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En esta línea apostamos a un postítulo de actualización académica que permita hacer foco
en los modos de trabajar las prácticas docentes. Es allí, en esos espacios, donde
eclosionan elementos, sensaciones, dificultades de la formación docente inicial que
necesitan atenderse de manera institucional. Como señala Migueles (2013), “Las
experiencias de enseñanza conmueven, toman a los sujetos en su totalidad, en cuerpo y
alma, y ponen en juego todo el proceso de formación tanto dentro como fuera de la
institución formadora.”
El desafío será entonces “tomar” las prácticas como ese primer paso para desandar y
analizar discursos e imaginarios que circulan alrededor de las mismas. Los invitamos a
abordar aquí la necesaria pregunta en torno a ¿cómo pensar, construir y mejorar las
propuestas de formación docente para nuestro presente y las prácticas venideras?
Las prácticas docentes en los institutos de formación:
situaciones actuales y horizontes comunes
La decisión, en término de política
educativa, de centrar la mirada en las
prácticas docentes no es azarosa, sino que
se trata de una definición tomada a partir
del análisis de las situaciones actuales.
Durante este año- 2018-, desde la
Dirección de Educación Superior, hemos
llevado adelante tres jornadas
institucionales (dos en febrero y una en
mayo) que nos permitieron observar, analizar y reflexionar sobre los aspectos que se
vienen fortaleciendo al interior de los institutos de formación, y aquellos que requieren
aún mayor abordaje. Una de las problemáticas que, en general, se plasmaron en los
informes y registros presentados a la DES, es la “desarticulación” de los campos de la
formación: el disciplinar, el general y el de las prácticas.
Esto nos llevó a hacernos algunas preguntas: ¿Qué implica la “desarticulación” de los
campos? ¿Por qué se plantea como problema? ¿En qué medida esto afecta a la formación
de los estudiantes del nivel superior? ¿Qué supone un trabajo que articule e intente hacer
dialogar a los tres campos de la formación? ¿Puede esto generar algunas mejoras en las
propuestas de formación docente?
Hemos observado también que existen iniciativas que se proponen habilitar diálogos a
partir de los espacios curriculares en sus distintos formatos. Dispositivos como los
“acuerdos didácticos” o “acuerdos institucionales” propuestos por el “Programa Nacional
de Formación Docente”, las jornadas institucionales, los espacios de Ateneos Didácticos
en el marco del Programa Nacional de Formación Situada, nos fueron orientando hacia el
debate en torno a posibles consensos respecto de problemáticas y las formas en que las
mismas fueron abordadas en nuestros institutos.
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Desde Lapassade (1979), entendemos que un “analizador” es aquello que permite descomponer la realidad
en sus elementos, un intermediario entre el investigador y la realidad. El análisis, sostiene el autor, se
efectúa en el analizador y a través de él.
Una situación para pensar y analizar….
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Aclaramos que en el diseño curricular del nivel secundario de la provincia se plantea como recorrido
didáctico de Biología para el Segundo Año: “El conocimiento de la naturaleza celular de la vida, de sus
estructuras y funciones básicas que permiten la producción y utilización de energía, admite interpretar los
fenómenos biológicos y valorar la importancia de la vida”.
"formación" en tanto proceso enseñanza y aprendizaje. Desde esta idea de formación
docente resulta clave la misma noción de práctica docente en un doble sentido, por un
lado, como práctica de la enseñanza que supone cualquier proceso formativo. Por el otro,
como la apropiación del mismo oficio magisterial, de cómo iniciarse, perfeccionarse y/o
actualizarse en la práctica de enseñar”. Desde esta lógica, trabajar en la formación de
futuros docentes requiere interrogarnos sobre los sentidos que otorgamos a la noción de
formación, a la idea de sujeto y pensar cuáles son los supuestos que se configuran en
torno a las prácticas, poniendo en juego no sólo posicionamientos personales sino
también institucionales. Sostenemos que habilitar prácticas pedagógicas reflexivas
requiere la construcción y el sostenimiento de espacios y herramientas que propicien la
construcción de conocimientos atendiendo a su carácter cultural y social.
Entendemos, además, que focalizar la mirada en las prácticas en el nivel superior requiere
un abordaje transversal, como un saber que atraviesa, interroga e hilvana los diferentes
elementos que constituyen la trama institucional3. Este abordaje se fundamenta en
considerar a las prácticas desde una concepción epistemológica, ética, política y didáctica
de la formación docente a partir de un diálogo dinámico entre teoría y práctica.
3
Proyecto ético, político y pedagógico de la Dirección de Educación Superior- 2018-.
enseñanza. Concepción epistemológica que intenta romper con ciertos paradigmas
fundantes del campo pedagógico y didáctico que ubicaron el espacio de la práctica como
ese lugar de aplicación de saberes teóricos construidos a priori.
Concebimos las prácticas, a su vez, desde una perspectiva ética en tanto y en cuanto
constituye una acción que requiere responsabilidad acerca de un derecho constitucional;
la necesidad de poner en acto el derecho social a la educación. Es decir, la práctica es una
acción guiada por principios éticos: una acción moralmente informada o comprometida
con determinados valores y derechos. Implica, por tanto, un saber de lo singular, de lo
incierto, de lo situado y de lo contextualizado para poder intervenir. Así, también,
tomamos las prácticas en la formación docente, como acción de carácter político, ya que
las mismas se convierten en un ámbito de debate y reflexión acerca de lo común. La
reflexión de las prácticas les permite a los estudiantes participar y analizar los asuntos de
la comunidad realizando interrogantes y debates que pongan en cuestionamiento las
tradiciones de las instituciones heredadas.
Poner como foco las prácticas nos sitúa ante un desafío primordial: volver la mirada sobre
lo que entendemos por formación docente, lo que conlleva de heredado y a la vez la
responsabilidad reflexiva y activa. Formación que nos reclama una postura crítica y
autónoma; que implica salirse de miradas que clausuran, encierran; miradas repetitivas,
uniformadoras, tipificantes.
Desde este modo de entender las prácticas, trabajaremos algunas autoras (Pruzzo,
Saleme, Migueles) como puntapié para desandar la pregunta por los desafíos de los
espacios de práctica docente hoy.
A partir de allí abriremos horizontes en la apuesta por construir nuevas experiencias,
proyectos y senderos sosteniendo otras prácticas docentes para los recién llegados 4
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Hanna Arendt (1959)
la construcción/la ofrenda de esa confianza, desde una perspectiva
liberadora/emancipadora/tendiente a la autonomía?
Itinerario de lectura
Bibliografía en común
Bibliografía ampliatoria