaban los docentes, sino que se
Hemos extraído un párrafo de Bajtín (1980) que pone en rele- trataban de autorreferencias 42 necesarias para proyectar en aque-
vancia la estrecha relación que ~xiste entre la situación social y la \•· llo desconocido «algo» de «lo suyo».
comunicación verbal, cuya desestimación contribuye a la produc- En «El Aula Compartida. Una experiencia con maestros de
ción de desnutridos escolares: zonas carenciadas de la ciudad de Rosario», basado en una expe-
riencia llevada a cabo en la Municipalidad de Rosario, escribimos:
Hasta la comunicación verbal no es sino una de las innumerables fot7nas En muchos de los discursos de las docentes subyace la idea
del desarrollo -de formación- de la comunidad social en la que se realiza la de que el pobrísimó rendimiento de sus alumnos, su apl_astante
interaéción verbal entre personas que viven una vida social Por eso, sería una apatía y desinterés con que se posicionaban frente a lo nuevo,
tarea desesperada intentar comprender la construcción de las enunciaciones, que encontraban sus causas naturales en factores que «seguramente»
forman la comunidad verbal sin tener presente a ninguno. de sus vínculos 'con la había que buscarlos por fuera de la institución, tal vez en el seno
efectiva situa~ón social que las provoca. mismo de la familia de estos niños. Curiosamente solían contra-
decirse en los talleres de sensibilidad, donde se retrabajábari las
· -·Otro-aspecto a- tener en cuenta en relación a los efectos qUe -.._~xperiencias con las docentes y algunas se acusaban ellas mismas
- su desestimación puede producir en el niño- de-la escuela es ·el ·· de ser las responsables del fracaso de sus alumnos argumentando
11
planteado por Silvia Schlemenson (1995) en el párrafo siguiente: que no disponían de «herramientas» para enfrentar las durísimas
1
condiciones sociales de sus alumnos; se sentían impótentes.
El grupo histórico-cultural de pertenencia del niño cumple una fimción Pensar en un «estado de cosas» es pensar en la resignación y
refirencial identificaton·a que acttia como ~je regulador para la asimilación la desesperanza como ú/1ícos acompanantes, como sí se tratara de
posible de lo nuevo J' lo diferente. algo fijo, inmutable, inqapaz de ser iran formado, como. si hubiera
un vaticinio pronosticddor de <<la suerte. está echada».
Nos preguntamos entonces ¿cómo }adían estos niños asimi- En las observa.ciopes de clase pudimos advertir; en sus ini-
lar lo diferente, siendo que lo que observábamos eh ciertas pro- cios, que los níño.s ·pr<:)Venientes de sectores muy carenciados, en
puestas escolares resultaba «tan excésivamente» diferente de lo su mayoría tenían inhfbiciones intelectuales, con una autoestima
que ellos «traían» de su casa, de su mundo, de su cultura de ori- muy baja, falta de cu!riosidad y de deseo por la ad_quisición de .
gen.? novedades y un gran ~ufrimiento psíquico que, en algunos, había
1 -
----------Nos-viene-a-la-memoria-otra ·cita·de· la misma ·autóra: ocasionado desgarros ;narcisisticos importantes.
Las docentes, desvalorizadas socialemente al igual que los
Según la clase social a. la que pertenezca el niño será el modo de relacio- padres de los niños, también tenían una autoesti~a de su profe-

' ~--····- ~~--· --.·~-·'" --· - ..,,.,... 71


¡¡;,¡

s1on deteriorada, sus ideales y sus proyecto.s de vida, habían su- NO OBS'TANTE LA ESCUELA PUEDE ...
cumbido bajo esta suerte de anomia social de descensos abruptos
e
ti.· en la escala social y de la impotencia que genera el desfallecimiento
rl~ de la ley la corrupción y el borramiento del Estado en relación
e
con las escuelas. e
Ellas también eran víctimas sociales, sólo que creían que es- (

1~, tas cosas les ocurrían por propia ineptitud, se sentían culpables
del fracaso de su enseñanza.
Habían quedado, sin ser cqncientes de ello, relegadas y reple-
gadas, a un aula plena de miserias humanas.
Coincidimos con los desarrollos teóricos de Silvia Schlemenson
(1996) que realzan las posibilidades de la esc.uela con respecto de
la constitución psíquica.
En efecto, el proceso de constitución de una relativa autono-
(

(
(
e

mía dei pesamiento podría verse reforzado y afianzado por la es-


(
cuela.
Para que ést0 sea posible la escuela tiene la posibilidad de ser (
un sostén ordenador qt1e·circ11nda al pensamiento a la vez q11e le efrece (
un espacio de autonomía que lo potencia. (S. Schlemenson, 1996). (
La escuela o(rece un marco de legalidad diferente al de la (
familia. Junto con la regulación de las relaciones entre sus alum-
(
nos, haciendo. que se escuchen, que hablen de a uno pe>r vez, etc.,
el docente c?ntribuye a que el niño se apropie de un lugar desde (
·\._el cual se espera algo de él. Este lugar resulta de las identificaciones (
-- --entre las rélációriés- eón sus 'pares' y 'eón algüi1os :aspéci:ó's del (
docente; 'lo que redundará en el potencial del. pensamiento,
(
enriqueciéndolo. '
(
La calidad de estas identificaciones se apoya en ideales nue-
vos, diferentes a fas identificaciones habidas antes del ingreso a la (
escuela, por lo que s.e vuelven estructuran.tes para el pensa- f
n:iiento y para la incipiente constr.ucción de un proyecto (
identificatorio. Entre ·estas dos construcciones se ensamblan vie-
jas y nuevas identificaciones que transforman la posición subjeti- t
va del sujeto. , (
La escuela, corrío primer organizador social,.puede cum- (
plir una función esttucturante e identificante, que si_se ejerce (
--,------·----------··-·-----·- --·· - -·· ·- .. -
!.!t adecuadamente, contribuye a la construcción de un pensa- (
.. Ir'i miento que puja por ser autónomo.
(
j
lj
Cuando el niño se apropia de ese lugar simbólico que la es-
(
f
u.s..f. !fiiWM hJJ) j liS!ilJl!iid!J!IJ !!i!JJJJJJ)!! jJJ)J! JJ iuti AJ Jt j 4fih$P!!J Ukt U! JUttXUMIZJNAIII.P.Mii"""'fijMMPM!ihiiiilbffihAfffWffiM"""'IP*utffllí+MMfAfW'J'"""""'n,~m1w,,n,. .. ,,,,,,,,

cuela le prepara, queda sujetado a las normativas institucionales, a compañeros pero, «inexplicablemente» -según contaba su maes-
lo permitido y a lo prohibido. tra- cuando dejó de hablarle t:1mbién dejó de aprender.
El ni110 desea aprender, desea ser incorporado y aceptado por Marcelo fue detivado a consulta psicológica por la
la institución, deseos estos que lo impulsan a lb nuevo, ayudándo- fonoaudióloga, quien lo atendía desde hacía unos meses porque
lo, a su vez, a separarse de su familia. Es un niño ávido de nove- las características de su habla recordaban a aquel de las películas
dades, inquieto y curioso en la búsqueda de lo diferente. Desea de far west que se atribuía a los indios.
intensamente proseguir constituyéndose como sujeto social con Transcurrido un cierto tiempo de trabajo en un grupo de ni-
un proyecto identificatorio que le permita aspirar a un pensamien- ños con problemas de aprendizaje en el que fue incluido, empezó
to propio, encontrando en la ~scuela el soporte propicio para la a recobrar la confianza sí mismo y se volvió más participativo.
consecución de sus deseos. En una ocasión en que los niños del grupo se encontraban
La función docente ejercida al interior de la institución-es- comentando la ubicación del baño -si éste se encontraba dentro o
cuela, connota una violencia simbólica, porque a través del len- fuera de sus respécuvas viviendas- Marcelo, con voz firme y sos-
guaje y de la normativa institucional, como aspectos más relevan- tenida dijo: «hay diferentes materiales con que se pueden cons-
tes, se entromete43 en el psiquismo en constitución del niño, truir las casas. Pueden ser de_ lata, cartón, madera o de cajitas» (no
estructurándolo. mencionó las de ladrillos, lo que es muy significativo porque su
Sin embargo, si la violencia es excesiva, puede cobrar un padre trabajaba en un horno de ladrillos).
carácter desestructurante de todos los proce_sos psíquicos que Contó que su papá había juntado ·Y vaciado las cajitas que se
en el nin.o se vienen realizando, produciendo «desnutridos encontraban tiradas y amontonadas en una «montañita cerca del
escolares». -cementerio, :{con ellas- había construido ia casilla en la que vivía
con su. familia»,. utíli:Eáúdofa_s _como -si fuéi:an ladi:iilos.
En muchas ocasiones en que la escuela no-respetad ori- · ---·- - - -- ------Llegado a este-punto, Marcelo-asoció un episodio ·escolar re:.:-· -
gen sociocultural de los niños, desvalorizando sus modismos, ferido a una lámina de un confortable líving- C?medor que su
sus costumbres, sus creencias, sus valores, o simplemente des- maestra les había pedido que_ describieran verbalmente. A conti-
conociéndolos, imponiendo un lenguaje, incurre en un exce- nt1ación les había solicitado que escribieran en sus cuadernos la
so de violencia simbólica. siguiente frase que délbían1
completar: «La casa en que vivo es ... »
. Marcelo no sabí~ por qué no quería hablarle a su docente,
Este exceso de violencia puede producir el aniquilamiento pero aseguraba a su: madre, con conyicción, que su maestra era
del sujeto. Aniquilamiento no significa,,rnuerte, sino anulación del mala y fea. ¡
sujeto deseante. Preguntamqs ·a ~u mamá qué eran «las cajitas» que menciona-
i
Citaremos un ejemplo: L ba su hijo, y así fu~- como nos. enteramos que las cajitas eran
....:?:
Se trata de un niño llamado Marcelo(6) que repitió primer -~
acumuladores de autos.
!
·:# 1
grado.
1 - - - ·-
Varios meses antes de terminar el año lectivo tomó una deci- · --- Podríamt)S -supdnet qu-é expeiienciasoe--1a-cot:1diañiaaa-esco-
sión contundente: dejar de hablarle a su maestra. lar como éstas fueron altamente desestructurantes para el niño
Hasta ese entonces, Marcelo había aprendido a la par de sus que recién comenzaba su escolaridad. Desbordado de angustia y
; .,
.'.~

,- •1
1 con vivencias de desamparo, en un ámbito desconocido por él, es familia se forma cuando se tiene a alguien que nos quiera».

probable que Marcelo haya hecho una regresión a etapas de su
vida que le brindaban mayor seguridad a su YO, ahora amenazado,
El trabajo con el niño diferente (de contextos sociales críti-
cos) impone la necesidad de conocer su barrio y su «subcultura», •f
y tal vez por eso hablaba como los niños pequeños. además de un descentramiento de los valores del profesional y
e
Había desarrollado una desconfianza enorme. hacia le escue- una concienzuda reflexión acerca de sus propias representaciones
la. sociales, para que las mismas no obstaculicen el ejercicio de la e
Como no se trataba de un compromiso de las estructuras práctica, sea ésta docente o aquella relacionada con el campo de la f
cognitivas ni de su historia afectiva temprana, cuando pudo unir salud. e
su imagen pasada con la actual, _que habían quedado desarticula- La inclusión de estos conocimientos al trabajo con estos ni- f
das, armó una imagen uni.icada de si mismo, que rápidamente ños provee de herramientas sumamente operativas que ayudan a
lo lanzó nuevamente al interés por la búsqueda activa del conoci- un cambio de posicionamiento inaugurando un espacio de escu- •
miento. cha diferente al que -se suele 1mplementar. Esta escucha se centra, •
El fracaso produce movimientps desabjetivantes· qy~ a· fundamentalmente, en la escucha de las cosas dichas por los ni-

medida que los niños reinciden, va socavando las identificaciones efectua-
das produciendo, en algunos, sentimientos de extrañeza. En estos
ños, aunque parezcan no estar vinculadas al tema en cue~tión, a
las ocurrencias espontáneas que habitualmente consisten en aso-
•f
casos puede ocu:i:rir que nada de la escuela .les sea familiar y su ciaciones referidas a aspectos de su vida cotidiana.
f
identidad se encuentra vulnerada. Luego de reiteradas experien- Dichas autorreferencias (que así se denominan· y que fueran
(
cias frustrantes, no hallan en la escuela aspectos significativos con definidas más arriba) cumplen la función de ligamen, de unión
los cuales identificarse. Todo les resulta «demasiadm> dífer"ente, entre ese objeto desconücido que se le presenta al niño y lo cono- f
no pueden reconocerse en las propuestas de _la escuela. --.,~ido, entre lo que le es <<exfranjeio>> a su Yo,-vinculado· a .SUS f
--- Comparemos la actitud de la maestra de Mar-celo con .otra <p;ie . ·referencias de origen,· y lo «familiarn; entre un cierto extrañamien- f
intenta trabajar el concepto de «familia» desde la cotidianidad de to de la imagen de sí mismo frente a lo desconocido y la imagen
f
sus alumnos de sectores socialmente carenciados. construida desde la cual se reconoce, identificaciones mediantes,
Les muestra una lámina con muchos dibujos. Cadi uno. de entre una legalidad (que contextualiza ei contenido nuevo) que se f
ellos representa una escena en la que se observan unos padres le impone y la ejercida en su familia y en su grupo social de t
con sus hijos, una abuela y su nieta, vecinos y niños, el padre de pertenencia. 1

un niño con éste y su «nueva esposa», la madre con· su hijo, su


nuevo marido y sus nuevos hermanos.
Las· autorreferencils, en tanto proyectan aspectos del YO en
los objetos a conocer,, evitan que estos caigan en el vacío o sean
'
f

Los dibujos son fácilmente identificables porque tienen un rechazados por su. gra~fo de heterogeneidad con el YO.
·f
cartel que indica quiénes son. Esto generó en los niños una curio- Son la «materia pr~ma» sobre la que sé metaboliza lo nuevo; si f
sidad enorme y los motivó para que se involucraran ·activamente por alguna razón estas1 ocurrencias <".spontáneas se las desestimá o (
en la. tarea. se acallan una y otra ~ez, el niño puede ver amenaza.da su identi- :(
Esta modalidad de trabajo resultó muy movilizadora y permi- dad. . ···- ,--·--··-- _ _!________________ - ....... --------·- ·
~ (
tió a los niños re-encontrarse en alguno de los modelos propues- La escucha de estas autorreferencias realza la autoestima de
tos y recuperarse en las siguientes palabras de la docente: «la los niños sujetos y se tornan más importantes aú~, si pensamos
~
(

_.
!!!l!lfh. IHS id hh J i Ud di :0 i b2 HUI ! h IJi 11 1AAMIIIAl#iAti 14MO: 1:u;:11ww..1,11,w¡;;--"""""""'"""""'~'"""'""'""""''~'·-......... ···-....

entusiasmo. (extraído del material recogido en la investigación pu-


que son niños que han visto padecer sus padres el «maltrato» y a blicada en «El Aula Compartida»).
desvalorización que la sociedad les ha dado y que ellos asumen
como propia internalizando los juicios valorativos que la escuela y Ejemplo No 244 : Se trata de una niña que vive en condicio-
otros sectores sociales promueven, identificándose con ellos. nes de pobreza extremas.
Daré dos ejemplos que ilustran la magnitud- de la autoestima Un día en que la madre de la niña había concurrido al dispen-
empobrecida que tenían estos niños y cómo puede una maestra sario acompañada d_e su hija, la enfermera tomó la mano de la niña
colaborar para afianzarla: y le dijo a la mujer que se la iba llevar a la pedagoga que estaba
atendiendo «para ver si puede aprender algo». La mujer asintió y
Ejemplo No 1: En una oca.sión en que una docente intentaba
acompañó a su hija al consultorio.
trabajar con «la cultura de origen» de los niños, se produjo el La mamá de Silvia (8) refirió no saber leer ni escribir. Tenía
siguiente diálogo cuando ésta les mostró láminas con diferentes ocho hijos. Con respecto a la niña dijo: «No quiere saber nada, se
oficios: ..... - .
empaca y agacha la cabeza y eso no me gusta, no quiero que
Docente: -¿Cómo se llama el hombre del carro? agache la cabeza como yo». «:'-.le ayuda a limpiar, barre el patio,
Alumno.: -Basurero. lava los platos». Cuenta que Silvia hace tres años que concurre a
Docerite: -No hace falta que sea basurero. la escuela. Tampoco sabe leer ni escribir, le gusta dibujar.
Otro Alumno: -Villero. Silvia contesta solamente con gestos «sí» o «no» cuando es :r11
Docente: -¿Qué otro nombre tiene el hombre del carro? ;1'

interrogada por la docente.


Alumn.o.: -¡Yo sé, seño! (en tono alto, puesto que antes lo Esta le hace algunas preguntas ( nombre del padre, de los
había ºdicho--y" no hubo coi:nerÍtarios -por parte de la docente), se 11
llama villero. --- -- -- ---- ---- -- --------- - ----- - -- - ·· . __hermanos, etc) que la niña no sabe conte~tar.
· Transtutrido ünüs rninufos Silvia comienza_a_h.ablar:-·
- --Docente~-=¡No! es un ·-trabajo:- Cuando· los senores van en el Docente: ¿Trabaja tu papá?
carro al atardecer y vuelven lleno de ... ¿qué es lo que llevan?
Silvia: Si
Alumna.: ¡Porquería! _ Docente: ¿Dónde trabaja?
Docente: -No es porquería porque la venden y compran la
Silvia: Con un horr;ibre.
comida para sus hijos. Docente: ¿Dónde?1
Un alumno se para y lee el cartel de la lámina con dificultad y
Silvia: En el horno
ayudado por los otros, dice: «En el carro venden cartón y ganan Docente: Ah! ¿Q~é hace en el horno?
plata». " Silvia: Adobe. ·
Docente: -¡Muy bien! ¿Vieron que-'no era basurero? ¡El señor
Docente: ¿Para qué es el adobe?
la vende y con eso mantiene a su familia porque le pagan!. Silvia: Para el horpo.
Docente: No enti~ndo bien, ¿al 'adobe lo ponen en el horno?
Silvia levanta los hombros (gesto de no saber)
- La clase-cobra un nüe~6g1ro~ l~s runos mtentan·-escribír-los Docente: ¿Cómo se llama lo que sacan del ho_rno?
'I oficios de sus pad~e-s. Llaman a coro a la maestra para que vea lo
Silvia repite el gesto anterior
~ que han escrito en sus cuadernos. Se obsérvá qlle trabajan con
1

1 - - - - - - - - - - - - - ~ ~ - - ~ . , . . . . , . , . , , .. ,-r,1T;r11•1'1tl"'l.....,....,..,.,~ ..... ,T'"""""''~~..,...,., ...... ,~, •.•


~~~~------------------------------------------------------..,¡¡illlllil~
1.
e
f
Docente: Te pregunto esto porque cuando vengo para acá Continuamos con el pensamiento de Piera Aulagnier, quien 'f
paso cerca de un horno, tal vez pueda ser el que trabaja tu papá y sostiene que: f
veo un cartel que dice «Se venden ladrillos». El discurso del conjunto (del grupo social de referencia), le (
Silvia: ¡Ah! Ladrillos, sí. ofrece al sujeto una CERTEZA acerca de su origen, necesaria (
Docente: ¿Para qué sirven los ladrillos?. para que la dimensión histórica sea retroactivamente proyectable
f
Silvia: Para vender sobre su pasado, cuya referencia no permitirá ya que el saber
(
Docente: ¿Qué hace la gente con los ladrillos? materno o paterno sea'1]n garante exhaustivo y suficiente.
Silvia: Plata. El acceso a una historicidad es un factor esencial en elproceso identiftcatorio, (

Docente: ¿Y qué hará con l~s ladrillos el que los compra? es indispensable para qt1e e/YO alcance el umbral de autonomía exigido para (
Silvia: Hacen casas. st1 funcionamiento. (1984) (
Docente: ¡Mirá qué bien!. .. ¡Qué importante que con los la-
(
drillos que fabrica tu-papá otra gente se haga casas! ¿y qué más me El acceso a una historicida_d, posi'bilidad que brindan las
podés contar del trabajo del horno? autorreferencias, seria el punto de partida inicial sobre el cual se (

Silvia dice que hay un pisadero, que los caballos pisan el pueden ir desplazando, progresivamente, nuevos objetos_ de la f
barro con sus patas.La docente prepara unas tarjetas e invita a la cultura. (
niña a dibujar en ellas. Cuando termina sus dibujos los acomoda y Contaba un maestro que un niño toba escribió en el pizarrón: '(
la docente le pide que le cuente qué hizo en cada una de las «no sé leer, pero estoy orgulloso de ser toba». 45
(
tarjetas. Silvi.a dice: Y este es. el otro aspecto que quisiéramos resaltar por su
«PLATA»; para tener animales. importancia, en los momentos iniciales de la escolaridad. de los e
«EL CABALLO»:.: pisa--el barro. - ~ños diferentes, no importa si pertenecen a una cultura· diferente (
- --«EL--ADOBE»,.-. se-prende.- - -- - o·a una «subcultura>r. -----····
t
« EL HORJ."JO» de ladrillos Hemos observado a través del seguimiento de algunos niños,
« YO» vivo en el horno. que cuando iniciaban el apr~ndizaje de la lengua escrita: y oral, ma-
t
(
Docente: ¡Qué bien!, ¿y si-tomo una de las tarjetas y me decís nifestaban un cierto temor a traicionar a su grupo de pertenencia y a
algo? sus padres. Es probable ~µe exista un sentimiento de traición vincu- t
Silvia toma la tarjeta que dice LADRILLO y dice: «SE VEN- lado a fantasías con respecto a la adquisición de «lo nuevo» que f
DE LADRILLO» puede ser sentido como 1una renuncia o u;1 cuestior{amiento al dis-
f
Docente: ¡Bien! ¿y si hacemos un ca~tel con lo que dijiste? curso de su grupo de p~rtenencia, o sea, a las certezas de origen.
Silvia copia el cartel con francas muestras de entusiasmo. Cuan- No es nuestrajnteqción prescribir formas acabadas de moda-
f
do termina pregunta: ¿y si hacemos otro? lidades de enseñanza, pero sostenemos que junto con la transmi- f
,;.
sión de contenidos curriculares es necesario tener presente cier- (
Este último ejemplo es muy interesante porque se trata de un i
..~
____ _}t
tas certezas de origen ;de los niños diferentes, al menos cuando t
- -- problema de aprendizaje-reactivo:-Bastó-con que la docente la remi- éstos comienzan su escolaridad. - (
tiera a su cotidianidad para que la niña se corriera del lugar de no i Como se puede apreciar, no hacemos más que mostrar un
querer saber nada y comenzara a producir en unos pocos minutos. abanico de aspectos inherentes a la complejidad del proceso de e
(

Ríl "1
e 1
1
.....
1
'

enseñanza-aprendizaje con niños diferentes' con la intención de Dl: -1vie parece importante hacer un diagnóstico sobre las
transmitir nuestro propio proceso de hallazgos y reflexiones. hipótesis de escritura.
¡11
Las autorreferencias que traen los niños, en la medida en que D2: -Lo que pasa es que X es desnutrida.
se relacion.an con «su mundo», desde el cual sostienen su identi- D3: -A mí me parece que la mamá no es normal... vienen
dad, tienen una fuerza tal, que pueden COLISIONAR con las sucios (refiriéndose a los niños).
representaciones del docente cuando éste «baja otra visión de las D2: -¡Para las fiestas es la que viene mejor disfrazada!
• cosas propias de una cultura que los niños no ·comparten», muy D2: -¡1vfirá qué valores trastocados tiene!
• especialmente en los comienzos de la escolaridad, destruyendo o D 1: -Sería bueno que los niños dibujen a sus familias para
•;
inhibiendo el deseo de aprende¡; en el niño. comenzar con «algo de ellos».
. Hay niños que se sienten tan «maltratados» que desplazan ese
••¡ maltrato a su cuaderno, le arrancan hojas, las páginas están llenas __ Encont~_amos_ en este_ ejet11plo dos posiciones diferentes: una
de borrones y tachaduras, de roturas, de hojas en blanco, a veces intenta comenzar el trabajo a partir de algo conocido, familiar, de
""· arrojados como proyectil contra un compañero. Es que el niño los niños; las otras ven dificultada su labor por una serie de pre-
·1
toma a sus producciones fracasadas como una prolongación de sí conceptos que le obturan la posibilidad de adecuar própuestas
·,, mismo. para los niños socialmente carenciados con los que tenían que
11 Es por esto que intentamos, en los grupos de aprendizaje, trabajar.
que el niño establezca otra relación con su cuaderno: que pueda Cuando el docente presupone que -tal o cual niño «no va a
'11

·~, libidinizar}o.
Querer el cuaderno con las propias producciones equivale a
podern, que «no va a alcanzan>, se juega desde lo inconciente, una
suerte- de no aútorizac:íoñ-pai:a -d aprender. I\Jediante su disposi~
'lj valorar lo que se hace y redunda, entre otras cosas, en quererse -,'--ción negativa hacia ese riiño-;-cibs-facúliza su a¡:iieridiiaje.- a'la· vez
'111 un· poco más queriendo lo qüe s·e produce.----- - -- - ---- · · que lo posiciomi:-en-el lugacdel que-«no·puede». Aunque se trate-
~· Cuando el niño puede re-conocer-se en lo que hemos llama- de una disposición inconciente produce efectos, es. activa, violen-
do contenidos autorreferenciale46 propiciados por el docente, re- ta al niño y determina su exclusión de) conjunto de: los alumnos
cibe por parte de éste y de sus pares que cuestionan y opinan · que aprenden.
sobre sus decires, «una imagen de sí mismo unificadora» (S. Realizamos una extra-polación de la disposición para autori-
Schlemenson, 1996) que alimenta su autoestima y la confianza en zar/ desautorizar (por parte del docente) que nos pareció que, ade-
el grupo, favoreciendo la disposición para la incorporación de más de pertinente, peimitía inaugurar ~tras reflexiones. Para esto
contenidos cada vez más complejos. . '.\ . . nos inspiramos en la; experiencia narrada por una psicoanalista
De la investigación publicada erf'«E.Í Aulá Compartida» ya francesa 47 que trabaíó ¡:lurante varios años en una institución de no
citada, reproducimos otro diálogo que ilustra las representaciones videntes.Observó qu~ cuando más tardíamente los padres eran
de algunos docentes acerca «del no poder» del niño y las de una -'-
. informados del han~cap de su hijo, mayores posib_ilidades tenía
docente que quiere trabajar con «lo que el niño trae» de su mundo
cotidiano.
.
..i
-"'t

.:::
·;;¡:;
:.'W
éste de recuperar part;e de la función. Este hecho fue inte_rpretado
por la ·autora como laLefü::adaae.:l~ palabi:an:rédica cuancknenten=--..---·
Se encuentran reunidas algunas docentes para planificar en · cia «su hijo no verá>>. Este proceder actúa como una prohibición
conjunto: de ver, que los padres. transmiten a sus hijos in~oncientemente,

11
.. ;t,

f)."',
..,

(
.,
sobreprotegiendolo e inhabilitándolo para el aprovechamiento de está muy seguro de que ese conocimiento es valorado por el otro, rf
la función en toda la potencialidad que la enfermedad lo permita. se trate de los pares o del docente. (
De esta manera, sin saberlo, algunos padres no habilitan a Con este trabajo quisiéramos aportar desde la psicología al ;(
su hijo a sacar el provecho máximo de la función, limitada campo de la educación para que podamos evitar la siguiente ecua- (
'l':t
desde el órgano. ción:
(
De igual modo ocurrió con Marta que nació con una parálisis
cerebral. Violencia simbólica
1(
El neonatólogo pronosticó que esa niña no podría ir a la es- «Desnutrido Escolat 8 ',
cuela porque su deficiencia mental se lo impediría y no caminaría, Pobreza + Cultura marginal ,(
si es que lo hacía alguna vez, hasta los 5 años. (
El padre, rápidamente, perdió toda esperanza de que la niña
,(
tuviera otro destino que el pronosticado,nada esperaba de ella. En
(
cambio su madre adoptó una actitud dé lucha y consultó por la
niña con varios especialistas. ,,
1\farta tiene 12 años en la actualidad y, aunque con cierta tor- ,t
peza, no ha repetido ningún grado desde que comenzó una psico- 1t
terapia con nosotros a los seis años de edad.
Ha recobrado cierto movimiento de su mano. afect~~a, qu_~__ _ f
puede utili:Z:ar cuando tiene la otra ocupada; su pierna derecha, f
que antes arrastraba al caminar, hoy la emplea para subir y bajar f
~~---·
escaleras··sin mayores· clificUltadés. -- -- ·
f
Fueron experiencias de este tipo, que corroboraban lo dicho ·
f
por la psicoanalista antes mencionada, las que nos hicieron tomar
(
conciencia de la importancia que cobra la disposición del docente
para autorizar ( permitir) y habilitar funciones para el aprendizaje (
en el niño diferente. (
De esta manera hemos intentado describir, en base a nuestras
observaciones y seguimiento de casos,., los dos polos del proceso
e ·P•,

• lllli
?e enseñanza- aprendizaje que hacen. «corto-circuito» en el «des-
nutrido escolar». t 11111

De lo que se trata es que desde el deseo del docente se fi il!H!


puede sostener el deseo de aprender del niño, deseo que actualiza
y afirma el deseo de los padres a partir de su habilitación y auton-
zac1on.
'
. -I -·--·------ -·--~- ---·-- ·i,,f-~.',
,p.1,

No se desea «curiosean> ni buscar el conocimiento s1 no se !'··-


iH,

\' '
CONSIDERACIONES DE LA FUNCIÓN
MATERNA EN LOS NIÑOS DE LA MUESTRA

La madre, el portavoz, 49 es para el niño el enunciante y el


mediador privilegiado de un discurso ambierital, desde el cual le
transmite bqjo una forma pre-digerida y premodelada por su propia psique,
las com1111icaciones, las prohibiciones mediante el cual le indica los limites de lo
posible y de lo ilícito.
La posibilidad de contradicción (entre la fantasía de la madre y el hi/o
que tuvo) persiste)' es precisamente el cuerpo el que puede manifistarla: el sexo
)' todo aquello que en el cuerpo puede aparecer como signo de ttna falta, de una 1

carencia: Jaita de s11e110, de crecimiento, de movimiento, de fonación, falta de


111!
saber pensar Toda falta en el fimcionamieiito y el modelo qtte la madre
illli
p,it'ilegia, puede ser recibida como mestionamiento, rechazo, de su conformidad
50
con la sombra .. (Piera Aulagnier)
.....___

En la mayoría de los niños con problemas de aprendizaje


observamos que las fant_asías y anhelos maternos cap. respecto al
hijo nacido guardaban diferencias llamativas. ·
La madre de Daniela (9) se decepcionó tanto con el nacimien-
to de «una chancfe.ta» que durante varios meses le bablará a una
«sombra» qu~ no coJdice con el cuerpo real de la beba. Nos
(
contaba con ansiedad ,verborrágica:
~ - «Siempre le daj;)a µna medida de más y se puso una chancha;
el Dr. me decía que nó hacía falta darle de más, pero a mi siempre
~
me parecía que iba a ~er poco.»
A los fines de cómparar las diferencias entre los niños con
problemas de aprendtzaje y los que no lo tienen trabajamos con
'l'I algunos niños con éxito escolar. Tom~remos parte del discurso de
· la mamá de Francisco (6), niño sin problemas de aprendizaje, para
compararlo con el discurso de la madre de Daniela: «Cuando Fran-

Q7
·;l
l
((
·1
1
cisco nació, yo no quería saber nada hasta que lo vi. ¡Tenía una rabia
yo!.
observación porque cuando la entrevistamos nos encontramos con ',,
(
una niña robusta y de aspecto rozagante).
Iba renegando con el de 8 meses y con él en la panza. Mi La mamá de Luis (8) aseveraba: «Luis siempre fue flojito por- (
;lf':
marido trabajaba en un pueblo que está a 30 km de acá, así que yo - que antes de nacer yo estuve con gripe». Esta mamá había perdido (
estaba sola todo el día. dos embarazos sin poder realizar los duelos correspondientes. Al
Cuando nació cambió todo. Ni siquiera me hizo sufrir como el (
referirse a su infancia recordó que «yo siempre estaba en otra
otro, ¡si ni dolor sentí! cosa.» Y eso ern, precisamente, lo que había ocurrido con el em-
!(
No lloraba nunca, no me dio trabajo como el otro.( ...) Yo barazo de Luis: «mis pensamientos estaban en el varón que perdí». (
hablaba con él adentro de mi panza: le pedía que no me hiciera Luis llevaba el nombre de aquél5 1 y presentaba fugaces ausencias (
sufrir.¡Con el más grande me quería morir con los dolores que cuando se encontraba realizando alguna tarea que requiriera con- (
tuve!. En cambio, con él, llegué al hospital y enseguida lo tuve.» centración. Los exámenes neurológicos no indicaban ninguna al-
SCrealizari1os una -lectura comparada notaremos que en el pri- (
teración de este orden.
mer discurso no hay una aceptación de la sombra imaginarizada Otra característica de los niños con problemas de aprendizaje (
con respecto al cuerpo real de la niña, a saber: algo le faltaba a consistía en que a sus madres les resultaba difícil proyectarlos, (
ésta que su madre no estaba dispuesta a resignar. l'viientras que en imaginariamente, en un futuro. Cuando le preguntábamos qué les (
el segundo discurso la madre imagina una sombra terrorífica que gustaría que fueran sus hijos cuando grandes, no podían contestar
rápidamente discrimina de su hijo nacido, apaciguando sus tem?- t
a esta pregunta. Notábamos que cuando se referían a ellos, habla-
res. (
ban en un presente que parecía eterno, inmodificable.
- La ·mamá-d_e Jazmine (7) <<no-sabía qué co~a iba a nacer»: Supo- Daremos algunos ejemplos de lo dicho a los fines de resaltar (
nía que engordaba pcfr"comei:--i=iiücho.-cüisaba-el cuartó mes de -. -- estas representaciones en las madres :f
---- -- embarazo cuando su hijo adoptivo se fisuró una pierna;·el médico -La marriá--de--üna -niña-afirmaba las siguientes palabras en fas f
que lo atendió le indicó una radiografía, pero cuando ella se dis- que resonaba algo del mito familiar: «En mi fami~a siempre los
ponía a acompañarlo a la sala de rayos, el técnico-radiólogo le f
hombres son de la calle, mientras que las mujeres sbmos de que-
impidió el ingreso argumentando que «aquí no pueden entrar mu- (
darnos adentro.¿Así cómo quiere que le diga qué va a ser cuando
jeres embarazadas», nos contaba ofuscada, «pavadas, ¿qué sabía él sea grande si está siempre pegada a mi?». (
de mi?», expresaba. Estaba embarazada de mellizas «pero yo no lo
r La mamá de Jazrfne expresaba: «Yo calculo_ que algún día va f
sabía». «La primera nació bien pero Jazmine estaba aplastada por la
hermana que no le dejaba lugar para cr,ycern
a crecer, aunque, a lo: mejor, es así, sacó menos que la hermana, a
lo mejor es que le fklta algo más .... ¿ qué hice yo para merecer
e
El caso era que Jazminé se limitaba a transformar en una mí- f
ésto?, ¿ hasta cuánd0 va a seguir así? ¿será que siempre va a ser
mica lo que su hermana decía o hacía, es decir que sólo podía así?» 1 e
copiar los movimientos de su hermana sin significación alguna. _ «Y si Pablo (7) sb parece al primito... ¿ va a ser ~iempre así?; a e
Por ejemplo, movía los labios como si hablara, hada garabatos en ' _ veces creo que todo ]es inútil, ¿ par~ qué venir acá si a Pablo está e,,,
el pizarrón que de lejos parecían·estritürá:-s1:cinaare-interpretaba: - visto que no le da la cabeza?», comentaba, desesperanzada, su t l~fli
«Lo que le pasa a Jazrriine es que llora mucho porque es nerviosa,
por eso es tan flaquita»(este comentario cqntrastaba con nuestra
madre.
Las mamás de los niños con problemas de aprendizaje solían
e lllfH1

e
RR
identificarse con éstos efectuando abundantes autorreferencias propias vidas.
infantiles asociadas a sus historias escolares.
Por ejemplo, la mamá de Lliis nos decía: La posibilidad de imaginarizar proyectando a los hijos al
«Luis salió a mí, es de mucho comer y es flaquito. Yo vivía futuro, abre el acceso a una terceridad52 , iniciando de este
mirando dibujitos, estaba ausente, así como hace él. Su maestra modo el camino hacia la simbolización y favorece la constitu-
dice que es como si no estuviera en clase, ¡justo lo que me decían ción de un proyecto identifica torio en el niño.
a mi las maestras!».
Tanto la mamá de Jazmine como la de Pablo pensaban que los Observamos que las madres de los niños con problemas de
que les pasaba a sus hijos es q~e «salieron burros» como ellas .. aprendizaje ponen el énfasis en lo antoconservativo haciendo
Nótese la diferencia con la mamá del niño· sin problemas de «oídos sordos» a los deseos de éstos y/ o a su sufrimiento psí-
aprendizaje que nos comentaba: quico ..

«Francisco es igual al papá. El papá es muy inteligente(... ). Yo Era común escuchar comentarios como estos:
;\
le guardo todos sus dibujos para que Francisco los pueda ver <~riel era buenísimo, ni se lo sentía, dormía todo el día y no
lfl cuando sea grande para que vea cómo era cuando era chico». daba ningún trabajo, siempre comió bien».
'lf'
~"
lit,¡
Esta mujer, que había recibido escasa instrucción, no sólo
transmitía que guardaba los dibujos para que Fra1:cisco viera, cuando
Estos discursos se caracterizaban por la ausencia de cualquier
alusión a actividades placenteras, autoeróticas, de la í~1dole «le
sea grande, cómo dibujaba a los 6 años, sino. que podía pensar a su gustaba el chupete», «le gustaba bañarse». .
~Jif\ hijo en un futuro remitíendolo a sus propias producciones. gráfi--- - . Un efemplo de esto lo il~st.ra el siguiente párrafo extraído del
,~ cas infantiles. Esta expresión del deseo materno, no consistía en discurso de la mamá de Arid: · · · ·. · . ·- ---·- - · - - - . 1//i¡


\1t .... querer mostrarle a su hijo el simple trazo habilidoso de ·sus ·dibu=- ·«Yó-teo:fa ·mi-edo-de· cüaríao-empeza-fan. lis clases:-Me iba a - ¡

jos, sino más bien, algo de su subjetividad, a saber: cómo era él tener que quedar sola con él, iba a llorar y yo no iba a poder hacer 11

\I)~
cuando era chico». · las cosas de la casa. Pero no fue así, no ll9raba hunca, ¡fue tan
tranquilo!, ¡qué distinto a su hermana!, no le deseo a nadie lo que
La abuela, que tenía a su cargo a Ana (6), niña si1; problemas pasé con ella, llorab'.á y lloraba todo el día porque quería estar
de aprendizaje, contaba que todos sus hijos han sido sólo de ella, · alzada todo el tiem¡jo. A ella sí que le dábamos los gustos pero 111
•• 1
«son hijos naturales, porque yo tengo la idea que si son reconoci- ahora ya estoy v1e1a para eso». !
1

dos los tengo que compartir, y mis hijo~ ·son míos, no comparto la Una de las caraciterísticas comunes en toda$ estas mamás radi-
patria potestad con nadie. Desde que 'fos llevó en el vientre, soy cabaen las fue.rtes kendencias endogámicas con dificultades/ fa-
la única responsable hasta que algún día se separen y sabrán ellos llas en la operació~ del pasaje de «lo familiar» a lo «no familiam
lo que hacen». . '-....
que les hacía tener ~edo del «afuera», visualizado por ellas como ¡11

No se nos pasan desapercibidas las características tan pecu- lo desconocido/ p~ligroso. '
liares de este discurso, digno de un análisis más profundo. Sólo En· el· casó.. de 1:uis-;-ños-decíasu"madre: ·
¡;
queremos destacar en él la posibilidad que tiene esta mujer de «Él siempre se quedaba en la casa. No era e.orno su hermano
pensar sus hijos en un futuro separados de. ella y decidiendo sus que hay que estarlo cuidando para que no se vaya la calle. No "sé a
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- - - - - - - - ...............,_.......,,TIT....... >l"t~l'l"Pl""ft:"••1•~"f"l""l-1~---_....-.

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por qué con él siempre tuve miedo si andaba en bicicleta, si quería
ir a lo de un amigo (... ), tenía miedo de que algo le pasara. Yo
escuela parece ser para Ud un lugar peligroso» le señalamos, a lo
que respondió: «Sí, siempre pasan cosas así, y yo no sé qué hacen •
(
también, cuando era chica, prefería quedarme mirando cómo la las maestras. Siempre tengo miedo de que no lleguen (refiríendose
(
madre de una amiga mía hacía tortas, en vez de jugar afuera, en el a las mellizas) y recién cuando las veo venir respiro tranquila. J\Ii
patio, con mis amigas». (
marido me dice: vos querés que vengan volando, pero con todas
las cosas que se ven en la tele y en la escuela (sic), yo tengo e
Estos miedos de su madre, sobre los cuales Luis había tejido miedo. ¡Se ven tantas cosas en la escuela!, ¡esos chicos con malas (
fantasías terroríficas, produjeron un arduo trabajo en su psicotera- costumbres! La escuela es un foco de contagio». (
pia. Luis nos contaba sobre los grandes peligros de la calle a los
(
que se veía expuesto en el trayecto que recorría en bicicleta des- La mamá de Ariel nos relató su historia en los siguientes tér-
de su casa al dispensario. No olvidaremos el día que entró son- (
mmos:
riente al consultorio exclamando: «:Mi padre nos trajo a San Lorenzo para que estudiáramos. A e
mi no me gustaba la escuela, quería estar en casa con mi mama. (
<~hora es más fácil venir... por el mejorado que hicieron. Le ¡Me gustaba tanto hacer las cosas de la casa con ella!. La escuela (
dije a mi hermana que no me acompañara, yo podía venir solo.» era un suplicio, yo quería mi casa(...). Ahora tengo 43 años y me (
siento muy cansada; mis hijos me dicen: ¿por qué estás tan cansa-
Este miedo «al af~era» representa un interés muy particular (
da, si tenés 43 años nomás?, ¡ pero mamá trabajó tanto desde chi-
para nosotro_s. Se trata de miedos arcaicos que las madres transmi- ca!. A los 15 años tuve que emplearme en una fábrica. Yo no e
tían a sus hijos y que se hacían extensibles a la misma escuela con··- quería salir de casa. Desde entonces llevo· él sello de responsabili- (
todo lo que ésta representa como institución, diferente de lo fami- .....__dad, ¡era tan chica!». (
liar, y como significante del aprendizaje -y del conocimiento. El· Prosiguió con su relato diciendo: «l\!le da miedo. cuando Ariel
conocimiento también es algo novedoso que reviste el carácter. de (
va a la escuela. Me quedo mirándolo hasta que cruza la calle. Yo
lo «extraño», de lo no familiar. Vale decir que para que un aprendi- no lo dejo jugar afuera, tengo miedo que le pase ':algo. Uno lo (
zaje recree un pensamiento creativo es indispensable que el suje- acostumbra así porque_ la calle es peligrosa. Él sale a jugar y yo (
to-niño haya podido resolver satisfactoriamente el pasaje de «lo salgo con él para conti¡olarlol>. (
I
familiar»a «lo no familiar». Estos miedos de las madres dificulta- 1
I (
0ban enormemente la constitución del pasaje mencionado en sus
hijos.
La mamá de Pabló. expresaba su deseo . de que hubiese preferí- (
do tener una nena porque «los hombres de la familia desaparecen
(en alusión a un qerm~no que se fue y no se comunícó más con su (
Lo que sigue es el fragmento de una narración que pertenece familia), mientras que/ las mujeres se quedan jun_to a su madre». (
a la mamá de Jazmín:
1 (
«Un día fui a la escuela y entré al grado de Jazmine, la maestra ', Tampo:o· ella d~if ba jugar a Pablo en la call~, JJ.OS e.:'plicaba: .. _ (
no estaba. Jafmine se había .cortado una oreja, nunca supe cómo, «Total el puede ¡ugar adentro-de la casa-corr-su-hermana-y-lo~-
sangraba mucho, la llevé al dispensario y la cosieron. Me enteré pnmos». e
que otro chic'o se cayó y tuvieron que llamar a la ambulancia». «La (
e
'
(1')
n,
La mamá de Francisco tenia un cuaderno con el que mantenía «l'vfüá mamá mi cuaderno, hoy hice este dibujo» (se11alándolo), a lo
una particular relación libidinal al que le hablaba y «le escribía que su madre le respondía embelesada: «¡está hermoso, hijo mío!».
contándole» sobre sus penurias. Su vida había transcurrido entre -. Escuchemos el. discurso de esta mamá en otro pasaje de su
sentimientos ambivalentes que vasculaban entre· el odio y el amor. disn~rso para comparar con los discursos de las madres de los
Intensos temores de abandono y desamparo recrudecieron niños con problemas de aprendizaje:
1
con los embarazos. Sus fantasías teñidas de poderosas pulsiones
tanáticas eran comunes a los miembros de su familia de origen. Su «Como es tan inteligente (refiriéndose a Francisco), el tío le il
hermana «no está bien de la cabeza» y su hermano menor tampo- regaló un video-juego 53 Quizás por eso también es tan inteligente»
co «como consecuencia de un piedrazo en la cabeza». Presa de (sic) -fue entonces que le preguntamos:
reproches edipicos, fantaseaba con matar a su propio padre. Su «¿será tan inteligente por el video-juego o porque Ud, el tío
hermano ha tenido intentos de suicidio en varias ocasiones. Ella de Francisco, el papá, lo alientan a jugar con juegos desconoci-
misma no atinaba a compr"é"rider cómo es que «no caí en un pozo». dos?».
Esta expresión tenía para ella una doble acepción: la de un pozo
real, frente al cual fantaseó aúojarse en momentos en que los Elegimos la historia de Francisco, niño con éxito escolar que
'1 sentimientos de soledad la embargaban y la de un pozo metafórico proviene de un hogar muy humilde porque, no obstante tratarse
de su depresión. Nos preguntábamos acerca de las causas que la de un niño con una mamá que tiene una historia afectiva muy
1¡1
salvaron de tales destinos. Es posible que su p~sión por escribir, complicada y que padece de una profunda depresión, en su dis- 1il

torsión de l~ sintomático en una actividad sublimadora, obedecie- curso aparecen, constantemente, referencias a un tercero ¡¡
~ ran a ·una transformadón-de-laf pulsiones mOúíferas: Nos vienen habilitantes de posibilidades potenciadoras para el pens¡¡.miento y '¡
1

a la memoria sus palabras: ·· · · · -------- \,_ para la «disposiciÓID>54 para conocer. Según ella, Francisco se pare-
ce a su padre· en ·«lo inteligente» ·----- ·
«J'vii marido estaba lejos, no conseguía tr~bajo en el pueblo, yo No es común que, en los niños con problemas de aprendiza- 1

ft
cargaba con mi hijo y mi embarazo. Siempre estaba sola. Me la je, las madres encuentren identificaciones del hijo con el padre en :¡,

pasaba esc~ibiendo. Al único que le po-día contar era al cuaderno. aspectos referidos al pensamiento y/ o inteligencia. En algunos 1

11 Lloraba mucho. Cuando me ponía mal empezaba a escribir, el otro casos hemos escuchago a algunas mamás quejarse de los proble-
,t'1 (por su hijito) lloraba pero yo seguía escribiendo». mas de aprendizaje df sus hijos, desconcertadas, porque conside-
.,1 raban que su hijo es rimy inteligente. P~ro, aún e~ casos así, a estas
En la primera entrevista Francisco 11o's dijo (refiriéndose a lo mamás se les hacía ,difícil identificar este rasgo de su hijo con
,.tl
que habían trabajado ese día en la escuela): «Recordamos los se- algún familiar, much9 menos con alguien de la rama paterna.
vj
., res vivos y los no vivos», y nos dio ejemplos. Ese día realizó u0___a
clasificación de la biología que interpretamos como una transfor~
·"
•-~
- Por otro lado, h~llamos en ddiscurso de la mamá de Francis-
co la proyección derhijo hacia un futuro cuando dice: «. .. que vea

.!l
mación de las pulsiones de muerte en aprehensión del conocí- cómo era cuando era chico», lo c'¡ue podría ampltarse de la si-
miento. ____:_----- .. ---· .... . , , --------- guiente manera: qu~ cuando Francisco sea grande pueda ver en
Francisco trataba a su cuaderno del mismo modo en que su :; sus dibujos infantiles cómo era cuando era chico. Este discurso
~'. madre lo hacia con el suyo. Solia mostrárselo-·mientras le decía: deja traslucir un deseo materno de que Francisco sea grande, a la
l'I
,:t
')'i
- - - - - - - · ~ - · - - - - - · · · - - .-.,-,,...,........--·1~l'l"f.,,.,,.,.,,..,..,."T"1'~~----
t
t


vez que reconoce la subjetividad del niifo como un sujeto dife-
rente de ella, es decir, que Francisco, por sí mismo, se vea y
DE ALGUNOS RASGOS RELEVANTES
EN EL PRIMER AÑO DE VIDA Y DE •
reconozca en sus dibujos, acción en la que ella quedaría poten-
cialmente excluida.
LAS DIFICULTADES QUE PRESENTARON
LAS MADRES DE LOS NIÑOS DE LA MUESTRA
' (

En los niños con problemas de aprendizaje hallamos madres


que dificultan el acceso a una terceridad, posicionándose frente a
,
sus hijos con discursos tan excluyentes del otro como certeros.
Parecería que un factor decisivo que incide en los problemas
de. aprendizaje, es la calidad de ~os discursos maternos con rela-
e
ción a los que habilitan o no a la apertura a una terceridad. Y
(
es en ese momento constitutivo cuando presenciamos en estos El relevamiento de los datos de las historias de los niños nos
niños «caídas- narcisísticas» qÜe, ante la imposibilidad de construir permitió profundizar las modalidades de aprendizaje, singulares (

una salida simbólica Qo que implicaría el reconocimiento del otro) en cada niño. - f
la expresan con el lenguaje del cuerpo en forma de diarreas , otitis En todos los casos encontrábamos que estas modalidades se t
agudas, espasmos asmáticos, etc (Rodulfo, 1989), ya que el lengua- hallaban moldeadas por matrices constituidas tempranamente, a la t
je verbal todavía no lo pueden poner a su disposición para expre- vez que se vinculaban con los modos de relacionarse con los
sarse.
En caml;>io, en los niños sin problemas de aprendizaje, encon-
primeros objetos novedosos de acuerdo a la forma con que le
eran presentados.
'
t
tramos esta categoría bien- construida. En los. discursos de estas Silvia Schlemensón (1996) sostiene que las primeras relacio- f
madres está siempre preseñteiiiia--ley de· 1a óiltüra qüé-vuelve < nes objetales configuran la matriz de los modos de estrategias que f
tolerables y placenteras las ·nuevas· adquisiones· de sus hijos. De el niño adoptará frente a lo novedoso durante·el proceso de-apren-
esta manera los alientan hacia una autonomía (siempre relativa) del f
dizaje. . .
pensamiento. No sólo nos fue posible encontrar estas relaci:ones en todos f
los niños sino que además, resultó muy significativo el modo en (
que la madre presentaba, a su hijo los objetos novedosos, particu- (
larmente los que den1minamos objetos mediatizadores.
Hemos llamado' oójetos metliati~atlores a aquellos objetos
sobre los cuales el ~o puede apunt¡:¡_larse y que facilitan la acep-
'f
(

\ -tación de lo nuevo de manera gradual, a la vez que son sustitutos


del Objeto Primordjal (olores y prendas de la madre, chupete, e
succión del pulgar, ~a modalidad en que se 1e prese_ntan las comi-
-~----~-· --------- ---·---·-·· ----.- --·-··---··
das nuevas al bebé, andador, sillita de comer, etc.). -·
- - Desde temprana edad, el YO construye su identidad en
base a procesos identificatorios. Los modos e~ que estos oble-
'e"
e
tos mediatizadores le eran presentados al niño pequeño pasa- (,,
(
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ban a formar parte de las identificadones del YO .. Quedaba mamadera hasta los 5 anos, y cuando consultó por segunda vez,
;i1¡
asociada la relación que el niño establecía ¿on los objetos todavía dormía con ella y no lo dejaba ir solo a la escuela (no
nuevos a la modalidad con que se le ofrecían los objetos obstante vivir a tres cuadras de ésta y que las calles no eran muy- l.

novedosos por aquel que ejercía la función materna. Pudi- transita das).
mos observar que dicha modalidad guardaba _relación con Las conductas de estas madres eran ambivalentes, por lo que 11
'I
las dificultades o disposición placentera con que las madres manifestaban serias dificultades para efectuar las castraciones par- ¡1

se vinculaban con lo nuevo a la vez que repercutía en el grado ciales55, y eran renuentes para utilizar objetos mediatizadores con
1//j
de tolerancia que demostraban éstas con respecto a los movi- sus bebés.
mientos de independencia del niño en relación con su tuto- Los objetos mediatizadores ayudan a crear un campo
ría. libidinizado, funcionan como nexo entre el niño y el resto de los
HI
Estos objetos tienen la propiedad de ayudar al observador a objetos sustitutos de la madre.
apreciar los modos en que una madre presenta a su hijo lo nove- Pero, si la madre no recurre ellos envolviéndolos con len-a 1

doso y las vivencias que este acto le suscita. guaje, la relación con su hijo se estrecha de tal modo que le difi-
En las entrevistas con las madres dimos mucha importancia a culta al niño el acceso a la terceridad.
est~ tema, interrogando exhaustivamente sobre la modalidad de Encontrábamos que las conductas ambivalente de estas ma-
los destetes y el uso de estos objetos mediatizadores. más se agudizaban con las condiciones adversas que les había
Queremos aclarar que este concepto nos brindó elementos tocado en suerte.
importantes que nos permitió articular la modalidad de las prime- Los casos de familias en las que las difernncias con respecto a
ras relaciones .objetales con los modos de estrategias frente a-lo - las edades eñi:re los -herinários -ei:iri significativas, rios · pet;mitieron
novedoso, ya resignificados por el niño en edad escolar. -'"3preciar mejor el cambio eri la asilntión-de-·ta fondón-:-patetna:;--
___ Observamos que era frecuente- que el amamantamiento se entre un· «antes» y- un «después»·-de- que el ··padre ql\edara sin un ·

'
~
prolongara más allá de lo acostumbrado aunque esta conducta
solía acompañarse de otras claramente expulsivas.
empleo estable. Hasta es probable que la ambivalencia de algunas
de estas madres para con sus hijos se relacionara cort el hecho de
que no hubiese si1o proyectada la crianza de Ün hijo sin la ayuda

'
Por ejemplo, en el caso de Ariel, su mamá no recurrió a estos
objetos mediatizadores para su crianza. Fue así como no le ofreció de sus maridos, quiene 1, deprimidos, no veían en este hijo al que
· el chupete porque «deforman los dientes», no lo acuñó ni lo tuvo vino «con un pan bai9 el brazo» sino que, por el contrarió, éste
«demasiado alzado para que no se malcríe», le dio los alimentos había venido a agravadas penurias econ.ómicas y crisis por las que
sólidos preparados «igual que a los grandes, porque yo quería que atravesaban estas fa~lias.
• •!
aceptara las comidas con el gusto que tieríen». «Me decían que le Estas mamás. no pabían podido hacer un destete gradual, el
ponga azúcar porque era muy chiquito para comer sólidos pero yo niño había sido deneg¡ado en muchos casos, en vez de que las pulsiones 1

contestaba que no, él tiene que comer como son las cosas», no de deseo del ni1iofueran
.
iiiterceptadas
1
J' en parte sojfenidas a la

entrada en el :1:
usó andador porque «no me gustaba forzarlo a que estuviera para- lenguqje por un intercambio ltídico y sodalizado, con valor de placer
1 :¡

do todo el tiempo». entre suietos (Doltójl 984):-· 1

Sin embargo, la mamá de Ariel, que no le dio el pecho porqu'e Quisiéramos hacer una salvedad: la relación madre- hijo tiene ;i i
en uno tenía un quiste «no iba a marriar sólo de una teta», le dio la características singulares, es única e irrepetible, pero cuando las 1
!
f'I ! i¡
l~
99
------·-·--··········
e
para masticar (sic). A los 5 meses ya comía lo mismo que los •
e•
condiciones sociales amenazan la integridad narcisista, hay mayor
riesgo de encontrar madres con estas ambivalencias, tanto en aque- demás porque no quería darle privilegios. Ella tenía habilidad para
llas cuyos hijos tienen problemas de aprendizaje como en las que comer con las manos y se bs arreglaba. bien. A los 8 meses se
(
sus hijos no tienen estos problemas. sentaba en la sillita y comía con las manos mientras yo le daba de
(
Los objetos mediatizadores gradúan los procesos de corte, de comer al más grande».
pasajes y su ausencia los dificultan, en cuyo caso puede quedar la
madre como única dadora.
Ejemplo de lo dicho lo encontramos en el discurso de la
La modalidad del \'Ínculo entre los padres y el ni110 le dificul-
taban a éste la relación con lo nuevo. Estos vínculos también
' (
(
mamá de Ariel, quien decía lo sig~iente: formaban parte de las primeras improntas de las modalidades fa-
(
«Un día lo senté en la pelela y le expliqué que ya estaba miliares frente a lo novedoso, a la modalidad de apropiación de
(
grande para hacerse encima (Ariel tenía 1,4 años). Le dije que estos objetos y a la modalidad de intercambios.
cuando quisiera hacer caca me pidiera. El no recurrir a ·ellos, -produciendo los destetes de manera (

Leticia fue en lo único que me ayudó. Ella fue propiamente directa, sin mediación, denotaban, una vez más, las fuertes ten- (
su hermana; no acepté nunca que lo atendiera,· yo no la dejaba, yo dencias endogámicas de estas mujeres, con modalidades expulsivas (
era la madre. El estaba acostumbrado con la mami». pero siempre acompañadas de modalidades retentivas; que no
(
propiciaban la preparación del terreno para la apertura a una
(
Las mamás que no se habían valido de. estos objetos terceridad y para la incorporación de. lo novedoso.
111ediatizadore.s habían tenido que realizar un mayor esfuerzo, vio- Por lo demás, era recurrente. en sus discursos la vivencia del (
lentando al niño, al tener que exigirle el cumplimiento de funcio..: - afuera como peligroso~ Tenían muthó miedo y temían pqr la segu- (
nes para los cuales no estaban preparados o tornando displacenteras _"-ridad de sus hijos. Es que algo en lo más profundo de~ su-ser
f
aquellas situaciones de -incorporación de las cosas nuevas;·· . probablemente «les dijera» a estas mamás, que no h~bían perdido ,-
Por otro lado, los niños prolongaban su dependencia como un el juicio de realidad aunque sí sus enunciados identificatorios, que f
of?jeto parcial retenido en la dependenda de la instancia tutelar, sometido a su sus pequeños no estaban preparados para afrontar ese mundo ex- f
posesividad y a s11 total vigilancia para la alimentación, el vestido, el aseo, el traño a lo familiar, mLmdo con el que ellas tenían serios conflictos (
acostarse, la dea111b11lación (Doltó, 1984). y temores. ,. t
Se daban situaciones paradojales como las siguientes: mien- Veamos un ejem~'lo ilustrativo de las vivencias ang.ustiantes
f
tras que algunos niños dormían con sus padres tomados de la de estas personas: la mamá de Jonathan nos decía:
mano de alguno de los progenitores o «prendidos a la teta» hasta «Créame Dra, yo¡ creo que alguna· maldición ha caído sobre f tll'
,/

etapas tardías de su desarrollo, era frecu.'ente que sus madres le los que vivimos. cerc~ de-1 arroyo. La semana pasada intentaron f
quitasen los pañales durante el día entre fines del primer año de incendiar mi casa unps vecinos que estaban borrachos, salió mi
1 •
e
vida y mitad del segundo. hijo para ver qué pasaba y lo acuchillaron. Tuvieron que hacerle
e
un ano «contra-natur~» porque le perforaron lc.)S intestinos.
La mamá de Daniela nos .decía: ;,;;.
El viernes se ah~gó un nene-de-4-año:,:en-el-:arroyo=y-este-fin----
e
"·{f ( 11
<'.A los 4 meses ya comía carne. Yo no quería cortársela muy de semana un padre con el hijo. No se qué nos está pasando, hay
( 11"
chiquita como me decían, ni licuársela, ella sabía arreglárselas bien cosas que ya no entiendo».
(
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10() IÍII
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IP 0$M4 I ;¡ $ w;a.OMC#AO; ;¡ '* M z fMWWW#P 7. ; 14;;m..;um;11 m,c OIMH ih ; • mm,___.. · . ---

Consideramos que este estado de permanente terror puede sista» (definido en la Introducción), los niños se encontraban sin
enunciados identificatorios en el grupo agonizante de pertenencia,
favorecer el incremento de la violencia primaria ejercida sobre ei'
que fueran lo suficientemente fuertes y definidos, con adecuados
hijo, junto a la ausencia del padre o de su función debilitada.
niveles de certeza que posibilitaran su repetición por los miem-
Las castraciones parciales fallidas creaban inseguridad en los
bros de ese grupo, lo que les ayudaría a efectuar identificaciones
niños, quienes quedaban a merced de una violencia primari_a ex-
cesiva por parte de sus madres. Y cuando llegaba el momento en más consistentes.
el cual podrían disfrutar de la pulsión de dominio, al descubrir
que eran capaces de transformar la realidad y transformarse (tan
placentera para otros niños que dc;scubren que pueden manejar su·
cuerpo, manipularlo por sí mismos, porque pueden dominar sus
pulsiones), los niños a los cuales nos estamos refiriendo se vol-
vían torpeis; solían tener· dificultac:fes con sus cuerpos en el mo-
mento de adquirir cierta autonomía de éste con respecto a su
madre. Fenómeno que intentaremos explicar de la siguiente mane-
ra: al quedar la madre como ese «todo», único referente, entre el
niño y los objetos, el temor a perder su amor, el temor a su aban-
dono, se transformaba en pánico. Eran capaces de,entregarle aque-
llo que su m_adre les demandaba, se tratara de la deambulación,
del-lengtiaje-ó -dél p-e-iisarríienfo a cambio dé "asegurarse el amor
materno, garantía de su supervívéncia:-Es-en--esi:e-a"spectoque-- los -. ''-....

- objetos mediatizadores, ·cuando-sorr-adecuadamente·-ofrecidos, ge-


neran seguridad en cada nueva aventura en que el niño se embar-
ca y que trae como corolario la paulatina independencia de éste
con respecto a la instancia tutelar:

• Un buen ejemplo es el caso de Luis, quien demoró hasta tl


1,8 año para caminar. Sú madr~ nos refería que siempre tenía te-
~
mor de que se cayera, pero este temor enmascaraba la angustia
• que le ocasionaba la independencia que jba logrando su hijo al
. crecer, según pudimos inferir de las entr'eJistas: .
Estas mamás tienen dificultad para aceptar la intervención
paterna de interdicción, por lo que provocan la reintegración de
partes de su producto como consecuencia -¿el fracaso de la ley "'·
del incesto; -con- 10"·-que- quedan refMzad~s fastend-eiicíis" ---- --- ;;¡;;
endogámicas. · ·
Por todo lo expuesto, a la hora de construir «el contrito nai:ci-

¡ 1().1

,111 ¡¡: '·


1

CONSIDERACIONES SOBRE •
LA FUNCIÓN PATERNA EN LOS NIÑOS f

CON PROBLEMAS DE APRENDIZAJE e
e
f

(
La reproducción sexual va junta con otra reproducción: una transmisión, (
en la cual el principal mecanismo es la identificación del 11i110 a sus padres (..) (
El sistema de parentesco se estn1ct11ra en base a 3 f)es: la diferencia de los
(
sexos, las diferencias generacionales)' la dominancia masculina, mediante la
(
mal se produce un lugar para designar la función simbólica paterna. (.) El
padre es el primer soporte de la autoridad)' de la lv1) ' el tercero indispensable f
para la diferencia simbólica(..) HC!)' 1111a contint1idad poderosa en la transmi-

''
sión cultural, de la cual todo ser humano se hace cargo)' es sensible. Se trata de
los ideales que reúnen a los miembros de 1111a fcúnilia, de una comunidad, de
(
una sociedad (..), surgen así ideales 1111evos, originales, para responder a aspira-
ciones nuevas, fo,jadas en relación a aquellas que las precedieron. (.:.) (

·'----~- El padre__4~t~ re~!'¡pla_zq(_el de~e_o_q~ m11e_rte_ repriv!fdo por e!__a,!hel~ _ f


conciente de que su hjjo llegue a ser, 110 aquel que le arranque de su lugar, sino (
aquel a quien se le da el derecho a ~}ercer tfna misma función. en ttn tien¡po (
ftftttro. El padre ejerce a través de su autoridad, SJt nombre, sti !e.Jj su rol de
(
refrencia, un derecho de heren.cia sobre estos dones para qt1e se los legue a otro
hijo. De esta manera ammczp la aceptación de stt propia muerte (. ..) lo pr?JeC- (
ta más rápidamente a un lugar de fitt11ro st1jeto. El nai·cisismo pryectado sobre (
su hijo se apqyará fimdam~ntalmente en valores· culturales. (Guy Roso lato) (
i
¡
'(
El primer coril.entqrio que nos hizo el padre de Gabriel fue:
1( 1
<<A Gabriel no le gbsta la escuela, si es como su madre, nomás.
En cambio a los bom~res de la famili,a siempre nos gustó la escue- 1( ,¡¡:

la». 1 1C ·11i

Los primeros dib~jos de este niño, con problemas de aprendi- 1(


zaje, ponen en evidencia la rivalidad de Gabriel ha.cía su padre: ( ' ·,:il'

1(
1() 'i
'
Gabriel: «El nene está enojado porque «el jefe» maneja el
avión y no lo deja manejar a él».
---T
,,
w·- ---
Terapeuta: «¿y qué te parece que va a hacer el nene?».
Gabriel : «se va a encerrar en la casa con su- hermana a escu-
char música o va a ir preso porque «se castiga».
Podríamos suponer que el conflicto de Gabriel era el siguien-
\
te: quedaba prisionero en un encierro incestuoso a la vez que

~
estaba imposibilitado de fantasear con atacar a su rival. El castigo
que deseaba para el otro se le volvía imaginariamente en contra;
castigándose. Gabriel quedaba sujetado en un «adentro» que le
dificultaba la aprehensión de lo novedoso y la relación con sus Ü.
pares, en un momento de su constitución psíquica en que debería
haber superado este conflicto para poder aprender. --,.
El papá de Gabriel refería sentirse «impotente» por la situa-
ción laboral que atravesaba desde hacía tiempo. Mientras que a su
\

e
J,

hijo mayor le puso su mismo nombre «para no cortar la tradición», '~\. 1 1

'I•
delegó la elección del nombre de su hijo menor en la abuela ·.)
\
1

. -.,
materna. También delegó en su esposa todo el cuidado y respon- ·~. -- -·
sabilidad en lo que respecta a la crianza de Gabriel, se confesaba
__ _
·,.,.::::...
~-~~-=--~--~~~~-
cansado para hacerlo él mismo. ·'------
('('
a--
o··
Durante un tiempo prolongado el tratamiento de Gabriel giró ~

en torno a la búsqueda de una salida hac_ia «un afuera», en un '


¡--l--
iótento de alejarse de la conflictiva edípica.
* rb
G6-
~ No obstante la depresión de su padre, la función paterna ha
~
0
i
1 I
bía marcado a Gabriel.

(~J
i
1 Este padre se aferraba todavía a un ~eseo: su pasión por la
·-·~ 1 herrería artística. Consideraba que Gabriel.había «heredado su gusto
-~
i,,

,1 111
por las herramientas y manualidades» p~ro, a diferencia suya, no
comprendía por qué su hijo desarmaba y abandonaba todo lo que
empezaba.
·---~--- l!i

(
-·r-·-
' ""i··
-··""
Ocurría que Gabriel intentaba contruir un lugar que no podía ----

sostener narcisísticamente. Cada intento de Gabriel de tomar los


emblemas paternos caían «de sus torpes manos», expresión utili-
zada por su padre.

107

111
.'.,,.ü,.l,Jl.,,,;l:1JLiA1hilH!!Ültc,~: ¡¡¡,¡;,,1l,iull!:illlillii!HalmmtllOlltlldliUiiHIUUl1WiilllMlliffli!Hlilllll"l"illhuWlfJl.luul,u.t1U1>mJu..1u••"4U•"U",••·•· ... ·91·1~
Se trataba de un padre que había fallado en la transmisión y el «un verdadero padre» desde que él era chico. Ultimamente «las
efecto que esto produjo resintió el potencial de desarrollo inte- cosas en el taller andaban muy mab> y su patrón le había manifes- l
lectual de Gabriel. Este hombre supo tener ideales politicos que tado que, si la situación laboral continuaba así, iba a tener que (
motivaron el despido laboral; deseó ser ingeniero: se inscribió en despedirlo. (
una facultad privada porque sus horarios de trabajo nO coincidían El papá de Luis tenía un proyecto largamente acariciado:
con los de la facultad pública. Al poco tiempo tuvo que abando-
e
«Desde que supe que Luis sería un varón pensé que nuestra (
nar porque no lo podía costear pero, además, porque le resultaba
muy difícil el idioma inglés. «Yo considero que el inglés no es situación podía cambiar. Yo solo no puedo poner un taller pero (
para los grandes, ¿quién puede aprenderlo?», agregó su esposa en con él seria distinto porque trabajaríamos juntos, todo quedaría en (
una entrevista. También deseó «ser un artista en herrería, pero en familia, ¿me comprende Ud?. Luis sería mi socio compinche, como
(
la fábrica necesitaban soldadores, no artistas, y cuando me despi- éramos mi papá y yo antes de que_ él muriera».
dieron tuve que hacer rejas para ganar unos pesos; así que nunca
e
Es probable que Luis fuera lerdo para no quedar aplastado por (
tuve el tiempo para dedicarme a la herrería como yo quería». «Ahora
trabajo todo el día en el patio de mi casa pero cada vez vendo el imperativo paterno que resonaba dentro suyo como «crecé Luis, (

menos rejas; es que la gente no tiene plata, ¡es una impotencia la crecé rápido». (
que siento!». Luis poseía una habilidad manual que sabía utilizar ;(
«Gabriel me pide que lo lleve a pescar, que k arregle la_ bici- creativamente. «Viene de mi familia», nos dijo su madre. «Mi her-
mano hace joyas y a mi me gusta hacer cuanto curso de (
cleta, que juegue co11 él y yo 110 puedo, ¡qué voy a poder! no me
da ganas de nada, así». ma~u;lidades e-ncuentro por ahí. Hago cosas-muy lindas, ¿sabe? (
Gabriel tenía inscripción de un tercero, pero ¿cómo salir de \..También coso, vendo las prendas y con eso lo ayüdo--a-~1-rr1aii.do». - ·e
su encierro y mirar hacia" elládo del padre?; ¿cómo"salii exitoso .. -----------·--- De su padre, Luis-había fornado los-conodmientos-·sol:5te los·
·e
con identificaciones construidas con los emblemas paternos cuando motores.
(
su padre también se encontraba en un encierro y se consideraba «Cuando papá trabaja, yo miro cómo desarma losº:motores, me
( 1:
fracasado con respecto a su proyecto de vida? Se había identifica-_ gusta ver cómo son por dentro».
do con aspectos desvalorizados, con lo que él consideraba feme- Luis jugaba solo du,rante muchas horas por día. Sacaba moto- (
nino, con el «no te metás, las cosas no salen como uno quiere», res de electrodomésticos en desuso con los que. construía inge- ( 1

como solía decir su madre. niosos juguetes. «.Algúri día los voy a ha\=er yo a los motores» nos
decía con un dejo de ~sconformidad porque por ahora sólo podía
..,
El padre de Luis le decía a su hijo co~,,impanciencia: «apurate,
¿no ves que sos muy lerdo?». Efectivamente, Luis realizaba todas hacer juguetes con indtores a pila.
sus cosas con úna exasperante lentitud. Su maestra se quejaba En la primera ent;i:evista
, que mantuvimos expresó con entu-
porque «era el último en terminar las tareas» y su madre porque siasmo: i

siempre había que esperarlo. «¡Cuando sea graqde voy a ser i~ventor!» _
-Luis estaba marcado por ·el significante lerdo. No cabía dudas de que Luis se había-iaenfifrcadocon asffec~ : ____ _
Su padre trabajaba en un taller mecánico. Mantenía una rela- tos del padre muy valorados por él. Pero la posi~ilidad d~ ·pare~" --
-ción de dependencia con su patrón, quien lo había ayudado como cerse a su padre fracasado (léase: no poder llevar a cabo ún pro-

1 f\'1
l

yecto propio) lo angustiaba hasta el punto de no querer crecer. La interdicción que sena/a la dijerencia generacional tiene la ventqja de
Tampoco se sujetaba a la normativa escolar por temor a que- colocar a la par a los indi1•iduos de la misma edad de acuerdo a un orden de
dar sometido a lo que él consideraba imposiciones de aquel que atractivos y potencias sexuales semdantes, diferenciando las faaciones infantiles
representara la autoridad. a la madre, mya femeneidad está en declinación.
Estas negativas le hacían peligrar el· pase de .grado y si bien Luis no congeniaba con su grupo de pares. Se quejaba de que
poseía una inteligencia por encima de la media, sus producciones sus compañeros_ eranunos «brutos», que les gustaban los juegos
escolares resultaban muy pobres. También se empeñaba en darle bruscos, que se burlaban de él y que le pegaban.
apariencia de menor edad a su cuerpo frágil y delgado. La sola idea de tener que competir, rivalizar con sus compa- 1¡

La función simbólica paterna. fallaba en algún lügar; en efecto: ñeros, se le hacía intolerable, por lo que corría el riesgo de pl,(enlizar56
¿qué podía donar este papá que no podía pensar-se en un futuro (Doltó, 1984) las relaciones con sus semejantes. Prefería jugar 11

otorgándole el lugar de· padre a su hijo; lugar que, a su vez, él no solo, con sus invenciones, después de todo, así estaba más tran-
pudo ocupar eri relacÍón con su pa-dr~, -posi~i~nado desde siempre quilo, no corría riesgos y se divertía lo mismo. Pero lo cierto era ¡i/i
como hijo y que seguía repitiendo en la actualidad con su patrón- que su YO se empobrecía cada vez más, consolidado en esta posi-
papá. El deseo de muerte del padre reprimido (enunciado más ción de· no confrontación con el otro. 1/¡¡
arriba por Rosolato), era un deseo fallido en este hombre, en sus Tanto el padre de Ariel como el de Luis pertenecían al sector
/:1¡
intentos de matar al padre en lo simbólico. de nuevos pobres y padecían las consecuencias del descenso so-
·!/
Una inversión de la función paterna se habia operado en él: cio-económico. Como hemos analizado; esto producía efectos so- l¡i
I'
en vez de de?ear: .. que su hfjo llegue a ser, no aquél que lo arranque de su bre sus hijos, quienes habían. inscripto la función paterna, más o
zma
lugar, sino aquél a qúien se le da el derecho a tjeréer rnisnia ftinci6n en un menos fallida, p-ero presente al fin, en la estructuración de su 111:
tiempo futuro (Ro sola to, 1995), el papá de Lllís-añ.nelafo- un 1-i-éi:ma-· ·'--- psiquismo, como en la mayoría de los niños de la muestra perte-
no menor, un socio-compinche;- para que· 10· ayudara a llevar a .. ii"Edentes a este sei:tor-sotiat ·Retótde1nos que ·a medida que pa=
cabo sus propios proyectos. Pero esto a Luis lo aterraba: ¿dónde saba el tiempo esta función también se fue deteriorando y los
~
quedarían sus propios proyectos de hombre adulto cuando cre- niños de este sector social llegaron a tener fallas ~imbólicas tan

'
ciera? Intentaba salvar del aniquilamiento a su subjetividad amena- importantes como las de la mayoría de los niños del sector de
zada tomándose su tiempo para crecer. Tan intensos eran sus rríle:- pobres estructurales. /
dos que extendía esta conducta a todo tipo de actividades. Pero ni En este último se,ctor es común que los pad.res se ausenten y
aun de este modo sorteaba la amenaza del imperativo paterno, la función paterna la ~umpla un tío o i;t(l abuelo materno, cuando
pues algún día sería grande y tendría qu!r\nfrentar ª· su padre o no,· el sacerdote o 1Iinistro, según la religión a la que adscriba la
le
sucumbir a sus deseos. Las dos alternativas resultaban riesgosas. madre. También.es frecuente que los niños no conozcan quien es
La salida que Luis encontró a este dilema fue que sería «inventor». su padre o; en su defecto, no mantengan ningún trato con éste, a
>:.."'::'
Después de todo se sabía inteligente, y un inventor no depende veces ni siquiera el ~aludo. Estas modalidades suelé;n acarrear di-
de nadie, goza con su trabajo sin arriesgar l~. subj_~üvidad. ficultades en las iderttifi~aciones del niño con los emblemas de la
1 -
-- -·--·. cultura. !

Nos viene a la memoria otro pensamiento de Rosolato (1995) La responsabilidad y sobrecarga de las mujeres. es doble: «Debo
!
que dice lo siguiente: hacer de madre y de padre», se quejaba la mamá de Jessica como


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l
'ir¡
111

.............,_,. ,.,.,,...,.....,.".,,.~ ..,....._,...,......,..___ .


,
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otras tantas mamás. Estas mujeres, angustiadas por su soledad y el tra. J essica, en cambio, había quedado totalmente expuesta a la ,e
tormento cotidiano de tener que procurar la alimentación para sus violentación de una madre que se aferraba a esta hija como lo ,t
numerosos hijos, recurrían a instituciones religiosas u otras, en haría con un salvavidas en medio de una tormenta marítima. ,'(
busca de ayuda material y espiritual. Por ejemplo la madre de En la primera entrevista, Jessica trajo una hoja de papel con
(
Pablo, cuando se resignó a que su marido no les podía garantizar un gran garabato hecho con distintos colores. Sobre éste se podía
el alimento diario para ella y sus hijos, comenzó a concurrir a un observar el esbozo de una casa y en el techo una figura humana <
templo de «Testigos de Jehová» y Pablo encontró en el l\Iinistro a que la niña identificó como un hombre. El garabato lo había reali- (

un Sustituto de la función paterna. Algo similar ocurrió con zado ella pero el dibujo era de su hermana. Durante varios meses
Guillermo, cuyo padre no pudo ~nscribir esta función en su hijo trabajaríamos el lugar que Jessica denominaba. «de mandadera de_ '
dadas las perturbaciones psíquicas que padecía. Al cabo de seis
años de tratamiento psicoterapéutico, Guillermo, imprevistamente,
Nancy». Todo el dibujo parecía tratarse de un gran interrogante
sobre la figura de ese hombre ubicado encima del techo de una
'"
nos dijo: «Ahora soy mori-aguillo. Lo ayudo al Padre todos los do-
mingos cuando da misa». Posteriormente, Guillermo llegó a pasar
casa dibujada sobre un garabato: pregunta sobr_e el enigma del
padre, por su función ausente, por su presencia física desmentida '
(
gran parte del día con el Padre ayudándolo en otros trabajos que por la madre. Preguntas que solamente· Nancy se encontraba en '(
éste le encargaba y hasta jugaban juntos al fútbol con otros niños condiciones de formularnos. En realidad, ella era la niña que nos
del barrio.
Frecuentemente, el derecho a la filiación le es negado a estos ·
fue derivada por la maestra jardinera, pero cuando efectuamos
entrevistas familiares decidimos tratar aJessica porque considera-
'
(

niños por su~ padres biológicos. La mamá de Jessi.ca aseveraba que


ella no necesitaba a nadie qiie mantuviera a· fo:s hijos: «Yo rrie las
puedo arreglar sola haciendo de padre y de maafü>:-No-disimUlá---
mos que se encontraba en mayor riesgo psicológico. Fue entonces
que su hermana se las ingenió para hacernos llegar sus interrogantes i '(
..,.__que trabajaríamos luego, cuando Jessica se fuera a vivir a otra (
ba al hablar, su enojo-con el-padre de sus-cinco hijos que nunca -- ciudad y- Nancy comenzara su psicoterapia ·con nc5sotros: -- -
1
(
los reconoció como suyos. Fue por indignación' que esta madre En el caso de Jazmine (7), su padre , hombre grande y robus-
(
les había dicho a sus hijos que su padre había muerto, ocultándo- tci, ejeraa con sus hijas la función de una mamá sustÍtuta. Su espo-
les el hecho de que vivía ~ unas pocas cuadras de su casa. sa nos decía: ('
Sus dos hijas menores, Jessica (5) y Nancy. (4), eran niñas des- «Como es tan gran?ote y gordo lo mando a dormir a la cucheta ('
nutridas, de baja estatura para su edad, pero, mientras que Nancy de Jazmine y ella due11'me conmigo. No tengo otra cama, por eso '('
1
era una niña alegre y vivaz, Jessica, de aspecto esmirriado, presen- dormimos juntas.» ·
taba un mutismo desde los tres años de edad. Ambas tenían fallas Jazmine siguió si<.ndo, en la fantasía de su madr~, eso desco-
e l'I
• ' 1/ • -

importantes en su constitución psíquica,-'pero las de Jessica reves- nocido para· su mádr~ que cuando iba a nacer «no· se sa_bía qué
tían mayor gravedad. Nancy había encontrado un sustituto de la cosa era» (porqu~ estµba colocada detrás de su hermana gemela),
1
función paterna en el esposo de su maestra jardinera. Se trataba de sólo que ahora lo que1 esta mujer no alcanzaba a comprender

eran
un matrimonio que no podía tener hijos y que viendo la precarie- las extrañas conduct s de su hija. ' _
dad de las condiciones de vida de lnl.iña~ -decidieron queel espo- - 1
----- -- -- Cuando Jazmine 'entró por primera vez al consultorio lo hizo
so la apadrinara. La llevaban con ellos los fines de semana, le de tal modo que al caminar se bamboleaba para l?s costados a la
compraban ropa y «él le hace de padre», nos comentaba su maes- vez que hacia muecas imitando a un mono. La primera impresión

"" tf
(
- Z :::m :

,,
'I

que nos causó fue la de una niña que se sentía deshumanizada,


que actuaba la fantasía aterrador:i de aquello inexplicable para su
madre.
1-
Anteriormente relatamos que Jazmine sólo hacia la mímica de
'-<D
\J.;,, 4:)
~
>--<z:¡ G ~ "'' - ' l . . . . L .1-. alguien que habla y lo mismo hacía con la escritura (no imitaba los
o ~ ()"2 "-" movimientos de cualquierpersona sino los de su hermana).
1

l 1111

~
Su padre, con características muy infantiles, renegaba, como
"" su mujer, de las diferencias. Una Yez nos dijo:
«En mi familia somos como indios, todos iguales. Nos ayuda-
O)
M 7
4 mos entre todos como si füeramos uno solo». La mamá de Jazmine,
a su vez, nos decía afligida: «Las 1mlli son tan iguales que ahora 1
¡1
1

/
1

')'
:1,,

.•
que ella (señalando a Jazmine) perdió-el arito, no se ~6~10 las voy

~. ,- . , _
\• y,'")
'b) -\ • a diferenciar». 1 ¡:

' .· \
,· -,i~
En el discurso de estos padres no aparecía ningún inte~sticio
por el que algo de la transmisión cultural pudiera filtrarse .

{ I . Qe'""""'\ ~• '' •
La madre de Jazmine tenía su mirada anclada en sus dos hijas a
quienes no podía discriminar y su marido. no había podido inter-

~,...... ____ ~
venir entre madre e hijas. Se trataba de una mamá que reintegraba

.·· ······...
J
~~' parte de SU producto, a tal punto que Jazmine era incapaz -de COflS-

{
j Q!_Uir una subjetividad y se autopercibía como no hurñanÍiida:-----
¡_, - --- -----__.- .
--·-- .. ·-- -----· - Los padres, como «no sabían-qué· cosa iba a nace:q> _no tenían·· -

) ··'.] -~
rr;
~

J
pensado nombre para Jazmine. El pediatra la llamó .Ester. A los
pocos días el papá fue a anotar a las mellizas en el Registro Civi!,
pero se olvidó de los nombres que su mujer le había encomenda-
f
do. Una tía paterna le e·scribió una carta desde Buenos Aires
- :,~~ F ' 1

~
sugiríendole nombres, y ¡'con éstos escritos en un papel, el padre

/
r~. ? ... de las niñas las inscribiéi. Desde entonce~ se llamaría Jazmine en
vez de Ester. Su madr~ no recordaba el segundo nombre de la
~'
)-'. '.. )
, - "),...
,..,... ,,........._,~ 6'.'f!!"
';· \' 1 ',,-
.
"' . , , ,,,.
-. , •'¡l'.Z'-)-1 ,
.... -
~ niña. Como era an\llfab~ta nos lo trajo. por escrito. Mientras nos
contaba la historia del ~ombre, Jazmine fue al pizarrón y lo llenó
.__,
,1~. • ~ - .
de inconfundibles «E» que no supo reconocer luego. Este hecho -
f, 1 '

llamó nuestra atención, más aún, porque habíamos vist_o a Jazmine


•~
1 -- - --

~.J
realizar el gesto de escribir pero era incapa:z:--ae-esbb-:zarun:;clena-cr _ ~~~,~- -- ,

·tt -Í
palabra, ¿esa «E» tenía relación con el primer nombre recibido?,
~
'-::Z
~ ~ \ \
¿qué le impedía escribir?. .

\\ 1
1 1; 111
••1

Jazmine era un gran interrogante para nosotros, ¿sería posible deseo reprimido de matar a su padre no podía llevarlo a cabo. Por •
que el pediatra que la trajo al mundo y la siguiera atendiendo
durante su infancia, hubiera dejado inscripciones en el psiquismo
de esta niña.?
otro lado, su padre aparecía como protegiendolo de las amenazas
del mundo a la vez que intercedía entre el niño y su madre. Los
efectos que produjo este padre que, si bien estaba ausente durante
'e
(
Observa.mas que la función de interdicción de· lá Ley del períodos prolongados, ejercía la función paterna, es que el niño (
Incesto, de donante, de linaje, frecuentemente no era ejercida por podía establecer relaciones sólidas con una singularidad que lo
el padre biológico de los niños del sector social más carenciado, a caracterizaba por la seguridad con que «se plantaba» frente al otro. •
la vez que parecía debilitarse con el agravamiento de las condicio- Su madre pudo amarlo, sin dejar de amar a su esposo, cosa f
nes socio-económicas en ambos grupos sociales. que no ocurría con frecuencia con otras mamás que se erigían (
No obstante, en la gran mayoría de los casos no se trataba de como «el todo» para sus hijos. (
niños psicóticos, aunque muchos padecían perturbaciones impar- En el caso de Francisco, sus potencialidades intelectuales ra- (
tan tes. dicaban, en gran medida, en la apertura hacia una terceridad con
f
En estos casos había que buscar la función paterna en otra que su madre, gozosamente, había permitido que la función del
parte: ¿el «Padre» de la iglesia católica?, ¿el Ministro de la «Escuelita padre produjera inscripciones en el psiquismo del niño. f
de Dios»?, ¿en las mismas madres que cumplian ambas funciones Finalizaremos esta temática con la siguiente cita de Rosolato:
sostenidas por el grupo de pertenencia?
Existían grandes diferencias entre. las madres. de los niños Toda la transmisión 110 consiste únicamente e1i la repetición ciega y sos/e- •f'
que presentaban problemas de aprendizaje con trastornos en la. . ni11Jie1ytq d_e__la~ ~ostmnbres, sino que además jien_e efecto sobre eljJo/epcial de
simbolización, y aquellos que, ante una situación familiar similar,
péro con otros recursos; no tenían dificultades para simbolizar.
desarrollo, de cambios, de invenciones y descubrimientos.
·'-- Esta evolución qm se a11ade a la dicha por los padres, es fommlada como ''
Recoidemos-d ca:so de-Frantisco;·n1ffó, con exifü escolar;·y -tina -;¡;te
vinéulación desconocida, sostenida por <<o/¿jetos ·¡,1-perspéctil'a>i, son
sus diferencias en el discurso de su madre con respecto al discur-
so de las madres de los niños con problemas de aprendizaje.
ideales en tanto que prqyectospara tm J11t11ro: ellos co11stih!) en el/entido de la
vida.
1

·.
1'
'(
Se trataba de una mujer que se encontraba en una posición
desean te con 'respecto a su marido. Este dato nos resultó rele- '(
vante, pues no ocurría lo mismo con las mamás de los niños con 1(
dificultade's. Estas presentaban, por lo gener~l, una sexualidad in-
fantil. / ,¡

El test proyectivo CAT que le administramos a Francisco nos


permitió ~nterpretar los sentimientos ambivalentes que tenia este
niño atrá'vesado por la dramática edipica. Un niño que se había
podido identificar con emblemas valiosos de su padre inteligente
· - ::en el decir <:le su madre- ·poseído por intensos sentimientos
de rivalidad haciµ. él , pero que aceptaba su indefensión frente a
este hombre adulto. Eso tranquilizaba a Francisco, saber que su
1
1tf
'f _l
ili
1
CONCLUSIONES A MODO DE SÍNTESIS ¡II

1
¡l

1
Luego de finalizar este trabajo, creemos necesario reflexionar l.
sobre algunas premisas de las cuales partimos, algunas de las cua-
les no se cumplieron, al menos bajo la forma en que las pensába- :11
mos en un inicio.
Creíamos, por ejemplo, que el fracaso escolar se trataría de un ,, :11
síntoma social, producido por el «choque»entre culturas diferen-
·¡/
tes, mediante el C\1al los niños denunciaban, transgresoramente, I i

la falta de normativas sociales claras, dado que una de las mayores


dificultades en el aprendizaje consistía en la comprensión e incor-
poración del código de la lecto-escritura.
Y no es que consideremos que esto· no ocurra, sólo que de
acuerdo a lo que hemos podido investigar, es probable que este
.. supuesto pueda aplicarse a sectores sociales más pudientes, en los
·'tl!:ales l<?s_ ~_Q_()_S t_odavía p~e:c:!_en 5<rel:i<:!~tse:» a1~te:_ 11_n_ cier.!=_2 e~_~ac:l_Q._
anómico que los confunde y los deja sin referentes precisos. En
iós niños de la muestra sólo encontramos dos casos con estas
características.
Para enunciar lo ant~rior nos apoyabámos en la categorización
de problemas de apre,hdizaje reactivos planteado por Alicia
Fernández, quien los ~iferencia de los problemas-síntomas por-
que aquéllos denuncia~ían las fallas del ·sistema educativo, mien-
,./
tras que estos últim()s !estarían ,-inculados a un atrape del deseo
•~ del sujeto en relació!:1 ton su historia singular.
Sin embargo, los 0iños de la muestra, aquellos que pertene-
~ cían a los sectores sodales más carenciados, parecerían responder
-- --- ------- --
a otras características.
-------'-,'---f--------------- .. -- -- . - .
1
. . . . . . 1- - --- -- -----
Se trataba de los niños que hemos denominado desnutridos
escolares que, a nuestro juicio, no chocan, rebelándose contra i/
otra cultura que les es impuesta. A lo largo de este trabajo hemos

i
podido inferir que estos niños habían sucumbido al intento de se realizan sin efectos iatrogénicos para estos niños.
incorporarse a la cultura hegemónica. Se sentían derrotados; Si el fracaso no viene de larga data suele ser beneficioso para
tenían una resignación pasiva. Su imaginario quedaba atra- los «desnutridos escolares»otorgarles un dispositivo pedagógico
pado en una captura especular con sus docentes de· turno, que les permita re-significar el espacio de aprendizaje como un
que hacia que tanto unos como otros tuvieran ·el convenci- espacio del que pueden apropiarse, centrando el trabajo en lo que
miento pleno de que, efectivamente, estos niños «no podían», tienen y pueden hacer. Se trata de un espacio que posibilita al niño
«no alcanzaban», entendiendo con estas expresiones que es- recuperar la confianza en sí mismo. Hemos encontrado que estos
tos no poseían recursos intelectuales y/o culturales para des- niños tenían heridas narcisísticas que le acarreaban ret_racciones
ernpeñarse exitosame..nte en la escuela. Es[os supuestos mo- libidinales en su YO. Estos casos nos enseñaron mucho, generan-
tivaban que muchos niños fueran derivados a una escue_la do en nosotros interrogantes que no nos habíamos planteado has-
especial. ta entonces, ¿qué docente o psicólogo no ha tenido delante de sí
un niño ~e mirada esquiva , cabizbajo, con el que resulta muy t

EL DESNUTRlDÜ ESCOLAR, EN CONSECUENCIA, SE difícil comunicarse, sencillamente porque no habla y rehuye nu~stra_

,•
ENCUENTRA EN RIESGO NO SÓLO ESCOLAR SINO mirada, temeroso de que repitamos con él aquella violenci~. sim-
i bólica que Je produjo este sufrimiento y fracaso, sea por factores
TAMBIÉN SOCIAL.
histó~ico-afectivos o por algún exceso de la función docente?. ,
Si pensamos en el término «choque», éste supone aspectos Este dispositivo es un espacio enriquecedor de las potenciali-
,
- _defen~ivos y t-ransgresores que podrían indicar el estado de de-
nunci; del síntoma .del ~o ~pre;;:de;, ~U:n·q-U:e ~;t;p;;i~i~~~mient~ · - --
dades de los niños que busca rescatar la imagen de sí construida y
que han perdido. La observación y el trabajo con estos ni.qos nos· ,
del sujeto implique una renuncia como señ-alará·s~ra :r;1n-cf973·y.-··---- ---- -~QJn-· 11evado a desarrollar el concepto de contenidos
Es en este punto que nos interesa-riiai:cai:Tís-diferéii-cias eifrre·u0 ------ -· -- autorreferenciales:- -· ···· -- --- - '
niño con estas características y el «desnutrido escolarn. Este últi- Los contenidos autorreferenciales, transversales, son ~que- "
mo no puede defenderse y mucho menos transgredir una normati~.
va propia de una cultura que desconoce y que ademá~ ~o com-
llos relacionados con temas que permiten que los ~ñas realicen
autorreferencias, como.....r:riJ?do de proyectar «alge»-de lo de ellos . "
'i
prende (hemos observado con asombro, que algunos niños tildados en el nuevo conocimientp, para que éste no caiga en el vacío por 1,
de transgresores por sus docentes, en realidad no tenían . --· \ resultarles tan desconoe¡ido. . . ,,
internalizadas las pautas regladas de la institución). Sus pa~ámetros Cuando de culturas'-diferenrés se tra.ta, es im,portante cuidar
1\
con re_specto ª las re~las ~ra:1 otros, y l~.,~scuela nos les había es~ as~ecto p~ra evitar¡ los «corto-cir_cuitos»3jvínencionamos en
1,
dado_ tiempo para que rntenonzaran las nuevas reglas (tan rápido y
taxativo había sido el diagnóstico realizado por los docentes).
el traba¡o (el e¡emplo d;e Marcelo es 1lustrat1vo) 1 ·
Con1 este disposiüyo grupal se busca que, al re-encontrarse
(.
Otra consideración importante es la relacionada con las indi- en un espacio escolar, los niños prosigan con la copstrucción de -- ~
caciones terapéutica"s que suelen efectuars~ con estos niños. Es su proyecto identí fica~orio, suspendido/ qu..._ebrado ~uando algún'' t,
o
frecuente que los «desnutridos escolares>>.se.an-derívados"p~ra que . ;----·--pocertte;·a través del ej~rcicio de su función, la)nstitución Jo ha.
" (4
se les -efectúe un psicodiagnóstico y psicoterapia. Entendemos : :violentado. · /
1(,
que estas actitudes de los docentes O profesionales de la· salud no Los niños con problemas de aprendizaje comprometen su sub-
,, ,
\ '(.
!') j
¡)

jetividad y el deseo de aprender y muchas veces se_ encuentran sar junto a una endeble constitución de la estructura narcisista.
afectadas sus estrúcturas cognitivas. Sea por la primer causa o por Era frecuente observar cómo estas madres eran «arrojadas))
ambas, la producción simbólica 57 de estos niños suele ser pobre. hacia sus hijos, sin un marido o sustituto que cumpliera con la
Al iniciar este trabajo, partimos de algunos supuestos que nos función paterna de sostén de la función materna a la vez que de
permitieron dar cuenta de las posibles articulaciones entre los corte entre ella y su hijo. Asustadas del «afuera))que las había
factores históricos-objetivos y su imbrincación con los factores olvidado y en el cual ya no se podían. re-conocerse como miem-
subjetivos. Estos sirvieron de brújula orientadora a lo largo de la bros pertenecientes a un conjunto social dado, se «pegaban)),
investigación. temorosas, a sus hijos con demandas que aplastaban el deseo de_
Los niños con problemas de aprendizaje que pertenecían a. ese hijo-sujeto, con modalidades de relación predominantemente
sectores sociales en proceso de p·auperización eran muy sensibles autoconservativas para con éstos. De esta manera el hijo corría el
a los cambios (mudanzas, nuevos trabajos de los padres, el cambio riesgo de quedar posicionado como objeto_ colmante para su ma-
de lugar donde los atendíamos). Era llamativa la inquietud y ansie- dre. A estos niños les resultaba muy difícil realizar el pasaje hacia
dad que les ocasionaba la más mínima modificación de su una posición activa de sujeto deseante.
cotidianidad. El pasaje de lo «familiar»a lo «extra-familiar» se encontraba
El pasaje del YO Ideal al Ideal del YO les resultaba harto obstaculizado. Esta dificultad es común a todos los niños con
dificultoso, probablemente porque les había tocado vivir en un problemas de aprendizaje, se trate de este sector social o de otros.
grupo social que no conservaba las más mínimas garantías de No obstante, encontrábamos diferencias de consideración en los
1 estabilidad. Estos niños se encontraban en un proceso de progre- niño~ de _la_ <:ategoría de los «nuevos pobres», dada _la fotgilidad de
., sivas pérdid~s de sus enunciados identificatorios de origen. Las su YO en constitu':ión. Tanto en éstos, como en los· nifí_o_~_q11e_________ _
1)

observaciones continuas de estos casos actuaron como una luz -.. ____ pertenecían al sector de «pobres estructurales», el «afuera)) era
.¡ 11

roja,_de alerta, para nuestro trabajo; lo que nos llevó a realzar con-- - vívencíado-poi: ellos y'por sus pá'di:es--como-peligroso:-a.menazan---------
( énfasis la importancia de los postulados de origen en el proceso te. Creemos que es posible que exista una relaci."?n entré estos
·~ de enseñanza-aprendizaje, ya que son los pilares sobre los cuales miedos, al menos en parte, y una sociedad que ha' abandonado a
el niño puede dar un salto -entre lo conocido y lo no conocido. estas familias, reactivando en ellas fuertes sentimientos de desam-
Por otro lado nos volvimos mucho más cautos en el abordaje paro y abandono qu1:;· les «vuelven»desde el afuera como algo del
diagnóstico y terapéutico dada la vulnerab.ilidad de su YO con orden de lo siniestro/ acompañado, a veces, de fantasías de catás- -
lábiles soportes identificatorios. trofe. ·
Las funciones materna y paterna eran ejercidas con fallas im- Se trata de sujetos avasallados en su identidad pues «ya nada - ------ -
. ,,, ... ..
: .
'

portantes que dificultaban en el niño los. ·pi:Océsós de constitución es como era», comoldecía lina mujer.
psíquica. Los niños perteinecientes al -grupo de «peibres e-stru~turales>; '
Quizás, uno de los aspectos más notorios de estas fallas lo poseían más dificultades para anticipar que los otros niños. Esra·-::-:-::::~='--
constituían las dificultades de estos padres para anticipar «el hijo característica comúh a todos ello~ llamó nuesta atencíóñ~-Inte{:·_,':::_ :~::-__
) 1 ) • -·· -····-----~-----

. i . . - . ····-· ---·----. --~.~----~-


.por tenern~~y proyectarlo hacia un futuro. Sumidos en una_vorági-_ pre tamos que es posible que ante las urgencias.que_ t1enen qu<!:7;7:,;;:.;JL,.;:.;;
ne de pérdidas, estas dos funciones fallidas se traducían en sus resolver para sobrevivir , esta función, más que .encontrarse falli- -
hijos en alteraciones témpora-espaciales y dificultades para pen- da, sea una función inoperante para ellos. - -
1

\'. 1 ...... ,.,.,


'¡¡
......
,,
1,'
Sea cual fuese la causa, la vida los llevaba a la rastra, sin que
pudieran encontrar recursos para detenerse a pensar y planificar
con la dificultad que tenían para favorecer en sus hijos los procc-
. sos psíquicos habilitadores a la inclusión de un tercero. ,,
sus destinos. Por ejemplo, algo que resultó sorprendente es que En los niños sin problemas de aprendizaje, por el contrario, la
las mamás de la muestra, casi en su totalidad, fueron sorprendidas
en sus embarazos por l_a mirada de otros que los. «percibieron»
referencia a un tercero estuvo siempre presente en el discurso de
las madres. Se trataba de madres que se relacionaban con sus hijos
'
antes que ellas, a pesar de que algunas se encontraban con varios valiéndose de numerosos «objetos mediatizadores» que ayudan al
meses de embarazo en curso. bebé a libidinizar los logros adquiridos, modalidad que fue trasla-
JVIuchos de estos niños no fueron proyectados y ,cuando na- dada posteriormente a las situaciones de aprendizaje por los niños
cieron, activaron en sus madres fa!ltasías de catátrofe, vampíricas, (en este sentido la mamá de Francisco, que «le escribía y hablaba»
mortíferas. Vinieron a aumentar las penurias familiares y los es- de sus angustias a su cuaderno, es un hermoso ejemplo de lo que
fuerzos libidinales de unos padres con pocas reservas por el des- intentamos decir respecto de los objetos mediatizadores). En el
gaste narcisístico producido por su conflictiva relación con la so- discurso de los padres estos niños eran pensados piospectivante f
ciedad.· en un futuro lejano, eran «hablados» en su ser de sujetos deseantes.
No obstante, queremos hacer una salvedad: no todas las ma-
dres reaccionaban de la misma manera. :i'vfemos encontrado en las
En los niños. con problemas de aprendizaje el modo en que
les eran presentados los objetos nuevos dejaban sus marc-~s en el

f
madres de niños que no tienen problemas de aprendizaje, discur- niño. Est~s quedaban colocados frente a lo novedoso sin media-
sos que se refieren a sus hijos como sujetos deseantes Qo que se
encuentra muy destacado en el discurso d~ la ma~á de Francisco,
ció9 alguna, ya que estas primeras improntas estaban teñidas de un
exceso de violencia; allí donde debió primar el placer por los
,'
a pesar de vivir las mismas circunstancias penosas que la madres nuevos .logros, sólo apareció un imperativo pot parre· de _la -maclre
de niños con problemas de aprendizaje. Esta observación reviste '--g_ue no contemplaba las reales posibilidades del niño.' Qturría, a f
'
gran importancia porque-muestra que-aunque las··condiciones o~- veces,que éste ni siquiera poseía la madurez neurológica para-cum--···-·
(
jetivas son importantísimas para la constitución del psiquismo~ no plir con las exigencias de una madre que «no podía, .esperarlo» en
(
son determinantes por si mismas. En dicha constitución se juegan los ti_empos y. formas que éste demandaba o requería (hacemos
las viscisitudes del deseo y la historia de cada sujeto que permiten está discrÍminación porque muchos niños inhibiero_n _la demanda ·~
que, imbrincadas con las condiciones objetivas, advengan subjeti- mientras- que en otros µo hubo lugar para que ésta se instale). 1(
vidades singulares. ,,.Por lo demás, fue p-iuy i:iotoria la func;ión paterna falJida en los (
Otro hecho relevante que hemos observado en las madres de padres de los niños cbn problemas de aprendizaje, especialmente
(
niños con problemas d~ apre~dizaje se vi,~cu)a con la particular la falta d~ la imagen, de un p~dre prÓtector,que se encontraba
' ((
modalidad con que se rel~cionan con sus hijos sin valerse de ausente en casi todosJos
. ;
niños de la. muestra.
. t
«objetos mediatizadores», cuya furició1?- consistiría en actuar como Como ya hemos! dicho, la función paterna posil:>ilita el des- . f
soportes brinda.I_?-do un tiempo de espera e11tre los objetos a cono- . pliegu~ de potencialid~des creativa~ cuando está presé~te y,a través . (
cer y lb conocido. Interceden entre el objeto que la ma~~presen- - · de ella el niño incorpora los einblet'nas de la cultura·. In~~de en eJ __,:·" . (
ta. a su hijo y ésta, a la vez que atenúan los pasajes de los sucesi- orden~miento simbólico de~ _mu~do.,,~e lo_ que-se desprende-qu"1t~¡::.(
vos de.stetes. - ... los quiebres de la producc10n s1mbolica tiene una estrecha rcla- · · · -·_
De manera indirecta esta actitud .de las madres se relacionaba ción con esta función. · . .(
4
174 1 1(
<.
1'

por déficits del sistema educati,·o, pueden ser ayudados en el pro-


Sintetizando, los niños con problemas de aprendizaje presen-
ceso de constitución de un pensamiento relativamente autónomo
taban fallas simbólicas que les impedían frente a lo novedoso,
desde un posicionamiento docente que permita el despliegue de
incorporar el conocimiento re-significándolo al interior de su his-
las potencialidades de los niños,a partir de re-considerar el modo
toria a partir de sentidos posibles que ésta les pudiera otorgar.
en que se posicionan desde su práctica.cotidiana.
Solíamos encontrar en estos niños significados cristalizados del Deseamos que este. escrito les sea de utilidad a aquelios do-
no aprender inclusive los modos de asimilar lo nuevo, rigidizados
centes que, pese alás condiciones adversas en que se enmarca su
por las modalidades acuñadas desde épocas tempranas en el seno
trabajo, se empeñan en mejorar y transformar sus prácticas
de las relaciones primarias, se veían afectados por la restricción
concientes de la importancia de su rol potencialmente transforma-
intelectual provocada por temores,. prohibiciones y falta de autori-
dor en esta sociedad en crisis.
zación gozosa, por parte de los padres, que no habilitaban de este
modo a sus hijos para la incorporación de lo novedoso.
Algunos temas que quedaron planteados como-p;ra seguir
trabajando fueron:

El trabajo con grupo de madres, que por razones de tiempo. y


espacio, no desarrollamos en el presente informe. Este trabajo
nos pareció de incalculable valor en el tratamie.qto de los niños
con problemas de aprendizaje. Brindarles este espacio a estas
mujeres, q~e están invadidas·pof intensas arigusi:ias, fas ayuda a
confrontar sus situaciones de carencias -a:fectivas·); sociaJes;-los ·\......

conflictos que mantienen con -la sociedady-con-sus·-hijós, a la·--· ---·•-·-·---


1

vez que les sirve de sostén cuando sus hijos comienzan a


,,
1

independizarse, evitando los derrumbes narcisistas. Precisamen-_ 11

te, este último peligro está siempre presente en los tratamien- I'
tos de niños, pero en el caso de estas mamás con su identidad
tan vulnerada, el peligro es aún mayor.
~

~ La imbrincada relación entre los sistem~i'de pensamiento, len-

• guaje y subjetividad, elementos que generah lá pi:óduc::ción sim-


bólica en el niño, se halla tan alterada y deficitaria en los niñ?_s_

~
de la muestra que hemos pensado en tomar este tema para una
próxima investigación.
---- --·-·--------· -- -
~ --- -----·---· ··_·;f;L

•~ Hemos intentado documentar a lo largo de esta investigación,


que los niños que no aprenden por factores histórico-afectivos o
--~:-
! 1\

j ll. I 1 .J1
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it
~
j
130 1~ 1
L
1 NOTAS
1
,, ¡,
l. Comenzamos nuestro trabajo con niños pertenecientes al sector social
ele nuevos pobres (sectores ele clase media baja que han hecho un ,t
acelerado descenso en la escala social, pasando a engrosar la base de la
pirámide social) y ele pobres estructurales. Con respecto a estos últi- .,
mos podemos considerar dos subgrupos, ambos con necesidades bási- ,,
cas insastifechas (ele acuerdo al TNDEC, 1990). Se diferencian entre sí
en que los de un subgrupo mantienen la representación social de la ,,
escuela como promotora ele ascenso social (como los nuevos pobres)
mientras que el otro sub-grupo tiene una actitud de descreimiento y ,(
desesperanza con respecto a la función de la escuela. Es el caso de los 1(
padres que prefieren que sus hijos en vez ele concurrir a la escuela, lo
que corisicleran una pérdida de tiempo, trabajen en la calle para-:ipor- !
tar dinero al bogar. ,,
2. Los dispositivos que hemos elaborado no será un tema que incluire-
mos en el presente trabajo. · 1f

3. Por función subjetivante entendemos a aquella función capaz ele


posicionar a un sujeto, desde su singularidad, frente al conocimiento,
a la autoridad, a los adultos y a los pares .. Este es un sujeto de la cultura,
'
,f

que desea, que piensa, que tiene una historia socioafectiva que lo cons-
tituye como tal. L-1 función subjetivante está íntimamente ligada a.la.
constitución del proyecto ídentificatorio (que trabajaremos más ade-
,'
lante). ' - · -
"-·
4: - Intersubjetividad: e-s fa relación libidinal entre süjefos-,-inconclei1k,-- ·
fundada en el lenguaje. ·
(
'
5. Proyecto identificatorio: Según Piera Aulagnier es:' la «representa- (
ción de una imagen ideal de formas de comportamiento que el YO se - (
propone por si mísmo». mniño constrnye este proyecto a partir de las
identificaciones que ha realizado en su medio familiar, contrato narci- C
sista mediante, y la~ nuevas identificacion-es a los objetos ele la cultura_ . (
que encontrará por fuera de su familia.
6. La búsqueda de nu,~vos horizontes, cua~do el niño desea alejarse de su (
familia, puede fracasar en el intento (ver el caso de Ariel). - . -. '(
. . 1

7. Proceso sublima,torio: «••• es un producto transaccional, como todo-_ ('


retorno de lo repQmido, pero es· una transformación de la pulsión en ·
un producto valorizado narcisísticamente y supone el.place{por es.ta· --: (
transformación._ .. •j«Se t~ata de una formación transaccional 3u~_ªatl~f.a-:- _ _ 1: C

T-,
~
.
ce simultáneamente al deseo y tiene un beneficio narcisista, porJo_quc.~--___ :~..
algunos autores consideran a la sublimación como' un' des"iiño'ii</,-ti..:::;;;~~--:~ .. :.. '·.' I
fensivo (las negritas son nuestras) de la pulsión.» }:Iornsteii1, Luis. Se·
minario dictado en el Colegio de Psicólogos. Rosario. 1988.
C
r~.
::i
'
'
,I;

1·n
-¡ !i! ''ª ...........-... .

preconcientes concientes.»
8. Violencia prhuaria: «es la acción medbnte la cual se le impone a la
psique ele! otro una elección, un pensamiento o una acción, motivados «Si bien una de las atribuciones ele la producción simbólica es su cualidad
en el deseo del que lo impone, pero que se apoyan en un objeto que conciente, las teorías psicoanalíticas la consicler:rn atravesada por
responde para el otro a la categoría de lo necesario». Piera Aulagnier. contenidos ineontientes que la singularizan, lo que implica realzar los
1975. El niño no tiene posibilidad de elección ante las conductas aspectos enigmáticos e históricos-subjetivos de dicha producción.» S.
interpretativas de su madre. Son precisamente estas conductas por parte Schlemenson (1997).
ele la madre las que lo introducen en el mundo de la cuitura y lo cons-
13. Los elatos recogidos fueron suministrados por la licenciada en Antropolo-
tituyen como sujeto. Esta violencia ejercida puede ser excesiva y gene·
gía Maria Cecilia Cafarotti.
rar perturbaciones en el niño. Al respecto, ver caso Daniela.
11
14. Hemos recogido abundante material extraído de los grupos de madres
9. Violencia secundaria simbólica de la escuela: es la acción ejerci-
que merecen un tratamiento interpretativo y analítico tal que escapan 1'/
da por la institución, vehiculizada por el docente, atmque sostenida
a las posibilidades de este trabajo. f,1
desde la escuela, representante de fo instituido por la cultma, sobre el
niño, en el acto/proceso de transmisión de contenidos seleccionados, 15. «Saber Popular e Identidad» en «Saber Popular y Educación en América
parcelados, recortados del conjunto ele conocimientos acumulados por Latina». Sergio Martinic (comp. Isabel Hernández y otros). Ediciones
dicha cultura (que no se refieren solamente a los co11ténidos científi· Búsqueda-CEAL. 1985
cos)sino que también incluye a los hábitos, valores, vocabulario, etc.,
que son indispensables para la aprehensión de la cultura dominante 16. Para profundizar sobre el tema de la salud docente recomendamos leer
el texto de Jorge Cohen y otros titulado «Salud y Trabajo.Docente. Tra'
por parte del niño. Este no tiene opción de elección de los contenidos
mas del Malestar en la Escuela.». Ed Kapelusz. Buenos Aires. Í997.
que se le transmiten con relación a la modalidad adoptada por la insti·
tución para tal fin. Sin embargo, le es necesario para constituirse como 17. Este texto fue escrito en el año 1996. Al momento de su revisión para
un sujeto de la cultura. ser publicado han pasado seis meses de su fallecimiento.
Esta violencia se apoya, no sobre las necesidades del niño, sino sobre el deseo 18. Mencionamos esta escuela y describimos algunas ele sus particulari<la·
di:: éste de pertenecer a un grupo social dado por el cual se siente a su des porque es la escuela del barrio.
vez, interpe!ádo.{el conjunto social lo necesita- para la· re-produc¿i6¡1. --
de sí mismo) Para poder lograrlo deberá aprehender sus objetos cultu- · -···-- Los niños de la muestra pertenecen a varias escuelas de la zona que cuentan
·'----. con una composición social del alumnado más heterogénea, desde el
rales que es lo que la escuela puede brin<:1:1:rl~ .. ---------· _ ··-·-- _ - ···--· - --- ··· · plinto de vista social.
10. Narcisismo: «amor a la imagen de sí mismo•. 0. Laplanche, J Pon ta lis;·
Diccionario de Psicoanálisis. 1981). S. Schlemenson dice que el proce- 19. Estos datos los hemos obtenido de entrevistas realizadas a la directora
so de narcisización es la proyección de representaciones amorosas en por la Licenciada en Antropología María ,Cecilia Cafarotii.
la cual la mónada psíquica de madre-niño se toma a sí misma como 20. Hoy en día no existe más ese servicio de apoyo escolar. Un grupo de
objeto de amor .(1996) · mujeres del barrio cofaboran con Cáritas distribuyendo comestibles y
11. Problemas de aprendizaje reactivos: Alicia Fernández acuñó este rop;¡. para los necesitados.
! .
término para caractenrizar a aquellos niños que no aprenden por cau- 21. Durante el año 1998'se produjeron dos asesinatos por disputas conyu-
sas político-institucionales, metodológicas y/o _de mala relación con el . gales que tuvieron características macabras.
docente. ,,
,.,.. .,,,_
1
22. «Purgar»: es un término que suelen utilizar los lugareños que consiste en
(
descargar los !'estos; ele la mercadería que queda en los camiones una
J 12. Silvia Schlemenson retoma la siguiente idea que transcribimos de Piera vez que los camion~ros la entregaron en el lugar de destino. Esta nueva
Aulagnier: « ... considera que la producción de símbolos, pensamientos modalidad de trabaJo se practica con camiones que transportan, fun·
á y enunciados, son manifestaciones de uno de los modos del funciona· damentalmente, cefeales y nafta. El producto que recogen lo venden a
miento psíquico: del proceso secundario ... » Más adelante.agrega:31con,___.____. un precio menor que el de mercado. Es interesante destacar que los
~. sidera (citando a Piera Aulagnier) la producción de pensamientos, co-· hombres que «purgan» los camiones se han organizado por turnos que

!l nacimientos, enunciados e ideas como una de las actividades psíqui- respetan rigurosamente.
cas de mayor complejidad con características preponder:intemente ··-11

135
·---.. - r .. ~·-J~_._.1-.~ --- .. ~ ; - , ,
'~
'~
El discurso del conjunto social de pertenencia, según P. Aulaguier, 30. La denegación consiste en el mecanismo por el cual el Yo niega una ~
2.3.
«es un grupo social que habla la misma lengua, regido por las mismas realidad (interna o externa) que le resultaría intolerable ele soportar.
instirnciones y una misma religión. Este conjunto emite enunciados Existen diferencias entre la denegación y la desmentida (que en los 1''
t cuyo objeto es el propio grupo que posee una serie mínima que llama- problemas de aprendizaje es importante tener presente). Con respec- ,,,
mos «enunciados del fundamento» o «fundamento del enunciado». to a esta última dice Frizzer:i: ·A.sí como el descubrimiento de la caren-
cia ele pene lo lleva a reconocer la «carencia·» como causa ele su deseo ~
24. Según los tipos ele cultura esta serie posee enunciados míticos, sagra- sexual, debe reconocer a su .. carencia de saber»como causa de su de- ,,,
dos y a veces científicos.Todos comparten una misma exigencia: su seo ele ver y de saber.
condición de fundamento «... recibidos con valor de certeza.» (1975). ~
Es decir que el peque110 sujeto al desme-ntír no se posiciona como aquel que
25. Prosiguiéndo con los enunciados de Aulagnier rescatamos el siguiente no sabía y deseaba saber :il tiempo que reconoce la precedencia, la ~
párrafo: «El sujeto, necesariamente, es parte activa de una cierta teoría anterioridad ele! padre en el saber; no acepta que otro sabía más que él.
acerca de los fundamentos ele lo social; él confronta la realidad del Esto abrirá la brech:i de dificultades para reconocer el supuesto saber 1
mundo tal como le parece con la imagen ideal que propicia su teoría. Y de los Otros, sean maestros, profesores, analistas». En «La desmentida y ~
esto detern1inar:í que todo subgrupo en conflicto con el modelo los trastornos de aprendizaje•. Actas de Congreso citado. 1997.
dominante se constituya alrededor del modelo propio. Lo que · ~
tendrá valor de repercusión directa en el efecto anticipatorio 31. 1 YO: «Es un:i parte del ELLO modificada por la influencia del mundo
1
del discurso de los otros sobre el infans.» (1975) (las negritas son ' exterior... Aspira a sustituir el Principio de Placer por el Principio de !
nuestras) · Realidad ... Rige el acceso a !J motilidad» en «Psicología de las Masas y
~
Análisis del YO». Sigmund Freud. Santiago Rueda, Editores. •Frente al
26. Mientras nos encontramos corrigiendo este texto para su publicación
el frigorífico ha cerrado sus puertas. Los obreros en luecha reclaman
por su fuente laboral perdida y salarios adeudados.
mundo exterior se percata de los estímulos, acumula (en la memoria)
experiencias sobre los mismos, elude (por la fuga) los que son dema-
siados intensos, enfrenta (por adaptación) los estímulos moderados y,
'
l
27. En la actualidad circulan 120 taxis y 63 remisses registrados en la Di- por fin, aprende a modific:i..r el mundo exterior, adecuandolo a su pro- ~
rección e Inspe_cci§n General de~Trán_siw de la_Mu,nicipaJidad_ de S_ar1 _ pia conveniencia (actividad). Hacia el interior, frente al ELLO, conquista
Lorenzo (datos suministrados por esta dependencia en 1996) para una -ei doniinfo sobre las exigencias de los instiútos, decide si h;m de tener (
población de 45.000 babítantes. En los últimos dos afios el número de ----- ---------- --- acceso a la s¡¡tisfacción, aplazándolas hasta las oportunidades y circuns-
'-- tandas más favorables del mundo exterior, o bien suprimiendo total-
(
_taxis y remísses se ba visto incrementado.
---- - - -- - - - - - -me1i.te las excifadones iI1stiriifras» en «Esqueriia-s del Psi_coaiiálisis;,, --- -
28. Contrato narcisista: dice Piera Aulaguier: «Al adherir al campo so-·
f
cial, el sujeto se apropia de una serie de enunciados que su voz repite; ·«El YO surge coino un derivado del proceso identificatorio que implica (
esta repetición le aporta)a certeza de la existencia de un discurso eri un trabajo de elaboración, de duelo·, de apropiacio1~es que él opera
que la verdad acerca de un pasado está garantizada, con el corolario de sobre los enunciados identificatorios que el Otro Primordial produjo (
la creencia en la posible verdad acerca de las previsiones sobre el futu- acerca de él. El YO podrá recurrir a distintos movimientos: investigar,
ro.
<_,,·
construir, prever, ieprimir, sublimar, establece el orden temporal de r
los procesos psíql]icos, sometiéndolos al examen de la realidad para
La catectización de este modelo futuro constituye una condición necesaria
para el funcionamiento social ( ... ), se encuentra en una estrecha rela-
enfrentar cambioslen el medio fisico y psíquico q{1e lo rodea. Se suele
olvidar que el YO.· es la instancia para 1a cual los objetos de placer se '(

29.
ción con el modelo de origen. Toda descatfícÚzací6n del primero
repercutirá en el segundo.
«Sí el sujeto pierde toda certeza acerca del origen, pierde, por ello mis-
mo, el punto de apoyo que el enunciante está obligado a encontrar
hallart en la realiddd y que está obligado a investirla. El YO tiene la tarea
de transformar, rtletaboiizar el objeto pulsional para tornarlo confor-
me al objeto real ,con el cual tiene que- entendérselas, y nunca podrá
tener un placer r:eal que sea independiente de la singularidad de su
organización incdnciente, de la singularidad de sus pu,ntos ele fijación,
'f
{
(
.
0

,~
para qué el discurso le ofrezca un lugar garantizado por el asentimien-
to del conjunto de las voces» ... «El sujeto ve en el conjunto al soporte pero también -¡fu;ndamental!- de lo que encuentra objetivamente en la (1
ofrecido a una parte de,la libido narcisista. «.:.El sujeto busca·y·encueii~ - --- ------ "¡;ijf'l realidad»-en «La sllblimación: ¿un destino de la pulsión?».Luisllornstein. ___ _
tra en ese discurso (social) referencias que le permiten proyectarse ·-"':~' 1988. <1
hacia un futuro para que el alejamiento del primer soporte (la pareja -~ 32. Piera Aulagnier trabaja el espacio en que el YO va a advenir con un
paterna) no se traduzca en la pérdida de todo soporte identificatorio. · ·-

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do tocio lo hered:tdo, lo inn:Ho, lo constitucionalmente establecido; e:;


gráfico representativo de la realidad psíquica circuscripto entre el de- decir, sobre todo los instintos originados en la organización som:itica,
seo de otro y el del sujeto. Se basa en la representación con vectores que alcanzan en el Ello una primera expresión psíquica ... » Bajo la ¡11 •
del deseo del sujeto y el deseo del otro. «La resultante ele estas dos fluencia del mundo exterior real que nos rodea, una parte del Ello ha
fuerz;:is nos indican en cada momento el punto de identificación, es experimentado una transformación particular ... el YO.(S. Freucl, 1938).
decir ese lugar del campo imaginario donde el sujeto se proyecta pata
reconocerse como el punto de llegada p:ira el'deseo del otro, y punto Super-Yo: En el YO se desarrolla una instancia llamada Super-Yo, ca-
de especularización para su propio cleseo».(1994). paz de . entrar _ei~ ~onflicto con el. YO. Sus funciones son: la

33. Los procesos de historización (realizados por el YO) otorgan significa-


ia
autobservadón, cohcienci:t moral, la censura onírica y la influencia
principal en la represión .. Es la heredera del narcisismo primario, en el
ción a los objetos a conocer. Transforman la realidad en realidad psí- cual el YO infantil se bastaba a sí mismo y que, poco a poco iba toman-
quica. Esta realidad está ciada por los acontecimientos (entendidos és- do, ele las influencias del medio, las exigencias que éste plateaba al ·
tos como fragmentos de la realida.cl objetiva y/o psíquica que se tornan YO ... ». «... se nos revela su origen en las influencias ejercidas sobre el
significativos para el psiquismo) y la realidad ele la primeras relaciones sujeto por las autoridades que han pesado sobre él, sus padres, en pri-
objetales. mer lugar. (S. Freud, «Psicología de las Masas y Análisis del YO»). En
3-4. «El narcisismo primario del niiio se origina en lo que sigue: «Consi- «Duelo y Melancolía» agrega que el Super- Yo ha riacido de i.1na identi-
derando la actitud de los padres cariñosos con respecto a· sus hijos, ficación con el modelo paterno.
hemos de ver en ella una reviviscencia y una reproducción del propio 36. Janin, Beatriz: «Ética y constitución subjetiva» en Actas del IX Congre-
narcisismo, abandonado mucho tiempo ha. La hiperestimación ... do- so Metropolitano de Psicología «Niñez y Adolescencia, Hoy». 1997. Bue-
mina esta relación afectiva. Se atribuyen al niño todas las perfecciones, nos Aires.
cosa para la cual no hallaría quizá motivo alguno una observación más
serena, y se niegan o se olYidan tocios sus defectos, como lo demuestra 37. Vivencia calmante: B. Janin se refiere a este término para expresar la
la apasionada repulsa de la sexualidad infantil. Pero existe también la función de los padres por la cual contienen y organizan el llanto aterra-
tendencia a suspender, para el niño, tocias las conquistas culturales, dor del niño cuando éste se siente invadido por vivencias de desampa-
cuyo recbnocimiento hemos tenido que imponer a nuestro narcisis- ro y abandono.
mo, y a renovar, para él, privilegios remmciaclos hace mucho tiempo. 38. Este concepto fue definido en la «Introducción».
La vicia ha de ser más fácil para el nifio que para ·sus padres. .'--
39. . A. Castorina y Carina Ka plan realizaron una experiencia con docentes --
La enfennedad, la muerte, la renwiéfa a!placer yfa.lim'itación ele la propia· apoyada sobre conceptualizaciones de Bordieu y llegaron a la siguien-
voluntad han de desaparecer para él, y las leyes de la naturaleza, así te conclusión: «El origen social de los alumnos constituye una variable
como las de la sociedad, deberán detenerse arite su persona. Habrá de central en la medida que las concepciones de los niaestros estarían
ser de nuevo, el centro y el nódt1lo. de la creación: His majesty, the asociadas a sus propias valoraciones de esa pertenencia de clase: lo
baby, como un día lo creímos ser nosotros. Deberá realizar los deseos que podríamos llamar «clase social percibida» por los maesfros. Al res-
incumplidos _de sus progenitores ... » en «Introducción al Narcisismo». pecto sostenemos que las ideas subjetivas del maestro son tan eficaces
Demás está decir, que éste es un aspecto constitutivo del niño y cuan- como la clase soci;Íl misma ... ( ..)
do está ausente este amor parental ocasiona J::i muerte psíquica, cuan-
do no física, del bebé (al respecto remitimos al texto titulado «El Pri- 40. Nos estamos refiriendo a los niños que hemos denominado «des-
mer Año de Vida» de René Spitz. Ed. Aguilar.'1972). Este amor parental nutridos escota~·
ayuda a la formación dei YO Ideal del pec¡Úeño ·sujeto impregnado de 41. «Tocio acto de dasi.ficación de la inteligencia de los alumnos (por eje1fr .
un pensamiento omnipotente y caracterizado por la idealización de las plo entre obeclieryte/desobediente, razonador/incapaz de razon:1r, r(¡. 11¡
figuras parentales a qüienes les atribuye un discurso pleno de certezas. pido/le cuesta, es;a la vez, un acto ele distinción en el sentido de que el
Ideal del YO: se encuentra relacionado con los anhelos·del niño con respec- nombramiento contribuye a imponer un principio ele .división legiti·
to a lo que aspira ser en un futuro. Esta diferenciación del YO se carac- mador del orden s,ocial. En •L:i inteligencia escolarizada».Rev. de Institu;.
to de Investigaciónes en Ciencias de la Educación;:_Fae~de)Hosolía Y=::::.:~ :·
~ i il
- - ----'- ..._teriza por constituirse, a través ele las identificaciones, ya no por los
emblemas del padre (como. en el caso del YO Ideal) sino por los obje- Letras ele la UBA. Año IV No7. Diciembre de 1997, · .... ,. , ....... ,.. ' ·· . - 1

11

tos valorados por la cultura. No es nuestra intención hacer un desarrollo al respecto. Sólo puntuarnos algu-
35. ELLO: Es la más antigua de las instancias psíquicas.»Tiene por conteni- nas diferencias entre el desnutrido escolar y algunos cuadros clínicos

1 'l('
'I
1 para delimitar mejor la descripción del desnutrido escolar. tencia incondicional al ni110, se produce una primera rnptura de este
espacio único, fundante y priYilegiado en el que el niño había sido
42. Hemos denominado autorreferencias a las ocurrencias y asociacio- colocado por ella. Rompe la especularización y ensamble con el hijo y
í nes del nii"io referidas a los aspectos socio- culturales y afectivos, a coloca su mirada en otro lacio. Esa ruptura produce en el niño desen-
l anécdotas ele su vida cotidiana que tienen por función ayudar al niüo
cuando éste se encuentra frente a lo desconocido para que pueda re-
cantamiento y sufrimiento psíquico.» El sufrimiento psíquico puede
ser tan intolerable que el niño puede preferir desmentirlo, y en ese
conocer-se proyectando álgún aspecto de lo que le es familbr sobre caso quedar adherido a su madre.
1
! éste, desde las identificaciones ya constituidas (a la vez que constitu-
yentes) y ele lo que le es «familiar». «Con el reconocimiento del lugar del padre, se le impone a la psique del niüo
la existencia ele algo más tiue él mismo para su madre; es decir, se
43. Preferimos esta palabra por la connotación .fuerte que contiene, de tal impone otro espacio».
modo queremos remarcar la participación del Otro en el psiquismo
1 infantil de una manera intrusiva en atas ele sujetarlo a una cultura. 53. Este relato data del aüo 1993. Por ese entonces, los video-juegos no
i eran muy conocidos por los niños del barrio, dato que se vuelve más
44. Este ejemplo pertenece a Susana Bancescú, una de las pedagogas ele significativo todavía por la disposición ele esta mamá para aceptar lo (
nuestro equipo. «no conocido».
45. Agradezco el ejemplo ciado a Raúl Britos, maestro ele niJ"ios tobas. 54. Silvia Schlemenson hace referencia a la «disposición» para el conoci-
miento, término que nos parece más adecuado que el de «aptitud».

46. Contenidos autorreferenciales: son aquellos referidos. a aspectos
socio-culturales, histórico-afectivos e ideales del grnpo de pertenencia
del niño que incluiría dentro de los contenidos curriculares, y que lo
(1996)
Esta autora considera, además, que los objetos de la cultura hegemónica, como
'
f
ayudan a re-conocer-se en la escuela, desde su propia identidad cons-

47.
truida.
En el texto ~e Roclulfo, Ricardo y otros titulado «Pagar de más».Paidós.
la televisión, potencian las posibilidades del pensamiento del niJ"io
carenciado socialmente a la vez que lo enriquecen, porque les brindan
elementos «extraños» a su cultura de origen. A su vez, le permiten fami-
'
(

liarizarse con éstos que son los mismos que pertenecen a la cultura
48.
49.
Agradezco a Susana Bancescú la oportuna sugerencia ele esta ccüación.
Portavoz: se trata del discurso dcun delegácloiel representante de un \.J5.
escolar. ·
Castraciones simboligenas parciales: «Son procesos que se cum-
'
f
orden exterior, cuyas leyes y exigencias; permisosy.prohibiciones ese
discurso enuncia. la madre mantiene un soliloquio a dos voces con su ·
hijo: como portavoz de un discurso propio (producto de su subjetivi-
--1 . __ plen en un ser buma.no. cuando otro ser bumano le significa que el
cumplimiento de su deseo con la forma que él querríá darie~'está -pro-- --
hibiclo por la ley». Esta significación pasa por el lenguaje,bien sea gestual,
(
(
dad y como portavoz de la contextualización en un grnpo social dacio). mímico o verbal.» (F. Doltó, 1984) · (
Aulagnier dice que hay aspectos de la contextualización que condi-
cionan socialmente la fuerza ele la voz con que la madre interpretará La palabra «destete• se puede unlizar como sinónimo ele «dejar caer» 11
la realidad de su hijo. (Winnicott). Alude a_Jas pérdidas que se producen en las «castraciones
parciales». ; . f} 1

50. La sombra hablada es un co1;cepto acu.11ado por P. Aulagnier que se 1 . f, ·i


refiere al «anhelo materno referente al nifio: conduce a una imagen Las pedagogas de nuestro equipo han instrumentado este concepto -
identifica to ria que se anticipa a .la que enunciará la voz ele ese cuerpo, con éxito en el trabajo con niños con problemas ele aprendizaje, va-
liéndose de objetos que oficiaban de nexo entre lo conocido y Jo nue-
e,.,,
por el momento ausente» (1975). la autor:a· se refiere al cuerpo del
«hijo por tener». vo.

51. Francoise Doltó señala que ha observado ausencias fugaces en aque- 56. Producción simbólica: «es la actividad representativa más compleja a
llos nifios cuyas madres se percataron ele sus embarazos después ele través ele la cual se sustituyen las acciones por representaciones».(S.
varios meses de estar gestando y en el caso en que las madres dirigen Schlemenson, 19~7)
-~----------------sus· pensamientos aun tercer.o durante el embarazo del niño. En «Los . 58. «Piera Aulagnier llama «el hijo por tener» al hijo que esperl_l una ma-
niños y su derecho a la verdad». dre . Hacia su sombra se dirige esta madre cuando le habla, clcspleg;1n· .
do sus fantasmas y anhelos con respecto a ese hijo. 0 979). · · · ---·-- ·
52. Con respecto al espacio de la terceridacl que se inaugura en el nifio en
un movimiento simbólico de envergadura, dice Silvia Schlemenson:
«Cuando la madre comienza a ocuparse ele otras situaciones que la asis-

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