“POR LAS AZOTEAS“

Hecho por Walter Kenyi Salvador Sotteccani para el curso de

Lenguaje I.E.P Prolog-Chincha
Título de la obra: Por las azoteas, publicado en 1964 junto con el
libro de relatos “La palabra del mudo”
Autor: Julio Ramón Ribeyro Zúñiga (31/08/1929 - 4/12/1994)
Peruano de nacimiento, gran figura destacada de la Generación del
50 y considerado uno de los mejores cuentistas de la literatura de
América Latina.

Escenario: La azotea de una casa

Especie literaria: Cuento Género: Narrativo

Tuve la suerte de que nadie haya escogido este cuento dado que
el autor de esta fábula me es conocido gracias a su obra popular
“Los gallinazos sin plumas” en la que nos trata de dar vista la
explotación infantil, el título de esta obra me hacía presagiar que
era de género narrativo debido a anteriores cuentos u obras del
mismo autor.
Me sorprendió la gran imaginación de cierto personaje pues a
sus 10 años se les ocurrían unas cosas que a la mayoría de niños
actualmente se les dificulta gracias a los dispositivos tecnológicos
que los mismos padres les otorgan.
Al terminar de leer el cuento de Ribeyro me quedó un cierto
sabor amargo en la boca, ya que el personaje que traía más
intriga en este relato se fue en el momento que le entregó un
obsequio a su pequeño amigo.
Luego de todo eso me saturaba a mí mismo de muchas
preguntas
como por ejemplo ¿En qué consistía el libro que le obsequió el
hombre de la perezosa? ¿Qué pasó con el hombre de la perezosa
y porque los padres del niño no querían que este se juntara con
el misterioso hombre? Qué cosa tan grave debió haber hecho el
hombre de la perezosa para que los padres del niño se alarmaran
tanto, a tal punto que arrojaran el libro a la basura y prohibir que
el niño vea a su gran amigo de la canícula.

La obra comienza en la azotea de una morada en la cual vivía una

familia con un solo hijo de 10 años, a este le gusta acumular
objetos destruidos en los que podemos encontrar: sillas rotas,
maceteros rajados, cocinas de carbón, entre otras cosas. Nuestro
personaje se la pasa construyendo día a día su fortaleza
aprovechando así el verano, nuestro pequeño amigo va se va a
dirigir hacia una zona inexplorada luego de un rato ve hacia lo
largo un hombre echado en una hamaca o mecedora en la cual
disfruta de un largo descanso, tomando el sol con un sombrero
de paja y una barba descuidada. El gobernante del reino se
sentía amenazado por la presencia de tal hombre desconocido
haciendo que este fortificara más sus defensas por siguiente el
niño va a espiar al hombre de la perezosa, el hombre logra verle
al niño y le señala con la mano con intención de que este pasara.
El niño le pregunta por su identidad y aquel se dice llamar el rey
de la azotea, estos dos hacen un acuerdo que nombra al hombre
como rey de los gatos. Dentro de las tantas visitas que el hombre
recibía por parte del niño, hubo una ocasión en la que le contó
cierto cuento que el niño no entendió, por consiguiente el
hombre le cuenta otro que era un poco más simple.
Todos los días el niño iba por la compañía de su gran amigo, el
hombre nunca dijo quién era ni de dónde venía.
Hasta que llegó el día del cumpleaños del hombre de la perezosa,
el hombre le obsequió un libro al niño pues el verano ya estaba
por acabarse. Cuando sus padres vieron el libro se alarmaron
demasiado y le prohibieron ver a ese hombre, el niño se quedó
descontento visto que no podía ver más a su amigo y las clases
ya habían comenzado.

Podemos observar que Ribeyro hace uso del “Monologo interior”

ya que los pensamientos de nuestro personaje fluyen en su
mente y nos permite dar a entender mejor la personalidad de
este. A mi parecer esta obra es una maravilla para el lector ya
que tiene de todo: filosofía por parte del hombre de la perezosa,
intriga en todos los sucesos del relato y logra que el lector se
quede con esas ansias de querer más, con la curiosidad de saber
que pasa o que va a suceder más adelante. En conclusión, no
tengo quejas al respecto de la estupenda y maravillosa obra de
Ribeyro.