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Concepto
EPIDEMIOLOGIA
Ulcera gástrica es más usual en los hombres que en las mujeres con una
proporción de 2 a 1, mientras que la duodenal tiende a equilibrar la
relación, con una frecuencia 1,5 a 1.
ETIOLOGIA
Factores defensivos
Factores agresivos.
FISIOPATOLOGIA
La PUD incluye las úlceras gástrica y duodenal. Las úlceras se definen como
roturas en la superficie de la mucosa con un tamaño >5 mm, que abarcan
hasta la submucosa. Las úlceras duodenales (DU) y las úlceras gástricas
(GU) comparten muchas características comunes en términos patogénicos,
diagnósticos y terapéuticos, pero varios factores diferencian a una de la otra.
Los factores de riesgo más frecuentes para PUD incluyen Helicobacter pylori
y NSAID, con una razón de posibilidades calculada en Estados Unidos de
3.7 y 3.3, respectivamente. Los factores de riesgo adicionales (razón de
posibilidades) incluyen enfermedad pulmonar obstructiva crónica (2.34),
insuficiencia renal crónica (2.29), consumo de tabaco (1.99), anteriores
consumidores de tabaco (1.55), edad avanzada (1.67), tres o más visitas al
médico en un año (1.49), arteriopatía coronaria (1.46), antecedentes de
consumo de alcohol (1.29), estadounidenses de raza negra (1.20), obesidad
(1.18) y diabetes (1.13). Más adelante se describen los mecanismos de estos
factores de riesgo que causan enfermedad ulcerosa péptica.
Epidemiología:
1. Úlceras duodenales. Se calcula que las DU se producen en
6 a 15% de la población occidental. Su incidencia declinó
de manera constante de 1960 a 1980 y se ha mantenido
estable desde entonces. Las tasas de mortalidad, la
necesidad de intervención quirúrgica y las visitas al
médico han disminuido >50% durante los últimos 30
años. Las razones de esta reducción en la frecuencia de
las DU se relacionan tal vez con el descenso de la
frecuencia de H. pylori. Antes del descubrimiento de esta
bacteria, la evolución natural de la DU estaba marcada por
recurrencias constantes después del tratamiento inicial.
La erradicación de H. pylori ha disminuido en gran medida
esta tasa de recurrencias
2. Úlceras gástricas. Las GU tienden a aparecer más tarde en
la vida que las duodenales, con un máximo de incidencia
durante el sexto decenio de edad. Más de 50% de las GU
se produce en varones y son menos frecuentes que las DU,
quizás a causa de la mayor probabilidad de que las GU
evolucionen de forma asintomática y tan sólo aparezcan
cuando se genera una complicación. Los estudios
necroscópicos sugieren una incidencia similar para ambos
tipos de úlcera.
Histopatología:
1. Úlceras duodenales. Las DU aparecen sobre todo en la
primera porción del duodeno (>95%) y casi 90% se ubica
en los primeros 3 cm siguientes al píloro; casi siempre
miden ≤1 cm de diámetro, aunque algunas veces pueden
alcanzar 3 a 6 cm (úlcera gigante); están delimitadas con
claridad y su profundidad alcanza en ocasiones la
muscularis propia. La base de la úlcera se forma casi
siempre por necrosis eosinofila con fibrosis circundante.
Las DU malignas son muy raras.
2. Úlceras gástricas. A diferencia de las DU, las GU
constituyen algunas veces un cáncer, por lo que debe
obtenerse una biopsia en cuanto se descubran. Por lo
general, las GU benignas se localizan distales a la unión
entre el antro y la mucosa secretora ácida. Las GU
benignas son muy raras en el fondo gástrico y tienen
similitud histológica con las duodenales. Las benignas
causadas con H. pylori también se vinculan con gastritis
antral. En cambio, las GU relacionadas con NSAID no se
acompañan de gastritis activa crónica, pero pueden
mostrar evidencia de gastropatía química, por lo regular
con hiperplasia foveolar, edema de la lámina propia y
regeneración epitelial en ausencia de H. pylori. También
es posible que las fibras de músculo liso se extiendan
hacia las porciones superiores de la mucosa, donde no se
encuentran de forma típica.
Fisiopatología:
1. Úlceras duodenales. H. pylori y NSAID explican la mayor
parte de las DU. En los pacientes con DU se han descrito
muchas alteraciones de la secreción ácida. Entre ellas, la
secreción ácida media basal y nocturna puede hallarse
incrementada en los pacientes con DU en comparación
con los testigos; no obstante, el grado de superposición
entre los individuos con DU y los testigos es considerable.
La causa de la alteración de este proceso secretor no es
clara, aunque la infección por H. pylori podría contribuir
a ello. La secreción de bicarbonato está notoriamente
reducida en el bulbo duodenal de los enfermos con una
DU activa en comparación con los testigos. Una infección
por H. pylori quizá también posea importancia en este
proceso (véase más adelante).
2. Úlceras gástricas. Tal y como se observa en las DU, gran
parte de las GU se puede atribuir a la infección por H.
pylori o a una lesión de la mucosa inducida por NSAID.
Las GU que aparecen en el área prepilórica o las del cuerpo
relacionadas con DU o una cicatriz duodenal tienen
patogenia similar a éstas. La secreción de ácido gástrico
(basal y estimulada) tiende a ser normal o estar
disminuida en los pacientes con GU. Cuando ésta aparece
en presencia de concentraciones mínimas de ácido, existe
una alteración de los factores de defensa de la mucosa.
Las GU se clasifican según sea su ubicación. Las de tipo I
aparecen en el cuerpo gástrico y se acompañan a menudo
de una producción reducida de ácido gástrico; las de tipo
II aparecen en el antro y la cantidad de ácido gástrico es
reducida o normal; las de tipo III aparecen a 3 cm del píloro
y suelen acompañarse de úlceras duodenales y una
producción normal o excesiva de ácido gástrico; asimismo,
las de tipo IV surgen en el cardias y se vinculan con
hipoproducción de ácido gástrico.
H. PYLORI Y TRASTORNOS PÉPTICOS: La infección gástrica por
la bacteria H. pylori subyace en la mayor parte de los casos de
PUD (cap. 188). Este microorganismo también puede ser
importante en la aparición de linfomas que se originan en el
tejido linfoide relacionado con las mucosas (MALT, mucosa-
associated lymphoid tissue) y el adenocarcinoma gástrico.
Aunque ya se ha determinado la secuencia del genoma completo
de H. pylori, todavía no es claro de qué forma este
microorganismo, que se encuentra en el estómago, produce
ulceración del duodeno o si su erradicación disminuirá la
incidencia del cáncer gástrico.
1. La bacteria. La bacteria, denominada de forma inicial
Campylobacter pyloridis, es un microorganismo
microaerófilo gramnegativo con forma de bastón que se
encuentra de modo habitual en las porciones más
profundas del gel de moco que recubre la mucosa gástrica
o entre la capa de moco y el epitelio gástrico. Puede fijarse
al epitelio gástrico, pero en circunstancias normales no
parece invadir las células. Su conformación le permite vivir
en el medio agresivo del estómago. Tiene forma de S (∼0.5
a 3 μm de tamaño) y contiene múltiples flagelos
recubiertos. Al principio, H. pylori reside en el antro, pero
con el tiempo se desplaza hacia segmentos más proximales
del estómago. Es capaz de transformarse en una forma
variante cocoide, que representa un estado inactivo que
puede facilitar la sobrevida en condiciones adversas. Se ha
definido la secuencia del genoma de H. pylori (1.65
millones de pares de bases) y codifica a casi 1 500
proteínas. Entre ellas existen factores que son
determinantes esenciales de la patogenia mediada por H.
pylori y la colonización, como proteína de membrana
externa (proteínas Hop), ureasa y citotoxina vacuolante
(Vac A). Además, la mayor parte de las cepas de H. pylori
contiene un fragmento genómico que codifica la isla de
patogenia cag (cag-PAI, cag pathogenicity island). Algunos
de los genes que integran la cag-PAI codifican
componentes de la isla de secreción tipo IV que transpone
Cag A al interior de las células hospedadoras. Una vez
dentro de la célula, la Cag A activa fenómenos celulares
que son importantes en la proliferación celular y la
producción de citocinas. H. pylori tiene también una
diversidad genética extensa que refuerza su capacidad de
promover la enfermedad. La primera etapa en la infección
por H. pylori depende de la movilidad de la bacteria y su
capacidad de producir ureasa. Esta última elabora
amoniaco a partir de la urea, fase esencial para alcalinizar
el pH del entorno. Otros factores bacterianos son catalasa,
lipasa, adhesinas, factor activador de plaquetas y pic B
(que induce citocinas). Existen múltiples cepas de H. pylori
y se caracterizan por su capacidad para expresar varios de
los factores (Cag A, Vac A y otros). Es posible que las
diferentes enfermedades vinculadas con la infección por
H. pylori sean atribuibles a cepas distintas de
microorganismos con propiedades patógenas específicas.
2. Epidemiologia. La prevalencia de H. pylori varía en todo el
planeta y depende en gran medida del estándar global de
vida en cada región. En zonas en desarrollo, 80% de la
población puede estar infectada al cumplir 20 años, en
tanto que la prevalencia es de 20 a 50% en países
industrializados. En cambio, en Estados Unidos los niños
raras veces tienen dicho microorganismo. La prevalencia
global de H. pylori en Estados Unidos se aproxima a 30%
y las personas que nacieron antes de 1950 tienen una tasa
mayor de infección respecto de quienes nacieron después.
Alrededor de 10% de los estadounidenses <30 años de
edad está colonizado por la bacteria. La tasa de infección
por H. pylori en naciones industrializadas ha disminuido
en grado sustancial en decenios recientes. El incremento
constante de la prevalencia de dicho microorganismo
observado conforme envejece la persona se debe en mayor
medida a un efecto de cohorte, que refleja una mayor
transmisión en un lapso en que las cohortes más
tempranas eran los niños. Se ha calculado con modelos
matemáticos que la mejoría en la atención de la salud en
la segunda mitad del siglo xix redujo de modo notable la
transmisión de H. pylori. Además, con la tasa actual de
intervención se ha calculado que al final se erradicará
dicho microorganismo de Estados Unidos. Dos factores
que predisponen a tasas mayores de colonización son
estatus socioeconómico bajo y menor nivel educativo. Son
estos factores y no la raza los que dan lugar a que la tasa
de infección por H. pylori en sujetos de raza negra e
hispanos duplique la tasa observada en individuos de raza
blanca de edad similar. Otros factores de riesgo para
desarrollar la infección por el microorganismo son: 1)
nacer o vivir en un país pobre; 2) hacinamiento en el
hogar; 3) condiciones de vida antihigiénicas; 4)
insalubridad de alimentos o agua, y 5) exposición al
contenido gástrico de una persona infectada. La
transmisión de H. pylori se produce de persona a persona
por vía oral o fecal-oral. El riesgo de infección ha decrecido
en los países pobres. La tasa de infección en Estados
Unidos ha descendido en >50% en comparación con la
registrada hace 30 años.
3. Fisiopatología. La infección por H. pylori se vincula casi
siempre con una gastritis activa crónica, pero sólo 10 a
15% de los individuos infectados manifiesta una úlcera
péptica evidente. La razón de esta diferencia se desconoce,
pero quizá se debe a una combinación del hospedador y
factores de la bacteria, algunos de los cuales se mencionan
más adelante. Los estudios iniciales sugieren que >90% de
todas las úlceras duodenales estaba vinculado con H.
pylori, pero la bacteria está presente en sólo 30 a 60% de
los individuos que presentan GU y en 50 a 70% de los
pacientes con DU. La fisiopatología de las úlceras no
relacionadas con H. pylori ni con consumo de NSAID (o
con el raro síndrome de Zollinger-Ellison [ZES, Zollinger-
Ellison syndrome]) se ha tornado más relevante conforme
se reduce la incidencia del microorganismo, en particular
en los países occidentales.
CUADRO CLINICO
Examen físico
EXAMENES COMPLEMENTARIOS
DIAGNOSTICO
Diagnóstico positivo
Diagnóstico diferencial
Afecciones del segmento grastroduodenal: Hernia hiatal con reflujo,
duodenitis crónica, divertículos gastroduodenales, neoplasia benigna y
malignas (linfoma gástrico), parasitismo (giardiasis), gastritis.
Dispepsias no ulcerosas
COMPLICACIONES
Perforación
Síndrome pilórico
PRONÓSTICO
Tratamiento medico
Tratamiento medicamentoso
Tratamiento quirúrgico
CLASIFICACION
GASTRITIS AGUDA
La infección por H. pylori aumenta con la edad con una tasa promedio de
1% anual.
CUADRO CLINICO
En algunos casos hay dolor y ardor en el epigastrio, náuseas y
vómitos. El dolor es fijo, mantenido, de intensidad moderada, y se
exacerba con la ingestión de alimentos. Al estado nauseoso, a veces
intenso, le siguen vómitos, que en sus primeros estadios son
alimentarios y se transforman después en acuoso biliosos, con un alto
contenido de moco. El vómito alivia generalmente las molestias en
gran número de pacientes. El ardor puede ser continuo y no ceder con
la ingestión de alimentos. La anorexia es otro síntoma acompañante,
por lo común transitorio; sin embargo, se señala que la mayoría de
los enfermos con este tipo de gastritis por H. pylori permanecen
asintomáticos.
EXAMENES COMPLEMENTARIO
1. Prueba de secreción gástrica. Inicialmente hay un aumento de
la secreción acida gástrica y luego hipoclorhidria, que en
ocasiones dura hasta 1 año.
2. Gastroscopia. Tiene un gran valor, pues permite observar la
intensidad de la lesión de la mucosa, así como tomar muestra
de biopsia para el estudio histopatológico y especifico del
microrganismo H. pylori y confirmar el diagnóstico.
EVOLUCION
Una vez que curan la infección por H. pylori, la mayoría de los
pacientes mejoran, pero otros evolucionan hacia gastritis crónica.
TRATAMIENTO
GASTRITIS CRÖNICA
CLASIFICACION
GASTRITIS DE TIPO A
Patogenia
Se ha planteado una patogenia inmunitaria o auntoinmunitaria por
la presencia en el suero de estos enfermos con gastritis de tipo A y
anemia perniciosa, de anticuerpo contra células parietales y contra el
factor intrínseco. Estos anticuerpos contra células parietales son
citotoxicos para las células de la mucosa gástrica. Se señala que en la
gastritis A los anticuerpos séricos más específicos son contra el factor
intrínseco, los cuales bloquean el lugar de captación de la vitamina
B12 agotan la concentración sérica y los almacenes de esta y
producen anemia megaloblástica.
Exámenes complementarios
Quimismo gástrico. Hay hipoclorhidria o anaclorhidria, la cual es
proporcional a la destrucción de las células parietales y a la atrofia de
la mucosa del cuerpo y el fondo gástricos en los pacientes con gastritis
de tipo A con aclorhidria o hipoclorhidria sin anemia perniciosa
Evolución
Los tumores carcinoides gástricos, de estar presentes tienen una
evolución insidiosa y provocan metástasis, pero responden a la
antrectomia, y los tumores multifocales, a la extirpación local.
Tratamiento
Aparte de la vitamina B12 para la anemia perniciosa, no hay un
tratamiento específico.
GASTRITIS DE TIPO B
Patogenia
Aun no se conoce el mecanismo exacto mediante el cual H. pylori
produce las lesiones inflamatoria en la mucosa gástrica; se plantea
que este germen libera factores quimiotácticos que facilitan el traslado
y la agregación de los neutrófilos, así como que en la membrana de
las bacteria hay antígenos superficiales que actúan como
endotoxinas, unido esto a la liberación de factores citotoxicos por el
germen.
Evolución
La gastritis crónica por H. pylori puede llevar a una gastritis atrófica
multifocal, atrofia gástrica y una metaplasia gástrica. La atrofia
aumenta el riesgo de cáncer gástrico, y H. pylori es uno de los factores
que intervienen en su desarrollo; además, este germen se relaciona
también con el linfoma gástrico.
Cuadro clínico
Es asintomática o produce dolor en el epigastrio, fijo, no ardor. Suele
asociarse a una ulcera péptica, que presenta los síntomas
característicos.
Exámenes complementarios
Gastrina sérica. Es normal en la mayoría de los casos.
Tratamiento
Solamente para erradicar a H. pylori antibiótico no resistentes. Si el
paciente tiene ulcera péptica asociada o linfoma gástrico.
GASTRITIS LINFOCÍTICA
GASTRITIS EOSINOFILA
GASTRITIS GRANULOMATOSA
CANCER DE ESÓFAGO
CONCEPTO
En más del 98% de los casos el tumor es primario, y lo más frecuente es que
tenga un origen epitelial con predominio del tipo epidermoide (90%) y el
adenocarcinoma, que en las últimas décadas ha tenido un incremento
notable.
INCIDENCIA Y PATOGENIA
Edad
Sexo
Raza
Si bien es cierto que hay predominio en ciertas áreas geográficas que
coinciden con determinadas razas, todo parece indicar que otros factores,
más que el racial son lo que determinan una incidencia más elevada, tales
como los factores de riesgo.
Factores predisponentes
CLASIFICACION
Los tumores malignos del esófago se clasifican desde varios puntos de vista.
Se expondrá dos.
Clasificación histológica.
A. Tumores primarios.
1. Epiteliales
a) Carcinoma de células escamosas (epidermoide).
b) Adenocarcinoma.
c) Carcinoma adenoideo quístico.
d) Carcinoma mucoepidermoide.
e) Carcinoma adenoescamoso.
f) Carcinoma indiferenciado.
g) Melanoma maligno
2. No epiteliales o mesenquimatosos.
a) Leiomioscarcoma
b) Fibrosarcoma
c) Linfosarcoma (para algunos autores lesiones secundaria
invasivas).
3. Mixtos.
a) Carcinosarcoma.
B. Tumores secundarios o metastásicos.
Clasificación topográfica
HEPATITIS
Concepto
Etiología