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GUION TEATRAL

EL VUELO DE LOS CÓNDORES

Autor: Abraham Valdelomar

ESCENA I

Abraham y Antonio juegan al salir del colegio. Entran corriendo.


Abraham y Antonio: ¡yo llegare primero!
Antonio: Oye, eso es trampa
Abraham: ya... está bien... nuevamente, un dos tres.

De pronto ven aparecer la comitiva de un Circo.

Abraham: Mira, que es eso.


Antonio: (emocionado) ¡Es un circo!
Abraham: ¿Un circo?
Antonio: Si mira ese es el barrista (señalando a un hombre de mediana
estatura, cara angulosa y grave) Ese es el domador (señalaba a un sujeto, con
gorrita, muy fuerte y cierto desenfado en el andar.) Éste es el payaso.
Abraham: ¡Qué serio!
Antonio: Así son en la calle.
Abraham: (viendo a Miss Orquídea) ¿Quién será esa niña?
Antonio: ahí vienen.

Pasan todos. Abraham y Antonio los siguen caminando detrás de ellos.

ESCENA II

Se muestra a la mamá de preocupada en eso ingresa Abraham.

Madre: Cómo jovencito, ¿éstas son horas de llegar?... (Abraham, baja la


cabeza no sabe que responder) ¡Cómo! ¿Dónde has estado?
Abraham: Salimos tarde del colegio...
Madre: No puede ser; Alfredito llegó a su casa a las dos y cuarto...
Abraham: (No sabe que responder)
Madre: ¡Está bien!... ve a tu habitación luego hablaremos. Tu padre va a llegar
del trabajo si se entera que te escapaste se va a enojar contigo.
Abraham: si mamá
ESCENA III

Abraham se sienta en la cama con la cabeza inclinada. Ingresa su hermanita.


Se acerca.

Hermanita: Oye (tirándole del brazo y sin mirarle de frente) anda a comer...
Abraham: ¿Ya comieron todos?
Hermanita: Hace mucho tiempo. ¡Si ya vamos a acostarnos!
Abraham: Oye, ¿y qué han dicho?...
Hermanita: Nada; mamá no ha querido comer…

Abraham no quiere ir a la mesa. Su hermanita sale y vuelve al punto trayéndole


a escondidas un pan, un plátano y unas galletas que le habían regalado en la
tarde.

Hermanita: Anda, come, no seas tonto. No te van a hacer nada... Pero no lo


vuelvas a hacer…estábamos preocupados.
Abraham: (rechazando el pan) No, no quiero.
Suena largamente otro campanillazo.
La música comienza con el programa, Presentación de la compañía. Salen los
artistas. Llegan al centro de la pista y saludan, en el centro, Miss Orquídea
vestida de punto, con zapatillas rosadas, sonríe.
Se quedó mirándola largo rato. La niña levantó hacia él los ojos y le miró
dulcemente. ¡La enferma sonrió, sonrió! Abraham Volvía al otro día, y al otro, y
así durante ocho días. Se miraban pero no hablaban. Siempre sonreían mudos
ya que las palabras del corazón no requieren de voces ni sonidos. Pero hoy
será distinto, Miss Orquídea y el circo se van, se van para no volver...
¡Abraham!, se va el circo, se va, ¡Abraham!, (sale)
Entra el payaso con una maleta y le entrega a la niña. Quien parece esperar a
alguien. Ingresa Abraham, se acerca lentamente a la niña y le entrega el
pañuelo blanco, escondida en ella hay una rosa, Miss Orquídea Le da un beso
en la mejilla, ambos se toman de las manos y se miran un instante a los ojos.

TELÓN

Hermanita: Pero oye, ¿dónde fuiste?...


Abraham: (Entusiasmado y recordando el circo) Estuve jugando con Antonio
cuando vimos aparecer un circo, Cuántos volatineros hay, un barrista con unos
brazos muy fuertes; un domador muy feo, debe ser muy valiente porque estaba
muy serio. ¡Y el oso! ¡En su jaula de barrotes, husmeando entre las rendijas!,
¡Y el payaso!... ¡pero qué serio es el payaso! Y el caballo blanco, el mono, con
su saquito rojo, atado a una cadena. ¡Ah, es un circo maravilloso!
Hermanita: ¿Y cuándo se presentan?
Abraham: El sábado...
Voz off madre: Niñita, ¡a acostarse!
Hermanita: tengo que ir a dormir, mañana me cuentas todo... (Sale a prisa)
ESCENA IV

Aparece la madre, se sienta al lado de Abraham


Madre: Hay hijo, Porque me haces esto.
Abraham: No mamá, me encontré con Antonio, mi amiguito y nos fuimos a
jugar, yo no quería
Madre: acaso no entiendes que yo me preocupo por ti
Abraham: si mamá lo se
Madre: pensé que te había pasado algo,
Abraham: te prometo que no volverá a pasar
Madre: aun no se lo he dicho a tu papá, si me prometes que es la última vez
que llegas tarde a casa no le diré nada.
Abraham: Si mamá te prometo que no volveré a llegar tarde a casa.
Madre: Te traje algo para comer. (Saca de su delantal un pan y bizcochos)
Abraham: Gracias, pero tampoco tú comiste.
Madre: Ya lo haré antes de irme a acostar. Bueno, que duermas bien
Abraham: si mamá, hasta mañana. (Sale)

Se siente un ruido. Ingresa la hermanita. Descalza; echa una moneda y un


trompo sobre la cama de Abraham.

Hermanita: Oye, los dos centavos para ti, y el trompo también te lo regalo...
(Yéndose de puntitas)

ESCENA V

Abraham: Sueña con el circo. Aparecen todos los personajes. El payaso, el


oso, el mono, y en medio de ellos, la niña, delgada, de ojos negros, que le mira
sonriente. Baila el oso, piruetea el payaso. Poco a poco todos van
desapareciendo, quedando sólo la desconocida niña con su triste y dulce
mirada y entonces Abraham y la niña bailan juntos. Abraham despierta
Lentamente y se da cuenta que todo era un sueño.

ESCENA VI
En el comedor.
Hermanita: me han contado que el barrista es muy fuerte.
Abraham: el mono es muy ágil y divertido.
Hermanita: Si papá es increíble ha llegado un payaso muy gracioso se llama
"Confitito";
Abraham: Además hay un oso muy inteligente y... todos mis amigos irán al
circo...
El Papá sonríe aparentando seriedad. Luego saca pausadamente un sobre.
Abraham y su Hermanita: ¡Entradas!
Hermanita: Sí, entradas. ¡Espera!...
Abraham: ¡Entradas!
Los niños de abalanzan sobre el padre.
Padre: Estarse quietos o... ¡no hay nada!
La madre coge el sobre.
Hermanita: ¿Qué es? ¿Qué es? ...
Se deja ver un papel multicolor.
Hermanita: ¡Qué programa!, ¡Con letras enormes y con los artistas pintados!
Abraham: (leyendo)¡Qué maravilla!, El afamado barrista kai, el hombre de
goma; el célebre domador Mister Vin; la bellísima amazona Miss Anne; el
graciosísimo payaso "Confitito", rey de los payasos de America, y su mono; y el
extraordinario y emocionante espectáculo "El Vuelo de los Cóndores",
ejecutado por la pequeñísima artista Miss Orquídea.
Abraham y su hermanita Celebran alborozados el circo.

ESCENA VII

Entrando en una gran carpa, de la que salen gritos, llamadas, piteos, risas. Se
instalan y se escucha una campanada.
Voces: ¡Segunda!
Voces: ¡Tercera! ¡Bravo, bravo!
Todos los artistas se presentan uno por uno, el animador es un payaso, que va
anunciando graciosamente los números del programa.
Animador: A continuación ¡EI Vuelo de los Cóndores!
Aparece Miss Orquídea con su timida sonrisa; llega al centro, saluda
graciosamente, y realiza su número. La niña se lanza mientras el bombo
produce un ruido siniestro y monótono. El público la aclama con vehemencia.
Miss Orquídea, agradece, se escuchan más aplausos,
Voces: Otra, otra, otraaaaa....
Animador: Señoras y señores, niñas y niños, a pedido del respetable público
se repetirán la difícil prueba del vuelo de los cóndores a cargo de la
extraordinaria Miss Orquídea. Para ello pedimos fuertes aplausos...
La prueba se repite. Nuevamente suenan los tambores.
Miss Orquídea se suelta del trapecio y cae violentamente, se escuchan gritos,
su cuerpo es recogido por los artistas quienes le sacan del escenario. Todos se
retiran, solo queda Abraham quien triste se acerca al lugar donde la niña dejo
caer su pañuelo, lo recoge y llora. Su hermanita ingresa y trata de consolarlo.
De pronto se escucha la voz de la madre que le llama:

Madre: (ingresando) ¡Abraham!...

Abraham corre y abraza a su madre quien le consuela. Salen

ESCENA VIII
Ingresa Antonio preocupado.

Antonio: (llama) Abraham, Abraham, (Al público) han visto a mi amiguito


Abraham, no lo veo desde aquel día en el circo. Han pasado ya varios días, me
han dicho que se ha encerrado en su cuarto y llora por la niña, por Miss
Orquídea, todos dicen que la pobre niña está muy grave, la función del vuelo
de los cóndores se ha suspendido, ya la gente no quiere ir, dicen que el circo
se irá muy pronto. (ve aparecer a la niña) allá a lo lejos veo venir a la pequeña
Miss Orquídea, está muy triste, todos los días la delicada niña se sienta en la
terraza a contemplar el pueblo, ahí en ese lugar un día, Abraham, al dirigirse al
colegio volvió la cara al oír unas palabras y vio algo que le inmovilizó. Era una
niña muy pálida, muy delgada, sentada, mirando el amanecer. Era Miss
Orquídea, en un gran sillón de brazos, envuelta en una manta verde, inmóvil.

ESCENA IX
Miss Orquídea: Adiós... Adiós… (Sale)
Ingresa Antonio ejecutando su instrumento, le alcanza a Abraham el suyo y
luego ambos tocan.
Antonio tocando el violin, Abraham se detiene un instante, observa por el
lugar por donde se fue la niña, luego suspira, sonríe y se van cantando muy
alegres.

Abraham: adios Miss Orquidea

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