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Descubriendo el camino

Marina Müller

¿Qué es la orientación vocacional?

 Es a la vez un campo de trabajo preventivo, clínico y de investigación,


psicológico y pedagógico, que atiende a púberes, adolescentes, jóvenes, adultos
y gerontes, con conflictos o dudas para elegir estudios u ocupaciones, con deseos
de cambiar los mismos, o con situaciones de fracaso en decisiones ya tomadas.
 Puede realizarse en diversos ámbitos: escuelas, universidades, centros de
orientación y salud mental, hospitales, servicios sociales, centros recreativos,
organizaciones laborales, consulta privada.
 Es un campo especializado que comparten la Psicopedagogía y la Psicología
Educacional. Requiere conocimientos propios y una formación de permanente
actualización.
 Incluye no sólo aspectos vocacionales, relacionados con las disposiciones,
inclinaciones y preferencias personales, sino también ocupacionales, o sea,
laborales, vinculados a actividades productivas. Hay quienes prefieren llamarla
O.V. Ocupacional.

La vocación es un conjunto de procesos psicológicos que una persona concreta moviliza


en relación al mundo profesional en el que pretende incardinarse o en el que ya está
instalado. Lo vocacional se centra en el individuo como persona completa con proyectos
de vida individualizados y resume la historia personal conjugándola o superando las
connotaciones y limitaciones sociales o de otro tipo, del mundo ocupacional (Rivas).

La ocupación o profesión es el grupo de trabajos que se dan en varias organizaciones


productivas o empresas, que contienen actividades laborales y finalidades productivas
similares. La profesión requiere una preparación previa o de entrada de mayor o menor
duración o prevalencia.

El trabajo o empleo es el grupo de puestos afines que tienen características de


desempeño similares. Se justifican por el...

FALTAN PAGINAS EN EL APUNTE, COMPLETAR. Sigue con pág. 22

La intervención del orientador tiene como objetivo colaborar en el aprendizaje de


elecciones vocacionales-ocupacionales hechas con creciente autonomía y menor costo
personal y social, con reflexión acerca de sí mismos y de la realidad, con posibilidad de
elaborar los conflictos psicológicos que se movilizan ante la decisión, la finalización de
una etapa educativa o laboral y el nuevo comienzo. O sea, con una mejor utilización de
los recursos humanos.

La elección que se define en el curso de una OV puede referirse a distintas alternativas:

 Estudiar una carrera universitaria o terciara, para prepararse a desarrollar una


profesión
 Elegir una actividad ocupacional (trabajo) que no requiera estudios previos
 Decidir estudiar, trabajando paralelamente para pagarse los estudios y tener
mayor autonomía económica
 Tomarse más tiempo para continuar reflexionando
 Elección de actividades, estudios u ocupaciones para el tiempo libre, sin cambiar
su ocupación actual
 Organización y el empleo del tiempo libre, sin incluir necesariamente
actividades económicamente productivas.

En el curso de una OV pueden surgir conflictos previos que requieren ser tratados
psicológicamente fuera de la OV, ya que pueden interferir en la elección. En estos casos
se evalúa la posibilidad de una derivación y/o recontrato psicoterapéutico o analítico.
También puede ocurrir que quien está realizando análisis o psicoterapia requiera hacer
OV. Puede realizarse, pero manteniendo contacto con el analista previo. La intervención
en OV es focalizada y esclarece un proyecto vocacional-ocupacional que contribuye a
situar y clarificar al sujeto en cuanto a los diversos planos de realidad
(psíquica/social/académica/laboral).

Lo más frecuente es que en OV se trabaje con una serie breve de entrevistas –


individuales o grupales- que oscila entre 8 y 15. En algunos casos esto se puede
prolongar más convirtiéndose en una psicoterapia o análisis dela elección y de los
problemas subjetivos conexos (casos de re-orientaciones u orientaciones a sujetos con
perturbaciones de la personalidad).

Si trabajamos en instituciones (clínicas o educativas), la OV se realiza desde algunas


pocas entrevistas, hasta un cuatrimestre o un año lectivo de encuentros semanales
grupales.

El método utilizado recibe aportes psicoanalíticos y de la Psicología social, y Muller lo


denomina clínico-operativo. Se refiere a una modalidad de trabajo que privilegia lo
personal e intransferible de cada consultante, configurado en el transcurso de un
recorrido familiar e histórico-personal, incluido en y emergente de una sociedad, una
cultura y una época determinadas que marcan a cada ser humano aún antes de su
nacimiento. La operatividad está dada por la focalización de la tarea orientadora,
centrada en analizar los temas y las dinámicas en función de acompañar a los orientados
en su aprendizaje de elecciones vocacionales-ocupacionales.

El instrumento principal de esta modalidad es la entrevista clínica operativa, donde se


destacan la relación orientados-orientadores y los términos del encuadre: objetivos,
roles, variables espacio-temporales, contrato, tarea.

Trabajamos a partir de los síntomas, por los cuales se nos manifiesta una demanda de
consulta, atendiendo a personas con una historia y una situación original y diferente en
cada caso. No se busca tapar los síntomas ni eliminarlos, sino comprender qué nos dicen
acerca de los “desorientados”.

El orientador debe “leer” la demanda de consulta para reconocer el mensaje subyacente,


a veces contradictorio con lo que los consultantes expresan en forma inmediata o
manifiesta.. se lo acompaña en el conocimiento de sí mismo y en la elección-
construcción de su lugar social mediante el planteo y la elaboración de la problemática.

La intervención del orientador se basa en una forma de trabajar (el método clínico
operativo), un encuadre de la tarea, propuesta donde empleamos recursos auxiliares –
lúdicos, psicodramáticos, proyectivos, audiovisuales, informativos- y verbalizaciones
(consignas, señalamientos, interpretaciones, preguntas reflexivas, etc). Todo ello en el
marco de las entrevistas operativas –individuales o grupales- y de la relación
transferencial con el orientador, con los otros orientados si se trata de un grupo, y con la
tarea de orientación.

La personalidad de cada orientador/a es un resonador importante en esta tarea, por lo


cual debe proseguir su formación en forma permanente y supervisar.

Los orientadores son acompañantes, co-pensadores, agentes movilizadores que brindan


un contexto de reflexión y actividades que dan espacio y tiempo para replantear los
conflictos, las crisis de identidad y de ideales, las problemáticas sociales, educativas y
laborales.

El eje o foco de esta tarea es acompañar el aprendizaje de los consultantes sobre sí


mismo y sobre la realidad ocupacional, para construir un proyecto personal de inserción
social.

A partir de lo vocacional pueden presentarse estas problemáticas personales y sociales:


 Ambivalencia frente al crecimiento, al abandono de etapas que terminan, al
enfrentamiento con situaciones desconocidas que movilizan y asustan (elección
de estudios universitarios, trabajos u ocupaciones, inseguridad de encontrar
empleo, cambios de trabajo o de estudio, inserción laboral al concluir estudios,
empleo del tiempo libre cuando se ingresa a una jubilación o se asume una
discapacidad, etc)
 Angustia ante una sociedad implacable y competitiva, carente de oportunidades
 Incertidumbre de encontrar seguridad económica o al menos un empleo,
mediante el logro de un título
 Temor a asumir decisiones personales, a desprenderse de seguridades familiares
o grupales previas
 Temor al fracaso, la exigencia de elecciones exitosas y definitivas “para toda la
vida”
 Fantasía de encontrar en la OV un reaseguro contra los temores y una guía
confiable que indique lo que debe hacerse
 Salida a lo social más amplio, diferente de lo familiar conocido y protector
 Revisión de los mandatos y expectativas familiares y sociales respecto del
consultante.

(FALTAN HOJAS. Sigue en la ¿30?)

Vocación significa “inspiración por la cual Dios llama a algún estado, especialmente al
de religión. Inclinación a cualquier estado, profesión o carrera determinados”
(Diccionario Salvat). Consiste en una predisposición a dedicarse a alguna actividad, sea
o no por una retribución económica; proviene del término latín que significa “llamada”.
Puede entenderse como una inclinación o deseo proveniente de la propia subjetividad, si
bien esa llamada puede ser percibida como un cierto grado de convicción acerca de
querer realizar un quehacer o tomar una forma de vivir que en todo caso va
configurándose en la historia personal, con intervención conjunta de complejas
variables socioculturales, educativas, intra e interpsíquicas.-
Ocupación es el trabajo o actividad que impide emplear el tiempo en otra cosa; es el
empleo, oficio, profesión, que “llena el tiempo” de una persona.

Profesión es el oficio que una persona tiene y ejerce públicamente; requiere un estudio,
capacitación y habilitación.

Trabajo es la actividad con la que se producen bienes económicos, sociales y


culturales, que son útiles a otras personas con las que quien trabaja entra en una relación
regulable por las leyes vigentes, y por la cual recibe una retribución: paga, salario,
arancel u horario.

La OV es orientación vocacional ocupacional, abarca no sólo la indagación de las


inclinaciones personales por las cuales alguien se siente motivado/a o “llamado/a” sino
también el proceso de elección y decisión que implica resolverse por un campo
determinado de actividades ocupacionales, constituyan éstas un trabajo o empleo o una
profesión con su correspondiente preparación.

No se la debe confundir con la orientación educativa, que incumbe no sólo a


orientadores sino también a docentes, padres, trabajadores, profesionales y
comunicadores sociales, con la cooperación de los recursos de la comunidad. En esta se
incluyen los aspectos formativos de los contenidos curriculares, el conocimiento de
métodos de estudio, la detección precoz y la recuperación de dificultades del
aprendizaje, la educación para la salud, la educación sexual, los talleres y encuentros
para padres y docentes, la información ocupacional, los programas de O.V. con
intervención de orientadores vocacionales-ocupacionales, etc.

Educación vocacional es cuando la comunidad educativa está disponible para


acompañar a los estudiantes a conocer la realidad vocacional-ocupacional y a aprender a
elegir, no mediante una materia específica, limitada a etapas finales de un ciclo
educativo, sino mediante el conjunto articulado de su propuesta curricular.

4. Técnicas psicodramáticas

Tienen una fundamentación psicoanalítica, aunque incorporan en forma específica el


valor de la acción dramática como medio de expresar y elaborar problemáticas psíquicas
y relacionales.
La acción dramática es una teatralización de situaciones que implica a los protagonistas
desde lo corporal, lo gestual y sus actitudes, además del lenguaje verbal.
Se diferencia del “acting out” psicopático; éste consiste en la exteriorización directa de
pulsiones, no mediatizadas por la reflexión ni metaforizadas a través de símbolos o
representaciones psíquicas. La acción dramática es un “como sí”, representa
simbólicamente, da lugar a la expresión donde interviene la posibilidad de elaboración
de conflictos psíquicos.
Es especialmente indicada para trabajar con niños, púberes y adolescentes.

Etapas de su aplicación

1) primero detectar los temas relevantes en la consulta (ya sea individual o grupal),
los puntos de urgencia o situaciones problemáticas que requieren elaboración.
2) Los orientadores seleccionan algunos de esos temas básicos y proponen al grupo
o al consultante la posibilidad de dramatizarlo.
3) A veces, antes de pasar a la dramatización hace falta realizar ejercicios previos
para aflojar el cuerpo.
4) Decidida la escena, los integrantes eligen qué personaje protagonizará cada uno.
Pueden resolver de antemano algunas características del rol, de la situación y de
su desarrollo, dejando otros elementos y eventualidades libradas a la
espontaneidad de los “actores”. No se obliga a nadie a desempeñar un papel que
rechaza.
5) La situación psicodramática se desarrolla el tiempo necesario para que la
problemática se ponga de manifiesto. El/la coordinador/a del grupo indica
cuándo se interrumpe la escena representada.
6) Es importante reservar un tiempo suficiente de reflexión para que cada
protagonista exprese qué le pasó durante su desempeño.
7) A continuación, se invita a los observadores o “espectadores” a decir qué les
pasó durante la dramatización, qué observaron, qué resonó en cada uno a partir
de la escena presenciada.
8) El coordinador agrega lo que le parezca oportuno señalar y se realiza la síntesis
de la experiencia.

Tipos de propuestas psicodramáticas

Las técnicas psicodramáticas ofrecen diversas variantes:

 Dramatización simple de escenas cotidianas o del pasado (según se las recuerda)


 Dramatización de escenas imaginarias del futuro
 Dramatización de escenas imaginarias del futuro
 Dramatización de escenas imaginarias no referidas al futuro (pueden
relacionarse con aspectos del pasado o del presente)
 Dramatización de escenas deseadas o temidas, ya vividas
 Dramatización de escenas deseadas o temidas, aún no vividas y posibles.
 Intercambio de roles en distintos momentos de una misma escena o en
representaciones sucesivas
 Soliloquio de cada participante, al finalizar la dramatización simple, o como
recursos independiente. Consiste en expresar en forma de monólogo, utilizando
verbalmente el tiempo presente, los pensamientos y sentimientos íntimos que
vivencia cada protagonista, desde el rol que desempeña.
 Desempeño con yo auxiliar. Cada “yo auxiliar” puede ubicarse a un lado del
protagonista, y verbaliza algún aspecto no explícito del mismo cuando lo
considera oportuno, a medida que se desarrolla la escena, como si se tratara de
pensamientos del protagonista que se expresa en voz alto.
 Dramatización del síntoma, personificándolo (por ej., la indecisión vocacional,
el temor a equivocarse, etc)
 Dramatización de sueños o fantasías significativos para la OV
 “dramatización en espejo”, por el cual alguien representa a algún otro integrante
del grupo, imitándolo. Es importante ser cuidadoso en esa imitación, para que se
trate de una experiencia de conocimiento de sí, y no de una expresión de
hostilidad hacia el/la protagonista a quien se imita.
 Role playing o juego de roles, en que se dramatiza una escena o situación
ocupacional presente o futura. Este es un recurso excelente para prepararse a
desempeñar una tarea nueva o desconocida, o para percibir las dificultades en un
rol profesional actual.

Temas psicodramáticos para OV

ESCENAS DE LA VIDA COTIDIANA (DEL TIEMPO PRESENTE)


“Vamos a representar una escena dela vida cotidiana en la familia. Puede ser la
situación que Uds. quieran, en algún momento de la vida diaria...”
Otras alternativas: una escena en la escuela, el trabajo, con amigos, etc.

ESCENAS DEL FUTURO


“Vamos a representar una escena del año próximo en la escuela, en alguna situación de
clase o algún otro momento de la vida escolar...”
Otras variantes: escena en la facultad, en el trabajo, dentro de 5 años, dentro de 10 años,
etc.

ESCENAS TEMIDAS
“Vamos a imaginarnos una escena que nos da mucho temor. Puede desarrollarse...
(proponemos alguna de las siguientes alternativas: en la familia, en la escuela, en la
facultad, en el trabajo, en el futuro, etc)

ESCENAS DEL PASADO


“Vamos a representar una escena de nuestro pasado...”
el primer día de escuela (en el jardín, primaria, secundaria, facultad, etc); uno de los
momentos más difíciles, uno de los más gratos, etc.

ROLE-PLAYINGS: REPRESENTAR:
 La búsqueda de empleo 8lectura y selección de avisos, envío de antecedentes,
llamada telefónica, etc)
 La primera entrevista
 El primer día de trabajo
 La realización de una tarea cotidiana, o difícil, etc.

DRAMATIZAR EL SÍNTOMA
 La indecisión vocacional, personificando las opciones entre las cuales no puede
decidir, que conversan con la persona indecisa
 Lo mismo con otros síntomas de conflicto vocacional-ocupacional: el miedo a
equivocarse, el miedo a arrepentirse de lo elegido, etc.

5. Ensueño dirigido

Consiste en propuestas dirigidas a promover la ensoñación del sujeto, por lo cual se


puede conectar con aspectos profundos de su psiquismo, mediante imágenes simbólico-
dramáticas visualizadas, que aparecen y se desarrollan en forma espontánea en la
medida que se les permite fluir, como sucede en los sueños. Las propuestas son
sugeridas a los consultantes, tanto en forma individual como grupal.

Etapas de su aplicación
PREPARACIÓN: se realiza una evaluación de la problemática a elaborar, de acuerdo a
los emergentes, a la disposición del consultante y al momento de la tarea orientadora. El
orientador/a selecciona una consigna oportuna según lo anterior.

PROPUESTA: seleccionada la imagen inicial sugerente, se prepara al consultante


solicitándole que se ubique cómodamente, sentado o recostado, y se relaje, cerrando sus
ojos. Se le sugiere visualizar la imagen elegida y desarrollar el ensueño. Se le solicita
que relate en voz alta lo que visualiza, mientras el orientador anota el relato, dejando
espacio amplio entre una línea de escritura y otra, para trabajar en la etapa siguiente. En
un primer momento, la propuesta tiene un efecto expresivo que a veces sorprende al
soñante. En grupos se pide que lo hagan en silencio. Se puede grabar o filmar, avisando
previamente.

FINALIZACION: con tiempo suficiente se invita a los participantes a “regresar” al aquí


y ahora, despacio y abrir sus ojos lentamente. Si es un grupo se les proporciona papel y
lápiz y se les pide que escriban su ensueño (si no hay tiempo, lo tienen que traer escrito
para el próximo encuentro).

ELABORACIÓN ASOCIATIVA: Individual: se toma cada fragmento del ensueño, o


cada imagen significativa, y se solicita al “soñante” que asocie el simbolismo de esa
secuencia o representación: con qué lo relaciona, qué puede significar para él o ella. El
orientador agrega, debajo de cada secuencia, en el espacio que había reservado para este
momento, la asociación realizada, con bolígrafo de distinto color. Grupal: como se
escribió el ensueño, el participante agrega las asociaciones que se le van ocurriendo ante
cada secuencia de su relato. A continuación pueden leerse los ensueños y comentarse las
asociaciones. Los participantes aportan comentarios. El coordinador modera los
intercambios, señala aspectos omitidos o significativos y realiza la síntesis. Puede
invitar al grupo a efectuarla.

Temas para el ensueño dirigido


 Descenso por una escalera y exploración de lo que encuentra (representa “entre
sí mismo para conocerse íntimamente”
 Visita y descripción de un castillo o una casa (análisis del mundo interior, del
yo)
 Ascenso a una montaña desconocida, y vuelo hacia las alturas (metas personales,
y explicitación de los ideales)
 Viaje por el bosque (el mundo de las relaciones interpersonales)
 Encuentro y utilización de la espada (símbolo viril)
 Encuentro y utilización de la copa (símbolo femenino).
 Encuentro y lucha con el dragón (temores, recursos para afrontarlos, etc)

6. Técnicas Gestálticas

Acentúan la importancia de lo vivencial-corporal y del contacto con las sensaciones, la


percepción y las emociones en el momento presente. Su finalidad es detectar bloqueos y
trabas, y tender a una permanente expresión creativa de sí mismo. Parten del concepto
de Gestalt (“forma” o estructura) aplicado a la percepción de sí mismo y a la conducta.
Consideran que “sólo el presente existe”; privilegian el “darse cuenta”, lo
sensoperceptual “en el aquí y ahora” para explorar la conciencia, detectar los conflictos
personales y desbloquearse. Procuran integrar experiencias, “cerrar Gestalten
fragmentadas”; buscan la conciliación de los opuestos. El terapeuta no interpreta ni
prejuzga, sino que ayuda al autoconocimiento y a la integración personal. Las preguntas
clave en esta escuela serían: ¿qué haces?, ¿qué sientes?, ¿qué quieres?, ¿qué esperas?,
¿qué evitas?. Estas propuestas se relacionan con los juegos, las expresiones creativas,
los ejercicios sensoperceptivos y corporales.

Algunas propuestas gestálticas

“EL LAZARILLO Y EL CIEGO”: se desarrolla por parejas; cada integrante desempeña


sucesivamente uno de los roles, durante un tiempo. El lazarillo conduce al ciego a
explorar el espacio y las cosas en forma muda. Se investigan los vínculos y
transferencias de cada sujeto ante el aprendizaje, y ante la relación de ayuda.

“LAS CAJAS”: cada integrante, ubicado en el centro del grupo, imagina que cada
compañero es una caja de donde puede sacar algo que desea para sí mismo, o dejar algo
de sí mismo que la caja puede guardar. Propuesta útil para trabajar la finalización de una
etapa o ciclo grupal.

“PROYECTOS DE VIDA”: cada participante escribe en tres columnas: lo que quiere


lograr, para qué lo quiere y cómo lo logrará. Se expresarán los deseos en forma clara y
concreta, evitando generalizaciones. Util para esclarecer proyectos vocacionales-
ocupacionales.

REALIZACIÓN DE COLLAGES CON DIVERSOS TEMAS: se elige alguno de los


siguientes temas: ¿quién soy?, las cosas que me gustan y las que no me gustan, nosotros
y el futuro, nosotros y la escuela o la facultad o el trabajo, el mundo de las profesiones y
las ocupaciones, mis ideales en la vida, el camino de mi vida, etc. Esta técnica es un
buen recurso proyectivo individual y grupal. El material de los collages se obtendrá de
palabras, frases, ilustraciones, recortadas de diarios y revistas y pegadas en una hoja
grande de color liso. También puede ser creado por los realizadores, utilizando
diferentes elementos gráficos, plásticos, verbales, etc, y diversos materiales de descarte.
Pueden elegirse otros títulos y consignas.

Otros: realización individual o grupal de relatos o historietas con temas alusivos, el


crecimiento de la semilla, autorretrato (verbal y gráfico), mi currículum, etc.

7. Técnicas multimediales

Vivimos en una civilización que privilegia la imagen y el sonido. Los medios de


comunicación, música, recitales, etc, son poderosos formadores de opinión, que
escatiman la posibilidad de atenuar o evaluar críticamente su influjo.

VER Y OPINAR: se seleccionan películas para debatir, acerca de la problemática


adolescente y vocacional-ocupacional, proyectadas en parte o en su totalidad (p.ej: La
sociedad de los poetas muertos, The wall, Un lugar en el mundo, El viaje, Tango feroz,
etc). Luego de proyectado se reflexiona y discute sobre el mismo, relacionándolo con la
vida juvenil y los problemas y situaciones que les preocupan. Pueden organizarse ciclos
de encuentros de esta modalidad.
PRODUCCIÓN DE MEDIOS: otra posibilidad es la producción de material, que
incluye la preparación y realización en grupos de cortos audiovisuales, preparación de
diapositivas, videos o cortos cinematográficos no profesionales sobre: problemáticas
vocacionales de adolescentes y jóvenes, problemáticas educacionales y ocupacionales,
información ocupacional. Las etapas para su realización son las siguientes: selección del
tema sobre el cual se trabajará y selección de materiales de imágenes y sonido para
incluir.

ARMADO DEL MATERIAL:


 Diagramación-guionización (qué, cómo, cuándo va a aparecer en la realización
proyectada)
 Redacción de los comentarios o diálogos directos y/o en off
 Montaje
 Títulos
 Presentación a otros grupos
 Comentarios o debates
 Síntesis y conclusiones.

Otra alternativa es proyectar material ya elaborado para su análisis y debate, elaborar


programas radiales o de tv, etc.

8. Técnicas informáticas

Ayuda aportando información, que de todos modos deberá ser elaborada por el sujeto
con ayuda del orientador. En USA y Canadá se preparan programas de OV basados en
la exploración de datos para el autoconocimiento, la interacción con la computadora,
para adaptar la secuencia y la utilización a los requerimientos individuales, y
proporcionar información sobre estudios y ocupaciones. Ventajas en el empleo de este
auxiliar:
 Capacidad de almacenamiento y gran cantidad de información
 Economía de esfuerzo y tiempo en cuanto a la velocidad y exactitud en tareas de
procesamiento de datos
 El manejo de la computadora es atractivo para adolescentes y jóvenes de una
sociedad tecnotrónica e informatizada
 Posibilidad de preparar nuevos recursos auxiliares.

Riesgos:
 Posibilidad de errores informáticos en los datos
 Dependencia o sobrevaloración de los aportes tecnológicos
 Eliminación o minimización del participante humano como orientador
 Aislamiento e individualismo

Límites:
 Costo
 No se encuentra disponible en todos los colegios ni hogares
 Inexistencia o escasez de materiales en nuestro idioma
 Imposibilidad de considerar flexible y simultáneamente las múltiples y
complejas variables emergentes de la subjetividad del usuario en su consulta,
cuando no se cuenta con la participación clínica-operativa del/a orientador/a.
9. Recursos informativos

Para llegar a elegir es indispensable conocer las opciones entre las cuales se decide. A
veces el consultante requiere más información sobre profesiones, etc, describiendo
como su problemática esencial su carencia o insuficiencia de datos sobre estudios,
profesiones, ocupaciones, etc. La información es operativa no solamente cuando
esclarece las alternativa sino también cuando crea interrogantes o posibilita
cuestionamientos. La información que proponemos no es una mera recolección de datos
sino información reconstruida subjetivamente, para transformarse en conocimientos que
den espacio al pensar, a las hipótesis, a nuevas preguntas, a la preparación de
elecciones.
Algunos de los recursos informativos más utilizados son: la lectura de guías de estudios
y ocupaciones; la concurrencia a consulta en centros de documentación; las entrevistas y
reportajes a personas que desempeñan diversas ocupaciones o profesiones; las visitas
explicadas a instituciones educativas o a lugares de trabajo; las pasantías en
instituciones educativas o en lugares de trabajo; el intercambio con estudiantes, etc.
Existen otros recursos, como el descrito por Rodolfo Bohoslavsky en “OV. La
estrategia clínica”

ADAPTACIÓN DE LA TÉCNICA R.O. (Realidad Ocupacional): Los orientadores


preparan un mazo de fichas pequeñas (tamaño tarjeta). En cada ficha escriben con letra
grande el nombre de una carrera, sacando la lista de una Guía del Estudiante
actualizada. Se incluyen las carreras delas universidades públicas y privadas y los
institutos de enseñanza terciaria de la zona. Pueden consignarse también los nombres de
ocupaciones que no requieran estudios. En caso de orientar a alumnos primarios, las
fichas señalan opciones de estudios secundarios, técnicos, cursos y ocupaciones posibles
con el certificado de estudios primarios. Si se trabaja con adultos, las fichas incluyen
alternativas ocupacionales no profesionales. Se presenta el mazo de fichas y se procede
por etapas:
a) se solicita a cada orientado que agrupe las tarjetas formando áreas o conjuntos
que tengan relación entre sí;
b) se le pide que le ponga un nombre representativo a cada conjunto;
c) que describa las características de las personas que se dedican a esas profesiones
y ocupaciones;
d) que diga cómo viven y qué cosas valoran;
e) que seleccione qué profesiones-ocupaciones elegiría, según sus preferencias
actuales, para informarse más detalladamente;
f) se le solicita que defina cuáles de las profesiones-ocupaciones seleccionadas en
e) considera más afines a sus preferencias e inclinaciones. Se le pide que elija
aquellas que más le gustan, con las cuales se siente más cómodo/a. Se comenta
sobre estas alternativas, qué sabe de ellas, qué le gustaría saber, cómo podría
hacer para obtener mayor información. Puede solicitarse que intente definir,
entre las opciones preferidas, cuáles encuentra más afines a su búsqueda, cómo
se vería estudiando o trabajando en esa opción.

Es necesario dedicarle tiempo a esta técnica, que generalmente lleva al menos dos
encuentros. Se puede realizar grupalmente, para ello es necesario acondicionar un mazo
para compartir entre cinco integrantes como máximo.
ANÁLISIS DE LA DEMANDA OCUPACIONAL: estudio de los avisos clasificados
en los que se solicitan empleados. Se dispone de la sección de diarios donde salen los
avisos.
 ¿qué empleos hay disponibles?
 ¿qué requisitos se solicitan en los aspirantes?
 ¿qué se ofrece?
Intercambios grupales. Este análisis puede realizarse con un seguimiento que abarque
un período de tiempo, para evaluar tendencias. Pueden tomarse distintos diarios y
compararse la información.

ELABORACIÓN DE UN LISTADO DE 10 CARRERAS U OCUPACIONES


PREFERIDAS: cada uno escribe en una página o ficha y se anotan:
 el campo de trabajo
 los conocimientos requeridos
 las condiciones o aptitudes de los aspirantes
 todo otro dato de interés para formarse una idea de esa actividad laboral.

OTROS RECURSOS: selección de noticias periodísticas que interesen; avisos


preferidos, palabras significativas, “qué significa para mi...”, collages: “Las carreras y
yo”, etc.

10. Técnicas proyectivas

Son ampliamente utilizadas en OV clínica, sea individual como grupalmente. Deben ser
aplicadas e interpretadas en todos los casos por personas con habilitación profesional.
Pueden emplear el dibujo, los relatos orales o escritos, las respuestas ante estímulos
gráficos o verbales. En general, proponen estímulos poco estructurados, para permitir
respuestas libres que proporcionan información acerca de las características y la
problemática psíquica de quien responde. Se basan en la teoría psicoanalítica de la
personalidad y en los fenómenos de proyección. El sujeto, al organizar el sentido que
reviste para él o ella cada material proyectivo, manifiesta de esa manera la estructura y
el funcionamiento de su personalidad. Las respuestas son libres, pero el material de
estas técnicas es definido y propone consignas estandarizadas. Estas técnicas investigan
en forma dinámica e integradora la personalidad. No hay respuestas correctas o
incorrectas, sino diferentes expresiones cuya validez consiste en que en todos los casos
revelan la subjetividad de quien responde. Sin embargo, nunca se capta la totalidad del
sujeto mediante estas técnicas, se capta un corte sincrónico, un aquí y ahora, lo cual
requiere confrontarse con otras variables.
Requieren una sólida formación por parte del orientador; si no tiene experiencia
suficiente debe recurrir a la interconsulta y a la supervisión. También puede ocurrir que
movilice fantasías en consultante y orientador.
Algunas de estas técnicas (p.ej.: las verbales con estímulo de láminas) son
recomendables en especial cuando se realizan consultas de OV que implican conflictos
vocacionales ocupacionales serios en personalidades con otros trastornos o
perturbaciones (neurosis, presunción de psicosis, estados limítrofes o trastornos
narcisistas de la personalidad, discapacidades generales o específicas que dejan secuelas
en el carácter, etc). También son útiles cuando se trata de personas con dificultades
serias o fracasos en elecciones vocacionales ocupacionales previas.

Repertorio de algunas técnicas proyectivas aplicables en OV


GRAFICO-VERBALES: Pareja educativa; Técnica para la comprensión del vínculo
objetal (TVO); Visión del futuro; Dibujo de la figura humana; Autorretrato.

VERBALES: Asociación de palabras; frases incompletas; cuestionario desiderativo;


cuestionario desiderativo vocacional (ADOV); Autobiografía (historia de vida);
Autobiografía vocacional (Historia de vida desde las preferencias y opciones
vocacionales-ocupacionales)

VERBALES CON ESTIMULO DE LAMINAS (sólo por psicólogos y psicopedagogos


con formación de postgrado en las mismas): Psicodiagnóstico de Rorschach; Test de
Apercepción Temática (TAT) de Murria; Test de Relaciones Objetales de Phillipson.
Deben utilizarse para mostrar aspectos clínicos relacionados con la identidad personal
vocacional, los conflictos y posibilidades de aprendizaje y de elección vocacional
ocupacional, la transferencia con situaciones de estudio y/o trabajo, y otras
características que se vinculen en especial a la OV.

11. Técnicas psicométricas

Es importante clarificar qué se intenta medir, y si esa variable es verdaderamente


mensurable, hasta qué punto, bajo qué condiciones y con qué instrumentos. Se pueden
emplear técnicas psicométricas sin renegar de la modalidad clínica operativa. Entre este
tipo de técnicas encontramos las que evalúan aptitudes, destrezas específicas, nivel de
rendimiento intelectual, preferencias vocacionales e incluso inventarios de la
personalidad.
Los métodos psicométricos son técnicas sistemáticas que comparan las respuestas de
gran número de sujetos ante situaciones invariantes, asignando puntajes a cada
respuesta, y elaborando mediante recursos estadísticos, cuadros donde puede ubicarse el
desempeño en puntaje de cada sujeto, con un resultado normativo. Los resultados
pueden verse afectados por variables, como la situación “de examen psicológico”, o
factores socioculturales, etc.
Si el orientador/a tiene una buena formación clínica puede evaluar la personalidad de
sus consultantes, su rendimiento intelectual, sus preferencias, sin necesidad de recurrir a
técnicas psicométricas. No obstante, a veces pueden ser necesarias para dilucidar
aspectos diferenciales en cuanto al diagnóstico, a la compatibilidad de determinados
proyectos que exijan alto desempeño con las aptitudes requeridas, o a situaciones
especiales –orientación o reorientación de personas con discapacidades o con trastornos
severos de personalidad, p.ej.-
Aun tomando en cuenta los aspectos psicométricos en particular, estas técnicas
requieren interpretarse clínicamente. Por lo tanto, quienes las apliquen y evalúen
deberán ser profesionales habilitados.
Las respuestas “erróneas” pueden ser también analizadas para descubrir el sentido
proyectivo que tienen (como un fallido, por ejemplo) y evaluar la significación
sintomática que poseen respecto de procesos inconscientes y conflictos psíquicos.

Algunas técnicas psicométricas aplicables en OV

DE APTITUDES: D.A.T. (Test de Aptitudes Diferenciales de Bennett, Seashore y


Wesman). Incluye cuadernillos independiente para evaluar: razonamiento abstracto,
razonamiento verbal, cálculo, relaciones espaciales, razonamiento mecánico, velocidad
y precisión, lenguaje.
DE INTELIGENCIA (NIVEL DE RENDIMIENTO INTELECTUAL): Escala de
Inteligencia de Wechsler. Incluye subtests de tipo verbal: información, comprensión,
aritmética, memoria de dígitos, semejanzas, vocabulario. Y subtests de ejecución:
completar figuras, ordenar figuras, diseños con cubos, rompecabezas, claves.

DE PREFERENCIAS VOCACIONALES: Cuestionario de Preferencias de Kuder


(Forma E).

INVENTARIOS DE PERSONALIDAD: Inventario de personalidad Multifásico de


Minnesota.

Si bien la aplicación de técnicas psicométricas, siguiendo las instrucciones de sus


respectivos manuales, parece relativamente simple, su análisis cuanti-cualitativo e
interpretación y el esclarecimiento de sus “resultados” son operaciones complejas que
requieren, tal como en las técnicas proyectivas, una preparación clínica reservada a
personas con formación profesional.

QUIEN SER, QUE HACER


El aprendizaje de la elección vocacional y su contexto educativo

Hay dos preguntas: desde qué lugar personal y social aprende a elegir cada ser humano
y cómo se constituye un sujeto.

Ya desde antes de nacer, cada persona es producida como ser social y cultural,
emergente de una complicada red de relaciones familiares no sólo contemporánea sino
ancestral. Desde sus comienzos en la vida, la trama de sus relaciones se va extendiendo
hasta abarcar muchos ámbitos distintos, interrelacionados y a la vez en conflicto. La
sociedad en su conjunto y las diferentes instituciones anidan y atraviesan al sujeto,
aportándole infinidad de mensajes y modelos.
El largo período de indefensión que caracteriza a todo ser humano, durante el cual
constituye su vida psíquica a partir de otros significativos, puede describirse como un
recorrido que parte de un adentro materno-familiar, hacia un afuera socio-cultural. No
es un pasaje lineal sino contradictorio, conflictivo, e implica una relación dialéctica
entre sus términos, pues el adentro inicial supone un sujeto aún no constituido como tal,
dependiente de otros que lo sostienen en el ser, y atado al deseo de esos otros, en
particular, al personaje materno. Pero al abrirse al afuera sociocultural, y durante un
segundo momento reconstitutivo que es la adolescencia, el sujeto desestructura su
adentro originario familiar para construir su propio espacio interior de otra manera, el
espacio de su identidad persona y su definición vocacional-ocupacional.
Mauridio Abadi dice que la relación edípica está centrada en el vínculo que el bebé no
nacido mantiene con su madre envolvente, adentro de la cual inicia su vida, y con el
padre emancipador situado en el afuera social. Se cumple un ciclo por etapas:
 La angustia fetal, claustrofóbica (el encierro puede ser equivalente a la muerte)
 El proto anhelo del nacimiento que lleva a dejar el útero y que se expresa
retroactivamente en las fantasías del Paraíso Terrenal, lugar utópico y pleno,
negación del “infierno” o riesgo de apresamiento intrauterino.
 La culpa primigenia del nacimiento (del “pecado original”: abandonar y dañar a
la madre, separándose de ella)
 El obstáculo interpuesto por la madre a que su criatura se desprenda e
independice de ella.
 El apego del niño o niña al padre que lo recibe en el “afuera” y lo sostiene allí.
 La actitud paterna de alianza con el hijo o hija, su búsqueda de sacarlo de la
órbita materna y adherirlo a él (como representante simbólico de lo
cultural.social)

Este proceso, con diferentes rasgos, vuelve a vivirse por parte de cada púber y
adolescente en su lucha por trascender el aquí cotidiano, lo familiar, conocido y seguro,
y explorar el allá social, el afuera del mundo de la cultura y de los proyectos
vocacionales y ocupacionales.
Podría pensarse que lo que en el trabajo de Abadi son la madre y el padre, luego son la
familia y la sociedad. Estos ámbitos son dialécticos e interrelacionados, si bien
producen en todo sujeto una serie de conflictos y problemáticas que cada cual resolverá
con mayor o menor fortuna..
Otro par dialéctico es aprender a ser uno mismo, afianzar su identidad persona, versus
ser un integrante más en la cadena generacional, hijo de una familia, más tarde padre o
madre a su vez, etc, recibiendo mandatos de ser como lo quiere la familia.
Una parte importante de las vicisitudes que implica la adolescencia constituye el paso
de las identificaciones primarias y secundarias a las desidentificaciones, las nuevas
identificaciones y la elaboración progresiva de la identidad personal y social. Estos
procesos no se inician en la adolescencia.
Las identificaciones tienen un papel fundante en la constitución del Yo y del Superyó,
productos de innumerables representaciones o imágenes que cada sujeto constituye en
su interior respecto a los otros significativos. Freud la define como la manifestación más
temprana de un enlace afectivo a otra persona, que comienza antes de existir una clara
diferenciación entre sí mismo y los otros. En esta etapa la identificación se produce
tomando a los padres como modelos ideales. El niño o niña pequeños se perciben a
través dela imagen que le proporciona el otro, en primer término, la figura materna,
identificándose narcisísticamente con dicha imagen. Esto les permite sentirse
completos, perfectos, unificados, en respuesta a los anhelos maternos. Así constituido,
el yo ideal proporciona al sujeto la fuente de sus ambiciones y sus fantasías grandiosas,
las que son necesarias para disponer de un motor imaginario que impulse al sujeto a
lograr metas adaptativas. Más adelante el niño podrá renunciar a sus primeros objetos
amorosos (sus padres) a condición de identificarse con ellos en base a rasgos y
cualidades comunes (identificaciones secundarias, más matizadas que las primarias). La
resolución edípica lleva a un predominio delas identificaciones con el progenitor del
mismo sexo, aunque siempre se incluyen rasgos de ambos padres. Estas identificaciones
afianzan el psiquismo y reorganizan retroactivamente los rasgos psíquicos previos. Los
sistemas identificatorios quedan en su mayor parte constituidos durante la niñez.

Durante los cambios puberales y adolescentes, las identificaciones sufren una nueva
diferenciación entre “lo adquirido como propio” por las relaciones intersubjetivas, y “lo
propio” en sentido más personal, como identidad o centro irreductible, irrenunciable, del
cual ningún sujeto puede desprenderse transfiriéndolo. Este centro personal se delimita
a lo largo de la adolescencia y proviene tanto de las identificaciones como de las
desidentificaciones.

En toda elección vocacional se repite esta gesta difícil por la cual el/la adolescente está
en la búsqueda de sí mismo/a. Por eso, la primera vocación inalienable es ser uno
mismo, persona responsable, que procura crecer en autonomía. La vocación ocupacional
es consecuencia de dicha primera vocación: no es sólo encontrar un trabajo o una
aptitud especial, sino encontrarse consigo mismo en un lugar y un papel socio-
ocupacional.

Uno de los problemas de los adolescentes es el temor y los sentimientos de culpa hacia
la individualización y el desprendimiento de lo infantil. La patología típica de este
período es la fobia como temor a definirse e independizarse, con alternancias entre lo
claustrofóbico (por miedo a quedar atrapado, fusionado en el interior de la familia) y lo
agorafóbico (por miedo a salir, a definirse, a lo inaferrable e incierto del futuro).

Algunos miedos que plantean los adolescentes en consulta:


Los varones:
 Miedo a dejar su grupo de pertenencia (en él sostiene su identidad) para
separarse y ser él mismo con un proyecto tal vez distinto al de sus amigos
 Temor a la renuncia personal que implica adaptarse socialmente, aceptando
límites y convenciones fijados en su medio sociocultural
 Miedo a no ser capaz, a no tener los medios personales para desenvolverse social
y laboralmente
 Miedo a equivocarse, relacionado con la exigencia personal o familiar de elegir
algo para siempre.

Las mujeres:
 Parecerse y diferenciarse de su propia madre, reconociendo los rasgos
personales de cada una. Esto genera sentimiento de culpa
 Miedo a no poder conciliar su vocación de persona con los dos aspectos de su
vocación social: ser esposa y madre y su rol laboral-profesional
 Miedo a no ser reconocida en su vocación ocupacional por los seres queridos
(conflicto entre la elección vocacional y el cumplimiento de los deseos de otros,
y temor a ser abandonada por sostener sus propios deseos).

El aprendizaje de la elección vocacional –y de la identidad personal- se complican por


los grandes cambios históricos, sociales y generacionales que se vienen produciendo en
forma acelerada (inestabilidad política y económica, falta de oportunidades laborales,
propuestas consumistas de vivir el presente y disfrutar el confort sin esfuerzos siguiendo
el principio del placer, fantasías apocalípticas, predominio de la acción sobre la
reflexión, dificultad para disponer de un tiempo transicional exploratorio de trabajo,
etc.)

Otro aspecto problemático es la propia situación de los padres de adolescentes,


conflictuados también ante la metamorfosis de sus hijos. Tiene que haber un aprendizaje
correlativo, volver a “dar a luz” a sus propios hijos, no ya para la familia sino para la
sociedad, aprender a desprenderse de ellos.

También influye la presión que procede del ámbito escolar y de las propuestas
culturales y sociales que se ofrecen a los estudiantes. Tener en cuenta también la
conflictiva educacional y la crisis de la educación en general (falta de diálogo entre
alumno y docente, desconexión con los intereses del adolescente, sistema escolar poco
flexible, etc.)
La OV se inserta en el campo preventivo en sentido amplio, dedicando lo clínico
(individual o grupal) a la intervención específica de psicopedagogos, psicólogos
educacionales o graduados en ciencias de la educación, en todos los casos, con el
entrenamiento y la formación teórico práctica requeridos. Desde lo preventivo la OV se
relaciona con la orientación educativa. Si la educación es bastante más que una simple
transmisión de conocimientos, cada docente buscará instrumentar en su trabajo los
aportes que le brindan la Psicología educacional, evolutiva y social y la dinámica de
grupos. También la escuela y los docentes necesitan aprender. Es necesario que los
docentes tengan la certidumbre de que a través de sus clases y más allá de las mismas
están transmitiendo un estilo de aprender, una imagen identificatoria y un mensaje que
trascienden el contenido de su asignatura. El mensaje subyacente que emite el educador
involucra al inconsciente de los participantes.

Puntos importantes para un programa de aprendizaje sistemático que apunte a lo


formativo y que acompañe las peripecias de la elección vocacional:
 En lo intelectual, los objetivos deben dirigirse a preparar un pensamiento
creativo, que pueda trabajar planteando hipótesis, aceptando conflictos y
contradicciones, reflexivo sobre la realidad sociocultural, histórica e
internacional, consciente de sí mismo y de sus relaciones intersubjetivas.
 En lo afectivo, promover el conocimiento de sí mismos y de los demás, la
expresión de sí mismo y el respeto a la expresión de los otros, el aprendizaje de
la cooperación y la solidaridad, el descubrimiento de las disposiciones y
aptitudes personales, el aprendizaje de elecciones en distintas circunstancias, el
respeto por las diferencias, la educación que considere los valores de respeto a la
vida y a las personas.
 En lo psicosexual incorporar información personalizada y temas formativos
como las características psicológicas de ambos sexo, las relaciones afectivas
recíprocas, la paternidad y la maternidad responsables, la formación de la
familia, los conflictos más frecuentes en las relaciones de pareja, los familiares e
intergeneracionales, la educación para la salud.
 Lo vocacional podrá atenderse mediante la información ocupacional
proporcionada desde cada materia, desde informantes especialmente invitados o
encuestados por los alumnos, las visitas a lugares de trabajo o instituciones
educativas, la exploración tentativa de diversos campos vocacionales-
ocupacionales mediante actividades de taller o periescolares.

(Esto llegó hasta la página 141, sigue en la 148)

PREGUNTÉMONOS COMO ENSEÑAMOS A ELEGIR

Aprender a elegir es un largo proceso que comienza antes del nacimiento. Sujeto a un
lugar social e histórico, producido por las instituciones sociales, por la familia y la
escuela, desenvolviéndose en una comunidad con rasgos característicos, se irá
descubriendo a sí mismo como sujeto deseante, atravesado por una carencia de ser, con
anhelos inagotables y la presencia inevitable de conflictos en el ser, en el hacer y en las
relaciones con los otros sujetos. Según sean sus predisposiciones, sus oportunidades
educativas y sus vínculos, el sujeto delimitará lo que quiere, construirá sus ideales y
preparará un proyecto personal que quizás permanezca en gran parte inconsciente o tal
vez, a partir de la adolescencia, se vuelva más explícito. Todas las personas pueden
hacerlo pero en algunos queda sin concretarse, ya que elegir y elegirse en un proyecto
de vida es un largo camino que requiere una infraestructura, una serie de condiciones
que muchas veces no se presentan (niños que trabajan, sin techo, abandonados, etc).

El niño aprende en la familia y en la escuela a obedecer órdenes, o a transgredirlas


clandestinamente, a repetir conocimientos, etc. Pensar en ser o hacer algo distinto a lo
esperado por los demás los enfrenta a una dolorosa sensación de inseguridad y
transgresión, de soledad, temor al abandono y a la desaprobación, y sentimientos de
culpa por pensar por sí mismo e intentar recorrer sus propias opciones. Acá aparece la
OV como una posibilidad que ofrecen la Psicología y la psicopedagogía preventivas
para aprender a elegir.

La OV es un campo vastísimo que comienza por incluir su propia definición, su realidad


y su metodología, desde ella podemos analizar cómo se aprende a elegir en las distintas
etapas de la vida, cómo se elabora y cambia la identidad vocacional y ocupacional, cuál
es la problemática que traen los “desorientados” a los orientadores, cómo se preparan
los orientadores para su tarea, cómo colaboran los docentes y los padres, cómo se
trabaja en las escuelas primarias, secundarias y en los servicios universitarios de
información ocupacional y de orientación. Toma en cuenta el mundo social,
educacional, laboral y económico, las necesidades regionales y nacionales, las
relaciones entre la oferta laboral y la demanda, los desfases que existen entre la
preparación académica y escolar, la ubicación laboral y los problemas concretos con
que se enfrentan los egresados en su campo de trabajo, la desocupación y la
semiocupación o desempleo encubierto.

¿CÓMO HACEMOS O.V.?

Es necesario recalcar las características del método clínico operativo y su aplicación


focalizada para aprender a elegir. Este método destaca la importancia de profundizar en
el conocimiento de quienes consultan, qué les ocurre, a partir de escuchar su propio
relato, sus vivencias, sus particularidades, su originalidad personal y grupal. Lo
realmente importante es quién es el/la consultante, cómo vive y sufre su problemática,
qué sentido da a su relato.

Las técnicas son recursos facilitadores, intermediarios, que favorecen el intercambio de


mensajes entre orientados y orientadores, pero no son los que definen la personalidad
del orientado ni menos aún, lo que permite dictaminar acerca de su futuro. Su finalidad
es ser un medio auxiliar para lograr que el orientado reflexione sobre sí mismo y su
realidad. Para ello se proponen actividades expresivas, juegos grupales,
dramatizaciones, búsqueda operativa de información, en el contexto de entrevistas
clínicas individuales o grupales donde sea posible pensar sobre el presente y el futuro,
sobre aprender a elegir y aprender a dejar. Es una tarea eminentemente preventiva,
promueve la salud mental en el aprendizaje. Salud mental que supone admitir el
conflicto, el error, las contradicciones y las dificultades como ingredientes inevitables
de la vida, como capacidad de amar y trabajar (Freud).

En OV se traduciría por la potencialidad de realizar un trabajo significativo, en términos


que incluyan el placer y la creatividad aún tratándose de actividades sencillas. Rescatar
en el estudio y el trabajo la posibilidad de simbolización, de encontrarles sentido,
dehumanizarlos.
La OV también es una tarea terapéutica ya que ayuda a elaborar las crisis de identidad
personal y ocupacional y los conflictos en la inserción laboral y social.

Los docentes están convocados a colaborar en la OV institucional incorporando


contenidos informativos e investigación respecto a las ocupaciones relacionadas con
cada asignatura y cada tema a enseñar, transmitiendo un método operativo para estudiar,
fomentando la lectura, informativa y recreativa, etc.

(termina en la pág.151, vuelven a faltar páginas, continúa en la 154)

¿CUÁL ES EL PAPEL DEL ORIENTADOR?

Interviene clínica y operativamente, centrado en el objetivo de ayudar a aprender a


elegir. Su participación clínica moviliza su subjetividad, su historia personal-
ocupacional, sus aprendizajes, carencias, conflictos y temores. No se sitúa en el lugar
del saber. Recibe los planteos de la demanda para correrse del lugar narcisista y propone
a los orientados pensar juntos sobre la problemática, devolviendo a los consultantes la
posibilidad de elaborarla, aprendiendo a elegir. Escucha las demandas, fantasías,
anhelos y proyectos de los orientados, para deslindar las expectativas ilusorias y
promover la toma de conciencia del papel protagónico de cada cual, aventura que en
cada caso es diferente. No existen recetas, ni fórmulas universales e infalibles. No
conoce de antemano las respuestas.

La tarea del orientador es escuchar, analizar, dar un sentido a las expresiones de cada
orientado, proponerle tareas que le permitan descubrir por sí mismo qué desea hacer,
con su acompañamiento momentáneo. La actitud del orientador ayudará al orientado a
mostrar sus dudas, conflictos desconocimientos, esperanzas y proyectos, a confrontar su
mundo interno con el mundo social y ocupacional, de modo que lleguen a crear su
proyecto vocacional-ocupacional o reconozcan las interferencias y obstáculos para
lograrlo.

El orientador tiene que entrenarse en teoría y práctica, supervisar su trabajo, y en lo


posible, analizarse para preparar su personalidad como instrumento clínico básico y
principal herramienta con la cual recibirá, contendrá y ayudará a los orientados.

Escuchar no es recibir pasivamente, sino relacionar, construir hipótesis, rastrear el


sentido subyacente del discurso.

También debe analizar los fundamentos ideológicos de sus opciones teóricas y de su


práctica, evitando caer en el dogmatismo, sea de la “escuela” que sea.

Ser orientador implica recorrer el camino dela propia elección vocacional-ocupacional,


descubrir por qué y para qué se trabaja en OV, qué aspectos nuestros se ponen en juego
al orientar, cómo elaboramos nuestros propios conflictos de aprendizaje y de elección
ocupacional.

Es importante aceptar el conflicto de los orientados y de los orientadores, entender que


toda elección intenta resolver contradicciones personales y sociales sin conseguirlo
nunca en forma definitiva ni completa, pues existe un margen de malestar que siempre
instala una brecha, no sólo en el interior del ser sino en la relación entre el ser y el
hacer, en medio de una sociedad y un mundo altamente conflictivos.

(termina en la 157, sigue en la 165)

ORIENTACIÓN VOCACIONAL CLINICA OPERATIVA EN EL


APRENDIZAJE DE LA ELECCIÓN VOCACIONAL OCUPACIONAL (este
punto sirve de resumen de las ideas más importantes)

Se refiere al abordaje clínico-operativo en OV. Considera importante la inclusión de lo


ocupacional-laboral en sus aspectos informativos, sociales y económicos, pero es desde
lo vocacional como se llega a lo ocupacional en OV, dado que a partir de esclarecer
quién se es y quién se quiere llegar a ser, delimitando laboriosamente la identidad, como
se elige qué se quiere y se puede hacer. Por otra parte, es raro que el quehacer
ocupacional agote todas las potencialidades de un ser humano.

Desde la modalidad clínica, se percibe al sujeto como constructor de su elección


vocacional y ocupacional, protagonista activo a lo largo de un proceso de aprendizaje
que tiene sus raíces en los primeros años de vida y en el interior de las relaciones
familiares. El orientador acompaña y piensa con ellos, pero no por ellos, les ofrece un
tiempo, un espacio y un método para explorar dentro de sí y alrededor de sí, es decir, su
realidad interior y el mundo en el que desarrollan su existencia.

El método clínico operativo permite conocer a cada orientado, escucharlo, ayudarlo a


que se descubra a sí mismo y descubra la realidad educacional y ocupacional, social y
económica. Proporciona la posibilidad de aprender a elegir y desalienar sus
posibilidades de producir y crear. APRENDER A ELEGIR ES EL OBJETIVO DE LA
TAREA DE O.V. De esta forma irá preparando un proyecto personal ocupacional cada
vez más explícito. Imaginar ese proyecto implica reflexionar sobre todos los
condicionamientos que entreteje la vida de cada orientado. Elegir requiere también una
infraestructura, una serie de condiciones previas y acompañantes quienes no tienen
asegurados los recursos mínimos para vivir dignamente, ven muy obstruida la libertad
para elegir, así como la libertad y el deseo de aprender. Libertad que la OV ayuda a
conquistar en un laborioso proceso.

En la consulta de OV interviene lo psíquico, lo pedagógico, lo social, lo


socioeconómico, lo laboral. La OV es al mismo tiempo un proceso de aprendizaje y una
intervención clínica que promueve un ámbito de reflexión y elaboración de la
problemática personal-vocacional-ocupacional, para que los consultantes aprendan a
conocerse a sí mismos y a la realidad social, educacional y laboral, y de ese modo
realicen eventualmente la elección de un proyecto vocacional-ocupacional.

Consiste en un proceso de tiempo limitado y objetivos específicos: reflexionar acerca de


sí y de la realidad para aprender a elegir estudios y trabajo, al mismo tiempo que el
orientado aprende acerca de su propia identidad.

Es un proceso que puede ser individual o grupal.


Su fundamentación teórica en el abordaje clínico operativo deriva del Psicoanálisis y
dela Psicología social y sus instrumentos principales son la entrevista clínica operativa y
técnicas auxiliares, psicodramáticas, proyectivas, lúdicas, informativas.

Su marco operacional es la estrategia clínica, que requiere una formación teórico-


práctica y vivencia por parte del orientador, supervisado por orientadores
experimentados, siendo importante que se analicen.

La estrategia clínica en OV se centra en la problemática vocacional-ocupacional. El


método clínico consiste en recibir y escuchar la problemática de cada consultante en su
especificidad única. No puede haber formulaciones apriorísticas válidas para el
transcurso de cada orientación, ya que no conocemos de antemano las respuestas ni
tenemos la solución de los enigmas delas vidas delos otros. Pero si podemos crear al
orientado un espacio y un tiempo para acompañarlo en su búsqueda, tratando de
escuchar atentamente, de reflejar lo que se nos dice, de ayudar a repensar, de rastrear su
propio deseo de ser y de hacer, hasta intentar su realización creativa. En OV confluyen
la clínica con la prevención.

Freud decía que los criterios de salud en los adultos podrían tomar en síntesis estos dos
términos: amar y trabajar. Todo ser humano se constituye como tal por su relación
amorosa con otros, según los procesos identificatorios, y va seleccionando en forma
espontánea aquello que quiere y puede hacer.

Aprender a elegir es definir el yo que se ha de llegar a ser. Esto nunca es definitivo ni


cerrado, ni tampoco ofrecen una puntual coincidencia entre el ser y el hacer. Siempre
existe un margen de desencuentro con uno mismo y con lo social-laboral.
Llegar a ser es llegar a ser uno mismo, crecer en conocimiento de sí mismo y en
autonomía responsable, no sólo para sí mismo sino con otros y para otros.
Elegir vocacionalmente es encontrarse consigo mismo y con los demás en un lugar
social y en la realización de una tarea. Es aprender a desprenderse de las certidumbres y
los lazos del primer hogar para atreverse a recorrer otros espacios sociales.

En la adolescencia esta salida se acompaña de muchos temores: por dejar atrás la niñez,
despedirse de ella y avanzar en medio de un mundo difícil, poco hospitalario y tantas
veces privado de oportunidades.

Definirse por una ocupación supone dejar de lado muchas otras posibilidades,
encontrarse con otros ámbitos, sean de estudio o de trabajo, otra gente, otros códigos. Se
teme equivocarse, no ser capaz de tener que renunciar a los ideales, entrar en la rutina...

El momento de elegir se presenta, en circunstancias en que el adolescente está


confundido, sin saber cuáles son sus deseos, ni qué quiere hacer, en la lucha con sus
propios fantasmas. En las adolescentes incluyen conflictos de construcción personal y
social de una identidad femenina, diferente a los mitos y modelos tradicionales.

La identidad vocacional-ocupacional

I.- La palabra identidad proviene del latín y tiene varias acepciones vinculadas a
disciplinas como el derecho, la lógica, la matemática, la filosofía y la Psicología. Desde
esta última, se refiere a la continuidad de la existencia de un individuo personal.
Condensa otras ideas: la capacidad de experimentarse a sí mismo en una continuidad
temporal, espacial y social, o sea, la conciencia de permanecer el mismo a través de la
propia historia, desde la propia corporalidad, y en una red de vínculos sociales y
culturales. Se expresa con respuestas a las preguntas: Quién soy? Quién fui? Quién
llegaré a ser?. La red vincular se refleja en la respuesta a la pregunta: A dónde
pertenezco?.
Erik Erikson: “el proceso que estamos describiendo cambia y se desarrolla
constantemente: es un proceso de progresiva diferenciación y deviene tanto más
inclusivo a medida que el individuo se hace consciente de un círculo de otros
significativos cada vez más amplio, que se extiende desde la madre hasta la
“humanidad””.

La identidad personal constituye un desarrollo dialéctico; interjuegan lo semejante y lo


distinto, lo personal y lo social. Se habla de estabilidad pero también hay períodos de
crisis, desconstrucciones, cambios, replanteos.

Con respecto a las identificaciones de la infancia, deberá tomar algunos rasgos de


semejanza, desechar otros, y hasta oponer para diferenciarse.

Existen etapas especialmente significativas, marcadas por grandes cambios, que obligan
al sujeto a replantear y redefinir su identidad. Durante ellas revisa sus identificaciones y
elabora nuevas definiciones de sí mismo donde se va presentando como único, distinto e
irrepetible. Esto implica aprender a atravesar creativamente momentos de ruptura, no
sólo respecto a la vivencia de su continuidad temporal, y a la experiencia del propio
cuerpo, sino también en relación con su familia, su lugar social, los objetos y
situaciones de la cultura.

La identidad no implica una homogeneidad de la vivencia de sí. Constituye una


estructura de aspectos heterogéneos, cuya imagen estaría representada por un collage,
con un núcleo más o menos estable, que permite al sujeto y a quienes “lo conocen”,
reconocerse-reconocerlo como “el mismo / la misma” a lo largo del tiempo y en las
múltiples facetas que pueda manifestar, y a la vez con innumerables variaciones
contextuales y posibilidades de cambio.

Muchos adolescentes y jóvenes deben librar una ardua batalla para esta construcción
problemática, que incluye la estabilidad y el cambio en forma simultánea. Otros no lo
consiguen sin ayuda, al menos en el terreno de lo vocacional-ocupacional. Otro
momento significativo para replantear la identidad es la culminación de un estudio, ya
sea primario, secundario, terciario o universitario. En esos períodos se evidencian
distintas opciones entre las cuales el sujeto elegirá con un margen de autonomía acotado
por los condicionantes del momento histórico, el lugar geográfico y socioeconómico,
los mandatos y expectativas familiares, el género sexual, las oportunidades educativas y
laborales disponibles, los dinamismos dela vida psíquica consciente e inconsciente.

Transitar la adolescencia, elegir ocupación, prepararse para ella e intentar ganarse la


vida con ella son trances difíciles durante los cuales en cada quien mueren aspectos y
mundos del pasado para que nazcan mundos futuros, con todo el esfuerzo y la angustia
que este pasaje acarrea. Del “nosotros” tácito de la infancia, adolescentes y jóvenes han
de llegar a la responsabilidad y la relativa soledad (en cuanto al protagonismo de sus
propias vidas) de los adultos que ocupan un lugar social productivo.
De alguna manera, esa soledad adulta de asumirse a sí mismo se hace presente cuando
cada adolescente decide una opción vocacional y ocupacional y se prepara a realizarla
con todos los anhelos, deseos, miedos, y la toma de posición personal y social que esto
implica.

Una delas tareas de la orientación vocacional es colaborar en la concientización de la


brecha entre el ser y el quehacer, el ser y el querer ser, el yo y el ideal del yo y en el
afrontamiento de los conflictos que provoca, que los orientados elaboren sus propias
respuestas.

En la adolescencia y la juventud, la elección es un tema fundamental.


 Elección como definición de la personalidad, como identidad, quién quiere y
quién no quiere ser
 Elección como definición de un género sexuado: femenino o masculino, con
renuncia a la bisexualidad de la niñez
 Elección como proyecto de vida a través de un quehacer ocupacional
 Elección de pareja o compañero/a para transitar su vida adulta y generar
proyectos compartidos

Estas elecciones hacen inevitables una serie de duelos, procesos depresivos más o
menos profundos durante los cuales aprenderá a despedirse del pasado y del presente
adolescente, del grupo de pares, de la forma de ser, pensar y sentir adolescente, dela
relación dependiente con la familia, de la vida escolar.

El hombre necesita del sentimiento de identidad porque es incompleto y está


desajustado. La “falta” con la que nacemos nos hace esencialmente humanos y moviliza
una búsqueda que jamás concluye. No es posible pensar la identidad prescindiendo del
conflicto, la crisis y los procesos de cambio personal y social.

II.- Los jóvenes argentinos de hoy elaboran su identidad personal-ocupacional en el


entrecruzamiento de dos culturas: la posmoderna y la del subdesarrollo latinoamericano.
De la primera reciben el influjo del hedonismo, el consumismo, el individualismo, la
prevalencia de la informática, etc y del subdesarrollo la falta de oportunidades
educativas y laborales, la inestabilidad económica, la carencia de recursos, la
desocupación y subocupación, etc. Estas circunstancias atraviesan, condicionan y
limitan cada decisión vocacional-ocupacional.

A esto le sumamos la “anticultura”, los “antivalores” deshumanizadores de la violencia,


el consumo de drogas y su tráfico, la corrupción, que impactan, angustian y a veces
protagonizan los adolescentes.

Francoise Doltó plantea los ideales que prevalecían en distintas épocas: en la Edad
Media el ideal del héroe caballeresco; en el Renacimiento, los sabios y grandes
exploradores; en la Edad Contemporánea los revolucionarios que combatían por la
libertad y los cambios sociales. En el presente siglo se darían dos momentos: uno hasta
la década del 70, caracterizado por los “ídolos” cinematográficos, musicales o
deportivos, con acentuación del narcisismo y la estética; a fines del siglo XX, hay un
crepúsculo delos dioses, una sustitución del lugar del padre por el lugar del grupo de
pares, el fin de las ideologías y el surgimiento de asociaciones humanitarias y
ecologistas.

En las sociedades desarrolladas se observa una declinación de la hegemonía patriarcal y


masculina y una creciente emancipación delas mujeres y los adolescente, con mayor
cuidado y respeto por los niños. Se cuestiona la supremacía paternalista de los hombres
sobre las mujeres y de los padres sobre sus hijos.

III.- Las sociedades opulentas exportan al mundo entero la pauta de adquirir, usar
transitoriamente, descartar y volver a adquirir un modelo “mejor”, más actual. Tener es
sinónimo de poder, y se coloca en plano de igualdad con el ser. Preguntas como
“¿Somos lo que tenemos? ¿Podemos ser más si tenemos más?, etc” son preguntas que
hacen a la identidad, que se plantean en algún momento de sus elecciones, los
adolescentes y los jóvenes.

La primera llamada vocacional apunta a la humanización, a conquistar un lugar personal


y social desde el cual se asume el propio ser y se aprende a elegir y a elegirse. El sujeto
llega a ser en cierto modo lo que hace: médico, psicólogo, abogado, etc. No obstante, el
ser sobrepasa al quehacer y le da a éste una cualidad personal, más allá del rol social en
que cada cual cumple su función laboral.

La toma de conciencia de las aspiraciones vocacionales personales rara vez ocurre en


forma súbita. Lo más común es que se vaya produciendo mediante una lenta integración
evolutiva de indicios subjetivos y objetivos y de intercambio con los demás. Los
orientadores vocacionales son uno de los interlocutores que eligen los adolescentes y
jóvenes para debatir dudas e interrogantes, clarificar sus opciones y revisar sus errores
de elección.

IV.- Elegir vocacionalmente no sólo es decidirse por una profesión u oficio sino
encontrarles un sentido compatible con los ideales, valores y proyectos vitales
personales. Desde los orientadores significa acompañar a cada orientado a tomar
conciencia de sí mismo, delo que sabe y lo que desconoce de sí que incide en su
identidad vocacional-ocupacional, registrar las propuestas educacionales y laborales
existentes, expandir su autonomía en el proceso de decisión, diferenciar la identidad de
la seudoidentidad vocacional-ocupacional.

La elección vocacional-ocupacional se realiza respondiendo a un vínculo de amor y de


sentido con la actividad elegida, a partir de los ideales como aspiraciones del Yo. Tanto
la identidad personal como la vocacional-ocupacional se desarrollan, se delimitan, se
transforman y expresan en cada etapa de crisis vital, sostenida y atravesada por el
contexto delas crisis sociales e históricas más amplias. Durante la crisis el sujeto entra
en confusión, surge un cuestionamiento de las certidumbres previas, lo “conocido” y
seguro se tambalea para dar paso al amplio margen de lo desconocido e incierto, de todo
aquello ante lo cual carece de respuestas previas. Una forma de eludir la crisis es
aferrarse acopiar modelos ajenos y reprimir el malestar. El riesgo de esta actitud es “el
retorno de lo reprimido” en forma sintomática. Si el sujeto acepta en cambio sus dudas,
sus desconocimientos y no esquiva la ansiedad que esto moviliza, puede llegar a ampliar
sus esquemas referenciales y elaborar la crisis.
El desequilibrio y la discontinuidad de la etapa crítica se conectan entonces con la
posibilidad de crear nuevas alternativas encontrando salida a los dilemas planteados.
Tal como los psicoanalistas y antropólogos enfatizan la condición estructurante del tabú
ante el incesto, los orientadores tendrían que recalcar el papel del trabajo como otro
estructurante básico dela cultura y la identidad humana. Como orientadores proponen la
alternativa de trabajar con menos alienación, y aún con salud mental, es decir, haciendo
lo que se ama y amando lo que se hace, descubriendo en ello una fuente de satisfacción.

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