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BLOQUE TEMÁTICO 6
EL ARTE EN EL MUNDO CONTEMPORÁNEO
TEMA 12 - 1ª PARTE
LOS CAMBIOS ARTÍSTICOS DEL SIGLO XX
EL ARTE DE LAS VANGUARDIAS
PINTURA
Prof. Lourdes Navarro Ferrón. Primer curso de Grado: Historia, Humanidades y Geografía
[NOTA: Es necesario que algunas de las imágenes de obras de arte que aquí se comentan
sean consultadas en la bibliografía o en Internet.]
INTRODUCCIÓN:
En el período de tiempo comprendido entre 1905 y el comienzo de la II Guerra Mundial
(1939) se produjeron las mayores rupturas con la tradición artística que ha conocido la
humanidad. Numerosos movimientos creativos se sucedieron entonces y algunos coincidieron
en el tiempo, ofreciendo simultáneamente propuestas creativas radicalmente diferentes. Es la
época de los ismos (por la terminación del nombre de estas tendencias) o de las vanguardias
históricas. El mundo que conoció las dos guerras mundiales, la Revolución Rusa y el auge del
fascismo, vio también abrirse a la creación horizontes de una amplitud y complejidad
desconocidas hasta entonces. Se trata de fenómenos tan revolucionarios como el cubismo o el
dadaísmo, y de figuras geniales como Picasso, Duchamp o Dalí.
La época de las vanguardias históricas no tiene un final claro: la llegada al poder de los
nazis en Alemania (1933) provocó la emigración, sobre todo a Estados Unidos, de muchos
artistas. El éxodo se hizo extensivo a otros países con la Guerra Civil española (1936-1939) y
con la II Guerra Mundial (1939-1945). Y aunque una consecuencia de todo eso fuera el
desplazamiento de la vanguardia DESDE PARÍS A NUEVA YORK, no puede decirse que el
impulso renovador se atenuase. Lo que se produjo en las tres primeras décadas del siglo XX
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sigue en ebullición, y no es posible considerar como algo cerrado el legado creativo de
aquella generación.
1.- EL FAUVISMO
Las tonalidades de los fauves eran ESTRIDENTES. Un árbol podía ser rojo; un cielo
amarillo, etc. El cuadro adquiría así una total autonomía con respecto a la supuesta realidad
exterior. Por eso Matisse pudo afirmar: “Al fin y al cabo, yo no creo ninguna mujer, hago un
cuadro”.
Matisse estuvo cerca de su amigo André DERAIN (1880-1954) en el gusto por un arte
decorativo y relativamente amable. Además, el mismo contraste entre colores complementarios
domina su pintura hacia la misma época. Como en El puente de Waterloo, 1905: los colores
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complementarios dominan esta pintura de Derain, donde persiste un poco de la factura
neoimpresionista.
Maurice VLAMINCK (1876-1958) en cambio, fue un pintor mucho más apasionado, que
aplicaba la pincelada con una violencia inspirada en Van Gogh.
2.- EL EXPRESIONISMO
Se trata del más difuso de todos los ismos. En este caso, se desarrolló sobre todo en
Alemania. Tampoco tuvo un perfil cronológico preciso, razón por la que se suele hablar de
varias OLEADAS o GENERACIONES expresionistas. Común a todos estos artistas es el
deseo de dar primacía a los aspectos subjetivos, sin excluir la representación de
sentimientos y pasiones extremas. Son frecuentes los temas que aluden a la angustia, la
soledad, el misterio, el amor mercenario, la
enfermedad…. En definitiva, la tónica dominante es
pesimista.
Destaca también James ENSOR (1860-1949). Pintor belga con un estilo más abrupto y
caricaturesco. Eso ocurre en Esqueletos disputándose el cadáver de un ahorcado, 1891, en el
que prima un sentido del humor desgarrado, un sarcasmo despiadado [muy parecido al del
español José Gutiérrez Solana]. La pincelada es pastosa y dura. Contrasta con las sinuosidades
curvilíneas del art nouveau coetáneo. No sabemos nada de estos personajes que quizá estén
representando una farsa, o bien viven una tragedia de la que desconocemos el sentido.
El artista parece sugerir que tanto los actores como nosotros, espectadores, no somos
dueños de nuestras propias vidas y formamos parte de una misma tragicomedia absurda y
desconocida.
1.- El primero, formado en 1905, tomó el nombre de DIE BRÜCKE (EL PUENTE). Sus
miembros pretendían servir de enlace entre todos los elementos revolucionarios del arte de su
tiempo, y por eso acusaron en seguida la influencia del colorido estridente de los fauves
franceses. Ahora bien, destaca su gusto por las angulaciones atrevidas y por una gran
estilización de las figuras.
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El mejor representante de este grupo es Ernst Ludwig
KIRCHNER (1880-1944). En La calle, 1913, vemos uno de los
varios cuadros con prostitutas elegantes de Berlín realizados por
el pintor después de trasladarse a la capital alemana.
3.- EL CUBISMO
Desde el siglo XV, el cuadro se concebía como una especie de ventana abierta al
infinito. Pero ya hemos visto cómo aquella idea empezó a ser puesta en cuestión a partir del
impresionismo. Con el cubismo se produjo una revolución radical. Fue una corriente
inventada y desarrollada por PICASSO y BRAQUE entre 1907 y la Primera Guerra Mundial.
Estos artistas reaccionaron inicialmente contra la brillantez cromática de los fauves, y por eso
redujeron la gama cromática a un repertorio de grises, terrosos, marrones y tonos verdosos. Su
deseo era reducir los datos de la realidad a unas pocas figuras geométricas elementales.
El cubismo tuvo pronto múltiples seguidores y acabó produciendo, a partir de 1911, una
revolución completa en la pintura de todo el mundo. El punto de partida del cubismo fue el
cuadro de Pablo PICASSO Las señoritas de Aviñón, de 1907. A finales de 1906, Picasso
abandonó los temas más sensibleros de sus épocas azules y rosa [se verá]. Buscó entonces una
justificación en la pintura del pasado, inspirándose en la románica (muy abundante en
Cataluña) pero también en la escultura ibérica. Ambas manifestaciones del pasado español le
proporcionaban una especie de coartada para ser un pintor moderno sin dejar de ser fiel a su
origen nacional. Pero eso no basta para explicar la enorme innovación que supone este cuadro.
Hay que hablar de los distintos puntos de vista, de la
ruptura de la perspectiva única convirtiéndose en
múltiples perspectivas, de la representación simultánea
de diversos planos en los rostros, como si los viéramos al
mismo tiempo de frente y de perfil.
Parece que el tema de la obra surgió como una
especie de homenaje a Casagemas, un amigo de Picasso
que se había suicidado por amor hacía unos años. Por
ello, en algunos esbozos preparatorios nos muestra a un
joven con una calavera en la mano penetrando en una
habitación donde había varias mujeres desnudas: era una
evocación de la muerte en el lugar del placer. No
obstante, todas aquellas implicaciones desaparecieron en
la obra final, donde hay sólo cinco mujeres en posturas
insinuantes. Se supone que estarían en un prostíbulo de la PICASSO: Las señoritas de Aviñón,
calle de Aviñón en Barcelona. El hipotético actor 1907
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masculino es ahora el espectador. En la parte más baja del cuadro hay un frutero, como una
especie de punto intermedio entre el interior y el exterior. Todo está violentamente
geometrizado, a base de triángulos, con agudas angulosidades y no es fácil determinar en todos
los casos los límites entre el fondo y las figuras.
Hay una cierta diferencia de estilo entre las dos mujeres centrales, un poco más
“clásicas”, y las otras tres, más “violentas”. Eso ha hecho pensar en la influencia combinada
del arte ibérico y de las máscaras africanas.
Con este trabajo, tan alejado de la tradición occidental, Picasso sentaba las bases de una
pintura completamente nueva. El cuadro se regía por leyes que nada tenían ya que ver con
las de la perspectiva renacentista. Aparecían ahora numerosos puntos de vista.
Pero el cubismo propiamente dicho es un poco posterior a todo lo que acabamos de ver.
PICASSO: Naturaleza muerta con silla de PICASSO: Naturaleza muerta con silla de rejilla,
rejilla, 1912. El cubismo sintético se inició 1912
cuando Picasso pintó este cuadro (más bien
óvalo), que supone el primer collage de toda la historia del arte. Se trata de un pequeño
lienzo ovalado. La mitad superior está pintada siguiendo las premisas analíticas que seguían
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entonces Picasso y Braque: los colores son apagados, a base de grises y tonos verdosos y las
líneas del dibujo se encabalgan formando geometrías intrincadas. Los objetos parecen vistos a
través de un oscuro cristal de roca semitransparente y fraccionado.
Pero hay una novedad: las letras de “JOU [RNAL]” (periódico en francés) no
pertenecen al ámbito de la pintura sino al de la tipografia. La introducción en las obras cubistas
de textos más o menos enigmáticos había permitido, hacía muy poco, que la pintura volviera a
recobrar aquel diálogo con la literatura que existió en el Renacimiento y el Barroco y que ya
mantenían los nuevos medios de masas como el cine y la historieta. Pero lo más significativo
de todo: el enrejado de caña que ocupa la mitad inferior no está pintado. Picasso recortó un
trozo de hule impreso con aquel dibujo y lo pegó sobre el lienzo. También rodeó todo el
perímetro con una soga de cáñamo, sustituyendo de esta manera el marco ennoblecedor de las
pinturas tradicionales. El cuadro era ya, en cierta medida, una CONSTRUCCIÓN. Los
encolados de este tipo favorecieron los grandes planos con tonos uniformes y así es como la
minuciosidad pictórica del cubismo analítico dio paso a la simplicidad del cubismo sintético.
El caso de Fernand LÉGER (1881-1955) es diferente. Bajo el impacto del cubismo analítico
llegó a través de distintas obras hasta lo que se conoce como “TUBISMO”, acercándose a la
abstracción de una manera más decidida que los
otros artistas que hemos visto.
Fernand LÉGER: La escalera, 1914. Los “tubos”
tan peculiares pintados por Léger llegan casi a
descomponerse (a desaparecer en el aire). Los
planos de color y las abundantes líneas curvas se
organizan aquí de una manera dinámica para
sugerirnos las peculiaridades del progreso y la
fascinación iconográfica de las máquinas: Léger
representó, a la derecha, las palas propulsoras de un
barco que funcionaba a principios de siglo junto a la
Torre Eiffel. Fernand LÉGER: La escalera, 1914
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Es difícil encontrar otro artista tan controvertido y tan mitificado como Pablo Ruiz
Picasso, un personaje que encarnó mejor que nadie la aventura creativa de toda la vanguardia.
Nacido en Málaga, se fue a París en el año 1900. Allí, influido por algunas corrientes
postimpresionistas y por el clima ideológico del simbolismo y del anarquismo finiseculares,
desarrolla la denominada
PICASSO: El ciego de
2.- ÉPOCA ROSA. En 1904, Picasso la guitarra, 1903
inició una relación estable con Fernande
Olivier y cambió la tonalidad de su pintura, que se hizo más
cálida, al mismo tiempo que desaparecían los asuntos
miserabilistas. Los temas se hicieron más optimistas: arlequines y
escenas de circo, jóvenes modelos, flores, etc. Eso ocurre en
Familia de acróbatas con mono, 1905, en la que el colorido de
esta etapa anuncia un espíritu más optimista y esperanzado que en
el período anterior. La época rosa concluye con Las señoritas de
Aviñón y con la compleja aventura del cubismo, que ya hemos
visto.
PICASSO: Familia de
acróbatas con mono, 1905 3.- DE “LA VUELTA AL ORDEN” AL SURREALISMO. Al
acabar la Primera Guerra Mundial (1918) Picasso era ya una
celebridad. Se casó entonces con Olga Koklova. Los gustos burgueses de ésta debieron
influirle. Su trabajo evolucionó hacia una pintura más “clásica”
[recupera la perspectiva y el volumen a la manera tradicional] y de
temática amable.
En Las bañistas, 1918, la estilización “realista” y la
amabilidad decorativa de esta pintura se corresponden bien con el
repliegue antivanguardista que siguió a la Primera Guerra Mundial
en Francia. No obstante, este período no durará mucho. Pronto
simultaneó aquellas obras con otras radicalmente innovadoras.
Picasso. Guernica. Se trata de un gran mural que pintó para el pabellón de la República
Española de la Exposición Universal de París de 1937. El título de Guernica aludía al cruel
bombardeo de esta población vasca por parte de los aviones alemanes al servicio de los
franquistas, un acto que indignó al mundo por su crueldad gratuita. Se trata de una visión
dramática del suceso: Picasso situó la escena en un ambiente nocturno, como si fuera la
visión dramática e instantánea del fogonazo provocado por las explosiones. Muchos autores
hablan de un “cuadro sonoro” a pesar de encontrarse en silencio. Es un auténtico grito
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desgarrador. La ausencia de color no es algo fortuito. El horror de la violencia está reflejado de
forma triste en los colores, que se vuelven grises y negros. Tanto las formas como los colores
del cuadro expresan la emoción que el mismo Picasso sintió al leer las noticias del bombardeo.
Es un horror interior.
La lámpara o candil de la mujer y la bombilla superior actúan como el vértice de una
pirámide luminosa en la que divisamos un grupo de personajes en actitudes desesperadas.
PICASSO: Guernica. Mural para el Pabellón de la República española de la Exposición Universal de París, 1937
5.- EL FUTURISMO
A todos los futuristas les influyeron las fotografías de Marey y Muybridge, con las
distintas fases de un movimiento: las denominadas cronofotografías. También el cine, que
empezaba ya a modificar la percepción visual del mundo occidental. Pero en 1911 conocieron
en París el trabajo de los cubistas, y decidieron entonces adoptar aquel nuevo lenguaje.
6.- EL DADAÍSMO
DADA no significaba nada (“Sí, sí”, en rumano, o tal vez “caballito de madera”), pero
fue una especie de palabra mágica con la que se justificaron cosas como el azar, mientras este
fuera creativo, el escándalo público o el uso de materiales heterogéneos y de desecho para la
creación.
NUEVA YORK (EEUU). Esta actitud irónica era la misma que tenían
todos los dadaístas neoyorquinos, como Marcel DUCHAMP (de quien
hablaremos más adelante, no sólo fue dadaísta), o bien Man RAY (1890-
1977). Su Regalo, 1921, es una plancha con clavos que destrozaría la
ropa si se utilizara para su función habitual.
BERLÍN (ALEMANA). El acto público más importante del dadaísmo en Man RAY: Regalo,
Alemania fue La Primera Feria Internacional Dada, organizada en Berlín 1921
en 1920. La exposición de un maniquí de cerdo vestido con uniforme del
ejército alemán produjo la clausura de la sala y un proceso a algunos organizadores del
acontecimiento. Los dadaístas berlineses adoptaron posiciones
políticas izquierdistas. Las simpatías de algunos de ellos por la
revolución rusa se nota en esta Fotografía tomada en la
inauguración de la Primera Feria Internacional Dada de
Berlín, 1920, en la que George Grosz (1893-1959) y John
Herartfield (1891-1968) sostienen un cartel donde se lee: “El
arte ha muerto, viva el nuevo arte maquinista de Tatlin” [este
artista ruso era conocido por su Monumento a la III
Internacional]. Detrás vemos la escultura que ellos mismos
habían hecho acoplando a un maniquí mutilado una bombilla
eléctrica que hacía de cabeza; así como otros elementos
mecánicos o extravagantes, como una dentadura en el sexo. El
título de aquella obra, El burgués Heartfield que se ha vuelto
salvaje (escultura electromecánica de Tatlin), reforzaba los
mensajes del cartel.
1.- La elaboración de una obra sobre cristal: El Gran vidrio, que él tituló La casada
desnudada por sus solteros, incluso. [Se verá].
2.- El montaje de unas cuantas obras reutilizando de varias maneras objetos “ya hechos”.
Llamó a estos trabajos ready-mades. Esta fase coincide con el auge internacional del dadaísmo.
En este sentido, Duchamp es considerado como la figura más importante
del dadaísmo neoyorquino.
Del surrealismo al “Étant donnés”. En los años treinta, Duchamp colaboró con los
surrealistas en varias exposiciones y actividades editoriales. Entonces dio por acabado el Gran
vidrio (1936). También continuó con algunas especulaciones ópticas
elaborando, entre otras cosas, los Rotorrelieves (1935) que eran
discos con círculos irregulares para colocar sobre el plato del
tocadiscos [eran discos de metal o de vidrio, que al girar conseguían
unos efectos plásticos mediante la refracción de luz, con lo cual
variaban continuamente su propia manifestación óptica].
Sin embargo, como sucedía siempre con todas sus obras, es más
importante su aportación conceptual: una puerta cerrada separa
el voyeur (“mirón”) del objeto de su pasión. La novia es
accesible a la mirada, pero no se puede poseer. Lo que en El
gran vidrio se mostraba verticalmente (los solteros abajo y la
DUCHAMP: Étant donnés,
1946-1966 novia en el panel superior) tiene aquí una disposición horizontal.
El espectador ahora forma parte (viva) de la obra.
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7.- LA ABSTRACCIÓN
Una constante de los movimientos de vanguardia fue su aspiración a conceder cada vez
más autonomía a la obra con respecto al asunto o tema representado. El salto hacia la
abstracción se produjo en distintos ismos entre 1910 y 1917, desde posiciones muy diferentes.
Las razones para cultivar un arte sin tema podrían sintetizarse en las siguientes palabras de
Kupka [fue uno de los primeros pintores abstractos]:
El hombre crea la exteriorización de su pensamiento mediante la palabra. ¿Por qué no
debería crear, en pintura y en escultura, con independencia de las formas y de los colores que
le rodean?
Frantisek Kupka, 1913
En 1910 ejecutó ya una acuarela abstracta que surgió ante un hecho que fue: contemplar
fortuitamente un paisaje cabeza abajo [al entrar una noche en su estudio a oscuras]. Su
descubrimiento le fascinó e inició una larga serie de cuadros sin tema, elaborados con manchas
de colores, sin contornos geométricos precisos. Kandinsky buscaba la belleza pura de las
combinaciones cromáticas, que comparaba con los acordes musicales. Sobre este nuevo tipo de
pintura escribió: “En general el color es un medio para ejercer una influencia directa sobre el
alma”.
Hay que decir además de que Kandinsky fue un auténtico teórico del arte. Punto y
Línea sobre el Plano (1926), es todo un tratado de aproximación al lenguaje abstracto. Lo
mismo sucede con su texto De la espiritualidad en el arte.
8.- EL SURREALISMO
Intenté plasmar las alucinaciones que me producía el hambre que pasaba. No es que
pintara lo que veía en sueños sino que el hambre me provocaba una especie de trance
semejante a aquel que experimentan los orientales. Entonces realizaba dibujos preparatorios
del plan general de la obra, para saber en qué lugar debía colocar cada cosa. Después de
haber meditado mucho lo que me proponía hacer empecé a pintar y sobre la marcha introducía
todos los cambios que creía convenientes. Reconozco que El Bosco me interesaba mucho,
pero yo no pensaba en él cuando trabajaba en El carnaval.
Además, él también nos habla de algunos elementos que se repetirán después en otras
obras: la escalera que es la de la huida y la evasión, pero también la de la elevación, los
animales y sobre todo los insectos. La esfera oscura que aparece a la derecha, que es una
representación del globo terráqueo, porque entonces le obsesionaba ya una idea: “Debo
conquistar el mundo!”; el gato, al que tenía siempre a su lado. El triángulo negro que
aparece en la ventana representa la Torre Eiffel.
Esta vertiente se ocupó de la representación de las cosas insólitas. Todo lo que fuera
extraño, maravilloso y onírico, sin dejar de lado el erotismo o la crueldad. En este caso,
muchas veces el campo de visión, a pesar de ser realista, no tiene explicación posible. El
espectador así, conecta las imágenes en el ámbito del subconsciente por no poderlas explicar
con lógica consciente. Son figuras realistas que conturban porque no parecen pertenecer
al mundo natural.
Max ERNST (1891-1976). Había pertenecido al dadaísmo alemán. De ahí deriva su gusto por
el collage, que aplicó recombinando viejos grabados populares. En su Elefante de las Célebes,
1921, parece anticiparse a las obras de Dalí o de Magritte. Yuxtaponiendo ingredientes
heterogéneos y aparentemente incompatibles entre sí, consiguió un efecto de extrañeza
sorprendente: una gran jarra africana (el elefante), un tubo de chimenea (la trompa), un cráneo
de toro, la que parece la pantalla de una lámpara, cafeteras superpuestas, una escultura
(derecha), etc. Era como “una nueva realidad”. Además, Ernst adoptó aquí las sombras
alargadas de Giorgio de Chirico.
sino a un insecto. Ha sido comparada con una mantis religiosa: GIACOMETTI: Mujer degollada,
el insecto que devora al macho en el acto reproductor. 1932
Alexánder CALDER (1898-1976). Son famosos los elementos flotantes y seres móviles de
este norteamericano. Sus denominados “móviles” se aproximan a la pintura de Miró. [Marcel
Duchamp les dio el nombre]
También el rumano BRANCUSI realizó algunas esculturas en este sentido, por ejemplo, su
obra El beso.
Julio GONZÁLEZ (1876-1942). Destacan sus esculturas de hierro forjado en las que
recuperaba elementos del lenguaje cubista, aunque poniéndolos al servicio de las hibridaciones
fantásticas peculiares del surrealismo.
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Mujer peinándose ante un espejo, 1936-1937. Esta obra fue realizada poco
antes de que Picasso pintara Guernica. No es difícil descubrir su
aproximación entre ambos trabajos. La parte baja, con aquel miembro
alargado y redondeado, recuerda más el abdomen de un gran insecto que
una extremidad humana. Lo mismo ocurre con la cabeza y el brazo
curvilíneo. Parece que Julio González ha evocado una vez más la “mantis
religiosa”, el símbolo surrealista de la mujer-amante que también fascinó a
Picasso por los mismos años.
Se trata de un ensamblaje, o mejor de una fusión de piezas metálicas
unidas con el procedimiento de la soldadura autógena. No se ha pretendido
disimular la naturaleza y el carácter de las piezas. Tampoco limar las
protuberancias e irregularidades de las uniones. Es una obra contundente,
casi agresiva.
Aunque desde el punto de vista técnico todo eso deriva del cubismo
sintético, hay en esta mujer una fuerza muy difícil de explicar si no se
recurre a la influencia surrealista.
Julio GONZÁLEZ:
Montserrat y Montserrat gritando, 1937. En 1937, Julio González expuso
Mujer peinándose en el pabellón de la República Española de París la figura de Montserrat.
ante un espejo, Era una escultura completamente diferente a la que acabamos de ver.
1936-1937
También la realizó con chapa de hierro soldado, pero sin las ambigüedades
figurativas de sus obras precedentes.
Esta mujer del pueblo sostiene a su hijo como si fuera el escudo con que deberá
defenderse contra el fascismo. Como el famoso cuadro de Picasso, expuesto en el mismo lugar,
esta otra mujer es un símbolo de la lucha antifascista.
Montserrat gritando: su pañuelo a la cabeza, la firmeza del cuerpo y el grito de rabia que sale
de su boca hablan de la fuerza de hierro del pueblo, que no se dobla ante la agresión del
fascismo.
Este tipo de arquitectura triunfará en todos los países del mundo ya después de la II
Guerra Mundial. A medios de los años setenta se empezó a notar una especie de desencanto
con respecto a los ideales de “la modernidad” y surgió una nueva actitud que se conoce como
postmodernidad.
Concibió el edificio de tal manera que los visitantes se veían obligados a hacer un complejo
recorrido: mediante una doble escalera se accedía a la cúpula de grandes rombos cristalinos
multicolores. Desde allí se bajaba después a un sótano con cascadas de agua que se deslizaban
sobre otro tipo de vidrio. Allí se podía contemplar también la proyección de un caleidoscopio
antes de salir al exterior.
La forma de este pabellón evocaba un diamante
cortado. Es el preludio de las especulaciones de la “cadena de
cristal”, publicadas en la inmediata posguerra.
El grupo holandés de la revista DE STIJL (El estilo) [vimos esta revista al hablar de la
abstracción geométrica en pintura. Ya se avanzó que se trataba de un estilo de gran importancia
para la arquitectura y el diseño]. Este grupo propugnó el diseño
arquitectónico con volúmenes cúbicos interpenetrados.
Pero sin duda, la figura más importante del momento en Rusia fue Vladimir TATLIN
(1885-1953), autor del proyecto del Monumento a la III Internacional.
El edificio consistiría en una gran torre inclinada, apoyada en arcos semicirculares. Una
rampa de doble espiral creaba dos “movimientos ascensionales” desde la base hasta la cúspide.
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Numerosos travesaños diagonales armarían la estructura, que adquiría así una apariencia
híbrida a modo de síntesis entre la Torre Eiffel y otras construcciones espiraliformes, como el
minarete de la Mezquita de Samarra [recordemos que la vimos en el tema dedicado al arte
musulmán].
El monumento asumía todas las formas y los mitos del suprematismo y del
constructivismo: los volúmenes geométricos y su combinación formando atrevidas diagonales,
el dinamismo ascensional de las espirales y la exaltación de los materiales industriales
vinculados a la idea de progreso, etc.
1.4.- LA BAUHAUS
Le Corbusier (1887-1965). Este artista suizo llamado realmente Charles Éduar Jeanneret, se
estableció en París acabada de finalizar la Primera Guerra Mundial. Allí entabló contacto con
la vanguardia artística. Fundó entonces la revista el ESPIRIT ‘NOUVEAU' (El espíritu nuevo),
en la que publicó artículos que propugnaban la renovación completa de la arquitectura. De
aquellos artículos surgió el libro Hacia una arquitectura (1923), el más influyente en su
género de todo el siglo XX.
Le Corbusier se convirtió así, a mediados de los años veinte, en un gran polemista, casi
lo que podríamos llamar “un profeta de la modernidad”. En la Exposición de Artes Decorativas
de París de 1925 presentó, entre otras cosas, algunas ideas urbanísticas, derivadas del primer
“Proyecto para una ciudad contemporánea”.
Le Corbusier: Planta de una ciudad contemporánea, 1922. Ideó esta ciudad para tres
millones de habitantes. Propugnaba concentrar a la población en grandes rascacielos, con
abundante espacio verde alrededor. Habría una separación clara entre las vías de peatones y las
dedicadas al automóvil.
En algunos proyectos de aquellos años planteó
también colocar el aeropuerto en el centro mismo de
la ciudad.
Mies VAN DER ROHE (1886-1969). Se trata de la tercera gran figura del Movimiento
Moderno. Fue el más radical entre los arquitectos modernos que optaron por el espacio cúbico
y por la máxima depuración en los detalles constructivos. Se formó en el clima expresionista
de la primera posguerra. Fue el primero en elaborar proyectos de rascacielos cubiertos
enteramente con muros-cortina de vidrio.
A medios de los años veinte ya había evolucionado hacia una arquitectura más racional
y pragmática; realizó proyectos muy abstractos y personales, como el pabellón alemán de la
Exposición Universal de Barcelona de 1929 [se verá]. Fue el último
director de la Bauhaus, antes de emigrar a Estados Unidos en 1939.
Allí consiguió en los años 50 y 60 una gran celebridad internacional.
Una de las obras más influyentes en la arquitectura de la
segunda mitad del siglo XX fue sus rascacielos Seagram ‘Building' de
Nueva York.
El edificio se alza sobre un podio rectangular de travertino, y se accede por una escalera
lateral. Un estanque de poca profundidad obliga al visitante a girar hacia la derecha para entrar
en el interior. Todo el pabellón está compuesto por planos verticales de ónice y de cristal
[ónice: piedra semipreciosa] y por los horizontales correspondientes al techo, al suelo y a los
dos estanques. Pero el conjunto se sostiene mediante ocho pilares cruciformes de acero
cromado, distribuidos a intervalos regulares. Ha sido calificada por ello como una de las más
bellas “plantas libres” de toda la arquitectura moderna. Al fondo a la derecha hay un pequeño
patio con otro estanque, sobre el que se alza una estatua de Georg KOLBE. Se trata del único
elemento decorativo.
BIBLIOGRAFÍA
RAMÍREZ, Juan Antonio, et al.: Historia del Arte 2, ed. SM, Madrid, 2006, pp.436-457.
SAINZ, Jorge: “Arquitectura y urbanismo del siglo XX”, en RAMÍREZ, Juan Antonio (dir.) et
al.: El mundo contemporáneo. Historia del Arte, vol. 4, Alianza editorial, Madrid, 1997, pp.
285-303.