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DOS MODELOS TEÓRICOS DEL PSICOANÁLISIS

INTRODUCCIÓN:

A través de los siglos, hemos ido viendo como la Psicología va creciendo y


encontrando nuevos temas para abordar, nuevas corrientes, nuevos objetos de estudio
que le puedan permitir resolver algunas interrogantes y consolidarse como una ciencia
de gran importancia. Si bien se pudo hacer hablado de la conducta, los procesos
mentales y muchas cosas más, a finales del siglo XIX, se desarrolló una corriente que
nos hablaba sobre algo que muchos no habían tomado en consideración aún, y si lo
hicieron, no habían sido mostradas totalmente al mundo, estoy hablando del
inconsciente, el cual fue analizado principalmente por el famoso neurólogo Sigmund
Freud.

DESARROLLO:

Sigmund Freud ha sido y es, uno de los principales exponentes dentro de la


psicología, pues sus investigaciones y aportes ayudaron a plantear nuevos temas
importantes dentro de esta ciencia, considerándolo así, como el padre del Psicoanálisis.
Esta corriente, tenía como objeto de estudio las enfermedades mentales, considerando
toda la historia del individuo, pero sobre todo sus primeros años, puesto que era la base
para conocer el funcionamiento adulto. Así mismo, el Psicoanálisis para Freud era un
método de investigación que buscaba el significado inconsciente de las palabras, un
método psicoterapéutico como medida de tratamiento, y un conjunto de teorías
psicológicas y psicopatológicas que sistematizaban los datos aportados por el método
psicoanalítico de investigación y tratamiento.

El psicoanálisis como terapia, se basa exploración del inconsciente por medio de


la asociación libre, buscando lograr la reestructuración del más amplio alcance de la
personalidad, especialmente en la vida afectiva y en aquellas áreas que contribuyen a
causar daño o malestar. Para Freud, nuestra personalidad humana es producto de la
lucha entre los impulsos destructivos y la búsqueda de placer, que marcará la forma en
como nos comportemos en la sociedad y enfrentaremos nuestros conflictos internos y
externos. Es por ello que desarrolló cinco modelos para explicar y conceptualizar la
personalidad humana, y así comprender la mente. Dichos modelos están relacionados
entre sí y han permitido desarrollar otros conceptos fundamentales en la Psicología,
como las pulsaciones, los mecanismos de defensa, entre otros.

Los modelos teóricos de la personalidad son: el modelo topográfico, también


conocido como primera tópica, descrita en el libro “La interpretación de los sueños” de
Freud, enfocándose en las localizaciones de las funciones psicológicas de la mente
(consciente, preconsciente e inconsciente) (Torres, s. f.). El segundo modelo, es el
modelo dinámico, en el cual se genera un conflicto entre los impulsos, y los
mecanismos de defensa; siendo su fin principal, procurar que cada persona pueda
adaptarse a su medio. EL modelo económico, es el tercer modelo, el cual está centrado
en el concepto de “pulsión”, que busca un fin determinado, y que está dividido en Eros
(pulsión de la vida) y Tánatos (pulsión de la muerte). El que sigue, es el modelo
genético, que divide el desarrollo psicosexual en cinco fases, y además busca el
desarrollo de las zonas erógenas del individuo con respecto a su edad. Por último,
tenemos al modelo estructural, que separa a la mente en tres instancias que se
desarrollarán a lo largo de la infancia, y que su conflicto puede generar síntomas
psicopatológicos.

Este apartado se desarrollará dos de los cinco modelos teóricos de la


personalidad, los cuales son mucho más recientes que los demás, y sus posturas siguen
aún vigentes en la actualidad; los dos modelos son: el modelo genético y el modelo
estructural.

El modelo genético desarrollado por Freud, busca desarrollar la personalidad


través de estadios psicosexuales, a través de una vertiente biológica/fisiológica y otra
vertiente psíquica (Martínez, 2017). En este modelo, cada uno de los estadios está
conformado por una zona erógena, la cual servirá como fuente de placer y excitación
sexual para la gratificación y descarga de tensión; además, dichas zonas erógenas no
solo son encontradas en los adultos, sino también en los niños. La gratificación o
frustración excesiva dentro una de las etapas, ocasionará que se desarrolle cierto tipo de
personalidad («La teoría de la personalidad de Sigmund Freud», 2017). Las fases
psicosexuales que propone Freud son:

 Etapa oral: Es la etapa inicial, establecida desde el nacimiento hasta el primer


año del niño; la zona erógena predominante es la boca, labios y lengua, en donde
la gratificación se dará por acciones como succionar, morder o masticar. La
frustración en esta etapa puede ocasionar una personalidad agresiva y reactiva.
 Etapa anal: Situada desde el primer año hasta los cuatro, su centro de placer es el
ano, y se caracteriza por experimentar la retención y expulsión de las heces. Un
problema en esta estepa, puede ocasionar que el individuo sea retraído, o por el
contrario, derrochador o laxo.
 Etapa fálica: Esta comprendida entre los cuatro y siete años de edad, en donde
los genitales son el foco de placer. En esta etapa, aumenta la curiosidad del niño
por su cuerpo y se inician los primeros actos masturbatorios. Aquí es donde se
producen los complejos de Edipo y de castración.
 Etapa de latencia: Está presente desde los siete hasta la adolescencia, en donde
no hay una zona erógena en concreto; en esta etapa según Freud, la pulsión
sexual se reprime para permitir al individuo la integración con su entorno.
 Etapa genital: Es la última etapa según Freud, comprendida desde los doce años
en adelante; en donde los individuos experimentan con la sexualidad y reafirman
su identidad sexual, reapareciendo además las fantasías epídicas.

El modelo estructural por otro lado, nos dice que la personalidad se origina por
un conflicto entre los impulsos biológicos agresivos, la búsqueda de placer y las
limitaciones sociales. Dicho modelo, separa nuestro aparato psíquico en tres instancias:
el Ello, el Yo y el Superyó, que poseen funciones diferentes, pero juntos forman la
estructura de la personalidad. El Ello hace referencia a la parte más primitiva y profunda
de la mente, que tiene como objetivo satisfacer pulsaciones básicas naturales como el
hambre, la sed y la sexualidad; este elemento nos acompaña desde que nacemos, y es el
enlace entre lo somático y lo mental. El Superyó es el elemento que comprende los
valores morales y las ideas éticas de cada individuo; según Freud, este elemento no nos
acompaña desde que nacemos, sino que lo aprendemos de la interiorización de las
normas sociales. El Yo es considerado una estructura que equilibra los deseos del Ello y
del Superyo, manejándose a través del Principio de Realidad; trabaja además con los
mecanismos de defensa. El conflicto entre el Ello y el Superyo es un dilema de lo “que
quiero hacer” y lo que “no debo hacer”, que puede ocasionar la ansiedad moral, la cual
solo podrá ser controlada por la intervención del Yo.

REFERENCIAS:
La teoría de la personalidad de Sigmund Freud. (2017, 27 octubre).

https://misionescuatro.com/espectaculos/la-teoria-la-personalidad-sigmund-

freud/

Martínez, A. (2017, 25 enero). Modelo Genético de FREUD: Los estadios

psicosexuales. https://www.psycospirity.com/2017/01/modelo-genetico-de-

freud-los-estadios.html#:~:text=En%20el%20modelo%20gen%C3%A9tico%2C

%20Freud,fisiol%C3%B3gica%20y%20otra%20vertiente%20ps

%C3%ADquica.

Torres, A. (s. f.). La teoría de la personalidad de Sigmund Freud.

https://psicologiaymente.com/personalidad/teoria-personalidad-sigmund-freud

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