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LOJA-ECUADOR
No se puede tratar una conducta humana sin tener en cuenta la ética, como ésta no puede ser
ajena a las condiciones propias de cada ser humano. Ahora, bien, ninguna de estas ciencias
pueden desvincularse, por eso mismo requieren un tercer término en el que hallan su vínculo.
Fernando Rielo nos propone que esta síntesis se encuentra en el Modelo, esto es, el humanismo
de Cristo.
El humanismo es una actitud que intenta reencontrar y recuperar tanto la dignidad, los derechos
y las libertades del ser humano, como su desarrollo y progreso en el mundo en que vive. Sin
embargo, el humanismo cristiano entiende que la búsqueda y reencuentro de los fundamentos
de la grandeza del ser humano, arriba mencionados, nunca pueden efectuarse sin el Dios que
se ha revelado plenamente en Jesucristo para salvar al hombre íntegro.
Fernando Rielo cuando hace la propuesta de una filosofía que parte de un modelo o absoluto
que es a la ves teórico y práctico, filosófico y teológico
Fernando Rielo distingue, afirmó, entre ciencias experimentales y ciencias experienciales, que
tienen distinto lenguaje y distinto método, pero ambas hechas por el hombre y con la misma
finalidad: el bienestar físico, psicológico y espiritual del hombre. Si esto no es así, se da un
humanismo reductivo o más bien un antihumanismo, Rielo se aparta de las concepciones
tradicionales que definen al ser humano por una de sus características. Va más allá. Si se quiere
definir la persona, hay que partir del absoluto metafísico porque la suprema expresión del ser
es la persona. Pero ni el ser ni la persona son los conceptos abstractos e informes larvados en
las distintas filosofías. El origen de estas concepciones deformadas, que afectan directamente
a la definición del ser humano, ha sido, según Rielo, el seudoprincipio de identidad. Todo
concepto o definición, para que sea metafísicamente válido, hay que elevarlo al absoluto y
excluir el campo fenomenológico. De este modo, queda claro que, si hemos de definir, en
términos absolutos, a la persona, no podemos hacerlo recurriendo a la persona en sí misma o a
algo inferior
Es un hecho experiencial que el ser humano, lejos de buscar o refugiarse en su propia identidad,
tiene conciencia de que no es sólo conciencia de sí, ni obra sólo “para sí”; es, más bien, alguien
con conciencia de alguien. La ruptura que, por diversos medios, puede hacerse de esta
constitutividad relacional lleva a… gravísimas patologías de orden sicológico (Rielo,
2001b:89).
BIBLIOGRAFÍA