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LA FELICIDAD COMO NECESIDAD PERSONAL Y SOCIAL PARA LA SATISFACCIÓN DE LA

EXISTENCIA DEL INDIVIDUO.

Este texto pretende enmarcar una fórmula que brinde a sus lectores una idea de los elementos necesarios para
lograr ser felices. Sin embargo, antes de presentar tales elementos es necesario delimitar el concepto de felicidad.
Esto, con el fin de generar un objetivo claro sobre su significado y garantizar (en cierta medida) que siguiendo
las recomendaciones que aquí se presentan se alcanzará un resultado satisfactorio:

Así pues, lo consecuente es resolver el siguiente interrogante ¿Qué es la felicidad? Según Michael Argyle (1987)
en su libro La psicología de la felicidad se debe entender felicidad como una reflexión sobre la satisfacción ante
la vida o como la frecuencia e intensidad de emociones positivas (alegría, jubilo, etc.) (Pág. 10). Desde esta
perspectiva la felicidad significa la experiencia desde las emociones positivas de las diferentes vivencias que
percibe el individuo, lo cual termina derivando en satisfacción sobre su existencia, al menos de manera
espontánea, aunque transitoria. No obstante, Raquel Palomera (2009) menciona que felicidad es el balance de las
emociones positivas sobre las negativas, en sus propias palabras expone:

“¿eres feliz? Si tu respuesta ha sido afirmativa, significa que experimentas con frecuencia emociones
positivas, como alegría, interés, confianza u orgullo, y menos frecuentemente emociones negativas, como
tristeza, enfado o miedo (...) la felicidad se refiere a la experiencia de emociones positivas en un gran
porcentaje de tiempo, respecto a la cantidad de tiempo en que sentimos emociones negativas” (pág. 248)

Teniendo en cuenta el significado de felicidad, alcanzarla es un objetivo de todos los individuos. El presente texto
propone que para conseguirla se necesitan los siguientes elementos: Bienestar económico, aceptación y
adaptación de la realidad, interés por el colectivo y apreciar los detalles de la vida. Para efectos del análisis es
necesario exponer cada uno de estos conceptos, lo cual se hará a continuación:

Bienestar económico:

Este elemento es importante en razón a que la insatisfacción de las necesidades básicas son una causa directa de
infelicidad. Por lo tanto, con el bienestar económico se supliría la satisfacción de las necesidades básicas, las
cuales son el primer requisito para generar emociones positivas en los individuos y, así llegar a la felicidad. Según
Maslow A. (1975) en su libro Motivación y personalidad, se aborda la satisfacción de las necesidades y las
motivaciones ligadas a ellas como un impulso o dinamismo que conduce a los individuos a desarrollar su
personalidad, en los diversos ámbitos de la vida.

La insatisfacción de las necesidades trae consecuencias negativas para la persona, pues genera estados de
frustración y egoísmo; y si la persona no supera esta etapa difícilmente podrá pasar a la etapa siguiente; su
desarrollo se estanca en esa etapa que no pudo superar. Por eso, hacer referencia al bienestar económico es
fundamental para impedir la frustración y el egoísmo que trae la insatisfacción de las necesidades básicas, las
cuales solo son viables en el mundo actual obtenerlas si hay una estabilidad financiera que permita su adquisición.

Aceptación y adaptación de la realidad:

Este elemento es importante en razón a la imperfección de la realidad, la cual se afecta a través del tiempo por
una infinidad de variables que no pueden ser controladas por el individuo que las padece. Por lo tanto, ante la
imposibilidad de controlar ciertos aspectos de la vida, lo procedente es que las personas afronten las diferentes
vicisitudes con el interés de encontrar en ellas emociones positivas que reivindiquen el malestar que muchas
circunstancias generan. Con este elemento se refuerza la felicidad en el individuo haciendo de él un escudo en
contra de aspectos negativos.

Tal noción ha sido respaldada por pensadores que reconocen esta lógica, por ejemplo, Reinhold Niebuhr, el gran
teólogo y politólogo estadounidense de inicios del siglo XX, el cual escribió la oración de la serenidad, esta reza:
“Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las cosas que
puedo cambiar y la sabiduría para conocer la diferencia; viviendo un día a la vez, disfrutando un momento a la
vez”. Este fragmento permite reconocer la importancia de aceptar la vida tal cual como se presente y, aprender a
reconocer las cuestiones que son responsabilidades propias del individuo y, diferenciarlas de las externalidades
que no responden a ningún estímulo para lograr variarlas.

Interés por el colectivo:

Este elemento es importante en razón a la necesidad del ser humano por ser un eslabón fundamental en la cadena
del desarrollo social, es decir, es necesario que el individuo esté al servicio de los demás, ya que sin esa lógica la
sociedad no se desenvolvería. Esto permite, por un lado, que los individuos sean felices al ayudar al colectivo y,
por otro, que el colectivo experimente felicidad al ver como sus integrantes promueven la felicidad entre sí. Lo
anteriormente expuesto va en línea con los mencionado por Gonzales (2003) al analizar lo dilucidado por Layard
en textos anteriores:

“Es evidente el gusto de Layard por una sociedad que actúe con sentido de justicia. Se deduce de sus
ideas la necesidad de cambiar paradigmas en la sociedad actual, ya que afirma que el comportamiento
justo y el compromiso pueden llevar a la sociedad a una situación benéfica para un número cada vez
mayor. Concluye Layard en grueso, que para lograr el objetivo de la felicidad colectiva se debe empezar
por cuestionar las bondades del egoísmo; desde su punto de vista, ésta es una meta alcanzable, ya que la
existencia de la conciencia moral permite preocuparse por la felicidad ajena” (González, 2003, pág. 110).
Apreciar los detalles de la vida:

Este elemento es importante, ya que en él se enmarca el interés del individuo, en primer lugar, por buscar
diferentes experiencias que generen en él la satisfacción; en segundo lugar, de apreciar lo obtenido bajo una
lógica de reflexión y contemplación que plasme en el mismo un genuino sentir de felicidad. Esto se debe hacer
en la medida de las posibilidades y articulados con los elementos anteriormente expuestos, tal como lo menciona
Punset, E (2010) en su libro la fórmula de la felicidad:

“Es necesario dedicar más recursos al mantenimiento y menos a la inversión. (...) Su aplicación a la vida
cotidiana requiere un cambio de estrategia psicológica que consiste en incorporar el gusto característico
del resto de los animales por el detalle, renunciando en parte a la querencia humana por la idea o el
conjunto de la obra. El peor reproche que se hacen los humanos entre sí es que «el árbol no le deja ver el
bosque». Pues ¡qué suerte!, porque sin ver el árbol no se pueden activar las conductas tendentes al
mantenimiento” (Pág.142).

Así entonces, dilucidar en partículas la composición de los aspectos positivos de la vida permiten entender la
felicidad de una manera mucho más consciente y apreciativa..

En conclusión, con el fin de recomponer los elementos anteriormente expuesto, se debe mencionar que, por un
lado, el bienestar económico nos permite satisfacer la primera cuota de la felicidad, la cual es la suplementación
de las necesidades básicas. Sin embargo, es necesario entender que muchas veces, tanto en el aspecto económico
como en las diferentes variables que afectan la vida, la aceptación y la adaptación de la realidad es útil para que
la felicidad no se sobresalte por más vicisitudes que se presenten. Ahora bien, por otro lado, la felicidad debe
cumplir con la satisfacción de dos esferas, una externa y otra interna. En cuanto a la externa, se debe procurar
que los individuos se interesen por el colectivo, ya que de esa manera se pueden hacer mejoras en el contexto
vivencial en el que se desarrolla cada persona. Respecto a la esfera interna, es necesario que los individuos
aprecien los detalles del diario vivir, ya que de esa manera encontrarán un motivo para estar alegres y poco a
poco ser felices con los pequeños detalles que da la vida.

Finalmente, debo expresar mis agradecimientos al curso La ciencia de la felicidad de la Universidad de los
Andes, ya que las dilucidaciones expuestas anteriormente es un producto de la conciencia que este curso género
en mí, porque con él entendí las variables y las constantes implicadas en la vida y, las cuales afectan mi felicidad.
Con este curso comprendo que no es difícil ser feliz, es solo necesario estudiarse a uno mismo y entender la
realidad en la que vivimos, de esa manera sabremos cómo generar emociones positivas que nos llevaran a la
felicidad.
Bibliografía:

Argyle, M. (1987). La Psicología de la Felicidad. Cap. 1. ¿En qué medida son felices las personas? (pp. 9-26)

González, Jorge I. 2003. "El Utilitarismo de Bentham" En Economía y Ética. Primera edición. Universidad
Externado de Colombia, 71-120. Bogotá.

Layard, R. (2003). Cap. 5. Entonces ¿Qué nos hace felices? Cap. 8. La máxima felicidad ¿es nuestra meta?
(pp.117-130)

Maslow, A. (1975), Motivación y Personalidad, Sagitario, Barcelona.

Palomera, R. (2009). ¿Qué es la felicidad? (pp. 247-252)

Punset, E. (2010). Cap. 8. La fórmula de la felicidad. (págs. 134- 148)

Reinhold Niebuhr (s.f.). La Oración de la serenidad. Estados Unidos

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