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Hakim Bey Bibliografia
Hakim Bey Bibliografia
(Hakim Bey)
COMUNICADOS DE LA ASOCIACION DE LA ANARQUIA ONTOLOGICA
Hakim Bey
Comunicado nº; 1 (primavera 1986):
i. Consignas y lemas para graffiti en el metro y demás propósitos
ii. Algunas ideas poéticoterroristas que aún languidecen tristemente en el reino del “arte
conceptual”
Comunicado nº; 2: El bolo memorial kallikak y ashram del caos: una propuesta
Comunicado nº; 3: Número de haymarket
Comunicado nº; 4: El fin del mundo
Comunicado nº; 5: “el sadomasoquismo intelectual es el fascismo de los ochenta; la vanguardia
come mierda y le gusta”
Comunicado nº; 6:
i. Apocalipsis de salón: “teatro secreto”
ii. Asesinatoguerrahambrecodicia
Comunicado nº; 7: paleolitismo psíquico y alta tecnología: una toma de posición
Comunicado nº;8: la teoría del caos y la familia nuclear
Comunicado nº;9: doble inmersión catilinaria
Cristianismo
AbortistasAntiabortistas
Comunicado nº;10: la sesión plenaria publica nuevas denuncias se esperan purgas
Comunicado nº;11: arenga de las fiestas número especial sobre la alimentación:¡;abajo lo light!
Comunicado especial de halloween: la magia negra como acción revolucionaria
Comunicado especial: la AAO anuncia purgas en el movimiento del caos
Anarquia postanarquismo
Corona negra y rosa negra: anarcomonarquía y anarcomisticismo
Instrucciones del kali yuga
Contra la reproduccion de la muerte
Sonora denuncia del surrealismo
Por un congreso de religiones raras
La tierra hueca
Nietzche y los Derviches
Resolucion para los 90:¡¡¡;boicot a la cultura policial!!
COMUNICADO Nº; 1 (PRIMAVERA 1986)
I. Consignas y lemas para graffiti en el metro y demás propósitos
COSMOPOLITISMO SIN RAICES
TERRORISMO POETICO
(para garabatear o estampar sobre anuncios)
ESTOS SON TUS VERDADEROS DESEOS
MARXISMO STIRNERISMO
HUELGA EN FAVOR DE LA INDOLENCIA Y LA BELLEZA ESPIRITUAL
LOS NIÑOS TIENEN LOS PIES BONITOS
LAS CADENAS DE LA LEY SE HAN ROTO
PORNOGRAFIA TANTRICA
ARISTOCRATISMO RADICAL
GUERRILLAS URBANAS DE LIBERACION INFANTIL
FANATICOS CHIITAS IMAGINARIOS
BOLO’BOLO
SIONISMO GAY (SODOMA PARA LOS SODOMITAS)
UTOPIAS PIRATAS
CAOS NUNCA MURIO
Algunas de éstas son consignas “sinceras” de la AAO otras sólo tienen la intención de suscitar la
aprensión y el recelo público pero no estamos seguros de cuál es cuál. Gracias a Stalin, anónimo,
Bob Black, Pir Hassan (que a su mención sea la paz), F. Nietzche, Hank Purcell Jr., “P.M.”, y al
Hermano Jehad al Salah del Templo Moro de Dagon.
II. Algunas ideas poéticoterroristas que aún languidecen tristemente en el reino del “arte
conceptual”
1. Entra en el área de servicio informatizado de atención al cliente del Citybank o Banesto en una
hora punta, cágate en el suelo y vete.
2. Chicago primero de mayo del 86: organiza una procesión religiosa por los “Mártires” de
Haymarket; enormes pancartas con retratos sentimentales, adornadas con guirnaldas de flores
ondeando oropel y encajes, transportadas por penitentes en túnicas con capucha negra estilo
KKKofradiero; amanerados acólitos farisaicos de TV con incienso y agua bendita salpican a las
turbas; anarquistas con la cara tiznada de ceniza se azotan con pequeños flagelos y látigos; un
“Papa” en túnica negra bendice unos pequeños ataúdes simbólicos transportados con reverencia al
cementerio por punkis sollozantes. Tal espectáculo ha de ofender a casi todo el mundo.
3. Pega por lugares públicos una fotocopia volante, foto de un bello muchacho de doce años,
desnudo y masturbándose, claramente intitulada: LA CARA DE DIOS.
4. Envía anónimamente por correo exquisitas y elaboradas “bendiciones” mágicas a gente o grupos
de tu consideración, ya sea por su política o espiritualidad o por su belleza física, éxito en el crimen,
etc. Sigue el mismo procedimiento general esbozado abajo en la sección 5, pero utiliza la estética
apropiada de buena suerte, felicidad o amor.
5. Invoca una terrible maldición sobre una institución maligna, tal como El País o el Hilo Musical.
Una táctica adoptada de los brujos malayos: envía a la empresa un paquete que contenga una
botella, taponada y sellada con cera negra. Dentro: insectos muertos, escorpiones, lagartos o
similares; una bolsa que contenga tierra de tumba (”grisgris” en la terminología vudú americana)
además de otras substancias nocivas; un huevo acribillado de clavos de hierro y alfileres; un
pergamino con un emblema dibujado
(Este yantra o veve invoca al Djinn Negro, la sombra oscura del yo. Información detallada
disponible en la AAO) Una nota adjunta explica que el conjuro se manda contra la institución y no
contra los individuos; pero a menos que la propia institución deje de ser maligna, la maldición
(como un espejo) empezará a infectar la sede de mala suerte, de una miasma de negatividad.
Prepara una “nota de prensa” explicando la maldición y reivindicándola en nombre de la Sociedad
General de Autores. Envía copias de este texto a todos los empleados de la institución y a medios de
comunicación seleccionados. La noche antes de que estas misivas lleguen, pega fotocopias del
emblema del Djinn Negro por toda la sede de la institución, donde puedan ser vistos por los
empleados que lleguen a trabajar la mañana siguiente.
(Gracias a Abu Jehad una vez más, y a Sri Anamananda moro castellano de la torre meteorológica
de Belvedere y demás camaradas de la Zona Autónoma de Central Park y del Templo de Brooklyn
Número 1)
COMUNICADO Nº; 2
El Bolo Memorial Kallikak y
Ashram del Caos: una propuesta
CULTIVAR UNA OBSESION POR las caravanas aerodinámicas esos clásicos dirigibles en
miniatura sobre ruedas y también por los Pine Barrens de Nueva Jersey, inmensas tierras campas
perdidas de cañadas arenosas y pinos de brea, pantanos de arándanos y pueblos fantasma, población
de unos 14 por milla cuadrada, pistas de tierra invadidas por la fronda, cabañas de espinazo roto y
oxidados hogares móviles aislados con sus coches quemados en el porche tierra de los míticos
Kallikaks; las “familias de los pinos” estudiadas por los eugenesistas en los años veinte para
justificar la esterilización de los pobres rurales. Algunos Kallikaks se casaron bien, y tributaron
agradecimientos burgueses a los buenos genes; otros sin embargo nunca tuvieron un verdadero
empleo sino vivieron de los bosques incesto, sodomía, deficiencias mentales en abundancia fotos
retocadas para darles un aspecto adusto y alelado; descendientes de indios vagabundos, mercenarios
hesienses, contrabandistas de ron, desertores degenerados lovecraftianos ya que se piensa los
Kallikaks bien pueden haber producido caotes clandestinos, precursores radicales sexuales, profetas
del trabajo cero. Como otros paisajes monótonos (desierto, mar, pantano), los Barrens parecen
infundidos de potencial erótico; no vril u orgón tanto como un lánguido desorden, casi una putería
de la naturaleza, como si la tierra y el agua mismas estuvieran compuestas de carne sexual, de
membranas, de esponjoso tejido eréctil. Aquí es donde queremos ocupar, quizás en un refugio
abandonado de caza/pesca con una vieja estufa de leña y letrina; o en las ruinosas cabañas de
vacaciones de alguna carretera comarcal en desuso; o bien en un claro donde aparquemos dos o tres
aerodinámicas escondidas entre los pinos cerca de una cañada o poza para bañarse. ¿Qué tal se lo
hicieron los Kallikaks? Vamos a enterarnos en alguna parte unos muchachos sueñan que los
extraterrestres vendrán a rescatarlos de sus familias, quizás vaporizando a sus padres con un rayo
alienígena de paso. Qué cosas. Trama de secuestros de los Piratas Espaciales desarticulada.
“Alienígena” desenmascarado como fanático chiíta poeta maricón. OVNI avistado sobre los Pine
Barrens. “Los muchachos perdidos dejarán la tierra”, declara el así llamado Profeta del Caos Hakim
Bey
muchachos fugitivos, confusión y desorden, éxtasis e indolencia, chapuzones en cueros la infancia
como insurrección permanente colecciones de ranas, caracoles, hojas meando a la luna 11, 12, 13
años; lo suficientemente mayores para arrebatar el control de la propia historia a los padres, la
escuela, el INEM, la TV. Vente a vivir con nosotros a los Barrens; cultivaremos una variedad local
de cáñamo sin semilla para financiar nuestros lujos y contemplaciones de la alquimia del verano, y
aparte no producir nada sino artefactos de terrorismo poético y mementos de nuestros placeres
ir a dar vueltas sin destino en la vieja camioneta, pescando y recolectando, tumbándonos por ahí en
la sombra a comer uvas y a leer tebeos; ésta es nuestra economía. El modo de las cosas cuando se
desencadenan de la Ley, cada molécula una orquídea, cada átomo una perla para la conciencia
atenta éste es nuestro culto. La aerodinámica tapizada de alfombras persas, el césped pletórico de
mala hierba satisfecha la casa del árbol se convierte en una nave espacial de madera en la desnudez
de julio y la medianoche, medio abierta a las estrellas, cálida con sudor epicúreo, agitada y después
encalmada por la respiración de los pinos.
(Querido Bolo Log: tú pediste una utopía práctica y factible; aquí la tienes, no una mera fantasía
post holocausto, ni castillos en la Luna o en Júpiter; un esquema que podríamos poner en marcha
mañana mismo; exceptuando que cada uno de sus aspectos rompe alguna ley, revela algún tabú
absoluto en la sociedad americana, amenaza el tejido mismo de etc., etc. Mala suerte. Estos son
nuestros verdaderos deseos, y para colmarlos hemos de contemplar no sólo una vida de puro arte
sino también de puro crimen, pura insurrección. Amen.)
(Gracias al Grim Reaper y a otros miembros del Templo Si Fan de Providence para YALU, GANO,
SILA e ideas)
COMUNICADO Nº; 3
Número de Haymarket
“SOLO NECESITO MENCIONAR de pasada que hay un curioso retorno de la tradición del pez
gato en la serie popular de películas de Godzilla que aparecieron después de que el caos nuclear se
desatara sobre Japón. De hecho, los detalles simbólicos en la evolución de la tradición fílmica se
corresponden de manera sorprendente con los temas mitológicos y folklóricos japoneses y chinos
del combate con una ambivalente criatura del caos (algunas de las películas, como Mothra,
recuerdan directamente los antiguos motivos del huevo/calabaza/capullo cósmico) que suele
terminar domesticado, después de la ruptura del orden de la civilización, gracias a la intervención
especial e indirecta de los niños”.
Girardot, Myth & Meaning in Early Taoism: The Theme of Chaos (hunt’un)
En algún viejo Templo de la Ciencia Mora (en Chicago o Baltimore) un amigo afirmaba haber visto
un altar secreto sobre el que descansaban un par de revólveres a juego (en un maletín forrado de
terciopelo) y un fez negro. Supuestamente la iniciación al círculo interior exigía al moro neófito
asesinar al menos a un policía. /// ¿Qué pasa con Louis Lingg? ¿Fue un precursor del anarquismo
ontológico? “Os desprecio” uno no puede sino admirar tales sentimientos. Pero el hombre se
dinamitó a los 22 años para escapar de la horca… éste no es exactamente nuestro camino elegido. A
la IDEA de la POLICIA le crecen como a una hidra 100 cabezas por cada una cortada; y todas ellas
son policías en directo. Con cortar cabezas no ganamos nada, tan sólo incrementar el poder de la
bestia hasta tragarnos. /// Primero mata la IDEA vuela el monumento en nuestro interior y luego
quizás… el equilibrio de poder cambie. Cuando el último policía de nuestro cerebro sea abatido por
el último deseo irrealizado, quizás incluso el paisaje a nuestro alrededor empiece a cambiar…/// El
terrorismo poético propone este sabotaje de arquetipos como la única táctica insurgente factible en
el presente. Pero como extremistas chiítas deseosos de derrocar (por cualquier medio) a toda
policía, ayatollahs, banqueros, ejecutores, sacerdotes, etc., nos reservamos la opción de venerar
incluso los “fracasos” del exceso radical. /// Unos cuantos días desencadenados del Imperio de las
Mentiras bien pueden merecer un sacrificio considerable; un momento de realización exaltada
puede pesar más que toda una vida de aburrimiento y trabajo microcefálico. /// Pero hemos de hacer
nuestro este momento y nuestra propiedad sobre él esta seriamente comprometida si hemos de
cometer un suicidio para preservar su integridad. Así mezclamos nuestra veneración con la ironía;
no es el martirio mismo lo que proponemos, sino el valor del dinamitero, la autoposesión de un
monstruo del caos, la consumación de placeres criminales e ilegales.
COMUNICADO Nº; 4
El Fin del Mundo
LA AAO SE DECLARA oficialmente aburrida del Fin del Mundo. Su versión canónica viene
siendo utilizada desde 1945 para mantenernos encogidos de miedo a la Mutua de la Destrucción
Asegurada y en gimoteante servidumbre a nuestros políticos superhéroe (los únicos capaces de
manejar la mortífera kriptonita verde)…
Qué significa haber inventado una forma de destruir toda la vida en la tierra? Poca cosa. Hemos
soñado esto como un escape de la contemplación de nuestras propias muertes individuales. Hemos
creado un emblema para que sirva de reflejo especular a una inmortalidad descartada. Como
dictadores dementes nos embriagamos con el pensamiento de llevárnoslo todo con nosotros al
Abismo.
La versión extraoficial del Apocalipsis implica una lasciva añoranza del fin, y de un edén post
holocausto donde los Survivalistas (o los 144,000 Elegidos del Apocalipsis) puedan permitirse
orgías de Histeria Dualista, interminables confrontaciones finales con un mal seductor…
Hemos visto el fantasma de René Guenon, cadavérico y tocado con un fez (como Boris Karloff en
el papel de Ardis Bey en La momia) conduciendo una funérea banda no wave de ruido industrial
con estentóreos cantos zumbones de mosca para los muertos de la Cultura y el Cosmos: el
fetichismo elitista de patéticos nihilistas, la autorepulsión gnóstica de los intelectualoides “post
sexuales”.
¿;Acaso no son estas terribles baladas simples reflejos de todas las mentiras y tópicos sobre el
Progreso y el Futuro, retransmitidas desde cada altavoz, zapeadas como ondas cerebrales paranoicas
desde cada libro de texto y TV del mundo del consenso? La tanatosis de los Milenaristas a la Ultima
supura como podre desde la falsa salud de los Paraísos de Consumidores y Trabajadores.
Cualquiera que sea capaz de leer historia con los dos hemisferios del cerebro sabe que un mundo se
acaba a cada instante las olas del tiempo sólo dejan al retirarse secos recuerdos de un pasado
cerrado y petrificado memoria imperfecta, ya moribunda y otoñal. Y cada instante ve nacer
también un mundo a pesar de las confutaciones de filósofos y científicos cuyos cuerpos se han
vuelto insensibles un presente en el que todas las imposibilidades se han renovado, donde la culpa
y la premonición se desvanecen en presencia de un hologramático gesto psicomántrico.
El pasado “normativo” o la futura muerte calórica del universo significan tan poco para nosotros
como el PIB del año pasado o la disolución del Estado. Todos los ideales pasados, todos los futuros
que aún no han pasado, simplemente obstruyen nuestra conciencia de presencia vívida total.
Ciertas sectas creen que el mundo (o “un” mundo) ya ha llegado a su fin. Para los Testigos de
Jehová ocurrió en 1914 (sí amigos, ahora estamos viviendo en el Libro del Apocalipsis). Para
ciertos ocultistas orientales, ocurrió durante la Gran Conjunción de los Planetas en 1962. Joaquín de
Fiore proclamó la Tercera Era, la del Espíritu Santo, que reemplazaba a las del Padre y el Hijo.
Hassan II de Alamut proclamó la Gran Resurrección, la inmanentización del escatón, el paraíso en
la tierra. El tiempo profano se acabó en algún momento de la alta edad media. Desde entonces
hemos estado viviendo en tiempo angélico; sólo que la mayoría de nosotros no lo sabe.
O adoptar una posición monista aún más radical: el tiempo nunca empezó en absoluto. Caos nunca
murió. El Imperio jamás se fundó. Ni ahora ni nunca hemos sido esclavos del pasado o rehenes del
futuro.
Sugerimos que el Fin del Mundo sea declarado un fait accompli; la fecha exacta no importa. Los
Ranters en 1650 sabían que el Milenio sobreviene ya en cada alma que despierta a sí misma, a su
propia centralidad y divinidad. “Alégrate, criatura compañera”, era su saludo.;Todo es nuestro!”
No quiero parte en ningún otro Fin del Mundo. Un muchacho me sonríe en la calle. Un cuervo
negro se sienta en un árbol de magnolia rosa, graznando mientras el orgón se acumula y descarga en
un microsegundo sobre la ciudad… empieza el verano. Puedo ser tu amante… pero escupo en tu
Milenio.
COMUNICADO Nº ; 5
“El sadomasoquismo intelectual es el fascismo de los ochenta; La vanguardia come mierda y le
gusta”
;CAMARADAS!
Cierta confusión sobre el “Caos” ha plagado recientemente la AAO desde ciertos cuarteles
revanchistas, forzándonos (a nosotros que despreciamos la polémica) a conceder una sesión plenaria
dedicada a la denuncia excatedra, portentosa como el infierno; nuestras caras arden rojas de
retórica, los salivajos vuelan de nuestros labios, las venas del cuello se hinchan con fervor de
púlpito. Finalmente hemos de condescender a agitar pancartas con furibundas consignas (y
tipografía de los años 30) para declarar lo que la anarquía ontológica no es.
Recuerda, sólo en la física clásica tiene el caos algo que ver con la entropía, con la muerte térmica o
la degradación. En nuestra física (teoría del caos), el caos se identifica con el tao, más allá del yin
como entropía y del yang como energía, es más un principio de creación continua que nihil alguno,
vacío en el sentido de potentia, no de desgaste. (El caos como la “suma de todos los órdenes”).
De esta alquimia destilamos una teoría estética. El arte caótico puede hacer de monstruo, puede
incluso hacer de grand guignol, pero no puede jamás permitir enfangarse en pútrida negatividad, en
tanatosis, en schadenfreude (complacencia en la desgracia de otros), canturrear sobre memorabilia
nazi y asesinatos en serie.
La anarquía ontológica no colecciona películas snuff y se aburre hasta las lágrimas con las
dominatrices que espetan filosofía francesa. (”No hay esperanza y lo sabía antes que tú, capullo.
;Chinchaaa!”) .
A Wilhelm Reich lo volvieron medio loco y asesinaron los agentes de la Plaga Emocional; quizás la
mitad de su trabajo derivara de la pura paranoia (conspiraciones OVNI, homofobia, incluso su
teoría del orgasmo), PERO en un punto estamos de acuerdo de todo corazón; SexPol: la represión
sexual genera una obsesión por la muerte, lo que lleva a las malas políticas. Una gran parte del arte
de vanguardia esta saturada de Rayos de Orgón Mortales (ROM). La anarquía ontológica apunta a
la construcción de rompenubes estéticos (cañones de RO) para dispersar las miasmas del
sadomasoquismo cerebral que ahora pasa por moderno, enrollado, nuevo y a la moda. Los artistas
de “performance” que se automutilan nos resultan banales y estúpidos su arte hace a todo el mundo
más infeliz. ¿Qué clase de mojón connivente de tres al cuarto… qué clase de arte de cerebro de
cucaracha se arrastra medio cocido por este filete del apocalipsis?
Por supuesto la vanguardia parece “inteligente”; así parecían Marinetti y los futuristas, así parecían
Pound y Celine. Comparada con esa inteligencia preferiríamos la verdadera estupidez, una bucólica
new age de embelesada inanidad mejor idiotas que obsesionados con la muerte. Pero por suerte no
tenemos que escarbarnos los sesos para obtener nuestra propia forma obsesiva de satori. Todas las
facultades, todos los sentidos nos pertenecen como algo nuestro; ambos corazón y cabeza, intelecto
y espíritu, cuerpo y alma. Nuestro arte no es el de la mutilación sino el del exceso, el de la
superabundancia, el del asombro.
Los administradores de la desdicha sin sentido son los Escuadrones de la Muerte de las estéticas
contemporáneas y nosotros somos los “desaparecidos”. Su salón de baile de pega de oculta
cacharrería del III Reich y los asesinatos de niños atraen a los manipuladores del Espectáculo la
muerte queda mejor en TV que la vida y nosotros los caóticos, que predicamos la alegría
insurgente, somos marginados hacia el silencio.
Ni que decir tiene que rechazamos toda censura de la Iglesia y del Estado; pero “después de la
revolución” estaríamos dispuestos a tomar la responsabilidad personal e individual de quemar toda
la mierda de arte snuff de los Escuadrones de la Muerte y plantarla en mitad del arroyo. (La crítica
deviene acción directa en un contexto anarquista). En mi espacio no caben ni Jesucristo y sus
señores de las moscas, ni Charles Manson y sus admiradores literarios. No quiero policía mundana,
ni quiero asesinos de hacha cósmicos tampoco; ni matanzas de motosierra de TV, ni sensibles
novelas postesctructuralistas sobre necrofilia.
Por el momento, la AAO apenas puede esperar sabotear los sofocantes mecanismos del Estado y sus
circuitos fantasmales; pero podríamos quizás encontrarnos en la posición de hacer algo en cuanto a
las manifestaciones menores de la plaga de ROM como los Devoradores de Cadáveres del Lower
East Side y demás porquería artística. Apoyamos a los artistas que usan material terrorífico por
alguna “causa más elevada” que usan material amoroso/sexual de cualquier tipo, ya chocante o
ilegal que usan su asco y su enfado y sus verdaderos deseos de volcarse hacia la autorrealización y
la belleza y la aventura. “Nihilismo Social”, sí; pero no el nihilismo muerto de la autorepulsión
gnóstica. Incluso si es violento y abrasivo, cualquiera con un vestigio de tercer ojo puede ver las
diferencias entre el revolucionario arte de la vida y el reaccionario arte de la muerte. Los ROM
apestan, y la nariz caótica puede detectarlos tal como discierne el perfume del gozo
espiritual/sexual, ya esté enterrado o enmascarado por otras esencias más oscuras. Incluso la
extrema derecha, con todo su horror a la carne y a los sentidos, encuentra en ocasiones un momento
de percepción y de dilatación de los sentidos; pero los Escuadrones de la Muerte, con su cansina
reverencia a las abstracciones revolucionarias a la moda, nos ofrecen tanta auténtica energía
liberadora como puedan hacerlo el FBI, el Opus o el Ministerio de Sanidad.
Vivimos en una sociedad que hace publicidad de sus mercancías más costosas con imágenes de
muerte y mutilación, apuntándolas directamente al cerebro trasero reptiliano de millones de
personas a través de carcinogénicos mecanismos generadores de ondas alfa distorsionadoras de la
realidad mientras ciertas imágenes de vida (como nuestra favorita, un niño masturbándose) son
prohibidas y castigadas con increíble ferocidad. No hacen falta arrestos en absoluto para ser un
sádico del arte, ya que la muerte salaz reside en el núcleo estético de nuestro Paradigma del
Consenso. “Izquierdistas” a los que les gusta disfrazarse y jugar a policías y víctimas y pensar e
intelectualizar sobre arte de casquería y de desesperanza petulante y sobre funéreas moderneces y
sobre la desgracia de los otros; esos “artistas” no son otra cosa que policías sin poder (una
definición apta para muchos “revolucionarios” también).
Tenemos una bomba negra para estos fascistas estéticos, que explota con petardos y esperma, con
ronca mala hierba y piratería, con inverosímiles herejías chiítas y fuentes burbujeantes de paraíso,
con ritmos complejos, pulsaciones de vida, todo lo sin forma y lo exquisito.
;Despiértate! ;Respira! ;Siente el aliento del mundo contra tu piel!;Carpe diem! ;Respira!;Respira!
(Gracias a los Four Arguments for the Abolition of Television de J. Mander; a Adam Exit; y al
Moorish Cosmopolitan de Williamsburgh).
COMUNICADO Nº; 6
I. Apocalipsis de salón: “Teatro Secreto”
II.
MIENTRAS NINGUN STALIN nos respire en el cuello, ¿;por qué no hacer un arte al servicio de…
una sublevación?
Da igual si es “imposible”. ¿;Qué otra cosa podemos esperar obtener sino lo “imposible”?
;Deberíamos quizás esperar a que algún otro nos revele nuestros verdaderos deseos?
Si el arte ha muerto, o si la audiencia se ha disuelto, entonces nos encontramos libres de dos pesos
muertos. Potencialmente, cada uno es ya algún tipo de artista; y potencialmente cada audiencia ha
recuperado su inocencia, su habilidad para convertirse en el arte que experimenta.
Admitiendo que podamos escapar de los museos que llevamos dentro, admitiendo que podamos
dejar de vendernos a nosotros mismos entradas para las galerías de nuestro propio cráneo, quizás
podamos empezar a contemplar un arte que recree los objetivos del brujo: cambiar la estructura de
la realidad con la manipulación de símbolos vivos (en este caso, las imágenes que nos han sido
“dadas” por los organizadores de este salón asesinato, guerra, hambre y codicia).
Podemos así contemplar acciones estéticas que posean algo de la resonancia del terrorismo (o de la
“crueldad”, en palabras de Artaud) que apunten a la destrucción de abstracciones más que de gente,
a la liberación más que al poder, al placer más que al enriquecimiento, a la alegría más que al
miedo. “Terrorismo poético”.
Nuestras imágenes escogidas tienen el potencial de la oscuridad pero todas las imágenes son
máscaras, y tras estas máscaras se esconden energías que podemos transformar hacia la luz y el
placer.
Por ejemplo, el hombre que inventó el aikido fue un samurai que se convirtió en pacifista y se negó
a luchar por el imperialismo japonés. Se volvió un eremita, vivió en una montaña sentado bajo un
árbol.
Un buen día un antiguo compañero de armas vino a visitarlo y lo acusó de traición, cobardía, etc. El
eremita no dijo nada, sino que permaneció sentado; y el oficial crecido de enojo, sacó su espada y
golpeó. Espontáneamente el maestro desarmado desarmó al oficial y le devolvió su espada. Una y
otra vez el oficial intentó matarlo, usando cada sutil kata de su repertorio; pero de su mente vacía el
eremita cada vez inventaba una nueva forma de desarmarlo.
El oficial se convirtió por supuesto en su primer discípulo. Más tarde aprendieron a esquivar balas.
Podríamos contemplar una forma de metadrama concebido para capturar un sabor de este episodio,
que dio lugar a un arte enteramente nuevo, a una forma de lucha absolutamente no violenta guerra
sin asesinato, la “espada de la vida” más que de la muerte.
Una conspiración de artistas, anónimos como cualquier dinamitero, pero entregados a un acto de
generosidad gratuita más que a la violencia al milenio más que al apocalipsis dirigidos sin más a
un momento presente de choque estético en servicio de la realización y la liberación.
El arte cuenta seductoras mentiras que se hacen realidad.
¿Es posible crear un TEATRO SECRETO en el que artista y audiencia hayan desaparecido
completamente; sólo para reaparecer en otro plano, donde vida y arte se han convertido en una
misma cosa, la pura entrega de regalos?
(Nota: El “Apocalipsis de salón” fue organizado por Sharon Gannon en julio de 1986).
II . Asesinatoguerrahambrecodicia
LOS MANIQUEOS Y LOS CATAROS creían que el cuerpo puede espiritualizarse; mejor dicho,
que el cuerpo meramente contamina el espíritu puro y ha de ser completamente rechazado. Los
perfecti gnósticos (dualistas radicales) se dejaban morir de hambre para escapar del cuerpo y volver
al pleroma de la luz pura.
Así es que: para evadirse de los males de la carne asesinato, guerra, hambre, codicia sólo queda
paradójicamente un camino: el asesinato del propio cuerpo, la guerra a la carne, el hambre hasta la
muerte, la codicia de la salvación.
Los monistas radicales sin embargo (Ismailitas, Ranters, Antinomianos) consideran que cuerpo y
espíritu son uno, que el mismo espíritu que impregna una piedra negra también infunde a la carne
de su luz; que todo vive y que todo es vida. “Las cosas son lo que son espontáneamente… todo es
natural… todo está en movimiento como si hubiera un Señor Verdadero para moverlo; mas si
buscamos las pruebas de este señor no las encontramos”. (Kuo Hsiang)
Paradójicamente, el sendero monista tampoco puede seguirse sin algún tipo de “asesinato, guerra,
hambre, codicia”: la transformación de la muerte en vida (comida, neguentropía) la guerra contra el
Imperio de las Mentiras “el ayuno del alma”, o la renuncia a la mentira, a todo lo que no es vida y
la codicia por la vida misma, el poder absoluto del deseo.
Aún más: sin el conocimiento de la oscuridad (”el conocimiento carnal”) no puede existir
conocimiento alguno de la luz (”gnosis”). Los dos conocimientos no son meramente
complementarios: digamos que son más bien idénticos, como una misma nota tocada en diferentes
octavas. Heráclito afirma que la realidad persiste en un estado de “guerra”. Sólo notas enfrentadas
pueden crear la armonía. (”El caos es la suma de todos los ordenes”).
Dale a cada uno de estos cuatro términos una máscara lingüística diferente (llamar a las Furias “las
Amables” no es un mero eufemismo sino una forma de descubrir aún más significado).
Enmascarados, ritualizados, realizados como arte, los términos tomados en su oscura belleza, en su
“Luz Negra”.
En vez de asesinato di caza, la pura economía paleolítica de todas las sociedades tribales arcaicas no
autoritarias; “venación”, la matanza y comida de la carne y la forma de Venus, del deseo. En vez de
guerra di insurrección, no la revolución de clases y poderes sino la del eterno rebelde, la del oscuro
que descubre la luz. En vez de codicia di anhelo, deseo inconquistable, amor loco. Y después en vez
de hambre, que es una forma de mutilación, habla de totalidad, de plenitud, de superabundancia, de
la generosidad del yo que se expande en espirales hacia el Otro.
Sin este baile de máscaras, nada ha de ser creado. La más antigua mitología hace de Eros el
primogénito de Caos. Eros, el domador salvaje, es la puerta por la que el artista vuelve a Caos, el
Uno, y después vuelve otra vez, portando uno de los patrones de la belleza. El artista, el cazador, el
guerrero: aquel que es a un tiempo apasionado y equilibrado, igualmente codicioso y altruista hasta
el último extremo. Hemos de salvarnos de todas las salvaciones que nos salvan de nosotros mismos,
de nuestro animal que también es nuestro anima, nuestra misma fuerza vital, tanto como nuestro
animus, nuestro animoso autorefuerzo, que puede manifestarse incluso a través de la ira y el odio.
BABILONIA nos ha contado que nuestra carne es basura con este ardid y con la promesa de
salvación nos ha esclavizado. Pero, si la carne está ya “salvada”, si ya es luz si incluso la
conciencia misma es un tipo de carne, un éter vivo palpable y simultáneo entonces no necesitamos
poder alguno que interceda por nosotros. La intemperie, como dice Omar, es paraíso incluso ahora.
La verdadera propiedad del asesinato reside en el Imperio, porque sólo la libertad es vida plena. La
guerra es babilónica también ninguna persona libre morirá por el engrandecimiento de otra. El
hambre viene a existir sólo con la civilización de los salvadores, de los reyessacerdotes; ¿No fue
José el que enseñó al Faraón a especular en futuros de grano? Codicia por la tierra, por la riqueza
simbólica, por el poder para deformar el cuerpo y el alma de otros para su propia salvación la
codicia también se despierta no de la “naturaleza naturalizante”, sino del embalse y la canalización
de todas las energías para Mayor Gloria del Imperio.
Contra todo esto, el artista posee el baile de máscaras, la radicalización total del lenguaje, la
invención de un “terrorismo poético” que golpeará no a seres vivos sino a las ideas malignas, a los
pesos muertos sobre la tapa del ataúd de nuestros deseos. La arquitectura de la asfixia y la parálisis
serán sólo voladas con nuestra celebración total de todo; incluso de la oscuridad.
Solsticio de verano, 1986
COMUNICADO Nº; 7
Paleolitismo psíquico y alta tecnología: una toma de posición NO VAYAS A CREERTE QUE, sólo
porque la AAO hable continuamente de “paleolitismo”, nuestra intención sea bombardearnos a
todos de vuelta a la edad de piedra.
No tenemos interés alguno en “volver a la tierra” si el trato incluye la aburrida vida de un labriego
pisamierdas; ni queremos tampoco “tribalismo” si viene acompañado de tabúes, fetiches y
desnutrición. No tenemos nada contra el concepto de cultura, incluyendo a la tecnología; para
nosotros el problema empieza con la civilización.
Lo que nos gusta de la vida paleolítica ha sido resumido por la Escuela de Antropología de los
Pueblos sin Autoridad: la elegante pereza de la sociedad cazadora/recolectora, la jornada de trabajo
de dos horas, la obsesión por el arte, la poesía, el baile y la galantería, la “democratización del
chamanismo”, el cultivo de la percepción; resumiendo, la cultura.
Lo que no nos gusta de la civilización puede deducirse de la siguiente progresión: la “revolución
agrícola”; la emergencia de las castas; la ciudad y su culto por el control hierático (”Babilonia”); la
esclavitud; el dogma; el imperialismo (”Roma”). La supresión de la sexualidad en el “trabajo” bajo
la aegis de la “autoridad”. “El Imperio nunca acabó”.
Un paleolitismo psíquico basado en la alta tecnología; post agrícola, post industrial, de “trabajo
cero”, nómada (o “cosmopolita sin raíces”) una Sociedad del Paradigma Cuántico esto constituye
la visión ideal del futuro de acuerdo a la teoría del caos y a la “futurología” (tal como Robert Anton
Wilson y T. Leary conciben el término).
Y en lo que respecta al presente: rechazamos cualquier colaboración con la Civilización de la
Anorexia y la Bulimia, con esa gente tan avergonzada de no sufrir nunca que se han de inventar
cilicios para sí y para otros; o con aquellos que se atiborran sin compasión y luego echan la papilla
de su culpa reprimida en grandes rounds masoquistas de dietas y carreras. Todos nuestros placeres y
autodisciplinas nos pertenecen por naturaleza; nunca nos negamos a nosotros mismos, nunca
abandonamos nada aunque algunas cosas sí nos han abandonado y dejado, porque somos
demasiado grandes para ellas. Yo soy a un tiempo troglodita y mutante galáctico, delincuente y
príncipe libre. Una vez un jefe indio fue invitado a un banquete en la Casa Blanca. Mientras la
comida se servía, el Jefe cargó el plato hasta los topes, no una sino tres veces. Al fin el rostro pálido
sentado a su lado va y dice, “Jefe, jeje, ¿no cree que se está pasando un poco?” “Ugh”, replica el
Jefe, “¡pasarse un poco lo justo para Jefe!”
Sin embargo, ciertas doctrinas de la “futurología” siguen siendo problemáticas. Por ejemplo,
incluso aceptando el potencial liberador de nuevas tecnologías tales como la TV, los ordenadores, la
robótica, la exploración espacial, etc. aún vemos un margen entre potencialidad y efectividad. La
banalización de la TV, la yuppificación de la informática y la militarización del espacio sugieren
que estas tecnologías no proveen en sí mismas garantías “determinadas” de su uso liberatorio.
Incluso rechazando el holocausto nuclear como otra diversión espectacular más orquestada para
distraer nuestra atención de los verdaderos problemas, tenemos todavía que admitir que la “Mutua
de la Destrucción Asegurada” y la “Pura Guerra” tienden a enfriar nuestro entusiasmo por ciertos
aspectos de la Aventura de la Alta Tecnología.
La Anarquía Ontológica retiene su afecto por el ludismo como táctica: si una tecnología dada, no
importa cuan admirable en potencia, es utilizada para oprimirme aquí y ahora, entonces tengo bien
que esgrimir el arma del sabotaje o bien ocupar los medios de producción (o quizás más importante,
los medios de comunicación). No hay humanidad sin techne pero no hay techne que valga más que
mi humanidad.
Desdeñamos el anarquismo de patada refleja antitecno para nosotros, al menos (existen algunos
que disfrutan del campesinado, o así parece) al igual que rechazamos cualquier fijación con la
tecnología. A nuestros ojos todas las formas del determinismo parecen igualmente fútiles; no somos
esclavos ni de los genes ni de las máquinas. Lo “natural” es lo que nosotros imaginamos y creamos.
“La Naturaleza no tiene Leyes, sólo costumbres”.
Para nosotros la vida no pertenece al Pasado esa tierra de famosos fantasmas que atesoran los
deslustrados productos de la tumba ni al Futuro, cuyos ciudadanos mutantes de cerebro de
bombilla guardan tan celosamente los secretos de la inmortalidad, los vuelos más veloces que la luz,
los genes de diseño y la disolución del Estado.
Aut nunc aut nihil. Cada momento contiene una eternidad para ser penetrada y aún nos perdemos
en visiones a través de los ojos de un muerto, o en la nostalgia de perfecciones por venir.
Las conquistas de mis ancestros y descendientes no son para mí más que un cuento entretenido o
instructivo; nunca los consideraré mis rivales, ni siquiera para excusar mi propia pequeñez. Yo me
imprimo mi licencia para robarles lo que me haga falta paleolitismo psíquico o alta tecnología o,
ya puestos, los espléndidos detritus de la civilización misma, los secretos de los Maestros Ocultos,
los placeres de la nobleza frívola y la vie boheme.
La decadence, por mucho que diga Nietzche, juega un papel tan profundo en la Anarquía
Ontológica como la salud misma tomamos lo que queremos de cada cual. Los estetas decadentes
no libran guerras estúpidas ni sumergen la conciencia en el odio y el resentimiento microcefálicos.
Buscan la aventura en la innovación artística y la sexualidad no ordinaria y no en la desgracia de los
otros. La AAO admira y emula su pereza, su desdén por la estupidez de la normalidad, su
expropiación de las sensibilidades aristocráticas. Para nosotros estas cualidades armonizan
paradójicamente con aquellas de la edad de piedra y su salud desbordante, su ignorancia de las
jerarquías, su cultivo de la virtu más que de la Ley. ¡Exigimos decadencia sin enfermedad, y salud
sin aburrimiento!
Por tanto la AAO da su apoyo incualificado a todos los pueblos indígenas y tribales en su lucha por
la completa autonomía; y al mismo tiempo, a las más salvajes y extravagantes especulaciones y
exigencias de los futurologistas. El paleolitismo del futuro (que para nosotros, como mutantes, ya
existe) se conseguirá a gran escala sólo a través de una masiva tecnología de la imaginación, y de
un paradigma científico que alcance, más allá de la mecánica cuántica, el reino de la teoría del caos
y las alucinaciones de la ficción especulativa.
Como cosmopolitas sin raíces cursamos solicitud a todas las bellezas del pasado, del oriente, de las
sociedades tribales; todo esto puede y debe ser nuestro, incluso los tesoros del Imperio: nuestros
para compartir. Y al mismo tiempo exigimos una tecnología que trascienda la agricultura, la
industria, incluso la simultaneidad de la electricidad, un hardware que interseccione con el wetware
de la conciencia, que abrace el poder de los quarks, de las partículas que viajan marcha atrás en el
tiempo, de los quásares y los universos paralelos.
Los ideólogos en disputa del anarquismo y lo libertario recetan cada uno la utopía adecuada a la
propia marca de su túnel de visión, que va de la comuna campesina a la Ciudad Espacial L5. Y
nosotros decimos, que florezcan cien flores; sin jardineros que corten las malas hierbas de acuerdo a
algún esquema moralizante o eugenesista. El único conflicto verdadero es aquel entre la autoridad
del tirano y la autoridad del yo realizado; todo lo demás son ilusiones, proyecciones psicológicas,
palabrería malgastada.
En un sentido los hijos de Gaia nunca han abandonado el paleolítico; en otro sentido, todas las
perfecciones del futuro son ya nuestras. Sólo la insurgencia “resolverá” esta paradoja; sólo el
levantamiento contra la falsa conciencia en nosotros y en los otros ha de barrer la tecnología de la
opresión y la pobreza del Espectáculo. En esta batalla una máscara pintada o un sonajero de chaman
pueden resultar tan vitales como la captura de un satélite de comunicaciones o de una red telemática
secreta.
Nuestro único criterio para juzgar un arma o una herramienta es su belleza. Los medios ya son los
fines en cierto sentido; la insurgencia ya es nuestra aventura; Devenir ES Ser. El pasado y el futuro
existen por nosotros y en nosotros, alfa y omega. No hay otros dioses que nos precedan o sucedan.
Somos libres en el TIEMPO y seremos libres en el ESPACIO también.
(Gracias a Hagbard Celine sabio de Howth y alrededores)
COMUNICADO Nº;8
La teoría del caos y la familia nuclear
DOMINGO EN EL RIVERSIDE PARK los Padres ponen a los hijos en su sitio, clavándolos
mágicamente a la hierba con funestas miradas embrujadas de lechosa camaradería, forzándolos a
lanzar bolas de béisbol una y otra vez durante horas. Los niños casi parecen pequeños san
sebastianes atravesados por las flechas del aburrimiento.
Los vanos rituales de la diversión familiar transforman cada húmedo prado veraniego en un parque
temático, a cada hijo en una alegoría involuntaria de la riqueza del Padre, en una pálida
representación alejada 2 ó 3 veces de la realidad: el niño como metáfora de cualquier cosa.
Y aquí llego yo con la caída de la noche, colocado en polvo de setas, medio convencido de que
estos cientos de luciérnagas surgen de mi propia conciencia ¿Dónde han estado todos estos años?
¿Por qué tantas de repente? cada una de ellas elevándose en el momento de su incandescencia,
trazando rápidos arcos como las grafías abstractas de la energía en el esperma.
“;Familias! ;Usureras del amor! ;Cómo las odio!” Las pelotas de béisbol vuelan sin rumbo a la luz
vespertina, pases que se pierden, las voces se elevan en quejoso cansancio. Los niños sienten cómo
la puesta de sol va encostrando las últimas horas de libertad concedida, pero aún los Padres insisten
en prolongar las tibias postrimerías de su sacrificio patriarcal hasta la hora de la cena, hasta que las
sombras se coman la hierba.
De entre estos hijos de la clase acomodada uno cruza miradas conmigo por un instante. Le
transmito telepáticamente una imagen de dulce licencia, el olor del TIEMPO desatado de todas las
redes de la escuela, las clases de música, los campamentos de verano, las tardes familiares alrededor
de la tele, los Domingos en el Parque con Papá tiempo auténtico, tiempo caótico.
Ya la familia abandona el parque, un pequeño pelotón de desdicha. Pero ése se ha dado la vuelta y
me sonríe con complicidad ”mensaje recibido” y sale bailando tras una luciérnaga, reflotado por
mi deseo. El Padre ladra un mantra que disipa mi poder.
El momento pasa. El niño es tragado por el esquema de la semana se desvanece como un pirata de
piernas desnudas o un indio prisionero de los misioneros. El parque sabe quien soy, se revuelve
bajo mis pies como un jaguar gigante a punto de despertar para la meditación nocturna. La tristeza
aún lo retiene, pero permanece salvaje en su más profunda esencia: un desorden exquisito en el
corazón de la noche urbana.
COMUNICADO Nº;9
Doble inmersión catilinaria
I. Cristianismo
ESPERAMOS IMPACIENTES que el afectado cadáver termine por exhalar el ronco suspiro final y
se vaya flotando para convertirse por última vez en calabaza. Una y otra vez imaginamos la derrota
de ese obsceno espectro desollado del viaje de la muerte clavado en las paredes de todas nuestras
salas de espera, para que nunca más venga a lloriquearnos por nuestros pecados… pero una y otra
vez resucita y se acerca arrastrándose para hechizarnos como el villano de alguna película snuff de
casquería porno serie n la milésima versión de La noche de los muertos vivientes siguiendo el
rastro de caracol de su gimoteante humillación… justo cuando pensabas que estabas seguro en tu
inconsciente… es TIBURON por JESUS. ¡Cuidado! ¡Catequistas hardcore de motosierra!
y los izquierdistas, nostálgicos del Punto Omega de su paraíso dialéctico, dan la bienvenida a cada
galvanizado revival del credo putrescente con arrumacos de gozo: bailemos un tango con todos los
obispos marxistas de Latinoamérica cantemos una balada por los píos estibadores polacos
entonemos unos espirituales por la ultima esperanza presidencial afrometodista del Cinturón de la
Biblia…
La AAO denuncia a la Teología de la Liberación como una conspiración de monjas estalinistas el
trato escarlata secreto de la puta de Babilonia con el fascismo rojo en los trópicos. ¿Solidarnosc? El
Sindicato del Papa apoyado por la AFL/CIO, la Banca Vaticana, la logia masónica Propaganda
Dos, y la mafia. Y si fuéramos a votar jamás malgastaríamos ese gesto vacío en ningún perro
cristiano, no importa de qué raza ni color.
En cuanto a los verdaderos cristianos, esos fanáticos reconvertidos y autolobotomizados, esos
mormones mataniños, esos Guerreros de las Galaxias de la Moralidad Esclava, camisas negras
televangélicas, escuadrones zombies de la Santísima Virgen María (suspendida en una nube rosa
encima del Bronx vomitando odio, anatema, rosas nauseabundas sobre la sexualidad de los niños,
las adolescentes embarazadas y los maricones)…
En cuanto a los genuinos adoradores de la muerte, a los caníbales rituales, a los maníacos del
apocalipsis la derecha cristiana sólo podemos rezar para que EL RAPTO LLEGUE y los coja a
todos por sorpresa al volante de sus coches, en sus mustios concursos de la tele y castas camas, que
se los lleven al cielo y nos dejen a nosotros continuar con la vida humana.
II. Abortistas y antiabortistas
LOS FACHAS QUE PONEN BOMBAS en las clínicas en las que se practican abortos pertenecen a
la misma categoría grotesca de cruel estupidez que los obispos que cacarean Paz pero condenan
toda sexualidad humana. La naturaleza no tiene leyes (”sólo costumbres”), y toda ley es antinatural.
Todo pertenece a la esfera de la moralidad personal/imaginaria; incluso el asesinato.
De todas formas, de acuerdo a la teoría del caos, no se deduce que estemos obligados a aprobar y
que nos guste el asesinato o el aborto. Caos quisiera ver gestar y nacer a cada hijo natural
bastardo; el esperma y el óvulo por sí solos son meras secreciones amorosas, pero combinados
como ADN se convierten en conciencia potencial, neguentropía, gozo.
Si “la carne es asesinato” como a los vegetarianos radicales les gusta afirmar, ¿dime tú qué es el
aborto? Aquellos totemistas que bailaron ante los animales que cazaban, que mediaron para
convertirse en uno con su comida viva y compartieron su tragedia, mostraron valores mucho más
humanos que los de la retórica “proelección” de las feminoides liberales de turno.
En cada “tema” cocinado para el “debate” en el manual del Espectáculo, ambos bandos están con la
mierda hasta las cejas por igual. El “tema del aborto” no es una excepción.
COMUNICADO Nº;10
La sesión plenaria publica nuevas denuncias
Se esperan purgas
PARA APARTAR CUALQUIER KARMA pegajoso que hayamos podido adquirir a través de
nuestro panegírico batepúlpitos contra cristianos y demás desgraciados del fin del mundo (ver
ultimo n°) y simplemente dejar clara la cosa: la AAO también denuncia a todos los ateos
automáticos de última hora y su dudoso equipaje tardovictoriano de vulgar materialismo cientifista.
Aplaudimos, por supuesto, todo sentimiento anticristiano y todo ataque contra toda religión
organizada. Pero… escuchando a algunos anarquistas uno pensaría que los sesenta nunca
ocurrieron y que nadie se metió nunca LSD.
En lo que atañe a los propios científicos, las locuras de Alicia de las teorías cuántica y del caos han
conducido lo mejor de ellos hacia el taoísmo y el vedanta (por no decir dada); y aún así, si lees The
Match o Freedom te puedes imaginar que la ciencia fue embalsamada con el príncipe Kropotkin y
la “religión” con el obispo Ussher.
Sin duda uno desprecia a los camisas marrones acuarianos, al tipo de gurús recientemente laureados
en el New York Times por su contribución a los Grandes Negocios, a los vendedores de franquicias
de cultos yuppie/zombies, la anorexia metafísica de la banalidad new age… pero NUESTRO
esoterismo permanece limpio de estos cambistas mediocres y de sus secuaces de encefalograma
plano.
Los herejes y místicos Antinomianos de oriente y occidente han desarrollado sistemas basados en la
liberación interior. Algunos de estos sistemas están teñidos de misticismo religioso e incluso de
reacción social otros parecen mas puramente radicales o “psicológicos” y algunos incluso
cristalizan en movimientos revolucionarios Niveladores milenaristas, Asesinos, Taoístas de
Turbante Amarillo, etc.) Cualesquiera que sean sus defectos poseen ciertas armas mágicas de las
que el anarquismo carece por completo:
(1) Un sentido de lo metarracional (”metanoia”), formas de ir más allá del pensamiento laminado
hacia un pensamiento y una percepción dúctiles (o nomádicos o “caóticos”);
(2) una definición efectiva de conciencia liberada o autorrealizada, una descripción positiva de su
estructura y de las técnicas para aproximarla;
(3) una visión arquetípica coherente de la epistemología; es decir, una forma de saber (de la historia,
por ejemplo) que utiliza la fenomenología hermenéutica para revelar esquemas de significado (algo
parecido a la “crítica paranoica” de los surrealistas);
(4) una enseñanza de la sexualidad (en los aspectos “tántricos” de diversos senderos) que asigne un
valor al placer más que a la autonegación, no sólo en beneficio propio sino como vehículo de la
conciencia dilatada o la “liberación”;
(5) una actitud celebratoria, lo que podría llamarse un “concepto de jubileo”, la cancelación de la
deuda psíquica a través de alguna generosidad inherente a la propia realidad;
(6) un lenguaje (incluyendo gestos, rituales, intencionalidad) con el que animar y comunicar estos
cinco aspectos de la cognición; y
(7) un silencio.
No nos sorprende descubrir cuántos anarquistas son antiguos católicos, curas o monjas que han
colgado los hábitos, antiguos monaguillos, baptistas reconvertidos por error o incluso ex fanáticos
chiítas. El anarquismo ofrece una misa negra (y roja) para desritualizar todos los cerebros
encantados por fantasmas un exorcismo secular pero después se traiciona a sí mismo levantando
su propia Alta Iglesia, toda llena de las telarañas del Humanismo Etico, del Librepensamiento, del
Ateísmo Muscular y de la tosca Lógica Fundamentalista Cartesiana. /
Hace dos décadas, comenzamos el proyecto de convertirnos en cosmopolitanos sin raíces, con la
determinación de tamizar el detritus de todas las tribus, culturas y civilizaciones (incluyendo la
nuestra) en la búsqueda de fragmentos provechosos, y sintetizar de este revoltijo de trastos un
sistema de vida propio para no convertirnos (como advertía Blake) en el esclavo de algún otro.
Si un brujo javanés o un chaman nativo americano poseyera algún precioso fragmento que yo
hubiera de necesitar para mi propio “bolsín de medicinas”, ¿habría de mofarme y citar a Bakunin
cuando habla de colgar a los curas con las tripas de los banqueros? ¿o debería recordar que la
anarquía no conoce dogma, que no se puede hacer un mapa del Caos, y apoderarme de cualquier
cosa que no haya sido ya tomada? ///// Las definiciones más antiguas de anarquía se encuentran en
el Chuang Tzu y otros textos taoístas; el “anarquismo místico” presume de un pedigrí más añejo que
la variedad grecoracionalista. Creo que cuando Nietzche hablaba de los “hiperbóreos” nos predijo a
nosotros, que hemos ido más allá de la muerte de Dios y del renacer de la Diosa hasta una región
donde espíritu y materia son uno. Cada manifestación de esa hierogamia, cada cosa material y cada
vida, se convierte no sólo en “sagrada” por sí misma sino también en simbólica de su propia
“esencia divina”.
El ateísmo no es sino el opio del pueblo (mejor dicho, de sus autoproclamados paladines) y no una
droga sexy y colorida. Si hemos de seguir el consejo de Baudelaire y “estar siempre ebrios”, la
AAO preferiría algo así como los hongos, gracias. Caos es el más viejo de los dioses; y Caos nunca
murió
COMUNICADO Nº;11
Arenga de las fiestas
Número especial sobre la alimentación: ¡Abajo lo LIGHT!
LA ASOCIACION DE LA ANARQUIA ONTOLOGICA convoca un boicot contra todos los
productos mercantilizados bajo el santo y seña de lo LIGHT; cerveza, carne, dulces bajos en
calorías, cosméticos, música, “estilos de vida” preempaquetados, lo que sea.
El concepto de lo LIGHT desarrolla un complejo de simbolismos por el que el Espectáculo espera
reutilizar toda repulsión contra su mercantilización del deseo. El producto “natural”, “orgánico”,
“saludable” está diseñado para un sector del mercado de consumidores ligeramente insatisfechos,
con casos leves de shock del futuro y con una sutil añoranza de tibia autenticidad. Han preparado un
nicho para ti, suavemente iluminado con las ilusiones de la simplicidad, la esbeltez, la limpieza, con
una pincelada de ascetismo y de autonegación. Por supuesto, esto cuesta un poco más caro…
después de todo, la ligereza no fue diseñada para pobres hambrientos primitivos que todavía
piensan en la comida como alimento en vez de como decoración. Tiene que ser más cara de otra
forma tú no la comprarías.
La Clase Media Americana (no me vengas con sutilezas; tú ya sabes a lo que me refiero) cae
naturalmente en facciones opuestas pero complementarias: los Ejércitos de la Anorexia y de la
Bulimia. Los casos clínicos de estas enfermedades tan sólo representan la espuma psicosomática en
una ola de patología cultural, profunda, difusa y en gran medida inconsciente. Los bulímicos son
aquellos yupposos de las clases acomodadas que se atiborran de margaritas y vídeo domestico, y
después se purgan con comidas LIGHT, carreras, o vapuleos (an)aeróbicos. Los anoréxicos son los
rebeldes del “estilo de vida”, maníacos a ultranza de la comida, comedores de algas, tristes, pálidos
y macilentos pero satisfechos en su celo puritano y en sus cilicios de diseño. La grotesca comida
basura sólo representa la otra cara de la espectral “dieta sana”: nada sabe a nada sino a serrín y
aditivos; todo es o aburrido o carcinogénico o los dos y todo es increíblemente estúpido.
La comida, cruda o cocida, no puede escapar al simbolismo. Es y a la vez representa aquello que es.
Toda comida es comida del alma; tratarla de cualquier otra forma es cortejar la indigestión, ya
crónica o metafísica.
Pero en la cripta al vacío de nuestra civilización, donde casi toda experiencia se encuentra
mediatizada, donde la realidad es forzada a través de la malla mortífera de la percepción
consensuada, perdemos contacto con la comida como alimento; empezamos a construirnos
personajes basados en lo que consumimos, tratando a los productos como proyecciones de nuestra
añoranza de lo auténtico.
La AAO a veces imagina el CAOS como una cornucopia de la creación continua, una especie de
geyser de la generosidad cósmica; por tanto nos abstenemos de reivindicar dieta específica alguna,
por miedo a ofender a la Sagrada Multiplicidad y a la Santísima Subjetividad. Aquí no hemos
venido a venderte otra receta new age más para una salud perfecta (sólo los muertos son
perfectamente saludables); a nosotros nos interesa la vida, y no los “estilos de vida”.
Adoramos la verdadera ligereza, y la rica pesadez nos deleita en su momento. El exceso nos sienta
perfectamente, la moderación nos complace, y hemos aprendido que el hambre puede ser la más
fina de las especias. Todo es ligero y las más exuberantes de las flores crecen alrededor de la letrina.
Soñamos con mesas de falansterio y cafés bolo’bolo donde cada festivo grupo de comensales
comparte el genio individual de un BrillatSavarin (ese santo del paladar).
El sheik Abu Sa’id nunca ahorró dinero, ni siquiera lo retuvo por una noche; por eso, en cuanto
algún bienhechor donaba una bolsa repleta a su hospicio, los derviches lo celebraban con un festín
por todo lo alto; y el resto de los días, pasaban hambre. El punto estaba en disfrutar de ambos
estados, pleno y vacío…
Lo LIGHT parodia el vacío y la iluminación espirituales, de la misma manera en que Mc Donald’s
traviste la imaginería de la plenitud y la celebración. El espíritu humano (por no mencionar el
hambre) pueden trascender y superar todo este fetichismo la alegría puede entrar en erupción
incluso en el Burger King, e incluso la cerveza LIGHT puede ocultar una dosis de Dionisos. ¿Pero
por qué habríamos de luchar contra esta marea de basura de sablazo hortera barato, cuando
podríamos estar bebiendo el vino del paraíso ahora mismo bajo nuestras propias viñas e higueras?
La comida pertenece al reino de la vida cotidiana, a la arena primaria de toda emancipación
insurgente, de toda autosuperación espiritual, de toda reocupación del placer, de toda revuelta
contra la Maquinaria Planetaria del Trabajo y sus deseos de imitación. Nada más lejos de nosotros
que el dogmatizar; el cazador nativo americano puede sustentar su felicidad con ardilla frita, el
anarcotaoísta con un puñado de albaricoques secos. El tibetano Milarepa, después de diez años de
sopa de nido, se comió un dulce de manteca y alcanzó la iluminación. El necio no ve eros alguno en
un buen champan; el brujo puede caer intoxicado con un vaso de agua.
Nuestra cultura, ahogándose en sus propios contaminantes, clama (cual Gohete moribundo) por
“¡más luz! ” como si estos afluentes polinsaturados pudieran aliviar de alguna forma nuestra
miseria, como si su sosa ligereza y su insípida falta de carácter pudieran protegernos de las sombras
acechantes.
¡No! Esta última ilusión nos sorprende finalmente en toda su crueldad. Nos vemos forzados contra
nuestras propia inclinaciones perezosas para tomar postura y protestar. ¡Boicot!¡Boicot!¡QUE
APAGUEN LA LUZ!
Apéndice: menú para un banquete negro anarquista (vegetariano y no vegetariano)
Caviar y blinis; huevos de cien años; calamares en su tinta con arroz; calabacines preparados con la
piel y sazonados con ajo negro; arroz silvestre con nueces negras y setas negras; trufas en
mantequilla negra; venado marinado en oporto, pasado por la barbacoa, servido en rodajas de pan
negro y aderezado con castañas asadas. Black Russians; Guiness y champan; té chino negro.
Mousse de chocolate oscuro, café turco, uvas negras, ciruelas, moras, etc.
COMUNICADO ESPECIAL DE HALLOWEEN
La magia negra como acción revolucionaria
PREPARA UNA TINTA DE AZAFRAN puro y genuino mezclado con agua de rosas, añadiendo si
es posible un poco de sangre de un gallo negro. En una habitación tranquila prepara un altar, con
una vasija para la tinta, una pluma con punta de hierro, 7 velas negras, un incensario y un poco de
benjuí. El embrujo puede escribirse en papel virgen o pergamino. Dibuja el diagrama a las 4 de la
tarde de un miércoles, de cara al norte. Copia el diagrama de siete puntas (ver ilustración) sin
levantar la pluma del papel, en un solo movimiento continuo, aguantando la respiración y
presionando la lengua contra el paladar. Este es el Barisan Laksamana, o Rey del Djinn. Después
dibuja el Sello de Salomón (una estrella que representa un djinn de 5 cabezas) y el resto del
diagrama. Sobre el Sello de Salomón escribe el nombre del individuo o la institución que vas a
maldecir. Ahora sostén el papel en el humo, e invoca al djinn blanco y negro en tu interior:
Bismillah arRahman arRahim
assalaam alikum
Oh Djinn Blanco, Esplendor de Mahoma
rey de todos los espíritus en mi interior
Oh Djinn Negro, sombra de mí mismo
FUERA, destruíd a mi enemigo
y si no lo hacéis
sed pues considerados traidores de Alá
en virtud del ensalmo
La illaha ill’Allah
Mohammad arRasul Allah
Si la maldición se dirige a un opresor individual, puede prepararse un muñeco de cera e insertarse el
mensaje en él.
Después se le clavan siete agujas hacia abajo en la coronilla, a través de las axilas izquierda y
derecha, de las caderas izquierda y derecha, y a través de los labios o las ventanas de la nariz.
Envuelve el muñeco en una mortaja blanca y entiérralo en el suelo en un lugar sobre el que el
enemigo vaya con toda seguridad a caminar, invocando al mismo tiempo la ayuda de los espíritus
locales de la tierra:
Bismillah arRahman arRahim
Oh Djinn de la Tierra, espíritu del terreno
Oh Djinn Negro que vives bajo tierra
escucha, vampiro del suelo
te ordeno marcar y destruir
el cuerpo y el alma de ______________________
Ten en cuenta mis ordenes
ya que soy el brujo verdadero y original
en virtud del ensalmo
la illaha ill’Allah
Mohammad arRasul Allah
Si por el contrario la maldición se dirige a una institución o empresa, reúne los siguientes
elementos: un huevo duro, un clavo de hierro y 3 alfileres de hierro (clava el clavo y los alfileres en
el huevo); escorpiones secos, lagartijas y/o escarabajos; una bolsita de gamuza que contenga tierra
de tumba, limaduras de hierro magnetizadas, asafétida y azufre, y átala con un lazo rojo. Cose el
embrujo a una seda amarilla y séllalo con cera.
La botella puede ahora ser cuidadosamente empaquetada y enviada por correo a la institución
destinataria por ejemplo a un programa televangélico cristiano, o a Telefónica, al Hilo Musical, a
un colegio o facultad incluyendo una copia de la siguiente declaración (se pueden mandar copias
extra a empleados individuales, y/o pegarlos subrepticiamente por el local): Maldición Malaya del
Djinn Negro
Estos locales han sido maldecidos con brujería negra. La maldición ha sido activada de acuerdo a
los rituales correctos. Esta institución esta maldita por haber oprimido la Imaginación y haber
mancillado el Intelecto, por haber degradado las artes hasta la estupefacción, por su esclavitud
espiritual, por su propaganda del Estado y del Capital, por su reacción puritana, por el
enriquecimiento injusto, por sus mentiras y su destrozo estético.
Los empleados de esta institución están ya en peligro. No se ha maldecido a ningún individuo, pero
el lugar mismo ha sido infectado de pésima fortuna y malignidad. Aquellos que no despierten y se
marchen, o empiecen a sabotear el lugar de trabajo, comenzarán a caer gradualmente bajo los
efectos de esta brujería. Extraer o destruir el implemento de brujería no hará ningún bien. Ha sido
visto en este lugar, y este lugar está maldito. Reclama tu humanidad y rebélate en nombre de la
Imaginación o si no se juzgado (en el espejo de este embrujo) como un enemigo de la raza humana.
Sugerimos “reivindicar” esta acción en nombre de alguna otra institución cultural ofensiva, como la
Sociedad General de Autores o la Cruzada Antiporno de Mujeres (dar dirección completa).
También sugerimos, con el objetivo de equilibrar en ti mismo el efecto de invocar al propio djinn
negro, que mandes una bendición mágica a alguna persona o grupo que ames y/o admires. Hazlo
anónimamente, y haz que el regalo sea hermoso. No hace falta seguir un ritual preciso, pero la
imaginería debiera dejarse brotar del pozo de la conciencia en un estado meditativo
intuitivo/espontáneo. Utiliza incienso dulce, velas rojas y blancas, caramelos, vino ,flores, etc. Si es
posible incluye oro, plata o joyas auténticas en el regalo.
Este folleto de instrucciones de la Maldición Malaya del Djinn Negro ha sido preparado de acuerdo
a un ritual auténtico y completo por el Comité de Terrorismo Cultural de la Cámara interior del
Adepto de la AIMOA (”Tercer Paraíso”). Somos Esoteristas NizariIsmailitas; es decir, herejes y
fanáticos chiítas que trazamos nuestra línea espiritual hasta Hassani Sabbah a través de Aladino
Mohammad III “el Loco”, séptimo y último Pir de Alamut (y no a través de la línea de los Aga
Khan). Desposamos el monismo radical y el antinomianismo puro, y nos oponemos a toda forma de
ley y autoridad, en el nombre de CAOS.
En la actualidad, por razones tácticas, no abogamos por la violencia o la brujería contra individuos.
Llamamos a la acción contra instituciones e ideas sabotaje del arte y propaganda clandestina
(incluyendo magia ceremonial y “pornografía tántrica”) y especialmente contra los venenosos
media del Imperio de las Mentiras. La Maldición del Djinn Negro representa sólo un primer paso en
la campaña de terrorismo poético que esperamos nos ha de conducir a otras formas menos sutiles
de insurrección.
COMUNICADO ESPECIAL
La AAO anuncia purgas en el movimiento del Caos
LA TEORIA DEL CAOS DEBE POR supuesto fluir impuramente. “Tumbada está la pereza y ni a
palos se endereza”. Cualquier intento de precipitar un cristal de ideología ha de producir
malogradas rigideces, fosilizaciones, armaduras y sequedades que quisiéramos evitar, al igual que
toda “pureza”. Sí, el Caos se revela en cierta abandonada ausencia de forma, no muy diferente del
desorden erótico de aquellos a los que amamos por su forma de destruir el hábito y desvelar la
mutabilidad. Sin embargo esta desenvoltura no implica que la teoría del Caos haya de aceptar a
cualquier sanguijuela que intente pegarse a nuestras sagradas membranas. Ciertas definiciones o
deformaciones del Caos merecen denuncia, y nuestra entrega al desorden divino no ha de
disuadirnos de poner de vuelta y media a los traidores y a los artistas copiones y a los vampiros
psíquicos que ahora zumban alrededor del Caos bajo la impresión de que está de moda. Proponemos
no una Inquisición en nombre de nuestras deficiones, sino mejor un duelo, una pelea, un acto de
violencia o repugnancia emocional, un exorcismo. En primer lugar nos gustaría definir e incluso
nombrar a nuestros enemigos.
(1) Todos aquellos cabezas muertas y artistas de la mutilación que exclusivamente asocian el Caos
con miseria, con negatividad y con un penoso pseudolibertinaje; aquellos que piensan que “más allá
del bien y del mal” significa hacer el mal; los intelectuales sadomasoquistas, los agoreros del
apocalipsis; los nuevos dualistas gnósticos, los misántropos y los feos nihilistas.
(2) Todos aquellos científicos que venden Caos bien como forma de destrucción (p.ej. armas de
rayos de partículas) o como mecanismo para imponer el orden, como en los usos de la matemática
del Caos en la sociología estadística y en la estrategia antidisturbios. Se hará un esfuerzo por
descubrir nombres y direcciones dentro de esta categoría.
(3) Todos aquellos que se apropian del Caos por la causa de algún timo new age. Ni que decir tiene
que no ponemos objeción alguna a que nos des todo tu dinero, pero te lo diremos desde el principio:
lo usaremos para comprar droga o para volar a Marruecos. No se puede vender agua junto al río;
Caos es esa materia de la que hablaban los alquimistas, que los tontos valoran más que el oro a
pesar de que se encuentra en cualquier estercolero. El principal enemigo en esta categoría es Werner
Erhardt, fundador de est, que está ahora embotellando “Caos” e intentando vender las franquicias a
los yuppoides. Segundo, mencionaremos a algunos de nuestros amigos con objeto de dar una idea
de las ramas dispares en la teoría del Caos que nos gustan: Chaotica, la zona autónoma imaginaria
descubierta por Feral Faun (alias Feral Ranter); la Academy of Chaotic Arts de Tundra Wind;
KAOS, la revista de Joel Birnoco; Chaos Inc., un boletín conectado al trabajo de Ralph Abraham,
un científico puntero del Caos; la Iglesia de Eris; el Zen Discordiano; la Iglesia Mora Ortodoxa;
ciertos aspectos de la Church of the SubGenius; la Santa Jihad de Nuestra Señora del Caos
Perpetuo; los escritores asociados al “anarquismo tipo 3″ y publicaciones como Popular Reality;
etc. Los frentes de batalla están dibujados. Caos no es entropía, Caos no es muerte, Caos no es una
mercancía. Caos es creación continua. Caos nunca murió.
ANARQUIA POSTANARQUISMO
LA ASOCIACION DE LA ANARQUIA ONTOLOGICA se reúne en cónclave, turbantes negros y
túnicas brillantes, tumbados en alfombras de Shiraz sorbiendo café amargo, fumando de largos
chibouks y sibsi. PREGUNTA: ¿Cuál es nuestra posición respecto a todos los recientes abandonos
y deserciones del anarquismo (especialmente en tierras de California): condenar o condonar?
¿Purgarlos o ensalzarlos como vanguardia? ¿Elite gnóstica… o traidores?
De hecho, tenemos mucha simpatía por estos desertores y por sus diversas críticas del anarquISMO.
Como Simbad y el Viejo Horrible, el anarquismo se tambalea con el cadáver de un Mártir
mágicamente enganchado sobre los hombros; hechizado por el legado del fracaso y el masoquismo
revolucionarios agua estancada de la historia perdida.
Entre el Pasado trágico y el Futuro imposible, al anarquismo parece faltarle un Presente; como
temeroso de preguntarse a sí mismo, aquí y ahora, ¿CUALES SON MIS VERDADEROS
DESEOS? ¿y qué puedo hacer antes de que sea demasiado tarde?… Sí, imagínate a ti mismo cara a
cara con un brujo que te mira hostil y pregunta “¿Cuál es tu verdadero deseo?” ¿vacilas, balbuceas,
te refugias en tópicos ideológicos? ¿Posees tanto Imaginación como Voluntad, eres capaz de soñar
y atreverte, o eres el primo de una fantasía impotente?
Mira en el espejo e inténtalo… (ya que una de tus máscaras es la cara de un brujo)… El
“movimiento” anarquista apenas acoge hoy en día a ningún negro, gitano, nativo americano o
niño… a pesar de que incluso en teoría son grupos tan genuinamente oprimidos los que han de
beneficiarse al máximo de cualquier revuelta antiautoritaria. ¿No será que el anarquISMO no ofrece
programas concretos con los que los verdaderamente desposeídos puedan realizar (o al menos
luchar de una manera realista para realizar) sus verdaderos deseos y necesidades?
Si es así, entonces este fracaso no sólo explicaría la falta de atractivo que el anarquismo tiene para
los pobres y los marginados, sino también el desafecto y las deserciones de entre sus propias filas.
Las manifestaciones, piquetes y reimpresiones de los clásicos del siglo XIX no contribuyen a una
conspiración vital y atrevida de autoliberación. Si el movimiento ha de crecer en vez de encogerse,
habrá que tirar por la borda un montón de madera muerta y abrazar unas cuantas ideas arriesgadas.
El potencial existe. En cualquier momento, un gran número de individuos se va a dar cuenta que les
están forzando a tragar una carretada de aburrida mierda histérica y reaccionaria con saborizante
artificial. Vastos coros de gruñidos, gemidos, vómitos y nauseas… las turbas iracundas deambulan
por los supermercados, destrozando y saqueando… etc., etc. La Bandera Negra podría servir de
foco a la indignación y canalizarla hacia una sublevación de la Imaginación. Podríamos recoger la
lucha donde la dejaron el situacionismo en el 68 y Autonomía en los setenta, y llevarla a su
siguiente fase. La revuelta podría darse en nuestros tiempos; y en el proceso, muchos de nuestros
Verdaderos Deseos podrían verse realizados, bien sólo sea por una temporada, una breve utopía
pirata, una zona libre plegada en el viejo continuum del espaciotiempo.
Si la AAO retiene su afiliación con el “movimiento”, no sólo lo hace a cuenta de una predilección
romántica por las causas perdidas o no enteramente al menos. De todos los “sistemas políticos”, el
anarquismo (a pesar de todos sus defectos, y precisamente porque no es ni político ni sistema) se
aproxima más a nuestra concepción de la realidad, de la ontología, de la naturaleza del ser. Y en
cuanto a los desertores… estamos de acuerdo con sus críticas, pero señalando que no parecen
ofrecer nuevas alternativas potentes. Así es que de momento preferimos concentrarnos en
transformar el anarquismo desde dentro. Aquí está nuestro programa, camaradas:
1. Trabaja en la conciencia de que el racismo psíquico ha reemplazado a la discriminación abierta
como uno de los aspectos más repugnantes de nuestra sociedad. Participación imaginativa en otras
culturas, especialmente en aquellas en las que vivimos.
2. Abandona toda pureza ideológica. Abraza el anarquismo “tipo 3″ (por usar el término al uso de
Bob Black): ni colectivista ni individualista. Limpia el templo de vanos ídolos, desembarázate del
Viejo Horrible, de las reliquias y de los martirologios.
3. El movimiento antitrabajo o “Trabajo Cero” es extremadamente importante, incluyendo un
ataque radical y quizás violento contra la Educación y la servidumbre de los niños.
4. Desarrolla una trama nacional de samizdat, sustituye las tácticas caducas de
publicaciones/propaganda. La pornografía y el entretenimiento popular como vehículos de una
reeducación radical.
5. En música la hegemonía del compás 2/4 y del 4/4 ha de ser derrocada. Necesitamos una nueva
música, totalmente disparatada pero afirmadora de la vida, potente pero rítmicamente sutil, y la
necesitamos YA.
6. El anarquismo tiene que destetarse del materialismo evangélico y del banal cientifismo
bidimensional del siglo XIX. Los “estados más elevados de conciencia” no son meros
FANTASMAS inventados por sacerdotes malvados. El oriente, lo oculto, las culturas tribales
poseen técnicas que pueden ser asimiladas de manera verdaderamente anarquista. Sin “estados más
elevados de conciencia”, el anarquismo se consume y seca en una forma de mezquindad, en un
quejoso lamento. Necesitamos un tipo práctico de “anarquismo místico”, exento de toda la mierda y
el relumbrón new age, e inexorablemente herético y anticlerical; ávido de todas las nuevas
tecnologías de conciencia y metanoia; una democratización del chamanismo, ebria y serena.
7. La sexualidad está bajo asalto, obviamente desde la derecha, más sutilmente desde la
pseudovanguardia de la “postsexualidad”, e incluso aún mas sutilmente desde la Recuperación
Espectacular en los media y la publicidad. Momento para un avance más amplio en la conciencia
SexPol, una reafirmación explosiva del eros polimorfo (incluso y especialmente frente a la plaga y
la penumbra) una glorificación literal de los sentidos, una doctrina del gozo. Abandona toda
vergüenza y todo odio por el mundo.
8. Ensaya nuevas tácticas para reemplazar el caduco equipaje de la izquierda. Enfatiza los
beneficios prácticos, materiales y personales de la creación de tramas radicales. Los tiempos no se
muestran propicios para la violencia o la combatividad, pero con toda seguridad un poco de sabotaje
y de disrupción imaginativa nunca están fuera de lugar. Trama y conspira, no despotriques y te
lamentes. El mundo del arte en particular se merece una buena dosis de “terrorismo poético”.
9. La desespacialización de la sociedad postindustrial facilita ciertas ventajas (p. ej. la creación de
tramas digitales) pero puede también manifestarse como una forma de opresión (falta de hogar,
desarrollismo, despersonalización de la arquitectura, devastación de la naturaleza, etc.) Las
comunas de los sesenta intentaron dar un rodeo a estas fuerzas pero fracasaron. La cuestión de la
tierra se niega a desaparecer. ¿Cómo podemos separar el concepto de espacio de los mecanismos de
control? Los gángsters territoriales, las Naciones Estado, han metido mano al mapa entero. ¿Quién
habrá de inventarnos una cartografía de la autonomía, quien puede dibujar un mapa que incluya
nuestros deseos?
El anarquISMO implica en última instancia anarquía y la anarquía es Caos. Caos es el principio de
la creación continua… y Caos nunca murió.
Sesión plenaria de la AAO Marzo del 87, NYC
CORONA NEGRA Y ROSA NEGRA
Anarcomonarquía y anarcomisticismo
AL DORMIR TAN SOLO SOÑAMOS con dos formas de gobierno anarquía y monarquía. La
raíz primordial de la conciencia nunca juega limpio ni entiende de política. ¿Un sueño democrático?
¿Un sueño socialista? Imposible.
Ya traigan mis REM cuasi proféticas visiones pastorales o mera complacencia vienesa, sólo reyes y
salvajes pueblan mis sueños. Mónadas y nómadas.
El pálido día (cuando nada brilla con luz propia) llega furtivo e insinuándose sugiere que nos
comprometamos con una realidad triste y opaca. Pero en el sueño jamás nos gobiernan sino el amor
o la brujería, que son las habilidades de caóticos y sultanes.
Entre un pueblo que no sabe crear o jugar, sino que sólo sabe trabajar, los artistas tampoco conocen
otra elección que la anarquía o la monarquía. Al igual que el soñador han de poseer y de hecho
poseen sus propias percepciones, y por ello han de sacrificar lo meramente social a una “musa
tiránica”. El arte muere cuando se lo trata “con justicia”. El arte ha de gozar del salvajismo de un
troglodita o si no le ha de llenar la boca de oro algún príncipe. Los burócratas y el personal de venta
lo envenenan, los profesores lo mastican y los filósofos lo escupen. El arte es una especie de
barbaridad bizantina sólo apta para nobles y paganos.
Si hubieras conocido la dulzura de la vida como poeta en el reino de algún corrupto, decadente,
inepto y ridículo pachá o emir, de un sha de Qajar, de un Rey Farouk, de una Reina de Persia,
sabrías que esto es todo lo que cualquier anarquista ha de desear. ¡Cómo amaban los poemas y
pinturas, esos opulentos tontainas muertos, como absorbían todas las rosas y brisas frescas, todos
los tulipanes y laúdes!
Detestar su crueldad y capricho, sí pero al menos eran humanos. Los burócratas, sin embargo, los
que embadurnan las paredes de la mente con mugre sin olor tan amables, tan gemutlich los que
contaminan el aire interior con anodinia, esos no son ni merecedores de odio siquiera. Apenas
existen fuera de las ideas sin sangre a las que sirven.
Y además: el soñador, el artista, el anarquista ¿es que no comparte algún tinte de capricho cruel con
el más infame de los mogoles? ¿Puede la verdadera vida ocurrir sin alguna locura, algún exceso, sin
algún asalto de “lucha” heracliteana? Nosotros no gobernamos pero no podemos ni seremos
gobernados. En Rusia los anarquistas Narodnik habrían de falsificar en ocasiones un ukase o
manifiesto en nombre del Zar; en él el autócrata se lamentaría de que señores codiciosos y oficiales
desleales lo habían recluido en palacio y desligado de su amado pueblo. El Zar proclamaría el fin de
la servidumbre y alentaría a los campesinos y trabajadores a levantarse en su nombre contra el
gobierno. En muchas ocasiones esta intriga consiguió efectivamente encender revueltas. ¿Por qué?
Porque el gobernante absoluto actúa metafóricamente como un espejo de la pura y única
absolutidad completa del yo. Cada campesino ponía sus ojos en esta vidriosa leyenda y restañaba su
propia libertad una ilusión, pero una ilusión que tomaba su magia prestada de la lógica del sueño.
Un mito similar debe haber inspirado en el siglo XVII a los Ranters, Antinomianos y Hombres de la
Quinta Monarquía, quienes se reagruparon bajo el estandarte jacobita de las cábalas eruditas y las
conspiraciones aristocráticas. Los místicos radicales fueron traicionados primero por Cromwell y
después por la Restauración ¿por qué no unirse por fin a frívolos caballeros y fatuos condes, a
Rosacruces y Masones del Rito Escocés, para colocar un mesías oculto en el trono de Albión? Entre
un pueblo que no puede concebir sociedad humana sin un monarca, los deseos de los radicales
pueden expresarse en términos monárquicos. Entre un pueblo que no puede concebir la existencia
humana sin una religión, los deseos radicales pueden hablar el lenguaje de la herejía.
El taoísmo rechazó la burocracia confuciana en su totalidad pero retuvo la imagen del Emperador
Sabio, quien habría de sentarse silencioso en su trono encarando la dirección propicia, para no hacer
absolutamente nada.
En el Islam, los Ismailitas tomaron la idea del Imán de la Casa del Profeta y la transformaron en la
del “Imán del propio ser”, el yo perfeccionado que se encuentra más allá de toda Ley y regla, que
está sintonizado con el Uno. Y esta doctrina los llevó a la sublevación contra el Islam, al terror y al
asesinato en el nombre de la pura emancipación esotérica y de la liberación total.
El anarquismo clásico del siglo XIX se definió en su lucha contra la corona y la iglesia, y por tanto
a un primer nivel de conciencia se define como igualitario y ateo. La retórica obscurece, en
cualquier caso, lo que ocurre realmente: el “rey” se convierte en “anarquista”, el “sacerdote” en un
“hereje”. En este extraño dúo de mutabilidad el político, el demócrata, el socialista, el ideólogo
racional no tienen cabida; están sordos a la música y les falta todo sentido del ritmo. El terrorista y
el monarca son arquetipos; los demás son meros funcionarios.
En otra época el anarco y el rey se agarraron la garganta el uno al otro y bailaron un totentanz una
espléndida batalla. Ahora, sin embargo, los dos han sido relegados al cubo de basura de la historia;
don nadies, curiosidades de un pasado más ocioso y cultivado. Giran tan rápido que parecen
fundirse juntos… ¿pueden de alguna forma convertirse en una sola cosa, en un mellizo siamés, en
un Jano, en una unidad aberrante? “El sueño de la razón…” ¡Ah! ¡los mas deseables y deseosos de
los monstruos! La Anarquía Ontológica proclama abierta, llana y casi descerebradamente: sí, los
dos son ahora uno. Como una sola entidad el anarcorey renace ahora; cada uno de nosotros el
legislador de nuestra propia carne, de nuestras propias creaciones; y también de todo aquello que
podamos capturar y conservar. Nuestras acciones están justificadas por decreto y nuestras
relaciones se conforman bajo tratados con otros autarcas. Establecemos la ley en nuestros propios
dominios; y las cadenas de la Ley se han roto. Por el momento quizás nos mantengamos como
meros pretendientes; pero aun así podemos apoderarnos de algunos instantes, de algunos metros
cuadrados de realidad sobre los que imponer nuestra voluntad absoluta, nuestro royaume. L’etat,
c’est moi.
Si estamos vinculados a alguna ética o moral ha de ser la que nosotros mismos hayamos imaginado,
fabulosamente más exaltada y más liberadora que el “ácido morálico” de puritanos y humanistas.
“Sentíos como un dios”, “vos lo sois.”
Las palabras monarquía y misticismo se usan aquí en parte pour épater simplemente a aquellos
anarquistas igualiateos que reaccionan con pío horror frente cualquier mención de pompa o
creencia supersticiosa. ¡Que no haya revolución con champan para ellos!
Nuestra rama de antiautoritarismo, sin embargo, prospera en paradojas barrocas; favorece estados
estéticos de conciencia y de emoción sobre todos los dogmas e ideologías petrificadas; abraza a las
multitudes y goza de las contradicciones. La Anarquía Ontológica es un duendecillo para las
GRANDES mentes.
La traducción del título (y término clave) de El yo y su propiedad (The Ego & its Own) de Max
Stirner, ha llevado a una sutil malinterpretación del “individualismo”. La palabra del ingléslatín
ego viene provista de un bagaje de connotaciones freudianas y protestantes. Una lectura atenta de
Stirner sugiere que El único y lo que le es propio (The Unique & His Ownness) reflejaría mejor sus
intenciones, dado que nunca define el yo por oposición a la libido o al id, o por oposición al “alma”
o al “espíritu”. El Unico (der Einzige) puede más adecuadamente construirse simplemente como el
yo individual.
Stirner no se entrega a la metafísica, bien que inviste al Unico de una cierta absolutidad. ¿En qué se
diferencia pues este Einzige del Yo del Advaita Vedanta? Tat tvam asi: Vos (yo individual) lo sois
(yo absoluto).
Muchos creen que el misticismo “disuelve el yo”. Pamplinas. Sólo la muerte lo hace (o así es al
menos en nuestras suposiciones saduceas). El misticismo tampoco destruye el yo “carnal” o
“animal” lo que también significaría el suicidio. Lo que el misticismo intenta realmente es superar
la falsa conciencia, la ilusión, la Realidad del Consenso, y todos los fracasos del yo que acompañan
a estos males. El verdadero misticismo crea un “yo en paz”, un yo poderoso. El empeño más
elevado de la metafísica (alcanzado por ejemplo por Ibn Arabi, Boehme, Ramana Maharshi) es en
cierto sentido autodestruirse, identificar lo físico y lo metafísico, lo trascendente y lo inmanente,
como UNO. Ciertos monistas radicales han llevado esta doctrina mucho más allá del mero
panteísmo o del misticismo religioso. Una aprehensión de la inmanente unidad del ser inspira
ciertas herejías antinomianas (los Ranters, los Asesinos) a quienes consideramos nuestros
antepasados. El propio Stirner parece sordo a las posibles resonancias espirituales del
individualismo; y en esto pertenece al siglo XIX: nacido mucho después de la delicuescencia de la
cristiandad, pero mucho antes de los descubrimientos del oriente y de la tradición iluminista oculta
en la alquimia occidental, en la herejía revolucionaria y en el activismo oculto. Stirner desestimó
cabalmente lo que conoció como “misticismo”, un mero sentimentalismo piadoso basado en la auto
abnegación y el odio al mundo. Nietzche clavó la tapa de “Dios” unos años más tarde.
Desde entonces, ¿quién se ha aventurado a sugerir que el individualismo y el misticismo puedan
reconciliarse y sintetizarse? El ingrediente que falta en Stirner (Nietzche se aproxima más) es una
noción activa de conciencia no ordinaria. La realización del yo único (o ubermensch) ha de
reverberar y expandirse en olas o espirales o música para abrazar la experiencia directa o la
percepción intuitiva de la unicidad de la realidad misma. Esta realización abarca y borra toda
dualidad, toda dicotomía y toda dialéctica. Transporta en sí misma, como una carga eléctrica, un
sentido mudo e intenso de valor: “diviniza” el yo.
El ser/consciencia/gozo (satchitananda) no puede ser desestimado como un mero “fantasma”
stirneriano o una entelequia más. No invoca un principio trascendente exclusivo por el que el
Einzige deba sacrificar lo que le es propio. Simplemente establece que la misma conciencia intensa
de la existencia da lugar al “gozo” o en otras palabras a la “conciencia valorativa”. Al fin y al cabo
el objetivo del Unico es poseerlo todo; el monista radical obtiene esto al identificar el yo con la
percepción, como el pintor chino que “se convierte en el bambú”, para “pintarse a sí mismo”. A
pesar de las misteriosas pistas que Stirner deja caer acerca de una “unión de Unicos” y a pesar del
eterno “Sí” de Nietzche a la exaltación de la vida, su individualismo parece de alguna manera
caracterizado por una cierta frialdad hacia el otro. En parte ambos cultivaron una higiénica frialdad
como asidero contra la asfixia caliente del sentimentalismo y el altruismo del siglo XIX; en parte
simplemente despreciaron lo que alguien (¿Mencken?) denominó “Homo Bubensis”.
Y aun así, leyendo debajo y detrás de la capa de hielo, uno descubre los trazos de una fogosa
doctrina lo que Gaston Bachelard hubiera podido llamar una “Poética del Otro”. La relación del
Einzige con el Otro no puede estar limitada por institución o idea alguna. Y aun así clara, aunque
paradójicamente, el Unico depende del Otro para completarse, y no puede realizarse ni se realizará
en ningún amargo aislamiento.
El ejemplo de los “niños lobo” o enfants sauvages sugiere que un niño privado de la compañía
humana por un período demasiado largo nunca obtendrá humanidad consciente nunca adquirirá el
lenguaje. El Niño Salvaje facilita quizás una metáfora poética del Unico; y al mismo tiempo señala
el punto preciso donde el Unico y el Otro han de encontrarse, coalescer, unificarse; o bien fracasar
en la obtención de todo aquello de lo que son capaces.
El Otro refleja el Yo; el Otro es nuestro testigo. El Otro completa el Yo; el Otro nos da la clave de
la percepción de la unicidad del ser. Cuando hablamos del ser y de la conciencia, apuntamos al Yo;
cuando hablamos de gozo implicamos al Otro.
La adquisición del lenguaje cae bajo bajo el signo de Eros; toda comunicación es esencialmente
erótica, toda relación es erótica. Avicena y Dante afirmaron que el amor mueve las estrellas y los
planetas mismos en su curso; el Rg Veda y la Teogonía de Hesíodo proclaman a Amor como el
primer dios nacido después de Caos. Los afectos, las afinidades, las percepciones estéticas, la
convivencia; las más preciadas posesiones del Unico surgen de la conjunción de Yo y Otro en la
constelación del deseo. Aquí otra vez el proyecto emprendido por el individualismo puede
evolucionar y vivificarse con un injerto del misticismo; específicamente con el tantra. Como técnica
esotérica divorciada del hinduismo ortodoxo, el tantra facilita un marco simbólico (una “red de
joyas”) para identificar el placer sexual y la conciencia no ordinaria. Todas las sectas antinomianas
han contenido algún aspecto “tántrico”, de las Familias del Amor y el Brethren Libre y los
Adamitas europeos a los pederastas sufíes de Persia o a los alquimistas taoístas chinos. Incluso el
anarquismo clásico ha disfrutado sus momentos tántricos: los falansterios de Fourier; el
“anarquismo místico” de G. Ivanov y otros simbolistas rusos de fin de siglo; el erotismo incestuoso
del Sanine de Arzibashaev; la extraña combinación de nihilismo y adoración a Kali que inspiró al
Partido Terrorista Bengalí (al que mi gurú tántrico Sri Kamanaransan Biswas tuvo el honor de
pertenecer)…
Nosotros, por nuestra parte, proponemos un sincretismo de anarquía y tantra mucho más profundo
que cualquiera de los mencionados. De hecho, simplemente sugerimos que el Anarquismo
Individual y el Monismo Radical sean considerados en adelante un mismo movimiento.
Este híbrido se ha denominado “materialismo espiritual”, un término que quema toda metafísica en
el fuego de la unidad de espíritu y materia. También nos gusta “Anarquía Ontológica” porque
sugiere que el propio ser permanece en un estado de “Caos divino, de plena potencialidad, de
creación continua. En este flujo sólo el jiva mukti, o “individuo liberado”, se autorrealiza, y es por
tanto amo o monarca de sus percepciones y relaciones. En este incesante fluír sólo el deseo ofrece
un principio de orden, y así la única sociedad posible (como entendió Fourier) es una sociedad de
amantes.
El anarquismo ha muerto, ¡larga vida a la anarquía! Ya no necesitaremos más el bagaje del
masoquismo revolucionario o de la autoinmolación idealista; o la frigidez del individualismo con su
desdén por la convivencia, por el vivir juntos; o las vulgares supersticiones del ateísmo, el
cientifismo y el progresismo del siglo XIX. ¡Tantos pesos muertos! Las mohosas maletas
proletarias, los pesados baúles burgueses, los aburridos portamantas filosóficos ¡por la borda con
ellos!
De estos sistemas sólo queremos su entusiasmo, su fuerza vital, su atrevimiento, su intransigencia,
su furia, su desenvoltura, su potencia, su shakti. Antes de tirar por la borda la basura y la
impedimenta, saquearemos la valija en busca de billeteras, pistolas, joyas, drogas y otros elementos
útiles nos quedaremos con lo que nos guste y tiraremos el resto. ¿Por qué no? ¿Es que somos los
sacerdotes de algún culto, para canturrear responsos y mascullar nuestros martirologios?
La monarquía también posee algo de lo que queremos; una gracia, una naturalidad, un orgullo, una
superabundancia. Nos quedaremos con esto, y tiraremos las desgracias de la autoridad y la tortura
en el cubo de basura de la historia. El misticismo tiene algo que nos hace falta; “autosuperación”,
conciencia exaltada, embalses de potencial psíquico. Estos serán expropiados en nombre de nuestra
sublevación; y dejaremos que las desgracias de la moralidad y la religión se pudran y
descompongan. Como los Ranters solían decir saludando a cualquier “criatura compañera” del rey
al carterista “¡Alégrate! ¡Todo es nuestro!”
INSTRUCCIONES DEL KALI YUGA
EL KALI YUGA TODAVIA tiene unos 200,000 años por lo menos para jugar; buenas noticias para
los abogados y avatares de CAOS, malas noticias para brahmanes, secuaces de Yahvé, dioses
burócrata y sus lacayos.
Supe que Darjiling escondía algo para mí desde el momento en que escuché el nombre dorje ling
Ciudad del Relámpago. Llegué en 1969 justo antes de los monzones. Una vieja estación británica en
la colina, cuarteles de verano del gobierno de Bengala; calles en forma de sinuosas escaleras de
madera, un centro comercial con vistas de Sikkim y del monte Katchenhunga templos y refugiados
tibetanos hermosas gentes amarillo porcelana llamadas lepchas (los verdaderos aborígenes)
hindúes, musulmanes, budistas nepaleses y bhutaneses, y decadentes británicos que se extraviaron
camino a casa en el 47, y que aún regentaban destartalados bancos y casas de té.
Conocí a Ganesh Baba, un corpulento sadduh de barbas blancas con un impecablemente marcado
acento de Oxford; en la vida he visto a nadie fumar ganja de esa manera, chillam tras chillam,
después recorríamos las calles mientras jugaba a la pelota con niños chillones o se metía en broncas
en el bazar, persiguiendo a los aterrorizados tenderos con el paraguas para revolcarse de risa
después. Me presentó a Sri Kamanaransan Biswas, un flaco funcionario bengalí de mediana edad y
traje raído, quien se ofreció a enseñarme el tantra. El Sr. Biswas vivía en un diminuto bungalow
colgado entre los pinares de una brumosa ladera, donde yo lo visitaba diariamente trayendo pintas
de brandy de puja barato para empinar el codo; él me animaba a fumar mientras charlábamos, pues
la ganja también es sagrada para Kali.
El Sr. Biswas fue en su loca juventud miembro del Partido Terrorista Bengalí, que incluía tanto a
adoradores de Kali como a herejes místicos musulmanes además de anarquistas e izquierdistas
radicales. Ganesh Baba parecía aprobar este pasado secreto, como si fuera una señal de la oculta
fuerza tántrica del Sr. Biswas, a pesar de su ligeramente desastrada apariencia externa. Discutíamos
mis lecturas de Sir John Woodruffe (”Arthur Avalon”) cada tarde, caminaba hasta allí a través de la
fría niebla veraniega, de las trampas tibetanas para espíritus que aleteaban a la húmeda brisa que se
levantaba del rocío y los cedros. Practicábamos el mantra de Tara y el mudra de Tara (o mudra de
Yoni), y estudiábamos el diagrama del yantra de Tara con propósitos mágicos. Una vez visitamos
un templo al Marte hindú (como el nuestro, a un tiempo planeta y dios de la guerra) donde compró
un anillo hecho con un clavo de herradura y me lo dio. Mas brandy y ganja.
Tara: una de las formas de Kali, muy similar en atributos: tirando a enana, desnuda, con cuatro
brazos armados, bailando sobre el cadáver de Shiva, un collar de caninas o cabezas cortadas, la
lengua goteando sangre, la piel de un profundo azulgrís, precisamente el color de las nubes del
monzón. Cada día más lluvia aludes de barro bloqueando las carreteras. Mi pase de área fronteriza
expira. El Sr. Biswas y yo descendemos del húmedo y resbaladizo Himalaya en jeep y en tren hasta
su ciudad ancestral, Siliguri en las anchas llanuras bengalíes donde el Ganges se ramifica en un
inundado delta reverdecente.
Visitamos a su mujer en el hospital. El año pasado una crecida asoló Siliguri matando a decenas de
miles de personas. Se propagó el cólera, la ciudad está hecha una ruina, manchada de algas y
destruida, las salas del hospital todavía están encostradas de lodo, sangre, vómitos, los líquidos de la
muerte. Ella está sentada silenciosa en la cama contemplando de hito en hito un horrible sino sin un
parpadeo. El lado oscuro de la diosa. El me da una litografía coloreada de Tara que milagrosamente
se salvó flotando en el agua.
Esa noche asistimos a una ceremonia en el templo local de Kali, una modesta capilla medio en
ruinas junto a la carretera antorchas como única iluminación cantos y tambores de una síncopa
extraña, casi africana, totalmente transformadora, primordial pero complejamente delirante.
Bebemos, fumamos. Solo en el cementerio, junto a un cadáver medio calcinado, me inician en el
tantra de Tara. Al día siguiente, febrático y aturdido, digo adiós y parto hacia Assam, hacia el gran
templo del yoni de Shakti en Gauhati, justo a tiempo para la fiesta anual. Assam es territorio
prohibido y no tengo permiso. A medianoche en Gauhati me escabullo del tren, retrocedo por las
vías a través de lluvia y barro hasta las rodillas y, en total oscuridad, voy a dar por fin con la ciudad
y me meto en un hotel cochambroso. Enfermo como un perro a estas alturas. No soy capaz de
dormir.
Por la mañana, autobús arriba hasta el templo en una montaña cercana. Torres inmensas, deidades
pululando, patios, dependencias cientos de miles de peregrinos extraños saddhus con pieles de
trige que han bajado cantando de las cuevas de hielo que ocupan. Ovejas y palomas son sacrificadas
a millares, una auténtica hecatombe (ningún otro sahib blanco a la vista) abundantes regueros de
sangre espadas de Kali de hoja curva chop chop chop, cabezas muertas rodando por los
resbaladizos adoquines. Cuando Shiva cortó a Shakti en 53 trozos y los diseminó por toda la cuenca
del Ganges, su coño cayó aquí. Algunos sacerdotes amistosos hablan inglés y me ayudan a
encontrar la cueva donde se exhibe Yoni. A estas alturas ya sé que estoy seriamente enfermo, pero
decidido a completar el ritual. Un tropel de peregrinos (todos al menos una cabeza más bajos que
yo) me rodea como una ola de resaca en la playa, y me lanza suspendido sofocantes y tortuosas
escaleras trogloditas abajo hasta una claustrofóbica cavernaútero donde doy vueltas mareado y
alucinando hacia un informe meteorito cónico restregado por siglos de ghee y ocre. La barahúnda
parte, permitiéndome arrojar un ramo de jazmín sobre el yoni.
Una semana mas tarde en Katmandú ingreso (durante un mes) en el Hospital Alemán de las
Misiones con hepatitis. Un precio exiguo por todo el conocimiento adquirido ¡el hígado de algún
coronel retirado en una historia de Kipling! pero la he conocido, conozco a Kali. Sí, el arquetipo
absoluto de todo el horror, mas para aquellos que saben, se convierte en una madre generosa. Más
tarde en una cueva en la jungla sobre Rishikish medité sobre Tara durante muchos días (con mantra,
yantra, mudra, incienso y flores) y volví a la serenidad de Darjiling, y a sus benéficas visiones.
Su era ha de contener horrores, ya que la mayoría de nosotros no puede entenderla o alcanzar más
allá del collar de calaveras hasta el ramo de jazmín, sabiendo en qué sentido son una misma cosa.
Atravesar CAOS, montarlo como un tigre, abrazarlo (incluso sexualmente) y absorber un poco de
su shakti, de su zumo vital este es el Sendero del Yuga de Kali. Nihilismo creativo. Para aquellos
que lo siguen ella promete iluminación e incluso riqueza, una participación de su poder temporal.
La sexualidad y la violencia sirven de metáfora en un poema que actúa directamente sobre la
conciencia a través de la imaginación; o puede que en las circunstancias apropiadas sean
abiertamente realizadas y disfrutadas, imbuidas con un sentido de la santidad del todo, del éxtasis y
el vino a la basura y los cadáveres.
Aquellos que la ignoran o la ven fuera de sí mismos se arriesgan a la destrucción. Aquellos que la
adoran como ishta devata, o yo divino, saborean su edad del hierro como si fuera de oro,
conociendo la alquimia de su presencia
CONTRA LA REPRODUCCION DE LA MUERTE
UNO DE LOS SIGNOS de ese Fin de los Tiempos que muchos parecen anticipar consistiría en una
fascinación por todo el detritus más negativo y odioso de esos tiempos, una fascinación por la
propia clase de intelectuales que se consideran a sí mismos los más perspicaces sobre el así llamado
apocalipsis del que nos advierten. Estoy hablando de gente que conozco muy bien; aquellos de la
“derecha espiritual” (tales como los neoguenonianos con su obsesión por cualquier signo de
decadencia); y aquellos de la izquierda postfilosófica, los distanciados ensayistas de la muerte,
connoisseurs de las artes de la mutilación.
Para estos dos grupos, toda posible acción en el mundo está restregada sobre un solo nivel plano;
todo se muestra igualmente insensato. Para el tradicionalista, nada importa sino preparar el alma
para la muerte (no sólo la propia sino la del mundo entero también). Para el “crítico cultural” nada
importa sino el juego de identificar otra nueva razón para la desesperanza, de analizarla y añadirla
al catálogo.
El Fin del Mundo es ahora una abstracción porque nunca ha ocurrido. No tiene existencia en el
mundo real. Dejará de ser una abstracción sólo cuando ocurra si es que ocurre. (No estoy
afirmando conocer los “designios de Dios” sobre el particular ni tampoco poseer conocimiento
científico alguno sobre un futuro aún inexistente). Tan sólo veo una imagen mental y sus
ramificaciones emocionales; como tal la identifico como a una especie de virus fantasmal, una
enfermedad fantasma en mí mismo que ha de ser expurgada mas que hipocondríacamente mimada y
complacida. He acabado despreciando el “Fin del Mundo” como un icono ideológico que la
religión, el estado y el entorno cultural por igual han sostenido sobre mi cabeza como una razón
para no hacer nada.
Entiendo por qué los “poderes” religioso y político quisieran mantenerme temblando como un
azogado. Yo seguiré como un cordero sus dictados y no me aventuraré a nada por mí mismo ya que
sólo ellos ofrecen siquiera una oportunidad para evadir el ragnarok (a través de la oración, de la
democracia, del comunismo, etc.). El caso de los intelectuales iluminados, sin embargo, parece en
principio más asombroso. ¿Qué poder adquieren ellos de este rosario de miedo y sombras, de
sadismo y odio? Lo que en esencia obtienen es inteligencia. Cualquier ataque contra ellos ha de
parecer estúpido, ya que sólo ellos tienen la claridad de visión suficiente para reconocer la verdad,
sólo ellos tienen el valor suficiente para ponerla por delante en desafío a vulgares censores
ignorantes y a blandos liberales. Si los ataco como parte del problema mismo que afirman discutir
objetivamente, me verán como un paleto, un mojigato, un cursi. Si admito mi odio por los artefactos
de su percepción (libros, obras de arte, performances) seré entonces simplemente tachado de
remilgado (y así por supuesto seré reprimido psicológicamente), o al menos tachado de falto de
seriedad.
Muchos asumen que porque yo a veces me expreso como un anarquista al que le gustan los
muchachitos, he de estar también “interesado” en otras ideas ultra postmodernas como el
infanticidio compulsivo, la ideología fascista, o las fotografías de Joel P. Witkin. Tan sólo asumen
dos caras de cada asunto la cara que se lleva y la cara que no se lleva. Un marxista que objetara
contra todo este culto a la muerte como algo antiprogresista sería considerado tan tonto como un
fundamentalista cristiano que lo considerara inmoral.
Estoy convencido de que (como de costumbre) existen muchas caras en este asunto en vez de sólo
dos. Los asuntos de dos caras (creacionismo contra darwinismo, “elección” contra “provida”, etc.)
son todos sin excepción ilusiones, mentiras espectaculares.
Mi posición es ésta: soy bien consciente de la “inteligencia” que previene de la acción.
Yo mismo la poseo en abundancia. Sin embargo de vez en cuando me las arreglo para comportarme
como si fuera lo suficientemente estúpido como para intentar cambiar mi vida. A veces he utilizado
estupefacientes peligrosos como la religión, la marihuana, el caos, el amor de los niños. En unas
pocas ocasiones he obtenido un cierto éxito y digo esto no para dármelas de nada sino como
testimonio. Derrocando los iconos internos del Fin del Mundo y de la futilidad de todo empeño
mundano, he penetrado (alguna vez) en un estado que parecía (en comparación con todo lo que he
conocido) un estado de salud. Las imágenes de muerte y mutilación que fascinan a nuestros artistas
e intelectuales me parecen a la luz del recuerdo de estas experiencias trágicamente inapropiadas
para el verdadero potencial de la existencia y del discurso sobre la existencia.
La existencia misma puede considerarse un abismo desposeído de sentido. Yo no leo esto como una
declaración pesimista. Si esto es así, no lo he de ver pues sino como una declaración de autonomía
para mi imaginación y mi voluntad; y para el más bello acto que ellos puedan concebir con el que
dotar de sentido a la existencia.
¿Por qué tengo yo que emblematizar esta libertad con un acto como el asesinato (como hicieron los
existencialistas) o con cualquiera de los funéreos gustos de los ochenta? La muerte sólo puede
matarme una vez; hasta entonces soy libre para expresarme y experimentar (tanto como pueda) una
vida y un arte de la vida basados tanto en “experiencias punta” autoenriquecedoras, como en la
“convivencia” (que también posee su propias recompensas).
La réplica obsesiva de la imaginería de la muerte (y su reproducción o incluso mercantilización) se
entromete en este proyecto obstaculizándolo tanto como la censura o el lavado de cerebro de los
media. Introduce bucles de feedback negativo es mal juju. No ayuda a nadie a conquistar el miedo
a la muerte, sino sólo inculca un miedo mórbido en lugar del saludable miedo que toda criatura
sensible tiene al olor de la propia mortalidad.
Esto no ha de absolver al mundo de su fealdad, o negar que cosas verdaderamente terribles existen
en él. Pero algunas de estas cosas pueden ser superadas; con la condición de que construyamos una
estética sobre la superación más que sobre el miedo.
Hace poco asistí a una actuación de danza/poesía gay de intransigente modernez: el bailarín negro
de la troupe tenía que hacer como que se follaba a un cordero muerto.
Parte de mi autoinducida estupidez, lo confieso, es creer (e incluso sentir) que el arte puede
cambiarme, y cambiar a otros. Por eso escribo pornografía y propaganda para provocar el cambio.
El arte nunca puede significar tanto como una aventura amorosa, quizás, o una sublevación. Pero…
hasta cierto punto… funciona.
Incluso aunque hubiera abandonado toda esperanza en el arte, sin embargo, toda expectativa de
exaltación, todavía me resistiría a soportar un arte que sólo exacerba mi infelicidad, o se permite la
schadenfreude, la “complacencia en la infelicidad de otros”. Me aparto de cierto arte como un perro
rehuiría aullando el cadáver de su compañero. Preferiría rehusar esa sofisticación que me permite
olerlo con distanciada curiosidad como un ejemplo más de la descomposición postindustrial. Sólo
los muertos son realmente inteligentes, realmente enrollados. Nada los toca. Mientras vivo, sin
embargo, me pongo del lado de una vida descarriada, sufriente y tortuosa, del lado de la ira más que
del aburrimiento, de la dulce lujuria, el hambre y la incuria… contra la gélida vanguardia y sus
premoniciones sepulcrales a la moda.
SONORA DENUNCIA DEL SURREALISMO
(Para Harry Smith)
EN LA MUESTRA DE CINE SURREALISTA, alguien preguntó a Stan Brakhage sobre la
utilización del surrealismo en los media (MTV, etc.); el contestó que era una “maldita vergüenza”.
Bien, quizás lo sea o quizás no lo sea (¿es que la Kultura popular carece ipso facto de toda
inspiración?); pero aun admitiendo que en alguna medida la apropiación del surrealismo por parte
de los media sea una maldita vergüenza ¿hemos de creer que no había nada en el surrealismo que
permitiera que se perpetrara este robo?
El retorno de lo reprimido significa el retorno de lo paleolítico no una vuelta a la antigua edad de
piedra, sino una vuelta de la espiral en un nuevo nivel de rotación. (Después de todo, el 99,9999%
de la experiencia humana es de caza/recolección, con la agricultura y la industria como una mera
mancha de aceite en el pozo profundo de la no historia). El paleolítico es igual al pretrabajo (”la
sociedad original del ocio”). El posttrabajo (trabajo cero) es igual al “paleolitismo psíquico”. Todo
proyecto por la “liberación del deseo” (surrealismo) que permanezca enmarañado en la matriz del
Trabajo sólo puede conducir a la mercantilización del deseo. El neolítico comienza con el deseo de
mercancías (excedentes agrícolas), pasa a la producción del deseo (industria), y termina con la
implosión del deseo (publicidad). La liberación surrealista del deseo, con todas sus conquistas
estéticas, no queda más que como un subconjunto de la producción; de ahí la venta al por mayor del
surrealismo al partido comunista y a su ideología laboralista (por no mencionar su consiguiente
misoginia y homofobia). El ocio moderno, por el contrario, es simplemente un subconjunto del
Trabajo (de ahí su mercantilización); no es por casualidad pues que cuando el surrealismo cerró el
chiringuito, los únicos clientes que quedaran en las rebajas fueran ejecutivos de la industria
publicitaria.
La publicidad, utilizando la colonización surrealista del inconsciente para crear deseo, lleva a la
implosión final del surrealismo. No es sólo una “maldita vergüenza y una desgracia”, ni una simple
apropiación. El surrealismo fue hecho para la publicidad, para la mercantilización. El surrealismo es
de hecho una traición al deseo.
Y aún así, fuera de este abismo de sentido, el deseo todavía surge, inocente como un fénix renacido.
El primer dada berlinés (que rechazó la vuelta al objeto artístico) nos ofrece con todos sus defectos
un modelo mucho más apto para enfrentarnos a la implosión de lo social de lo que el surrealismo
hubiera podido ofrecernos jamás; un modelo anarquista, o quizás (en jerga antropo) un modelo no
autoritario, una destrucción de toda ideología, de todas las cadenas de la ley. Con la estructura del
Trabajo/Ocio derrumbándose hacia el vacío, con todas las formas de control desvaneciéndose en la
disolución del sentido, el neolítico parece destinado a la desaparición también, con todos sus
templos y graneros y policías, para ser reemplazado por un retorno de orden psíquico a la
caza/recolección una renomadización. Todo implota y desaparece la familia edípica, la
educación, hasta el inconsciente mismo (como dice André Codrescu). No confundamos esto con el
Apocalipsis (resistámonos a la seducción del enemigo escatológico) no es el mundo el que termina;
sólo la cáscara vacía de lo social, que arde y desaparece.
Habría que tirar el surrealismo a la basura con toda la bonita cacharrería del sacerdocio agrícola y
con todos los insulsos sistemas de control. Nadie sabe lo que ha de traer, qué miseria, qué espíritu
salvaje, qué dicha; pero lo último que nos hace falta en nuestro viaje es otro equipo de comisarios,
Papas de nuestros sueños papaítos. Abajo el Surrealismo…
Naropa, 9 de julio, 1988
POR UN CONGRESO DE RELIGIONES RARAS
HEMOS APRENDIDO A DESCONFIAR del verbo ser, de la palabra es; en vez de esto hagamos
notar el asombroso parecido entre el concepto de SATORI y el concepto de REVOLUCION DE LA
VIDA COTIDIANA; en ambos casos: una percepción de lo “ordinario” con consecuencias
extraordinarias para la conciencia y la acción. No podemos usar la expresión “es como” porque
ambos conceptos (como todos los conceptos, todas las palabras) vienen de por sí encostrados con
añadidos; cada una de ellas cargada de todo su equipaje psicocultural, como invitados que llegan
sospechosamente bien avituallados para el fin de semana.
Así es que permíteme el anticuado uso beatzen del satori, mientras a un tiempo enfatizo en el caso
del slogan situacionista que una de las raíces de su dialéctica puede seguirse hasta la noción
dada/surrealista de lo “maravilloso” irrumpiendo en (o desde) una vida que sólo parece sofocada
por lo banal, por las miserias de la abstracción y la alienación. Defino mis términos haciéndolos
más vagos, precisamente con el objetivo de evitar las ortodoxias tanto del budismo como del
situacionismo, para escapar de sus trampas ideológicosemánticas ¡esas máquinas rotas del
lenguaje! Más bien propongo que las desguacemos en busca de recambios, un acto de bricolage
cultural. La “revolución” sólo representa otra vuelta del tornillo mientras la ortodoxia religiosa de
cualquier tipo conduce lógicamente a un verdadero gobierno de destornillados. No hagamos un
ídolo del satori al imaginarlo bajo el monopolio de monjes místicos, o como contingente en
cualquier código moral; y más que fetichizar el izquierdismo del 68 elijamos el término de Stirner
“sublevación” o “levantamiento”, que elude las implicaciones internas de un mero cambio de
autoridad. Esta constelación de conceptos supone “romper las reglas” de la percepción normativa
para llegar a la experiencia directa, de una manera análoga al proceso por el que el caos se resuelve
espontáneamente en órdenes fractales no lineales, o a la forma en que la energía creativa “salvaje”
se resuelve en juego y poesis. El “orden espontáneo” que surge del “caos” evoca por su parte el
taoísmo anarquista del Chuang Tzu. El zen puede ser acusado de una falta de conciencia de las
implicaciones revolucionarias del satori, mientras los situacionistas pueden ser criticados por
ignorar una cierta “espiritualidad” inherente a la autorrealización y a la convivencia que su causa
demanda. Identificando el satori con la r.v.c. estamos en cierta medida celebrando un matrimonio de
penalty tan singular como el emparejamiento surrealista de un paraguas y una maquina de coser o lo
que quiera que fuera. Miscegenación. La mezcla de razas por la que abogaba Nietzche, quien sin
duda se sentía atraído por la sensualidad del descastado.
Me siento tentado de describir la manera en que el satori “es” como la r.v.c. pero no puedo. O por
ponerlo de otra manera: casi todo lo que escribo gira en torno a este tema; tendría que repetirlo casi
todo para dilucidar este único punto. En vez de ello, como apéndice, ofrezco otra curiosa
coincidencia o interpenetración de 2 términos, uno del situacionismo una vez más y el otro en este
caso del sufismo.
La dérive o deriva fue concebida como un ejercicio en la revolución deliberada de la vida cotidiana;
una especie de vagabundeo sin destino prefijado por las calles de la ciudad, un nomadismo urbano
visisonario que implicaba una apertura a la “cultura como naturaleza” (si he captado bien la idea) el
cual por su pura duración habría de inculcar en los derivantes una propensión a experimentar lo
maravilloso; no siempre en su forma mas benéfica quizás, pero, optimístamente, siempre productiva
a un entendimiento ya fuera a través de la arquitectura, el erotismo, la aventura, la bebida y las
drogas, el peligro, la inspiración, lo que fuera de la intensidad de la percepción inmediata y la
experiencia.
El término paralelo en el sufismo seria “viajar a los horizontes lejanos” o simplemente “viajar”, un
ejercicio espiritual que combina las energías urbanas y nómadas del Islam en una sola trayectoria,
denominada en ocasiones “la caravana del verano”. El derviche hace un voto de viajar a cierta
velocidad, quizás quedándose no más de 7 ó 40 noches en una ciudad, aceptando lo que surja,
poniéndose en marcha cuando signos o coincidencias o simples caprichos le dirijan, moviéndose de
punto de fuerza a punto de fuerza, consciente de una “geografía sagrada”, del itinerario como
sentido, de la topología como simbología.
Otra constelación: Ibn Jaldún, En el camino (tanto de Jack Kerouac como de Jack London), la
forma de la novela picaresca en general, el Barón Munchausen, el wanderjahr, Marco Polo,
muchachos en un bosque de verano suburbano, caballeros arturianos buscando bronca, maricones
buscando chavalitos, arrastrarse por las tabernas con Melville, Poe, Baudelaire; o montar en canoa
con Thoreau en Maine… el viaje como la antítesis del turismo, espacio más que tiempo. Un
proyecto de arte: la construcción de un “mapa” que mantenga una escala 1:1 con el “territorio”
explorado. Un proyecto político: la construcción de “zonas autónomas” cambiantes dentro de una
red nomádica invisible (como los Rainbow Gatherings). Un proyecto espiritual: la creación o el
descubrimiento de formas de peregrinación en las que el concepto de “templo” ha sido reemplazado
(o esoterizado) por el concepto de “experiencia punta”.
Lo que aquí intento (como siempre) es proveer unas bases irracionales firmes, una filosofía extraña,
puede ser, para lo que llamo Religiones Libres, incluyendo las corrientes psicodélica y discordiana,
el neopaganismo no jerárquico, las herejías antinomianas, el caos y la Magia del Kaos, el vudú
revolucionario, los cristianos anarquistas y “sin iglesia”, el Judaísmo Mágico, la Iglesia Mora
Ortodoxa, la Church of the SubGenius, las hadas, los taoístas radicales, los místicos de la cerveza,
la gente de la hierba, etc., etc.
Contrariamente a las expectativas de los radicales del siglo XIX, la religión no ha desaparecido
quizás nos iría mejor si lo hubiera hecho sino que en vez de ello ha incrementado su poder,
aparentemente en proporción al incremento en el reino de la tecnología y el control racional. Tanto
el fundamentalismo como la new age extraen algún tipo de fuerza de la amplia y profunda
insatisfacción con un Sistema que trabaja contra toda percepción de la exuberancia de la vida
cotidiana; llámalo Babilonia o el Espectáculo, el Capital o el Imperio, la Sociedad de la Simulación
o del mecanismo desalmado, lo que quieras. Pero estas dos fuerzas religiosas reconducen el deseo
mismo de autenticidad hacia nuevas abstracciones dominantes y opresivas (moralidad en el caso del
fundamentalismo, mercantilismo en el caso de la new age), y por esta razón pueden calificarse con
toda propiedad de “reaccionarias”.
De la misma manera en que los radicales de la cultura buscarán infiltrarse y subvertir los media
populares, y tal como los radicales de la política desarrollarán funciones similares en la esfera del
trabajo, la familia, y otras organizaciones sociales, así existe una necesidad de que los radicales
penetren la propia institución de la religión en vez de simplemente seguir recitando tópicos del siglo
XIX sobre el materialismo ateo. Va a ocurrir de cualquier forma, así que mejor aproximarse a ello
de manera consciente, con gracia y estilo.
Habiendo vivido una vez cerca de la sede del Consejo Mundial de Iglesias, me gusta la posibilidad
de una versión paródica de las Iglesias Libres la parodia como una de nuestras estrategias
principales (o llámala détournement o desconstrucción o destrucción creativa) una especie de red
abierta (no me gusta esa palabra; llamémosle si no “trama”) de cultos raros e individuos que se
provean unos a otros de conversación y servicios, de lo que puede empezar a emerger una dirección
o tendencia o (en términos mágicos) una “corriente” lo suficientemente fuerte para sembrar el
desorden psíquico entre fundamentalistas y new agers, incluso entre los ayatollahs y el papado, lo
suficientemente convivial para disentir entre nosotros y aún poder dar fiestas estupendas o
cónclaves, o concilios ecuménicos, o congresos mundiales a los que nos anticipamos con alegría.
Las Religiones Libres pueden ofrecer algunas de las únicas alternativas espirituales posibles a las
tropas de asalto televangélicas y a los bobos “canalizadores del cristal” (por no mencionar a las
religiones establecidas), y por eso llegarán a ser cada vez más y más importantes, más y más vitales
en un mundo en el que la exigencia de la irrupción de lo maravilloso en lo cotidiano se ha de
convertir en la más urgente, aguda y tumultuosa de todas las exigencias políticas. Un futuro que ha
de empezar (espera, deja que mire el reloj)… 5, 4, 3, 2, 1… YA.
LA TIERRA HUECA
REGIONES SUBTERRANEAS DEL continente excavadas en cavernas ciclópeas, catedrales de
redes fractales, laberínticos túneles gargantuanos, lentos ríos negros subterráneos, inmóviles
lagunas estigias, puras y ligeramente luminíferas, esbeltas cataratas precipitándose sobre roca
desgastada por el agua, cayendo entre bosques petrificados de estalactitas y estalagmitas en la
complejidad del asombro del pez ciego ante el espeleólogo e insondable vastedad… ¿Quién excavó
esta tierra hueca bajo el hielo que vislumbraron Poe, ciertos ocultistas paranoicos alemanes,
sectarios OVNI shaverianos? ¿Fue la tierra una vez colonizada en los tiempos de Gondwana o MU
por alguna antigua raza? ¿con sus esqueletos reptilianos todavía enmoheciéndose en los laberintos
secretos más lejanos del sistema cavernario? Calmas aguas estancadas, canales sin salida, pozas
embalsadas lejos de los centros de la civilización como la Pequeña América, la Ciudad del
Transporte, o Nan Chi Han, allí abajo en los oscuros recodos y en las zonas más remotas de las
grutas antárticas, hongos y helecho albino. Sospechamos sus mutaciones, manos y pies de
membranas anfibias, hábitos degenerados; kallikaks de la tierra hueca, renegados lovecraftianos,
heremitas, incestuosos contrabandistas escondidos, criminales fugitivos, anarquistas forzados a
ocultarse después de las Guerras Entrópicas, tránsfugas del Puritanismo Genético, Tongs chinos
disidentes y fanáticos del Turbante Amarillo, piratas índicos de cueva, indolentes parias macilentos
de las prolecolmenas de las cúpulas industriales a lo largo de la Lengua de Thwait y la costa de
Walgreen y la tierra de EdselFord; los trogs han mantenido viva durante 200 años la memoria folk
de la Zona Autónoma, el mito de que algún día aparecerá otra vez… taoísmo, filosofía libertina,
brujería indonesia, el culto a la Cueva Madre (o Madres), identificado por algunos estudiosos con la
diosa javanesa del mar/luna Loro Kidul, por otros con una deidad menor de la Secta de la Estrella
del Sur, la “Diosa de Jade”… manuscritos (en ingliss de Bahasa, el macarrónico dialecto pidgin de
las cuevas profundas) con citas mutiladas de Nietzche y Chuang Tzu… El comercio se basa en
ocasionales piedras preciosas y en el cultivo de amapola blanca, hongos, más de una docena de
especies diferentes de setas “mágicas”… el pando lago Erebus, 5 millas de largo, moteado con
islotes estalagmíticos ahogados de helechos y kudzu y pino enano negro, contenido en una cueva
tan vasta que a veces crea su propio tiempo… La ciudad pertenece oficialmente a la Pequeña
América pero la mayoría de sus habitantes son trogs que viven del Subsidio Perezoso; y el país
tribal de las profundidades cavernarias se encuentra justo al otro lado del Lago. Chusma, artistas,
drogadictos, hechiceros, contrabandistas, infiltrados y pervertidos que viven en ruinosos hoteles de
basalto y sintoplast medio encostrados de viñas verde pálido, a lo largo del frente del lago, una
avenida de escuálidos cafés, comercios de gemas vigilados por ninjas armados, tiendas chinas de
fideos con krill, el salón engalanado de cristal para bailarines de gamelán de fusión lenta,
muchachos practicando sus mudras en las soñolientas tardes de azul oscuro electrónico al compás
de sintegongs y metalofones… y bajo el muelle quizás unos cuantos bañistas desacompasados a lo
largo de la playa negra, genuinos turistas de bajos ingresos papando moscas en el templo detrás del
bazar donde pálidos viejos pamongs trog tranceados en hongos babean con los ojos en blanco,
respirando el humo de un pesado incienso, todo parece de repente amenazadoramente luminoso,
vibrante de significado… sólo unos pocos casos de dedos amembranados pero los rumores de
promiscuidad ritual son lo suficientemente ciertos. Estuve viviendo en un pueblo de pescadores trog
al otro lado del lago desde Erebus en un habitación alquilada sobre la tienda de cebos… pereza rural
y degenerados ritos supersticiosos de abandono sexual, los misterios larvales e insalubres de los
oprimidos mutantes ctónicos trog, vagos paletos ineptos… la Pequeña América, tan cristiana y libre
de mutación, tan eugenésica y ordenada, donde todo el mundo vive enchufado a un reino
desencarnado de antiguo software y holografía, tan euclidiana, newtoniana, limpia y patriótica; la
P.A. nunca entenderá esta inocente magia de lo sucio, este “materialismo espiritual”, esta esclavitud
a los volcánicos deseos de las secretas pandillas de muchachos de las cavernas que como flores
risueñas ríen lanzando con erecciones de dínamo bombeantes surtidores de pura vida curvados
como arcos tensos, y el olor del agua, de la zupia de charca, de las blancas flores nocturnas al
abrirse, jazmín y datura, orín, pelo húmedo de niño, esperma y barro… poseído por los espíritus de
la cavernas, quizás los fantasmas de antiguos alienígenas que ahora deambulan como demonios
buscando renovar viejos placeres perdidos de carne y substancia. O quizás la Zona ya ha renacido,
ya es un nexo de autonomía, un virus del caos que se extiende en su forma clandestina más
exuberante, las blancas setas venenosas crecen en los rincones donde los niños trog se han
masturbado solos en la oscuridad..
NIETZCHE Y LOS DERVICHES
RENDAN, “LOS LISTOS”. Los sufíes usan el término técnico rend (adj. rendi, pl. rendan) para
designar a alguien “tan listo como para beber vino en secreto sin que le cojan”: la versión derviche
del “disimulo permisible” (taqiyya, por la que a los chiítas se les permite mentir sobre su verdadera
afiliación para evitar la persecución al igual que avanzar en la causa de su propia propaganda).
En el plano del “Sendero”, el rend oculta su estado espiritual (hal) con objeto de contenerlo, de
trabajar alquímicamente en él, de desarrollarlo. Esta “listeza” revela mucho acerca del secretismo
de las Ordenes, aunque sigue siendo verdad que muchos derviches efectivamente rompen las leyes
del Islam (shariah), ofenden la tradición (sunnah), y se ríen de las costumbres de su sociedad todo
lo que les da razones para un verdadero secretismo.
Ignorando el caso del “criminal” que usa el sufismo como una tapadera o bien no el sufismo per se
sino el dervichismo, casi un sinónimo en Persia de las actitudes relajadas y por extensión de la
laxitud social, un estilo de amoralidad pobre y genial pero elegante dicha definición puede aún
considerarse en un sentido literal tanto como metafórico. Es decir: algunos sufíes de hecho rompen
la Ley mientras siguen admitiendo que la Ley existe y que continuará existiendo; y lo hacen por
motivos espirituales, como un ejercicio de voluntad (himmah).
Nietzche dice en algún sitio que el espíritu libre no se ha de agitar para que las reglas caigan o
siquiera se reformen, pues sólo rompiendo las reglas realiza su voluntad de poder. Uno ha de
demostrar (a sí mismo al menos) una habilidad para superar las reglas de la manada, para hacer la
propia ley y aún así no caer presa del rencor y el resentimiento de aquellos espíritus inferiores que
definen ley y costumbres en CUALQUIER sociedad. Uno necesita, en efecto, un equivalente
individual de la guerra con objeto de alcanzar el devenir del espíritu libre uno necesita una
estupidez inerte respecto a la que medir el propio movimiento e inteligencia.
Los anarquistas a veces proponen una sociedad ideal sin ley. Los pocos experimentos anarquistas
que tuvieron un breve éxito (makhnovistas, catalanes) no consiguieron sobrevivir las condiciones de
guerra que permitieron su existencia en un principio; así es que no tenemos forma empírica de saber
si tales experimentos podrían sobrevivir con el establecimiento de la paz.
Algunos anarquistas, sin embargo, como nuestro amigo el desaparecido stirnerita italiano “Brand”,
tomaron parte en todo tipo de revoluciones y levantamientos, incluso comunistas y socialistas,
porque encontraron en el momento mismo de la sublevación la libertad que buscaban. Por tanto
mientras que la utopía siempre ha fracasado hasta ahora, los anarquistas individualistas o
existencialistas han triunfado en tanto han conseguido (ya sea brevemente) la realización de su
voluntad de poder en la guerra.
La animadversión de Nietzche hacia los “anarquistas” siempre apunta contra el tipo de mártir
narodnik igualitariocomunista, cuyo idealismo vio como otro moralismo superviviente del
cristianismo más aunque a veces los ensalza por tener al menos el valor de rebelarse contra la
autoridad mayoritaria. Nunca menciona a Stirner, pero creo que hubiera clasificado al
individualista rebelde con los tipos más altos del “criminal”, que representaba para él (tal como para
Dostoyevsky) a un humano muy superior a la manada, incluso al fracasar trágicamente por culpa de
sus obsesiones y quizás ocultos deseos de venganza.
El superhombre nietzcheano, de existir, habría de compartir hasta cierto punto esta “criminalidad”
incluso si tuviera que superar todas las obsesiones y compulsiones, aunque sólo fuera porque su ley
nunca podría estar de acuerdo con la ley de las masas, del estado y de la sociedad. Su necesidad de
“guerra” (ya literal o metafórica) puede incluso persuadirlo de tomar parte en la revuelta, ya
asumiera la forma de la insurrección o tan sólo la de una orgullosa bohemia.
Para él una “sociedad sin ley” podría tener valor sólo hasta el extremo en que pudiera medir su
propia libertad respecto a la sujeción a la de los otros, respecto a su envidia y a su odio. Las breves
“utopías piratas” sin ley de Madagascar y el Caribe, la república de Fiume de D’Annunzio, Ucrania
o Barcelona, le hubieran atraído en su promesa del tumulto del devenir e incluso del “fracaso” más
que la bucólica somnolencia de una sociedad anarquista “perfeccionada” (y por tanto muerta).
En la ausencia de tales oportunidades, este espíritu libre se hubiera negado a perder el tiempo en
agitación por la reforma, en protesta, en ensoñación visionaria, en todo tipo de “martirio
revolucionario” en pocas palabras, en la mayor parte de la actividad anarquista contemporánea.
Ser rendi, beber vino a escondidas sin que te cojan, aceptar las reglas para romperlas y así obtener la
elevación espiritual o la subida de energía del peligro y la aventura, la epifanía privada de superar
toda policía interior mientras a un tiempo burlar toda autoridad externa, éste puede ser un objetivo
digno de tal espíritu, y ésta puede ser su definición del crimen.
(A propósito: creo que este escrito puede contribuir a explicar la insistencia de N en la MASCARA,
en la naturaleza secretista del protosuperhombre, que disturba incluso a comentaristas inteligentes
aunque algo liberales como Kaufman. A los artistas, con todo lo que N los ama, los critica por
contar secretos. Quizás no llegó a considerar que parafraseando a A. Ginsberg ésta es nuestra
forma de alcanzar la “grandeza”; y también que parafraseando a Yeats incluso el más auténtico de
los secretos se convierte en una máscara mas).
Y en lo que respecta al movimiento anarquista de hoy: ¿es que no nos gustaría aunque sólo fuera
una vez levantarnos en un suelo donde las leyes se han abolido y el último cura ha sido colgado con
las tripas del último burócrata? Sí claro. Pero tampoco estamos conteniendo el aliento. Hay ciertas
causas (por citar al Nich otra vez) que uno no puede abandonar del todo, aunque sólo sea por la pura
insipidez de todos sus enemigos. Oscar Wilde podía haber dicho que uno no puede ser un caballero
sin ser algo anarquista una paradoja necesaria, como el “aristocratismo radical” de N.
Esto no es sólo una cuestión de dandysmo espiritual, también lo es de compromiso existencial con
una espontaneidad fundamental, con un “tao” filosófico. Con todo su gasto de energía, en su propia
falta de forma, el anarquismo exento de ISMOs se aproxima a ese único tipo de forma que puede
interesarnos hoy, a ese atractor extraño, la forma del caos, que (una última cita) uno ha de llevar
dentro, si ha de dar a luz una estrella danzante.
Equinoccio de primavera, 1989
RESOLUCION PARA LOS 90:
¡¡BOICOT A LA CULTURA POLICIAL!!
SI HAY UNA FIGURA DE LA FICCION que haya dominado la cultura pop de los ochenta, ésa ha
sido la del Policía. La puta pasma por todas partes. Qué aburrimiento más increíble.
Policías fuertes protegiendo al débil y al humilde a expensas de una media docena o así de
artículos de la constitución ”Harry el Sucio”. Simpáticos policías humanos, enfrentándose a la
perversidad humana, con una actitud agridulce, ya sabes, duros y escarmentados pero aún blandos
por dentro Canción triste de Hill Street la serie de TV más perversa de todas. Policías negros
listillos marcándose ingeniosos desplantes racistas contra paletos policías blancos, quienes terminan
a pesar de todo amándose unos a otros Eddie Murphy, Traidor de Clase. Para darle emoción
masoquista a la cosa tenemos a policías corruptos que amenazan con derribar nuestra Akogedora
Realidad del Konsenso desde dentro como tenias diseñadas por Giger, pero como es natural son
aniquilados en el último segundo por el Ultimo Policía Honesto, Robocop, la amalgama ideal de
prótesis y sentimentalismo.
Llevamos obsesionados con la policía mucho tiempo (pero los polizontes de antaño hacían de
tontainas patosos, pasma pasmada colocada para que Fatty Arbuckle or Buster Keaton les dieran de
tortas). Pero en el drama ideal de los ochenta, el “hombrecillo” que una vez tumbó polis por
centenares con esa bomba anarquista, utilizada inocentemente para encender un cigarrillo el
Vagabundo, la víctima con el poder repentino del corazón puro ya no tiene un lugar en el centro de
la narrativa. Una vez “nosotros” fuimos ese vagabundo, ese héroe caótico cuasi surrealista que
vence con wuwei a los ridículos vasallos de un orden ruin e irrelevante. Pero ahora nos vemos
reducidos al estatus de víctimas sin poder, o al de criminales. “Nosotros” ya no ocupamos el papel
central; ya no somos los héroes de nuestras propias historias, hemos sido marginados y
reemplazados por el Otro, por el Policía.
Por tanto las series policiacas sólo tienen tres personajes víctima, criminal y policía pero los dos
primeros no llegan a ser totalmente humanos sólo el madero es real. Extrañamente, la sociedad
humana en los ochenta (como se ve en otros media) dio a menudo la impresión de estar constituida
de los mismos tres clichés/arquetipos. Primero las víctimas, las quejosas minorías despotricando
con los “derechos” ¿y dime tú quién no pertenecía a una “minoría” en los ochenta? Joder, si hasta la
policía se quejaba de que abusaban de sus “derechos”. Después los criminales: en gran medida no
blancos (a pesar de la obligatoria y alucinante “integración” de los media), en gran medida pobres
(o bien obscenamente ricos, y así tanto más alienantes), en gran medida perversos (los espejos
prohibidos de “nuestros” deseos). Tengo entendido que uno de cada cuatro hogares norteamericanos
es asaltado cada año, y que cada año casi medio millón de nosotros es detenido sólo por fumar
hierba. Frente a estadísticas tales (incluso asumiendo que son “mentiras asquerosas”) uno se
pregunta ¿quién NO es ya víctima o delincuente en nuestro estado policial de conciencia? El chapa
ha de mediar por todos nosotros, por muy chapada que esté la interfaz sólo son sacerdotes
guerreros, aunque sean profanos. Los más buscados de América el concurso televisivo más
popular de los ochenta inauguró para todos nosotros el papel del policía amateur, hasta ahora sólo
una fantasía mediática del resentimiento y el revanchismo de la clase media. Naturalmente el
policía de la vida real no odia a nadie tanto como al vigilante mira lo que le ocurre a los grupos de
autoprotección en los barrios pobres y/o no blancos como los musulmanes que intentaron eliminar
el tráfico de crack en Brooklyn: la policía reventó a los musulmanes, los camellos se libraron. Los
verdaderos vigilantes amenazan el monopolio de las fuerzas de seguridad, lèse majesté, algo aún
más abominable que el incesto o el asesinato. Pero los vigilantes de los media se mueven a sus
anchas dentro del Estado Policial; de hecho, sería más oportuno pensar en ellos como informadores
sin paga (¡ni siquiera un conjunto de maletas a juego!): delatores telemétricos, electrochivatos,
soplones de ocasión.
¿Qué es lo que “América busca”? ¿se refiere esta frase a los criminales; o a los crímenes, a los
objetos del deseo en su verdadera presencia, sin representar, sin mediar, literalmente robados y
apropiados? Lo que América busca… es dar por culo al trabajo, plantar al cónyuge en el arroyo,
drogarse (porque sólo las drogas te hacen sentir como la gente en los anuncios de TV), tirarse a
núbiles jovencitas, sodomía, robar. Cómo no. ¿Qué placeres inmediatos NO son ilegales? Incluso
las barbacoas en exteriores violan ordenanzas contra el humo hoy en día. Hasta los placeres más
simples nos delatan contra alguna ley; finalmente el placer se convierte en algo demasiado
estresante, y solo queda la TV y el placer de la venganza, de la traición delegada, de la emoción
enfermiza del soplón. América no consigue lo que busca, así que en vez de eso tiene a Los más
buscados de América. Una nación de gallinas de patio de colegio chupando de una élite de matones
de patio de colegio. Por supuesto el programa aún sufre algunos cortocircuitos de realidad extraños:
por ejemplo, los segmentos dramatizados son representados con un estilo cinema verité por actores;
algunos espectadores son tan tontos que se creen que están viendo filmación real de crímenes
auténticos. A partir de esta farsa los actores son acosados sin descanso e incluso arrestados, junto
con (o en vez de) auténticos delincuentes cuyas jugarretas son flasheadas después de cada pequeño
documentoide. Qué original ¿eh? Nadie experimenta nada todo el mundo reducido al estatus de un
fantasma las imágenes de los media rompen y se alejan flotando de contacto alguno con la
verdadera vida cotidiana; sexo telefónico cibersexo. Trascendencia final del cuerpo: cibergnosis.
Como precursores televangélicos, los policías de los media nos preparan para el advenimiento, la
llegada final o el Rapto del estado policial: las “guerras” contra el sexo y las drogas: control total
despojado de todo contenido; un mapa sin coordenadas en ningún espacio conocido; mucho más
allá del mero Espectáculo; puro éxtasis (”salir fuera del cuerpo”); simulacro obsceno; violentos
espasmos sin sentido elevados al último principio de gobierno. La imagen de un país consumido por
imágenes de autorepugnancia, por guerras entre las mitades esquizoides de una personalidad
dividida, el Superego contra el Niño Ello, por el campeonato de pesos pesados de un paisaje
abandonado, calcinado, polucionado, desolado, irreal.
Tal como las series de asesinatos son siempre un ejercicio de sadismo, así la ficción policiaca
siempre implica la contemplación del control. Las imágenes del inspector o el detective miden la
imagen de “nuestra” falta de substancia autónoma, de nuestra transparencia ante la mirada de la
autoridad. Nuestra perversidad, nuestro desvalimiento. Ya los imaginemos “buenos” o “malos”,
nuestra invocación obsesiva de los eidolones de la policía revela el alcance hasta el que hemos
asumido la cosmovisión maniquea que simbolizan. Millones de policías diminutos bullen por todas
partes, como los qlippoth hambrientos fantasmas larvales llenan la pantalla, como en la vieja
película de Keaton, inundando el primer plano, una Antártida donde nada se mueve excepto
siniestras hordas de pingüinos azules.
Proponemos una exégesis hermenéuticoesotérica de la consigna surrealista “Mort aux vaches!” La
tomamos para referirnos no a la muerte de policías individuales (”vacas” en el argot de la época),
una mera fantasía revanchista de izquierdas mezquino sadismo a la inversa sino más bien a la
muerte de la imagen del policía, del Control interno y su miríada de reflejos en el lugar nolugar de
los media la “habitación gris” como la llama Borroughs. Autocensura, miedo a los propios deseos,
a la “conciencia” como voz interiorizada de la autoridad del consenso. Asesinar a estas “fuerzas de
seguridad” sin duda liberaría inundaciones de energía libidinal, y no la violenta vorágine que
predice la teoría de la Ley y el Orden. La “autosuperación” nietzcheana provee el principio
organizativo del espíritu libre (como también de la sociedad anarquista, al menos en teoría). En la
personalidad del estado policial, la energía libidinal es embalsada y desviada hacia la autorepresión;
cualquier amenaza al Control resulta en espasmos de violencia. En la personalidad del espíritu libre,
la energía fluye sin barreras y por tanto turbulenta pero dulcemente su caos encuentra su atractor
extraño, permitiendo la emergencia de nuevos órdenes espontáneos. En este sentido, pues,
llamamos a un boicot de la imagen del policía, y a una moratoria de su producción en el arte. En
este sentido…
MORT AUX VACHES!
traducido del inglés por Guadalupe Sordo publicado en castellano por Carta de Ajuste Cristo del
Buen Viaje, 8 Sevilla 41001ESPAÑA
bnv@arrakis.es
en colaboración con Talasa Ediciones Hileras 8 MadridESPAÑA
La Marca
Buenos AiresARGENTINA
publicado por Autonomedia Anticopyright, 1985, 1991.
May be freely pirated & quoted– the author & publisher, would like to be informed at:Autonomedia
P. O. Box 568
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Brooklyn, NY 11211 0568, USA
Hedónica aplicada. (Hakim Bey)
LA BANDA DE BONNOT1 ERA vegetariana y sólo bebían agua.Tuvieron un mal (aunque
pintoresco) fin. La verdura y el agua, cosas de por sí excelentes —puro zen sin duda— no deberían
consumirse como un martirio sino como una epifanía. La autonegación como práxis radical, el
impulso Nivelador, sabe a sombras milenarias; y esta corriente en la izquierda comparte un
trampolín histórico con el fundamentalismo neopuritano y con la reacción moralista de nuestra
década. La Nueva Ascesis, ya sea practicada por anoréxicos maníacos de la salud, sociólogos
policiales de labio fino, nihilistas urbanos de línea dura, baptistas fascistas de pan ácimo, torpedos
socialistas populares contra la droga… en todos los casos la fuerza motivadora es la misma: el
resentimiento.
En presencia de la mordaz anestesia contemporánea erigiremos una galería completa de
antepasados, de héroes que llevaron la lucha contra la mala conciencia pero todavía sabían
divertirse, un caldo de cultivo genial, una categoría rara y difícil de definir, grandes mentes no sólo
por la Verdad sino por la verdad del placer, serios pero no sobrios, cuya soleada disposición los
vuelve no perezosos sino intensos, brilantes pero no atormentados. Imagínate a un Nietzsche con
una buena digestión. Ni tibios epicúreos, ni inflados sibaritas. Una especie de hedonismo espiritual,
un verdadero Sendero del Placer, la visión de una buena vida que es a un tiempo noble y posible,
enraizada en un sentido de la espléndida superabundancia de la realidad.
Shayk Abu Sa’id de Khorassan
Charles Fourier
BrillatSavarin
Rabelais
Abu Nuwas
Aga Khan III
R. Vaneigem
Oscar Wilde
Omar Khayyam
Sir Richard Burton
Emma Goldman
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Lingüística del Caos. (Hakim Bey)
MÁS QUE UNA CIENCIA, una proposición: El que ciertos problemas de la lingüística pueden
resolverse contemplando el lenguaje como un sistema dinámico complejo o un “campo caótico”.
De todas las respuestas a la lingüística de Saussure, dos tienen aquí una especial relevancia: la
primera, la “antilingüística”, puede rastrearse —en la modernidad— desde la partida de Rimbaud
hacia Abisinia; hasta el “temo que mientras aún tenemos gramática todavía no hemos matado a
Dios” de Nietzsche; hasta el dadá; hasta “el mapa no es el territorio” de Korzybski; hasta los
recortes e “irrupciones en la Habitación Gris” de Borroughs; al ataque de Zerzan contra el lenguaje
mismo como mediación y como representación.
La segunda, la lingüística de Chomsky, con su defensa de una “gramática universal” y sus tres
diagramas, representa (creo yo) un intento de “salvar” al lenguaje descubriendo “invariables
ocultas”, de manera muy similar a la manera en que ciertos científicos están intentando “salvar” a la
física de la “irracionalidad” de la mecánica cuántica. Bien que de Chomsky como anarquista podría
haberse esperado que se alineara con los nihilistas, de hecho su hermosa teoría tiene más en común
con el platonismo o el sufismo que con el anarquismo. La metafísica tradicional describe el lenguaje
como luz pura brillando a través del cristal coloreado de los arquetipos; Chomsky habla de
gramáticas “innatas”. Las palabras son hojas, los tallos son frases, las lenguas madre son ramas, las
familias del lenguaje son troncos, y las raíces están en el “cielo”… o en el ADN. Yo llamo a esto
“hermetalingüística” —hermética y metafísica—. El nihilismo (o la “heavymetalingüística” en
honor de Borroughs) me parece haber llevado al lenguaje a un callejón sin salida y haber
amenazado con describirlo como “imposible” (una gran —aunque deprimente— conquista)
mientras Chomsky mantiene la promesa y la esperanza de una revelación de última hora, que yo
encuentro igualmente difícil de aceptar. A mí también me gustaría “salvar” el lenguaje, pero sin
recurrir a ningún “Fantasma”, o a supuestas reglas sobre Dios, los dados y el Universo.
Volviendo a Saussure, y a sus notas sobre los anagramas en la poesía Latina publicados
póstumamente, encontramos ciertas pistas de un proceso que de alguna forma se escapa de la
dinámica significante/significado. Saussure se ve confrontado con la sugerencia de algún tipo de
“meta”lingüística que ocurre dentro del lenguaje, más que venir impuesta como un imperativo
categórico desde “fuera”. Tan pronto como el lenguaje entra en juego, como en los poemas
acrósticos que estudió, parece resonar con una complejidad que se autoamplifica. Saussure intentó
cuantificar los anagramas pero sus números continuaban alejándose de él (como si quizás hubiera
ecuaciones no lineales presentes). Además, empezó a encontrar los anagramas por todas partes,
incluso en la prosa Latina. Empezó a preguntarse si es que estaba alucinando —o si los anagramas
eran un proceso inconsciente natural de libertad condicional—. Terminó abandonando el proyecto.
Me pregunto: si pudiéramos triturar la cantidad suficiente de datos de este tipo a través de un
ordenador, ¿podríamos quizás empezar a modelar el lenguaje en términos de un sistema dinámico
complejo? Las gramáticas en tal caso no serían “innatas”, sino que emergerían del caos como
“órdenes más altos” en evolución espontánea, en el sentido de Prigogine de “evolución creativa”.
Las gramáticas podrían concebirse como “Atractores Extraños”, como el esquema oculto que
“causó” los anagramas; esquemas “reales” pero que sólo tienen “existencia” en términos de los
subesquemas que manifiestan. Si el significado es elusivo, quizás sea porque la conciencia misma, y
por tanto el lenguaje, es fractal.
Encuentro esta teoría más satisfactoriamente anarquista que la antilingüística o la de Chomsky.
Sugiere que el lenguaje puede superar la representación y la mediación, no porque sea innato, sino
porque es caos. Sugeriría que toda la experimentación dadaísta (Feyerabend describió su escuela de
epistemología científica como “dadá anarquista”) en la poesía sonora, el gesto, el recorte, los
lenguajes animales, etc., todo esto estaría dirigido no a descubrir ni a destruir el significado, sino a
crearlo. El nihilismo señala sombríamente que el lenguaje crea el significado de manera
“arbitraria”. La Lingüística del Caos lo ratifica de buena gana, pero añade que el lenguaje puede
superar al lenguaje, que el lenguaje puede crear libertad en la confusión y la desintegración de la
tiranía semántica.
El obelisco (Hakim Bey)
1. Dans la merde
Ninguna sistemática ideación parece capaz de medir el universo – incluso un mapa 1:1 del mundo
subjetivo probablemente pueda ser solo alcanzado en estados noideacionales. Nada puede ser
descrito “sin embargo, se mueve.” Algo entra en la cognición, y la consciencia intenta
estructurarlo. Esta estructura es entonces recogida del lechodepiedra de la realidad, y aplicada
como mapa mundi –primero como lenguaje, después como ideología inherente al lenguaje. Estos
complejos lingüístico/ideológicos tienden a convertirse en ortodoxias. Por ejemplo, desde la
ilustración se ha considerado indisputable que solo un modo de consciencia es totalmente real;
Podemos llamarla la consciencia que “falsifica” p.e., que verifica la ciencia como verdad. Antes de
la ilustración otras ortodoxias dominaban y valoraban otras formas de consciencia o cognición.
Podemos evocar estas tempranas ortodoxias bajo las rubricas de Dios y Naturaleza, y quizás se
asocien con el Neolítico y el Paleolítico respectivamente. Aunque estas formas de ver el mundo
tienen algunos partidarios, han sido arqueológicamente sumergidas, por decirlo de alguna manera,
por la “Razón Universal”. La Ilustración coincide con el designado primer avance en la
instrumentalidad científica y la “conquista de la Naturaleza”; Dios sobrevive a la masacre durante
otro siglo pero finalmente (después de una escena de muerte en cama de longitud positivamente
operística) sucumbe alrededor de 1899. La Naturaleza es silenciada; Dios está muerto. La ideología
es racional y científica; las edades oscuras han acabado. Si podemos decir que el Siglo XVIII ha
traído la derrota de la Naturaleza, y el siglo XIX la derrota de dios, entonces el siglo XX ha
producido ciertamente la derrota de (y por) la ideología. El racionalismo ilustrado y su retoño/rival
el Materialismo Dialéctico han expirado y se han ido al cielo dejándonos “dans la merde” (como el
moribundo Gurdjieff dijo a sus discípulos), anclados en el lodazal de un mundo material reducido a
la cruel abstracción del intercambio y dedicado únicamente a su autodesenmascaramiento y
desaparición.
El hecho es que cualquier mapa encajará en cualquier territorio… dada la suficiente violencia. Toda
ideología es complicita a cualquier otra ideología –con el suficiente tiempo (y cuerda). Estos
complejos no son nada excepto un estado noreal, propiedades a ser arrancadas de elementos
importantes, vampirizados de la imaginería, apuntalados para mantener las marcas en línea,
manipulados por el beneficio– pero no tomados en serio por adultos. Para el adulto de las especies
no queda nada allí excepto la atomizada venta del intercambio, y la nodeseada consolación de la
codicia y el poder.
2. Hermes Revivido
Pero parece existir otra consciencia, y quizás incluso tipos de cognición que permanecen
desinvolucrados de la consciencia en cualquier forma ordinaria. Apartadas de todas las definiciones
científicas o religiosas de estas otras formas, se empeñan en aparecer, y son por lo tanto
potencialmente interesantes. Sin ideologizar estas formas, ¿podemos todavía decir alguna cosa útil
sobre ellas? El lenguaje es considerado todavía tradicionalmente infectivo en esta tarea. Pero la
teoría, en el sentido original de “visión” o perspicacia posee una súbita y fluyente naturaleza, al
estilo de la poesía. En dichos términos, ¿podemos hablar de un tipo de criticismo hermético (al
estilo del “criticismo paranoia” de Dalí) capaz de tratar con estas otras formas, pero sin embargo
oblicuamente y glácilmente?
Es Hermes quien une el espacio entre la metalingüística y la sublingüística en la forma del mensaje,
el lenguaje en si mismo, el medio*; el es el tramposo que dirige sin ponerse a la cabeza el
tremendum que resuena a través de la palabra rota. Hermes es por lo tanto político, o mas bien el
embajadorial—patrón de la inteligencia y la criptografía como también es una alquimia que busca
únicamente la personificacionde lo real. Hermes está entre el texto y la imagen, señor de los
jeroglíficos que son simultáneamente ambos—Hermes es su significancia, sus transvavilidad
[transvability]. Como alguien que va “arriba y abajo” entre los espíritus y los humanos, Hermes
Psicopompa es la consciencia chamánica, el medio* de experiencia directa, y la interface entre estas
otras formas y lo político. “Hermético” puede también significar “novisto”.
El tardío Ioan Couliano señaló que el Hermetismo del Renacimiento ofrecía, como una definición
de magia, la influencia “a distancia” de los complejos texto/imagen en la cognición consciente e
inconsciente del sujeto. En un sentido positivo estas técnicas fueron nombradas para la
“divinización” del magus y de la creación material en si misma; por consiguiente la alquimia es
vista como una liberación de la consciencia (también como un problema) de las mas pesadas y
negativas formas y su realización como autoiluminación. Pero como Blake—en si mismo un gran
hermeticista—apuntó, todo tiene su “forma y espectro”, su apariencia negativa y positiva. Si
miramos a la “forma” positiva del hermetismo lo vemos como liberación y por lo tanto como
políticamente radical (como en Blake, por ejemplo); si nosotros atendemos a su “espectro”, vemos
que de cualquier manera los magos renacentistas fueron los primeros espías modernos y los
ancestros directos de todos los doctoresspin, hombres PR, anunciantes y lavadores de cerebro. El
“criticismo hermético” como lo veo conllevaría un intento por “desligar” varios aspectos formales y
espectrales de la teoría de la comunicación y sus aplicaciones modernas; pero este reino se choca
con la maleza y limpiar las separaciones puede ser raramente defendido. Digamos que solamente
estamos buscando parches de luz solar.
3. Crítica de la imagen
La critica de la imagen es al mismo tiempo una defensa de la Imaginación.Si el hermeticismo
espectral de la totalidad consiste en la totalidad de su imaginería, entonces se puede claramente
decir algo en defensa del iconoclasismo, y también por la resistencia a la pantalla (la interface del
media). La perfección del intercambio es presentada como un imaginaire universal, como un
complejo de imágenes (y complejos de texto/imagen) organizado a través de la reproducción,
educación, trabajo, ocio, publicidad, noticias, medicina, muerte, etc., hacia un aparente consenso o
“totalidad”. Lo inmediado es lo inimaginado–incluso aunque es la vida en si misma lo que
discutimos, hemos fallado en imaginarla, o evaluarla. Lo que esta presente pero permanece
irrepresentado también permanece virtualmente irreal para nosotros, en la medida en que hemos
capitulado al menos la mayoría del tiempo, ya sea porque no podemos soportar demasiada realidad,
o ya sea porque hemos decidido pensar sobre ello después, o porque estamos asustados por estar
locos, y así en adelante.
El Iconoclasismo Bizantino y el (posterior) Islam intentaron atajar el dilema hermético
“prohibiendo” la imagen. En cierto contexto el ultimo lo consiguió, por lo que incluso su arte
representacional deliberadamente rechazó la ilusión dimensional y de la perspectiva; es más, en un
sentido que Benjamin pudiera haber recogido, la pintura nunca permanece sola sino que es
“alienada” por texto que se introduce y la aplana aún más. Las más “altas” artes son arquitectura
como el arreglo del espacio orgánico y caligrafía como el arreglo del tiempo orgánico; es más, la
palabra es ideológica para el Islam—no solo representa logos sino lo presenta como linearilidad,
como una serie de momentos de significado entrecruzados. El Islam esta “basado en texto” pero
rechaza la imagen no simplemente para exaltar el texto. Hay dos “Corans” en el Islam, y el otro es
generalmente interpretado como integral con la misma Naturaleza, como un tipo de semióticas no
verbales, “marcas de camino en el horizonte”. Por consiguiente el geomorfismo de la arquitectura, y
su interacción con el agua, la verdez, el paisaje y el horizonte—y también su interpretación ideal
por el texto caligráfico.
Una vez admitido este complejo ideacional o religioso puede asumir su propia rigidez intensa y
pesada. Su organicidad verdaderamente luminosa puede quizás ser mejor apreciada en las viejas
formas anónimas como las caravanas de Asia central o las moscas mezquitas de barro Africanas
mas que en las grandes piezas maestras imperiales– o las ciudades capital catastróficamente
modernas del Islamdom. Pero dondequiera que la imagen ha sido perdida y olvidada (o al menos
suplantada de alguna forma por otra posibilidad) es posible sentir cierta luminosidad o alivio de la
carga de la imagen, y cierta iluminación en el sentido de luminiscencia también. Incluso en la
moderna Libia, la cual ha expulsado cualquier publicidad comercial (y solo permite signos en
Árabe), uno puede experimentar al menos un momento de la utopía de la ausencia de la imagen, la
imagen publica, los jeroglíficos del intercambio, la iconatría de la representación. Uno puede
rechazar el autoritarismo de la prohibición de la imagineria sin necesariamente rechazar su
intencionalidad. Podemos interpretarlo de una manera sufí—que una imaginería y representación
autolimitante voluntaria visavis (una sublimación de la imagen) puede resultar en un flujo de
poder hacía la imaginación autónoma (“divinizada”). Esto también puede ser visto como una
supresiónyrealización en el sentido dialéctico. El propósito de dicho ejercicio, desde una
perspectiva sufí, sería canalizar la “imaginación creativa” a través de la realización espiritual–por
ejemplo, los textos revelados o inspirados no son simplemente leídos sino recreados dentro de la
consciencia imaginaria. Claramente este aspecto de experiencia directa del trabajo imaginario puede
hacer surgir la cuestión de la relación de uno con la ortodoxia y la autoridad espiritual mediada. En
algunos casos los valores no son simplemente recreados, sino creados. Los valores son imaginados.
La posibilidad parece apuntar que la ortodoxia puede deconstruirse a si misma, que la ideología
puede superarse desde dentro. Por consiguiente ocurre lo mismo entre la relación ambigua entre las
autoridades Islámicas y los místicos Islámicos.
La critica sufí de la imagen puede ser ciertamente “secularizada” al punto de añadirse a nuestro
propio concepto de criticismo hermético. (Algunos sufis fueron ellos mismos hermetistas e incluso
aceptaron la existencia de Hermes Trimegisto como un “profeta”). En otras palabras, no nos
oponemos a la imagen como iconoclastas teológicos sino porque requerimos la liberación de la
imaginación en si misma—nuestra imaginación, no el imaginario del mercado.
Por supuesto esta crítica de la imagen puede ser también aplicada a la palabra—al libro—al
lenguaje mismo. Y por supuesto debe ser aplicada. Cuestionar un medio* no es necesariamente
destruirlo, en el nombre de ya sea la ortodoxia o la herejía. La magia del Renacimiento no estaba
interesada en simplemente leer los jeroglíficos sino en escribirlos. Los jeroglíficos eran vistos como
un tipo de semióticas proyectivas o una perfomance textual imaginaria producida para efectuar
cambios en el mundo. El hecho es que nos imaginamos a nosotros mismos mas que nos permitimos
ser nosotros mismos imaginados; debemos escribirnos a nosotros mismos—o también ser escritos.
4. El Obelisco Oculto
Si la opresión emana desde el poder de lo que es visto, entonces la lógica debe incitarnos a
investigar la posibilidad de que la misma resistencia puede aliarse con el poder de lo que esta oculto
. Lo oculto no es necesariamente lo invisible o lo desaparecido. Puede ser visto y debe ser visto. No
ha sido visto todavía—o esta deliberadamente escondido. Se reserva el derecho a reaparecer, o el
de escapar de la representación. Esta ambigüedad hermética conforma su movimiento táctico; por
usar una metáfora militar, practica técnicas de guerrilla de “guerra primitiva” contra aquellos de
“guerra clásica”, rechazando la confrontación en términos desiguales, confluyendo en la resistencia
generalizada de lo excluido, ocupando grietas en el monolito estratégico del control, rechazando el
monopolio de la violencia del poder, etc. (“Violencia” también significa aquí violencia imaginística
o conceptual) De hecho se opone a la estrategia (ideología) con tácticas que no pueden ser
estratégicamente rodeadas o ideológicamente arregladas. Debería decirse que la consciencia “a
solas” no juega un rol vital en esto como ciertos otros factores (“La libertad es una habilidad
psichokinetica”).
Por ejemplo, hay un aspecto de lo oculto que no involucra esfuerzo, sino que consiste simplemente
en la experiencia de lugares que permanecen desconocidos, épocas que no son marcadas. El termino
estético japones wabi se refiere al poder de dichos lugares o objetos—significa “pobre”. Se usa para
referirse, por ejemplo, a algunas teteras que parecen malamentehechas (irregulares, sin finalizar,
quemadas, etc.), pero que tras un acercamiento mas sensitivo parecen poseer una profunda
expresión de “semejanza”–una elegancia que se aproxima al silencio conceptual—algo de la
melancolía de la transitoriedad, el anonimato, un punto en el cual la pobreza no puede ser
distinguida de la estética más refinada, una quintaesencia del yin Taoísta, el “poder misterioso” del
fluir del agua o el espacio vacío. Algunas de estas teteras se venden por millones. La mayoría de
ellas son hechas por artesanos Zen que han alcanzado el estado de wabi, pero se debería decirse que
las más preciadas de todas estarían hechas involuntariamente (o incluso “inconscientemente”) por
artesanos genuinamente pobres. Esta manía por lo natural y espontáneo también encuentra su
expresión en el afecto Taoísta por rocas bizarras que estimulan la imaginación con convoluciones y
extrusiones y extraños desequilibrios. Los jardineros Zen prefieren rocas que sugieran montañas
lejanas o islas, borrando cualquier otra imagen, o mejor incluso rocas sugiriendo nada en absoluto—
forma noideacional—pobreza perfecta.
Tan pronto como algo es representado se convierte en una imagen de si mismo, mas rico
semióticamente pero existencialmente empobrecido, alienado, desdibujado de si mismo y extenuado
—una potencial comodidad. El wabi de las teteras está seriamente comprometido por los altos
precios que conlleva. Para ser efectivo (para producir “satori”) el objeto debe ser experimentado
directamente y no mediado en el intercambio. Quizás las tazas realmente valiosas no han sido vistas
todavía porque son pasadas por alto. Nadie puede incluso percibirlas, mucho menos su valor. La
sola y espontánea excepción a esta desatención general es… ¡nosotros!–hemos imaginado el valor
de wabi para estos objetos, épocas o lugares—para nosotros. Estos están quizás entre los “pequeños
placeres” que Nietszche dice son mas importantes que los grandes. En algunos casos el aspecto
melancólico de estas cosas es exacerbado por la realización de que el tiempo en si mismo ha
superado la fealdad y la ha vuelto una belleza inadvertida. Ciertas calles en Dublín Norte capturan
esta cualidad perfectamente, como hacen algunos lugares industriales abandonados en New Jersey
donde lo orgánico (oxido, agua, hierbajos) ha esculpido la vieja maquinaria en una forma pura
espontánea y paisajística. Esta melancolía (que fue mantenida para ser un rasgo o signo de
creatividad por los viejos hermetistas) se aproxima a un termino estético, la palabra Persa dard—la
cual literalmente significa “dolor”, pero es aplicada en términos mas sutil al arte de la expresión
directa de ciertos músicos (especialmente cantantes) en el sentido de un melancólico anhelo
transparente y desafectado por un ausente trascendente o querido. La fabula Persa enseña que el
dolor del amor rechazado convierte un gorrión ordinario en un ruiseñor. El amante es pobre como el
dervish es pobre, porque el deseo es lo que no es completado—pero de esta pobreza emerge una
estética de la abundancia, un sobreflujo, generosidad o incluso doloroso exceso de significado—
bajo la guía de la melancolía y el desacuerdo.
Junto a la inadvertencia de lo oculto, también existe una forma mas activa, por decirlo de alguna
manera–la forma de lo deliberadamente oculto. Esta es parte de la esfera dentro de la cual aparece la
consciencia de vida diaria de si mismo y su intención táctica para mejorar sus propios placeres
inmediados y la autonomía de su libertad respecto a la representación. Por consiguiente las
condiciones son maximizadas para la emergencia potencial de “lo maravilloso” dentro de la esfera
de la experiencia vivida. Esta situación se parece a la del artista—pero “el arte” entra en este
espacio solo bajo la condición de rechazar la experiencia mediada para nosotros y al contrario “la
facilita”. Un ejemplo seria un encuentro amoroso basado en un eroticismo que no aparece en la
mediación, para el cual no hay “roles” construidos, ninguna comodidad producida. Otro ejemplo
puede ser un festival espontáneo, o una zona autónoma temporal, o una sociedad secreta; aquí “el
arte” mantendrá su utilidad.
La magia del Renacimiento entendió que el antiguo obelisco Egipcio era una forma hermética
perfecta para la diseminación de sus jeroglíficos semióticos proyectivos. Desde arriba a abajo
representa (matemáticamente) un rayo de sol; desde abajo a arriba, un ligamen. Emite o irradia sus
complejos texto/imagen, por lo tanto, ambos a la luz sobre la consciencia misma, y al inconsciente
representado por la sexualidad. De los librosemblema como el gran Hypnerotomachia de 1499
aprendemos que el propósito hermético de dichos monumentos seria traer a la existencia la utopía
del deseo y dicha alquímica. Pero la Magia nunca perfeccionaron su decodificación de los
jeroglíficos y su utopía permaneció encerrada dentro de los paisajes herméticos de los emblemas.
La noción del poder de los obeliscos, sin embargo, se inicia en la consciencia e inconsciencia
europea, desde las apropiaciones Napoleónicas y Británicas en Egipto a la involucración Masónica
en el Monumento a Washington.
En contraste con el obelisco del Estado, uno puede imaginar un obelisco genuinamente hermético
recorrido por escritos mágicos sobre la experiencia directa de la consciencia noordinaria; su
efectividad consistiría en su casi imposibilidad de ser visto; puede, por ejemplo, situarse en la más
remota naturaleza—o en medio de un complejo industrial abandonado. Incluso puede ser enterrado.
Seria un obelisco “pobre”. Rumores circularían sobre el. Aquellos que lo encontraran serían quizás
profundamente sacudidos por su halo misterioso y remoto. El obelisco en si mismo puede incluso
haber desaparecido, y haber sido remplazado de nuevo con una rayo de polvorienta luz solar. Pero
su historia mantendría algo de poder.
5. La maquina Orgánica
¿Pero para que es la revuelta? ¿Simplemente para asegurar aliviar el resentimiento terminal de lo
eternamente en desacuerdo y pospuesto? ¿No podríamos simplemente cesar nuestra agitación y
seguir esa tetera o ese rayo de luz solar, si no podemos satisfacernos con el éxtasis de la totalidad?
¿Porque deberían nuestras críticas herméticas dirigirnos a la afirmación de una dialéctica de la
presencia sobre el intercambio, sobre la alienación, sobre la separación? Si pretendemos “crear
valores” entonces deberíamos estar preparados para articularlos, sin embargo podemos rechazar la
”ideología”. Después de todo, el Pancapitalismo también rechaza la ideología e incluso ha
proclamado el fin de la dialéctica–¿Están nuestros valores destinados a ser subsumidos en el
capital? Si ocurre, entonces–¿Porque luchar?
Una posible respuesta a esta pregunta puede ser hecha sobre las bases de una existencialista
inclinación hacia la revuelta por la revuelta, en la tradición de Camus o los anarquistas Stirnerianos
Italianos. Estaríamos mal aconsejados a despreciar esta respuesta—pero puede quizás ser posible
sumarse a ella en términos más positivos (en términos de “forma”, no de “espectro”).
Por ejemplo, podríamos decir que la economía paleolítica del regalo todavía persiste, junto a la
espiritualidad de la “experiencia directa” del chamanismo, y la noseparación de la “Sociedad
contra el Estado” (Pierre Clastres), en la forma de esos derechos y costumbres discutidos por E. P.
Thompson, reflejados en mito y folclore, y expresados en los festivales populares y las formas
hereticamente resistentes a lo largo de la historia. Referirse al Rabelais de Bakhtin , al Word Turn’d
Upside Down de Crisiopher Hill, o al Free Spirit de Vaneigem.En otras palabra: una tradición de
resistencia ha persistido desde el Neolítico, norota por la aparición de los primeros Estados, e
incluso hasta ahora. Por consiguiente: resistimos y nos rebelamos porque es nuestra gloriosa
herencia hacerlo—es nuestro “conservatismo”. Este movimiento de resistencia ha llegado a ser
increíblemente abandonado y arrinconado desde su primera aparición hace unos 12.000 años en
respuesta a las “primeras ideologías” (agricultura, el calendario, la apropiación de la labor)–pero
todavía persiste porque todavía define muchas de las “libertades empíricas” que a la mayoría de la
gente le gustaría disfrutar: ausencia de opresión, paz, plenitud, autonomía, convivialidad o
comunidad, no ricos o pobres, expresión espiritual y el placer del cuerpo, y etc. Puede ser imposible
construir un sistema o ideología o estrategia sobre dichos deseos incategorizables—pero es
igualmente imposible rechazarlos con ideología, precisamente por su naturaleza empírica y
“táctica”. Sin problemas, persisten—incluso si permanecen para todo propósito oculto, todavía
rechazan irse. Cuando todas las ideas nos han traicionado, esta “maquina orgánica” (Sociedad vs.
Estado) se rehúsa incluso a definirse como una idea. Permanece leal a nuestra inarticulación
inmemorial, nuestro silencio, nuestra pobreza.
El Capital busca su telos más allá de lo humano. La ciencia ya nos ha traicionado–quizás la
siguiente (o ultima) traición provendrá del mismo humano, y del mundo material entero. Solo dos
ejemplos necesitan ser dados para iluminar (mas que “probar”) esta contención. La primera
concierne al dinero, el cual en los últimos cinco o seis años ha transcendido sus conexiones con la
producción al alarmante grado de que cerca del 94,2% del “deposito de dinero” global consiste
ahora en capital financiero puro. He llamado a esto La ascensión [uploading] gnóstica del cuerpo
económico, en honor de esos viejos Dualistas Gnósticos y su odio a todo lo material. El resultado
practico de esta situación es asombro por cualquier consideración de la justicia económica como
preocupación “empírica”, desde que la naturaleza migratoria o nomádica del pancapitalismo
permite “descorporizar el Capital” para separar la economía productiva de sus cualidades a favor de
los beneficios que solo pueden ser medidos por significados “puramente” espirituales. Es más, este
Capital se ha convertido en su propio medio*, y ahora intenta definir un discurso universal en el
cual las alternativas al intercambio simplemente desaparecen como si no hubieran existido nunca y
nunca pudieran existir. Por consiguiente todas las relaciones humanas van a ser medidas en dinero.
Para ilustrar al Capital como su propio medio*, y como nuestro segundo ejemplo, podemos echar
un vistazo a la bioingeniería. No hay fuerza que pueda prevenir al pancapitalismo de adquirir
patentes para cualquier gen identificable. Esto significa que los granjeros están siendo ahora
requeridos a pagar “rentas” cobre ciertas cadenas genéticas que ellos mismos desarrollan, porque
los “derechos” a estas cadenas fueron adquiridas por los zaibatsus. El dudoso triunfo de la clonación
se supone que es compensar por la rapiña dirigida por los beneficios de los últimos remanentes de
Naturaleza. Es más, el proyecto del genoma humano, que ha “solucionado” la producción de vida
como maquina biomecánica, permite a la misma “evolución” ser cooptada y absorbida hacia dentro
del Capital. Conforme el mercado ve el futuro, el mismo humano llegará a ser la comodidad final de
la humanidad—y en este “valor” los humanos desaparecerán. El propio desenmascaramiento del
Capital implica el propio enmascaramiento de la humanidad. Actuando como una sustancia
puramente espiritual—dinero—el Capital posee la propiedad del futuro sobre la vida, y por
consiguiente el poder de dar forma al profundo protoplama del mundo material como puro
intercambio.
Nuestra cuestión esencial concierne pues la posibilidad de la reaparición de lo oculto como
oposición. Finalmente parecería que el rechazo táctico a toda sistematización estratégica pueda ser
inadecuado de traer esta reaparición del deseo. Una propuesta positiva es requerida para balancear
los gestos de rechazo. Debemos creer que una estrategia orgánica de victoria emergerá como
“ordenación espontánea” desde la tendencia de las tácticas. Cualquier intento para imponer esta
unidad estratégica desde “arriba” debe ser renunciado como (en el mejor de los casos) nostalgia por
la utopía perdida de la ideología—o como “mala religión” de algún tipo.
Pero puesto que la Imagen tiene su espectro y su forma, nosotros podríamos jugar con la noción de
que la Idea también, tiene una manifestación espectral y una formal. Como un “brote [spook] en la
cabeza” la idea se mantiene no como una trampa semántica–[disfrazado por ejemplo como un
imperativo moral. Pero como “forma” en el sentido Blakeanio la misma idea puede tomar forma de
organicidad como una producción del cuerpo y el “intelecto creativo”, justamente al igual que la
imagen puede girarse hacia la realización por el cuerpo y la “imaginación creativa”. Quizás en
algún sentido es la idea que ha permanecido oculta en su manifestación—esta idea puede “dar
significado a la revuelta”. Y puede ser escrita ambiguamente en jeroglíficos cuyo significado es
incierto, pero cuyo efecto “mágico” es sin duda potente—puede ser escrito incluso en un obelisco
oculto. Pero habrá sido escrito por nosotros.
6. Redes Platónicas
Parece como si existieran dos posibles tipos de red (o incluso de comunicación tecnológica)–una
aristotélica, basada en texto, linear—la otra platónica, basada en imagen, nolinear. El lenguaje, por
ejemplo, visto desde esta perspectiva puede parecer más platónico, ya que las palabras están
basadas en “dibujos interiores” y por consiguiente no pueden ser limitadas por puro léxico o
traducción unaporuna; mientras por contraste una red de computadores, usando programación
digital basada en texto, podría parecer como un perfecto sistema aristotélico.
Pero este dualismo pulcro se disuelve en la paradoja y el enigma. El mismo texto esta basado en
dibujos (por consiguiente es “nolinear”) en Sumeria, Egipto, China. Incluso nuestro alfabeto esta
basado en imágenes; la letra “p”, por ejemplo, es simplemente un pie de arriba a abajo, ya que las
palabras IndoEuropeas para “pie” casi siempre empiezan con “p” (o “f”). El texto, que se supone es
lineal, esta “basado en el lenguaje y bebe de la inlinearidad del lenguaje. Cuando los “géneros de
discurso” son textualizados se convierten en algún sentido en más linear (porque es apartado
formalmente de la profundidad contextual provista por las dimensiones extra del discurso como
tono, gesto, perfomance, etc).–pero de otras forma esta separación del lenguaje para producir texto
resulta en nuevas ambigüedades, ya que el contexto del texto consiste ahora largamente en el lector
y el mundo interior del lector.
Por consiguiente el hecho de que las computadoras sean digitales (simplemente on/off en un vector
[array] masivo) y basadas en texto no las hace máquinas genuinamente aristotélicas, ya que la
imagen esta ya embebida de lenguaje, e incluso, es más, ya que la misma pantalla es también una
imagen, ya sea mostrando imágenes, texto, o ambos a la vez. Si la programación pudiera estar
basada directamente en imágenes mas que en textos—como algunos profetas [savants] creen
posible—La computadora puede ser fácilmente vista como una maquina platónica. El platonizante
efecto de la computadora es ya presente no solo en su monitorización de imágenes sino también en
la realidad psicológica de la pantalla como imagen. En efecto, la computadora es una máquina
jeroglífica, un modo interface de texto e imagen; por consiguiente su magia se le aparece al
inconsciente.
Los magos del Renacimiento (especialmente Athanasius Kircher) creyeron que los jeroglíficos
Egipcios eran puramente platónicos (–en esto, siguieron a Plotino y Lamblico)– Esto es, que cada
imagen era una forma ideal, y su desarrollo no podría solo indicar significado sino también crearlo
y proyectarlo. Por consiguiente los jeroglíficos eran vistos como una amalgama ideal de texto e
imagen—una forma emblemática de escritura. Ahora cuando Champollion descifró la Piedra
Rosetta, se descubrió que los jeroglíficos ya fueron usados cuasialfabéticamente (respecto al
modelo de “[dibujo] pie = [fonema] p”), aunque había también casos donde imágenes solas o
clusters de imágenes representaban los objetos provistos como palabras. Este descubrimiento relegó
los desafortunados intentos de translación de los viejos magos para completar el oblivión. Sus
teorías son ahora solo mencionadas de paso como ejemplos de “falsa” ciencia hermética y mala
Egiptología. Pero como Couliano anotó, estas teorías descartadas tienen gran poder secreto
heurístico, porque describen empíricamente algunas de las formas en las que el texto, imagen, y
mente interaccionan. Una vez que las metafísicas platónicas y las fantasías mágicas crudas han sido
descartadas, la teoría del jeroglífico puede ser usada para entender el modo de operación de
complejos texto/imagen—esto es, emblemas.
Los libros emblema fueron experimentos renacentistas en las “semióticas proyectivas” de la teoría
del jeroglífico. Alegóricamente dibujos acompañados por textos (con frecuencia un texto en prosa y
uno en poesía)–y en unos pocos casos incluso de música (la gran Atalanta Fugiens de Michael
Maier, por ejemplo)–fueron coleccionados en secuencias, publicados en libros, y preparadas para la
edificación mágica de lectores. Las “morales” de los emblemas fueron por consiguiente
transmitidas en más de un nivel a la vez. Cada emblema era simultáneamente.
a) Un dibujo acompañado de palabras;
b) Un dibujo “trasladado” desde palabras. Es decir, los valores reales de los dibujos no son
puramente formales si no también alegóricos, por lo que si Hércules representa la “fuerza”, Cupido
el “deseo”, el mismo emblema puede ser leído como una “sentencia” compuesta de estas
“palabras”.
c) Una “codificación” jeroglífica en la cual ciertas imágenes no solo representan palabras sino
también “expresan la esencia” de esas palabras, las proyectan de una manera “mágica”, este o no el
lector conscientemente alertado de este proceso.
Nuestra hipótesis de trabajo es que la imagen misma del mundo no solo define sus posibilidades
sino también sus límites. La representación misma del mundo de si misma (su imagen
“macrocósmica”) no es mas ni menos que su misma imagen “microcósmica” del ser “gran mandato
[writ large]” hablando de otra manera, en el nivel o mentalité y el imaginaire. Esta es parte de
nuestra teoría hermética “secularizada”; explica, por ejemplo, porque los emblemas tienen
influencia en múltiples niveles de cognición.
El mago radical encontró un mundo donde la imagen de un mundo único estaba encerrada—No
solo el cosmos geocéntrico sino el completo sistema de valores ortodoxo Cristiano que iba con el.
Su propósito subversivo se arremolinó alrededor del proyecto de una libre circulación de la
imaginería, una ruptura del éxtasis y la creación de un modelo más sensible. La visión única del
mundo de la ortodoxia fue vista como sofocante, tiránica, opresiva. A medida en que el ser
interiorizaba esta visión reproducía la opresión en el nivel de lo subjetivo. Los hermetistas
opusieron a la más profunda individualidad de esta visión del mundo una contradictoria
multiplicidad, una forma critica de “paganismo” basado en la diferencia.
Análogamente, desde 198991 hemos entrado en una nueva “edad oscura” en la cual una visión
única del mundo (y su imaginaire) clama hegemonía sobre toda diferencia. No es solamente el
“pancapitalismo” un sistema global, también se ha convertido en su propio medio*, por decirlo de
otra manera, en ello propone un éxtasis universal de la imaginería. La libre circulación de la imagen
se bloquea cuando una imagen del mundo estructura la propia imagen del mundo. La verdadera
diferencia es sustraída hacia la desaparición y remplazada por un reciclado obsesivo y un filtro de
imaginería “permitida” dentro del sistema único de discurso (como los teólogos medievales los
cuales supuestamente discutían sobre el género de los ángeles mientras los Turcos asediaban
Bizancio). El Pancapitalismo “permite” cualquier imaginería que potencia el beneficio—por
consiguiente en teoría podría permitir cualquier imagineria—pero en la practica, no puede. Esta es
la crisis del “postmodernismo”–crisis como una forma de extasis, de infinita recirculación de lo
mismo—la imposibilidad de la diferencia.
Dentro de la crisis del éxtasis toda forma de imaginería puede ser autorizada o incluso animada
cuando tiende hacia representar de relación como intercambio—incluso la imaginería del terror,
asesinato, crimen—incluso la extinción de la Naturaleza y el Humano—todo esto puede ser
convertido (¡como imaginería al fin!) en beneficio. Pero lo que no puede ser permitido (excepto
quizás por nostalgia) es la imaginería de otra relaciones que no sean el intercambio. La nostalgia
puede ser contenida y marcada—pero dicha diferencia amenazaría la hegemonía de la visión única
del mundo. La “Economía del Regalo” de algunas “tribusprimitivas” cercanas a la extinción hace
una televisión excelente; nuestro luto por su desaparición puede únicamente potenciar las ventas de
cualquier comodidad que pudiera aliviar nuestro sentido de perdida. El mismo luto puede ser
fetichizado, como en la era victoriana de onyx y lujo y caballos de cementerio con plumas negras.
La muerte es buena para el capital, porque el dinero es la sexualidad de la muerte. Los cuerpos ya
han aparecido en anuncios—cuerpos “reales”.
Asumiendo que nuestra hipótesis va mas allá, bien podríamos preguntar desde “donde” podría
aparecer allí cualquier imagen de diferencia verdadera en dicha situación. La respuesta obvia es que
tendría que venir de “fuera” del éxtasis.
Esto significa guerra, obviamente. Finalmente, significa “Guerra de la Imagen”.
¿Pero como podemos incluso empezar a definir lo que esta “fuera” del éxtasis? ¿No estamos
precisamente en una situación donde todas las imágenes circulantes llegan a formar parte de la
crisis de la circulación? Este es el “maligno hermeticismo” de la totalidad de la mediación—su
metástasis espectral, por decirlo de otra forma—ontología como oncología. Todo lo que entra al
discurso, todo lo que es “visto”, es subvertido por el mero hecho que solo hay un discurso, un
intercambio. La “Guerra de la Imagen” debería ser justamente igual de productiva para el
intercambio como otras formas de “guerra pura”, ya que ofrecería al menos una “ilusión de
elección”. Esto, pues, es la crisis hermética del media táctico.
7. Media Táctico
Lo oculto permanece al menos potencialmente fuera del espacio de la totalidad representada. Por
consiguiente llega a ser para el media táctico el sujeto de un gran interés teórico. Pero como media
el media táctico debe todavía mediar, y por lo tanto lo oculto permanece “misterioso” en el preciso
sentido del termino. Ya que solo lo visto puede ser descrito, lo puramente oculto no puede ser
escrito o representado–Aunque puede ser comunicado, al menos en términos “Zen”.
Sin embargo lo oculto no es necesariamente puro. Si fuera puro, nos interesaría mucho menos que
lo hace, ya que compartiría de ese modo una característica que asociamos con ideología y éxtasis.
De hecho lo oculto nos atrae por su impureza.
En efecto parece existir diferentes grados en lo oculto. Lo oculto puede paradójicamente aparecer
incluso dentro de la circularidad cerrada de la totalidad mediada, ya sea inadvertidamente o también
por subversión. Por ejemplo el show de TV sobre la tribu primitiva, y la melancolía de la
desaparición del regalo, no puede tocar la oculta actualidad del regalo y su significado para la gente
que lo conoce. Pero algunas veces el texto hablado o la edición de una película creará potentes
disonancias cognitivas con ciertas imágenes que sugieren la presencia de lo oculto, al menos para
unos pocos videntes que están preparados para dichas irrupciones de lo misterioso, su “guerrilla”
asalta la consciencia consensuada.
Es más, el “media íntimo” permanece relativamente invisible a la totalidad porque es demasiado
“pobre”. el pequeño contexto en el cual dicho media participa en la economía de mercado, mucho
menos de la estética consensuada, la hace tan insignificante como para “renderizarla” sin sentido
para todos los propósitos prácticos. Por supuesto tan pronto como cualquier energía y originalidad
es vista emanar desde dicho media es de una vez absorbida dentro del Capital—y lo oculto debe
retirarse, escabullirse, evadir cualquier definición, moverse a cualquier sitio. Pero este proceso toma
tiempo, y el tiempo hace las oportunidades.
Por consiguiente el media táctico podría hacer uso de operaciones de “guerrilla” ya sea dentro de la
totalidad del media, o ya sea en el medio intimo que permanece (de alguna manera impura) fuera de
la totalidad. Pero en ambos casos la integridad táctica demandaría que dichas “apariciones” tomen
lugar solo donde pueden ser efectivas—en términos militares: donde pueden dañar la totalidad sin
ser absorbidos dentro de su “espectáculo de la disidencia” y rebeldía permitida. El media táctico se
retira de cualquier englobamiento de este tipo, y en dichos momentos de empate táctico el media
táctico puede tener que involucrarse en la violencia y el sacrificio (al menos en un nivel
conceptual). El media táctico se equivocará—Sobre todo por su naturaleza improvisatoria, la
ausencia de cualquier estrategia global. Porque el media táctico rechaza la pureza, la atraerá—y será
derrotado muy a menudo por su propio “éxito”.
El propósito e intención del media táctico es precisamente no rejuvenecer el consenso dejándose
vampirizar sus energías creativas por la imaginería de lo Nomuerto y sus “leyes naturales” de
intercambio. Pero no podemos decir por lo tanto que el propósito del media táctico “es” la
destrucción de la totalidad. Esta afirmación de identidad definiría una ideología o fuente de
autoridad para el media táctico, y lo limita al rol de oposición—en efecto, a su apariencia
“espectral”. Nosotros ciertamente no deseamos larga vida y éxito a la totalidad, pero definiéndonos
a nosotros mismos (o a nuestras técnicas) solamente como “destructivas” estamos simplemente
invitando a nuestra propia recuperación dentro del patrón de la opresión. El media táctico, sugiero,
debería ser sobre algo y para algo—Esto constituiría su apariencia “formal”. Sería para lo oculto—
incluso para una seducción dentro de lo oculto.
¿Significa esto que las tácticas del media táctico pueden ser solamente definidas
“situacionalmente”? ¿Incluso si rechazamos toda ideologización o intencionalidad podemos todavía
decir algo descriptivo sobre metas especificas? ¿Si rechazamos la estrategia, podemos sin embargo
articular algo sobre una tendencia o movimiento o imaginario unificador de presencia (o “mito”
quizás) que pudiera subrayar y formar nuestras mediaciones tácticas?
Esto debe de hecho ser posible, aunque sea solo porque los valores imaginarios en el proceso de
emergencia en el media táctico parecen concernir a aquellas libertades empíricas expresadas no solo
en inmemoriales “derechos y costumbres” sino también en las mas radicales políticas del deseo. En
otras palabras, un substituto “orgánico” para la estrategia/ideología surge desde el imaginaire
compartido basado en dichas traiciones y perspectivas radicales. Es de esta forma en que el media
táctico puede ser visto como un aspecto de una posible oposición efectiva al intercambio mismo, a
la postideológica ideología del Capital—una oposición que no puede ser englobada, y por lo tanto
puede completar la posibilidad de victoria.
Todo esto es pura hipótesis, porque sería sin valor y quizás incluso contraproductivo entablarse en
cualquier intento de prescribir o predecir o incluso influenciar el media táctico. El movimiento
histórico visto aquí (el cual incluso encara el reto del profundo “Fin de la Historia”) no puede hacer
nada a partir cualquier pasado vanguardismo o “irreconocible legislador”ismo de una desacreditada
inteligentsia, artistas, etc., etc. Lo hace, sin embargo, pareciendo posible adoptar cierto
acercamiento “experimental”. ¿Quien puede predecir el éxito o fracaso? Una debilidad inherente
por la narración, y un deseo por trabajar en algún tipo de estructura “emblemática” me dirige a un
“nomadeo sin objetivo claro” o teorización taoísta acerca de ciertos temas considerados aquí. Por
ejemplo: ya que el dinero es “imaginario” es susceptible a manipulación hermética—incluso a la
“intuición” discutida por billonarios tan extraños como George Soros. Parece teóricamente posible
“hackear” el dinero al nivel de representatividad—sobre todo ahora que la mayoría es pura
representación. El dinero puede ser manipulado imaginativamente porque el dinero en si mismo es
imagen, sin embargo, puede ser también “bajado [downloaded]” desde su numisfera CyberGnostica
y manifestado en el plano terrenal como efectivo, bienes o producción. Por consiguiente parecería
factible redireccionar el capital como abundancia, lejos de las áreas donde el pancapitalismo ha
“decretado” su presencia (simbólica), hacia áreas donde ha “prohibido” su presencia (real).
“Decretar” y “prohibir” están entrecomillados porque en verdad la situación es demasiado compleja
que la “legalidad” ha llegado a ser una categoría extremadamente ambigua. El dinero como medio*
esta sumido en la misma crisis de definición que cualquier otro media. Dentro de este espacio de
incertidumbre, las operaciones herméticas podrían ser dirigidas (de manera perfectamente legal)
para interferir en la circulación del Capital. El espacio de lo incierto–la grieta en el monolito de la
representación—tiene su profundo origen en la intensa ansiedad de la crisis del éxtasis. La imagen
de la imagineria como un laberinto sin salida induce a un tipo de claustrofobia del estilo de la
experimentada por los ocultistas del Renacimiento en relación al éxtasis cósmico de la doctrina:
pánico de escape. Estamos todavía después de todo “en transición” hacia un mercado global
perfecto—el cosmos de la economía no está todavía lleno e impecablemente cerrado.
Por consiguiente por ejemplo está la repentina obsesión con el “contenido”. ¿Que vamos a hacer
con todos los datos—que uso es ese?¿Y quien creará para que otros “todos los otros” puedan
consumir? un puzzle real.
Ciertos elementos dentro de las estructuras políticas todavía mantiene una sentimentalidad a
corazón partido sobre el estado “Social”. Ellos todavía quieren ayudar a programar el “contenido”.
Están opuestos a los zaibatsus que demandan contenido “puro”, medido únicamente por el precio
más que por el valor. ¿Pero que es lo que quiere “la gente”? En los espacios tácticos dejados
vacantes por este choque de titanes desbocados, ciertas mediaciones pueden ser realizadas. El viejo
poder mágico del escriba, el iniciado hermético, puede constituir una contrafuerza al poder mágico
de la manipulación del contenido, el monopolio del significado y la interpretación demandada por la
totalidad (que de repente no parece tan total…).
Según estamos discutiendo el media, la evocación de la palabra “magia” parece permisible de
alguna manera. Como de relevante son estas meditaciones podría probarse en las situaciones
surgidas en la realidad inmediada—quizás esta es otra cola de pescado. Por ahora, sin embargo,
estamos simplemente ejercitando nuestra imaginación.
Hakim Bey
NYC
1 de Mayo de 1997
Traducido por Al Azif
Notas:
* En el original aparece como medium, lo cual puede interpretarse en castellano en el sentido físico
de medio o en el espiritual de medium.
El Océano de Limonada y los Tiempos Modernos. (Hakim
Bey)
Un manifiesto de Hakim Bey
Traducción de Kabo Kañabirral
1. Otro río más a cruzar
En nuestra experiencia (es decir, no simplemente en nuestra especulación intelectual, sino en el día
a día) hemos descubierto que “el Ego” puede llegar a ser tan espectral como “el Grupo” o de
hecho, tan espeluznante como cualquier abstracción capaz de controlar la conducta, las emociones,
el pensamiento o el destino. Tan profundamente influenciados como hemos sido por Stirner /
Nietzsche Tucker / Mackay, jamás nos hemos aferrado a ninguna forma ideológica o psicológica
rígida de Individualismo / Egoísmo. El individualismo anarquista es suculenta dinamita, sin
embargo no es el único ingrediente de nuestro cóctel.
Nuestra posición, expuesta de manera muy simple (y muy obvia): la autonomía del individuo parece
ser complementada y mejorada por el movimiento del grupo; a la vez que la efectividad del grupo
parece depender de la libertad del individuo.
En los años 80 a causa de la pobreza, el terror, la mediación y la alienación el individuo iba
estando cada vez más y más aislado, mientras que toda forma de “combinación” (comunas,
cooperativas, etc.) era eliminada, y si no reducida a pura comparsa. Los placeres del ego aislado
empiezan a salir mientras el “Yo” es gradualmente reducido a un terminal de comunicaciones o a
un embudo hacia los fetiches de la comodidad. En los 90 demandaremos medios de asociación
efectivos que no dependan del Capital ni de ninguna otra forma de representación. Rechazamos el
falso trance del grupo del Espectáculo pero también rechazamos la exclusiva inefectividad del
ermitaño amargado. ¡Una ilusión que siempre habrá que superar!
2. Maximizando a Marx
“Anarquismo de tipo 3” (un término acuñado por Bob Black) designa a a una forma noideológica
de anarquismo radical ni Individualista ni Colectivista, pero en cierto modo como ambos a la par.
Esta corriente dentro del antiautoritarismo no es nada nuevo, sin embargo tampoco ha adquirido
ninguna forma definitiva. Se pueden encontrar versiones de esto en diversas obras como bolo’bolo,
o los textos de los Situacionistas. Un grupo Situacionista (“Para Nosotros”) llegó al punto de
sugerir una síntesis de Max Stirner y Karl Marx, quienes en vida fueron enemigos acérrimos. Este
grupo señaló que el existencialismo psicológico de Stirner no se riñe necesariamente con la
economía de Marx. Bakunin no se opuso a la crítica original de Marx, sino más bien a la solución
que propuso, la dictadura.
Para nosotros, Stirner supera a Marx porque la psicología precede a la economía en nuestra teoría
de liberación pero leemos a Stirner a la luz de Bakunin y de los inicios de Marx; a la luz de la
Primera Internacional y de la Comuna de 1870, a la luz de Proudhon.
Para clarificar esta posición, introduciremos dos nombres más de nuestro “árbol genealógico”,
Steven Pearl Andrews (18121886) y Charles Fourier (17721837). En cierto modo, nos parece una
pareja más agradable que Max y Marx, ya que ambos colaboraron significativamente a la causa de
la liberación erótica (una preocupación central de la Sociedad de Mackay), al revés, digamos, que el
virginal Bakunin, Marx o Proudhon todos unos mojigatos o para ello Stirner, Nietzsche o Tucker,
quienes más o menos evitaron el asunto. Serios historiadores de lo Social pasan por alto a menudo a
Andrews y a Fourier por ser unos excéntricos utopistas, marginales, visionarios al estilo Blake. Es
necesario ser algo surrealista para poder apreciarlos. Pero nuestra apreciación es algo más que
erótica, estética o espiritual. También nos hacemos con ellos una imagen precisa de nuestra propia
posición en la corriente “tipo 3” del libertarismo contemporáneo.
3. Océano de Limonada
Fourier era fascinante. Vivió durante la misma época que De Sade y Blake, y merece ser recordado
como un igual de estos, o incluso superior a ellos. Estos otros dos apóstoles de la libertad y del
deseo carecían de discípulos políticos, sin embargo a mediados del siglo XIX, literalmente cientos
de comunas (falansterios) fueron fundadas en Francia, Norteamérica, México, Sudamérica, Argelia,
Yugoslavia, etc. sobre los principios fourieristas. Proudhon, Engels y Kropotkin, así como André
Breton y Roland Barthes lo leyeron con fascinación. No obstante, hoy día en América Fourier se
encuentra olvidado ninguna obra suya ha sido completamente impresa aquí unas pocas antologías
salieron en los 70, pero desaparecieron y solamente hay una obra sobre él (una excelente biografía
escrita por Jonathan Beecher, que podría servir para despertar algún entusiasmo). Los mismos
discípulos de Fourier censuraron algunos de sus textos más importantes (sobre sexualidad), que no
apareció impreso hasta 1967. Esa fue la época en la que fue redescubierto.
Citar a Fourier fuera de contexto es traicionarlo. Decir, por ejemplo, que creía que el océano se
volvería de limonada en el futuro, cuando la humanidad viviera en Armonía, es hacerse una imagen
burlesca de él (tal y como hizo Hawthorne en El Romance de Blithedale). Para comprender la
belleza de la idea, ésta debe ser vista en el contexto de las grandiosas y brillantes especulaciones
cosmológicas de Fourier, contrincantes de las profecías de Blake en cuanto a complejidad. Para
Fourier, el universo está compuesto de seres vivos, planetas y estrellas, los cuales mantienen
relaciones sexuales entre ellos, de modo que la creación de por sí es continua. Las miserias de la
Civilización han desviado a la Tierra y a la humanidad de su propio destino en un sentido
literalmente cósmico. La Pasión, la cual hemos aprendido a ver como “el mal”, es de hecho,
virtualmente, el principio divino. Los seres humanos son estrellas microscópicas, y todas las
pasiones y deseos (incluyendo los “fetiches” y las “perversiones”) son por naturaleza no solamente
buenas, sino necesarias para la realización del destino de los humanos. En el sistema de Armonía de
Fourier todas las actividades creativas incluyendo a la industria, la artesanía, la agricultura, etc.
surgirán de la liberación de la pasión ésta es la famosa teoría de la “labor atractiva”. Fourier
sexualiza el mismo trabajo – la vida del Falansterio es una continua orgía del sentimiento intenso,
del pensamiento y de la actividad, una sociedad de amantes y salvajes entusiastas. Cuando la vida
social de la Tierra es armonizada, nuestro planeta volverá a incorporarse al universo de Pasión y se
experimentarán vastas transformaciones en la forma del cuerpo humano, en el tiempo atmosférico,
en los animales y plantas, incluso en los océanos.
La Pasión es a la humanidad y la asociación como la gravedad es a los astros y los sistemas
orbitales. El falansterio es un sistema solar pequeño que gira alrededor del fuego central de las
pasiones. Así pues, aunque Fourier siempre defiende al individuo contra la tiranía de los grupos
Civilizados (a lo que nosotros hemos llamado grupos del Espectáculo en el contexto actual), no
obstante para él el grupo en su forma ideal posee una cualidad de globalidad. Se bromea sobre él
diciendo que el único pecado dentro de su sistema consiste en almorzar solo. Sin embargo, la
“asociación” no puede ser considerada una forma de colectivismo o comunismo no es
estrictamente “igualitario”, y no elimina la propiedad personal o ni siquiera la herencia. Además,
todos los complicados títulos y rangos con que Fourier se deleitó inventando para sus Armonianos
eran voluntaria y puramente ceremoniales. El Armoniano no vive con unas 1600 personas bajo un
mismo techo por obligación o por altruismo, sino por el puro placer de las relaciones sociales,
sexuales, económicas, “gastrosóficas”, culturales y creativas que esta asociación permite y
fomenta.
4. El Individualista Agradable
Uno de los ejemplos favoritos de Fourier de cómo la armonía funciona incluso en la Civilización
eran los convites, donde el vino, el ingenio y la buena comida se disfrutan según un orden
espontáneo, libre de toda ley y moralidad. La Armonía Social sería como una fiesta sin final:
Fourier se imaginaba a la gente saltando de la cama a a las tres de la mañana para ir a coger cerezas
como un portero de fútbol busca el balón.
Steven Pearl Andrews (quien también utilizaba la metáfora del banquete) no era fourierista, pero
vivió durante la breve moda de los falansterios en América y adoptó muchos de los principios y
prácticas fourieristas. Su mentor era Josiah Warren, primer exponente del anarquismo Individualista
(o “Soberanía del Individuo”) en América aunque Warren bebió mucho de algunas corrientes de
la democracia radical y de la “anarquía espiritual” protestante, que puede situarse en el período
Colonial más temprano. Andrews era un constructor de sistemas, un “logoteta” como Fourier y
Blake, un creador de mundos hechos de palabras. Combinó el Abolicionismo, el Amor Libre, el
universalismo espiritual, a Warren y a Fourier en un gran esquema utópico al que llamó Pantarquía
Universal.
Andrews ayudó en la fundación de varias “comunidades intencionales”, incluyendo la
“Brownstone Utopia” en la calle 14 de Nueva York, y la “Modern Times” en Brentwood, Long
Island. Esta última es famosa por ser la comuna fourierista más conocida –de hecho, Modern
Times fue tristemente célebre (por su “Amor Libre”) y al final se fue a pique bajo una aplastante ola
de escandalosa publicidad. Andrews y Victoria Woodhull eran miembros de la infame Sección 12
de la Primera Internacional, y expulsados de ella por sus tendencias anarquistas, feministas y
espiritualistas.
Como Fourier, Andrews creó una “religión” para sustituir todos los cultos autoritarios de la
Civilización. Hay que admitir que esta tendencia mística en ambos pensadores nos interesa mucho,
y otra vez más despierta más nuestra simpatía que el frío ateísmo (o “materialismo
fundamentalista”) de un Stirner o de un Marx. El anarquismo de Tipo 3 para nosotros incluye tanto
la herencia de la protesta, de los antinomianos y de la Familia del Amor, como las formas radicales
de budismo, taoísmo y sufismo.
Como Blake, Fourier y Pearl Andrews construyeron sus sistemas propios de modo que no se es
esclavos de otra persona y estas magníficas estructuras incluían dimensiones psicológica, sexual y
espiritual, las cuales estaban ausentes de los meros sistemas ideológicos o filosóficos. Los detalles
estructurales de Armonía y Pantarquía son fascinantes e inspiradores, sin embargo para nosotros su
valor más profundo permanece en lo desafiante de su total “subjetividad radical”. Fourier y Pearl
Andrews crearon la poesía de la vida, y no mera política o economía. Éste es el aspecto de su obra
que más admiramos y deseamos emular.
5. La Pantarquía Universal y el Falansterio Norteamericano
En un sentido más inmediato, nos damos cuenta de que Fourier y Pearl Andrews nos ofrecen
argumentos y consejos prácticos para el establecimiento de un tipo de asociación que parece incluso
más deseable ahora que antes de la época del Capitalismo Tardío, del Comunismo Muerto, del puro
Espectáculo, de la espeluznante alienación de las tarjetas de crédito y los contestadores automáticos,
de las encuestas, de los virus de ordenador y de las averías de los sistemas de seguridad. En los años
80 incluso los autónomos antiautoritarios cayeron en un horripilante estado de comunicaciones vía
correo, BBSs, fotocopias y cintas de audio. La separación física nunca puede ser satisfactoriamente
suplida por la electrónica, sino únicamente por la “convivencia”, por “la vida compartida” en el
sentido físico más literal. Quienes se encuentran físicamente divididos son los que también se
encuentran conquistados y controlados. Los “verdaderos deseos” eróticos, gustativos, olfativos,
musicales, estéticos, psíquicos y espirituales son los que más se logran satisfacer en un contexto de
libertad de uno mismo y de los demás en una proximidad física y en el apoyo mutuo. Todo lo demás
es a lo sumo como una representación. Toda revuelta contra la Civilización puede ser vista (al
menos desde un punto de vista) como un intento de recrear la intimidad autónoma del grupo, la libre
asociación de individuos.
La soledad morbosa no es mejor que el consenso manipulado del Nuevo Orden Mundial de hecho
ambas no son sino distintas caras de la misma moneda, como los sin techo y el alquiler: el falso
individualismo versus el falso colectivismo. De cara a esta ilusoria dicotomía nosotros
continuaremos propagando la Soberanía del Individuo pero al mismo tiempo proclamaremos que
nuestra primera investigación de la década y la más urgente debe incumbir a la naturaleza de la
asociación.
Así pues, anunciamos nuestra intención de resucitar y mezclar la Pantarquía Universal y el
Falansterio Norteamericano, las manifestaciones locales (en la zona de Nueva York) de los sistemas
de Andrews y de Fourier. La nueva Pantarquía Universal y el nuevo Falansterio Norteamericano
(UP/NAP) será primero una sociedad de evaluación y de investigación (¡más excéntricos al viejo
estilo del siglo XIX para venerar e imitar!) pero también, y quizás y más importante, el hecho de
que puede convertirse en un núcleo de asociación. Planeamos hacer excursiones o los lugares
originales de Modern Times y del Falansterio; pretendemos resucitar la tradición fourierista de los
banquetes; pensamos construir una capilla en honor a Fourier y al Pantarca; ¡puede que incluso
lleguemos lo suficientemente lejos como para crear otro boletín de noticias!
Y quizás nuestra investigación lleve realmente hacia experimentos más lejanos en el futuro sobre la
creación de zonas temporalmente autónomas, tiempo y espacios libres excavados en las murallas de
Babilonia autonomía creativa y camaradería en las zonas prohibidas donde el poder habrá
“desaparecido” y ¿quién sabe? Puede que incluso en nuestras vidas… “¿Un excéntrico? Sí, soy
un excéntrico: ¡un pequeño mecanismo que causa revoluciones!” (E.F. Schumacher).
¡Larga vida a la Soberanía del Individuo! ¡Larga vida a la Pantarquía! ¡Larga vida a la Armonía!
7 de abril (cumpleaños de Fourier) 1991 Nueva York
Zona Periódicamente Autónoma. (Hakim Bey)
Me imagino que el viejo estilo de vida de la transhumancia siempre resultó agradable y además
práctico, por lo menos en economías de pequeña escala. Dos veces al año te levantas y mueves,
viajas, cambias tu vida e incluso tu dieta — un gustillo de libertad nómada. Pero siempre los dos
mismos lugares. Un lugar es típicamente más agobiante que el otro — el pueblo, el hogar; mientras
que el otro lugar es típicamente más salvaje que el primero, y este puede ser llamado el lugar del
Deseo, del Veraneo. En los cuentos de Finn Mac Cumal y su banda de Fenians,(1) casi siempre nos
los encontramos en el rincón más salvaje del espectro, los matorrales, el paisaje de la caza que
“retrocede” en el tiempo hasta una dorada edad preagrícola, y también “a través” del tiempo —
hacia Tir nan Ong, la Tierra del Verano, reino de Tuatha de Danaan, ambos la Muerte y el Hada.
Nos olvidamos que los Fenians pasaban sólo medio año libres en el bosque. Eran como
transhumantes — debían trabajar (servicio militar) la otra mitad del año para el Rey. En este sentido
se parecían a los campesinos irlandeses, que hasta hace poco practicaban la transhumancia pastoral.
Los rastros perduran hasta ahora. De hecho, el folclore irlandés, conserva la imagen de esta libertad
veraniega; de alguna manera la “Naturaleza” siempre parece entrelazada e incluso confundida con
la “Cultura” en la tradición irlandesa (como en las zoomorfas mayúsculas del Libro de Kells), en
formas que a menudo han impresionado al observador extranjero como únicamente irlandésas. Los
colonos de Elizabeth compararon a los nativos de Irlanda con los indios norteamericanos: — ambos
percibidos como “salvajes” — y ambos recibieron el mismo trato por parte de los ingleses. La
transhumancia otorga la oportunidad de permanecer en contacto con la Naturaleza en su aspecto
“merrie” (como lo habría llamado Morton of Merrymoun), incluso si la economía del pueblo es
virtualmente definida por la agricultura, peonaje y trabajo forzado. Esto explica el “radical” aspecto
de la caza furtiva, desde Robin Hood a los Black Laws, y también la humana romantización
universal de la caza. Este romanticismo comienza incluso ya en las sociedades
cazadoras/recolectoras, donde la fascinación (y la diversión) de la caza proporciona mucha más
comida para la tribu que (comparado con) la trabajosa recolección — y el romanticismo continua
hasta estos días. Pienso en mis dos tíos menores, quienes cultivaron el country romance de la
cacería como salidos del libro de notas de Turgeniev. Me parece imposible menospreciar este
romanticismo, que se me ha aparecido tan claramente como la última reminiscencia de libertad
paleolítica en un mundo que se rinde a la parrilla del arado — y a la carretera.
En efecto, puede decirse que el romanticismo por sí mismo gira (si es que no resuelve) alrededor de
esta tensión en el espectro de la Naturaleza/Cultura. Los transhumantes deben ser un tipo de
románticos prácticos, y de “esquizofrénico ambulatorio” que funciona como una personalidad,
“ruptura” entre los polos magnéticos, y deambular de un lado a otro de acuerdo al clima.
Invierno / Verano
pueblo / montaña o bosque
trabajar / jugar
agricultura / festival
pastoreo / cacería
calor de hogar (hachas de “bothy” (la copa del verdor)
narrativa del año) aventura
ensueño /deseo
etc.
Cuando la agricultura reproduce en sí misma, mediante un proceso de mayor racionalización y
abstracción, y crea la cultura industrial, entonces la ruptura se ensancha más allá de la brecha. Los
transhumantes perdieron la estructura básica de su economía por cercar el campo comunal de la
aldea perdiendo los “derechos del bosque” o los tradicionales campos de pastoreo. Los nómadas
puros, quienes proporcionan (como reconoce Iben Khaldun) una necesaria tensión dialéctica en las
sociedades (agrícolas) tradicionales, se vuelven “redundantes” en el régimen Industrial. — pero no
desaparecen. Los Juguetones y los Viajeros aún vagan por Irlanda como en los siglos XVIII y XIV
(y tal vez en la prehistoria). Pero los transhumantes están completamente perdidos. El espacio
liminal que alguna vez ocuparon, entre el asentamiento y el nomadismo, entre la Cultura y la
Natura, ha sido completamente borrado.
El espacio psíquico de la transhumancia, sin embargo, no puede ser erradicado tan fácilmente. Más
temprano que tarde desaparecerá del mapa pero reaparecerá en el Romanticismo — en el
reencontrarse con el paisaje e incluso con lo salvaje, en la “Adoración de la Naturaleza” y en la
Filosofía de la Naturaleza, en viajes a los Alpes, en el Movimiento Parques, en picnics, en los
campos nudistas, en la cabaña de veraneo, incluso en las vacaciones de verano. Hoy en día, los
“reformadores” quieren que los chicos asistan al colegio el año entero. Y critican las vacaciones de
verano de dos o tres meses por su ineficiente vestigio de la economía agrícola. Pero desde el
(romántico) punto de vista de los niños, el verano es libertad sagrada — una temporal (pero
periódica) zona autónoma. Los niños son trashumantes duros de matar.
Hasta cierto punto — y desde cierto punto de vista –, ahora habitamos un mundo “postindustrial”,
y se ha apuntado que precisamente eso es, la reaparición del nomadismo.
Esto tiene su aspecto bueno (como en Deleuze y Guattari) y su aspecto malo — por ejemplo en el
turismo. ¿Pero en qué se ha convertido la transhumancia en este contexto? ¿Qué situaciones pueden
ser elucidadas buscando sus rastros?
Un rastro bien claro de transhumancia psíquica se expresó por sí mismo en los años 20’s – 50’s en
Norteamérica como el movimiento de campamentos de verano. Una gran cantidad de estos campos
estuvieron inspirados por varias progresistas y radicales tendencias — naturismo, comunismo y
anarquismo, Reicheanismo y otras escuelas psicológicas, misticismo oriental, espiritualismo — una
plétora de fuerzas “marginales”. La utópica comuna rural, como fue la Granja de Brook, diluida en
unas baratas vacaciones para excéntricos. Durante este mismo período incontables miles de
“comunidades vacacionales” fueron creadas, con cabinas un poco menos primitivas que las de los
campamentos. Mi familia posee una en la orilla de un putrefacto lago que las hace de balneario en
Upstate New Cork, donde todas sus calles están nombras por indígenas, bosques, animales salvajes.
Esta humilde comunidad representa la “individualista” o emprendedora versión del comunalismo de
los campamentos de verano; pero hasta ahora sobreviven en ellos vestigios de un espíritu
comunitario temporal. En cuanto a los campamentos, finalmente la mayoría comienza a satisfacer a
los niños, esos ciudadanos naturales del verano. Así como el precio de la pura holgazanería
hedonista subió y subió, de pronto sólo los niños pudientes pudieron permitirse el campamento — y
luego ni siquiera ellos. Uno a uno los campamentos empezaron a cerrar, un lento declinar en los
70’s, 80’s y 90’s. Desesperadas medidas se intentan aún (”Campamento Marxista Computacional
Reconvertido”; encuentros neopaganos y seminarios holísticos, etc.)– pero por ahora el
campamento de verano casi parece un anacronismo.
Ahora, el campamento de verano puede ser una extremadamente desanimada versión de la utopía de
la transhumancia — mucho menos la utopía de las utopías — Pero argumentaría que vale la pena
defenderlo, o mejor dicho, vale la pena reorganizarlo. Si la vieja economía suspendió su apoyo, tal
vez, una nueva economía pueda visionarlo y realizarlo. De hecho, tal tendencia ya ha aparecido. Así
como los viejos campamentos de verano han caído en banca rota y aparecido en el mercado, unos
pocos han sido adquiridos por grupos que tratan de preservarlos como campamentos (con quizá
algunos residentes permanentes), o como privadas o semiprivadas “comunas” de verano. Algunos
de estos neocampamentos servirán simplemente de retiros vacacionales para los grupos que los han
adquirido; pero otros necesitarán fondos adicionales, y de esta manera, serán arrastrados a
experimentar con jardineo de subsistencia, trabajos manuales, organizar conferencias, eventos
culturales, o algunas otras funciones semipúblicas. En este último caso podemos hablar de una neo
transhumancia, ya que el campamento no serviría simplemente como un espacio de “ocio”, sino
también como un espacio de “trabajo” para los participantes primarios. El “trabajo” de verano
parece un “juego” para los trashumantes en comparación con las labores de la aldea. El Pastoreo
deja tiempo para algunos arcaicos placeres desconocidos para la agricultura o la industria de tiempo
completo; y la caza es deporte puro. (Jugar es el punto de la caza; lo “cazado” es un bonus.) Un
tanto de la misma manera el neocampamento de verano tendrá que “trabajar” para arreglárselas,
pero su labor será “autogestionada” y “autoadueñada” en mayor medida que el salario de invierno,
y será un trabajo de naturaleza “festiva” –”recreación”, ojalá en el sentido original de la palabra —
o incluso “creación”. (Artistas y Folcloristas hacen buenos ciudadanos de verano)
Si la economía determinó la caída del viejo movimiento de campamentos de verano, el estado jugó
su rol también: –regulaciones, restricciones, precauciones, requerimientos de seguros, códigos, etc.,
ayudó a aumentar el precio real para mantener un campamento sobre el nivel de viabilidad. Uno
podría casi empezar a sospechar que “el estado” de alguna manera sintió al movimiento de
campamentos como un vago tipo de amenaza. Por una cosa, los campamentos escapan a la mirada
fija del control cotidiano, y están alejados del flujo de mercancías e información. Luego también,
los campamentos son sospechosamente comunales, focos de posibles resistencias a la alienación y
la atomización del consumismo y la “democracia moderna”. Los campamentos poseen una erótica
subversionalidad para ellos, como todos los ex camperos de verano pueden testificar, una
salvajización y una relajación del súperego, un aire sin reglas, de Sueño de una noche de verano, el
skinnydipping, (2) el enamoramiento, la languidez de julio (o febrero). El campamento no puede
reconciliarse con el ideal de la producción industrial del ocio (”paquete de vacaciones”) y la
reproducción y simulación del verano como un parque temático, el proceso vacacional, el
sistemático “vaciado” de todas las diferencias, todas auténtico deseo.
Ya que el estado desconfía del campamento, el neocampismo necesitará (para estar exento de eso)
cultivar ciertas formas de invisibilidad o camuflaje social. Un posible disfraz para el neo
campamento, no obstante, sería asumir el preciso disfraz de un pasado de moda medio quebrado
campamento de verano. Después de todo, el campamento de verano no es ilegal, y si tu grupo puede
encontrar los requisitos de seguridad, ¿por qué no acomodarse a un arquetipo ya existente? Siempre
que no estés gestionando un campamento de niños, o un abiertamente proclamado retiro Anarko
nudista, puede ser posible que pasen desapercibidos como tan sólo otra pandilla de inofensivos
haciéndosecreyéndose los indios con un mes de vacaciones para derrochar.
Mi defensa del (neo)campismo de verano está basada en dos simples premisas: — uno, un mes o
dos de relativa libertad es mejor que absolutamente nada; dos, es asequible. Estoy asumiendo que tu
grupo no está formado por “nómadas” o libertadores de tiempo completo, sino por gente que
necesita trabajar para vivir o que están atascados en la ciudad o el suburbio la mayor parte del año
— transhumantes potenciales. Quieres algo más que unas vacaciones de verano — quieres una
comunidad de veraneo. Chapotear en un humilde lago Adirondack es más placentero para ti que
Disneylandia — siempre que puedas hacerlo con las personas que quieres. Compartir los costos lo
hace posible, pero también lo transforma en una aventura de comunicabilidad y crecimiento mutuo.
Haciendo que el lugar pague por sí mismo o incluso recortando un poquito dellibro de ingresos
podrías transformar tu grupo en uno de verdaderos neotranshumantes, con dos focos económicos
en tu vida. Incluso si consigues un estatus legal (como un centro retiro educacional religioso exento
de impuestos, o un Campamento de verano) en tu propiedad puedes permitirte cierto grado de
privacidad que –si lo usas discretamente– puede exceder todas las ataduras legales en términos de
sexualidad, nudismo, drogas o excesos paganos. Mientras no espantes los caballos o desafíes los
intereses locales, ustedes serán simplemente otra patota de “veraneantes”, y es de esperarse que
sean un poco extraños.
De todas las versiones de la TAZ imaginadas hasta el momento, esta “periódica” o estacional zona
está más abierta a la crítica en tanto paliativo social o como “Club Med Anarkista.: sin embargo, se
salva del mero egoísmo por el necesario hecho de que es autoorganización. Tu grupo debe crear la
zona — no puedes comprarla preempacada a alguna agencia turística. Por lo cierto, el campamento
de verano puede ser “Revolución” social. Supongo que pudo haberse llamado campode
entrenamiento para la revuelta, pero esto suena muy serio y pretencioso. Preferiría apuntar
simplemente al sentimiento de desesperación de muchos por degustar la autonomía, en el contexto
de un válido romanticismo de la Naturaleza. No cualquiera puede ser un neonómada — ¿pero por
qué no al menos un neotranshumante? ¿Qué pasa si la revuelta no viene? ¿Nunca recuperaremos la
tierra del verano, aunque sea por un mes? ¿Nunca desaparecer de la cuadrícula aunque sea por un
momento? El campamento de verano no es una guerra, ni siquiera estrategia — pero es una táctica.
Y placer inmediato, después de todo, sigue siendo su propia excusa.
Notas
1. N. del T. Los fenians, «la gente de Finn », eran una banda de guerreros probados que sólo
admitían en sus filas a los valientes, los doctos y los diestros.
2. N. del T. Skinnydipping es el acto de ir a una piscina (o campamento) y tener un affaire con la
chica más guapa de la comarca.
El credo mediático de fin de siglo. (Hakim Bey)
Este artículo es de 1995 y desde entonces circula por la red. Ha sido publicado por diversos fanzines
en todo el mundo.
1. Podemos definir al “Media” según que un medio dado sostenga o no ser “objetivo”, en los tres
sentidos de la palabra, es decir, que “dé cuenta objetivamente” de la realidad; que se defina como
parte de una condición objetiva o natural de la realidad; o que suponga que la realidad puede ser
reflejada y representada como un objeto por un observador de la misma. “El Media” –utilizado aquí
como un término singular pero colectivo pone lo subjetivo entre paréntesis y lo aísla de la
estructura básica de la mediación, que se presenta como la mirada autorreflejante del reportaje
social, “imparcial”, equilibrado, puramente empírico. Oscureciendo deliberadamente la frontera
entre lo objetivo y lo subjetivo –como en el infotainment/1, los folletines sentimentales, que tanta
gente cree “reales”, las historias de policías “como la vida misma”, la publicidad, o los talkshows
el Media construye la imagen de una falsa subjetividad, empaquetada y vendida al consumidor
como un simulacro de sus propias “sensaciones” y “opiniones personales” o de su subjetividad. Y al
mismo tiempo, el Media construye (o es construido por) una falsa objetividad, una falsa totalidad,
que se impone como lavisióndelmundo autorizada, independientemente del sujeto, inevitable,
incontrovertible, una verdadera fuerza de la Naturaleza. Así, cada “sensación” u “opinión personal”,
en cuanto nace, es experimentada a la vez como profundamente personal y objetivamente
verdadera. Yo compro esto porque me gusta y porque es lo mejor; apoyo la guerra porque es justa y
honorable y porque produce un montón de entretenimientos excitantes (”Tormenta del Desierto”,
miniserie fabricada para la franja horaria de mayor audiencia de la televisión). Así, rechazando en
apariencia lo simplemente subjetivo (o colocándalo entre los paréntesis del arte), el Media recupera
activamente al sujeto y lo reproduce como elemento en el interior del gran objeto, el reflejo total de
la mirada total: la mercancía perfecta en sí misma.
2. Por supuesto, todos los medios actúan así hasta cierto punto, y quizá deberían ser objeto de una
resistencia consciente o “criticados” en la misma medida. Los libros pueden ser tan venenosos
como Los 40 Principales de la radio, y tan falsamente objetivos como el telediario de la noche. La
gran diferencia consiste en que no importa qué puede producir un libro. Se ha convertido en un
“medio íntimo”, en el que están comprometidas las facultades críticas, puesto que sabemos y
comprendemos al libro como subjetivo. Cada libro, como ha señalado Calvino, encarna una política
personal, más allá de que el autor sea consciente de ello o no. Nuestra conciencia de esto aumenta
en proporción directa a nuestro acceso al medio. Y precisamente porque el libro no posee ya el aura
de objetividad de que gozaba, digamos en el siglo XVI, este aura se ha desplazado de los medios
íntimos al “Media”, el media público tal como la red televisión. En este sentido, el Media queda por
definición cerrado e inaccesible a mi subjetividad. El Media quiere construir mi subjetividad, no ser
construido por ella. Si permitiese esto último, se convertiría –de nuevo por definición en otro
medio íntimo, privado de su pretensión de objetividad, reducido (desde el punto de vista del
Espectáculo) a una relativa insignificancia. Evidentemente, el Media resistirá a esta eventualidad,
pero lo hará justamente invitándome a investir mi subjetividad de su energía total. Recuperará mi
subjetividad, la pondrá entre paréntesis, y la utilizará para reforzar su propia falsa objetividad. Me
venderá la ilusión de que “me he expresado”, sea vendiéndome el estilo de vida de mi “elección”,
sea invitándome a “aparecer”, bajo la mirada de la representación.
3. En los años 60 el Media estaba aún emergiendo y no había consolidado todavía su control en el
ámbito de la imagen. Sobrevinieron entonces algunas notables extravagancias. Intentó trivializar y
diabolizar la contracultura, pero inadvertidamente consiguió volverla más atractiva; intentó
glorificar y justificar la guerra de Vietnam, pero inadvertidamente reveló la crueldad y el absurdo,
como si de un mal viaje con ácido se tratara. Estas extravagancias dieron como resultado una
disonancia entre la ideología y la imagen. La voz nos decía que la contracultura era payasesca y
mala, pero uno la veía divertida; la voz nos decía que la guerra era justa y heroica, pero lo que uno
veía era el infierno. Sin embargo, afortunadamente para el Media, McLuhan y Debord vinieron a
explicar lo que ocurría realmente y la situación fue corregida de inmediato. (McLuhan quiso
reforzar el poder del Media, Debord destruirlo, pero los análisis y las críticas de estos dos autores
eran tan perspicaces que sus descubrimientos fueron útiles para el Media de una manera que ni el
uno ni el otro hubieran sospechado.) El media pudo, por así decir, tender un puente entre la
ideología y la imagen, y eliminar prácticamente toda disonancia cognoscitiva.
4. Durante los años 60, algunas personas empezaron a sentir e incluso a comprender el mal
alineamiento que había en los medios entre ideología e imagen, y percibieron aquí una apertura, una
vía de acceso al poder que no estaba vigilada. Los movimientos de protesta y contraculturales se
pusieron a buscar una “visibilidad mediática”, porque tenían confianza en su imagen, que
consideraban más seductora que la ideología que procuraba interpretar esta imagen. Algunos
teóricos se convirtieron en partidarios de la toma de los medios. El ojo parecía irresistiblemente
atraído por ciertas imágenes, aun si estas imágenes estaban codificadas como agresiones contra el
“sistema” o el “establishment”. Pero, una vez más, el Media sobrevivió al ataque intentado contra
su poder por la muy contestataria imaginería disidente, y ésta fue incluso fomentada. Al fin de
cuentas, lo que importaba era tener una “buena televisión” y estímulos para los televidentes a través
de las imágenes ardientes de la protesta, de las embestidas promovidas por los hippies, de las
endemoniadas estrellas del rock, de la estética psicodélica, etc. El media apareció entonces mucho
más resistente que su oposición; de hecho, el “estudio” de la realidad había sido tomado por asalto
(como predicaba Burroughs), y había resistido abriendo todas las puertas de la imagen y
devorándose a sus enemigos. Porque, en última instancia, no se podía aparecer en el Media más que
como una imagen, y una vez que uno quedaba reducido a este estatuto, se unía simplemente al
teatro de fantasmas de las mercancías, al mundo de las imágenes, al espectáculo. Sin los varios
centenares de millones necesarios para comprar uno mismo un canal, no existía ninguna manera de
imponer su subjetividad al Media. (E incluso esto se revelaba imposible, puesto que una persona
que poseyera a la vez tanto dinero y tanto egocentrismo jamás podría producir otra cosa que una
trivialidad opresiva; ésta es una “ley de la naturaleza”.) En otras palabras, el media ha perdido
algunas batallas durante los años sesenta, pero ha ganado la guerra. Una vez que se hubo
comprendido que el medio (la imagen) es el mensaje (la ideología), y que esta identidad constituye
en sí misma el espectáculo y su poder, el porvenir estuvo asegurado. Kennedy había obrado como
un actor para conseguir el poder, pero Reagan era un actor: el primer símbolo del espectáculo que se
ha vaciado para consolidarse como pura simulación. Bush perfeccionó a continuación la guerra
“pura” o simulada y Clinton es nuestro primer presidente plenamente “virtual”, símbolo de la
identidad absoluta entre la imagen y la deología. No se trata de que el Media tenga ahora todo el
“poder” o de que utilice el poder de una manera conspirativa. La verdad es que no hay “poder” –
solamente una totalidad completa y falsa dentro de la cual se contiene todo el discurso; una
objetividad completa y totalitaria; un Imperio de la imagen absoluto fuera del cual sólo existe la
patética, insignificante y, de hecho, irreal subjetividad del individuo. Mi subjetividad. Mi
absurdidad absoluta.
5. Siendo esto así –y siéndolo de un modo tan evidente, uno podría sorprenderse de que los
teóricos de los medios y los militantes hablen y se conduzcan todavía como si estuviésemos en 1964
y no en 1994, cerca de un tercio desiglo más tarde. Aún oímos hablar de “apoderarse de los
medios”, de infiltrarlos, de subvertirlos, e incluso de reformar los medios. Seguramente, varios de
los teóricos de la manipulación mediática de los años sesenta viven todavía, que Alá los premie y
los conserve, viejos beatniks y viejos hippies, y podemos perdonarlos por inducirnos a emplear las
tácticas que para ellos han parecido funcionar otras veces. Y sin embargo, por lo que a mí respecta,
fue uno de estos personajes de los años sesenta el que me alertó sobre lo que estaba en vías de
suceder realmente. En 1974, en Teherán, yo estaba cenando en la casa del muy notorio embajador
canadiense James George, junto a Ivan Illich, cuando llegó un telegrama del gobernador de
California, Brown, quien invitaba a Illich a sus expensas para aparecer junto a él en la televisión y
le proponía un puesto en su administración. Illich, que era realmente una especie de santo, montó en
cólera por primera y única vez durante su estancia en Irán y se deshizo en insultos contra Brown.
Como el embajador y yo mismo mostráramos nuestro asombro ante esta reacción a una cordial
oferta de dinero, celebridad e influencia, Illich nos explicó que Brown intentaba destruirlo. Dijo que
él no aparecía jamás en la televisión porque todo su discurso consistía en una crítica a las
instituciones y no en una píldora mágica para curar los males de la humanidad. La televisión sólo
era capaz de proponer respuestas simples, no preguntas complejas. Él se negaba a convertirse en un
gurú o en una estrella mediática, cuando su verdadero propósito era incitar a cuestionar la autoridad
y a pensar por uno mismo. Brown quería poner en escena la imagen de Illich (carismático, con un
lenguaje claro, un aspecto fuera de lo habitual, sin duda muy televisivo), pero no tomarse el trabajo
de reflexionar sobre la crítica illichiana de la sociedad de consumo y el poder político. Además, dijo
“Don Iván”, detestaba coger el avión y sólo había aceptado nuestra invitación a Irán ¡porque la carta
que le habíamos enviado estaba llena de faltas!
6. Cuando le preguntamos a Illich: “¿Por qué no aparece usted en los medios?”, respondió que se
negaba a desaparecer en los medios. Nadie puede aparecer en “los medios” con su propia
subjetividad (y lo político es lo personal tanto como lo personal es lo político); uno debería
rehusarse al Media por lo que éste podría extraer de energía vampírica a partir de la manipulación
(o sencillamente posesión) de nuestra imagen. Yo no puedo “apoderarme del media” aun cuando lo
comprara, y aceptar la publicidad, por ejemplo, del New York Times, de la revista Time, de una
cadena de televisión; volvería en tal caso a transformar simplemente en mercancía mi subjetividad,
fuese ésta estética (”sensaciones”, arte) o crítica (”opiniones”, agitprop). Si quiero efectuar esta
transformación en mercancía –si quiero dinero y fama, entonces podría tener algunas razones para
“aparecer en los medios”, incluso al precio de ser masticado y escupido (porque la Mirada es fría y
se aburre y se distrae con facilidad). Pero si el precio que pongo a mi subjetividad está muy por
encima de la dudosa apuesta de 15 minutos de celebridad y del doble de esta cantidad en monedas
de plata, tendré una muy buena razón para no “aparecer”, para que no me miren de reojo. Si aspiro a
que mi vida cotidiana sea el lugar de las maravillas que deseo, antes que a proyectar estos deseos en
la sucesión de unas imágenes desencarnadas por el consumo (o el rechazo) público, tendré otra
buena razón para huir del media en vez de “apoderarme” de él. Si deseo la “revolución”, entonces
tengo una razón urgente para no renunciar a la posibilidad del cambio social en beneficio de la
imagen del cambio, o (peor aún) de la imagen de mi deseo de revolución, o (peor aún) de la imagen
de la traición de mi deseo.
7. Desde este punto de vista, no veo más que dos estrategias posibles contra “el Media”. Primero,
investir nuestras energías en el media íntimo, que siempre puede jugar un papel auténtico (de
“mediación positiva”) en nuestras vidas cotidianas y en las de los otros. Segundo, comportarse con
el “media público” (o “mediación negativa”), ya sea en el modo de la huida, ya sea en el de la
destrucción, porque el “espacio” apropiado para la falsa representación sólo puede ser liberado por
la violencia. Huelga decir que no hablo de violencia contra los individuos –que resultaría
completamente inútil, por tentadora que fuera, sino de violencia contra las instituciones. Admito
que en lo que se refiere a estas dos posiciones estratégicas (huida y destrucción), aún no he
desarrollado tácticas específicas y eficaces; y, por supuesto, es vital tener una táctica, puesto que
precisamente debemos entrar en el reino encantado de la ideología y de la imagen, para alcanzar el
ámbito del “campo de batalla”, que puede ser comparado con la guerra. Lo último que necesitamos
en esta batalla es una acumulación de ingenuas teorías sobre la conquista de los medios o su
infiltración, o sobre la liberación de las ondas. Dadme un solo ejemplo de toma del poder radical de
un medio importante y me callaré la boca para ir a proponer mi candidatura a un gordinflón de la
PBS [Public Broadcasting Service], o para empezar a buscar algunos millones de dólares. ¿Ninguna
respuesta? Entonces seguiré aferrado firmemente a mi silencio.
____________
1. Expresión resultante de la contracción de los términos ingleses information y entertainment
(entretenimiento, ocio). N. del T. francés.
Traducido del inglés al francés por Serge Quadruppani (Samizdat, www.samizdat.net). Versión
castellana: R.D.
La Zona Prohibida [NoGoZone]. (Hakim Bey)
¿Es la teoría una bola de cristal? ¿Hay acaso magia en la teoría? (Originalmente la palabra quería
decir “visión”, lo que ciertamente sugiere lo misterioso.) ¿Puede la teoría AnarcOntológica ser
usada como una Ouija para predecir el futuro con el grado de claridad con que se describe el
presente o se “predice” el pasado? ¿Están el espectáculsímulmercantilismo en las últimas, como
el “Marxismo” en los ochentas? ¿Qué los hará colapsar? ¿Qué con el “resurgir” de la ideología
islámica unificada del “Sur”, o el cascabel mortal de la cultura? ¿La religión en general? ¿Los
variados escenarios de Ciencia ficción? ¿La policía como el simulacro final del poder, el último
órgano de desaparición? ¿La balcanización y limpieza étnica? ¿Es la teoría un oráculo que podemos
consultar? ¿Podemos hacer algunas predicciones para el año próximo como las revistas de chismes
faranduleros?
No veo al Capitalismo desapareciendo de la noche a la mañana como el Comunismo –es demasiado
orgánico, demasiado conectado con “lo que realmente está pasando”. El Marxismo cayó porque
entró en un estado de abstracción y denegación fracasó al abrazar el espectáculo como el verdadero
sitial del poder, pero el capital no cometió este error. El capital se desintegrará o desvanecerá,
mejor dicho, experimentará una súbita implosión. Los signos de la desintegración se harán más y
más obvios para la experiencia y la teoría, pero no borrará el simulacro de la totalidad con ningún
colapso “revolucionario”. El cristal comienza a desempañarse. De repente, un concepto: Triage
social. De inmediato un corolario: la No Go Zone
El estado, siendo el último locus del mundo de la simulación, se verá forzado a practicar el triage
social, dejando de ejercer control real sobre las zonas que caerán por debajo del nivel adecuado de
participación en el discurso vacío. Zonas: clases, razas, grupos marginados, y hasta cierto punto,
áreas geográficas concretas. Triage: paulatino e imperceptible desentenderse de los “servicios”,
fundamental para la aparición de las NGZ’s donde el “control” se reduce a puro simulacro mediado
(la tele como imán social). Zonas que han sido económicamente abandonadas (los sin casa,
campesinos, trabajadores inmigrantes, los “beneficiados” socialmente) serán gradualmente
eliminados de todas las otras redes de control del espectáculo estatal, incluyendo la interface final,
la Policía. Por supuesto que oficialmente esta política no existirá y el estado/espectáculo continuará
reclamando la jurisdicción y la propiedad de estas zonas –la autonomía política no será permitida, y
el terrorismo ocasional será difundido para proporcionar un barniz de control/simulación. Pero ante
la cruda realidad económica estas zonas tendrán que ser sacrificadas, como pasajeros arrojados de la
troika de la historia a los lobos de la memoria.
De algún modo este proceso ya ha comenzado, los estudios demográficos vaticinan el futuro:
¿adónde están viviendo las clases? ¿Para dónde van? Mike Davis ha analizado este movimiento en
el microcosmo de Los Ángeles, donde un complejo patrón de triage y terror ya ha emergido,
probando la condición de profeta visionario, de quien lee las huellas geománticas en los huesos de
los edificios y en las entrañas del espacio urbano más que en los rasgos de animales o paisajes (de
algún modo la cultura posee un inconciente que vomita signos mágicos y símbolos (no el humo de
ofrendas al fuego, sino el de patrullas policiales ardiendo.) Creo que este proceso se acelerará hasta
el punto en que se hará más obvio, en 5 a 10 años, esas porciones de “América” no estarán por
mucho más tiempo en el mapa. Ellas no se “desarrollarán”, tampoco “consumirán”, y no serán más
servidas por ningún decadente burócrata del espectáculo –servicio de impuestos internos, servicio
de salud, policial/ militar, seguridad social, comunicacional y educacional. Estas áreas (económica
socialgeográfica) cesarán de existir para cualquier propósito práctico del control. Las clases
consumidoras abandonarán estas áreas y se mudarán “donde sea”, puede que social o
geográficamente o ambos simultáneamente.
Habiendo sido seducidos por la mercancía, seremos abandonados por ella – o más que eso, “ellos”
serán abandonados, en primer lugar los otros alienados que nunca han sido parte de ella.
Interesantemente, sin embargo, estos “ellos” gradualmente serán más y más individuos y grupos
que ahora piensan en ellos mismos como “nosotros” – los herederos del soleado y fantástico mundo
burgués racional que el espectáculo continúa simulando y conservando –los que tienen “derecho”,
los que están “seguros” y destinados a “sobrevivir”. La triage será practicada en estas zonas
también. La grieta en el monolito se ensanchará, y muchos de “nosotros” perderemos el helicóptero
de escape. Yo me podría mudar a Boulder o a Portland ahora, aferrarme a mis ingresos, sobrevivir
como un licenciado payaso en el margen del espectáculo –y créanme que la tentación es
suficientemente real. Esas NGZ’s no van ha ser muy confortables –no van a ser utopías podrían
incluso acabar gravemente como los estados de la Europa del este en el despertar de 1989. ¿Quién
se ofrece de voluntario para vivir en Bosnia (o el sur de L.A.) sólo porque el desorden y la violencia
pueden generar “libertades salvajes”, así como también pánico total y horror genuino? Como en el
espectaculsimulcapitalismo por sí mismo, y el paso (¿quizá el final?) que viene consistirá en el
Imperio de pura Velocidad –lo instantáneo de la tecnología comunicacional elevado al status de ser
trascendente (omnisciente, omnipresente, omnipotente): una clase de Tecgnosis en la cual el
cuerpo (la tierra, la producción) “trascenderá” bajo el signo de un espíritu puro (la información).
Esto revelará la patraña incurable de lo trascendente o totalitario de la mercancía: el desdoblamiento
final del deseo, la absoluta fluctuación del significado –el lenguaje como prisión gnóstica, y la
muerte como la última ganga turística. Las “líneas” de esta estructura ya han sido tendidas, y un
mapa de estas líneas se transforma a sí mismo en un mapa del futuro, o por lo menos de la
“historia” futura. Si estudiamos este mapa embriogénico u ontogénico, podremos ver claramente
que el “sur” ha sido borrado del diseño, por un acto de cartomancia imperialista que niega el
significado a las mismas áreas que han tenido negado el “acceso” a los enlaces comunitarios. El sur
no entrará al paraíso de la información la información es hielo glacial cristalino, mientras el sur es
el reino del fuego y la bulla.
Y efectivamente el “Sur” es (o será) el cuerpo, el dominio de todo lo que no es pureza espiritual e
información, todo lo pesado y mortal, la esfera de la agricultura y la industria– los últimos oscuros
vestigios del neolítico –de la producción (ese crudo obstáculo demiúrgico para la libre mutagénesis
de los significados y el libre intercambio de emblemas e imágenes –de pura información). El sur
“nos” proveerá de microchips y soylent green, así todos podremos estancarnos en la realidad virtual
y descargar nuestras conciencias (¡que alivio!) en el software. Puede que la economía de la
información ya haya empezado a cortar sus lazos con la economía material –no está para nada claro
que ciertos tipos de “moneda” conserven alguna clase de relación – incluso una relación simbólica
con la actual riqueza social. Este es dinero “virtual”. En el contexto del espectasimulocapital este
dinero es hiperreal, y al parecer más poderoso que el dinero meramente real y aún atado al
“principio material corpóreo”. En este escenario podremos finalmente “dejar a nuestros sirvientes
vivir por nosotros” (Maldoror) mientras seguimos y nos sublevamos por algo mejor. La máquina no
es nuestro sirviente (como algunos viejos escritores de ciencia ficción creyeron) sino nuestro
parásito.
Entonces parte del norte desaparece en el Ciberespacio, dejando la otra parte desierta y privada de,
NGZ’s, quiebre en el monolito. ¿Qué podría ser más natural que esto: –que el sur interpenetrase al
norte como el moho a un trozo de pan? Los huecos y las grietas en el norte se harán más sureñas,
más africanas, más latinas, más asiáticas, más islámicas. (P.K. Dick, un verdadero visionario
gnóstico parece particularmente profético en este punto.)
Ahora la pregunta crucial: ¿Es posible imaginarse a las NGZ’s desempeñando una función
liberadora? (¿De cualquier manera que no sea la reversión a la guerra primitiva, interesante quizá
para algunos vikingos Nietzscheanos?) – esto es, ¿puede la NGZ jugar un rol necesario en la
emergencia de la TAZ o incluso en la PAZ? ¿Representa la NGZ –de alguna extraña y paradojal
manera– el renacer de la posibilidad de lo social?
Olvidemos la autonomía política –ni República del Bronx sur o estado libre del oeste de Wisconsin
—ni enclaves libertarios o zonas anarquistas liberadas, ni ecotopía, ni Nueva África, etc, etc. El
espectáculo (incluso en su último jadeo) destruirá implacablemente a cualquiera que amenace el
monopolio de la autoridad espectacular. La TAZ, la clandestina tempo/espacial sociedad del
festival, provee un modelo mucho más realista para la NGZ que el modelo de micronacionalismo.
Lo importante es no levantar escudos ni alzar banderas –la imagen de la libertad (la libertad como
mercancía) — pero la realidad de la libertad al nivel de cada día de vida. Podemos prescindir del
emblematismo del poder por la posibilidad del poder en nuestros destinos (¡o por lo menos un
fracaso no mediado!).
La sine qua non de la NGZ como un posible locus para la liberación consiste en la implementación
de una economía adecuada para esta función; y la implementación de tal economía depende (por lo
menos en parte) de una idea de lo social. Hasta el momento ninguna de estas etapas ha emergido,
sino más que un crudo perfil preliminar – entonces aquí cambiamos el tono de este texto desde la
predicción a la prescripción. Tratemos de imaginar qué podríamos hacer –ahora mismo para tornar
las NGZ’s en Zonas autónomas, y hurtar nuestra libertad incluso en el “infierno”, incluso del
“Señor de las moscas”.
¿Es posible imaginarse una economía para las NGZ’s que se relacionase de algún modo (de
incontables y complejas maneras) con la economía del Sur –la cual está ya empezando a aparecer en
áreas marginales del Norte donde el control tambalea? No estoy totalmente seguro de lo que esto
significará, pero me figuro un avanzado y “sin límites” estado de bricolage, no sólo de cosas, sino
del sistema entero y sus fragmentos. Me imagino un sistema de comunicaciones alternativo,
autogestionado y no jerárquico –lo que llamo una telaraña más que una red—la cual debe hacer uso
de algunas ideas “cyberpunks”, pero sólo las pobres y toscas (y en serio, a la mierda con el “cyber
espacio”, ¡Prefiero vivir en New Jersey!. No sólo veo “trabajo negro” (un sutil arte en Italia)
También “servicio negro”, “producción negra”, e “intercambio negro” usada en tecnologías
“alternativas” (no sólo en el PC). Sospecho que tendremos una tecnología más humana que “verde”,
más interesada en la agricultura o permacultura y en tecnología rústica adhocism que en los
terrenos salvajes y en la ecología profunda. El aspecto verde de nuestra tecnología surgirá sin
ninguna predilección sentimental, pero desde una ineludible lógica económica, la lógica “enferma”
del bricolage y de la “pobre” lógica del reciclaje. Estas ideas no son específicamente utópicas en el
máximo sentido del término, pero podemos aceptarlas como adecuadas al concepto de “utopian
minimum” (Fourier) –y por esta razón, estas formas de tecnología implicarán por lo menos algunas
satisfacciones –que no es para nada el caso de la economía mercantil (basada como es en el
excedente de la imagen como máscara de la escasez de los bienes). Se ve que la economía no
adherirá exclusivamente a ningún modelo corriente, tampoco al empresarial humanismo de los
Liberales ni a la “Asociacional” estratagema del Socialismo, pero tramará una mezcolanza de
trabajos cualquiera dentro de un muy ancho marco de antiautoritarismo orgánico. La NGZ debe ser
autogestionada en formas no jerárquicas, si no, caerá presa del fascismocriminal o la pura entropía;
al parecer no hay otras muy probables posibilidades, o por lo menos ¡muy apetecibles! Estamos
mirando hacia el vacío del control –si no llenamos la NGZ con Caos positivo, se llenará con Caos
negativo. Esta línea de pensamiento predice que la NGZ desarrollará por lo menos una forma
“política”la “milicia del pueblo” la cual fácilmente puede también equivocarse (o devenir) comité
de vigilancia. Sólo una economía que resista la jerarquización, no fuera de la convicción ideológica
pero más bien fuera de la pura “voluntad de poder”, puede garantizar que la milicia popular no se
convierta en la pandilla de la elite secreta. Una tarea vital en el presente: imaginar y empezar a
instalar las condiciones para semejante economía ya, en las áreas preNGZ donde ofrezca una
función real. ej. Proveyendo buenas cosas (como el preámbulo de la IWW las llama); y preparando
la semilla de las nuevas relaciones incluyendo las (podridas) valvas de lo viejo, parafraseando el
manifiesto Wobbly. En todo caso, el “sindicalismo” tiene futuro solamente en las NGZ’s, donde la
producción sea realmente capitalizada directamente mediante el laburo y la acumulación simple, en
parte, entre las ruinas de la temprana era industrial –Bayonne, New jersey, Detroit, Michigan, etc. –
en donde primero florecerá toda la horrorosa fealdad de la NGZ. La misma verdad mantenida para
todas las formas de radicalismo agrario. –eso es, futuro sólo en las NGZ’s rurales; todo esto, como
sea, no como un museo de lo social, pero como viviendo mutando (a la deriva) la práctica
situacional o el bricolage nómada de los modelos sociales –experimentos de vida real basados en
necesidades extremas y la obsesiva pasión por la libertad. Nadie arriesgará la vida de buena gana
por mera ideología en la NGZ –pero la utilidad de ciertos modelos de utopía pueden ser probados.
No obstante, al hablar de tales modelos salta a la vista la pregunta por la idea de lo social, la cual es
(de acuerdo con una muy perdida categorización) política o “religiosa”. Asumiremos que la NGZ ha
abandonado –o ha sido abandonada por lo político. ¿Puede ser que la idea apropiada de lo social
para la NGZ sea de naturaleza religiosa? Lo menciono por dos razones: (1) la religión no ha
desaparecido como lo predijeron los racionalistas y, (2) la religión ha probado ser una fuente
poderosa de cohesión social, por ejemplo, en la historia de comunidades intencionales –más
poderosa que la ideología política o que los planes utópicos. Hipotetizo la posibilidad y la realidad
de un noautoritarismo, autonomía, autogestión, y los aspectos no jerárquicos de la enorme
complejidad que engloba la palabra religión –chamanismo, por ejemplo, a los múltiples e infinitos
patrones en expansión del “paganismo”, en el cual ninguna cultura puede adjudicarse el monopolio
de la interpretación, o incluso su hegemonía. No estoy diciendo que la NGZ debe ser “religiosa”,
estoy diciendo que será “religiosa” y que es “religiosa” –y si creemos en el deseo de un potencial
liberador de la NGZ, deberíamos empezar ahora a encontrar un lenguaje “religioso” que reflejara y
ayudara a dar forma y a darse cuenta de ese potencial –si no, nos encontraremos con un “fascismo
religioso” (fundamentalistas Xtianos tratando de dominar las NGZ’s) o con la espiritualidad de la
entropía. Una buena razón, por ejemplo, para saquear en la historia del protestantismo los modelos
radicales (Ranters, Cavadores, Antinomianos, etc.) sería para resucitarlos –y no simplemente para
camuflarse. La tierra y las formas corporales de la espiritualidad (chamánicas, neo/paganas,
AfroAmericanas, etc) –inmanentes más que trascendentes enfatizando un existencialismo del
trabajo no una Fe, por lo tanto éticalismo no moralismo
–tolerancia radical para todos los cultos (en el modelo “pagano”) –desconfianza en los modelos
dualistas pero también en los monototalitarios, místicos pero no ascéticos, carnavalesco no
expiatorio. Estos serían algunos de los modelos propuestos por nuestra forma de espiritualidad. Sin
embargo, ni uno de lo medios establecidos de propagar una religión serán apropiados aquí. Tal
como necesitamos ahora reimaginar la “Economía del Regalo”, y también necesitamos reinventar
(e incluso fabricar) una “Espiritualidad de la libertad” relevante a nuestro futuro como habitantes de
la NGZ –una espiritualidad “del día a día” en todo su sentido.
Pienso en ciertos viejos géneros de pinturas europeas que siempre me fascinaron cuando niño, que
representaban campesinos o gitanos viviendo en las ruinas de algún desvanecido imperio,
usualmente romano. Las imagines apelaban a un Bachelariano sentido de ensoñación y magia sobre
ciertos tipos de “hogares”, ciertas clases de “espacios”. Me gusta la sensación de abandono
implícita en la paradoja de las ruinas abandonadas alumbradas por bohemios abandonados, vidas
lentas, violinistas Breughelianos y bailarines –el contraste de los pesados restos del desaparecido
triunfalismo con la luminosidad y brillo de los nómadas. Más vale romantizar muy bien la NGZ
como un posible utópico topos o sitio –pero otra vez, podría estar inclinado a defender el ocasional
uso del romanticismo: esos golpes desesperados. La NGZ está en marcha, nos atemorice o nos
romantice.
* Traducción de J.J.A.
* Estraido de: http://www.traidores.org/caos
Religión y Revolución. (Hakim Bey)
El dinero real y la religión jerárquica parece que surgieron en el mismo misterioso momento, entre
el temprano Neolítico y el tercer milenio A.C. en Sumeria o Egipto; ¿Que fue primero, el huevo o la
gallina? ¿Era uno la respuesta a otro o es uno un aspecto del otro?
No hay duda de que el dinero posee una profunda implicación religiosa, desde el primer momento
de su existencia empieza a luchar por la condición del espíritu – para apartarse a si mismo del
mundo corporal, para transcender la materialidad, para convertirse en un símbolo realmente eficaz.
Con la invención de la escritura alrededor del 3100 A.C. el dinero como lo conocemos emerge a
partir de un complicado sistema de fichas de arcilla o contadores que representan bienes materiales
y toma la forma de cuentas escritas de créditos impresos sobre tablas de arcillas; prácticamente sin
excepción, estos “cheques” parecen referirse a deudas con el Estado, el Templo, y en teoría
pudieron ser usadas en un amplio sistema de cambio como notasdecrédito “acuñadas” por la
teocracia. Las monedas no aparecieron hasta el 700 A.C. en Grecia, Asia Menor; estaban fabricadas
de electrum (oro y plata) no porque estos metales tuvieran un valor básico si no porque eran
sagrados – Sol y Luna; el ratio de valor entre ellas siempre fluctuaba sobre 14:1, no porque la tierra
contenga 14 veces la cantidad de plata que de oro si no porque la Luna tarda 14 “soles” en crecer de
oscura a llena. Las monedas pudieron originarse como fichas del templo simbolizando la parte que
los devotos compartían del sacrificio – souvenires sagrados, que mas tarde pudieron ser
intercambiados por bienes ya que tenían “mana”, no valor al uso. (Esta función puede haberse
originado en el comercio de la Edad de Piedra con cabezas de hacha de piedra “ceremoniales”
usadas en ritos de distribución de tipo potlach. ) De forma distinta a las notas de crédito de
Mesopotamia, las monedas eran grabadas con imágenes sagradas y eran vistas como objetos
liminales[1], nodos entre la realidad cotidiana y el mundo de los espíritus (Esto apunta a la
costumbre de doblar monedas para “espiritualizarlas” y lanzarlas dentro del pozo, que son los ojos
del otromundo) la deuda en si misma – el verdadero contenido de todo el dinero – es un concepto
altamente “espiritual”. Como el tributo (deuda primitiva) ejemplifica la capitulación a un “poder
legitimo” de expropiación enmascarado bajo la ideología religiosa – pero como “deuda real” atañe a
la habilidad únicamente espiritual de reproducirse a si mismo como si fuera un ser orgánico. Incluso
ahora permanece como la única substancia “muerta” en todo el mundo que posee este poder — “el
dinero engendra dinero”. A estas alturas el dinero empieza a tomar un aspecto paródico visavis
con la religión – parece que el dinero quiera rivalizar con dios, para convertirse en un espíritu
inmanente en la forma de pura metafísica la cual, a pesar de serlo, “gobierna el mundo”. La religión
debe tomar nota de esta naturaleza blasfema del dinero y condenarlo como contranatura. El dinero
y la religión entran en oposición – uno no puede servir a Dios y a Mammon simultáneamente, pero
mientras la religión continúe actuando como la ideología de separación (el Estado jerárquico, la
expropiación, etc.) nunca podrá realmente hacerse con el domino del problemadeldinero. Los
reformistas una y otra vez surgen desde dentro de la religión para expulsar a los prestamistas del
templo, y siempre vuelven – de hecho, lo suficientemente a menudo los prestamistas se convierten
en el Templo. ( No es casualidad que los bancos a lo largo del tiempo imitaran las formas de la
arquitectura religiosa.) De acuerdo con Weber fue Calvin quien finalmente resolvió el problema con
su justificación teológica de la “usura” — pero esta apenas merece atención por parte de los
Protestantes reales, como los Ranters y Cavadores, quienes proponían que la religión debería de una
vez por todas entrar en total oposición con el dinero – de ese modo se iniciaría el Milenio. Quizás
Parecía que la Ilustración era la mas adecuada para conseguir resolver el problema – desechando la
religión como la ideología de la clase dominante y reemplazándola con el racionalismo (y las
“Economías Clásicas”). Esta formula de cualquier forma no haría justicia a aquellos illuminatis que
propusieron el desmantelamiento de todas las ideologías de poder y autoridad – no ayudara a
explicar el porque la religión “oficial” falla a la hora de afirmar su potencial como oposición, y en
cambio apuesta por proveer soporte moral al Estado y al Capital.
Bajo la influencia del Romanticismo sin embargo surgió – tanto dentro como fuera de la religión
“oficial – una creciente sensación de espiritualidad como alternativa a los aspectos opresivos del
Liberalismo y sus aliados intelectuales/artísticos Por un lado este sentido condució a una forma
conservadorarevolucionaria de reacción romántica (Por ejemplo Novalis) – pero por otro lado
también se alimento de la vieja tradición herética (la cual también empezó con el “nacimiento de la
Civilización” como un movimiento de resistencia contra la teocracia de la expropiación) – y se
encontro a si misma con una extraña nueva alianza con el racionalismo radical (la naciente
“izquierda”); William Blake, por ejemplo, o las “Capillas blasfemas” de Spence y sus seguidores,
representan esta tendencia. El encuentro entre espiritualidad y resistencia no es algún tipo de evento
surrealista o anómalo a ser allanado o racionalizado por la “Historia” — ocupa una posición en las
profundas raíces del “radicalismo”; — y a pesar del ateísmo militante de Marx o Bakunin (en si
mismo un tipo de misticismo mutado o “herejía”), lo espiritual todavía permanece indisolublemente
ligado con la “Vieja Buena Causa” que ayudo a crear.
Hace algunos años Regis Debray escribió un articulo apuntando que a pesar de las confiadas
predicciones del materialismo del Siglo XIX, la religión todavía fallaba perseveradamente en
desaparecer – y que quizás era la hora para la Revolución de preocuparse sobre esta misteriosa
persistencia. Viniendo de una cultura católica, Debray estaba interesado en la “Teología de la
liberación”, el mismo es una proyección de antigua casiherejía de los “pobres” Franciscanos y el
recurrente redescubrimiento del “comunismo bíblico”. Si se hubiera considerado de cultura
protestante podría haber recordado el siglo XVII, y buscado su verdadera herencia; si fuera
musulmán podría haber evocado el radicalismo de los chiitas o los ismailitas, o el anticolonialismo
“neosufi” del siglo XIX. Toda religión da lugar a su propia antítesis interna una y otra vez; toda
religión ha considerado las implicaciones de la oposición moral al poder; toda contradicciones
contiene un vocabulario de resistencia como también una capitulación a la opresión. Hablando
ampliamente uno puede decir que hasta ahora esta “contratradición” — que esta tanto fuera como
dentro de la religión — ha constituido un “contenido suprimido”. La pregunta de Debray concernía
al potencial para su realización La Teología de la Liberación perdio la mayoria de su apoyo dentro
de la iglesia cuando no pudo mantener durante mas tiempo su posición como rival (o complice) del
Comunismo Sovietico; y no pudo mantener esta funcion debido al colapso comunista. Pero algunos
teólogos de la Liberación probaron ser sinceros – y todavía persisten en ello (como en México);
además, una tendencia enteramente sumergida y relacionada con el Catolicismo, ejemplificada en el
casi anarquismo Escolástico de Ivan Illich, persiste en el fondo. Tendencias similares pueden ser
identificadas dentro de la Ortodoxia (por ejemplo Bakunin), el Protestantismo, El Judaísmo, el
Islam, y (de una manera algo diferente) el Budismo; además, la mayoría de formas de espiritualidad
indigenas “supervivientes” (por ejemplo el Chamanismo) o el sincretismo Afroamericano pueden
encotnrar un punto comun con varias tendencias radicales con las religiones “mayores” en
cuestiones como el medioambiente, y la moralidad del anticapitalismo. A pesar de algunos
elementos de reacción romántica, varios movimientos New Age y postNewAge pueden también
asociarse con esta amplia categoría.
En un ensayo anterior hemos esbozado las ideas para creer que el colapso del Comunismo implica
el triunfo de su único oponente, el Capitalismo; de acuerdo con la propaganda neoliberal global
solo existe un mundo único ahora; y esta situación política ha tenido graves implicaciones para una
teoría del dinero como entidad virtual (autónoma, espiritualizada y todopoderosa) del universo
único del significado. Bajo estas condiciones todo lo que una vez fue una tercera posibilidad
(neutralidad, retirada, contracultura, el “Tercer Mundo”, etc…) ahora debe encontrarse a si misma
en una nueva situación No existe durante mas tiempo una “segunda posición” — ¿como puede
haber una “tercera”? Las “alternativas” se han reducido catastroficamente. El Mundo Único esta
ahora en posición de aplastar cualquier cosa que una vez escapo a su abrazo extático. — gracias a la
desafortunada distracción de proseguir una guerra fundamentalmente económica contra el Imperio
del Mal. Ya no hay tercer camino, no hay ninguno mas. Todo lo que es diferente debe subsumirse
en la uniformidad del Mundo Único – o también se descubrirá como oposición a ese mundo.
Tomadas estas tesis como dadas, debemos preguntar donde se localizara la religión en este nuevo
mapa de “zonas” de capitulación y resistencia. Si “la revolución” ha sido liberada del incubo de la
opresión Soviética y esta ahora de nuevo un concepto valido, ¿estamos finalmente en una posición
para ofrecer una tentativa de respuesta a la cuestión de Debray?
Cogiendo “la religión” como un todo, incluyendo incluso esos aspectos como el chamanismo que
pertenecen a la Sociedad mas que al Estado (en términos de la antropología de Clastres); incluyendo
politeísmo, monoteísmo, y noteísmo; incluyendo misticismo y herejías tanto como ortodoxias,
iglesias “reformadas”, y “nuevas religiones” — el sujeto de estudio obviamente pierde definición,
bordes, coherencia; y no puede ser cuestionado porque solo generaría un babel de reacciones en vez
de una respuesta. Pero “la religión” se refiere a algo – llámalo una cierta variedad de colores en el
espectro del futuro humano – y como tal debe ser considerado (al menos temporalmente) como una
entidad dialógica valida y como un sujeto teorizable. En el movimiento triunfal del Capital –
refiriéndonos a su momento procesual – toda religión únicamente puede ser vista como una nulidad,
por ejemplo como un tipo de comodidad a ser empaquetada y vendida, un recurso a ser desmontado,
o una oposición a ser eliminada. Cualquier idea (o ideología) que no puede ser subsumida al “Fin de
la Historia” del capital debe ser condenada. Esto incluye tanto a la reacción como a la resistencia –
y desde luego incluye en mayor parte la “reconexión” noseparativa (religio) de la consciencia con
“el espíritu” como autodeterminación inmediada imaginal y creación de valores – la meta original
de todo ritual y culto. La religión en otras palabras ha perdido toda conexión con el poder mundial
porque el poder ha migrado fueradelmundo – ha abandonado incluso el Estado y ha logrado la
pureza de la apoteosis., como el Dios que “abandono Anthony” en el poema de Cavafy. Los pocos
Estados (mayormente islámicos) donde la religión posee poder están localizados precisamente
dentro de la región continuamente reducida de la oposición nacional al Capital – (¡por consiguiente
se provee de extraños compañeros de cama como Cuba!). Como cualquier otra “tercera posibilidad”
la religión se encuentra con una nueva dicotomía: capitulación total, o la revuelta. Por consiguiente
el “potencial revolucionario” de la religión aparece claramente – Aunque aun no parece claro si
puede tomar la forma de reacción o de radicalismo– o incluso puede ser que la religión no este
todavía derrotada – ya sea su negativa a irse la de un enemigo o un fantasma.
En Rusia y Serbia la Iglesia Ortodoxa parece haberse lanzado a su suerte como reacción contra el
Nuevo orden Mundial y por consiguiente ha encontrado nuevos compañeros en sus viejos opresores
Bolcheviques. En Chechenia la Orden Sufí Naqshbandi continua su combate de siglos contra el
imperialismo Ruso. En Chiapas hay una extraña alianza entre “paganos” Mayas y Católicos Ciertas
fracciones del Protestantismo Americano han sido dirigidos a un punto de paranoia y resistencia
armada (pero incluso los paranoicos tienen algún enemigo real); mientras la espiritualidad Nativo
americana experimenta un pequeño pero milagroso revival – no un traje de fantasma
manifestándose en esta época, sino una razonada y profunda postura contra la hegemonía de la
monocultura del Capital. El Dalai Lama algunas veces aparece como uno de los “lideres mundiales”
capaces de decir verdades tanto sobre los remanentes de la opresión Comunista como sobre la
inhumanidad Capitalista; un “Tibet Libre” puede proveer un foco para un bloque “interfe” de
pequeñas naciones y grupos religiosos aliados contra el trascendente darwinismo social del
consenso. El chamanismo Ártico puede reemerger como una “ideología” por la autodeterminación
de ciertas nuevas repúblicas Siberianas – y algunas Nuevas Religiones (como el neopaganismo
Occidental o los cultos psicodélicos) también pertenecen por definición o por defecto al polo de la
oposición.
El Islam se ha visto a si mismo como un enemigo de la Cristiandad imperial y el imperialismo
Europeo prácticamente desde el momento de su nacimiento. Durante el siglo XX funciono como
una “tercera vía” tanto contra el Capitalismo como contra el Comunismo, y en el contexto del
nuevo Mundo Único constituye por definición uno de los pocos movimientos de masas que no
pueden englobarse en la unidad del consenso. Desafortunadamente la punta de lanza de la
resistencia – el “fundamentalismo” — tiende a reducir la complejidad del Islam a una ideología
artificialmente coherente – el “Islamismo” — la cual claramente falla al hablar al deseo del humano
normal de diferencia y complejidad. El Fundamentalismo ya ha fallado en incumbirse a si mismo
con las“libertades empíricas” las cuales deben constituir las demandas mínimas de una nueva
resistencia; por ejemplo su critica a la “usura” es obviamente una respuesta inadecuada a las
maquinaciones del FMI y del Banco Mundial. Las “puertas de Interpretación” de la Shariah deben
ser reabiertas – no cerradas de golpe para siempre – y una alternativa totalmenterealizada al
Capitalismo debe emerger desde dentro de la tradición De cualquier manera uno puede pensar que
la Revolución Libia de 1969 tenia al menos la virtud de intentar fusionar el anarcosindicalismo del
68 con el igualitarismo neoSufí de las Ordenes de Norte África, y crear un Islam revolucionario –
algo similar se puede decir del “socialismo Chiita” de Alí SShariati en Irán, el cual fue aplastado
por la uleocracia antes de que pudiera cristalizar en un movimiento coherente. El hecho es que el
Islam no puede ser rechazado como el monolito puritano retratado en los medio Capitalistas. Si una
genuina coalición antiCapitalista llega a aparecer en el mundo, no podría ocurrir sin el Islam. La
meta de cualquier teoría capaz de cualquier tipo de acercamiento al Islam, yo creo, esta ahora en
fomentar sus tradiciones igualitarias y radicales y en retirar sus modos autoritarios y reaccionarios
de discurso. Dentro del Islam persisten míticas figuras como el “Profeta Verde” y guia oculto de los
místicos, alKhezr, quien pudo fácilmente convertirse en un tipo de santo patrón del cuidado del
medio ambiente; mientras la historia ofrece modelos como el gran Emir Sufí AlgAlgerino luchador
delalibertad Abdul Qadir, cuyo ultimo acto (en el exilio en Damasco) fue proteger a los Cristianos
Sirios contra la intolerancia de la ulema. Visto desde fuera, en este Islam existe el potencial de un
movimiento “interfe” concernido con los ideales de paz, tolerancia y resistencia a la violencia pos
racionalista possecular del “neo liberalismo” y sus aliados. En efecto, pues, el “potencial
revolucionario” del Islam todavía no ha sido realizado – pero es real.
En el momento en que la Cristiandad fuera la religión que “dio nacimiento” (en términos de Weber)
al Capitalismo, su posición respecto a la apoteosis presente del Capitalismo es necesariamente mas
problemática que la del Islam. Durante siglos la Cristiandad se ha dibujado y construido un tipo de
mundo autocreído de si mismo, donde alguna faceta social puede persistir (mientras sea los
Domingos) – incluso mientras mantenga la ilusión acogedora de alguna relación con el poder.
Como un aliado del Capital (lo cual es visto con benigna indiferencia por las hipótesis de la fe)
contra el “Comunismo sin Dios”, la Cristiandad puede preservar la imagen del poder – al menos
hasta hace cinco años. Ahora el Capitalismo no necesita durante mas tiempo a la Cristiandad y el
apoyo social del que disfrutaba pronto se evaporará. De nuevo la Reina de Inglaterra ha tenido que
considerar renunciar como cabeza de la Iglesia Anglicana – ¡y parece poco probable que sea
remplazada por el CEO de algún vasto zaibatsu internacional! El Dinero es dios – Dios ha muerto al
fin; el Capitalismo ha realizado una parodia secreta del ideal de la Ilustración Pero jesús es un dios
que muere y resucita – uno puede decir que ya ha atravesado todo esto antes. Incluso Nietzsche
firmo su ultima carta “ya loco” como “Dionisio y el Crucificado”; al final quizás es la única religión
que pueda superar la “religión”. Dentro de la Cristiandad aparecen un gran numero de tendencias (o
han persistido desde el siglo XVII, como los quakeros) buscando revivir ese mesías radical que
limpio el Templo y prometió el Reino a los pobres. En América por ejemplo parecería imposible
imaginar un movimiento de masas realmente efectivo contra el Capital (un tipo de “populismo
progresivo”) sin la participación de las iglesias. De nuevo la tarea teórica empieza a clarificarse; la
necesidad no propone algún tipo vulgar de “entrismo[2]” en la Cristiandad organizada para
radicalizarla con una conspiración desde adentro. Mas bien la meta seria fomentar el potencial
sincero y generalizarlo hacia el radicalismo Cristiano incluso desde dentro como un honesto
creyente (¡de cualquier manera los existencialistas tiene fe! ) o como un honesto simpatizante desde
el exterior.
Para probar esta teorización un ejemplo – digamos Irlanda (donde estoy escribiendo esto). Dado que
los “Problemas” de Irlanda surgen mayormente del sectarismo, claramente uno ha de tomar una
postura anticlerical; de hecho el ateísmo debería ser al menos emocionalmente apropiado. Pero la
ambigüedad inherente de la religión en la historia Irlandesa debe ser recordada: — Había momentos
en los que la laicidad y los sacerdotes Católicos apoyaron la resistencia o la revolución Las
jerarquías de las iglesias generalmente han demostrado ser reaccionarias – pero jerarquía no es lo
mismo que religión . Del lado Protestante tenemos a Wolfe Tone y los Irlandeses Unidos – un
movimiento “interfe” unido. Incluso hoy en día en Irlanda del Norte dichas posibilidades no están
muertas; el antisectarismo no es solamente un ideal socialista si no también un ideal Cristiano. En
el lado Católico… hace unos años conocí a un sacerdote radical en un festival pagano en las Islas
Aran, un amigo de Ivan illich. Cuando le pregunte, “¿Cual es exactamente tu relación con Roma?”
me respondió, “¿Roma? Roma es el enemigo.” Roma ha perdido su poder en Irlanda en los últimos
años, derribada por la revuelta antipuritana y el escandalo interno. Seria incorrecto decir que el
poder de la Iglesia ha pasado al Estado, a no ser que también añadamos que el poder del gobierno
ha pasado a Europa, y el poder de Europa ha pasado al capital internacional. El significado del
Catolicismo en Irlanda esta listo para ser agarrado. Durante los próximos años podemos anticipar
ver tanto del exterior como del interior de la Iglesia un tipo de revival de la “Cristiandad Céltica” —
devota de la resistencia contra la contaminación del medioambiente tanto físico como
imaginario[3], y por tanto comprometida con la lucha antiCapitalista. De cualquier modo esta
tentativa incluirá o al menos influirá al Protestantismo también Tal movimiento de amplias bases
puede fácilmente encontrar su expresión política natural en el socialismo o incluso en el anarco
sindicalismo, y podría servir como función particularmente útil como una fuerza contra el
sectarismo y el papel de la iglesia. Por consiguiente incluso en Irlanda podría parecer que la religión
pueda tener un futuro revolucionario.
Espero que estas ideas conecten con muy poca aceptación dentro del tradicional anarquismo ateísta
o los restos del “materialismo dialéctico”. El radicalismo Ilustrado se ha negado ha reconocer
durante mucho tiempo cualquier raíz que no sea remota en el radicalismo religioso. Como resultado,
la Revolución lanza al bebe (“la consciencia no ordinaria”) a la pila de la Inquisición o a la
represión puritana. A pesar de la insistencia de Sorel de que la Revolución necesita un “mito”, ella
prefiere reducir todo a la “razón pura”. Pero el anarquismo y comunismo espiritual (como la
religión en si misma) no se han largado. Es mas, convirtiéndose en antiReligión, el radicalismo ha
recurrido a un tipo de misticismo propio, completo con el ritual, el simbolismo, y la moralidad. Las
observaciones de Bakunin respecto a Dios – de que si existiera tendríamos que matarlo – ¡podrían
después de todo pasar como ortodoxia pura dentro del Budismo Zen! el movimiento psicodélico, el
cual ofrece un tipo de verificación “científica” (o al menos experimental) de la consciencia no
ordinaria, apunta a un grado de reaproximamiento entre la espiritualidad y las políticas radicales –
y la trayectoria de este movimiento puede ser que acabe de empezar. Si la religión “siempre” ha
actuado esclavizando la mente o reproduciendo la ideología de la clase dominante, también ha
supuesto “siempre” un tipo de enteogenesis (“nacimiento del dios interior”) o liberación de la
consciencia; una forma de propuesta utópica o promesa del “cielo en la tierra”; y una forma de
acción militante y positiva por la “justicia social” como plan de Dios para la creación El
chamanismo es una forma de “religión” que (como Clastres mostró) institucionaliza actualmente la
espiritualidad contra la emergencia de la jerarquía y la separación – y todas las religiones poseen al
menos un rastro chamanico.
Toda religión puede apuntar una tradición radical de algún tipo. el Taoísmo una vez produjo los
Turbantes Amarillos – o los Tongs que colaboraron con el anarquismo en la revolución de 1911. El
Judaísmo produjo el “anarcosionismo” de Martin Buber y Gershlm Scholem (profundamente
influenciado por Gustav Laundauer y otros anarquistas de de 1919), los cuales encontraron sus mas
elocuente y paradójica voz en Water Benjamin. El Hinduismo dio lugar al ultraradical Partido
Terrorista Bengalí – y también a M. Gandhi, el único teórico, con éxito, de la revolución no
violenta del mundo moderno. Obviamente el anarquismo y el comunismo nunca estarán de acuerdo
con la religión en las cuestiones de autoridad y propiedad; y quizás uno puede pensar que “después
de la Revolución” dichas cuestiones todavía pueden permanecer sin resolver. Pero parece claro que
sin la religión no habrá una revolución radical; la Vieja Izquierda y la (vieja) Nueva Izquierda de
rara forma podrán hacerla sola. La alternativa de una alianza ahora es observar como la Reacción
coarta la fuerza de la religión y lanza una nueva revolución sin nosotros. Te guste o no, se requiere
de un tipo de estrategia preventiva. la resistencia requiere un vocabulario en el cual nuestra causa
común pueda ser discutida; y por lo tanto estas propuestas superficiales.
Incluso asumiendo que podemos clasificar todo lo comentado arriba bajo la rubrica de sentimientos
admirables, todavía deberíamos encontrarnos lejos de cualquier programa obvio de acción La
religión no va a “salvarnos” en este sentido (¡quizás sea lo contrario lo cierto!) — de cualquier
manera la religión se enfrenta a la misma perplejidad que cualquier otra forma de “tercera
posición”, incluyendo todas las formas de antiautoritarismo y antiCapitalismo radical. La nueva
totalidad y sus medios aparecen como demasiados penetrantes como para condenar todos los
programas de contenido revolucionario, a partir del momento en que cualquier “mensaje” esta
igualmente sujeto a la subsuncion en el “medio” que el mismo Capital. Por supuesto la situación es
desesperanzadora – pero solo la estupidez lo tomaria como un paron para el desespero, o para el
eterno aburrimiento de la derrota. Esperanza contra esperanza – el deseo revolucionario de Bloch –
pertenece a una “utopía” que nunca esta totalmente ausente incluso cuando esta menos presente; y
pertenece también a una esfera religiosa en la que la desesperanza es el ultimo pecado contra el
sagrado espíritu: — la ultima traición de la divinidad interior – el fracaso en convertirse en humano.
La “tarea Karmica” en el sentido de Bhagavad Gita – o en el sentido de la “tarea revolucionaria” —
no es algo impuesto por naturaleza, como la gravedad, o la muerte Es un regalo libre y gratuito del
espíritu – uno puede aceptarlo o rechazarlo – y ambas posiciones son peligrosas. Rechazarlo es
correr el riesgo de morir sin haber vivido. Aceptarlo es incluso mas peligrosos pero también es una
posibilidad mucho mas interesante. Una versión de la Apuesta de Pascal – no por la inmortalidad
del alma esta vez, si no simplemente por su existencia pura.
Usando la metáfora religiosa (la cual hemos intentado evitar en gran medida) el milenio empezo
cinco años antes del fin de siglo, cuando el Mundo Único se convirtió en ser y desterro toda
dualidad. Sin embargo, desde la perspectivo JudeoCristianaIslámica este es el falso milenio del
“AntiCristo”; el cual resulta no ser una “persona” (excepto en el mundo de los Arquetipos quizás)
sino una entidad impersonal, una fuerza contranatura – entropía disfrazada de vida. Bajo esta
mirada el reino de la iniquidad debe y sera desafiado en el verdadero milenio, el advenimiento del
mesías Pero el mesías tampoco es una única persona en el mundo – mas bien, es una colectividad en
la cual cada individuo es realizado y por consiguiente (de nuevo metafóricamente o
imaginariamente) inmortalizado. La “gentecomomesías” no entra en la uniformidad homogénea ni
en la separación infernal del Capitalismo entropico, sino en la diferencia y presencia de la
revolución – la lucha, la “guerra santa”. Solo con estas bases podemos empezar a trabajar en una
teoría de reconcilización entre las fuerzas positivas de la religión y la causa de la resistencia. Lo que
hemos ofrecido aquí es simplemente el principio del principio.
Dublín, 1 de Septiembre de 1996
Traducido por Colectivo Transversal.
Publicado originalmente en caosmosis.acracia.net
Notas:
1. Del inglés “liminal”
2. Del inglés “entryism“
3. Del inglés “imaginal”
Superando el turismo [extracto]. (Hakim Bey)
En los Viejos Días el turismo no existía. Gitanos, caldereros, y otros verdaderos nómadas, incluso
ahora vagan por sus mundos a voluntad, pero nadie pensaría en llamarlos “turistas”.
El turismo es una invención del siglo XIX un periodo de la historia que a veces parece haberse
alargado de forma antinatural. En muchos sentidos, aún estamos viviendo en el siglo XIX.
El turista busca Cultura porque en nuestro mundo, la cultura ha desaparecido en el estómago de la
cultura del Espectáculo, ha sido derribada y sustituida con el Centro Comercial y el show televisivo.
Porque nuestra educación sólo es una preparación para una vida de trabajo y consumo, porque
nosotros mismos hemos dejado de crear. A pesar de que los turistas parezcan estar físicamente
presentes en la Naturaleza o la Cultura, uno podría considerarles fantasmas encantando ruinas,
carentes de toda presencia física. No están realmente ahí, sino que se mueven a través de un paisaje
mental, una abstracción (”Naturaleza”, “Cultura”), coleccionando imágenes en lugar de experiencia.
Demasiado frecuentemente sus vacaciones suceden entre la miseria de otras personas e incluso se
añaden a esta.
Hace no mucho, algunas personas fueron asesinadas en Egipto por ser terroristas. He aquí …. el
Futuro. Turismo y terrorismo: ¿hay diferencia?
De las tres razones arcaicas para viajar llamémoslas “guerra”, “comercio” y “peregrinaje” , ¿cuál
dio origen al turismo? Algunos responderían automáticamente que peregrinaje. El peregrino va
“allí” a ver, y normalmente tras algún souvenir de vuelta; el peregrino saca “tiempo” de la vida
diaria; el peregrino tiene objetivos nomateriales. En este sentido, el peregrino prefigura al turista.
Sin embargo, en su viaje el peregrino sufre un deslizamiento de su consciencia, y para el peregrino
este deslizamiento es real. El peregrinaje es una forma de iniciación, y una iniciación es la apertura
a otras formas de cognición.
Para detectar algo de la verdadera diferencia entre el peregrino y el turista, podemos comparar sus
efectos en los lugares que visitan. Los cambios en un lugar una ciudad, un templo, un bosque
pueden ser sutiles, pero al menos pueden ser observados. El estado del alma puede ser objeto de
conjeturas, pero quizá podamos decir algo sobre el estado de lo social.
Lugares de peregrinaje como La Meca pueden servir como grandes bazares para el comercio, e
incluso como centros de producción (como la industria de seda de Benares), pero su principal es la
“baraka” o “maria”. Estas palabras (una árabe, otra polinesia), se traducen como “bendición”, pero
también conllevan otra serie de significados.
La derviche nómada que duerme en un templo para soñar con un santo muerto (una de la “Gente de
las Tumbas”) busca iniciación o avance en el camino espiritual; una madre que lleva a su hijo
enfermo a Lourdes busca sanación; una mujer sin hijos en Marruecos tiene la esperanza de que el
Marabout la haga fértil si ata un andrajo al viejo árbol que crece fuera de la fosa; el viajero a La
Meca anhela el mismo centro de la Fé, y cuando las caravanas caen bajo la vista de la Ciudad Santa
el hajji grita, “Labbaïka Allabumma!” (¡Estoy aquí, Señor!)
Todos estos motivos se reunen en la palabra baraka, que a veces parecería ser una sustancia
palpable, medible en términos de carisma o “suerte” ampliados. El lugar sagrado produce baraka, y
el peregrino la coge. Pero la bendición es un producto de la Imaginación: por tanto no importa
cuantos peregrinos se la lleven, pues siempre habrá más. De hecho, cuanto más cojan, más
bendición producirá el lugar sagrado (ya que un templo popular crece con cada rezo respondido).
Decir que baraka es “imaginario” no es llamarlo “irreal”. Es lo suficientemente real para aquellos
que lo sienten. Pero los bienes espirituales no siguen las reglas de la oferta y la demanda como lo
hacen los bienes materiales. Cuanta más demanda, más oferta. La producción de baraka es infinita.
Como contraste, el turista no desea baraka sino diferencia cultural. El peregrino, podríamos decir,
deja el “espacio secular” de la casa y viaja al “espacio sagrado” del templo para experimentar la
diferencia entre lo secular y lo sagrado. Pero esta diferencia queda como intangible, sutil, espiritual,
invisible a la mirada “profana”. La diferencia cultural sin embargo es medible, aparente, visible,
material, económica, social.
La imaginación del “primer mundo” capitalista está agotada. No puede imaginar nada distinto. Así
que el turista deja el espacio homogéneo del “hogar” para el espacio heterogéneo de los lugares
extranjeros, no para recibir una “bendición” sino para admirar lo pintoresco, la mera visión de la
diferencia, para ver la diferencia.
El turista consume diferencia.
Sin embargo, la producción de diferencia cultural no es infinita. No es “meramente” imaginaria. Sus
raíces parten del lenguaje, el paisaje, la arquitectura, costumbres, olor, sabor. Es muy física. Cuanto
más se utiliza o más se coge, menos queda. Lo social puede producir una cierta cantidad de
“significado”, un acierta cantidad de diferencia. Una vez se ha ido,… se acabó.
Durante los siglos quizá un determinado lugar sagrado atrajo a millones de peregrinos y aun así de
algún modo, a pesar de todo lo que fue observado y admirado y rezado y por muchos souvenirs que
se compraran, este lugar retenía su significado. Y ahora, tras 20 o 30 años de turismo, ese
significado se ha perdido. ¿Dónde fue? ¿Cómo sucedió esto?
Las verdaderas raíces del turismo no se anclan el peregrinaje (ni en el comercio “justo”), sino en la
guerra. Violación y pillaje fueron las formas originales del turismo, o más bien, los primeros turistas
siguieron diréctamente a la batalla, como buitres humanos obteniendo del campo de batalla carnaza
para un botín imaginario; imágenes.
El turismo se alzó como un síntoma de un Imperialismo que era absoluto económico, político, y
espiritual.
Lo que es realmente increíble es que se hayan asesinado tan pocos turistas. Quizá exista una
complicidad secreta entre estos enemigos reflejados. Ambos son personas desplazadas, deprivados
de amarras, a la deriva en un mar de imágenes. El acto terrorista existe sólo en la imagen del acto;
sin CNN, sólo sobrevive el espasmo de una crueldad sin sentido. El acto turista existe sólo en las
imágenes de ese acto, fotos y souvenirs; de otro modo nada permanece excepto las cartas de las
compañías de crédito y un residuo de “millas libres” de alguna compañía aérea. El terrorista y el
turista son quizá los productos más alienados del capitalismo postimperial. Un abismo de imágenes
los separa de los objetos de su deseo. De alguna extraña forma, son gemelos.
Nada toca relmante la vida del turista. Cada acto del turista está mediado. Cualquiera que haya sido
testigo de una falange de americanos o de un autobús de japoneses avanzando sobre alguna ruina o
ritual puede darse cuenta de que incluso su mirada colectiva está mediada por el medio del ojo
multifacetado de la cámara, y que esa multiplicidad de cámaras, videocámaras, y grabadoras forma
un complejo de brillantes placas que se pueden pulsar, que componen su armadura de mediación
pura. Nada orgánico penetra este caparazón insectoide que sirve al tiempo como crítico protector y
mandíbula predadora, capturando velozmente imágenes, imágenes, imágenes. En su punto más
extremo esta mediación toma la forma del tour guiado, donde cada imagen es interpretada por un
experto licenciado, un guía de los Muertos, un Virgilio virtual en el Infierno de la falta de
significado un funcionario menor del Discurso Central y su metafísica de la apropiación , un
alcahuete de éxtasis sin carne.
El verdadero lugar del turista no es el lugar de lo exótico, sino el nolugar (literalmente el espacio
utópico) del espacio de la mediana, el espacio de entremedias, el espacio del viaje en sí mismo, la
abstracción industrial del aeropuerto, la dimensión de máquina del avión o el autobús.
Así, el turista y el terrorista estos fantasmas gemelos de los aeropuertos de la abstracción , sufren
un hambre idéntica por lo auténtico. Pero lo auténtico se retira cuando se acercan. Cámaras y armas
se encuentran en el camino del momento de amor que es el sueño oculto de todo terrorista y turista.
Para su miseria secreta, todo lo que pueden hacer es destruir. El terrorista destruye significado, y el
terrorista destruye al turista.
El turismo es la apoteosis y la quintaesencia del “Fetichismo de la Comodidad”. Es el definitivo
Culto a la Mercancía, la adoración de “bienes” que nunca llegarán, ya que han sido exaltados,
alzados a la gloria, deificados, adorados y absorbidos, en el plano de puro espíritu, más allá del
hedor de la mortalidad (o la moralidad)
Compras turismo y no obtienes más que imágenes. El turismo, como la Realidad Virtual, es una
forma de Gnosis, de odio y trascendencia del cuerpo. El viaje turístico definitivo pertenecerá al
ciberespacio, como una cibergnosis.
La guerra de la información. (Hakim Bey)
La humanidad siempre ha invertido fuertemente en cualquier esquema que ofrezca el escape del
cuerpo. ¿ Y porqué no ? La realidad material está tan estropeada. Algunos de los artefactos
“religiosos” más tempranos, como los entierros ocres del Neandertal, ya sugieren una creencia en la
inmortalidad. Todas las religiones modernas (ej. postpaleolíticas) contienen la “huella Gnóstica” de
desconfianza o abierta hostilidad hacia el cuerpo y el mundo “creado”. Tribus “primitivas”
contemporáneas, e incluso campesinos paganos, tienen un concepto de la inmortalidad y del salir
delcuerpo (ecstásis) sin exhibir necesariamente algún odio excesivo hacia el cuerpo.
El trazo Gnóstico se va acumulando muy gradualmente (como el envenenamiento por mercurio)
hasta pasar a ser patológico. El dualismo Gnóstico es un ejemplo de esta posición extrema de
repudio al desplazar todo valor desde el cuerpo hacia el “espíritu”. Esta idea caracteriza lo que
llamamos “civilización”. Se puede trazar una trayectoria similar en el fenómeno de la “guerra”. Los
cazadores/recolectores practicaban ( y lo siguen haciendo, como entre los Yanomamo) una especie
de disputa ritualizada (recuerde la costumbre del “golpe contado”de los Indios Plain). La
“Verdadera” guerra es una continuación de la religión y la economía por otros medios, y por lo
tanto sólo se inicia históricamente con la creación sacerdotal de la “escasez”(falta) en el Neolítico, y
el nacimiento de una “casta guerrera”. (rechazo categóricamente la teoría de que la guerra es una
prolongación de la caza.) La Segunda Guerra Mundial parece haber sido la última “verdadera”
guerra. La guerra híperreal comenzó en Vietnam, con el involucramiento de la televisión, y más
recientemente alcanzó un obsceno despliegue total en la “Guerra del Golfo”. La guerra Híperreal
deja de ser “económica”, la “salud del estado”. La disputa ritual es voluntaria y nojerárquica (los
jefes de guerra siempre son temporales) ; la guerra verdadera es compulsoria y jerárquica ; la guerra
híperreal es imáginal e interiorizada psicológicamente (”Guerra Pura”). En la primera el cuerpo es
arriesgado ; en la segunda, el cuerpo es sacrificado ; en la tercera, el cuerpo ha desaparecido.(ver P.
Clastres:Arqueología de la Violencia).
También la ciencia moderna incorpora un sesgamiento antimaterialista, el resultado dialéctico de
su guerra en contra de la Religión y de alguna manera se ha convertido en Religión. La ciencia
como el conocimiento de la realidad material descompone, paradójicamente, la materialidad de lo
real. La ciencia siempre ha sido una especie de práctica sacerdotal (priestcraft), un brazo de la
cosmología; y una ideología, una justificación de “cómo son las cosas”. En la física post clásica, la
deconstrucción de lo “real” pasa a reflejar el vacío irreal que constituye el “Estado”. Alguna vez la
imágen del “Cielo Sobre la Tierra”, el Estado hoy no consiste en más que el manejamiento de
imágenes. Deja de ser una “fuerza”, y pasa a ser un un modelo incorpóreo de información. Pero tal
como la cosmología Babilónica justificaba el poder Babilónico, también la “finalidad” de la ciencia
moderna sirve a los objetivos del Estado Terminal, el estado post nuclear, el “estado de la
información”. O al menos así lo quisiera el Nuevo Paradigma. Y “todos” aceptan las premisas
axiomáticas del nuevo paradigma. El nuevo patrón es muy espiritual. Incluso el New Age, con sus
tendencias Gnósticas, abraza la Nueva Ciencia y su creciente carácter etéreo como fuente de base
para su visión espiritual del mundo.
La meditación y la cibernetica están íntimamente relacionados. Claro que el “estado de la
información” requiere del apoyo de una fuerza policial y un sistema carcelario que hubiera
sorprendido a Nabucodonosor y reducido a todos los sacerdotes de Moloch a paroxismos de
estupefacción. Y la ciencia moderna aún no puede sacudirse su complicidad en la casi exitosa
“conquista de la naturaleza”. El triunfo de la civilización sobre el cuerpo. Pero a quién le importa?
Todo es “relativo”, no? Supongo que tendremos que “evolucionar” más allá del cuerpo. Quizá
podamos hacerlo en un “salto cuántico”. Mientras tanto la mediación excesiva de lo Social, la que
se lleva a cabo a través de la maquinaria de los Medios, aumenta la intensidad de nuestra alienación
del cuerpo al dirijir el flujo de atención hacia la información en vez de la experiencia directa. En
este sentido los Medios cumplen un rol religioso/sacerdotal, pareciendo ofrecernos un camino fuera
del cuerpo al redefinir el espíritu comoinformación. La esencia de la información es la Imágen, el
complejo de datos icónico y sacro que usurpa la primacía del “principio materialcorporal” como
vehículo de la encarnación, reemplazándolo con un éxtasis descarnado que existe más allá de la
corrupción.
La Conciencia se presenta como algo que puede ser “bajado” (downloaded), extirpado de la matriz
de la animalidad e inmortalizado como información. Ya no como “fantasma en la máquina”, sino
máquinacomofantasma, máquina como Espíritu Santo, úlitmo mediador, la que nos trasladará
desde nuestro cuerpo efímero hacia un pléroma de Luz. La Realidad Virtual como CiberGnósis.
Enchúfate, deja atrás para siempre la Madre Tierra. Toda ciencia propone una universalidad
paradigmática y como en la ciencia, tambien en lo ssocial. La física clásica jugó de patrona del
Capitalismo, Comunismo, Fascismo y otras ideologías Modernas. La ciencia postclásica tambien
propone un conjunto de ideas destinadas a aplicarse a lo social: Relatividad,” irrealidad” cuántica,
cibernética, teoría de la información, etc. Salvo algunas excepciones, la tendencia postclásica
tiende hacia una etérealización aún más grande. Algunos proponentes de la teoría de Agujeros
Negros, por ejemplo, hablan como castos teólogos Paulinos , mientras que algunos de los teóricos
de la información empiezan a parecer Maniqueístas virtuales. A nivel de lo social, estos paradigmas
dan forma a una retórica de descorpóreización bastante dignos de un monje desértico del siglo tres,
o de un Puritano de Nueva Inglaterra del siglo 17 pero expresado en un lenguaje postIndustial,
posmoderno, “sientete bien” de fiebre consumidora. Nuestras conversaciones estan infectadas con
ciertas suposiciones paradigmáticas que no son más que francas aserciones, pero que tomamos
como la verdadera materia constituyente de la Realidad.
Por ejemplo, desde que asumimos que los computadores representan un verdadero paso adelante
hacia la “inteligencia artificial”, también asumimos que comprar uno nos hace más inteligentes. En
mi terreno en particular, he conocido a una docena de escritores que creen sinceramente que tener
un PC los ha hecho mejores (no “más eficientes”, sino mejores) escritores. Esto da risa pero el
mismo sentimiento acerca del computador aplicado a un presupuesto militar de trillones de dólares
da como resultado “StarWars”, robots asesinos, etc. (ver Manuel de Landa: War in the Age of
Intelligent Machines, acerca de la inteligencia artificial y armas modernas) Una parte importante en
esta retórica incluye el concepto de una “economía de la información”. El mundo postIndustrial, se
piensa, está pariendo esta nueva economía. Uno de los ejemplos más claros del concepto pueden
encontrarse en un libro reciente de un hombre que es un Libertario, el Obispo de la Iglesia Gnóstica
Dualista en California, y un escritor culto y respetado de la revista Gnosis:
La industria de la fase pasada de la civilización (llamada a veces “baja tecnología”) era de gran
industria, y grandeza siempre implica opresión. La nueva alta tecnología, sin embargo, no es grande
de la misma manera. Mientras que la vieja tecnología producía y distribuía recursos materiales, la
nueva tecnología produce y disemina información. Los recursos marketeados en la alta tecnología
tratan menos de materia y más de la mente. Bajo el impacto de la alta tecnología, el mundo se
mueve crecientemente desde una economía física hacia lo que podría llamarse una “economía
metafísica”. Estamos en un proceso de reconocer que no son las materias primas ni recursos físicos
los que constituyen riquezas, sino la conciencia.
El neoGnosticismo moderno generalmente deja el viejo ataque Maniqueísta sobre el cuerpo por
una retórica más “tierna y verde”. El Obispo Hoeller, por ejemplo, subraya la importancia de la
ecología y el medio ambiente (porque no queremos “ensuciar nuestro nido”, la Tierra) pero en su
capítulo acerca de la espiritualidad de los indios Americanos Nativos, da a entender que un culto de
la Tierra es claramente inferior al puro espíritu Gnóstico de lo incorpóreo:
Pero no debemos olvidar que el nido no es lo mismo que el pájaro. Las tradiciones exotéricas y
esotéricas declaran que la Tierra no es el único hogar para el ser humano, que no crecimos como
malezas desde el suelo. Mientras nuestros cuerpos desde luego pudieron haber originado sobre esta
tierra, nuestra esencia interna no. Pensar de otra forma nos excluye de todas las tradiciones
espirituales conocidas y nos separa de la sabiduría de los profetas y sabios de todas las épocas.
Aunque sabios a su manera, los Americanos Nativos tienen poca conexión con este rico legado
espiritual.
En tales términos, (el cuerpo=lo”salvaje”), el odio y desprecio del obispo hacia la carne ilumina
cada página de su libro. En su entusiasmo por una economía verdaderamente religiosa, olvida que
uno no puede comer “información”. La “verdadera riqueza” no podrá ser inmaterial hasta que la
humanidad logre la éterealización de la conciencia “bajada”.La información en la forma de cultura
puede llamarse riqueza metafóricamente porque es útil y deseable pero nunca podrá ser riqueza
dde la misma forma básica que hace que las ostras y la crema, o el trigo y el agua, sean riqueza en sí
mismas. Información siempre sólo es información acerca de algo. Como el dinero, información no
es la cosa en sí. A través del tiempo podemos llegar a considerar el dinero como riqueza
(prosperidad) (como en un encantador rito Taoista que se refiere al “Agua y Dinero” como los dos
principios más vitales del universo), pero en verdad esto es sólo un burdo pensamiento abstracto.
Ha dejado llevar su foco de atención desde el pan hacia la moneda que simboliza el pan. De hecho,
hemos tenido una “economía de la información” desde que inventamos el dinero.
Pero aún no hemos aprendido a dijerir el cobre. La crudeza Aesopiana de estos truismos me
avergüenza, pero me siento obligado a jugar al estúpido patánarandoconcarril chueco cuando
todos los pensadores derechos alrededor mío parecen estar alúcinando. Americanos y otros tipos del
“Primer Mundo” parecen particularmente suceptibles a la retórica de la “economía metafísica”,
porque ya no podemos ver (o sentir, oler) alrededor nuestro mucha evidencia de un mundo físico.
Nuestra arquítectura ha pasado a ser simbólica, nos hemos encerrado en manifestaciones del
pensamiento abstracto (autos, apartamentos, oficinas, colegios), trabajamos en “servicios” o
trabajos relacionados con información, ayudando en forma pequeña a mover símbolos incorpóreos
de riqueza por una grilla abstracta de Capital, y nos recreamos inundados de Medios en lugar de la
experiencia directa de Realidad material. El mundo material ha pasado a símbolizar catástrofe para
nosotros, como en nuestra reacción increíblemente histérica hacia las tormentas y húracanes (prueba
de que hemos fallado enteramente en nuestra “conquista de la naturaleza”), o en el miedo neo
puritano de la “otredad” sexual, o nuestro gusto por la comida casi abstracta, desabrida y
desnaturalizada. Y sin embargo, esta economía de Primer Mundo no es autosuficiente. Por su
posición (en lo alto de la pirámide), depende de una vasta subestructura de producción material a la
antigua. Trabajadores agrícolas Mexicanos nos crecen y empacan toda esa comida “Natural” para
que podamos dedicar nuestro tiempo a las acciones, seguros, leyes, computadores, juegos de video.
Peones en Taiwan fabrican los siliconchips para nuestros PCs. Cabezas de toalla en el Medio
Oriente sufren y mueren por nuestros pecados. ¿Vida? Oh, nuestros sirvientes hacen eso por
nosotros. No tenemos vida, sino “estilo de vida” una abstracción de la vida, bsasada en el sagrado
simbolismo de la Comodidad, mediada por el sacerdocio de las estrellas, esas abstracciones “más
grandes que la vida” que regulan nuestros valores y pueblan nuestros sueños los mediárquetipos; o
quizá mediarcos sería un mejor termino.
Claro que esta distopía Baudrillardiana no existe de verdad aún. Es sorprendente notar, sin
embargo, cuantos radicales sociales la consideran un fin deseable, por lo menos mientras se llame
“Revolución Informática” o algo igualmente inspirador. Izquierdistas hablan de apropiarse de los
medios de informaciónproducción de los monopolios de datos. En verdad, la información está en
todas partes incluso se puede construir una bomba atómica basada en planos conseguibles en
bibliotecas públicas. Como indica Noam Chomsky, uno siempre puede acceder a la información
siempre que se disponga de un ingreso personal y de un fanaticismo lindando la locura. Las
universidades y los ThinkTanks (grupos de analistas que determinan políticas econo/sociales/etc.
gubernamentales) hacen esfuerzos patéticos por monopolizar la información ellos tambien están
fascinados con la noción de una economía de la información pero sus conspiraciones son risibles.
La información no siempre estará “libre”, pero hay bastante más disponible que lo que una sóla
persona posiblemente pueda usar. Libros sobre cualquier materia concebible aún pueden
encontrarse vía prestamo interbibliotecario. Mientras tanto, alguien todavía tiene que comer peras y
usar zapatos. El cuerpo sigue siendo la base de la ríqueza. La idea de las Imágenes como riqueza es
una ilusión espectacular. Incluso una crítica radical de la “información” puede dar paso a una sobre
valoración de los datos y la abstracción. En un número reciente de un ‘zine prositu de Inglaterra
llamado No, el siguiente mensaje estaba rayado desordenadamente en la contraportada:
En el momento en que lees estas palabras, la Era de la Información estalla… alrededor y dentro de
ti con los Misíles de la Desinformación y las bombas Propagandísticas de la Guerra Informativa
total. Tradicionalmente, la guerra se ha librado por la ganancia económica/territorial. Las guerras de
la Información se pelean por el territorio nativo a la Edad de la Información, ej: la mente humana…
Es en particular la facultad de la imaginación la que está en peligro directo de extinción a causa de
la sobrecarga multimediática… PELIGRO TU IMAGINACIÓN PUEDE NO SER LA TUYA…
Cuando una cultura se torna sofisticada, ahonda su dependencia en las imágenes, íconos y símbolos
como una manera de autodefinirse y comunicarse con otras culturas. Al flotar la mezcla acumulada
de imágenes en el psíque colectivo, ciertos íconos isomórficos se unen para producir y proyectar
una “ilusión” de la realidad. Modas, tendencias artisticas. YA CONOCES LA HISTORIA. “Puedo
tomar sus imágenes como reales porque creo en la realidad de sus imágenes (su imágen de la
realidad)”. QUIEN CONTROLA LA METÁFORA GOBIERNA LA MENTE. Las condiciones de
saturación total están lentamente realizándose una parálisis progresiva desde la trivialización del
conocimiento específico/técnico hasta la especialización de la Trivia. La GUERRA DE LA
INFORMACIÓN es una guerra que no podemos perder. El resultado es inimaginable.
Simpatízo bastante con la crítica a los medios que hace el autor acá , pero tambien siento que se ha
propuesto una demonización de la “información” que no consiste en más que la imágen opuesta de
la “informacióncomosalvación”. Nuevamente la visión de Baudrillard de un Universo Commtech
es evocada, pero esta vez como el Infierno en lugar del Más Allá Gnóstico. El Reverendo Hoeller
quiere a todos enchufados y bajados el discurso anónimo postsituacionista quiere que destrozes tu
televisor pero ambos creen en el poder místico de la información. Uno propone la pax tecnológica,
el otro declara la “guerra”. Ambos exudan una especie de visión Maniqueísta del Bien y el Mal,
pero no pueden ponerse de acuerdo en cuál es cuál. El crítico teórico nada en un océano de hechos.
Nos gusta imaginarlo como nuestro maquis, siendo nosotros los “guerrilleros ontológicos” del plano
de datos. Desde el siglo 19 las siempre mutantes “ciencias sociales” han desenterrado una vasta
horda de información sobre todo, desde chámanismo hasta semiótica. Cada “descubrimiento”
retroalimenta la “ciencia social” y la cambia. Vagamos. Buscamos hechos poéticos, datos que
intensifiquen y cambien nuestra experiencia de lo real. Inventamos “ciencias” híbridas como
herramientas para este proceso: etnofarmacología, etnohistoria, estudios cognitivos, historia de las
ideas, antropología subjetiva (poética antropológica o etnopoética), “epístemología dadá”, etc.
Miramos todo este conocimiento no como “bueno” en sí mismo, sino valioso en la medida que nos
ayude a construir o aprehender nuestra felicidad. En este sentido sí sabemos de la “información
como ríqueza”; sin embargo seguimos deseando la ríqueza en si, y no sólo su representación
abstracta como información.
Simultáneamente también sabemos de la “información como guerra;” no obstante, no hemos
decidido adoptar la ignorancia sólo porque los “hechos” pueden usarse como un gas venenoso. La
ignorancia ni siquiera es una buena defensa, y mucho menos un arma útil en esta guerra.
Tratamos ni de hacer un fetiche de ni demonizar la “información”. En cambio, tratamos de
establecer una serie de valores según los cuales la información se pueda medir y valorar. Nuestro
estándar en el proceso sólo puede ser el cuerpo. Según algunos místicos, el espíritu y el cuerpo son
“uno”. Ciertamente el espíritu ha perdido su solidez ontológica (desde Nietzsche, al menos),
mientras que el derecho del cuerpo sobre la “realidad” ha sido socavado por la ciencia moderna
hasta el punto de desaparecer en una nube de “energía pura”. Entonces ¿porqué no asumir que el
espíritu y el cuerpo son uno sólo, despues de todo, y que son los aspectos gemelos (o díades) del
mismo implícito e inexpresable real? No hay cuerpo sin espíritu, no hay espíritu sin cuerpo. los
Dualistas Gnósticos están equivocados, y también los vulgares “materialistas dialécticos”. El cuerpo
y el espíritu juntos hacen vida. Si algún polo falta, el resultado es la muerte. Obviamente estoy
evitando cualquier definición estricta del cuerpo y espíritu. Hablo de experiencias “empíricas”
diarias. Experimentamos el “espíritu” cuando soñamos o creamos; experimentamos el “cuerpo”
cuando comemos y cagamos (o a lo mejor al reves); sentimos los dos al mismo tiempo cuando
hacemos el amor. No estoy proponiendo categorías metafísicas aquí. Aún estamos derivando y estos
son puntos adhoc de referencia, nada más. No necesitamos ser místicos para proponer esta versión
de “una realidad”. Sólo es necesario señalar que ninguna otra realidad ha aparecido aún dentro del
contexto de nuestra experiencia conocida. Para todo propósito practico, el “mundo” es “uno”. Sin
embargo, históricamente la mitad “cuerpo” de esta unidad siempre ha recibido los insultos, la mala
prensa, la condena espiritual y la persecución económica de la mitad “espíritu”. Los representantes
autodesignados del espíritu han recibido la mayoría de los creditos en la historia conocida,
dejándole al cuerpo sólo una prehistoria de desaparición primitiva, y algunos espasmos de futilidad
insurreccionaria fallida.
El espíritu ha dominado en consecuencia apenas sabemos hablar el lenguaje del cuerpo. Cuando
usamos la palabra “información”, la materializamos porque siempre hemos materializado las
abstracciones desde que Dios se nos apareció como un arbusto en llamas. (información como la
descorporeización catastrófica de la materia “bruta”). Nos gustaría proponer ahora la identificación
del yo con el cuerpo. No estamos negando que el “cuerpo tambien es espíritu”, pero deseamos
restaurar en algo el balance de la ecuación histórica. Consideramos a todo el odio del cuerpo y
difamación de mundo como nuestro “mal”. Insistimos en el revival (y mutación) de valores
“paganos” en cuanto a la relación cuerpo espíritu. No sentimos gran entusiasmo por la “economía
de la información”, porque la vemos como una nueva máscara para el odio del cuerpo. No podemos
realmente creer en la “guerra de la información” , porque hipostatiza (objetiva) la información pero
la etiqueta de “maligna”.
En este sentido, la “información” parecería ser neutra. Pero desconfiamos tambien de esta tercera
posición, por ser una salida tibia y un fracaso como visión teórica. Cada “hecho” adquiere distintos
significados a medida que lo pasamos por nuestro prisma dialéctico y estudiamos sus brillos y
sombras. El “hecho” nunca está inerte o “neutro”, pero puede ser tanto “bueno” como “malo” (o
más allá de ellos) en un sinnúmero de variaciones y combinaciones. Somos nosotros, finalmente,
los artistas de este discurso inmensurable. Creamos valores. Lo hacemos porque estamos vivos. La
información es un desorden tan grande como el mundo material que refleja y transforma.
Abrazamos la confusión, toda ella. Todo es vida. Pero dentro del vasto caos de lo vivo, cierta
información y ciertas cosas materiales empiezan a conglutinarse en una poética o una formade
saber o una formadeactuar. Se pueden sacar ciertas “conclusiones”, siempre que no las colmemos
de elogios y las situemos sobre altares. Ni “información” o siquiera un sólo “hecho” constituyen
algo en sí mismos. La sola palabra “información” implica una ideología, o más bien un paradigma,
enraízado en el miedo inconciente al “silencio” de la materia y del universo. “Información” es un
substituto de la certeza, un fetiche restante de la dogmática, un supersitio, un espectro. Los “hechos
poéticos” no son asimilables a la doctrina de la “información”. “Saber es ser libre” sólo es cierto
cuando la libertad se entiende como una técnica psicocinética. La “información” es un caos; el
conocimiento es el ordenamiento espontáneo de ese caos; libertad es surfear la ola de esa
espontáneidad. Estas conclusiones tentativas constituyen el suelo cambiante y pantanoso de nuestra
“teoría”. El TAZ (zona temporal autónoma) quiere a toda la información y todo el placer corporal
en una grande y compleja confusión de dulces datos y dulces fechas hechos y fiestas sabiduría y
ríqueza. Essta es nuestra economía y nuestra guerra.
Zonas Autónomas Permanentes. (Hakim Bey)
La teoría de la TAZ(1) intenta ocuparse de situaciones existentes o emergentes, más que del puro
utopismo. Por todo el mundo hay gentes que están dejando o “desapareciendo” de la Parrilla de la
Alienación y buscando Formas de restaurar el contacto humano. Un ejemplo interesante de esto –en
el nivel de la “cultura popular urbana” puede encontrarse en la proliferación de redes y conferencias
sobre hobbies. Recientemente descubrí los zines de dos de esos grupos, las Joyas de la Corona del
Supremo Alambre (dedicado al coleccionismo de aisladores eléctricos de cristal) y una revista sobre
cucurbitología (La Calabaza). A estas obsesiones se dedica una enorme cantidad de creatividad. Los
diversos encuentros periódicos de compañerosmaníacos vienen a ser genuinos festivales caraa
cara (inmediados) de excentricidad. No es sólo la “contracultura” quien busca sus TAZs, sus
campamentos nómadas y noches de liberación del Consenso. Grupos autoorganizados y autónomos
están brotando entre todas las “clases” y “subculturas”. Vastas extensiones del Imperio Babilónico
están ahora vacías, pobladas sólo por los agentes secretos de los Medios de Masas y unos pocos
policías psicóticos.
La teoría de la TAZ se da cuenta de que ESTO ESTA OCURRIENDO –no estamos diciendo que
“debería” o será– estamos hablando de un movimiento ya existente. Nuestro uso de diversos
experimentos –de pensamiento, poéticas utópicas, crítica paranoica, etc., pretende ayudar a
clarificar este movimiento, complejo y todavía en gran parte no documentado, a darle algún foco
teórico y conciencia de sí mismo, y a sugerir tácticas basadas en estrategias integrales coherentes –
¡actuar como matrona o como panegirista, no como “vanguardia”!.
Y así hemos tenido que considerar el hecho de que no todas las zonas autónomas existentes son
“temporales”. Algunas son (al menos en intención) más o menos “permanentes”. Ciertas grietas en
el Monolito Babilónico parecen tan vacías que grupos enteros pueden mudarse a ellas e instalarse.
Ciertas teorías, como la “permacultura”, han sido desarrolladas para enfrentarse a esta situación y
sacar todo el provecho posible. “Pueblos”, “comunas”, “comunidades”, incluso “arcologías” y
“biosferas” (u otras formas de ciudad utópica) están siendo experimentadas y llevadas a cabo. Sin
embargo, incluso aquí la teoría de la TAZ puede ofrecer algunas herramientas de pensamiento y
clarificaciones útiles.
¿Qué hay de una poética (una “forma de hacer”) y una política (una “forma de vivir juntos”) para la
TAZ “permanente” (o “PAZ”)? ¿Qué hay de la relación entre temporalidad y permanencia? ¿Y
cómo puede la PAZ renovarse y refrescarse periódicamente con el aspecto “festivo” de la TAZ?
La cuestión de la publicidad
Recientes sucesos en los EEUU y Europa han mostrado que los grupos autoorganizados/autónomos
llevan el temor al corazón del Estado. MOVE en Philadelphia, los Koreshitas de Waco, los
Deadheads, las Tribus del Arcoiris, los piratas informáticos, los okupas, etc., han sido el objetivo de
varios niveles de intensidad de exterminio. Y aun así otros grupos autónomos no son percibidos, o
al menos no son perseguidos. ¿Qué causa la diferencia? Un factor puede ser el efecto maligno de la
publicidad o la mediación. Los Medios experimentan una vampirica sed de la obra de sombra y
pasión del “Terrorismo”, el ritual público de expiación, chivo expiatorio y sacrificio de sangre de
Babilonia. Una vez que cualquier grupo autónomo permite que esta particular “mirada” caiga sobre
él, las cosas se ponen jodidas: los Medios intentarán organizar un miniarmageddon para satisfacer
su sucia ansiedad de espectáculo y muerte.
Ahora, la PAZ resulta un bonito blanco inmóvil para semejante bomba inteligente mediática.
Asediado dentro de su “compuesto”, el grupo autoorganizado sólo puede sucumbir a algún tipo de
barato martirio predeterminado. ¿¿¿Presumiblemente, este papel sólo atrae a masoquistas
neuróticos???. En cualquier caso, la mayoría de los grupos querrán vivir su duración o trayectoria
natural en paz y calma. Un poco de paranoia natural resulta útil, en tanto no se convierta en un fin
en si misma. Uno debe ser astuto para poder ser audaz y salir con bien. Un toque de camuflaje, una
aptitud para la invisibilidad, un sentido del tacto como táctica… podrían ser tan útiles para una PAZ
como para una TAZ. Humildes sugerencias: usar sólo “medios íntimos” (zines, ruedas de teléfonos,
BBSs, radio libre y miniFM, TV de cable de acceso público, etc.); evitar actitudes
confrontacionistas de macho fanfarrón –no necesitáis cinco segundos en el Telediario (”Policía
asalta secta”) para dar sentido a vuestra existencia. Nuestro eslogan podría ser: “Búscate la vida, no
un estilo de vida(2)”.
Acceso
La gente probablemente debería elegir con qué personas vive. Las comunas de “participación
abierta” acaban invariablemente inundadas de gorrones y patéticos payasos hambrientos de sexo.
Las PAZs deben elegir mutuamente sus propios miembros –esto no tiene nada que ver con el
“elitismo”. La PAZ puede ejercer una función temporalmente abierta –como albergar festivales o
repartir comida gratis–, pero no necesita estar permanentemente abierta a cualquier autoproclamado
simpatizante que pase por ahí.
La emergencia de una economía genuinamente alternativa
Una vez más, esto ya está ocurriendo, pero aún necesita una inmensa cantidad de trabajo antes de
que salga a la luz. Las subeconomias del “lavoro nero”, las transacciones no tasadas, el trueque,
etc., tienden a estar severamente limitadas y localizadas. Las BBSs y otros sistemas de redes pueden
ser usados para unir estas economías regionales/marginales (”empresas caseras”) en una economía
alternativa viable de cierta magnitud. “PM.” ya ha esbozado algo como esto en “bolo’bolo” –de
hecho existe ya un número de posibles sistemas, al menos en teoría. El problema es: ¿cómo
construir una verdadera economía alternativa, esto es, una economía completa sin atraer a Hacienda
y otros perros de presa capitalistas? ¿Cómo puedo intercambiar mis habilidades como, digamos,
fontanero o destilador de alcohol, por los alimentos, libros, techo y plantas psicoactivas que quiero
–sin pagar impuestos, o incluso sin usar ningún dinero falsificado por el Estado? ¿Cómo puedo vivir
una vida confortable (incluso lujosa) libre de toda interacción y transacción con el Mundo de la
mercancía? Si tomáramos todas las energías que los izquierdistas ponen en “manifas” y toda la
energía que los libertarios (3) ponen en jugar a futiles jueguitos de tercer partido, y si redirigiéramos
todo ese poder hacia la construcción de una verdadera economía subterránea, hace mucho que ya
habríamos logrado “la Revolución”.
El “Mundo” terminó en 1972
La efigie ahuecada del Estado absoluto se vino finalmente abajo en “1989″. La última ideología, el
capitalismo, no es más que una enfermedad cutánea del Neolítico Muy Tardío. Es una máquinade
deseo que sigue corriendo vacía. Tengo la esperanza de verlo disiparse durante mi vida, como uno
de los paisajes mentales de Dali. Y quiero tener algún sitio adonde “ir” cuando caiga la mierda. Por
supuesto la muerte del capitalismo no implica necesariamente la destrucción a lo Godzilla de toda la
cultura humana; este escenario es meramente una imagen de terror propagada por el propio
capitalismo. Sin embargo, es evidente que el cadáver soñan te dará violentos espasmos antes de que
el rigor mortis se asiente –y Nueva York o Los Ángeles pueden no ser los sitios más inteligentes
para esperar que acabe la tormenta. (Y la tormenta puede haber empezado ya). ¡Por otra parte NYC
y LA podrían no ser los peores lugares para crear el Nuevo Mundo; uno puede imaginar barrios
enteros ocupados, bandas transformadas en Milicias Populares, etc.) Ahora, el modo de vida gitano
Realidad Virtual puede ser una forma de afrontar el desarrollo del fundirse del Capitalismo
Demasiado Tardío –pero en lo que a mi se refiere, preferiría un hermoso monasterio anarquista en
algún sitio, un lugar típico para que los “eruditos” aguanten la “Edad Oscura” (4). Cuanto más
organicemos esto AHORA menos problemas tendremos que afrontar luego. No estoy hablando de
“supervivencia” –no estoy interesado en la mera supervivencia. Quiero florecer. VOLVAMOS A
LA UTOPÍA.
Festivales
La PAZ tiene una función vital, como un nodo en la red de TAZs, un punto de encuentro para un
amplio círculo de amigos y aliados que pueden no vivir de hecho a tiempo completo en la “granja”
o la “aldea”. Las antiguas aldeas celebraban ferias que traían riqueza a la comunidad,
proporcionaban mercados para los viajeros y creaban un tiempo/espacio festivo para todos los
participantes. Hoy día el festival está emergiendo como una de las formas más importantes para la
propia TAZ, pero puede también proporcionar renovación y energía fresca para la PAZ. Recuerdo
haber leído en algún sitio que en la Edad Media había ciento once días festivos al año; deberíamos
tomar esto como nuestro “mínimo utópico” y esforzarnos para estar aún mejor. [Nota: los mínimos
utópicos propuestos por C. Fourier consistían en más comida y sexo que los que disfrutaba el
aristócrata medio del siglo XVIII; B. Fuller propuso el término “mínimo desnudo” para un concepto
similar]
La tierra viviente
Creo que existe abundancia de buenas razones egoístas para desear lo “orgánico” (es más sexy), lo
“natural” (sabe mejor), lo “verde” (es más bello), lo Salvaje (5) (es más excitante). La Communitas
(como Paul Goodman la llamó6) y la convivialidad (como la llamó Ivan Illich) son más placenteras
que sus opuestos. La tierra viviente no tiene por qué excluir la ciudad orgánica –la pequeña pero
intensa conglomeración de humanidad dedicada a las artes y los placeres ligeramente decadentes de
una civilización purgada de todo su gigantismo y soledad forzada– pero incluso aquellos de
nosotros que gustamos de las ciudades podemos ver motivos inmediatos y hedónicos para luchar
por el “medio ambiente”. Somos biófilos militantes. Ecología profunda, ecología social,
permacultura, tecnología apropiada… no somos demasiado melindrosos con las ideologías. Que
florezcan 1.000 flores.
Tipología de la PAZ
Una “religión rara” o un movimiento de arte rebelde puede convertirse en una especie de PAZ no
local, como una red de hobbies más intensa y abarcadora. La Sociedad Secreta (como el Tong
chino) también proporciona un modelo para una PAZ sin limites geográficos. Pero el ‘’escenario
del caso perfecto” implica un espacio libre que se extiende en un tiempo libre. La esencia de la PAZ
debe ser la prolongada intensificación de los placeres –y riesgos– de la TAZ. Y la intensificación de
la PAZ será… la Utopía Ahora.
1 ‘TAZ: Siglas de “Temporary Autonomous Zone”, Zona Autónoma Temporal. Teoría desarrollada
por Bey que este texto amplia.
2 En el original “lifestyle”, término con el que suelen designar determinadas tendencias (como el
llamado “lifestyle anarchism”) más preocupadas por lo cotidiano y lo individual que por lo social, o
al menos eso dicen sus detractores, como Murray Bookchin.
3 “Libertario” toma aquí el sentido que se le da comúnmente en EEUU, de anarcocapitalista, con
bastante puco que ver (aparte de la aversión hacía el Estado, al que consideran demasiado
intervencionista en la libertad del mercado) con lo que aquí entendemos por libertario. Durante los
años 80 el Partido Libertario alcanzó en EEUU cierta relevancia, llegando a ser el tercero en votos,
aunque muy por detrás de demócratas y republicanos.
4 Con este nombre (”Dark Ages”) se llama a menudo a la Edad Media en inglés.
5 En el original, Wild(er)ness, hablando a la vez de lo “salvaje” y de “Naturaleza en estado puro”
6 En su libro de ese título, escrito con su hermano Percival y publicado en 1947.
Zona Temporalmente Autónoma. (Hakim Bey)
Utopías piratas
Los piratas y corsarios del siglo XVIII crearon una “;red de información”; que envolvía el globo:
primitiva y dedicada primordialmente a los negocios prohibidos, la red funcionaba admirablemente.
Repartidas por ella había islas, remotos escondites donde los barcos podían ser aprovisionados y
cargados con los frutos del pillaje para satisfacer toda clase de lujos y necesidades. Algunas de estas
islas mantenían “;comunidades intencionales”;, completas minisociedades que vivían
conscientemente fuera de la ley y mostraban determinación a mantenerse así, aunque fuera sólo por
una corta pero alegre existencia.
Hace algunos años investigué un montón de material secundario sobre piratería, intentando
encontrar algún estudio sobre estos enclaves, pero parece que todavía ningún historiador los había
encontrado merecedores de análisis serio. (William Burroughs había mencionado el tema, como lo
hizo el anarquista inglés Larry Law pero no se había hecho ningún estudio sistemático). Me remití
a la fuentes directas, y construí mi propia teoría, algunos de cuyos aspectos analizaré aquí. Decidí
llamar a aquellos asentamientos “;utopías piratas”;.
Recientemente Bruce Sterling, uno de los máximos exponentes de la cienciaficción cyberpunk,
publicó el relato de un futuro cercano partiendo de asumir que la decadencia de los sistemas
políticos desembocaría en una proliferación descentralizada de experimentos sobre formas de vida:
gigantescas corporaciones de propiedad obrera, enclaves independientes dedicados a la piratería de
datos, enclaves verdesocialdemócratas, enclaves de trabajo cero, zonas anarquistas liberadas, etc.
La economía de la información que sostenía esa diversidad era llamada “;la red”;; sus enclaves y el
título mismo del relato era “;Islas en la Red”;.
Los proscritos medievales fundaron un “;Estado”; que consistía en una red de remotos valles y
castillos, separados por miles de kilómetros, estratégicamente invulnerables a la invasión y
conectados por un permanente flujo informativo de agentes secretos, en guerra con todos los
gobiernos y dedicado exclusivamente al conocimiento. La tecnología moderna, culminando con el
satélite espía, convierte esa especie de autonomía en un sueño romántico. ¡;No más islas piratas! En
el futuro, la propia tecnología liberada de todo control político hará posible un mundo entero de
zonas autónomas. Pero por ahora el concepto es todavía justamente ciencia ficción, especulación
pura.
¿Es que estamos condenados, los que vivimos el presente, a nunca experimentar la autonomía, a
nunca habitar ni por un momento una tierra legislada sólo por la libertad? ¿No nos queda otra
opción que la nostalgia del pasado o la nostalgia del futuro? ¿Tendremos que esperar a que la
totalidad del mundo sea liberado del control político antes de que uno sólo de nosotros pueda exigir
conocer la libertad? La lógica y la emoción se alían para negarnos la posibilidad. La razón establece
que uno no puede luchar por aquello que no conoce, y nuestro corazón se rebela frente a un
universo tan cruel como para imponer tal injusticia a nuestra generación, sola ante la humanidad.
Decir algo así como “;no seré libre hasta que todos los humanos o todas las criaturas sensibles lo
sean”; es, simplemente, condenarnos a una especie de estupornirvana, abdicar de nuestra
humanidad, definirnos como perdedores.
Creo que extrapolando las historias del pasado y el futuro sobre las “;islas en la red”; podríamos
acumular suficientes evidencias como para afirmar que una especie de “;enclave libre”; no sólo es
en nuestro tiempo posible, sino de hecho ya existente. Toda mi investigación ha cristalizado en el
concepto de “;Zona temporalmente autónoma”; (que a partir de aquí abreviaré TAZ (2). Pese a su
carácter sintético forzado por mi propio pensamiento, no pretendo que el TAZ sea tomado como un
ensayo en el sentido también de “;intento”;, una propuesta o una fantasía poética. Pese al
entusiasmo oratorio de mi lenguaje, no pretendo elaborar ningún dogma político. De hecho,
renuncio a definir el TAZ: planeo alrededor del concepto, pasando de reflejos exploratorios. Al
final, el TAZ es prácticamente autoexplicativo. En el contexto del mundo contemporáneo, podría
ser entendido sin dificultad … entendido en la acción.
Esperando la revolución
¿;Cómo es que todo mundo puesto patas arriba siempre termina por enderezarse? ¿;Por qué siempre
a toda revolución sigue una reacción, como una temporada en el infierno?
La revuelta, o la forma latina insurrección, son palabras que los historiadores utilizan para describir
las revoluciones fallidas movimientos que no completan la curva prevista, la trayectoria
consensuada: revolución, reacción, traición, fundación de un estado aún más fuerte y opresivo, la
vuelta de la tortilla y el retorno de la historia una y otra vez a su más alta forma: el látigo en el
rostro de la humanidad por siempre.
Al fallar en el cumplimiento de la curva, la revuelta sugiere la posibilidad de un movimiento que
escapa y va más allá de la espiral hegeliana del progreso, que secretamente no es sino un círculo
vicioso. Surgo levantamiento, aparición. Insurgo levantamiento, rebelión de uno mismo. Una
operación de comienzo, de toma de las riendas. Un adiós a la maniatada parodia del círculo del
karma, de la fútil revolución histórica. La consigna “;¡revolución!”; se ha convertido de proclama
en veneno, un maligno hado pseudognóstico, una fantasmagoría en la que sin importar cuánto
luchemos quedamos siempre atrapados por el demonio de Aión, el íncubo del estado, de un Estado
tras otro, cada paraíso regido por un ángel más maligno.
Si la Historia es Tiempo como pretende entonces la revuelta es un momento que salta por encima
del Tiempo, que viola la “;ley”; de la Historia. Si el Estado es la Historia como pretende entonces
la insurrección es el momento prohibido, una inolvidable denegación de la dialéctica una sacudida
polar que nos expulsa de lo oscuro, una maniobra chamánica realizada desde un ángulo imposible
del universo.
La Historia pregona que la Revolución quiere permanencia, o cuando menos duración, mientras que
la revuelta es temporal. En ese sentido una revuelta es como una experiencia límite, lo contrario del
estándar de la conciencia y experiencia ordinaria.
Como la fiesta, la revuelta no puede ocurrir cada día de otra forma no sería extraordinaria. Pero
tales momentos de intensidad dan forma y sentido a la totalidad de una vida. El chamán retornará
no puedes permanecer a tope siempre, pero todo habrá cambiado, una diferencia se ha instaurado.
Habrá quien objete que se trata de un consuelo para desesperados. ¿Qué quedaría del sueño
anarquista, del estado sin estado, de la Comuna, de la zona autónoma duradera, de la sociedad libre,
de la cultura libre?¿;Vamos a abandonar toda esperanza por una especie de existencialista acto
gratuito? El punto, se objetará, no es cambiar las conciencias, sino cambiar el mundo.
Acepto que esta es una crítica honesta. Pero opongo pese a todo dos objeciones. Primera, que
ninguna revolución nos ha traído esos sueños. Su intuición aparece en el momento de la revuelta
pero tan pronto como la revolución triunfa y el Estado vuelve, los sueños e ideales están ya
traicionados. No es que renuncie a toda esperanza o deseo de cambio sino que desconfío del
término revolución. Y segunda, que incluso aunque reemplacemos el intento revolucionario por un
concepto de insurrección que espontáneamente atrae un florecimiento anarquista, nuestra particular
situación histórica no es propicia para reto tan enorme. Absolutamente nada, sino un fútil martirio,
resultaría de una colisión frontal con el Estado terminal, el estado de la megacorporación, de la
información, el imperio del Espectáculo y la Simulación. Todas sus armas nos apuntan, mientras
nuestros ridículos dardos no encuentran nada contra lo que disparar sino una histéresis, una rígida
nada, un fantasma capaz de absorber cada chispa en un ectoplasma informativo, una sociedad de la
capitulación regida por la imagen de la Pasma y el Ojo absorbente de la pantalla televisiva.
Brevemente: no proponemos el TAZ como un fin exclusivo en sí mismo, reemplazando todas las
otras formas de organización, tácticas y objetivos. Lo defendemos porque puede proveer la clase de
intensificación asociada con la revuelta sin conducir necesariamente a su violencia y sacrificio. El
TAZ es como una revuelta que no se engancha con el Estado, una operación guerrillera que libera
un área de tierra, de tiempo, de imaginación y entonces se autodisuelve para reconstruirse en
cualquier otro lugar o tiempo, antes de que el Estado pueda aplastarla. Puesto que el Estado tiene
más que ver con la Simulación que con la substancia, el TAZ puede ocupar estas áreas
clandestinamente y llevar adelante sus propósitos subversivos por un tiempo en relativa paz. Puede
que incluso algunos pequeños TAZs hayan durado vidas enteras, y ello gracias a su capacidad de
permanecer ignorados, como pequeños enclaves rurales que nunca se han cruzado con el
Espectáculo, que nunca han aparecido fuera de la “;vida real”; que resulta invisible a los agentes de
la Simulación.
Babilonia toma sus abstracciones por lo real; precisamente en ese margen de error se constituye el
TAZ. Ponerlo en marcha puede requerir tácticas de violencia y defensa, pero su mayor fuerza reside
en su invisibilidad el Estado no puede reconocerlo porque la Historia carece de definición para él.
Tan pronto como un TAZ es nombrado representado y mediatizado debe desaparecer, desaparece
de hecho, dejando tras de sí un vacío, resurgiendo de nuevo en otro lugar, e invisible de nuevo en
tanto indefinible para los términos del Espectáculo. De esa manera el TAZ es una táctica perfecta
para una Era en que el estado es omnipotente y omnipresente, pero también lleno de fisuras y
grietas. Y en tanto el TAZ es un microcosmo del “;sueño anarquista”; de una cultura libre no se me
ocurre pensar mejor táctica para trabajar por él experimentando a la vez algún beneficio aquí y
ahora.
En suma, el realismo nos impone no sólo dejar de esperar “;la Revolución”;, sino incluso dejar de
desearla. Revuelta, en cambio. Revuelta sí, tan a menudo como sea posible, e incluso asumiendo los
riesgos de la violencia. Los espasmos del Estado Simulador serán espectaculares, pero en la
mayoría de los casos la mejor y más radical táctica será rechazar entrar en el juego de la violencia
espectacular, retirarse del área del simulacro, desaparecer.
El TAZ es un campamento de guerrilleros ontológicos: golpean y corren. Mantén en movimiento a
la tribu entera, aunque sólo se trate de datos en el Web. El TAZ tiene que ser capaz de defensa: pero
tanto su ataque como su defensa deben, siempre que puedan, eludir la violencia del Estado, que es
una violencia sin sentido. El ataque se hace contra estructuras de control, esencialmente contra las
ideas; y la defensa es la invisibilidad un arte marcial y la invulnerabilidad un arte oculto entre los
marciales. La “;máquina de guerra nomádica”; conquista antes de ser notada, y se desplaza antes de
que el mapa pueda ser reajustado. Por lo que concierne al futuro, sólo los autónomos podrán
planificar la autonomía, organizarla, crearla. Es una operación que se autoinicia, fundacional. El
primer paso tiene algo de satori: la realización del TAZ comienza con el simple acto de su
realización.
Psicotopología de la Vida Cotidiana
La idea del TAZ surge en principio de una crítica de la de Revolución, en favor de la de
Insurrección. La primera etiqueta a la segunda como fracaso, pero para nosotros la revuelta
representa una posibilidad mucho más interesante desde la perspectiva de una psicología de la
liberación que las revoluciones “;cumplidas”; de la burguesía, los comunistas, los fascistas, …
La segunda fuerza generativa del TAZ reside en el desarrollo histórico de lo que llamaría la
“;clausura del mapa”;. El último pedazo de Tierra sin reclamar por una u otra nación fue engullido
en 1899. El nuestro es el primer siglo sin terra incognita, sin última frontera. La nacionalidad es el
más alto principio de gobierno mundial ni un pedazo de roca en los mares del Sur es tierra de
nadie, ni un valle remoto, y ni siquiera la luna o los planetas. Es la apoteosis del gangsterismo
territorial. Ni un solo centímetro cuadrado de tierra está liberado de vigilancia o impuestos … en
teoría.
El “;mapa”; es un sistema político abstracto de coordenadas, un gigantesco fraude reforzado por la
zanahoria condicionadora del estado experto, hasta que al final para la mayoría de nosotros el mapa
deviene el territorio no más la “;isla de la tortuga”;, sino los USA. Y justamente porque el mapa es
una abstracción, no puede cubrir la tierra con precisión 1:1. En el contexto de complejidad fractal
de la geografía actual, el mapa sólo puede abarcar coordenadas dimensionales. Sin embargo
inmensas extensiones plegadas escapan al patrón mesurador. El mapa no es preciso, no puede ser
preciso.
Por ello la Revolución está clausurada, pero la insurgencia abierta. En nuestro tiempo no cabe sino
concentrar nuestra fuerza en “;poderes insurgentes”;, eludiendo todo entrampamiento en cualquier
“;solución permanente”;.
Y el mapa está clausurado pero la zona autónoma está abierta. Metafóricamente, se esconde
plegada bajo las dimensiones fractales invisibles para una cartografía de Control. Y aquí es donde
debemos introducir el concepto de psicotopología (y psicotopografía), como una ciencia alternativa
a la vigilancia y cartografiado del Estado y su “;imperialismo psíquico”;. Sólo una psicotopografía
puede trazar mapas a escala 1:1 de la realidad, porque sólo la mente humana posee la complejidad
suficiente como para reproducir lo real. Y un mapa 1:1 no puede controlar su territorio por la
sencilla razón de que es virtualmente idéntico a él. Sólo puede ser usado para sugerir determinadas
actuaciones. Buscamos en él “;espacios”; geográficos, sociales, culturales, imaginarios con fuerza
potencial para florecer como “;zonas autónomas”; y buscamos tiempos en los que estos espacios se
encuentren relativamente abiertos, bien por desinterés del estado en ellos, bien porque hayan pasado
desapercibidos a los cartógrafos, o por la razón que sea. La psicotopología es el arte de la
prospección de nuevos TAZs potenciales.
Las clausuras de la Revolución y el Mapa, sin embargo, no son sino las fuentes negativas del TAZ;
queda mucho por decir sobre su inspiración positiva. La reacción por sí sola no proporciona sino la
energía necesaria para que se manifieste un TAZ. Pero una revuelta tiene también que hacerse para
algo.
1. En primer lugar, podemos hablar de una antropología natural del TAZ. La familia nuclear es la
unidad base de las sociedades del consenso, pero no del TAZ (”;Familias: ¡cómo las odio! Miserias
del amor”; Gide). La familia nuclear, con sus “;miserias edípicas”;, parece ser un invento neolítico,
una respuesta a la “;revolución agrícola”; con la escasez y la jerarquía impuestas. El modelo
paleolítico era a la vez más primario y radical: la banda. La típica banda nómada o seminómada de
cazadores en grupo reunía a unos 50 miembros. En las sociedades tribales mayores, la estructura de
bandas se completaba por los clanes de la tribu, o por agrupamientos tales como sociedades secretas
o iniciáticas, de caza o guerra, de género, “;repúblicas infantiles”; etc. Si la familia nuclear tiene su
origen en la escasez y se resuelve en miseria la banda resulta de la abundancia y es pródiga. La
familia es cerrada, por lo genético, por la posesión machista de la mujer y los niños, por la
jerárquica totalización de la sociedad agrícola/industrial. La banda en cambio es abierta no a todos,
por supuesto, pero sí a todo el grupo de los afines: los iniciados se comprometen por lazos de amor.
La banda no es parte de ninguna jerarquía superior, sino parte de un modelo horizontal de
relaciones, lazos de sangre extendidos, contratos y alianzas, afinidades espirituales, etc. (La
sociedad Indioamericana conserva ciertos aspectos de esa estructura incluso ahora).
En nuestra sociedad postespectacular del Simulacro, muchas fuerzas actúan incluso
invisiblemente para desfasar la familia nuclear, y traer de vuelta la banda. Ciertas rupturas en la
estructura del Trabajo tienen su resonancia en la “;estabilidad”; arruinada de la unidadhogar y la
unidadfamilia. Las bandas de cada cual incluyen ahora amigos, esposas y amantes, la gente se
reúne en trabajos o seminarios, por grupos de afinidad, en redes de intereses especializados o redes
de correo, etc. La familia nuclear se convierte cada vez más en una trampa, en un desagüe cultural,
en una secreta y neurótica implosión de átomos estallados y la contraestrategia obvia que
inmediatamente emerge desde el mismo inconsciente pasa por el redescubrimiento de la a la vez
más arcaica y postindustrial posibilidad de la banda.
2. El TAZ como “;festividad”;. Stephen Pearl Andrews ofreció en una ocasión, como imagen de una
sociedad anarquista, la descripción de una cenafiesta, en la que toda estructura de autoridad
quedaba disuelta en la convivencia de la celebración. También podríamos invocar a Fourier y su
idea de la sensualidad como base del devenir social ”;tactilidad”; y “;grastrosofía”; como himnos
de respuesta a la denegación social de las implicaciones del olfato y el gusto. Los antiguos
conceptos del julibeo y las fiestas saturnales se originaban en la convicción de que ciertos eventos
sucedían fuera del orden del “;tiempo profano”;, bajo la medida del Estado y la Historia. Estas
festividades literalmente ocupaban vacíos en el calendario eran intervalos intercalados. Durante la
edad Media cerca de una tercera parte del año era consagrado a festividades. Es posible que las
razones de la resistencia a la reforma de los calendarios tuvieran menos que ver con los “;once días
perdidos”; que con la sospecha de que la ciencia imperial conspiraba para eliminar esos vacíos en el
calendario que acumulaban la libertad de las gentes un golpe de estado, un cartografiado de los
años, un someter a medida al tiempo mismo, convirtiendo el cosmos orgánico en un universo
mecánico. La muerte de lo festivo.
Los participantes en cualquier insurrección invariablemente se entregan a su aspecto festivo, incluso
en medio de la lucha armada, el riesgo y el peligro. La revuelta es como una saturnal arrancada o
forzada a desvanecerse de su intervalo que quedara libre para estallar en cualquier lugar o
momento. Liberada de tiempo y lugar, posee no obstante un olfato propio para el desencadenarse de
los acontecimientos, y una afinidad con el genius loci; la ciencia de la psicotopología reconoce
“;flujos de fuerza”; y “;centros de poder”; para utilizar metáforas ocultistas en los que se puede
localizar espaciotemporalmente un TAZ, o al menos ayudar a definir su relación con un momento y
una localización.
El media nos invita a “;venir a celebrar los grandes momentos de nuestra vida”; mediante la
unificación espúrea de la mercancía y el Espectáculo, el famoso noacontecimiento de la pura
representación. En respuesta a esa obscenidad tenemos, de un lado, el espectro del rechazo (descrito
por los situacionistas, John Zerzan, Bob Black y otros), y por otro la emergencia de una cultura
festiva distinta y aún oculta a los managers de nuestro ocio. “;Luchar por el derecho a la fiesta”; es
algo más que una parodia de la lucha radical: es una manifestación de esa misma lucha, adecuada a
un tiempo que ofrece televisiones y teléfonos como medios de “;contactar y tocar”; a otros seres
humanos, como vías para “;estar Ahí”;.
Pearl Andrews tenía razón: la fiesta nocturna es ya “;la semilla de una nueva sociedad tomando
forma en la cáscara de la anterior”;. Las reuniones tribales de los 60, los cónclaves de eco
saboteadores, la idílica Beltane de los neopaganos, las grandes conferencias anarquistas, los círculos
gays … Las fiestas de alquiler en Harlem en los 20, los nightclubs, los banquetes, los grandes
picnics libertarios, debemos reconocer que todos ellos han sido ya “;zonas liberadas”; de algún tipo,
o por lo menos TAZs potenciales. Ya abierta a sólo unos pocos amigos, como una fiestacena, ya a
miles de participantes, como un BeIn, la fiesta siempre es abierta porque no está regulada,
sometida a orden; puede estar planeada, pero a menos que “;suceda”; por sí misma es un fracaso. El
factor espontaneidad es crucial.
La esencia de la fiesta: el cara a cara, el grupo de humanos que pone en común sus esfuerzos para
realizar sus deseos, se trate de comida y bebida, baile, conversación o el arte de vivir; puede que
incluso para el placer erótico, o para crear obras de arte colectivas, o para atraer el puro circular de
la alegría. En síntesis, la “;unión de los egoístas”; en el sentido de Stirner o acaso en términos
ahora de Kropotkin una base biológica que conduce a la ayuda mutua. También aquí cabría
mencionar la “;economía del derroche”; bataillana y su teoría de la cultura potlach.
3. Fundamental para dar forma a una realidad TAZ es el concepto de nomadismo psíquico o, como
humorísticamente lo llamamos, un “;cosmopolitanismo del desarraigo”;. Algunos aspectos de este
fenómeno han sido analizados por Deleuze y Guattari en “;La nomadología y la máquina de
guerra”;, por Lyotard en Deriva, y por diversos autores en el número sobre el “;Oasis”; de la revista
Semiotext(e). Utilizamos el término “;nomadismo psíquico”; mejor que el de nomadismo urbano,
nomadología, deriva, etc., simplemente para aglutinar todos estos conceptos en un único complejo
difuso, para estudiarlo a la luz del advenir del TAZ.
La “;muerte de dios”;, en muchos aspectos un descentramiento global del proyecto europeo, abrió a
una visión del mundo multiperspectiva y postideológica capaz de moverse desarraigada desde la
filosofía al mito tribal, desde las ciencias naturales al Taoismo capaz de por primera vez percibir
como a través de los ojos múltiples de un insecto, cada faceta ofreciendo una visión separada de un
mundo completo.
Pero esta visión está sometida a la exigencia de habitar una época en que la velocidad y el
“;fetichismo de la mercancía”; han creado una tiránica unidad falsa que tiende a difuminar toda
diversidad cultural e individual, de tal manera que “;cualquier lugar vale tanto como cualquier
otro”;. Esa paradoja crea nómadas, viajeros psíquicos que se mueven por la curiosidad o el deseo,
aventureros de escasas lealtades de hecho desleales al “;proyecto europeo”;, que ha perdido todo
charme y toda vitalidad, no ligados a ningún tiempo ni lugar y lanzados a la busca de diversidad y
aventura. Esa descripción abarca no sólo a los intelectuales y artistas de clase X, sino también a los
inmigrantes, los refugiados, los homeless, los turistas, los religionarios de la cultura de la caravana,
y también a la gente que viaja por la red, aunque nunca abandone su propia habitación, (o a
aquellos que, como Thoureau, han viajado mucho en la concordia); y finalmente incluye a todo el
mundo, a todos nosotros, viviendo con nuestros automóviles, nuestros teléfonos, nuestros viajes de
vacaciones, nuestras televisiones, nuestros libros y películas, cambiando de trabajos, de estilos de
vida, religiones, dietas etc., etc.
El nomadismo psíquico como táctica, lo que metafóricamente Deleuze & Guattari llamaron la
máquina de guerra, transforma la paradoja de pasiva en activa e incluso violenta. Los últimos
estertores de dios se han prolongado durante tanto tiempo en las formas del Capitalismo,
Comunismo y Fascismo, por ejemplo que todavía queda mucha “;destrucción creativa”; por hacer,
para ser satisfecha por los comandos postbakunianos y postnietzscheanos, o por los apaches
literalmente, “;enemigos”; del viejo Consenso. Estos nómadas practican la razzia, son corsarios,
virus. Necesitan y desean TAZs, campos de tiendas oscuras bajo las estrellas del desierto,
interzonas, fortificados oasis escondidos en las rutas de las caravanas, pedazos liberados de jungla y
tierras baldías, áreas prohibidas, mercados negros y bazares underground.
Estos nómadas guían sus movimientos por estrellas extrañas, que pueden ser clusters luminosos de
datos en el ciberespacio, o quizás meras alucinaciones. Coloca un mapa de la tierra; sobre él
superpón un mapa de los cambios políticos; sobre él, otro de la red, particularmente de la antired
que enfatiza el flujo de información clandestina y finalmente, sobre todos ellos, el mapa 1:1 de la
imaginación creativa, de los valores, de la estética. Las coordenadas resultantes cobrarán vida,
animadas por gotas y olas de energía inesperada, coágulos de luz, secretos túneles, sorpresas.
La red y la Web
El siguiente factor que contribuye a la formación de TAZs es tan vasto y ambiguo que necesita una
sección por sí mismo.
Hemos hablado hasta ahora de la red, que definiríamos como la totalidad de la información y el
flujo comunicativo. Algunos de estos flujos son privilegiados, y limitados a alguna élite lo que le
da a la Red un cierto aspecto jerárquico. Otros flujos permanecen en cambio abiertos a todo el
mundo lo que en cambio le da a la red, a la vez, un cierto carácter de horizontalidad no jerárquica.
Los datos militares y de Inteligencia son restringidos, como lo son los bancarios, los de divisas, etc.
En su mayor parte, en cambio, los datos telefónicos, el sistema postal, los bancos de datos públicos,
etc., son accesibles a todos y cualquiera. De tal manera que dentro de la red ha empezado a emerger
una especie de secreta contrared, que llamaremos el Web (como si la red (3) fuese una red de
pescador, mientras la Web fuese una especie de tela de araña tejida en los intersticios y secciones
rotas de la red). Normalmente usaremos el término Web para referirnos a la estructura horizontal,
alternativa, del sistema de intercambio de informaciones, a la red no jerárquica, y reservaremos el
término antired (4) para referirnos los usos clandestinos, ilegales y subversivos del Web, incluyendo
la actual piratería de datos y otras formas de sabotaje de la propia red. La red, el Web y el antired
son todos parte del mismo modelo complejo y global, y se funden mutuamente entre sí en
innumerables puntos. No son términos que pretendan describir “;áreas”; sino sugerir tendencias,
modos de uso.
(Disgresión: antes de que se condene a la Web o la Antired por “;parasitismo”; y por tanto por no
poder ejercer una fuerza auténticamente revolucionaria, piénsese en qué consiste la “;producción”;
en la era del Simulacro. ¿Cuál o qué es la “;clase trabajadora”;, productiva? Quizás haya que
admitir que tales términos han perdido su significado. De cualquier manera, las respuestas a
preguntas semejantes son tan complejas que el TAZ tiende a ignorarlas por completo y se limita a
tomar aquello que puede utilizar. “;La cultura es nuestra naturaleza”; y somos los mirlos ladrones,
o los cazadores grupales de la era de la Técnica).
Las formas actuales de la Web inoficial son habrá que suponer todavía muy primitivas: la red
marginal de “;zines”;, las redes de BBS, la piratería de software, el hacking, el phonephreaking,
algo de influencia en la prensa y la radio y prácticamente ninguna en ninguno de los otros grandes
media: nada de estaciones de televisión, ningún satélite, nada de fibra óptica o cable, etc. No
obstante, la red se presenta como un patrón de relaciones cambiantes y en evolución entre sujetos
(usuarios) y objetos (datos). La naturaleza de esas relaciones ha sido exhaustivamente explorada, de
McLuhan a Virilio. Costaría páginas y páginas probar lo que a estas alturas todo el mundo sabe. Y
mejor que reescribir todo ello de nuevo, me interesa preguntarme cómo este tipo de relaciones en
evolución hace posibles modos de implementación para el TAZ.
El TAZ tiene localizaciones temporales pero efectivas en el tiempo y en el espacio. Y también ha
de tener una “;localización”; en el Web, y esa localización es de distinto tipo, no efectiva sino
virtual, no inmediata pero sí instantánea. El Web no sólo proporciona soporte logístico para el TAZ,
ayuda a que aparezca. Hablando crudamente: puede decirse que el TAZ existe tanto en el espacio de
la información como en el “;mundo real”;. El Web puede compactar grandes cantidades de tiempo
como hace con los datos en espacios infinitesimales. Ya hemos apuntado que, por su carácter
temporal, el TAZ debe necesariamente renunciar a las dimensiones de la libertad que significan
duración y una localización más o menos fija. El Web ofrece una especie de sucedáneos de esas
ausencias puede informar al TAZ, desde su mismo inicio, con enormes cantidades concentradas de
tiempo y espacio “;sutilizadas”; como datos.
En este momento de evolución del Web, y considerando nuestras demandas de sensualidad y
encuentro directo, debemos considerar el Web en primer lugar como un sistema de soporte, capaz
de llevar información de un TAZ a otro, de defenderlos, de convertirlos en invisibles o agresivos si
la situación lo requiere. Pero es más que eso: si el TAZ es un campo nómada, el Web puede ofrecer
la épica, las canciones, las genealogías y las leyendas de la tribu; revela las rutas de las caravanas y
las ocasiones de asalto que alimentan la economía de la tribu; incluso contiene muchos de los
caminos que recorrerán, muchos de los sueños que experimentarán como signos y portentos.
El Web no depende para su existencia de la tecnología informática. El bocaaboca, el correo, la red
marginal de fanzines, los árboles telefónicos y cosas de ese tipo ya constituyen una Web de
información. La clave no es el tipo o el nivel de la tecnología implicada, sino la apertura y
horizontalidad de su estructura. En todo caso, el concepto de red implica el uso de ordenadores. En
toda la imaginería de la ciencia ficción, la Red de ordenadores opera como condición del
ciberespacio (como en Tron o Neuromancer) y la pseudotelepatía de la realidad virtual. Como fan
del cyberpunk no puedo sino imaginar la hacker reality como algo con un papel fundamental en la
creación de TAZs. Como Gibson y Sterling, asumo que la red oficial nunca conseguirá clausurar la
Web o la antired la piratería de datos, las transmisiones no autorizadas y el libre flujo de la
información nunca podrá ser detenido. De hecho, y tal y como yo la entiendo, la teoría del caos
establece justamente que ningún sistema de control universal es posible.
De cualquier forma, y dejando al margen cualquier especulación futurística, debemos afrontar una
cuestión crucial en relación al Web y la tecnología que implica. El TAZ persigue por encima de
todo eliminar la mediación, experimentar la existencia como inmediatez. La misma esencia de su
acontecer es el contacto directo ”;pecho con pecho”;, como dirían los sufíes, o cara a cara. En
cambio, la esencia del Web es mediación. Las máquinas son aquí nuestros embajadores la carne se
convierte en irrelevante excepto como terminal, con todas las siniestras connotaciones del término.
Puede que el TAZ encuentre su espacio propio justamente liándose a la cabeza la manta de dos
aparentemente contradictorias actitudes en relación al hitech y su apoteosis, la red: una, la que
podemos considerar característica del Quinto Estado la posición Neopaleolítica Postsitu
ultraverde, que se construye como un argumento lúdico contra la mediación y la red; y, dos, la de
los utopistas cyberpunk, futurolibertarios, reality hackers y sus aliados, que contemplan la red como
un paso adelante en la evolución y asumen que cualquier posible efecto negativo de su mediación
puede ser superado al menos una vez hayamos liberado los medios de producción.
El TAZ coincide con los hackers porque puede advenir precisamente, en parte, a través de la red,
incluso a través de la mediación de la red. Pero también coincide con los verdes porque defiende
una intensa autoconsciencia de uno mismo como cuerpo y siente repulsión sólo por la cybergnosis
en cuanto intento de trascender el cuerpo mediante la simulación. El TAZ tiende a contemplar la
dicotomía “;técnica/antitécnica”; como una dicotomía falaz, como la mayoría de las dicotomías, en
la que opuestos aparentes son en realidad falsificaciones o incluso alucinaciones provocadas por la
semántica. Dicho de otra forma: el TAZ quiere existir en este mundo, no en la idea de otro mundo,
algún mundo visionario nacido de alguna falsa totalización todo verde o todo metálico que no
puede ser sino pura fantasía vacía o como diría Alicia, mermelada ayer o mermelada mañana, pero
nunca mermelada hoy.
El TAZ es utopista en el sentido de que defiende una intensificación de la vida diaria o, como los
surrealistas habrían dicho, la irrupción de la magia en la vida cotidiana. Pero no puede ser utópico
en el sentido efectivo del término, de “;no lugar”;, el lugar sin lugar. El TAZ es y está siempre en
algún sitio. Se sitúa en una intersección de fuerzas, como una especie de centro de fuerza pagano en
la confluencia de misteriosas líneas cósmicas, reconocibles al adepto en aparentemente invisibles
fragmentos de tierra, paisaje, flujos de aire, agua o animales. Pero ahora las líneas no están todas
trazadas en el espaciotiempo. Algunas existen sólo en el Web, incluso aunque se entrecrucen con
tiempos y lugares reales. Puede que algunas de estas líneas sean noordinarias, en el sentido de que
no hay convención que pueda calificarlas. Son líneas que podrían ser estudiadas mejor a la luz de la
teoría del caos que a las de la sociología, la estadística o la economía. Los patrones de fuerza que
hacen brotar un TAZ tienen algo que ver con aquellos “;atractores extraños”; que aparecen, por así
decir, entre las dimensiones.
Por su naturaleza, el TAZ se apropia de cualquier medio que le permita realizarse: puede venir a la
vida lo mismo en una caverna que en una ciudad espacial. Por encima de todo, existirá, ahora, tan
pronto como sea posible, dondequiera pueda, sin tener en cuenta ninguna ideología ni anti
ideología. Usará el ordenador, porque el ordenador existe, pero también utilizará múltiples poderes
tan apartados de la alienación y el simulacro que lograrán asegurar un cierto paleolitismo psíquico
para el TAZ, un espíritu primordialchamánico que infectará la propia red ese es el significado del
cyberpunk, como yo lo entiendo. En tanto el TAZ es intensificación, derroche, exceso, potlach, vida
consumida en vivir en vez de en sobrevivir (ese lamentable bienestar de los 80), no podrá ser
definido ni por lo técnico ni por lo antitécnico. Se contradice a sí mismo sin dudarlo, porque se
quiere a cualquier coste y sin perseguir ninguna perfección que supondría su inmovilidad final.
En la serie de Mandelbrot y su realización gráfica por ordenador observamos en un universo
fractal mapas contenidos y de hecho escondidos dentro de otros mapas dentro de otros mapas …,
hasta el límite de la propia capacidad del ordenador. ¿Para qué sirve todo ello, este mapa que en
cierto sentido comporta una relación 1:1 con una dimensión fractal? ¿Qué podemos hacer con él,
aparte de admirar su elegancia psicodélica?
Si imagináramos un mapa de la información una proyección cartográfica de la totalidad de la red
tendríamos que incluir en él los agentes del caos, que han comenzado a aparecer, por ejemplo, en
las operaciones de procesamientos complejos en paralelo, en las telecomunicaciones, en las
transferencias de dinero electrónico, virus, pirateo guerrillero, etc.
Cada una de estas áreas de caos podrían ser representadas en topografías similares a la serie de
Mandelbrot, como penínsulas inscritas o escondidas en el mapa a punto de desaparecer. Esta
“;escritura”; que en parte permanece escondida, y en parte se desvanece representa el proceso
mismo en el que la red está inmerso, incompletable en su propia representación, en última instancia
incontrolable. En otras palabras, la serie Mandelbrot, o algo parecido a ella, puede demostrarse útil
para representar la emergencia de una antired como proceso de caos, una “;evolución creativa”; en
palabras de Prigogine. Si no como otra cosa, la serie Mandelbrot sirve como metáfora para
cartografiar el interfaz del TAZ con la red en términos de desaparición de información. Cada
“;catástrofe”; en la red es un nudo de fuerza para el Web, para la antired. La red se verá dañada por
el caos, pero al contrario el Web se expandirá en él.
Ya mediante el simple pirateo de datos, ya mediante desarrollos más complejos de su actual manejo
del caos, el pirata web los cibernautas del TAZ encontrará sistemas para sacar ventajas de las
perturbaciones, problemas y caídas de la red (maneras de producir información desde la
“;entropía”;). Como un bricoleur, como un escarbador de escoria informática, como un
contrabandista o un difusor de correo negro, incluso quizás como un ciberterrorista, el hacker TAZ
trabajará a favor de la evolución de conexiones fractales clandestinas. Estas conexiones, y la
información diferente que fluye en ellas, formará poderosos dispositivos de salida capaces de
albergar el nacimiento de un TAZ como si alguien robara electricidad de los monopolios
energéticos para iluminar una casa de okupas.
De esa forma el Web con el fin de producir situaciones que conduzcan al TAZ parasitará la red;
pero también cabe concebir que la estrategia tiene por objetivo construir una red autónoma y
alternativa, “;libre”; y no parasitaria, que pueda servir como base para “;una sociedad naciente de la
cáscara de la anterior”;. La antired y el TAZ pueden ser considerados en la práctica objetivos en sí
mismos pero también teoréticamente pueden ser considerados formas de lucha por una realidad
diferente.
Dicho todo ello, todavía debemos admitir algunas quejas contra los ordenadores, considerar algunas
preguntas no contestadas, especialmente acerca del ordenador personal.
La historia de las redes de ordenadores, BBSs y varios otros experimentos de “;electro
democracia”; han sido un gran hobby para muchos. Muchos anarquistas y libertarios declaran gran
fe en el PC como arma de liberación y autoliberación pero en realidad no es visible su ventaja, no
hay logros, no hay ningún grado palpable de libertad conquistada gracias a él.
Tengo muy poco interés en esas hipotéticamente emergentes clases de autoempleados en el
procesamiento de datos que muy pronto serán capaces de administrar una gran industria rural o una
fabrica de comida rápida trabajando para varias corporaciones y burocracias. No hace falta mucha
lucidez para sospechar que esta clase desarrollará su propia subclase una especie de yupp
proletariado: amas de casa, por ejemplo, capaces de traer a casa un segundo sueldo convirtiendo sus
casas en una especie de electrotiendas, pequeñas tiraníasobreras en las que el “;jefe”; es una red de
ordenadores.
Tampoco me impresiona el tipo de servicios e informaciones que ofrecen las actuales redes
“;radicales”;. En algunos lugares se dice existe información económica. Puede que sí, pero la
mayoría de la información que circula en las BBSs “;alternativas”; consiste sobre todo en chismes y
“;chateo”;. ¿;Es eso una “;economía”;? De acuerdo: los PCs han creado una nueva revolución
impresora. De acuerdo también en que las redes marginales están evolucionando. Y de acuerdo en
que ahora puedo por ejemplo mantener seis conversaciones telefónicas a la vez. ¿Pero qué cambia
todo eso de mi vida cotidiana?
La verdad, todavía hay grandes cantidades de información que pueden enriquecer mi percepción, en
libros, televisión, teatro, teléfonos, el servicio postal, los estados alterados de conciencia, etc. ¿De
veras necesito un PC para tener más de todo eso? ¿Es que acaso se me ofrece información secreta?
Bueno, puede que me sienta tentado pero todavía reclamo secretos maravillosos, no simplemente
números telefónicos que no aparecen en las guías de políticos y policías. Más que nada, me gustaría
que los ordenadores me ofrecieran información sobre bienes reales las “;cosas buenas de la vida”;,
como las definía el preámbulo de la IWW. Y aquí, y en tanto acuso a los hackers y usuarios de BBS
de no irradiar sino vaguedades intelectuales, me veo obligado a descender de las nubes barrocas de
la Teoría y la Crítica y explicar con precisión lo que quiero decir cuando hablo de “;bienes reales”;.
Digamos que por razones a la vez políticas y personales deseo comida buena, mejor de la que puedo
obtener del capitalismo comida no polucionada, bendecida con sabores y olores naturales. Para
hacer la cosa más complicada, imagínense que la comida que me apetece es ilegal: leche natural,
por ejemplo, o el exquisito mamey cubano, que no se puede importar a los USA porque se supone
su semilla es alucinógena. No soy granjero. Imaginemos que soy un importador de raros perfumes y
afrodisíacos, y compliquemos de nuevo el juego suponiendo que parte de mi stock es también
ilegal. O que por ejemplo quiero ofrecer mis servicios de procesamiento de textos para rizomas
orgánicos, pero no quiero comunicar mi trabajo a Hacienda (a lo que obliga la ley, se crea o no). O
imagínese que me apetece contactar a otros humanos para realizar con ellos actos de mutuo placer
consensuados aunque no legales algo que evidentemente se ha intentado, pero ahora todas las
BBSs de sexo duro han sido desmanteladas, y qué sentido tienen las actuales redes underground,
carentes de suficiente seguridad. En definitiva, asúmase que me alimento simplemente de
información, el fantasma de la máquina. De acuerdo con los apólogos, los ordenadores podrían ser
capaces de facilitar la satisfacción de todos mis deseos de comida, drogas, sexo, evasión de
impuestos ,… Entonces, ¿qué ocurre? ¿Por qué todo ello no está ocurriendo?
El TAZ ha acontecido, está aconteciendo y seguirá aconteciendo con o sin ordenadores. Pero para
que el TAZ alcance todo su potencial, tiene que tratarse menos de un proceso de combustión
espontánea que de un tema de “;islas en la red”;. La red, o mejor la antired, asume el compromiso
de un aspecto integral del TAZ, un sumatorio que aumentará exponencialmente su potencial,
produciendo un “;salto cuántico”; extraño que esa expresión haya pasado a significar un “;gran
salto”; en complejidad y significancia. El TAZ tiene que empezar a existir en un mundo de espacio
puro, el mundo de los sentidos. Liminar, incluso evanescente, el TAZ debe combinar información y
deseo para completar su aventura su acontecimiento, para habitar su propio límite, para saturarse
en su propio existir.
Quizás la escuela neopaleolítica tiene razón cuando defiende que toda forma de alienación y
mediación debe ser destruida o abandonada antes de que nuestros objetivos puedan realizarse o
quizás la verdadera anarquía sólo pueda realizarse en el espacio exterior, como defienden algunos
libertarios futurísticos. Pero el TAZ no tiene realmente que ver con lo que “;fue”; o “;será”;. Sino
con resultados, con ataques efectivos y realidad consensuada, rupturas hacia una vida más intensa y
abundante. Si el ordenador no sirve para ello, entonces no prosperará. Mi intuición sin embargo es
que la antired se está constituyendo, e incluso que quizás en efecto existe ya pero no puedo
demostrarlo. Toda mi teoría del TAZ se basa en parte en esta intuición. Por supuesto que el Web es
más amplia que la mera red de ordenadores, e incluye por ejemplo al samizdat o el mercado negro.
Pero el gran potencial de una red de información no jerárquica, lógicamente, reposa en el ordenador
como herramienta por excelencia. Ahora, queda esperar que el trabajo de los hackers demuestre que
estoy en lo cierto. ¿;Dónde están mis rizomas?
Nos vamos a Croatan
No tenemos deseo alguno de definir la TAZ o de elaborar dogmas acerca de cómo debe ser creada.
Nuestro argumento es más bien que ha sido creada, que será creada, y que está siendo creada. Por
tanto resultaría más valioso e interesante observar algunas TAZs pasadas y presentes, y especular
sobre manifestaciones futuras; evocando unos pocos prototipos podemos calibrar el alcance
potencial del complejo, e incluso quizás atisbar un “arquetipo”. Más que intentar cualquier forma de
enciclopedismo adoptaremos una técnica de tiro disperso, un mosaico de retazos, comenzando algo
arbitrariamente con los siglos XVIXVII y el asentamiento en el Nuevo Mundo. La apertura del
“Nuevo” Mundo fue concebida desde un primer momento como una operación ocultista. El mago
John Dee, consejero espiritual de Isabel I, parece haber inventado el concepto de “imperialismo
mágico” e infectado a una generación entera con él. Halkyut y Raleigh cayeron bajo su embrujo, y
Raleigh utilizó sus conexiones en la “Escuela de la Noche”, una cábala de eruditos progresistas,
aristócratas y adeptos, creada para avanzar las causas de la exploración, la colonización y la
cartografía. La tempestad(5) fue una pieza de propaganda de la nueva ideología, y la colonia de
Roanoke su primer experimento de laboratorio.
La visión alquímica del Nuevo Mundo lo asociaba con la materia prima o hyle, el “estado de
naturaleza”(6), la inocencia y la potencialidad (”Virginia”), un caos embrionario que el adepto
transmutaría en “oro”, es decir, en perfección espiritual al igual que en abundancia material.
Pero esta visión alquímica está también informada en parte por una fascinación efectiva por el
rudimento, una furtiva simpatía por él, un sentimiento de añoranza por su forma informe que toma
como foco el símbolo del “Indio”: el “Hombre” en estado natural, incorrupto por el “gobierno”.
Caliban, el salvaje, está alojado como un virus en la misma maquinaria del imperialismo ocultista;
los animales/humanos del bosque están investidos desde un principio con el poder mágico de lo
marginal, lo excluido y lo desterrado. Por un lado Caliban es feo, y la naturaleza una “inmensidad
aullante”; por otro, Caliban es noble y soberano, y la naturaleza un Edén. Este desdoblamiento en la
conciencia europea precede a la dicotomía romanticismo/clasicismo; se encuentra enraizado en la
Alta Magia del Renacimiento. El descubrimiento de América (El Dorado, la Fuente de la Juventud)
lo cristalizó; y precipitó sus esquemas efectivos para la colonización.
En el colegio nos enseñaron que los primeros asentamientos en Roanoke no fructificaron; los
colonos desaparecieron, dejando sólo tras sí el críptico mensaje “nos vamos a Croatan”. Informes
posteriores acerca de “indios de ojos grises” fueron desacreditados como leyenda. Lo que realmente
ocurrió, según el libro de texto, fue que los indios masacraron a los indefensos colonos. Sin
embargo “Croatan” no era una especie de El Dorado; era el nombre de una tribu vecina de indios
amistosos. Aparentemente el asentamiento fue simplemente trasladado de la costa a los pantanos de
Great Dismal y absorbido por la tribu. Así que los indios de ojos grises eran reales; aún están allí, y
aún se llaman a sí mismos Croatans.
Por tanto, la primera colonia del Nuevo Mundo decidió escindir su contrato con Prospero
(Dee/Raleigh/el imperio) y pasarse a los salvajes con Caliban. Se descolgaron. Se convirtieron en
“indios”, se hicieron “nativos”, optaron por el caos sobre las roñosas miserias de la servidumbre a
plutócratas e intelectuales de Londres.
Tal como América vino a existir donde una vez estuvo la “Isla Tortuga”, así Croatan permaneció
embebida en su psique colectiva. Más allá de la frontera, el estado de naturaleza (es decir, el no
Estado) aún prevalecía; y en la conciencia de los colonos la opción silvestre siempre acechó, la
tentación de abandonar la iglesia, el trabajo agrícola, la alfabetización, los impuestos todas las
cargas de la civilización e “irse a Croatan” de una forma u otra. Además, mientras la revolución en
Inglaterra era traicionada, primero por Cromwell y luego por la Restauración, olas de radicales
protestantes escaparon o fueron transportadas al Nuevo Mundo (que se había convertido ahora en
una prisión, un sitio de exilio). Antinomianos, Familistas, Cuáqueros vagabundos, Niveladores(7),
Cavadores(8) y Ranters se veían ahora expuestos a la sombra oscura de lo indómito, y corrieron a
abrazarla.
Anne Hutchinson y sus amigos son sólo los más conocidos (es decir, los más aristócratas) de los
Antinomianos habiendo tenido la mala suerte de haber sido atrapados en la política de la colonia de
Bahía pero un ala mucho más radical del movimiento existía claramente. Los incidentes que
Hawthorne relata en The Maypole of Merry Mount son enteramente históricos; aparentemente los
extremistas habían decidido renunciar de plano al cristianismo y retornar al paganismo. Si hubieran
prevalecido uniéndose a sus aliados indios el resultado podría haber sido una religión sincrética
antinómica/celta/algonquina, una especie de santería en la Norteamérica del siglo XVII.
Los sectarios fueron capaces de prosperar más bajo las administraciones disolutas y corruptas del
Caribe, donde los intereses enfrentados de los europeos habían dejado muchas islas desiertas, o
incluso por reclamar. Barbados y Jamaica en particular deben haber sido colonizadas por muchos
extremistas, y cree que las influencias Niveladoras y Ranter contribuyeron a la “utopia” bucanera de
Tortuga. Por primera vez aquí, gracias a Exquemelin(9), podemos estudiar una próspera protoTAZ
del Nuevo Mundo en cierta profundidad. Huyendo de los siniestros “beneficios” del imperialismo
tales como la esclavitud, el servilismo, el racismo y la intolerancia, de las torturas de la
expropiación y la muerte en vida de las plantaciones, los bucaneros adoptaron formas indias, se
emparejaron con los caribeños, aceptaron a negros e hispanos como iguales, rechazaron toda
nacionalidad, eligieron a sus capitanes democráticamente, y volvieron al “estado de naturaleza”.
Declarándose a sí mismos “en guerra con todo el mundo”, largaron velas para saquear bajo
contratos mutuos denominados “Artículos”, tan igualitarios que cada miembro recibía una
participación completa del botín y el capitán normalmente sólo 1 o 1 1/4. Los azotes y castigos
estaban prohibidos; las peleas se resolvían por votación o por la ley de duelo.
Es simplemente un error calificar a los piratas de meros salteadores marítimos o incluso de proto
capitalistas, como ciertos historiadores han hecho. En un sentido eran “bandidos sociales”, a pesar
de que sus comunidades de base no eran sociedades agrícolas tradicionales sino “utopías” creadas
casi ex nihilo en terra incognita, enclaves de libertad total que ocupaban espacios vacíos en el mapa.
Después de la caída de Tortuga, el ideal bucanero permaneció vivo a lo largo de la “edad de oro” de
la piratería (hacia 16601790), y resultó en asentamientos terrestres en Belize, por ejemplo, fundada
por bucaneros. Más tarde, mientras la escena derivaba hacia Madagascar una isla aún no reclamada
por ninguna potencia imperial y gobernada sólo por un rompecabezas de reyes (jefes) nativos
deseosos de aliados piratas la utopia pirata alcanzó su expresión más alla.
El recuento que hace Defoe del capitán Mission y la fundación de Libertaria puede ser, como
defienden algunos historiadores, una mistificación literaria creada como propaganda de la teoría
radical whig(10); pero estaba contenido en The General History of the Pyrates (172428), la
mayoría de la cual aún se acepta como fidedigna y rigurosa. Además la historia del capitán Mission
no fue criticada cuando el libro apareció y muchas viejas tripulaciones malgaches aún sobrevivían.
Ellos parecen haberlo creído, sin duda porque habían conocido enclaves piratas muy parecidos a
Libertaria. Una vez más, esclavos rescatados, nativos e incluso enemigos tradicionales como los
portugueses fueron todos invitados a unirse como iguales. (Liberar barcos de esclavos era una
ocupación principal). La tierra se poseía en común, con representantes elegidos por temporadas
cortas, el botín era compartido; las doctrinas de la libertad se predicaban de manera mucho más
radical de lo que dictaba el sentido común.
Libertaria esperaba perdurar, y Mission murió en su defensa. Pero la mayoría de utopías piratas
pretendían ser temporales; de hecho las verdaderas “repúblicas” de los corsarios eran sus barcos,
que navegaban bajo los artículos. Normalmente los enclaves en la orilla no tenían ley en absoluto.
El último ejemplo clásico, Nassau en las Bahamas, un asentamiento de tiendas y cobertizos en el
frente de playa entregado al vino, a las mujeres (y probablemente también a los muchachos, a juzgar
por el libro Sodomy and Piracy de Birge), a las canciones (los piratas eran unos devotos a ultranza
de la música y solían contratar bandas por singladuras enteras), y al exceso incontinente, se
desvaneció de la noche a la mañana cuando la flota británica apareció en la bahía. Barbanegra y
“Calicó Jack” Rackham y su tripulación de mujeres piratas se trasladaron a orillas más salvajes y
destinos menos placenteros, mientras otros aceptaron humildemente el perdón y se reformaron. Pero
la tradición bucanera perduró, en Madagascar donde los hijos de sangre mixta de los piratas
empezaron a forjar reinos propios, y en el Caribe, donde esclavos fugados al igual que grupos
mixtos negro/blanco/rojo fueron capaces de prosperar en las montañas tierra adentro como
maroons. La comunidad maroon de Jamaica aún retenía un grado de autonomía y muchas de sus
viejas costumbres cuando Zora Neale Hurston visitó aquello en los años veinte (ver Tell My Horse).
Los maroons de Suriname todavía practican el “paganismo” africano.
A través del siglo XVIII, Norteamérica también produjo cierta cantidad de “comunidades tri
raciales aisladas”. (Este término de resonancias clínicas fue inventado por el movimiento
eugenésico, que produjo los primeros estudios científicos de estas comunidades.
Desafortunadamente la “ciencia” sólo servía de excusa al odio por los “Mestizos” y los pobres, y la
solución del problema era normalmente la esterilización forzosa). El núcleo invariablemente
consistía en esclavos y siervos fugitivos, “criminales” (es decir, los muy pobres), “prostitutas” (es
decir, mujeres blancas que se casaban con hombres no blancos), y los miembros de diversas tribus
nativas.
En algunos casos, como el de los Seminolas o los Cherokees, la estructura ancestral de la tribu
permitía asimilar a los recién llegados; en otros casos, nuevas tribus se formaban. Así tenemos a los
maroons del pantano Great Dismal, que subsistieron a lo largo de los siglos XVIII y XIX,
adoptando a esclavos fugitivos, funcionando como estación de paso del Tren Subterráneo(11), y
sirviendo como centro religioso e ideológico para las rebeliones de esclavos.
La religión era el vudú, una mezcla de elementos nativos y cristianos, y de acuerdo al historiador H.
Leaming Bey, a los ancianos de esta fe y a los líderes de los maroons del Great Dismal se los
conocía como el “Alto Lucero de los Siete Dedos”.
Los Ramapaughs del norte de Nueva Jersey (mal llamados los “Blancos de Jackson”) presentan otra
genealogía romántica y arquetípica: esclavos liberados por los desertores holandeses, diversos
clanes algonquinos y de Delaware, las “prostitutas” de costumbre, los “Hesienses” (término para
designar a mercenarios británicos perdidos, realistas descolgados, etc.), y bandas locales de
bandidos sociales como la de Claudias Smith.
Algunos de los grupos reclaman un origen afroislámico, como en el caso de los Moros de Delaware
y los Ben Ishmaels, que emigraron de Kentucky a Ohio a mediados del XVIII. Los Ishmaels
practicaban la poligamia, nunca bebían alcohol, vivían como juglares, se emparejaban con indios y
adoptaban sus costumbres, y eran tan devotos del nomadismo que construían sus casas sobre ruedas.
Su migración anual triangulaba entre pueblos fronterizos con nombres como La Meca y Medina. A
finales del XIX algunos de ellos abrazaron ideales anarquistas, y fueron el blanco de los
eugenesistas para un pogrom particularmente cruel de “salvación por la exterminación”. Algunas de
las primeras leyes eugenésicas fueron aprobadas en su honor. Como tribu desaparecieron en los
años veinte, por más que seguramente engordaran las filas de tempranas sectas “islámicas negras”
como el Templo de la Ciencia Morisca.
Yo mismo crecí con leyendas de los “Kallikaks” en los cercanos Pine Barrens de Nueva Jersey (y
por supuesto con Lovecraft, un rábido fascista fascinado por las comunidades aisladas). Las
leyendas resultaron ser recuerdos folklóricos de las calumnias de los eugenesistas, cuyo cuartel
general se encontraba en Vineland, Nueva Jersey, y quienes acometieron las “reformas” de
costumbre contra la “miscegenación” y la “debilidad mental” en los Barrens (intuyendo la
publicación de fotografías de los Kallikaks, cruda y obviamente retocadas para hacerlos parecer
monstruos de la incuria).
Las “comunidades aisladas” al menos, aquellas que han retenido su identidad entrado el siglo XX
rechazan consistentemente la absorción por parte de la cultura mayoritaria o de la “subcultura”
negra en la que los sociólogos modernos prefieren categorizarlas. En los setenta, inspirados por el
renacimiento nativo americano, unos cuantos grupos incluyendo a los Moros y a los Ramapaughs
solicitaron al Departamento de Asuntos Indios el reconocimiento como tribus Indias. Aun cuando
recibieron el apoyo de los activistas nativos no se les concedió estatus oficial. Si, después de todo,
lo hubieran conseguido, podrían haber sentado un peligroso precedente para grupos de descolgados
de toda índole, desde “peyoteros blancos” y hippies a nacionalistas negros, arios, anarquistas y
libertarios; ¡;una “reserva” para cada uno! El “Proyecto Europeo” no puede reconocer la existencia
del salvaje; el caos verde es todavía una amenaza excesiva para el sueño imperial de orden.
Esencialmente los Moros y los Ramapaughs rechazaban la explicación “diacrónica” o histórica de
sus orígenes en favor de una autoidentidad “sincrónica” basada en el “mito” de adopción india. O
por ponerlo de otra forma, se llamaban a sí mismos indios . Si cualquiera que deseara “ser un indio”
pudiera conseguirlo por un acto de autoproclamación, imagínate qué éxodo a Croatan tendría lugar.
Esa ancestral sombra oculta todavía cautiva los vestigios de nuestros bosques (los que, a propósito,
se han extendido grandemente en el nordeste desde los siglos XVIIIXIX con el retorno de vastos
terrenos de tierra de cultivo a la espesura). Thoreau en el lecho de muerte soñó con la vuelta de
“indios… bosques…”: la vuelta de lo reprimido.
Los Moros y los Ramapaughs tienen por supuesto buenas razones materiales para definirse a sí
mismos como indios después de todo, tienen antepasados indios pero si consideramos su
autoproclamación en términos “míticos” al igual que históricos ahondaremos en aspectos de mayor
relevancia en nuestra búsqueda de la TAZ. Dentro de las sociedades tribales existe lo que ciertos
antropólogos han denominado mannenbunden: sociedades totémicas entregadas a una identidad con
la “naturaleza” en el acto de transmutarse, de convertirse en el animal tótem (hombres lobo,
chamanes jaguar, hombres leopardo, brujas gato, etc.) En el contexto de una sociedad colonial
entera (como Taussig señala en Chamanism Colonialism and the Wild Man) el poder de
transmutación se percibe como inherente a la cultura nativa en su totalidad; así el sector más
reprimido de la sociedad adquiere un poder paradójico a través del mito de su conocimiento oculto,
que es temido y deseado por el colono. Por supuesto los nativos poseen realmente cierto
conocimiento oculto; pero en respuesta a la percepción imperial de la cultura nativa como una
especie de “selva espiritual”, los nativos tienden a verse a si mismos cada vez más conscientemente
dentro de ese papel. Incluso al ser marginados, el margen adquiere el aura de lo mágico. Antes del
hombre blanco, simplemente eran tribus de gente; ahora, son los “guardianes de la naturaleza”, los
habitantes del “estado de naturaleza”. Finalmente el propio colono es seducido por este “mito”. En
cuanto un americano quiere descolgarse o volver a la naturaleza, invariablemente “se convierte en
indio”. Los demócratas radicales de Massachusetts (herederos espirituales de los protestantes
radicales) que organizaron el Tea Party(12), creyeron literalmente que podían abolir los gobiernos
(¡” región de Berkshire entera se autoproclamó en “estado de naturaleza”!) disfrazados de
Mohawks. Por tanto los colonos, quienes de pronto se vieron marginados en el propio terruño,
adoptaron el papel de nativos marginados, buscando con ello participar (en un sentido) de su poder
oculto, de su fulgor mítico. De los montañeses a los boy scouts, el sueño de “convertirse en indio”
fluye bajo una plétora de rastros en la historia, cultura y conciencia norteamericanas.
El imaginario sexual conectado a los grupos “triraciales” también conlleva esta hipótesis. Por
supuesto los “nativos” son siempre inmorales, pero los renegados y descolgados raciales han de ser
ya absolutamente poliperversos. Los bucaneros eran unos pervertidos, los maroons y montañeses
unos miscegenistas, los “Jukes” y “Kallikaks” se abandonaban a la fornicación y el incesto (lo que
llevaba a mutaciones como la polidactilidad), los niños corrían por ahí desnudos y se masturbaban
abiertamente, etc. Revertir a un “estado de naturaleza” paradójicamente parece permitir la práctica
de todo acto antinatural; o así lo parecería si creyéramos a puritanos y eugenesistas. Y dado que
mucha gente en las sociedades racistas moralistas reprimidas desean secretamente practicar estos
mismos actos licenciosos, los proyectan fuera hacia los marginados, y así se persuaden de que ellos
mismos permanecen civilizados y puros. Y de hecho algunas comunidades marginales realmente
rechazan la moralidad consensuada ;los piratas sin duda lo hicieron! y no hay duda de que
efectivamente satisfacen algunos de los deseos reprimidos de la civilización. (¿No harías tú lo
mismo?) Volverse salvaje es siempre un acto erótico, un acto de desnudez.
Antes de dejar el tema de los “triraciales aislados”, me gustaría rememorar el entusiasmo de
Nietzsche por la “mezcla de razas”. Impresionado por el vigor y belleza de las culturas híbridas,
propuso la miscegenación no sólo como una solución al problema racial sino también como el
fundamento de una nueva humanidad libre del chauvinismo étnico y nacional; una premonición de
“nómada psíquico” quizás. El sueño de Nietzsche aún parece tan remoto ahora como le pareció a él
entonces. El chauvinismo aun campa por sus respetos. Las culturas mixtas permanecen sumergidas.
Pero las zonas autónomas de bucaneros y maroons, Moros e Ishmaels, Ramapaughs y “Kallikaks”
permanecen, O sus historias permanecen, como indicaciones de lo que Nietzsche podría haber
llamado la “voluntad de poder como desaparición”. Tenemos que volver a este tema.
La música como principio organizativo
Entretanto volvemos, en cualquier caso, a la historia del anarquismo clásico a luz del concepto de la
TAZ.
Antes del “cierre del mapa”, una gran cantidad de energía antiautoritaria se dirigió hacia comunas
“escapistas” como Tiempos Modernos, los diversos falansterios, y demás. Curiosamente, algunas de
ellas no se propusieron durar “para siempre”, sino sólo durante el tiempo en que el proyecto pudiera
satisfacer sus designios. En términos socialistas utópicos estos proyectos fueron “fracasos”, y por
tanto conocemos poco de ellos.
Cuando la escapada más allá de la frontera se demostró un imposible, la era de las comunas
revolucionarias urbanas comenzó en Europa. Las comunas de Paris, Lyon y Marsella no
sobrevivieron lo bastante como para tomar característica alguna de permanencia, y uno se pregunta
si de hecho se lo propusieron. Desde nuestro punto de vista el principal foco de fascinación es el
espíritu de las comunas. Durante y después de estos años los anarquistas adoptaron la práctica del
nomadismo revolucionario, desplazándose de sublevación en sublevación, buscando mantener
dentro de si la intensidad de espíritu que experimentaron en el momento del levantamiento. De
hecho, ciertos anarquistas de la vena stirnerita/nietzscheana llegaron a considerar esta actividad
como un fin en sí misma, una forma de estar siempre ocupando una zona autónoma, la interzona
que se abre en mitad o en los albores de la guerra y la revolución (la “zona” de Pynchon en Arco
iris de gravedad). Declararon que si cualquier revolución socialista triunfaba, ellos serían los
primeros en volverse contra ella. Por menos de anarquía universal no teman intención de parar
jamás. En Rusia en 1917 congratularon a los soviets libres con entusiasmo: éste era su objetivo.
Pero tan pronto como los bolcheviques traicionaron la revolución, los anarquistas individualistas
fueron los primeros en volver a la senda de guerra. Después de Kronstadt, por supuesto, todos los
anarquistas condenaron a la “Unión Soviética” (una contradicción en los términos) y se movilizaron
en busca de nuevos levantamientos.
La Ucrania de Makhno(13) y la España anarquista(14) buscaron la permanencia, y a pesar de las
exigencias de una continua guerra ambas tuvieron éxito hasta cierto punto: no porque duraran
“mucho tiempo”, sino porque estaban cabalmente organizadas y podrían haber perdurado a no ser
por la agresión exterior. Por tanto, de entre los experimentos del periodo de Entreguerras me
concentraré si no en la alocada república de Fiume, que es mucho menos conocida, y no se organizó
para perdurar.
Gabriele D’Annunzio, poeta decadente, artista, músico, esteta, mujeriego, atrevido pionero
aeronáutico, mago negro, genio y canalla, emergió de la I Guerra Mundial como un héroe con un
pequeño ejército a sus órdenes: los “Arditi”. A falta de aventuras, decidió capturar la ciudad de
Fiume en Yugoslavia y entregársela a Italia. Después de una ceremonia necromántica junto a su
querida en un cementerio de Venecia partió a la conquista de Fiume, y triunfó sin mayores
problemas. Sin embargo Italia rechazó su generosa oferta; el primer ministro lo tachó de loco.
En un arrebato, D’Annunzio decidió declarar la independencia y comprobar por cuanto tiempo
podría salirse con la suya. Junto a uno de sus amigos anarquistas escribió la Constitución, que
declaraba la música como el fundamento central del Estado. Los miembros de la marina (desertores
y anarcosindicalistas marítimos de Milán) se autodenominaron los Uscochi, en honor de los
desaparecidos piratas que una vez vivieron en islas cercanas a la costa saqueando barcos venecianos
y otomanos. Los mudemos Uscochi triunfaron en algunos golpes salvajes: las ricas naves italianas
dieron de pronto un futuro a la república: ;dinero en las arcas! Artistas, bohemios, aventureros,
anarquistas (D’Annunzio mantenía correspondencia con Malatesta) fugitivos y expatriados,
homosexuales, dandis militares (el uniforme era negro con la calavera y los huesos pirata; robada
más tarde por las SS) y reformistas chalados de toda índole (incluyendo a budistas, teósofos y
vedantistas) empezaron a presentarse en Fiume en manadas. La fiesta nunca acababa. Cada mañana
D’Annunzio leía poesía y manifiestos desde el balcón; cada noche un concierto, después fuegos
artificiales. Esto constituía toda la actividad del gobierno. Dieciocho meses más tarde, cuando se
acabaron el vino y el dinero y la flota italiana se presentó, porfió y voleó unos cuantos proyectiles al
palacio municipal, nadie tenia ya fuerzas para resistir.
D’Annunzio, como otros muchos anarquistas italianos, derivó tardíamente hacia el fascismo de
hecho, Mussolini mismo (el exsindicalista) sedujo al poeta a lo largo de esa senda. Para el
momento en que D’Annunzio se percató de su error era ya demasiado tarde: ya estaba demasiado
viejo y enfermo. Pero el Duce lo hizo asesinar de todas formas lo tiraron de un balcón
convirtiéndolo en un “mártir”. En cuanto a Fiume, aunque carecía de la seriedad de la Ucrania o
Barcelona libres, puede probablemente ilustrar mejor ciertos aspectos de nuestra búsqueda. En
algunos aspectos fue la última de las utopias piratas (o el único ejemplo moderno); en otros aspectos
quizás, fue muy posiblemente la primera TAZ moderna.
Creo que si comparamos Fiume con los levantamientos de París en 1968 (también con las
insurrecciones urbanas italianas de los primeros setenta), al igual que con las comunas
contraculturales americanas y sus influencias anarcoNueva Izquierda, deberíamos percatamos de
ciertas similitudes, tales como: la importancia de la teoría estética (los situacionistas); también lo
que podrían llamarse “economías pirata”, vivir de los excedentes de la sobreproducción social
incluyendo la popularidad de coloridos uniformes militares y el concepto de música como forma
de cambio social revolucionario; y finalmente su aire compartido de impermanencia, de estar
preparados para movilizarse, transmutarse, reubicarse en otras universidades, cimas montañosas,
guetos, fábricas, guaridas, fincas abandonadas; o incluso otros planos de la realidad. Nadie
intentaba imponer otra dictadura revolucionaria más, ni en Fiume, ni en Paris o Millbrook. El
mundo cambiaría o no. Mientras tanto mantenerse en movimiento y vivir intensamente.
El Soviet de Munich (o “república de consejos”) de 1919 mostraba algunos rasgos de la TAZ,
incluso a pesar de que como en la mayoría de revoluciones los objetivos establecidos no fueran
exactamente “transitorios”. La participación de Gustav Landauer como ministro de cultura junto a
Silvio Gesell como ministro de economía y otros antiautoritarios y socialistas libertarios extremos
como el poeta y dramaturgo Erich Mühsam, Ernst Toller y Ret Marut (el novelista B. Traven(15)
dieron al Soviet su inequívoco sabor anarquista. Landauer, que pasó años de soledad trabajando en
su gran síntesis de Nietzsche, Proudhon, Kropotkin, Stirner, Meister Eckhardt, los místicos
radicales, y los filósofos volk románticos, sabía desde un principio que el Soviet estaba condenado;
sólo esperaba que durara lo suficiente para ser comprendido. Kurt Eisner, el mártir fundador del
Soviet, creyó literalmente que los poetas y la poesía debían formar las bases de la revolución. Se
pusieron en marcha planes para dedicar gran parte de B~varia a un experimento en economía y
comunidad anarcosocialista. Landauer diseñó propuestas para un sistema de escuelas libres y un
teatro del pueblo. Los ingresos del Soviet estaban más o menos limitados a la clase trabajadora más
pobre y a los vecindarios bohemios de Munich, y a grupos como el Wandervogel (el movimiento
neorromántico de la juventud), radicales judíos (como Buber), los expresionistas, y otros
marginales. Por tanto los historiadores la menosprecian como una “república de café” y
menoscaban su significado en comparación a la participación marxista y espartaquista en la(s)
revolucion(es) alemana(s) de posguerra. Dejado fuera de juego por los comunistas y asesinado
finalmente por soldados bajo la influencia de la Sociedad ocultofascista de Thule, Landauer merece
ser recordado como un santo. Aún así incluso algunos anarquistas hoy en día lo malinterpretan y
condenan por “haberse vendido” al “gobierno socialista”. Si el Soviet hubiera durado incluso un
año, derramaríamos lágrimas con la sola mención de su belleza; pero incluso antes de que las
primeras flores de esa primavera se hubieran marchitado, el geist y el espíritu de poesía fueron
aplastados, y los hemos olvidado. Imagínate lo que debe haber sido respirar el aire de una ciudad en
la que el ministro de cultura acaba de avanzar que los niños del colegio pronto estarán
aprendiéndose de memoria los trabajos de Walt Whitman. ¡Ay! quien tuviera una máquina del
tiempo…
La voluntad de poder desaparecer
Foucault, Baudrillard, etc. han discutido en gran extensión las formas diversas de la “desaparición”.
Aquí quiero sugerir que la TAZ es de alguna manera una táctica de desaparición.
Cuando los teóricos hablan de una desaparición de lo social se refieren en parte a la imposibilidad
de una “revolución social”, y en parte a la imposibilidad del “Estado”; del abismo de poder, el fin
del discurso del poder. La pregunta anarquista en este caso debería ser entonces: ¿Por qué
molestarse en enfrentar un “poder” que ha perdido todo su significado y se ha convertido en pura
simulación? Confrontaciones tales sólo han de resultar en grotescos y peligrosos espasmos de
violencia por parte de los cretinos cabezamierda que han heredado las llaves de todos los arsenales
y prisiones. (Quizás sea ésta una tosca malinterpretación norteamericana de la sutil y sublime
Teoría francoalemana. Pues si es así, estupendo ¿quién ha dicho que haga falta entender una idea
para hacer uso de ella?)
Tal como yo lo leo, la desaparición se muestra como una muy lógica opción radical de nuestro
tiempo, en absoluto un desastre o la muerte del proyecto radical. A diferencia de la mórbida
interpretación nihilista maníaca de la muerte de la teoría, la nuestra intenta minarla con estrategias
útiles en la continua “revolución de la vida cotidiana”: lucha que no ha de cesar ni con el último
fracaso de la revolución política o social porque nada excepto el fin del mundo puede traer ni el fin
de la vida cotidiana, ni nuestra aspiración por las cosas buenas ni por lo Maravilloso. Y como dijo
Nietzsche, si el mundo pudiera “acabarse”, lógicamente lo hubiera hecho ya; no lo ha hecho, por
tanto no lo hace. Y así, como uno de los sufíes dijo, no importa cuantos vasos de vino prohibido
bebamos, nos llevaremos esta sed rabiosa a la eternidad.
Zerzan y Black han señalado independientemente ciertos elementos de “rechazo” (en palabras de
Zerzan) que quizás puedan ser considerados de alguna forma como síntomas, en parte inconscientes
pero en parte conscientes, de una cultura radical de la desaparición, que influyen a mucha más gente
que ninguna idea izquierdista o anarquista. Estos gestos se hacen contra las instituciones, y en ese
sentido son “negativos”; pero cada gesto negativo también sugiere una táctica alternativa “positiva”
más allá de un mero rechazo de la institución condenada.
Por ejemplo, el gesto negativo contra la escolarización es un “analfabetismo voluntario”. Dado que
no comparto la adoración liberal por el alfabetismo en aras de la mejora social, no puedo
enteramente compartir los suspiros de desmayo que se oyen por todas partes frente a este fenómeno:
uno simpatiza con los niños que rechazan los libros al igual que la basura que contienen. Hay sin
embargo alternativas positivas que hacen uso de la misma energía de desaparición. La
escolarización casera y el aprendizaje de oficios, como formas posibles de “hacer novillos”, eluden
la prisión de la escuela. El pirateo informático es otra forma de “educación” con ciertos rasgos de
“invisibilidad”.
Un gesto negativo a gran escala contra la política consiste simplemente en no votar. La “apatía” (es
decir, un sano aburrimiento del cansino Espectáculo) mantiene a más de la mitad del país apartado
de los comicios; el anarquismo nunca consiguió tanto! Tampoco tuvo el anarquismo nada que ver
con el reciente fiasco del censo). Una vez más, hay paralelismos positivos: la creación de tramas
como alternativa a la política se practica en muchos niveles en la sociedad, y las formas de
organización no jerárquica han obtenido popularidad incluso fuera del movimiento anarquista,
simplemente porque funcionan ACT UP (16), y Earth First! (17) son dos ejemplos. Alcohólicos
Anónimos es, curiosamente, otro).
El rechazo al trabajo puede tomar las formas del absentismo, la ebriedad en el empleo, el sabotaje, y
la pura desidia; pero igualmente puede dar lugar a nuevos modos de rebeldía: más autoempleo,
participación en la economía sumergida y el “lavoro nero”, fraude fiscal y otras opciones
criminales, cultivo de maría, etc.; actividades todas ellas más o menos “invisibles” en comparación
con las tácticas izquierdistas de confrontación tradicionales como la huelga general.
¿Rechazo a la iglesia? Bueno, el “gesto negativo” por excelencia aquí probablemente consiste en…
ver la televisión. Pero las alternativas positivas incluyen todo tipo de formas antiautoritarias de
espiritualidad, desde el cristianismo no eclesiástico al neopaganismo. Las “Religiones Libres” como
me gusta llamarlas cultos pequeños, creados medio en serio medio en broma e influenciados por
corrientes tales como el Discordianismo y el anarcotaoismo se pueden encontrar a lo ancho de la
América marginal, y proveen una “cuarta vía” en crecimiento fuera de las iglesias mayoritarias, los
fanáticos televangélicos, y la insipidez y consumismo new age. También puede decirse que el
rechazo principal a la ortodoxia consiste en construir “morales privadas” en el sentido nietzscheano:
la espiritualidad de los “espíritus libres”.
El rechazo negativo del hogar es la “falta de hogar”, que la mayoría considera una forma de
victimización, al no desear ser forzada a la nomadología. Pero la “falta de hogar” puede ser en un
sentido una virtud, una aventura; o así se lo parece, al menos, al inmenso movimiento internacional
de okupas, nuestros vagabundos modernos.
El rechazo negativo de la familia es claramente el divorcio, o algún otro síntoma de “avería”. La
alternativa positiva brota de la conciencia de que la vida puede ser más dichosa sin la familia
nuclear, sobre la que florezcan cien flores; de la maternidad soltera al matrimonio en grupo o al
grupo de afinidad crética. El “Proyecto Europeo” libra una intensa acción de retaguardia en defensa
de la “familia”; la miseria edípica anida en el corazón del Control. Las alternativas existen; pero
deben permanecer veladas, especialmente desde la guerra contra el sexo de los ochenta y los
noventa.
¿Cuál es el rechazo del arte? El “gesto negativo” no lo habremos de encontrar en el tonto nihilismo
de una “huelga artística” o en el vandalismo contra algún cuadro famoso; lo encontramos en el
aburrimiento casi universal de ojos vidriosos que hace presa en la mayoría de la gente con la sola
mención de la palabra. ¿Pero en qué consistiría el “gesto positivo”? ¿Es posible imaginar una
estética que no esté comprometida? ¿;que se emancipe de la historia e incluso del mercado? ¿o al
menos tienda a hacerlo? ¿que quiera reemplazar la representación con la presencia? ¿Cómo se hace
sentir la presencia a sí misma incluso en (o a través) de la representación?
La “lingüística del caos” irradia una presencia que está continuamente desapareciendo de todos los
órdenes del lenguaje y de los sistemas de significado; una presencia fugaz, evanescente, “sutil”, (un
término de la alquimia sufí); el atractor extraño alrededor del que los átomos de significado se
acumulan, formando órdenes caóticamente nuevos y espontáneos. Aquí tenemos una estética de la
frontera entre el caos y el orden, el margen, el área de “catástrofe” donde la “avería” del sistema
puede significar la iluminación.
La desaparición del artista ES “la superación y realización del arte” en los términos situacionistas.
Pero ¿de dónde nos desvanecemos? ¿y se verá u oirá de nosotros jamás? Nos vamos a Croatan;¿cuál
es nuestro destino? Todo nuestro arte consiste en una nota de adiós a la historia ”Nos vamos a
Croatan” ¿pero dónde está, y qué es lo que haremos allí?
Primero: aquí no estamos hablando de desaparecer literalmente del mundo y de su futuro: ni escape
hacia atrás en tiempo a la “sociedad original del ocio” paleolítica; ni utopia eterna, ni escondite
entre las montañas, ni isla; ni tampoco utopia postrevolucionaria ;preferiblemente ni revolución en
absoluto! tampoco VONU(18), ni estaciones espaciales anarquistas; tampoco aceptamos una
“desaparición baudrillardiana” en el silencio de una hiperconformidad irónica. No tengo nada en
contra de Rimbaud ninguno que escape del arte en busca de cualquier Abisinia que pueda encontrar.
Pero no podemos construir una estética, siquiera una estética de la desaparición, sobre el simple
acto de no volver jamás. Diciendo que no somos una vanguardia y que no hay vanguardia, hemos
escrito nuestro “nos vamos a Croatan” la pregunta entonces es ¿cómo imaginar la “vida cotidiana”
en Croatan?, en particular si no podemos decir que Croatan existe en el tiempo (edad de piedra o
postrevolución) o el espacio, ya como utopia o como algún pueblo olvidado del medio oeste o
como Abisinia? ¿Dónde y cuándo se encuentra el mundo de la creatividad inmediata? Si puede
existir, entonces existe; pero quizás sólo como una especie de realidad alternativa que hasta ahora
no hemos aprendido a percibir. ¿Dónde buscar las semillas la mala hierba creciendo en las grietas
de la acera entre ese otro mundo y el nuestro? ¿las pistas, las indicaciones correctas para buscar?
¿;un dedo apuntando a la Luna?
Yo creo, o al menos me gustaría proponer, que la única solución a la “superación y realización” del
arte reside en la emergencia de la TAZ. Yo rechazaría categóricamente la critica de que la TAZ en
sí misma “no es más que” una obra de arte, bien que pueda tener algunos de sus entrampamientos.
Sugiero que la TAZ es el único “tiempo” y “lugar” posible para que ocurra arte por el puro placer
de la acción creativa, y como contribución efectiva a las fuerzas que dan coherencia a la TAZ para
manifestarse.
El arte se ha convertido en mercancía en el mundo del arte, pero por debajo de eso aún yace el
problema mismo de la representación, y el rechazo a toda mediación. En la TAZ el arte como
mercancía se hará simplemente imposible; será más bien una condición de vida. La mediación es
más difícil de superar, pero la extracción de todas las barreras entre artistas y “usuarios” del arte
llevará las trazas de una condición en la que (como A.K. Coomaraswamy (19) ha descrito) “el
artista no es un tipo determinado de persona, sino cada persona es un tipo determinado de artista”.
En suma: la desaparición no es necesariamente una “catástrofe”; excepto en el sentido matemático
de “un cambio topológico repentino”. Todos los gestos positivos esbozados aquí parecen implicar
varios grados de invisibilidad como alternativa a la confrontación revolucionaria tradicional. La
“Nueva Izquierda” nunca creyó realmente en su propia existencia hasta que se vio a sí misma en el
noticiario de la noche. La Nueva Autonomía, en contraste, bien se infiltrará en los medios y los
subvertirá desde dentro; o bien nunca será “vista” en absoluto. La TAZ no sólo existe más allá del
Control sino también más allá de definiciones, más allá de miradas y nombres y actos de esclavitud,
más allá de las entendederas del Estado, más allá de la capacidad de ver del Estado.
Ratoneras en la Babilonia de la información
LA TAZ como táctica consciente radical emergerá bajo ciertas condiciones:
1. Liberación psicológica. Esto es, debemos realizar (hacer reales) los momentos y espacios en los
que la libertad no es sólo posible sino electiva. Debemos saber de qué forma somos genuinamente
oprimidos, y también de qué forma estamos autoreprimidos o atrapados en una fantasía en la que
son las ideas las que nos oprimen. El trabajo, por ejemplo, es para la mayoría de nosotros una fuente
mucho más efectiva de miseria que la propia política legislativa. La alienación es para nosotros
mucho más peligrosa que cualquier caduca ideología moribunda y desdentada. La adicción mental a
los “ideales” que de hecho resultan ser meras proyecciones de nuestro resentimiento y nuestra
sensación de victimización nunca harán avanzar nuestro proyecto. La TAZ no es el heraldo de
ninguna falsa promesa de utopia social a la que debamos sacrificar nuestras vidas para que los hijos
de nuestros hijos puedan respirar un poco de aire libre. La TAZ debe ser el escenario de nuestra
presente autonomía, pero sólo puede existir bajo la condición de que ya nos consideremos en efecto
seres libres.
2. La contrared debe expandirse. En la actualidad refleja más abstracción que efectividad. Los
fanzines y BBSs intercambian información, lo que es parte del trabajo de fondo necesario de la
TAZ, pero muy poca información de esta índole se refiere a bienes y servicios concretos necesarios
para la vida autónoma. No vivimos en el ciberespacio; soñar que lo hacemos es caer en la
cibergnosis, la falsa transcendencia del cuerpo. La TAZ es un lugar físico y estamos en ella o no.
Todos los sentidos deben estar implicados. La trama es de alguna forma un nuevo sentido, pero
debe ser añadido a los otros los otros no deben ser sustraídos de él, como en alguna horrible
parodia del trance místico. Sin la trama, la realización completa del complejoTAZ sería imposible.
Pero la trama no es un fin en si misma. Es un arma.
3. El aparato de Control el “Estado” ha de continuar (o así debemos asumir) licuándose y
petrificándose a un tiempo, debe progresar en su curso presente en el que la rigidez histérica viene a
enmascarar más y más su vacuidad, un abismo de poder. Mientras el poder”desaparece”, nuestra
voluntad de poder debe ser la desaparición.
Ya hemos discutido la cuestión de si la TAZ puede ser vista “meramente” como obra de arte. Pero
también querrás saber si es que es algo más que una pobre ratonera en la Babilonia de la
información, o más bien un laberinto de túneles, más y más conectados, pero entregados sólo al
callejón sin salida del parasitismo pirata. Contestaré que preferiría ser una rata en el muro que una
rata en la jaula; pero también insistiré en que la TAZ trasciende estas categorías.
Un mundo en el que la TAZ echara efectivamente raíces puede parecerse al mundo imaginado por
“P.M.” en su novela de fantasía bolo’bolo. Quizás la TAZ es un “protocolo”. Pero en la medida en
que la TAZ existe ya, encarna mucho más que la mundanidad de la nolición. O que el pasotismo
contracultural. Hemos mencionado los aspectos festivos del momento descontrolado que se
conforma en una autocoordinación espontánea, si bien breve. Es “epifánico”; una experiencia punta
en la escala tanto social como individual.
La liberación se realiza en la lucha; ésta es la esencia de la autosuperación de Nietzsche. La tesis
presente puede igualmente tomar como señal el vagabundeo de Nietzsche. Es el precursor de la
deriva, en el sentido situ de dérive y en la definición de Lyotard de driftwork.
Podemos prever una geografía enteramente nueva, una especie de mapa de peregrinaciones en el
que los lugares sagrados se han reemplazado con experiencias punta y TAZs: una verdadera ciencia
de la psicotopografía, quizá para llamarla “geoautonomía” o “anarcomancia”.
La TAZ implica una forma de feracidad, un crecimiento que va de la domesticación a lo salvaje, un
“retorno” que es también un paso adelante. También exige un “yoga” del caos, un proyecto de “más
altos” órdenes (de conciencia o simplemente de vida) que es abordado “surfeando el frente de ola
del caos”, del dinamismo complejo. La TAZ es un arte de la vida en continuo alzamiento, salvaje
pero dulce; un seductor no un violador, un contrabandista más que un pirata sangriento, un bailarín
más que un escatólogo.
Admitamos que por una breve noche una república de deseos se vio gratificada. ¿No confesaremos
que la política de esa noche tiene más fuerza y realidad para nosotros que, digamos, el gobierno de
la nación en pleno? Algunas de las “fiestas” que hemos mencionado duraron dos o tres años.;Es
esto algo que merezca la pena imaginar, por lo que merezca la pena luchar? Estudiemos la
invisibilidad, el tramaje, el nomadismo psíquico; y ¿;quién sabe lo que hemos de conseguir?
Equinoccio de primavera, 1990
Notas
Traducción de Guadalupe Sordo. Originalmente publicada por Talasa Ediciones. La edición está
realizada bajo “anticopyright”. Puede copiarse y reproducirse. Al editor del original en inglés le
gustaría ser informado: Autonomedia. POBox 568. Brooklyn NY, 11211.
1 De su última carta, ya “;loco”;, a Cósima Wagner >>>regresar>>>
2 En el original TEMPORARY AUTONOMOUS ZONE, abreviado en TAZ. La traducción literal
sería Zona Temporalmente Autónoma, y su abreviatura en castellano ZTA. No obstante, y por ser
más eufónica la original, de empleo ya común, preferimos mantener la referencia abreviada como
TAZ. >>>regresar>>>
3 Traducimos aquí “;Net”; por “;red”;, mientras mantenemos la expresión Web intraducida. Podría
traducirse a tenor de lo que el propio autor explica, clarificando sobradamente los términos que
emplea “;telaraña”;, pero creemos que ello induciría a posible confusión, toda vez que el objeto
explícito a que se refiere el autor con la idea de Web ocurre justamente en el seno de la red
internet.>>>regresar>>>
4 El término aquí utilizado por el autor es “;counterNet”;, cuya traducción literal, a tenor de lo que
venimos indicando, sería “;contrared”;. El carácter subversivo que posee esta idea, sin embargo,
nos parece mejor reflejado en el término “;Antired”;, cuyo uso además empieza a generalizarse en
los círculos referidos por el autor.>>>regresar>>>
5. La conocida obra de Shakespeare. Próspero y Caliban son personajes de esta
obra.>>>regresar>>>
6. Expresión empleada por los teóricos del contrato social (Hobbes, Locke, Rousseau, etc.) para
describir un estado de cosas en el que no existe autoridad política establecida. Su papel ha servido
para justificar la existencia del Estado, para negar su necesidad. para comparar el estado feliz del
hombre civilizado con el estado miserable del hombre salvaje o para invertir el sentido de esta
comparación. Esencialmente supone una reflexión en tomo a la pregunta tradicional ¿si no tenemos
un soberano, estamos obligados a crear uno?>>>regresar>>>
7. Los Levellers constituían un movimiento de activistas radicales durante la Revolución inglesa.
Sus objetivos giraban en torno a las garantías de la reforma del sufragio, la tolerancia religiosa y la
compensación de una amplia serie de cargas sociales y económicas. También defendían la idea
radical protestante de que el individuo tiene un deber (para con Dios) y por tanto un derecho natural
de ser responsable de sí’ mismo: y la idea de que no sólo ea imprudente, sino perjudicial, dejar el
control político en manos de los líderes y subordinar así el propio destino al de éstos. Los
Niveladores representan la primera expresión sustancial en Inglaterra del “pueblo” como fuerza
política secular y por esta razón el movimiento ha despertado gran interés.>>>regresar>>>
8. Los Diggers eran Niveladores radicales, un grupo de comuneros agrarios conducido por William
Everard y Gerard Winstanley que predicaban en 1649 el tipo de comunismo que habían instaurado
en su comuna de St. George’s Hill, Surrey. Inspirados en las ideas radicales de la tradición cristiana,
equiparaban la propiedad privada al pecado original y pensaban que la difusión gradual de su
comunismo agrario anunciaba una suerte de milenio igualitario.>>>regresar>>>
9. Alexander Olivier Exquemelin, engagé de la Compañía Francesa de las Indias Occidentales, fue
vendido como esclavo en isla Tortuga en 1666. Aprendió durante su cautiverio el oficio de cirujano
y, en calidad de tal, abrazó la ley de la Costa y se unió a los piratas. A las órdenes de L’Olonnais,
Morgan y Bertrand d’Oregon participó activamente en el corso y en los asaltos a las plazas de tierra
firme. Estuvo presente en los dos saqueos de Maracaibo, en las dos tomas de la Isla de Santa
Cristina y en la toma e incendio de Panamá. Escribió Piratas de América.>>>regresar>>>
10. El partido patriótico durante el periodo revolucionario norteamericano.>>>regresar>>>
11. Término bajo el que se conocía la red clandestina establecida por el Movimiento Abolicionista
para facilitar la liberación y evasión de esclavos a través de los EE.UU.>>>regresar>>>
12. Episodio del periodo revolucionario norteamericano. Un grupo de conspiradores antiingleses,
disfrazados de indios, lanzaron las cajas de té (fuertemente tasado en la época) de los barcos a las
aguas del puerto de Boston.>>>regresar>>>
13. Nestor Makhno agricultor y general anarquista ucraniano Durante la Revolución Rusa organizó
un ejército insurgente que con extraordinarias tácticas de guerrilla defendió Ucrania tanto del
Ejército Rojo como del Ejército Blanco.>>>regresar>>>
14. Bey se refiere a la revolución anarquista que se centró en Barcelona desde julio de 1936 durante
la Guerra Civil española. Con una estación de radio requisada, ocho diarios, innumerables revistas y
publicaciones sobre todo tipo de temas sociales y continuas asambleas públicas, el movimiento
anarquista se adueñó completamente de la ciudad. Sólo en Barcelona había por entonces 350.000
anarquistas. El órgano ejecutivo era el Comité de las Milicias Antifascistas, que bajo las influencias
de la FAI y la CNT, puso a la industria de nuevo en marcha sólo diez días después del
levantamiento. Los servicios públicos se mantenían gracias a los sindicatos anarquistas, el
suministro eléctrico estaba asegurado, se colectivizaron los cines y las 60 líneas de tranvías
conducidas por sus 6 500 trabajadores anarquistas, estuvieron pronto funcionando a pleno
rendimiento. En el campo se ensayaron asombrosos experimentos sociales y económicos de
colectivización y autogestión (se abolió el dinero, por ejemplo) en comunas libertarias como las
descritas por Kropotkin en La conquista del pan.>>>regresar>>>
15. Después de su participación en el “Soviet”, huyó a México y se escondió tras diferentes
identidades falsas. Escribió las más grandes novelas de anarcoaventura del siglo XX, entre ellas El
tesoro de Sierra Madre.>>>regresar>>>
16. Action Coalition to Unleash Power (Coalición de Acción para Liberar el Poder, o “Actúa”) un
colectivo internacional de activistas contra el SIDA.>>>regresar>>>
17. Un colectivo abierto de saboteadores ecologistas norteamericanos. Conocidos por sus golpes
teatrales, sabotajes de instalaciones mineras y madereras, colocación de piezas metálicas en los
árboles para romper las sierras mecánicas, “desviación” de vallas publicitarias, echar arena en los
depósitos de combustible de las excavadoras, etc.>>>regresar>>>
18. Retiro voluntario, generalmente a la naturaleza, practicado por los anarcosurvivalistas en los
año setenta.>>>regresar>>>
19. Ananda Kentish Coomaraswamy (18771947) Pionero historiador del arte indio y primer
intérprete en Occidente de la cultura do la India. Estableció el marco de estudios para contextualizar
la historia del arte>>>regresar>>>
Magia, Arte, Anarquía. (Comunicados de la Asociación de la
Anarquía Ontológica)
COMUNICADO Nº; 1
(PRIMAVERA 1986)
I. Consignas y lemas para graffiti en el metro y demás propósitos
COSMOPOLITISMO SIN RAICES
TERRORISMO POETICO
(para garabatear o estampar sobre anuncios)
ESTOS SON TUS VERDADEROS DESEOS
MARXISMO STIRNERISMO
HUELGA EN FAVOR DE LA INDOLENCIA Y LA BELLEZA ESPIRITUAL
LOS NIÑOS TIENEN LOS PIES BONITOS
LAS CADENAS DE LA LEY SE HAN ROTO
PORNOGRAFIA TANTRICA
ARISTOCRATISMO RADICAL
GUERRILLAS URBANAS DE LIBERACION INFANTIL
FANATICOS CHIITAS IMAGINARIOS
BOLO’BOLO
SIONISMO GAY (SODOMA PARA LOS SODOMITAS)
UTOPIAS PIRATAS
CAOS NUNCA MURIO
Algunas de éstas son consignas “sinceras” de la AAO otras sólo tienen la intención de suscitar la
aprensión y el recelo público pero no estamos seguros de cuál es cuál. Gracias a Stalin, anónimo,
Bob Black, Pir Hassan (que a su mención sea la paz), F. Nietzche, Hank Purcell Jr., “P.M.”, y al
Hermano Jehad al Salah del Templo Moro de Dagon.
II. Algunas ideas poéticoterroristas que aún languidecen tristemente en el reino del “arte
conceptual”
1. Entra en el área de servicio informatizado de atención al cliente del Citybank o Banesto en una
hora punta, cágate en el suelo y vete.
2. Chicago primero de mayo del 86: organiza una procesión religiosa por los “Mártires” de
Haymarket; enormes pancartas con retratos sentimentales, adornadas con guirnaldas de flores
ondeando oropel y encajes, transportadas por penitentes en túnicas con capucha negra estilo
KKKofradiero; amanerados acólitos farisaicos de TV con incienso y agua bendita salpican a las
turbas; anarquistas con la cara tiznada de ceniza se azotan con pequeños flagelos y látigos; un
“Papa” en túnica negra bendice unos pequeños ataúdes simbólicos transportados con reverencia al
cementerio por punkis sollozantes. Tal espectáculo ha de ofender a casi todo el mundo.
3. Pega por lugares públicos una fotocopia volante, foto de un bello muchacho de doce años,
desnudo y masturbándose, claramente intitulada: LA CARA DE DIOS.
4. Envía anónimamente por correo exquisitas y elaboradas “bendiciones” mágicas a gente o grupos
de tu consideración, ya sea por su política o espiritualidad o por su belleza física, éxito en el crimen,
etc. Sigue el mismo procedimiento general esbozado abajo en la sección 5, pero utiliza la estética
apropiada de buena suerte, felicidad o amor.
5. Invoca una terrible maldición sobre una institución maligna, tal como El País o el Hilo Musical.
Una táctica adoptada de los brujos malayos: envía a la empresa un paquete que contenga una
botella, taponada y sellada con cera negra. Dentro: insectos muertos, escorpiones, lagartos o
similares; una bolsa que contenga tierra de tumba (”grisgris” en la terminología vudú americana)
además de otras substancias nocivas; un huevo acribillado de clavos de hierro y alfileres; un
pergamino con un emblema dibujado
(Este yantra o veve invoca al Djinn Negro, la sombra oscura del yo. Información detallada
disponible en la AAO) Una nota adjunta explica que el conjuro se manda contra la institución y no
contra los individuos; pero a menos que la propia institución deje de ser maligna, la maldición
(como un espejo) empezará a infectar la sede de mala suerte, de una miasma de negatividad.
Prepara una “nota de prensa” explicando la maldición y reivindicándola en nombre de la Sociedad
General de Autores. Envía copias de este texto a todos los empleados de la institución y a medios de
comunicación seleccionados. La noche antes de que estas misivas lleguen, pega fotocopias del
emblema del Djinn Negro por toda la sede de la institución, donde puedan ser vistos por los
empleados que lleguen a trabajar la mañana siguiente.
(Gracias a Abu Jehad una vez más, y a Sri Anamananda moro castellano de la torre meteorológica
de Belvedere y demás camaradas de la Zona Autónoma de Central Park y del Templo de Brooklyn
Número 1)
COMUNICADO Nº; 2
El Bolo Memorial Kallikak y
Ashram del Caos: una propuesta
CULTIVAR UNA OBSESION POR las caravanas aerodinámicas esos clásicos dirigibles en
miniatura sobre ruedas y también por los Pine Barrens de Nueva Jersey, inmensas tierras campas
perdidas de cañadas arenosas y pinos de brea, pantanos de arándanos y pueblos fantasma, población
de unos 14 por milla cuadrada, pistas de tierra invadidas por la fronda, cabañas de espinazo roto y
oxidados hogares móviles aislados con sus coches quemados en el porche tierra de los míticos
Kallikaks; las “familias de los pinos” estudiadas por los eugenesistas en los años veinte para
justificar la esterilización de los pobres rurales. Algunos Kallikaks se casaron bien, y tributaron
agradecimientos burgueses a los buenos genes; otros sin embargo nunca tuvieron un verdadero
empleo sino vivieron de los bosques incesto, sodomía, deficiencias mentales en abundancia fotos
retocadas para darles un aspecto adusto y alelado; descendientes de indios vagabundos, mercenarios
hesienses, contrabandistas de ron, desertores degenerados lovecraftianos ya que se piensa los
Kallikaks bien pueden haber producido caotes clandestinos, precursores radicales sexuales, profetas
del trabajo cero. Como otros paisajes monótonos (desierto, mar, pantano), los Barrens parecen
infundidos de potencial erótico; no vril u orgón tanto como un lánguido desorden, casi una putería
de la naturaleza, como si la tierra y el agua mismas estuvieran compuestas de carne sexual, de
membranas, de esponjoso tejido eréctil. Aquí es donde queremos ocupar, quizás en un refugio
abandonado de caza/pesca con una vieja estufa de leña y letrina; o en las ruinosas cabañas de
vacaciones de alguna carretera comarcal en desuso; o bien en un claro donde aparquemos dos o tres
aerodinámicas escondidas entre los pinos cerca de una cañada o poza para bañarse. ¿Qué tal se lo
hicieron los Kallikaks? Vamos a enterarnos en alguna parte unos muchachos sueñan que los
extraterrestres vendrán a rescatarlos de sus familias, quizás vaporizando a sus padres con un rayo
alienígena de paso. Qué cosas. Trama de secuestros de los Piratas Espaciales desarticulada.
“Alienígena” desenmascarado como fanático chiíta poeta maricón. OVNI avistado sobre los Pine
Barrens. “Los muchachos perdidos dejarán la tierra”, declara el así llamado Profeta del Caos Hakim
Bey
muchachos fugitivos, confusión y desorden, éxtasis e indolencia, chapuzones en cueros la infancia
como insurrección permanente colecciones de ranas, caracoles, hojas meando a la luna 11, 12, 13
años; lo suficientemente mayores para arrebatar el control de la propia historia a los padres, la
escuela, el INEM, la TV. Vente a vivir con nosotros a los Barrens; cultivaremos una variedad local
de cáñamo sin semilla para financiar nuestros lujos y contemplaciones de la alquimia del verano, y
aparte no producir nada sino artefactos de terrorismo poético y mementos de nuestros placeres
ir a dar vueltas sin destino en la vieja camioneta, pescando y recolectando, tumbándonos por ahí en
la sombra a comer uvas y a leer tebeos; ésta es nuestra economía. El modo de las cosas cuando se
desencadenan de la Ley, cada molécula una orquídea, cada átomo una perla para la conciencia
atenta éste es nuestro culto. La aerodinámica tapizada de alfombras persas, el césped pletórico de
mala hierba satisfecha la casa del árbol se convierte en una nave espacial de madera en la desnudez
de julio y la medianoche, medio abierta a las estrellas, cálida con sudor epicúreo, agitada y después
encalmada por la respiración de los pinos.
(Querido Bolo Log: tú pediste una utopía práctica y factible; aquí la tienes, no una mera fantasía
post holocausto, ni castillos en la Luna o en Júpiter; un esquema que podríamos poner en marcha
mañana mismo; exceptuando que cada uno de sus aspectos rompe alguna ley, revela algún tabú
absoluto en la sociedad americana, amenaza el tejido mismo de etc., etc. Mala suerte. Estos son
nuestros verdaderos deseos, y para colmarlos hemos de contemplar no sólo una vida de puro arte
sino también de puro crimen, pura insurrección. Amen.)
(Gracias al Grim Reaper y a otros miembros del Templo Si Fan de Providence para YALU, GANO,
SILA e ideas)
COMUNICADO Nº; 3
Número de Haymarket
“SOLO NECESITO MENCIONAR de pasada que hay un curioso retorno de la tradición del pez
gato en la serie popular de películas de Godzilla que aparecieron después de que el caos nuclear se
desatara sobre Japón. De hecho, los detalles simbólicos en la evolución de la tradición fílmica se
corresponden de manera sorprendente con los temas mitológicos y folklóricos japoneses y chinos
del combate con una ambivalente criatura del caos (algunas de las películas, como Mothra,
recuerdan directamente los antiguos motivos del huevo/calabaza/capullo cósmico) que suele
terminar domesticado, después de la ruptura del orden de la civilización, gracias a la intervención
especial e indirecta de los niños”.
Girardot, Myth & Meaning in Early Taoism: The Theme of Chaos (hunt’un)
En algún viejo Templo de la Ciencia Mora (en Chicago o Baltimore) un amigo afirmaba haber visto
un altar secreto sobre el que descansaban un par de revólveres a juego (en un maletín forrado de
terciopelo) y un fez negro. Supuestamente la iniciación al círculo interior exigía al moro neófito
asesinar al menos a un policía. /// ¿Qué pasa con Louis Lingg? ¿Fue un precursor del anarquismo
ontológico? “Os desprecio” uno no puede sino admirar tales sentimientos. Pero el hombre se
dinamitó a los 22 años para escapar de la horca… éste no es exactamente nuestro camino elegido. A
la IDEA de la POLICIA le crecen como a una hidra 100 cabezas por cada una cortada; y todas ellas
son policías en directo. Con cortar cabezas no ganamos nada, tan sólo incrementar el poder de la
bestia hasta tragarnos. /// Primero mata la IDEA vuela el monumento en nuestro interior y luego
quizás… el equilibrio de poder cambie. Cuando el último policía de nuestro cerebro sea abatido por
el último deseo irrealizado, quizás incluso el paisaje a nuestro alrededor empiece a cambiar…/// El
terrorismo poético propone este sabotaje de arquetipos como la única táctica insurgente factible en
el presente. Pero como extremistas chiítas deseosos de derrocar (por cualquier medio) a toda
policía, ayatollahs, banqueros, ejecutores, sacerdotes, etc., nos reservamos la opción de venerar
incluso los “fracasos” del exceso radical. /// Unos cuantos días desencadenados del Imperio de las
Mentiras bien pueden merecer un sacrificio considerable; un momento de realización exaltada
puede pesar más que toda una vida de aburrimiento y trabajo microcefálico. /// Pero hemos de hacer
nuestro este momento y nuestra propiedad sobre él esta seriamente comprometida si hemos de
cometer un suicidio para preservar su integridad. Así mezclamos nuestra veneración con la ironía;
no es el martirio mismo lo que proponemos, sino el valor del dinamitero, la autoposesión de un
monstruo del caos, la consumación de placeres criminales e ilegales.
COMUNICADO Nº; 4
El Fin del Mundo
LA AAO SE DECLARA oficialmente aburrida del Fin del Mundo. Su versión canónica viene
siendo utilizada desde 1945 para mantenernos encogidos de miedo a la Mutua de la Destrucción
Asegurada y en gimoteante servidumbre a nuestros políticos superhéroe (los únicos capaces de
manejar la mortífera kriptonita verde)…
Qué significa haber inventado una forma de destruir toda la vida en la tierra? Poca cosa. Hemos
soñado esto como un escape de la contemplación de nuestras propias muertes individuales. Hemos
creado un emblema para que sirva de reflejo especular a una inmortalidad descartada. Como
dictadores dementes nos embriagamos con el pensamiento de llevárnoslo todo con nosotros al
Abismo.
La versión extraoficial del Apocalipsis implica una lasciva añoranza del fin, y de un edén post
holocausto donde los Survivalistas (o los 144,000 Elegidos del Apocalipsis) puedan permitirse
orgías de Histeria Dualista, interminables confrontaciones finales con un mal seductor…
Hemos visto el fantasma de René Guenon, cadavérico y tocado con un fez (como Boris Karloff en
el papel de Ardis Bey en La momia) conduciendo una funérea banda no wave de ruido industrial
con estentóreos cantos zumbones de mosca para los muertos de la Cultura y el Cosmos: el
fetichismo elitista de patéticos nihilistas, la autorepulsión gnóstica de los intelectualoides “post
sexuales”.
¿;Acaso no son estas terribles baladas simples reflejos de todas las mentiras y tópicos sobre el
Progreso y el Futuro, retransmitidas desde cada altavoz, zapeadas como ondas cerebrales paranoicas
desde cada libro de texto y TV del mundo del consenso? La tanatosis de los Milenaristas a la Ultima
supura como podre desde la falsa salud de los Paraísos de Consumidores y Trabajadores.
Cualquiera que sea capaz de leer historia con los dos hemisferios del cerebro sabe que un mundo se
acaba a cada instante las olas del tiempo sólo dejan al retirarse secos recuerdos de un pasado
cerrado y petrificado memoria imperfecta, ya moribunda y otoñal. Y cada instante ve nacer
también un mundo a pesar de las confutaciones de filósofos y científicos cuyos cuerpos se han
vuelto insensibles un presente en el que todas las imposibilidades se han renovado, donde la culpa
y la premonición se desvanecen en presencia de un hologramático gesto psicomántrico.
El pasado “normativo” o la futura muerte calórica del universo significan tan poco para nosotros
como el PIB del año pasado o la disolución del Estado. Todos los ideales pasados, todos los futuros
que aún no han pasado, simplemente obstruyen nuestra conciencia de presencia vívida total.
Ciertas sectas creen que el mundo (o “un” mundo) ya ha llegado a su fin. Para los Testigos de
Jehová ocurrió en 1914 (sí amigos, ahora estamos viviendo en el Libro del Apocalipsis). Para
ciertos ocultistas orientales, ocurrió durante la Gran Conjunción de los Planetas en 1962. Joaquín de
Fiore proclamó la Tercera Era, la del Espíritu Santo, que reemplazaba a las del Padre y el Hijo.
Hassan II de Alamut proclamó la Gran Resurrección, la inmanentización del escatón, el paraíso en
la tierra. El tiempo profano se acabó en algún momento de la alta edad media. Desde entonces
hemos estado viviendo en tiempo angélico; sólo que la mayoría de nosotros no lo sabe.
O adoptar una posición monista aún más radical: el tiempo nunca empezó en absoluto. Caos nunca
murió. El Imperio jamás se fundó. Ni ahora ni nunca hemos sido esclavos del pasado o rehenes del
futuro.
Sugerimos que el Fin del Mundo sea declarado un fait accompli; la fecha exacta no importa. Los
Ranters en 1650 sabían que el Milenio sobreviene ya en cada alma que despierta a sí misma, a su
propia centralidad y divinidad. “Alégrate, criatura compañera”, era su saludo.;Todo es nuestro!”
No quiero parte en ningún otro Fin del Mundo. Un muchacho me sonríe en la calle. Un cuervo
negro se sienta en un árbol de magnolia rosa, graznando mientras el orgón se acumula y descarga en
un microsegundo sobre la ciudad… empieza el verano. Puedo ser tu amante… pero escupo en tu
Milenio.
COMUNICADO Nº ; 5
“El sadomasoquismo intelectual es el fascismo de los ochenta; La vanguardia come mierda y le
gusta”
;CAMARADAS!
Cierta confusión sobre el “Caos” ha plagado recientemente la AAO desde ciertos cuarteles
revanchistas, forzándonos (a nosotros que despreciamos la polémica) a conceder una sesión plenaria
dedicada a la denuncia excatedra, portentosa como el infierno; nuestras caras arden rojas de
retórica, los salivajos vuelan de nuestros labios, las venas del cuello se hinchan con fervor de
púlpito. Finalmente hemos de condescender a agitar pancartas con furibundas consignas (y
tipografía de los años 30) para declarar lo que la anarquía ontológica no es.
Recuerda, sólo en la física clásica tiene el caos algo que ver con la entropía, con la muerte térmica o
la degradación. En nuestra física (teoría del caos), el caos se identifica con el tao, más allá del yin
como entropía y del yang como energía, es más un principio de creación continua que nihil alguno,
vacío en el sentido de potentia, no de desgaste. (El caos como la “suma de todos los órdenes”).
De esta alquimia destilamos una teoría estética. El arte caótico puede hacer de monstruo, puede
incluso hacer de grand guignol, pero no puede jamás permitir enfangarse en pútrida negatividad, en
tanatosis, en schadenfreude (complacencia en la desgracia de otros), canturrear sobre memorabilia
nazi y asesinatos en serie.
La anarquía ontológica no colecciona películas snuff y se aburre hasta las lágrimas con las
dominatrices que espetan filosofía francesa. (”No hay esperanza y lo sabía antes que tú, capullo.
;Chinchaaa!”) .
A Wilhelm Reich lo volvieron medio loco y asesinaron los agentes de la Plaga Emocional; quizás la
mitad de su trabajo derivara de la pura paranoia (conspiraciones OVNI, homofobia, incluso su
teoría del orgasmo), PERO en un punto estamos de acuerdo de todo corazón; SexPol: la represión
sexual genera una obsesión por la muerte, lo que lleva a las malas políticas. Una gran parte del arte
de vanguardia esta saturada de Rayos de Orgón Mortales (ROM). La anarquía ontológica apunta a
la construcción de rompenubes estéticos (cañones de RO) para dispersar las miasmas del
sadomasoquismo cerebral que ahora pasa por moderno, enrollado, nuevo y a la moda. Los artistas
de “performance” que se automutilan nos resultan banales y estúpidos su arte hace a todo el mundo
más infeliz. ¿Qué clase de mojón connivente de tres al cuarto… qué clase de arte de cerebro de
cucaracha se arrastra medio cocido por este filete del apocalipsis?
Por supuesto la vanguardia parece “inteligente”; así parecían Marinetti y los futuristas, así parecían
Pound y Celine. Comparada con esa inteligencia preferiríamos la verdadera estupidez, una bucólica
new age de embelesada inanidad mejor idiotas que obsesionados con la muerte. Pero por suerte no
tenemos que escarbarnos los sesos para obtener nuestra propia forma obsesiva de satori. Todas las
facultades, todos los sentidos nos pertenecen como algo nuestro; ambos corazón y cabeza, intelecto
y espíritu, cuerpo y alma. Nuestro arte no es el de la mutilación sino el del exceso, el de la
superabundancia, el del asombro.
Los administradores de la desdicha sin sentido son los Escuadrones de la Muerte de las estéticas
contemporáneas y nosotros somos los “desaparecidos”. Su salón de baile de pega de oculta
cacharrería del III Reich y los asesinatos de niños atraen a los manipuladores del Espectáculo la
muerte queda mejor en TV que la vida y nosotros los caóticos, que predicamos la alegría
insurgente, somos marginados hacia el silencio.
Ni que decir tiene que rechazamos toda censura de la Iglesia y del Estado; pero “después de la
revolución” estaríamos dispuestos a tomar la responsabilidad personal e individual de quemar toda
la mierda de arte snuff de los Escuadrones de la Muerte y plantarla en mitad del arroyo. (La crítica
deviene acción directa en un contexto anarquista). En mi espacio no caben ni Jesucristo y sus
señores de las moscas, ni Charles Manson y sus admiradores literarios. No quiero policía mundana,
ni quiero asesinos de hacha cósmicos tampoco; ni matanzas de motosierra de TV, ni sensibles
novelas postesctructuralistas sobre necrofilia.
Por el momento, la AAO apenas puede esperar sabotear los sofocantes mecanismos del Estado y sus
circuitos fantasmales; pero podríamos quizás encontrarnos en la posición de hacer algo en cuanto a
las manifestaciones menores de la plaga de ROM como los Devoradores de Cadáveres del Lower
East Side y demás porquería artística. Apoyamos a los artistas que usan material terrorífico por
alguna “causa más elevada” que usan material amoroso/sexual de cualquier tipo, ya chocante o
ilegal que usan su asco y su enfado y sus verdaderos deseos de volcarse hacia la autorrealización y
la belleza y la aventura. “Nihilismo Social”, sí; pero no el nihilismo muerto de la autorepulsión
gnóstica. Incluso si es violento y abrasivo, cualquiera con un vestigio de tercer ojo puede ver las
diferencias entre el revolucionario arte de la vida y el reaccionario arte de la muerte. Los ROM
apestan, y la nariz caótica puede detectarlos tal como discierne el perfume del gozo
espiritual/sexual, ya esté enterrado o enmascarado por otras esencias más oscuras. Incluso la
extrema derecha, con todo su horror a la carne y a los sentidos, encuentra en ocasiones un momento
de percepción y de dilatación de los sentidos; pero los Escuadrones de la Muerte, con su cansina
reverencia a las abstracciones revolucionarias a la moda, nos ofrecen tanta auténtica energía
liberadora como puedan hacerlo el FBI, el Opus o el Ministerio de Sanidad.
Vivimos en una sociedad que hace publicidad de sus mercancías más costosas con imágenes de
muerte y mutilación, apuntándolas directamente al cerebro trasero reptiliano de millones de
personas a través de carcinogénicos mecanismos generadores de ondas alfa distorsionadoras de la
realidad mientras ciertas imágenes de vida (como nuestra favorita, un niño masturbándose) son
prohibidas y castigadas con increíble ferocidad. No hacen falta arrestos en absoluto para ser un
sádico del arte, ya que la muerte salaz reside en el núcleo estético de nuestro Paradigma del
Consenso. “Izquierdistas” a los que les gusta disfrazarse y jugar a policías y víctimas y pensar e
intelectualizar sobre arte de casquería y de desesperanza petulante y sobre funéreas moderneces y
sobre la desgracia de los otros; esos “artistas” no son otra cosa que policías sin poder (una
definición apta para muchos “revolucionarios” también).
Tenemos una bomba negra para estos fascistas estéticos, que explota con petardos y esperma, con
ronca mala hierba y piratería, con inverosímiles herejías chiítas y fuentes burbujeantes de paraíso,
con ritmos complejos, pulsaciones de vida, todo lo sin forma y lo exquisito.
;Despiértate! ;Respira! ;Siente el aliento del mundo contra tu piel!;Carpe diem! ;Respira!;Respira!
(Gracias a los Four Arguments for the Abolition of Television de J. Mander; a Adam Exit; y al
Moorish Cosmopolitan de Williamsburgh).
COMUNICADO Nº; 6
I. Apocalipsis de salón: “Teatro Secreto”
MIENTRAS NINGUN STALIN nos respire en el cuello, ¿;por qué no hacer un arte al servicio de…
una sublevación?
Da igual si es “imposible”. ¿;Qué otra cosa podemos esperar obtener sino lo “imposible”?
;Deberíamos quizás esperar a que algún otro nos revele nuestros verdaderos deseos?
Si el arte ha muerto, o si la audiencia se ha disuelto, entonces nos encontramos libres de dos pesos
muertos. Potencialmente, cada uno es ya algún tipo de artista; y potencialmente cada audiencia ha
recuperado su inocencia, su habilidad para convertirse en el arte que experimenta.
Admitiendo que podamos escapar de los museos que llevamos dentro, admitiendo que podamos
dejar de vendernos a nosotros mismos entradas para las galerías de nuestro propio cráneo, quizás
podamos empezar a contemplar un arte que recree los objetivos del brujo: cambiar la estructura de
la realidad con la manipulación de símbolos vivos (en este caso, las imágenes que nos han sido
“dadas” por los organizadores de este salón asesinato, guerra, hambre y codicia).
Podemos así contemplar acciones estéticas que posean algo de la resonancia del terrorismo (o de la
“crueldad”, en palabras de Artaud) que apunten a la destrucción de abstracciones más que de gente,
a la liberación más que al poder, al placer más que al enriquecimiento, a la alegría más que al
miedo. “Terrorismo poético”.
Nuestras imágenes escogidas tienen el potencial de la oscuridad pero todas las imágenes son
máscaras, y tras estas máscaras se esconden energías que podemos transformar hacia la luz y el
placer.
Por ejemplo, el hombre que inventó el aikido fue un samurai que se convirtió en pacifista y se negó
a luchar por el imperialismo japonés. Se volvió un eremita, vivió en una montaña sentado bajo un
árbol.
Un buen día un antiguo compañero de armas vino a visitarlo y lo acusó de traición, cobardía, etc. El
eremita no dijo nada, sino que permaneció sentado; y el oficial crecido de enojo, sacó su espada y
golpeó. Espontáneamente el maestro desarmado desarmó al oficial y le devolvió su espada. Una y
otra vez el oficial intentó matarlo, usando cada sutil kata de su repertorio; pero de su mente vacía el
eremita cada vez inventaba una nueva forma de desarmarlo.
El oficial se convirtió por supuesto en su primer discípulo. Más tarde aprendieron a esquivar balas.
Podríamos contemplar una forma de metadrama concebido para capturar un sabor de este episodio,
que dio lugar a un arte enteramente nuevo, a una forma de lucha absolutamente no violenta guerra
sin asesinato, la “espada de la vida” más que de la muerte.
Una conspiración de artistas, anónimos como cualquier dinamitero, pero entregados a un acto de
generosidad gratuita más que a la violencia al milenio más que al apocalipsis dirigidos sin más a
un momento presente de choque estético en servicio de la realización y la liberación.
El arte cuenta seductoras mentiras que se hacen realidad.
¿Es posible crear un TEATRO SECRETO en el que artista y audiencia hayan desaparecido
completamente; sólo para reaparecer en otro plano, donde vida y arte se han convertido en una
misma cosa, la pura entrega de regalos?
(Nota: El “Apocalipsis de salón” fue organizado por Sharon Gannon en julio de 1986).
II . Asesinatoguerrahambrecodicia
LOS MANIQUEOS Y LOS CATAROS creían que el cuerpo puede espiritualizarse; mejor dicho,
que el cuerpo meramente contamina el espíritu puro y ha de ser completamente rechazado. Los
perfecti gnósticos (dualistas radicales) se dejaban morir de hambre para escapar del cuerpo y volver
al pleroma de la luz pura.
Así es que: para evadirse de los males de la carne asesinato, guerra, hambre, codicia sólo queda
paradójicamente un camino: el asesinato del propio cuerpo, la guerra a la carne, el hambre hasta la
muerte, la codicia de la salvación.
Los monistas radicales sin embargo (Ismailitas, Ranters, Antinomianos) consideran que cuerpo y
espíritu son uno, que el mismo espíritu que impregna una piedra negra también infunde a la carne
de su luz; que todo vive y que todo es vida. “Las cosas son lo que son espontáneamente… todo es
natural… todo está en movimiento como si hubiera un Señor Verdadero para moverlo; mas si
buscamos las pruebas de este señor no las encontramos”. (Kuo Hsiang)
Paradójicamente, el sendero monista tampoco puede seguirse sin algún tipo de “asesinato, guerra,
hambre, codicia”: la transformación de la muerte en vida (comida, neguentropía) la guerra contra el
Imperio de las Mentiras “el ayuno del alma”, o la renuncia a la mentira, a todo lo que no es vida y
la codicia por la vida misma, el poder absoluto del deseo.
Aún más: sin el conocimiento de la oscuridad (”el conocimiento carnal”) no puede existir
conocimiento alguno de la luz (”gnosis”). Los dos conocimientos no son meramente
complementarios: digamos que son más bien idénticos, como una misma nota tocada en diferentes
octavas. Heráclito afirma que la realidad persiste en un estado de “guerra”. Sólo notas enfrentadas
pueden crear la armonía. (”El caos es la suma de todos los ordenes”).
Dale a cada uno de estos cuatro términos una máscara lingüística diferente (llamar a las Furias “las
Amables” no es un mero eufemismo sino una forma de descubrir aún más significado).
Enmascarados, ritualizados, realizados como arte, los términos tomados en su oscura belleza, en su
“Luz Negra”.
En vez de asesinato di caza, la pura economía paleolítica de todas las sociedades tribales arcaicas no
autoritarias; “venación”, la matanza y comida de la carne y la forma de Venus, del deseo. En vez de
guerra di insurrección, no la revolución de clases y poderes sino la del eterno rebelde, la del oscuro
que descubre la luz. En vez de codicia di anhelo, deseo inconquistable, amor loco. Y después en vez
de hambre, que es una forma de mutilación, habla de totalidad, de plenitud, de superabundancia, de
la generosidad del yo que se expande en espirales hacia el Otro.
Sin este baile de máscaras, nada ha de ser creado. La más antigua mitología hace de Eros el
primogénito de Caos. Eros, el domador salvaje, es la puerta por la que el artista vuelve a Caos, el
Uno, y después vuelve otra vez, portando uno de los patrones de la belleza. El artista, el cazador, el
guerrero: aquel que es a un tiempo apasionado y equilibrado, igualmente codicioso y altruista hasta
el último extremo. Hemos de salvarnos de todas las salvaciones que nos salvan de nosotros mismos,
de nuestro animal que también es nuestro anima, nuestra misma fuerza vital, tanto como nuestro
animus, nuestro animoso autorefuerzo, que puede manifestarse incluso a través de la ira y el odio.
BABILONIA nos ha contado que nuestra carne es basura con este ardid y con la promesa de
salvación nos ha esclavizado. Pero, si la carne está ya “salvada”, si ya es luz si incluso la
conciencia misma es un tipo de carne, un éter vivo palpable y simultáneo entonces no necesitamos
poder alguno que interceda por nosotros. La intemperie, como dice Omar, es paraíso incluso ahora.
La verdadera propiedad del asesinato reside en el Imperio, porque sólo la libertad es vida plena. La
guerra es babilónica también ninguna persona libre morirá por el engrandecimiento de otra. El
hambre viene a existir sólo con la civilización de los salvadores, de los reyessacerdotes; ¿No fue
José el que enseñó al Faraón a especular en futuros de grano? Codicia por la tierra, por la riqueza
simbólica, por el poder para deformar el cuerpo y el alma de otros para su propia salvación la
codicia también se despierta no de la “naturaleza naturalizante”, sino del embalse y la canalización
de todas las energías para Mayor Gloria del Imperio.
Contra todo esto, el artista posee el baile de máscaras, la radicalización total del lenguaje, la
invención de un “terrorismo poético” que golpeará no a seres vivos sino a las ideas malignas, a los
pesos muertos sobre la tapa del ataúd de nuestros deseos. La arquitectura de la asfixia y la parálisis
serán sólo voladas con nuestra celebración total de todo; incluso de la oscuridad.
Solsticio de verano, 1986
COMUNICADO Nº; 7
Paleolitismo psíquico y alta tecnología: una toma de posición NO VAYAS A CREERTE QUE, sólo
porque la AAO hable continuamente de “paleolitismo”, nuestra intención sea bombardearnos a
todos de vuelta a la edad de piedra.
No tenemos interés alguno en “volver a la tierra” si el trato incluye la aburrida vida de un labriego
pisamierdas; ni queremos tampoco “tribalismo” si viene acompañado de tabúes, fetiches y
desnutrición. No tenemos nada contra el concepto de cultura, incluyendo a la tecnología; para
nosotros el problema empieza con la civilización.
Lo que nos gusta de la vida paleolítica ha sido resumido por la Escuela de Antropología de los
Pueblos sin Autoridad: la elegante pereza de la sociedad cazadora/recolectora, la jornada de trabajo
de dos horas, la obsesión por el arte, la poesía, el baile y la galantería, la “democratización del
chamanismo”, el cultivo de la percepción; resumiendo, la cultura.
Lo que no nos gusta de la civilización puede deducirse de la siguiente progresión: la “revolución
agrícola”; la emergencia de las castas; la ciudad y su culto por el control hierático (”Babilonia”); la
esclavitud; el dogma; el imperialismo (”Roma”). La supresión de la sexualidad en el “trabajo” bajo
la aegis de la “autoridad”. “El Imperio nunca acabó”.
Un paleolitismo psíquico basado en la alta tecnología; post agrícola, post industrial, de “trabajo
cero”, nómada (o “cosmopolita sin raíces”) una Sociedad del Paradigma Cuántico esto constituye
la visión ideal del futuro de acuerdo a la teoría del caos y a la “futurología” (tal como Robert Anton
Wilson y T. Leary conciben el término).
Y en lo que respecta al presente: rechazamos cualquier colaboración con la Civilización de la
Anorexia y la Bulimia, con esa gente tan avergonzada de no sufrir nunca que se han de inventar
cilicios para sí y para otros; o con aquellos que se atiborran sin compasión y luego echan la papilla
de su culpa reprimida en grandes rounds masoquistas de dietas y carreras. Todos nuestros placeres y
autodisciplinas nos pertenecen por naturaleza; nunca nos negamos a nosotros mismos, nunca
abandonamos nada aunque algunas cosas sí nos han abandonado y dejado, porque somos
demasiado grandes para ellas. Yo soy a un tiempo troglodita y mutante galáctico, delincuente y
príncipe libre. Una vez un jefe indio fue invitado a un banquete en la Casa Blanca. Mientras la
comida se servía, el Jefe cargó el plato hasta los topes, no una sino tres veces. Al fin el rostro pálido
sentado a su lado va y dice, “Jefe, jeje, ¿no cree que se está pasando un poco?” “Ugh”, replica el
Jefe, “¡pasarse un poco lo justo para Jefe!”
Sin embargo, ciertas doctrinas de la “futurología” siguen siendo problemáticas. Por ejemplo,
incluso aceptando el potencial liberador de nuevas tecnologías tales como la TV, los ordenadores, la
robótica, la exploración espacial, etc. aún vemos un margen entre potencialidad y efectividad. La
banalización de la TV, la yuppificación de la informática y la militarización del espacio sugieren
que estas tecnologías no proveen en sí mismas garantías “determinadas” de su uso liberatorio.
Incluso rechazando el holocausto nuclear como otra diversión espectacular más orquestada para
distraer nuestra atención de los verdaderos problemas, tenemos todavía que admitir que la “Mutua
de la Destrucción Asegurada” y la “Pura Guerra” tienden a enfriar nuestro entusiasmo por ciertos
aspectos de la Aventura de la Alta Tecnología.
La Anarquía Ontológica retiene su afecto por el ludismo como táctica: si una tecnología dada, no
importa cuan admirable en potencia, es utilizada para oprimirme aquí y ahora, entonces tengo bien
que esgrimir el arma del sabotaje o bien ocupar los medios de producción (o quizás más importante,
los medios de comunicación). No hay humanidad sin techne pero no hay techne que valga más que
mi humanidad.
Desdeñamos el anarquismo de patada refleja antitecno para nosotros, al menos (existen algunos
que disfrutan del campesinado, o así parece) al igual que rechazamos cualquier fijación con la
tecnología. A nuestros ojos todas las formas del determinismo parecen igualmente fútiles; no somos
esclavos ni de los genes ni de las máquinas. Lo “natural” es lo que nosotros imaginamos y creamos.
“La Naturaleza no tiene Leyes, sólo costumbres”.
Para nosotros la vida no pertenece al Pasado esa tierra de famosos fantasmas que atesoran los
deslustrados productos de la tumba ni al Futuro, cuyos ciudadanos mutantes de cerebro de
bombilla guardan tan celosamente los secretos de la inmortalidad, los vuelos más veloces que la luz,
los genes de diseño y la disolución del Estado.
Aut nunc aut nihil. Cada momento contiene una eternidad para ser penetrada y aún nos perdemos
en visiones a través de los ojos de un muerto, o en la nostalgia de perfecciones por venir.
Las conquistas de mis ancestros y descendientes no son para mí más que un cuento entretenido o
instructivo; nunca los consideraré mis rivales, ni siquiera para excusar mi propia pequeñez. Yo me
imprimo mi licencia para robarles lo que me haga falta paleolitismo psíquico o alta tecnología o,
ya puestos, los espléndidos detritus de la civilización misma, los secretos de los Maestros Ocultos,
los placeres de la nobleza frívola y la vie boheme.
La decadence, por mucho que diga Nietzche, juega un papel tan profundo en la Anarquía
Ontológica como la salud misma tomamos lo que queremos de cada cual. Los estetas decadentes
no libran guerras estúpidas ni sumergen la conciencia en el odio y el resentimiento microcefálicos.
Buscan la aventura en la innovación artística y la sexualidad no ordinaria y no en la desgracia de los
otros. La AAO admira y emula su pereza, su desdén por la estupidez de la normalidad, su
expropiación de las sensibilidades aristocráticas. Para nosotros estas cualidades armonizan
paradójicamente con aquellas de la edad de piedra y su salud desbordante, su ignorancia de las
jerarquías, su cultivo de la virtu más que de la Ley. ¡Exigimos decadencia sin enfermedad, y salud
sin aburrimiento!
Por tanto la AAO da su apoyo incualificado a todos los pueblos indígenas y tribales en su lucha por
la completa autonomía; y al mismo tiempo, a las más salvajes y extravagantes especulaciones y
exigencias de los futurologistas. El paleolitismo del futuro (que para nosotros, como mutantes, ya
existe) se conseguirá a gran escala sólo a través de una masiva tecnología de la imaginación, y de
un paradigma científico que alcance, más allá de la mecánica cuántica, el reino de la teoría del caos
y las alucinaciones de la ficción especulativa.
Como cosmopolitas sin raíces cursamos solicitud a todas las bellezas del pasado, del oriente, de las
sociedades tribales; todo esto puede y debe ser nuestro, incluso los tesoros del Imperio: nuestros
para compartir. Y al mismo tiempo exigimos una tecnología que trascienda la agricultura, la
industria, incluso la simultaneidad de la electricidad, un hardware que interseccione con el wetware
de la conciencia, que abrace el poder de los quarks, de las partículas que viajan marcha atrás en el
tiempo, de los quásares y los universos paralelos.
Los ideólogos en disputa del anarquismo y lo libertario recetan cada uno la utopía adecuada a la
propia marca de su túnel de visión, que va de la comuna campesina a la Ciudad Espacial L5. Y
nosotros decimos, que florezcan cien flores; sin jardineros que corten las malas hierbas de acuerdo a
algún esquema moralizante o eugenesista. El único conflicto verdadero es aquel entre la autoridad
del tirano y la autoridad del yo realizado; todo lo demás son ilusiones, proyecciones psicológicas,
palabrería malgastada.
En un sentido los hijos de Gaia nunca han abandonado el paleolítico; en otro sentido, todas las
perfecciones del futuro son ya nuestras. Sólo la insurgencia “resolverá” esta paradoja; sólo el
levantamiento contra la falsa conciencia en nosotros y en los otros ha de barrer la tecnología de la
opresión y la pobreza del Espectáculo. En esta batalla una máscara pintada o un sonajero de chaman
pueden resultar tan vitales como la captura de un satélite de comunicaciones o de una red telemática
secreta.
Nuestro único criterio para juzgar un arma o una herramienta es su belleza. Los medios ya son los
fines en cierto sentido; la insurgencia ya es nuestra aventura; Devenir ES Ser. El pasado y el futuro
existen por nosotros y en nosotros, alfa y omega. No hay otros dioses que nos precedan o sucedan.
Somos libres en el TIEMPO y seremos libres en el ESPACIO también.
(Gracias a Hagbard Celine sabio de Howth y alrededores)
COMUNICADO Nº;8
La teoría del caos y la familia nuclear
DOMINGO EN EL RIVERSIDE PARK los Padres ponen a los hijos en su sitio, clavándolos
mágicamente a la hierba con funestas miradas embrujadas de lechosa camaradería, forzándolos a
lanzar bolas de béisbol una y otra vez durante horas. Los niños casi parecen pequeños san
sebastianes atravesados por las flechas del aburrimiento.
Los vanos rituales de la diversión familiar transforman cada húmedo prado veraniego en un parque
temático, a cada hijo en una alegoría involuntaria de la riqueza del Padre, en una pálida
representación alejada 2 ó 3 veces de la realidad: el niño como metáfora de cualquier cosa.
Y aquí llego yo con la caída de la noche, colocado en polvo de setas, medio convencido de que
estos cientos de luciérnagas surgen de mi propia conciencia ¿Dónde han estado todos estos años?
¿Por qué tantas de repente? cada una de ellas elevándose en el momento de su incandescencia,
trazando rápidos arcos como las grafías abstractas de la energía en el esperma.
“;Familias! ;Usureras del amor! ;Cómo las odio!” Las pelotas de béisbol vuelan sin rumbo a la luz
vespertina, pases que se pierden, las voces se elevan en quejoso cansancio. Los niños sienten cómo
la puesta de sol va encostrando las últimas horas de libertad concedida, pero aún los Padres insisten
en prolongar las tibias postrimerías de su sacrificio patriarcal hasta la hora de la cena, hasta que las
sombras se coman la hierba.
De entre estos hijos de la clase acomodada uno cruza miradas conmigo por un instante. Le
transmito telepáticamente una imagen de dulce licencia, el olor del TIEMPO desatado de todas las
redes de la escuela, las clases de música, los campamentos de verano, las tardes familiares alrededor
de la tele, los Domingos en el Parque con Papá tiempo auténtico, tiempo caótico.
Ya la familia abandona el parque, un pequeño pelotón de desdicha. Pero ése se ha dado la vuelta y
me sonríe con complicidad ”mensaje recibido” y sale bailando tras una luciérnaga, reflotado por
mi deseo. El Padre ladra un mantra que disipa mi poder.
El momento pasa. El niño es tragado por el esquema de la semana se desvanece como un pirata de
piernas desnudas o un indio prisionero de los misioneros. El parque sabe quien soy, se revuelve
bajo mis pies como un jaguar gigante a punto de despertar para la meditación nocturna. La tristeza
aún lo retiene, pero permanece salvaje en su más profunda esencia: un desorden exquisito en el
corazón de la noche urbana.
COMUNICADO Nº;9
Doble inmersión catilinaria
I. Cristianismo
ESPERAMOS IMPACIENTES que el afectado cadáver termine por exhalar el ronco suspiro final y
se vaya flotando para convertirse por última vez en calabaza. Una y otra vez imaginamos la derrota
de ese obsceno espectro desollado del viaje de la muerte clavado en las paredes de todas nuestras
salas de espera, para que nunca más venga a lloriquearnos por nuestros pecados… pero una y otra
vez resucita y se acerca arrastrándose para hechizarnos como el villano de alguna película snuff de
casquería porno serie n la milésima versión de La noche de los muertos vivientes siguiendo el
rastro de caracol de su gimoteante humillación… justo cuando pensabas que estabas seguro en tu
inconsciente… es TIBURON por JESUS. ¡Cuidado! ¡Catequistas hardcore de motosierra!
y los izquierdistas, nostálgicos del Punto Omega de su paraíso dialéctico, dan la bienvenida a cada
galvanizado revival del credo putrescente con arrumacos de gozo: bailemos un tango con todos los
obispos marxistas de Latinoamérica cantemos una balada por los píos estibadores polacos
entonemos unos espirituales por la ultima esperanza presidencial afrometodista del Cinturón de la
Biblia…
La AAO denuncia a la Teología de la Liberación como una conspiración de monjas estalinistas el
trato escarlata secreto de la puta de Babilonia con el fascismo rojo en los trópicos. ¿Solidarnosc? El
Sindicato del Papa apoyado por la AFL/CIO, la Banca Vaticana, la logia masónica Propaganda
Dos, y la mafia. Y si fuéramos a votar jamás malgastaríamos ese gesto vacío en ningún perro
cristiano, no importa de qué raza ni color.
En cuanto a los verdaderos cristianos, esos fanáticos reconvertidos y autolobotomizados, esos
mormones mataniños, esos Guerreros de las Galaxias de la Moralidad Esclava, camisas negras
televangélicas, escuadrones zombies de la Santísima Virgen María (suspendida en una nube rosa
encima del Bronx vomitando odio, anatema, rosas nauseabundas sobre la sexualidad de los niños,
las adolescentes embarazadas y los maricones)…
En cuanto a los genuinos adoradores de la muerte, a los caníbales rituales, a los maníacos del
apocalipsis la derecha cristiana sólo podemos rezar para que EL RAPTO LLEGUE y los coja a
todos por sorpresa al volante de sus coches, en sus mustios concursos de la tele y castas camas, que
se los lleven al cielo y nos dejen a nosotros continuar con la vida humana.
II. Abortistas y antiabortistas
LOS FACHAS QUE PONEN BOMBAS en las clínicas en las que se practican abortos pertenecen a
la misma categoría grotesca de cruel estupidez que los obispos que cacarean Paz pero condenan
toda sexualidad humana. La naturaleza no tiene leyes (”sólo costumbres”), y toda ley es antinatural.
Todo pertenece a la esfera de la moralidad personal/imaginaria; incluso el asesinato.
De todas formas, de acuerdo a la teoría del caos, no se deduce que estemos obligados a aprobar y
que nos guste el asesinato o el aborto. Caos quisiera ver gestar y nacer a cada hijo natural
bastardo; el esperma y el óvulo por sí solos son meras secreciones amorosas, pero combinados
como ADN se convierten en conciencia potencial, neguentropía, gozo.
Si “la carne es asesinato” como a los vegetarianos radicales les gusta afirmar, ¿dime tú qué es el
aborto? Aquellos totemistas que bailaron ante los animales que cazaban, que mediaron para
convertirse en uno con su comida viva y compartieron su tragedia, mostraron valores mucho más
humanos que los de la retórica “proelección” de las feminoides liberales de turno.
En cada “tema” cocinado para el “debate” en el manual del Espectáculo, ambos bandos están con la
mierda hasta las cejas por igual. El “tema del aborto” no es una excepción.
COMUNICADO Nº;10
La sesión plenaria publica nuevas denuncias
Se esperan purgas
PARA APARTAR CUALQUIER KARMA pegajoso que hayamos podido adquirir a través de
nuestro panegírico batepúlpitos contra cristianos y demás desgraciados del fin del mundo (ver
ultimo n°) y simplemente dejar clara la cosa: la AAO también denuncia a todos los ateos
automáticos de última hora y su dudoso equipaje tardovictoriano de vulgar materialismo cientifista.
Aplaudimos, por supuesto, todo sentimiento anticristiano y todo ataque contra toda religión
organizada. Pero… escuchando a algunos anarquistas uno pensaría que los sesenta nunca
ocurrieron y que nadie se metió nunca LSD.
En lo que atañe a los propios científicos, las locuras de Alicia de las teorías cuántica y del caos han
conducido lo mejor de ellos hacia el taoísmo y el vedanta (por no decir dada); y aún así, si lees The
Match o Freedom te puedes imaginar que la ciencia fue embalsamada con el príncipe Kropotkin y
la “religión” con el obispo Ussher.
Sin duda uno desprecia a los camisas marrones acuarianos, al tipo de gurús recientemente laureados
en el New York Times por su contribución a los Grandes Negocios, a los vendedores de franquicias
de cultos yuppie/zombies, la anorexia metafísica de la banalidad new age… pero NUESTRO
esoterismo permanece limpio de estos cambistas mediocres y de sus secuaces de encefalograma
plano.
Los herejes y místicos Antinomianos de oriente y occidente han desarrollado sistemas basados en la
liberación interior. Algunos de estos sistemas están teñidos de misticismo religioso e incluso de
reacción social otros parecen mas puramente radicales o “psicológicos” y algunos incluso
cristalizan en movimientos revolucionarios Niveladores milenaristas, Asesinos, Taoístas de
Turbante Amarillo, etc.) Cualesquiera que sean sus defectos poseen ciertas armas mágicas de las
que el anarquismo carece por completo:
(1) Un sentido de lo metarracional (”metanoia”), formas de ir más allá del pensamiento laminado
hacia un pensamiento y una percepción dúctiles (o nomádicos o “caóticos”);
(2) una definición efectiva de conciencia liberada o autorrealizada, una descripción positiva de su
estructura y de las técnicas para aproximarla;
(3) una visión arquetípica coherente de la epistemología; es decir, una forma de saber (de la historia,
por ejemplo) que utiliza la fenomenología hermenéutica para revelar esquemas de significado (algo
parecido a la “crítica paranoica” de los surrealistas);
(4) una enseñanza de la sexualidad (en los aspectos “tántricos” de diversos senderos) que asigne un
valor al placer más que a la autonegación, no sólo en beneficio propio sino como vehículo de la
conciencia dilatada o la “liberación”;
(5) una actitud celebratoria, lo que podría llamarse un “concepto de jubileo”, la cancelación de la
deuda psíquica a través de alguna generosidad inherente a la propia realidad;
(6) un lenguaje (incluyendo gestos, rituales, intencionalidad) con el que animar y comunicar estos
cinco aspectos de la cognición; y
(7) un silencio.
No nos sorprende descubrir cuántos anarquistas son antiguos católicos, curas o monjas que han
colgado los hábitos, antiguos monaguillos, baptistas reconvertidos por error o incluso ex fanáticos
chiítas. El anarquismo ofrece una misa negra (y roja) para desritualizar todos los cerebros
encantados por fantasmas un exorcismo secular pero después se traiciona a sí mismo levantando
su propia Alta Iglesia, toda llena de las telarañas del Humanismo Etico, del Librepensamiento, del
Ateísmo Muscular y de la tosca Lógica Fundamentalista Cartesiana. /
Hace dos décadas, comenzamos el proyecto de convertirnos en cosmopolitanos sin raíces, con la
determinación de tamizar el detritus de todas las tribus, culturas y civilizaciones (incluyendo la
nuestra) en la búsqueda de fragmentos provechosos, y sintetizar de este revoltijo de trastos un
sistema de vida propio para no convertirnos (como advertía Blake) en el esclavo de algún otro.
Si un brujo javanés o un chaman nativo americano poseyera algún precioso fragmento que yo
hubiera de necesitar para mi propio “bolsín de medicinas”, ¿habría de mofarme y citar a Bakunin
cuando habla de colgar a los curas con las tripas de los banqueros? ¿o debería recordar que la
anarquía no conoce dogma, que no se puede hacer un mapa del Caos, y apoderarme de cualquier
cosa que no haya sido ya tomada? ///// Las definiciones más antiguas de anarquía se encuentran en
el Chuang Tzu y otros textos taoístas; el “anarquismo místico” presume de un pedigrí más añejo que
la variedad grecoracionalista. Creo que cuando Nietzche hablaba de los “hiperbóreos” nos predijo a
nosotros, que hemos ido más allá de la muerte de Dios y del renacer de la Diosa hasta una región
donde espíritu y materia son uno. Cada manifestación de esa hierogamia, cada cosa material y cada
vida, se convierte no sólo en “sagrada” por sí misma sino también en simbólica de su propia
“esencia divina”.
El ateísmo no es sino el opio del pueblo (mejor dicho, de sus autoproclamados paladines) y no una
droga sexy y colorida. Si hemos de seguir el consejo de Baudelaire y “estar siempre ebrios”, la
AAO preferiría algo así como los hongos, gracias. Caos es el más viejo de los dioses; y Caos nunca
murió
COMUNICADO Nº;11
Arenga de las fiestas
Número especial sobre la alimentación: ¡Abajo lo LIGHT!
LA ASOCIACION DE LA ANARQUIA ONTOLOGICA convoca un boicot contra todos los
productos mercantilizados bajo el santo y seña de lo LIGHT; cerveza, carne, dulces bajos en
calorías, cosméticos, música, “estilos de vida” preempaquetados, lo que sea.
El concepto de lo LIGHT desarrolla un complejo de simbolismos por el que el Espectáculo espera
reutilizar toda repulsión contra su mercantilización del deseo. El producto “natural”, “orgánico”,
“saludable” está diseñado para un sector del mercado de consumidores ligeramente insatisfechos,
con casos leves de shock del futuro y con una sutil añoranza de tibia autenticidad. Han preparado un
nicho para ti, suavemente iluminado con las ilusiones de la simplicidad, la esbeltez, la limpieza, con
una pincelada de ascetismo y de autonegación. Por supuesto, esto cuesta un poco más caro…
después de todo, la ligereza no fue diseñada para pobres hambrientos primitivos que todavía
piensan en la comida como alimento en vez de como decoración. Tiene que ser más cara de otra
forma tú no la comprarías.
La Clase Media Americana (no me vengas con sutilezas; tú ya sabes a lo que me refiero) cae
naturalmente en facciones opuestas pero complementarias: los Ejércitos de la Anorexia y de la
Bulimia. Los casos clínicos de estas enfermedades tan sólo representan la espuma psicosomática en
una ola de patología cultural, profunda, difusa y en gran medida inconsciente. Los bulímicos son
aquellos yupposos de las clases acomodadas que se atiborran de margaritas y vídeo domestico, y
después se purgan con comidas LIGHT, carreras, o vapuleos (an)aeróbicos. Los anoréxicos son los
rebeldes del “estilo de vida”, maníacos a ultranza de la comida, comedores de algas, tristes, pálidos
y macilentos pero satisfechos en su celo puritano y en sus cilicios de diseño. La grotesca comida
basura sólo representa la otra cara de la espectral “dieta sana”: nada sabe a nada sino a serrín y
aditivos; todo es o aburrido o carcinogénico o los dos y todo es increíblemente estúpido.
La comida, cruda o cocida, no puede escapar al simbolismo. Es y a la vez representa aquello que es.
Toda comida es comida del alma; tratarla de cualquier otra forma es cortejar la indigestión, ya
crónica o metafísica.
Pero en la cripta al vacío de nuestra civilización, donde casi toda experiencia se encuentra
mediatizada, donde la realidad es forzada a través de la malla mortífera de la percepción
consensuada, perdemos contacto con la comida como alimento; empezamos a construirnos
personajes basados en lo que consumimos, tratando a los productos como proyecciones de nuestra
añoranza de lo auténtico.
La AAO a veces imagina el CAOS como una cornucopia de la creación continua, una especie de
geyser de la generosidad cósmica; por tanto nos abstenemos de reivindicar dieta específica alguna,
por miedo a ofender a la Sagrada Multiplicidad y a la Santísima Subjetividad. Aquí no hemos
venido a venderte otra receta new age más para una salud perfecta (sólo los muertos son
perfectamente saludables); a nosotros nos interesa la vida, y no los “estilos de vida”.
Adoramos la verdadera ligereza, y la rica pesadez nos deleita en su momento. El exceso nos sienta
perfectamente, la moderación nos complace, y hemos aprendido que el hambre puede ser la más
fina de las especias. Todo es ligero y las más exuberantes de las flores crecen alrededor de la letrina.
Soñamos con mesas de falansterio y cafés bolo’bolo donde cada festivo grupo de comensales
comparte el genio individual de un BrillatSavarin (ese santo del paladar).
El sheik Abu Sa’id nunca ahorró dinero, ni siquiera lo retuvo por una noche; por eso, en cuanto
algún bienhechor donaba una bolsa repleta a su hospicio, los derviches lo celebraban con un festín
por todo lo alto; y el resto de los días, pasaban hambre. El punto estaba en disfrutar de ambos
estados, pleno y vacío…
Lo LIGHT parodia el vacío y la iluminación espirituales, de la misma manera en que Mc Donald’s
traviste la imaginería de la plenitud y la celebración. El espíritu humano (por no mencionar el
hambre) pueden trascender y superar todo este fetichismo la alegría puede entrar en erupción
incluso en el Burger King, e incluso la cerveza LIGHT puede ocultar una dosis de Dionisos. ¿Pero
por qué habríamos de luchar contra esta marea de basura de sablazo hortera barato, cuando
podríamos estar bebiendo el vino del paraíso ahora mismo bajo nuestras propias viñas e higueras?
La comida pertenece al reino de la vida cotidiana, a la arena primaria de toda emancipación
insurgente, de toda autosuperación espiritual, de toda reocupación del placer, de toda revuelta
contra la Maquinaria Planetaria del Trabajo y sus deseos de imitación. Nada más lejos de nosotros
que el dogmatizar; el cazador nativo americano puede sustentar su felicidad con ardilla frita, el
anarcotaoísta con un puñado de albaricoques secos. El tibetano Milarepa, después de diez años de
sopa de nido, se comió un dulce de manteca y alcanzó la iluminación. El necio no ve eros alguno en
un buen champan; el brujo puede caer intoxicado con un vaso de agua.
Nuestra cultura, ahogándose en sus propios contaminantes, clama (cual Gohete moribundo) por
“¡más luz! ” como si estos afluentes polinsaturados pudieran aliviar de alguna forma nuestra
miseria, como si su sosa ligereza y su insípida falta de carácter pudieran protegernos de las sombras
acechantes.
¡No! Esta última ilusión nos sorprende finalmente en toda su crueldad. Nos vemos forzados contra
nuestras propia inclinaciones perezosas para tomar postura y protestar. ¡Boicot!¡Boicot!¡QUE
APAGUEN LA LUZ!
Apéndice: menú para un banquete negro anarquista (vegetariano y no vegetariano)
Caviar y blinis; huevos de cien años; calamares en su tinta con arroz; calabacines preparados con la
piel y sazonados con ajo negro; arroz silvestre con nueces negras y setas negras; trufas en
mantequilla negra; venado marinado en oporto, pasado por la barbacoa, servido en rodajas de pan
negro y aderezado con castañas asadas. Black Russians; Guiness y champan; té chino negro.
Mousse de chocolate oscuro, café turco, uvas negras, ciruelas, moras, etc.
COMUNICADO ESPECIAL DE HALLOWEEN
La magia negra como acción revolucionaria
PREPARA UNA TINTA DE AZAFRAN puro y genuino mezclado con agua de rosas, añadiendo si
es posible un poco de sangre de un gallo negro. En una habitación tranquila prepara un altar, con
una vasija para la tinta, una pluma con punta de hierro, 7 velas negras, un incensario y un poco de
benjuí. El embrujo puede escribirse en papel virgen o pergamino. Dibuja el diagrama a las 4 de la
tarde de un miércoles, de cara al norte. Copia el diagrama de siete puntas (ver ilustración) sin
levantar la pluma del papel, en un solo movimiento continuo, aguantando la respiración y
presionando la lengua contra el paladar. Este es el Barisan Laksamana, o Rey del Djinn. Después
dibuja el Sello de Salomón (una estrella que representa un djinn de 5 cabezas) y el resto del
diagrama. Sobre el Sello de Salomón escribe el nombre del individuo o la institución que vas a
maldecir. Ahora sostén el papel en el humo, e invoca al djinn blanco y negro en tu interior:
Bismillah arRahman arRahim
assalaam alikum
Oh Djinn Blanco, Esplendor de Mahoma
rey de todos los espíritus en mi interior
Oh Djinn Negro, sombra de mí mismo
FUERA, destruíd a mi enemigo
y si no lo hacéis
sed pues considerados traidores de Alá
en virtud del ensalmo
La illaha ill’Allah
Mohammad arRasul Allah
Si la maldición se dirige a un opresor individual, puede prepararse un muñeco de cera e insertarse el
mensaje en él.
Después se le clavan siete agujas hacia abajo en la coronilla, a través de las axilas izquierda y
derecha, de las caderas izquierda y derecha, y a través de los labios o las ventanas de la nariz.
Envuelve el muñeco en una mortaja blanca y entiérralo en el suelo en un lugar sobre el que el
enemigo vaya con toda seguridad a caminar, invocando al mismo tiempo la ayuda de los espíritus
locales de la tierra:
Bismillah arRahman arRahim
Oh Djinn de la Tierra, espíritu del terreno
Oh Djinn Negro que vives bajo tierra
escucha, vampiro del suelo
te ordeno marcar y destruir
el cuerpo y el alma de ______________________
Ten en cuenta mis ordenes
ya que soy el brujo verdadero y original
en virtud del ensalmo
la illaha ill’Allah
Mohammad arRasul Allah
Si por el contrario la maldición se dirige a una institución o empresa, reúne los siguientes
elementos: un huevo duro, un clavo de hierro y 3 alfileres de hierro (clava el clavo y los alfileres en
el huevo); escorpiones secos, lagartijas y/o escarabajos; una bolsita de gamuza que contenga tierra
de tumba, limaduras de hierro magnetizadas, asafétida y azufre, y átala con un lazo rojo. Cose el
embrujo a una seda amarilla y séllalo con cera.
La botella puede ahora ser cuidadosamente empaquetada y enviada por correo a la institución
destinataria por ejemplo a un programa televangélico cristiano, o a Telefónica, al Hilo Musical, a
un colegio o facultad incluyendo una copia de la siguiente declaración (se pueden mandar copias
extra a empleados individuales, y/o pegarlos subrepticiamente por el local): Maldición Malaya del
Djinn Negro
Estos locales han sido maldecidos con brujería negra. La maldición ha sido activada de acuerdo a
los rituales correctos. Esta institución esta maldita por haber oprimido la Imaginación y haber
mancillado el Intelecto, por haber degradado las artes hasta la estupefacción, por su esclavitud
espiritual, por su propaganda del Estado y del Capital, por su reacción puritana, por el
enriquecimiento injusto, por sus mentiras y su destrozo estético.
Los empleados de esta institución están ya en peligro. No se ha maldecido a ningún individuo, pero
el lugar mismo ha sido infectado de pésima fortuna y malignidad. Aquellos que no despierten y se
marchen, o empiecen a sabotear el lugar de trabajo, comenzarán a caer gradualmente bajo los
efectos de esta brujería. Extraer o destruir el implemento de brujería no hará ningún bien. Ha sido
visto en este lugar, y este lugar está maldito. Reclama tu humanidad y rebélate en nombre de la
Imaginación o si no se juzgado (en el espejo de este embrujo) como un enemigo de la raza humana.
Sugerimos “reivindicar” esta acción en nombre de alguna otra institución cultural ofensiva, como la
Sociedad General de Autores o la Cruzada Antiporno de Mujeres (dar dirección completa).
También sugerimos, con el objetivo de equilibrar en ti mismo el efecto de invocar al propio djinn
negro, que mandes una bendición mágica a alguna persona o grupo que ames y/o admires. Hazlo
anónimamente, y haz que el regalo sea hermoso. No hace falta seguir un ritual preciso, pero la
imaginería debiera dejarse brotar del pozo de la conciencia en un estado meditativo
intuitivo/espontáneo. Utiliza incienso dulce, velas rojas y blancas, caramelos, vino ,flores, etc. Si es
posible incluye oro, plata o joyas auténticas en el regalo.
Este folleto de instrucciones de la Maldición Malaya del Djinn Negro ha sido preparado de acuerdo
a un ritual auténtico y completo por el Comité de Terrorismo Cultural de la Cámara interior del
Adepto de la AIMOA (”Tercer Paraíso”). Somos Esoteristas NizariIsmailitas; es decir, herejes y
fanáticos chiítas que trazamos nuestra línea espiritual hasta Hassani Sabbah a través de Aladino
Mohammad III “el Loco”, séptimo y último Pir de Alamut (y no a través de la línea de los Aga
Khan). Desposamos el monismo radical y el antinomianismo puro, y nos oponemos a toda forma de
ley y autoridad, en el nombre de CAOS.
En la actualidad, por razones tácticas, no abogamos por la violencia o la brujería contra individuos.
Llamamos a la acción contra instituciones e ideas sabotaje del arte y propaganda clandestina
(incluyendo magia ceremonial y “pornografía tántrica”) y especialmente contra los venenosos
media del Imperio de las Mentiras. La Maldición del Djinn Negro representa sólo un primer paso en
la campaña de terrorismo poético que esperamos nos ha de conducir a otras formas menos sutiles
de insurrección.
COMUNICADO ESPECIAL
La AAO anuncia purgas en el movimiento del Caos
LA TEORIA DEL CAOS DEBE POR supuesto fluir impuramente. “Tumbada está la pereza y ni a
palos se endereza”. Cualquier intento de precipitar un cristal de ideología ha de producir
malogradas rigideces, fosilizaciones, armaduras y sequedades que quisiéramos evitar, al igual que
toda “pureza”. Sí, el Caos se revela en cierta abandonada ausencia de forma, no muy diferente del
desorden erótico de aquellos a los que amamos por su forma de destruir el hábito y desvelar la
mutabilidad. Sin embargo esta desenvoltura no implica que la teoría del Caos haya de aceptar a
cualquier sanguijuela que intente pegarse a nuestras sagradas membranas. Ciertas definiciones o
deformaciones del Caos merecen denuncia, y nuestra entrega al desorden divino no ha de
disuadirnos de poner de vuelta y media a los traidores y a los artistas copiones y a los vampiros
psíquicos que ahora zumban alrededor del Caos bajo la impresión de que está de moda. Proponemos
no una Inquisición en nombre de nuestras deficiones, sino mejor un duelo, una pelea, un acto de
violencia o repugnancia emocional, un exorcismo. En primer lugar nos gustaría definir e incluso
nombrar a nuestros enemigos.
(1) Todos aquellos cabezas muertas y artistas de la mutilación que exclusivamente asocian el Caos
con miseria, con negatividad y con un penoso pseudolibertinaje; aquellos que piensan que “más allá
del bien y del mal” significa hacer el mal; los intelectuales sadomasoquistas, los agoreros del
apocalipsis; los nuevos dualistas gnósticos, los misántropos y los feos nihilistas.
(2) Todos aquellos científicos que venden Caos bien como forma de destrucción (p.ej. armas de
rayos de partículas) o como mecanismo para imponer el orden, como en los usos de la matemática
del Caos en la sociología estadística y en la estrategia antidisturbios. Se hará un esfuerzo por
descubrir nombres y direcciones dentro de esta categoría.
(3) Todos aquellos que se apropian del Caos por la causa de algún timo new age. Ni que decir tiene
que no ponemos objeción alguna a que nos des todo tu dinero, pero te lo diremos desde el principio:
lo usaremos para comprar droga o para volar a Marruecos. No se puede vender agua junto al río;
Caos es esa materia de la que hablaban los alquimistas, que los tontos valoran más que el oro a
pesar de que se encuentra en cualquier estercolero. El principal enemigo en esta categoría es Werner
Erhardt, fundador de est, que está ahora embotellando “Caos” e intentando vender las franquicias a
los yuppoides. Segundo, mencionaremos a algunos de nuestros amigos con objeto de dar una idea
de las ramas dispares en la teoría del Caos que nos gustan: Chaotica, la zona autónoma imaginaria
descubierta por Feral Faun (alias Feral Ranter); la Academy of Chaotic Arts de Tundra Wind;
KAOS, la revista de Joel Birnoco; Chaos Inc., un boletín conectado al trabajo de Ralph Abraham,
un científico puntero del Caos; la Iglesia de Eris; el Zen Discordiano; la Iglesia Mora Ortodoxa;
ciertos aspectos de la Church of the SubGenius; la Santa Jihad de Nuestra Señora del Caos
Perpetuo; los escritores asociados al “anarquismo tipo 3″ y publicaciones como Popular Reality;
etc. Los frentes de batalla están dibujados. Caos no es entropía, Caos no es muerte, Caos no es una
mercancía. Caos es creación continua. Caos nunca murió.
ANARQUIA POSTANARQUISMO
LA ASOCIACION DE LA ANARQUIA ONTOLOGICA se reúne en cónclave, turbantes negros y
túnicas brillantes, tumbados en alfombras de Shiraz sorbiendo café amargo, fumando de largos
chibouks y sibsi. PREGUNTA: ¿Cuál es nuestra posición respecto a todos los recientes abandonos
y deserciones del anarquismo (especialmente en tierras de California): condenar o condonar?
¿Purgarlos o ensalzarlos como vanguardia? ¿Elite gnóstica… o traidores?
De hecho, tenemos mucha simpatía por estos desertores y por sus diversas críticas del anarquISMO.
Como Simbad y el Viejo Horrible, el anarquismo se tambalea con el cadáver de un Mártir
mágicamente enganchado sobre los hombros; hechizado por el legado del fracaso y el masoquismo
revolucionarios agua estancada de la historia perdida.
Entre el Pasado trágico y el Futuro imposible, al anarquismo parece faltarle un Presente; como
temeroso de preguntarse a sí mismo, aquí y ahora, ¿CUALES SON MIS VERDADEROS
DESEOS? ¿y qué puedo hacer antes de que sea demasiado tarde?… Sí, imagínate a ti mismo cara a
cara con un brujo que te mira hostil y pregunta “¿Cuál es tu verdadero deseo?” ¿vacilas, balbuceas,
te refugias en tópicos ideológicos? ¿Posees tanto Imaginación como Voluntad, eres capaz de soñar
y atreverte, o eres el primo de una fantasía impotente?
Mira en el espejo e inténtalo… (ya que una de tus máscaras es la cara de un brujo)… El
“movimiento” anarquista apenas acoge hoy en día a ningún negro, gitano, nativo americano o
niño… a pesar de que incluso en teoría son grupos tan genuinamente oprimidos los que han de
beneficiarse al máximo de cualquier revuelta antiautoritaria. ¿No será que el anarquISMO no ofrece
programas concretos con los que los verdaderamente desposeídos puedan realizar (o al menos
luchar de una manera realista para realizar) sus verdaderos deseos y necesidades?
Si es así, entonces este fracaso no sólo explicaría la falta de atractivo que el anarquismo tiene para
los pobres y los marginados, sino también el desafecto y las deserciones de entre sus propias filas.
Las manifestaciones, piquetes y reimpresiones de los clásicos del siglo XIX no contribuyen a una
conspiración vital y atrevida de autoliberación. Si el movimiento ha de crecer en vez de encogerse,
habrá que tirar por la borda un montón de madera muerta y abrazar unas cuantas ideas arriesgadas.
El potencial existe. En cualquier momento, un gran número de individuos se va a dar cuenta que les
están forzando a tragar una carretada de aburrida mierda histérica y reaccionaria con saborizante
artificial. Vastos coros de gruñidos, gemidos, vómitos y nauseas… las turbas iracundas deambulan
por los supermercados, destrozando y saqueando… etc., etc. La Bandera Negra podría servir de
foco a la indignación y canalizarla hacia una sublevación de la Imaginación. Podríamos recoger la
lucha donde la dejaron el situacionismo en el 68 y Autonomía en los setenta, y llevarla a su
siguiente fase. La revuelta podría darse en nuestros tiempos; y en el proceso, muchos de nuestros
Verdaderos Deseos podrían verse realizados, bien sólo sea por una temporada, una breve utopía
pirata, una zona libre plegada en el viejo continuum del espaciotiempo.
Si la AAO retiene su afiliación con el “movimiento”, no sólo lo hace a cuenta de una predilección
romántica por las causas perdidas o no enteramente al menos. De todos los “sistemas políticos”, el
anarquismo (a pesar de todos sus defectos, y precisamente porque no es ni político ni sistema) se
aproxima más a nuestra concepción de la realidad, de la ontología, de la naturaleza del ser. Y en
cuanto a los desertores… estamos de acuerdo con sus críticas, pero señalando que no parecen
ofrecer nuevas alternativas potentes. Así es que de momento preferimos concentrarnos en
transformar el anarquismo desde dentro. Aquí está nuestro programa, camaradas:
1. Trabaja en la conciencia de que el racismo psíquico ha reemplazado a la discriminación abierta
como uno de los aspectos más repugnantes de nuestra sociedad. Participación imaginativa en otras
culturas, especialmente en aquellas en las que vivimos.
2. Abandona toda pureza ideológica. Abraza el anarquismo “tipo 3″ (por usar el término al uso de
Bob Black): ni colectivista ni individualista. Limpia el templo de vanos ídolos, desembarázate del
Viejo Horrible, de las reliquias y de los martirologios.
3. El movimiento antitrabajo o “Trabajo Cero” es extremadamente importante, incluyendo un
ataque radical y quizás violento contra la Educación y la servidumbre de los niños.
4. Desarrolla una trama nacional de samizdat, sustituye las tácticas caducas de
publicaciones/propaganda. La pornografía y el entretenimiento popular como vehículos de una
reeducación radical.
5. En música la hegemonía del compás 2/4 y del 4/4 ha de ser derrocada. Necesitamos una nueva
música, totalmente disparatada pero afirmadora de la vida, potente pero rítmicamente sutil, y la
necesitamos YA.
6. El anarquismo tiene que destetarse del materialismo evangélico y del banal cientifismo
bidimensional del siglo XIX. Los “estados más elevados de conciencia” no son meros
FANTASMAS inventados por sacerdotes malvados. El oriente, lo oculto, las culturas tribales
poseen técnicas que pueden ser asimiladas de manera verdaderamente anarquista. Sin “estados más
elevados de conciencia”, el anarquismo se consume y seca en una forma de mezquindad, en un
quejoso lamento. Necesitamos un tipo práctico de “anarquismo místico”, exento de toda la mierda y
el relumbrón new age, e inexorablemente herético y anticlerical; ávido de todas las nuevas
tecnologías de conciencia y metanoia; una democratización del chamanismo, ebria y serena.
7. La sexualidad está bajo asalto, obviamente desde la derecha, más sutilmente desde la
pseudovanguardia de la “postsexualidad”, e incluso aún mas sutilmente desde la Recuperación
Espectacular en los media y la publicidad. Momento para un avance más amplio en la conciencia
SexPol, una reafirmación explosiva del eros polimorfo (incluso y especialmente frente a la plaga y
la penumbra) una glorificación literal de los sentidos, una doctrina del gozo. Abandona toda
vergüenza y todo odio por el mundo.
8. Ensaya nuevas tácticas para reemplazar el caduco equipaje de la izquierda. Enfatiza los
beneficios prácticos, materiales y personales de la creación de tramas radicales. Los tiempos no se
muestran propicios para la violencia o la combatividad, pero con toda seguridad un poco de sabotaje
y de disrupción imaginativa nunca están fuera de lugar. Trama y conspira, no despotriques y te
lamentes. El mundo del arte en particular se merece una buena dosis de “terrorismo poético”.
9. La desespacialización de la sociedad postindustrial facilita ciertas ventajas (p. ej. la creación de
tramas digitales) pero puede también manifestarse como una forma de opresión (falta de hogar,
desarrollismo, despersonalización de la arquitectura, devastación de la naturaleza, etc.) Las
comunas de los sesenta intentaron dar un rodeo a estas fuerzas pero fracasaron. La cuestión de la
tierra se niega a desaparecer. ¿Cómo podemos separar el concepto de espacio de los mecanismos de
control? Los gángsters territoriales, las Naciones Estado, han metido mano al mapa entero. ¿Quién
habrá de inventarnos una cartografía de la autonomía, quien puede dibujar un mapa que incluya
nuestros deseos?
El anarquISMO implica en última instancia anarquía y la anarquía es Caos. Caos es el principio de
la creación continua… y Caos nunca murió.
Sesión plenaria de la AAO Marzo del 87, NYC
CORONA NEGRA Y ROSA NEGRA
Anarcomonarquía y anarcomisticismo
AL DORMIR TAN SOLO SOÑAMOS con dos formas de gobierno anarquía y monarquía. La
raíz primordial de la conciencia nunca juega limpio ni entiende de política. ¿Un sueño democrático?
¿Un sueño socialista? Imposible.
Ya traigan mis REM cuasi proféticas visiones pastorales o mera complacencia vienesa, sólo reyes y
salvajes pueblan mis sueños. Mónadas y nómadas.
El pálido día (cuando nada brilla con luz propia) llega furtivo e insinuándose sugiere que nos
comprometamos con una realidad triste y opaca. Pero en el sueño jamás nos gobiernan sino el amor
o la brujería, que son las habilidades de caóticos y sultanes.
Entre un pueblo que no sabe crear o jugar, sino que sólo sabe trabajar, los artistas tampoco conocen
otra elección que la anarquía o la monarquía. Al igual que el soñador han de poseer y de hecho
poseen sus propias percepciones, y por ello han de sacrificar lo meramente social a una “musa
tiránica”. El arte muere cuando se lo trata “con justicia”. El arte ha de gozar del salvajismo de un
troglodita o si no le ha de llenar la boca de oro algún príncipe. Los burócratas y el personal de venta
lo envenenan, los profesores lo mastican y los filósofos lo escupen. El arte es una especie de
barbaridad bizantina sólo apta para nobles y paganos.
Si hubieras conocido la dulzura de la vida como poeta en el reino de algún corrupto, decadente,
inepto y ridículo pachá o emir, de un sha de Qajar, de un Rey Farouk, de una Reina de Persia,
sabrías que esto es todo lo que cualquier anarquista ha de desear. ¡Cómo amaban los poemas y
pinturas, esos opulentos tontainas muertos, como absorbían todas las rosas y brisas frescas, todos
los tulipanes y laúdes!
Detestar su crueldad y capricho, sí pero al menos eran humanos. Los burócratas, sin embargo, los
que embadurnan las paredes de la mente con mugre sin olor tan amables, tan gemutlich los que
contaminan el aire interior con anodinia, esos no son ni merecedores de odio siquiera. Apenas
existen fuera de las ideas sin sangre a las que sirven.
Y además: el soñador, el artista, el anarquista ¿es que no comparte algún tinte de capricho cruel con
el más infame de los mogoles? ¿Puede la verdadera vida ocurrir sin alguna locura, algún exceso, sin
algún asalto de “lucha” heracliteana? Nosotros no gobernamos pero no podemos ni seremos
gobernados. En Rusia los anarquistas Narodnik habrían de falsificar en ocasiones un ukase o
manifiesto en nombre del Zar; en él el autócrata se lamentaría de que señores codiciosos y oficiales
desleales lo habían recluido en palacio y desligado de su amado pueblo. El Zar proclamaría el fin de
la servidumbre y alentaría a los campesinos y trabajadores a levantarse en su nombre contra el
gobierno. En muchas ocasiones esta intriga consiguió efectivamente encender revueltas. ¿Por qué?
Porque el gobernante absoluto actúa metafóricamente como un espejo de la pura y única
absolutidad completa del yo. Cada campesino ponía sus ojos en esta vidriosa leyenda y restañaba su
propia libertad una ilusión, pero una ilusión que tomaba su magia prestada de la lógica del sueño.
Un mito similar debe haber inspirado en el siglo XVII a los Ranters, Antinomianos y Hombres de la
Quinta Monarquía, quienes se reagruparon bajo el estandarte jacobita de las cábalas eruditas y las
conspiraciones aristocráticas. Los místicos radicales fueron traicionados primero por Cromwell y
después por la Restauración ¿por qué no unirse por fin a frívolos caballeros y fatuos condes, a
Rosacruces y Masones del Rito Escocés, para colocar un mesías oculto en el trono de Albión? Entre
un pueblo que no puede concebir sociedad humana sin un monarca, los deseos de los radicales
pueden expresarse en términos monárquicos. Entre un pueblo que no puede concebir la existencia
humana sin una religión, los deseos radicales pueden hablar el lenguaje de la herejía.
El taoísmo rechazó la burocracia confuciana en su totalidad pero retuvo la imagen del Emperador
Sabio, quien habría de sentarse silencioso en su trono encarando la dirección propicia, para no hacer
absolutamente nada.
En el Islam, los Ismailitas tomaron la idea del Imán de la Casa del Profeta y la transformaron en la
del “Imán del propio ser”, el yo perfeccionado que se encuentra más allá de toda Ley y regla, que
está sintonizado con el Uno. Y esta doctrina los llevó a la sublevación contra el Islam, al terror y al
asesinato en el nombre de la pura emancipación esotérica y de la liberación total.
El anarquismo clásico del siglo XIX se definió en su lucha contra la corona y la iglesia, y por tanto
a un primer nivel de conciencia se define como igualitario y ateo. La retórica obscurece, en
cualquier caso, lo que ocurre realmente: el “rey” se convierte en “anarquista”, el “sacerdote” en un
“hereje”. En este extraño dúo de mutabilidad el político, el demócrata, el socialista, el ideólogo
racional no tienen cabida; están sordos a la música y les falta todo sentido del ritmo. El terrorista y
el monarca son arquetipos; los demás son meros funcionarios.
En otra época el anarco y el rey se agarraron la garganta el uno al otro y bailaron un totentanz una
espléndida batalla. Ahora, sin embargo, los dos han sido relegados al cubo de basura de la historia;
don nadies, curiosidades de un pasado más ocioso y cultivado. Giran tan rápido que parecen
fundirse juntos… ¿pueden de alguna forma convertirse en una sola cosa, en un mellizo siamés, en
un Jano, en una unidad aberrante? “El sueño de la razón…” ¡Ah! ¡los mas deseables y deseosos de
los monstruos! La Anarquía Ontológica proclama abierta, llana y casi descerebradamente: sí, los
dos son ahora uno. Como una sola entidad el anarcorey renace ahora; cada uno de nosotros el
legislador de nuestra propia carne, de nuestras propias creaciones; y también de todo aquello que
podamos capturar y conservar. Nuestras acciones están justificadas por decreto y nuestras
relaciones se conforman bajo tratados con otros autarcas. Establecemos la ley en nuestros propios
dominios; y las cadenas de la Ley se han roto. Por el momento quizás nos mantengamos como
meros pretendientes; pero aun así podemos apoderarnos de algunos instantes, de algunos metros
cuadrados de realidad sobre los que imponer nuestra voluntad absoluta, nuestro royaume. L’etat,
c’est moi.
Si estamos vinculados a alguna ética o moral ha de ser la que nosotros mismos hayamos imaginado,
fabulosamente más exaltada y más liberadora que el “ácido morálico” de puritanos y humanistas.
“Sentíos como un dios”, “vos lo sois.”
Las palabras monarquía y misticismo se usan aquí en parte pour épater simplemente a aquellos
anarquistas igualiateos que reaccionan con pío horror frente cualquier mención de pompa o
creencia supersticiosa. ¡Que no haya revolución con champan para ellos!
Nuestra rama de antiautoritarismo, sin embargo, prospera en paradojas barrocas; favorece estados
estéticos de conciencia y de emoción sobre todos los dogmas e ideologías petrificadas; abraza a las
multitudes y goza de las contradicciones. La Anarquía Ontológica es un duendecillo para las
GRANDES mentes.
La traducción del título (y término clave) de El yo y su propiedad (The Ego & its Own) de Max
Stirner, ha llevado a una sutil malinterpretación del “individualismo”. La palabra del ingléslatín
ego viene provista de un bagaje de connotaciones freudianas y protestantes. Una lectura atenta de
Stirner sugiere que El único y lo que le es propio (The Unique & His Ownness) reflejaría mejor sus
intenciones, dado que nunca define el yo por oposición a la libido o al id, o por oposición al “alma”
o al “espíritu”. El Unico (der Einzige) puede más adecuadamente construirse simplemente como el
yo individual.
Stirner no se entrega a la metafísica, bien que inviste al Unico de una cierta absolutidad. ¿En qué se
diferencia pues este Einzige del Yo del Advaita Vedanta? Tat tvam asi: Vos (yo individual) lo sois
(yo absoluto).
Muchos creen que el misticismo “disuelve el yo”. Pamplinas. Sólo la muerte lo hace (o así es al
menos en nuestras suposiciones saduceas). El misticismo tampoco destruye el yo “carnal” o
“animal” lo que también significaría el suicidio. Lo que el misticismo intenta realmente es superar
la falsa conciencia, la ilusión, la Realidad del Consenso, y todos los fracasos del yo que acompañan
a estos males. El verdadero misticismo crea un “yo en paz”, un yo poderoso. El empeño más
elevado de la metafísica (alcanzado por ejemplo por Ibn Arabi, Boehme, Ramana Maharshi) es en
cierto sentido autodestruirse, identificar lo físico y lo metafísico, lo trascendente y lo inmanente,
como UNO. Ciertos monistas radicales han llevado esta doctrina mucho más allá del mero
panteísmo o del misticismo religioso. Una aprehensión de la inmanente unidad del ser inspira
ciertas herejías antinomianas (los Ranters, los Asesinos) a quienes consideramos nuestros
antepasados. El propio Stirner parece sordo a las posibles resonancias espirituales del
individualismo; y en esto pertenece al siglo XIX: nacido mucho después de la delicuescencia de la
cristiandad, pero mucho antes de los descubrimientos del oriente y de la tradición iluminista oculta
en la alquimia occidental, en la herejía revolucionaria y en el activismo oculto. Stirner desestimó
cabalmente lo que conoció como “misticismo”, un mero sentimentalismo piadoso basado en la auto
abnegación y el odio al mundo. Nietzche clavó la tapa de “Dios” unos años más tarde.
Desde entonces, ¿quién se ha aventurado a sugerir que el individualismo y el misticismo puedan
reconciliarse y sintetizarse? El ingrediente que falta en Stirner (Nietzche se aproxima más) es una
noción activa de conciencia no ordinaria. La realización del yo único (o ubermensch) ha de
reverberar y expandirse en olas o espirales o música para abrazar la experiencia directa o la
percepción intuitiva de la unicidad de la realidad misma. Esta realización abarca y borra toda
dualidad, toda dicotomía y toda dialéctica. Transporta en sí misma, como una carga eléctrica, un
sentido mudo e intenso de valor: “diviniza” el yo.
El ser/consciencia/gozo (satchitananda) no puede ser desestimado como un mero “fantasma”
stirneriano o una entelequia más. No invoca un principio trascendente exclusivo por el que el
Einzige deba sacrificar lo que le es propio. Simplemente establece que la misma conciencia intensa
de la existencia da lugar al “gozo” o en otras palabras a la “conciencia valorativa”. Al fin y al cabo
el objetivo del Unico es poseerlo todo; el monista radical obtiene esto al identificar el yo con la
percepción, como el pintor chino que “se convierte en el bambú”, para “pintarse a sí mismo”. A
pesar de las misteriosas pistas que Stirner deja caer acerca de una “unión de Unicos” y a pesar del
eterno “Sí” de Nietzche a la exaltación de la vida, su individualismo parece de alguna manera
caracterizado por una cierta frialdad hacia el otro. En parte ambos cultivaron una higiénica frialdad
como asidero contra la asfixia caliente del sentimentalismo y el altruismo del siglo XIX; en parte
simplemente despreciaron lo que alguien (¿Mencken?) denominó “Homo Bubensis”.
Y aun así, leyendo debajo y detrás de la capa de hielo, uno descubre los trazos de una fogosa
doctrina lo que Gaston Bachelard hubiera podido llamar una “Poética del Otro”. La relación del
Einzige con el Otro no puede estar limitada por institución o idea alguna. Y aun así clara, aunque
paradójicamente, el Unico depende del Otro para completarse, y no puede realizarse ni se realizará
en ningún amargo aislamiento.
El ejemplo de los “niños lobo” o enfants sauvages sugiere que un niño privado de la compañía
humana por un período demasiado largo nunca obtendrá humanidad consciente nunca adquirirá el
lenguaje. El Niño Salvaje facilita quizás una metáfora poética del Unico; y al mismo tiempo señala
el punto preciso donde el Unico y el Otro han de encontrarse, coalescer, unificarse; o bien fracasar
en la obtención de todo aquello de lo que son capaces.
El Otro refleja el Yo; el Otro es nuestro testigo. El Otro completa el Yo; el Otro nos da la clave de
la percepción de la unicidad del ser. Cuando hablamos del ser y de la conciencia, apuntamos al Yo;
cuando hablamos de gozo implicamos al Otro.
La adquisición del lenguaje cae bajo bajo el signo de Eros; toda comunicación es esencialmente
erótica, toda relación es erótica. Avicena y Dante afirmaron que el amor mueve las estrellas y los
planetas mismos en su curso; el Rg Veda y la Teogonía de Hesíodo proclaman a Amor como el
primer dios nacido después de Caos. Los afectos, las afinidades, las percepciones estéticas, la
convivencia; las más preciadas posesiones del Unico surgen de la conjunción de Yo y Otro en la
constelación del deseo. Aquí otra vez el proyecto emprendido por el individualismo puede
evolucionar y vivificarse con un injerto del misticismo; específicamente con el tantra. Como técnica
esotérica divorciada del hinduismo ortodoxo, el tantra facilita un marco simbólico (una “red de
joyas”) para identificar el placer sexual y la conciencia no ordinaria. Todas las sectas antinomianas
han contenido algún aspecto “tántrico”, de las Familias del Amor y el Brethren Libre y los
Adamitas europeos a los pederastas sufíes de Persia o a los alquimistas taoístas chinos. Incluso el
anarquismo clásico ha disfrutado sus momentos tántricos: los falansterios de Fourier; el
“anarquismo místico” de G. Ivanov y otros simbolistas rusos de fin de siglo; el erotismo incestuoso
del Sanine de Arzibashaev; la extraña combinación de nihilismo y adoración a Kali que inspiró al
Partido Terrorista Bengalí (al que mi gurú tántrico Sri Kamanaransan Biswas tuvo el honor de
pertenecer)…
Nosotros, por nuestra parte, proponemos un sincretismo de anarquía y tantra mucho más profundo
que cualquiera de los mencionados. De hecho, simplemente sugerimos que el Anarquismo
Individual y el Monismo Radical sean considerados en adelante un mismo movimiento.
Este híbrido se ha denominado “materialismo espiritual”, un término que quema toda metafísica en
el fuego de la unidad de espíritu y materia. También nos gusta “Anarquía Ontológica” porque
sugiere que el propio ser permanece en un estado de “Caos divino, de plena potencialidad, de
creación continua. En este flujo sólo el jiva mukti, o “individuo liberado”, se autorrealiza, y es por
tanto amo o monarca de sus percepciones y relaciones. En este incesante fluír sólo el deseo ofrece
un principio de orden, y así la única sociedad posible (como entendió Fourier) es una sociedad de
amantes.
El anarquismo ha muerto, ¡larga vida a la anarquía! Ya no necesitaremos más el bagaje del
masoquismo revolucionario o de la autoinmolación idealista; o la frigidez del individualismo con su
desdén por la convivencia, por el vivir juntos; o las vulgares supersticiones del ateísmo, el
cientifismo y el progresismo del siglo XIX. ¡Tantos pesos muertos! Las mohosas maletas
proletarias, los pesados baúles burgueses, los aburridos portamantas filosóficos ¡por la borda con
ellos!
De estos sistemas sólo queremos su entusiasmo, su fuerza vital, su atrevimiento, su intransigencia,
su furia, su desenvoltura, su potencia, su shakti. Antes de tirar por la borda la basura y la
impedimenta, saquearemos la valija en busca de billeteras, pistolas, joyas, drogas y otros elementos
útiles nos quedaremos con lo que nos guste y tiraremos el resto. ¿Por qué no? ¿Es que somos los
sacerdotes de algún culto, para canturrear responsos y mascullar nuestros martirologios?
La monarquía también posee algo de lo que queremos; una gracia, una naturalidad, un orgullo, una
superabundancia. Nos quedaremos con esto, y tiraremos las desgracias de la autoridad y la tortura
en el cubo de basura de la historia. El misticismo tiene algo que nos hace falta; “autosuperación”,
conciencia exaltada, embalses de potencial psíquico. Estos serán expropiados en nombre de nuestra
sublevación; y dejaremos que las desgracias de la moralidad y la religión se pudran y
descompongan. Como los Ranters solían decir saludando a cualquier “criatura compañera” del rey
al carterista “¡Alégrate! ¡Todo es nuestro!”
INSTRUCCIONES DEL KALI YUGA
EL KALI YUGA TODAVIA tiene unos 200,000 años por lo menos para jugar; buenas noticias para
los abogados y avatares de CAOS, malas noticias para brahmanes, secuaces de Yahvé, dioses
burócrata y sus lacayos.
Supe que Darjiling escondía algo para mí desde el momento en que escuché el nombre dorje ling
Ciudad del Relámpago. Llegué en 1969 justo antes de los monzones. Una vieja estación británica en
la colina, cuarteles de verano del gobierno de Bengala; calles en forma de sinuosas escaleras de
madera, un centro comercial con vistas de Sikkim y del monte Katchenhunga templos y refugiados
tibetanos hermosas gentes amarillo porcelana llamadas lepchas (los verdaderos aborígenes)
hindúes, musulmanes, budistas nepaleses y bhutaneses, y decadentes británicos que se extraviaron
camino a casa en el 47, y que aún regentaban destartalados bancos y casas de té.
Conocí a Ganesh Baba, un corpulento sadduh de barbas blancas con un impecablemente marcado
acento de Oxford; en la vida he visto a nadie fumar ganja de esa manera, chillam tras chillam,
después recorríamos las calles mientras jugaba a la pelota con niños chillones o se metía en broncas
en el bazar, persiguiendo a los aterrorizados tenderos con el paraguas para revolcarse de risa
después. Me presentó a Sri Kamanaransan Biswas, un flaco funcionario bengalí de mediana edad y
traje raído, quien se ofreció a enseñarme el tantra. El Sr. Biswas vivía en un diminuto bungalow
colgado entre los pinares de una brumosa ladera, donde yo lo visitaba diariamente trayendo pintas
de brandy de puja barato para empinar el codo; él me animaba a fumar mientras charlábamos, pues
la ganja también es sagrada para Kali.
El Sr. Biswas fue en su loca juventud miembro del Partido Terrorista Bengalí, que incluía tanto a
adoradores de Kali como a herejes místicos musulmanes además de anarquistas e izquierdistas
radicales. Ganesh Baba parecía aprobar este pasado secreto, como si fuera una señal de la oculta
fuerza tántrica del Sr. Biswas, a pesar de su ligeramente desastrada apariencia externa. Discutíamos
mis lecturas de Sir John Woodruffe (”Arthur Avalon”) cada tarde, caminaba hasta allí a través de la
fría niebla veraniega, de las trampas tibetanas para espíritus que aleteaban a la húmeda brisa que se
levantaba del rocío y los cedros. Practicábamos el mantra de Tara y el mudra de Tara (o mudra de
Yoni), y estudiábamos el diagrama del yantra de Tara con propósitos mágicos. Una vez visitamos
un templo al Marte hindú (como el nuestro, a un tiempo planeta y dios de la guerra) donde compró
un anillo hecho con un clavo de herradura y me lo dio. Mas brandy y ganja.
Tara: una de las formas de Kali, muy similar en atributos: tirando a enana, desnuda, con cuatro
brazos armados, bailando sobre el cadáver de Shiva, un collar de caninas o cabezas cortadas, la
lengua goteando sangre, la piel de un profundo azulgrís, precisamente el color de las nubes del
monzón. Cada día más lluvia aludes de barro bloqueando las carreteras. Mi pase de área fronteriza
expira. El Sr. Biswas y yo descendemos del húmedo y resbaladizo Himalaya en jeep y en tren hasta
su ciudad ancestral, Siliguri en las anchas llanuras bengalíes donde el Ganges se ramifica en un
inundado delta reverdecente.
Visitamos a su mujer en el hospital. El año pasado una crecida asoló Siliguri matando a decenas de
miles de personas. Se propagó el cólera, la ciudad está hecha una ruina, manchada de algas y
destruida, las salas del hospital todavía están encostradas de lodo, sangre, vómitos, los líquidos de la
muerte. Ella está sentada silenciosa en la cama contemplando de hito en hito un horrible sino sin un
parpadeo. El lado oscuro de la diosa. El me da una litografía coloreada de Tara que milagrosamente
se salvó flotando en el agua.
Esa noche asistimos a una ceremonia en el templo local de Kali, una modesta capilla medio en
ruinas junto a la carretera antorchas como única iluminación cantos y tambores de una síncopa
extraña, casi africana, totalmente transformadora, primordial pero complejamente delirante.
Bebemos, fumamos. Solo en el cementerio, junto a un cadáver medio calcinado, me inician en el
tantra de Tara. Al día siguiente, febrático y aturdido, digo adiós y parto hacia Assam, hacia el gran
templo del yoni de Shakti en Gauhati, justo a tiempo para la fiesta anual. Assam es territorio
prohibido y no tengo permiso. A medianoche en Gauhati me escabullo del tren, retrocedo por las
vías a través de lluvia y barro hasta las rodillas y, en total oscuridad, voy a dar por fin con la ciudad
y me meto en un hotel cochambroso. Enfermo como un perro a estas alturas. No soy capaz de
dormir.
Por la mañana, autobús arriba hasta el templo en una montaña cercana. Torres inmensas, deidades
pululando, patios, dependencias cientos de miles de peregrinos extraños saddhus con pieles de
trige que han bajado cantando de las cuevas de hielo que ocupan. Ovejas y palomas son sacrificadas
a millares, una auténtica hecatombe (ningún otro sahib blanco a la vista) abundantes regueros de
sangre espadas de Kali de hoja curva chop chop chop, cabezas muertas rodando por los
resbaladizos adoquines. Cuando Shiva cortó a Shakti en 53 trozos y los diseminó por toda la cuenca
del Ganges, su coño cayó aquí. Algunos sacerdotes amistosos hablan inglés y me ayudan a
encontrar la cueva donde se exhibe Yoni. A estas alturas ya sé que estoy seriamente enfermo, pero
decidido a completar el ritual. Un tropel de peregrinos (todos al menos una cabeza más bajos que
yo) me rodea como una ola de resaca en la playa, y me lanza suspendido sofocantes y tortuosas
escaleras trogloditas abajo hasta una claustrofóbica cavernaútero donde doy vueltas mareado y
alucinando hacia un informe meteorito cónico restregado por siglos de ghee y ocre. La barahúnda
parte, permitiéndome arrojar un ramo de jazmín sobre el yoni.
Una semana mas tarde en Katmandú ingreso (durante un mes) en el Hospital Alemán de las
Misiones con hepatitis. Un precio exiguo por todo el conocimiento adquirido ¡el hígado de algún
coronel retirado en una historia de Kipling! pero la he conocido, conozco a Kali. Sí, el arquetipo
absoluto de todo el horror, mas para aquellos que saben, se convierte en una madre generosa. Más
tarde en una cueva en la jungla sobre Rishikish medité sobre Tara durante muchos días (con mantra,
yantra, mudra, incienso y flores) y volví a la serenidad de Darjiling, y a sus benéficas visiones.
Su era ha de contener horrores, ya que la mayoría de nosotros no puede entenderla o alcanzar más
allá del collar de calaveras hasta el ramo de jazmín, sabiendo en qué sentido son una misma cosa.
Atravesar CAOS, montarlo como un tigre, abrazarlo (incluso sexualmente) y absorber un poco de
su shakti, de su zumo vital este es el Sendero del Yuga de Kali. Nihilismo creativo. Para aquellos
que lo siguen ella promete iluminación e incluso riqueza, una participación de su poder temporal.
La sexualidad y la violencia sirven de metáfora en un poema que actúa directamente sobre la
conciencia a través de la imaginación; o puede que en las circunstancias apropiadas sean
abiertamente realizadas y disfrutadas, imbuidas con un sentido de la santidad del todo, del éxtasis y
el vino a la basura y los cadáveres.
Aquellos que la ignoran o la ven fuera de sí mismos se arriesgan a la destrucción. Aquellos que la
adoran como ishta devata, o yo divino, saborean su edad del hierro como si fuera de oro,
conociendo la alquimia de su presencia
CONTRA LA REPRODUCCION DE LA MUERTE
UNO DE LOS SIGNOS de ese Fin de los Tiempos que muchos parecen anticipar consistiría en una
fascinación por todo el detritus más negativo y odioso de esos tiempos, una fascinación por la
propia clase de intelectuales que se consideran a sí mismos los más perspicaces sobre el así llamado
apocalipsis del que nos advierten. Estoy hablando de gente que conozco muy bien; aquellos de la
“derecha espiritual” (tales como los neoguenonianos con su obsesión por cualquier signo de
decadencia); y aquellos de la izquierda postfilosófica, los distanciados ensayistas de la muerte,
connoisseurs de las artes de la mutilación.
Para estos dos grupos, toda posible acción en el mundo está restregada sobre un solo nivel plano;
todo se muestra igualmente insensato. Para el tradicionalista, nada importa sino preparar el alma
para la muerte (no sólo la propia sino la del mundo entero también). Para el “crítico cultural” nada
importa sino el juego de identificar otra nueva razón para la desesperanza, de analizarla y añadirla
al catálogo.
El Fin del Mundo es ahora una abstracción porque nunca ha ocurrido. No tiene existencia en el
mundo real. Dejará de ser una abstracción sólo cuando ocurra si es que ocurre. (No estoy
afirmando conocer los “designios de Dios” sobre el particular ni tampoco poseer conocimiento
científico alguno sobre un futuro aún inexistente). Tan sólo veo una imagen mental y sus
ramificaciones emocionales; como tal la identifico como a una especie de virus fantasmal, una
enfermedad fantasma en mí mismo que ha de ser expurgada mas que hipocondríacamente mimada y
complacida. He acabado despreciando el “Fin del Mundo” como un icono ideológico que la
religión, el estado y el entorno cultural por igual han sostenido sobre mi cabeza como una razón
para no hacer nada.
Entiendo por qué los “poderes” religioso y político quisieran mantenerme temblando como un
azogado. Yo seguiré como un cordero sus dictados y no me aventuraré a nada por mí mismo ya que
sólo ellos ofrecen siquiera una oportunidad para evadir el ragnarok (a través de la oración, de la
democracia, del comunismo, etc.). El caso de los intelectuales iluminados, sin embargo, parece en
principio más asombroso. ¿Qué poder adquieren ellos de este rosario de miedo y sombras, de
sadismo y odio? Lo que en esencia obtienen es inteligencia. Cualquier ataque contra ellos ha de
parecer estúpido, ya que sólo ellos tienen la claridad de visión suficiente para reconocer la verdad,
sólo ellos tienen el valor suficiente para ponerla por delante en desafío a vulgares censores
ignorantes y a blandos liberales. Si los ataco como parte del problema mismo que afirman discutir
objetivamente, me verán como un paleto, un mojigato, un cursi. Si admito mi odio por los artefactos
de su percepción (libros, obras de arte, performances) seré entonces simplemente tachado de
remilgado (y así por supuesto seré reprimido psicológicamente), o al menos tachado de falto de
seriedad.
Muchos asumen que porque yo a veces me expreso como un anarquista al que le gustan los
muchachitos, he de estar también “interesado” en otras ideas ultra postmodernas como el
infanticidio compulsivo, la ideología fascista, o las fotografías de Joel P. Witkin. Tan sólo asumen
dos caras de cada asunto la cara que se lleva y la cara que no se lleva. Un marxista que objetara
contra todo este culto a la muerte como algo antiprogresista sería considerado tan tonto como un
fundamentalista cristiano que lo considerara inmoral.
Estoy convencido de que (como de costumbre) existen muchas caras en este asunto en vez de sólo
dos. Los asuntos de dos caras (creacionismo contra darwinismo, “elección” contra “provida”, etc.)
son todos sin excepción ilusiones, mentiras espectaculares.
Mi posición es ésta: soy bien consciente de la “inteligencia” que previene de la acción.
Yo mismo la poseo en abundancia. Sin embargo de vez en cuando me las arreglo para comportarme
como si fuera lo suficientemente estúpido como para intentar cambiar mi vida. A veces he utilizado
estupefacientes peligrosos como la religión, la marihuana, el caos, el amor de los niños. En unas
pocas ocasiones he obtenido un cierto éxito y digo esto no para dármelas de nada sino como
testimonio. Derrocando los iconos internos del Fin del Mundo y de la futilidad de todo empeño
mundano, he penetrado (alguna vez) en un estado que parecía (en comparación con todo lo que he
conocido) un estado de salud. Las imágenes de muerte y mutilación que fascinan a nuestros artistas
e intelectuales me parecen a la luz del recuerdo de estas experiencias trágicamente inapropiadas
para el verdadero potencial de la existencia y del discurso sobre la existencia.
La existencia misma puede considerarse un abismo desposeído de sentido. Yo no leo esto como una
declaración pesimista. Si esto es así, no lo he de ver pues sino como una declaración de autonomía
para mi imaginación y mi voluntad; y para el más bello acto que ellos puedan concebir con el que
dotar de sentido a la existencia.
¿Por qué tengo yo que emblematizar esta libertad con un acto como el asesinato (como hicieron los
existencialistas) o con cualquiera de los funéreos gustos de los ochenta? La muerte sólo puede
matarme una vez; hasta entonces soy libre para expresarme y experimentar (tanto como pueda) una
vida y un arte de la vida basados tanto en “experiencias punta” autoenriquecedoras, como en la
“convivencia” (que también posee su propias recompensas).
La réplica obsesiva de la imaginería de la muerte (y su reproducción o incluso mercantilización) se
entromete en este proyecto obstaculizándolo tanto como la censura o el lavado de cerebro de los
media. Introduce bucles de feedback negativo es mal juju. No ayuda a nadie a conquistar el miedo
a la muerte, sino sólo inculca un miedo mórbido en lugar del saludable miedo que toda criatura
sensible tiene al olor de la propia mortalidad.
Esto no ha de absolver al mundo de su fealdad, o negar que cosas verdaderamente terribles existen
en él. Pero algunas de estas cosas pueden ser superadas; con la condición de que construyamos una
estética sobre la superación más que sobre el miedo.
Hace poco asistí a una actuación de danza/poesía gay de intransigente modernez: el bailarín negro
de la troupe tenía que hacer como que se follaba a un cordero muerto.
Parte de mi autoinducida estupidez, lo confieso, es creer (e incluso sentir) que el arte puede
cambiarme, y cambiar a otros. Por eso escribo pornografía y propaganda para provocar el cambio.
El arte nunca puede significar tanto como una aventura amorosa, quizás, o una sublevación. Pero…
hasta cierto punto… funciona.
Incluso aunque hubiera abandonado toda esperanza en el arte, sin embargo, toda expectativa de
exaltación, todavía me resistiría a soportar un arte que sólo exacerba mi infelicidad, o se permite la
schadenfreude, la “complacencia en la infelicidad de otros”. Me aparto de cierto arte como un perro
rehuiría aullando el cadáver de su compañero. Preferiría rehusar esa sofisticación que me permite
olerlo con distanciada curiosidad como un ejemplo más de la descomposición postindustrial. Sólo
los muertos son realmente inteligentes, realmente enrollados. Nada los toca. Mientras vivo, sin
embargo, me pongo del lado de una vida descarriada, sufriente y tortuosa, del lado de la ira más que
del aburrimiento, de la dulce lujuria, el hambre y la incuria… contra la gélida vanguardia y sus
premoniciones sepulcrales a la moda.
SONORA DENUNCIA DEL SURREALISMO
(Para Harry Smith)
EN LA MUESTRA DE CINE SURREALISTA, alguien preguntó a Stan Brakhage sobre la
utilización del surrealismo en los media (MTV, etc.); el contestó que era una “maldita vergüenza”.
Bien, quizás lo sea o quizás no lo sea (¿es que la Kultura popular carece ipso facto de toda
inspiración?); pero aun admitiendo que en alguna medida la apropiación del surrealismo por parte
de los media sea una maldita vergüenza ¿hemos de creer que no había nada en el surrealismo que
permitiera que se perpetrara este robo?
El retorno de lo reprimido significa el retorno de lo paleolítico no una vuelta a la antigua edad de
piedra, sino una vuelta de la espiral en un nuevo nivel de rotación. (Después de todo, el 99,9999%
de la experiencia humana es de caza/recolección, con la agricultura y la industria como una mera
mancha de aceite en el pozo profundo de la no historia). El paleolítico es igual al pretrabajo (”la
sociedad original del ocio”). El posttrabajo (trabajo cero) es igual al “paleolitismo psíquico”. Todo
proyecto por la “liberación del deseo” (surrealismo) que permanezca enmarañado en la matriz del
Trabajo sólo puede conducir a la mercantilización del deseo. El neolítico comienza con el deseo de
mercancías (excedentes agrícolas), pasa a la producción del deseo (industria), y termina con la
implosión del deseo (publicidad). La liberación surrealista del deseo, con todas sus conquistas
estéticas, no queda más que como un subconjunto de la producción; de ahí la venta al por mayor del
surrealismo al partido comunista y a su ideología laboralista (por no mencionar su consiguiente
misoginia y homofobia). El ocio moderno, por el contrario, es simplemente un subconjunto del
Trabajo (de ahí su mercantilización); no es por casualidad pues que cuando el surrealismo cerró el
chiringuito, los únicos clientes que quedaran en las rebajas fueran ejecutivos de la industria
publicitaria.
La publicidad, utilizando la colonización surrealista del inconsciente para crear deseo, lleva a la
implosión final del surrealismo. No es sólo una “maldita vergüenza y una desgracia”, ni una simple
apropiación. El surrealismo fue hecho para la publicidad, para la mercantilización. El surrealismo es
de hecho una traición al deseo.
Y aún así, fuera de este abismo de sentido, el deseo todavía surge, inocente como un fénix renacido.
El primer dada berlinés (que rechazó la vuelta al objeto artístico) nos ofrece con todos sus defectos
un modelo mucho más apto para enfrentarnos a la implosión de lo social de lo que el surrealismo
hubiera podido ofrecernos jamás; un modelo anarquista, o quizás (en jerga antropo) un modelo no
autoritario, una destrucción de toda ideología, de todas las cadenas de la ley. Con la estructura del
Trabajo/Ocio derrumbándose hacia el vacío, con todas las formas de control desvaneciéndose en la
disolución del sentido, el neolítico parece destinado a la desaparición también, con todos sus
templos y graneros y policías, para ser reemplazado por un retorno de orden psíquico a la
caza/recolección una renomadización. Todo implota y desaparece la familia edípica, la
educación, hasta el inconsciente mismo (como dice André Codrescu). No confundamos esto con el
Apocalipsis (resistámonos a la seducción del enemigo escatológico) no es el mundo el que termina;
sólo la cáscara vacía de lo social, que arde y desaparece.
Habría que tirar el surrealismo a la basura con toda la bonita cacharrería del sacerdocio agrícola y
con todos los insulsos sistemas de control. Nadie sabe lo que ha de traer, qué miseria, qué espíritu
salvaje, qué dicha; pero lo último que nos hace falta en nuestro viaje es otro equipo de comisarios,
Papas de nuestros sueños papaítos. Abajo el Surrealismo…
Naropa, 9 de julio, 1988
POR UN CONGRESO DE RELIGIONES RARAS
HEMOS APRENDIDO A DESCONFIAR del verbo ser, de la palabra es; en vez de esto hagamos
notar el asombroso parecido entre el concepto de SATORI y el concepto de REVOLUCION DE LA
VIDA COTIDIANA; en ambos casos: una percepción de lo “ordinario” con consecuencias
extraordinarias para la conciencia y la acción. No podemos usar la expresión “es como” porque
ambos conceptos (como todos los conceptos, todas las palabras) vienen de por sí encostrados con
añadidos; cada una de ellas cargada de todo su equipaje psicocultural, como invitados que llegan
sospechosamente bien avituallados para el fin de semana.
Así es que permíteme el anticuado uso beatzen del satori, mientras a un tiempo enfatizo en el caso
del slogan situacionista que una de las raíces de su dialéctica puede seguirse hasta la noción
dada/surrealista de lo “maravilloso” irrumpiendo en (o desde) una vida que sólo parece sofocada
por lo banal, por las miserias de la abstracción y la alienación. Defino mis términos haciéndolos
más vagos, precisamente con el objetivo de evitar las ortodoxias tanto del budismo como del
situacionismo, para escapar de sus trampas ideológicosemánticas ¡esas máquinas rotas del
lenguaje! Más bien propongo que las desguacemos en busca de recambios, un acto de bricolage
cultural. La “revolución” sólo representa otra vuelta del tornillo mientras la ortodoxia religiosa de
cualquier tipo conduce lógicamente a un verdadero gobierno de destornillados. No hagamos un
ídolo del satori al imaginarlo bajo el monopolio de monjes místicos, o como contingente en
cualquier código moral; y más que fetichizar el izquierdismo del 68 elijamos el término de Stirner
“sublevación” o “levantamiento”, que elude las implicaciones internas de un mero cambio de
autoridad. Esta constelación de conceptos supone “romper las reglas” de la percepción normativa
para llegar a la experiencia directa, de una manera análoga al proceso por el que el caos se resuelve
espontáneamente en órdenes fractales no lineales, o a la forma en que la energía creativa “salvaje”
se resuelve en juego y poesis. El “orden espontáneo” que surge del “caos” evoca por su parte el
taoísmo anarquista del Chuang Tzu. El zen puede ser acusado de una falta de conciencia de las
implicaciones revolucionarias del satori, mientras los situacionistas pueden ser criticados por
ignorar una cierta “espiritualidad” inherente a la autorrealización y a la convivencia que su causa
demanda. Identificando el satori con la r.v.c. estamos en cierta medida celebrando un matrimonio de
penalty tan singular como el emparejamiento surrealista de un paraguas y una maquina de coser o lo
que quiera que fuera. Miscegenación. La mezcla de razas por la que abogaba Nietzche, quien sin
duda se sentía atraído por la sensualidad del descastado.
Me siento tentado de describir la manera en que el satori “es” como la r.v.c. pero no puedo. O por
ponerlo de otra manera: casi todo lo que escribo gira en torno a este tema; tendría que repetirlo casi
todo para dilucidar este único punto. En vez de ello, como apéndice, ofrezco otra curiosa
coincidencia o interpenetración de 2 términos, uno del situacionismo una vez más y el otro en este
caso del sufismo.
La dérive o deriva fue concebida como un ejercicio en la revolución deliberada de la vida cotidiana;
una especie de vagabundeo sin destino prefijado por las calles de la ciudad, un nomadismo urbano
visisonario que implicaba una apertura a la “cultura como naturaleza” (si he captado bien la idea) el
cual por su pura duración habría de inculcar en los derivantes una propensión a experimentar lo
maravilloso; no siempre en su forma mas benéfica quizás, pero, optimístamente, siempre productiva
a un entendimiento ya fuera a través de la arquitectura, el erotismo, la aventura, la bebida y las
drogas, el peligro, la inspiración, lo que fuera de la intensidad de la percepción inmediata y la
experiencia.
El término paralelo en el sufismo seria “viajar a los horizontes lejanos” o simplemente “viajar”, un
ejercicio espiritual que combina las energías urbanas y nómadas del Islam en una sola trayectoria,
denominada en ocasiones “la caravana del verano”. El derviche hace un voto de viajar a cierta
velocidad, quizás quedándose no más de 7 ó 40 noches en una ciudad, aceptando lo que surja,
poniéndose en marcha cuando signos o coincidencias o simples caprichos le dirijan, moviéndose de
punto de fuerza a punto de fuerza, consciente de una “geografía sagrada”, del itinerario como
sentido, de la topología como simbología.
Otra constelación: Ibn Jaldún, En el camino (tanto de Jack Kerouac como de Jack London), la
forma de la novela picaresca en general, el Barón Munchausen, el wanderjahr, Marco Polo,
muchachos en un bosque de verano suburbano, caballeros arturianos buscando bronca, maricones
buscando chavalitos, arrastrarse por las tabernas con Melville, Poe, Baudelaire; o montar en canoa
con Thoreau en Maine… el viaje como la antítesis del turismo, espacio más que tiempo. Un
proyecto de arte: la construcción de un “mapa” que mantenga una escala 1:1 con el “territorio”
explorado. Un proyecto político: la construcción de “zonas autónomas” cambiantes dentro de una
red nomádica invisible (como los Rainbow Gatherings). Un proyecto espiritual: la creación o el
descubrimiento de formas de peregrinación en las que el concepto de “templo” ha sido reemplazado
(o esoterizado) por el concepto de “experiencia punta”.
Lo que aquí intento (como siempre) es proveer unas bases irracionales firmes, una filosofía extraña,
puede ser, para lo que llamo Religiones Libres, incluyendo las corrientes psicodélica y discordiana,
el neopaganismo no jerárquico, las herejías antinomianas, el caos y la Magia del Kaos, el vudú
revolucionario, los cristianos anarquistas y “sin iglesia”, el Judaísmo Mágico, la Iglesia Mora
Ortodoxa, la Church of the SubGenius, las hadas, los taoístas radicales, los místicos de la cerveza,
la gente de la hierba, etc., etc.
Contrariamente a las expectativas de los radicales del siglo XIX, la religión no ha desaparecido
quizás nos iría mejor si lo hubiera hecho sino que en vez de ello ha incrementado su poder,
aparentemente en proporción al incremento en el reino de la tecnología y el control racional. Tanto
el fundamentalismo como la new age extraen algún tipo de fuerza de la amplia y profunda
insatisfacción con un Sistema que trabaja contra toda percepción de la exuberancia de la vida
cotidiana; llámalo Babilonia o el Espectáculo, el Capital o el Imperio, la Sociedad de la Simulación
o del mecanismo desalmado, lo que quieras. Pero estas dos fuerzas religiosas reconducen el deseo
mismo de autenticidad hacia nuevas abstracciones dominantes y opresivas (moralidad en el caso del
fundamentalismo, mercantilismo en el caso de la new age), y por esta razón pueden calificarse con
toda propiedad de “reaccionarias”.
De la misma manera en que los radicales de la cultura buscarán infiltrarse y subvertir los media
populares, y tal como los radicales de la política desarrollarán funciones similares en la esfera del
trabajo, la familia, y otras organizaciones sociales, así existe una necesidad de que los radicales
penetren la propia institución de la religión en vez de simplemente seguir recitando tópicos del siglo
XIX sobre el materialismo ateo. Va a ocurrir de cualquier forma, así que mejor aproximarse a ello
de manera consciente, con gracia y estilo.
Habiendo vivido una vez cerca de la sede del Consejo Mundial de Iglesias, me gusta la posibilidad
de una versión paródica de las Iglesias Libres la parodia como una de nuestras estrategias
principales (o llámala détournement o desconstrucción o destrucción creativa) una especie de red
abierta (no me gusta esa palabra; llamémosle si no “trama”) de cultos raros e individuos que se
provean unos a otros de conversación y servicios, de lo que puede empezar a emerger una dirección
o tendencia o (en términos mágicos) una “corriente” lo suficientemente fuerte para sembrar el
desorden psíquico entre fundamentalistas y new agers, incluso entre los ayatollahs y el papado, lo
suficientemente convivial para disentir entre nosotros y aún poder dar fiestas estupendas o
cónclaves, o concilios ecuménicos, o congresos mundiales a los que nos anticipamos con alegría.
Las Religiones Libres pueden ofrecer algunas de las únicas alternativas espirituales posibles a las
tropas de asalto televangélicas y a los bobos “canalizadores del cristal” (por no mencionar a las
religiones establecidas), y por eso llegarán a ser cada vez más y más importantes, más y más vitales
en un mundo en el que la exigencia de la irrupción de lo maravilloso en lo cotidiano se ha de
convertir en la más urgente, aguda y tumultuosa de todas las exigencias políticas. Un futuro que ha
de empezar (espera, deja que mire el reloj)… 5, 4, 3, 2, 1… YA.
LA TIERRA HUECA
REGIONES SUBTERRANEAS DEL continente excavadas en cavernas ciclópeas, catedrales de
redes fractales, laberínticos túneles gargantuanos, lentos ríos negros subterráneos, inmóviles
lagunas estigias, puras y ligeramente luminíferas, esbeltas cataratas precipitándose sobre roca
desgastada por el agua, cayendo entre bosques petrificados de estalactitas y estalagmitas en la
complejidad del asombro del pez ciego ante el espeleólogo e insondable vastedad… ¿Quién excavó
esta tierra hueca bajo el hielo que vislumbraron Poe, ciertos ocultistas paranoicos alemanes,
sectarios OVNI shaverianos? ¿Fue la tierra una vez colonizada en los tiempos de Gondwana o MU
por alguna antigua raza? ¿con sus esqueletos reptilianos todavía enmoheciéndose en los laberintos
secretos más lejanos del sistema cavernario? Calmas aguas estancadas, canales sin salida, pozas
embalsadas lejos de los centros de la civilización como la Pequeña América, la Ciudad del
Transporte, o Nan Chi Han, allí abajo en los oscuros recodos y en las zonas más remotas de las
grutas antárticas, hongos y helecho albino. Sospechamos sus mutaciones, manos y pies de
membranas anfibias, hábitos degenerados; kallikaks de la tierra hueca, renegados lovecraftianos,
heremitas, incestuosos contrabandistas escondidos, criminales fugitivos, anarquistas forzados a
ocultarse después de las Guerras Entrópicas, tránsfugas del Puritanismo Genético, Tongs chinos
disidentes y fanáticos del Turbante Amarillo, piratas índicos de cueva, indolentes parias macilentos
de las prolecolmenas de las cúpulas industriales a lo largo de la Lengua de Thwait y la costa de
Walgreen y la tierra de EdselFord; los trogs han mantenido viva durante 200 años la memoria folk
de la Zona Autónoma, el mito de que algún día aparecerá otra vez… taoísmo, filosofía libertina,
brujería indonesia, el culto a la Cueva Madre (o Madres), identificado por algunos estudiosos con la
diosa javanesa del mar/luna Loro Kidul, por otros con una deidad menor de la Secta de la Estrella
del Sur, la “Diosa de Jade”… manuscritos (en ingliss de Bahasa, el macarrónico dialecto pidgin de
las cuevas profundas) con citas mutiladas de Nietzche y Chuang Tzu… El comercio se basa en
ocasionales piedras preciosas y en el cultivo de amapola blanca, hongos, más de una docena de
especies diferentes de setas “mágicas”… el pando lago Erebus, 5 millas de largo, moteado con
islotes estalagmíticos ahogados de helechos y kudzu y pino enano negro, contenido en una cueva
tan vasta que a veces crea su propio tiempo… La ciudad pertenece oficialmente a la Pequeña
América pero la mayoría de sus habitantes son trogs que viven del Subsidio Perezoso; y el país
tribal de las profundidades cavernarias se encuentra justo al otro lado del Lago. Chusma, artistas,
drogadictos, hechiceros, contrabandistas, infiltrados y pervertidos que viven en ruinosos hoteles de
basalto y sintoplast medio encostrados de viñas verde pálido, a lo largo del frente del lago, una
avenida de escuálidos cafés, comercios de gemas vigilados por ninjas armados, tiendas chinas de
fideos con krill, el salón engalanado de cristal para bailarines de gamelán de fusión lenta,
muchachos practicando sus mudras en las soñolientas tardes de azul oscuro electrónico al compás
de sintegongs y metalofones… y bajo el muelle quizás unos cuantos bañistas desacompasados a lo
largo de la playa negra, genuinos turistas de bajos ingresos papando moscas en el templo detrás del
bazar donde pálidos viejos pamongs trog tranceados en hongos babean con los ojos en blanco,
respirando el humo de un pesado incienso, todo parece de repente amenazadoramente luminoso,
vibrante de significado… sólo unos pocos casos de dedos amembranados pero los rumores de
promiscuidad ritual son lo suficientemente ciertos. Estuve viviendo en un pueblo de pescadores trog
al otro lado del lago desde Erebus en un habitación alquilada sobre la tienda de cebos… pereza rural
y degenerados ritos supersticiosos de abandono sexual, los misterios larvales e insalubres de los
oprimidos mutantes ctónicos trog, vagos paletos ineptos… la Pequeña América, tan cristiana y libre
de mutación, tan eugenésica y ordenada, donde todo el mundo vive enchufado a un reino
desencarnado de antiguo software y holografía, tan euclidiana, newtoniana, limpia y patriótica; la
P.A. nunca entenderá esta inocente magia de lo sucio, este “materialismo espiritual”, esta esclavitud
a los volcánicos deseos de las secretas pandillas de muchachos de las cavernas que como flores
risueñas ríen lanzando con erecciones de dínamo bombeantes surtidores de pura vida curvados
como arcos tensos, y el olor del agua, de la zupia de charca, de las blancas flores nocturnas al
abrirse, jazmín y datura, orín, pelo húmedo de niño, esperma y barro… poseído por los espíritus de
la cavernas, quizás los fantasmas de antiguos alienígenas que ahora deambulan como demonios
buscando renovar viejos placeres perdidos de carne y substancia. O quizás la Zona ya ha renacido,
ya es un nexo de autonomía, un virus del caos que se extiende en su forma clandestina más
exuberante, las blancas setas venenosas crecen en los rincones donde los niños trog se han
masturbado solos en la oscuridad..
NIETZCHE Y LOS DERVICHES
RENDAN, “LOS LISTOS”. Los sufíes usan el término técnico rend (adj. rendi, pl. rendan) para
designar a alguien “tan listo como para beber vino en secreto sin que le cojan”: la versión derviche
del “disimulo permisible” (taqiyya, por la que a los chiítas se les permite mentir sobre su verdadera
afiliación para evitar la persecución al igual que avanzar en la causa de su propia propaganda).
En el plano del “Sendero”, el rend oculta su estado espiritual (hal) con objeto de contenerlo, de
trabajar alquímicamente en él, de desarrollarlo. Esta “listeza” revela mucho acerca del secretismo
de las Ordenes, aunque sigue siendo verdad que muchos derviches efectivamente rompen las leyes
del Islam (shariah), ofenden la tradición (sunnah), y se ríen de las costumbres de su sociedad todo
lo que les da razones para un verdadero secretismo.
Ignorando el caso del “criminal” que usa el sufismo como una tapadera o bien no el sufismo per se
sino el dervichismo, casi un sinónimo en Persia de las actitudes relajadas y por extensión de la
laxitud social, un estilo de amoralidad pobre y genial pero elegante dicha definición puede aún
considerarse en un sentido literal tanto como metafórico. Es decir: algunos sufíes de hecho rompen
la Ley mientras siguen admitiendo que la Ley existe y que continuará existiendo; y lo hacen por
motivos espirituales, como un ejercicio de voluntad (himmah).
Nietzche dice en algún sitio que el espíritu libre no se ha de agitar para que las reglas caigan o
siquiera se reformen, pues sólo rompiendo las reglas realiza su voluntad de poder. Uno ha de
demostrar (a sí mismo al menos) una habilidad para superar las reglas de la manada, para hacer la
propia ley y aún así no caer presa del rencor y el resentimiento de aquellos espíritus inferiores que
definen ley y costumbres en CUALQUIER sociedad. Uno necesita, en efecto, un equivalente
individual de la guerra con objeto de alcanzar el devenir del espíritu libre uno necesita una
estupidez inerte respecto a la que medir el propio movimiento e inteligencia.
Los anarquistas a veces proponen una sociedad ideal sin ley. Los pocos experimentos anarquistas
que tuvieron un breve éxito (makhnovistas, catalanes) no consiguieron sobrevivir las condiciones de
guerra que permitieron su existencia en un principio; así es que no tenemos forma empírica de saber
si tales experimentos podrían sobrevivir con el establecimiento de la paz.
Algunos anarquistas, sin embargo, como nuestro amigo el desaparecido stirnerita italiano “Brand”,
tomaron parte en todo tipo de revoluciones y levantamientos, incluso comunistas y socialistas,
porque encontraron en el momento mismo de la sublevación la libertad que buscaban. Por tanto
mientras que la utopía siempre ha fracasado hasta ahora, los anarquistas individualistas o
existencialistas han triunfado en tanto han conseguido (ya sea brevemente) la realización de su
voluntad de poder en la guerra.
La animadversión de Nietzche hacia los “anarquistas” siempre apunta contra el tipo de mártir
narodnik igualitariocomunista, cuyo idealismo vio como otro moralismo superviviente del
cristianismo más aunque a veces los ensalza por tener al menos el valor de rebelarse contra la
autoridad mayoritaria. Nunca menciona a Stirner, pero creo que hubiera clasificado al
individualista rebelde con los tipos más altos del “criminal”, que representaba para él (tal como para
Dostoyevsky) a un humano muy superior a la manada, incluso al fracasar trágicamente por culpa de
sus obsesiones y quizás ocultos deseos de venganza.
El superhombre nietzcheano, de existir, habría de compartir hasta cierto punto esta “criminalidad”
incluso si tuviera que superar todas las obsesiones y compulsiones, aunque sólo fuera porque su ley
nunca podría estar de acuerdo con la ley de las masas, del estado y de la sociedad. Su necesidad de
“guerra” (ya literal o metafórica) puede incluso persuadirlo de tomar parte en la revuelta, ya
asumiera la forma de la insurrección o tan sólo la de una orgullosa bohemia.
Para él una “sociedad sin ley” podría tener valor sólo hasta el extremo en que pudiera medir su
propia libertad respecto a la sujeción a la de los otros, respecto a su envidia y a su odio. Las breves
“utopías piratas” sin ley de Madagascar y el Caribe, la república de Fiume de D’Annunzio, Ucrania
o Barcelona, le hubieran atraído en su promesa del tumulto del devenir e incluso del “fracaso” más
que la bucólica somnolencia de una sociedad anarquista “perfeccionada” (y por tanto muerta).
En la ausencia de tales oportunidades, este espíritu libre se hubiera negado a perder el tiempo en
agitación por la reforma, en protesta, en ensoñación visionaria, en todo tipo de “martirio
revolucionario” en pocas palabras, en la mayor parte de la actividad anarquista contemporánea.
Ser rendi, beber vino a escondidas sin que te cojan, aceptar las reglas para romperlas y así obtener la
elevación espiritual o la subida de energía del peligro y la aventura, la epifanía privada de superar
toda policía interior mientras a un tiempo burlar toda autoridad externa, éste puede ser un objetivo
digno de tal espíritu, y ésta puede ser su definición del crimen.
(A propósito: creo que este escrito puede contribuir a explicar la insistencia de N en la MASCARA,
en la naturaleza secretista del protosuperhombre, que disturba incluso a comentaristas inteligentes
aunque algo liberales como Kaufman. A los artistas, con todo lo que N los ama, los critica por
contar secretos. Quizás no llegó a considerar que parafraseando a A. Ginsberg ésta es nuestra
forma de alcanzar la “grandeza”; y también que parafraseando a Yeats incluso el más auténtico de
los secretos se convierte en una máscara mas).
Y en lo que respecta al movimiento anarquista de hoy: ¿es que no nos gustaría aunque sólo fuera
una vez levantarnos en un suelo donde las leyes se han abolido y el último cura ha sido colgado con
las tripas del último burócrata? Sí claro. Pero tampoco estamos conteniendo el aliento. Hay ciertas
causas (por citar al Nich otra vez) que uno no puede abandonar del todo, aunque sólo sea por la pura
insipidez de todos sus enemigos. Oscar Wilde podía haber dicho que uno no puede ser un caballero
sin ser algo anarquista una paradoja necesaria, como el “aristocratismo radical” de N.
Esto no es sólo una cuestión de dandysmo espiritual, también lo es de compromiso existencial con
una espontaneidad fundamental, con un “tao” filosófico. Con todo su gasto de energía, en su propia
falta de forma, el anarquismo exento de ISMOs se aproxima a ese único tipo de forma que puede
interesarnos hoy, a ese atractor extraño, la forma del caos, que (una última cita) uno ha de llevar
dentro, si ha de dar a luz una estrella danzante.
Equinoccio de primavera, 1989
RESOLUCION PARA LOS 90:
¡¡BOICOT A LA CULTURA POLICIAL!!
SI HAY UNA FIGURA DE LA FICCION que haya dominado la cultura pop de los ochenta, ésa ha
sido la del Policía. La puta pasma por todas partes. Qué aburrimiento más increíble.
Policías fuertes protegiendo al débil y al humilde a expensas de una media docena o así de
artículos de la constitución ”Harry el Sucio”. Simpáticos policías humanos, enfrentándose a la
perversidad humana, con una actitud agridulce, ya sabes, duros y escarmentados pero aún blandos
por dentro Canción triste de Hill Street la serie de TV más perversa de todas. Policías negros
listillos marcándose ingeniosos desplantes racistas contra paletos policías blancos, quienes terminan
a pesar de todo amándose unos a otros Eddie Murphy, Traidor de Clase. Para darle emoción
masoquista a la cosa tenemos a policías corruptos que amenazan con derribar nuestra Akogedora
Realidad del Konsenso desde dentro como tenias diseñadas por Giger, pero como es natural son
aniquilados en el último segundo por el Ultimo Policía Honesto, Robocop, la amalgama ideal de
prótesis y sentimentalismo.
Llevamos obsesionados con la policía mucho tiempo (pero los polizontes de antaño hacían de
tontainas patosos, pasma pasmada colocada para que Fatty Arbuckle or Buster Keaton les dieran de
tortas). Pero en el drama ideal de los ochenta, el “hombrecillo” que una vez tumbó polis por
centenares con esa bomba anarquista, utilizada inocentemente para encender un cigarrillo el
Vagabundo, la víctima con el poder repentino del corazón puro ya no tiene un lugar en el centro de
la narrativa. Una vez “nosotros” fuimos ese vagabundo, ese héroe caótico cuasi surrealista que
vence con wuwei a los ridículos vasallos de un orden ruin e irrelevante. Pero ahora nos vemos
reducidos al estatus de víctimas sin poder, o al de criminales. “Nosotros” ya no ocupamos el papel
central; ya no somos los héroes de nuestras propias historias, hemos sido marginados y
reemplazados por el Otro, por el Policía.
Por tanto las series policiacas sólo tienen tres personajes víctima, criminal y policía pero los dos
primeros no llegan a ser totalmente humanos sólo el madero es real. Extrañamente, la sociedad
humana en los ochenta (como se ve en otros media) dio a menudo la impresión de estar constituida
de los mismos tres clichés/arquetipos. Primero las víctimas, las quejosas minorías despotricando
con los “derechos” ¿y dime tú quién no pertenecía a una “minoría” en los ochenta? Joder, si hasta la
policía se quejaba de que abusaban de sus “derechos”. Después los criminales: en gran medida no
blancos (a pesar de la obligatoria y alucinante “integración” de los media), en gran medida pobres
(o bien obscenamente ricos, y así tanto más alienantes), en gran medida perversos (los espejos
prohibidos de “nuestros” deseos). Tengo entendido que uno de cada cuatro hogares norteamericanos
es asaltado cada año, y que cada año casi medio millón de nosotros es detenido sólo por fumar
hierba. Frente a estadísticas tales (incluso asumiendo que son “mentiras asquerosas”) uno se
pregunta ¿quién NO es ya víctima o delincuente en nuestro estado policial de conciencia? El chapa
ha de mediar por todos nosotros, por muy chapada que esté la interfaz sólo son sacerdotes
guerreros, aunque sean profanos. Los más buscados de América el concurso televisivo más
popular de los ochenta inauguró para todos nosotros el papel del policía amateur, hasta ahora sólo
una fantasía mediática del resentimiento y el revanchismo de la clase media. Naturalmente el
policía de la vida real no odia a nadie tanto como al vigilante mira lo que le ocurre a los grupos de
autoprotección en los barrios pobres y/o no blancos como los musulmanes que intentaron eliminar
el tráfico de crack en Brooklyn: la policía reventó a los musulmanes, los camellos se libraron. Los
verdaderos vigilantes amenazan el monopolio de las fuerzas de seguridad, lèse majesté, algo aún
más abominable que el incesto o el asesinato. Pero los vigilantes de los media se mueven a sus
anchas dentro del Estado Policial; de hecho, sería más oportuno pensar en ellos como informadores
sin paga (¡ni siquiera un conjunto de maletas a juego!): delatores telemétricos, electrochivatos,
soplones de ocasión.
¿Qué es lo que “América busca”? ¿se refiere esta frase a los criminales; o a los crímenes, a los
objetos del deseo en su verdadera presencia, sin representar, sin mediar, literalmente robados y
apropiados? Lo que América busca… es dar por culo al trabajo, plantar al cónyuge en el arroyo,
drogarse (porque sólo las drogas te hacen sentir como la gente en los anuncios de TV), tirarse a
núbiles jovencitas, sodomía, robar. Cómo no. ¿Qué placeres inmediatos NO son ilegales? Incluso
las barbacoas en exteriores violan ordenanzas contra el humo hoy en día. Hasta los placeres más
simples nos delatan contra alguna ley; finalmente el placer se convierte en algo demasiado
estresante, y solo queda la TV y el placer de la venganza, de la traición delegada, de la emoción
enfermiza del soplón. América no consigue lo que busca, así que en vez de eso tiene a Los más
buscados de América. Una nación de gallinas de patio de colegio chupando de una élite de matones
de patio de colegio. Por supuesto el programa aún sufre algunos cortocircuitos de realidad extraños:
por ejemplo, los segmentos dramatizados son representados con un estilo cinema verité por actores;
algunos espectadores son tan tontos que se creen que están viendo filmación real de crímenes
auténticos. A partir de esta farsa los actores son acosados sin descanso e incluso arrestados, junto
con (o en vez de) auténticos delincuentes cuyas jugarretas son flasheadas después de cada pequeño
documentoide. Qué original ¿eh? Nadie experimenta nada todo el mundo reducido al estatus de un
fantasma las imágenes de los media rompen y se alejan flotando de contacto alguno con la
verdadera vida cotidiana; sexo telefónico cibersexo. Trascendencia final del cuerpo: cibergnosis.
Como precursores televangélicos, los policías de los media nos preparan para el advenimiento, la
llegada final o el Rapto del estado policial: las “guerras” contra el sexo y las drogas: control total
despojado de todo contenido; un mapa sin coordenadas en ningún espacio conocido; mucho más
allá del mero Espectáculo; puro éxtasis (”salir fuera del cuerpo”); simulacro obsceno; violentos
espasmos sin sentido elevados al último principio de gobierno. La imagen de un país consumido por
imágenes de autorepugnancia, por guerras entre las mitades esquizoides de una personalidad
dividida, el Superego contra el Niño Ello, por el campeonato de pesos pesados de un paisaje
abandonado, calcinado, polucionado, desolado, irreal.
Tal como las series de asesinatos son siempre un ejercicio de sadismo, así la ficción policiaca
siempre implica la contemplación del control. Las imágenes del inspector o el detective miden la
imagen de “nuestra” falta de substancia autónoma, de nuestra transparencia ante la mirada de la
autoridad. Nuestra perversidad, nuestro desvalimiento. Ya los imaginemos “buenos” o “malos”,
nuestra invocación obsesiva de los eidolones de la policía revela el alcance hasta el que hemos
asumido la cosmovisión maniquea que simbolizan. Millones de policías diminutos bullen por todas
partes, como los qlippoth hambrientos fantasmas larvales llenan la pantalla, como en la vieja
película de Keaton, inundando el primer plano, una Antártida donde nada se mueve excepto
siniestras hordas de pingüinos azules.
Proponemos una exégesis hermenéuticoesotérica de la consigna surrealista “Mort aux vaches!” La
tomamos para referirnos no a la muerte de policías individuales (”vacas” en el argot de la época),
una mera fantasía revanchista de izquierdas mezquino sadismo a la inversa sino más bien a la
muerte de la imagen del policía, del Control interno y su miríada de reflejos en el lugar nolugar de
los media la “habitación gris” como la llama Borroughs. Autocensura, miedo a los propios deseos,
a la “conciencia” como voz interiorizada de la autoridad del consenso. Asesinar a estas “fuerzas de
seguridad” sin duda liberaría inundaciones de energía libidinal, y no la violenta vorágine que
predice la teoría de la Ley y el Orden. La “autosuperación” nietzcheana provee el principio
organizativo del espíritu libre (como también de la sociedad anarquista, al menos en teoría). En la
personalidad del estado policial, la energía libidinal es embalsada y desviada hacia la autorepresión;
cualquier amenaza al Control resulta en espasmos de violencia. En la personalidad del espíritu libre,
la energía fluye sin barreras y por tanto turbulenta pero dulcemente su caos encuentra su atractor
extraño, permitiendo la emergencia de nuevos órdenes espontáneos. En este sentido, pues,
llamamos a un boicot de la imagen del policía, y a una moratoria de su producción en el arte. En
este sentido…
MORT AUX VACHES!
traducido del inglés por Guadalupe Sordo publicado en castellano por Carta de Ajuste Cristo del
Buen Viaje, 8 Sevilla 41001ESPAÑA
bnv@arrakis.es
en colaboración con Talasa Ediciones Hileras 8 MadridESPAÑA
La Marca
Buenos AiresARGENTINA
publicado por Autonomedia Anticopyright, 1985, 1991.
May be freely pirated & quoted– the author & publisher, would like to be informed at:Autonomedia
P. O. Box 568
Williamsburgh Station
Brooklyn, NY 11211 0568, USA
Carta a Valencia. (Hakim Bey)
Nota: Este texto fue leído telefónicamente por Hakim Bey en una jornadas sobre cibercultura
celebradas en la Universidad de Alacant en noviembre de 1999. La traducción castellana es de
Rosanna Mestre.
Por una curiosa coincidencia, Internet empezó a emerger aproximadamente al mismo tiempo que el
Capital Global, hacia el final de los ochenta. Por supuesto que la Red tenía una prehistoria en los
ochenta y ya entonces se hicieron algunas predicciones utópicas. Yo mismo hice algunas. Se
despertaron muchas expectativas a causa del aspecto “caótico'’ o sin fronteras de esta tecnología, de
su nivelación igualitaria o de su estructura muchopara muchos. Aparentemente, la Red era algo no
jerárquico, “fuera de control'’ y, posiblemente, incluso un tipo de revolución en sí mismo.
Actualmente el Capital Global también desea una especie de ausencia de fronteras, de manera que
el dinero pueda fluir libremente por los mercados sin los bloqueos impuestos por los Estados. De
hecho, el Estado se ve ahora reteorizado como una agencia de dinamización de flujos
“privatizando'’ muchas de sus funciones sociales y económicas de formación. El Capital revela cada
vez más su aspecto caótico, su organización alrededor de extraños atractores y su complejidad. El
Capital es “liberado'’ para seguir su propio hado que consiste en una especie de fatalidad, un
totalitarismo del puro dinero. Resulta que así la jerarquía ya no significa lo que solía significar.
Cuando toda relación humana está definida por el dinero, la ideología pierde definición y parece
evaporarse. Pero la frase “fuera de control'’ describe aquí tan sólo una ilusión. El Control solamente
“desaparece'’ a causa de su perfección, su universalización y su identificación como “puro'’ Capital.
La Red parece haber seguido una trayectoria paralela. El Estado se muestra desconcertado por
ciertos aspectos incontrolables de la Red, pero el Capital no siente ninguna consternación por ello.
El Capital ya es “virtual'’ menos del 10% circula en efectivo y menos del 5% se refiere a cualquier
forma de producción, es decir, la mayor parte de él es capital puramente financiero, capital no
productivo un extraño azar quizá ni siquiera previsto por Marx. El Capital se adhiere a la Red
enseguida y la “capitaliza'’. En menos de diez años la Red parece haber dejado de ser un dispositivo
radical heurístico para convertirse en una red de galácticas compras que se pueden hacer desde casa.
Quedan algunos fallos técnicos, claro. El dinero en efectivo, por ejemplo, falla a la hora de
materializarse en la red y, sin embargo, se hacen fortunas especulando con compañías con cero
líneas de beneficio. Pero en Nueva York los autobuses llevan a los lados anuncios en los que varias
empresas www.loquesea.com comercializan incomprensibles “servicios'’ ofrecidos por jóvenes
modelos con problemas de actitud completamente postmodernos; la pantalla de televisión se funde
con la pantalla del ordenador en un éxtasis de absoluta vacuidad, una seducción totalmente vacía de
contenido una cultura de lápidas sepulcrales en vídeo y talkshows para muertos vivientes.
A principios de los años noventa asistí a largas series de conferencias en Europa, casi todas ellas
dedicadas principalmente a la teoría de la comunicación y específicamente a la Red. Fui invitado
porque había elaborado algunas teorías tempranas y porque mis textos estaban ya presentes en la
Red a finales de los ochenta. Pero durante esas conferencias me encontré a mí mismo jugando un
papel bastante negativo. Primero dirigí la mayor parte de mis críticas a lo que yo llamé Cibergnosis:
la tendencia a crear una especie de religión a partir de las características descorporeizadas de la
tecnología informática, como si la alienación del cuerpo constituyera una forma de transcendencia
sobre la materialidad, una nueva versión de “la promesa de la luna'’ rematada con el sacerdocio
anoréxico de “hackers legendarios'’ (siempre vestidos de negro, por supuesto). Segundo: es cierto
que hubo algunos ejemplos de usos radicales de la Red los comunicados zapatistas, las campañas
antiMcDonalds y antiCienciología, Radio B92 en Belgrado. Iba a añadir “etcétera'’ pero
honestamente no puedo pensar en ningún otro ejemplo. El vago sentimiento de que uno está
haciendo algo radical al sumergirse uno mismo en una nueva tecnología no puede ser dignificado
con el título de acción radical. La verdad es que para mí en la Red cada vez se está hablando más y
se está hacíendo menos. Es por eso que empecé a sospechar que las “aplicaciones'’ revolucionarias
de la Red no llegarían nunca. Habría “sentimientos'’, por supuesto, y se invertirían grandes recursos
emocionales en la noción de “comunidad virtual'’. Pero en el mundo real, el de la producción, el del
poder y el de la corporeidad, nada esencial cambiaría. En este punto empezó a parecerme que la
Red es un espejo perfecto del Capital Global. Hay un “mercado libre” de información pero no
necesariamente hay libertad para ninguna otra cosa que no sea la información, igual que hay un
mercado libre para el dinero pero no hay ninguna libertad para cualquier otra cosa que no sea el
dinero. Ahora bien, los seres humanos no son “información” excepto de manera metafórica. La
comida no es “información'’. El placer no es “información'’. La vida no es “información'’. De
manera que cuando el universo es definido como información, es mucho lo que se está quedando
fuera. Igualmente, cuando la existencia humana es definida como un complejo informacional
conductista de las relaciones entre mercancías (relaciones entre cosas muertas), entonces también es
mucho, en materia humana, lo que se está quedando fuera del modelo. El Capital y la Red tienen
esto en común: una radical exclusión de lo humano. Con la velocidad de entrega del mensaje la
velocidad de la luz, se alcanza un estado terminal y ya no se puede esperar más “progreso'’ en este
terreno. Refinamiento, sí. Sólo es posible E=mc2 (energía igual a masa por velocidad de la luz al
cuadrado) y éste es el final. De manera similar, uno puede teorizar que la información ha alcanzado
una condición terminal a través de la Red. “Toda la información'’ está teóricamente presente, y de
manera simultánea y transparente, ante la mirada del “usuario'’. Aparentemente ya no hay
“jerarquías'’ de la información (”la información quiere ser libre'’ exactamente igual que el Capital
Global). Pero si todo es conocido (como un acontecimiento pasivo, por así decirlo), ¿por qué
debería yo perseguir el conocimiento de una forma activa? Mi acción de conocer no significa nada
en un universo donde todo es conocido. Paradójicamente, parece que el conocimiento depende de la
existencia del no(o anti)conocimiento. La oscuridad es necesaria para dar significado a la luz.
Cuando todo está iluminado, entonces hasta la propia luz es una forma de oscuridad. El
conocimiento universal es un tipo de agujero negro en el que todo se desvanece sin dejar rastro. Una
gravedad infinita. 1995 fue “el año de la Red'’ esto es, su último año de incertidumbre, de
transformación, de potencial desconocido. Desde entonces el interrogante de la Red ya no me
parece interesante. No diré que haya sido respondido, sino simplemente que ya no me importa. Lo
que me resulta interesante es lo que no está en la Red. Por supuesto que, en algún sentido, parece
imposible descubrir algo que no tenga su propia página web. Parece que se haya producido un
cerramiento total nada queda ya de un Lugar Exterior, de ninguna resistencia a la totalidad, de
ningún margen. Bajo tales condiciones, sería difícil decidir qué podría ser “interesante'’. En un
mundo de pura luz, la única difference está en los puntos de oscuridad, quizá en las negaciones
deliberadas.
¿No es curioso que no haya emergido ningún tipo de resistencia global a través de la comunicación
global en respuesta al Capital Global? Hay muchos asuntos individuales, muchas áreas de conflicto
pero todavía no hay ningún sentido cohesivo de movimiento. Los residuos de la Izquierda parecen
haber aceptado el triunfo del Capital y limitan sus respuestas a demandarle que muestre una “cara
humana'’. La vieja y malvada Derecha del fundamentalismo y el nacionalismo étnico todavía lucha
contra la homogeneidad y el hegemonismo de la información postmoderna el nuevo fetichismo
conductista de la mercancía; es el último cartucho del Mal contra la nada de un mundo que ya no
puede definirse como el “Bien'’. Sólo parece estar ausente el sentido de un “movimiento de lo
Social'’ (o de algún valor moral equivalente) de hecho, hablar de ello, hasta parece una broma de
mal gusto, una frívola ilusión dejada por los años sesenta.
En cualquier caso, adiós a la Red. Si es posible que algo auténtico de la vida humana sobreviva en
este Futuro al que hemos sido precipitados, ese algo no tendrá lugar en la Red. La red se ha
convertido en un barrio demasiado frecuentado, en una sofocante arqueología de esperanzas
sepultadas. Quizás es algo que (como diría Nietszche) puede ser “superado'’, el peso muerto de la
crisis epistemológica, de la ingravidez mórbida del éxtasis virtual.
El Palimpsesto. (Hakim Bey)
Nietzsche estaba tan sano que se volvió loco — Charles Fourier estaba tan loco que alcanzó una
suerte de perfecta sanidad.
Nietzsche exaltó lo sobrehumano como individual (”aristocratismo radical”) — su sociedad de
espíritus libres consistiría de hecho de una “unión de individuos dueños de sí mismos”. Fourier
exaltó las Series Pasionales — para él, el individuo no existía plenamente excepto en la Asociación
Armónica. Siendo opuestos polares estas visiones — ¿cómo es entonces que las veo como
complementarias, mutuamente iluminadoras y ambas enteramente factibles?
Una respuesta sería “la dialéctica”. Aún más precisamente — “la dialéctica taoísta”, no tanto un
vals como una vibración excesiva — sutil, culebrienta y fractal. Otra respuesta sería “surrealismo”
— como una bicicleta hecha de corazones y rayos. La “Ideología” NO es una respuesta — ese
“jamboree” zombie, ese triunfalismo de espectros en desfile. La “Teoría” no puede ser identificada
con la ideología, ni siquiera con la ideologíaenproceso, porque la teoría se ha puesto a sí misma a
un lado de todas las categorías — porque la teoría es nada si no es situacion(al)ista — porque la
teoría no ha abandonado el deseo a la “Historia”.
Entonces la teoría se va a la deriva como uno de los nómades de Ibn Khaldun, mientras la ideología
se mantiene rígida y se queda puesta a construir ciudades e imperativos morales; la teoría puede ser
violenta, pero la ideología es cruel. “La Civilización” no puede existir sin ideología (el calendario
es probablemente la primera ideología) porque la civilización emerge de la concretización de
categorías abstractas más que de impulsos “naturales” u “orgánicos”. Así paradójicamente la
ideología no tiene otro objeto que sí misma. La ideología justifica todos y cualquier
arrepentimientodesangre o canibalismo — sacrifica lo orgánico precisamente para alcanzar lo
inorgánico — la “meta” de la Historia — que, de hecho, llega a ser… ideología. La teoría, en
contraste, se rehúsa a abandonar el deseo y por tanto alcanza la objetividad genuina, un movimiento
fuera de sí misma, que es orgánico y “material” y cognitivamente opuesto a la alienación y el falso
altruismo de la civilización. (En esto, Fourier y Nietzsche habrían estado de acuerdo.)
Finalmente, sin embargo, quisiera proponer lo que llamo la teoría palimpséstica de la teoría.
Un palimpsesto es un manuscrito que ha sido reusado escribiendo sobre la escritura original,
usualmente en sus ángulos correctos, y algunas veces más de una vez. Frecuentemente es imposible
saber cual capa fue inscrita primero; y en cualquier caso cualquier “desarrollo” (excepto
ortográficamente) entre una capa y otro sería accidente puro. Las conexiones entre capas no son
secuenciales en tiempo, sino yuxtaposicionales en espacio. Las letras de la capa B podrían cubrir
completamente las de la capa B, o viceversa, o podrían dejar áreas en blanco, sin marcas algunas,
pero uno no podría decir que la capa A se “desarrolló” hacia la capa B (no estamos ni siquiera
seguros de cuál vino primero). Aún así las yuxtaposiciones podrían no ser puramente “aleatorias” o
“insignificantes”. Una posible conexión podría estar en el reino de la bibliomancia surrealista, o en
las “sincronicidades” (y como los antiguos Cabalistas dijeron, los espacios en blanco entre las letras
podrían “significar” más que las letras mismas). Incluso el “desarrollo” puede proveer un posible
modelo de lectura — la diácronicidades pueden ser hipotetizadas, una “historia” puede ser
compuesta para el manuscrito, las capaz pueden ser datadas como en las excavaciones
arqueológicas. Mientras no alabemos al “desarrollo” todavía podemos usarlo como una posible
estructura para nuestro ejercicio de teorización.
La diferencia entre un manuscrito palimpsesto y una teoríapalimpsesto es que ésta se mantiene
inconstante. Puede ser reescrita — reinscrita — con cada capa agregada. Y todas las capas son
transparentes, translúcidas, excepto donde racimos de inscripción bloquean la luz cabalística —
(algo así como una pila de sustancias animantes). Todas las capas están “presentes” en la superficie
del palimpsesto — pero su desarrollo (incluyendo el desarrollo dialéctico) se ha hecho “invisible” y
quizás “insignificante”.
Podría parecer imposible excusar a esta teoría palimpséstica de la teoría del cargo de un
apropiacionismo subjetivo y cotorriento — un poco de crítica por aquí, una propuesta utópica por
allá — pero nuestra excusa tendría que consistir en el reclamo de que no estamos buscando ironías
deliciosas, sino estallidos de luz. Si estás sediento por Deconstrucción PosModerna o
hiperconformismo sonriente, devuélvete a la escuela, consigue un trabajo — nosotros tenemos otro
pescado que freír.
Así construimos un sistema epistemológico — una manera de aprender y saber basada en la
yuxtaposición de elementos teóricos más que en su desarrollo ideológico; en cierto sentido, un
sistema ahistórico. También evitamos otras formas de linealidad, como la secuencia o la exclusión
lógicas. Si admitimos a la historia en este esquema, podemos usarlo como una simple forma de
yuxtaposición, sin fetichizarlo como un absoluto — lo mismo para con la lógica, etc.
Este acercamiento lúdico a la teoría no debería ser confundido con el “relativismo moral” (la
devaluación de los valores), del cual es rescatado por nuestra “teleología subjetiva”. Esto es,
nosotros (y no la “historia”) estamos buscando propósitos, metas, objetosdeldeseo (la reevaluación
de los valores). La naturaleza juguetona de esta acción surge del despliegue de la imaginación (o de
la “Imaginación Creativa” como H. Corbin o los sufíes la llaman) — y también de la disciplina
visionaria del “método paranoicocrítico” (S. Dalí), la subjetiva reevaluación de las categorías
estéticas. “Lo personal es lo político”.
La yuxtaposición, la sobreimposición, y los patrones complejos producen así una unidad maleable
(como el monismo oculto del politeísmo, sobre el dualismo escondido del monoteísmo) —
paradojología como método epistémico — algo similar a la patafísica o la “epistemología anarco
dada” de Feyeraband (Contra el Método). “¿Credencial? ¡Nosotros no necesitamos ninguna
apestosa credencial!”
Aquí quisiera “leer el expediente” de todo el debate teóricohistórico sobre el “Arte” como una
categoría separada (un museo de fetiches), y como una fuente de la reproducción de la miseria y la
alienación a través de la exclusión de los no”artistas” del placer de la creatividad (o de la “labor
atractiva”, como la llamó Fourier). Quiero mencionar la propuesta situacionista de la “supresión y la
realización del Arte”, eso es, su supresión revolucionaria como una categoría, y su realización en el
nivel de la “vida cotidiana” (es decir, de la vida más que del espectáculo). Esta propuesta está
basada en la suposición de que el Arte finalmente falló en su función de “avantgarde” (léase:
“vanguardia”) en algún punto cuando los Surrealistas entraron al Partido Comunista — y
simultáneamente, al “Mundo del Arte” de galerías/museos del fetichismo de las comodidades —
abrazando así la ideología y el elitismo bastardos en un giro espectacular. A estas alturas, los restos
de la vanguardia comenzaron un proceso de retirada de la ideología y la mercantilización (más o
menos desde el dada de Berlín) con el Letrismo, Situacionismo, NoArte, Fluxus, arte postal,
neoísmo, etc. — en el cual el énfasis fue desde el vanguardismo a un descentramiento radical del
impulso creativo, lejos de las galerías y los museos y los enclaves del privilegio boho ( 1 )– con
miras hacia la desaparición del “Arte” y la reaparición de lo creativo en lo social. Sin duda, los
museos ahora venden con estos “movimientos” también, como para probar que cualquier cosa
(incluso el “antiArte”) puede ser mercantilizado. Cada uno de estos movimientos post
vanguardistas, en algún momento, han caído presos de la confusión o la tentación y han intentado
comportarse como una de las vanguardias clásicas, y todas han fallado, como el surrealismo falló,
de liberar la obra de arte de su rol como mercancía.
Consecuentemente, el Mundo del Arte ha tragado e interiorizado la teoríaartística que debería — si
fuera tomada en serio — causar su autodestrucción. Las galerías prosperan (o al menos sobreviven)
sobre un nihilismo que solo puede ser contenido por la ironía, y que podría de otra manera corroer y
derretir las paredes mismas de los museos. Este ensayo, por ejemplo, será impreso en el catálogo de
una exhibición, perpetrando así la ironía de llamar a la supresión y la realización del arte desde el
interior de la estructura que perpetúa la alienación del noartista y la fetichización de la obra de arte.
Bueno, a la mierda con la ironía. Uno solo puede esperar que cada vez que se transa sea la última.
Aquellos que fallan en ver esta situación como una indisposición, no leerán más allá — la teoría
tiene suficiente para hacer sin explicar su propia nausea — ad nauseam.
La fascinación del siglo XX con lo “primitivo” y lo “ingenuo” sirve como una medida, primero, del
agotamiento de la “Historia del Arte”; y segundo, del deseo utópico por un arte que no sería una
categoría separada, sino congruente con la vida. Sin ironía. Arte como un juego serio. Los artistas
han imitado las formas de lo primitivo y lo ingenuo sin darse cuenta que toda la producción de estas
formas depende de la ausencia estructural de alienación en el artista social (como en el “arte tribal”)
o individual. Es esta carencia de una división, de una duplicidad, en el arte de África, de Java o del
asilo lunático, que movió a almas sensibles tales como Klee a la envidia.
En una sociedad sin “indisposición” (al menos, en proporciones trágicas) uno podría esperar ver que
“el artista no es un tipo especial de persona, sino que cada persona es un tipo especial de artista”.
Coomaraswamy estaba pensando en Indonesia cuando acuñó este eslogan, y a mí mismo me dijeron
en Java que “Todos deben ser un artista” — una suerte de versión mística de la teoría de la
supresiónyrealización. No es precisamente la “especialización” (del trabajo o del conocimiento) lo
que causa la nausea, por esta lectura, sino la separación — la fetichización, alienación. Mientras
cada persona es un tipo especial de artista, algunos artistas se especializarán en los grandiosos
poderes integrativos de la creatividad — contando las historias centrales de la tribu — en la
creación de valor y “significado” — que puede ser llamada la “función bárdica”. En ciertas tribus
esta función se distribuye entre varios individuos, pero está siempre asociada con una concentración
de mana. En altas culturas “bárbaras” (como los Celtas) la función es institucionalizada en algún
grado — el bardo es el “legislador reconocido” de una sociedad de artistas. La función Bárdica
focaliza e integra.
Si buscáramos un momento simbólico en el cual ocurrió el “quiebre” y comenzó la indisposición a
instalarse, podríamos escoger el pasaje de la Republica de Platón en el que los poetas son
expulsados de Utopía por “mentirosos” — como si la Ley misma (como categoría abstracta) fuera
la única función integradora posible, excluyendo la imaginación nómade como oposición, como
antiVerdad, como caos social. La rejilla racional ahora se impone sobre la organicidad de la vida
— todo lo bueno es visto como natura naturata y como “ser”, mientras todo el devenir (natura
naturans) se asocia con el “mal”.
En el Renacimiento el artista nuevamente comienza a expresar el “yo” a expensas de la función
integradora. Este momento marca la apertura de la trayectoria “Romántica”, la desaparición del
artista de lo social, la desaparición de la obra de arte de la vida. El artista como ego prometeico, la
obra como “lo fino” (en otras palabras, inútil) — éstos miden la brecha que se ha abierto entre una
elite estética y las masas condenadas a la esterilidad y lo kistch. Y aún así parece haber algo noble y
atrevido de este proceso, que se refleja en la libertad bohemia del artista, y también en la crítica del
artista a la civilización y su cruel embobamiento — el artista ahora se convertirá en el “legislador
noreconocido”, el profeta sin honor — el héroe romántico, inspirado y condenado por una única
perspicacia. El artista anhela satisfacer una vez más la función bárdica, crear significado estético
para y con la tribu. Enrabiado porque se le niega este rol, el artista pierde el control hacia una
alienación aún mayor — luego hacia la rebelión abierta — y finalmente hacia el silencio. La
trayectoria romántica llega a su fin.
El Renacimiento también es testigo del primer intento moderno de recrear lo integral (”el orden de
la intimidad”) a través del poder combinado del arte y la magia — que, de hecho, son vistos como
vinculados naturalmente por la profunda estructura de ambos — que es esencialmente lingüístico.
El elemento unificador es la “acciónaladistancia”, y la síntesis de todas sus ramificaciones es el
Libro Emblema que combina, de acuerdo a la ciencia jeroglífica, la imagen, la palabra, y algunas
veces incluso la música (como en el Atlanta Fugiens de M. Maier), para traer cambios “morales”
(espirituales) en el lector Y en el mundo. El objetivo del Hermético/artista del Renacimiento era
utópico — como en las escenas del paraíso de El Bosco o en los paisajes de la Hipnerotomaquia —
y en esta ambición puede ser visto el deseo de reanimar la función bárdica, para darle significado a
la experiencia de la “tribu”, para influenciar el paradigmaderealidad consensual, para cambiar el
mundo con el arte. El proyecto último de Gaugin, Rimbaud, Wagner, Artaud, los Surrealistas — el
artista como un magoprofeta del deseo revolucionario.
Por todas sus fallas y todas sus acomodaciones de mala calidad con el Mundo del arte del
capitalismo de la mercancía, esta tradición mágica es nuestra herencia y de alguna forma cruda,
todavía “creemos” en ella. Incluso creer en la “supresión” del arte es todavía creer que el arte es
importante y efectivo, por lo menos con su desaparición. Por otra parte, valdría la pena proteger —
y compartir — la “libertad” del artista solo si fuera libertad para algo y no solo libertad de algo. A
pesar de la pobreza, la soledad y los sentimientos de inutilidad, solo estamos aquí afuera en el
margen más que nada porque nos gusta, y porque el riesgo es bueno para nuestro arte. En estos
aspectos, todavía somos Románticos.
Sin embargo, nos vemos forzados a admitir que este proyecto mágicorevolucionario ha fallado —
una vez que demasiado a menudo. El fetichismo de la mercancía es un circuito cerrado negativo —
y en cuanto a la ciencia jeroglífica, ha caído en las manos de los publicistas, los falsificadores de
opinión, los “managers creativos” del “discurso” (o “simulacro” como lo llama Baudrillard) post
espectacular, los reales pero ocultos legisladores de nuestra realidad demasiado virtual. La
propuesta de la supresión y la realización del arte es la declaración culminante de la tradición
herméticaromántica de oposición, el último posible “desarrollo” en una progresión dialéctica que
lleva a nuestro embrollo o bloqueo actual. Si miramos a la “Historia del Arte” desde esta
perspectiva diacrónica pareciera que nos encontráramos en un culdesac, cogidos en una imposible
paradoja por la cual el “propósito” del arte debe ser destruir el arte, para que “todos” puedan ser un
artista. Para nosotros — como artistas — esto constituye un callejón sin salida. ¿Qué podemos
hacer? La Historia nos ha traicionado.
¿Qué sucede, sin embargo, si abandonamos la perspectiva diacrónica? ¿Qué si sobreponemos todas
las “etapas de desarrollo” en un palimpsesto que solo puede ser leído por su sincronicidad? ¿Qué si
las tratamos como teorías, todas visibles en una sola superficie, potencialmente relacionadas no en
tiempo, sino en espacio?
De nuevo, deberíamos insistir que nuestro estudio palimpséstico no debe ser confundido con
algunos irónicos cruceros posmodernos de vacaciones a través del acuoso cementerio de las
categorías estéticas. Estamos en busca de valores — o del poder imaginativo de crear valores
(conociendo nuestros “verdaderos deseos”, como dicen los ocultistas), y nuestra búsqueda no es fría
y desinteresada, sino apasionada por definición — no es frívola, sino seria — no es sobria, sino
juguetona — que, para los bardos, nada es tan serio como nuestra intoxicación con el acto lúdico de
la creatividad.
Entonces tomamos todo el desarrollo discutido más arriba y lo plegamos en un “manuscrito” donde
cada teoría está escrita sobre cada otra teoría. Como augures estudiando las nubes o los once tipos
de relámpagos, como magos con un espejo obsidiano para el — de alfabetos angélicos, ahora
estudiamos la “Historia del Arte2 como si no tuviera historia, como si todas las posibilidades fueran
eternamente presentes e infinitamente fluidas. Las aparentes contradicciones solo esconden
armonías ocultas, “correspondencias” — todas y cada una de las yuxtaposiciones podrían ser
fortuitas. “Palimpsestomancia”.
Asumiendo que las teorías que discutimos diacrónicamente ahora están ordenadas sincrónicamente
sobre la página de nuestro palimpsesto, intentemos un ensayo leyendo, y busquemos inesperadas
pero reveladores coincidencias. La teoría de Fourier de la labor atractiva, por ejemplo, podría ser
sobrepuesta a la cosmología de Hesíodo, en que los tres primeros principios del devenir son Caos,
Eros y Tierra. Ahora el deseo puede ser visto como la fuerza que bosqueja la pura espontaneidad de
la Imaginación en las formas de la Naturaleza, o en el “principio corporal material” — deseo como
principio organizativo de creatividad — deseo como la única posible fuente de lo social.
La “acción a la distancia”, el soporte principal del paradigma Hermético, debía ser desterrado de la
filosofía mecanicista que prevaleció y conquistó la ciencia en el siglo XVII; pero siguió filtrándose
de vuelta en el discurso, primero como una “explicación” para la gravedad (”atracción”), y ahora en
cientos de lugares — las cuatro fuerzas de las físicas cuánticas, la influencia del “atractor extraño”
en la materia desorganizada, etc. Aunque la magia no pudo “funcionar” para los Herméticos del
Renacimiento, de la misma forma medible y predecible que el método experimental, por ejemplo,
funcionó para Bacon y Newton, sin embargo la ciencia jeroglífica puede ser revivida como una
herramienta epistemológica en nuestro estudio de ciertos fenómenos nocuantificables (o ambiguos)
como el lenguaje y otros códigos semánticos que — muy literalmente — nos influencian “a la
distancia”. Los Herméticos creían en emanaciones como rayos que podían transferir el “poder
moral” de una imagen (su influencia reforzada por los colores, olores, sonidos, palabras, fluidos
astrales apropiados, etc.) a la conciencia humana “a la distancia”. La visión, o reflexión y el sonido,
o la inflexión, crean memes polivalentes, pedazos y racimos de “significado” en el “alma” del
observador/oyente. Por un proceso de “mutabilidad” en el que todo simboliza a sí mismo y a su
opuesto simultáneamente, el cientista jeroglífico teje hechizos en un oscuro bosque de ambigüedad
que es precisamente el dominio del artista — y de hecho los alquimistas fueron conocidos como
“artistas” del “Arte espagírico”. Al igual que el alquimista cambia el mundo (de los metales), el
hacedor del Libroemblema cambia las imágenes y símbolos. Dejando de lado la cuestión de las
“emanaciones”, arribamos a una teoría oculta del arte que fue traspasada (vía Blake, por ejemplo) a
los Románticos y a nosotros.
Ahora, como Italo Calvino apunta en algún lugar, todo arte es “político” — invariable e
inescapablemente — desde que cada obra de arte refleja las suposiciones del artista sobre el “tipo
correcto” de cognición, la relación “correcta” de la conciencia individual con la conciencia de grupo
(teoría estética), etc., etc. En cierto sentido, todo el arte es Utópico en el sentido que hace una
declaración (aunque sea vaga) sobre la manera en que las cosas debieran ser. El artista, sin
embargo, puede rehusarse a admitir o incluso hacerse conciente de esta dimensión “política” — en
cuyo caso, ciertas distorsiones pueden ocurrir. Aquellos artistas que han abandonado la idea
hermética/romántica de la “influencia moral” frecuentemente revelan su inconciencia política al
semiótico o al dialéctico. La “pura entretención” termina estando cargada con un ectoplasma de
evidente reacción, y el “arte puro” es frecuentemente aún peor. En contraste, este inconsciente
artístico puede inadvertidamente revelar lo que W. Benjamin llamaba la “huella Utópica” — una
suerte de fragmento Gnóstico de deseo incrustado en cada producción humana, sin importar cuán
reproducida pueda estar. La publicidad, por ejemplo, hace uso de la huella Utópica para vender la
imagen de una reproducción que promete (en el nivel inconsciente) cambiar el mundo de uno, hacer
la vida de uno mejor. Por supuesto la mercancía no puede cumplir este cambio — si fuera así, tu
deseo sería satisfecho y dejarías de gastar dinero en imitaciones baratas del deseo. Tántalo puede
oler la carne y ver el vino, pero nunca probarlos — así, es el “consumidor” perfecto, que paga
(eternamente) por la pura imagen. En este sentido la publicidad es la más Hermética de todas las
artes.
La Huella Utópica puede ser analizada también en otra forma de arte condenada, la pornografía —
que actúa para traer directamente la inconciencia a la cognición conciente en la forma (¡medible!)
de excitación erótica. Es el Deseo lo que anima (”educa”) esta aparición de la huella utópica
(distorsionada como esté) y organiza el caos hacia la acción sobre una visión de “la forma en que
las cosas deberían ser”. La masturbación es un epifenómeno — el efecto real de la pornografía es
inspirar seducción (como en Dante, donde los amantes pecan después de leer romances Arturianos
juntos en el jardín). Los fanáticos derechistas están en lo correcto cuando acusan a las artes eróticas
de influencias e incluso cambiar el mundo, y los liberales de izquierda se equivocan cuando
insinúan que el porno debería ser permitido porque es “inofensivo” — porque es “solo” arte. La
pornografía es agitprop ( 2 ) para la política del cuerpo, y considerando lo “perversa” que es, agita y
propagandiza una liberación revolucionaria del deseo — lo que explica exactamente por qué ciertos
tipos de pornografía son marginados y censurados en cada “democracia” del mundo actual. Ya que
gran parte del porno comercial es producido en un nivel inconsciente y reaccionario, su propuesta
de “revolución” es de hecho ambigua; pero no hay ninguna razón teórica por la cual el erotismo no
pueda ser usado de acuerdo a la ciencia jeroglífica para fines directamente utópicos.
Esto nos lleva a la cuestión de la poética utópica. Nietzsche y Fourier habrían estado de acuerdo en
que el arte no es el mero reflejo de la realidad, sino una nueva realidad que busca imponerse en el
mundo del pensamiento y la acción por medios “ocultos”, a través de poderes “dionisíacos” y
“correspondencias” heréticas (por eso su fascinación compartida por la opera como la “completa
obra de arte” y el medio ideal para propagar sus “filosofías”). Nuestra “loca” síntesis de Nietzsche y
Fourier los revelará a ambos como vecinos de los Herméticos Renacentistas, que también
persiguieron programas políticos utópicos a través de la acción en el nivel de la percepción estética,
y a través del placer mismo de la creatividad que, de hecho, constituye el medio y el fin del
proyecto utópico. En Fourier, sin embargo, encontramos la noción verdaderamente divina de que
esta comprensión estética se manifestará en la acción colectiva — que la sociedad se reconstituirá a
sí misma como una obra de arte. Cada individuo, con poderes ahora aumentados por la Asociación
Armónica con las Series Pasionales apropiadas, se convertirá en “un tipo especial de artista”.
Habiendo comprendido sus “verdaderos deseos”, todo su deseo se convierte en algo productivo en
un mundo dado a verdaderas orgías de la creatividad, eroticismo, “gastrosofía”, y genialidad
estética. Así como el shamanismo es “democratizado” en ciertas tribus en las que todos son
visionarios, Fourier eleva a cada miembro del Falansterio al estatus de “gran artista”. Naturalmente
algunos serán más grandes (más apasionados) que otros, pero ninguno será excluido — el “mínimo
utópico” garantiza el poder creativo. Nietzsche habla de “la voluntar de Poder como Arte”; Fourier
lo hizo el principio de una utopía anarquista en la que la única fuerza organizativa es el deseo.
Allí aparece, en el rostro de nuestro palimpsesto, dos imágenes aparentemente contradictorias: —
primero, que la del artista como “bardo”, y como rebelde romántico en un mundo que ha negado la
función bárdica; y segundo la de la supresiónyrealizacióndelarte, en la que el “artista”
desaparece como una categoría privilegiada para reaparecer (como en el “Aquí viene todo el
mundo” de Joyce) en una democratización shamanica del Arte.
¿Sería posible intuir — basados en nuestra teorización palimpséstica antidiacrónica — que esta
paradoja podría ser meramente aparente, una falsa dicotomía? ¿O que, incluso si es una paradoja
real, podemos construir un paradojismo capaz de reconciliar opuestos en un “nivel más alto”
(coincidentia oppositorum)? ¿O que, como Alicia, podemos entretener a varias (o incluso a seis)
nociones contradictorias en conflicto “antes del desayuno”? ¿Podemos “salvar” al ARTE de la
imputación de falla, y al artista de la mácula del elitismo y el vanguardismo, al mismo tiempo que
sostener la “revolución de la vida cotidiana” y la utopía del deseo?
Para intentar una respuesta a estas preguntas, preferiría dejar el problema o el “aprieto” del Arte y el
artista, y concentrarme en cambio en el aprieto de la obra de arte. Después de todo, ¿qué podemos
decir sobre las dificultades del artista, quien (a pesar de toda “tragedia”) todavía es el único espíritu
libre en el mundo de las mercancías, el único que sabe cómo poner atención, el único bendecido con
la obsesión, y el único practicante de la labor atractiva? [Nota: desde luego que aquí estoy
definiendo al “artista” como a cualquier persona de espíritu libre y obsesivo y capaz de poner
atención, esté o no involucrada en “las artes” o pertenezca a la contracultura boho, etc., etc.]
Comparada con esta buena fortuna, la tragedia real parece involucrar no al artista, sino a la obra de
arte. La obra es alienada como mercancía tanto del productor como del consumidor. O es quitada de
la “vida cotidiana” como fetiche único, o se le es robada su “aura” a través de la reproducción. En la
economía del simulacro, la imagen se desprende y flota libre de todo referente — por eso todas las
imágenes pueden ser “recuperadas”, incluso (o especialmente) las imágenes más “transgresoras” o
subversivas, como mercancías ellas mismas, artículos con precios pero sin valor. La galería es la
terminal y el museo es el término de este proceso de alienación. El museo representa la fijación
final de precio y del precio como el significado de la imagen. Olvida la cuestión de “salvar” al
artista; ¿es posible “salvar” la obra de arte?
Para “justificar” y “redimir” a la obra de arte sería necesario retirarla de la economía de la
mercancía. La única otra economía capaz de sustentarla sería la “economía del regalo”, de la
reciprocidad. Este concepto fue sistematizado por el antropólogo M. Mauss en su obra maestra El
Regalo, y ejerció gran influencia en pensadores tan diversos como Bataille y Levi Strauss. Fue
ejemplificado en las ceremonias potlach de las sociedades Amerindias de la costa noroeste, pero
puede ser hipotetizado como un universal. Antes del surgimiento del “dinero” y el “contrato”, toda
sociedad humana está basada en el Regalo, y en el regreso del Regalo. Antes de la
conceptualización del “excedente” y la “escasez” prevalece una aprehensión de la generosidad
“excesiva” de la naturaleza y la sociedad, que debe ser expandida (o “expresada” como lo dijo
Nietzsche) en la producción cultural, el intercambio estético, o — especialmente — en el festival.
En el contexto de la economía del Regalo, el festival es el poder enfocado de lo social — el nexo de
intercambio — realmente un tipo de “gobierno”. Como la economía del Regalo le da paso al dinero
de todas formas, el festival comienza a adquirir un aspecto “oscuro”. Se convierte en la saturnalia o
el darvueltatodo periódico del orden social, una explosión permitida de exceso que purgará a la
gente de su resentimiento natural contra la alienación y la jerarquía, un desorden que
paradójicamente restaura el orden.
Pero como la economía del dinero da paso a la economía de la mercancía, el festival sufre aún otro
cambio de significado. Preservando el Regalo dentro de la matriz total de un sistema que es hostil al
Regalo, el festival en su modo saturnaliano se ha convertido en un foco genuino de oposición al
consenso económico. Esta oposición permanece mayormente inconsciente, y el espectáculo puede
recuperar gran parte de sus energías (¡piensa en la Navidad!) — pero el festival espontáneo sigue
siendo una fuente real de energía utópica a pesar de todo. El “BeIn”, el encuentro y la Rave, todos
han aparecido a las autoridades modernas como nodos peligrosos de desorden total precisamente
porque intentan extraer la energía del Regalo de la economía de la mercancía. Todos los
movimientos artísticos postsurrealistas postSituacionistas que han llevado a cabo el proyecto de la
supresiónyrealización, han desarrollado teorías festivalescas. El Ruido de Jacques Attali, que
explora la supresiónyrealización en los términos de la música (el lo llama “el estado de
composición”) está basado en un análisis de una pintura de Breughel de un festival. De hecho, el
festival es un componente inescapable de cualquier teoría que ofrezca restaurar el Regalo al centro
del proyecto creativo.
¿Está “salvada” la obra de arte? Sería mejor preguntar si es que la obra de arte posee una dimensión
o función soteriológica. ¿Es la obra de arte salvadora? ¿Puede redimirme? ¿Y cómo puede hacerlo a
menos que esté liberada de la alienación en una economía festival? El arte nació libre y en todos
lados se halla encadenado — obviamente la “tarea revolucionaria” del artista consiste no tanto en
hacer arte sino en liberar la obra. De hecho, parece que si deseamos trabajar por la supresióny
realización, debemos (¿paradójicamente?) reanimar esa muy peligrosa visión romántica del artista
como rebelde, como creadordestructor — como revolucionario ocultista. Si la vida creativa
(incluyendo el valorcreación) puede ser llamada “libertad”, entonces el artista es un profeta
(adivino o bardo/vidente) de esta libertad — justo como Blake creía. Por medio de la ciencia
jeroglífica el artista incrusta, codifica, engloba, expresa, atrae. La obra de arte como seducción pide
ser sobrepasada y seducida a cambio por el brillo de todos y cada uno — demanda reciprocidad. No
la vida como ARTE (que sería una forma intolerable de dandismo) — sino el arte como Vida.
Al final, ¿puede hacerse algo sobre todo esto en el contexto de la galería, el museo, la economía de
la mercancía? ¿Hay alguna manera de eludir o subvertir el proceso de recuperación? Posiblemente.
Primero, porque el mundodelagalería ha sido tan devaluado (mayormente porque es cada vez más
aburrido) y por eso se desespera para intentar algo. Segundo, porque la obra de arte, a pesar de todo,
retiene un toque de magia.
Si nosotros artistas somos forzados (por pobreza, por ejemplo) a trabajar en el mundo de las
galerías, todavía podemos preguntarnos por la mejor manera de “adelantar la lucha” y hacer
verdadera agitprop espiritual por la causa del caos creativo. NO a través de un elitismo cadavez
másarcano, obviamente. NO a través de Realismo Socialista crudo y arte manifiestamente
“político”. NO a través de una “transgresión” de culto a la muerte aúnmásmórbida, ni de un
armaggedonismo a la moda. NO a través de hiperconformidad irónica.
Pueden existir muchas posibles estrategias para “aburrir desde dentro” del Mundo del Arte — pero
puedo pensar solo en una que no involucre cruda destrucción física. Simplemente esto: — Cada
obra de arte puede ser hecha en la forma más transparente posible de acuerdo a los (siempre
desplegables) principios de la poética utópica y la ciencia jeroglífica. Cada obra sería una “maquina
de seducción” concientemente ideada o un motor mágico hecho para despertar deseos verdaderos,
ira ante la represión de esos deseos, creencia en la noimposibilidad de esos deseos. Algunas obras
consistirían en puestas en escena para la realización del deseo, otras podrían evocar y articular el
objeto/sujeto del deseo, otros podrían cubrir todo en el misterio, mientras que otros darse
completamente translúcidos. La obra de arte debería desatenderse a sí misma como el icono, fetiche
o cosa deseable privilegiada, y en cambio enfocar la atención en las energías liberadoras. Las obras
de ciertos “artistas de la tierra”, por ejemplo, que transmutan el paisaje (con los más simples y
cuidadosos gestos) en disposiciones utópicas o fantasías eróticas; las obras de ciertos “artistas de
instalación” cuyas microrealidades conciernen a la memoria, al deseo, al juego, a todas las energías
del ensueño de la imaginación de Bachelard y su “psicoanálisis del espacio” — arte de este tipo
puede ser mostrado o documentado en el contexto del Mundo del Arte, en galerías y museos, aún si
su propósito y efecto fuera disolver aquellas estructuras y “filtrarse” hacia la vida cotidiana, donde
dejaría una huella de lo maravilloso, y una sed por más.
Estrategias similares pueden ser desarrolladas para otras formas de arte — libros impresos, música
o incluso el festival como creación colectiva. En todo caso creo que el trabajo más efectivo puede
ser hecho fuera de las instituciones del discurso estético, e incluso como ataques a esas
instituciones. De todas formas, deberíamos aprovecharnos de nuestro acceso al Mundo del Arte y
sus privilegios para utilizarlo como una lanzadera para un asalto a su propia exclusividad, su
elitismo profesionalista, su irrelevancia, su tedio — y su poder.
Las tácticas específicas para esta estrategia insurreccional permanecen en las manos de artistas
individuales y en la virtud o el poder de sus creaciones. El punto es una generosidad insana, una
donación mayor que cualquier transacción mercantil pueda recuperar, un regalo libre, sobre y más
allá de toda computación. La obra de arte se transforma en un virus de exceso, una instigación del
deseo utópico — un dispositivo soteriológico. Nada cobra más sentido que los intentos del Mundo
del Arte por demolerse a sí mismo. El propósito, sin embargo, no es destruir el espacio de la
creatividad, sino abrirlo — no despoblarlo, sino invitar a “todo el mundo”. No queremos irnos;
queremos (finalmente) arribar. Declarar el Jubileo.
NOTAS
1. N. del T. Si bien no queda totalmente claro el sentido del termino “boho”, podría hacer referencia
a la “bohemia”, entendida como la “onda” del pseudoartista nocturno, o también a una mezcla
entre “bohemia” y “Soho”, el barrio neoyorquino de galerías de arte. Por lo mismo, opto por
mantener el original.
2. N. del T. Abreviación para el Departamento de Agitación y Propaganda de la Unión Soviética,
actualmente se refiere a cualquier forma mediática que intente influenciar la opinión pública.
El Asalto Oculto a las Instituciones. (Hakim Bey)
Los niveles de la organización Inmediatista:
1) El Encuentro. Podría ser cualquier cosa desde una fiesta a un disturbio. Puede ser planeado o no,
pero depende de la espontaneidad para “suceder realmente”. Ejemplos: encuentro anarquista,
celebración neopagana, Rave, breve motín urbano o protesta espontánea. Por supuesto los mejores
encuentros se convierten en TAZ’s como algunos de los BeIns de los 60s, las primeras reuniones
de la tribu Rainbow, o el Disturbio de Stonewall.
2) El potlach horizontal. Un único encuentro de un grupo de amigos para intercambiar regalos. Una
orgía planeada podría caer en esta categoría, siendo el regalo el placer sexual — o un banquete,
siendo el regalo la comida.
3) La Minga ( 1 ). Como una minga de colchas, la Minga inmediatista consiste en un grupo de
amigos/as que se reúnen regularmente a colaborar con un proyecto específico. La Minga podría
servir como un comité de organización para un encuentro o un potlach, o como una colaboración
creativa, un grupo de afinidad para la acción directa, etc. La Minga es como una Serie Pasional del
sistema de Fourier, un grupo unido por una pasión compartida que solo puede ser realizada
grupalmente.
4) Cuando la Minga adquiere un número de miembros másomenos permanente y un propósito
mayor que un proyecto singular — un proyecto constante, digamos — puede convertirse en un
“club” o una Gesellschaft organizada nojerárquicamente para la actividad abierta, o también en un
“Tong” organizado nojerárquicamente sino clandestinamente para la actividad secreta. Ahora el
Tong es del más inmediato interés para nosotros por razones tácticas, y también porque el club
opera en el peligro de la “institucionalización” y por eso (en la frase de Ivan Illich), de la “contra
productividad paradójica”. (Eso es, mientras que la institución se acerca a la rigidez y el monopolio,
comienza a tener el efecto opuesto de su propósito original. Sociedades fundadas para la “libertad”
se convierten en autoritarias, etc.) El Tong Tradicional también es sujeto de esta trayectoria, pero el
Tong Inmediatista es construido, por decirlo de alguna manera, para autodestruirse cuando ya no
sea capaz de servir su propósito.
5) La TAZ puede surgir de cualquiera o de todas las formas anteriores, singularmente, en secuencia,
o en un patrón complejo. Aunque he dicho que la TAZ puede durar tan brevemente como una noche
o tan extendido como un par de años, esta es sola una regla rústica, y probablemente la mayoría de
los ejemplos están entre medio. Una TAZ es más que cualquiera de las primeras cuatro formas, en
el sentido de que mientras dura, satisface el horizonte de atención de todos sus participantes; se
convierte (por más corta que sea) en una sociedad completa.
6) Finalmente, en el levantamiento, la TAZ quiebra sus propias fronteras y fluye (o quiere fluir)
hacia el “mundo entero”, hacia todo el tiempo/espacio inmediato disponible. Mientras dura el
levantamiento, y no ha sido acabado por derrota o por un cambio hacia la “Revolución” (que aspira
a la permanencia), la Insurrección mantiene la conciencia de la mayoría de sus adherentes
espontáneamente sintonizada con ese otro modo esquivo de intensidad, claridad, atención, de
realización grupal e individual, y (para ser obtuso) con esa felicidad tan característica de los grandes
solevantamientos sociales como la Comuna o 1968. Desde el punto de vista existencial (y aquí
invocamos a Stirner, Nietzsche y Camus), esta felicidad es de hecho el propósito del levantamiento.
Los objetivos de la organización Inmediatista son:
1) Convivialidad: el acercamiento en cuanto a cercanía física del grupo para el perfeccionamiento
sinérgico de los placeres de sus miembros.
2) Creación: la producción colaborativa, directa e inmediata, de belleza necesaria, fuera de toda
estructura de hipermediación, alienación, mercantilización ( 2 ) . Hace rato nos hemos hastiado de
sutilizar los términos, y si no sabes a lo que nos referimos con “belleza necesaria” podrías también
dejar de leer aquí. “Arte” es solo una subcategoría posible de este misterio, y no necesariamente la
más vital.
3) Destrucción: Iríamos más lejos que Bakunin, y diríamos que no hay creación sin destrucción. La
noción misma de traer alguna nueva belleza a la vida implica que una fealdad anterior ha sido
barrida del lugar o volada en pedazos. La belleza se define a sí misma en parte (pero precisamente)
destruyendo la fealdad que no es ella. En nuestra versión del mito Soreliano de la violencia social,
sugerimos que ningún acto Inmediatista es completamente auténtico y efectivo sin la creación y la
destrucción: toda la dialéctica Inmediatista está implícita en cualquier “acción directa” inmediatista,
tanto la creaciónenladestrucción como la destrucciónenlacreación. Por eso el “terrorismo
poético”, por ejemplo; y por eso el verdadero objetivo o telos de toda nuestra forma organizacional
es:
4) la construcción de valores. La “experiencia cumbre” Masloviana es formadora de valores a nivel
individual; la factualidad existencial de la Minga, el Tong, la TAZ o el levantamiento permite que
una “reevaluación de los valores” fluya de su intensidad colectiva. Otra forma de ponerlo: — la
transformación de la vida cotidiana.
El vínculo entre la organización y el objetivo es la táctica. En términos simples, ¿qué es lo que hace
la organización Inmediatista? Nuestra “estrategia” es la de optimizar las condiciones para la
emergencia de la TAZ (o incluso de la Insurrección) — pero ¿qué acciones específicas pueden ser
llevadas a cabo para construir esta estrategia? Sin tácticas, la organización Inmediatista podría
también dispersarse de una vez. La “acción directa” debería fomentar la “causa”, pero también debe
contener todo el potencial para el florecimiento de la causa en sí misma. De hecho, cada acto debe
ser in potentia tanto apuntado al objetivo como idéntico al objetivo. No podemos usar tácticas que
estén limitadas a la mediación; cada acción debe inmediatamente realizar el objetivo, por lo menos
en parte, a fin de que no nos encontremos trabajando para abstracciones e incluso simulaciones de
nuestro propósito. Aún así, las muy diferentes tácticas y acciones deberían además ser más que la
suma de sus partes, y dar vida a la TAZ o al Levantamiento. Así como las organizaciones ordinarias
no pueden proveernos de las estructuras que necesitamos, las tácticas ordinarias no pueden
satisfacer nuestra demanda de “situaciones” tanto inmediatas como insurreccionarias.
La convivialidad es tanto una táctica como un fin. Noble en sí misma, puede servir como forma y
como contenido para modos organizacionales tales como el encuentro, el potlach, el banquete. Pero
la convivialidad por sí misma carece de la energía transformativa que generalmente surge solo de
un complejo de acciones que incluyen lo que hemos llamado “destrucción” así como “creación”. La
organización Inmediatista ideal apunta a este objetivo más complejo, y gana convivialidad como
una estructura necesaria en ella. En otras palabras, reunirse en un grupo para planear potenciales
TAZ para un grupo incluso mayor es ya un acto Inmediatista que involucra la convivialidad —
como el reino de los cielos, se “suma a” todo el esfuerzo sincero por interrupciones más exaltadas.
Podría parecer que el más puro acto o táctica Inmediatista involucraría sin embargo creación y
destrucción simultánea más que solo convivialidad — por eso la Minga y el Tong son formas
organizacionales “mayores” que el encuentro y el potlach.
En la Minga el énfasis está en la creación — la colcha, por así decirlo — el proyecto de arte
colaborativo, el acto grupal de generosidad hacia sí misma y hacia la realidad, más que hacia una
“audiencia” de consumidores mediatizados. Por supuesto la Minga puede también considerar y
emprender acciones destructivas o “criminales”. Pero cuando lo hace ya ha dado, quizás, el primer
paso para convertirse en una sociedad secreta o un Tong Inmediatista. Por lo tanto pienso que el
Tong es la forma de organización inmediatista más compleja (o la “mayor) que puede ser pre
determinada a un grado significativo. La TAZ y el levantamiento dependen finalmente de muchos
factores para que el proceso de “organización” sea llevado a cabo sin “suerte”. Como he dicho,
podemos maximizar las posibilidades para la TAZ o la insurrección, pero no podemos realmente
“organizarlos” o hacer que sucedan. El Tong, sin embargo, puede ser definido y organizado
claramente, y puede realizar acciones complejas, tanto materiales como simbólicas, tanto creativas
como destructivas. El Tong no puede garantizar la TAZ, mucho menos la insurrección, pero
seguramente puede complacer muchos o la mayoría de los deseos inmediatos de menor complejidad
— y después de todo podría ser exitoso en precipitar el gran evento de la TAZ, la Comuna, la
“restauración del Ming” como un Gran Festival de Conciencia, el objetivo correlativo de todo
deseo.
Teniendo todo esto en cuenta tratemos de imaginar — y luego criticar — posibles tácticas para el
grupo Inmediatista, e idealmente para el Tong semipermanente bien organizado o para el grupo de
acción o red de afinidad virtualmente clandestinos, capaces de intentar acciones directas complejas
y totalmente desarrolladas en una estrategia articulada. Cada acción de este tipo debe dañar o
destruir simultáneamente algunos tiempos/espacios reales y/o imaginarios de “el enemigo”, incluso
como crea simultáneamente, para sus perpetradores, la fuerte posibilidad de la experiencia cumbre o
la “aventura”: así, en cierto sentido, cada táctica se mueve para apropiar y desviar el espacio del
enemigo y eventualmente ocuparlo y transformarlo. Cada táctica o acción ya es potencialmente todo
el “Camino” de la autonomía en sí mismo, de la misma forma que cada invocación de lo Real ya
contiene la totalidad del camino espiritual (de acuerdo a la “gnosis” del Ismaelismo y el sufismo
heterodoxo).
¡Pero espera! Primero: — ¿Quién es “El Enemigo”? Está muy bien eso de murmurar sobre
conspiraciones de lo Establecido o de las redes de control psíquico. Estamos hablando de acciones
directasentiemporeal que deben ser llevadas a cabo “en contra” de nodos identificables del poder
entiemporeal. La discusión de enemigos abstractos como “el estado” no nos conducirán a ningún
lugar. No estoy oprimido (o alienado) directamente por ninguna entidad concreta llamada el estado,
sino por grupos específicos como los profesores, la policía, los jefes, etc. Una “Revolución”: podría
apuntar a derrocar un “estado”. Pero la Insurrección y todos sus grupos de acción Inmediatista
tendrán que descubrir algún objetivo que no sea una idea, un pedazo de papel, un “espectro” que
nos encadena a nuestros malos sueños sobre el poder y la impotencia. Jugaremos en la guerra de las
imágenes, sí. Pero las imágenes surgen de o fluyen a través de nexos específicos. El espectáculo
tiene una estructura, y la estructura tiene coyunturas, cruces, patrones, niveles. El Espectáculo
incluso tiene una dirección — a veces — quizás. No es real en la forma en que la TAZ es real. Pero
es lo suficientemente real como para un asalto.
Dado que los textos Inmediatistas han sido mayormente dirigidos a los “artistas” y a los “no
autoritarios”, y dado que el Inmediatismo no es un movimiento político sino un juego, incluso un
juego estético, parecería inescapablemente obvio que deberíamos buscar al enemigo en los Medios,
especialmente en aquellos que consideramos directamente opresivos. Por ejemplo, para el
estudiante, el medio opresivo y alienante es “la educación”, y el nexo (el punto de presión) debe,
por lo tanto, ser la escuela. Para el artista, la fuente directa de alienación parecería ser el complejo
que usualmente llamamos los Medios, que ha usurpado el tiempo y el espacio del arte como
quisiéramos practicarlo — que ha redefinido toda la comunicatividad creativa como un intercambio
de mercancías o de imágenes alienantes — que ha envenenado el “discurso”. En el pasado el medio
alienante era la iglesia y la insurrección era expresada en el lenguaje de la espiritualidad herética
versus la religión organizada. Hoy los Medios cumplen el rol de la Iglesia en la circulación de
imágenes. Así como la Iglesia alguna vez tramó una falsa escasez de santidad o salvación, los
Medios construyen una falsa escasez de valores, o de “significado”. Así como la Iglesia alguna vez
trató de imponer su monopolio en el espíritu, los Medios quieren rehacer el lenguaje en sí mismo
como pura mente, divorciado del cuerpo. Los Medios niegan el significado a la corporalidad, a la
vida cotidiana, de la misma forma en que la Iglesia alguna vez definió al cuerpo como malvado y a
la vida cotidiana como pecado. Los Medios se definen a sí mismos, o a su discurso, como el
universo real. Nosotros, meros consumidores, vivimos en un mundomental de ilusiones, con TVs
como ojosenchufes a través de los cuales nos asomamos al mundo de los vivos, los “ricos &
famosos”, los reales. Así mismo la religión definió al mundo como una ilusión y al cielo como lo
único real — real, pero tan lejos. Si la insurrección le habló alguna vez a la Iglesia como herejía, así
debe hablarle ahora a los Medios. Alguna vez, los campesinos revoltosos incendiaron iglesias. Pero,
¿cuáles son exactamente las iglesias de los Medios?
Es fácil sentir nostalgia por tales enemigos magníficos de antaño como la Iglesia Católica Romana.
Incluso he tratado de convencerme que todavía vale la pena conspirar contra la desteñida charada
actual de odio al sexo. Infiltrar la iglesia; llenar el anaquel de tratados con bellos volantes porno
rotulados “Esta es la Cara de Dios”; esconder objetos dada/vudú bajo los asientos y detrás del altar;
enviar manifiestos ocultistas al Obispo y al clero; filtrar amedrentamientos satánicos a la prensa
idiota; dejar evidencia incriminando a los Illuminati. Un blanco incluso más satisfactorio podrían
ser los Mormones, que están completamente cautivados por la hipermediada Tecnología de las
Comunicaciones, y aún así intensamente sensibles a la “magia negra” ( 3 ). El Televangelismo
ofrece una mezcla especialmente tentadora de Medios y mala religión. Pero cuando se trata del
poder real, las iglesias se perciben bastante vacías. El dios las ha abandonado. El dios tiene su
propio show estelar de conversación ahora, sus propios auspiciadores corporativos, su propia red. El
verdadero blanco son los Medios.
El “asalto mágico”, sin embargo, todavía se mantiene promisoria como una táctica contra esta
nueva iglesia y su “nueva inquisición” — precisamente porque los Medios, como la iglesia, hace su
trabajo a través de la “magia”, la manipulación de imágenes. De hecho, nuestro mayor problema en
asaltar a los Medios será inventar una táctica que no pueda ser recuperada por Babilonia y volverla
hacia su propia ventajadepoder. Un jadeante reporte de “noticias en vivo” de que la CBS ha sido
atacada por hechiceros radicales simplemente se convertiría en parte del “espectáculo de la
disidencia”, el drama submaniqueo del discurso de la simulación. La mejor táctica defensiva contra
esta cooptación será la sutil complejidad y la profundidad estética de nuestro simbolismo, que debe
contener dimensiones fractales intraducibles al lenguaje plano de las imágenes del tubo. Incluso si
“ellos” intentan apropiarse de nuestra imaginería, en otras palabras, conllevará un inesperado
subtexto “viral” que infectará todos los intentos de recuperación con un nauseabundo malestar de
incertidumbre — un “terror poético”.
Una idea simple sería volar una torre de transmisión de TV y luego llevarse el crédito de la acción
en nombre de la Sociedad Americana de Poesía (que deberían estar volando torres de TV); pero tal
acto puramente destructivo carece del aspecto creativo de la táctica auténticamente inmediatista.
Cada acto de destrucción debería idealmente ser también un acto de creación. Supón que
pudiéramos dejar en blanco una transmisión en un barrio y al mismo tiempo hacer florecer un
milagroso festival, liberando y transformando el centro comercial local en una TAZ de una noche
— luego nuestra acción combinaría destrucción y creación en una acción directa de belleza y terror
verdaderamente Inmediatista — Bakuninesca, situacionística, dada real por fin. Los Medios podrían
intentar distorsionarla y apropiar su poder para ellos, pero incluso así no podrían borrar jamás la
experiencia del barrio liberado y su gente — y es probable que los Medios permanecerían, después
de todo, silenciosos, ya que todo el evento parecería demasiado complejo para digerirlo y cagarlo
como una “noticia”.
Una acción tan inmensamente complicada estaría más allá de las posibilidades de cualquier Tong
Inmediatista, o sólo podría ser realizada por el más rico y completamente desarrollado. Pero el
principio puede ser aplicado en bajos niveles de complejidad. Por ejemplo, imagina que un grupo de
estudiantes quieren protestar contra el estupidizante efecto de la educación como medio,
interrumpiendo o tomándose la escuela por un tiempo. Puede ser hecho fácilmente, como muchos
agudos saboteadores secundarios han descubierto. Llevado a cabo como una acción puramente
negativa, sin embargo, el gesto puede ser interpretado por la autoridad como “delincuencia” y de
esa manera su energía podría ser recuperada para el beneficio del Control. Los saboteadores
deberían crear un punto a través del cual se transmita simultáneamente información valiosa, belleza,
un sentido de aventura. Por lo bajo, panfletos anónimos sobre anarquismo, educación en casa,
critica a los Medios o información del tipo debieran ser “dejados en la escena” o distribuidos a otros
estudiantes, facultades, incluso a la prensa. En el mejor de los casos, una alternativa a la escuela
misma debería ser sugerida, a través de la convivialidad, el festival, el aprendizaje liberado, la
creatividad compartida ( 4 ).
*(Posible inserto aquí, ver *, al final de las notas al pie, al final del artículo)
Volviendo al proyecto del “asalto mágico” a los Medios, o al embrujodelosmedios:: — debería
también combinar en un gesto (más o menos) tanto los elementos creativos como destructivos de la
efectiva obra de arte o de terrorismo poético Inmediatista. De esta manera probará (esperamos) ser
demasiado compleja para el usual proceso de recuperación. Por ejemplo, sería fútil bombardear al
blanco de los Medios con imágenes de horror, derramamiento de sangre, asesinato en serie, abuso
sexual alienígena, chapoteo S&M y cosas por el estilo, ya que los Medios mismos son los
principales proveedores de tal imaginería. El semisatanismo del Guignol calza justo en el espectro
del horrorcomocontrol donde la mayor parte de la transmisión ocurre. No puedes competir con las
“noticias” por imágenes de disgusto, repulsión, pánico atávico, o gore. Los Medios (si podemos
personificarlos por un momento) podrían en primera instancia sorprenderse de que alguien se
molestara en reflejar esta mierda de vuelta a los Medios — pero no tendría ningún efecto oculto
( 5 ).
Imaginemos (¡otro “experimentodelpensamiento”!) que un oculto grupo Inmediatista de cierto
tamaño y seriedad ha conseguido de alguna manera las direcciones (incluyendo el fax, teléfono, E
mail, o lo que sea) del staff ejecutivo y creativo de un show de TV al cual pudiéramos sentir
representando un nadir de alienación y veneno psíquico (digamos “NYPD Blue”). En “La
Maldición Malaya del Djinn Negro” ( 6 ) sugerí enviar paquetes de objetos dada/vudú a tales
personas, junto con advertencias de que su lugar de trabajo había sido maldito. En ese momento, yo
estaba poco dispuesto a recomendar maldiciones contra individuos. Ahora recomendaría, sin
embargo, algo aún peor. Además, para estos magnates de los Medios favorecería el tipo horripilante
de imaginería Musulmana/herética de reptil de jungla que describí en la operación del “Djinn
Negro” — ya que los Medios muestran tanto miedo del terror “Musulmán” y tanta intolerancia
contra los Musulmanes — pero ahora haría todo el escenario y la imaginería mucho más compleja.
Se les debería enviar a los ejecutivos y escritores de TV objetos tan exquisitos y perturbadores
como “cajas” surrealistas, conteniendo imágenes bellas pero “ilegales” de placeres sexuales ( 7 ), e
intrincado simbolismo espiritual, evocativas imágenes de la autonomía y el placer en la auto
realización, todo muy sutil, replegado, misterioso; estos objetos deben ser hechos con fervor
artístico real y la más alta inspiración, pero cada uno pensado para una persona — la víctima del
hechizo.
Los receptores podrían bien ser perturbados por estos “regalos” anónimos, pero probablemente no
los destruirán, ni siquiera lo discutirán alguna vez. Ningún daño a nuestro plan si es que lo hacen.
Pero estos objetos podrían bien lucir demasiado finos, demasiado “caros” para destruirlos — y
demasiado “sucios” para mostrárselos a alguien más. Al día siguiente, cada una de las víctimas
recibirá una carta explicando que su recepción de los objetos efectuó el envío de una maldición. El
hechizo les hará llegar a conocer sus verdaderos deseos, simbolizados por los objetos mágicos.
Comenzarán ahora a darse cuenta de que están actuando como enemigos de la raza humana al
mercantilizar el deseo y trabajar como agentes del Control del alma. Los objetos de arte mágicos se
entretejerán hacia sus sueños y deseos, haciendo que sus trabajos parezcan ahora no solo
venenosamente aburridos, sino también moralmente destructivos. Sus deseos despiertos tan
mágicamente los arruinarán para trabajar en los Medios — a menos que se vuelvan hacia la
subversión y el sabotaje. En el mejor de los casos, podrán renunciar. Esto podría salvar su sanidad a
expensas de sus “carreras” insensatas. Si se quedan en los Medios se debilitarán por el deseo
insatisfecho, la vergüenza y la culpa. O se convertirán en rebeldes, y aprenderán a luchar contra el
Ojo de Babilonia desde el interior del vientre del ídolo. Mientras que su “show” ha sido escogido
para un asalto mágico total por parte de un grupo de hechiceros terroristas Shiitas, o la Escuadra de
Choque Vudú de Libia, o algo por el estilo. Por supuesto sería bueno tener un agente interno para
plantar “pistas” y espiar información, pero algunas variaciones de este plan pueden ser llevadas a
cabo sin una infiltración activa en las instituciones. El asalto inicial podría quizá ser seguido por
cartas de propaganda antiMedios, e incluso tratados Inmediatistas. Si fuera posible, por supuesto,
algo de mala suerte podría ser producida para las víctimas o su institución. Travesuras, ya sabes.
Pero, de nuevo, esto no es necesario, e incluso podría salirse del camino de nuestra pura
experimentación con el cagarlamente y la manipulación de imagen. Deja que los bastardos
produzcan su propia mala suerte desde su tristeza interna por ser imbéciles así de malvados, desde
su superstición atavística (sin la cual no podrían ser ese tipo de magos de los Medios), desde su
temor a la alteridad, desde su sexualidad reprimida. Puedes estar seguro de que lo harán — o que,
por lo menos, recordarán la “maldición” cada vez que algo malo les pase.
El principio general puede ser aplicado a otros Medios que no sean la televisión. Una compañía de
computadores, por ejemplo, podría ser maldita a través de sus computadores por un hacker
talentoso, aunque uno tendría que evitar los escenarios de ciencia ficción como el cyberespacio
encantado de William Gibson — demasiado barroco. Las compañías de publicidad funcionan sobre
la base de pura magia, cineastas, empresas de Relaciones Publicas, galerías de arte, abogados,
incluso políticos ( 8 ). Cualquier opresor que trabaje a través de la imagen es susceptible al poder de
la imagen.
Debería ser subrayado que aquí no estamos describiendo la Revolución, o la acción política
revolucionaria, o siquiera el Levantamiento. Esto es meramente un nuevo tipo de agitprop neo
hermética, una propuesta para un nuevo tipo de “arte político”, un proyecto para un Tong o los
artistas rebeldes, un experimento en el juego del Inmediatismo. Otros lucharán contra la opresión en
sus propios campos de especialidad, trabajo, discurso, vida. Como artistas nosotros escogemos
luchar dentro del “arte”, dentro del mundo de los Medios, contra la alienación que nos oprime más
directamente. Escogemos batallar allí donde vivimos, en vez de teorizar sobre la opresión en algún
otro lugar. He intentado sugerir una estrategia e imaginar ciertas tácticas que podrían adelantarla.
Ninguna otra afirmación es hecho y ningún detalle mayor debería ser divulgado. El resto es para el
Tong.
Admitiré que mi propio gusto podría correr hacia un acercamiento aún más violento a los Medios
que el propuesto en este texto. La gente habla acerca de “tomarse” las estaciones de TV, pero
ninguno de ellos ha tenido éxito. Por más ridículo que pueda parecer, tendría más sentido dispararle
a los televisores en las vitrinas de las tiendas de electrónica que soñar con tomarse los estudios. Pero
rayo una línea en el suelo al sugerir atentados contra los fascistas de las Noticias, o incluso el
asesinato del perro de Geraldo, por muchas razones que todavía parecen suficientes para mí. De una
vez, he tomado a pecho las observaciones de Nietzsche respecto de la inferioridad y la inutilidad del
revanchismo como una doctrina política. La mera reacción nunca es una respuesta suficiente —
mucho menos una senda noble. Además, no funcionaría. Sería visto como un “ataque a la libre
expresión”. El proyecto propuesto aquí incluye dentro de su estructura la posibilidad de
efectivamente cambiar algo — incluso si son solo un par de “mentes”. En otras palabras tiene un
aspecto constructivo integral y estrechamente ligado con un aspecto destructivo, para que los dos no
puedan ser separados. Nuestro objeto dada/vudú es un ataque y una seducción a la vez, y ambos
motivos serán explicados a fondo en los volantes o cartas que los acompañen. Después de todo, está
la posibilidad de que podamos convertir a alguien. Claramente, podríamos fallar fácilmente aquí
también. Todos nuestros esfuerzos pueden terminar en la basura, olvidados por mentes demasiado
bien blindadas incluso para sentir la desazón de un momento. Esto es, después de todo, un mero
experimento del pensamiento, o un experimento en el pensamiento. Si quieres puedes incluso
llamarlo una forma de crítica estética dirigida a los perpetradores más que a los consumidores del
mal arte. El tiempo para la violencia real no ha llegado todavía, si solamente porque la producción
de violencia permanece siendo el monopolio de las Instituciones. No hay punto alguno en
arriesgarse y alzar una pistola si uno está enfrentándose a un satélite de rayos tipo Estrella de la
Muerte ( 9 ). Nuestra tarea es la de alargar las grietas en el seudo monolito del discurso social,
desvelando gradualmente porciones de espectáculo vacío, rotulando formas sutiles de control
mental, mapeando rutas de escape, astillando la cristalización de la sofocación de la imagen,
golpeando en sartenes y potes para despertar a algunos ciudadanos del trance de los Medios, usando
los Medios íntimos ( 10 ) para orquestar nuestros asaltos a los Grandes Medios y sus Grandes
Mentiras, aprendiendo nuevamente a respirar juntos, a vivir en nuestros cuerpos, a resistir la
imagenheroína de la “información”. Lo que aquí he llamado “acción directa” realmente debería ser
conocida como acción indirecta, simbólica, viral, oculta y sutil más que efectiva, hiriente, militante
y abierta. Si nosotros y nuestros aliados naturales disfrutamos de un poco de éxito, sin embargo, la
superestructura podría eventualmente perder tanta coherencia y seguridad que su poder empezaría a
resbalarse también. El día podría llegar (¿quién hubiera pensado que una mañana en 1989 el
Comunismo se evaporaría?), podría llegar el día en que el Capitalismoaúnmástardío comience a
derretirse — después de todo solo ha llegado más allá que el Marxismo y el fascismo porque es aún
más estúpido — un día el material mismo del consenso podría empezar a desenhebrarse, junto con
la economía y el medio ambiente. Un día el coloso podría temblar y balancearse, como una vieja
estatua de Stalin en alguna plaza de provincia. Y en es día quizás una estación de televisión será
volada en pedazos y se mantendrá así. Hasta entonces: — uno, diez, mil asaltos ocultos a las
instituciones.
NOTAS:
1 N. del T.: Ya que estas traducciones están hechas para Latinoamérica principalmente, utilizo el
termino Minga como la más precisa traducción del termino “Bee” usando por Bey, que designa a
una tradicional costumbre anglosajona en la que grupos de mujeres (vecinas de un pueblo, de una
calle…) se reúnen (al parecer la costumbre aún pervive) para hacer una colcha con retales y de paso
charlar, beber y; en definitiva, pasarlo bien. Minga es el nombre que se le da a una tradición similar
en diferentes lugares de Sudamérica. En definitiva, un “trabajo gratuito en común”.
2 No estoy usando aquí el término hipermedios en el sentido asignado a él por nuestros camaradas
de la Endarquía Xexoxial, que llaman hipermedios simplemente a la apropiación de todos los
Medios creativos para un efecto singular (en otras palabras, la nueva etapa más allá de los “Medios
mezclados”)… Estoy usando el término “hipermediación” para significar la representación
exacerbada al punto de la alienación máxima, como en la imagen de la mercancía.
3 El Mormonismo fue fundado por bribones Masones ocultistas, y los líderes Mormones siguen
siendo extremadamente susceptibles a alusiones de un pasado enterrado regresando a rondarlos. La
Iglesia Católica Romana podría tratar un “asalto mágico” con un encogimiento milenarista de
sofisticación Italiana — pero los Mormones irían por sus armas.
4 Es importante no ser atrapado, ya que esto neutraliza todo poder que podamos haber ganado o
buscado expresar, e incluso convierte nuestro propio poder contra nosotros. Una buena acción
Inmediatista debería ser relativamente impecable, para acuñar un oxímoron. Ser expulsado de la
secundaria podría arruinar el efecto. El Inmediatismo quiere ser un arte marcial, no un camino al
martirio.
5 El problema con la mayor parte del arte “transgresor” es que no transgrede ninguno de los valores
del Consenso — meramente los exagera, o en el mejor de los casos, los exacerba. La obsesión
estética con la muerte hace una mercancía perfecta (imagensinsustancia), ya que el envío del
significado de la imagen efectivamente le pondría un fin al consumidor. Comprar muerte es
comprar fracaso o fascismo — un borde sobre el cual el mismo Bataille se balanceó con una
enfermiza carencia de balance. Digo esto a pesar de la admiración por Bataille.
6 N. del T.: Conjuro de magia negra explicado en uno de los Comunicados de la Asociación de la
Anarquía Ontológica.
7 Esto prevendrá que las imágenes alguna vez aparezcan en TV o en fotos de la prensa.
Coincidentemente, será también una declaración sobre la relación entre “belleza” y “obscenidad”, y
entre “arte” y “censura”, etc., etc.
8 Que generalmente no valen la pena ser atacados como “políticos”, ya que después de todo son
meros “tigres de papel” (dicen o parecen ser amenazas, pero no lo son realmente) — pero quizás
vale la pena que sean atacados como tigres de papel.
9 Todos los elogios a los activistas que destruyeron un satélite así en California, con hachas.
Desafortunadamente fueron pillados, y castigados con la retención de sus salarios para pagar el
costo de la destrucción. Nada de bueno.
10 Los Medios íntimos por definición no alcanzan el inconsciente de masas como la TV, las
películas, periódicos. Pueden todavía “hablarle” al individuo. Radios FM, videos de acceso público
vía cable, pequeña prensa, CDs y cintas de cassette, software y otras tecnologías de la comunicación
pueden ser usados como Medios íntimos. Aquí la idea de la Endarquía Xexoxial de los
“hipermedios” como una herramienta para la insurrección encuentra su verdadero rol. Existen dos
facciones enfrentadas dentro de la teoría noautoritaria actualmente: — los primitivistas anti
tecnología (Fifth Estate, Anarchy: A Journal of Desire Armed, John Zerzan) y los futurologistas
protecnología (incluyendo tanto a los anarcosindicalistas de izquierda como a los anarcolibertarios
de derecha). Encuentro todos los argumentos sumamente informativos e inspiradores. En la Zona
Temporalmente Autónoma y en otras partes he intentado reconciliar ambas posiciones en mi propio
pensamiento. Sugeriría ahora que la cuestión propuesta por estos argumentos no puede ser
respondida excepto en el procesodedevenir de una praxis (o política) activa del deseo.
Imaginemos que “la Revolución” ha tenido lugar. Somos libres de decidir nuestro nivel de
tecnología, en un espectro que va desde lo primitivo preEra del Hielo hasta la Ciencia Ficción post
industrial. ¿Forzarán los neopaleolíticos a los futuristas a que dejen su tecnología? ¿Forzarán los
cadetes del espacio a los Zerzanianos a comprar equipos de Realidad Virtual? Piadosamente, uno
espera que no. La cuestión será, mejor dicho: ¿cuánto deseamos la vida cazadora/recolectora? ¿o la
vida CiberEvolucionaria? ¿Deseamos computadores lo suficiente como para forjar chips de silicio
nosotros mismos? Porque después de la Revolución nadie aceptará el trabajo alienado. En esto
coinciden todas las tendencias noautoritarias. ¿Quieres un bosque lleno de juego? Eres responsable
por su fecundidad y lo salvaje en él. ¿Quieres una nave espacial? Eres responsable de su
manufacturación, desde extraer el oro hasta forjar sus partes. Por todos los medios forma una
comuna o una Red. Por todos los medios demanda que mi nivel de tecnología no interfiera con el
tuyo. Aparte de estas pocas reglas de base para evitar la guerra civil, la sociedad noautoritaria no
puede depender más que en el deseo para conformar su techné. Como Fourier lo habría puesto, el
nivel de complejidad económica de una sociedad utópica deberá estar en armonía con la totalidad
de todas las Pasiones. No puedo predecir cuál emergería exactamente. Todo lo que puedo imaginar
es lo que soy capaz de desear al punto de estar dispuesto a su realización.
Personalmente (como una cosa de gustos) yo visualizo algo bastante como bolo’ bolo: — infinita
variedad dentro del contexto básico revolucionario de libertad positiva. Por definición podría no
haber tal cosa como una boloNASA o un boloWall Street, porque la NASA y Wall Street
dependen de la alienación para existir. Esperaría algo más como bajatecnología o tecnología
“apropiada” (imaginada por los teóricos de los 60s como Illich) para ser el promedio Utópico, con
alas extremas ocupando una Salvajidad restaurada por un lado, y la Luna por el otro… En cualquier
caso, todo es ciencia ficción. En mi escritura trato de visionar tácticas que puedan ser usadas ahora
por cualquier tendencia noautoritaria. Tanto el “Tong” como el asalto a los Medios deberían atraer
tanto a primitivistas como a los de la tecnología. Y discuto el uso tanto de la magia como de los
computadores porque ambos existen en el mundo que habito, y ambos serán usados en la lucha por
la liberación. No solo el futuro, sino también el presente lleva en sí muchas posibilidades, muchos
recursos, un exceso superabundanteredundante de potenciales, para ser limitado por ideología. Una
teoría de la tecnología es muy restrictiva. El Inmediatismo ofrece, en cambio, una estética de la
tecnología, y prefiere la praxis a la teoría.
* Una Nota sobre la Arquitectura de la TAZ : Obviamente la TAZ usualmente no deja ninguna
ruina a su paso. Construir no es su prioridad. Y aún así todo el espacio habitado es arquitectura —
espacio construido, espacio hecho — y la TAZ por definición tiene presencia en el tiempo y el
espacio reales. El campamento nómade podría servir quizás como el prototipo primordial. Carpas,
casas rodantes, caravanas, botescasas. La antigua carpa viajera de circo o carnaval podría ofrecer
un modelo para la arquitectura de la TAZ. En un escenario urbano, la okupa se convierte en el
espacio más común posible para nuestros propósitos, pero en Estados Unidos, a como dé lugar, la
ley de propiedad hace que la okupa sea un lugar pobre por definición. La TAZ quiere un espacio
rico, no tan rico en articulación (como en el espacio de control, la construcción oficial del capital, la
religión, el estado), sino más bien rico en expresión. Los espacios juguetones temporales propuestos
por los situacionistas y los urbanistas radicales en los 60s tenían cierto potencial, pero
financieramente probaron ser demasiado caros y demasiado planeados. la arquitectura de la urTAZ
es la de la Comuna de París. El microbarrio es cercado por barricadas. Las casas idénticas de los
pobres son entonces conectadas haciendo pasadizos a través de todas las murallas al nivel del suelo.
Estos pasadizos nos recuerdan de las arcadas de Fourier, a través de los cuales los Falansterianos
circularían a través de su palacio comunitario, del espacio privado al público y viceversa. La
ciudadcuadra de la Comuna se convirtió en una TAZ fortificada con espacio militar público al
nivel del suelo (y en techos) y espacio privado en los pisos superiores, con las calles cerradas como
un espaciofestival. Este plan influencia la arquitectura del bolo’ bolo de “P.M”, donde una cuadra
comuna se convierte en una comuna utópica urbana más permanente. En cuanto a la TAZ, es
efectuado por un tipo de cierre, pero uno paradójicamente disparado a través de aberturas. Escapa al
encierro asfixiante de la Capital, y a la fealdad trágica del espacio urbano. Su arquitectura es suave,
no estriado — por eso la carpa, no la prisión; el pasadizo, no el portal; la barricada, no los bulevares
de Haussmann.
Millennium. (Hakim Bey)
1. Jihad
Cuando dos se disponen a cenar o a batirse en duelo, un tercero aparece – tertium quid,
parásito, testigo, profeta, prófugo. [véase M. Serres, Hermes.]
Hace cinco años todavía era posible ocupar una tercera posición en el mundo, un “ni esto, ni lo
otro” de negación o astucia, un dominio fuera de la dialéctica incluso un espacio de retirada;– la
desaparición como voluntad de poder.
Mas, ahora hay un sólo mundo – el triunfante “fin de la Historia”, fin del insoportable dolor de la
imaginación — una apoteosis de Social Darwinismo cibernético, en efecto. El dinero se decreta a sí
mismo ley de la Naturaleza, y demanda para sí libertad absoluta. Completamente espiritualizado,
liberado de su cuerpo obsoleto (mera producción), circulando hacia la infinidad y la instantaneidad
en una numísfera [numisphere] gnóstica muy por sobre la Tierra, el dinero por sí mismo definirá la
conciencia. El siglo XX terminó hace cinco años; este es el milenio. Allí donde no hay segundo, no
hay oposición, no puede haber un tercero, un “ni esto, ni lo otro”. Así, la opción se mantiene: o nos
aceptamos como los “últimos humanos”, o nos aceptamos como la oposición. (O automonotonía —
o autonomía.) Todas las posiciones de retirada deben ser reconsideradas desde un punto de vista
basado en nuevas demandas estratégicas. En un sentido, estamos arrinconados. Como hubieran
dicho los ideólogos de antaño, nuestra situación es “objetivamente prerevolucionaria” una vez más.
Más allá de la zona temporalmente autónoma, más allá de la insurrección, está la necesaria
revolución — la “jihad”.
2. Uniformidad
El dinero del siglo XXI es un caos — mientras que la ideología del siglo XX era meramente una
entropía. Ambos, el pensamiento burgués y el antiburgués, proponían un único mundo — unificado
en la conciencia por la ciencia — pero el dinero por sí solo podrá, de hecho, llevar a cabo ese
mundo.
El dinero no es migratorio, pues el nómade se mueve de lugar a lugar, mientras que el dinero se
desplaza de tiempo en tiempo, obliterando el espacio. El dinero no es un rizoma, sino un caos, una
interdimensionalidad, inorgánica pero reproductiva [bifurcación regresiva infinita] — la sexualidad
de lo muerto.
“El capital”, entonces, debe ser considerado como un “atractor extraño”. Quizás las matemáticas
mismas de este dinero (”fuera de control”) podrían ya estar trazadas en redes esotéricas tales como
SWIFT, la internet privada para bancos y casas de cambio, donde un trillón de dólares se solaza a sí
mismo en el ciberespacio (y menos de su 5% se refiere siquiera oblicuamente a producción
efectiva).
El mundo único puede relacionarse con el “caos”, pero reduce toda verdadera complejidad a
uniformidad y separación. La conciencia misma “entra en la representación”; la experiencia vivida
que demanda presencia debe ser negada para que no amenace con constituir otro mundo más allá de
la clausura. En un cielo de imaginería sólo persiste la vida eterna de la pantalla, la puerta estelar
gnóstica, el cristal de la descorporización [disembodiment]. Infinitamente la misma dentro de una
infinitud de clausuras; infinitamente conectada pero infinitamente sola. Inconmensurable identidad
del deseo, inconmensurable distancia de la realización.
3. Administración de los deseos
El mundo único no puede empacar el placer mismo, sino sólo su imagen; hermeticismo maligno,
una suerte de baraka invertida, horizonte del acontecimiento o terminal del deseo. La “espiritualidad
del placer” descansa precisamente en una presencia que no puede ser representada sin desaparecer;
inexpresable, inimputable, posible sólo en esa “economía del regalo” que existe siempre (o que
siempre es reinventada) bajo la ortodoxia y la parálisis del intercambio. Defino aquí el deseo como
movimiento sobre una trayectoria tal — no como la picazón que el dinero puede rascar.
La teoría radical ha desarrollado recientemente una problemática del deseo basada en la percepción
de que al Capital le concierne el deseo y es capaz de satisfacerlo. El deseo, por lo tanto, es egoísta y
reaccionario. Pero Benjamin ya ha mostrado que lo que le concierne al Capital es precisamente no
satisfacer el deseo (i.e. proveer placer), sino exacerbar el anhelo a través del dispositivo de la “traza
utópica” (las charranadas metafísicas de la mercancía, para parafrasear a Marx). Decir que el capital
libera el deseo es un absurdo semántico basado en una mala traducción:– el Capital se libera a sí
mismo esclavizando el deseo. Fourier afirmaba que las doce Pasiones — sin reprimir — constituyen
la única base posible para la Armonía social. Puede que no sigamos su numerología, pero captamos
su deriva.
Contra el hermetismo negativo del mundo único y su carnalidad fingida, la oposición propone una
gnosis propia, una dialógica de la presencia, el placer de superar la representación del placer — una
suerte de piedra de toque. Ni censura, ni administración de la imagen, sino al contrario — la
liberación de la imaginación del imperio de la imagen, de su omnipresencia y singularidad
dominantes. La imagen por sí sola es insípida, como una pera o un tomate bioindustrial — inodora
como la civilización misma, nuestra “sociedad de la seguridad”, nuestra cultura de la mera
supervivencia. La nuestra es, en parte, una lucha contra la escucha colonial y el acecho [gaze]
imperial, y por el olfato, el tacto, el gusto — y por el “tercer ojo”.
Si el deseo ha desaparecido en sus representaciones entonces debe ser rescatado. Se requiere
silencio y secretismo, incluso un velamiento de la imagen — en último termino un reencantamiento
de lo prohibido. Sólo un eros que tienda hacia el escape del encierro en la banalidad de la imagen (y
aquí la conciencia poco importa) puede armonizar con la estética de la jihad; que sea expresado en
roles o actos convencionales o noconvencionales parece casi irrelevante.
La sexualidad [en sí] misma puede considerarse enteogénica — así como las “plantas sagradas”,
puede proveer no sólo estructura cognitiva sino además contenido imaginal. Lo festivo es para
nosotros al menos una “broma seria” [una antigua definición de la alquimia], si no una necesidad
ritual. La “Ilustración” es también un principio corporal material — y nuestro secreto es que nuestro
proyecto no necesita ser construido exclusivamente sobre la “nada” de Nietzsche.
4. Sombra verde
La salvajidad [wild(er)ness] representa esta mismísima irreductibilidad del deseo. La eliminación de
lo nohumano invoca la eliminación de lo humano; la cultura sólo puede ser definida en relación a
lo que no es. Aquí radica la profundidad del paganismo; en el Islam, el verde es un color heráldico
porque “el agua, el verdor del follaje y un rostro hermoso” (como dijo el Profeta) tienen un
privilegio ontológico en la experiencia — y son de hecho la base del rechazo esotérico a la
uniformidad y la separación — lo divino como diferencia, inmanente y inmediato — no sólo en la
“Naturaleza” sino incluso en el jardín o en la ciudad como espontánea cristalización orgánica del
deseo de la vida por sí misma. Quizá a todo lo “verdaderamente” salvaje se lo ha hecho desaparecer
en una administración cartomántica de los deseos — después de todo, el mundo único no sabe de
otro — y si así fuera, su espectro se cierne sobre ese mundo. Puede ser reclamado; puede ser
restaurado.
Si la Naturaleza es desnaturalizada en el asesino acecho museológico de la mediación y si “todo”
está mediado (incluso la “percepción sensorial directa”), entonces ¿cómo podemos hablar de
restauración o de “inmediatez”? Primero, porque (hablando de otra manera) no todo ha “entrado en
la representación”. La afirmación del mundo único respecto de su unicidad es por supuesto espuria
— persiste por definición un afuera para toda delimitación en la representación; sin mencionar una
liminalidad alrededor de cada frontera, un área de ambigüedad. La unicidad se representa a sí
misma como invulnerable — pero su debilidad se revela precisamente en el momento de nuestra
percepción que no es reflejado en la experiencia vivida; se muestra a sí misma en dislocación,
vacío, aburrimiento, empobrecimiento — este momento puede constituir el “desgarramiento del
velo” que permitiría un vislumbre del futuro, o por lo menos de nuestro deseo por el futuro.
Segundo: podemos hablar aquí de restauración porque ni siquiera toda representación subsumida o
producida en la clausura de la unicidad puede ser considerada como efectiva para servir a la
represión. El lenguaje en sí mismo está poseído por las poéticas (a veces inintencionales) de su
propia autosuperación, por lo subversivo, la “erupción de lo maravilloso”. La vida parece conspirar
con esta exterioridad, tanto así que incluso la representación finalmente escapa a la representación.
5. Dinero
El verde está hecho para simbolizar la maldita fertilidad del dinero, su fecundidad contranatural —
la alquimia de la expropiación, el peso infinito del acecho privilegiado y Masónico. Al trascender su
propia textualidad deviene pura representación; desde el principio, sin embargo, desde las primeras
fichas de arcilla o monedas de electrum, el dinero no era ya nada sino deuda, nada sino ausencia.
El dinero “en sí mismo” retiene una cierta inocencia como un simple medio de intercambio —
dinero “pobre”, por decirlo de alguna manera, sin interés en la pura circulación. En este nivel el
dinero puede jugar su rol incluso en la zona temporalmente autónoma; en relación a la jihad, no
obstante, el dinero continúa siendo y debe ser considerado bajo el signo del Capital como la medida
de la expropiación y el mitema básico de la separación.
Y en cuanto el dinero trasciende su textualidad en la virtualidad, el interés puede ser extraído de
cada transacción, cada perturbación del éter; — el dinero “pobre” le abre camino al dinero “puro”.
¿Quién se beneficia?
La maquinaria global nunca caerá madura en las manos de las masas insurgentes, ni pasará al
pueblo su Ojo único (como si a una de las tres Moiras ciegas); no habrá transición, suave o agitada,
entre el Capitalismo y alguna utopía económica, alguna milagrosa salvación de la conciencia
unificada del racionalismo y la cultura universal post Ilustración (con rincones acogedores para
supervivencias excéntricas y dicha turística) — ninguna Social Democracia haciéndose cargo de los
controles en nombre del pueblo. El “dineropoder” (como los antiguos agrarios le llamaban) no está
en el poder de una elite (sea conspiratoria o sociológica) — más bien la elite está bajo el poder del
dinero, como los lacayos humanos contratados de alguna entidad de IA de ciencia ficción en el
ciberespacio. El dineropoder es la maquinaria global — sólo puede ser desmantelada, no heredada.
¿Aparecerá en la numísfera algún tipo de limite teorético, de manera que la burbuja estalle “por si
misma”, por decirlo así? ¿Se dirige el capitalismo hacia la última recapitulación y la crisis final para
acabar con todas las crisis, o encontrará una manera de lidiar con y incluso aprovechar de
cualesquiera “limites al crecimiento” o perturbaciones caóticas dentro de su cerrada atmósfera de
sofocación? [No Cambie el Canal.] En cualquier caso (para evocar a Gustav Landauer) no hay
“inevitabilidad histórica” alguna de una revolución renacida en el momento mismo del triunfante
Cierre de la dialéctica que opera el Capital.
[En un sentido el Capitalismo parece volverse “inevitable” con la invención de la escasez — el
primer momento de expropiación. Pero, ¿precisamente dónde ha de ser localizado este momento?
La agricultura es una gran crisis extensamente alargada — pero muchas sociedades tribales
horticulturales permanecen tan acérrimamente noautoritarias y orientadasalregalo como los más
puros cazadoresrecolectores. Los antiguos estados jerárquicos (Sumeria, Egipto, la China Shang,
etc.) e incluso el feudalismo todavía conservan economías de reciprocidad y redistribución; — el
Mercado, como predicho por la Economía Clásica, simplemente no aparece (véase Karl Polyani).
Además, cada amenaza de su emergencia es recibida con resistencia preciente [prescient] (como
Clastres pudo haber predicho): — la separación y la expropiación nunca se quedan sin respuesta, y
así nunca aparecen en su forma absoluta. No existe de hecho ley natural alguna de la circulación y
el intercambio, ninguna fatalidad histórica, ninguna destinada atomicidad de lo social, y ningún
mundo unificado de la representación. El capitalismo existe — pero no está sólo; la revolución es su
otro. Y viceversa.]
No hay nunca un momento correcto para declararse en estado de rebelión. Siendo herejes perennes,
ya hemos tomado nuestras opciones — como si en una encarnación previa, o en algún mítico
tiempo fuera del tiempo, como si todo se pensara a sí mismo en nosotros o sin nosotros, y la
negación fuera un tipo de premuerte tibia, una resignación en la morbosidad. No hay para nosotros
un retorno a la inocencia en el éxtasis de 600 canales, ningún regreso a la asíllamada “Caída del
Imperio Romano” o incluso al Neolítico temprano. Ya los primeros surgimientos de la separación
en las tempranas formas del dinero y el Estado llegaron a la cima de una tradición de actualmente
casi 10.000 años de antigüedad — en último término no importa si “ésta es la crisis” o no.
Igualmente escogeríamos.
6. Asalto a la pantalla
Los medios de la uniformidad y la separación representan al mundo único en su forma más religiosa
— la estructuración de lo social en imágenes. La mera conciencia de este proceso no puede
superarlo — la oposición debe tomar también una forma religiosa en un reencantamiento de la
contraimaginería; aquí uno podría hablar de un racionalismo de lo maravilloso. La única vía para
evadir la mera reacción (y así la subsunción en la imagen) parecería estar en la “sacralización” de
nuestra lucha contra la uniformidad y la separación; — pero sólo el fracaso podría inducirnos a
aceptar el término “Romanticismo” como crítica (o elogio) a nuestra propuesta.
Hace cinco años los medios de la uniformidad y la separación lograron casi la misma libertad y
autonomía que el propio dinero como medio. Así, cambiaron su énfasis desde la mera supresión
hacia la realización y al amalgamiento rompefronteras “interdisciplinario” de todos los modos de
representación (desde la educación a la publicidad) en una singular catástrofe “polisémica” de la
forma: — el cuerpo desplomado ante la pantalla, toda la corporalidad reducida a una oscuridad
puesta en forma sólo por la luz del pléroma gnóstico, aquel reino de trascendencia del que los
cuerpos son exiliados: — el cielo de cristal.
El viejo Dualismo ha implosionado en una topología totalizada definida por la geosofía
gnoseográfica del dinero y su menosqueunidimensionalidad. El “espejo de la producción” ha sido
sobreseído por una transparencia completa, el vértigo del terror. La tierra, el trabajo, la naturaleza,
el yo mismo, la vida misma, e incluso la muerte pueden ser reinventadas como la base de todo
intercambio — todo es dinero.
[Nota: No hace falta decir que estas generalizaciones no conciernen a la realidad, sino a la ideología
del Capital global (la ideología de la estafa “postideológica”) — los pronunciamientos intoxicados
de la “economía de la información” — la charada de la “desregulación” (¿cómo puede uno hablar
de revolución cuando el Capital ya ha roto todas las reglas?). Por supuesto el Capital no ha
trascendido realmente la producción, sino que meramente la ha resituado — en algún lugar cerca
del dominio de la administración de cementerios o la eliminación de desechos. El Capital quiere
éxtasis, no Taylorismo; anhela pureza, descorporización.]
La mediación extática finalmente bloquea la expresión en su raíz, como por ejemplo en la prótesis
biotecnológica o la indiferenciación entre cuerpo y pantalla. Nupcias simuladas de Eros y Thanatos:
— clausura terminal. La “jihad mayor” por supuesto está dirigida contra lo separado mismo —
contra la sofocación del yo verdadero que debe expresar “su señor”, su significado profundo. Pero
la “jihad menor” no es menos vital, ni está menos imbuida de baraka: — el asalto a la pantalla.
7. La moralidad de la violencia
Aquí, cualquier reaparición paradójica de la moralidad naturalmente comenzará sobre las ruinas de
la ortodoxia — y no erigirá allí nada más permanente que las carpas negras de los beduinos de Ibn
Khaldun. Y aún así, tarde o temprano, la jihad (la lucha) conduce de vuelta (vía ta’wil o exégesis
hermenéutica) a la shariah o ley. Pero shariah también significa sendero, o vía — es ya el “camino
abierto” del que deambula sin propósitos. Los valores emergen desde la imaginación, i.e. desde el
movimiento. “Donde los dioses se han detenido” — esto es real. Pero los dioses siguen adelante; se
mueven, como la luz sobre el agua en las Odas de Píndaro.
El attentat no es inmoral sino simplemente imposible. El mensaje del “terrorismo” es que ahí no hay
un allí; sólo la cibergnóstica historiavertedero de puro vacío y angustia – la “responsabilidad
limitada” como un principio cósmico. Uno podría considerar una moralidad (quizás incluso una
“moralidad imaginal”) de violencia contra ideas y instituciones — pero el lenguaje carece de
términos para una forma como esa y así condena a la militancia a una indistinción de enfoque,
incluso a un déficit atencional. En cualquier caso no es meramente una pregunta sobre el “estado
espiritual” de uno, sino sobre una efectiva autoreestructuración de la cognición — no un estado
sino una “estación” en términos Sufí. Para tomar una frase del Ismaelismo, ésta es nuestra versión
de la Da’wa al Qadimi o la Anciana Propaganda — antigua porque nunca nace completamente.
8. Fin de Siecle
No queda nada de futuridad en el concepto de utopía. “Esperanza contra la esperanza”; ninguna
opción real está involucrada. La presencia sigue siendo impura — sólo la ausencia asume la
cristalina forma esqueletal de la eternidad perfecta. Un juicio moral si se quiere: intolerancia por lo
que se opone a la jihad — pero no más dandismo, no más quebradizas y elaboradas construcciones
del yo.
La diferencia como identidad constituye un modo de expresión tanto como un modo de volición.
Existe un tao de este proceso, un ordenamiento espontáneo más que un acecho Cartesiano
imperialista. Este modo de expresión, en tanto refiere y pertenece a la cultura (el aspecto “auto
fabricado” de lo social), o configura una resonancia amplificatoria con la “Naturaleza” y es por lo
tanto capaz de cambiar el mundocomoconsenso, o es mera estupidez criminal.
Aquí, una vez más, la “mera” conciencia importa poco; por eso emerge para nosotros un énfasis en
los estados noordinarios que superen la dicotomía de la autointelección autoreflexiva en la
atención concentrada y en la “habilidad”. El autoencierro del aislamiento estético o mental niega el
hecho de que cada placer es una expansión, de que la reciprocidad es expansividad nopredatoria. Si
la revuelta como expresión responde a la uniformidad y la separación simultáneamente, constituye
por definición un movimiento hacia la diferencia y la presencia — y como decían los antiguos
frenólogos, hacia la “comunicatividad”. Lo que no es mera “comunicación” — sujeta a la lata de la
mediación y la descorporalización — ni “comunión” (un término que implica el autoritarismo
exacerbado de una presencia reforzada) extática — sino más bien una conectividad convivial — un
eros de lo social.
9. La revuelta del Islam
Federalismo proudhoniano basado sobre particularidades nohegemónicas en una mutualidad
“nomadológica” o rizomática de solidaridades sinergísticas — ésta es nuestra estructura
revolucionaria. (¡La aridez misma de los términos sugiere la necesidad de una infusión de vida en el
plano teórico!) La ideología PostIlustración experimentará mareos al notar las revolucionarias
implicaciones de una religión o de una forma de vida siempre ya opuesta a la monocultura de la
uniformidad y la separación. La reacción contemporánea palidecerá ante la idea de la
interpermeabilidad, la porosidad de la solidaridad, convivialidad y presencia en cuanto
complementariedad y resonancia armónica de la “diferencia revolucionaria”.
Tomar al Islam como ejemplo — la hiperortodoxia y la ulemocracia no pueden reducirlo tan
fácilmente a una ideología hegemonística/universalística como para excluir a las formas divergentes
de “política sagrada” llevadas a cabo por el Sufismo [por ejemplo, los Naqsbandis], el Shiismo
radical [por ejemplo, Ali Shariati], el Ismaelismo, el Humanismo Islámico, la “Vía Verde” del
Coronel Qadafi (en parte neoSufismo, en parte anarcosindicalismo), o incluso el Islam
cosmopolita de Bosnia. [Nota: mencionamos estos elementos no para condonarlos necesariamente,
sino para indicar que el Islam no es un monolito de “fundamentalismo”.]
Tradiciones de tolerancia, voluntarismo, igualitarismo, preocupación por la justicia social, critica de
la “usura”, utopismo místico — etc. — pueden formar constelaciones de nueva propaganda dentro
del Islam, insacudiblemente opuestas al colonialismo cognitivo de la numísfera, orientadas a las
“libertades empíricas” más que a la ideología, críticas de la represión en el Islam, pero
comprometidas con su creatividad, reticencia, interioridad, militancia y estilo. La preocupación del
Islam por la polución de la imaginación, que se manifiesta en un velamiento literal de la imagen,
constituye un poderoso y estratégico darse cuenta; — aquello que está velado no está ausente o
invisible, ya que el velo es un signo de su presencia, su realidad imaginal, su poder. Aquello que
está velado es [lo] novisto.
10. Volkways
Las sociedades tribales, abandonadas a sus propios dispositivos, libran guerras de una manera no
tan hegemonística como aventurística — y como P. Clastres indicó, tales guerrillas horizontales
(como otras costumbres “primitivas”) militan de hecho contra la emergencia de “el Estado” y su
verticalidad: — violencia como una forma de resistencia contra la separación, que siempre es
percibida por la tribu como una posibilidad peligrosa o “demoníaca” — violencia como una forma
de la perenne reproducción por fisión o del quiebre y la redistribución del poder.
No se supone que la jihad sea un retorno de esta forma de violencia, sino una realización dialéctica
de su contenido reprimido. Este principio permite una coalescencia de variegadas diferencias no
sólo como un constructo utópico, sino como un haz estratégico — como una “máquina de guerra”.
Gustav Landauer deja claro que este tipo de agrupamientos pueden ser ellos mismos considerados
tanto horizontalmente (o “federalmente”) como verticalmente — eso es, no como entificaciones
categóricas, sino como volk, pueblos, “naciones” en el sentido Nativoamericano del término. Este
concepto fue saqueado por vil reacción y distorsionado en la forma de un hegemonismo del peor
tipo, pero puede bien ser rescatado (una “aventura” en sí misma). [¡Necesitamos releer a Proudhon,
Marx, Nietzsche, Landauer, Fourier, Benjamin, Bakhtin, la IWW, etc. — de la forma en que el
EZLN relee a Zapata!]
Landauer también señaló que el Estado es en parte una relación interior, y no un absoluto. En la
medida en que el poder se muda desde el mapa nacional al “puro” Capital, el Estado exterior se
vuelve cada vez más irrelevante como un foco de oposición. La “neutralidad” no es una opción: —
una zona, o es parte del mundo único, o entra en la oposición. Si la zona de oposición coincide con
ciertas entidades políticas, entonces puede que la revolución tenga que considerar alianzas políticas.
La jihad mayor — contra la relación interna del poder — permanece siempre la misma; pero la
jihad menor, contra la relación externa, cambia de forma constantemente.
[Nota: Todo depende de la percepción de que dos fuerzas — autonomía y federación — no son
opuestas sino complementarias e incluso cómplices; si esto es una paradoja, entonces es una
paradoja que debe ser vivida. A la limpieza étnica y al chauvinismo violento hay que oponerse
desde el punto de vista del federalismo y la solidaridad porque el hegemonismo de tal reacción
simplemente reproduce el hegemonismo (la crueldad) del mundo único y incluso lo argumenta. Y la
diferencia auténtica (nohegemónica) debe ser defendida porque (o en la medida en que) no puede o
“no debiera” ser obliterada por el Moloch de la conciencia capitalista. Autonomía sin federalismo
es, en el mejor de los casos, improbable, en el peor, reaccionario — pero un federalismo sin
autonomía simplemente es una amenaza para el único valor que une a la jihad — la auto
determinación o “libertad empírica”.]
Para la coalescencia estratégica, la complejidad no es sólo una estética, sino una necesidad, un
maquis o zona de resistencia cognitiva, un reino de ambigüedad donde el levantamiento debe
encontrar su economía, sus centros. Toda “nación”, ya sea tradicional o autoformada, y todo grupo
que se mueva horizontalmente dentro o a través de este entorno — consejos, comités, sindicatos,
festivales — de hecho, toda “individualidad soberana” — puede considerar la federación sobre la
base de un frente antihegemónico adhoc contra la totalidad autoproclamada de la uniformidad y
la separación, y a favor de un mundo de diferencia y presencia.
Desde un cierto punto de vista, la fuerza de la presencia o de la solidaridad emerge de la realidad de
la “clase” — aunque si adoptamos ese término debamos considerar los vastos realineamientos y las
mutaciones caleidoscópicas de sentido que lo han desempacado y ensamblado como algo nuevo,
despojado de sus atavíos decimonónicos, de su telos de mundo único y su estética monocultural —
su cientificismo, sus desencantamientos, y su fatalidad. No es sólo una cuestión de la
“proletarización de las zonas”, sino de la supresión ininterrumpida y “natural” de la conciencia
autónoma (y aquí, la conciencia importa).
11. Soteriología revolucionaria
Así, el “mundo a ser salvado” por la jihad no consiste sólo en aquella Naturaleza que no puede
sufrir un cierre final sin la fatal enajenación de la conciencia misma de toda “intimidad original”,
sino también en el espacio de la cultura, del devenir auténtico: Tierra y Libertad*. La agricultura
puede ser considerada como la Caída trágica desde la economía natural — (recolección, caza,
reciprocidad) — e incluso como un cambio catastrófico en la cognición misma. Pero sostener la
idea de su abolición involucra un nihilismo criptomalthusiano o incluso biofóbico
sospechosamente parecido al suicidio Gnóstico. La moralidad de la substrucción es ya una
moralidad del rescate (y viceversa); la semilla de la nueva sociedad está siempre ya formándose
dentro de la cáscara de la antigua. Lo que sea que el mundo único busque destruir o denigrar toma
para nosotros el inequívoco aura de la vida orgánica; — esto es aplicable a toda la panoplia de
nuestra actual “última edad de piedra”, incluso a sus refinamientos Fourieristas, incluso a su
urbanismo surrealista (incluso la “Civilización” podría ser considerada como una “buena idea” si
pudiera ser liberada de su propio determinismo predatorio), — esto define nuestro conservadurismo.
Así, a pesar de todo, a pesar de las titánicas depredaciones de la inteligencia artificial del Capital, el
“mundo a ser salvado” a veces difiere de “este” mundo sólo por un ínfimo [a hair’sbreadth] satori.
Pero es enteramente desde esta grieta que nuestra oposición emerge. El milenio es siempre el
abrirse de un momento presente — pero es también siempre el fin de un mundo.
12. El Imam oculto
El quid [jist] de la jihad: cuando la opresión toma la forma simultánea y incluso paradójica de la
uniformidad y la separación, entonces la resistencia o la oposición lógicamente propone la
diferencia y la presencia — una paradoja revolucionaria. La segmentaria sociedad rizomática de la
identidad que se precipita desde esta lógica súpersaturada de resistencia puede ser contemplada
desde cualquier ángulo, vertical u horizontal, diacrónico o sincrónico, étnico o estético — dentro
del marco del único principio revolucionario antihegemónico de la presencia.
Nuestro presente estado de desatención irritable y aplanada sólo puede compararse a algún pecado
esotérico medieval como la pereza espiritual o el olvido existencial; nuestro primer placer será
imaginar para nosotros una propaganda tan potente como la “Llamada” gnóstica, una estética del
arrepentimientoylaconversión o de la “autosuperación”, un mythos Soreliano — un Milenio.
El panóptico ciego del Capital sigue siendo, después de todo, mayormente vulnerable en el dominio
de la “magia” — la manipulación de las imágenes para controlar eventos, hermética “acción a
distancia”. Si el tong provee una forma posible para la nueva propaganda por el hecho, entonces
debe confesarse que la mera retirada estética (la desaparición como voluntad de poder) no puede
suministrar suficiente calor para empollar el huevo de su secreto. Todo lo que alguna vez fue
tertium quid está ahora (o pronto estará) comprometido o con la capitulación o con la oposición,
como conflagración, como levantamiento contra la administración del deseo y la imaginación
dentro de la clausura del mundo único.
Pero en una situación prerevolucionaria la ventaja táctica de la clandestinidad, de lo novisto (el
lenguaje del corazón), ya le devuelve a la estética su centralidad revolucionaria. El arte de lo no
visto escapa a la absorción en el “discurso de la totalidad” basado en la imagen — y así, sin formas
posibles, todavía perdura la promesa milenaria del arte, la transformación del mundo.
[Nota: el término “arte” se usa aquí en dos sentidos diferentes: — el primer sentido es quizás
Romántico en que refiere el dilema del artista per se y el problema de la “vanguardia”. Pero el
segundo sentido apunta a disolver toda la cuestión de la separatidad del arte en una práctica
[practicum] que es “normal” y que intersecta (de hecho casi coincide) con el dominio de la
experiencia vivida. Lo ordinario y lo extraordinario ya no se oponen aquí, y están quizás incluso en
colusión, o en una danza de delineaciones fusionadas. Un truismo crudo: — el momento de lo bien
hecho es el propio material de la vida misma, de la saturación de la vida consigo misma; es en este
sentido que las culturas tradicionales no vieron distinción alguna entre vida y arte. Si fuéramos a
hablar de “arte político”, sólo podría ser en el sentido de una investigación del hecho de que para
nosotros el Capital se define a sí mismo en el contexto de una división entre estas cosas que “no
pueden” estar separadas. Pero este es un problema para cada “trabajador”, y no sólo para el
“trabajador cultural” — y entonces en este sentido, el arte comienza a aproximarse a un área de
identidad con la “acción revolucionaria”.]
13. Llamada y Respuesta
Hace menos de una década todavía era posible pensar al “enemigo” como la Maquina de Trabajo
Planetaria, o el Espectáculo — y por lo tanto pensar la resistencia bajo la rúbrica de la retirada o
incluso del escape. Ningún gran velo misterioso nos separaba de nuestra voluntad de imaginar otras
formas de producción, lúdicas y autónomas, u otras formas de representación, auténticas y
placenteras. La meta obvia era formar (o sostener) núcleos alternativos basados en la
implementación de tales formas, desplegando la resistencia como una táctica en defensa de estas
zonas (ya fueran temporales o permanentes). En aikido no hay tal cosa como la ofensa — uno
simplemente se retira de la fuerza de un ataque, con lo cual la fuerza del atacante se vuelve contra sí
y se vence a sí misma. El Capitalismo perdió de hecho algo de terreno ante estas tácticas, en parte
porque era susceptible a las estrategias de una “tercera fuerza”, y en parte porque, en tanto
ideología, permaneció incapaz de lidiar con sus propias contradicciones internas (la “democracia”
por ejemplo).
Ahora la situación ha cambiado. El capitalismo está libre de su propio blindaje ideológico y ya no
necesita conceder espacio a ninguna “tercera fuerza”. Aunque el fundador del aikido podía eludir
balas, nadie puede hacerse a un lado del ataque violento de un poder que ocupa toda la extensión
del espacio táctico. El escapismo es posible para el “tercer invitado, el parásito”, pero no para el
único oponente. El capitalismo ahora está en la libertad de declarar la guerra y tratar directamente
como enemigos a todas las anteriores “alternativas” (incluyendo a la “democracia”). En este sentido
no nos hemos escogido como oposición — hemos sido escogidos.
En kendo se dice que no hay tal cosa como un movimiento defensivo, o bien que la única defensa es
una buena ofensiva. El atacante, sin embargo, tiene la desventaja (desequilibrio) como en aikido: —
entonces, ¿qué hacer? Una paradoja: cuando atacados, golpear primero. Claramente nuestras
“alternativas” ya no son meras opciones interesantes, sino posiciones estratégicas de vida o muerte.
No obstante, la revolución no es un combate de kendo — ni una moraleja. Podría parecer que
nuestras tácticas se definirán no tanto por la historia como por nuestra determinación a permanecer
dentro de la historia — no por “supervivencia”, sino por persistencia.
La cuestión de “¿Que Es Lo Que Se Debe Hacer?” hay que darla por sentada ahora, por dos
razones: — primero, ya existen miles de organizaciones trabajando en la superficie [aboveground]
por fines revolucionarios de facto (o por lo menos por buenas causas) — pero no hay mito
organizador, no hay propaganda, no hay “conciencia revolucionaria” transformativa capaz de
trascender la separación como institucionalización reformista y esclerosis ideológica [”sufragando
los temas”]. Segundo, la mayor parte del “ilegalismo” está frustrantemente condenado a la
contraproductividad y la recuperación precisamente por la misma razón — no hay conciencia, o
más bien, no hay metanoia, no hay conciencia defragmentada. En una situación tal, ninguna
coalescencia parece factible, y la jihad es enfrentada primero y principalmente por la necesidad
brutalmente teorética de comprender y articular su propia historicidad. Hablar ahora de una
“situación prerevolucionaria” implica la ironía que tales términos deben invocar inevitablemente
(la historia como una “pesadilla”)– ¿Qué signos se han presentado, y sobre qué horizonte?
Aquí debiera recordarse que la “propaganda por el hecho” pretendía originalmente incluir “buenos
trabajos” así como trabajos violentos; la zona temporalmente autónoma retiene así su valor no sólo
por ella misma, sino en tanto historización de la experiencia vivida, quizás incluso un modo de
propagandaenacción. El levantamiento podría entonces ser visto como la propuesta de una “zona
permanentemente autónoma”; y la coalescencia de muchos grupos tales constituiría la forma del
“milenio”. Aquí incluso la “retirada” podría tener un valor como táctica – en la medida en que fuera
coordinada y practicada militantemente a escala masiva — “paz revolucionaria”.
La mera expresión de un esquema como éste revela de una vez cuán distantes estamos de cualquier
realización. Mientras que quisiéramos darnos el gusto de una cruda afición existencialista por la
“acción”, o por lo menos por algún tipo de “antipesimismo”, cualquier discusión sobre tácticas
reales en este punto bien podría resultar fatalmente (o absurdamente) prematura. Además, “¿Qué
debería hacer?” es quizás la más mediada de las preguntas, aquella que garantiza hacer imposible
toda respuesta.
******************************
Tal es nuestra densidad que nos ha tomado cinco años comprender esto. Todo lo que alguna vez fue
una “tercera vía” debe ser repensado a la luz de este sólo hecho: — un mundo nos enfrenta, no dos.
Si la resistencia ha colapsado en una reñida nostalgia (1968 se ha vuelto tan “trágico” para nosotros
como cualquier otro fracaso) — si la malicia [bitchiness] de izquierda y el particularismo fascista
retienen un encanto como ese para los radicales exhaustos, etc. — entonces es porque hemos
fracasado en articular este hecho singular incluso para nosotros mismos: — que al proclamarse a sí
mismo como absoluto y construyendo un mundo sobre esa proclamación, el Capital ha hecho volver
a la vida a su antiguo némesis (tan desacreditado por el siglo XX, tan muerto, tan apagado), lo ha
invocado en una encarnación completamente nueva — como la defensa desesperada de todo lo que
no puede ser encerrado — ha invocado a la revolución, a la jihad.
Hakim Bey
Nueva York/Dublín
Septiembre 1, 1996
Traducido por Pablo A. y Al Azif
[Nota: Esta versión, no necesariamente final, fue alcanzada con criticas y ayuda de varios grupos: el
Libertarian Book Club de Nueva York, el colectivo editorial Autonomedia de Brooklyn. y el
Garden of Delight en Dublin; las opiniones, sin embargo, son mías, no de ellos.]
* En castellano en el original.
** Una nota sobre la traducción. He puesto en itálica y entre corchetes las palabras en inglés que
consideré preciso mantener junto a las traducidas, para que puedan compararse con mis propuestas
de traducción y/o que puedan indicar un sentido más preciso de las palabras usadas. Agregué
palabras, igualmente en itálica y entre corchetes, en castellano, porque consideré necesario o preciso
adjuntarlas, para abrir o profundizar el sentido de lo dicho en el original. No hay notas al pie en el
original, no hay notas al pie en la traducción. Si hay alguna palabra que no conoces, algún personaje
que te intriga, alguna idea que quieras entender mejor, te invito a preguntarle a tu mejor amiga,
conversarlo con tu profesor cercano, buscarlo en la biblioteca pública de tu área o, sin duda,
investigarlo en fantásticas bases de datos de internet, como Wikipedia.