En el presente texto “Los actos obsesivos y prácticas religiosas”, se presenta la primera
incursión a la psicología de la religión. El autor señala la relación que tienen los actos ceremoniales del neurótico obsesivo y los rituales del creyente religioso, estableciendo las semejanzas y las diferencias de estos eventos que son llevados a cabo por personas particulares. Freud no es el primero que se fija en la semejanza de las acciones obsesivas y las practicas que realiza el religioso para dar cuenta de su fe, el autor comenta que a las prácticas obsesivas se les llama ceremoniales. El ceremonial neurótico se puede entender como las pequeñas prácticas, agregados, restricciones y ordenamientos de la vida cotidiana que se cumplen de manera idéntica, dando la impresión de que son meras formalidades carentes de significado, que se presentan a la persona sin poder obviarlos o desaparecerlos, pues si llega a dejarlo a un lado empieza a ocurrir un sentimiento de angustia por no haberlo realizado. El acto ceremonial puede ser entendido también como leyes no escritas que establece la persona para disminuir la angustia, un ejemplo sería una persona que tiene que contar hasta doce para poder apagar la luz. Al omitirse la angustia del acto ceremonial se da paso a considerarlo como una acción sagrada, los hechos que lo perturban, según Freud, se soportan mal y están excluidos de la publicidad y la presencia de otros mientras se realiza el ritual. Freud nos muestra también varios rasgos de la neurosis obsesiva considerando así que los actos ceremoniales tienen una estrecha relación con las acciones obsesivas, además se encuentra como los aspectos importantes las prohibiciones e impedimentos que le permiten hacer al enfermo ciertas cosas de acuerdo con sus leyes escritas, guardando una obediencia a su ceremonial. Freud en este momento advierte sobre las semejanzas y diferencias ceremonial neurótico y las acciones sagradas. Entre las semejanzas se encuentra primero la angustia de la conciencia moral a raíz de las omisiones, segundo la prohibición de ser perturbado y por último la escrupulosidad con que se ejecutan los detalles. En cuanto a las diferencias se hace referencia a la diversidad que tiene el ceremonial neurótico en contraposición de la estereotipia del ritual religioso, seguido del acto privado que caracteriza las acciones de la neurosis, lo cual no se ve en lo religiosos pues tiene un carácter público. La diferencia más importante refiere al hecho de que las acciones religiosas obsesivas tienen un sentido y cumplen una función simbólica por el contrario de los ceremoniales neuróticos que aparentemente no tienen ningún fin, ni un sentido que se puede identificar. Día a día el ser humano busca como enfrentarse al mundo y esta es una de ellas, pues el neurótico obsesivo logra de alguna manera seguir con su vida angustiosa con cada uno de los actos que lleva a cabo para poder sobrepasar lo que no deja su pensamiento. Tanto en el trabajo del neurótico como en el caso de los creyentes se logra identificar a la base de sus actos un sentimiento de culpa inconsciente, que le hace realizar especificas acciones que de alguna u otra manera le ayudan a lavar sus malos pensamientos, o su pecado en el caso de los religiosos. Muchos de los rituales religiosos se realizan para expiar los pecados, los cuales están relacionados con el quehacer sexual de la persona, entonces esas acciones lo que permiten es que la persona implicada pueda hacer frente a la tentación utilizando el ceremonial como una forma de defensa ante lo que le presenta el mundo. La moción pulsional está referida a que en algún momento en la infancia pudo realizar acciones sexuales que luego tuvieron que ser sofocadas. La neurosis obsesiva puede considerarse según lo que plantea Freud como un correspondiente patológico de la formación de la religión, considerándola como una religiosidad individual y en esta misma vía la religión puede considerarse como una neurosis obsesiva universal. La diferencia radicaría en el tipo de renuncia que se hace pues la neurosis obsesiva, hace una renuncia sexual y la religión una renuncia de origen egoísta.