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La estrella de la mañana

“Estoy listo para defender mis convicciones hasta la muerte he seguido las sagradas escrituras”

JHON WYCLIFEE

Nace en 1320 en Hipswell, Yorkshire Inglaterra en una granja a 200 millas de Londres,
También llamado Wyclif o Wiclef, llamado Juan Wiclef en español; En 1346 ingreso a la universidad
de Oxford pero debido a la peste negra no pudo obtener su doctorado sino hasta 1372 para ese
entonces ya era considerado el principal filósofo y teólogo de Oxford; fue muy dotado para las
matemáticas y la filosofía, sin embargo se consagro a la teología, al derecho canónico (leyes interna
de la iglesia) y al derecho civil inglés. Llegó a ser rector del colegio Balliol 1361, donde enseñó
filosofía y teología, fue allí donde pudo ver lo mucho que se había desviado la iglesia de la biblia.

Ejerció como abogado eclesiástico en la corte y, en su doble condición de experto en derecho


canónico y jurista inglés, fue encargado de redactar una defensa de los derechos de la corona
inglesa contra las pretensiones del papa. Resultó, sin embargo, que la defensa de los derechos
reales en la controversia con Urbano V fue para John Wycliffe el punto de partida de una crítica cada
vez más grande y profunda, la cual, enfurecía las exigencias de los papas referente a su supremacía
y las riquezas excesivas de la Iglesia, lo cual acabó por afectar también a puntos de la confesión, la
eucaristía y el predominio de la sede romana.

El 19 de febrero de 1377, Wyclif fue llamado por el obispo de Londres, Guillaume Courtenay,


para que expusiera su doctrina. El interrogatorio se terminó cuando Juan de Gante, que había
acompañado a Wyclif, se encontró en medio de una disputa con el obispo y su entorno. El  22 de
mayo de 1377, el papa Gregorio XI  publicó numerosas documentos sellados acusando a Wyclif de
herejía. En el otoño de ese mismo año, el Parlamento le pidió explicaciones sobre el carácter legal
de la prohibición hecha a la Iglesia de Inglaterra acerca de transferir sus bienes al extranjero por
orden del Papa. Wyclif confirmó la legalidad de dicha prohibición, y a principios del 1378
fue convocado de nuevo por el arzobispo de Canterbury, Simon de Sudbury. Wyclif recibió sólo una
pequeña sanción gracias a sus relaciones privilegiadas con la Corte. 1378 niega
la transubstanciación en la eucaristía, lo cual crea un profundo escándalo en la sociedad inglesa, que
le supuso su expulsión definitiva de la Corte y de su cátedra universitaria.
“Se me ha acusado de esconder, bajo una máscara de santidad, la hipocresía, el odio y el rencor. Me temo, y
con dolor confieso, que tal cosa me ha acaecido con harta frecuencia”. Juan Wyclif

Muere el 30 de diciembre de 1384, antes que se completara la traducción de la biblia en Ingles


y que las autoridades le condenaran por herejía dejando a su amigo Jhon Purvey como responsable
de la biblia wycliffe de hoy en día, todo esto acontecía aproximadamente 100 años antes que naciera
Martin Lutero.

Entre sus Aportes encontramos tres teorías significativas

Teoría del Dominio Divino Establece que Dios es el único que posee el dominio y está
en todas partes, lo cual es impulsado por la debilidad y el pecado del hombre,
afirma que no se necesita de curas ni sacerdotes, Dios no necesita de intermediarios
ni delegados solo en él está la salvación, pero para él, el dominio no es propiedad, ya
que Dios domina y es perfecto, en tanto que la propiedad privada es imperfecta y
pecaminosa, y se debe tender a suprimirla. Para Wyclif, la servidumbre y la propiedad
privada son imperfectas y fruto del pecado del hombre.

Teoría de la Eclesiología: En 1376 Wyclif defendió la doctrina de "la autoridad fundada


en la gracia", afirma que la verdadera Iglesia es la iglesia invisible de los cristianos
en estado en gracia; negaba el principio de la autoridad jerárquica en la Iglesia y
preconizaba la designación del Papa por sorteo. Y que los curas que habían cometido
un pecado mortal no tenían la posibilidad de perdonar los pecados. Declaró,
abiertamente, que la Iglesia de Inglaterra era pecadora y culpable de corrupción.

Por otra parte, toda la estructura de la iglesia visible o terrenal es duramente


criticada por Wyclif, donde el Papa, la curia, el cardenal, los obispos,
los archidiáconos, el oficial, el decano, el rector, el sacerdote, el monje o
el clérigo son quienes hunden realmente la iglesia. Afirma que si existe el papel del
predestinado por Dios, entonces el papa, que es electo y no eterno, no tiene ningún
sentido, y no reconoce su autoridad, por lo que debe desaparecer. Por tanto, expresa
una crítica radical contra la autoridad eclesiástica.

Teoría de las Escrituras: Wyclif se inclinó, resueltamente, por el realismo contra el


nominalismo, en un debate muy acalorado en el que defendía la vuelta a la Biblia y al
agustinismo. Dice que el verdadero y auténtico poder está en las Sagradas Escrituras
(la Biblia), y no en la Iglesia. Esta es la teoría del "biblicismo", donde está la
salvación, la revelación y la autoridad, de forma que la salvación viene directamente
de Dios, sin intermediarios, y solamente resaltando el valor único de la Biblia, como
fuente única de poder. No juzga a la iglesia, sino que, novedosamente, antepone
directamente la autoridad suprema de la Biblia a la eclesiástica, como revelación
divina.

Sostuvo la suprema y exclusiva autoridad de las Escrituras; se inclinó a favor


de los campesinos, con lo que incrementó su popularidad, pero se hizo sospechoso
ante la corona. Tras su muerte, sus doctrinas serían condenadas en el Concilio de
Constanza mayo de 1415. Él atacó la venta de indulgencias, la transubstanciación,
las misas por los muertos, y la oración a los santos. Lo más importante, él fue el
primer hombre medieval en elevar la autoridad de la Biblia sobre la autoridad de la
iglesia.

*Tradujo la biblia en ingles con la ayuda de su amigo jhon purvey, Cabe destacar que para ese
entonces aun no existía la imprenta y debían hacerlo a mano además que la iglesia católica tenía
mucho poder sobre el gobierno y toda la sociedad.

Se puede considerar que La influencia de John Wycliffe encendió la chispa de


Juan Hus inmersa en un carbón que más tarde Martin Lutero soplaría hasta
convertirla en una gran llama (La gran reforma)
Luego de su muerte, El concilio de Constanza, al condenar las doctrinas de Hus, ordenó que
los huesos de Wycliffe fuesen exhumados y quemados, y aventadas sus cenizas.

Juan huss

«En 100 años, Dios levantará a un hombre cuyos reclamos por una reforma no
podrán ser silenciados». Sus últimas palabras antes de su muerte

Nace alrededor de 1370, pensador religioso, reformador, maestro y filósofo


bohemio (de Bohemia, ahora parte de República Checa), de una familia
campesina que vivía en la pequeña aldea de Hussinek, ingresa a los diecisiete
años a la universidad de Praga, en el año 1402 fue rector y predicador de la
capilla de belén, allí se dedicó a predicar la reforma que otros checos habían
propugnados desde los tiempos de Carlos IV, pronto esa Capilla fue el centro de
movimientos reformador. Fue diligente propulsor de la Reforma Protestante en el
Reino de Bohemia, cien años antes de que empezara la reforma luterana.

En 1400 fue proclamado Sacerdote y fue allí en donde empezó a entrar en


controversia con la jerarquía eclesiástica, entre sus convicciones afirmaba que
cristo era la cabeza de la iglesia y no el papa y sus cardenales, declara estar en
contra de la venta de indulgencia lo cual lo lleva a promover la desobediencia a la
iglesia, partía de que todos los creyentes eran iglesia, y no una estructura,
además, de no necesitar un intermediario para una persona y Dios.

En 1405, Bajo la influencia de John Wycliffe, Hus empezó a predicar contra


la excesiva riqueza de la Iglesia y la inmoralidad del clero, reclamando la vuelta a
la pureza del mensaje evangélico, la predicación en la lengua checa que podía
entender el pueblo y la comunión bajo las dos especies. Su influencia se vio
acrecentada por la crisis en que se hallaba sumida la Iglesia de Roma por el
«Cisma de Occidente», cuando tres obispos, se disputaron la autoridad papal.

A partir de 1407/08, la curia romana toma parte en el asunto, y en 1409, el


conflicto estalla. El año anterior, Hus había iniciado un proceso canónico contra
el arzobispo y el papa para lograr que revocaran la condenación de las
enseñanzas de Wyclif. Tanto este proceso como las ideas reformistas de los
"Wyclifistas" como se llama a Hus y otros seguidores, llevan a que se dicte una
prohibición de predicar en todas las capillas (incluída la iglesia Nueva Belén). Hus
no obedece la orden sino que protesta, en agosto del 1410 es excomulgado, y en
marzo de 1411 se decreta su excomunión. Poco más de un año después se
publica la sentencia final: la excomunión mayor. Juan Hus debe abandonar Praga.

En este tiempo, Hus escribe mucho, interpreta el Credo Apostólico, los Diez
Mandamientos y el Padre Nuestro. Además, redacta un estudio "Sobre la Iglesia".
En éste se reconoce la influencia de Wyclif, pero Hus en muchos aspectos es más
moderado.

Muere en 1415, cuando fue llamado a justificarse al Concilio de Constanza


adonde acudió con un salvoconducto del emperador Segismundo; una vez allí, se
negó a retractarse de sus ideas y fue quemado en la hoguera por orden del
emperador.

Wicliffe había remecido Inglaterra, Juan Huss habría de remecer a Bohemia. Cuando la
autoridad religiosa vio que la luz reformista comenzaba a tomar fuerza, emitió un decreto para
intentar suprimir el esparcimiento de los escritos de Wicliffe, sabiendo que esa era la causa de aquel
destrozo. Sin embargo, esto surtió un efecto totalmente inesperado porque toda la Universidad se
unió a Huss para propagarlos.

La nobleza bohemia protesta vehementemente contra la muerte de Juan Hus en la hoguera.


Sus pensamientos siguen vivos, es más: "Sólo después de la muerte de Hus, sus ideas se
convirtieron en vida" (Leopold von Ranke, historiador alemán). Nace un movimiento husita. Entre
otras cosas, su seguidores exigen la celebración de la Santa Cena en ambas formas; Juan Hus se
había mostrado abierto pero cauteloso frente a esta pregunta. Más tarde, el cáliz se convierte en el
símbolo del movimiento, no obstante, persisten las diferencias en cuanto a la pregunta cuan radical
tenía que ser la protesta. Los más radicales ganan terreno; en el año 1419 se levantan contra el rey
Wenceslao y conquistan Praga. Durante 18 años reina la guerra en la Bohemia; se observan
crueldades en los dos partidos. También dentro de la iglesia, las fuerzas moderadas y radicales no
logran un consenso, así que nacen diversas iglesias husitas.

Teología de los Husitas Radicales y Guerras Husitas

Los Husitas Radicales fue uno de los dos partidos de Bohemia conformados a partir de las
influencias de Huss. Estos proclamaban lo siguiente en el denominado Artículo de Praga, mediante
el cual se puso fin a las denominadas Guerras Hussitas, que se desataron contra los seguidores de
Hus:

– Libertad para predicar la Palabra de Dios.

– Celebración de la Cena del Señor de ambas maneras (pan y vino también para los laicos y
clérigos.
– Los clérigos no deben tener poder secular.

– La misma ley debiera aplicarse para los laicos y sacerdotes.

Su vida y su muerte fueron una poderosa antorcha que alumbró en las tinieblas, y que
anunció la luz más brillante que habría de manifestarse un siglo más tarde. Exactamente, en
1517, Martin Luther clavaba sus famosas 95 Tesis en la puerta de la Iglesia de Wittenberg, en
Alemania.

Isabel la católica

También llamada Isabel I de Castilla; Madrigal de las Altas Torres, España, nace en
1451, Hija de Juan II de Castilla y de Isabel de Portugal, tenía sólo tres años cuando su
hermano Enrique IV ciñó la corona castellana (1454).

En 1468 Enrique IV, hombre de carácter débil e indeciso, reconoció a la princesa Isabel
como heredera al trono en el pacto de los Toros de Guisando, con lo cual privó de sus
derechos sucesorios a su propia hija, la princesa Juana. La denigración suponía que la
princesa Juana era en realidad hija de Beltrán de la Cueva, duque de Alburquerque; de ahí su
sobrenombre de Juana la Beltraneja.

Con el objetivo de consolidar su posición política, los consejeros de Isabel la Católica


acordaron su boda con el príncipe Fernando de Aragón, primogénito de Juan II de Aragón,
enlace que se celebró en secreto, en Valladolid, el 19 de octubre de 1469. Al año siguiente,
molesto por este matrimonio, Enrique IV de Castilla decidió desheredar a Isabel y rehabilitar
en su condición de heredera a Juana la Beltraneja, que fue desposada con Alfonso V de
Portugal. Las líneas maestras de la política conjunta que desarrollaron Isabel I de Castilla y
Fernando II de Aragón (que pasarían a la historia como los Reyes Católicos, título concedido
en 1494 por el papa Alejandro VI) fueron el afianzamiento y la expansión del poder real, el
estímulo de la economía, la conclusión de la reconquista a los musulmanes de todo el
territorio peninsular y el fortalecimiento de la fe católica.
En materia religiosa, Isabel la Católica llevó a cabo una profunda reforma eclesiástica
con la ayuda del cardenal Cisneros, creó el tribunal de la Inquisición para velar por la rectitud
católica (1478) y culminó el proceso de unificación religiosa con la expulsión de los judíos
(1492) y los mudéjares (1502).

El nombre de Isabel la Católica se mezcla con la historia toda de la Reforma del siglo
XVI, no solamente por ser ella la principal promotora de la reforma católica española, sino
también porque sus descendientes se vieron involucrados en muchos de los acontecimientos
de la reforma.

Muere el 26 de noviembre de 1504, el trono castellano pasó a su hija Juana la Loca


(Juana I de Castilla), madre del futuro rey y emperador Carlos.

Se presenta a Isabel la Católica como promotora y agente de esta reforma religiosa, en


el conjunto del proyecto global de los Reyes Católicos de creación y forja de un estado
moderno y nuevo en paz y justicia. Esta reforma religiosa tuvo en cuenta a todos los
estamentos o mejor, clases sociales y personas de los reinos hispánicos, incluidos los
conversos judaizantes y la expulsión de los musulmanes y de los judíos. Una Reina, como
Isabel la Católica, tan comprometida con el hecho religioso castellano, gastó media vida por
orientar el hecho eclesiástico.

Los hugonotes

Los hugonotes fueron un colectivo perseguido y aislado por la sociedad francesa durante el
siglo XVII. El apodo se lo dieron los católicos franceses a los protestantes calvinistas durante las
Guerras de Religión de Francia (1562-1568).

Su creencia era la de que la autoridad de Dios estaba por encima de todas las cosas, es
decir, la premisa básica del calvinismo.

Fueron perseguidos por la Francia católica, y unos 300,000 de ellos huyeron de Francia hacia
Inglaterra, Holanda, Suiza, Prusia y las colonias holandesas e inglesas en las Américas.

En América, el término hugonote también se aplicó a los protestantes de habla francesa,


especialmente calvinistas de otros países, incluidos Suiza y Bélgica. Muchos valones (un grupo
étnico de Bélgica y parte de Francia) eran calvinistas.

Su origen se remonta a 1512 un poco antes de Lutero pero no fue hasta 1534 cuando los
protestantes franceses se unirían a la doctrina de Juan Calvino, es decir, al calvinismo.

La rivalidad política entre católicos y los protestantes franceses de doctrina calvinista, se fue
agravando cada vez más hasta llegar a convertirse en un conflicto armado conocido como las
Guerras de Religión. En ella se produjo un terrible episodio de violencia, conocido como la matanza
de la noche de San Bartolomé. Los hechos comenzaron en la noche del 23 al 24 de agosto de 1572
en París y se extendieron durante los meses siguientes por todo el país, siendo masacrados miles de
seguidores hugonotes.

El más célebre de los hugonotes fue, sin duda, Enrique de Navarra, hijo de Juana de Albret y
futuro rey Enrique IV de Francia. Fue obligado a retractarse, para salvar su vida, durante la matanza
de San Bartolomé (24 de agosto de 1572), diciendo la famosa frase: "París bien vale una misa".
Posteriormente volvió a abrazar el protestantismo, una vez a salvo en su reino; para abjurar de
manera definitiva, en 1593, al comprender que ser católico era una condición imprescindible para ser
reconocido como rey de Francia. Durante su reinado, restauró la paz civil en Francia firmando el
Edicto de Nantes (13 de abril de 1598) y concediendo determinadas plazas fuertes a los
protestantes.

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