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LA ENTREVISTA CLÍNICA

La entrevista clínica es simplemente la combinación de diversas habilidades de


acompañamiento y para influir, los entrevistadores son capaces de moldear y orientar el
contenido, el estilo y el nivel de interacción con el paciente.

Mediante la recopilación de la información en la que generalmente participa entrevistador y


paciente y muchas veces algún familiar más que se encuentra involucrado, mediante esta
entrevista el paciente es libre de expresarse como él quiere, a la cual incluiremos mediante
técnicas estructuradas semiestructuradas y abiertas.

Las técnicas van desde las preguntas abiertas hasta el desafío con mucho tacto de algo que
dice el paciente.

Apoyándose en la teoría de la praxis la entrevista clínica inicial se compone de las


siguientes partes:

1. Recepción y saludo. –Duración de 5 a 20 segundos–

2. Datos básicos y establecimiento de empatía o rapport –Duración de 2 a 3 minutos–

3. Psicograma : ¿Con cuántas personas vive? De cada una tomar los siguientes datos:

• Nombre propio (sin apellidos)


• Parentesco
• Edad
• Ocupación
• Escolaridad
• Carácter o manera de ser (en dos o tres palabras) –Duración de 2 a 4 minutos–

4. Motivo de la consulta: ¿Qué es lo que le decidió a venir con un psicólogo?


–Duración menos de 3 minutos–

5. Exploración del cuadro clínico (síntomas o preocupaciones: inicio, intensidad, precisión


semántica o cualitativa, duración, frecuencia, asociación con acontecimientos o situaciones)
–Duración entre 3 y 10 minutos–

6. Historia directa de la dinámica del cuadro clínico (antecedentes, evolución de las


relaciones en conflicto desde su origen, búsqueda de las dinámicas que provocaron
directamente el cuadro clínico anterior). –Duración entre 5 y 15 minutos–
7. Historia general o contexto de vida.
a) Exploración de etapas generales de la vida buscando elementos relacionados con el
cuadro clínico: primera infancia (0 a 6años); segunda infancia (6 a 12 años);
adolescencia (12 hasta independencia económica si la hay); adultez joven (hasta los
40 años); adultez madura (40 a 65-70 años); senectud (más de 70 años). –Duración
entre 10 y 20 minutos–
b) Exploración del significado dinámico-casual de etapas especiales: cambios de casa,
matrimonio, primer hijo, cambios de trabajo, pérdidas o ganancias emocionales
importantes, etc. –Duración entre 10 y 20 minutos–
c) Exploración muy general de la historia de los padres o sus equivalentes.
–Duración entre 5 minutos–

8. Explicación de conclusiones al paciente:


a) Cuáles son las causas evidentes de su problemática
b) Cuáles son factores hipotéticos que intervienen en la problemática
c) Cuáles son los elementos favorables desarrollados por el paciente que compensan
los factores negativos
d) Qué elementos de la dinámica de vida del paciente han sido o pueden ser positivos
para la salud mental del paciente
e) Retroalimentaciones del paciente y aclaraciones de sus dudas–Duración 5 a 15
minutos–

9. Explicación de pronósticos probable a partir dela dinámica de vida actual


a) Sin ayuda profesional terapéutica
b) Con ayuda profesional terapéutica
c) Retroalimentaciones y aclaraciones de dudas del paciente.
–Duración entre 5 y 10 minutos–

10. Generación de 2 a 6 propósitos inmediatos por escrito


–Duración entre 2 y 5 minutos–

11. Despedida y cobro de honorarios (1 o 2minutos)

Total de duración mínima: 54 minutos


Total de duración máxima: 110 minutos (1 hora, 50 minutos)
Duración promedio: 1 hora 22 minutos.

Las duraciones son indicativas y no prescriptivas, por lo que pueden variar en cada caso
(Reyes, 2017)
ANAMNESIS PSIQUIÁTRICAS

El médico debe determinar si el paciente puede proporcionar los antecedentes, es decir, si


responde inmediata y coherentemente a las preguntas iniciales. En caso contrario, se
obtiene información de la familia, los cuidadores u otras fuentes colaterales (p. ej., la
policía). Aun cuando un paciente sea comunicativo, los familiares cercanos, los amigos o
los cuidadores pueden aportar una información que el paciente haya omitido. La
información que el médico reciba cuando no la ha solicitado no viola la confidencialidad
del paciente. Deben revisarse las evaluaciones previas, los tratamientos y el grado de
adherencia a ellos y se deben obtener los registros de esa asistencia con la mayor brevedad
posible.

Una entrevista rápida e indiferente con preguntas cerradas (siguiendo una revisión rígida
por aparatos y sistemas) a menudo impide que el paciente revele información importante.
Cuando se rastrean los antecedentes de la enfermedad actual con preguntas abiertas para
que los pacientes puedan contar su historia con sus propias palabras, se tarda lo mismo y se
permite describir las circunstancias sociales asociadas y revelar sus reacciones
emocionales.

La entrevista debe explorar lo que condujo a la necesidad (o el deseo) de la evaluación


psiquiátrica (p. ej., pensamientos no deseados o desagradables, conducta indeseable),
incluyendo en qué medida los síntomas actuales afectan al paciente o interfieren con su
funcionamiento social, laboral e interpersonal. El entrevistador intenta entonces obtener una
perspectiva más amplia de la personalidad del paciente revisando acontecimientos vitales
importantes (actuales y pasados) y las respuestas del paciente a ellos (ver Áreas que debe
cubrir la evaluación psiquiátrica inicial). También se revisan los antecedentes psiquiátricos,
médicos, sociales y evolutivos.

Es importante una revisión de los sistemas y aparatos para detectar otros síntomas que no se
describen en la anamnesis psiquiátrica. Centrarse solo en los síntomas de presentación sin
prestar atención a los antecedentes puede dar como resultado un diagnóstico primario
incorrecto y perder otras comorbilidades psiquiátricas o médicas (p. ej., no preguntar sobre
episodios maníacos pasados en un paciente con depresión podría dar lugar a un diagnóstico
incorrecto del trastorno depresivo mayor en lugar del trastorno bipolar).

El perfil de personalidad que aparece puede indicar rasgos que son de adaptación (p. ej., la
capacidad de reponerse a la adversidad, la escrupulosidad) o de mala adaptación (p. ej.,
centrado en sí mismo, dependiente, mala tolerancia a la frustración) y puede mostrar los
mecanismos de afrontamiento utilizados. La entrevista puede revelar obsesiones
(pensamientos o pulsiones no deseados y angustiantes), compulsiones (conductas repetivas,
excesivas sin propósito que una persona se siente obligada a hacer) e ideas delirantes
(creencias falsas fijas) y puede determinar si el sufrimiento se explica a través de los
síntomas físicos (p. ej., cefalea, dolor abdominal), síntomas mentales (p. ej., conducta
fóbica, depresión) o el comportamiento social (p. ej., aislamiento, rebeldía). También se
debe preguntar al paciente sobre su actitud respecto de los tratamientos psiquiátricos,
incluidos el farmacológico y la psicoterapia, para poder incorporar toda esta información en
el plan terapéutico.

El entrevistador debe establecer si un problema físico está causando o empeorando un


trastorno mental (ver Evaluación médica del paciente con síntomas mentales). Además de
tener efectos directos (p. ej., síntomas, incluidos los mentales), muchos problemas físicos
provocan un estrés enorme y requieren mecanismos de adaptación para soportar las
presiones relacionadas con ese estrés. Muchos pacientes con trastornos físicos graves
presentan algún tipo de trastorno de adaptación, y aquellos con trastornos mentales
subyacentes pueden llegar a volverse inestables.

La observación durante la entrevista puede brindar evidencia de trastornos mentales o


físicos. El lenguaje corporal puede revelar actitudes y sentimientos que el paciente niega.
Por ejemplo, ¿está quieto o se balancea de adelante hacia atrás a pesar de que niega sufrir
ansiedad? ¿Parece triste, a pesar de negar los sentimientos de depresión? El aspecto general
también puede darnos claves. Por ejemplo, ¿está el paciente limpio y cuida de su aspecto?
¿Hay temblores o una expresión triste en su cara?

Examen del estado mental

El examen del estado mental utiliza la observación y el interrogatorio para evaluar varios
dominios de la función mental, como

 Habla
 Expresión emocional
 Pensamiento y percepción
 Funciones cognitivas

Existen cuestionarios estandarizados breves para la detección selectiva que permiten


evaluar ciertos componentes del estado mental, como los diseñados específicamente para
estimar la orientación y la memoria. Estas evaluaciones estandarizadas pueden ayudar a
identificar los síntomas más importantes y proporcionar valores de referencia para medir la
respuesta al tratamiento. Sin embargo, los cuestionarios de cribado no pueden ocupar el
lugar de un examen más amplio y detallado del estado mental.

El aspecto general debe evaluarse para detectar indicios no verbales de los trastornos
subyacentes. Por ejemplo, la apariencia de los pacientes puede ayudar a determinar si

 No pueden cuidar de sí mismos (p. e., parecen desnutridos, desaliñados o vestidos


de manera inapropiada para el clima o tienen un olor corporal importante)
 No pueden o no quieren cumplir con las normas sociales (p. ej., están vestidos con
ropa socialmente inapropiada)
 Se han involucrado en el abuso de sustancias o han intentado autolesionarse (p. ej.,
tienen olor a alcohol, cicatrices que sugieren abuso de drogas intravenosas o
lesiones autoinfligidas)
El habla puede evaluarse apreciando la espontaneidad, la sintaxis, la velocidad y el
volumen. Un paciente con depresión puede hablar despacio y bajito, mientras que uno con
manía puede hablar deprisa y en voz alta. Alteraciones como disartrias y afasias pueden
indicar una causa física subyacente de los cambios del estado mental, como un traumatismo
de cráneo, un accidente cerebrovascular, un tumor encefálico o esclerosis múltiple.

La expresión emocional puede evaluarse pidiendo a los pacientes que describan sus
sentimientos. Su tono de voz, su postura, los gestos que hacen con las manos y las
expresiones de su cara son aspectos para tener en cuenta. Debe evaluarse el estado de
ánimo (las emociones que comunican los pacientes) y el afecto (el estado emocional que
observa el entrevistador). Se debe tener en cuenta el estado y su amplitud (es decir,
completo o limitado), así como la adecuación del estado al contenido del pensamiento (p.
ej., Paciente que sonríe mientras habla de un evento trágico).

Los pensamientos y la percepción pueden deducirse observando no sólo lo que se


comunica, sino también cómo se comunica. El contenido anormal puede consistir en lo
siguiente:

 Delirios (creencias falsas y fijas)


 Ideas de referencia (creencia de que los sucesos cotidianos tienen un significado o
una relevancia especial destinados o dirigidos personalmente contra el paciente)
 Obsesiones (ideas persistentes, sentimientos, impulsos, preocupaciones).

El médico puede evaluar si hay relación entre las ideas, si están dirigidas hacia un objetivo
y si las transiciones de un pensamiento al siguiente son lógicas. Los pacientes psicóticos o
maníacos pueden tener pensamientos desorganizados o una fuga brusca de ideas.

Las funciones cognitivas incluyen los siguientes elementos del paciente:

 Nivel de alerta
 Atención o concentración
 Orientación en persona, espacio y tiempo
 Memoria inmediata, a corto y a largo plazo
 Razonamiento abstracto
 Introspección
 Juicio

Las alteraciones cognitivas son más frecuentes con el delirio o la demencia o con el abusoo
la abstinencia de sustancias, pero también pueden producirse con la depresión.
FUENTE DE INFORMACIÓN

https://anliliatinoco.wordpress.com/ejemplo-de-entrevista-clinica/
https://amapsi.org/web/index.php/articulos/201-gua-para-la-entrevista-clnica-inicial
http://laentrevista002.blogspot.com/2015/04/la-entrevista-clinica.html
https://es.slideshare.net/corredorsolo/la-entrevista-clnica
https://www.msdmanuals.com/es-ec/professional/trastornos-
psiqui%C3%A1tricos/abordaje-del-paciente-con-s%C3%ADntomas-
mentales/evaluaci%C3%B3n-psiqui%C3%A1trica-rutinaria
https://www.academia.edu/33868083/Anamnesis_y_exploraci%C3%B3n_del_enfermo_psi
qui%C3%A1trico
https://es.slideshare.net/rafaelcasquero/anamn-y-expl-psiq-en-a-p

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