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Lineamientos curriculares de la ESI

Estimados educadores y educadoras: En esta oportunidad les acercamos la segunda edición de los Lineamientos
Curriculares de Educación Sexual Integral, aprobados por el Consejo Federal de Educación en mayo de 2008, mediante
la Resolución Nº 45/08.
Propósitos formativos
La Ley N° 26.206 establece en su artículo 11° los fines y objetivos de la política educativa nacional. Los lineamientos
curriculares nacionales para la ESI responden a aquellos propósitos generales que se relacionan más directamente
con la temática: "asegurar condiciones de igualdad, respetando las diferencias entre las personas, sin admitir
discriminación de género ni de ningún otro tipo"; "garantizar, en el ámbito educativo, el respeto de los/as niños/as y
adolescentes establecidos en la Ley 26.061" ; "brindar conocimientos y promover valores que fortalezcan la formación
integral de una sexualidad responsable", "promover en todos los niveles educativos y modalidades la comprensión del
concepto de eliminación de todas las formas de discriminación".
En vista de estos objetivos y los que se establecen en el artículo 3° de la Ley de Educación Sexual Integral, los
presentes lineamientos responden a los siguientes propósitos formativos:
• Ofrecer oportunidades de ampliar el horizonte cultural desde el cual cada niño, niña o adolescente desarrolla
plenamente su subjetividad reconociendo sus derechos y responsabilidades y respetando y reconociendo los derechos
y responsabilidades de las otras personas.
• Expresar, reflexionar y valorar las emociones y los sentimientos presentes en las relaciones humanas en relación con
la sexualidad, reconociendo, respetando y haciendo respetar los derechos humanos.
• Estimular la apropiación del enfoque de los derechos humanos como orientación para la convivencia social y la
integración a la vida institucional y comunitaria, respetando, a la vez, la libertad de enseñanza, en el marco del
cumplimiento de los preceptos constitucionales.
• Propiciar el conocimiento del cuerpo humano, brindando información básica sobre la dimensión anatómica y fisiológica
de la sexualidad pertinente para cada edad y grupo escolar.
• Promover hábitos de cuidado del cuerpo y promoción de la salud en general y la salud sexual y reproductiva en
particular, de acuerdo a la franja etaria de los educandos.
• Promover una educación en valores y actitudes relacionados con la solidaridad, el amor, el respeto a la intimidad
propia y ajena, el respeto por la vida y la integridad de las personas y con el desarrollo de actitudes responsables ante
la sexualidad.
• Presentar oportunidades para el conocimiento y el respeto de sí mismo/a y de su propio cuerpo, con sus cambios y
continuidades tanto en su aspecto físico como en sus necesidades, sus emociones y sentimientos y sus modos de
expresión.
• Promover aprendizajes de competencias relacionadas con la prevención de las diversas formas de vulneración de
derechos: maltrato infantil, abuso sexual, trata de niños.
• Propiciar aprendizajes basados en el respeto por la diversidad y el rechazo por todas las formas de discriminación.
• Desarrollar competencias para la verbalización de sentimientos, necesidades, emociones, problemas y la resolución
de conflictos a través del diálogo.
Espacio transversal y/o espacio específico
Decidir si la educación sexual integral debe ser abordada desde una perspectiva transversal o como un espacio
curricular específico, requiere considerar, entre otros factores, la etapa de desarrollo de los niños, niñas y adolescentes,
sus necesidades, intereses y derechos, el nivel educativo y la formación y capacitación de los docentes para desarrollar
esta tarea.
Sin embargo, y en relación a la ESI, sería recomendable organizar espacios transversales de formación desde la
educación inicial y primaria, para luego considerar la apertura en la educación secundaria de espacios específicos, que
puedan formar parte de asignaturas ya existentes en el currículo, o de nuevos espacios a incorporar. No debería
entenderse que la existencia de un espacio específico implica abandonar la preocupación por el abordaje
interdisciplinario de la ESI.
Los presentes lineamientos curriculares proponen la perspectiva transversal para inicial y primaria. Establecen
contenidos relacionados con la ESI a ser trabajados en las distintas áreas, considerando los propósitos formativos
generales enunciados en este documento. En el nivel inicial las experiencias de aprendizaje propuestas han sido
agrupadas en torno a ejes organizadores, que expresan dichos propósitos generales adaptados al nivel.
La participación de las familias en las escuelas es por todos conocida, pero también es sabido que estos vínculos no
siempre se producen. En este sentido, ya la Ley de Educación Nacional estipula la necesidad de generar y fortalecer
lazos entre escuelas y familias y es de esperar que las escuelas los efectivicen, no sólo por esta temática en particular
sino para el más amplio accionar de la escuela siempre con el objetivo de mejorar la calidad educativa de la población
escolar.
Será tarea del Ministerio de Educación de la Nación, junto con las carteras educativas jurisdiccionales, el diseño de
estrategias que contemplen las precauciones necesarias para que la adopción de cualquiera de las dos modalidades -
enfoque transversal o enfoque específico- promueva en ambas opciones el cumplimiento de los objetivos de la ley y
de los lineamientos acordados en el presente documento.
En el caso del enfoque transversal, se propenderá a que su adopción garantice el tratamiento de la ESI en forma
continua, sistemática e interdisciplinaria, evitando que se diluyan los contenidos pertinentes y sus propósitos formativos.
Educación sexual integral para la educación inicial (cuadernillo ESI)
Presentación general
A partir de la sanción de la Ley Nacional 26.150 de Educación Sexual Integral, el Ministerio de Educación de la Nación
consultó a las jurisdicciones sobre sus experiencias y recorridos en materia de educación sexual, y convocó a expertos
y expertas en la temática y a representantes de distintos credos a fines de construir acuerdos curriculares en torno a
su implementación en las escuelas de todos los niveles educativos.
De este proceso de consultas y búsqueda de consenso, surgieron los Lineamientos Curriculares de Educación Sexual
Integral (ESI), que definen el piso común de contenidos curriculares válidos para todos los niveles y modalidades del
sistema educativo, para todas las escuelas públicas —tanto de gestión estatal como privada— y para todas las
jurisdicciones de nuestro país. Estos contenidos fueron aprobados por los ministros y ministras de todas las
jurisdicciones, en el Consejo Federal de Educación (Resolución 45/08).
Hoy, como educadoras y educadores tenemos la responsabilidad y, a la vez, la gran oportunidad de desarrollar la
Educación Sexual Integral en la escuela. De esta manera, contribuimos a garantizar el bienestar de nuestros niños,
niñas y jóvenes, y el cumplimiento del derecho a una educación de buena calidad para todos y todas.

A qué llamamos sexualidad


Durante mucho tiempo, las sociedades y las personas entendimos que hablar de sexualidad era posible recién en el
momento en que las niñas y los niños ya dejaban de serlo. Esto era así, entre otros factores, porque el concepto de
sexualidad estaba fuertemente unido al de genitalidad. Y se priorizaban algunos temas, como los cambios corporales
en la pubertad o la reproducción humana.
Cuestiones vinculadas a la expresión de sentimientos y de afectos, la promoción de valores relacionados con el amor
y la amistad y la reflexión sobre roles y funciones atribuidos a mujeres y a varones no formaban parte de los contenidos
vinculados a la educación sexual.
Hoy podemos pensar desde otro lugar la enseñanza de los contenidos escolares vinculados a ella. La Organización
Mundial de la Salud define a la sexualidad como “una dimensión fundamental del hecho de ser humano. […] Se expresa
en forma de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, actividades, prácticas, roles y relaciones.
La sexualidad es el resultado de la interacción de factores biológicos, psicológicos, socioeconómicos, culturales, éticos
y religiosos o espirituales. […] En resumen, la sexualidad se practica y se expresa en todo lo que somos, sentimos,
pensamos y hacemos”. Consideramos a la sexualidad como una de las dimensiones constitutivas de la persona,
relevante para su despliegue y bienestar durante toda la vida, que abarca tanto aspectos biológicos, como psicológicos,
socioculturales, afectivos y éticos.
La Educación Sexual Integral en el Jardín de Infantes
La Ley de Educación Nacional Nº 26.206 expresa, en su Artículo 18, que la Educación Inicial constituye una unidad
pedagógica y comprende a los niños y las niñas desde los 45 días hasta los cinco años de edad inclusive, siendo
obligatorio el último año. En este Cuaderno de ESI abordaremos la Educación Sexual Integral en el Jardín de Infantes,
en las salas de 3, 4 y 5 años. Este recorte no significa negar la dimensión pedagógica del Jardín Maternal en relación
a la Educación Sexual Integral, sino, por el contrario, señalar su especificidad y la necesidad de contemplarla en los
materiales que se utilizan.
En muchos casos, la Educación Sexual Integral se ve atravesada por propuestas de carácter lúdico, ya que el juego
constituye una actividad espontánea primordial de los niños y las niñas a esta edad.
Las características que asume el juego en la vida de los chicos y las chicas remiten a los valores y las creencias propios
de la comunidad de la que forman parte. Por ello, es fundamental revalorizar las representaciones, los materiales y los
juegos de cada contexto.
La Educación Sexual Integral favorece e incluye el conocimiento y cuidado del propio cuerpo y el de las y los demás;
la valoración de las emociones y expresiones; la información básica sobre la dimensión biológica de la sexualidad; la
reflexión sobre las relaciones interpersonales; el fomento de valores y actitudes relacionados con el amor, la solidaridad,
el respeto por la vida y la integridad de las personas; y el ejercicio de los derechos relacionados con la sexualidad; la
construcción de normas de convivencia y las relaciones igualitarias entre varones y mujeres. De esta manera, la
Educación Sexual Integral se propone ampliar los horizontes culturales referidos a estas cuestiones.
La Educación Sexual Integral contribuye a cumplir con uno de los objetivos y fines de la política educativa propuestos
en la Ley Nº 26.206, que establece en su inciso b: “Garantizar una educación integral que desarrolle todas las
dimensiones de la persona y habilite tanto para el desempeño social y laboral, como para el acceso a estudios
superiores” (Art. 11).
Contemplamos una dimensión más relacionada con el saber hacer, en que se promueve la adquisición de prácticas,
tales como la posibilidad de decir “no” frente a la coacción de otros y de otras, el fortalecimiento de conductas de
cuidado personal y colectivo de la salud, y también de habilidades psicosociales, como la expresión de sentimientos y
afectos, la toma de decisiones y la resolución de conflictos.
Sabemos que esta no es una tarea sencilla y es un camino que debemos recorrer juntas y juntos. Por ello, los equipos
del Programa Nacional de Educación Sexual y de la Dirección de Educación Inicial del Ministerio de Educación
Nacional, elaboramos materiales de apoyo para la tarea en los Jardines de Infantes. Entre ellos, se encuentra este
Cuaderno de ESI, que está acompañando el proceso de implementación de los nuevos lineamientos curriculares en
las distintas jurisdicciones del país.
En la primera parte del material, “Puertas de entrada para la Educación Sexual Integral”, presentamos diversas
estrategias que pueden ser implementadas para iniciar, fortalecer y/o dar continuidad al desarrollo de la Educación
Sexual Integral en la institución escolar.
En la segunda parte, “Contenidos y propuestas para las salas”, ofrecemos algunas sugerencias de actividades,
agrupadas según los cuatro ejes propuestos en los Lineamientos Curriculares para la Educación Sexual Integral para
la Educación Inicial:
• “Conocimiento y cuidados del cuerpo” está centrado en el cuidado del cuerpo y la salud, incluyendo tanto los
aspectos físicos como los socio-afectivos. Así, se propicia el conocimiento del propio cuerpo y de sus partes externas
e internas, en el marco de la promoción de hábitos de cuidado de uno mismo, de los y las demás y de la salud en
general; de los cambios que experimentan las personas a lo largo de su vida (nacimiento, reproducción, muerte); y se
favorece la utilización de un vocabulario correcto para nombrar todos los órganos, en particular, los genitales y las
partes íntimas del cuerpo.
• “Desarrollo de competencias y habilidades psicosociales” se refiere a la adquisición de saberes y habilidades
para desenvolverse en la vida social y enfrentar sus desafíos. Implica la expresión de sentimientos y emociones; la
construcción de valores de convivencia en relación al cuidado propio y ajeno, y la construcción cooperativa de normas;
la confianza, la libertad y la seguridad para poder expresar ideas y opiniones, fortalecer la autoestima, entre otros.
• “Desarrollo de comportamientos de autoprotección” apunta a que los chicos y las chicas adquieran habilidades
y saberes que les permitan identificar situaciones potenciales de riesgo y aprender a defenderse de estas. También
propicia que aprendan a identificar a las personas adultas en las que pueden confiar y a las que pueden acudir en caso
de necesitar algún tipo de ayuda. En este eje, se enfatiza el trabajo para prevenir situaciones de abuso y para poder
decir “no “frente a ellas. Se reflexiona sobre el respeto a la intimidad propia y ajena; sobre el significado de los “secretos”
y sobre las situaciones en que los niños y las niñas se sienten obligados a no contar algo vivido que las y los pone
incómodos.
• “Conocimiento y exploración del contexto” está orientado a abordar la Educación Sexual Integral en relación con
el conocimiento del ambiente social y natural. El Jardín de Infantes brinda múltiples oportunidades para explorar y
conocer dicho ambiente, ya que las niñas y los niños interactúan cotidianamente con personas, animales y objetos, y
es en esas interacciones donde van obteniendo paulatinamente diversas informaciones y conocimientos.
Estas propuestas áulicas no presentan un orden secuencial. Pueden ser abordadas siguiendo diferentes itinerarios, y
de manera articulada con las actividades de enseñanza cotidianas.
Cada uno de los ejes de trabajo del Cuaderno de ESI ofrece diferentes secciones:
• Para pensar y compartir entre colegas: conjunto de preguntas motivadoras para reflexionar acerca de qué nos
pasa a nosotras y nosotros mismos. Aspiramos a que esta sección habilite el diálogo, el intercambio y el debate entre
el equipo docente y el equipo de conducción del Jardín de Infantes.
• ¿Para qué enseñamos? proporciona fundamentos conceptuales acerca del eje que se trabajará, e incluye los
propósitos formativos presentes en los Lineamientos Curriculares de ESI.
• ¿Qué y cómo enseñamos? sugiere una posible selección de contenidos, elegidos también entre los propuestos por
los Lineamientos curriculares de ESI, agrupados según ejes organizadores de contenidos y considerando los Núcleos
de Aprendizajes Prioritarios para el Nivel Inicial.
• Recursos cierra cada eje de contenidos con recomendaciones útiles para los y las docentes.
Finalmente, les proponemos que los contenidos de este material se articulen con las experiencias que muchos de
ustedes vienen realizando: proyectos, unidades didácticas, trayectos impulsados por los Jardines de Infantes, por las
distintas jurisdicciones, acciones articuladas con las familias y con otros sectores del ámbito público y de la sociedad
civil, tareas cotidianas con otros docentes. Y también esperamos que este sencillo material contribuya, entre otros, a
un intercambio genuino entre colegas.
Puertas de entrada de la Educación Sexual Integral al Jardín de Infantes
Presentamos algunas reflexiones y sugerencias que pueden ayudar a que cada institución encuentre sus propias
estrategias para iniciar o fortalecer el trabajo de Educación Sexual Integral:
1. Empezando por lo que nos pasa como docentes con la educación sexual:
Los y las docentes convivimos a diario con situaciones de la vida cotidiana del Jardín en las cuales los niños y las niñas
expresan inquietudes acerca de la sexualidad y la afectividad.
Sin mirar e interpretar la sexualidad infantil desde la sexualidad adulta. La construcción de la sexualidad se inicia con
el nacimiento y se desarrolla durante toda la vida; en cada momento, tiene sus características y formas de expresión
propias.
Cuando como docentes pensamos en trabajar la Educación Sexual Integral en la sala, se nos plantean algunas
preguntas, como las siguientes:
• ¿Desde qué posicionamientos partimos para hablar sobre estos temas con los niños y las niñas? • ¿Cuáles son los
límites de nuestra intervención?
• ¿Cuándo y de qué modos nos ocupamos de la Educación Sexual Integral?
Uno de los temores más frecuentes entre los adultos es excederse al brindar información a los niños y las niñas, bajo
el supuesto de que esto podría despertar en ellos y ellas impulsos sexuales latentes. Sin embargo, como señalan varios
autores, lo que puede provocar el exceso de información es aburrimiento o abandono de la conversación por parte del
niño o niña, una vez que ya haya satisfecho su curiosidad. No debemos pensar, entonces, que la información incita,
sino, por el contrario, saber sobre la sexualidad ahorrará a las niñas y a los niños miedos, inhibiciones, traumas y
descubrimientos perturbadores.
Por este motivo, el desafío es que seamos capaces de realizar una revisión crítica de nuestros supuestos y
posicionamientos, para poder construir un espacio sistemático de saberes desde el cual poder desarrollar la capacidad
de acompañamiento, reconocimiento, cuidado y escucha atenta de las niñas y los niños.
2. El Jardín y la enseñanza de la Educación Sexual Integral
Pensar la Educación Sexual Integral en el Jardín de Infantes requiere tener en cuenta múltiples cuestiones.
La idea de la sexualidad como una construcción que se da a lo largo de toda la vida, y que comienza en edades
tempranas, le otorga sentido y responsabilidad a la implementación de acciones de educación sexual en las
instituciones de Educación Inicial.
Es importante destacar que el Jardín, en tanto institución de enseñanza que acompaña el proceso de desarrollo
afectivo-sexual de niños y niñas —y dentro del marco normativo nacional que establece propósitos y contenidos
claros—, tiene la responsabilidad de asumir la tarea de la Educación Sexual Integral. La Ley Nacional de Educación
Sexual Integral Nº 26.150 constituye una herramienta más para proteger los derechos de los chicos y las chicas,
haciendo del trabajo docente un elemento central para hacerlos efectivos.
Podemos reconocer al menos tres dimensiones fundamentales desde las cuales se pueden pensar estrategias o líneas
de trabajo/acción:
• El desarrollo curricular: Un buen punto de partida podría ser la inclusión de dichos lineamientos y de los núcleos de
aprendizajes prioritarios en forma transversal.
• La organización de la vida institucional cotidiana. Es importante que los y las docentes prestemos especial atención
a aquellas regulaciones y prácticas que, día a día, constituyen la interacción de la vida escolar; que “corramos el velo”
y no tomemos como habituales o naturales algunas prácticas a las cuales la tradición nos ha acostumbrado; que las
desnaturalicemos, convirtiéndolas en una oportunidad de aprendizaje para la Educación Sexual Integral.
En este sentido, los y las docentes debemos estar atentos para o, la inclusión de todas las opiniones y necesidades de
los alumnos y las alumnas, relaciones igualitarias entre varones y mujeres, el acceso a recursos de salud y protección
de los derechos.
• Los episodios que irrumpen en la vida escolar. Se trata de episodios que generan ruido, conmocionan a las personas
de la institución escolar
En ocasiones, estos episodios llevan a intervenir desde normas ya establecidas. Pensemos, por ejemplo, qué hacemos
cuando algún niño toca a una niña partes íntimas de su cuerpo, o cuando descubrimos que una chica o chico manifiesta
signos de haber sido golpeado en su casa, o bien cuando se produce una situación de hostigamiento entre niñas y/o
niños. Estas situaciones pueden ser oportunidades de aprendizaje vinculadas a la Educación Sexual Integral, y que
permiten trabajar con los niños y las niñas sobre diversos aspectos: el reconocimiento de su derecho a ser cuidados,
respetados, alimentados, enseñados; la ampliación de sus horizontes culturales; la expresión y valoración de sus
emociones y sentimientos de modos que no perjudiquen a otros u otras. También son ocasiones para propiciar el
cuidado y el respeto por su propio cuerpo y el de los y las demás; de construir el sentido de intimidad; de aprender a
decir “no” cuando algo no les gusta.
Finalmente, queremos decir que, tradicionalmente, la educación sexual se ha trabajado en las instituciones llamando
a especialistas externos. No obstante, En todo caso, el mejor apoyo que los y las especialistas pueden dar a los y las
docentes se traduce en instancias de formación o asesoramiento, y si trabajan en forma directa con el alumnado, es
conveniente que lo hagan en el marco de un proceso de trabajo con la sala o el Jardín, en el cual la charla de expertos
sea sólo un espacio posible y pensado en conjunto entre docentes y especialistas.
3. El Jardín, las familias y la comunidad
La Ley Nacional N° 26.150 da a la institución educativa un rol privilegiado como ámbito promotor y protector de
derechos. Para el desempeño de este rol, la familia, como agente educadora, constituye uno de los pilares
fundamentales —y no el único— a la hora de entablar vínculos, alianzas y estrategias.
Esto es una obligación, y también una oportunidad para abordar integralmente la formación de los niños y las niñas.
El consenso y la atención a la diversidad son ejes estratégicos para promover la igualdad de oportunidades y la calidad
educativa.
El Estado tiene la obligación de garantizar el derecho a la Educación Sexual Integral y las familias deben acompañar
este proceso.

Ejes de la ESI
EJE: RECONOCER LA PERSPECTIVA DE GÉNERO
Introducción
Género: concepto relacional que abarca a mujeres, varones y a las formas en que se relacionan; alude a una
construcción social, cultural que se da a partir de la diferencia sexual entre unos y otras.
El género como concepto teórico surge desde los ámbitos militantes feministas y posteriormente académicos para
analizar las desigualdades entre varones y mujeres, dado que hasta ese momento se justificaban y legitimaban a partir
de las diferencias biológicas entre unos y otras.
La perspectiva de género permite analizar cómo operan las representaciones sociales, los prejuicios y estereotipos en
cada contexto social. Podemos decir que el concepto de género abre y cuestiona “verdades absolutas” que muchas
veces naturalizan las desigualdades entre varones y mujeres.
Estereotipos, y representaciones sociales en torno al género
Históricamente las maneras de ser hombres y mujeres han sido pensadas desde lugares fijos, estereotipados, pero
¿qué son los estereotipos?, son imágenes sociales simplificadas e incompletas que supuestamente caracterizan a
un grupo de personas.
Los estereotipos implican una imagen limitada acerca de cómo son las personas, niegan sus particularidades, sus
individualidades y en su lugar se ubica una caracterización que se supone alcanza a todos los individuos del grupo al
que se está haciendo referencia.
¿Cuándo se habla de estereotipos de género a qué nos referimos? A esas representaciones simplificadas, incompletas
y generalizadas que se realizan teniendo como base al sexo biológico.
Desde que nacen, niños y niñas van creciendo en una sociedad en la que están aún vigentes algunos de estos
estereotipos y representaciones sociales.
Estas diferencias en las expectativas de lo que se espera de un varón o de una mujer se van transmitiendo a lo largo
de la infancia, se naturalizan, preparando a unos y otras para ocupar lugares distintos, que no son valorados
socialmente del mismo modo.
Desde las políticas públicas es posible desnaturalizar y visibilizar las diferencias de género para promover
transformaciones y equidad. Si bien coexisten en la sociedad viejos estereotipos contamos con leyes que involucran
cambios profundos que nos comprometen a todas y a todos. Una de estas leyes es la de Educación Sexual Integral.
Violencia de género
La violencia de género es producto de la jerarquía entre los sexos, del machismo, de la permanencia de los
estereotipos y de la naturalización de las desigualdades. De un modo esquemático podríamos decir que en una
sociedad patriarcal, mujeres, niños y niñas son “posesiones” del padre-patrón; esto naturaliza que las diferencias -en
roles y derechos- de mujeres y varones, se conviertan en desigualdades jerárquicas, por lo tanto de poder. Por ello, en
un planteo como este se espera de las mujeres obediencia y sumisión, se destaca que el varón tiene derecho sobre
ellas, y por lo tanto, puede disciplinarlas y castigarlas.
Las mujeres que la padecen sufren vergüenza, creen que ellas hicieron algo mal, van perdiendo paulatinamente su
autoestima.
En la escuela
Es en estas instituciones en las cuales aprendemos a ser mujeres y varones. Desde el Programa de Educación Sexual
Integral nos proponemos que la escuela permita reconocer las diferencias entre varones y mujeres y a la vez que brinde
una perspectiva crítica para visualizar las inequidades basadas en el género de las personas.
Es importante introducir los temas de género en forma explícita con las familias y las chicas y chicos frente a
preocupaciones y preguntas que pueden ir surgiendo. El Programa ESI ha desarrollado varias propuestas en láminas
y cuadernillos que están disponibles.
En este sentido, es interesante el aporte realizado por Guillermina Tiramonti y Daniel Pinkasz: El trabajo permite
reflexionar acerca de prácticas cotidianas que podemos encontrar en las escuelas. Entre estos aspectos que producen
inequidades, podemos mencionar: el uso de un lenguaje sexista, la reproducción de estereotipos de género y la
desigualdad en la distribución del espacio de esparcimiento.
 Respecto del primer aspecto, podemos decir que en la utilización del lenguaje se usa el masculino como
genérico con la consecuente invisibilización de las niñas, las adolescentes, las docentes y las madres. A modo
de ejemplo, en un primer grado un nene preguntó a su maestra: Si el domingo fue el día del niño ¿porqué
también les dieron regalos a las nenas?
 El segundo aspecto es la vigencia de creencias de los y las docentes que atribuyen rasgos diferenciados
de personalidad propios de mujeres y de varones. Podemos encontrar que se piensa que las alumnas son
tranquilas mientras que los varones son más bruscos y agresivos
 Por último, en las escuelas se encuentra un uso del espacio desigual. El espacio de los patios abiertos o
cubiertos suele ser el lugar de la cancha de fútbol o los aros de básquet, de uso predominantemente masculino.
Para ilustrar la importancia que la temática de la promoción de igualdad de derechos entre varones y mujeres asume
en los Lineamientos Curriculares de Educación Sexual Integral, seleccionamos propósitos formativos y algunos
contenidos directamente relacionados con este eje:
Propósitos formativos de ESI vinculados en forma directa con el eje “Reconocer la perspectiva de género”
 Ofrecer oportunidades de ampliar el horizonte cultural desde el cual cada niño, niña o adolescente desarrolla
plenamente su subjetividad reconociendo sus derechos y responsabilidades y respetando y reconociendo los derechos
y responsabilidad de las otras personas.
 Promover una educación en valores y actitudes relacionados con la solidaridad, el amor, el respeto a la intimidad
propia y ajena, el respeto por la vida y la integridad de las personas y con el desarrollo de actitudes responsables ante
la sexualidad.
 Promover aprendizajes de competencias relacionadas con la prevención de las diversas formas de vulneración de
derechos: maltrato infantil, abuso sexual, trata de niños.
 Propiciar aprendizajes basados en el respeto por la diversidad y el rechazo por todas las formas de discriminación.
Algunos contenidos de ESI vinculados en forma directa con este eje Nivel Inicial Conocimiento y exploración del
contexto
 La exploración de las posibilidades del juego y de elegir diferentes objetos, materiales e ideas, brindando igualdad de
oportunidades a niñas y niños.
 El reconocimiento y valoración de los trabajos que desarrollan mujeres y varones en diferentes ámbitos, identificando
cambios y permanencias a lo largo del tiempo.
Educación sexual infantil/juvenil (Martha Weiss)

Le compete en primer lugar a la familia y en segundo lugar a las instituciones socializadoras (clubes, iglesias). En todas
está presente la sexualidad, porque es una dimensión de lo humano. Los medios masivos de comunicación, juegos y
charlas con amigos (instituciones no formales) brindan información.

El sexo es inicialmente biológico, pero la sexualidad (hacerse varón, hacerse mujer) es un proceso que se construye a
lo largo de la vida y donde inciden las vivencias familiares y las que brindan el medio.

¿Por qué la educación sexual en la escuela?

Juan Peralta: habla de escenarios (procesos de interacción social) donde se despliega la sexualidad de las personas
y propone analizarlos desde dos ejes: el de los derechos humanos (de orden social) y la de las emociones (individual).
La escuela es uno de esos escenarios, donde se va desplegando el proceso de crecimiento que incluye la sexuación
de un niño. La escuela no puede permanecer ajena, debe acompañar el proceso no dirigirlo.

Las experiencias sexuales adquieren sentido según el sistema de roles y vínculos, es decir, la trama social en la que
ocurre, según mitos y creencias que traemos de nuestra experiencia pasada y como consideramos que esas
experiencias integran nuestro proyecto de vida.

La sexualidad no es un tema únicamente sanitario, sino que tiene elementos antropológicos, sociológicos y de la ciencia
de la educación. Se trata de actitudes hacia la vida, hacia el cuerpo y hacia las relaciones afectivas con las personas.
Tiene que ver con los valores y creencias que guían las acciones de las personas.

Es importante saber cómo y cuándo se brinda cada información, según la capacidad de procesamiento que poseen de
acuerdo al desarrollo psicosexual. A lo largo de la infancia hay 3 intereses presentes con mayor énfasis en una etapa
que en otra:

1. INTERES POR EL CUERPO (hasta 5/6 años).


2. INTERES POR LOS ROLES SOCIALES QUE INCLUYEN LOS SEXUALES (entre 7/10 años)
3. INTERES POR LA TRASCENDENCIA, DEJAR HUELLA EN LA HISTORIA (11/14 años).

Las preguntas sobre coito, embarazo y parto en el nivel inicial, tienen como eje al propio niño (averigua su historia, de
donde viene. Hacia los 11 años esos temas tienen como eje la proyección como persona que madurará y será
protagonista de su historia.

La falta de información produce angustia y genera comportamientos de riesgo, pero el exceso de información presenta
las mismas consecuencias. Es por eso que Rolando Martiñá, autor argentino, señala que es importante evaluar las
acciones no tanto por las intenciones sino por los efectos que producen. No podemos decir “que hay que hacer” con
exactitud (dependerá de los objetivos de cada institución) pero si hay cosas que no conviene hacer:
 Responder preguntas sin contextualizar.
 Responder en base a nuestras creencias y valores; y no desde lo consensuado en el PEI.
 Juzgar una actitud dándole valor negativo.
 Considerar enemigo al que piensa distinto.
 No incorporar a las familias en el proceso.

LEY 26.150: PROGRAMA NACIONAL DE EDUCACION SEXUAL INTEGRAL.

Sancionada: 4/10/2006. Promulgada: 23/10/2006.

1. Artículo 1: Todos los educandos tienen derecho a recibir ESI en los establecimientos educativos públicos, de
gestión estatal o privada; de las jurisdicciones nacional, provincial, de CABA y municipal. Entendiendo como ESI, a
aquella que articula aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos.
2. Artículo 2: Crearse el programa nacional de educación sexual integral (PNESI) en el ámbito del Ministerio de
Educación, Ciencia y Tecnología, con la finalidad de cumplir en los establecimientos educativos, con las disposiciones
de las leyes: 25.673 (Programa nacional de salud sexual y procreación responsable); 23.849 (Ratificación de la
convención de los derechos del niño); 23.179 (Ratificación de la convención sobre la eliminación de todas las formas de
discriminación contra la mujer); 26.061 (Protección integral de los derechos de las niñas/os y adolescentes) y las leyes
generales de educación de la Nación.
3. Artículo 3: Objetivos del PNESI:
 Incorporar las ESI dentro de las propuestas educativas orientadas a la formación armónica, equilibrada y permanente
de las personas.
 Asegurar la transmisión de conocimientos precisos, confiables y actualizados sobre aspectos involucrados en la ESI.
 Promover actitudes responsables ante la sexualidad.
 Prevenir problemas relacionados con la salud en general, la salud sexual y reproductiva.
 Procurar igualdad de trato y oportunidades para varones y mujeres
4. Artículo 4: Las acciones del PNESI están destinadas a los educandos del Sistema Educativo Nacional, que
asisten a establecimientos públicos (estatales o privados) desde el Nivel Inicial hasta el Nivel Superior de formación
docente y educación técnica no universitaria.
5. Artículo 5: Las jurisdicciones nacional, provincial, de CABA y municipal; garantizaran la realización obligatoria
en el ciclo lectivo, de acciones educativas sistemáticas en los establecimientos. Para el cumplimiento del PNESI, cada
comunidad educativa elaborará un PEI y adaptará propuestas a su realidad sociocultural, respetando su ideario y
convicciones.
6. Artículo 6: El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología definirá con el Consejo Federal de Cultura y
Educación, los lineamientos curriculares básicos del PNESI, de manera que respeten y articulen los programas y
actividades que las jurisdicciones tengan en aplicación al momento de la sanción de la presente ley.
7. Artículo 7: La definición de los lineamientos para la ESI, será asesorada por una comisión interdisciplinaria de
especialistas en el tema, convocada por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, con el fin de elaborar
documentos orientadores, incorporar los resultados de diálogos con diversos sectores del sistema educativo y aportar al
Consejo Federal de Cultura y Educación materiales y orientaciones para favorecer la aplicación del programa.
8. Artículo 8: Cada jurisdicción implementará el programa a través de:
 Difusión de los objetivos de la presente ley en los distintos niveles del sistema educativo.
 Diseño de propuestas de enseñanzas, con secuencias y abordaje pedagógico, en función de la diversidad sociocultural
local y las necesidades de los grupos etarios.
 Diseño, producción y selección de materiales didácticos que se recomiende en cada nivel.
 Seguimiento, supervisión y evaluación del desarrollo de las actividades obligatorias realizadas.
 Programas de capacitación permanente y gratuita para educadores en el marco de la formación docente continúa.
 Inclusión de contenidos y didáctica de la ESI, en los programas de formación de educadores.
9. Artículo 9: Las jurisdicciones nacional, provincial, de CABA y municipal, con apoyo del programa, deberán
garantizar en los establecimientos espacios de formación para familias ya que tienen derecho a estar informados. Los
objetivos de estos espacios son:
 Ampliar la información sobre aspectos biológicos, fisiológicos, genéticos, psicológicos, éticos, jurídicos y pedagógicos,
en relación con la sexualidad de los niñas/os y adolescentes.
 Promover la comprensión y acompañamiento en la maduración afectiva de la niña/o y adolescente, ayudándolo a formar
su sexualidad y preparándolo para entablar relaciones interpersonales positivas.
 Vincular estrechamente la escuela y la familia para el logro de los objetivos del programa.
10. Artículo 10: La ley tendrá una aplicación gradual y progresiva. El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología
integrará a las jurisdicciones y comunidades escolares que implementan planes similares y que se ajusten a la ley.

EJES DE LA ESI

 CUIDAR EL CUERPO Y LA SALUD:

Las formas de entender y vivir el cuerpo se encuentran ligadas al momento político, histórico, social, cultural, de cada
época. El cuerpo no se encasilla únicamente en la dimensión biológica sino que está constituida por los significados y
valoraciones que se le otorgan en cada sociedad.

Nuestro cuerpo lleva marcas de nuestra historia: miradas, contactos, lenguajes; provenientes de nuestras experiencias
en la vida. Por otro lado, en cuanto a la imagen corporal, todos construimos nuestra propia imagen corporal mediante
discursos sobre los cuerpos, provenientes de diversas fuentes (medios de comunicación, modelo consumista. Estos,
convierten al cuerpo en objeto de consumo, estableciendo ideales de belleza. Así mismo, el cuerpo ha sido objeto de
estudio de diversas ciencias (sociología, psicología, medicina). Las ciencias sociales, construyen una mirada distinta y
critica. El arte ha usado al cuerpo como inspiración. Todas estas producciones simbólicas sirven a la hora de reflexionar
acerca del lugar y significación del cuerpo en la sociedad.

Cuerpo como lugar de identidad: Hacerse mujer o varón no es solo un dato inicialmente biológico ni individual
psicológico, es un proceso a lo largo de una historia personal, social, cultural y política. En cuanto a la construcción de
la “feminidad” y “masculinidad”, la sociedad deposita expectativas distintas en mujeres (débiles, tienen que ser
coquetas) y hombres (fuertes, jefes de familia). Estas expectativas son llamadas “estereotipos de género” e implican
diferencias y relaciones de desigualdad entre mujeres y hombres. Trabajar en la escuela las distintas masculinidades
y feminidades favorece a un proceso saludable.

El cuerpo, la salud y el enfoque de derecho: El cuidado del cuerpo desde la ESI abarca el ejercicio de los derechos:
Conocimiento y cuidado del propio cuerpo y el cuerpo de los otros; reconocimiento de la propia intimidad y la de los
otros; el ejercicio placentero y responsable de la sexualidad; la construcción de género que condicionan la valoración
del cuerpo de mujeres y varones y sus vínculos; la expresión de la emociones y afectividad a través del cuerpo; la
construcción de la autonomía; la promoción de buenos tratos; el respeto por la diversidad y la protección de salud.

El paradigma de los derechos humanos ubica a las personas como sujetos de derechos. Si definimos a la salud como
un fenómeno bio psicosocial, también el derecho a la vivienda, la educación y al trabajo son indispensables para que
los derechos del cuerpo se concreten.

Es necesario que la escuela articule con los servicios de salud para derivar y abordar en forma conjunta aquellos
aspectos que necesitan la atención de la salud y al acceso a la información específica.

El cuerpo en la escuela: La escuela está atravesada por discursos hegemónicos sobre el cuerpo, que es necesario
analizar con una mirada crítica, para no reproducir estereotipos de género. Cuando en la escuela se ha un lugar para
el cuerpo y la sexualidad, estos pueden ser pensados y vivenciados como lugares de afectividad con uno mismo y con
el otro. Allí, se desmiente a la idea del cuerpo como máquina y objeto de consumo. La singularidad tiene allí
posibilidades de despliegue.

El cuerpo en el Nivel Inicial: La curiosidad de los niños por su propio cuerpo y el de los demás es habitual. Enseñar
el cuidado del cuerpo y la salud es esencial para que ellos puedan valorarlo y respetarlo. También es importante que
aprendan las partes del cuerpo, en particular los genitales para identificar posibles abusos. Este eje incluye a su vez:
alimentación saludable, afecto, higiene corporal, juego e igualdad, expresión del cuerpo.

 VALORAR LA AFECTIVIDAD:
 EJERCER NUESTROS DERECHOS:

La relación entre la ESI y los derechos de niñas/os y adolescentes. El derecho a la ESI se inscribe en un marco de
políticas públicas relacionadas con la inclusión y la equidad que la Argentina posee y promueve. En la reforma de la
constitución Argentina, en 1994, se incorporaron convenciones internacionales a la constitución: CONVENCION
UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS (1948); CONVENCIÓN SOBRE ELIMINACION DE TODAS LAS
FORMAS DE DISCRIMINACION HACIA LA MUJER (1979); CONVENCIÓN SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO
(1989).

La perspectiva de niñez y adolescencia refuerza la noción de que ellos deben ser cuidados y acompañados por los
adultos, pero que su voluntad no debe ser reemplazada, respetando su protagonismo en la expresión y defensa de sus
necesidades, sin deslindar la responsabilidad de los adultos. Las niñas/os y adolescentes son sujetos de derecho. Los
adultos deben intervenir cuando se evidencie que los derechos de ellos están siendo vulnerados. Otros derechos que
acompañan a la ESI:

 Derecho a recibir información científicamente validada para cuidar su propio cuerpo y asumir conductas responsables
y solidarias en relación al otro.
 Derecho a habitar instituciones educativas que respeten por igual los derechos de mujeres y varones, sin estereotipos
de género que promuevan la desigualdad.
 Derecho a vivir sin violencia.
 Derecho a vivir libremente su sexualidad sin sufrir discriminación por su orientación sexual.
 Derecho a poder expresar sus emociones y sentimientos.
 Derecho a contar con adultos responsables que los acompañen y orienten en situaciones de maltrato o abuso.

El enfoque de derechos puede pensarse en dos dimensiones:

 Dimensión cognitiva: derecho a recibir información adecuada y validada científicamente. Promoción y prevención de
riesgos y daños de salud, prevención de enfermedades, respeto por el propio cuerpo y el ajeno, sexualidad sana y
responsable.
 Dimensión de derecho: fomenta la participación activa de los alumnos y sus familias, dialogo permanente y consenso
por las diversas creencias.

Las familias no son destinatarios secundarios de las acciones, sino interlocutores genuinos. La ley 26.150, los incluye como
portadores de derechos y responsabilidades en la educación de sus hijos.
Los derechos de los alumnos no solo son reconocidos cuando se trabaja en torno al suministro de información sino también
cuando se consideran sus opiniones, emociones y sentimientos.
En cuanto a los docentes, se reconoce su perfil profesional. Son los principales actores de la ESI, interlocutores capacitados
para enseñar y acompañar. Tienen derecho a recibir capacitación y apoyo de otros profesionales. Acciones a desarrollarse
por los adultos:

 Afianzamiento e vínculos positivos entre docentes y alumnos, generando un clima de confianza y de escucha,
circulando la palabra.
 Promocionar la participación activa de los alumnos en clase y en la escuela.
 Promoción de igualdad de trato entre mujeres y varones.
 Rechazo a toda discriminación por características físicas, de personalidad, por orientación sexual, etc.
 Generar articulación intersectorial para la asistencia de niñas/os y adolescentes en situaciones de vulneración de
derechos.
 Promoción de prácticas de auto-protección y protección hacia los otros para identificar y denunciar situaciones de
maltrato o abuso.

Propósitos formativos:

 Ofrecer oportunidades e ampliar el horizonte cultural desde el cual cada niño/ña y adolescente desarrolla su subjetividad
reconociendo sus derechos y responsabilidades y respetando a los otros.
 Estimular la apropiación de los derechos humanos para la convivencia social e integración de la vida institucional y
comunitaria.
 Promover aprendizajes de prácticas para la prevención de las diversas formas de vulneración de derechos: maltratos,
abusos, trata.
 Expresar, reflexionar y valorar las emociones y sentimientos e relación con la sexualidad, reconociendo, respetando y
haciendo respetar los derechos humanos.

Contenidos del Nivel Inicial que permiten trabajar el eje “Ejercer nuestros derechos”: El progresivo reconocimiento de sus
derechos y responsabilidades como niñas/os y el de los derechos y obligaciones de los adultos.

 RESPETAR LA DIVERSIDAD:
 RECONOCER LA PERSPECTIVA DE GENERO:

EJE: RESPETAR LA DIVERSIDAD SEXUAL

Introducción

Pensar y trabajar con la diversidad sexual en la escuela trae la posibilidad de encontrarnos con lo singular, con historias y
trayectorias distintas a las propias, implica sumar a la experiencia escolar aquello que nos es diferente a nuestra
cotidianeidad. Al mismo tiempo, abordar la diversidad en general y la diversidad sexual en particular suele generar una
serie de temores, inseguridades por parte de algunos/as docentes debido a que en términos generales en nuestra sociedad
el tema de la diversidad sexual ha estado históricamente teñido de silencio, prejuicio, estereotipos que actúan como barrera
a la hora de pensar algún proyecto educativo que contemple su inclusión.
La orientación sexual e identidad de género es hacer efectivo el principio de respetar ñas diferencias en el campo de la
sexualidad.

Aspectos generales sobre la orientación sexual y la identidad de género

Las ideas generales vinculadas con la orientación sexual y la identidad de género, como por ejemplo:
A) Reconocer la existencia de lo que se suele llamar presunción de heterosexualidad. Presuponer que todas las personas
con las cuales se interactúa son o deben ser heterosexuales. Las personas lesbianas, gays, travestis, bisexuales, etc. se
encuentran en todos los ámbitos sociales; en las grandes ciudades, en pueblos pequeños; en todas las profesiones y
oficios; en todos los grupos sociales.
B) Combatir la discriminación por orientación sexual o por identidad de género no es sólo un tema de gays, lesbianas o
trans sino de todas las personas.
C) No existe una sola manera de ser gay o lesbiana, como tampoco existe una sola manera de ser heterosexual o una
sola manera de ser varón o ser mujer.
D) Es importante incorporar en nuestras reflexiones que no importa si se habla de un grupo grande o pequeño, si son
muchas o pocas las personas gays, lesbianas o trans, todas son igualmente importantes, por lo tanto el respeto y los
derechos deben ser siempre reconocidos.
E) Suele ser habitual escuchar que cuando alguien se refiere a personas travestis se le anteponga el artículo masculino
“el” y no el femenino “ella”. La identidad de género es una categoría auto percibida, si una persona adopta una identidad
femenina, tenemos que referirnos a ella en femenino, y viceversa.
En Argentina desde julio de 2010 las personas gays y lesbianas pueden contraer matrimonio (Ley Nº 26618 de Matrimonio
Igualitario) en igualdad de condiciones que las personas heterosexuales. Y desde mayo de 2012 las personas trans pueden
adecuar sus documentos de identidad en función de la identidad de género con la que se identifican (Ley Nº 26743 de
Identidad de Género).

La discriminación por orientación sexual e identidad de género desde la escuela


El termino discriminar tiene dos acepciones. Una de ellas equivale a distinguir una cosa de la otra, sin ningún tipo de
valoración negativa. El término discriminación implica una conducta de desprecio hacia una persona o grupo, sostenida
por prejuicios y estereotipos sociales por el ejemplo el color de piel.
Incorporar la diversidad sexual y la no discriminación por orientación sexual e identidad de género a la vida escolar sigue
siendo un desafío.
Los/as docentes y directivos en tanto agentes del Estado tenemos que abocarnos a generar las condiciones para evitar
las situaciones de discriminación por orientación sexual o por identidad de género en las escuelas. Esto significa trabajar
activamente para evitar que se den situaciones de discriminación y también implica hacer frente a muchos temores,
creencias falsas y prejuicios propios y ajenos, que se han instalado, casi sin darnos cuenta, en nuestra tarea cotidiana.
Trabajar la discriminación por orientación sexual o por identidad de género en nuestras aulas no es sólo cuestión de incluir
contenidos y pensar actividades. Se enseña y se aprende a través de las actividades que el equipo docente planifica, pero
también influyen las formas en que organizamos la vida institucional, la manera en que resolvemos los episodios que
irrumpen alterando la cotidianeidad de la escuela, etc.
Ocuparnos de este tema es una invocación a tratar de ser coherentes para no restarle legitimidad a nuestras acciones.
Para hacer realidad la inclusión y no discriminación en función de la orientación sexual y la identidad de género es preciso
que la escuela pueda:

 Plantear una propuesta de educación sexual integral que genere estrategias y acciones claras para propiciar el respeto
y la valoración positiva de todas las personas, sea cual sea su orientación sexual. Estaremos contribuyendo a hacer de
las escuelas espacios en los cuales todas las personas tengan la libertad de poder expresar su condición sexual sin temo.

 Analizar algunas afirmaciones que suelen circular relacionadas con la conveniencia o no de hablar con los/as jóvenes
sobre la orientación sexual y la identidad de género.

 Considerar que el reconocimiento ante los demás de una orientación no heterosexual, es una decisión que toma cada
persona, al igual que elegir el momento y con quiénes compartirlo. Nadie puede obligar a otra persona a que silencie su
condición sexual, ni se lo puede obligar a decirlo.

Propósitos formativos de la ESI vinculados en forma directa con el eje “Respetar la diversidad sexual”

Propósitos formativos:
 Propiciar aprendizajes basados en el respeto por la diversidad y el rechazo por todas las formas de discriminación. 
Presentar oportunidades para el conocimiento y el respeto de sí mismo/a y de su propio cuerpo, con sus cambios y
continuidades tanto en su aspecto físico como en sus necesidades, sus emociones y sentimientos y sus modos de
expresión.
 Ofrecer oportunidades de ampliar el horizonte cultural desde el cual cada niño, niña o adolescente desarrolla plenamente
su subjetividad reconociendo sus derechos y responsabilidades y respetando y reconociendo los derechos y
responsabilidades de las otras personas.
 Estimular la apropiación del enfoque de los derechos humanos como orientación para la convivencia social y la
integración a la vida institucional y comunitaria, respetando, a la vez, la libertad de enseñanza, en el marco del
cumplimiento de los preceptos constitucionales.
 Desarrollar competencias para la verbalización de sentimientos, necesidades, emociones, problemas y la resolución de
conflictos a través del diálogo.

Algunos contenidos de ESI vinculados en forma directa con este eje


Nivel inicial
Conocimiento y exploración del contexto
 El conocimiento de las distintas formas de organización familiar y sus dinámicas y la valoración y el respeto de los modos
de vida diferentes a los propios
 La valorización y respeto de las propias opiniones y las de todas las personas por igual, sin distinciones de género, cultura,
creencias y origen social
Desarrollo de competencias y habilidades psicosociales
 El reconocimiento y expresión de los sentimientos, emociones, afectos y necesidades propios y el reconocimiento y respeto
por los sentimientos, emociones y necesidades de los/as otros/as La construcción cooperativa de normas a partir del diálogo
sobre situaciones cotidianas que ocurren en el jardín de infantes y manifiestan prejuicios y/o no cuidado en las relaciones
interpersonales
Conocimiento y cuidado del cuerpo
 La identificación y valoración de las diferencias físicas de las personas como aspectos inherentes del ser humano que lo
hacen único e irrepetible, permitiéndoles comprender la importancia de la diversidad
Desarrollo de comportamientos de autoprotección
 El desarrollo y valoración de la noción del concepto de intimidad y la valoración del respeto y cuidado de la intimidad propia
y de los otros/as
EJE: VALORAR LA AFECTIVIDAD

Introducción

En la formación docente, a la hora de la selección de contenidos se han privilegiado siempre los aspectos conceptuales y
metodológicos por sobre los actitudinales.

En la propuesta de Educación Sexual Integral que se desprende de la Ley 26.150, la dimensión afectiva es ineludible si
queremos trabajar a partir de este enfoque. No incluir los aspectos relacionados a los vínculos, sentimientos, valores y
emociones que constituyen al ser humano, sería caer en un modo de reduccionismo que no se condice con la perspectiva
integral de la sexualidad. Es necesario que la escuela enseñe sistemáticamente a reflexionar sobre actitudes como la
escucha, la empatía, la solidaridad, la inclusión, el respeto, el amor.
Es necesario que la escuela enseñe sistemáticamente a reflexionar sobre actitudes como la escucha, la empatía, la
solidaridad, la inclusión, el respeto, el amor. No se puede pensar el acto pedagógico por fuera del encuentro entre personas
la afectividad despliega todo su potencial partiendo de esa experiencia con un otro.
La idea de cómo se hace presente la afectividad en el vínculo pedagógico, podemos analizarlo desde una perspectiva
más metodológica. El acto educativo nunca es un acto aislado, se aprende con y de otros; hay una potencia que construye
más y mejores aprendizajes si estos se realizan trabajando con otros. Pero el trabajo con otros requiere ser aprendido,
aunque sea habitual desarrollar tareas grupales en la escuela, es importante resaltar que hay que enseñar a trabajar con
otros, es decir: la relevancia de la palabra de todos, la escucha atenta y respetuosa de todas las opiniones y saberes, la
valoración de las diferentes propuestas y modos de resolver una tarea, la comprensión de que el error es parte del proceso
de construcción de conocimiento, poder poner en evidencia los propios límites, compartir producciones, resolver un
problema en conjunto.

La escuela es uno de los ámbitos en el que las personas se forman en tanto personas y por tanto es un espacio donde se
aprende a crear vínculos, a ser más o menos dependiente o independiente, a resolver conflictos y a vivir con ellos, a llegar
a acuerdos o a explicitar desacuerdos. Es un espacio vital en el que se aprende a ser ciudadanos en un mundo complejo,
culturalmente diverso y desigual, un mundo que es una encrucijada en la que aquellos que aprenden y quienes ayudan a
aprender conviven, piensan y aprenden a ser personas en su contexto actual, en su cultura, en su presente.
Si bien el oficio de enseñar se ha desarrollado históricamente como un oficio solitario, la educación sexual integral,
acompañando las nuevas perspectivas pedagógicas, también propone este debate acerca de la potencia de los equipos
de trabajo en las escuelas. Así, “aprender con otros”, trasciende los grupos de aprendizaje en las aulas.

La ESI incluye la dimensión de la afectividad

Los vínculos, las emociones, los sentimientos, los deseos y conflictos, favoreciendo el conocimiento de sí mismo/a y de
los y las demás, y un campo de promoción y desarrollo de vínculos, actitudes y comportamientos basados en el respeto,
la solidaridad y el cuidado. En los Lineamientos Curriculares de ESI, se pueden encontrar múltiples contenidos
relacionados con la afectividad en las diferentes asignaturas, fin de desarrollar estos contenidos en el aula, con lo cual no
nos detendremos aquí en este aspecto.

Algunos de los temas que se pueden abordar desde la dimensión afectiva de la ESI en la escuela son:
- la amistad y el enamoramiento
- las habilidades comunicativas de emociones, sentimientos, deseos, necesidades, problemas; - la reflexión y el desarrollo
de habilidades psicosociales tales como: la escucha y la empatía, la resolución de conflictos a través del diálogo, la toma
de decisiones y el pensamiento crítico y creativo.

Al abordar la afectividad como una dimensión de la ESI, es indispensable que también la escuela trabaje sobre la
significación y valoración que se le da a la expresión de sentimientos y emociones en la cotidianidad escolar para poder
ser coherentes entre lo que la escuela “hace” y lo que “dice”. Este hacer, estas prácticas que se ponen en acto, pueden
llegar a ser mucho más contundentes que lo que se aborda como contenido de enseñanza.
Muchas veces la visibilidad de estas manifestaciones afectivas está vinculada a que se generan peleas, enojos, cargadas,
angustias asociadas con la sexualidad o el crecimiento. Son absolutamente imprevisibles, puede darse en los recreos, en
el marco del trabajo áulico, entre pares, entre docentes y estudiantes, entre docentes.

Qué es eso de las emociones y sentimientos

Como las emociones tienen un fuerte arraigo en el mundo simbólico y en cada historia personal, será necesario tomar en
serio la necesidad de revisarlas críticamente, sobre todo la producción y significación cultural de las mismas. En relación
a los sentimientos, es importante la distancia que se requiere para verlos con claridad, reconocerlos, identificarlos,
enunciarlos.

Cuando la escuela favorece el análisis y expresión de emociones y sentimientos, favorece la valoración y el respeto por
la palabra propia y la ajena, y crea mejores condiciones para el abordaje desde el enfoque de Derechos y la Diversidad,
entre ellas la diversidad sexual. Pero esta valoración positiva no puede lograrse si en las aulas y en la escuela no se
vivencian espacios de diálogo, respeto y confianza en los que se puedan poner palabras a la afectividad. A partir de los
conflictos es que se puede avanzar en mejores acuerdos y soluciones a los problemas de la convivencia cotidiana, y en
este sentido es parte de la tarea de la escuela brindar a las y los estudiantes habilidades y oportunidades reiteradas de
tematizar los conflictos, ponerles palabras, avanzar hacia posibles resoluciones.

La intimidad propia y la ajena

Cada familia tiene derecho a su intimidad, a decidir qué quiere contar, cuándo y a quién; por ende la escuela también debe
respetar ese derecho, pero priorizando siempre los derechos de niñas, niños y adolescentes. En relación a la intimidad de
las y los alumnos es importante tener en cuenta algunas orientaciones según la edad y etapa madurativa: en niños y niñas
pequeñas, se requiere enseñar en la escuela sobre el cuidado de las partes del cuerpo, la privacidad de las partes íntimas
y la diferencia entre “buenos y malos tratos” entre otros temas; en adolescentes es importante promover prácticas de
cuidado basadas en el respeto y la equidad de género, y la resistencia a la presión de los pares.

Muchas veces, los chicos y las chicas toman iniciativas y producen impulsivamente acercamientos físicos sin tener en
cuenta los sentimientos de sus pares. A veces, estas actitudes pueden provocar rechazo en quien las recibe. Si la escuela
puede proponer reflexionar sobre este tipo de situaciones, considerándolas malentendidos.
Cuando la escuela se convierte en un ámbito propicio para aprender a respetar los límites entre el propio cuerpo y el de
los demás, esto no significa alertarse ante todos los acercamientos físicos.
El rechazo a toda manifestación afectiva coercitiva y a toda forma de abuso y violencia de género y sexual

La dimensión de la afectividad también se asocia tanto a los aprendizajes acerca del cuidado y la protección como al
rechazo a toda forma de violencia. El respeto y el cuidado por el propio cuerpo y el de los demás, y el poder decir “no”
ante situaciones que vulneren derechos. Es importante generar en la escuela espacios de confianza y apoyo para que las
y los adultos puedan intervenir en caso de abusos.
Varias cuestiones se incluyen en este punto y pueden ser abordadas desde los distintos ejes: derechos, cuidado del
cuerpo, género, diversidad y afectividad: el abuso sexual infantil, la distinción entre buenos tratos y malos tratos, la presión
de los pares, los vínculos violentos en parejas adolescentes, la coerción sexual, entre otras. En los materiales producidos
por el Programa de ESI, hay una multiplicidad de propuestas sobre estas problemáticas.

Propósitos formativos de ESI vinculados en forma directa con el eje “Valorar la afectividad”
 Expresar, reflexionar y valorar las emociones y los sentimientos presentes en las relaciones humanas en relación con la
sexualidad, reconociendo, respetando y haciendo respetar los derechos humanos.
 Promover una educación en valores y actitudes relacionados con la solidaridad, el amor, el respeto a la intimidad propia
y ajena, el respeto por la vida y la integridad de las personas y con el desarrollo de actitudes responsables ante la
sexualidad.
 Presentar oportunidades para el conocimiento y el respeto de sí mismo-a y de su propio cuerpo, con sus cambios y
continuidades tanto en su aspecto físico como en sus necesidades, sus emociones y sentimientos y sus modos de
expresión.
 Desarrollar competencias para la verbalización de sentimientos, necesidades, emociones, problemas y la resolución de
conflictos a través del diálogo.

Algunos contenidos de ESI vinculados en forma directa con este tema

Nivel Inicial
Conocimiento y exploración del contexto
 La puesta en práctica de actitudes que promuevan la solidaridad, la expresión de la afectividad, el respeto a la intimidad
propia y ajena y el respeto por la vida y la integridad de sí mismos y de los otros-as.
Desarrollo de competencias y habilidades psicosociales
 El reconocimiento y expresión de los sentimientos, emociones, afectos y necesidades propios y el reconocimiento y
respeto por los sentimientos, emociones y necesidades de los-as otros-as.
 La manifestación de sus emociones y el aprendizaje de la tolerancia de sus frustraciones.
Desarrollo de comportamientos de autoprotección
 EL desarrollo y valoración del concepto de intimidad y la valoración del respeto y cuidado de la intimidad propia y de los
otros/as.

COMUNICACIÓN CONJUNTA N° 1/16

Las Direcciones Provinciales de Nivel Inicial, Primario, Secundario, Técnico Profesional y de Dipregep conjuntamente con
las Direcciones de Modalidades de la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires, presentan
esta Comunicación Conjunta, que es el resultado del trabajo llevado a cabo por la Mesa Jurisdiccional de Educación
Sexual Integral en el marco de la continuidad de la implementación del “Programa Nacional de Educación Sexual Integral”
perteneciente al Ministerio de Educación y Deportes de la Nación.

Desde la sanción de la Ley Nacional N° 26.150 /2006 de Educación Sexual Integral, se han venido desarrollando acciones
de capacitación destinadas a los equipos institucionales de los niveles y modalidades.

Nuestra provincia, en consonancia con la Ley Nacional N° 26.150/06, sanciona en el año 2015 Ley Provincial de Educación
Sexual Integral N° 14.744/15, estamento jurídico que consagra el derecho a la Educación Sexual Integral dentro del
sistema educativo y delega a la Dirección General de Cultura y Educación de su aplicación. La citada norma, además,
pone en evidencia aspectos que dan cuenta de nuevas conquistas en materia de derechos.

La Dirección General de Cultura y Educación avanza en la profundización del trabajo realizado, ampliando la propuesta
de capacitación a los Inspectores de Enseñanza de las veinticinco (25) regiones educativas, desde la convicción que los
Inspectores se constituyen en actores claves en la promoción de la enseñanza de la ESI abordada desde una perspectiva
transversal, propiciando y dando lugar a prácticas educativas continuas, sistemáticas e interdisciplinares que apunten a
empoderar a los/as alumnos/as con saberes y habilidades que les permitan tomar decisiones responsables y críticas en
relación al ejercicio de la sexualidad.

En consonancia con lo expuesto, la Dirección General de Cultura y Educación en el año 2016, incorpora la Semana de la
ESI en el Calendario Escolar en virtud que el mismo “además de pautar los períodos formales de funcionamiento
institucional, considera la organización de actividades que contemplan conmemoraciones y celebraciones por entender
que las mismas, posibilitan a los alumnos comprender y valorar el sentido de hechos y circunstancias, comprometiéndose
personal y grupalmente”.

LA ESI EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES: La semana de la ESI

El Calendario Escolar 2016 prevé desde el 29 de Agosto al 2 de Septiembre trabajar en los establecimientos educativos
la “Semana de la Educación Sexual Integral” , por tanto es necesario incorporarla “dentro de las propuestas educativas
orientadas a la formación armónica, equilibrada y permanente de las personas; asegurar la transmisión de conocimientos
pertinentes, precisos, confiables y actualizados sobre los distintos aspectos involucrados en la Educación Sexual;
promover actitudes responsables ante la sexualidad; prevenir los problemas relacionados con la salud en general y la
salud sexual y reproductiva en particular, procurar igualdad de trato y oportunidades para varones y mujeres” .

Resulta indispensable un trabajo consensuado en torno a la ESI a partir de la definición de actividades dirigidas a
estudiantes, docentes, familias y otras instituciones de la comunidad en donde se recuperen aspectos nodales centrados
en:

• Los Ejes de la ESI: El cuidado del cuerpo y la salud. Valorar la Afectividad. Perspectiva de Derechos. Respetar la
Diversidad. Reconocer la perspectiva de género.

• Las Puertas de Entrada: La reflexión sobre nosotras/os mismas/os. La ESI en la escuela (lo curricular, los episodios
que irrumpen, la organización de la vida institucional). La ESI, las familias y la comunidad.

• La Guía para el Desarrollo Institucional de la ESI : principalmente los apartados sobre jornada docente, inclusión de
lineamientos curriculares, gestión de recursos didácticos, análisis de la organización institucional, trabajo con familias,
supervisores, equipos de apoyo y otras escuelas, organismos e instituciones de la comunidad.

• Los Diseños Curriculares de la Provincia y los Lineamientos Curriculares para la ESI del Ministerio de Educación y
Deportes de la Nación.

Es necesario ponderar el lugar de los equipos de inspectores/as de enseñanza y de los equipos directivos en el marco de
la ESI.

Reconocer que el “acto de supervisión” debe producir impacto en las instituciones escolares con miras a interrogar lo
cotidiano, a partir de la creación de un espacio que dé lugar a pensar los obstáculos y a reconocer posibilidades en y de
cada situación educativa.

El/la Inspector/a de Enseñanza deberá mirar cada institución -en relación a la ESI- a través de sus Proyectos
Institucionales, problematizando e interpelando algunas cuestiones en el orden de:

¿El Proyecto de Educación Sexual Integral es parte del Proyecto Institucional?

¿Qué rol protagónico asumen los/as docentes en cuanto a la enseñanza y abordaje de los lineamientos curriculares para
la ESI?

¿Qué dispositivos han sido implementados en relación a la ESI?

¿Cuál es la particularidad de la organización de la vida institucional que adquieren las escuelas de su área /distrito de
supervisión a fin de garantizar la promoción de derechos en el marco de la ESI?

¿Cuál es la particularidad del trabajo que presentan las instituciones bajo su supervisión en relación con las familias y la
comunidad en vinculación con la ESI?

En relación a la ESI será clave que el equipo de supervisión apunte a:


* Generar y promover espacios de reflexión sobre la propia práctica en la tarea supervisiva apuntando a:
- identificar los prejuicios y estereotipos que obstaculizan la tarea reflexionando respecto de: ¿Qué ideas aparecen
cuando se piensa en ESI? ¿Qué temas se presentan como los más complejos a la hora de orientar y asesorar? ¿Qué
fortalezas se encuentran y se recuperan en relación a la ESI?
- la revisión de las prácticas institucionales a través de la promoción de la articulación entre Niveles y Modalidades.
 Propiciar acciones que tiendan al cumplimiento de las leyes de Educación Nacional y Provincial, de Promoción y
Protección Integral de los Derechos de Niñas/os y Adolescentes, de Educación Sexual Integral, entre otras, desde el
propio Proyecto Educativo de Supervisión.
Se comparten con los Equipos Directivos algunos interrogantes:
¿Se materializa la ESI en su escuela?
 ¿Cómo llevan a cabo esta tarea, atendiendo a la temática y a las condiciones propias de la institución?
 ¿Qué posibilidades y límites reconocen en su tarea?
 ¿Qué temores, pudores y prejuicios se juegan cuando piensan sus intervenciones como equipo de conducción
institucional?
 ¿De qué manera han propiciado un escenario y clima institucional que posibilite la definición de un proyecto institucional
en el marco de la ESI?
 ¿De qué manera orientan a los/as docentes en esta tarea?

A continuación se sugieren algunas líneas para promover un encuentro con las familias:
 ¿A qué llamamos Educación Sexual Integral en la escuela?;
 ¿Por qué la escuela tiene un rol indelegable en el marco de lo que denominamos Educación Sexual Integral en la
escuela?
 ¿Cuál es nuestra responsabilidad en la vida de nuestros niños, jóvenes, adultos?
ORIENTACIONES PARA DOCENTES: PROPUESTAS POR NIVEL Y/O MODALIDAD
Educación Inicial
La oportunidad de hacer pública la propuesta pedagógica del Jardín de Infantes involucra entre otras cosas el desafío del
doble acto de estar disponible y poner a disponibilidad. En este sentido, resulta fundamental habilitar espacios de
conversación y encuentro plural entre los equipos de trabajo, los niños y las niñas, las familias y la comunidad, pensando
en “…la transmisión no sólo como un pasaje de un saber de uno para otro, sino de aquello que ocurre en uno y en otro”.

Algunas orientaciones para su abordaje desde los documentos producidos por la DPEI:

-El sentido del cuaderno de comunicaciones en las instituciones del Nivel Inicial.

Este documento invita a realizar una lectura crítica en torno a los cuadernos de comunicaciones pensando en su sentido
como canal de comunicación entre las familias y el jardín.

-Presentación de libros y lecturas por parte del maestro en el Jardín de Infantes.

La propuesta de Presentación de libros o Mesa de libros requiere por parte del/la docente la selección de libros atendiendo
a diferentes criterios. Sugerimos aquí trabajar con las categorías que se refieren a los efectos que las historias provocan,
a las características y tipos de personajes, a las posibilidades que brindan para jugar con el lenguaje, y poder entrelazarlas
con los ejes conceptuales de la ESI y con los contenidos referidos al desarrollo de la confianza, la libertad y la seguridad
en los niñas/os para poder expresar sus ideas y opiniones y formular preguntas que puedan inquietarlos/as.

- El patio como espacio de juego en el jardín de infantes.

Este documento promueve la reflexión acerca del valor que se le otorga a la enseñanza del juego en el jardín y en particular
a aquellos que se pueden ofrecer en el patio. Permite reconocer la diferencia entre “salgan al patio” y “vamos a jugar al
patio” y visualizar este sector como un espacio en el cual se enseñan nuevos juegos, se brinda la posibilidad de elegir a
qué jugar, con qué y con quién hacerlo además de optar por otras actividades que no son juego.

En las diversas propuestas de juego surgen algunas escenas, diálogos, posturas, expresiones, malestares, etc., que
pueden convertirse en situaciones privilegiadas para observar las ideas y los saberes de las/os niñas/os y promover nuevos
aprendizajes ligados a la perspectiva de género, a la elección y exploración de las posibilidades de juego y a la
construcción cooperativa de normas a partir del diálogo.

El Jardín y las familias

Es importante que la Educación Sexual Integral sea abordada por el Jardín de Infantes con el mayor grado de consenso
posible, promoviendo alianzas significativas entre el Jardín y las familias para trabajar integralmente la formación de los/as
niños/as.

Se sugiere para este propósito leer las orientaciones que desde el Nivel Secundario se presentan, pensando también, que
algunas alumnas/os de ese nivel son las madres, padres, hermanos/as, de los niños/as de las Salas Maternales.

MODULO DE LECTURA N°4: “LA EDUCACIÓN SEXUAL EN LA ESCUELA”.

PUERTAS DE ENTRADA DE LA EDUCACIÓN INTEGRAL A LA ESCUELA.

1- El lugar de la educación sexual en nosotras y nosotros

Cuando como docentes pensamos en trabajar la ESI en la escuela, en general nos genera distintos impactos, y uno de
ellos es que como adultos nos sentimos interpelados directamente apareciendo en el centro nuestras creencias, opiniones,
valores, nos enfrenta con nuestros miedos, tabúes, certezas, etc. Es decir, más allá de nuestro rol como docentes, este
tema nos hace aparecer como personas sexuadas y nos hace pensar en nuestro propio desarrollo sexual generalmente
teñido de silencios, de supuestos, de fantasías y de experiencias que nos han generado una variedad de sentimientos y
emociones.

Analizar y reflexionar sobre qué saberes debemos construir, acordar y sostener colectivamente es un punto de partida
necesario para garantizar una educación sexual integral de calidad a nuestros niños y niñas.

Para esto es necesario que en la escuela se habiliten espacios de debate y reflexión donde poder expresarnos y ponernos
de acuerdo en los aspectos fundamentales que tenemos que garantizar en relación a la ESI.

2- La escuela y la enseñanza de la Educación Sexual Integral

LA ORGANIZACIÓN DE LA VIDA INSTITUCIONAL COTIDIANA

Habitualmente la escuela organiza la vida escolar a través de prácticas que en el día a día va transmitiendo a través de
regulaciones y rituales que incorpora, sin percibir en ocasiones los efectos sobre niños, niñas y jóvenes. Nos referimos
aquí “a todas aquellas regulaciones, rituales y prácticas que día a día constituyen la urdimbre de la vida escolar, que en
diversos actos y escenarios transmiten saberes y reproducen visiones acerca de la sexualidad, de lo esperable, de lo
permitido o prohibido en la escuela; a través del lenguaje utilizado y también del lenguaje corporal…de las expectativas
de aprendizaje para alumnas y alumnos y de sus formas de accionar; de los vínculos establecidos entre las y los
adolescentes, y con los adultos”.1 Estas prácticas de la vida escolar que se repiten casi sin detenerse a reflexionar sobre
ellas son las que van marcando una impronta en el modo en que los sujetos vamos construyendo nuestra subjetividad. En
ese sentido, es importante que la escuela puede volverse sobre sí misma, para reconocer estos guiones invisibles que
van dejando marcas en todos sus actores, y pensar en cómo las normas y formas de organización escolar favorecen o no
vínculos de confianza y de respeto mutuo, la inclusión de las opiniones y necesidades de los alumnos y alumnas,
relaciones igualitarias entre varones y mujeres, el acceso a recursos de salud y protección de derechos.

LOS EPISODIOS QUE IRRUMPEN EN LA VIDA ESCOLAR

En lo cotidiano, nos encontramos frecuentemente con situaciones que se nos presentan como disruptivas. Muchas veces
nos descolocan y no sabemos muy bien cómo actuar:

Entre los más chiquitos también se suscitan situaciones como por ejemplo, “Los nenes espiaron a una nena en el baño;
Yamila le pidió a Pedro que le muestre su pito; Joaquín le dijo a Juana que se bajara la bombacha; Miguelito da besos en
la boca y pega patadas en el pito…”.

En ocasiones, estos episodios a veces llevan a intervenir desde normas ya establecidas; otras veces, a pensar cómo
encararlos ya que no hay claridad y/o acuerdos para lidiar con ellos. Pensemos, por ejemplo, qué hacemos cuando algún
niño toca a una niña partes íntimas de su cuerpo, o cuando descubrimos que una niña o niño manifiesta signos de haber
sido golpeado en su casa. Estas situaciones pueden ser oportunidades de aprendizaje vinculadas con la Educación Sexual
Integral, que permiten trabajar con los niños sobre diversos aspectos: el reconocimiento de sus derechos, la ampliación
de sus horizontes culturales, la expresión y valoración de sus emociones y sentimientos de modo que no perjudiquen a
otros/as; también son ocasiones para propiciar el cuidado y respeto por su propio cuerpo y el de otros/as.

EL DESARROLLO CURRICULAR

Esta modalidad incluye el trabajo sobre los contenidos curriculares. “Docentes y equipo de conducción deben pensar y
decidir las formas de incluir los lineamientos curriculares de Educación Sexual Integral en los contenidos de las disciplinas
o áreas”. También habrá que pensar cómo abordar los temas de ESI: en forma transversal y/o específica, de acuerdo del
nivel que se trate.

Los espacios curriculares transversales, incluyen contenidos específicos de la ESI en las distintas asignaturas. Se propone
que su adopción pueda garantizar el tratamiento continuo y sistemático de la ESI “evitando que se diluyan los contenidos
pertinentes y sus propósitos formativos”.

Perspectivas de abordaje de los contenidos de la educación sexual integral en la escuela Resulta pertinente profundizar y
revisar la complejidad de estos espacios, transversal y específico, apelando a algunos cuestionamientos que nos permitan
pensarlos teniendo en cuenta la lógica organizacional y curricular de la propia escuela.

Los espacios transversales ameritan un proceso de trabajo compartido con otros colegas; sin embargo, la lógica
organizacional de la escuela muchas veces no hace fácil este ejercicio, lo cual constituye un desafío. En ocasiones los
espacios informales, las charlas de pasillo, los encuentros en la sala de profesores han predominado por sobre los
espacios de encuentro sistemático. Muchas veces, desde allí, hemos pensado instancias de trabajo y planificaciones
compartidas. No obstante, sabemos que no son suficientes para realizar un proceso de trabajo sistemático y con
posibilidad de evaluar resultados.

Consideramos importante compartir distintas instancias institucionales en cada escuela y en cada jurisdicción, como
encuentros de trabajo departamentales, jornadas de reflexión docente, instancias de trabajo de planificación institucional,
espacios de coordinación del trabajo tutorial y espacios de encuentros informales, entre otros.

Resulta interesante no pensar solo en una cuestión de espacios, sino también en una apertura desde nuestro accionar,
desde nuestra propia actitud: apertura y predisposición que nos permitan imaginar espacios de trabajo compartido.

El conocimiento de la propia disciplina es una condición absolutamente necesaria para poner en práctica nuestra tarea
docente.

De la propia lectura de los lineamientos curriculares de ESI se desprenden múltiples relaciones entre las áreas. Conocerlas
permitirá establecer entre los docentes distintos puentes de trabajo posibles. El espacio transversal constituye un gran
desafío, un espacio con «potencia», no solo porque permite establecer aprendizajes más significativos para los alumnos
y alumnas, sino también porque nos ofrece la posibilidad de sentirnos menos enajenados con nuestra propia tarea.

El trabajo vinculado con la educación sexual integral requiere de un abordaje complejo Abordar esta complejidad implica
pararse desde el paradigma de la complejidad: …supone un cambio sustancial en el pensamiento de los actores, que va
desde la lógica de la simplicidad que procede de una concepción mecanicista y determinista y conduce a la
unidimensionalidad, a la disociación y reducción de la complejidad del problema; hacia la lógica de la complejidad.

¿Qué implica poder trabajar desde este abordaje? ¿Qué requisitos plantea?

- Que es preciso contar con un tiempo y un espacio para que ese contenido no quede reducido a un conjunto de partes y
que, en ese sentido, requiere de un trabajo compartido y sincronizado para que tome consistencia y no se diluya en las
«mejores intenciones

- Que es importante resignificar los espacios de trabajo institucional como oportunidad para sentarse a planificar el quién
y el cómo trabajar esta temática, partiendo de la realidad en la que está inmersa cada institución y teniendo en cuenta los
recursos humanos y materiales de los que dispone.
3- La escuela, las familias y la comunidad, en su relación con la ESI La Ley N° 26.150 le da a la escuela un rol privilegiado
como ámbito promotor y protector de derechos. Para el desempeño de este rol, las familias, constituyen uno de los pilares
fundamentales a la hora de entablar vínculos, alianzas y estrategias. Es importante que la ESI sea abordada por la escuela
con el mayor grado de consenso posible, promoviendo asociaciones significativas entre la escuela, las familias y la
comunidad en general. Esto es una obligación, y también una oportunidad para abordar integralmente la formación de los
niños y las niñas.

El consenso y la atención a la diversidad son ejes estratégicos para promover la igualdad de oportunidades y la calidad
educativa. La construcción de estos consensos será, seguramente, una tarea compleja y no exenta de tensiones, porque
si bien la normativa establece el derecho fundamental de las familias en lo que respecta a la educación de sus hijas e
hijos, conforme a sus propios valores y creencias, la escuela debe hacer cumplir el derecho a una educación sexual integral
para todas y todos los estudiantes, algo que también fija la Ley.

ALGUNAS CUESTIONES E INTERROGANTES PARA PENSAR EL TRABAJO INTERSECTORIAL E


INTERINSTITUCIONAL

Existe también un ámbito interinstitucional que se pone en juego cuando se considera importante recibir los aportes de
otras organizaciones y sectores. Dichos aportes podrán ser requeridos para: - enriquecer el proyecto pedagógico de la
escuela (los aportes en este sentido no deben desplazar a la responsabilidad de la escuela en esta temática) - facilitar la
accesibilidad a los recursos disponibles, como pueden ser los servicios de salud o los organismos de protección de
derechos, entre otros. - solicitar la intervención conjunta en el abordaje de situaciones de vulneración de derechos de los
niños, las niñas y jóvenes como por ejemplo los casos de violencia intrafamiliar o abuso sexual. En este último caso, la
escuela no puede dar respuesta en forma solitaria. Necesita trabajar con otras instituciones para abordar la complejidad
de esta problemática.

El derecho a la salud desde la escuela está presente cuando desde ella trabajamos sobre información precisa, pertinente
y actualizada; cuando abordamos los obstáculos culturales y cognitivos que dificultan la adopción de prácticas de cuidado
o cuando tenemos en cuenta las representaciones de nuestros alumnos y alumnas como punto de partida para el trabajo
en prevención. Sin embargo, parte de ese circuito de cuidado es necesario completarlo con el trabajo articulado con el
sector salud, brindando la información de los servicios y centros asistenciales que faciliten el acceso a ellos.

Existen distintas maneras de entender el trabajo articulado: desde nuestra perspectiva, este concepto incluye algo más
que la mera distribución de tareas fragmentadas que cada sector pueda realizar. “La elaboración de respuestas integrales
y convergentes reclama algo más que la suma de acciones específicas de cada campo; exige la construcción de espacios
y tiempos comunes que sin perder de vista la especificidad de los aspectos propios, eviten la fragmentación o el aislamiento
del accionar de los profesionales de cada campo singular”.

Este lugar que le asigna a la escuela la ley 26.150, la compromete a reflexionar sobre el lugar que le compete y la
responsabilidad que necesita ejercer, motivo por el cual los invitamos a pensar y revisar las prácticas institucionales,
incluyendo la idea de un pasaje que va “del trabajo en la escuela, al trabajo con la escuela”.

Trabajar “con” la escuela implica hoy, poder pensar las intervenciones intersectoriales en función de los nuevos
lineamientos curriculares y del marco legal existente.10 Esto implica la necesidad de revisar las prácticas de cada sector
en función del proyecto de la escuela y no por fuera de ella. Para eso se requiere tiempos de trabajo compartidos y la
posibilidad de que cada sector pueda pensarse a sí mismo con los aportes que le son específicos y que le incumben.

LA IMPORTANCIA DE IMAGINAR Y CONSTRUIR «LO POSIBLE» EN CADA ESCENARIO

Imaginar «lo posible» en cada escenario significa saber con qué contamos y qué nos falta para darle viabilidad a la
propuesta de trabajo de ESI que queremos desarrollar; significa poder identificar facilitadores y obstaculizadores significa
también encontrar distintas estrategias que permitan sortear las dificultades y encontrar la mejor manera de alcanzar lo
que nos proponemos.

Planificación estratégico–situacional:

Parte de la necesidad de recupera el plano de lo posible y de lo real. Algunas características principales son las siguientes:

• No se basa en las normas de lo que debe ser, sino más bien en la realidad de lo posible, tratando de generar
estrategias para que la situación que se reconozca como problemática pase a tener otras características posibles. No
hay una norma absoluta, sino más bien una «imagen objetivo» que va dando direccionalidad a la acción.

• Reconoce que no se puede hacer todo a la vez, sino que es preciso establecer prioridades y fijar estrategias para
establecer un camino que puede ser no muy ambicioso, pero de permanente avance.

• Se parte de la situación actual y se intenta llegar a una situación deseada, planteada como «imagen-objetivo» que
fija la dirección de cambio. No se postula llegar sin considerar las etapas intermedias. Más bien se tiene en cuenta que
cada institución tiene sus ritmos, sus obstáculos y sus ventajas, sabiendo que mientras se movilice hacia la imagen-
objetivo, se va por el camino adecuado.

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