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INSTITUTO TECNOLÓGICO DE

MINATITLÁN

“FISICOQUÍMICA 2”

UNIDAD 4
INDICE
INTRODUCCIÓN

El presente trabajo se llevo a cabo a través de una investigación metódica, el cual


nos proporciona la información para su desarrollo, en este proyecto hablaremos de
dos principales temas la catálisis y la electroquímica.
La Catálisis se refiere a la aceleración de la tasa de una reacción química mediante
una sustancia, llamada catalizador, que no es modificada por la reacción. La
catálisis es crucial para cualquier forma de vida, ya que hace que las reacciones
químicas ocurran mucho más rápido, a veces por un factor de varios millones de
veces más de lo que lo harían "por sí mismas".
Los catalizadores aceleran las reacciones químicas modificando el camino
energético entre los reactivos y los productos. Usualmente, esto involucra un
compuesto, un intermediario, el cual no puede formarse sin el catalizador. La barrera
de la energía de activación necesaria para la formación de este intermediario es
menor a la requerida por los reactivos para dar lugar a los productos en ausencia
del catalizador.
La electroquímica es una rama de la química que estudia la transformación entre
la energía eléctrica y la energía química. En otras palabras, las reacciones químicas
que se dan en la interfaz de un conductor eléctrico (llamado electrodo, que puede
ser un metal o un semiconductor) y un conductor iónico (el electrolito) pudiendo ser
una disolución y en algunos casos especiales, un sólido
Si las reacciones químicas son provocadas por una diferencia de potencial aplicada
externamente, se hace referencia a una electrólisis. En cambio, si la diferencia de
potencial eléctrico es creada como consecuencia de la reacción química, se conoce
como un "acumulador de energía eléctrica", también llamado batería o celda
galvánica.
Las reacciones químicas en las que se produce una transferencia de electrones
entre moléculas se conocen como reacciones redox, y su importancia en la
electroquímica es vital, pues mediante este tipo de reacciones se llevan a cabo los
procesos que generan electricidad o, en caso contrario, son producidos como
consecuencia de ella.
CATÁLISIS

La catálisis es el proceso por el cual se aumenta o disminuye la velocidad de una


reacción química, debido a la participación de una sustancia llamada catalizador.
Las sustancias que reducen la velocidad de la reacción son denominados
(catalizadores negativos) o (inhibidores). A su vez, las sustancias que aumentan la
actividad de los catalizadores son denominados (catalizadores positivos) o
(promotores), y las que desactivan la catálisis son denominados venenos
catalíticos.

El catalizador afecta la cinética de la reacción, pero no afecta la termodinámica de


la reacción.

El mecanismo de acción de los catalizadores


consiste en la disminución de la energía de
activación.

En una reacción reversible, las energías de


activación directa e inversa están disminuidas y
las velocidades de las reacciones directa e
inversa están igualmente aumentadas.
TIPOS DE CATÁLISIS

Existen tres tipos de catálisis:

Catálisis homogénea: Tiene lugar cuando los reactivos y el catalizador se encuentran


en la misma fase, sea líquida o gaseosa. En la catálisis homogénea se tiene un acceso
más fácil al mecanismo de reacción y por consecuencia se puede dominar mejor el
proceso catalítico correspondiente. Otra ventaja no menos despreciable de este tipo
de catálisis es la ausencia de efectos de envenenamiento tan frecuentes en el caso de
la catálisis heterogénea, y que obliga a tratamientos costosos de eliminación de
impurezas.

Algunos de los procesos más importantes:


- Polimerización de olefinas: polietileno
- Producción de biodiesel
- Adición de olefinas: polibutadieno
- Oxidación de olefinas: óxido de propileno
- Polimerización
-condensación: fibra de poliéster.

Uno de los inconvenientes de la catálisis homogénea es la dificultad de separar el


catalizador del medio reaccionante, lo que presenta un mayor costo que el de los
procesos heterogéneos convencionales.

Catálisis heterogénea: El catalizador está presente en la reacción en una fase


diferente a la de los reactivos. Generalmente el catalizador es un sólido y los reactivos
son líquidos o gases. La separación más simple y completa del catalizador del producto
provoca que la catálisis heterogénea sea más atractiva económicamente. Uno de los
inconvenientes que presenta los catalizadores heterogéneos es la desactivación, esta
puede originarse por sinterizado de la superficie, envenenamiento irreversible
provocado por alguna sustancia o ensuciamiento provocado por la deposición de
carbón u otras sustancias.

Otras posibles clasificaciones de los catalizadores presentes en la literatura se basan


en su estado físico, es así que el catalizador puede ser gaseoso, líquido o sólido.
Dependiendo de la sustancia sobre la cual se ha manufacturado, el catalizador puede
ser orgánico (enzimas o ácidos orgánicos) o inorgánicos (metales, óxidos metálicos,
etc.). Finalmente, basado en la acción la catálisis puede clasificarse en enzimática,
acido-base, foto catalítica, etc.

Enzimática: Ocurre sólo en seres vivos, y en estos casos los catalizadores se llaman
enzimas: macromoléculas formadas de aminoácidos.La llamada “organocatálisis”, o
catálisis mediante catalizadores organometálicos solubles es un ejemplo de los
procesos de catálisis homogénea y uno de los que a nivel industrial más se aplican a
gran escala.

Nuestro organismo cuenta con macromoléculas llamadas enzimas, que son los
catalizadores biológicos por excelencia. Las enzimas cuentan, dentro de su gran
estructura, con “sitios activos”, que son lugares favorecidos para la unión de otras
sustancias (llamada sustrato), mediante fuerzas intermoleculares apropiadas.
TIPOS DE CATALIZADOR

En primer lugar, los catalizadores pueden clasificarse en dos grandes grupos,


teniendo en cuenta si aceleran o retardan el proceso químico:

 Catalizador positivo: es el que aumenta la velocidad de una reacción; son


los más comunes.

 Catalizador negativo (o inhibidor): retarda el proceso químico.

De acuerdo con la fase en que se encuentran se distinguen dos tipos:

 Catalizador homogéneo: el catalizador está en la misma fase que los


reactivos y se combina con alguno de ellos para generar un compuesto
intermediario inestable, que rápidamente se tiende a combinar con más
reactivo y genera así más producto.

Un ejemplo de catalizador homogéneo es el óxido nítrico utilizado en la


catálisis de formación de trióxido de azufre haciendo reaccionar el dióxido de
azufre con oxígeno, tanto al principio como al final de la reacción existe la
misma cantidad de óxido nítrico.

 Catalizador heterogéneo (o de contacto): los reactivos y el catalizador no


están en la misma fase; esos son materiales que ofrecen superficies
adsorbentes, las que consiguen aumentar la concentración y superficie de
contacto entre los reactivos, o bien debilitan las uniones y disminuyen así la
energía de activación. Los metales y los óxidos de metales (de níquel. platino,
hierro) son los más comunes.

Un ejemplo de catalizador heterogéneo es el platino finamente dividido que


cataliza la reacción de monóxido de carbono con oxígeno para formar dióxido
de carbono. Esta reacción se utiliza en catalizadores acoplados a los
automóviles para eliminar el monóxido de carbono de los gases de escape.

Haciendo referencia a su modo de acción o a su naturaleza, a veces se distinguen


otros tipos, entre ellos:

 Electrocatalizador: colabora en la transferencia de electrones entre el


electrodo y los reactivos, y facilita una transformación química intermedia
(semirreacción). Por ejemplo, se emplean estos catalizadores en la
producción de hidrógeno a partir de la electrólisis de agua.
Un tipo común de electrocatalizador de pila de combustible se basa en
nanopartículas de platino que están soportadas en partículas un poco mayores
de carbón. Cuando este electrocatalizador de platino está en contacto con uno
de los electrodos en una pila de combustible, aumenta la velocidad de
reducción del oxígeno a agua (o hidróxido o peróxido de hidrógeno.

 Organocatalizador: pequeñas moléculas orgánicas libres de metales con


muy baja sensibilidad a la humedad y al oxígeno, por lo que no exigen
condiciones de reacción especiales. Son particularmente atractivas para ser
usadas en la preparación de compuestos en los que no se admite la
contaminación con metales (medicamentos, por ejemplo).

 Catalizador biológico: el ejemplo clásico son las enzimas que intervienen en


diversos procesos naturales e industriales.

Existen ciertas sustancias llamadas promotoras, que no tienen capacidad


catalítica en sí, pero aumentan la eficacia de los catalizadores. Por ejemplo,
al añadir alúmina a hierro finamente dividido, ésta aumenta la capacidad del
hierro para catalizar la obtención de amoníaco a partir de una mezcla de
nitrógeno e hidrógeno.

 Catalizador de partículas sólidas: por ejemplo, los catalizadores sólidos


metálicos de automóvil, que aceleran la transformación de los gases de
combustión que se quiere eliminar (principalmente monóxido de carbono,
óxido de nitrógeno e hidrocarburos asociados a la combustión incompleta o
ineficiente). Dentro de estos encontramos a los llamados catalizadores de
tres vías, porque eliminan los tres contaminantes principales en el mismo
compartimento.
MECANISMOS GENERALES DE LAS REACCIONES
CATALITICAS HETEROGENEAS
Para ser efectivo, un catalizador debe combinarse con uno o más reactantes o con
una especie intermedia implicada en la reacción. Después de que la reacción tenga
lugar, se libera el catalizador y se puede combinar con otro reactante o intermedio
en una reacción subsecuente. El catalizador no se consume durante la reacción, de
forma que una pequeña cantidad de catalizador puede participar en numerosas
reacciones.
Supongamos una reacción con un solo reactivo (S). Un esquema simple para este
mecanismo general de reacción catalítica es:

donde S representa al reactante o sustrato, C es el catalizador y P el producto. El


complejo sustrato-catalizador se representa por SC y es una especie intermedia del
mecanismo. La expresión de velocidad de reacción diferencial para la formación de
producto es:

Aplicando la aproximación de estado estacionario al intermedio SC:

Como el catalizador no se consume lo habitual es expresar las ecuaciones cinéticas


en función de la concentración inicial de catalizador [C]0. La concentración que
existe de complejo catalizador-sustrato la podemos determinar empleando la
condición de estado estacionario y teniendo en cuenta que la concentración de
catalizador libre [C] es igual a la inicial menos la que está formando complejo (
[C]=[C]0-[SC]):
De donde:

Y sustituyendo la expresión de la velocidad queda:

Esta ecuación puede rescribirse dividiendo numerador y denominador por k1

donde Km=(k-1+k2/k1). Se observa que v varía linealmente con [C]0, siendo la


dependencia con [S] más complicada. La velocidad de la reacción es de orden uno
respecto al catalizador, mientras que se pueden observar dos situaciones límite
respecto al sustrato.
El valor límite de la velocidad viene dado por la cantidad de catalizador presente.
Cuando la [S] es tan grande que todo el catalizador está como SC (equilibrio (1)
desplazado completamente a la derecha) un aumento adicional de sustrato no
cambia la velocidad inicial.
La ecuación se puede linealizar obteniendo:

Si representamos 1/v frente a 1/[S] se obtiene de la ordenada en el origen 1/k2[C]0


y de la pendiente Km/(k2[C]0), lo que permite determinar las constantes de
velocidad y de equilibrio.
Una vez determinadas las constantes cinéticas, podemos estudiar cómo cambiará
la velocidad de la reacción con la temperatura, es decir, cuál será la energía de
activación para el proceso catalizado. Al igual que el orden de reacción observado
varía en función de las condiciones de la reacción, la energía de activación
observada también puede cambiar. Esta energía de activación del proceso
catalizado (Ea,c) será función de las energías de activación de cada una de las
etapas individuales:

Si cada una de las constantes de velocidad depende de la temperatura según la


ecuación de Arrhenius, se obtiene:

En cualquier caso, la energía de activación será siempre menor que la del proceso
no catalizado (Ea,0). Analicemos esta Ea,c a partir de la ecuación de velocidad que
hemos determinado
Vamos a distinguir dos tipos de situaciones límite:
a) complejo tipo Arrhenius, la transformación del complejo SC en productos es la
etapa determinante de la velocidad de reacción ( k-1>>k2). Puesto que la etapa (2)
es más lenta que las etapas que componen el equilibrio (1), entonces Ea,1 y Ea,-1
serán menores que Ea,2, tal y como aparece en la figura 6.3.a. Simplificando la
ecuación de velocidad inicial anterior queda:

Dependiendo de los valores relativos de los dos sumandos del denominador


podemos distinguir dos situaciones:
• Si k1[S]< <k-1, se obtiene simplificando

La constante de velocidad que se observaría para el proceso catalizado sería igual


a:

y aplicando la ecuación de Arrhenius a cada una de las constantes de velocidad de


la expresión anterior se obtiene:

Y teniendo en cuenta que en el producto de exponenciales es igual a la exponencial


de la suma de los exponentes, podemos llegar a :

Y puesto que la diferencia entre las energías de activación en sentido directo e


inverso es igual a la entalpía de la reacción:
Esta situación es la que aparece en la figura 6.3.a. indicando la energía de
activación como una flecha verde.

Esta situación es la que aparece en la figura 6.3.a. indicando la energía de


activación como una flecha azul.
De una manera cualitativa podemos decir que Ea,c corresponde con la diferencia
de energía entre el punto de partida y el estado de transición de la barrera mayor
(etapa más lenta) que quede por sobrepasar. Si la [S]0 es alta o k1 >>k-1, el
equilibrio (1) está desplazado hacia la derecha y el punto de partida de la reacción
es el complejo SC y Ea,c=Ea,2. Si, por el contrario, [S]0 o k-1>>k1, el equilibrio (1)
está desplazado a la izquierda y el punto de partida es el reactivo y catalizador
separados. Entonces la barrera a superar es la diferencia de energía con el estado
de transición de a etapa 2, es decir ΔH°r,1 +Ea,2.

b) complejo de Van’t Hoff. La transformación de complejo en productos no es la


etapa limitante. (k2≈k-1 o k2>>k-1) En este caso Ea,1 y Ea,-1 serán parecidas o
mayores que Ea,2. La velocidad en este caso no puede simplificarse a priori:

Y un posible perfil energético correspondiente a esta situación será el representado


en la figura 6.3.b.
En función del valor del primer sumando podemos simplificar la expresión de la
velocidad.

Esta situación es la que aparece en la figura 6.3.b. indicando la energía de


activación como una flecha azul.
En este caso, debido a que kc no es un producto o cociente de constantes cinéticas
elementales no podemos obtener una expresión sencilla de Ea,c en función de las
energías de activación de las distintas etapas, excepto si k2>>k-1. En este caso:

Esta situación es la que aparece en la figura 6.3.b. indicando la energía de


activación como una flecha verde. De nuevo podemos ver que cualitativamente la
energía de activación corresponde con la diferencia de energía entre el punto de
partida (SC ó S +C) y el estado de transición de la barrera mayor (etapa más lenta)
que quede por sobrepasar.
DETERMINACIÓN DE LAS ECUACIONES DE VELOCIDAD
EN REACCIONES CATALITICAS HETEROGENEAS

Para que la reacción entre el sistema gaseoso reactivo y el catalizador sólido tenga
lugar es necesario que se den las siguientes etapas:
1. Transporte de las moléculas de reactivos hasta la superficie del sólido.
2. Quimisorción de al menos una de las especies reactivas sobre la superficie.
3. Reacción química entre los reactivos adsorbidos o entre un reactivo adsorbido y
las moléculas no adsorbidas que chocan contra la superficie.
4. Desorción de los productos de la superficie.
5. Transporte de los productos desde la superficie del sólido.
Un tratamiento general de este mecanismo implica el estudio de las velocidades de
las cinco etapas, lo cual es complicado. Sin embargo, en muchos casos, una de
estas etapas es mucho más lenta que todas las demás, y, a efectos cinéticos,
solamente es necesario considerar la velocidad de esta etapa determinante.
Las etapas de transporte, en ausencia de gradientes mecánicos, suelen ser de
difusión, aunque también pueden estar afectadas por gradientes de potencial
eléctrico. Por ejemplo: en algunas reacciones que se dan entre dos moléculas
adsorbidas se puede incluso dar la migración de las mismas sobre la superficie entre
las etapas 2 y 3.
Las etapas 1 y 5 son generalmente etapas de difusión y dependen de la
temperatura, de la presión, de la viscosidad del medio. Como se ve en la Figura 6.4,
nos encontramos habitualmente con condiciones experimentales de catálisis en las
que estas etapas son rápidas, aunque también podría darse los casos donde alguna
de las etapas de difusión fuera la etapa determinante de la reacción. Estas
situaciones, bastante inusuales, se denominan procesos controlados por difusión;
un ejemplo es la reacción entre los iones hidronio e hidroxilo en agua. Las etapas 2
a 4 quedan recogidas en la figura que representa la variación de la energía en
función de la coordenada de reacción.
La etapa de adsorción (etapa 2) suele ser rápida. El proceso de adsorción va
acompañado de una liberación de calor debido a la formación del complejo sustrato
catalizador.
Como se ha dicho anteriormente, las especies adsorbidas son estables en las
condiciones experimentales de trabajo por lo que su desorción suele implicar una
cierta energía de activación. Aunque no suele ser la etapa más lenta, puede producir
cierto retraso o inhibición si el catalizador queda bloqueado temporalmente por los
productos no desorbidos.
Puesto que estamos suponiendo que las velocidades de adsorción y desorción son
mucho mayores que la de la reacción química superficial, se considera que el
equilibrio de adsorción-desorción se mantiene durante el tiempo que transcurre la
reacción; y podemos, por tanto, suponer que la isoterma de Langmuir es válida para
describir el equilibrio de adsorción previo a la etapa determinante.
La etapa 3 es propiamente la etapa de reacción, porque en ella se produce la
transformación de reactivos en productos y suele conllevar una energía de
activación mayor al tener una mayor energía de activación, suele ser la etapa
determinante de la velocidad. Si esta etapa tiene lugar entre especies adsorbidas
sobre la superficie del catalizador, se dice que la reacción tiene lugar a través de un
mecanismo tipo Langmuir-Hishelwood. En cambio, si la etapa 3 involucra una
especie adsorbida que reacciona con otra especie no adsorbida, el mecanismo se
denomina de Eley-Rideal. Los mecanismos de Lagmuir-Hishelwood son más
comunes que los de Rideal-Eley.
Vamos analizar el caso de procesos controlados por la etapa de reacción
considerando, además, esta etapa como elemental e irreversible. Distinguiremos
dos tipos de reacciones:
a) Reacciones unimoleculares

b) Reacciones bimoleculares

Puesto que suponemos que la etapa lenta es la de reacción, las velocidades de


adsorción y desorción serán mucho mayores y el equilibrio adsorción-desorción se
mantendrá a lo largo de la reacción. Para describir esta adsorción (quimisorción)
usaremos normalmente la isoterma de Langmuir. Esta suposición de que una de las
etapas es significativamente más lenta que las demás, permite obtener con facilidad
la ley de velocidad de cualquier mecanismo. Además, permite obtener expresiones
sencillas sin que sea necesario recurrir al método de velocidades iniciales. Debemos
señalar que existen bastantes ejemplos donde la velocidad de reacción está
controlada por la adsorción, por ejemplo, la síntesis de NH3 catalizada por hierro
está controlada por la adsorción de N2 o por la desorción de productos, veremos el
tratamiento de estos casos en los problemas. Para el caso de la catálisis
heterogénea se define la velocidad de reacción como la velocidad de conversión
por unidad de superficie del catalizador:

si no se conoce A, puede definirse por unidad de masa de catalizador o referirnos


siempre a una misma cantidad del catalizador. De esta forma podremos comparar
resultados donde cambia la cantidad de catalizador. Para establecer comparaciones
también será necesario que el catalizador se haya preparado de forma similar, para
que la superficie que presente por unidad de masa sea la misma. Si la etapa de
reacción es la etapa lenta, vs será proporcional al número de moléculas adsorbidas
por unidad de área y/o a la fracción de centros ocupados por molécula reactiva θA:
vs=k θA.
A) Reacciones unimoleculares
Supongamos una reacción elemental e irreversible de una especie A adsorbida y
que ninguno de los productos queda adsorbido:

La velocidad de reacción por unidad de superficie será proporcional al número de


moléculas adsorbidas o, lo que es equivalente, a la fracción de centros ocupados
por moléculas de A:

donde k viene expresada en mol m-2 s-1 (S.I.).


Según la isoterma de Langmuir: y sustituyendo en la ecuación se obtiene:

Para un caso de este tipo, al estudiar la dependencia de vs con la presión del


reactivo (PA) obtendríamos una gráfica como la Figura 6.6. Para presiones bajas se
cumple que, ecuación de primer orden respecto A; mientras que para
presiones altas se cumple que, ecuación de orden cero.
Por ejemplo, la descomposición de la fosfina (PH3) a 700 °C sobre wolframio a
presiones menores de 10-2 torr es de orden 1 respecto a PPH3 y por encima de 1
torr es de orden cero.
Por supuesto el tipo de cinética depende también del valor de KA, la constante del
equilibrio de adsorción:
• Si tenemos adsorción débil, KA será pequeña: se mantendrá un comportamiento
de cinética de orden 1 hasta presiones más altas. La presión de reactivo necesaria
para poder despreciar el uno en el denominador de la ley de velocidad será más
grande. Un ejemplo de este tipo de cinéticas es la descomposición de HI sobre Pt.
• Si tenemos adsorción intensa, KA será grande: el comportamiento de orden cero
aparecerá desde presiones más bajas. Al ser KA grande, podremos tomar el límite
1<< KAPA con presiones más pequeñas. Un ejemplo de este tipo de cinéticas es la
descomposición de HI sobre Au.
La cinética se complica si alguno de los productos queda adsorbido sobre la
superficie, reduciendo el área del catalizador disponible para A.

Si los productos están débilmente adsorbidos, es decir, se


obtiene que:

Si uno o varios de los productos está fuertemente adsorbido se obtiene que:

Por ejemplo, en la descomposición del NH3 sobre Pt el H2 queda muy fuertemente


adsorbido y se obtiene que

Si los productos quedan adsorbidos, entonces a medida que transcurre la reacción,


la velocidad es menor ya que la porción de área del catalizador bloqueada por el
producto es mayor. Otro ejemplo de este tipo de comportamiento es la
descomposición de N2O sobre Mn3O4 para dar O2 y N2. En este caso el O2 puede
quedar quimiadsorbido disociativamente, mientras que el N2 no lo hace de forma
significativa. La ley de velocidad que corresponde, asumiendo la etapa de reacción
como etapa lenta,
b) Reacciones bimoleculares
Son reacciones del tipo: A+B→productos y se pueden explicar por los dos
mecanismos anteriormente indicados.
i) Mecanismo de Langmuir-Hinshelwood: A y B reaccionan cuando están
adsorbidos sobre la superficie:
A(g)+B(g)⇔A(ads)+B(ads)→productos(g)
Esquemáticamente la reacción se daría a través de un estado de transición de este
tipo:

Las moléculas adsorbidas sobre la superficie pueden difundirse de un


centro activo a otro hasta que se encuentren en posiciones vecinas y
reaccionen. Asumiendo como etapa lenta la reacción y que la adsorción
se encuentra en equilibrio, la velocidad de reacción será proporcional al
producto de las concentraciones superficiales o de forma equivalente,
al producto de las fracciones de centros ocupados, de la forma:

si ambas especies están débilmente adsorbidas, KA y KB pequeñas, y/o


nos encontramos a presiones suficientemente bajas, PA y PB
pequeñas, la ecuación de velocidad se reduce a una cinética de
segundo orden:
es decir, el reactivo B inhibe la reacción. Esto ocurre porque a medida
que aumenta PB, la fracción de superficie ocupada por A
tiende a cero. Si representamos la ecuación de velocidad completa
frente a PB, siendo PA constante, la velocidad primero aumenta y
después tiende a cero, pasando por un máximo (Figura 6.7).

Un ejemplo de reacciones de este tipo es la reacción 2CO+O2→2CO2 catalizada


por platino, donde el CO se adsorbe mucho mas fuertemente que el O2. Un exceso
de CO, en lugar de aumentar la velocidad de la reacción provocaría una caída de la
misma. Esta competencia entre el CO y el O2 por los centros de adsorción se da
también en la hemoglobina, enlazándose el CO más fuertemente al átomo de hierro
e impidiendo el transporte de O2.
ii) Mecanismo de Eley-Rideal
Supongamos las reacciones:
A(g)⇔A(ads)
A(ads)+B(g)→productos (g)
Esquemáticamente, la reacción tendría lugar a través de un estado de transición de
la forma:
De acuerdo con el mecanismo, y asumiendo la etapa de reacción como etapa lenta,
podemos escribir vs=kθAPB de donde:

Por ejemplo, la combinación de dos átomos de H para dar hidrógeno molecular,


2H→H2. Experimentalmente se observa que es de orden 1 respecto a la presión de
hidrógeno atómico a temperaturas bajas y de orden 2 a temperaturas altas.
Esta observación se puede explicar con un mecanismo:
H (g) ↔ H (ads)
H (ads) + H (g) → H2 (g)
La ley de velocidad que corresponde a este mecanismo es:
ELECTROQUIMICA
La electroquímica es la parte de la química que estudia las relaciones entre las
reacciones de oxidación – reducción y la energía eléctrica.
 Si una reacción química se produce espontáneamente puede, bajo condiciones
apropiadas, producir energía eléctrica: obtención de celdas electroquímicas o pilas
galvánicas.
 Si un proceso no es espontáneo puede ocurrir, bajo condiciones apropiadas, si se
le suministra energía eléctrica: electrólisis o celdas electrolíticas.
Cuando se introduce una lámina de cinc en una solución acuosa de CuSO4 se
produce una reacción de oxidación – reducción espontánea: se forma un depósito
rojizo de cobre sobre la superficie del cinc; la solución inicialmente azul va perdiendo
su color; la lámina de cinc se empieza a disolver y la temperatura de la solución
aumenta.

Para utilizar una reacción espontánea de oxidación – reducción en producción de


corriente eléctrica, es necesario que las semi - reacciones de oxidación y de
reducción no estén en contacto sino en recipientes separados, llamadas
semiceldas, para que los electrones involucrados en el proceso circulen primero por
un conductor metálico externo.

IMPORTANCIA DE LA ELECTROQUÍMICA

La Electroquímica como ciencia que se encarga de estudiar la transformación de la


energía eléctrica en energía química y viceversa, está siendo ampliamente utilizada
en la actualidad debido al desarrollo tecnológico que vivimos. Los avances en
electrónica y nanotecnología han permitido la aparición de una instrumentación
cada vez más sofisticada, potenciando extraordinariamente la investigación
electroquímica experimental.
En la actualidad se requiere cada vez más de técnicas analíticas y dispositivos que
permitan la detección de diferentes sustancias que afectan la salud de las personas
y la calidad de los alimentos y aguas que consume la población humana. La
detección de estas sustancias que atentan contra la calidad de vida del ser humano
es un problema analítico de la máxima importancia en la actualidad originado por
un problema de salud pública. Las técnicas electroquímicas, sensibles y selectivas
podrían ser utilizadas para tal fin, y los equipos que se emplean para desarrollarlas
son económicos si se les compara con los que se utilizan en otras técnicas
analíticas.
Por ejemplo, la detección de patógenos en la industria agroalimentaria y en el
medioambiente a los bajos niveles exigidos y con tiempos de análisis mínimos con
el fin de aplicar las medidas correctoras/sancionadoras pertinentes, requieren
métodos bioanalíticos avanzados basados en el reconocimiento molecular entre un
receptor específico y el analito. Los dispositivos analíticos que se requieren deben
ser capaces de detectar y en algunos casos de cuantificar patógenos a niveles
trazas presentes en fluidos biológicos, alimentos y muestras de interés ambiental,
debido al efecto que los mismos pueden causar en el organismo y en nuestro medio
ambiente. Actualmente esta área tan importante para la salud y bienestar del pueblo
venezolano depende tecnológicamente de países desarrollados. La mayoría de los
laboratorios de análisis clínico en nuestro país dependen de kits de sustancias que
son suministradas por corporaciones farmacéuticas internacionales para la
valoración y cuantificación de una variedad de sustancias químicas y patógenas que
pueden estar presentes en fluidos biológicos.

CELDA ELECTROQUÍMICA Y SU CLASIFICACIÓN


La celda electroquímica consta de dos electrodos sumergidos en una disolución de
electrolito y conectados por un conductor. Por el conductor circulan electrones y por
la disolución iones. Electrones Iones Los electrodos pueden compartir o no un
mismo electrolito. En todo caso hay que asegurar el contacto para permitir la
circulación de iones y por tanto el transporte de carga.

Esquema de la Pila de Daniell. El puente


salino (representado por el tubo en forma
de U invertida) contiene una disolución de
KCl permitiendo la interacción eléctrica
entre el ánodo y el cátodo. Las puntas de
éste deben estar tapadas con pedazos de
algodón para evitar que la disolución de
KCl contamine los otros contenedores.

Las celdas electroquímicas tienen dos electrodos: El Ánodo y el Cátodo. El ánodo


se define como el electrodo en el que se lleva a cabo la oxidación y el cátodo donde
se efectúa la reducción. Los electrodos pueden ser de cualquier material que sea
un conductor eléctrico, como metales, semiconductores. También se usa mucho el
grafito debido a su conductividad y a su bajo costo. Para completar el circuito
eléctrico, las disoluciones se conectan mediante un conductor por el que pasan los
cationes y aniones, conocido como puente de sal (o como puente salino).
Los cationes disueltos se mueven hacia el Cátodo y los aniones hacia el Ánodo. La
corriente eléctrica fluye del ánodo al cátodo porque existe una diferencia de
potencial eléctrico entre ambos electrolitos. Esa diferencia se mide con la ayuda de
un voltímetro y es conocida como el voltaje de la celda. También se denomina fuerza
electromotriz (fem) o bien como potencial de celda.1 En una celda galvánica donde
el ánodo sea una barra de Zinc y el cátodo sea una barra de Cobre, ambas
sumergidas en soluciones de sus respectivos sulfatos, y unidas por un puente salino
se la conoce como Pila de Daniell. Sus semi-reacciones son estas:
 Reacción anódica Zn(s)= Zn 2+ (ac) + 2 e-
 Reaccion Catódica Cu2+ (ac) + 2e- = Cu(s)
 Reacción total Zn (s) + Cu2+ (ac) = Zn2+ (ac)+ Cu (s)

Hay dos tipos de celdas electroquímicas:


Celda galvánica: Una reacción química espontánea produce electricidad (baterías,
pilas, …) .
Celda electrolítica: Una fuente de corriente externa provoca una reacción química
(baños electrolíticos).

Para nombrar un electrodo se utiliza la notación M|Red,Ox donde M es el metal


inerte utilizado para conducir la electricidad (si lo hay) y Red, Ox las formas
reducidas y oxidadas de la especie química. La barra vertical denota cambio de
fase.
Para nombrar una celda electroquímica se nombra primero el ánodo y luego el
cátodo Ejemplo: la pila de Daniell.

POTENCIAL DE ELECTRODO
Cuando se pasa corriente directa por un conductor metálico, es fácil medir la
diferencia de potencial entre dos puntos del conductor, aunque en algunos casos la
caída de potencial puede ser muy baja. No obstante, si se intercala una resistencia
entre los puntos A y B, por ejemplo (Fig. 2), esta diferencia se hace más evidente.
Esto se debe a que los dos puntos en cuestión se encuentran en la misma fase. Sin
embargo, si se deseara medir el potencial de un electrodo individual de la misma
manera (Fig. 3), la situación sería más dramática, en tal caso, tanto el metal M1
(fase sólida) como el metal M2 (otra fase sólida) se encuentran dentro de la solución
(fase líquida) y ambos metales formarán, cada uno, una interfase propia, es decir,
siempre que se quiera medir el potencial de electrodo de esa manera, se tendrá una
interfase adicional (interfase 2)1 . Esto es, habremos formado otro electrodo. De lo
último se deduce que, para medir el potencial de un electrodo, se debe emplear
otro, de estructura adecuada, que sea tomado como referencia (ambos estarían en
la misma fase, la solución). Adicionalmente, el potencial de un electrodo no es, por
decirlo de alguna forma, un potencial simple, sino que está constituido por una parte
del potencial que se encuentra en el metal, o potencial interno (Ei), y la parte del
potencial que cae hacia el lado de la solución (potencial zeta, Ez). Por otro lado,
medir la diferencia de potencial entre dos electrodos sí es físicamente posible, de
ahí que dicha medición siempre se efectúe usando un electrodo de referencia (cuyo
potencial se fija arbitrariamente).
Las pilas o celdas galvánicas pueden definirse como “la expresión física de un
sistema espontáneo, completo, de óxido-reducción”2 . En su expresión más simple,
la celda estará formada por dos piezas metálicas, y sus correspondientes iones en
solución; se puede pensar en el acoplamiento de dos sistemas metal-ion metálico
en solución, a los cuales se les denomina (como en cualquier otro tipo de celda),
electrodos o medias celdas; así, mientras en uno se da la reducción, en el otro se
realiza la oxidación. De esta forma, dado que cada electrodo posee un potencial
propio (que se puede estimar, como veremos, con la ecuación de Nernst), entre las
terminales externas de los electrodos se genera una diferencia de potencial, a la
que se denomina fuerza electromotriz, que se simboliza como EC o fem3 (ver Fig.4).
La fem puede expresarse, por convención, como:
EC = ERED – EOX
donde,
ERED = electrodo en el que se da la reducción. EOX = electrodo en el que se realiza
la oxidación.

Ahora bien, el potencial de cada uno de los electrodos de una celda galvánica, se
puede estimar haciendo uso de la ecuación de Nernst, que se aplica para una
reacción parcial de electrodo del tipo: M n+ + ne = Mº, es decir, un sistema del tipo
metal-ion metálico en solución

luego, de acuerdo con el esquema de la Fig. [4], podemos aplicar la ecuación para
cada uno de los electrodos de la celda,
Electrodo de hidrógeno y potencial estándar.
El electrodo de referencia universal, empleado para medir potenciales estándar de
óxido reducción a 25°C, lo constituye el electrodo estándar de hidrógeno, que
consiste en una pieza de platino platinizada (sumergida en ácido), encerrada en un
tubo de vidrio, como se ve en el esquema de la Fig. [5]. Ambas secciones de la
celda deben estar libres de oxígeno. Como se puede observar, se debe alimentar
hidrógeno puro a una presión de 1 atm (siempre debe usarse esta unidad para la
presión) y la actividad de los iones hidrógeno debe ser igual a la unidad. En tales
condiciones, el potencial estándar del electrodo de hidrógeno se toma como cero
volts a cualquier temperatura. Ahora bien, el potencial del electrodo de hidrógeno,
dado que la actividad es unitaria, vendrá dado por

Del lado de la media celda donde se encuentra el metal, cuyo potencial desea
determinarse, la actividad del metal en la solución también debe ser unitaria y estar
a una temperatura de 25 ºC. En consecuencia, considerando que las reacciones de
óxido-reducción se dan como se indica en el esquema, la fem generada quedará
como

Pero, dado los valores de actividad y presión, no queda,


Ahora bien, cuando se da el caso contrario, en el que en el electrodo de hidrógeno
se efectúa la reducción y en el metal la oxidación, tenemos

Por lo mismo, cuando medimos el potencial de un electrodo en condiciones


estándar, frente al electrodo de referencia universal de hidrógeno, el potencial del
electrodo en cuestión toma el valor de la fem del sistema, dado que el valor del
electrodo de hidrógeno, en esas condiciones, es cero.
Tabla de potenciales normales o estándar.
Los potenciales normales o estándar de electrodo, determinados
experimentalmente con el electrodo de hidrógeno, como ya vimos antes, se
agrupan, conforme a su valor y su signo, como se puede apreciar en la Tabla I, para
cada reacción de electrodo (semirreacción o reacción de media celda). De acuerdo
con la convención de la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada (IUPAC),
todas las semireacciones corresponden a la reacción de reducción para cada
sistema electroquímico, y los valores van en orden creciente, desde la parte inferior,
hacia la parte superior de la tabla, siendo todos negativos por debajo del valor del
hidrógeno (Eº = 0.000 v) y el resto positivos, por encima de dicho potencial. Los
valores negativos por debajo del valor del hidrógeno, corresponden a procesos en
donde el hidrógeno es desplazado de sus compuestos.
PROCESOS ELECTROLÍTICOS

Electrólisis es el nombre que recibe el proceso mediante el cual la energía eléctrica


se emplea para producir cambios químicos; mediante una reacción redox no
espontánea, donde se hace pasar una corriente eléctrica. Se lleva a cabo en un
contenedor llamado cuba electrolítica. La electrolisis es uno de los principales
métodos químicos de separación.
La principal ventaja del método electrolítico consiste en que no es necesario
aumentar la temperatura para que la reacción tenga lugar, evitándose pérdidas
energéticas y reacciones secundarias. Industrialmente es uno de los procesos más
empleados en diferentes áreas, como por ejemplo en la obtención de elementos a
partir de compuestos (cloro, hidrógeno, oxígeno), la purificación de metales (el
mineral metálico se disuelve en ácido, obteniéndose por electrólisis el metal puro) o
la realización de recubrimientos metálicos protectores y/o con fines decorativos,
como es el caso del niquelado.

El proceso electrolítico consiste en


hacer pasar una corriente eléctrica a
través de un electrolito, entre dos
electrodos conductores denominados
ánodo y cátodo. Donde los cambios
ocurren en los electrodos. Cuando
conectamos los electrodos con una
fuente de energía (generador de corriente
directa), el electrodo que se une al polo
positivo del generador es el ánodo y el
electrodo que se une al polo negativo del
generador es el cátodo. Una reacción de
electrólisis puede ser considerada como
el conjunto de dos medias reacciones,
una oxidación anódica y una reducción
catódica (Figura 1.4).

Para explicar las reacciones en los electrodos, se considerará al cloruro de sodio


fundido, porque sólo contiene dos tipos de iones Se utilizan electrodos inertes; que
significa que no reaccionan químicamente con los iones sodio y cloruro. Los iones
de sodio (+) o cationes, son atraídos hacia el electrodo negativo (cátodo). El cátodo
se hace negativo por la acción de la fuente que le bombea electrones (Figura 1.5).
Los electrones del cátodo están en un
estado de elevada energía potencial. El
ion sodio tiene carga positiva, esto
significa que atrae electrones y que un
electrón de un átomo de sodio tendría una
menor energía potencial que un electrón
del cátodo. Por lo tanto, los electrones del
cátodo se desplazan hacia el catión, por
diferencia de energía potencial. En el
cátodo los iones de sodio se convierten en
átomos de sodio por adición de un
electrón.

Este es un cambio químico y puede representarse con la siguiente ecuación:

Este cambio químico representa una ganancia de electrones, por lo tanto el sodio
se redujo y pasó a estado metálico, en consecuencia, el cambio químico que
siempre ocurre en el cátodo es de reducción.
El ánodo es positivo ya que la fuente le bombea electrones fuera de él y además
atrae iones cloruro (-) o aniones. En el ánodo los electrones poseen baja energía
potencial. En cambio, los electrones externos del ion cloruro se encuentran en un
estado de potencial elevado. Cuando los iones cloruro llegan al ánodo le
proporcionan electrones a este. Los electrones pasan de un estado de energía
potencial elevada a uno de baja energía potencial.
El cambio ocurrido en el ánodo puede representarse con otra ecuación:

Los iones cloruro pierden electrones transformándose en átomos de cloro, los


cuales a su vez forman moléculas de cloro gaseoso. La reacción anódica siempre
es de oxidación.
Las reacciones de oxidación y reducción ocurren simultáneamente, pero por
separado, pues ocurren en diferentes puntos. La fuente no produce electrones, sólo
los transporta de un lugar a otro, así los electrones que la fuente suministra al
cátodo, provienen del ánodo. La función de la fuente es elevar la energía potencial
de los electrones del cátodo.
Estas reacciones de electrodo se llaman semi-reacciones, y la reacción global de la
electrólisis del cloruro de sodio es:

La naturaleza de las reacciones del electrodo depende de la diferencia de


potencial o voltaje aplicado.

LEY DE FARADAY
La ley de Faraday constituye el principio fundamental de la electrólisis. Con la
ecuación de esta ley se puede calcular la cantidad de metal que se ha corroído o
depositado uniformemente sobre otro, mediante un proceso electroquímico durante
cierto tiempo, y se expresa en los siguientes enunciados:
“La cantidad de cualquier elemento (radical o grupo de elementos) liberada ya sea
en el cátodo o en el ánodo durante la electrólisis, es proporcional a la cantidad de
electricidad que atraviesa la solución”.

“Las cantidades de elementos o radicales diferentes liberados por la misma cantidad


de electricidad, son proporcionales a sus pesos equivalentes”.
CORROSIÓN Y TIPOS
La Corrosión es un término que se utiliza para describir el proceso de deterioro de
materiales metálicos (incluyendo tanto metales puros, como aleaciones de estos),
mediante reacciones químicas y electroquímicas (Revie y Uhlig, 2008). Para el caso
del deterioro relacionado con otros tipos de materiales, como los polímeros y
cerámicos, se utiliza el término degradación.
Estos materiales metálicos son obtenidos a través del procesamiento de minerales
y menas, que constituyen su estado natural, induciéndolos a un estado de mayor
energía. El fenómeno de la corrosión ocurre debido a que, con el tiempo, dichos
materiales tratan de alcanzar su estado natural, el cual constituye un estado
energético de menor potencial, lo que les permite estabilizarse termodinámicamente
(Javaherdashti, 2008).
La mayoría de procesos de corrosión involucran reacciones de reducción-oxidación
(reacciones electroquímicas), donde para que se desarrollen estos procesos, es
necesaria la existencia de tres constituyentes: (1) unos electrodos (un ánodo y un
cátodo), (2) un electrolito, como medio conductor, que en la mayoría de casos
corresponde de una solución acuosa, y (3) una conexión eléctrica entre los
electrodos (ECCA, 2011). La figura 1 muestra de forma representativa un esquema
de estos elementos, formando lo que se conoce como una celda electroquímica.
Las ecuaciones de las reacciones que ocurren en los electrodos son las siguientes:

Ambas reacciones ocurren de forma simultánea (ECCA, 2011). Como se observa


en las ecuaciones, el ánodo cede electrones al sistema cuando reacciona,
aumentando su número de oxidación, cambiando de su estado metálico base a
cationes que se disuelven en el electrolito, siendo este el material que se sufre el
fenómeno de corrosión; mientras que, en el cátodo, los aniones metálicos absorben
electrones, disminuyendo su número de oxidación, por lo que cambian a su estado
base.
El potencial electroquímico define la susceptibilidad o la resistencia de un material
metálico a la corrosión, cuyo valor varié en dependencia de la composición del
electrolito. Cuanto más positivo sea el valor de dicho potencial, más noble
(resistente) es el material. Mientras que, en el caso contrario, cuanto más negativo
sea este, más reactivo es el material a la corrosión. La serie galvánica consiste es
una tabla donde se ubican diferentes tipos de materiales respecto al potencial
electroquímico de estos. La figura 2 muestra representativamente una tabla de serie
galvánica para algunos metales y aleaciones comunes.

Los productos que se forman a partir del proceso de corrosión, sobre la superficie
del material, pueden afectar de manera negativa o positiva, las propiedades del
material, dependiendo de su naturaleza y las condiciones que lo rodean. Para el
caso del hierro (y otros metales), el producto que se forma se conoce como
herrumbre, y tiene una menor densidad que el metal base, lo que provoca que este
se desprenda de la superficie, facilitando que la corrosión continúe ocurriendo,
consumiendo el material. Por otro lado, para otros tipos de metales, como el
aluminio, el níquel o el cromo, los productos de la corrosión tienen una mayor
densidad que el material base, formando un capa sólida y estable sobre la superficie
de este, evitando que la corrosión se extienda, protegiendo al material. Este proceso
se conoce como pasivación, fenómeno que brinda la denominación de inoxidable a
un material como, por ejemplo, los aceros inoxidables (Revie, 2011; Schweitzer,
2010).
A continuación, se presentarán algunos tipos de corrosión, siendo los que se
pueden observar con mayor frecuencia. También se mencionarán los factores que
mayor efecto tienen sobre la incidencia y la velocidad de este fenómeno. Y,
finalmente, se presentarán algunos aspectos a tomar en cuenta respecto al control
de la corrosión y la protección de materiales.
Tipos de corrosión
Existen muchos tipos de procesos de corrosión diferentes que se caracterizan
dependiendo tanto de la naturaleza del material y de las condiciones del
medioambiente, donde se desarrollen. Una forma común de clasificar los tipos de
corrosión, es mediante las siguientes cuatro categorías: corrosión generalizada,
corrosión localizada, corrosión combinada con un fenómeno físico, y otros tipos.

Corrosión generalizada (uniforme)


La corrosión generalizada, también nombrada como corrosión uniforme, ocurre
sobre toda la superficie del material de forma homogénea, deteriorándolo
completamente. Este tipo de corrosión es el que mayor pérdida de material provoca,
pero es relativamente fácil de predecir y controlar, por lo que un accidente producido
por este es de rara ocurrencia (Revie, 2011). Se puede observar comúnmente en
materiales, sobre todo en la industria de la construcción, a base de hierro no aleado
con metales inoxidables, como el níquel y el cromo.
La velocidad de corrosión para estos casos, es altamente influenciada por la
existencia de impurezas y fases distintas en el material, ya que estas inducen a una
variación en la energía potencial, formando electrodos a pequeña escala,
propiciando el proceso de corrosión.

Corrosión localizada
La corrosión localizada, al contrario de la corrosión uniforme, representa un mayor
riesgo potencial, debido a su difícil detectabilidad ya que se manifiesta en zonas
específicas en el material, determinadas tanto por la naturaleza del material, la
geometría de este, y las condiciones del medio al que se somete. Los procesos de
corrosión localizada de mayor ocurrencia son galvánicos, por fisura, por picaduras,
por cavitación y microbiológica.

Corrosión galvánica
La corrosión galvánica ocurre cuando existe una unión, física o eléctrica, entre
metales de diferente naturaleza, lo cuales, en la presencia de un electrolito, forman
una celda electroquímica, donde el material de menor potencial electroquímico es
el que se corroe (Revie, 2011). La figura 3 muestra un ejemplo de este tipo de
corrosión.
Un factor de importante consideración es la relación de área de la zona de contacto
entre los materiales. Entre mayor sea la relación del ánodo respecto al cátodo, el
proceso de corrosión ocurre con mayor velocidad (Javaherdashti, 2008).

Corrosión por fisuras


Este tipo de corrosión es similar a la corrosión galvánica, que se produce en zonas
estrechas donde la concentración de oxígeno es mucho menor que en el resto del
sistema, y cuyo efecto induce a que estas zonas de menor concentración de
oxígeno actúen como un ánodo, propiciando el proceso de corrosión, en las fisuras.

Corrosión por picaduras (pitting)


La corrosión por picadura, conocida también como pitting se presenta en materiales
pasivados, debido a las características geométricas del sistema, existe una
acumulación de agentes oxidantes y un incremento del pH del medio, lo que propicia
el deterioro de la capa pasivada, permitiendo que la corrosión se desarrolle en éstas
zonas puntuales.

Corrosión por cavitación


La corrosión por cavitación ocurre en sistemas de transporte de líquidos, hechos de
materiales pasivados, donde por cambios de presión en el sistema, se producen
flujos turbulentos que forman burbujas de aire, las cuales implosionan contra el
material del sistema, deteriorando la capa de pasivación, facilitando el desarrollo del
proceso de corrosión, de forma similar a la corrosión por picaduras, cuya diferencia
se observa, en que el efecto de la cavitación es de mayor tamaño (Revie, 2011).
Corrosión microbiológica
La corrosión microbiológica, en realidad no es un tipo de corrosión en sí, sino que
más bien es un fenómeno que facilita el desarrollo de otros procesos de corrosión.
Las bacterias son los microorganismos más influyentes en este caso, por lo que
también es conocida como corrosión bacteriana y se produce en sistemas de
transporte de líquido, facilitando la corrosión por picaduras.
La naturaleza del líquido que se transporta en estos sistemas, propicia la
acumulación y reproducción de bacterias, las cuales se aglomeran, y propician las
condiciones, como variación en la concentración de sales y oxígeno, para que se
desarrollen otros procesos de corrosión como el pitting.

Corrosión combinada con un fenómeno físico


Este tipo de corrosión también se puede incluir dentro de la clasificación de
corrosión localizada, pero la diferencia con estos es que se encuentran
condicionados por la presencia de un fenómeno físico, que funciona como iniciador
del proceso de corrosión.

Corrosión – erosión
Este tipo de corrosión se observa en sistema de transportes de fluidos hechos con
materiales pasivados, donde existen partículas de mayor dureza que la capa de
pasivación. Estas partículas al estar en movimiento, erosionan la capa pasivada,
permitiendo que el proceso de corrosión se desarrolle (Javaherdashti, 2008).

Corrosión – tensión
Ocurre cuando en un material, sometido a esfuerzo de tensión, ya sea de forma
interna o externa, se forman pequeñas fisuras, que dan inicio al proceso de
corrosión (Revie, 2011). El material que permanece en ambos fenómenos, se
deteriora con mayor rapidez, que, si estuviese bajo el efecto individual de cada uno,
ya que la corrosión debilita el material, lo cual permite que la tensión tenga mayor
impacto, fracturando en mayor medida el material, lo cual a su vez incita a que la
corrosión se propague en un área mayor, y así, sucesivamente.

Corrosión – fatiga
Este proceso se desarrolla en materiales, sujetos a esfuerzos externos, similar al de
tensión, con la diferencia de que estos esfuerzos son cíclicos o fluctuantes. De igual
forma que con el proceso de tensión, el material se deteriora en mayor medida
mediante la combinación de los dos fenómenos, comparado a cada uno por
separado (Revie, 2011).

Otros tipos de corrosión


También existen muchos tipos de corrosión que no caen dentro de las categorías
anteriores. Algunos de estos son, la desaleación, la corrosión filiforme y la oxidación.

Desalación
La desalación es un proceso de corrosión que actúa sobre aleaciones metálicas, en
donde uno de los elementos, de mayor afinidad con el oxígeno, se separa de la
aleación y dejan una estructura porosa de pobres propiedades conformada por el
resto de constituyentes. El proceso se nombra alternativamente respecto al
elemento que se separa de la aleación como, por ejemplo, la descincificación para
el latón, aleación que sufre comúnmente de este tipo de corrosión, en la cual se
separa el zinc de la matriz cobre (Revie, 2011).

Filiforme
La corrosión filiforme se presenta en ambientes de alta humedad sobre materiales
con recubrimientos orgánicos (pinturas), los cuales, al ser rayados, se induce el
desarrollo de la corrosión, que se propaga como filamentos delgados (Revie y Uhlig,
2008).

Oxidación
La oxidación es un tipo de corrosión que se desarrolla en procesos de alta
temperatura, en la presencia de algún gas oxidante, como el oxígeno, azufre y
elementos halógenos. Las reacciones relacionadas son meramente químicas al no
existir un electrolito de por medio, por lo que también se conoce como corrosión
seca. Las moléculas del gas oxidante reaccionan con el material involucrado, donde,
por efecto de la temperatura, el compuesto formado se difunde al interior del
material, permitiendo que el proceso continúe, fragilizando el material.
Factores que influyen el proceso de corrosión
Existen muchos factores que influyen el proceso de corrosión, donde se debe de
tomar en cuenta tanto las características del material sobre el que incide y el medio
que rodea a este. A continuación, se mencionan algunos factores, considerados
como los de mayor efecto sobre el proceso corrosivo.

Acidez de la solución
El pH de una solución es una propiedad que define la cantidad de iones de
hidrógeno libres en dicha solución. Si el pH es menor a 7 (pH<7) se dice que la
solución es ácida. Esto significa que existe una concentración relativamente alta de
iones hidrógeno libres en la solución, los cuales son capaces de recibir electrones
para poder estabilizarse.
Debido a la capacidad de aceptar electrones, las soluciones ácidas son más
corrosivas que las soluciones tanto neutrales (pH = 7) como alcalinas (pH > 7) [6],
ya que permiten que la zona anódica reaccione en mayor proporción, ya que se
liberan electrones de tales reacciones.

Sales disueltas
Las sales ácidas, al diluirse en la solución electrolítica, disminuyen su pH,
acelerando el proceso de corrosión por el efecto de acidez. Algunos ejemplos de
sales ácidas son, el cloruro de aluminio, el cloruro de hierro y el cloruro de amonio
(Charng y Lansing, 1982).
Por otro lado, las sales alcalinas, incrementan el pH de la solución electrolítica, por
lo que en algunos casos funcionan como inhibidores del proceso de corrosión.
Ejemplos de estas sales son el fosfato trisódico, tetraborato de sodio, silicato de
sodio y el carbonato de sodio (Charng y Lansing, 1982).

Capas protectoras
La tendencia a la corrosión de un material se puede reducir con la existencia de
capas que protejan su superficie. Estas capas pueden ser aplicadas artificialmente,
en forma de recubrimientos; o pueden aparecer a través del fenómeno de pasividad,
formándose capas de óxidos metálicos que impiden el avance del proceso corrosivo
(Charng y Lansing, 1982).
Concentración de oxígeno
La concentración de oxígeno en el medio electrolítico puede acelerar o retardar el
proceso de corrosión, dependiendo de la naturaleza del material (Charng y Lansing,
1982). Para el caso de materiales ferrosos, al aumentar la concentración de O2 ,
aumenta la velocidad de corrosión pues el producto corrosivo no protege al material.
Mientras que para materiales pasivables, cuan mayor sea la concentración de O2 ,
mayor capacidad tendrá el material de formar la capa protectora que lo caracteriza.

Temperatura
La velocidad de corrosión tiende a aumentar al incrementar la temperatura, debido
a que se acelera la difusión del oxígeno del medio hacia el material afectado,
inclusive a través de capas de pasivación, fragilizando a este. Experimentalmente
se ha demostrado que un aumento en la temperatura de 2° C, incrementa al doble
la tasa de corrosión, aproximadamente (Charng y Lansing, 1982). La temperatura,
representa el factor más importante para el desarrollo del proceso de corrosión por
oxidación, como se mencionó con anterioridad.

Velocidad de flujo
En sistemas de transporte de fluidos, al aumentar la velocidad de flujo del medio,
por lo general, aumenta la tasa de corrosión, debido a que: (1) permite a las
sustancias corrosivas alcanzar y atacar zonas aún no afectadas, y (2) evita en cierta
medida la formación y/o acumulación de capas resistentes a la corrosión que
protejan al material por efecto erosivo (Charng y Lansing, 1982).

Control de la corrosión y protección de materiales


Debido a las implicaciones económicas, de seguridad y de conservación de
materiales, que envuelven los efectos negativos de los procesos de corrosión
(Schweitzer, 2010), actualmente se ha investigado y desarrollado diferentes tipos
de métodos para el control de este fenómeno, permitiendo proteger los materiales
expuestos a este.
La selección de un material resistente a la corrosión, siempre es el primer tipo de
control que se debe considerar. Esto en muchas ocasiones no es posible, ya que
este es limitado por (1) las condiciones del medio circundante; (2) las condiciones
dimensionales y geométricas necesarias en el material en función de la aplicación
requerida; y (3) un costo económico elevado. Lo cual hace que la selección de un
material resistente no sea factible y/o posible, por lo que se deben considerar otros
tipos de métodos para esto.
A continuación, se presentan algunos métodos de control de la corrosión, para la
protección de los materiales afectados. Estos son los que más se emplean a nivel
comercial.

Inhibidores
Un inhibidor es una sustancia química que, al añadirse al medio corrosivo,
disminuye la velocidad de corrosión (Revie y Uhlig, 2008). Existen varios tipos de
estas sustancias; los más conocidos son los anódicos y catódicos.

Inhibidores anódicos (pasivadores)


Los inhibidores anódicos, también llamados pasivadores son sustancias oxidantes,
por lo general, inorgánicas, que aumentan el potencial electroquímico del material
por proteger, volviéndolo más noble (Revie, 2011).

Inhibidores catódicos
Los inhibidores catódicos controlan el pH del medio corrosivo, que impide que las
reacciones de reducción ocurran, Estos evitan la reducción ya sea, de iones de
hidrógeno en (1) moléculas de hidrógeno, en medios ácidos, o (2) de oxígeno, en
medios alcalinos (Revie, 2011).

Recubrimientos orgánicos
Los recubrimientos orgánicos son de sustancias a base de polímeros (pinturas),
resistentes a la degradación, que se emplean para recubrir el material por proteger.
Estos actúan mediante ya sea, (1) la formación de una barrera, que impide en gran
medida la penetración de oxígeno y agua, o (2) la inhibición del proceso de
corrosión, al incrementar tanto la resistividad eléctrica como la iónica, cortando el
ciclo de corrosión (Schweitzer, 2006).

Recubrimientos metálicos
Consiste en recubrir el material a proteger con algún metal que tenga mayor
resistencia a la corrosión. Existen diferentes métodos para efectuar estos
recubrimientos, y los más utilizados son el electroplating y el galvanizado (Revie y
Uhlig, 2008).
Electroplating
Es un proceso de protección en el que se utiliza una corriente eléctrica externa para
depositar un material con mayor resistencia a la corrosión sobre su superficie.

Galvanizado
El material por proteger se sumerge sobre un baño del metal de recubrimiento, el
cual tienen un mayor potencial electroquímico.

Recubrimientos no metálicos
Trata sobre recubrir el material a proteger con el uso de un material no metálico,
que impida el proceso de corrosión. Existen diferentes métodos para efectuar estos
recubrimientos. El más utilizado es el anodisado (Revie y Uhlig, 2008). Este método
se emplea en materiales pasivables, y consiste en el uso de una corriente eléctrica
sobre el material por proteger, de modo que el potencial electroquímico del sistema
induzca a un comportamiento anódico a dicho material, generando el desarrollo de
una capa de pasivación.

Protección catódica
Radica en modificar relativamente el valor del potencial electroquímico del material
por proteger, haciendo que este material se comporte como un cátodo. Se emplea
mayormente en sistemas enterrados o inmersos en agua de mar. Existen 2 formas
de realizar esto, mediante (1) una corriente impresa o (2) un ánodo de sacrificio
(Revie y Uhlig, 2008).

Ánodo de sacrificio
Se conecta eléctricamente un material con menor potencial electroquímico, el cual
se comporta como el ánodo del sistema. Este ánodo protege al material, al ser
degradado por la corrosión en lugar de dicho material, por lo cual se conoce como
un ánodo de sacrificio. Corriente impresa Es un proceso similar al de ánodo de
sacrificio, cuya diferencia consiste en inyectar una corriente externa al sistema
debido a que, por sí solo, este sistema no generaría suficiente corriente para poder
formar la celda electroquímica, siendo ineficaz contra la corrosión. La corriente
impresa hace posible la protección del material en cuestión, al promover las
reacciones electroquímicas, empleando el ánodo de sacrificio.
Protección anódica
Mucho menos conocida que el método de protección catódica, la protección anódica
consiste en disminuir el potencial electroquímico del material a proteger, a través de
la inyección de una corriente externa, volviéndolo más anódico, lo cual induce al
material hacia un estado de pasivación, formándose la capa pasivada que protege
al material. Al mantener la corriente externa, la capa de pasivación continúa en
constante regeneración, evitando que se deteriore el material. Solo puede ser
empleado en algunos tipos de materiales, sobre todo los metales de transición.

PROTECCIÓN CATÓDICA
Como se conoce, en una superficie metálica en contacto con un medio corrosivo
actúan celdas o “pilas galvánicas” sobre la misma, debido a impurezas y
heterogeneidades propias del material en cuestión. La presencia de puntos
catódicos y anódicos sobre un mismo metal hace que circule una corriente eléctrica,
que como es interna no es medible de modo directo y se denomina: corriente de
corrosión que es la causa de la oxidación generalizada de la pieza metálica. Es
obvio, que si se logra una superficie equipotencial se evita este fenómeno y
es precisamente el objetivo de la protección catódica, la que consiste en polarizar
la superficie metálica a proteger hasta el potencial de los cátodos locales
y la convierte en toda una superficie catódica.

El potencial del acero es inferior a –0,62 V respecto al electrodo normal de


hidrógeno, o de –0,850 V respecto al de Cu/CuSO4, valor universalmente
reconocido; sin embargo, existen diferentes criterios que deben tenerse en cuenta
a la hora deseleccionar el potencial de protección.

Criterio de potencial
La relación entre los potenciales de equilibrio con la actividad de sus propios iones
metálicos en disolución se establece por la ecuación de Nernst:
Si se sustituye en la ecuación anterior para T = 273 + 25ºC, n =1 y si se considera
la disolución diluida donde aMe+= CMe+ queda:

Marcel Pourbaix, [2], descubrió la existencia de la relación entre el potencial de


electrodo y el pH de la disolución para los sistemas en equilibrio mediante los
“Diagramas de Pourbaix.” En ellos se establecen los potenciales de equilibrio de los
metales en agua y para el hierro (acero) que es de –0,62 V respecto al electrodo
normal de hidrógeno, si se toma en consideración una concentración de iones hierro
en solución de 10-6moles / litro.
Si se tiene en cuenta los posibles electrodos de referencia según lo planteado por
Cordeira :

Teóricamente, este es el mínimo para la protección del hierro, aunque para una
mayor seguridad se requiere rebasar ligeramente el potencial en sentido negativo,
pero no debe disminuirse mucho para que no ocurra el desprendimiento de
hidrógeno por reducción de agua, que trae consigo la fragilización del metal por la
introducción de átomos de hidrógeno en su red cristalina. Sin embargo, en
condiciones de poco acceso al oxígeno, en presencia de bacterias reductoras de
sulfato se necesita para ser protegida –100 a –150 mV, que el normal (–0,950 a –
1,0 V) con respecto al electrodo de Cu/ CuSO4.Algunos autores admiten como
criterio de protección disminuir el potencial del metal300 mV en condiciones
normales y 400 mV en presencia de bacterias reductoras anaerobias. En el caso
del aluminio y el cobre se utilizan generalmente de 100 a 200 mV de polarización
como criterio de protección [5]. La ventaja que poseen es que son de fácil aplicación
y considerar que en ocasiones representan cierto grado de sobreprotección ya
que se estimaron para las condiciones más severas. Otro criterio que se acepta es,
que al polarizar el metal solamente 100 mV, se logra disminuir en un 80%
la velocidad de corrosión de la estructura.
Existen dos tipos de protección catódica:
• Corriente impresa
•Ánodos de sacrificio

Protección catódica por corriente impresa


La característica fundamental de un sistema de corriente impresa es que la fuente
de energía para proteger la estructura es externa, por lo general se trata de
rectificadores de corriente continua. Su ventaja consiste en que se controla
exteriormente la fuente de alimentación.
Protección catódica por ánodos de sacrificio
Una celda galvánica que se forma mediante la unión directa de dos materiales
metálicos cuyos potenciales difieran en un valor apreciable, es la fuente
suministradora de la corriente necesaria para la protección del metal más noble, el
cual actuará como cátodo, mientras que el menos noble como ánodo. En la fig. 1,
se presenta un ánodo de sacrificio de Zn y una estructura de acero, que se sumerge
en un medio corrosivo, por ej., agua. El sistema de protección que rige es la
Protección catódica por ánodos de sacrificio, donde el zinc es el ánodo, (ocurre la
corrosión) y el acero permanece inalterado: el zinc protege al acero contra la
corrosión.

Según la serie electroquímica de los metales y sus características individuales, se


observa que solo tres metales pueden de modo satisfactorio utilizarse como ánodos
de sacrificio: el magnesio, el zinc y el aluminio porque presentan un potencial
negativo suficiente que les permite polarizar el metal a proteger hasta
el potencial de protección, son poco polarizables, elevada capacidad de corriente
en amperios – hora por kilogramo.
En la presente etapa como se dijo anteriormente se analiza una aleación de
aluminio, pero es necesario destacar que para la utilización de aleaciones base
aluminio se han realizado numerosas investigaciones, cuyo objetivo principal
ha sido la búsqueda de elementos de aleación que limiten la pasivación anódica del
mismo.
Inhibidores de corrosión
Los inhibidores se definen por Nathan como “...una sustancia que retarda
sustancialmente la velocidad de corrosión, cuando se adiciona al medio corrosivo
en pequeñas concentraciones”. Su mayor utilización se presenta en sistemas
cerrados, en baños ácidos para remover los productos de corrosión de superficies
metálicas con el mínimo ataque al metal base y es posible comprobar que disminuye
el riesgo de la fragilidad por hidrógeno. Dentro de las diferentes clasificaciones se
encuentra la de catódicos, anódicos o mixtos con respecto al potencial de corrosión.
La efectividad de un inhibidor hace que disminuya la velocidad de corrosión y se
expresa como:

Técnicas electroquímicas en el estudio de la corrosión


Ruido electroquímico
Las características del ruido electroquímico varían frecuentemente en el tiempo,
siendo por esto la señal no estacionaria. La mayor información se obtiene de las
oscilaciones en baja frecuencia (menor de 10Hz). La técnica brinda información
acerca de la cinética de reacción, o sea la velocidad de corrosión, siendo posible la
identificación del tipo de corrosión ya sea uniforme, generalizada o localizada.
Espectroscopia de Impedancia electroquímica
Es un método electroquímico que se basa en el uso de una señal de corriente
alterna que es aplicada a un electrodo y se determina la respuesta correspondiente.
Los espectros que se obtienen pueden ser analizados mediante circuitos eléctricos
equivalentes que brindan información de parámetros tales como: resistencias de la
solución (Rs), resistencia a la transferencia de carga (Rct), Capacitancia
(Cdl),velocidad de corrosión (Icorr) y densidad de corriente (Di).La técnica
suministra información abundante y se utiliza también para el seguimiento de la
velocidad de corrosión de un metal en un medio dado y en el control de dicho
fenómeno en sistemas industriales.
Proceso de cálculo
Una fuente de corriente continua cuyo polo negativo está conectado a una tubería
revestida de gran longitud y cuyo polo positivo está unido a una toma de tierra
(lecho anódico), situada a distancia de la tubería, dará como resultado una
disminución del potencial de la superficie de la tubería respecto del terreno que la
rodea, potencial que irá aumentando según que las medidas se vayan alejando del
punto de conexión a la fuente de corriente.
Para una tubería de diámetro y espesor uniformes revestida uniformemente, este
aumento de potencial sigue una ley exponencial, según la fórmula:
Ex= E A . exp( -a x),
en donde:
Ex= potencial tubería/suelo en un punto separado x km del punto de inyección de
la corriente
E A: potencial en el punto de inyección
a: factor de atenuación del potencial
x: distancia en km.
El factor de atenuación (a) es función particular de la tubería considerada y viene
dado por:

en donde:
Rs = resistencia óhmica longitudinal de la tubería, en W/por unidad de longitud,
g = conductancia del revestimiento, en mhos (mho= W -1 X unidad de longitud,
La figura 48 representa la forma de la curva teórica de atenuación de potencial en
una tubería de longitud infinita con un solo punto de inyección de corriente.

Figura 48. Curva teórica de atenuación


del potencial en una tubería de
longitud infinita con un solo punto de
inyección de corriente.
Si en lugar de un punto de inyección de corriente se emplean dos o más,
convenientemente espaciados, se puede lograr que en el punto medio de los puntos
de inyección, el potencial tubería/suelo sea el necesario para que esté protegida
catódicamente.

Figura 49. Curva


teórica de
atenuación del
potencial en una
tubería de longitud
infinita con dos
puntos de inyección
de corriente.

En este caso, el potencial seguirá una curva de atenuación como la representada


en la figura 49, que sigue la ecuación:

en donde:
EA = potencial en el punto de drenaje
Em = potencial en el punto medio entre los dos drenajes
a= factor de atenuación
1= mitad de la distancia entre los dos puntos de drenaje.
La corriente que sale desde el lecho de ánodos vendrá dada por las siguientes
ecuaciones, respectivamente:
en donde: Em = potencial máximo de la tubería respecto a tierra. Debe corresponder
al potencial de protección, -0.85 V vs. Cu/CuSO 4 EA = la elección del potencial
mínimo debe ser función del recubrimiento empleado y del terreno que vaya a
rodear a la tubería. Debe saberse si el recubrimiento es poco o muy absorbente de
la humedad; si es susceptible de fenómenos de electroósmosis, etc. Un
recubrimiento asfáltico a potenciales más negativos que -1 V puede desprenderse,
mientras la brea de hulla, resinas epoxi y determinadas bandas plásticas pueden
soportar potenciales inferiores a -3 V sin sufrir deterioros. a = el factor de atenuación
es el dato más importante, a partir del cual se conoce la resistencia óhmica del metal
de la tubería por unidad de longitud, ya que se conocen sus dimensiones, pero no
la resistencia del revestimiento asociada al electrolito que lo rodea. Este dato se
puede suponer por experiencia anterior, a partir de los datos: tipo de recubrimiento,
espesor, forma de aplicación, etc. De lo contrario hay que medirlo mediante ensayos
de campo, una vez enterrada la tubería.
Con todos estos datos se podrá ajustar la distancia entre puntos en los que se
dispone de suministro eléctrico y el potencial admisible en los puntos de inyección.
Si los puntos de suministro de la corriente eléctrica estuvieran muy alejados y se
tuvieran que disminuir mucho los potenciales de los puntos de inyección (hacerlos
muy negativos) puede pensarse en suplementar el punto central con ánodos de
sacrificio o con una fuente autónoma de corriente eléctrica.
Se ha podido calcular asimismo la intensidad de corriente, (IA), necesaria para
alcanzar la protección en todos los puntos intermedios entre los rectificadores.
Luego, para calcular éstos, falta sólo conocer el voltaje de salida de los mismos.
Este voltaje deberá ser igual a la suma de caídas de tensión a través del circuito, es
decir, a través de la tubería, cables y de la puesta a tierra. Por regla general, las dos
primeras caídas de tensión no son significativas respecto de la de los ánodos a
tierra, por lo tanto, habrá que calcular la resistencia a tierra del lecho de ánodos, o
mejor dicho, hacer un tanteo del número de ánodos necesarios para que en un
terreno de una determinada resistividad, se obtenga la resistencia deseada.
CÁLCULO DE UN LECHO DE ÁNODOS
La resistencia de un lecho de ánodos depende de la resistividad del terreno, de las
dimensiones y forma de los ánodos y del lecho.
Un ánodo enterrado verticalmente en un terreno de resistividad p ohm-cm, rodeado
de una columna de relleno (backfill) de L (cm de longitud) y a (cm de radio), tiene
una resistencia en ohms que viene dada por la fórmula:
en donde e = 2.718 (base de los logaritmos naturales). Si se dispone de varios
ánodos enterrados verticalmente y paralelos entre sí a una distancia s, la resistencia
del lecho viene dada por la fórmula:

Los resultados de estas fórmulas pueden encontrarse en tablas y ábacos que hacen
más cómodo el cálculo.
Si se trata de un lecho horizontal de ánodos con relleno continuo (backfill de polvo
de grafito o de coque) la resistencia total del lecho viene dada por la fórmula:

en la que L es la longitud total del ánodo (en cm), D es el diámetro (en cm), s es la
profundidad al centro del lecho (en cm), R vendrá expresado en ohms cuando la
resistividad p esté en ohm-cm.
Una vez conocida la resistencia a tierra del lecho anódico y multiplicándola por la
intensidad que se necesita transportar desde los ánodos a la tubería, se obtiene el
voltaje de salida del transformador, y se suma a este valor la caída de tensión de
los cables.

Figura 50. Nomograma para


lechos anódicos verticales en
sistemas de corriente impresa.
Basado en ánodos de 2X 60
pulgadas, enterrados en columnas
de polvo de coque de 50 ohm-cm
de resistividad. Resistencia de un
ánodo = 2.56 W más 0.160 W de
resistencia interna. Los ánodos
deben estar en línea recta. Un
ejemplo: para obtener la
resistencia de 15 ánodos en
paralelo espaciados 25 pies en un
suelo de 2 200 W-cm.
La resistencia de los ánodos en paralelo en un suelo de 1 000 W-cm (del
nomograma) = 0.233W. Resistencia en el suelo de 2 000 W-cm = 0.233 X 2 200/1
000 = 0.513 W. Añadir resistencia interna de un ánodo dividida por el número de
ánodos en paralelo:

CÁLCULO DE LA CORRIENTE LIBERADA POR UN ÁNODO ENTERRADO EN


EL SUELO

Figura 56. Esquema de un ánodo enterrado en el suelo.


A partir del esquema presentado en la figura 56, se tiene:

en donde:
I = corriente liberada en amperes
V = diferencia de potencial disponible, en voltios
R = resistencia del circuito, en ohms.
La resistencia del circuito es la resistencia de contacto ánodo-suelo, la cual se
puede descomponer en los siguientes términos:
en donde:
p = 50 ohm-cm (resistividad del backfill)
L1 = 150 cm
d = 5 cm.
La Rbackfill se calcula de la siguiente manera:

S = p dm L1 dm = (D+d)/2 = 17.5 cm
S = 8246 cm2,
por lo tanto:
Rbackfill= 0.0758 ohms;
en donde:
p = 50 ohm-cm (resistividad del backfill)
D= 30cm
d = 5 cm
La R backfill/suelo se calcula a partir de la siguiente fórmula:
en donde:
p = 1 000 ohm-cm (resistividad del suelo)
L 2 = 210 cm
D = 30 cm.
La resistencia total será la suma de las tres resistencias:
R = 0.2377 + 0.07758 + 2.2928 = 2.6063 ohms.
Entonces, la corriente proporcionada por el ánodo sería:
I = 0.25/2.6063 = 0.09592 A = 96 mA.
La diferencia de potencial V se ha determinado considerando un ánodo de una
aleación de Zn con un potencial de -1.05 V y con un potencial de protección de la
estructura de -0.80 V.
CONCLUSIÓN

En general, la electroquímica se encarga de estudiar las situaciones donde se dan


reacciones de oxidación y reducción encontrándose separadas, físicamente o
temporalmente, en un entorno conectado a un circuito eléctrico. Esto último es
motivo de estudio de la química analítica, en una subdisciplina conocida
como análisis potenciométrico. La catálisis es un proceso muy importante desde el
punto de vista de la industria, ya que la producción de la mayoría de los productos
químicos requiere catálisis. La catálisis es un campo de investigación muy
importante en la ciencia aplicada e involucra a muchos otros campos provenientes
de la química y la física
La catálisis es un proceso muy importante desde el punto de
vista de la industria, ya que la producción de la mayoría de los
productos químicos requiere catálisis. La catálisis es un campo
de investigación muy importante en la ciencia aplicada e
involucra a muchos otros campos provenientes de la química
y la física

BIBLIOGRAFIA

 Gilber W. Castelan (1983). Physical Chemistry. (3ª edición) Addison-Wesley.


Massachusetts, E.U.A.
 Aguilar Rios, Gabriel y Salmones Blásquez José (2003). Fundamentos de
Catálisis. Alfaomega. IPN, México D.F.
 https://www.teratorr.com/en-que-consiste-la-catalisis/
 http://www.criba.edu.ar/cinetica/reactores/Capitulo%2010.pdf
 http://www.fcn.unp.edu.ar/sitio/fisicoquimica/wp-
content/uploads/2011/09/cat%C3%A1lisis.pdf
 http://blog.utp.edu.co/docenciaedwin/files/2011/08/electroquimica-teoria.pdf
 https://www.uv.es/tunon/QFIII/tema_6.pdf
 http://depa.fquim.unam.mx/amyd/archivero/FUERZAELECTROMOTRIZYPOTENCIALESTAN
DAR_2644.pdf
 https://www.scielo.sa.cr/pdf/tem/v28n3/0379-3982-tem-28-03-00127.pdf

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