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1. ¿Cuál es el trabajo de los ángeles no caídos?

Lo primero que tenemos que aclarar es que los ángeles hacen parte de la creación de
Dios, (Col 1.16) Ellos están creados para servir a Dios y su rango especifica cuál es su
labor. Lo primero que tendríamos que determinar es cuáles son esos rangos. El
Arcángel Es el Ángel de mayor rango, en la Escritura solamente aparece Miguel como
el protector de Israel (Dn 10.21;12.1). Principados, poderes, Tronos y Dominios
Cumplen una función de autoridad que es inferior a la del Arcángel, pero que guarda la
autoridad sobre otros Ángeles. (Ef. 3.10; Col 2.10; Col. 1. 16; Ef. 1.21; 1 P. 3.22; 2 P.
2.10) Hay que aclarar que la Escritura no dice que existen diferentes tipos de Ángeles,
sino más bien diferentes rangos entre los Ángeles (Berkhof, Teología Sistemática,
Edit. Libros Desafío 2016, Pag. 173) Querubines Cumplen la función de guardas de
la Santidad de Dios, fueron representados en el arca del Pacto (Ex 26.1s; 36.8s)
Serafines Se encuentran en los que Sproul mencionó como la Presencia inmediata de
Dios (R.C Sproul, La Santidad de Dios, Edit. Faro de gracia 1998, Pag 24s). El
trabajo principal de todos los ángeles es alabar a Dios día y noche (Job 38.7; Is 6; Sal.
103. 20; 148.2; Apoc. 5.11). Sirvieron a Cristo durante su estadía en la Tierra (Mt 4.11;
Mr. 1.13) Cristo era consiente de esa protección (Mt 26.53). Nosotros, como herederos
del Dios somos atendidos por los ángeles (Heb. 1.14) se encuentran alrededor de los
creyentes (Sal. 34.7; 91.11; Mt 18.10) Sin embargo, tenemos que comprender que la
Escritura no enseña que cada uno tengamos un Ángel que se encargue específicamente
de nosotros. Esto pertenece a un error en las costumbres de los pueblos gentiles (Hch
12.15).

Podemos concluir este apartado agregando una cita de L. Berkhof, respecto del servicio
extraordinario de los Ángeles

‘…se hizo necesario a causa de la caída del hombre y constituye uno de los elementos
importantes en la revelación especial de Dios. Con frecuencia median en las
revelaciones especiales de Dios; comunican bendiciones a su pueblo, y ejecutan juicios
sobre sus enemigos. (…) cuando se cierra el periodo de la revelación especial de Dios,
el servicio Extraordinario de los ángeles cesa, y solamente recomenzará hasta el
regreso del Señor’ (Berkhof, Teología Sistemática, Edit. Libros desafío 2016, Pág
174)
2. ¿Qué efecto tiene un demonio sobre un creyente? ¿Puede poseerle?

Debemos recordar que al ser Bautizados por el Espíritu Santo, hemos recibido el
privilegio de hacer parte del cuerpo de Cristo (1 Co 12.13). El haber sido incorporados a
Cristo nos permite tener al Espíritu de Dios morando en nosotros (1 Co 6.19) Estamos
unidos a Cristo (1 Co 6.17). Entendiendo esto podemos desarrollar la respuesta acerca
del trabajo de los demonios. Consideremos que aún en la condición de Criaturas no
caídas, la función de Satanás (que es un ángel caído) fue hacer caer a la mujer en
pecado, siendo desobediente al mandato de Dios de no comer del fruto del árbol de la
vida (Gn 3.2) Sin embargo, la serpiente fue astuta y tentó a la mujer hasta el punto en
que ella cedió y por lo tanto pecó. La función de los demonios es la de estorbar el
trabajo divino de Dios, los demonios replican la labor de Satanás en el huerto del edén.
La situación se encuentra en que los demonios pueden entrar en las personas que no son
creyentes (Mr 5.1-16) y cumplen también la labor de atormentar al creyente. Nosotros,
los creyentes, a pesar de ser regenerados seguimos siendo tentados y estamos expuestos
a los ataques del enemigo (Ef 6.12); Sin embargo, recordando la parte superior de esta
respuesta, Cristo mora en el creyente, y es imposible que donde está el Espíritu de Dios
esté también el espíritu de mentira. Para esto, MacArthur expone:

‘… 1. La idea central de 2 Co. 6.14-18 descarta pensar que el E.S y los espíritus
inmundos puedan cohabitar en los creyentes verdaderos, incluso de forma temporal.
(…) 4. El ministerio sellados del E.S protege a los cristianos contra la invasión
demoníaca (2 Co. 1.21-22; Ef. 4.30)’ (MacArthur, Teología Sistemática, Edit. Portavoz
2018, Pág. 733)

3. ¿Qué son los demonios? ¿De dónde proceden? ¿Qué función desempeñan?

Los demonios son ángeles que originalmente, en el momento de ser creados fueron
hechos ‘buenos’ como toda la creación que Dios hizo (Gn 1.31); Sin embargo, después
de su creación uno de los ángeles tomó una actitud soberbia y de rebeldía contra Dios,
haciendo que por esos actos fuera condenado al exilio, Satanás fue aquel ángel que
tomó la posición de rebelarse contra su creador, pretendiendo ser mayor que Dios (Ez
28.13-19) Esta rebelión llevó consigo a otros ángeles. Por eso es denominado como el
príncipe de los demonios (Mt. 12. 24). Como mencionamos hace un momento, los
demonios proceden de la rebeldía de muchos ángeles que siguieron a Satanás. La
función de los demonios es expandir la obra de las tinieblas dentro del mundo físico.
Consideremos primeramente que Satanás no posee los atributos de Dios, por lo tanto él
no es omnisciente ni omnipresente, al tener una cantidad considerable de servidores
puede extenderse al mundo (Ef. 6.11-12). Sus funciones son variadas pero,
específicamente puede decirse que los demonios buscan estorbar la obra de Dios (Dn.
10-14; Apoc. 16. 13-16), y también pueden ser usados por Dios para realizar sus
propósitos (Jue. 9.23; 1 S. 16.14; 1 R. 22.22; 2 Co. 12.17). (Ryrie, Teología Básica,
Edit. Unilit 1993, pág 185)

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