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A partir de la reflexión sobre la temática que nos concierne se nos presentaron diversas

interrogantes con respecto a la misma. Un factor importante que tomamos como punto de
partida fue cuestionarnos que pasa con el desarrollo emocional y social de aquellos niños, en
la espera por ser adoptados, y que atraviesan largos procesos de institucionalización y por
consiguiente sus vínculos afectivos no se desarrollan de la forma esperada tras sufrir el
abandono por parte de su madre biológica. Luego de haber realizado una búsqueda y revisión
de diferentes recursos bibliográficos, se tomaron algunos de estos como antecedentes para el
presente trabajo.
Conjuntamente, aspiramos a brindar aportes teóricos para futuras investigaciones.
Los vínculos afectivos influyen en la vida de las personas siendo determinantes los primeros
vínculos del niño ya que estos sientan las bases de su personalidad, por ello, recurrimos a La
teoría del apego de Bowbly como punto de partida, quien ha realizado valiosos aportes sobre
la temática.
La teoría del apego desarrollada por Bowbly durante los años 1969 a 1980 ha demostrado ser
de gran importancia para el establecimiento de relaciones sociales y afectivas en la vida
adulta, así como el afrontamiento general del mundo. En su teoría, describe los efectos que
producen las experiencias tempranas y la relación de la primera figura vincular en el
desarrollo del niño. El establecimiento de un apego seguro entre ellos va a ser beneficioso
para la salud mental del niño/a, la autoconfianza, la regulación y la decodificación de las
emociones propias y ajenas. También va a repercutir en las relaciones presentes y futuras que
el menor establezca.

La teoría del apego consiste entonces en la necesidad del ser humano, desde que nace y a
través de todo el ciclo vital de establecer una base segura de apego con la finalidad de un
desarrollo emocional y social desarrollado con normalidad.
Otro de los aportes sobre la teoría del apego la brindó Mary Ainsworth, apoyada en la teoría
de Bowlby investiga y desarrolla su teoría postulando la existencia de varios estilos de apego
como ser el apego seguro, apego inseguro-evitativo y apego inseguro-ambivalente y
posteriormente un cuarto patrón: el apego desorganizado. A grandes rasgos, se establece que
en el apego seguro hay confianza y seguridad en las figuras de apego en cambio en el apego
inseguro-evitativo predominan las conductas de distanciamiento y desconfianza sobre las
figuras de apego, siendo en muchos casos distantes y evitan la mirada, hay evidente
desconexión ignorando su presencia. En cuanto al apego ambivalente presentan inseguridad
frente a sus cuidadores y presentan conductas de ansiedad ante la presencia u ausencia de
estos.(Bowlby, 1986)
Estas teorías contribuyeron a explicitar que la falta de un lazo afectivo repercute en el niño
produciéndose consecuencias que van desde síntomas psicosomáticos, trastornos de ansiedad,
pánico, trastornos en el estado de ánimo, depresión en la infancia y en la niñez, dificultad en
la interacción social (Vilaltella, 2008).
En los niños, el abandono repercute en gran medida sobre su realidad psíquica,
independientemente del motivo que lo causó, considerando en muchos casos la idea de no ser
merecedor de amor, una imagen negativa de si mismo y una angustia intensa. En los niños
posteriores al año de vida los efectos que produce el abandono va a depender de los vínculos
establecidos en los 2 primeros años. Si el vínculo con una figura sustituta ha sido buena es
probable que logre establecer lazos afectivos estables, si las experiencias anteriores han sido
malas es probable que no genere estos lazos con todas las consecuencias explicadas
anteriormente. (Rosas y colaboradores, 2012)
Montano (2011) establece que “ En los niños/as adoptados tardíamente observamos apegos
desorganizados o trastornos de vinculación”. A su vez, expresa que los niños que son
adoptados tardíamente han estado esperando una figura de apego que le brinde una base
segura, que regulara sus estados emocionales, independientemente de tener las necesidades
de alimento e higiene, esto no alcanza para establecer una estructura psíquica saludable,
experimentando en el niño sentimiento de desamparo.
Winnicott (citado en Montano, 2011) expresa que el niño está preparado para ser cuidado por
una o dos más personas y no por múltiples personas. Los niños que han sido criados por
varios cuidadores, como son en las Instituciones, donde el personal rota constantemente y
existen cambios de turnos, fallan en la identificación de esa persona especial que le brinde
seguridad, teniendo que adaptarse a diversas formas de crianza. Esto impacta en el psiquismo
pudiendo manifestarse en el lenguaje, en enfermedades, entre otros. Los niños en espera de
adopción deben de esperar largos procesos.
NIÑOS INSTITUCIONALIZADOS

Referencias Bibliográficas
 Bowlby, J. (1986). Vínculos afectivos: formación, desarrollo y pérdida: Edición
renovada.
 Montano, G. (2011). Alteraciones del apego en adopciones tardías. Sus consecuencias
y posibles abordajes terapéuticos, 13.
 Rosas M., M., Gallardo R., I., & Angulo D., P. (2012). Factores que influyen en el
apego y la adaptación de los niños adoptados. Revista de Psicología, 9(1).
https://doi.org/10.5354/0719-0581.2000.18553
 Vilaltella, J. T. (2008.). Bowlby: vínculo, apego y pérdida, 8.

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