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Las ideas de la reforma protestante se fueron difundiendo rápidamente por distintas partes de
Europa. Es importante no identificar el protestantismo con Lutero, más allá del rol protagónico que
éste tuvo; en efecto, el conjunto de ideas de lo que hoy llamamos “protestantismo”, comenzaron a
difundirse antes de Lutero y continuaron difundiéndose después de él como sistemas en muchos
puntos, divergentes con las ideas del reformador alemán (el mismo Lutero fue modificando con el
tiempo sus ideas iniciales). Entre la excomunión de Lutero en 1521 y su muerte en 1546 el
reformismo se había expandido rápidamente por muchos países del centro-norte de Europa, con
varias interpretaciones diferentes.
El calvinismo
Uno de los reformadores más importantes fue el francés Juan Calvino (1509-1564) quien,
convertido desde muy joven, defendió las principales tesis de Lutero, aunque con algunas variantes.
Expulsado de Francia por Francisco I a causa de su adhesión a las
ideas reformistas, se refugió en Basilea (Suiza) donde escribió su
obra más famosa: “La Institución de la Religión cristiana”. El
calvinismo rechaza la autoridad del Papa, considera a la Biblia
como única fuente de fe y conducta, considera que la naturaleza
humana está corrompida, que la salvación se funda en la
“predestinación” a la Gloria o a la condenación, que tener fe es
signo de estar predestinado a la Gloria, no acepta la veneración de
imágenes, reconoce solo los sacramentos del bautismo y la
eucaristía por ser los únicos que considera instituidos por Jesucristo,
cree en la Santísima Trinidad y en Jesús como único mediador,
acepta que los ministros o pastores puedan contraer matrimonio,
tener familia y ejercer actividades lucrativas, impone una moral rígida y austera. Calvino pasó gran
parte de su vida en Ginebra, donde formó una comunidad de seguidores que tuvo mucha influencia
en la vida de la ciudad, y donde mantuvo varias disputas teológicas. La más famosa fue la que lo
enfrentó al español Miguel Servet, quien rechazaba el dogma de la Santísima Trinidad. Esta disputa
finalizó con el arresto de Servet, que en 1553 fue quemado en la hoguera junto con todos sus libros.
A partir de entonces Calvino se concentró en la llamada Biblia de Ginebra, en lengua francesa, que
logró publicar antes de su muerte. Desde Ginebra, su mensaje se difundió por toda Suiza, Francia,
Inglaterra, los Países Bajos, llegando incluso a América del Norte. En Francia, los calvinistas
(llamados allí hugonotes) y los católicos, protagonizaron sangrientas guerras de religión durante la
mayor parte del siglo XVI.
El zwinglianismo.
El anabaptismo
Al mismo tiempo creció en Suiza el movimiento de los anabaptistas (del griego “ana,” “de nuevo”)
que cobró mucho arraigo en las clases populares del campo y la ciudad. Los anabaptistas sostenían
que el bautismo solo podía recibirse cuando se comprendían los contenidos de la fe, y proponían a
los adultos un segundo bautismo. A medida que se propagaba por Alemania y otras ciudades, el
anabaptismo fue organizándose en comunidades prósperas y poderosas, aunque también provocó
revueltas y tumultos. En Münster (Westfalia) en 1532, los anabaptistas se adueñaron de la ciudad
expulsando a todos los que se resistían a recibir su segundo bautismo - incluido el obispo – y
organizaron una comunidad anabaptista llamada “Jerusalén celeste” donde regía la comunidad de
bienes y la supresión del matrimonio, como modo de prepararse para el advenimiento del fin del
mundo. Estas posturas reformistas radicalizadas fueron combatidas en Alemania tanto por católicos
como por luteranos. La sublevación de Münster fue duramente reprimida por un ejército de nobles
en 1535 y sus principales jefes ejecutados.
El anglicanismo
1 Zwinglio tradujo la Biblia completa al alemán entre 1524 y 1529. Esta traducción se conoce como "Biblia de
Zúrich".Lutero llegó a primera traducción de la Biblia completa entre 1534-1545.
2 Los “cantones” son unidades político-administrativas a modo de pequeños estados semiautónomos que desde el
siglo XIII forman un conjunto de estados confederados, actualmente conocidos como Confederación helvética.
3 Fue el segundo monarca de la dinastía Tudor, después de su padre Enrique VII.
4 En 1521 Enrique VIII escribió su “Defensa de los siete sacramentos” que dedicó al Papa León X (1513-1521).
La reforma protestante en otras regiones de Europa
En los Países Bajos, que por entonces pertenecían a la monarquía española, entró pronto el
protestantismo, al principio bajo su forma luterana y después como calvinismo y anabaptismo.
Carlos V (1500-1558) y sobre todo Felipe II (1527-1598), su hijo y sucesor en la corona de España,
empeñaron todos sus esfuerzos para conservar el catolicismo. Los reclamos de los protestantes
llegaron a la violencia, sobre todo cuando en 1565 los más radicalizados comenzaron a devastar
iglesias, destruir imágenes e impedir el culto católico. Felipe II tomó rigurosas medidas para
restablecer el orden, pero no logró evitar que la iglesia calvinista siguiera ganando terreno. Los
calvinistas logran imponerse y prohibir la religión católica en trece provincias; España recuperó
algunas y los calvinistas se apoderaron de otras; finalmente, mediante la Paz de Westfalia en 1648,
el calvinismo se declaró religión oficial en los Países Bajos.
En Italia, la influencia de las doctrinas protestantes se hizo sentir, aunque con menor fuerza, sobre
todo en el centro y el norte. El humanista español Juan de Valdés (1509-1541), por el espíritu
erasmista que impregnaba sus obras fue procesado por la Inquisición, abandonando España para
instalarse primero en Roma (1531) y, posteriormente en Nápoles. Valdés se dedicó a redactar y
traducir textos de carácter teológico, dentro de la tendencia reformista iniciada por Erasmo; entre
ellos su obra principal, “Diálogo de doctrina cristiana” (1529).
5 La famosa matanza se inició en la madrugada del 24 de agosto, día de San Bartolomé, y continuó varios
días,extendiéndose más tarde a Orleans, Lyon, Burdeos, etc. 2.000 hugonotes murieron en París y unos 10.000 en
toda Francia
Guerras de religión
Las guerras entre católicos y protestantes continuaron y recrudecieron. La llamada Guerra de los
treinta años (1618-1648) fue inicialmente un conflicto religioso entre estados católicos y
protestantes dentro del propio Sacro Imperio Romano Germánico, que, por la intervención de
distintas potencias europeas, se convirtió en una guerra general por toda Europa, donde se
mezclaron varios motivos además del religioso (búsqueda de equilibrio político, luchas por la
hegemonía europea, enfrentamiento con una potencia rival, etc.). La Guerra de los Treinta Años
llegó a su final con la Paz de Westfalia (1648) y la Paz de los Pirineos, que significó el fin de la
rivalidad entre Francia y los territorios de los Habsburgo (el Imperio español y el Sacro Imperio
Romano Germánico) por la hegemonía en Europa, que conduciría en años posteriores a nuevas
guerras entre ambas potencias.