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Introducción:

A lo largo de la historia el hombre ha llegado a pensar en la felicidad en diferentes


aspectos, como estado de plenidad, religión-católico, moral, entre otras perspectivas
más. Llegando a la premisa de que la felicidad es cambiante y efímera, por tanto, se
puede ver de múltiples formas desde diversos contextos.

El tema es más intricado de lo que parece a simple vista, porque la idea de felicidad la
relacionamos siempre con una sensación que también es un estado, y explicar
sensaciones es algo complejo, porque las sensaciones, esencialmente, “se sienten”,
dicho de otra manera: se experimentan.

Algunas personas pueden encontrar su felicidad en estar en una relación romántica.


Otros pueden encontrar su felicidad en la riqueza y la fama. Mientras que otros son
felices simplemente porque se sienten sanos y vivos. Creo que le damos a la felicidad
valores diferentes en diferentes etapas de nuestras vidas. Después de todo, incluso
sucede que la misma persona hoy en día para ser feliz lucha por el amor y la familia,
mientras que mañana lo único que le preocupa es dinero y carrera, y después de un
tiempo, todo lo que necesita está intacto.

Los grandes filósofos y pensadores han relatado acerca de lo que realmente significa,
plasmando su visión en base a vivencias, valores y sistemas éticos o morales propios. El
mayor énfasis se ubica en los goces corporales o incluso hedonista, o de lo contrario, en
la importancia del autocontrol y el sacrificio.

Todos determinan el significado de la felicidad de manera diferente, y esta es la única


receta universal para ser felices.

¿Es la felicidad algo alcanzable o es una búsqueda imposible?


Desarrollo:

Para una gran parte de las personas, la felicidad es un activo material, una vida segura.
A pesar del significado que esa persona incluye, la felicidad no ocurre por accidente:
siempre tiene que ser creada, debe ser descubierta, producida y construida desde cero.
Y esto solo se puede lograr al decidir ser feliz. La gente debe tener un principio para ser
feliz sin importar lo difícil que les esperan los acontecimientos futuros.

Quizás la cualidad más importante que todo el mundo necesita para desarrollarse en su
camino hacia la felicidad es tener gratitud. Este es otro enfoque que usan las personas
de todas las culturas para cultivar la felicidad.

La felicidad no se reduce al bienestar afectivo de un individuo. El hombre debe


reflexionar para fomentar su vida a base de valores, sin desatenderse de la libertad, ni
su responsabilidad ante su compromiso voluntario en su acción.

Ser feliz supone que el hombre puede ser lo suficientemente capaz de lograr un
equilibrio que supere sus obstáculos, contradicciones y sus conflictos. Si este individuo
quiere ser feliz, no debe olvidar que la felicidad es resultado de una conquista ante uno
mismo y sobre el mundo que lo rodea.

La felicidad está ligada al tiempo; Exige estabilidad y continuidad. Pensar que la felicidad
puede llegar a acabarse es vaciar el momento feliz que experimentamos, con la angustia
de que cesará. Es ahí donde podemos encontrar esa distinción y diferencia entre la
felicidad y el placer.

La felicidad no es placer, ya que este último indica la satisfacción momentánea de una


tendencia en particular, limitado, superficial y efímera. La felicidad es, por lo contrario,
la tonalidad global de toda una vida, aunque sea por cierto periodo de tiempo, ya que
la felicidad no es eterna. Contrastamos la felicidad pasada con las desgracias presentes,
y nuestro pasado.

Es fácil enumerar las condiciones generales de la felicidad: buena salud, amor, libertad,
comodidad económica, etc. Aunque estas condiciones son más o menos indispensables,
se pueden presentar todas sin que seamos felices; es decir, al intentar definir lo que sea
felicidad estas condiciones son necesarias, pero no suficientes. Es obvio que estas
condiciones generales son necesarias. Si un hombre vive en la miseria física y moral, si
su libertad y su dignidad de ser humano no son más que palabras, resulta hasta
indecente hablar de felicidad. Pero, la felicidad está siempre más allá de estas
condiciones generales, por ello, no son suficientes.
La felicidad está ligada a una apreciación personal, una apreciación subjetiva que varía
según la condición social, el grado de cultura, la edad, etc., y ésta es la razón por la cual
ella puede ser objeto de discusión. Decir que nuestra idea de felicidad tiene un elemento
subjetivo no implica que cada uno de nosotros invente su ideal de felicidad: este ideal
se construye según las formas y los criterios que son suministrados por la cultura y la
sociedad: la concepción de la felicidad varía según la época y el tipo de sociedad.

Buscar la felicidad en un mundo tan trastornado por las injusticias y los dramas puede
parecer egoísta. Nuestra propia felicidad está ligada a la búsqueda de la felicidad de los
demás. Esta búsqueda nos ayuda a vivir.

El hombre es un ser limitado en su potencia, condenado al fracaso, a la duda y a la


insatisfacción. El hombre necesita al otro, pero éste se escurre. La mayoría de estos
temas clásicos han sido retomados por los moralistas cristianos, para subrayar la miseria
del hombre caído: aunque el hombre puede buscar el olvido de su miseria en la
diversión, no podrá encontrar la felicidad sino en la salvación.

La búsqueda del buen vivir, de la alegría, es uno de los rasgos fundamentales del ocio.
Se le debe permitir al hombre defenderse contra las agresiones de la vida moderna,
realizar todas las potencialidades de su personalidad, recuperar un ritmo biológico más
normal, liberar su poder creativo y salirse de las rutinas para recuperar el placer del
esfuerzo libremente escogido. Los viajes están cronometrados y racionalizados para
evitar cualquier imprevisto. Los sitios de moda están señalados, recomendados,
impuestos y se vuelven concentracionarios, bullosos, artificiales y el círculo se cierra.
¿Quiere decir que debemos condenar el ocio y negárselo al hombre? Claro que no. Pero
es preciso reconocer que este nuevo producto de consumo nos deja también
insatisfechos. Tiende a difundir un modo de vida uniformizado. Con todo, existen
contradicciones internas en esta noción de una felicidad fabricada sobre medidas. Al
proyectar sus más íntimas aspiraciones sobre unas imágenes exteriores que jamás podrá
encarnar y que están, ellas también, sometidas a continuos cambios, el hombre se
despersonaliza poco a poco.
El saber es la verdadera felicidad y no lo material. Mientras nos entendamos y sepamos
todo sobre nosotros y los demás seremos plenamente felices toda nuestra vida. ¿Cuál
es la finalidad del hombre? ¿Cuál es la razón por la cual existimos? Aristóteles nos dice:
Nuestra finalidad y para lo que vivimos es para ser felices. Y ¿cómo alcanzamos esa
felicidad? Desarrollando nuestra excelencia, nuestros valores y virtudes.
Conclusiones:

La vida está llena de alegrías, tristeza, llanto, risas, depresión, odio y amor. Tal vez
alguien alcanza su felicidad cuando aprende a aceptarse a sí mismo tal y como es,
cuando se siente satisfecho de todo lo que tiene, cuando aprovecha su salud física y
mental y cuando sabe tanto ganar como perder. Y ¿cuál es la virtud del hombre? La
virtud del hombre es pensar. La felicidad se alcanza dominando atreves de nuestro
pensamiento los instintos naturales, encontrando un equilibrio entre las cosas. Epicuro
en el hedonismo nos habla de evitar el dolor y buscar el placer, el dolor se nos presenta
en aquellas cosas en las cuales tenemos dependencia y tenemos miedo a perder.
Liberándonos de ese dolor es como podemos ser felices, debemos entender, nada es
para siempre.

Teniendo en consideración todos estos enfoques, queda en claro que la única forma de
alcanzar la felicidad es mediante el seguimiento de determinadas conductas, las cuales
permitirán aumentar la percepción de emociones positivas. Se debe disfrutar el
presente y valorar el pasado, ver con esperanza el futuro, y siempre dedicar tiempo para
actividades placenteras, interesantes y altruistas.

Como bien lo advirtiera Kant, no es posible pensar en la felicidad de manera egoísta.


Nuestro destino individual está ligado al de la humanidad entera. La felicidad de unos
no puede edificarse sobre la desdicha y la explotación de otros: la justicia social es
necesaria. Si mi existencia está siempre amenazada, si siempre tengo hambre o si debo
trabajar sin parar para ganar apenas lo que me permite subsistir, si el miedo y la
preocupación nunca me abandonan, es obvio que no puedo avanzar en la búsqueda de
la felicidad.
La técnica sirve para nuestras necesidades; tan pronto como nuestros deseos aumentan
(deseos que a menudo no son ni naturales ni necesarios) exigen para su satisfacción una
cooperación mayor entre los hombres. Pero esta cooperación es a menudo buscada con
fines egoístas. Esta unión entre todos los hombres, que nace irresistiblemente de los
progresos de la técnica, caracteriza la civilización industrial, corresponde a nuestra
codicia insaciable y tiene su principio en el egoísmo.
Para satisfacer nuestros deseos superfluos, dependemos de nuestros semejantes. Mas
esta dependencia, lejos de inclinarnos hacia la benevolencia y la solidaridad, exacerba
nuestras pasiones, nos precipita hacia feroces rivalidades y nos encadena a nuestras
pasiones. La sociedad da nuevas fuerzas al que ya tiene demasiado, mientras que el
débil, perdido, ahogado y aplastado en y por la multitud no encuentra ningún refugio,
ninguna ayuda y finalmente perece víctima de esta unión engañosa de la que esperaba
su propia felicidad.
¿Qué es la felicidad entonces? Nadie puede definir realmente la felicidad. La felicidad
puede ser la búsqueda del hombre para poder resolver sus propias limitaciones. La
felicidad es comenzar a aceptar, no podemos hacer y tener todo. Tal vez la felicidad trate
solo de saber quiénes somos y de entender que esta búsqueda del verdadero significado
de la felicidad puede no existir.

Bibliografía:
https://www.aboutespanol.com/que-es-la-felicidad-1283702

http://purafelicidad.org/felicidad/filosofia/

https://lamenteesmaravillosa.com/definen-la-felicidad-5-filosofos-famosos/

https://www.pnliafi.com.ar/que-es-la-felicidad-definicion/

https://www.significados.com/felicidad/

https://www.elpradopsicologos.es/blog/que-es-felicidad-definicion/

https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2016-07-04/secreto-felicidad-filosofos-
nietzsche-kant-aristoteles_1226385/

https://refugiodelalma.com/que-es-la-felicidad.html

https://www.pedroamador.com/que-es-la-felicidad

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