Ventajas y Desventajas de La Evaluación de Calidad Educativa Contrastada Con El Sistema Educativo

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VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE LA EVALUACIÓN DE CALIDAD EDUCATIVA

CONTRASTADA CON EL SISTEMA EDUCATIVO.

Se considera a la evaluación de la calidad, como el conjunto de juicios que


determinan el cumplimiento de expectativas, en este caso, específicamente en la
educación; por lo tal es congruente que la palabra evaluación y calidad se
encuentren estrechamente relacionadas, teniendo en cuenta que lo que
determinara dicha calidad, es la experiencia o la aplicación de estrategias que
permitan medir y comparar lo esperado por un sistema, con lo que este está
realizando y se puede evidenciar.

La evaluación de la calidad educativa es una estrategia vigente desde hace


décadas, cuyo objetivo, más allá de generar un proceso de control y recolectar
resultados; es examinar estos últimos partiendo desde lo esperado, y observando
aquellas debilidades inminentes desde las cuales se basan tanto los procesos de
mejora en el sistema educativo, como la necesidad de replantear las variables a
evaluar como los indicadores de estas.

Sin embargo, la evaluación de calidad en el ámbito educativo, se ha encontrado


en tela de juicio constantemente al reconocer una variedad de factores que le
restan objetividad; que van desde la metodología de las escuelas hasta no tener
en cuenta que en el momento de medir la calidad educativa por medio del
alumnado, se resta confiabilidad ya que si bien es cierto que en la escuela se
obtienen conocimientos; aun con una calidad educativa superior, no todos
recepcionan, codifican ni evocan la información de manera semejante; por lo que
no se tiene en cuenta más allá que las diferencias entre instituciones, la
variabilidad entre los alumnos: Galvez, (2005) refiere: “Los resultados en
educación pueden relacionarse con realidades distintas, que no sólo son el
rendimiento, como la satisfacción, la adquisición y extensión del conocimiento, las
actitudes hacia el aprendizaje, la producción de hábitos mentales, etc.”
Pese a estas dificultades que llevan a ver como subjetiva la evaluación de calidad
educativa, es pertinente reconocer las ventajas que esta proporciona y que por tal,
la posicionan como una herramienta importante en el sistema educativo. Una de
las características de la evaluación de calidad educativa, es que permite el
examinar y conocer exhaustivamente, el sistema educativo presente tanto de
manera general como las metodologías variantes entre instituciones; así mismo,
como se había planteado con anterioridad, esta herramienta permite acceder a
conocer las debilidades o problemáticas en el proceso de enseñanza, creando un
diagnostico exhaustivo; siendo a la vez esta oportunidad de reconocer las
falencias; una contribución para mitigarlas y generar planes de mejora en los
cuales por lo general tienden a replantearse los objetivos a alcanzar en el proceso
educacional.

De esta manera, se plantea que la evaluación de calidad educativa permite


examinar, determinar y reconocer el proceso de aprendizaje del alumnado,
planteado alternativas constantes para que este sea más eficiente, eficaz y acorde
a los indicadores establecidos; viéndose influenciada la educación basada en los
resultados obtenidos por medio de estas herramientas.

Sin embargo, se hace esencial reiterar que solo a través de una evaluación
subjetiva, -aun cuando estandarizada pero poco confiable- no es pertinente
determinar el nivel en que el alumno adquiere aprendizaje. Si nos remitimos a
algunas teorías del aprendizaje, como la postulada por Gardner; se planeta la
existencia de diferentes tipos de inteligencias; donde el alumno de una u otra
manera, presentara un desempeño superior en aquella área relacionada con su
inteligencia, es por tal que esto no es un determinante de la calidad educativa; o
de la información/conocimientos que se están impartiendo; aunque si sea una
muestra de las deficiencias del sistema educativo en la forma en que evalúa y su
innecesario afán por generalizar sin sucumbirse en la individualidad y
particularidad del alumno. Se hace pertinente en este caso, traer a colación lo
planteado por Galvez, (2005): “El hecho de que la evaluación sea realmente un
estímulo de la calidad o un freno a la misma dependerá, por tanto, de las
características del sistema de evaluación que se utilice”. La veracidad y
confiabilidad de la evaluación de calidad, no es en sí una mala estrategia pero si
una por reevaluar y mejorar; donde las áreas a explorar sean más amplias; dando
reconocimientos a las diversas maneras de impartir así como de recibir
conocimiento y no limitando a una sola metodología, es decir, como se postulaba
con anterioridad: dar espacio a las diferencias y no generalizar el proceso
educacional a una sola manera, teniendo en cuenta la diversidad.

Por tal, se hace necesario más allá que replantear la manera en que se evalúa la
calidad educativa; generar un giro en el sistema educativo y sus limitaciones; o al
menos al tipo de sistema establecido donde se tengan en cuenta aspectos como
la personalidad, la motivación, expectativas e intereses individuales y algo
esencial: las habilidades y fortalezas de cada uno, basado en el tipo de
inteligencia. Una de las fallas más arraigadas al sistema educativo es la limitación
del buen desempeño académico o un signo de un buen proceso de aprendizaje
basado solo en la excelencia en las áreas lógico matemático y lingüístico;
excluyendo el arte, la música, la expresión corporal, las habilidades en las
relaciones interpersonales, entre otras.

Si bien ha sido eficaz en algunos aspectos el sistema educativo tradicional; la


forma en que se lleva a cabo el control evaluativo es limitante; desde el hecho de
etiquetar o pordebajear el desempeño estudiantil si este no es sobresaliente en las
áreas en las que tradicionalmente son un signo de inteligencia. ¿Solo ha
aprendido quien tiene un mejor desempeño en las ciencias? No exactamente.

El sistema educativo debe estar diseñado para evaluar a través de la resolución


del conflicto desde diferentes alternativas, donde el alumno pueda afianzar sus
habilidades y no restringirse a lo cultural y educacionalmente establecido como
ideal; por el contrario, la escuela debe proporcionar el desarrollo de las habilidades
propias del alumno. De esta manera, se hace necesario un cambio de esquema a
nivel educacional que proporcione las herramientas necesarias para el desarrollo
del aprendizaje óptimo de acuerdo a lo requerido por el alumno y a su vez, una
transformación en la forma de evaluación de calidad educativa, congruente con los
cambios.

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