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El área de compras es una de las de mayor desarrollo durante los últimos años
al interior de las compañías; sus responsabilidades han aumentado, así como
sus labores y su participación en la toma de decisiones estratégicas para la
compañía.
Un área con tan altas exigencias requiere también que las personas sobre las
cuales recaen las responsabilidades reúnan una serie de competencias,
conocimientos, habilidades y actitudes que les permita administrarla con éxito.
Según Carlos Mosquera, consultor independiente en selección y compensación
de personal, el comprador de hoy debe tener tres niveles claves de
competencias que lo conviertan en un gerente sobresaliente:
Sin embargo, debe ser una persona que entienda que su conocimiento debe
estar en crecimiento constante; debe ser un investigador permanente de las
mejores prácticas del mercado para determinar con alto criterio cuáles pueden
dar a su empresa ventajas competitivas, así como en la diversidad y calidad de
productos e insumos necesarios para su organización, como los de uso de su
competencia. De la misma manera, debe preocuparse por conocer
constantemente nuevos proveedores locales e internacionales para tener así
una amplia gama de alternativas de innovación, precio, calidad y plazos.
Dada la globalidad del mundo actual, el comprador de hoy debe manejar, como
mínimo, un segundo idioma que le permita estar conectado con el resto del
mundo y conocer las posibilidades que se presentan fuera de las fronteras.
También, debe tener conocimiento acerca de las diferentes leyes, tratados y
reglamentos, nacionales e internacionales, que le permitan tomar decisiones
acertadas en un marco legal acorde al tipo de negociación que se esté
realizando, ya que los parámetros pueden variar dependiendo de las políticas
legales y comerciales de los países de origen de las empresas, de los acuerdos
comerciales internacionales que las cobijen y del territorio donde se presten los
servicios, entre otros puntos.
Y aunque suene obvio debe ser una persona con alto sentido ético, que sienta
un fuerte compromiso por su empresa, ya que tendrá que enfrentarse a una
multiplicidad de tentaciones que pueden afectar los intereses corporativos, el
buen nombre de la organización y el suyo.