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El warrant es un título valor a la orden que, al igual que el certificado de depósito, también representa
derechos reales sobre las mercaderías depositadas.
El warrant representa un derecho real de prenda a favor del tenedor de dicho título valor, mientras que
la propiedad de las mercaderías corresponde al tenedor del certificado de depósito. Es decir, el warrant
convierte a su tenedor en acreedor prendario de la mercadería o productos en depósito, mientras que el
certificado de depósito convierte a su titular en propietario de dichas mercaderías1.
El warrant es emitido por el almacén general de depósito a solicitud del depositante, expresando
información idéntica al certificado de depósito. Asimismo, constituye el instrumento que servirá de
garantía para que una entidad financiera o cualquier inversor otorguen financiamiento al depositante o
a un tercero endosatario titular del warrant.
a.- El precio al que se comprará/venderá recibe el nombre de precio de ejercicio (o strike price).
b. Activo subyacente. Es el activo de referencia sobre el que se otorga el derecho, puede ser una acción,
una cesta de acciones, un índice bursátil, una divisa, tipo de interés.
d. Prima. El precio que se paga por el warrant. Este precio se compone de:
o Valor temporal. Es la parte de la prima que valora el derecho de compra o venta del subyacente
inherente al warrant. Está determinado por elementos como la volatilidad o el tiempo hasta el
vencimiento.
El Warrant es un instrumento el cual se ve enmarcado dentro del tipo de opciones. Sería como un
derecho de comprar o vender un activo subyacente a un precio y en una fecha determinada, este derecho
lo posee el inversor. Estos instrumentos dan al poseedor el derecho de realizar la transacción asociada,
ya sea bien de compra o de venta, y a la otra parte la obligación de realizarla. Cuando se realiza todo
esto, se dice que se ha ejercido el warrant.
Varios emisores y subyacentes: existen diversos emisores y una amplia variedad de subyacentes
(acciones nacionales o extranjeras, índices, cestas, tipos de cambio, materias primas, etc..), por lo que el
inversor a la hora de contratar podrá elegir emisor y subyacente. La competencia entre los emisores
favorece al inversor