Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ACTUALIZACIÓN
PUNTOS CLAVE
cuente en las mujeres durante la gestación, presentándola el señalan una incidencia de esofagitis en la evolución de estos
25%-70% de ellas. Entre la enfermedades que se asocian pacientes muy baja, por debajo del 15%3. La pirosis funcio-
con una mayor frecuencia de ERGE se encuentran el sín- nal tiene una evolución clínica similar a la ERNE 4.
drome de Zollinger-Ellison, enfermedades que afectan a la
musculatura lisa esofágica, como la esclerodermia, y enfer-
medades que pueden trastornar la inervación autonómica Etiopatogenia
esofágica, como la diabetes mellitus. Además, es frecuente
la asociación de la ERGE con otras enfermedades funcio- La ERGE es una enfermedad funcional con una patogénesis
nales digestivas, como el síndrome de intestino irritable y la multifactorial. En sujetos sanos ocurren varios episodios de
dispepsia funcional, sin que estén aclarados los mecanis- reflujo gastroesofágico de corta duración que no generan
mos. síntomas ni lesiones, constituyendo lo que conocemos como
reflujo gastroesofágico fisiológico. La cantidad de reflujo
gastroesofágico y las consecuencias de éste dependen de que
Historia natural los mecanismos defensivos para contener el reflujo gastroe-
sofágico (unión gastroesofágica) y limitar sus efectos (aclara-
La historia natural de la ERGE viene determinada funda- miento esofágico, resistencia mucosa) sean superados por los
mentalmente por la existencia o no de esofagitis. factores agresivos. Estos factores se encuentran muchas ve-
La ERGE erosiva tiene una evolución crónica. La cura- ces en un delicado equilibrio que puede decantarse a favor de
ción farmacológica de las lesiones, incluso mantenida duran- los factores agresivos por la presencia de algunos factores in-
te períodos prolongados, no modifica la exposición esofágica tercurrentes agravantes o precipitantes (fig. 1)
al ácido, lo que explica la notable tendencia a la recidiva
(80%). Se ha señalado que hasta un 20% de los pacientes po-
drían desarrollar complicaciones, y el único factor de riesgo Mecanismos defensivos
encontrado para su desarrollo ha sido el diagnóstico previo
de esofagitis erosiva. Sin embargo, esta evolución hacia for- Esfínter esofágico inferior
mas más graves de lesión con el paso del tiempo no es com- La contención del reflujo gastroesofágico depende de la in-
partida por todos. tegridad funcional de la unión gastroesofágica. Diversas es-
La ERNE muestra una evolución clínica oscilante con tructuras contribuyen a la competencia de la unión gastroe-
períodos sintomáticos alternando con fases sin molestias, sofágica, como el ángulo de His, el diafragma crural y el
pero raramente condiciona el desarrollo de complicaciones. ligamento frenoesofágico, pero sin duda, el esfínter esofági-
Estudios de seguimiento realizados a 3 años y casi 20 años co inferior (EEI) es su componente fundamental desde el
punto de vista funcional. Tiene
como misión fundamental la con-
tención del paso del contenido gás-
Aclaramiento esofágico
trico hacia el esófago y, por tanto, la
ocurrencia de reflujo gastroesofági-
co depende de un inadecuado fun-
cionamiento de este esfínter. Las al-
Lesiones teraciones del EEI que dan lugar a
Resistencia
Síntomas tisular la ocurrencia de reflujo gastroesofá-
H+ gico son:
Sensibilidad
1. Relajaciones transitorias del esfín-
ter esofágico inferior (RTEEI). Son caí-
Vaciamiento
Esfínter gástrico das bruscas del tono de reposo de re-
esofágico lajaciones espontáneas del EEI que
inferior
ocurren sin relación con la deglución.
H + En los pacientes con ERGE, las
RTEEI son la causa de más de la mi-
tad de los episodios de reflujo gastro-
esofágico. Los pacientes con ERGE
tienen un mayor número de RTEEI
que los sujetos sanos.
Secreción
Reflujo gástrica 2. Hipotensión. La disminución
duodenogástrico de la presión del EEI puede produ-
cir reflujo gastroesofágico por dos
mecanismos: un reflujo por “es-
trés”, en el que el esfínter es inca-
Fig. 1. Mecanismos fisiopatológicos que participan en la génesis de la enfermedad por reflujo. paz de contener un aumento de la
presión intraabdominal, o un reflu-
Aclaramiento esofágico
Si la competencia del esfínter de-
termina que ocurran los episodios
de reflujo gastroesofágico, el esófa-
go dispone de mecanismos para
aclarar este material refluido y
neutralizar con ello su agresividad.
El principal mecanismo por el que
el esófago aclara el material reflui-
do es la peristalsis primaria, que
ejerce dos efectos: por una parte,
las degluciones producen un acla-
ramiento del volumen del material
refluido y, por otra, estas deglucio-
nes vehiculizan saliva, que es capaz
de neutralizar químicamente la Fig. 2. El aclaramiento de un episodio de reflujo gastroesofágico se produce gracias a las degluciones (D) del
agresividad del material refluido esófago (D), como se aprecia en este registro de motilidad y pH esofágica ambulatoria.
de la membrana de las células del epitelio. Además la capaci- menor intensidad. Esto es debido fundamentalmente a la in-
dad de proliferación y renovación celular del epitelio por la fluencia de ciertos factores que pueden actuar en un mo-
capa basal proporciona un capacidad defensiva adicional. mento decantando el delicado equilibrio entre factores agre-
sivos y defensivos. Entre estos factores se encuentran.
Barrera postepitelial. Los mecanismos defensivos postepi-
teliales están constituidos fundamentalmente por la capaci- Posición corporal
dad de tamponamiento proporcionado básicamente por el La posición de decúbito elimina la acción favorecedora de la
aporte de bicarbonato desde los vasos sanguíneos. gravedad sobre el aclaramiento esofágico y hace que los epi-
sodios de reflujo se prolonguen.
Sin embargo, dos hechos señalan ciertas lagunas en dicha matorio de la mucosa. Habitualmente las alteraciones están
explicación. Por una parte, la falta de correlación entre in- limitadas a la mucosa, sin sobrepasar la muscularis propia,
tensidad de los síntomas y cantidad de reflujo, especialmen- pero en formas graves se pueden producir ulceraciones que
te ejemplificada por el número relativamente amplio de pa- alcancen la submucosa y originar complicaciones. Raramen-
cientes con importantes lesiones esofágicas (especialmente te estas úlceras dan lugar a perforación. La reparación de es-
esófago de Barrett) que apenas tienen pirosis. El segundo tas úlceras puede producir fibrosis de la submucosa, con for-
motivo es el número importante de pacientes en los que, aun mación de estenosis.
teniendo síntomas marcados la cantidad de reflujo es similar En ocasiones la reepitelización de las lesiones se produce
a la de los sujetos sanos, conformando lo que se ha venido a de forma anómala, con sustitución del epitelio escamoso eso-
denominar esófago sensible. fágico por un epitelio metaplásico columnar, lo que consti-
Para explicar estos hechos se ha evaluado la posibilidad tuye el denominado esófago de Barrett. En este epitelio
de que existieran diferencias en los episodios de reflujo sin- metaplásico se pueden encontrar tres tipos de epitelio meta-
tomáticos y los asintomáticos. Sin embargo, se han observa- plásico:
do escasas variaciones en lo que se refiere a la dinámica del 1. Epitelio de tipo cardial: con una mucosa que remeda
episodio (velocidad de ascenso del material refluido, la altu- a la mucosa gástrica que se encuentra en el cardias.
ra alcanzada y el aclaramiento) y las características del mate- 2. Epitelio de tipo fúndico similar al epitelio fúndico con
rial que refluye (concentración de hidrogeniones, reflujo células parietales que secretan ácido y pepsina y con glándu-
mixto ácido y biliar). las atróficas.
Actualmente se considera que la presentación del sínto- 3. Epitelio de tipo intestinal: con un aspecto villiforme y
ma pirosis depende fundamentalmente de la sensibilidad del constituido por células columnares y caliciformes, aunque se
sujeto, de forma que a mayor sensibilidad, el síntoma sería trata de una metaplasia intestinal incompleta, puesto que no
generado por una menor cantidad de ácido. tiene capacidad absortiva. Es este tipo de epitelio el que tie-
ne verdadera trascendencia clínica, puesto que se ha demos-
trado su capacidad para evolucionar a displasia y adenocarci-
Anatomía patológica noma.
presencia de lesiones esofágicas. El dolor torácico es un sospecha de ERGE que se someten a una endoscopia ten-
síntoma frecuente en los pacientes con ERGE y tiene unas drán lesiones endoscópicas de diferente intensidad.
características clínicas variadas, desde una sensación de nu- Existen más de 30 clasificaciones diferentes para evaluar
do retroesternal hasta un dolor de características ango- y estratificar las lesiones endoscópicas de la enfermedad por
roides. reflujo gastroesofágico. Sin embargo, la más ampliamente
Entre los síntomas extraesofágicos son muchos los pro- aceptada y utilizada es la clasificación de Savary-Miller, de-
blemas que se han asociado a la ERGE, aunque ésta no es su bido a su sencillez. Esta clasificación distingue 4 grados de
única causa posible. Entre ellos se encuentran: erosiones lesión:
orales, síntomas de la esfera otorrinolaringológica (otodinia, 1. Grado 1: eritema, edema, borramiento de la línea Z,
sequedad faríngea, afonía, disfonía, carraspera, globo farín- una o varias erosiones no confluentes.
geo), y síntomas respiratorios (tos crónica, crisis de bronco- 2. Grado 2: erosiones confluyentes distalmente que no
espasmo). ocupan toda la circunferencia.
3. Grado 3: erosiones confluyentes que abarcan toda la
circunferencia.
Diagnóstico de la ERGE 4. Grado 4: complicaciones (úlcera esofágica, esófago de
Barrett, estenosis péptica).
La ERGE es una enfermedad heterogénea en su presenta- Últimamente se ha propuesto una clasificación creada y
ción clínica como ya se ha señalado, por lo que la utilización validada por un grupo internacional de expertos, denomina-
de los recursos diagnósticos deben ajustarse a la situación clí- da Clasificación de Los Ángeles7, que está siendo cada vez
nica. más utilizada y es probable que a lo largo de los próximos
En aquellos pacientes con síntomas típicos de ERGE (pi- años sustituya a la clasificación de Savary-Miller. En esta cla-
rosis y regurgitación ácida) como únicas manifestaciones se sificación las lesiones se estratifican en 4 grados:
puede realizar un diagnóstico clínico sin emplear ningún 1. Grado A: una o más fisuras de la mucosa de no más de
otro recurso, ya que la especificidad de estos síntomas es muy 5 mm, ninguna de las cuales se extiende entre las crestas de
alta y su valor predictivo positivo es superior al 90%. Sin em- los pliegues de la mucosa.
bargo, hay que destacar que el diagnóstico clínico tan sólo 2. Grado B: una o más fisuras de la mucosa de más de
nos diagnostica que el paciente sufre una ERGE y no es po- 5 mm, ninguna de las cuales se extiende entre las crestas de
sible distinguir si el paciente tiene o no lesiones esofágicas ni los pliegues de la mucosa.
la intensidad de las mismas (fig. 3). Por tanto, en aquellos pa- 3. Grado C: fisuras de la mucosa que se extienden entre
cientes diagnosticados clínicamente de ERGE deben realizar- las crestas de uno o más pliegues mucosos, pero que afectan
se estudios adicionales si la sintomatología es persistente o recidiva a menos del 75% de la circunferencia del esófago.
rápidamente al suspender el tratamiento. 4. Grado D: fisuras de la mucosa que afectan al menos al
75% de la circunferencia del esófago.
Cuando la endoscopia no detecta lesiones no podremos
Endoscopia hacer el diagnóstico de ERGE. En esta situación tendremos
en la práctica dos opciones para realizar un diagnóstico:
Si los síntomas típicos se asocian a otros síntomas digestivos
altos o el paciente presenta síntomas atípicos deben realizar-
se exploraciones complementarias para hacer el diagnóstico Estudio pHmétrico
de la ERGE. La radiología es poco útil y la técnica diagnós-
tica de elección es la endoscopia, pues permite identificar la La pHmetría esofágica es considerada el patrón oro para el
presencia y la magnitud de las lesiones esofágicas producidas diagnóstico de la enfermedad por reflujo. Permite cuantifi-
por el reflujo gastroesofágico, con un valor predictivo positi- car el reflujo gastroesofágico (diferenciando el reflujo gas-
vo del 95%. Aproximadamente la mitad de los pacientes con troesofágico cuantitativamente fisiológico del reflujo gastroe-
sofágico patológico) (fig. 4), pero además puede aportar in-
formación adicional, especialmente cómo ocurre el reflujo
(cuándo y cómo) (fig. 5) y la relación que existe entre los sín-
tomas y los episodios de reflujo. Sin embargo, no está am-
pliamente disponible, por lo que es inaccesible para todos los
pacientes8.
Diagnóstico exjuvantibus
Fig. 3. Imagen endoscó-
pica de una esofagitis
donde se aprecia clara- La realización de un tratamiento antisecretor empírico valo-
mente la unión entre la rando la resolución de los síntomas es una alternativa acep-
mucosa del esófago y el
table para realizar el diagnóstico de la ERGE, con una sen-
estómago y cómo desde
ella ascienden erosiones sibilidad del 70% y valor predictivo positivo en torno al
(flechas). 80%9.
Estudios isotópicos
La gammagrafía puede contribuir a
evaluar el aclaramiento esofágico y
sobre todo permite el estudio del
vaciamiento gástrico en aquellos
pacientes en los que se sospeche
Fig. 4. La pHmetría permite distinguir el reflujo gastroesofágico fisiológico del patológico. que un retraso del vaciamiento gás-
trico puede contribuir a la ERGE.
Manometría esofágica
La manometría esofágica permite
valorar el tono del EEI y el deterio-
ro de la función peristáltica esofági-
ca, pero es especialmente útil para la
correcta colocación de la sonda de
pHmetría.
Complicaciones de la
Fig. 5. Los estudios pHmétricos muestran si el reflujo gastroesofágico ocurre durante el día, la noche o en am- ERGE
bos períodos.
Las complicaciones de la ERGE
son la úlcera esofágica, la hemorragia, la estenosis y el esófa-
Otros estudios diagnósticos tienen utilidad en pacientes go de Barrett.
concretos, pero no son útiles de forma general.
Úlcera esofágica
Radiología
Se presenta en un 5% de los pacientes con esofagitis. La úlce-
La radiología no es útil en el diagnóstico de la ERGE y sólo ra se encuentra habitualmente en la unión gastroesofágica, más
debemos recurrir a ella cuando no tengamos acceso a la en- frecuentemente en su cara posterior. Desde el punto de vista
clínico aparece con dolor torácico, disfagia y odinofagia, pu- en el esófago tubular, independientemente de la extensión del
diendo presentar como complicación una hemorragia, a veces mismo. Cuando se extiende más de 3 cm se denomina esófa-
grave. Raramente ocurre una perforación. El diagnóstico debe go de Barrett largo o clásico y cuando se extiende menos de 3
ser siempre endoscópico, acompañado de biopsia para realizar cm se llama esófago de Barrett corto10.
el diagnóstico diferencial con una úlcera neoplásica, infecciosa, Se desconoce por qué se produce el esófago de Barrett.
o producida por fármacos. La teoría congénita esta prácticamente descartada y hoy en
día es clara la relación que hay entre esófago de Barrett y re-
flujo gastroesofágico. El motivo por el que unos pacientes
Hemorragia con ERGE desarrollan esófago de Barrett y otros no es hoy
por hoy desconocido, aunque se señalan la magnitud del re-
Es una complicación poco frecuente (menos del 2%). La he- flujo y la coexistencia de reflujo duodeno-gastro-esofágico,
morragia puede provenir de la presencia de una ulceración como factores importantes.
que penetra la submucosa y erosiona un vaso submucoso o Desde el punto de visto clínico, los pacientes con esófa-
de las propias erosiones esofágicas, con sangrado provenien- go de Barrett no se diferencian de otros pacientes con
te de los vasos de la submucosa, que provoca un sangrado ERGE. El diagnóstico debe realizarse mediante endosco-
más difuso. Desde el punto de vista clínico se puede mani- pia, resultando casi siempre un hallazgo en el estudio diag-
festar como hemorragia digestiva (hematemesis, melenas) o nóstico de pacientes con clínica de ERGE. La endoscopia
como un síndrome anémico por sangrado oculto persistente. debe acompañarse siempre de biopsia del epitelio metaplá-
sico para obtener el diagnóstico definitivo de esófago de
Barrett.
Estenosis péptica Sin duda, la trascendencia clínica del esófago de Barrett
reside en su potencial preneoplásico. Se estima que un 0,5%
Aunque son muy variables las cifras de incidencia de la este- anual de los pacientes con esófago de Barrett desarrollarán
nosis péptica, se puede calcular que aproximadamente un un adenocarcinoma esofágico, siendo factores de riesgo co-
10% de los pacientes con esofagitis desarrollaran una este- nocidos para ello el sexo (varones), la longitud del esófago de
nosis péptica a lo largo de su vida. La estenosis péptica se Barrett y la presencia de displasia11.
produce por la reparación con fibrosis de lesiones profundas El riesgo conocido de desarrollar un adenocarcinoma y
que afectan a toda la circunferencia esofágica. Desde el pun- por tanto la consideración del esófago de Barrett como una
to de vista clínico suele tratarse de pacientes con una larga lesión preneoplásica hace que sea necesario realizar una eva-
historia de síntomas típicos de reflujo que desarrollan disfa- luación periódica de los pacientes, siguiendo un programa de
gia progresiva, generalmente retroesternal baja continua despistaje para tratar de diagnosticar el adenocarcinoma en
progresiva, inicialmente para sólidos y después para líquidos, un estadio precoz que permita un tratamiento con intención
siendo característico que conforme aumenta la disfagia vayan curativa. Este seguimiento se realiza mediante endoscopia
disminuyendo los síntomas de reflujo. Su diagnóstico re- con toma de múltiples biopsias determinándose la periodici-
quiere la utilización de endoscopia con biopsia (para descar- dad en función de la presencia y grado de displasia. Se están
tar estenosis neoplásica), pero es muy útil complementarla realizando múltiples estudios moleculares y en especial los
con un estudio radiográfico, sobre todo si la estenosis no se estudios de oncogenes activados y mutaciones para tratar de
puede sobrepasar con el endoscopio, para apreciar las carac- definir con mayor precisión el riesgo de desarrollo de ade-
terísticas de la mucosa distal a la estenosis. nocarcinoma.
TABLA 2 Antiácidos
Medidas generales recomendadas en la ERGE
Cambios de estilo de vida Fármacos que se deben evitar* Los antiácidos actúan neutralizando el ácido refluido y el pH
Elevar cabecera de cama Teofilina gástrico e inactivando la pepsina. Son superiores al placebo
Evitar acostarse tras la ingesta Nitratos en el alivio de los síntomas de la ERGE.
Evitar ropas ajustadas Antagonistas del calcio Se dispone de múltiples formulaciones comerciales, aun-
Comidas poco grasas y ricas en proteínas Diacepam que los más utilizados son los antiácidos líquidos de hidróxi-
Evitar comidas copiosas Anticolinérgicos dos de aluminio y magnesio. La dosificación habitual es de 5-
Abstenerse de alcohol y tabaco Anticonceptivos (?) 15 ml media hora después de la comida, 2-3 horas después de
Controlar el estrés ésta y al acostarse. Los antiácidos son seguros, aunque deben
Evitar el ejercicio físico extremo evitarse los compuestos a base de aluminio y magnesio en
*Se incluyen sólo los fármacos de uso oral más utilizados. pacientes con insuficiencia renal. Recientemente se han in-
ERGE: enfermedad por reflujo gastroesofágico.
corporado al arsenal terapéutico formulaciones de antago-
nistas H2 de acción rápida destinadas al alivio de los síntomas
a demanda, que se han mostrado muy eficaces.
minado, fuera de la situación clínica real, tanto por el tiem- Se estima que aproximadamente la tercera parte de los
po limitado de estudio como por las características de la po- pacientes que acuden por primera vez a consulta por pirosis
blación estudiada. Las consideraciones económicas, aunque responderán a la adopción de medidas generales y uso de an-
importantes, están basadas en modelos económicos y algu- tiácidos, controlando adecuadamente sus molestias; además,
nos resultados clínicos, pero distan bastante de haberse rea- los pacientes que responden raramente padecen una enfer-
lizado adecuadamente y actualmente no deben sustituir al medad intensa, ya que tan sólo un 10% de los pacientes con
buen criterio clínico y al sentido común. esofagitis erosiva lo hacen.
✔ Epidemiología
radiology with esophageal pH monitoring in the diagnosis of gastroesop-
hageal reflux disease. Am J Gastroenterol 1996;91:1181-5.
Kahrilas PJ, Quigley EMM. Clinical esophageal pH recording: a technical review
✔1. • Fass R, Tougas G. Functional heartburn: the stimulus, the pain,
and the brain. Gut. 2002;51(6):885-92.
for practice guideline development. Gastroenterology 1996;110:1982-96.
Klauser AG, Schindlbeck NE, Muller-Lissner SA. Symptoms in gastro-oe-
✔2. • Díaz-Rubio M, Rey E, Moreno C, Rodríguez Artalejo F. Preva-
lence of gastro-oesophageal reflux in Spain: A population based
sophageal reflux disease. Lancet 1990;335:205-8.
Rey Díaz-Rubio E, Díaz-Rubio M. Alternativas terapéuticas en la enfermedad
study. Gut 2002; 51 (Suppl III):A223. por reflujo gastroesofágico. Rev Esp Enf Dig 1997;89(monográfico):64-8.
✔
3. • Isolauri J, Luostarinen M, Isolauri E, Reinikainen P, Viljakka M,
Keyrilainen O. Natural course of gastroesophageal reflux disease:
Reynolds JC. Individualized acute treatment strategies for gastroesophageal
reflux disease. Scand J Gastroenterol Suppl 1995;213:17-24.
17-22 year follow-up of 60 patients. Am J Gastroenterol 1997; 92: Spechler SJ. Epidemiology and natural history of gastro-oesophageal reflux
37-41. disease. Digestion 1992; 51(Suppl)1:24-9.