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Tipos de himen[editar]

Hímenes normales o típicos[editar]

Tipos de himen[editar]
Hímenes normales o típicos[editar]

Diferentes tipos de himen (las áreas oscuras representan la abertura vaginal).

Son aquellos en los cuales el orificio está en el centro, hacia arriba o en la línea media. Así, se
reconocen tres tipos de hímenes típicos: anular, semilunar y labiado. El himen más frecuente
entre los examen médico legales ginecológicos es el dilatable.

 Anular. Presenta un orificio central, rodeado por membrana con un ancho más o menos
igual. Sus puntos débiles están en 2, 5, 7 y 10 de la carátula de reloj.
 Semilunar. Tiene el orificio desplazado hacia la porción superior, de modo que por debajo
queda una medialuna de membrana. Sus puntos débiles están en 4 y 8.
 Labial o labiado. Tiene un orificio alargado en la línea media, de dirección sagital, con
membrana a uno y otro lado, a la manera de labios. Puede romperse en los puntos 6 y 12.
 Franjeado o de herradura
 Estrelado
 Tag himeneal. Se trata de una variante de la normalidad que consiste en la presencia de
tejido himeneal o excrecencias mucosas que se ven más frecuentemente en las recién
nacidas y que suelen desaparecer posteriormente al cambiar las condiciones hormonales
condicionadas por la madre durante la gestación.4
Hímenes anómalos o atípicos[editar]
Comprenden múltiples variedades que escapan al tipo de descripción sencilla de los hímenes
típicos. Entre los más frecuentes se encuentran.

 Biperforado, septado o tabicado (con dos perforaciones). Cuenta con un tabique horizontal
o vertical que divide el orificio en dos.
 Herradura obturada.
 Hipertrofiado (muy grande).
 Imperforado (sin perforaciones). Carece de orificio y requiere intervención quirúrgica para
la salida de la sangre menstrual. El himen imperforado es una rara malformación
congénita que ocurre en el 0,1% de los recién nacidos del sexo femenino.5
 Trifoliado (de tres pliegues).
 Multifoliado (de varios pliegues).
 Coroliforme (parecido a la corola de una flor). Presenta prolongaciones a la manera de
pétalos que se disponen unos sobre otros.
Himen flexible[editar]
El himen flexible o dilatable, también conocido como himen complaciente, presenta un orificio
que permite el paso del pene o de dedos (en el caso de la masturbación) sin romperse y
vuelve a las dimensiones normales una vez que aquél o aquellos se retiran. La presencia de
una mayor cantidad de fibras elásticas en su composición, le aporta una gran flexibilidad.
Fisiológicamente esta condición hace que durante las primeras y sucesivas relaciones
sexuales, el orificio himeneal se dilate lo suficiente como para poder admitir la penetración
peniana con facilidad, sin producir lesión himeneal y por lo tanto, conservar así, sus
características de integridad

Himen orificio dilatado[editar]


El himen con orificio dilatado tiene también la membrana íntegra, pero en cambio, el orificio
mantiene un diámetro anormalmente grande. Esta condición puede ser congénita o adquirida
por dilataciones lentas, repetidas y progresiva

Artificial[editar]
El himen artificial hoy se comercializa alrededor del mundo. Este producto consiste de una
membrana gelatinosa que desprende un líquido rojo formado por albúmina, se coloca veinte
minutos antes de la relación sexual, fingiendo así una ruptura del himen y garantizando al
compañero la virginidad de su amada.6
Uno de sus principales mercados fue China a través de la internet, pero fue prohibido por
autoridades del país tras ser considerado peligroso debido a sus componentes.7 Debido a su
naturaleza, en algunos países islámicos vender el producto se paga con la pena de muerte.8

Relación del himen con el coito y con el abuso


sexual[editar]
El que exista o no himen no es un indicativo de que la mujer haya tenido o no coito. No se
puede verificar, con un simple examen físico, si una mujer ha tenido coito o alguna otra
experiencia sexual. Dado que, como ya se afirmó, pocas mujeres nacen con una membrana
en el interior de su vagina, no puede afirmarse entonces que la ausencia de himen sea el
indicio de que la mujer haya tenido relaciones sexuales.
El himen no desaparece cuando algo se inserta en la vagina. Puede estirarse sin romperse o
rasgarse. Por ejemplo, si una mujer se introduce dos dedos en la vagina durante
la masturbación, su himen puede rasgarse todavía al tener relaciones sexuales por vez
primera, puesto que un pene suele ser más grueso que dos dedos. De igual manera, una
mujer que haya tenido sexo vaginal puede tener restos de tejido del himen. Tales restos no
suelen causar ningún dolor durante el coito.
Al introducir juguetes sexuales en la vagina, al probar distintas posiciones durante el coito, o si
la pareja sexual actual de la mujer posee un pene de mayor grosor que los de sus parejas
anteriores, el himen puede rasgarse de nuevo, o incluso puede rasgarse por primera vez.
Cuando un ginecólogo examina a chicas preadolescentes y adolescentes buscando
evidencias de abuso sexual, buscará heridas o rasgados en el himen. Sin embargo, hay
mujeres que nacen sin himen, y en tal caso será necesario buscar otros signos o señales de
dicho abuso.

Costumbres culturales relacionadas con el himen[editar]


A lo largo de la historia de la humanidad, la conservación del himen ha tenido mayor o menor
importancia según la cultura a la que se pertenezca. En América, en el imperio inca, para
las runas (hombres y mujeres de baja escala social) no tenía la menor importancia. Por el
contrario, el hecho de perderlo era síntoma de que la mujer era deseada y, si llegaba a tener
un hijo, confirmaba su fertilidad y se convertía en una mujer cotizada entre los runas varones.
En la nobleza, en especial entre las consagradas al dios inti (vírgenes del sol), la conservación
de la virginidad (himen) era primordial.
Debido al valor que algunos le asignan al himen como símbolo de virginidad, existen culturas
en que las mujeres que no tienen un himen intacto se someten a himenoplastias (cirugías
reconstructiva del himen), especialmente antes de casarse. En el mundo hispano esta práctica
se conoce tradicionalmente como hacer virgos y ya aparece mencionada en La
Celestina (1499).

Mutilación genital femenina[editar]


En varias culturas africanas y de América Latina aún se practica la infibulación a las niñas
entre los 2 y los 8 años de edad, como manera de preservar el himen y la virginidad de las
mujeres. La operación es realizada por una curandera o partera, sin anestesia, y consiste en
una ablación (la llamada clitoridectomía), seguida por un cierre vaginal permanente.
Solamente se deja una pequeña abertura para la emisión de orina y de sangre menstrual. La
vulva se abre con un cuchillo inmediatamente después del matrimonio o antes de un parto.
Esta práctica de mutilación genital femenina, provoca, entre otras, complicaciones urinarias,
ginecológicas y psicológicas, quistes, propagación del VIH, y complicaciones en el embarazo,
y se considera una violación de los derechos humanos de las mujeres y de las niñas.9 En
2016 Naciones Unidas abordó este tema como una prioridad entre los Objetivos de Desarrollo
Sostenible marcándose como referencia el año 2030 para acabar con esta práctic

Tipos de himen[editar]
Hímenes normales o típicos[editar]
Diferentes tipos de himen (las áreas oscuras representan la abertura vaginal).

Son aquellos en los cuales el orificio está en el centro, hacia arriba o en la línea media. Así, se
reconocen tres tipos de hímenes típicos: anular, semilunar y labiado. El himen más frecuente
entre los examen médico legales ginecológicos es el dilatable.

 Anular. Presenta un orificio central, rodeado por membrana con un ancho más o menos
igual. Sus puntos débiles están en 2, 5, 7 y 10 de la carátula de reloj.
 Semilunar. Tiene el orificio desplazado hacia la porción superior, de modo que por debajo
queda una medialuna de membrana. Sus puntos débiles están en 4 y 8.
 Labial o labiado. Tiene un orificio alargado en la línea media, de dirección sagital, con
membrana a uno y otro lado, a la manera de labios. Puede romperse en los puntos 6 y 12.
 Franjeado o de herradura
 Estrelado
 Tag himeneal. Se trata de una variante de la normalidad que consiste en la presencia de
tejido himeneal o excrecencias mucosas que se ven más frecuentemente en las recién
nacidas y que suelen desaparecer posteriormente al cambiar las condiciones hormonales
condicionadas por la madre durante la gestación.4
Hímenes anómalos o atípicos[editar]
Comprenden múltiples variedades que escapan al tipo de descripción sencilla de los hímenes
típicos. Entre los más frecuentes se encuentran.

 Biperforado, septado o tabicado (con dos perforaciones). Cuenta con un tabique horizontal
o vertical que divide el orificio en dos.
 Herradura obturada.
 Hipertrofiado (muy grande).
 Imperforado (sin perforaciones). Carece de orificio y requiere intervención quirúrgica para
la salida de la sangre menstrual. El himen imperforado es una rara malformación
congénita que ocurre en el 0,1% de los recién nacidos del sexo femenino.5
 Trifoliado (de tres pliegues).
 Multifoliado (de varios pliegues).
 Coroliforme (parecido a la corola de una flor). Presenta prolongaciones a la manera de
pétalos que se disponen unos sobre otros.
Himen flexible[editar]
El himen flexible o dilatable, también conocido como himen complaciente, presenta un orificio
que permite el paso del pene o de dedos (en el caso de la masturbación) sin romperse y
vuelve a las dimensiones normales una vez que aquél o aquellos se retiran. La presencia de
una mayor cantidad de fibras elásticas en su composición, le aporta una gran flexibilidad.
Fisiológicamente esta condición hace que durante las primeras y sucesivas relaciones
sexuales, el orificio himeneal se dilate lo suficiente como para poder admitir la penetración
peniana con facilidad, sin producir lesión himeneal y por lo tanto, conservar así, sus
características de integridad

Himen orificio dilatado[editar]


El himen con orificio dilatado tiene también la membrana íntegra, pero en cambio, el orificio
mantiene un diámetro anormalmente grande. Esta condición puede ser congénita o adquirida
por dilataciones lentas, repetidas y progresiva

Artificial[editar]
El himen artificial hoy se comercializa alrededor del mundo. Este producto consiste de una
membrana gelatinosa que desprende un líquido rojo formado por albúmina, se coloca veinte
minutos antes de la relación sexual, fingiendo así una ruptura del himen y garantizando al
compañero la virginidad de su amada.6
Uno de sus principales mercados fue China a través de la internet, pero fue prohibido por
autoridades del país tras ser considerado peligroso debido a sus componentes.7 Debido a su
naturaleza, en algunos países islámicos vender el producto se paga con la pena de muerte.8

Relación del himen con el coito y con el abuso


sexual[editar]
El que exista o no himen no es un indicativo de que la mujer haya tenido o no coito. No se
puede verificar, con un simple examen físico, si una mujer ha tenido coito o alguna otra
experiencia sexual. Dado que, como ya se afirmó, pocas mujeres nacen con una membrana
en el interior de su vagina, no puede afirmarse entonces que la ausencia de himen sea el
indicio de que la mujer haya tenido relaciones sexuales.
El himen no desaparece cuando algo se inserta en la vagina. Puede estirarse sin romperse o
rasgarse. Por ejemplo, si una mujer se introduce dos dedos en la vagina durante
la masturbación, su himen puede rasgarse todavía al tener relaciones sexuales por vez
primera, puesto que un pene suele ser más grueso que dos dedos. De igual manera, una
mujer que haya tenido sexo vaginal puede tener restos de tejido del himen. Tales restos no
suelen causar ningún dolor durante el coito.
Al introducir juguetes sexuales en la vagina, al probar distintas posiciones durante el coito, o si
la pareja sexual actual de la mujer posee un pene de mayor grosor que los de sus parejas
anteriores, el himen puede rasgarse de nuevo, o incluso puede rasgarse por primera vez.
Cuando un ginecólogo examina a chicas preadolescentes y adolescentes buscando
evidencias de abuso sexual, buscará heridas o rasgados en el himen. Sin embargo, hay
mujeres que nacen sin himen, y en tal caso será necesario buscar otros signos o señales de
dicho abuso.

Costumbres culturales relacionadas con el himen[editar]


A lo largo de la historia de la humanidad, la conservación del himen ha tenido mayor o menor
importancia según la cultura a la que se pertenezca. En América, en el imperio inca, para
las runas (hombres y mujeres de baja escala social) no tenía la menor importancia. Por el
contrario, el hecho de perderlo era síntoma de que la mujer era deseada y, si llegaba a tener
un hijo, confirmaba su fertilidad y se convertía en una mujer cotizada entre los runas varones.
En la nobleza, en especial entre las consagradas al dios inti (vírgenes del sol), la conservación
de la virginidad (himen) era primordial.
Debido al valor que algunos le asignan al himen como símbolo de virginidad, existen culturas
en que las mujeres que no tienen un himen intacto se someten a himenoplastias (cirugías
reconstructiva del himen), especialmente antes de casarse. En el mundo hispano esta práctica
se conoce tradicionalmente como hacer virgos y ya aparece mencionada en La
Celestina (1499).

Mutilación genital femenina[editar]


En varias culturas africanas y de América Latina aún se practica la infibulación a las niñas
entre los 2 y los 8 años de edad, como manera de preservar el himen y la virginidad de las
mujeres. La operación es realizada por una curandera o partera, sin anestesia, y consiste en
una ablación (la llamada clitoridectomía), seguida por un cierre vaginal permanente.
Solamente se deja una pequeña abertura para la emisión de orina y de sangre menstrual. La
vulva se abre con un cuchillo inmediatamente después del matrimonio o antes de un parto.
Esta práctica de mutilación genital femenina, provoca, entre otras, complicaciones urinarias,
ginecológicas y psicológicas, quistes, propagación del VIH, y complicaciones en el embarazo,
y se considera una violación de los derechos humanos de las mujeres y de las niñas.9 En
2016 Naciones Unidas abordó este tema como una prioridad entre los Objetivos de Desarrollo
Sostenible marcándose como referencia el año 2030 para acabar con esta práctic
Diferentes tipos de himen (las áreas oscuras representan la abertura vaginal).

Son aquellos en los cuales el orificio está en el centro, hacia arriba o en la línea media. Así, se
reconocen tres tipos de hímenes típicos: anular, semilunar y labiado. El himen más frecuente entre
los examen médico legales ginecológicos es el dilatable.

 Anular. Presenta un orificio central, rodeado por membrana con un ancho más o menos
igual. Sus puntos débiles están en 2, 5, 7 y 10 de la carátula de reloj.

 Semilunar. Tiene el orificio desplazado hacia la porción superior, de modo que por debajo
queda una medialuna de membrana. Sus puntos débiles están en 4 y 8.

 Labial o labiado. Tiene un orificio alargado en la línea media, de dirección sagital, con
membrana a uno y otro lado, a la manera de labios. Puede romperse en los puntos 6 y 12.

 Franjeado o de herradura

 Estrelado

 Tag himeneal. Se trata de una variante de la normalidad que consiste en la presencia de


tejido himeneal o excrecencias mucosas que se ven más frecuentemente en las recién
nacidas y que suelen desaparecer posteriormente al cambiar las condiciones hormonales
condicionadas por la madre durante la gestación.4
Hímenes anómalos o atípicos[editar]

Comprenden múltiples variedades que escapan al tipo de descripción sencilla de los hímenes
típicos. Entre los más frecuentes se encuentran.

 Biperforado, septado o tabicado (con dos perforaciones). Cuenta con un tabique


horizontal o vertical que divide el orificio en dos.

 Herradura obturada.

 Hipertrofiado (muy grande).

 Imperforado (sin perforaciones). Carece de orificio y requiere intervención quirúrgica para


la salida de la sangre menstrual. El himen imperforado es una rara malformación
congénita que ocurre en el 0,1% de los recién nacidos del sexo femenino.5

 Trifoliado (de tres pliegues).

 Multifoliado (de varios pliegues).

 Coroliforme (parecido a la corola de una flor). Presenta prolongaciones a la manera de


pétalos que se disponen unos sobre otros.

Himen flexible[editar]

El himen flexible o dilatable, también conocido como himen complaciente, presenta un orificio que
permite el paso del pene o de dedos (en el caso de la masturbación) sin romperse y vuelve a las
dimensiones normales una vez que aquél o aquellos se retiran. La presencia de una mayor
cantidad de fibras elásticas en su composición, le aporta una gran flexibilidad. Fisiológicamente
esta condición hace que durante las primeras y sucesivas relaciones sexuales, el orificio himeneal
se dilate lo suficiente como para poder admitir la penetración peniana con facilidad, sin producir
lesión himeneal y por lo tanto, conservar así, sus características de integridad

Himen orificio dilatado[editar]

El himen con orificio dilatado tiene también la membrana íntegra, pero en cambio, el orificio
mantiene un diámetro anormalmente grande. Esta condición puede ser congénita o adquirida por
dilataciones lentas, repetidas y progresiva

Artificial[editar]

El himen artificial hoy se comercializa alrededor del mundo. Este producto consiste de una
membrana gelatinosa que desprende un líquido rojo formado por albúmina, se coloca veinte
minutos antes de la relación sexual, fingiendo así una ruptura del himen y garantizando al
compañero la virginidad de su amada.6
Uno de sus principales mercados fue China a través de la internet, pero fue prohibido por
autoridades del país tras ser considerado peligroso debido a sus componentes.7 Debido a su
naturaleza, en algunos países islámicos vender el producto se paga con la pena de muerte.8

Relación del himen con el coito y con el abuso sexual[editar]

El que exista o no himen no es un indicativo de que la mujer haya tenido o no coito. No se puede
verificar, con un simple examen físico, si una mujer ha tenido coito o alguna otra experiencia
sexual. Dado que, como ya se afirmó, pocas mujeres nacen con una membrana en el interior de
su vagina, no puede afirmarse entonces que la ausencia de himen sea el indicio de que la mujer
haya tenido relaciones sexuales.

El himen no desaparece cuando algo se inserta en la vagina. Puede estirarse sin romperse o
rasgarse. Por ejemplo, si una mujer se introduce dos dedos en la vagina durante la masturbación,
su himen puede rasgarse todavía al tener relaciones sexuales por vez primera, puesto que
un pene suele ser más grueso que dos dedos. De igual manera, una mujer que haya tenido sexo
vaginal puede tener restos de tejido del himen. Tales restos no suelen causar ningún dolor durante
el coito.

Al introducir juguetes sexuales en la vagina, al probar distintas posiciones durante el coito, o si la


pareja sexual actual de la mujer posee un pene de mayor grosor que los de sus parejas anteriores,
el himen puede rasgarse de nuevo, o incluso puede rasgarse por primera vez.

Cuando un ginecólogo examina a chicas preadolescentes y adolescentes buscando evidencias


de abuso sexual, buscará heridas o rasgados en el himen. Sin embargo, hay mujeres que nacen sin
himen, y en tal caso será necesario buscar otros signos o señales de dicho abuso.

Costumbres culturales relacionadas con el himen[editar]

A lo largo de la historia de la humanidad, la conservación del himen ha tenido mayor o menor


importancia según la cultura a la que se pertenezca. En América, en el imperio inca, para
las runas (hombres y mujeres de baja escala social) no tenía la menor importancia. Por el
contrario, el hecho de perderlo era síntoma de que la mujer era deseada y, si llegaba a tener un
hijo, confirmaba su fertilidad y se convertía en una mujer cotizada entre los runas varones. En la
nobleza, en especial entre las consagradas al dios inti (vírgenes del sol), la conservación de la
virginidad (himen) era primordial.

Debido al valor que algunos le asignan al himen como símbolo de virginidad, existen culturas en
que las mujeres que no tienen un himen intacto se someten a himenoplastias (cirugías
reconstructiva del himen), especialmente antes de casarse. En el mundo hispano esta práctica se
conoce tradicionalmente como hacer virgos y ya aparece mencionada en La Celestina (1499).

Mutilación genital femenina[editar]


En varias culturas africanas y de América Latina aún se practica la infibulación a las niñas entre los
2 y los 8 años de edad, como manera de preservar el himen y la virginidad de las mujeres. La
operación es realizada por una curandera o partera, sin anestesia, y consiste en una ablación (la
llamada clitoridectomía), seguida por un cierre vaginal permanente. Solamente se deja una
pequeña abertura para la emisión de orina y de sangre menstrual. La vulva se abre con un cuchillo
inmediatamente después del matrimonio o antes de un parto. Esta práctica de mutilación genital
femenina, provoca, entre otras, complicaciones urinarias, ginecológicas y psicológicas, quistes,
propagación del VIH, y complicaciones en el embarazo, y se considera una violación de los
derechos humanos de las mujeres y de las niñas.9 En 2016 Naciones Unidas abordó este tema
como una prioridad entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible marcándose como referencia el
año 2030 para acabar con esta práctic

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