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Es muy común escuchar en la calle a madres regañando a sus pequeños por no ser

obedientes. La actitud típica de una madre es ver a una persona desconocida en la calle,
mostrársela al niño y decirle: sígase portando así y se lo regalo a ese señor. Sólo la escena ya
trae un momento gracioso para quien lo ve, pero para el niño es algo perturbador, sobre todo
por la siguiente parte. La madre le dice a esa persona: ¿verdad que usted se lleva a los niños
desobedientes? La persona asiente extendiendo sus brazos y lo único que hace el niño es llorar
pidiéndole a su Madre que le conceda otra oportunidad.

Esta escena, estoy seguro, que la hemos visto muchísimas veces, hasta el punto de
repetirla o recordarla (porque pasamos por ese mismo trauma); sin embargo, pasa el tiempo y
la amenaza pierde su valor, entonces, podemos decir que es un método equivocado para
corregir la conducta de un niño. Lo perturba por un momento, claro, pero no hace ningún
efecto.

1. ¿Qué es la obediencia? (Diapositiva 5) es la pregunta que un niño se puede hacer


cuando recibe el ultimátum de su madre. Tratamos de imponernos mutuamente
esa palabra y no tenemos un concepto claro de ella. La definición del diccionario
es: cumplir la voluntad de quien manda.

Todo lo que hemos visto durante estas 12 lecciones deben ser aplicadas en nuestra vida.
Recuerde que, un conocimiento más amplio de Dios le demandará una vida aplicada en esas
verdades expuestas. Obedecer a Dios por temor al infierno es un mal motivo para obedecer, es
egoísta. Recordemos que Dios conoce nuestros pensamientos, de ahí que el mandamiento de
Cristo sea Amar a Dios con todo nuestro Ser (Mt. 22. 37-40).

(Diapositiva 6)

Notemos que el texto inicia con un imperativo, es una orden ¿recuerda la definición de
obediencia que acabamos de dar? Cristo, al dar una orden, no sólo está explicando lo que
quiere que hagamos, sino que también está mostrando su autoridad. La definición de amar,
como lo menciona el texto se define como: es el amor inteligente, decidido y comprometido
que es un acto de la voluntad. (CNT John MacArthur PG. 1221).

El amor que está exigiendo Cristo abarca todo nuestro ser. El Amor que debemos tener hacia
Dios es emocional (Alma), ejercitado (mente), con todo el Ser (corazón).

Note otra cosa, en casi toda la guía que resolvimos, aparecen imperativos, ordenanzas
dadas por Dios a través de su Palabra para cumplir. En Mt. 16. 24, encontramos un condicional
observen dos cosas, primero, mirando unos versos atrás, Cristo acababa de reprender a Pedro
por intentar convenirle de evitar su misión, justo después les condiciona, colocando como
ejemplo su misma vida. Cristo nos estaba enseñando a hacer la voluntad del Padre, negándose
a sí mismo, se humilló, como menciona Filipenses. Entonces, la obediencia se encuentra,
primero, en el deseo que tenemos de seguir a Cristo, no en el miedo, sino en el amor, segundo,
la obediencia debe ser un hecho en el creyente, el texto dice Nieguese. El diccionario sugiere
que puede traducirse como contradígase, es muy claro teniendo en cuenta lo que acababa de
suceder con Pedro, en muchas ocasiones, como creyentes, tenemos que contradecir a nuestra
condición caída, R.C Sproul hablaba acerca de esta lucha Titánica que tiene el Espíritu Santo y
el cuerpo.

Luego dice, tome su cruz, el texto en Lc. 9.23 es más explícito al mencionar cuántas
veces tenemos que tomar la cruz (cada día), la cruz se lleva como símbolo de la muerte, es,
como dice Pablo, hacer morir lo terrenal en nosotros. No somos creyentes intermitentes, por
eso es necesario acercarnos todos los días, con humildad al Señor y morir a nosotros mismos.

Y por último, el texto dice: y sígame, también el diccionario nos muestra que puede
traducirse como ir por el mismo camino. ¡Tiene toda la claridad posible! Si somos hijos de Dios,
debemos andar como Él anduvo (1 Jn. 2.6). El creyente vive todos los días en este proceso, es
un mandato de Cristo, como lo acabamos de ver. Cristo nos llama a obedecer.

(Diapositiva 7)

Amados, lo que nos debe motivar a ser obedientes debe provenir de Dios, todo el
tiempo, miremos 1 P. 1.13-21, nuestros ojos deben estar puestos en la revelación de Cristo (v.
13), imitar a Cristo en su santidad (v. 15) pero, pensando en su ejemplo (v. 14), nuestra vida
como creyentes no es en unas áreas específicas, sino en todo nuestro ser (v. 16). Recordemos
la manera en la que fuimos redimidos (v.18-21). Esto nos debería motivar más a ser
obedientes.

Vamos a fallar en nuestro intento por ser obedientes, amados (Stg. 3.2) sin embargo,
nuestra vida está en Cristo y podemos acercarnos confiadamente al trono de la gracia (Heb.
4.14-16)

(Diapositiva 8)

Nuestra desobediencia puede traer problemas, aunque no lo creamos. ¿Pueden haber


cristianos desobedientes? las consecuencias pueden ser difíciles mire Zac. 7. 8-14. Otros
ejemplos de desobediencia los encontramos en Hch. 5 y 1 Co. 5

(Diapositiva 9)

Todas las bendiciones que recibimos de Dios son perfectas, son divinas y, por lo tanto,
debemos verlas con los mismos ojos a los que corresponden. (Jn. 15.10, 14; 1 jn. 3. 22) en la
última sección debemos tener mucho cuidado de pensar que las peticiones están basadas en
TODO lo que queremos, una correcta conclusión de esta sección es que, Dios transforma
nuestro corazón a tal punto que nuestros deseos son sus deseos puestos en nuestro corazón,
no nuestros caprichos.

(Diapositiva 10)

Esta sección es muy importante porque, en muchas ocasiones, consideramos que


nuestra obediencia debe ser a Dios únicamente; sin embargo, la Biblia nos enseña que no es
así, Él mismo ha buscado colocar diferentes formas en las que debemos obedecer, recuerden 1
Jn. 4.20. Entonces, la Biblia nos enseña a obedecer ¿cree usted que ése es el estándar de vida
de la actualidad? Hace unas semanas, vimos cómo las personas salieron a romper un símbolo
de autoridad, el movimiento progresista quiere destruir por completo el modelo establecido
por Dios para la creación de la familia y la gente ahora piensa en ser su propio jefe porque
están cansados de recibir órdenes, la función del Coach es imprescindible en semejante
mundo “patas arriba.”

Pregúntese por un momento ¿Qué le motiva a obedecer? Observando cada texto, lo


que podemos decir es que, el cristiano debería sentirse motivado a obedecer porque imita a
Cristo y, también, porque cualquier modelo de obediencia es ‘Agradable al Señor’

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