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al sujeto de derecho se lo designa en


la terminología de nuestra materia con la palabra “persona”, que los romanos
habrían derivado de personae, voz latina con que se denominaba a las
máscaras que los actores usaban en el teatro romano, no solo para ampliar la
voz, sino también para mostrar una actitud trágica o jocosa, según el papel que
les tocara representar en escena. Los romanos no llegaron a construir una
teoría general sobre la persona, tampoco encontramos en las fuentes una
definición. El nacimiento marca el comienzo de la existencia de la persona
física. La legislación romana exigía en lo relativo al nacimiento la concurrencia
de ciertos requisitos. Primeramente, que el ser estuviera efectivamente
separado del claustro materno, es decir, cortado el cordón umbilical que lo unía
al vientre de la madre, porque al decir las fuentes, “el parto antes que se dé a
luz, es parte de la mujer o de sus entrañas”. Se requería igualmente que el
nacimiento se hubiera producido con vida. La persona física, el hombre, se
extingue con la muerte, que lo mismo que el nacimiento son hechos que deben
ser probados por quienes invocan algún interés.

tomando como punto de partida que el sujeto


de derecho es el ente con capacidad jurídica, esto es, con aptitud legal o
jurídica para ser titular de derecho y obligaciones, y que tal capacidad la tenía
el hombre libre, ciudadano y jefe de familia. La titularidad de los estatus
civitatis, libertatis y familiae otorgaba al hombre plena capacidad jurídica
(caput). Esta capacidad también llamada de derecho, que daba al sujeto la
suficiente aptitud para gozar de los derechos, debía completarse con otra que
le permitiera ejercer por sí mismo los derechos. Esta es la llamada capacidad
de obrar, o de hecho, o facultad de obrar como la dominaba Savigny.
Presupone la capacidad jurídica porque solo puede ejercer derechos la
persona que es titular de ellos. La capacidad de obrar es dinámica, atañe al
ejercicio de los derechos; la capacidad de derecho es estática, esta insta en el
hombre por su sola calidad de tal y se presenta en Roma cuando goza de
libertad, de ciudadanía y familia.

hemos dicho que la plena capacidad jurídica, la personalidad,


estaba constituida en Roma por la posesión de los tres estados integrantes del
caput: Status libertatis, el status civitatis y status familiae. En el primer rango
está el estado de libertad, pues su degradación provocaba una máxima
disminución de cabeza que extinguía la personalidad, ya que la persona que
pedía la libertad carecía de ciudadanía y de derechos de familia. De acuerdo al
status libertatis, las personas se dividían en libres y esclavos.

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otro de los pasados integrantes del caput, esto es, de la
personalidad o capacidad jurídica de un individuo en Roma, fue el Status
civitatis. Únicamente los que gozaban de la ciudadanía romana era capaces de
derecho en la esfera tanto del ius publicum, como de ius privatum, porque el
ordenamiento jurídico romano solo amparaba a los miembros de la civitas. En
relación al status civitatis, las personas se dividían en dos clases perfectamente
diferencias: ciudadanos y extranjeros o peregrinos. Entre ambos grupos se
encontraba una clase intermedia, la de los latinos.

concernía también a la integración del caput, con los estados de


libertad y de ciudadanía, el status familiae, que era la situación en que se
encontraba un hombre libre y ciudadano con relación a una determinada
familia. Dentro del status familiae las personas se distinguían en Sui iuris y los
Aliene iuris.

eran sui iuris el sujeto autónomo respecto de cualquier


potestad familiar, el ciudadano que no tuviese ascendientes legítimos
masculinos vivos o que hubiera sido liberado de la potestad paterna mediante
un acto jurídico llamado emancipación (emancipatio). El hombre sui iuris era
denominado paterfamilias, independientemente de que tuviera o no hijos, o que
fuera o no mayor de edad. Esta situación solo se daba al varón no sometido a
potestad familiar (manus o potestas). La persona sometida al poder familiar,
cualquiera que fuera su edad o su sexo, era aliene iuriscomprendiéndose entre
ellas al filius familiae, descendiente legitimo o ilegitimo de un paterfamilia
viviente; a la mujer sujeta a la manus de su propio marido o la del pater bajo
cuya potestad este se encontrara, y la persona in causa mancipi, que era el
hombre libre dado en noxa por los delitos que hubiera cometido o en garantía
de las obligaciones del paterfamilias de quien dependía.

formas de caer en la esclavitud: las fuentes definen la esclavitud


diciendo que es una “institución del derecho de gentes por la que alguien es
sometido, contra naturaleza, al dominio de otro”. Causa de esclavitud era el
nacimiento, pues el hijo de mujer esclava nacía esclavo en virtud del principio
de que los hijos habidos fuera de matrimonio legítimo – impedido a los
esclavos- seguían la condición de la madre en el momento del parto. No
obstante, en el derecho clásico, para favorecer la libertad, se llegó a admitir
que el hijo de mujer esclava nacía libre si la madre había gozado de libertad en
algún momento de la gestación, es decir, desde la concepción al
alumbramiento. La principal causa de esclavitud consagrada por el ius Gentium
fue la cautividad en guerra, que hacia esclavos a los 3 prisioneros, es decir, los
captivi.

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: la condición servil podía extinguirse por un
acto voluntario de dominus, llamado manumisión (manumissio), que podía ser
solemne (manumissio vindicta, manumissio censu, manussio testamento) y no
solemne (inter amicos, per epistulam y per mensam) y por decisión de la ley, el
ordenamiento legal romano consagraba diversas causas que independiente de
la manumisiones hacían a un siervo un hombre libre

distintas clases: los esclavos manumitidos, llamados libertos o


libertinos, era ciudadanos jurídicamente capaces, aunque no gozaban de la
misma condición que los que habían nacido libres y conservado tal condición
durante toda su vida. Según como hubiera sido liberado adquiría más o menos
derechos y podía ser: liberto ciudadano romano (manumisión solemne), liberto latino
(manumisión no solemne) o liberto dediticio (eran los menos favorecidos).

El derecho de roma conoció ciertas relaciones


afines a la esclavitud, dentro de las cuales quienes experimentaban ocupaban
una situación muy semejante a la de los esclavos. Así, las personas in causa
mancipii, que era el caso del filiusfamilias al que el pater vendía a otro pater o
hacia entrega de el en 4 reparación de algún delito. También el redemptus ab
hostibus, supuesto del ciudadano rescatado por un tercero de la cautividad
median el pago de un rescate y que era considerado esclavo del redemptor
hasta que reintegrara el rescate. El colonato: los colonos eran arrendatarios de
tierra en situación de dependencia, que se hallaban adscriptos a la gleba y
debían pagar un canon por el fundo que ocupaban y que no podían abandonar
bajo pena de esclavitud.

En Roma se
era ciudadano por nacimiento, por liberación de la esclavitud o por concesión
de la autoridad. Como clase opuesta a los ciudadanos, se encontraban los
peregrinos, que eran aquellos hombres libres pertenecientes a otras ciudades
que vivían en el gran mundo romano y que se diferenciaban de los barbaros
porque estos eran extranjeros súbditos de 5 pueblos enemigos de Roma.
Dentro de los peregrinos se distinguían los llamados peregrini alicuius civitatis,
que eran los que pertenecían a una ciudad unida a Roma por tratados de
alianza y amistad, de los peregrini dediticii, que eran los miembros de pueblos
que habían resistido a la dominación romana y que luego se habían rendido
incondicionalmente. (deditio). Los peregrinos no contaban en Roma con el
amparo del ius civile, rigiéndose sus relaciones por el derecho de gentes y para
juzgar los casos de controversias jurídicas con los ciudadanos romanos se
creó, la pretura peregrina. Situación especial tenían los dediticios, a los que no
se les reconocía ningún derecho propio, por entenderse que no pertenecían a
ninguna civitas. Una situación intermedia entre los ciudadanos y los peregrinos
nos ocupaban los latinos, que se distinguieron en tres clases: los latini veteres
o prisci, que eran los antiguos habitantes del Lacio y de las antiguas colonias
confederadas con Roma; los latini coloniarii, ciudadanos pertenecientes a

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colonias a las que las Roma concedió la latinidad a mediados de la Republica y
los latini iuniani, que, como vimos, eran los manumitidos no solemnemente y
que de acuerdo con la lex Iunia Norbana, adquirían la libertad pero no la
ciudadanía romana.

son los entes susceptibles de adquirir derechos y contraer


obligaciones que no son personas físicas o de existencia visible y a los que los
comentaristas han llamado personas jurídicas, ficticias o morales.

dentro de esta tipo de personas jurídicas encontramos el


estado o populus romanos, que era un ente colectivo que actuaba en el ámbito
del derecho privado con capacidad de ser titular de derechos y obligaciones.
Tenían patrimonio propio y sobre el repercutían básicamente los actos
jurídicos, ejercía el derecho de patronato respecto sobre sus libertos y era
capaz de adquirir por testamentos y legados. Sobre su base se configuraron
otras comunidades de derecho público y entraban dentro del concepto de
universitas personarum como los municipia y las coloniae.

las típicas personas jurídicas de esta categoría fueron las


fundaciones, su capacidad jurídica se abrió paso con el derecho justinianeo, en
el que se llegó a establecer que los patrimonios fundacionales tenían aptitud
legal para recibir por testamentos, cobrar créditos, entablar acciones judiciales,
realizar permutas, celebrar locaciones enfitéuticas, etc. Dentro de este grupo
también estaban el “fiscus” y “herditas iacens”

Causas modificativas de la capacidad.


Capitis deminutio.
Restricciones a la facultad de manumitir.
El colonato.

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