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Hay romanistas que encierran todavía, dentro de esta amplia aceptación, las reinterpretaciones que
del derecho compilado en tiempo de Justiniano efectuaron los glosadores y postglosadores en la
temprana Edad Media y las que se sucedieron a ellas hasta el siglo pasado, en el que se destaca
la pandectistica alemana. Es lo que se ha dado en denominar segunda vida del derecho romano.
los romanos designaron al derecho con la voz latina ius, comprensiva del derecho en
sentido objetivo, entendido este como norma que regula con carácter obligatorio las relaciones
sociales, y en sentido subjetivo, como facultad o poder que el ordenamiento jurídico reconoce a un
sujeto.
honestamente, no dañar a otro y dar a cada cual lo suyo” así como los romanos
designaban con el termino Ius a la norma
jurídica, denominaban fas a la norma religiosa.
no tenia en el derecho romano las voz justicia una acepción muy distinta de la actual,
Iustum es lo que se conforma al ius, y si la adaptación es constante, se llega a ese valor que es
meta del derecho y que los romanos llamaron iustitia.
otra de las ideas romanas sobre la que nos dan un concepto las
fuentes es la de jurisprudencia, que el jurisconsulto Ulpiano define diciendo que es el
conocimiento de las cosas divinas y humanas, y la ciencia de lo justo y de lo injusto.
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la división entre ambas se basa en el distinto
origen de uno y de otro. Desde este punto de vista leemos en el Digesto que el
Derecho Civil es el que demanda de “leyes, plebiscitos, senados consultos, decretos de los
príncipes y autoridad de los jurisconsultos”. Derecho Honorario, por su parte, es el conjunto de
principios jurídicos que derivan de la actividad jurisdiccional de los magistrados o como dicen las
fuentes de quienes gozan honores.
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el derecho romano, formidable categoría histórico-
jurídica, es un auténtico producto histórico, resultante de una profunda decantación de siglos. Por
ello, con la expresión derecho romano designamos comúnmente el ordenamiento normativo que
rigió la vida del pueblo de Roma a lo largo de su progresiva evolución, aquel que se desarrolla
desde la fundación de la ciudad en el año 753 a.C. hasta su sistematización en el Corpus Iuris
Civilis de Justiniano, acaecida entre los años 529 a 534 de nuestra era.
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la organización política de Roma, durante su primer ciclo histórico, reposaba en un
gobierno de cuño monárquico, asentado sobre tres factores políticos: magistraturas, senado y
pueblo. El rey (rex) era el magistrado exclusivo y vitalicio del periodo monárquico; el senado
(senatus) constituía el órgano asesor y consultivo del soberano y se integraba por venerables
ancianos descendientes de los fundadores de la ciudad, y el pueblo, que se reunía en asambleas
o comicios (comitia) para decidir sobre cuestiones atinentes al interés de sus integrantes.
fue la organización político- social de más trascendencia que precedió a la civitas, por lo cual
Roma puede considerarse una confederación de gentes. Las gentes: constituyeron un
agrupamiento humano esencial, caracterizado por una unidad política con un alto grado de
independencia, dado que contaba con sus órganos de gobierno, su jefe o pater, sus propias normas
de derecho privado (mores maiorum), que llegaron a constituir un ius gentilitatis. Tuvo la gens su
régimen económico propio y además sus divinidades protectoras del grupo, con sus sacra gentilitia,
que tenían por sumo sacerdote al pater o jefe. Esta característica de la gens, que le da la fisonomía
de un pequeño Estado, va a ir desapareciendo gradualmente a medida que la civitas afirma su
presencia como ente regulador de las relaciones de los particulares, que encuentran en el Estado
organizado y en sus nuevas instituciones políticas mayores garantías que las que podían ofrecer
los grupos gentilicios.
se organizó autonómicamente, con un jefe -el paterfamilias- que tenía poderes absolutos
de orden político, judicial y religioso. También como ente público, resignó la importancia que tuvo
en la época histórica al ceder sus poderes a las instituciones políticas constitutivas de la ciudad-
Estado.
Roma habría atribuido a las curias dos funciones fundamentales: una militar al proveer a las
legiones cien hombres cada una, y otra política al constituir la unidad votación en los primeros
comicios romanos, que se denominaron comicios curiados (comitia curiata). La curia perdió
gradualmente su importancia, para desaparecer prácticamente con la reforma de Servio Tulio, que
organizó el comicio en atención a otra unidad de voto: la centuria
La monarquía romana contaba con tres grandes estamentos políticos: magistratura, senado y
pueblo (rex, senatus, comitia), factores de poder que van a permanecer en la conformación
constitucional del período subsiguiente.
fue el supremo magistrado de la época monárquica a pesar de que en los primeros tiempos
estuvo restringido en sus funciones por la gens y la familia. La magistratura real era vitalicia,
monocrático o unipersonal y también sagrada, ya que el delito cometido contra el rey era reputado
un sacrilegio que se castigaba con la pena muerte. Dentro de los amplios poderes del soberano: 1.
Carácter político, que lo facultaban a organizar el Estado, convocar y presidir los comicios y
designar a los miembros del senado. Si se ausentaba de Roma delegaba estas funciones en un
prefecto de la ciudad (praefectus urbi). 2. Carácter religioso era el supremo sacerdote, con derecho
a consultar los auspicios y a organizar y regular los sacra pública (rexsacrificulus). 3. Carácter militar
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le otorgaban el comando de las legiones y la dirección de la defensa del Estado y las de orden
internacional lo hacían representante de Roma en las relaciones con otros pueblos, a la vez que
estaba autorizado para declarar la guerra y firmar tratados de paz. 4. Carácter jurisdiccional: le
competía la represión de los delitos, en especial los que atentaren contra la seguridad estatal.
Estaba asistido por dos funcionarios: los duoviriperduellionis para el castigo de la alta traición
(perduellio) y los quaestoresparricidii para el delito de homicidio. También es la suprema autoridad
monárquica, para distribuir la tierra pública (agerpublicus) entre los ciudadanos.
5. Carácter legislativo: emitir la norma jurídica o interpretarla. Esta potestad legislativa no habría
sido ejercida por los reyes romanos, que confiaban a los colegios pontificales tarea tan
trascendente. Sin embargo, la tradición ha hablado de leyes regias dictadas por Rómulo y sus
sucesores y coleccionadas por un pontífice llamado Papirio (Ius civile Papirianum). Con respecto a
la sucesión real: se admitieron dos hipótesis, a) que el rey era designado por los comicios o que la
magistratura era de carácter hereditario. Empero, en el estado actual de la cuestión no se acepta
la electividad del rey por el pueblo, ni la sucesión familiar, sino el concepto, al decir de Bonfante,
genuinamente romano, de que el magistrado crea al magistrado, es decir, que el rey saliente
designaba a quien debía sucederle, correspondiendo al comicio solamente la función de investirlo
de imperium (lexcuriata de imperio). Esta tradición romana de nombramiento del magistrado por el
predecesor -que tiene vigencia también en la República- no se alteraba ni aun siquiera en el
supuesto de que el rey no hubiera hecho la designación. En el caso. la autoridad real pasaba al
senado, produciéndose el interregnum que hacía que cada senador ejerciera por cinco días el poder
real en carácter de interrex, hasta que, reunidos los comicios, el interrex de turno proponía el nuevo
rey, al que el pueblo dotaba de imperio.
organismo político tradicional desde los albores de Roma; fue la asamblea de los patresque
coparticipaba del poder real como consejo del rey. Constituido por los jefes de las parentelas
patriarcales que habían participado en la fundación de la ciudad y que, como hemos visto,
constituían la gens. Los patres, es decir, los integrantes de aquella clase privilegiada de la sociedad
romana primitiva (patricii), tuvieron el exclusivo derecho de integrar el senado romano, que tenía
una constitución de corte netamente aristocrático. Los miembros del cuerpo senatorial, que eran
designados directamente por el rey, además de poder asumir el interregnumen caso de vacancia
del poder real, además convalidaban las resoluciones de los comicios mediante la
patrumauctoritasy actuaban asesorando al rey, que regularmente consultaba a este consejo de
ancianos (senatores) en las cuestiones fundamentales relativas a la las relaciones internacionales.
asamblea popular que nace en Roma. La verdadera y específica función del comicio por
curias fue la de investir al rey de imperium, otorgándole los amplios poderes correspondientes a.
su rango, mediante la lexcuriata de imperio. También los comitiacuriata fueron un órgano cívico de
contralor y decisión de actos, que pertenecían a la esfera privada, tenían importancia social. Así,
decidían sobre la adrogación, forma de adopción de una persona sui iuris y sobre un tipo de
testamento antiguo que sólo tenía validez si era aprobado por la asamblea popular (testamentum
in calatiscomitiis). A fin de resolver sobre aquellos actos jurídicos el comicio se reunía dos veces al
año por convocatoria de un calator, circunstancia que hizo que los comicios por curias recibieran la
denominación de comicios calados (comitia calata). También era convocado por el rey para
anunciar al pueblo decisiones de importancia y obtener su adhesión, como iniciar una guerra o
celebrar un tratado de paz.
sin importar el fundamento de la división entre ellos, los patricios tuvieron por mucho tiempo
el goce exclusivo de estos derechos, convirtiéndose así en castaprivilegiada. Gozaron de los
derechos políticos como el iussuffragii, que los facultaba a votar en los comicios; el ius honorum,
que les permitía ocupar las magistraturas; el ius militiae, que les posibilitaba ser Jefes de las
legiones romanas, y el ius occupandiagrum publicum, que los autorizaba a tomar posesión de las
tierras conquistadas. Fueron titulares también de derechos que entraban en la esfera religiosa,
como el ius sacerdotii, por el cual podían integrar los colegios sacerdotales; el ius sacrorum, que
les permitía ejercer el culto de la ciudad, y el ius auspiciorum o derecho de consultar los auspicios.
En orden a los derechos privados el patriciado gozó del ius connubii o aptitud legal para contraer
legítimo matrimonio (ius taenuptiae); del ius commercii o derecho a realizar toda clase de negocio
jurídico; del ius actionis o facultad de hacer valer en justicia sus derechos por medio del ejercicio
de la acción (actio) y del derecho al uso de tres nombres (tria nomina),uno individual o praenomen
(Marco), otro gentilicio onomen (Tulio) y un tercero familiar o cognomen (Cicerón).
prácticamente no formaban parte de la civitas. Carecía en absoluto de los derechos públicos o
políticos y tampoco gozaba de los vinéulados a la actividad religiosa. En lo que concierne a los
derechos privados, los plebeyos no tuvieron derecho a contraer justas nupcias con patricios hasta
la sanción de la lex Canuleia (445 a. de C.) y el commercium sólo les fue reconocido en la medida
en que la plebe era admitida en las colonias latinas. No participaban del culto de la ciudad, a tener
sus propias divinidades, como la diosa Diana. Tuvieron sus particulares autoridades y sus
asambleas populares (concilia plebis), que tomaban decisiones (plebiscita) que valían
exclusivamente para la plebe.
: Entre el patriciado y la plebe, existía una tercera clase: la clientela. Podría decirse, que
los clientes fueron Ciudadanos de segunda clase -de familias empobrecidas o tal vez extranjeras-
que se colocaban al amparo de una casa patricia, a la que se subordinaba; con la obligación de
prestarle servicios a cambio de su ayuda económica. Esta especie de vasallaje imponía a los
clientes respeto y obediencia hacia el jefe de la familia patricia, al que debían igualmente asistirle
en caso de necesidad económica y acompañarle a la guerra. Por su parte el patricio estaba obligado
a prestar a sus clientes alimentos representarlos en juicio e instruirlos en el conocimiento del
derecho.' 'Este conjunto de obligaciones y derechos recíprocos entre clientes y jefe de una familia
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patricia, se llamó derecho de patronato (ius patronatus). Estos plebeyos, que en cierta medida se
asimilaban a los patricios, pudieron desde entonces formar parte del aristocrático senado con el
nombre de patres minorum gentium, para distinguirse de los senadores patricios, que eran los
patres maiorum gentium
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República, por tres clases de asambleas populares: el comicio por curias, el comicios por centurias
y los concilios de la Plebe. Más adelante aparecerá otro organismo popular: el comicio por tribus.
el largo periodo hisorico-politico que se designa con el nombre de imperio, aparece con la
unificación un tanto arbitraria de dos ciclos históricos perfectamente diferenciados: el principado
que mantiene sin mutaciones notables sus líneas clásicas desde Augusto hasta los Severos, y la
época del dominado (dominatus) o del imperio absoluto; que comienza a delinearse a partir de los
emperadores de la dinastía de los Severos (193-235) y culmina con la organización política que al
gobierno le imprimen Diocleciano y Constantino. La segunda, por la idea franca y decidida de
centralizar el poder en manos del emperador, a la manera de las monarquías de corte heleno
oriental. Complejas y variadas causas provocaron el tránsito de la Republica al Imperio. La
estructura republicana se fue minando por el problema del reparto de tierras que hizo eclosión en
la época de los Gracos (133 a 123 a. de C.) y por la idea de dar carácter político a la clase senatorial
y ecuestre, impulsando esta nueva aristocracia en contra del pueblo. A estas circunstancias, que
preparaban la decadencia, se sumó el relajamiento de las costumbres, el desprecio de la religión y
las instituciones de los antepasados, la tiranía del poder, los actos de violencia cometidos entre los
particulares y las convulsiones internas provocadas por ambiciosos caudillos con sed de imperio -
Mario, Sila, Pompeyo, Julio César, Marco Antonio, Octavio-. Estos factores de caos contribuyeron
destruir la fuerza del Estado y la moral del pueblo, resultando infructuosos los esfuerzos para
reanimar el espíritu de la antigua República, que forzosamente debía perecer para dar paso a un
nuevo régimen político capaz de frenar tanto elemento desquiciante.
en lo que concierne al senado imperial, continuó siendo el órgano esencial del gobierno, sin
que sus atribuciones sufrieran mengua, salvo en lo atinente a la política exterior que pasó -en sus
formas de diplomacia y guerra- al príncipe. El cuerpo amplió en algunas materias su esfera de
competencia, como en lo referente a la actividad judicial, la facultad de designar los altos mandos
del ejército y, muy especialmente, a la potestad legislativa, que experimentó notable incremento,
sobre todo cuando el comicio dejó de funcionar como institución típicamente legisladora. De ahí
que los senadoconsultos adquirieran gran relieve y constituyeran una de las fuentes más fecundas
del derecho privado imperial. – El cúmulo de poderes del senado imperial lo convirtió en un asociado
del emperador en el gobierno y administración del Estado y esta situación, que no fue efímera,
como ocurrió con otras instituciones políticas, llevó a hacer hablar a Mommsen de una "diarquía
imperial", al considerar que la dirección del Estado estaba dividida esencialmente entre dos
órganos: el príncipe y el senado, con sus respectivas competencias.
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Se inicia con la fundación de Roma y termina
aproximadamente a mediados del siglo IV a C. De esta fase lejana los hechos históricos no son
bien conocidos, ya que caen dentro de una esfera de narraciones legendarias y mitológicas que los
hacen difícilmente comprobables y que sólo son la cooperación de métodos investigativos idóneos
puede reconstruirse, en alguna medida, el derecho de aquella Roma, aislada, rústica, de economía
incipiente, que inicia su proceso de expansión. La costumbre es la fuente fundamental, por no
decirla única, de aquella primera etapa. La distinción entre las normas del fas -derecho. de la
divinidad- Y. del ius -derecho de los hombres- se hace difícil de-establecer, pero, poco a poco, éste
se va diversificando en dos ramas: el ius publicum y el ius privatum y sus principios van adquiriendo
perfiles propios que le dan un matiz diferencial. A la vez el Estado interviene gradual y
paulatinamente en la esfera privada, restringiendo las facultades que el derecho primitivo concedía
a grupos autónomos como la gens y la familia, verdaderos órganos políticos en el seno de la ciudad.
Se nos presenta el derecho quiritario con un tinte. Acusadamente personalista y con un carácter
eminentemente nacional, pues sólo ampara y beneficia a los ciudadanos romanos, dejando a los
extranjeros o peregrinos al margen de toda protección jurídica. Es, además, un típico derecho
clasista, ya que sus normas son aplicables a la casta privilegiada de la sociedad, el patriciado, con
olvido absoluto de la clase plebeya, que carece durante mucho tiempo del goce de los derechos
públicos y privados. El ius quiritium no constituye ni integra un sistema organizado de normas
jurídicas. Es un conjunto de principios aislados, rudos y formalistas.
fueron estatutos con normas para la administración de ciertos bienes del Estado o de los
municipios. Las leges rogatae, denominación que se da a las leyes comiciales, tenían un original
proceso de formación; ya que eran expuestas al público por el magistrado proponente durante tres
semanas (trinundinum) y discutidas en ese período preparatorio por los ciudadanos, que
expresaban sus opiniones sobre el proyecto. Después eran sometidas al comicio para su
aprobación o rechazo, sin que el organismo pudiera introducirle modificación alguna. Los
ciudadanos votaban verbalmente, o bien se les daban tablillas que contenían las letras "u.r.", que
significaban utirogas: "como lo pides", en caso de voto afirmativo: y las letras "a. q. r." que querían
decir anti quodrogas: "contra lo que pides", cuando el voto era negativo.
Sabemos que el pueblo plebeyo, desde la creación del tribunado de la plebe, se reunía
en asambleas llamadas concilios para sancionar medidas ''administrativas o legislativas, los
plebiscitos, que inicialmente sólo tuvieron validez para la clase plebeya. Los plebiscitos fueron,
pues, según definición de las fuentes, "las decisiones votadas por la plebe en los concilia plebis a
propuesta de un tribuno" (Plebiscitumestquodplebs, plebeiomagistratu interrogante, velut tribuno,
constituebat). 5 Constituyeron importante fuente del derecho desde la sanción de la lex Hortensia
(287 a. de C.), que los equiparaba a la lex y, por tanto, los tornaba obligatorios, no sólo para los
plebeyos, sino también para los patricios. El proceso que concluyó con la ley Hortensia, por la que
los plebiscitos adquirieron completa fuerza de ley, es una de las etapas más destacadas dela lucha
patrick>-plebeya. Como hemos visto, la primera conquista en este sentido se logra con la sanción
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de la lex Valeria Horatia (449 a. de C.), que otorgaba a las decisiones de los concilios autoridad de
ley, siempre que fueran ratificadas por la auctoritas patrum senatórial. Un siglo después se avanza
más en esta evolución y los plebeyos logran, mediante una lex Publilia Philonis (339 a. de C.), que
la auctoritas patrum fuera preventiva. A partir de la lex Hortensia, que elimina la patrum auctoritas
se designa a las decisiones votadas por los concilios con el nombre genérico de lex. No obstante,
se habrían distinguido los plebiscitos de las leges rogatae, dictadas por el comicio, porque los
primeros tienen un solo nombre, el del tribuno proponente, como la lex Cincia, mientras que la ley
comicial llevaba dos, el de ambos cónsules, caso de la Lex Papia Poppaea.
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el año 1583, se ha llamado Corpus Iuris Civilis. Está integrado por “el código”, “el digesto”, “las
institutas” y “las novelas”.
la tarea compilatoria de Justiniano comenzó por las leges. A tal fin, por la constitución
Haecquae necesario, sancionada en febrero del 528, el emperador designo una comisión
compuesta por diez jurisconsulto a cuya cabeza se encontraba Juan de Capadocia,
quaestorsacripalatti, para que reuniera en un Código todas las colecciones de leyes hechas
anteriormente –códigos Gregorianos, Hermogeniano, Teodosiano- así como las constituciones que
le siguieron. Se autorizó a la comisión que tomara de las leyes lo que le pareciera útil, a abreviarlas,
a suprimir lo que estuviera en desuso, a alterar su texto si fuera necesario y a ordenarlas
cronológicamente por materias en una sola obra, bajo 2 diferentes títulos.
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al sujeto de derecho se lo designa en
la terminología de nuestra materia con la palabra “persona”, que los romanos habrían derivado de
personae, voz latina con que se denominaba a las máscaras que los actores usaban en el teatro
romano, no solo para ampliar la voz, sino también para mostrar una actitud trágica o jocosa, según
el papel que les tocara representar en escena. Los romanos no llegaron a construir una teoría
general sobre la persona, tampoco encontramos en las fuentes una definición. El nacimiento marca
el comienzo de la existencia de la persona física. La legislación romana exigía en lo relativo al
nacimiento la concurrencia de ciertos requisitos. Primeramente, que el ser estuviera efectivamente
separado del claustro materno, es decir, cortado el cordón umbilical que lo unía al vientre de la
madre, porque al decir las fuentes, “el parto antes que se dé a luz, es parte de la mujer o de sus
entrañas”. Se requería igualmente que el nacimiento se hubiera producido con vida. La persona
física, el hombre, se extingue con la muerte, que lo mismo que el nacimiento son hechos que deben
ser probados por quienes invocan algún interés.
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libertad y de ciudadanía, el status familiae, que era la situación en que se encontraba un hombre
libre y ciudadano con relación a una determinada familia. Dentro del status familiae las personas
se distinguían en Sui iuris y los Aliene iuris.
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En Roma se
era ciudadano por nacimiento, por liberación de la esclavitud o por concesión de la autoridad. Como
clase opuesta a los ciudadanos, se encontraban los peregrinos, que eran aquellos hombres libres
pertenecientes a otras ciudades que vivían en el gran mundo romano y que se diferenciaban de los
barbaros porque estos eran extranjeros súbditos de 5 pueblos enemigos de Roma. Dentro de los
peregrinos se distinguían los llamados peregrini alicuius civitatis, que eran los que pertenecían a
una ciudad unida a Roma por tratados de alianza y amistad, de los peregrini dediticii, que eran los
miembros de pueblos que habían resistido a la dominación romana y que luego se habían rendido
incondicionalmente. (deditio). Los peregrinos no contaban en Roma con el amparo del ius civile,
rigiéndose sus relaciones por el derecho de gentes y para juzgar los casos de controversias
jurídicas con los ciudadanos romanos se creó, la pretura peregrina. Situación especial tenían los
dediticios, a los que no se les reconocía ningún derecho propio, por entenderse que no pertenecían
a ninguna civitas. Una situación intermedia entre los ciudadanos y los peregrinos nos ocupaban los
latinos, que se distinguieron en tres clases: los latini veteres o prisci, que eran los antiguos
habitantes del Lacio y de las antiguas colonias confederadas con Roma; los latini coloniarii,
ciudadanos pertenecientes a colonias a las que las Roma concedió la latinidad a mediados de la
Republica y los latini iuniani, que, como vimos, eran los manumitidos no solemnemente y que de
acuerdo con la lex Iunia Norbana, adquirían la libertad pero no la ciudadanía romana.
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como entendemos que así como la palabra persona designa en el léxico jurídico al sujeto
activo o pasivo de las relaciones jurídicas, la palabra cosas (res)se usa para indicar aquello que
puede ser objeto de derechos, es decir todo cuando tenga entidad corporal o espiritual, natural o
artificial, real o abstracta, y sea susceptible de apreciación económica.
la gran categoría de cosas que podían servir de objeto a relaciones jurídico- patrimoniales
era la de las res in comercio, es decir, las cosas susceptibles de apropiación individual.
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en su aceptación más amplia, se entiende por patrimonio el conjunto de derechos de que
puede ser titular una persona, así como las obligaciones o cargas que lo gravan. Etimológicamente
deriva de la voz patrimonium, que significaba lo recibido del páter.
Considerando que los hechos jurídicos son acontecimientos de orden natural, los efectos jurídicos
que pueden acarrear se reconocen inmediatamente al verificarse la condición objetiva. Ahora bien,
cuando el hecho jurídico no es producido por factores naturales, sino por el actuar del hombre, por
un acto de voluntad del sujeto, estamos en presencia del acto jurídico.
Para el antiguo ius civile no existió ese concepto de anulabilidad, ya que los negocios solo podían
ser validos o nulos sin términos intermedios. Tanto la validez como la nulidad operaban (ipso iure)
por obra del propio derecho objetivo, no existiendo acción para lograr la nulidad. El derecho
honorario, sin embargo, corrigió el rigorismo del ius civile y árbitro medios para hacer posible la
anulabilidad del negocio, bien denegando la acción propia de él, bien concediendo una exceptio
para enervar la acción que del negocio naciera.
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diversas podrían ser las causas de ineficacia del
negocio jurídico. Tales, la falta de capacidad jurídica del sujeto o de su capacidad de obrar y la falta
de idoneidad del objeto, casos en los cuales se vulneraban los presupuestos de validez del negocio.
También había invalidez cuando se atacaban los elementos esenciales, adquiriendo especial
importancia la voluntad, que debía manifestarse con discernimiento, intención y libertad. Había
igualmente ineficacia cuando el vicio se refería a la causa, como si esta faltara, fuera ilícita o
inmoral, y también en caso que se violaran las formas prescriptas por la ley.
es otro de los vicios de voluntad que viene afectar la consciente expresión de ella, ya que
entraña una conducta maliciosa y fraudulenta destinada a hacer incurrir a una persona en error o a
hacerla caer en engaño.
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se habla en la sintomática moderna, con
terminología desconocida para los romanos, de una categoría especial de derechos: los derechos
patrimoniales. Son aquellos que se reflejan sobre el patrimonio y tienen como característica la de
ser aptos para satisfacer necesidades económicas y, a la vez, ser valorables, en base a un común
denominador de los valores económicos que es el dinero. Integran la categoría de los derechos
patrimoniales los derechos reales y los de obligaciones, los que también se denominan,
inadecuadamente, derechos personales. En esta etapa estudiaremos los derechos reales.
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vectigali, la enfiteusis, la superficie y la hipoteca, aunque más propiamente a propósito de esta
última se habla de derechos reales de garantía.
El termino posesión deriva de la voz latina possessio, que a su vez proviene de possidere, palabra
compuesta del verbo sedere y del prefijo pos, que significa “poder sentarse o fijarse”.
Se presentan en la posesión dos elementos que ya fueron distinguidos por los jurisconsultos
clásicos. Uno externo y material, que entraña el contacto o poder físico que el sujeto tiene respecto
de la cosa; el segundo, interno, subjetivo o espiritual, que consiste en la intención de someter la
cosa al ejercicio del derecho de dominio, con lo que el titular actua respecto de la misma como la
haría un verdadero propietario. El primer elemento constitutivo se expresa por lo romanos con las
palabras tenere o detinere, ese in possessione, possessio corporalis, possidere corpore, o
simplemente corpus. El segundo elemento lo designaban con los términos animus possidende,
affectio possidendi, animus rem sibi habendi, o sencillamente animus.
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al clasificar los derechos reales, dijimos que los hay de dos clases:
derechos reales sobre la cosa propia (iura in re) y derechos reales sobre la cosa ajena (iura in re
aliena). Pertenece a la primera categoría la propiedad o dominio, que reúne en si todos los
caracteres de los derechos reales y que tiene el contenido económico más amplio. No encontramos
en las fuentes romanas una definición de propiedad, vocablo que proviene del termino latino
propiertas, que a su vez deriva de propium, que significa “lo que pertenece a una persona o es
propio”. Partiendo de esta idea podemos decir que la propiedad es el derecho subjetivo que otorga
a su titular el poder de gozar y disponer plena y exclusivamente de una cosa.
cuando una cosa se adhiere a otra, por obra natural o artificial, para integrarse ambas en
uno solo cuerpo, hay accesión (accesio). En virtud del principio según el cual lo accesorio sigue la
suerte de lo principal extendía sus derechos a cualquier otra cosa que hubiera venido a
agregársele, llegando a ser parte o elemento constitutivo de ella, hasta el punto de perder su propia
individualidad. Los intérpretes agrupan los casos de accesión entendida como conjunción definitiva,
en tres: accesión de cosa mueble a otra mueble, de mueble a un inmueble y de cosa inmueble a
otro inmueble porque aquel era tenido siempre en cuenta por su principal.
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: la cual consistía en la transformación de una materia prima en una
especie nueva (species nova), que adquiría su propia individualidad, como si se hiciera vino de la
uva o una estatua del mármol.
el negocio transmisión usual y ordinario del derecho romano lo constituyo la tradición. Era
un acto no formal de derecho natural, o de gentes que en la época clásica solo se utilizaba para la
transmisión de las res nec mancipi, pero que con el derecho justinianeo se aplicó a toda la clase de
cosas. La traditio consistía en la entrega de una cosa por el propietario a otra persona con la
intención de que esta la adquiera ocupando su lugar.
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