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EMBARAZO Y DESARROLLO PRENATAL

ESTUDIANTES:

MICHELL ANGELLA LÓPEZ PALLARES

CAROLINA CASTILLA TORRENEGRA

MICHELLA DE JESUS ARCÓN

MARIA FERNANDA OVIEDO

JAIR ALCAZAR

PROFESOR:

LIZBETH SILVA AHUMADA

ASIGNATURA:

PSICOLOGÍA DE LA INFANCIA

UNIVERSIDAD DE LA COSTA – CUC

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y SOCIALES

PROGRAMA DE PSICOLOGÍA

BARRANQUILLA-ATLÁNTICO

2019
Embarazo y Desarrollo Prenatal

El desarrollo prenatal es aquel proceso por el cual una mujer recorre durante su embarazo,

momento especial donde externamente ve crecer su barriga, pero, dentro de esta crece una nueva

vida. Este transcurre durante la concepción (unión de las células sexuales femenina y masculina,

el óvulo y el espermatozoide) hasta su nacimiento en el parto; este proceso recorre tres etapas

(Papalia y Duskin, 2009).

En primer lugar, la etapa germinal, es una etapa que se da durante las dos primeras semanas de

embarazo, donde el óvulo que ya fue fecundado se divide y con el pasar de los días empieza a

crecer hasta que finalmente se forma el embrión y este se sujeta al útero para continuar con este

proceso.

En segundo lugar, la etapa embrionaria es conocida como la segunda etapa de la gestación, y

la cual está caracterizada por darse una evolución o formación de los órganos internos, sistemas y

estructuras externas del cuerpo. Partiendo de esto, es una etapa que se desarrolla con gran

prontitud, pero también puede ser una de las más frágiles ya que en esta etapa el embrión es más

sensible. Según Papalia, Wendkos y Duskin (2009) “Este es un periodo crítico en el que el

embrión se encuentra en máxima vulnerabilidad ante las influencias destructivas del ambiente

prenatal” (Pag.104). Es decir, aquellas anomalías congénitas tales como: paladar hendido,

ausencia de extremidades entre otras, vienen siendo producto de afectaciones que se den en la

etapa embrionaria. Aquellos embriones que no subsisten por dichas afectaciones importantes

serán expulsados del útero ya que este no tendrá ningún tipo de posibilidad de poder sobrevivir,

lo cual es llamado aborto espontaneo (Papalia et al., 2009).

Siguiendo con esto, de esta etapa hace parte el 1 mes de embarazo que se caracteriza por darse

la formación de extremidades, los pulmones, los riñones, el hígado etc. “Durante el primer mes,

el crecimiento es más veloz que en cualquier otro momento de la vida prenatal o postnatal: el
embrión alcanza un tamaño 10000 veces mayor al del cigoto” (Papalia et al. 2009, pag.100).

Durante las 7 semanas para finales del segundo mes, se ven grandes cambios en el feto tales

como la formación de la boca, lengua, orejas, nariz, aparato nervioso y muscular etc. Lo cual

hace referencia a que las características faciales se encuentran claramente desarrolladas. Así

según Papalia et al. (2009) “El estómago produce jugos gástricos; el hígado, las células

sanguíneas. Los riñones eliminan el ácido úrico de la sangre. Ahora, la piel es lo suficientemente

sensible como para reaccionar a la estimulación táctil” (p.101).

En tercer lugar, la etapa fetal es el último período del desarrollo prenatal, desde las ocho

semanas al nacimiento, se caracteriza por dar los últimos detalles complejos al feto, es decir, el

rostro, las uñas, el pelo, la personalidad, sus movimientos se agudizan. Según Papalia et al (2009)

a los tres meses se puede detectar con facilidad el sexo del feto, a los cuatro meses es posible que

la madre sienta patear al feto, ese movimiento se conoce como avivamiento, a los cinco meses

comienza a mostrar señales de una personalidad individual (tiene patrones definidos de vigilia y

sueño; posición favorita dentro del útero; se vuelve más activo), a los seis meses los ojos están

completos, se abren, se cierran, ven a diferentes direcciones, además, puede oír y cerrar el puño

con fuerza, a los siete meses llora, respira y traga, a los ocho meses su espacio vital ya se

encuentra restringido por lo que sus movimientos se ven limitados y a los nueve meses ya el feto

deja de crecer y el color rojizo se desvanece. En efecto, cada meses es importante para el

desarrollo prenatal que si el niño antes de los siete meses llega a nacer, puede presentar

complicaciones o incluso la muerte.

Por otra parte, las influencias ambientales hacen parte importante del embarazo, ya que, de

igual forma, afecta de una u otra manera el desarrollo prenatal del feto, algunos de estos son:

Los factores maternos


Debido a que el ambiente prenatal se encuentra dentro del cuerpo de la madre, casi todo lo que

afecta el bienestar de ella, desde su dieta hasta sus estados de ánimo, puede alterar el ambiente

del nonato e influir su crecimiento (Papalia, Wendkos y Duskin, 2009). Estos factores pueden

ser:

Nutrición y peso materno.

Ya que el feto tiene acceso al suministro de sangre materna por medio de la placenta, la madre

no tiene gran control de la cantidad de nutrientes que el feto recibe. Es por ello que la madre

embarazada debe ingerir los nutrientes suficientes para alimentarse a ella misma y a su feto, de

manera adecuada.

En general, las mujeres embarazadas requieren entre 300 a 500 calorías adicionales por día,

incluyendo proteínas adicionales. El llegar a los extremos de una obesidad o una delgadez

extrema puesto que ambos polos afectan la salud del feto sobre todo en el momento del parto.

Desde 1998 y gracias a investigaciones sobre neonatos con anencefalia, espina bífida y un alto

índice de mortalidad de los niños en china y en Estados Unidos, se alienta a las mujeres en edad

reproductiva a que tomen suplementos con folato y que incluyan esta vitamina en sus dietas

mediante la ingesta de abundantes cantidades de frutas y verduras frescas aun antes de

embarazarse, ya que el daño que produce la deficiencia del ácido fólico puede suceder durante las

primeras semanas de la gestación.

Desnutrición.

Las graves deficiencias nutricionales prenatales en el primero o segundo trimestre afectan al

cerebro en desarrollo y aumentan el riesgo de trastornos antisociales de la personalidad a los 18

años. Según estudios, los niños cuyas madres tuvieron niveles bajos de vitamina D a finales de su

embarazo, presentaron bajos niveles de contenido mineral óseo a los nueve años, aumentando

potencialmente su riesgo de osteoporosis más adelante en su vida. Las mujeres desnutridas que
toman suplementos dietéticos durante su embarazo tienden a tener lactantes más grandes, más

sanos, más activos y visualmente más alertas.

Actividad física y trabajo extenuante.

Las condiciones extenuantes de trabajo, la fatiga ocupacional y las largas horas de trabajo

pueden asociarse con un mayor riesgo de parto prematuro. El American College of Obstetrics and

Gynecology (1994; Colegio Estadounidense de Obstetricia y Ginecología) recomienda que las

mujeres con embarazos de bajo riesgo se dejen guiar por sus propias capacidades y niveles de

energía. La vía más segura parece ser que las mujeres embarazadas realicen ejercicio moderado

sin agotarse y sin elevar su frecuencia cardiaca arriba de 150 y, como en el caso de cualquier

ejercicio, que finalicen su sesión de manera gradual y no súbita.

Ingesta de sustancias.

Prácticamente todo lo que ingiere la madre embarazada llega al feto. Es posible que las

sustancias crucen la placenta, del mismo modo que lo hacen el oxígeno, el dióxido de carbono y

el agua. Algunos de los problemas que resultan de la exposición prenatal a distintas sustancias se

pueden tratar si la presencia de dicha sustancia se puede detectar desde el inicio del contacto.

Entre estas sustancias tenemos:

Medicamentos.

Entre los medicamentos que pueden ser dañinos para el feto se encuentran ciertos antibióticos

como tetraciclina; depresores del sistema nervioso central; diversas hormonas; ciertos

medicamentos oncológicos; Antidepresivo, que producen insuficiencia respiratoria aguda;

antipsicóticos que se utilizan en el manejo de trastornos psiquiátricos pueden producir síntomas

de abstinencia al momento de nacimiento.

Alcohol.
La exposición prenatal al alcohol es la causa más común de retraso mental y la causa

prevenible principal de defectos congénitos y es un factor de riesgo para el desarrollo de

problemas y trastornos relacionados con el alcohol en la adultez temprana. Hasta cinco de cada 1

000 lactantes nacidos en Estados Unidos sufren del síndrome alcohólico fetal (SAF), una

combinación de demoras del crecimiento, malformaciones faciales y corporales, y trastornos del

sistema nervioso central que afectan a los hijos de algunas mujeres que beben durante el

embarazo.

Nicotina.

El uso de tabaco durante el embarazo también aumenta el riesgo de aborto espontáneo,

retrasos del crecimiento, mortinatalidad, pequeña circunferencia de la cabeza, muerte infantil

súbita, cólicos a inicios de la lactancia, trastorno hiperquinético (movimiento excesivo) y

problemas respiratorios, neurológicos, cognitivos y conductuales a largo plazo.

Drogas psicoactivas (cocaína, marihuana y metanfetaminas).

El uso intenso de marihuana puede ocasionar defectos congénitos, bajo peso al nacer, síntomas

de abstinencia al momento del nacimiento y aumento en el riesgo de trastornos de atención y

problemas de aprendizaje más adelante en la vida.

El uso de cocaína durante el embarazo está asociado con abortos espontáneos, demoras en el

crecimiento, trabajo de parto prematuro, bajo peso al nacer, tamaño pequeño de la cabeza,

defectos de nacimiento, alteraciones en el desarrollo neurológico y síntomas agudos de

abstinencia.

Según estudios realizados en Estados unidos los bebes expuestos a metanfetaminas tienen

mayores probabilidades de presentar bajo peso al nacer y de ser pequeños en relación con su edad

de gestación.

VIH / SIDA.
El síndrome de inmunodeficiencia adquirida (Sida) es una enfermedad ocasionada por el virus

de inmunodeficiencia humana (VIH), que debilita el funcionamiento del sistema inmunológico.

Si una mujer embarazada tiene el virus en su sangre, puede darse una transmisión perinatal: el

virus puede cruzar al torrente sanguíneo del feto a través de la placenta durante el embarazo, en el

trabajo de parto, en el parto mismo o después del nacimiento, por medio de la leche materna. El

mayor factor de riesgo de transmisión perinatal del VIH es una madre que no está consciente de

tener la enfermedad.

Otras enfermedades

Las futuras madres deberían tratar de evitar cualquier infección, como resfriados, influenza,

infecciones urinarias y vaginales, y enfermedades de transmisión sexual. También deben

examinarse para detectar insuficiencia tiroidea, que puede afectar el desempeño cognitivo de los

niños; La rubéola, en caso de que la mujer la contraiga antes de la semana 11 de embarazo, casi

con seguridad ocasionará sordera y defectos del corazón en el bebé.

Los hijos de madres con diabetes tienen de dos a cinco veces más probabilidades de

desarrollar defectos congénitos, en especial del corazón y la médula espinal, en comparación con

los hijos de otras mujeres. Las mujeres diabéticas necesitan asegurarse de que sus niveles de

glucosa en sangre se encuentren controlados antes de embarazarse y cuidarse con suplementos

multivitamínicos durante los primeros tres meses de embarazo.

Por ultimo las madres deben cuidarse de contraer toxoplasmosis, ocasionada por un parásito

que se aloja en los cuerpos y tracto intestinal ciertos animales. Aunque para otros los síntomas

pueden ser los de un resfriado, para las mujeres en embarazo durante el segundo y tercer trimestre

del embarazo, puede ocasionar daño cerebral fetal, graves alteraciones de la vista o ceguera,

convulsiones, aborto espontáneo o la muerte del bebé.

Estrés materno
Un alto nivel de estrés en la madre durante el embarazo puede afectar tanto a la mujer como al

desarrollo de su bebé. Este se puede presentar de diferentes maneras, como, por ejemplo:

ocasionar malformaciones en el cerebro, labio leporino, paladar hendido y muchas

malformaciones cardiacas en el nuevo ser. Por ello, se debe tener cuidado de las situaciones

externas de la madre ya que repercuten directamente sobre su embarazo.

De la misma manera, tal como afirma Papalia et al (2009) “Un estrés durante las semanas 24 a

28 semanas del embarazo puede influir en el desarrollo de un individuo autista” (p. 116).

Edad materna

La edad de la madre que se encuentra en gestación es de suma importancia, ya que, los riesgos

a la salud del bebe y de la mujer aumentan si la madre está en avanzada edad. Hay mayor

posibilidad de aborto espontaneo o mortinatalidad.

Dentro de las complicaciones que afectan a la madre, se pueden mencionar diabetes,

hipertensión, hemorragias graves, entre otras. Estas a su vez, desencadenan demoras en el

crecimiento fetal, defectos congénitos, normalidades cromosómicas como síndrome de Down y

parto prematuro. Papalia et al (2009) afirma: “Las mujeres que dan a luz después de los 50 años

tienen el doble o triple de probabilidades de dar a luz bebés muy pequeños, nacidos de forma

prematura o mortinatos, en comparación con mujeres más jóvenes” (p. 117).

No obstante, también influye una madre adolescente, ya que tienden a tener bebés prematuros

o con bajo peso; esto se debe a que su cuerpo aún en crecimiento consume los nutrientes vitales

que el feto necesita. A continuación, se relaciona una gráfica que corrobora lo anteriormente

dicho.
Figura 1. Tasas de aborto espontaneo en función de la edad materna. Tomado de: Papalia et al

2009. Psicología del desarrollo. De la infancia a la adolescencia.

Peligros ambientales externos

La contaminación ambiental, los químicos, la radiación, el calor y la humedad extremos y

otros peligros de la vida moderna pueden afectar el desarrollo prenatal. Esto produce mayor

probabilidad de que la madre dé a luz lactantes prematuros o pequeños, bajo peso al nacer,

anormalidades cromosómicas, abortos espontáneos.

Por otro lado, las mujeres que se someten a radiografías dentales de manera rutinaria durante

su embarazo triplican el riesgo de tener bebés de término completo con bajo peso al nacer. Así

como la exposición a la radiación in útero de ocho a quince semanas después de la fertilización se

ha asociado con retraso mental, tamaño pequeño de la cabeza, síndrome de Down, convulsiones y

mal desempeño en pruebas de CI y en la escuela.

Factores paternos

Ahora bien, no solo es la madre quien influye en el desarrollo del feto, sino también su padre.

Papalia et al (2009) Afirma “La exposición al plomo, humo de marihuana o tabaco, grandes

cantidades de alcohol o radiación, pesticidas o niveles elevados de ozono pueden dar por

resultado espermatozoides anormales o de baja calidad” (p. 118).


Los hombres que fuman tienen mayores probabilidades de transmitir anormalidades genéticas

u bajo peso al nacer, infecciones respiratorias en el lactante, muerte súbita en el infantil y cáncer.

Así mismo, los padres de mayor edad pueden ser una fuente significativa de defectos congénitos

debido a espermatozoides dañados o deteriorados.

Monitoreo y estimulación del desarrollo prenatal

Ahora bien, Papalia et al (2009) afirma “El cuidado prenatal, que incluye servicios educativos,

sociales y nutricionales, puede ayudar a prevenir la muerte materna o infantil y otras

complicaciones del parto. Les puede proporcionar a las madres primerizas información acerca del

embarazo, parto y cuidado del lactante” (p. 119).

Para ello, se realizan muchas técnicas que valúan la salud y bienestar del feto, tales como el

ultrasonido, amniocentesis, muestreo de vellosidades coriónicas, embrioscopia, diagnóstico

genético preimplantación, muestreo sanguíneo percutáneo del cordón umbilical y análisis de la

sangre de la madre para determinar si el feto se está desarrollando de manera normal.

Para concluir, las influencias ambientales que involucran a la madre incluyen nutrición,

actividad física, tabaquismo, ingesta de alcohol u otras drogas, enfermedades maternas, estrés

materno, edad de la madre y peligros ambientales externos, tales como químicos y radiación. Por

otro lado, las influencias externas y la edad paterna pueden afectar los espermatozoides del padre.
Referencias

Papalia, D., Wendkos, S., y Duskin, R. (2009) Psicología del desarrollo. De la infancia a la

adolescencia. Undécima edición. México: McGraw Hill.

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