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El cultivo de la humanidad, capítulos 1 y 3.pdf

Sociología de la Educación (Universidad Autónoma del Estado de Morelos)

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Martha C.
Paidós
1 Nussbaum

7humanidad
Una defensa clásica de la reforma
en la educación liberal .

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EL CULTIVO D E LA HUMANIDAD

el mundo. En la mayoría de las naciones, los estudiantes entran en la requiere el desarrollo de la habilidad de razonar lógicamente, de po-
universidad para seguir una única área de estudio, y eso es todo lo ner a prueba lo que uno lee o dice desde el punto de vista de la solidez
que aprenden. La idea de ueducación liberal* -una educación supe- del razonamiento, de la exactitud de los hechos y la precisión del jui-
rior que cultiva el ser humano en su totalidad para ejercer las funcio- cio. Pruebas de este tipo normalmente presentan desafíos a la tradi-
nes de la ciudadanía y de la vida en general- se ha arraigado am- ción, como Sócrates bien lo supo cuando debió defenderse contra el
pliamente en Estados Unidos. Sin embargo, este noble ideal aún no cargo de «corromper a los jóvenes)). Pero él defendió su actividad so-
ha alcanzado completa realización en nuestras escuelas superiores y bre la base de que la democracia necesita ciudadanos que puedan
universidades. Algunas, mientras usan las palabras «educación libe- pensar por sí mismos en lugar de simplemente remitirse a la opinión
ral*, subordinan el cultivo integral de la persona completa a una edu- de las autoridades; que puedan razonar juntos sobre sus opciones, en
cación técnica y vocacional. Incluso cuando la educación es ostensi- lugar de limitarse a intercambiar argumentos y contraargumentos.
blemente «liberal», puede no contener todo lo que un ciudadano Como un tábano en el lomo de un noble pero perezoso caballo, dijo
realmente necesita saber. Entonces, deberíamos preguntarnos hasta Sócrates, él estaba despabilando a la democracia, de modo que pudie-
dónde nuestra nación efectivamente está logrando el fin que ella mis- ra manejar sus asuntos de un modo más reflexivo y sensato. Nuestra
ma escogió como propio. Para el «cultivo de la humanidad,, ¿qué se democracia, al igual que la de la antigua Atenas, tiende a razonar de
requiere? manera apresurada y descuidada, y a sustituir la verdadera delibera-
El ideal clásico del «ciudadano del mundon se puede entender de ción por la injuria. Necesitamos la enseñanza socrática para cumplir
dos maneras, e igualmente el «cultivo de la humanidad)).La versión la promesa de la ciudadanía democrática.
más inflexible y exigente es el ideal de un ciudadano cuya lealtad prin- Los ciudadanos que cultivan su humanidad necesitan, además, la
cipal es para con los seres humanos de todo el mundo, y cuyas otras capacidad de verse a sí mismos no sólo como ciudadanos pertene-
lealtades, nacionales, locales y de grupos diversos, se consideran clara- cientes a alguna región o grupo, sino también, y sobre todo, como se-
mente secundarias. Su versión más blanda permite una diversidad de res humanos vinculados a los demás seres humanos por lazos de re-
visiones sobre cuáles deberían ser nuestras prioridades, pero nos dice conocimiento y mutua preocupación. El mundo a nuestro alrededor
que, sin importar cómo ordenemos nuestras lealtades, siempre debe- es ineludiblemente internacional. Cuestiones que van desde el comer-
ríamos estar seguros de reconocer el valor de la vida humana en cual- cio a la agricultura, desde los derechos humanos a la mitigación de la
quier lugar que se manifieste, y de vernos a nosotros mismos como hambruna, invitan a nuestra imaginación a aventurarse más allá de
ligados por capacidades y problemas humanos comunes con las perso- las estrechas lealtades de grupo y a considerar la realidad de esas vi-
nas que se hallan a gran distancia de nosotros. Estas dos versiones han das distantes. Pensamos muy fácilmente sobre nosotros mismos como
existido al menos desde la Roma antigua, cuando el estadista y filóso- grupo -ante todo como norteamericanos, y luego como seres huma-
fo Cicerón suavizó las estrictas exigencias del estoicismo griego para el nos- o, incluso más restringidamente, como italoamericanos, o hete-
público romano. Aunque simpatizo con la tesis más estricta, es la tesis rosexuales o a6-oamericanos en primer lugar, despuks como estadouni-
más blanda e inclusiva la que trataré aquí. Entonces, ¿qué es lo que denses y en tercer lugar como seres humanos, si acaso. No reparamos
s t a concepción inclbiva nos pide aprender? en las necesidades y capacidades que compartimos con otros ciuda-
Con el fin de cultivar la humanidad en el mundo actual, se requie- danos que viven distantes o parecen distintos a nosotros. Esto signifi-
ren tres habilidades. La primera es la habilidad para un examen crítico ca que no estamos conscientes de las muchas posibilidades de comu-
de uno mismo y de las propias tradiciones, que nos permita experi- nicación y de camadería con ellos, y tampoco de las responsabilidades
nentar lo que, siguiendo a Sócrates, podríamos llamar «vida examina- que podemos tener para con ellos. Además, algunas veces nos equivo-
la)).Es decir, una vida que no acepta la autoridad de ninguna creen- camos por no tomar en consideración las diferencias, por suponer
:ia por el solo hecho de que haya sido transmitida por la tradición o que las vidas en esos sitios distantes deben ser como las nuestras, y no
;e haya hecho familiar a través de la costumbre; una vida que cuestio- interesarnos en lo que realmente son. Cultivar nuestra humanidad en
ia todas las creencias y sólo acepta aquellas que sobreviven a lo que un mundo complejo e interconectado implica entender cómo es que
a razón exige en cuanto a coherencia y justificación. Esta disciplina las necesidades y objetivos comunes pueden darse en forma distinta

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en otras circunstancias. Lo anterior requiere una gran cantidad de En mi historia personal, fue revisando los antiguos argumentos
conocimientos que los estudiantes de las escuelas norteamericanas ra-
griegos y romanos que di con estas ideas. Las versiones griegas y ro-
ramente tuvieron en el pasado, conocimiento de las culturas no occi- manas de estas ideas son inmensamente valiosas para nuestros deba-
dentales, de las minorías-dentro de su propio mundo, de las diferen- tes actuales, y me centrar6 en esa contribución. Pero las ideas de este
cias de género y de sexualidad.
tipo tienen muchas vertientes en numerosas tradiciones. En la India,
Pero los ciudadanos no pueden reflexionar bien sobre la sola base
en Africa, en América Latina y en China podemos encontrar nociones
del conocimiento factual. La tercera destreza que debe poseer el ciuda-
estrechamente relacionadas. Uno de los errores que una educación
dano, estrechamente relacionada con las dos primeras, se puede lla-
multifacética puede disipar es la falsa creencia de que la tradición
mar imaginación narrativa. Esto significa la capacidad de pensar propia es la única capaz de autocrítica o de aspirar a la universalidad.
cómo sería estar en el lugar de otra persona, ser un lector inteligente Consideren mis ejemplos de educación liberal contemporánea a la
de la historia de esa persona, y comprender las emociones, deseos y
luz de estos tres objetivos de la ciudadanía universal. El programa de
anhelos que alguien así pudiera experimentar. La imaginación narra- St. Lawrence se centra en el segundo objetivo, esto es, producir estu-
tiva no carece de sentido crítico, pues siempre vamos al encuentro diantes bien informados sobre la vida de personas diferentes de ellos
del otro con nuestro propio ser y nuestros juicios a cuestas; y cuando mismos, y capaces de participar en los debates sobre esas personas con
nos identificamos con un personaje de una novela o con una persona el interés puesto en el futuro de la humanidad. Pero los líderes del pro-
distante cuya vida imaginamos, inevitablemente no nos limitaremos grama sostienen que cualquier enseñanza responsable sobre el primer
a identificarnos, también juzgaremos esa historia a la luz de nues- punto debe también ser una enseñanza socrática, que cultive las capa-
tras propias metas y aspiraciones. Pero este primer paso de entender cidades lógicas para pensar críticamente y para elaborar un argumen-
el mundo desde el punto de vista del otro es esencial para cualquier to. En este aprendizaje, central en el programa, se asigna el papel prin-
juicio responsable, puesto que no sabremos lo que estamos juzgando cipal a la filosofía. Por último, el énfasis del programa en los viajes
hasta no ver e1 significado de una acción según la intención de la per- desarrolla la imaginación, así como el conocimiento directo de los he-
sona que la realiza, ni entenderemos el significado de un discurso chos. Vivir con otras personas en Kenia amplía nuestra capacidad para
mientras no conozcamos la importancia de lo que expresa en el con- ver el mundo desde el punto de vista de estas personas, y para abrirse
texto de la historia y el mundo social de esa persona. La tercera ca- a nuevos conocimientos con mayor empatía.
pacidad que nuestros estudiantes deben alcanzar es la de descifrar
Las clases sobre estudios étnicos de Richard Lowy enfrentan una
dichos significados mediante su imaginación. batalla muy difícil: la tenaz lealtad de los estudiantes hacia sus identi-
La ciudadanía inteligente necesita más que estas tres capacidades. dades de grupo. Enfrenta una clase ya politizada por estas identidades
El saber científico también es de primera importancia. Mi excusa para
y debe luchar para crear una comunidad de aprendizaje y de diálogo
no extenderme sobre este aspecto de la educación liberal es que hay dentro de esta situación. Al igual que los profesores de St. Lawrence,
otros mejor capacitados para describirlo. Lo mismo sucede con la Lowy destaca la importancia de pensar sobre la humanidad en térmi-
economía, que sólo abordaré en su relación con la filosofía y la teoría nos más amplios y más flexibles que los dictados por el enfoque ideo-
política. Me centro& los aspectos de una educación liberal que has- lógico en la lealtad de grupo: al igual que ellos, considera su objetivo
ta ahora se han asociado con alas humanidades» y hasta cierto punto como uno al servicio de la ciudadanía universal y el entendimiento
con «las ciencias sociales»: sobre todo, entonces, me centro en la fi-
mundial. Las competencias lógicas socráticas están menos acentua-
losofía, las ciencias políticas, los estudios de religión, historia, antro-
das en su enfoque, principalmente debido a la naturaleza de su disci-
pología, sociología, literatura, arte, música y estudios del lenguaje y
plina y del tema. Sin embargo, la imaginación y empatía están clara-
la cultura. Tampoco describo todo lo que debería saber un buen ciu-
mente visibles en la manera en que llama a los estudiantes a traspasar
dadano sobre estas áreas; me concentro en las áreas que hoy son te- los límites de sussimpatías más inmediatas.
mas apremiantes y asuntos polémicos. (Los problemas de la pobreza
La clase de filosofía de Billy Tucker, en cambio, se enfoca en la ca-
y las clases sociales, que ya he tratado en otros trabajos, son aborda-
pacidad socrática para cuestionar y para justificar, usando esto como
dos selectivamente, dentro de otros capítulos.)
el sustento de un concepto de ciudadanía. A partir de puntos de vista

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disciplinarios diferentes, Knshna Mallick y Richard Lowy tienen obje- Los estudiantes de Derecho de la Universidad de Chicago pronto
tivos semejantes: lograr un amplio entendimiento y un diálogo respe- influirán en la vida de nuestro país de muchas maneras. Gran parte
tuoso. Pero no hay duda de que la contribución filosófica a la educa- de ellos muy pronto estará trabajando para los jueces y redactará las
ción de Tucker ha sido-importante para él como ciudadano, de forma opiniones judiciales. Otros estarán involucrados en proyectos de servi-
que no podría haber sido reemplazada sólo por el conocimiento de los cio público, y otros irán directamente a trabajar en Firmas de las más
hechos. Tucker está aprendiendo un nuevo modo de enfocar el debate variadas especialidades. La mayoría enfrentará en algún momento el
político centrado en los problemas más que en las personalidades, en problema de las razas, ya sea como empleados de oficinas que inves-
el análisis razonando más que en descalificaciones o lemas. Necesita- tigan casos sobre discriminación positiva y empleo de representantes
rá conocer los hechos a fin de construir bien sus argumentos, y el cur- de minorías, o como abogados que representan a clientes de estas
so enfatiza este requerimiento cuando exige que los participantes en minorías. La mayoría de estos estudiantes de leyes, como el persona-
un debate investiguen sobre los temas en discusión. Pero los hechos je de la novela de Wright, Mary Dalton, nunca estuvo en un edificio
no habrían producido un diálogo sin el fuerte énfasis del curso en la pobre como los que todavía existen a algunas calles de sus aulas. Si
argumentación socrática, y sin el talento de Mallick para hacer que van a ser buenos ciudadanos en sus desempeños hturos, no sólo ne-
los estudiantes se interesen en el aparentemente aburrido proceso de cesitarán capacidad lógica y conocimiento, aspectos de la ciudadanía
detectar falacias y formalizar los argumentos. ya ampliamente enfatizados en sus currículos. También necesitan ser
La clase de inglés de Chalmers, centrada en la imaginación, inten- capaces de participar con la imaginación en la vida de alguien como el
ta lograr el objetivo de construcción de una ciudadanía universal a negro Bigger Thomas, y ver cómo el medio social configura las aspira-
través de la práctica en la comprensión narrativa. Chalmers se opo- ciones y emociones.
nía a cursos presentados de un modo que él consideraba ideológico o En cinco de los seis casos, entonces, los estudios no tradicionales,
políticamente parcial. Pero la invitación a presentar el mundo desde que no habrían estado en el currículo hace veinticinco años, están
el punto de vista de una persona diferente de sí mismo finalmente lo aportando ingredientes esenciales para la construcción de la ciuda-
convenció, haciendo de él una persona todavía capaz de juicios críti- danía. La clase de Billy Tucker es la mAs cercana a lo que pudo haber
cos, pero que, en su función de trabajador de la salud, probablemen- sido enseñado en la última generación, pero incluso ella tiene la mi-
te tratará con personas homosexuales con mayor conocimiento y rada puesta en la ciudadanía y en problemas actuales, de una mane-
comprensión. ra que no era propia de la academia filosófica de hace poco. El pro-
Scott Braithwaite no tuvo dicha enseñanza. En efecto. su instruc- grama de St. Lawrence implica una reforma radical de un currículo
ción en Brigham Young se construyó sobre una oposición deliberada antes enfocado en Europa y Estados Unidos. El énfasis en los estu-
a mis tres objetivos. con más elementos en común con la descripción dios étnicos en Riverside es parte de una compleja transformación de
que hace Aristófanes de la Educación Antigua que con el enfoque so- ese currículo, destinada a incorporar una variedad de enfoques sobre
crático del ciudadano del mundo. A Braithwaite no se le enseñó a la diversidad humana. En su clase de inglés, Eric Chalmers se en-
pensar críticamente sobre su propia tradición; se le enseñó a interna- frentó con una tarea que habría sido desconocida en Reno, Nevada,
lizar sus enseñanhs. En cierto modo, como joven mormón de una hasta hace muy poco, y que forma parte de un movimiento en torno
iglesia altamente internacional, se le enseñó a interactuar con perso- de la diversidad que todavía genera una intensa controversia en los
nas de diferentes partes del mundo, pero por lo general en el sentido recintos universitarios. Scott Braithwaite lamenta la ausencia de ta-
de convertir a la gente a sus propias ideas, y nunca con la noción de les cambios en el currículo de la Universidad Brigham Young. La
que la enseñanza podía ir en ambas direcciones. Finalmente., como él
----- --
Universidad de Chicago, como la mayoría de las escuelas de derecho
mismo señala. su educación no invitó a sus compañeros a imaginar o de Estados Unidos, está consagrando más atención a los problemas de
conocer a alguien como él, ni lo invitó a conocerse a sí mismo. Sos---- raza en respuesta alinterés de los estudiantes y del cuerpo docente. A
tiene que esta falla del conocimiento implica una falla en la forma de diferencia de muchas de esas iniciativas, la Universidad de Chicago se
amor que su propia religión les pide a todas las personas que sientan centra en la imaginación humanística tanto como en el conocimiento
por el prójimo. de los hechos.

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Nuestros campus educan a nuestros ciudadanos. Llegar a ser un


ciudadano educado significa aprender una serie de hechos y manejar
técnicas de razonamiento. Pero significa algo más. Significa aprender
a ser un ser humano capaz de amar y de imaginar. Puede que con-
tinuemos produciendo ciudadanos estrechos de mente con dificulta-
des para entender a las personas diferentes de ellos, y cuya imagina-
ción raramente se aventure a ir más allá de su medio local. Es muy
fácil para una imaginación moralizadora llegar a limitarse de este
modo. Piensen en la imagen del mal ciudadano de Charles Dickens
en Cuento de Navidad, en ese retrato del fantasma de Jacob Marley
que visita a Ebenezer Scrooge para prevenirlo sobre los peligros de Si os dijera que el mayor bien para un hombre resulta ser el
hecho de pasar todo el día razonando acerca de la virtud y de
una imaginación obtusa. El fantasma de Marley arrastra por toda la
los otros argumentos de los que me habéis oido hablar cuando
eternidad una cadena hecha de cajas de dinero, porque en vida su me examino yo mismo y examino a los demás; y si os dijera que
imaginación nunca se aventuró más allá de los muros de su exitoso una vida sin examen no es digna de ser vivida por un hombre,
negocio para toparse con las vidas de los hombres y mujeres que es- creeréis aún menos lo que digo. Sin embargo, es así, como os lo
taban a su alrededor, hombres y mujeres de un mundo y una condi- digo, aunque no es fácil persuadiros de ello.
ción social distintos. Estamos produciendo demasiados ciudadanos
como el fantasma de Marley, y como Scrooge antes de que se aventu- P L A T ~ NApología
, de Sócrates
rara a ver qué contenía el mundo que lo rodeaba. Pero tenemos la
oportunidad de hacer algo mejor, y ahora estamos comenzando a
aprovechar esa oportunidad. No se trata de «corrección politican,
sino del cultivo de la humanidad. La Educación Antigua, según Aristófanes, inculcó por asimilación
cultural los valores tradicionales en los jóvenes ciudadanos. Apren-
dieron a internalizar y a amar sus tradiciones, y se les desalentó en
todo intento de cuestionarlas. Para Aristófanes, el opositor más peli-
groso de esta Educación Antigua es Sócrates, cuyas preguntas sub-
vierten la autoridad de la tradición, y que, además, no reconoce nin-
guna autoridad sino la razón, llegando incluso a pedir que los dioses
den cuenta razonada de sus preferencias y órdenes. Describe la «Aca-
demia del Pensamiento» de Sócrates como una fuente de corrupción
cívica, donde la gente joven aprende a justificar que golpeen a sus pa-
dres. Este ataque teatral fomentó una verdadera desconfianza hacia
el modo de vida socrático. Los líderes atenienses, perturbados ante la
idea de que los jóvenes buscaran argumentos para justificar sus creen-
cias en lugar de simplemente seguir a sus padres y a las autoridades
cívicas, culparon a Sócrates de la falta de armonía cultural que per-
cibían a su alrededor. Éste, acusado de corromper a los jóvenes, fi-
nalmente perdió la'vida.
El antiguo debate entre Sócrates y sus enemigos es valioso para
nuestras actuales controversias educacionales. Al igual que Sócra-
tes, nuestras escuelas superiores y universidades están siendo acusa-

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das de corromper a los jóvenes. Al ver que los jóvenes surgen de mo- tuosamente, su voz se llena de jovialidad. Cuando nos sentamos en el
dernas «Academias del Pensamientos cuestionando profusamente el suelo para comer, los estudiantes me hablan de su decisión de espe-
pensamiento tradicional -sobre las mujeres, sobre la raza, sobre la cializarse en filosofía en un momento en que el departamento acaba-
justicia social, sobre el-patriotismo-, segmentos socialmente conser- ba de obtener el permiso para separarse del Departamento de Reli-
vadores de todo tipo han sugerido que estas universidades son hogares gión. Me cuentan que les encanta lo que hacen, pero muchos de sus
para el pensamiento corrupto de una élite radical, cuyo fin último es la amigos, fuertemente presionados por sus padres para no juntarse
alteración del tejido social.] Una vez más, se está defendiendo una edu- con ellos, los han abandonado. Según piensan, quienes se especiali-
cación que promueve la asimilación cultural de las venerables tradicio- zan en filosofía están corrompidos por el «humanismo secular)).
nes de la «Civilización Occidental)),en contra de una educación más En 1995, en la Universidad de Brown, justo antes de Navidad, me
socrática que insiste en enseñar a los estudiantes a que piensen por sí reuní con tres estudiantes destacados que elaboran sus tesis conmigo.
mismos. En efecto, en las más variadas instituciones los estudiantes es- Amy Meselson escribe sobre los estoicos y Aristóteles, respecto del li-
tán cuestionando y desafiando la autoridad de la tradición. bre albedrío y el determinismo. Llega temprano con paso cansado
En la Universidad de Notre Dame en South Bend, Indiana, los es- para discutir las veinte páginas a un solo espacio de un meticuloso
tudiantes de un curso sobre ciencia y valores humanos, dictado por análisis textual que me entregó esa mañana. Nicole Li, una ciudada-
el filósofo Philip Quinn, deben cumplir con el requisito de dos se- na de segunda generación de origen chino y británico, está escribien-
mestres de filosofía. Quinn, un católico que dejó la Universidad de do sobre las mujeres y la venganza, relacionando los antiguos relatos
Brown para ir a Notre Dame porque deseaba enseñar dentro de una griegos con los modernos argumentos éticos y legales. Me trae un li-
institución católica, considera este requisito una manera de lograr bro nuevo sobre el homicidio justificable y me pide que lo lea dentro
que aun los estudiantes más pasivos piensen por sí mismos y defien- de los próximos dos días (junto con otros dos libros que me había
dan con argumentos sus creencias. La mayoría de los estudiantes de dado la semana anterior), para poder llevárselos todos a su casa en
la clase dice que la obligación de seguir un curso de filosofía los ha Seattle durante las vacaciones. Liliana Garcés está escribiendo sobre
hecho mejores católicos, al forzarlos a defender sus opciones con ar- los argumentos filosóficos y religiosos en contra y a favor del aborto
gumentos. Varios estudiantes discrepan al respecto. Kevin Janicki, en su país nativo, Colombia, de donde emigró a Estados Unidos a la
representante de este grupo, un hombre rubio, alto y atlético, dice edad de 12 años, sin hablar una gota de inglés. (Su madre trabajaba
que la filosofía lo ha llevado a cuestionar su fe católica al hacerle notar como conserje para mandarla a escuelas de la localidad, y ahora tra-
cómo queda en evidencia la pobreza de argumentos racionales u a n d o baja como cosmetóloga.) Una mujer serena y lúcida, con un ligero
la administración de la universidad maneja temas relativos a las mu- acento al hablar (y excelentes calificaciones en filosofía), Liliana está
jeres y a la homosexualidad. «Te invitan a estudiar Filosofía y hacer a punto de volver a Medellín para hacer entrevistas durante las vaca-
preguntas, y luego te piden que obedezcas a la autoridad y no ha- ciones. Antes de discutir su solicitud de ingreso a la Escuela de Dere-
gas preguntas.)) Se queda confundido al fondo de la concurrida clase. cho, revisamos las preguntas de su entrevista.
En la Universed de Belmont, una institución baptista en Nashvi- Dos de los tres temas de estas tesis habrían resultado desconoci-
lle, Tennessee, pasé un día hablando sobre la ética de la antigua Gre- dos en el programa de filosofía norteamericano sólo quince años
cia ante un grupo de estudiantes extraordinariamente entusiastas y atrás. Y, sin embargo, en ambos la antigua tradici6n griega está tan
bien informados.* Después fui a casa de la profesora Ginger Justus presente como en el primero, por ejemplo los escritos de Séneca y de
para cenar informalmente con estudiantes de filosofía. Justus, una Marco Aurelio en la tradición de la reflexión crítica que deriva de Só-
talentosa y joven profesora de Filosofía, saluda a Los estudiantes afec- crates, que aplican conceptos de filosofía para el análisis y critica de
la propia cultura. a
1. Vease en particular Roger Kimball, The Tenured Radicals, Nueva York, Harper & En el club deportivo de Cambridge, Billy Tucker ha logrado una
Row, 1990. buena calificación en su primer examen de filosofía sobre Sócrates y
2. En 1993, cuando visite el campus, Belrnont estaba afiliada a la Southern Baptist sus argumentos. Mientras hablamos en el mesón, rebosa de orgullo y
Convention, aunque ya no es así. entusiasmo. Pensaba que la filosofía era para personas de la Ivy Lea-
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gue,* y ahora sabe que él también es capaz. Krishna Mallick les ha turbadores. El argumento parece un extraño y frío invasor de las cos-
estado pidiendo que usen las técnicas que aprendieron al estudiar a tumbres hogareñas. En Aristófanes, el padre llega a casa un día para
Sócrates para analizar los argumentos de los periódicos. Tucker cuen- enfrentar un argumento a favor de golpear al padre. Los padres de los
ta que ha detectado una serie de falacias. La próxima semana tendrán especializados en filosofía puede que al final del semestre enfrenten el
un debate en la clase sobre el doctor Kevorkian y la ética de su con- ((humanismosecular» allí donde previamente había existido el cristia-
ducta, y Tucker está sorprendido de que le pidiera buscar argumentos nismo tradicional. Los padres de Nicole Li la enviaron a Brown y la en-
para defender una postura que no es la suya. contraron desarrollando argumentos en defensa de las mujeres que se
El cuestionamiento filosófico surge dondequiera que estén las per- toman una venganza extralegal en contra de los que abusan de ellas. El
sonas. Los estudiantes de los cursos que menciono están descubrien- énfasis socrático en la razón no s610 parece subversivo, sino también
do que la filosofía no es una disciplina abstracta ni lejana, sino que frío. Para las personas amables y afectivas puede resultar insultante
está entretejida, como los argumentos de Sócrates lo estuvieron, en que les pidan justificar con argumentos alguna creencia política que
sus vidas diarias, en sus discusiones sobre la vida y la muerte, el siempre han sostenido y que han enseñado a sus hijos. Puede parecer
aborto y la venganza, la justicia institucional y la religión. La filoso- que sus más caras tradiciones ahora deben someterse a un escrutinio
fía aparece cada vez que las personas son alentadas a pensar por sí desde el punto de vista de un mundo intelectual de élite que les es ex-
mismas, cuestionándose a la manera de Sócrates. Para todos estos traño. No resulta sorprendente que la proliferación de cursos de ((ética
estudiantes, la filosofía viene a proporcionar algo que antes faltaba: aplicada» y en general de filosofía, en nuestras escuelas superiores y
un control activo o comprensión de las preguntas, la capacidad de universidades, inquiete a muchos padres.
hacer distinciones, un estilo de interacción que no descansa en la La tradición es un enemigo de la razón socrática. Pero Sócrates
sola aserción y una contraaserción, todo lo cual encuentran impor- tiene otros enemigos. Sus valores son atacados tanto por la izquierda
tante para sus vidas y su relación consigo mismos y los demás. como por la derecha. Está de moda, en los círculos progresistas inte-
lectuales, decir que el argumento racional es un ardid masculino occi-
En las escuelas superiores y universidades del país, los estudiantes dental, por su misma naturaleza detractor de la igualdad de las muje-
siguen a Sócrates, cuestionan sus propios puntos de vista para descu- res, de las minorías y de los pueblos no occidentales. Nuevamente se
brir hasta dónde pueden sobrevivir a la prueba del argumento. Aun- sospecha que el argumento socrático es arrogante y elitista; pero, en
que los procedimientos socráticos han sido familiares durante mucho este caso, el elitismo corre por cuenta de la tradición intelectual do-
tiempo en los cursos de filosofía básica, la filosofía está llegando a minante en Occidente, que permanentemente ha marginado a los ex-
una cantidad mucho mayor de estudiantes que hace cincuenta años, traños. La misma pretensión de estar comprometido con la búsqueda
estudiantes de todas las clases, medios y ongenes religiosos. Y la filo- desinteresada de la verdad puede ser una útil pantalla para los prejui-
sofía, que en un tiempo se enseñó como una disciplina lejana y abs- cios. Tales críticos mirarían con sospecha los proyectos de tesis de Li-
tracta, se está vinculando cada vez más al análisis y a la crítica de los liana Garcés y de Nicole Li: como personas sin poder y marginadas,
sucesos e ideas asuales. En lugar de aprender análisis lógico en el va- aceptan ser cooptadas por la tradición liberal dominante al consagrar
cío, los estudiantes ahora aprenden a analizar minuciosamente los ar- sus energías al argumento racional en la tradición socrática.
gumentos que encuentran en los periódicos, aprenden a argumentar Pero los opositores izquierdistas de Sócrates cometen el mismo
en los debates actuales sobre medicina y leyes y deportes, a pensar error que sus opositores conservadores, al suponer que la argumenta-
críticamente sobre los fundamentos de sus puntos de vista políticos, e ción es subversiva de los valores democráticos. La argumentación so-
incluso religiosos. crática no es antidemocrática. Tampoco subvierte las legítimas de-
Para los padres de hoy en Estados Unidos, al igual que para los pa- mandas de la gente excluida. De hecho, tal como Sócrates sabía, es
dres de la época de Sócrates, tales procesos pueden resultar muy per- esencial para ~ n ~ s ó l i democracia
da y para cualqukr búsqueda per-
manente de justicia. Con el fin de fomentar una democracia que sea
* Grupo de universidades del noroeste de Estados Unidos, famosas por su presti- reflexiva y deliberante, y no un mero mundo mercantil de grupos de
gio académico y social. (N. del t . ) interés en competencia, una democracia que verdaderamente tome en

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el bien común, debemos producir ciudadanos que ten- traer. Los seguidores de Pitágoras pensaban que su maestro era un
gan la capacidad socrática de razonar acerca de sus creencias. No es sabio prodigioso, y formaban comunidades unidas por votos de si-
bueno para la democracia que la gente vote basándose en los senti- lencio para perpetuar su sabiduría.
mientos que han absorbido de los medios de comunicación y que nun- Ninguno de estos maestros tenía una noción democrática del
ca han cuestionado. Esta falta de pensamiento crítico produce una de- aprendizaje. Para ninguno la verdad era algo públicamente accesible
mocracia en la que la gente habla entre sí pero nunca mantiene un para todos los que pudieran p e n ~ a rninguno
;~ creía que «todos tienen
diálogo genuino. En semejante clima, los malos argumentos pasan por algo propio con que contribuir a la verdad*.4Además, los temas pre-
buenos, y el prejuicio puede fácilmente confundirse con la razón. Para feridos de estos pensadores -la creaci6n del cosmos, la cantidad y
desenmascarar el prejuicio y para asegurar la justicia, necesitamos la naturaleza de los elementos, la relación entre el pensar y el ser- es-
argumentación, una herramienta esencial de la libertad cívica. taban generalmente muy lejos de las opciones cotidianas de una ciu-
La educación liberal en nuestras escuelas superiores y universida- dadanía democrática. Por estas razones, tales pensadores filosóficos
des es -y debe ser- socrática, dedicada a la tarea de activar en cada - q u e vivieron en Jonia y en la Italia meridional, no en Atenas- no
estudiante una mente independiente y producir una comunidad que tuvieron afinidad con la democracia en desarrollo de Atenas.
pueda verdaderamente razonar en conjunto sobre un problefna, y no Como sea, esa democracia tuvo pensadores locales de otro tipo,
simplemente intercambiar alegatos y contraalegatos. A pesar de nues- que sustentaban de mejor forma el deseo del régimen naciente en
tra lealtad a la familia y la tradición, a pesar de los diversos intereses cuanto a las pruebas y argumentaciones públicas. Historiadores como
que, como nación, tenemos en la corrección de las injusticias con las Heródoto reunieron datos sobre diversas poblaciones con el fin de re-
,minorías, podemos y deberíamos razonar juntos a la manera socráti- flexionar sobre los valores políticos. Divulgadores de la medicina die-
ca, y la educación debería prepararnos para ello. Al considerar este ron a conocer hechos sobre las epidemias y la estructura del cuerpo.
objetivo de una comunidad en la razón, según surge del pensamiento Los poetas trágicos escribían escenas que mostraban razonamientos
de Sócrates y los estoicos griegos, podemos señalar su excelsitud y su sobre aspectos fundamentales de la moral, que imitaban y a su vez da-
importancia para lograr la autonomía democrática. Al conectar esta ban forma a la emergente cultura de debate público en la asamblea
idea con la enseñanza de la filosofía de los diversos cursos universi- democrática. La contribución característica de Sócrates fue hacer que
tarios, veremos que no es la educación socrática, sino su ausencia, lo el rigor y firmeza del argumento filosófico tuviera efecto en los asun-
que sería fatal para la salud de nuestra sociedad. tos de interés público; como Cicer6n más tarde señaló, llevó la filoso-
fía desde el cielo a la tierra.5 Su actividad, por cierto, no agradó a to-
dos los que se toparon con ella.
Sócrates se acerca a un sobresaliente político, a una persona que
«a muchas personas, y especialmente a sí mismo, les parece conoce.
Los filósofos griegos anteriores a Sócrates afirmaban que domina- dor e inteligente^.^ Lo involucra en un interrogatorio sobre su pre.
ban el conocimiento de los temas sobre los que dialogaban. El poema sunto conocimiento y autoridad, pidiéndole, como Sócrates hace s
de Parménides rebesentaba al filósofo como un iniciado que ha reci- menudo, una explicación coherente y libre de dudas y contradiccione:
bido el discernimiento de la verdad de una diosa que sostiene las llaves de algunos conceptos legales y políticos básicos, como igualdad, jus.
de la justicia en sus manos. Desde esta posición ventajosa, denuncia ticia y ley. El experto resulta ser incapaz de responder satisfactoria,
las opiniones comunes de los «mortales» como plagadas de errores. mente las preguntas de Sócrates. Sócrates se muestra sorprendido
Empédocles decía poseer un conocimiento especial basado en su pro- Se va, concluyendo que después de todo él es un poco más instruidc
pio largo ciclo de encarnaciones como «niño, niña, arbusto, pájaro y
un mudo pez marinos. «Sepan bien -afirmaba- que la verdad está a
en lo que yo les digo.» Heráclito comparaba sus concisos aforismos 3. Heráclito es una posible excepción, pero ciertamente n o es demócrata.
con las máximas del oráculo de Delfos, queriendo decir que había en 4. Aristóteles, Ética eudemia, 1 , 1216a 26-39.
5. Cicerón. Cuestiones tuscuianas, 5 4 , 10.
ellos una sabiduría escondida que el oyente debía esforzarse en ex- 6. Platón, Apología, 20C.

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que este experto, ya que al menos él sabe lo difícil que son los con- de si mismos. Muchas de sus creencias eran sin duda verdaderas, y
ceptos y cuánta necesidad tiene su propia comprensión de éstos de posiblemente nobles; Sócrates reconoce esto al sostener que la edu-
una mayor claridad, mientras que el experto carece no sólo de una cación progresa no por el adoctrinamiento del profesor, sino por el
adecuada comprensión de los conceptos, sino también del conoci- escrutinio critico de las propias creencias del alumno. Cuando com-
miento de su propia incompetencia. Sócrates concluye que él es una para la democracia con un noble pero perezoso caballo, quiere decir
figura muy útil para el gobierno democrático, como un tábano que . que, en una gran parte, las creencias convencionales están bien enca-
aguijonea el lomo de un noble pero perezoso caballo.' minadas. El problema real es la pereza de pensamiento que caracte-
Cuando los intelectuales se comportan de esta forma, la gente a la riza a estos ciudadanos democráticos, su tendencia a ir por la vida
que tratan de beneficiar no siempre es feliz. Sócrates propuso que se le sin pensar sobre otras posibilidades y razones.
debería dar un puesto con un salario de por vida a costa de la ciudad. No resulta sorprendente que fueran así, dada la educación que re-
Los ciudadanos de Atenas tuvieron otra idea. Para las personas que cibieron. La nostálgica y humorística descripción de Aristófanes sin
están profundamente inmersas en asuntos prácticos, especialmente duda es exagerada: jacaso hubo alguna época de la historia humana
en una democracia, el intelectual que cuestiona -quizás en particu- en que los jóvenes no hicieran preguntas? Pero su exageración misma
lar el filósofo- siempre es un personaje ligeramente sospechoso. muestra la profundidad de un cierto ideal cultural: aquel del joven
¿Por qué esta persona muestra un tan imparcial desapego? ¿Cuál es ciudadano fuerte y valeroso, siempre dispuesto a entonar los viejos
su campo de competencia empírica? ¿Que le da derecho a dirigirse a himnos de guerra y horrorizado ante la idea de cuestionar o innovar.
las personas y hacerles preguntas, como si estuviera facultado para Éste es el tipo de ciudadano al que Sócrates trata de despertar.
decirles en qué se equivocan? Actualmente, cuando las universidades Podríamos preguntarnos en qué sentido este cuestionamiento pue-
({aguijonean, a los estudiantes para que se replanteen sus valores, es de significar un beneficio práctico. Cuando se observan desde la dis-
muy probable que ello cause inquietud y resentimiento. Es muy na- tancia, con mirada escéptica, los actuales campus, es fácil juzgar a
tural pensar que los docentes que originan este replanteamiento de- los jóvenes que cuestionan las normas como mal educados e irrespe-
ben ser una elite progresista autodesignada, alejada de los valores po- tuosos, desarraigados y hedonistas. Su tendencia socrática a exigir
pulares e insensible a ellos. razones y argumentos los torna insolentes sin hacerlos sabios. Pero,
Sócrates dijo que, para el ser humano, una vida sin examen inte- si miramos más de cerca el relato de Platón sobre el cuestionamiento
rior no vale la pena.s En otras palabras, esta vida de cuestionamiento socrático, comenzaremos a entender cómo puede ser beneficioso
no es sólo algo útil, es componente indispensable de una vida con para la democracia, y a reconocer algunos de esos beneficios en las
sentido para cualquier persona y cualquier ciudadano. ¿Qué quiso actuales escuelas superiores y universidades.
decir con esto? En el primer libro de la República de Platón, Sócrates y un grupo
La mayoría de las personas con las que se enfrentó Sócrates lleva- de sus amigos se reúnen en la casa de Céfalo, un anciano acaudalado.
ban vidas pasivas. vidas cuyas acciones y decisiones más importantes El escenario dramático escogido por Platón hace que el lector tome
eran dictadas por las creencias convencionales. Estas creencias vi- clara conciencia de los problemas de la justicia y la acción correcta.
vían con ellos y los modelaban, pero nunca las habían hecho verda- Porque el lector sabe lo que los personajes desconocen: que algunos
deramente propias, porque en realidad nunca habían mirado dentro años después de la pacífica escena de discusión filosófica descrita
de ellas, preguntándose si habda otra manera de hacer las cosas, y aquí, estarán en bandos opuestos en un violento conflicto político que
cuáles eran en verdad dignas de guiar sus vidas en lo personal y en lo tendrá como consecuencia la muerte de tres de ellos y pondrá en peli-
p o l í t i ~ oEn
. ~ este sentido, nunca se habían hecho cabalmente dueños gro la vida de todos. Un grupo de oligarcas conocidos como los Trein-
ta Tiranos, dirigidos por miembros de la propia familia de Platón, to-
7. Apología, 30E-3 1A. mará el poder en ktenas. Usando consignas que apelaban al concepto
8. Ibid., 38A. de justicia («debemos limpiar la ciudad de la injusticia»), comenza-
9. VCase Gregory Vlastos, Socrates: Ironist and Moral Philosopher, Cambridge e rán a enriquecerse como sea, levantando cargos políticos en contra
Ithaca, Cambridge University Press y Come11 University Press, 199 1. de ciudadanos acaudalados con el fin de apoderarse de sus propieda-
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des. Platón se propone hacer que el lector recuerde un famoso dis- finición, basada en las autoridades poéticas convencionales, precisa-
curso del orador Lisias -un personaje silencioso en la República, mente el tipo de textos que la educación tradicional pedía a los jóve-
hermano del destacado Polemarco- en el que describe el brutal ase- nes que memorizaran y que no cuestionaran. Cefalo mismo, riendo
sinato de su hermano y su propia salvación por un pelo. Fue tan
cortésmente del entusiasmo de los filÓso£os,cede la discusión a su
grande la avaricia de los nuevos gobernantes antidemocráticos, ex- hijo y se va a asistir a los sacrificios.
clama, que arrastraron hasta el atrio a la esposa de Polemarco y le
;Oué
- diferencia puede haber en definir nuestros conceptos reflexi-
arrancaron de un tirón los pendientes de oro. Y todo el tiempo aduje- b

vamente? ¿Por qué nosotros, al igual que Céfalo, no deberíamos se-


ron que su motivo era la justicia.1°
guir nuestras prácticas tradicionales sin un examen filosófico? O ¿por
Aquí, por lo tanto, tenemos una conversación filosófica tranquila '2

qué no deberiamos. como Trasímaco, darnos cuenta de que todo es


sobre la justicia, con un trasfondo de intensa urgencia práctica. Glau-
poder, y descartar el interés por el argumento como un medio del que
co y Adimanto, los propios medio hermanos de Platón, representan el
tiene poder para mantener a raya al que no lo tiene? El diálogo que si-
futuro partido de la oligarquía; Polemarco, Lisias y el silencioso Nice-
gue da algunas respuestas a ambas preguntas. Resulta que la concep-
rato (después asesinado) representan la democracia en peligro. Cuan-
ción tradicional de justicia realmente no logra ser adecuada para
do estas personas comienzan a hablar sobre cuestiones morales, es
guiar a Polemarco en una variedad de situaciones en las que es nece-
probable que el lector sienta que es mucho lo que está en juego, y pue-
sario elegir. Por ejemplo, no parece una buena guía en una situación
de, asimismo, ser escéptico sobre la pertinencia de un tranquilo deba-
en la que decir la verdad y pagar las deudas conduciría a una desgra-
te cuando se trata de decidir lo que obviamente es una cuestión de
cia. El ejemplo de Sócrates es el de una persona demente que viene a
poder. Cuando el personaje platónico Trasimaco exclama que la justi-
~
r edirte aue le devuelvas el cuchillo que te prestó; tú crees que él lo
cia es meramente «la ventaja del más Fuerte», su cinismo moral era
usará para hacer daño y te preguntas qué es lo correcto y justo que se
expresión de una preocupación ya existente en los lectores de Platón.
debe hacer. El ejemplo
- - muestra que una moralidad que define los de-
¿No es la justicia, como Lisias sugiere, simplemente una palabra fZicil
beres limitadamente, sin considerar sus consecuencias, puede resul-
que sirve a las personas para enmascarar sus voraces apetitos? Los
tar inadecuada para guiarnos en un mundo donde las consecuencias
modernos oponentes izquierdistas de Sócrates se parecen a Lisias y a
de nuestros actos importan, y mucho. Esto también indica que nues-
Trasfmaco. Nos instan a ver toda esta discusión sobre argumentos y
tros deberes morales no siempre son sencillos, y que pueden, como
razones como una máscara para las silenciosas operaciones del poder.
en el caso imaginado, imponer exigencias conflictívas a la persona
El trabajo de Sócrates es ilustrar la contribución del examen racional,
bien intencionada que desea comportarse honestamente y evitar ha-
justificZindolo tanto frente al amante de la tradición como ante el es-
céptico consciente de los juegos de poder. cer daiiio. Parece que la moralidad requiere reconocer la existencia de
estos conflictos y aprender a considerarlos razonablemente. Además,
Un momento en este intercambio muestra claramente el beneficio
estamos obligados
- -. -
a pensar mucho en todo el tema de una moralidad .
que la técnica del «aguijoneo%.de Sócrates puede significar para la
basada en reglas y principios: ¿puede ser adecuada esta moralidad a
democracia. Céfalo, un hombre piadoso y virtuoso, ha hablado de su
las complejas contingencias de la vida? ¿O deberíamos cultivar, junto
satisfacción por u n a h d a buena y rectamente vivida, y de la limpia
conciencia con que él enfrenta su inminente muerte. Menciona que con el r e s ~ e t opor los principios, facultades morales de discreción o
su prosperidad ha contribuido a su moralidad, va aue nunca tuvo -la- de discernimiento que puedan ayudarnos cuando nos topemos con
"
presión de engañar o de robar, sino que pudo pasar por la vida di-
A un caso que no parezca debidamente cubierto por la norma?
ciendo la verdad y pagando sus deudas. Sócrates le pregunta ahora si De esta forma, la indagación de Sócrates abre preguntas que son,
es así como él definiría la justicia: decir la verdad y pagar lo que se y que ya eran, de apremiante importancia para una cultura compro-
debe. El hijo de Céfalo, Polemarco. muestra entusiasmo por esta de- metida con la justicia. Estos asuntos siguen vigentes entre nosotros,
cuando los médicos'tratan de resolver cómo establecer un equilibrio
entre los derechos y el interks de los pacientes y se preguntan cuál es
10. Lisias, Contra Eratóstenes, oracidn 12.
la conducta justa; cuando los jueces tratan de resolver cuando es apro-
piado usar su propio criterio en las sentencias criminales o en la in-

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terpretación constitucional o legal, y se preguntan cuándo se necesi-


ta complementar, ampliar o incluso revisar el principio codificado a demuestran no haber sido suficientemente reflexivos. Sócrates les
la luz de las complejidades de un caso. Yo, como médico, idebería muestra que la exigencia de razones incide en la decisión que tomarán
decir la verdad a un paciente terminal, aun cuando la noticia, al borrar finalmente. Esta exigencia comienza ahora a parecer no un lujo vano
toda esperanza, malogrará el tiempo que le queda por vivir? Yo, como en medio de las pugnas por el poder, sino una necesidad práctica ur-
juez, idebería usar mi propio criterio, en el sentido de ser indulgente gente, si la deliberación política alguna vez ha de alcanzar una dignidad
al hacer justicia, dado el carácter particular de la historia y conducta y coherencia que la sitúen por encima de una pugna de intereses mer-
criminales de un delincuente? Un abogado o un médico de la misma cantiles y la hagan una verdadera búsqueda del bien común. O bien,
postura de Céfalo -alguien que nunca ha reflexionado sobre los como Sócrates dijo: «Recuerden que no es una cuestión contingente lo
ciiie estamos discutiendo, sino el modo en que deberíamos vivir».I2
principios y sus posibles límites, que nunca ha intentado sistematizar 1-- - - --

sus nociones sobre lo justo y lo correcto- estaría muy mal prepara- ¿No resulta todo esto poco democrático? ~AcasoSócrates no está
do para llegar a una decisión adecuada en tales circunstancias. Sin diciendo realmente que una élite intelectual debería gobernar y que
duda, tomará una decisión; sin embargo, es poco probable que esa las personas comunes no tienen derecho a tomar sus propias decisio-
decisión sea consecuente e imparcial y refleje una política bien medi- nes? Esta pregunta hace surgir dos problemas concretos: uno históri-
tada sobre la práctica de su profesión. Por esta razón, las escuelas de co y otro filosófico. Históricamente, es muy importante distinguir la
medicina y de leyes complementan cada vez más su educación técni- práctica de Sócrates de la argumentación y ios puntos de vista filosó-
ca con cursos de ética que plantean ese tipo de preguntas, y muestran ficos de Platón, quien ciertamente fue un elitista respecto de la razón
a los estudiantes lo difíciles y apremiantes que son. Dichos cursos, al y abiertamente hostil a la democracia. No es fácil hacer esta distinción,
igual que Sócrates, no imponen nada desde fuera: en este sentido, pero se puede. En algunas obras, Platón representa a Sócrates tal como
son altamente respetuosos del contenido de las creencias éticas tra- él era; en otras, expone sus propias ideas, usando a Sócrates como per-
dicionales. No obstante, exigen ordenarlas de forma ponderada y co- sonaje. Otras fuentes sobre el pensamiento del Sócrates real nos ayu-
herente, y postulan que al actuar así están proporcionando un bene- dan a establecer esta diferencia. El Sócrates histórico se da a la tarea
ficio práctico. de despertar en todas las personas la idea del autoexamen. No confía
El diálogo de Sócrates con Polemarco y sus epígonos modernos en las hentes de conocimiento externas de las creencias de los ciuda-
nos muestra algo más: que se puede hacer progresos a través de una danos que encuentra, y considera la democracia como la mejor de las
reflexión que busca el bien común. Ordenar estos problemas permite formas posibles de gobierno, aunque no por encima de toda crítica.13
un análisis más preciso y adecuado de un dilema médico o legal. Di- Platón, por el contrario, argumenta a favor de restringir el cuestiona-
cho análisis, a su vez, puede ayudar a las personas que carecen de po- miento socrático a un grupo reducido y elitista de ciudadanos, quie-
der a defender sus derechos en contra de los que están en el poder. El nes a la larga tendrán acceso a las fuentes eternas del conocimiento
progreso necesita claridad, necesita conceptos y argumentos. Como metafísico; estos pocos gobernarán sobre la mayoría. No seria acon-
el ejemplo de Sócrates nos ayuda a entender, el distinguir los dere- sejable seguir el ejemplo de Platón, concluyendo que la mayoría de las
chos de los intereses de los pacientes es crucial para organizar a las personas no pueden gobernarse a sí mismas. Pero seguir el ejemplo
personas y oponerse al control excesivo de una élite profesional mé- del Sócrates histórico nos ayudará a desarrollar nuestra capacidad de
autonomía
.-. - democrática.
dica, y reivindicar su autonomía.
Sócrates pregunta a los generales sobre el valor, a los amigos sobre No obstante, si seguimos al Sócrates histórico, ¿podremos real-
la amistad, a los políticos sobre el dominio de sí mismo, a la gente reli- mente evitar convertirnos, al final, en seguidores filosóficos de Pla-
giosa sobre la piedad.ILEn cada caso, pide saber si pueden dar buenas y tón? O sea, si formulamos la exigencia de que los ciudadanos sometan
coherentes razones para lo que hacen, y en cada caso los interrogados a examen la autoridad tradicional por medio del argumento racional,

1 1 . VCase Platón, Laques, Lisis, Cámzides, Eutifrón. 12. Platón, República, 352 D.
13. Véase Vlastos, o p . cit.

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¿lleva esto inevitablemente a un desdén por el pueblo y al régimen de profundas. Hay así lugar en la democracia para instituciones no de
una élite intelectual? El Sócrates histórico es bastante crítico, algu- mayoría, tales como el poder judicial. También parece bueno que en
nas veces francamente despectivo con los ciudadanos con quienes se nuestra democracia, a diferencia de muchas otras, los derechos fun-
reúne. No los cree competentes para decidir las grandes cuestiones damentales y las libertades no pueden limitarse por una votación ma-
políticas que enfrentan, mientras no hayan satisfecho sus difíciles yoritaria. Sin embargo, los derechos pertenecen a todos, y esto debe-
exigencias intelectuales. ¿Qué sucede con los que fracasan en la prue- ría significar que el desarrollo de la razón también es de todos. La
ba? ¿Dirá Sócrates que deberían ser gobernados por las personas que exitosa y estable autorrealización de una democracia como la nuestra
la hayan aprobado? El temor de que el resultado de una educación depende de que trabajemos arduamente para producir ciudadanos
socrática sea el elitismo político antidemocrático yace bajo gran par- que de verdad revisen la tradición a la manera socrática. La exitosa
te de la inquietud acerca de la educación superior contemporánea. integración de grupos excluidos, su reconocimiento como ciudada-
Los contrincantes de Sócrates, tanto los de una vertiente conservado- nos merecedores de igual respeto, depende de materializar su poten-
ra como los de izquierda, albergan este temor; los primeros, por las cial para la autonomía racional y el autoexamen socrático. Nuestras
tradiciones que pueden perder su autoridad; los segundos, por las vo- instituciones de educación superior tienen una importante función
ces de las minorías que pueden dejar de ser escuchadas. Por lo tanto, que desempeñar en este proyecto.
es importante insistir en que el elitismo platónico no es el resultado El argumento para preferir la democracia a otras formas de go-
necesario, ni aun el más probable, de la fidelidad a los valores socrá- bierno se debilita cuando uno imagina la elección democrática como
ticos. el simple choque de intereses opuestos. Resulta mucho más fuerte si
Sócrates -a diferencia de Platón- sostiene que los atributos ne- se lo concibe de una manera más socrática, como la expresión de un
cesarios para llegar a ser un buen ciudadano pensante se encuentran juicio meditado sobre el bien general.I4Sócrates prefiere la democra-
en todos los ciudadanos, o por lo menos en todos los que no están en cia porque la democracia es noble, y él piensa que es noble porque
algún grado importante privados de la normal capacidad de razonar. reconoce y respeta los poderes de deliberación y de elección que to-
A diferencia de Platón, quien sostiene que un posible juez y legisla- dos los ciudadanos comparten. Sus razones a favor de la democracia
dor requiere un alto nivel de experiencia matemática y cientffica, Só- no se pueden separar fácilmente de su concepcidn de lo que son las
crates, como los últimos estoicos, sólo pide que el juez posea el tipo opciones democráticas, y de su respecto por las facultades morales
de capacidad moral que la gente común posee y usa en su proceder comprometidas en esas opciones, aunque no respete de igual forma
cotidiano. Lo que demanda es que esta capacidad sea educada y agu- los niveles de desarrollo que han alcanzado en ese momento. Tal es la
zada para hacerla más plena. Sócrates tampoco planteó que la demo- razón de que la educación le parezca un requerimiento tan urgente
cracia debería ser reemplazada por la aristocracia o la tiranía si el de la democracia. Por eso le parece tan irracional dejar las cosas más
pueblo se resistía a sus demandas. De hecho, cuando estaba en pri- importantes a cargo de gente a quien después no se educa bien. Si
sión, antes de su muerte -un final al parecer originado por el com- sus hijos fueran potros o terneros, le dice a un prominente ciudadano,
portamiento irracional de la democracia-, seguía sosteniendo que la usted se aseguraría de encontrarles un adiestrador altamente califica-
democracia era la mejor forma de gobierno. Al parecer, creía que sus do. ¿Por qué, entonces, descuida la educación de sus niños, dejándola
demandas necesitaban ser satisfechas para que alguna vez ese noble al azar en manos de cualquier e m b a u c a d ~ r ?Estas
' ~ preguntas no im-
pero perezoso caballo fuera capaz de realizar su potencial completa- portarían mucho dentro de una aristocracia, excepto para la élite. Y
mente. Pero, aun en su semisoñoliento estado, la democracia era me- tampoco importarían en una democracia si realmente pensáramos
jor que las formas más represivas de gobierno, quizá porque otorga- que la elección democrática era y debería ser simplemente la con-
ba -más que los otros sistemas- un mayor respeto a los poderes de
razonamiento y juicio moral que existen en todos los ciudadanos. Es a

obvio, naturalmente, que el mejor sistema educacional del mundo no 14. Sobre .democracia deliberativau y sus raíces en Madison, véase, por ejemplo,
Cass R. Sunstein, The Partial Constitution, Cambridge, Mass., Harvard University
hará que todos nuestros ciudadanos sean racionales al estilo socráti- Press, 1993, págs. 133-145, 162-194.
co. Las fuentes de irracionalidad en la vida humana son muchas y 15. Apología, ZOAB.

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frontación de intereses desinformados. Es porque compartimos con mo, la voz de los padres, de los amigos o de la moda. Es así porque es-
Sócrates una concepción más rica de la deliberación democrática tas personas nunca se han detenido a preguntarse a favor de qué están
-la que los Padres Fundadores obtuvieron de sus propias lecturas de realmente y qué están dispuestos a defender por sí mismos como algo
las antiguas fuentes griegas- que necesitamos tomarnos a pecho la propio. Son como instrumentos en los que la moda y el hábito tocan
exigencia de Sócrates. sus melodías, o como máscaras teatrales por donde habla la voz de un
actor. Los estoicos sostienen, junto con Sócrates, que esa vida no es
digna de la humanidad que hay en ellos, ni de la capacidad del pensa-
EL SOCRATISMO Y LA EDUCACIÓN LIBERAL: LOS ESTOICOS miento y de la opción moral que todos poseen.
Según los estoicos, la argumentación crítica conduce al poder in-
Sócrates describió «la vida examinada))como el objetivo educacio- telectual y a la libertad -por sí misma una notable transformación
nal central para la democracia. Sin embargo, dejó pocas indicaciones del propio yo, si antes el yo había sido indolente y perezoso-, y tam-
respecto de cómo este abstracto ideal podría materializarse en los pro- bién a una modificación de las motivaciones y deseos del alumno.
gramas educacionales formales. Es a partir de los escritos de los estoi- Este planteamiento, en un inicio sorprendente, tiene fuerza persuasi-
cos griegos y, especialmente, de los estoicos romanos, que empeza- va e importancia política. Los estoicos observan que el poder de sen-
mos a ver las implicaciones curriculares del ejemplo de Sócrates. El timientos como la rabia, el temor y la envidia frecuentemente tornan
estoicismo surgió en el siglo 111 a.c., en Atenas; siguió ejerciendo una irracional la vida pública. Dichos sentimientos, sin embargo, no son
enorme influencia en Roma y Grecia, al menos hasta el siglo 11 de simplemente impulsos biológicos: tienen una estrecha relación con el
nuestra era.16Sus principales representantes incorporaron figuras de pensamiento. Una persona que se enfada con alguien cree que la otra
enorme influencia política, incluyendo a Séneca, que era regente y persona, de forma deliberada o culposa, ha cometido una falta grave.
tutor del joven Nerón, y por lo mismo quien efectivamente gobernó el Su ira depende de esa creencia. Si llega a creer que el supuesto cul-
Imperio Romano durante ese tiempo; y, más tarde, el emperador pable es realmente inocente, o que la llamada falta fue en verdad una
Marco Aurelio, quien con agudeza razonó que, dado que era posible acción involuntaria, se puede esperar como consecuencia que ceda
filosofar en cualquier parte, también deberia ser posible hacerlo en su enojo. La ira también cederá si la persona cambia su apreciación
un palacio. Como estos pensadores dejaron numerosos escritos, cosa sobre la importancia de la falta cometida, considerándola una cues-
que Sócrates no hizo, y como estuvieron activamente comprometidos tión trivial. El argumento racional no puede hacer nada respecto de
en el diseño de las instituciones educacionales y otras, podemos sa- las cosas que otras personas nos hacen; la indagación socrática no
ber por ellos bastante sobre la realización práctica de los objetivos puede evitar que me insulten o critiquen. Pero me puede hacer pen-
socráticos. De sus escritos proviene nuestra concepción moderna de sar mucho sobre la importancia que asigno a tales actos de descorte-
la educación liberal o, más bien, dos ideas distintas de educación sía y la evidencia en que baso mis inculpaciones; y esto en sí afecta
liberal, que ellos distinguieron cuidadosamente, pero nosotros no las emociones.
siempre. Por lo general, observan los estoicos, las ideas que subyacen en
La tarea central de la educación, argumentan los estoicos siguien- emociones como el miedo y la ira provienen de los hábitos y conven-
do a Sócrates, es enfrentar la pasividad del alumno, exigiendo que la cionalismo~del medio social. Así, un romano promedio es probable
mente se haga cargo de sus propios pensamientos. Muy a menudo, las que se enfade de verdad si su anfitrión lo sienta en un lugar inferior
decisiones y opiniones de la gente no son propias. Las palabras brotan en la mesa de la cena." Desafíe usted la obsesión cultural por estos
de sus bocas y las acciones de sus cuerpos, pero lo que expresan esas signos externos de posición social y habrá tocado efectivamente las
palabras y acciones puede ser la voz de la tradición o convencionalis- bases sobre las que esa persona sustenta su ira. Si esta persona llega-
ra a creer que su lugar en la mesa no es motivo para preocuparse, ha-

16. Sobre el período, véase A. A. Long, Hellenistic Philosophy, Londres, Duck-


worth, 1974 (trad. cast.: La filosofía helenistica, Madrid, Alianza, 2001). 17. Séneca, criticándose a sí mismo en Sobre la ira, 3, 36.

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brá un poco menos de enojo que encauzar socialmente. Los estoicos traen la conclusión de que este tipo de educación es de esencial im-
afirman que las personas que han hecho un examen crítico de lo que portancia para todo ser humano. Dado que también sostienen que
creen que de verdad importa serán mejores ciudadanos, mejores en esta educación tiene prerrequisitos tales como el dominio de la lectu-
sus emociones y en sus pensamientos. ra y escritura, capacidad lógica y matemática básicas, y una gran
En resumen, la razón Construye la personalidad de un modo muy cantidad de conocimiento sobre el mundo, tienden a considerarla
profundo, modelando sus motivaciones así como su lógica. La argu- como un tipo de educación superior y defienden el punto de vista de
mentación no sólo proporciona a los estudiantes razones para hacer que la educación superior es una parte esencial de la realización per-
esto y lo otro; también ayuda a hacer más probable que actúen de sonal de todo ser humano. Considerando este enfoque en los estudios
cierta manera, y por ciertos motivos. En este muy radical sentido, avanzados o «superiores»,podemos valernos de sus intuiciones para
produce personas que son responsables por sí mismas, personas cu- enriquecer el cuadro de la educación superior de nuestra propia so-
yos razonamientos y emociones están bajo su control. ciedad, aunque sin pasar por alto las notables diferencias entre su
Es dificil, dentro de una cultura tradicional, concebir una educa- época y la nuestra.
ción que promueva la libertad racional. Séneca pone atención en este Efectivamente, Estados Unidos ha seguido esta línea socrática/es-
problema en su famosa carta sobre la educación liberal. La carta está toica más cabalmente que cualquier otra nación, y ha tratado de cons-
dirigida a su amigo y fiel corresponsal Lucilio, un político de edad truir una educación superior que combine la formación especializada
madura cuyas preguntas sobre diversos aspectos de la filosofía y de preprofesional con una educación liberal compartida por todos los es-
la vida dan pie a Séneca para desarrollar sus propios puntos de vista tudiantes. Las naciones de Europa no lo hacen de este modo. Los estu-
de una manera íntima y detallada, al tiempo que se embarca en el in- diantes en Europa entran en la universidad para estudiar una materia,
tercambio de argumentos. Lucilio ha pedido su opinión a Séneca so- sea derecho, medicina, filosofía, historia, quimica o los clásicos. No
bre los «estudios liberalesa tradicionales o studia liberalia. Ésta era existe el concepto, en los currículos europeos, de un núcleo de estudios
una educación por asimilación cultural de los valores y costumbres comunes que sea esencial para una vida provechosa de todas y cada
tradicionales de las clases superiores romanas; incluía gramática, una de las personas.
música y poesia, algo de matemática y ciencia, y también el uso de la Los griegos y los romanos tenían un ideal noble, que no siempre
retórica en la vida pública, todo enseñado de un modo que enfatiza- concretaron en la práctica. Sócrates dice que él interroga a «todosm
ba la asimilación incondicional de la tradición. La palabra liberalis los que encuentra, pero es sólo en su imagen mental de la vida en el
en esa locución tradicional significaba «apropiado para el caballero otro mundo que puede interrogar a las mujeres. Filósofos posteriores
nacido libre». Séneca comienza su carta anunciando que pondrá en ampliaron el alcance de este <todos»,dando instrucción a las muje-
tela de juicio la interpretación del término. Puesto que el único tipo res e incluso, en el caso de los estoicos romanos, argumentando a fa-
de educación que realmente merece el nombre de liberalis o, como li- vor de una igual educación para ellas. La ampliación de la educación
teralmente podríamos traducir, «libre»,es la que hace a sus alumnos a las mujeres, y también a los esclavos y los pobres, fue consecuencia
libres, capaces de hacerse cargo de sus propios pensamientos y de directa de la noción socrática de la importancia de la educación para
desarrollar un examen crítico de las normas y tradiciones de la socie- todos los seres humanos, combinada con el reconocimiento de un sim-
dad. Luego, procede a examinar esta noción. Combinando lo expues- ple hecho: que estas personas también son seres humanos, dignos de
to aquí con material tomado de los escritos estoicos, podemos resu- respeto y de atenciÓn.l8
mir la educación socrática en cinco enunciados. En nuestra propia sociedad, el noble ideal de que la educación so-
crática es para todos no se ha realizado completamente en la práctica.
1 . La educación socrática es para todos los seres humanos. De la Debemos recordar cuántas personas estaban excluidas de los benefi-
idea socrática de que para un ser humano no vale la pena vivir la vida
sin examen, junto con la propia creencia de que un cierto tipo de edu-
cación crítica y filosófica es necesario y (bien administrado) sufi- 18. Vease al estoico romano Musonio Rufo: *Que las mujeres también debieran
ciente para una vida examinada al modo socrático, los estoicos ex- hacer filosofía..

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EL CULTIVO DE LA HUMANIDAD

cios de la educación superior hasta hace muy poco. En la actualidad que ese alumno alcance la introspección y la libertad intelectual.
nuestras facultades tratan de cumplir con la misión socrática origi- Para esto, Sócrates interroga a las personas una por una. Los estoi-
nal, cuestionando realmente a todos y reconociendo la humanidad de cos, preocupados por hacer extensiva la educación a todos, no siem-
todos. Estados Unidos tieRe una proporción de ciudadanos inscritos pre son capaces de llevarlo a cabo. Sin embargo, insisten en que la
en las escuelas superiores mayor que la de cualquier otra nación (si instrucción individualizada siempre es, en principio, el objetivo. La
bien muchas otras naciones subvencionan en mayor medida la edu- educación es para el alma lo que es el arte de la medicina para el
cación superior para los estudiantes calificados). No es sorprendente cuerpo. Así como los mCdicos se desempeñan bien sólo si son sensi-
que esta simple idea haya generado tantos cambios y muchas exigen- bles a las verdaderas condiciones y síntomas de sus pacientes, lo mis-
cias de otros nuevos. mo ocurre con el profesor. Esto lo demuestran en la práctica de mu-
Existe una estrecha conexión entre la concepción de lo que impli- chas maneras; entre ellas, rehusar recomendar un currículo universal
ca la educación liberal y la conclusión de que debe extenderse a to- y escribir trabajos filosóficos que ilustran la atención socrática a la
dos los ciudadanos. Puesto que si la educación superior se concibiera situación particular del estudiante.
como la llamada de unos pocos elegidos a una vida de contemplación En debates recientes sobre la educación superior, la tendencia ha
teórica - c o m o a veces se concibe, y lo hace Platón, por ejemplo-, sido preguntar si un currículo de «obras maestras» o ciertos tipos de
sería imposible, como de hecho argumenta Platón, extenderla. Ten- requisitos y ordenamientos esenciales son, en general, cosas buenas.
dríamos que buscar una élite con especiales poderes mentales, y sólo Muy rara vez alguien pregunta sobre las circunstancias y el historial
ella sería admitida en el currículo superior. En realidad, tratar de ad- de los estudiantes para quienes se diseñan los requisitos. Si pensa-
mitir a todos de esta forma de estudio conduciría a grandes proble- mos en una meta general compartida, pero, como los estoicos, reco-
mas sociales, porque la vida contemplativa, tal como Platón la imagi- nocemos que nuestros estudiantes se dirigen hacia ella desde muchos
na, no es compatible con una activa dedicación cotidiana a las tareas y distintos puntos de partida, naturalmente concluiremos que se re-
políticas y familiares. Porque entonces ¿quién quedaría para ocupar- quieren muchos y diferentes enfoques curriculares.
se de las cosas prácticas de la vida? De modo que la idea de Platón 3. La educación socrática debe ser pluralista, es decir, atenta a una
sobre la contemplación implica elitismo político en más de un senti- diversidad de normas y tradiciones. No hay una manera más eficaz de
do. La concepción socrática/estoica, en cambio, apoya la democracia despertar a los alumnos que enfrentarlos a modos diferentes de hacer
y a la vez es apoyada por ésta. La educación superior puede generali- las cosas en un área donde ellos creían que sus propios procedimien-
zarse porque es el desarrollo de los poderes de razonamiento práctico tos eran neutrales, necesarios y naturales. Explorar el modo en que
que cree atributo de todos los ciudadanos; y puesto que está íntima- otra sociedad ha organizado los asuntos del bienestar humano, o de
mente relacionada con la ciudadanía y la familia, su generalización género, o de raza y religión, hará que el alumno vea que otras perso-
no amenaza, sino que promete fortalecer la comunidad política demo- nas de sociedades viables han hecho las cosas de modo muy diferen-
crática.lg te. En nuestro complejo mundo, la indagación socrática impone el
2 . La educación socrática debe adaptarse a las circunstancias y al pluralismo.
contexto del alumno. Si se entiende la educación de Forma socrática Hay un temor extendido -reflejado, por ejemplo, en el argumento
como el hacer aflorar la actividad del alma de cada uno, resulta na- de Allan Bloom en The Closing of the American Mind- de que someter
tural concluir, al igual que lo hizo Sócrates, que la educación debe a juicio crítico las propias tradiciones automáticamente acarreará una
ser muy personal. Debe preocuparse de la situación real del alumno, forma de relativismo cultural según la cual todas las formas de vida
del estado de sus conocimientos y creencias, de los obstáculos para son igualmente buenas para los seres humanos, con lo cual se debilita
la fidelidad hacia la propia. Éste fue también el profundo temor que
19. No todos los estoicos eran demócratas, aunque el estoicismo romano estaba a llevó a los atenienses á acusar a Sócrates de corrupción de los jóvenes,
menudo asociado con los movimientos republicanos y antiimperialistas, y las ideas es- y que llevó a Aristófanes a vincularlo con el ataque al padre. Pero, na-
toicas de libertad han sido invocadas en la historia en justificación de actos antiimpe- turalmente, no es lo que el examen socrático implica. Más bien, im-
rialistas, tambiCn en la revolución de Estados Unidos. plica que debemos adherir a aquello que podamos defender racional-

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E L CULTIVO D E LA HUMANIDAD EL AUTOEXAMEN E N S ~ C R A T E S

mente, y estar dispuestos a descubrir que ello puede o no calzar con vidar la actividad de la mente, que es el objetivo real de la educación,
la idea que tenfamos cuando comenzamos nuestro examen. Los es- enseñtindoles a confiar pasivamente en la palabra escrita. Tales alum-
".
toicos afirmaban que había una sola imagen de vida humana fructí- nos, habiendo asimilado un montón de material que culturalmente
hera que la razón podía defender como válida para todos los seres hu- lleva el signo de autoridad, podrían llegar a creer que son muy sabios.
manos de cualquier epoca y lugar. En la actualidad, muchas personas Y esta arrogancia socava todavía más las motivaciones que pueden
que reflexionan sobre la justicia internacional creen, del mismo llevar a la búsqueda verdadera. Este tipo de personas tienen incluso
modo, que ciertas normas de bienestar humano y respeto de los de- menos probabilidades que la gente ignorante de buscar por sí mismas
rechos resistirán el examen crítico en todas partes. La confrontación argumentos a favor y en contra de la manera en que su cultura hace
con lo diferente de ninguna manera supone que no existan estánda- las cosas. Por lo tanto, los libros, en educación, deben usarse para de-
res morales interculturales y que las únicas normas sean aquellas es- salentar este tipo de reverencia y pasividad.
tablecidas por cada tradición local. Si Bloom y otros piensan que las Además, los libros carecen de la capacidad de atención y sensibili-
tradiciones norteamericanas son tan frágiles que el mero conocimien- dad de la actividad filosófica real (la que, como recordamos. respeta
to de otras formas motivará a los jóvenes a apartarse de ellas, ¿por qué las circunstancias y el contexto particulares del alumno). Los libros
se obstinan en avalar y apuntalar estas frágiles tradiciones? Lo bueno .dan vueltas. por ahí con una suerte de rígida monotonía, dirigidn-
de nuestras tradiciones sobrevivird al escrutinio de la argumentación dose a personas muy diferentes siempre del mismo modo.'O La con-
socraitica. clusión, una vez mas, es que los libros, aunque valiosos como recor-
4. Lo educación socráiica requiere garantizar que los libros no se datorio~de la argumentación, puede ser dañinos si se usan como
transformen en autoridades. Es una ironía de las «guerras cultural es^ autoridades.
contemporáneas que los griegos sean frecuentemente sacados a la Los estoicos desarrollan el mismo punto mediante imagenes muy
luz como heroes en los currículos de (cobras maestras)) propuestos vividas. Epicteto cuenta la historia de una persona joven que va a él
por muchos conservadores, ya que en ninguna otra cosa los filósofos jactándose de que finalmente memorizó al dedillo los contenidos del
griegos fueron mais elocuentes y unanimes que en las limitaciones de tratado de Crisipo sobre los problemas 16gicos. Epicteto le dice que
tales currículos. La antigua cultura ateniense descrita por Aristófa- parece un atleta que llega diciendo jubilosamente: ((Mirad.tengo un
nes favoreciá una idea de la educación como asimilación cultural de nuevo conjunto de pesas de entrenamiento en mi habitación)>.Esta
los valores tradicionales. Esta educación se basaba en los textos ca- persona, prosigue. no obtendrá como respuesta: .Magnífico, lo has lo-
nónicos, que tenían autoridad moral. Los jóvenes que marchaban a grado)). La respuesta que recibirá es: rQu6 bien, muéstrame lo que
las esfuelas en fila cantando rAtenea, temible saqueadora de ciuda- puedes hacer con tus pesas,,, Así tambien con el estudiante: muestra
des%aprendieron bastante rápido que asimilar estas palabras e ideas que puedes usar lo que lees para pensar bien y para asumir tu propio
consagradas por el tiempo era el objetivo de su educación y que el ra~onamiento.~'
cuestionamiento crítico acarreaba una inmediata desaprobación. Pero Sdneca desarrolla aún mas la idea en una carta, previniendo al
fue precisamente contra esta idea de internalización incondicional alumno de confiar en la sabiduría contenida en los rlibros importan-
que la tradición filosófica se rebeló, clavando su estandarte en el tes» como si heran autoridades:
campo del razonamiento activo.
Sócrates no escribió nada. Si hemos de creer el relato de sus razo- *Estoes b que Zenón dijo.. Pem ¿que dices tú? &ta es la visidn de
nes en el Fedro de Plafón, el motivo de que no lo hiciera era que creía C1eantes.x ¿Cuál es la tuya? ¿Hasta cudndo seguirás marchando bajo las
que los libros podrían h s t a r la labor de un entendimiento crítico drdenes de otra persona? Toma el mando y di algo notable por ti mis-
activo, produciendo un alumno que tiene un nfalso concepto de la'sa- mo... Una cosa es recordar, otra saber. Recordar es guardar algo confia-
bidurían. Los libros no estan ((vivosn.En el mejor de los casos, son do a la memoria. oero saber es hacer propia cada cosa. no depender del
simples recordatorios de la excelencia del pensamiento, pero cierta-
mente no pueden pensar. A menudo. sin embargo. su prestigio resul-
20. Platón, Fedro, 275A-E.
ta tan grande que en verdad adormecen a los alumnos y les hacen ol- 21. Epicteto, Discursos,1, 4, 13-17.

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texto y siempre recordar al profesor. «Zen6n dijo esto, Cleantes dijo


esto.» Deja que haya una distancia entre tú y el 1ibroaz2

Ni Séneca ni Epicteto rechazan el texto escrito. La analogía de los No habremos engendrado ciudadanos verdaderamente libres en el
libros con las pesas tiene su lado positivo. Los libros, incluyendo al- sentido socrático a menos que formemos personas capaces de razo-
gunos de los grandes textos del pasado cultural propio, pueden en nar por sí mismas y argumentar correctamente. capaces de entender
efecto tonificar una mente perezosa, proporcionAndole la informa- la diferencia entre un razonamiento con validez lógica y otro lógica-
ción que necesita para razonar bien, así como ejemplos de una buena mente débil, de distinguir entre la estructura lógica de un discurso y
argumentación. El dominio de la lectura y escritura, incluyendo el. la verdad de sus prernisas. El razonamiento lógico, tal como el uso de la
conocimiento de textos culturales, confiere Fuerza e i n d e ~ e n d e n c i a , ~ ~ lengua materna, llega naturalmente a los seres humanos; sin duda
si se lo ve como una especie de preparación y nutrimento básicos, no forma parte de los medios para sobrevivir. El trabajo con niños pe-
como la meta en sí. Trabajar con los argumentos contenidos en las queños ha demostrado reiteradamente que. a través del uso de ejem-
obras maestras puede hacer más aguda la mente, más rigurosa, más plos simples, pueden dominar sin dificultad los elementos básicos de
activa. Esto garantiza que la mente cotejará un amplio abanico de la lógica. Pero, al igual que con el dominio de la lengua materna,
opciones sobre las cuestiones importantes, y las cotejará de una ma- para ello se requieren profesores, y en muy diversos niveles de la edu-
nera desafiante, incluso allí donde la cultura popular es difusa y su- cación. La mayoría de los estudiantes no detecta de inmediato las fa-
perficial. Todo esto, que ya lo sabían los estoicos, es más importante lacias del razonamiento en un texto complejo, y tampoco en una dis-
aún para nuestro tiempo. cusión politica escuchada en televisión. Por lo general, las personas
Pero el lado negativo de la imagen de Epicteto también es simple: arrastran una gran cantidad de material acumulado sin criterio algu-
es muy probable que los libros se conviertan en objetos de venera- no, creencias cuya coherencia lógica jamás han examinado, e infe-
ción y respeto, y que acaben instalándose en la mente sin fortalecer- rencia~cuya validez nunca han puesto a prueba.
la. Es más probable todavía que esto suceda si se los presenta como Ésta, de hecho, h e la contribución central que Sócrates consideró
autoridades culturales, como en los programas titulados «Civiliza- estar haciendo a la democracia. Si nuestro único punto de partida es
ción occidental» o «Las obras maestras». Si usáramos un título a lo lo que las personas creen, jcómo progresaremos? Pues haciendo que
Séneca, algunos libros útiles y sustanciosos que pueden ayudarle a las personas clarifiquen ordenadamente lo que creen que saben para
pensar por sí mismo,, o, siguiendo la idea de Epicteto, «Pesas de en- poner a prueba la solidez de sus creencias y la validez de sus inferen-
trenamiento para la menten, entonces estaríamos en buen camino. cias, del mismo modo que Polemarco progresó al advertir que las
Todos los interesados se darían cuenta de que no existe sustituto del creencias que compartía con su padre no eran coherentes. Al leer la
pensar las cosas a fondo, y ya no persistirá la esperanza de una solu- República, los estudiantes deberían ver cómo Sócrates declara a
ción rápida para problemas complicados. Y veríamos la verdad con Polemarco culpable de incoherencia, pero al mismo tiempo deberían
que finaliza la carta de Séneca sobre los fines de la educación liberal: preguntarse si Sócrates está argumentando bien y si sus conclusiones
que vivimos en un mundo desordenado, desconcertante y complica- realmente derivan de sus premisas. Ésta es la manera fundamental en
do, donde no existe nada que reemplace la activa búsqueda personal que Platón, en tanto escritor, supera el peligro de la pasividad inheren-
de cada cual. te a la palabra escrita: incitar al lector al análisis lógico y a la crítica.
El análisis lógico es central en la cultura política democrática.
Muchas veces, la causa de que obremos mal con los demás desde un
punto de vista político es un razonamiento viciado. Argumentamos
de la siguiente forma: ((Unagran proporcibn de los crímenes cometi-
22. Séneca, Carta 33. dos en mi comunidad es responsabilidad de gente de raza negra; aquí
23. Vease E. D. Hirsch, Jr.,Cultural Literacy, Boston, Houghton Mifflin, 1987, quien hay una persona negra; por lo tanto, es muy probable que sea un cri-
usa el término ualfabetizaci6n culturaln para denotar un domino basico de la inforrna-
ci6n cultural, que resulta ser necesario para descodificar otra inForrnaci6n.
m i n a l ~ «Todas
. las madres son mujeres. Esta persona es una mujer.
Por tanto, quedará embarazada y dejará el trabajo; en consecuencia,

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EL CULTIVO DE LA HUMANIDAD ny EL AUTOEXAMEN EN S ~ C R A T E S 61

me conviene contratar a un hombre.» Naturalmente, son inferencias 6 tras decisiones más personales al dictado de nuestra fe y aprender a
inválidas; pero nosotros apensamos. de esta forma todo el tiempo. El d
análisis lógico disipa estas confusiones. Desenmascara el prejuicio
L
1 argumentar a la manera socrhtica con nuestros conciudadanos. Efec-
a tivamente, nuestra democracia difiere de muchas otras en su protec-
que se enmascara como razón. No utilizarlo significaría desperdiciar ción de las opiniones religiosas privadas y la separación que establece
uno de los más poderosos instrumentos de que disponemos contra entre estas opciones y los debates contenciosos del ámbito público.
los abusos del poder político. Aunque la lógica no nos hará amarnos los NO es signo de falta de respeto hacia ninguna tradici6n religiosa pedir
unos a los otros, puede lograr que dejemos de aparentar que nuestra a sus miembros que usen en el ámbito público argumentos que pue-
intolerancia se sustenta en argumentos racionales. dan ser comprendidos por las personas de otras tradiciones, como
El análisis lógico, además, nos muestra sanos caminos para inte- tampoco es irrespetuoso alentar ese tipo de discusión en clase.
ractuar como ciudadanos. En lugar de argumentar y contraargumen- !i
Sin embargo, muy a menudo, los objetivos socráticos encuentran
tar, podemos intercambiar puntos de vista en forma crítica, exami- un tipo diferente de resistencia a los desafíos a la verdad y la razón
nando el razonamiento del otro. Billy Tucker encontró esclarecedor asociados con la teoría literaria posmoderna. Ni la lógica misma es
descubrir que uno podía pasar una semana entera pensando argu- inmune a los ataques. A menudo se plantea -y no lo hace s61o la
mentos en contra de la pena de muerte, la cual él aprobaba. Ello le gente intolerante o llena de prejuicios. sino también los adalides de
mostró una nueva forma de pensar en aquellos que sostenían una po- la igualdad entre las razas y los sexos- que el razonamiento lógico
sición contraria al respecto: no eran únicamente adversarios, eran no es para las mujeres ni para los afroamericanos. Algunos contrin-
personas pensantes, tal como él, y así llegó a entender sus puntos de cantes de Sócrates de ideas izquierdistas piensan que la lógica está
vista. Al mismo tiempo, llegó a advertir cuán diferente es el razona- muy bien en su lugar, pero que no sirve como instrumental crítico,
miento en muchos relatos periodísticos. Esta percepción lo hizo más aliada como está con las trincheras del poder. En ese sentido, no val-
cuidadoso. y esta nueva cautela alent6 a su vez un diálogo más h c - dría la pena perder el tiempo o poner esperanzas en ello. La mejor
tífero con quienes defendían un punto de vista opuesto al suyo. forma de refutar esta posición cínica, al igual que la de Trasímaco, es
La razón socrática no está libre de oposición en las actuales facul- mostrar lo que la razón puede hacer y ha hecho en la lucha por la in-
tades universitarias. De hecho, enfrenta dos tipos diferentes de anta- justicia, y señalar que si el juego es meramente de poder, el impoten-
gonismo. El primero es el propio de una oposición conservadora, te siempre perderá. La razón tiene una dignidad especial que se alza
conformada por quienes sospechan que la importancia que Sócrates por encima del juego de las fuerzas. y sólo en la medida en que se
concede a la discusión trastrocaría los valores tradicionales. Esta respeta la razón en una sociedad las minorías serán capaces de hacer
oposición es mhs fuerte fuera de las facultades que dentro de ellas, escuchar sus justas, pero impopulares, demandas. En la vívida ima-
pero también la podemos encontrar en algunas instituciones. Por gen de Platón, la razón es una suave cuerda dorada, en ocasiones
ejemplo, en Belmont, incluso la existencia separada del Departamen- movida por la cuerda de hierro de la avaricia, la envidia y el miedo
to de Filosofía fue en una época tema de controversia. Los estudiantes (al manejar la marioneta imaginaria que es el ser humano), pero que
que se especializaban en filosofía en Belmont debieron enfrentar el algunas veces prevalece, y que siempre brilla con una dignidad pro-
rechazo por su elección. .Humanismo secular%fue el término escogi- pia. Es dificil imaginar cómo los falsos argumentos en contra de la
do por sus compañeros de estudios para expresar una desconfianza igualdad de las mujeres o de las minorías Ctnicas, religiosas o racia-
básica en la razón filosófica. queriendo implicar que quienquiera que les podrían ser desenmascarados sin un apoyo en la distinción entre
hubiese elegido filosofía con toda seguridad había abandonado ya su prejuicio y razón: tal desenmascaramiento será vano a menos que
fe cristiana. toda la comunidad democrática comparta esta distinción. El cinismo
Como los mismos estudiantes advirtieron, fue una conclusión equi- del tipo de Trasímaco es la mejor receta para que quienes carecen de
vocada. Cualesquiera que sean nuestras creencias religiosas persona- poder sigan siendo eprimidos.
les. todos somos ciudadanos de una democracia, y debemos deliberar Hay, sin embargo, otros contrincantes de Sócrates, también de iz-
juntos. La educación filosófica desempeña una valiosa función en quierdas, cuyo ataque a la lógica es más hierte aún: le imputan a las
este tipo de deliberación. No hay contradicción entre someter nues- formas centrales de la argumentación lógica no adecuarse a las men-

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EL CULTIVO DE LA HUMANIDAD

tes de las mujeres, de las minorías o de los nos occidentales. Aun También deberíamos concordar en que los análisis modernos de la
cuando quienes sostienen estos puntos de vista en ocasiones desean verdad y del conocimiento ponen en tela de juicio una noción tradi-
negar una completa igualdad política a las minorías o a las mujeres, cional: específicamente, la idea de que podemos tener acceso al modo
su influencia en el mundo acadkmico obedece a que tales ideas apare- en que son las cosas en el universo, con total independencia del Eun-
cen envueltas en un halo progresista, como si no pudiéramos facilitar cionamiento de nuestras mentes. El trabajo técnico en la filosoffa de
el progreso de los grupos desaventajados a menos que reconozcamos el la mecánica cuántica y en la filosofía del lenguaje ha hecho que mu-
«hecho» de que la lógica en sí es patriarcal o una herramienta de chos filósofos concuerden con Kant en pensar que el mundo es cog-
opresión colonial. Pero no respetamos la humanidad de ningún ser noscible para los seres humanos, y verdaderamente descriptible por
humano a menos que asumamos que esa persona es capaz de com- ellos, sólo en la medida en que es configurado por nuestros concep-
prender los conceptos básicos de coherencia y validez, y las formas tos y nuestras facultades mentales. Incluso la observación parecería
básicas de inferencia. Subestimamos a esa persona como ser huma- estar cargada de teoría, al usar las categorías dominantes que deri-
no si no nos esforzamos en transformar en una realidad activa la po- van de nuestro propio esquema conceptual. (No todos los filósofos
tencialidad de esa persona para el pensamiento lógico. Típicamente, concuerdan en que estos puntos estén establecidos más allá de toda
semejantes críticas muestran ignorancia de las tradiciones lógicas de duda; algunos todavía defienden la tan atacada representación «rea-
los pueblos no occidentales y una actitud condescendiente hacia las listan.) En este punto encontramos enormes desacuerdos: algunos fi-
habilidades lógicas de las mujeres y de las minorías raciales.24No hay lósofos sostienen, al igual que Kant, que todavía podemos defender
ninguna evidencia sólida que respalde tales afirmaciones y es contra- un esquema conceptual único como el más adecuado a la realidad;
producente para los pensadores supuestamente progresistas hablar otros plantean que hay una pequeña cantidad de esquemas adecua-
como si la hubiera. dos, comandados por rigurosos criterios de realidad; y hay quienes
Pero ¿qué pasa con las metas del argumento lógico? Sócrates no adoptar un pluralismo más elástico todavía. Filósofos como Hilary
argumentaba sólo por diversión; tenía un proyecto: encontrar una ex- Putnam, Nelson Goodman, Donald Davidson, W. V. O. Quine y Richard
plicación que fuera objetiva, en el sentido de que no fuera sesgada ni Rorty adoptan distintas posiciones en este espectro.25Todos, con la
producto de prejuicios, y que pudiera resistir el examen crítico. Otro posible excepción de Rorty, todavía piensan que podemos establecer
postulado pernicioso formulado por los oponentes posmodernos de algunas afirmaciones como verdaderas mediante razonamientos
Sócrates es que los objetivos normales del argumento socrático, la que merecidamente reclaman para sí objetividad y libertad de pre-
verdad y la objetividad, no son alcanzables. La búsqueda de estos fi- juicios.
nes, suponen, no puede ser sino una máscara de una imposición del Además de todo esto, deberíamos estar de acuerdo en que uno de
poder o de intereses particulares. los factores que se debe considerar al evaluar una aseveración es la
Es importante separar lo que es plausible en estas ideas de lo que función que ha tenido el poder social y político en la configuración
es ingenuo y peligroso. Todos deberíamos estar de acuerdo en que las de los conceptos que ella contiene. Los filósofos ya citados, centrados
personas que afirman estar en la búsqueda de la verdad o razonando en el análisis del conocimiento científico y de la referencia lingüísti-
objetivamente (lo que en general interpretamos como libres de prejui- ca, no siempre han reflexionado lo suficiente sobre las influencias
cios ilegítimos) no siempre actúan así. A menudo, ya sea consciente o políticas en la búsqueda del conocimiento. Por ende, no siempre han
inconscientemente, bajo la apariencia de una búsqueda de la verdad, consagrado la atención necesaria al modo en que el deseo de un gru-
persiguen sus propios intereses o hacen valer la sabiduría adquirida po dominante de retener el poder puede formar parte de la articula-
de la costumbre, tal como Sócrates a menudo demostró al desenmas- ción misma de las categorías éticas y sociales bAsicas. Esto ya ha sido
carar pseudorrazonamientos. Esta imperfecta manera de indagar, sin captado por los personajes platónicos Trasímaco y Calicles, cuando
embargo, tiene escasa relación con la búsqueda de la verdad en sí. demostraron que los,grupos poderosos frecuentemente pueden defi-

24. Para un argumento relacionado, vtase Randall L. Kennedy, racial Critiques 25. Putnam y Davidson son los más cercanos a Kant; Quine y Goodman están en
of Legal Academian, Harvard Law Review, no 102, 1989, págs. 1.745-1.819. el medio y Rorty en el otro extremo.

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EL CULTIVO DE LA HUMANIDAD EL AUTOEXAMEN EN S ~ C R A T E S

nir las normas morales de forma que perpetúan su propia superiori- Lo que resulta profundamente pernicioso en el actual modo aca-
dad; definen «justicia»,por ejemplo, para incluir la obediencia al go- démico, por lo tanto, es la tendencia a descartar por completo la idea
bernante, de modo que el gobernado se mantenga en su lugar. Michel de la búsqueda de la verdad y la objetividad, como si tales objetivos
Foucault desarrolló más estas ideas. Aunque se podría discrepar en ya no pudieran guiarnos. Y no son nuevos estos ataques a la verdad:
muchos aspectos del trabajo de Foucault, desde su insuficiencia his- los encontramos; por ejemplo, en Trasímaco y en los antiguos escép-
tórica hasta su falta de claridad conceptual, hay en él valiosas per- ticos griego^.^' Pero son formas de sofismo cuya influencia estropea
cepciones acerca de la naturaleza de las cosas, y perdura como la la que, por otra parte, sería una prometedora travesía hacia las metas
única obra verdaderamente importante que se haya abierto camino socráticas en nuestras universidades. Los posmodernos no justifican
hacia la filosofía bajo el estandarte de «posmodernismo». de manera convincente sus conclusiones más extremas. Ni siquiera
Deberíamos, por lo tanto, estar de acuerdo con varias aseveracio- abordan los aspectos técnicos de la física y el lenguaje que todo estu-
nes importantes que los pensadores posmodernos han puesto recien- dio moderno de estas materias debe confrontar. Por esta razón, su in-
temente en el tapete. La búsqueda de la verdad es una actividad hu- fluencia ha sido relativamente superficial en filosofía, donde abun-
mana, llevada a cabo con facultades humanas en un mundo en que dan interpretaciones mucho más sutiles de estas materias. Lo que
los seres humanos luchan, a menudo codiciosamente, por el poder. Derrida plantea sobre la verdad simplemente carece de valor para al-
Sin embargo, no deberíamos concordar en que estos factores socavan guien que ha estado estudiando a Quine y Putnam y Davidson. No
el proyecto mismo de la búsqueda de la verdad y la objetividad. Las obstante, los posmodernos ejercen gran influencia en otras áreas de
concepciones de la tradición kantiana -y de sus modernos herede- las ciencias humanas (en parte porque su trabajo es comprensible,
ros, como Putnam, Quine y Davidson- no significan una agresión mientras que las obras técnicas de los filósofos suelen no serlo), lle-
radical a la verdad y la razón, sino una nueva articulación de estos vando a los estudiantes a pensar que los «iniciados»desdeñan a S6-
objetivos. El reconocimiento de las contribuciones del lenguaje y de crates y sus objetivos. Ésta es una razón adicional para insistir en
la mente humana quita toda validez a un tipo de empirismo ingenuo, que la filosofía constituye una parte importante del currículo de los
pero deja a Sócrates de pie. No necesitamos renunciar a la aspiración alumnos de pregrado: porque este campo proporciona una real capa-
a la verdad y la objetividad; sólo necesitamos concebir estas metas de cidad de discernir en los debates sobre otros temas, y desenmascara
un modo que admita mayores matices, tomando en cuenta el papel de modo verdaderamente socrático las pretensiones de las autorida-
formador de nuestras categorías. El mismo Sócrates no pretendió des de moda. Es socrático formular preguntas críticas sobre los méto-
verdades que trascendieran la experiencia humana y, sin embargo, dos y objetivos de Sócrates, y debemos continuar haciéndolo. Pero, a
sostuvo que la búsqueda de la verdad ética es esencial para la plena medida que lo hacemos, deberíamos seguir consagrados al ideal so-
humanidad. En la filosofía ética ha habido muchos otros intentos de crático de distinguir entre las cosas y encontrar una manera de pre-
delinear una búsqueda no trascendente de la verdad, entre ellos los sentarlas capaz de resistir el examen crítico.
de figuras como Kant y los pragmatistas norteamericanos.
El reconomiento del papel que cumplen el poder y los intereses en
la formación de los conceptos tampoco es razón suficiente para que
perdamos la esperanza de liberarnos de los prejuicios: tan sólo nos
advierte de la necesidad de discriminar entre los intereses legítimos y ¿De qué forma podría seguirse el ejemplo de Sócrates en los estu-
los ilegítimos, incluso mientras nos enfrentamos a otros aspectos de dios universitarios básicos del ámbito humanista? El componente más
una indagación conceptual. Esta discriminación hace la vida socráti- importante del aula socrática es, obviamente, el maestro. Ninguna
ca más complicada, pero en ningún sentido la torna imp~sible.'~
.
fórmula curricular podrá reemplazar la enseñanza estimulante e in-
27. VBase Martha C. Nussbaum. uskepticism About Practica1 Reason in Literature
26. Véase Louise B. Antony, ~ Q u i n as
e Feministr, en Louise B. Antony y Charlotte and the Law», Harward Law Review, no 107, 1994, págs. 714-744; y ~Sophistryabout
Witt (comps.), A Mind o f OneS Own: Feminist Essays on Reason and Objectivity, Boul- Conventions», en Lovek Knowledge: Essays in Philosophy and Literature, Nueva York,
der. Colorado, Westview Press, 1993. Oxford University Press, 1990, págs. 220-229.

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EL CULTIVO DE LA HUMANIDAD 67
E L AUTOEXAMEN EN S ~ C R A T E S
cisiva. r ~ c aen nuevas percepciones, capaz de despertar la mente. Y
un maestro dedicado puede aguijonear el pensamiento de los estu- . ~ n t o textos
s filosóficos impo'fantes. La base disciplinaria de tales
diantes en casi todos los marcos curriculares. La actividad socrfitica . ,: dsOs no debería desviarse demasiado de la filosofía. o se debilitará
puede darse en practicamente cualquier curso humanístico o de cien- : &;figor del tan importante para las virtudes socráticas de la
cias sociales, en relación con lecturas de muchos tipos. siempre que ..
mente.
el maestro tenga suficientes conocimientos sobre las características , m instituciones que tienen éxito en sus requerimientos de filoso-
particulares del cuerpo estudiantil a1 que deberá enseñar y procure m son aquellas que han estudiado muy bien las características de
desarrollar la capacidad de razonar de cada individiln. wSestudiantes. En Notre Dame, el cuerpo estudiantil es mayormen-
-
Aunque en principio cualquier curso de ciencias humanas podría te católico y muy bien preparado en lo acadkmico. Al igual que mu-
enseñar el razonamiento socrAtico. muchos no se enfocan de manera chas otras instituciones católicas, la universidad requiere dos semes-
intensiva en la argumentacidn crítica. Pero este enfoque, característi- tres de filosofía, ademhs de dos de teología. Este requisito deriva del
co del filósofo profesional. es necesario para enseñar a los estudian- he*e énfasis de la tradici6n católica en ser capaz de justificar con
tes cómo analizar los argumentos propios y los de otros. Debido a la razones las creencias religiosas y morales propias. El propósito ex-
gran importancia que tiene. para la ciudadanía y para la vida, la for- plícito de esos cursos -por ejemplo el dictado por el profesor Philip
mación de estudiantes capaces de pensar claramente y justificar sus ~ ~ i n.Ciencia
n , y valores humanosx- es producir católicos que no
puntos de vista. los cursos de filosofía desempeñan un papel vital en creen a ciegas, sino que pueden reflexionar sobre sus creencias y ra-
el currículo de las artes liberales en la universidad. Si la filosofía se zonar en torno a ellas con otros. incluidas las personas que difieren
presenta como una disciplina de elite. esotérica. preocupada por la en materia religiosa. Los cursos son variados, pero todos implican
notacidn formal y de asuntos de escaso interes humano evidente, no exigentes lecturas y se orientan en importante medida a la discusión
será capaz de cumplir esta función. Sin embargo, durante los últimos en clase y a la elaboración de artículos analíticos. E1 tamaño de la
veinte años. la filosofía profesional ha vuelto a centrarse cada vez clase raramente supera los veinte estudiantes. Estos expresan satis-
mas en los intereses humanos bbsicos que tuvo en la epoca de John facción respecto del modo en que las clases de Filosofía promueven
Dewey y de William ame s. Temas relacionados con la justicia y los objetivos más generales.
Otra institucibn muy diferente que se ha beneficiado del requisito
derechos, con el amor, el miedo y el dolor, con la 6tica médica. legal y
comercial. ya no estan en los márgenes de la profesión, sino en su de dos semestres de filosofla es Randolph-Macon, una universidad de
centro. La profesión esta una vez mbs, como S6crates, bajando la fi- tamaño mediano dedicada a las artes liberales. que difiere de Notre
losoffa desde los cielos a la tierra. Dame en varios aspectos: mayor diversidad religiosa. en alguna me-
Como ia filosofía suele ser intimidante para los estudiantes, que dida un promedio mas bajo de logros académicos previos, una mayor
piensan (como Billy Tucker) que es para una elite, no se puede espe- tendencia a centrarse en estudios semivocacionales preprofesionales
rar que opten por estos cursos por propia voluntad. En la mayoría menos vastos. Es muy probable que'estos estudiantes tomaran muy
de los casos, entonces. si una institución no confía en que sus estu- pocos cursos en las areas humanistas tradicionales y en las materias
diantes escogerfin dichos cursos por si mismos con el consejo de los de ciencias sociales si no hubiera obligatoriedad al respecto; mate-
docentes. se debería exigir a todos los estudiantes uno o varios cur- rias como comercio y ciencias inform6ticas los atraerían rnas. La ins-
sos de filosofia. Se puede hacer de distintas formas. Una podría ser titución se ha puesto como meta dar a estos estudiantes una educa-
que se exigiera directamente un curso de filosofía, ya sea escogido ción que no se centre en esos estrechos objetivos instrumentales, sino
dentro del currículo fijo de1 departamento o entre un grupo distinto que les dé algo que pueda impartir significado y disciplina a sus vi-
de cursos introductorios. Se podría, como se hace en Harvard, exigir das intelectuales de un modo general, enriquecikndolos como indivi-
un curso sobre arazonamiento moral*, que reúne a los docentes de duos y haciendo de ellos ciudadanos mejor informados. Su experien-
distintas disciplinas en una misión común. Tambien se podría in- cia ha sido que la fi6sofia. enseñada en pequeñas porciones de un
centivar el razonamiento y analisis filosófico en un curso basico de modo altamente socrático, desempeña un papel decisivo en el des-
humanidades, como, por ejemplo. uno dedicado a l a lectura de dis- pertar de estos estudiantes y en hacerlos responsables de su pensa-
miento y sus opciones. En estas clases, los estudiantes participan con

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EL CULTIVO DE LA HUMANIDAD 69
EL AUTOEXAMEN EN S ~ C R A T E S
gran interks. Debaten con emoción. por ejemplo, sobre el ataque a
los poetas en la República, relacionando los argumentos de Platón BU^ Tucker es el tipo de estudiante para quien Bentley ha diseña-
con temas como violencia y sexo en televisión y en las películas. Con requisito. Es muy inteligente, pero no tiene gran confianza en
posterioridad, un grupo mayor tom6 parte en una discusidn pública apacidad intelectual. Todavia vive con sus padres y sus puntos de
sobre el papel del amor dentro de una vida buena. tomando ejemplos a políticos dependen casi por completo de los de sus progenitores.
,
literarios y relacionándolos con sus vidas. Los mayores enemigos del .comunidady la prensa popular. Sin los cursos de filosofía obligato-
socratismo en Randolph-Macon son la indiferencia y el vocacionalis- , rio~,se habria concentrado en los cursos comerciales y dejado la acul-
mo (que estimula sólo el área hacia la que la persona se siente incli- h a x para otros. En el curso impartido por Krishna Mallick. típico
nada. descuidando otras materias). El requisito de los dos semestres entre los cursos que cumplen el requisito, los estudiantes comienzan
de filosofía y la dedicación de los docentes a cargo de los cursos sig- con varios diálogos de Platón, aprendiendo a pensar sobre los argu-
nifican al menos algún avance contra estos problemas. , mentos por medio del antilisis de los ejemplos que alli aparecen. Tuc-
La Universidad de Pittsburgh, que ofrece cursos de cuatro años, ker se ennisiasmó con el curso por e1 interés que despertaban en 4 es-
pertenece al sistema estatal de universidades, por lo que a menudo tas cuestiones, interfs que se intensificó al ver en clase una película
optan a ella estudiantes que viajan diariamente a la ciudad. La pre- mbre la vida y muerte de Sócrates. ¿Por qu6 rehusó Sbcrates escapar
paración y habilidades de estos estudiantes son muy variadas. La ins- de la prisi6n, cuando al hacerlo pudo haber salvado su vida? ¿Cómo
titución tambikn alberga uno de los departamentos de filosofía más vgumenta S6crates sobre nuestra obligación de obedecer La ley? Es-
notables de la nación, además de un programa igualmente extraordi- ? tas cosas lo atraparon, en parte por el activo estilo de enseñanza de
nario de historia y filosofía de la ciencia. El requisito de dos semes- Krishna Mallick, en parte por la manera en que ella había usado la pe-;
tres de filosofía. servido por una larga lista de pequeños cursos cen- . lfcula para dar vida a estos temas. Tucker lleg6 a ver todo esto c o m a
trados en la ktica y los valores, crea una experiencia de aprendizaje intemgantes sobre sí mismo y sobre su vida. algo que no habían lo;
común para los estudiantes y los pone en contacto con algunos de los grado los planteamientos de otros cursos obligatorios.
mejores maestros jóvenes de la nación (ya que muchos de los cursos El programa obligatorio de cursos de Harvard contiene un requisi;
son dictados por estudiantes graduados avanzados, que allí suelen to modificado de cursos de filosofía, materializado en un semestre d e
ser las estrellas de la generación siguiente en la profesión). Todos los rrazonamiento moral» y uno de ranáiisis social*. Los cursos de razof
involucrados parecen felices con la manera en que este requisito ha namiento moral fueron diseñados para hacer que los estudiantes pe#
evolucionado. Aunque los maestros expresan algo de frustación por saran socráticamente sobre temas Cticos y políticos centrales. S u s
la cantidad de trabajo de recuperación que necesitan hacer con sus propósitos son muy similares a los de Notre Dame. aunque de car6c-
alumnos en el ámbito de la expresión escrita, se sienten satisfechos ter secular: producir ciudadanos que puedan dar razones de lo que es--
de que están llegando a ellos lo bastante bien como para cumplir con cogen y pensar reflexivamente sobre polkmicas morales complejas.
el propósito socrático. Los estudiantes de Harvard están extremadamente bien preparados y
En el Bentley College, en Waltham, Massachusetts. una escuela tienden a un exceso de confianza. Una extraña combinación de arro-
comercial que no pretende proporcionar una educación general en gancia por estar en Harvard y temor de no pertenecer realmente a esa
las artes liberales, la administración ha decicido exigir filosofía a to- institución los hace renuentes a exponer su verdadero pensamiento en
dos los estudiantes por razones de ciudadanía y desarrollo mental ge- clase. Con frecuencia hacen frente al miedo recurriendo a una frágil
neral. Los estudiantes de Bentley tienen poca motivaci6n inicial para sofisticación, lo que dificulta descubrir en qué creen realmente. Parte
embarcarse en una educación liberal en el área humanista. Pero van de esta sofistificación bien puede ser una pose de relativismo cultural
a ser ciudadanos y votantes; por lo tanto, la institución juzga que ne- o posmodernismo, la que el maestro de razonamiento moral deberá
cesitan desarrollar la capacidad de razonar por sí mismos sobre asun- someter al examen s ~ r á t i c o .
tos importantes vinculados a la moral, la justicia y la ley. El requisito Muchos cursos del área se centran en los argumentos de los textos
de cumplir con cursos de filosofía tiene como fin alcanzar un buen históricos, aunque para cumplir el requisito los estudios históricos
razonamiento sobre esos temas. deben orientarse a desarrollar la capacidad de razonamiento socráti-
co. Otros investigan aspectos fundamentales de la teoría ktica, tales

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EL CULTIVO DE LA HUMANIDAD
EL AUTOEXAMEN EN SÓCRATES
como la naturaleza de la justicia. usando para ello textos históricos y
modernos. Unos pocos. finalmente, se centran en temas pol~micos miento. Un beneficio adicional de la exigencia de uno o mas cursos
contemporAneos, por ejemplo la etica mkdica. Todos estdn diseñados de filosofía, en efecto. es que dichos cursos proporcionan a los estu-
para involucrar activamente al estudiante en la elaboración y análisis diantes material que pueden usar para cuestionar los ataques al razo-
de argumentos y en la crítica de los argumentos de otros. Estos cur- namiento que encontrarán en otras partes del currículo humanista. Al
sos son dictados por un gmpo muy distinguido de docentes, inclui- involucrarse en un C U ~ S Ode filosofía. los estudiantes aprenderán
dos el fildsofo Thomas Scanlon. el teórico politico Michael Sandel, el c6mo pensar sobre lo que se les pide hacer, con una complejidad que
te6rico de la estetica y pensador polltico Stanley Cave11 y el filósofo y no siempre esta presente en los cursos ofrecidos por otros departa-
economista Amartya Sen. La desventaja del sistema de Harvard es mentos.
que las clases son muy numerosas: algunas tienen casi mil estudian-
tes. Por otra parte, los maestros suelen preocuparse mucho de la co- También se puede incorporar la reflexión filosófica a un curso o
municaei6n con los estudiantes y el programa está muy bien fundado, serie de cursos mas amplios del Area humanista, pero para tal efecto
de modo que las secciones de discusión dirigidas por los asistentes de es muy importante que participen filósofos en el diseño y enseñanza
los profesores no reúnen a m& de quince a veinte estudiantes. Al igual de estos cursos. Dos ejemplos prometedores de este tipo son el curso
que en Pittsburgh. los asistentes graduados son en sr un grupo muy modificado de tradiciones occidentales en la Universidad de Nevada
dedicado. los líderes de la siguiente generación en esta Area. en Reno, donde la filósofa Deborah Achtenberg ha conjugado la dis-
Todos estos cursos de las diversas instituciones combinan la ense- cusión filosófica (basada en Platón y otros autores antiguos) con lec-
ñanza de la argumentación socratica con temas morales de gran in- turas literarias e históricas; y el curso de humanidades relativamente
teres actual. mostrando a los estudiantes que el metodo socrático no nuevo de la Universidad de New Hampshire, donde la filósofa Char-'
es una herramienta esteril. sino que produce una diferencia en sus vi- lotte Witt ha trabajado junto a maestros de literatura y de historia de.
das. En las palabras con que Amartya s e n describe su objetivo: la ciencia para desarrollar una descripcidn del mundo antiguo que
aplica reflexión filosófica al estudio de la historia y la literatura, así
La palabra s0inscnta para filosofía d d y s a n a - tambien significa como a textos específicamente filosóficos. Ambos cursos esthn ade-.
'ver claramente*.La filosofía tiene mucho que ver con aclarar las cosas, cuadamente diseñados para un grupo numeroso de estudiantes con.
no por medio del conocimiento especializado. sino a travks del rarona- poca preparación en el área humanista. El diseño y la enseñanza d 8
miento. Es posible, por supuesto, ser maravillosamente lúcido y estar ambos son buenos, pero en cierto modo tienen la desventaja de im-
por completo equivocado. Sin embargo, la lucidez no ayuda a la super- partirse en clases demasiado numerosas, hecho que inhibe la discu-
"vencia de las creencias sin Fundamentos, las deducciones tontas, los sión y hace que sea dificil pedir suficientes trabajos escritos a los es-
prejuicios inhndados o la justificaci6n del sufrimiento innecesario. tudiantes.
Bueno, todo esto ya habla a favor de un razonamiento Iúcido, aun cuan- En St. Lawrence, una escuela de artes liberales con un buen nivel
do no resuelva todos nuestros problemas.28
de recursos, que atrae a grupos cada vez mayores de alumnos moti-
vados (el 70 % recibe ayuda financiera), el programa de Encuentros
El curso de razonamiento moral de Amartya Sen. que vincula el
estudio de diversas consideraciones sobre la racionalidad ética (en Culturales ha logrado incorporar la filosofía con un gran Cxito dentro
Aristóteles. Kant y los utiiitaristas, entre otros) con problemas urgen- de una variedad de cursos de pregrado en el área humanista, las cien-
tes de justicia social. ejemplifica estas ideas sobre el valor práctico de cias sociales y las ciencias naturales. El programa fue introducido,
la claridad. junto con un requisito de obligatoriedad de estudios no occidentales,
precisamente por esta raz6n. Puesto que el grupo de docentes que
Es muy probable que los estudiantes que siguen cursos de filoso-
fía se vean expuestos a ataques posmodernos a la verdad y el razona- maneja el programarrecibió una donación que apoyó amplios estu-
dios y un grupo de diwusi6n. todos han sido capaces de elaborar un
enfoque coordinado para la enseñanza del relativismo cultural, es de-
28. Amart~asen, en la coleccidn fotogrsfica de Steve Pyke, Philorophers, 2
. ed.,
Londres, zelda cheatle press, 1995. cir, el punto de vista según el cual cada grupo local debería ser el tri-
bunal de última instancia para sus propias prácticas morales. y para

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EL CULTIVO DE LA HUMANIDAD

el cual no hay modelos morales universales. Todos los cursos que tra- parte de la dedicación y conocimiento de los miembros de la facul-
tan temas interculturales se ven enriquecidos por el examen socráti- tad, y de la buena disposición del estudiante a aceptar consejos. Ade-
co de los valores relativistas con que los estudiantes suelen llegar al m a ~los
, procedimientos -socráticos en un cierto nivel- no garanti-
curso. Los alumnos enhentan difíciles materias vinculadas a la tole- zan de modo alguno una exposición cabal y rigurosa al filosofar
rancia a través de la reflexión sobre cómo deberíamos reaccionar ha- socráiti~o.Al dar a los estudiantes tanta independencia para pregun-
cia quienes son intolerantes; además, reflexionan sobre las diferen- tar e investigar desde el comienzo de su educación, a veces el sistema
cias entre la tolerancia y el relativismo, entre la aceptación de una termina por producir alumnos de último grado que, como conse-
práctica con la que se está en desacuerdo y la visión de que no exis- cuencia de su candidez y de la presión que sobre ellos ejercen sus pa-
ten criterios de evaluación moral que trasciendan a un grupo local. res, han caído presa de las modas intelectuales. y en realidad nunca
Los estudiantes de St. Lawrence son brillantes, pero relativamente han aprendido habitos rigurosos de indagación. Es mucho más difí-
poco motivados. La indagación socrática requiere trabajo para supe- cil hacer que estos estudiantes trabajen con ideas de una manera so-
rar su inercia. y lo ha logrado despertando el interés por la compara- crhtica de lo que sería trabajar con principiantes. Cuando se critican
ción y evaluación intercultural. He aquí un caso en que, sin curso de sus argumentos, tienden a reaccionar con resentimiento. como si la
filosofía obligatoria, la indagación socr6tica ha sido amplia y riguro- actividad de criticar un argumento fuera un ejercicio ilícito y un tan-
samente estimulada en muchos cursos. Las razones de este éxito son to pasado de moda. Algunas veces se ve a estos estudiantes en cursos
el enorme esfuerzo conjunto de los docentes y el dedicado liderazgo de filosofía,como el de ~Filosofiafeminista., que atraen a estudiantes
de sus dos coordinadores, Grant Cornwell. de Filosofía, y Eve Stod- ya fuertemente influenciados por los ataques al metodo argumentati-
dard, de Inglés. Sin embargo, no todos los estudiantes obtienen el be- vo. Estos estudiantes son una minoría. La mayor parte de los estu-+
neficio de este enfoque. diantes de Brown siguen una amplia variedad de cursos humanistas J$
Algunas facultades creen que pueden inculcar los valores socráti- de ciencias sociales, y una gran parte ha tenido al menos algún con*
cos a lo largo de todo el currículo, sin ningún tipo de curso obligato-
tacto con la filosofía. La mayoría de los estudiantes que no sigue%
rio. En ocasiones recomiendan que la acción de escoger uno mismo filosofía estdin en cursos en otras areas donde se enseña y respeta eL
SU propio currículo se convierta en escenario de actividad socrática,
razonamiento riguroso (como teoría política, estudios religiosos, eco-.
dado que dialogando con un orientador los estudiantes reflexionan nornía, historia y otros campos del hrea humanista). Sin embargo, n b
sobre sus metas y sobre los cursos que les permitirían alcanzarlas. deja de ser preocupante la posibilidad de que la opción de Brown por-
Tres instituciones han llevado a la práctica este enfoque, con mayor o la autonomía racional en la elección del currículo conduzca a una
menor éxito: el Grinnell College en Iowa, el Amherst College en Mas- ausencia de autonomía racional al terminar la educación de algunos
sachusetts y la Universidad de Brown en Providence, Rhode Island. estudiantes.
Todas están influidas por los fines estoicos del dominio de sí mismo
o de hacerse cargo de la propia vida por medio del razonamiento. No podemos ni deberíamos esperar producir una nación de estu-
(Ralph Waldo Emerson, que desarrolló sus propias ideas sobre la diantes que puedan escribir excelentes artículos sobre razonamien-
((confianza en si mismo. al reflexionar sobre los ideales estoicos, es tos socráticos, aunque esta es una meta que algunas instituciones si
una fuente capital en los programas de Brown.) Este enfoque funcio- pueden razonablemente proponerse. Creo que podemos producir una
na mejor con estudiantes muy bien preparados y docentes dedicados
nación llena de estudiantes como Billy Tucker, de Bentley, y como
a la enseñanza. Afortunadamente, estas tres instituciones cuentan con
muchos de los estudiantes semejantes a él en Reno y en St. Lawren-
esa combinación. Se requiere, además, un sistema de asesoría extre- ce, Harvard y Notre Dame; estudiantes que hasta cierto punto han
madamente bien apoyado y bien organizado. Todos los estudiantes
examinado socráticamente sus creencias y han llegado a dominar al-
de Brown estan asignados a un orientador que trabaja en conjunto
gunas t6cnicas que 6 s permitan llegar más lejos en ese camino, estu-
con un estudiante de último año; cada uno de estos equipos asesora
diantes cuyas creencias morales y políticas no son simplemente una
alrededor de diez estudiantes de prlmer año. en reuniones regulares función de los contenidos de 10s medios o de la presión que ejercen
que se realizan durante todo el año. El resultado depende en gran
sus compañeros, estudiantes que han aprendido a confiar en que sus

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14 EL CULTIVO DE LA HUMANIDAD

~rapiasmentes pueden afrontar las mas arduas materias tocantes a


la ciudadanía. Para producir esta independencia, necesitamos apo-
yams en la filosofía.
2
CAP~TULO
Mvhos, al igual que Sócrates. en una sociedad violenta que algu-
nnveces vuelca su ira en los intelectuales. Podemos estar aventudn-
danosen una nueva eta de antiintelectuales en la vida norteamerica-
pa, una era en que la furia del padre de Aristófanes es una fuerza
CIUDADANOS DEL MUNDO
demasiado real. Como respuesta, deberíamos defender el valor demo-
cd6m de la ciudadanía socratica y de los cursos en los que nuestros
estudiantes aprenden a razonar críticamente de un modo socrático.
Cuando alguien le preguntaba de dónde venía, él decía: .Soy
un ciudadano del mundo».
Debalarnos insistir, con Sócrates y los estoicos, en que al hacerlo DI~GENES LAERCIO,
nuestras universidades proporcionan un servicio democr6tico vital, Vida de Didgenes el Cínico
queen Reno, en South Bend y Waltham, al igual que en la antigua Ate-
nas, la vida no examinada amenaza las libertades democrdticas y la
vidaexaminada hace fuerte a una nación y libera la mente.
Anna había obtenido su especialización en ciencias políticas en
una gran universidad estatal del Medio Oeste de Estados Unidos. Tras
graduarse trabajó en el área comercial, donde obtuvo un prometedor
empleo en una importante empresa. Después de doce años, había al-
canzado un puesto de administración de nivel intermedio. Un día, su
empresa la asignó a una nueva oficina reciCn inaugurada en Pekín.'
¿Qué necesitaba saber y de qué modo su educación la preparó para
tener éxito en su nuevo papel? En un puesto de administración de ni-
vel intermedio, Anna trabaja con empleados chinos y norteamerica-
nos, de ambos sexos. Necesita saber qué piensan los chinos sobre el
trabajo (y no suponer que hay una sola postura al respecto); necesita
conocer el modo en que se forman los sistemas de cooperación y los
malentendidos que podrían surgir de las interacciones entre los tra-
bajadores chinos y los norteamericanos. Es importante conocer la
historia china actual, ya que las rupturas causadas por la Revolución
Cultural todavía moldean las actitudes de los trabajadores. Anna tam-
bién necesita sopesar su respuesta frente a la reciente política de im-
pulsar a las mujeres a volver al hogar, y frente a las practicas conco-
mitantes de despedir del trabajo primero a las mujeres. Esto significa
que ella debería saber algo sobre las relaciones de género en China,
tanto en la tradición de Confucio como en tiempos más recientes.
Probablemente sep? algo de los estudios académicos sobre la mujer
realizados en Estados Unidos, que han influido el movimiento de es-

1. Anna es una mujer que entreviste en China. He cambiado su nombre.

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La educación superior debe tener por meta crear una


comunidad de personas que desarrollen el pensamiento
crítico, que busquen la verdad más allá de las barreras
de clase, género y nacionalidad, que respeten la diversidad
y la humanidad de otros.
Eso creían Sócrates y Séneca. Eso creían los fundadores
.
del sistema universitario norteamericano, que ofrece, más
que carreras específicas, una preparación general para
llegar a ser un buen ciudadano. Y eso cree Martha C.
Nussbaum, quien aquí establece los tres valores primor-
diales de lo que entiende por educación liberal: el examen
crítico de uno mismo, el ideal del ciudadano del mun-
do y el desarrollo de la imaginación narrativa.
Mediante el análisis de cursos, currículos y prácticas ins-
titucionales, El cultivo de la humanidad quiere mos-
trar has'ta qué punto estos valores están presentes en facul-
tades y universidades, tras instaurarse diversas reformas
tendentes a la integración de estudios multiculturales
y de minorías. Y, ante el temor de algunos al relativismo
moral que creen que se expandiría con estas reformas,
Nussbaum asegura que estudiar y aprender sobre un tema
no tendría por qué corroer nuestro juicio moral sobre él.
Martha C. Nussbaum, filósofa especializada en los clásicos
y profesora de Ética en la Escuela de Leyes de la Univer-
sidad de Chicago, integra una corriente de pensadores
norteamericanos interesados en el valor de la filosofía en
la vida práctica. Es también autora de Los límites del
patriotismo y La terapia del deseo, igualmente publica-
dos por Paidós.

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a ' .
2'

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CAP~TULO
3

LA I M A G I N A C I ~ NNARRATIVA

. ."
...
.. -
<r.
':
.
.;> Existen muchas formas de pensamiento y de expresión en la
amplia gama de manifestaciones humanas de las cuales el vo-
a

tante deriva el conocimiento, la comprensión y la sensibilidad a


los valores humanos: la capacidad de emitir un juicio sano y . .'
objetivo que, en lo posible, el voto debería expresar. El pueblo
necesita de las novelas y del teatro, de las pinturas.y de los poe-
mas, «porque será llamado a votar».

ALEXANDERMEIKLEJOHN,
«The First Amendment 1s an Absoluten
(La Primera Enmienda es un absoluto)

El ciudadano del mundo necesita conocer la historia y los hechos


sociales.' Ya hemos comenzado a vislumbrar de qué modo los distin-
tos tipos de currículos pueden satisfacer esas exigencias. Sin embargo,
las personas que cuentan con mucha información sobre otras formas
de vida, aparte de las propias, todavía no están del todo preparadas
para la ciudadanía. Como dijo Heráclito hace dos mil quinientos
años: ((Aprendersobre muchas cosas no da lugar al entendimiento».
Marco Aurelio insistía en que, para llegar a ser ciudadanos del mun-
do, no bastaba con acumular conocimiento; también debíamos culti-
var una capacidad de imaginación receptiva que nos permitiera com-
prender los motivos y opciones de personas diferentes a nosotros, sin
verlas como extraños que nos amenazan, sino como seres que com-
parten con nosotros muchos problemas y oportunidades. Las dife-
rencias de religión, género, raza, clase social y origen nacional difi-
cultan todavía más este esfuerzo por entenderse, puesto que tales

1. Los temas de este capítulo se tratan ampliamente en Martha C. Nussbaum, Poe-


tic Justice: The Literary Imagination in PubZic Life, Boston, Beacon Press, 1996 (trad.
cast.:Justicia poética, Santigo de Chile, Andrts Bello, 1997).

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EL CULTIVO DE LA HUMANIDAD 119


LA I M A G I N A C I ~ N NARRATIVA

diferencias, ademas de moldear las opciones prácticas que las perso-


nas enfrentan, dan forma a sus rmundos internos.. sus deseos, pen- S engañarlo con una serie de mentiras para que participe en la
samientos y maneras de ver el mundo. eeyra. El comandante Odiseo no muestra interés en la persona de
En este punto, las artes desempeñan un papel vital, puesto que piloctetes, se refiere a 61 s6lo como un instrumento para un fin pú-
cultivan poderes de la imaginación que son esenciales para la cons- S . hlico. El coro de los soldados rasos tiene una reacción diferente (ll-
trucción de ciudadanía. Como el propio Alexander Meiklejohn, el dis-
tinguido sabio constitucional y teórico estadounidense de la rdemo-
cracia deliberanten, estableció hace cincuenta años. argumentando Por mi parte, tengo compasión de él. Piensen cómo,
en contra de un oponente que había negado la importancia política sin compañia o cuidado humanos,
sin vislumbrar un rostro amable,
del arte: el pueblo de Estados Unidos necesita de las artes, precisa-
miserable, siempre solitario,
mente porque será llamado a votar. Bsta no es la única raz6n por la se consume en esa salvaje enfermedad,
que son importantes, pero sí se trata de una razón significativa. Las sin manera de satisfacer sus necesidades diarias.
artes cultivan las capacidades de juicio y sensibilidad que pueden y I., iC6mo. c6mo en el mundo, sobrevive el pobre hombre?
deben expresarse en las opciones de los ciudadanos. Hasta cierto
punto. esto se puede aplicar a todas las artes. La música. la danza, la A diferencia de su líder, los hombres del coro imaginan intensa y
pintura. la escultura y la arquitectura, todas participan en la forma- compasivamente la vida de un hombre a quien nunca han visto, retra-
ci6n de nuestra capacidad de entender a la gente que nos rodea. Pero tando su soledad. su dolor, su lucha por sobrevivir. En el proceso su-
en un currículo dirigido a la formación de una ciudadanía universal, plen el trabajo imaginativo de la audiencia y también aluden a d; en
la literatura. con su capacidad de representar las circunstancias y pro- tanto. la obra en su conjunto invita a la audiencia a imaginar el tipo
blemas específicos de las personas de distintas clases, hace una con- de vida miserable y desamparada a la que raramente presta atención
tribución especialmente valiosa. Como Aristóteles dijo en el capitulo 9
la gente próspera. De esta forma,.el drama en su totalidad cultiva el
de su Poética. la literatura nos muestra uno las cosas que han sucedi-
tipo de visi611 compasiva sobre la que hablan sus personajes. En la
do. sino aquellas que podrían suceder». Este conocimiento de las po-
obra. este tipo de vívida imaginación impulsa una decisión política
sibilidades es un recurso especialmente valioso en la vida política.
que se opone a utilizar a Filoctetes como un mero instrumento. e ins-
Para comenzar a entender el modo en que k literatura puede de-
ta a la audiencia a creer que es un valioso resultado en Lo político y en
sarrollar la imaginación de un ciudadano, veamos dos obras litera-
lo moral. De esta forma, al mostrar los beneficios públicos del mismo
rias muy distantes en el tiempo y en el espacio. En ambos casos, la
tipo de compasión que está despertando en sus espectadores. el dra-
obra se refiere a su propia y distintiva capacidad de fomentar una
ma presenta sus propios recursos como valiosos para la formación de
adecuada percepción cívica.
una ciudadanla donde priman la decencia y las opciones públicas fun-
El Filoctetes. de Sófocles, escrito en el 409 a.c.. en un periodo de
damentadas. Aunque el bien común no debe ser descuidado, flaco ser-
crisis de la democracia ateniense. se preocupa del tratamiento ade-
cuado de un ciudadano que se ha transformado en un paria, tras vicio se le habrá prestado a este bien si los seres humanos son vistos
quedar lisiado por una enfermedad que lo ha desfigurado. Cuando se como simples instrumentos para los prop6sitos del otro.
dirigía a Troya para luchar con los griegos en la guerra de Roya, Fi- Tambi6n El hombre invisible de Ralph Ellison (1952) desarrolla
loctetes entró accidentalmente en un recinto sagrado. La serpiente esta tradición de reflexionar sobre nuestros errores de percepci6n y
que resguardaba el recinto le mordid el pie. del que comenz6 a exudar de reconocimiento del otro. Su heroe se describe como uinvisiblen,
una llaga ulcerosa. y sus gritos de dolor interrumpieron las fiestas re- puesto que a lo largo de la novela es visto por todos aquellos con
ligiosas del ejercito. Asi, los comandantes decidieron abandonarlo en quienes se topa como un vehículo de múltiples estereotipos modula-
Lemnos, una isla desierta. sin compañia ni recursos a excepción de su dos por la raza: el a b r e y humillado muchacho negro que como un
arco y flechas. Al cabo de diez años, tras darse cuenta de que no po- animal trata de agarrar las monedas sobre una alfombrilla electrifi-
dían ganar la guerra sin el arco magico de Filoctetes. vuelven. decidi- cada: el buen estudiante a quien se le c o d a conducir en automóvil a
su adinerado patrón; el oído atento sobre el cual este mismo patrón

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EL CULTIVO DE LA HUMANIDAD LA I M A G I N A C I ~ NNARRATIVA


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descarga sus culpas y angustias; el activista agitador que incita al


-uiere Una pmicular calidad de visión, con el Ein de *vencer la ten-
movimiento revolucionario urbano; el violador agresivo que compla-
ce la imaginación sexual de una mujer criada con imagenes sexual.
: dencia nacional a negar la humanidad compartida por mi personaje
; y por quienes se puedan transformar en lectores de su experiencia,,.(
mente cargadas de coonotaciones raciales: siempre es personaje de
un drama que es creación de otra persona, .nunca mas amado ni t ~1 tratamiento mordaz y satlrico de los estereotipos, su uso fantásti-
apreciado. que cuando desempeña el papel asignado. Mientras tanto, !, S+: co de las imagenes y sirnbolos (por ejemplo, en la extraña secuencia
dos otros. estan .perdidos en un mundo de sueñosn en el que s610 rk' de enshefio en la fabrica pintada de blanco) y sus conmovedores rno-
ven lo que sus propias mentes han creado, jamar la realidad de la ly.
,:) - ment.0~de desilusión, todo contribuye a esta finalidad.
Como Ellison dice, formar la imaginación cívica no es la única
persona que esta ante ellos. <Caminaspor la vida a sabiendas de que <{
algo anda mal, cuando de repente descubres que eres tan transparen- bnci6n de la literatura, pero es una función primordial. El arte de la
: tiene el poder de hacernos ver las vidas de quienes son di-
te como el aire.)>La invisibilidad es «cosa de interpretación de sus
ferentes a nosotros con un interks mayor al de un turista casual, con
propios ojos internos. ojos con los que ellos miran la realidad a través
, u. compromiso y entendimiento receptivos y con ira ante la forma
de sus ojos
en que nuestra sociedad rehúsa a algunos la visibilidad. ~ o ~ r a k o s
El mundo grotesco y surrealista de Ellison es muy distinto al mun-
w r cómo las circunstancias condicionan las vidas de quienes com-
do clAsico de la obra de Sófocles. Sin embargo, sus preocupaciones
. parten con nosotros algunas metas y proyectos generales; y vemos
estan estrechamente vinculadas: la estratificación social y la injusti-
cia. la manipulación y el uso y, sobre todo, la invisibilidad y la condi- que las circunstancias no sólo condicionan las posibilidades de las
personas hacia la acción, sino tambien sus aspiraciones y deseos, sus
ción de ser transparente para los conciudadanos. Al igual que el dra-
esperanzas y temores. Todo esto parece guardar una estrecha rela-
ma de Sófocles. esta obra explora y desenmascara mordazmente las
ción con las decisiones que debemos tomar como ciudadanos. Por
negativas a ver. Como el drama de Sófocles, invita al lector a conocer
ejemplo, entender cómo una historia que impone estereotipos a las
y ver mas que los ciegos personajes. rSer invisible y sin sustancia,
razas puede afectar el amor propio, los logros. y cómo el amor nos
como si fuera una voz incorpórea, ¿que otra cosa podrla yo hacer?
capacita para emitir juicios mejor fundamentados sobre temas refe-
(Que mas, sino tratar de decirte que ocurrfa realmente cuando tu mi-
rentes a la discriminación positiva y a la educación.
rada asaba a través de De este modo, esta novela opera sobre La educación superior deberla desarrollar en el estudiante la con-
la mirada interna de los lectores cuyas faltas morales castiga, aun
ciencia de la importancia de la literatura en muchas formas. Pero
cuando rechaza la E6moda concepcidn de que la visibilidad mutua se
como la literatura desempeña un papel vital en la educaci6n orienta-
puede lograr con un solo gesto sincero de hermandad.
da a formar ciudadanos del mundo, tiene sentido preguntar de qué
Ellison unió explícitamente el arte del novelista a la posibilidad de
manera puede cumplir con esta función, y de la mejor forma posible;
la democracia. En una introducción escribió que, al representar la vi-
qud tipos de obras literarias y qud formas de enseñarlas deberían fo-
sibilidad y sus evasiones. la igualdad y su rechazo, una novela .podía
mentar nuestras instituciones acad6micas para promover una visi6n
elaborarse como una balsa de esperanza, comprensión y entreteni-
informada y receptiva del otro, de quien es diferente a uno. Cuando
miento, que nos podrfa ayudar a mantenernos a flote mientras esqui-
formulamos esta pregunta, descubrimos que las metas de la ciudada-
vamos los roqueríos y remolinos que caracterizan el fluctuante rum-
nía universal se difunden mejor por medio de una educación literaria
bo de nuestra nación, en su acercarse y alejarse de la concepción
que agrega nuevas obras al muy conocido .canon. de la literatura
democritticav. &te no es, prosigue, el único objetivo de la ficción;
occidental, y que trata los textos corrientes dentro de un espíritu de-
aun así, se trata de un propósito adecuado y urgente. Porque una de-
liberante y critico.
mocracia no s61o requiere instituciones y procedimientos; también
Se suele afirmar que resulta inapropiado abordar la literatura con
una r agenda polltirps. Sin embargo, cuesta justificar dicha afirma-
2 R a l ~ hEllison. Invisible Man. Nueva York, Random Hause. 1992, ción sin abrazar un tipo extremo de formalismo estético que resulta
(trad. cast.: El hombre invisible, Barcelona, Lumen, 1984). 563,566.3
3. Ibid., pág. 572.
4 . lbid., págs. xxiv-mv, xxvi.

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EL CULTIVO DE LA HUMANIDAD
LA IMAGINACIÓN NARRATIVA
123
estkril y poco atractivo. A trav6s de toda su historia, la tradición este-
tica occidental ha tenido una intensa preocupación por el carácter y : =h0,el nifio aficionado a contar cuentos pronto aprende que a menu-
la comunidad. La defensa de esa tradición en las uguerras culturales. . do las personas de las historias son m l s fáciles de conocer que las
contemporáneas deberfa-conquistar nuestro apoyo. personas de la vida real. quienes, como señala Proust en El tiempo re-
: &dol suelen ofrecer xun peso muerto que nuestra sensibilidad no
f
L.
:c'
puede eliminar., un exterior cerrado que no se puede penetrar, ni si-
quiera con una imaginación sensible. El nifio, al plantearse pregun-
." tas respecto de sus padres. pronto aprende sobre esos obstáculos. de
El niño comienza a adquirir capacidades morales esenciales a par- la misma forma en que entiende que sus padres no saben necesaria-
tir del momento en que él y su padre o su madre comienzan a contar- mente todo lo que sucede en su propia mente. Así. el preguntarse, el
se historias. Es mas. hasta una simple rima infantil como aTwinkle, maravillarse, la curiosidad. hábitos estimulados por los relatos. defi-
twinkk, 2ittle star, how I wonder what you are...B [*Brilla, brilla. estre- nen a la otra persona como vasta y profunda. con diferencias cualita-
Uita. jcómo saber lo que eres!*] lleva a los niijos a sentirse maavilla- tivas con uno mismo y con rincones secretos dignos de respeto.
dos. a un sentido de misterio que mezcla la curiosidad con el tem0r.l De estas maneras muy diversas, la imaginaci6n narrativa consti-
Los niiios se maravillan con la estrellita. Así aprenden a imaginar que tuye una preparación esencial para la interacción moral. Si se han
una simple forma en el cielo tiene un mundo interior. en cierto modo hecho h8bito. la empatía y el hacer conjeturas conducen a un cierto
misterioso, parecido a sus propios mundos. Aprenden a atribuir vida, tipo de ciudadania y a una determinada forma de comunidad: la que
emociones y pensamientos a una forma que tiene escondida su inte- cultiva una resonancia compasiva hacia las necesidades del otro y en-
rioridad. A medida que transcurre el tiempo. hacen esto de un modo tiende el modo en que las circunstancias las condicionan, a la vez
cada vez más sofisticado. aprendiendo a escuchar y a contar historias que respeta el carácter individual y la intimidad del otro. Esto se da
sobre animales y seres humanos. Estas historias interactúan con sus gracias al modo en que la imaginaci6n literaria inspira una intensa
propios intentos por explicar el mundo y sus acciones dentro de él. preocupación por el destino de los personajes y determina que po-
Un nifio privado de historias está, a la vez, privado de ciertas formas seen una rica vida interna, que no se muestra completamente a los
de ver a las otras personas. pues del mismo modo en que la interiori- otros; en el proceso, el lector aprende a respetar los aspectos ocultos
dad de una estrella no se puede ver, tampoco se encuentra a la vista de ese mundo interior, viendo su importancia en la definici6n de una
la interioridad de las personas. Hay que elaborar conjeturas sobre criatura como alguien completamente humano. Es este respeto hacia
ella. Y será imposible llegar a la conclusión de que esta serie de la vida interior de la conciencia lo que Lionel Trilling, teórico litera-
miembros que se encuentran frente a mi tiene emociones, sentimien- no, describe cuando llama .imaginación liberalxb a la imaginación
tos pensamientos al igual que yo si no se ejercita la imaginacidn del lector de novelas, con lo que quería decir que tal actividad lo Ue-
contando y escuchando narraciones. va a atribuir importancia a las condiciones materiales de la felicidad.
Los relatos enseñan a los niños a ver una forma humana como re- a la vez que a respetar la libertad humana.
cipiente para la esperanza y el miedo, el amor y la ira, todos senti- A medida que crecen los niños. los aspectos morales y sociales de
mientos que ya han conocido. Pero ese maravillarse propio del con- estas tramas literarias se hacen cada vez mas complejos y diferencia-
tar cuentos tambien evidencia los limites del acceso a sus semejantes dos, de modo que gradualmente van aprendiendo cómo atribuir a los
con que cada persona se estrella. uiC6m0 saber lo que eres!., prosi- demzís, y a reconocer en si mismos, no sólo la esperanza y el miedo.
gue la rima. En esa simple expresi6n esta el reconocimiento de cuan la felicidad y la aflicción -actitudes que son ubicuas y cornprensi-
incompleta es nuestra comprensión del temor, el amor. la compasión, bles sin una gran experiencia-. sino tambidn rasgos más complejos
la ira de la estrellita. o de cualquier otra criatura o persona. De he- como el valor, la moderación, la dignidad, la perseverancia y la recti-
tud. Se le podrían d$r al niño definiciones abstractas de estos con-
5. Vease Nussbaum, Justicia podtica. sobre la discusi6n de Dickens respecto de
este caso. 6. Vease Lionel Pilling, f i e ,?.ibera¿ ~magination,Nueva York, Scribner's. 1953
(trad. cast.: La irnaginacidn liberal, Barcelona. Edhasa, 1971).

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E L CULTIVO D E LA H U M A N I D A D LA I M A G I N A C I ~ NNARRATIVA

ceptos, pero comprender todo su significado en el desarrollo perso-


nal y en las interacciones sociales con los otros requiere aprender sus argumenta en Emilio,la gente no se da completa cuenta de ese hecho
dinámicas en escenarios narrativos. mientras no pueda imaginarse a sí misma sufriendo intensamente, y
A medida que los niños dominan en su imaginación aspectos tan sentir dolor al imaginarlo. Al responder con compasión al sufrimien-
complejos, se tornan capaces de sentir compasión. La compasión im- to ajeno, uno comprende que el hecho de ser una persona próspera o
plica el reconocimiento de que otra persona, de algún modo similar a poderosa no lo excluye de las filas de la humanidad necesitada. Tales
uno. ha sufrido una pena o desgracia importante por la que no se le recordatori~~, argumenta la tradición, probablemente conduzcan a
debe culpar, o sólo en parte. Como muchas tradiciones morales indi- un tratamiento más caritativo con el débil. En la obra de Sófocles, Fi-
can - e 1 anhlisis de la compasi6n presenta extraordinarias semejanzas loctetes pide ayuda recordando a los soldados que ellos mismos po-
en la filosofía occidental y en la no occidental-,'ella requiere estimar drian pasar por lo que 61 padece. Y estos aceptan porque son capaces
-~ m i a d ~ a g m ~ ~ c t e l a r n ~ n ~ a m á s p T e c - i s a ~ o X
--
de
~ .imaginar
~ e ~ su dificil situación.
neralmente de acuerdo con el que sufre, pero algunas veces distan- parece e n t o n c e T b e n e ~ a L o s ~ - p-a r ~ ~
cihndose del juicio que esa persona realiza. Adam Smith señala que la verse unidos a los demas por las mismas debilidades y necesidades, y
gente que pierde sus facultades mentales se hace objeto de nuestra por similares capacidades de kxito. Tal como Aristóteles argumenta
compasión. aun cuando no sean conscientes de esa pérdida: lo que en el capítulo 9 de su Poética. la literatura es ((rnhsfilosófica que la
importa es la magnitud de la perdida, en la medida en que el especta- historia* -con lo que quiere decir que es una vla más propicia para
dor estima su función en la vida del sujeto que la sufrid Esto exige, a el entendimiento general humano- precisamente porque nos prepa-
su vez, un conjunto de capacidades morales altamente complejas, in- ra para «el tipo de cosas que podrían sucederr, para las formas gene-
cluyendo la capacidad de imaginar cómo sería estar en el lugar de la rales de lo posible y su impacto en las vidas humanas.
otra persona (lo que suele llamarse empatia), y también la capacidad La compasión necesita demarcaciones: ¿a qué criaturas tengo que
de dar un paso atrds y preguntarse si la persona ha sopesado con su considerar como mis semejantes, a quienes comparten las mismas
propio juicio todas las consecuencias de lo ocurrido. posibilidades conmigo? Se podria ser una persona de sensibilidad re-
La compasión requiere una cosa mas: el sentido de la propia vul- finada y seguir tratando a las personas como si fueran invisibles, y
nerabilidad ante la desgracia. Para responder con compasión, debo sus expectativas como ajenas a las propias. Rousseau argumenta que
estar dispuesto a abrigar el pensamiento de que esa p,ersona que su- una buena educación, la que nos prepara para todas las vicisitudes tf-
fre podría ser yo. Y difícilmente lo lograré si estoy convencido de que picas de la fortuna, harA dificil que uno niegue el reconocimiento al
-r n ~ ~ m p o r e r i c 1 ~ a d e t c O m - i i - n T e personas
Tas
---------- y que ningún q o b r e o alenfermo, a los esclavos o a los miembros de una clase so-
mal podrh recaer en mí. Existen excepciones a esto en la representa- cial inferior. R e s u l t t a 7 ~ p e n ~ q q u e . u n r e W ~ c 4 4 e -
ción que algunas tradiciones religiosas hacen de la compasión de las circunstancias. cualquiera de esas personas podría haber sido yo.
Dios; pero filósofos como Aristóteles y Rousseau han afirmado con- Tambikn los límites de la nacionalidad se pueden superar con el pen-
vincentemente que, para responder con compasión ante la dificil si- samiento, por ejemplo al reconocer que uno de los riesgos frecuentes
tuación del otro, los imperfectos seres humanos necesitan creer que que acarrea la guerra es la perdida de nuestra nación. Hist6ricamen-
sus posibilidades son similares a las de la persona que sufre. Este re- te. las separaciones de raza, género y orientaci6n sexual resultan ser
conocimiento. según tales autores, ayuda a explicar por qué la com- más recalcitrantes, puesto que parece haber muy pocas probabilida-
pasión conduce con tanta frecuencia a una generosa ayuda ante las des reales de que un hombre se convierta en mujer, de que una per-
necesidades del prójimo. Se piensa: xPude haber sido yo, y así me hu- sona blanca se transforme en negra, o incluso (con el permiso de la
biera gustado que me trataran*. antigua psiquiatría) de que un heterosexual se haga homosexual. En
La compasión, entendida así, impulsa una exacta toma de con- estos casos, entonces, resulta de la mayor urgencia cultivar los £un-
ciencia de nuestra común vulnerabilidad. Es cierto que los seres hu- damentos de la com$asión con el ejercicio de las ficciones imagina-
manos son criaturas menesterosas, incompletas, cuyo bienestar de- tivas. ya que si en verdad no se puede cambiar de raza. al menos se
pende de circunstancias que escapan a su control. Como Rousseau podría imaginar que se siente al ser de otra raza. y estrechando la re-
lación con una persona de distinta raza u orientación sexual se po-

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126 EL CULTIVO DE LA HUMANIDAD LA I M A G I N A C I ~ NNARRATIVA 127


dría imaginar cómo sería para alguien a quien uno ama tener esa
vida. diente del inter4s CMCOy polltico. Los festivales de tragedia del sí-
Rousseau pensaba que las personas s61o se diferenciaban en cuan- do v a.c. eran festivales cívicos durante los cuales todas las otras
to a las circunstancias: por debajo de ellas, sus deseos. objetivos y bnciones cívicas se suspendlan y todos los ciudadanos se reunlan.
emociones serían los mismos. Pero, de hecho, una de las cosas que Habitualmente los dramas fueron valorados tanto por SU contenido
nos revela la imaginaci61-1es que, bajo la piel, no somos todos hemanos, moral y politico como por sus otras características. En efecto, según
ya que las circunstancias de opresión forman el deseo, la emoci6n y 10 muestra la crítica literaria preservada en Lar ranas, de Aristófanes.
la aspiración. Algunos personajes sienten como nosotros, y otros se consideraba que los artificios de metro, vocabulario y verso eran
resisten a la identificación f4cil. Sin embargo, el fracaso en la identi- en si mismos portadores de un contenido moral. ¿Y c u a era la edu-
ficaci6n tambi4n puede ser hente de entendimiento. Tanto por me- caci6n cívica que las tragedias querían promover?
dio de la identificaci6n como por su ausencia. aprendemos lo que la Las tragedias familiarizan al joven ciudadano con las cosas malas
vida les ha hecho a las personas. Una sociedad que quiere fomentar que podrían suceder en la vida humana, mucho antesde que la vida
el trato justo a todos sus miembros tiene razones mas sólidas para misma se encargue de hacerlo. En el proceso, hacen que la importan-
alentar el ejercicio de la imaginación compasiva que atraviesa las cia del sufrimiento y de las perdidas que lo inspiran sean algo ine-
fronteras sociales, o que intenta hacerlo. Y esto significa preocupar- quívocamente patente para el espectador: es una forma en que los re-
se por la literatura, hacer que importe. cursos p04ticos y visuales del drama tienen peso moral. Al invitar a
los espectadores a identificarse con el h6roe trágico. al mismo tiem-
po que retrata al heroe como una persona relativamente buena. cuya
aflicción no emana de una deliberada maldad. el drama logra que la
compasión por el suhimiento se apodere de la imaginación. Esta
Las bases para la imaginación cívica deben asentarse temprana- emoción se estructura dentro de la forma dramática.
mente en la vida. A medida que los niños exploran las historias, las La identificaci6n emphtica del espectador va ampliándose durante
rimas y las canciones -especialmente en compañía de los adultos a el proceso, por medio de la noción de los riesgos que son comunes a
quienes aman-. se les conduce a prestar una mayor atención al su- todos los seres humanos. Las tragedias muestran obsesivamente las
frimiento de otras criaturas vivas. En este punto. las historias pueden posibilidades y debilidades humanas, y hacen ver el contraste entre la
comenzar a enfrentar a los niños más claramente con las vueltas de vida humana en tanto tal y las vidas menos limitadas de dioses y se"
la vida, persuadi4ndolos emocionalmente de su urgencia e importan- dioses. Y al hacerlo trasladan a su espectador, en su imaginación, des-
cia. ~Dejdmoslever, dejdmosle sentir las calamidades humanas - e s - de el mundo varonil de la guerra hasta el femenino Ambito de lo do-
cribe Rousseau sobre su alumno imaginario-. Inquietemos y asuste- mestico. Las tragedias piden al hituro ciudadano varón del mundo de
mos su imaginación con los peligros que constantemente rodean a la antigua Grecia que se identifique no s61o con quienes efectivamente
los seres humanos. Permittimosle contemplar todos estos abismos podría llegar a ser -mendigo, exiliado, general o esclavo-. sino tam-
que lo circundan y que escuche vuestra descripci6n. bien asido a us- bien con muchas personas que en cierto sentido nunca podría llegar a
tedes por miedo de caer en sus profundidad es.^^ ser, como un troyano, persa O ahicano, o una esposa, hija o madre.
Se debería agregar obras literarias mAs complejas para los niños Por medio de tales recursos el drama explora las igualdades y las
mayores y adultos jóvenes. La cultura griega antigua asignó enorme diferencias. Al identificarse en un drama con una mujer, un joven es-
importancia al drama trágico porque le preocupaba la educación mo- pectador masculino descubrirh que puede, en cierto sentido, seguir
ral del adulto joven. Ir a presenciar una tragedia no se entendía como siendo 8,es decir, un ser humano racional con virtudes y compromi-
una xexperiencia estkticax, si eso significa una experiencia indepen- sos morales. Por otra parte. por medio de esta identificación descu-
bre muchos destinos,distintos del SUYO: la posibilidad, por ejemplo,
7. lean-Jacques Rousseau, Emile, or On Eduearbn. Nueva Yo*. Basic Bookr,
de ser violado y forzado a dar a luz al hijo del enemigo; la posibilidad de
1979, phg. 224 (trad. cast.: Emilio o De h educaci6n. Madrid. Alianza, 1997). presenciar la muerte de los niños a quienes se ha amamantado; la po-
sibilidad de ser abandonado por el esposo y, en consecuencia. perder

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EL CULTIVO DE LA HUMANIDAD
LA IMAGINACIÓN NARRATIVA
por completo el apoyo social. Se ve enfrontado al hecho de que perso-
nas tan elocuentes y capaces como él afrontan el desastre v la ver- Una vez más, el aprendizaje del lector abarca a la vez lo similar y lo
güenza en formas a las que los hombres no estan expuestos; y---se. -' le J diferente. Cuando se lee una novela que trata de las &ferencias de cla-
pide reflexionar al respecto como algo importante para 61 mismo. De se (por ejemplo, una novela de Dickens), se es consciente, por un lado,
este modo, lejos de ser «obrasmaestrasr sin una agenda política. estos de las muchas conexiones que se tiene con las vidas de los personajes.
dramas estaban directamente vinculados con los debates democráti- con sus aspiraciones. esperanzas y sufrimientos. Sin embargo. existen
cos sobre el trato dado a los prisioneros de guerra. Con sus esfuerzos muchas formas en que las circunstancias han hecho muy diferentes las
por superar las invisibilidades socialmente impuestas, participaban vidas de los personajes mas pobres respecto de las de los lectores de
activamente de esos debates. clase media. Tales lectores evalúan esas diferencias, examinando su in-
La literatura no transforma la sociedad por sí sola. Sabemos que es- cidencia en las aspiraciones a una vida plena y satisfactoria. Tambien
tas poderosas y, hasta cierto punto, radicales experiencias dramaticas perciben diferencias en el mundo interior. viendo la delicada interac-
se dieron en una sociedad extremadamente represiva de las muierex ci6n entre los fines humanos comunes a todos y el carácter ajeno con
aun para las normas de su época. Algunas nociones sobre los demis - -2----9 que pueden teñirlos determinadas circunstancias. Las diferencias de
pueden existir en el ámbito de las ideas, pero sin que se actúe de acuer- clase, raza, etnia, genero y origen nacional condicionan las posibilida-
do con ellas: así de poderosa es la herza de la costumbre y de las es- des de las personas y, con ellas, su psicología. El ((hombreinvisible* de
tructuras arraigadas del privilegio y de las convenciones. No obstante, Ellison, por ejemplo, se resiste a la amabilidad simple y fAcil que dice
la forma artística hace que el espectador perciba por un momento a las que *todos somos hermanos*, porque su mundo interior le parece al
personas invisibles de su mundo, y eso, por lo menos, es un comienzo lector algo oscuro y aterrador, a medida que el niño seguro, producto
de justicia social. de un hogar afectuoso, va adoptando sentimientos cada vez más salva-
La forma trágica pide a su espectador que atraviese las fronteras jes y pesimistas. De esta forma comenzamos a reparar en cuan profun-
culturales y nacionales. Por otra parte, en su universalidad y carácter do puede calar el racismo en la mente y en las emociones. Por ejemplo,
abstracto omite gran parte de la trama de la vida cívica cotidiana, con pensemos en la escena en que el narrador compra una batata a un ven-
sus diferencias concretas de rango, poder y riqueza, y sus correspon- dedor callejero de Harlem. Sus emociones de nostalgia, de deleite y de
dientes formas de pensamiento y discurso. Por tales razones, algunos reconocimiento resultan, en alg(in sentido, familiares; sin embargo. la
pensadores democráticos posteriores, interesados en la literatura como batalla contra la vergiienza, niando decide no esconder su placer ante
un vehículo de construcci6n de ciudadanía, llegamn a tener un par- algo que se le enseñó a ver como signo de ser negro, sera desconocida
ticular interés en la novela, genero cuya aparición coincidió con el sur- para el lector blanco de clase media. quien probablemente no podrA
gimiento de la democracia moderna. y lo apoyó.' Al leer participativa- identificarse con esa experiencia. Esa imposibilidad de resonancia im-
mente una novela realista, el lector hace lo mismo que el espectador de pulsa, sin embargo, otra más profunda y más pertinente, cuando uno
la tragedia. e incluso algo más. Se pone en contacto con lo común. Ade- ve que un ser humano que inicialmente podrla haber crecido libre de
mas de preocuparse por los reyes y los hijos de los reyes. se preocupa toda experiencia deformante de racismo ha sido irremediablemente
por un David Copperfield, que trabaja penosamente en una fábrica o moldeado por esa experiencia; y se Llega a ver esa experiencia de haber
que camina sin alimento 40 km, desde Londres hasta Canterbury. La sido conformado por la opresi6n como algo <quele pudo suceder* a
l
novela le hace presente esas realidades concretas de una vida de pobre- uno mismo o a alguien a quien amamos.
za, con una intensidad llena de matices que no se da en la poesía trá- Este complejo arte interpretativo es lo que pedían los estoicos
gica. cuando invitaban al ciudadano del mundo a cultivar un entendimien-
to empatico de las personas que son t
diferentes? Sin embargo, es ne-

8. Sobre este fenómeno, vease Charles Taylor, Sources of rhe &lfi Ihe Making of he 9. Los primeros estoices Eueron muy críticos con la mayor parte de la literatura de
~ o d e n ?l d e n r i t ~~ambridge,
, Mass., Harvard University Press, 1989 (trad. cast.: Fuen- SU tiempo: creían que esta solía exagerar la importancia de las circunstancias pam el
tes del Yo: la Co~strucciónde la identidad moderna, Barcelona, Paidós, 1996), tambih bienestar del humano. Pero, 16gicamente, este aspecto de su visi6n es independiente
Ian Watt, The Rise of the Novel, Berkeley, University of California Press, 1957.
i de su interbs gor la percepci6n simp6tica. lo que naturalmente los condujo a cultivar

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EL CULTIVO DE LA HUMANIDAD
LA IMAGINACLÓN NARRATIVA

cesario desarrollar esta idea de un modo específicamente democráti-


co, como una parte esencial del pensamiento y del juicio justo en una En efecto, el poeta se transforma en la voz de la gente acallada, y
sociedad democrática pluralista que forma parte de un mundo aún fuera de sí las palabras de esa gente como una especie de luz
mas complejo. Una figura literaria que nos proporciona una singular para la democracia. Al igual que Ellison mucho más tarde, Whitman
ayuda en esta tarea es Walt Whitman, que vio al artista literario como ,e centra en nuestra ceguera ante la carne y la sangre de aquellos con
un valioso e irreemplazable educador de ciudadanos democráticos. quienes vivimos; sus poemas, al igual que la novela de Ellison, se pre-
«Sus presidentes -escribió- no serán su árbitro común tanto como sentan como mecanismos de reconocimiento e inclusión. El tipo de
lo serán sus poetas..I0 A continuación planteó que el arte literario de- imaginación que Whitman exige fomenta el respeto por las voces y
sarrolla capacidades de percepción y juicio que son medulares para la por los derechos de los demás, recordándonos que el prójimo es un
democracia; entre ellas incluía. de manera destacada, la capacidad de sujeto agente y complejo, que no es un mero objeto ni un recipiente
((verla eternidad en los hombres y mujeres. entendiendo las aspira- pasivo de beneficios y de satisfacciones. Al mismo tiempo, promueve
ciones y complejidades de su mundo interior, en lugar de ver a los una intensa conciencia de las necesidades y desventajas, y en este
hombres y mujeres como sueños o puntos», como meras estadísticas sentido da sustancia al deseo abstracto de justicia.
o números. Whitman deja muy en claro que su idea de una poesla de- Así como sucedió en Atenas, también sucede en Estados Unidos:
mocrática es su propia versión de la antigua idea ateniense para la si- el hecho de que la comprensión y simpatía inspirada por la imagina-
tuación de la actual Nortearnérica: en ((Cantoa la Exposición))imagi- ci6n literaria no produzca inmediatamente un cambio político no
na que la musa de la poesía de la antigua Grecia emigra al Nuevo quiere decir que debiéramos negar su valor moral. Si seguimos la
Mundo e inspira su poesía. sin amilanarse ante la mezcla de pueblos idea de Whitman, concluiremos que es esencial proporcionar al estu- ,

que allí encuentra ni por su sorprendente amor a las máquinas. dio de la literatura un lugar central en un currículo para la construc-
La capacidad del poeta para «ver la eternidad)),sostiene Whitman, ción de ciudadanía, ya que ella desarrolla las artes de la interpretación
es especialmente importante cuando tratamos con grupos cuya hu- que son esenciales para la participación y la conciencia cívicas.
manidad no siempre ha sido respetada en nuestra sociedad: mujeres Marco Aurelio atribuyó incluso más a la imaginación narrativa::
y minorías raciales, homosexuales, pobres y desamparados. Parte im- argumentaba que contribuye a anular la ira retributiva. Con ello irni
portante de la función social del artista literario. según 61, era impul- plica que cuando somos capaces de imaginar por qud alguien llega n
sar en nosotros la comprensión y simpatía por todos los marginados actuar de manera que en general podría provocar una respuesta airai
u oprimidos, prestándole voz a su lucha. «Yo soy quien atestigua la da, seremos menos propensos a demonizar a esa persona, a creerla
simpatía., anuncia el poeta (Canto a mímismo, 22, 461-24, 5):
1
simplemente malvada y extraña. Aun si nunca entendemos completa-
mente la acción, sólo preguntar e intentar representar la psicología
De mi garganta salen voces largo tiempo calladas, de la persona, como si fuéramos un buen novelista, constituye un an-
voces de largas generaciones de prisioneros y de esclavos, tídoto contra la ira egocéntrica. Es fácil ver cómo funciona este meca-
voces de desesperados y de enfermos, de ladrones y enanos, nismo psicológico en nuestras vidas, donde la capacidad de contamos
... la historia de un padre, un amante o un niño que nos ha encolerizado
De mi garganta salen voces prohibidas, a menudo puede ayudarnos a evitar nuestro egoísta carácter vengati-
voces de sexo y de lujuria, vo. En nuestra vida política, esta capacidad tiene un papel igualmente
voces veladas que yo desgarro, importante. en especial cuando alternamos con personas distintas a
voces indecentes que yo clarifico y transfiguro... nosotros, a quienes tan fácilmente podríamos tratar como objetos ex-
Tremenda y deslumbrante la aurora me mataria,
si yo no llevase ahora y siempre otra aurora dentro de mí.* traños, sin el tipo de complejidad psicolbgica e histórica que solemos
\ atribuirnos a nosotro: mismos.
10. Walt Whitman, nBly Blue Ontario's Shorea. ¡ Este aspecto aparece repetidamente en las obras literarias que tra-
tan de personajes sobre quienes la sociedad ha descargado su ira. El
* Según traducción de León Felipe, W. Whitman, Canto a mi mismo,3a ed., Bue- 1
nos Aires, Losada, 1959, págs. 60, 64, 67. lector de la novela Hijo nativo, de Richard Wright, contrasta la ver-
sión demonizada de Bigger Thomas, el acusado, en la relación de los

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EL CULTIVO DE LA HUMANIDAD LA I M A G I N A C I ~ NNARRATIVA

hechos del juicio que la prensa hace en la novela, con la compleja per-
sona que ha llegado a conocer. El lector de la novela Maurice, de E. M . ! genista, usa en todo momento el dialecto de la clase trabajadora es-
cocesa, el mismo que realmente usaría el personaje, e incluye todas
Forster, publicada póstumamente, contrasta de igual forma los este- las palabras que ese personaje probablemente usaría en sus pensa-
reotipos demonizados del homosexual, que la mayoría de los persona- mientos y en SU habla. Este premio provocó una cierta polkmica, ya
jes sustenta en la novela, con el mundo interior del propio Maurice, tal que muchos criticos literarios objetaron enkrgicamente que se conce-
como el lector ha llegado a conocerlo, con sus sueños de compañía y diera un premio de prestigio a una obra que llega a incluir la palabra
su intenso anhelo de amor. Tal como insiste Whitman, la comprensión joder unas cuatro mil veces. En entrevistas que Kelman dio durante
literaria es una forma de receptividad imaginativa y emocional que la controversia, defendió su proyecto en términos dignos de Whit-
puede parecer profundamente amenazadora al tipo de persona que de- man. Las voces de la clase trabajadora, alegaba, por lo general han
monizaría a un grupo. Dar cabida en nuestra mente a personas que sido excluidas de la literatura inglesa,) en esa sociedad todavía tan
nos parecen extrañas y aterradoras es demostrar una capacidad de consciente de las diferencias de clase. A lo largo de generaciones, al
apertura y sensibilidad hacia los demás que corre a contrapelo de mu- menos desde Dickens, ha habido algunos atisbos de inclusión, con
chos estereotipos culturales de autosuficiencia. novelas donde figuran personajes de la clase trabajadora; pero pri-
La insistencia de Whitman en dar cabida a las voces de los exclui- mero sus voces tuvieron que ser asimiladas a las normas del discurso
dos sugiere una consideración adicional: para que pueda desempeñar literario de la clase media. Esto fue una forma de hacer invisible a la
su función cívica, a la literatura se le debe permitir, es m&, se le debe clase trabajadora de la vida real.
i ~ v i t a ar que nos perturbe. Si podemos simpatizar fácilmente con un Una Función fundamental del arte es desafiar la sabiduria y los va-
personaje, la invitación a hacerlo tendría escaso valor moral; además, lores convencionales. Una de las maneras en que las obras llevan a
la experiencia puede degenerar con toda facilidad en autocomplacen- cabo esta empresa socrática es pedir que nos enfrentemos a -y que
cia ante nuestras propias tendencias compasivas. Con su Filoctetes, por un momento seamos- aquellos a quienes habitualmente no nos
Sófocles desafió a su público a que vieran sin acobardarse lo que gustaría conocer. Lo ofensivo no constituye en sí un signo de mérito
para los personajes resultaba desagradable y repugnante: el pus. gri- literario; sin embargo, lo ofensivo de una obra puede ser parte de su
tos blasfemos o el cuerpo de Filoctetes cubierto de úlceras. El desafío valor civico. La inclusión de obras nuevas y perturbadoras en el cu-
de Hijo nativo de Wright era y es meterse en la vida de un criminal rrículo se debe evaluar a la luz de estas ideas. Cuando sopesamos ta-
violento que asesina sin piedad a su amante, Bessie, como si se trata- l
les obras, deberíamos recordar que es difícil saber por anticipado, o
ra de una rata. Asimismo, el desafío de El hombre invisible es enten- 1
rápidamente, qué obras no convencionales, o partes de alguna de
der qué se siente cuando los demás miran a través de uno, como si ellas, perdurarán en su capacidad de iluminar la situación de un gru-
fuera invisible, o se es visto por la lente de diversas fantasías degra- po, y cuales son meramente escandalosas. La mayoría de nosotros
dantes. Una vez más, se trata de una experiencia difícil para el públi- tiene temores y puntos débiles al respecto que inciden negativamen-
co probable de una novela. te en nuestro reconocimiento de algunos conciudadanos; y, por lo
Todas estas obras usan un lenguaje literario convencional, lo que tanto, deberíamos admitir que nuestras reacciones de perturbación
explica su aceptación relativamente fácil dentro del reino de la dite- pueden ser muy poco confiables, al llevarnos a considerar como me-
raturan, a pesar del carácter radical de sus temáticas. Sin embargo, !
ramente desagradable lo que a la larga será visto como un mérito ge-
también se podría sostener que el arte literario es el que mejor lleva a nuino. (Sólo a manera de ejemplo, las sensibilidades contemporá-
cabo la misión whitmaniana de reconocimiento de los excluidos, al neas pidieron que se excluyera una escena decisiva de Hijo nativo de
permitirles que hablen en su propio lenguaje, un tipo de lenguaje co- Wright, en la que Bigger y su amigo se masturban en el cine mientras
I
tidiano que no es literario y que podría agredir nuestra sensibilidad. contemplan la imagen*de una mujer blanca. Esta escena, demasiado
El Premio Booker de Ficción, el premio literario más distinguido en escandalosa para ser publicada en 1940 y no incluida en posteriores
Gran Bretaña, se otorgó en 1994 a James Kelman por su How Late It ediciones hasta 1993, ahora puede considerarse decisiva para el de-
Was How Late, una novela sobre la vida de la clase trabajadora en 1
sarro110 del relato y para la exploración de la formación social de la
Glasgow, Escocia. La novela, que se desarrolla en la mente del prota- imaginación y los deseos de Bigger.) No es necesario negar la exis-

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EL CULTIVO D E LA HUMANIDAD LA I M A G I N A C I ~ N NARRATIVA

tencia de criterios justificables de mérito literario para admitir que ,hacia los textos conocidos que no sea ese distanciamiento y desapego
nosotros mismos somos jueces poco confiables en los casos en que las .
que algunas veces asociamos con la contemplación del arte. En Occi-
obras tocan nuestras vidas y las controversias de nuestra epoca. Por
dente, esta actitud más crítica tiene sus raíces en la antigua tradición
esta razón, debemos proteger la oportunidad que tienen las artes de
griega de los festivales de tragedia, donde asistir a una obra estaba
explorar nuevos y más amplios territorios, y también deberíamos
,Strechamente vinculado con la discusión y deliberación sobre valo-
proteger el derecho de los profesores universitarios para explorar
res cfvicos fundamentales. Esto ha sido revivido y retratado clara-
obras polémicas en el aula, más allá de que estemos o no estemos
mente en varios trabajos actuales, entre ellos la obra de Wayne Booth
convencidos de la perdurabilidad de sus méritos.
The Company We Keep: An Ethics of Fiction." Inspirado en sus lectu-
ras de los antiguos textos griegos, Booth propone una valiosa metá-
fora para la interacción del lector con una obra literaria. Una obra li-
I LA COMPASIÓN EN EL CURRÍCULO: ¿UNA AGENDA POL~TICA?

Si la imaginación literaria desarrolla la compasión, y si ésta es


teraria, escribe, es, durante el tiempo en que uno la lee, un amigo con
quien se ha decidido pasar el tiempo. Ahora. la pregunta es: ¿qué efec-
to tiene sobre mi mente esta amistad? Este nuevo amigo, ¿qué me pide
esencial para la responsabilidad cívica, entonces tenemos buenas ra- que observe, desee, o en qué quiere que me interese? ¿De qué manera
zones para enseñar las obras que promueven la clase de entendi-
me invita a ver a mi prójimo? Algunas novelas, nos dice, fomentan un
miento compasivo que queremos y que necesitamos alcanzar. Esto cinismo barato sobre los seres humanos y nos llevan a ver a nuestros
significa incluir obras que den voz a las experiencias de grupos de conciudadanos con desdén. Otras nos sugieren cultivar formas sen-
nuestra sociedad a los que necesitamos entender con urgencia, como sacionalistas triviales de placer y de emoción que degradan la digni-
los miembros de otras culturas, minorías étnicas y raciales, mujeres, dad humana. Pero hay algunas que muestran lo que se podría llamar
lesbianas y gays. respeto ante un alma,'* por la forma en que el texto retrata la varie-
Recordemos a Eric Chalmers, el estudiante de Reno a quien se le I dad de fines y motivos humanos, y también, quizá, por las interac-
pidió, como tarea asociada a las lecturas asignadas en su clase de In-
ciones entre los personajes que exhibe.
gles, que pensara sobre la experiencia de un homosexual y escribiera I
Booth aclara que esta actitud critica es perfectamente compatible
una carta a sus padres en ese carácter, haciéndose voz de esa perso- con la inmersión en la obra; su idea es que la inmersión y la experien-
na. «Probablemente no dije nada -explica rápidamente-; sólo me
1 . cia preceden, y cimentan, una evaluación crítica que idealmente de-
fui por las ramas. » Este joven, que en otras circunstancias era enér- bería llevarse a cabo en conversaciones con otros, de manera que sus
gico y malhumorado, extremadamente seguro y aun dogmático, esa percepciones complementen y signifiquen un desafio para las nues-
vez se mostró confundido e inseguro. Reconoció que la tarea «es- tras. A este proceso lo llama aco-ducciónn, para enfatizar su carácter
trambótica~había logrado su objetivo, puesto que rconocemos, ya comunitario y comparativo. Por esa vía llegamos a vislumbrar en qué
sabes, todo tipo de genten, y cumplir con la tarea fue «como entender nos hemos transformado mientras disfrutábamos de una obra. Esta
su sistema de creencias». Experiencias como ésa - e n que, a la mane- visión iluminará la naturaleza de la experiencia literaria y su función
ra de Whitman, se es receptivo y se es voz- deberían cultivarse. Es-
I

en nuestras vidas. Booth considera el aula como una escena paradig-


tán estrechamente relacionadas con la actividad socrática del cuestio- mática de esta actividad crítica.
namiento de los propios valores y con la norma estoica de llegar a ser Booth es famoso por una distinción que necesitamos tener en
un ciudadano del mundo entero. pero no se pueden engendrar sin cuenta: entre el narrador o los personajes y el «autor implíciton, es de-
obras que estimulen la imaginación de un modo muy concreto. in- cir, el sentido de la vida plasmado en el texto tomado como un todo.
cluidas las obras que son desestabilizadoras y perturbadoras.
Para producir estudiantes verdaderamente socráticos debemos 1 1 . Wayne Booth, TheTompany We Keep: An Ethics of Fiction, Berkeley, UniversiQ
alentarlos a leer con espíritu critico; no sólo a identificarse empáti- of ~alifornjaPress, 1988.
camente y experimentar emociones, sino también a formular pregun- 12. Vdase Stanley Cavell, The Claim of Reasort: Wittgenstein, Skepticism, Morality,
tas críticas sobre esa experiencia. Esto significa cultivar una actitud and Tragedy, Nueva York, Oxford University Press, 1976 (trad. cast.: Reivindicacio~es
de la razón: Wittgenstein, escepticismo, moralidad y tragedia, Madrid, Síntesis. 2003).

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EL CULTIVO DE LA HUMANIDAD

Una obra que contiene pocos o ningún personaje compasivo o digno


I LA I M A G I N A C I ~ NNARRATIVA

ria a la literatura, y totalmente ajena a la elevada tradición de las le-


137

de admiración todavía puede fomentar compasión y respeto en el lec- t r a ~ .Tómese,


'~ a manera de ejemplo bastante común, un artículo ti-
tor a través del tipo de interacción que la obra construye como un tulado «Política literaria», en donde George Will escribió reciente-
todo. (A su vez, ambas figuras son distintas del autor real, quien pue- mente sobre la «sustitución de las reacciones estéticas por las
de tener todo tipo de cualidades que no se desarrollan en el texto.) respuestas políticas a la literatura», argumentando que este enfoque
Pensar en la metáfora que plantea Booth -sobre la obra literaria «apunta a quitar legitimidad a la civilización occidental al desacredi-
como un amigo- nos muestra una mayor dimensión de la experien- tar los libros e ideas que la dieron a luz».14
cia de la afinidad y de simpatizar con el otro. Cuando leemos una no- No está claro cuál es el concepto que George Will maneja sobre lo
vela con atención, solemos ser llevados por el texto a simpatizar con estético cuando contrasta lo estético con lo político. Las preguntas
distintos tipos de personajes; sin embargo, también suele ocurrir que que aquí hemos planteado, tocantes a la receptividad, el sentir con el
el texto despierte nuestra simpatía de modo desigual, dirigiendo nues- otro y la comunidad, no son para nada nuevas ni responden a una
tra atención a cierta clase de personas y no a otras. Las obras literarias moda pasajera. En efecto, son tan viejas como la propia interpreta-
no están libres de los prejuicios y puntos ciegos que son endémicos de la ción literaria. En la antigua Grecia, por ejemplo, ya se las puede en-
mayor parte de la vida política. Una novela que ve la experiencia de las contrar en los textos de Aristófanes, Aristóteles, Platón y Plutarco.
mujeres de clase media con gran afinidad puede (como las novelas de ¿De quC manera -todas estas obras nos preguntan- la literatura .
Virginia Woolf) hacer invisible a la gente de la clase trabajadora. Una moldea el carácter del joven ciudadano? ¿Qué peso moral tienen sus
novela que reconoce las luchas de la clase trabajadora -como, hasta formas y estructuras? Ésta, podemos decirlo sin temor a tergiversa-
cierto punto, lo hacen las novelas de Dickens- puede demostrar poca ciones, es la pregunta dominante que la tradición estética occidentd.
sensibilidad hacia las vidas y experiencias de diversos tipos de muje- plantea sobre la literatura. Y la plantea, cuando lo hace correctamen-.
res. Si estamos leyendo y enseñando dichas novelas teniendo en men- te, sin descuidar la forma literaria del texto. De hecho, una de las
te los ideales democráticos de la equidad en el respeto que a todos se grandes contribuciones de Platón y Aristóteles a la estética fue su su-
les debe y en la preocupación por sus intereses. probablemente llega- til explicación de los modos en que las formas literarias expresan UR
remos a sentir que hay algo incompleto, o incluso defectuoso, en estas contenido, un punto de vista sobre qué vale la pena que tomemos en L

obras. En este sentido, deberían ir de la mano la lectura empática y la serio y sobre cómo es el mundo. ,-P*

lectura crítica, en la medida en que nos preguntemos cómo se está ¿Qué significado podría tener la afirmación de que estas pregun-
distribuyendo y enfocando nuestra simpatía. Aprendemos algo sobre I tas no son estéticas? Ella sólo puede sustentarse con seriedad si se
el texto cuando formulamos estas preguntas críticas: captamos su es- 1 defiende una imagen de lo estCtico que ha tenido una historia relati-
tructura interna con una nueva agudeza, y hacemos más precisa nues-
tra relación con él.
Esta aproximación a la lectura con un enfoque cívico y evaluativo
¡
I
vamente corta y reciente en la tradición occidental, concretamente
dentro de la tradición formalista kantiana y poskantiana, según la
cual la actitud estética adecuada es la que se abstrae de todo interés
es moral y política. Plantea interrogantes sobre el modo en que la in- práctico. El propio pensamiento de Kant sobre el tema es complejo y
teracción entre el lector y el texto construye una amistad o comuni- susceptible de múltiples interpretaciones. Pero su afirmación de que
dad. y nos invita a analizar los textos mediante evaluaciones morales y la belleza proporciona placer sin interés ciertamente ha llevado a
sociales de los tipos de comunidades que ellos crean. La versión de muchas personas a suponer que nos exhortaba a mirar el arte sin
este enfoque que hace Wayne Booth, como la que aquf se defiende -y planteamos ningún tipo de pregunta práctica, ni siquiera preguntas
como la de Lionel Trilling, de la generación anterior- es liberal y de- muy generales, como qué es digno de preocupación, qué es justo y
mocrática, nutrida por la convicción de que todos los ciudadanos son bueno. Más tarde, los estetas formalistas como Clive Be11 y Roger Fry,
dignos de respeto y de que algunas libertades fundamentales merecen a

nuestra más profunda lealtad. 13. Vease Judith Frank, «In the Waiting Room: Canons, Communities, Political
Correctnessr, en Mark Edmundson (comp.), en Wild Orchids and Trotsky: Messages
No obstante, la crítica conservadora ha levantado últimamente la from American Universities, Nueva York, Penguin, 1993, págs. 125-149.
acusación de que esta idea de leer así es una actividad ilícita, contra- 14. George Will, Newsweek, 22 de abril de 1991.

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EL CULTIVO DE LA HUMANIDAD LA IMAGINACI~N


NARRATIVA

del grupo de escritores de Bloomsbury, abogaron por ese tipo de desa- Es posible, al menos, comprender que podríamos mirar un cuadro
pego como aspecto característico de una reacción verdaderamente es- I de Monet a la manera que recomiendan Be11 y Bullough; dudo, sin
t6tica.I5 Según un conocido ejemplo del teórico de la estética Edward I
embargo, que sea la manera más gratificante de hacerlo, si con ello
Bullough, un aliado del -grupo, las personas atrapadas por la niebla descuidamos el modo en que las formas de Monet expresan alegría y
por lo general se mostrarán incapaces de mirar la niebla estéticamen- serenidad, e incluso un cierto ideal de comunidad. En cierto sentido,
te, porque estarán más preocupadas por su seguridad.lb Lograrán ha- se puede comprender lo que significaría escuchar una sinfonía de Mah-
cerlo sólo si pueden dejar de pensar en sus intereses prácticos sobre la ler de esa forma, aunque, una vez más, quizá perderíamos mucho al
seguridad y el bienestar, y ponen atención al color y a la forma que los 1 rechazar la invitación de la música a sentir compasión, disgusto, de-
envuelve. George Will necesita defender tal postura para dar sentido a I
sesperación y alegría triunfante, y, ciertamente, estaríamos distorsio-
sus afirmaciones. En otras percepciones más comunes de lo estético, la propia concepción de Mahler, que parece notablemente h c -
la crítica política es parte central de la atención estética. tffera. (En repetidas ocasiones mencionó en sus cartas el modo en que
¿Da la perspectiva formalista una adecuada visión de lo estktico? sus obras se plantean preguntas sobre el significado de la vida y bus-
El formalismo tiene un cierto atractivo intuitivo. Parece cierto que si can crear una comunidad compasiva y sin jerarquías.) Por lo menos
estoy preocupado por salir de la niebla probablemente no preste aten- es posible contemplar las danzas de algunos coreógrafos modernos en
ción a muchos aspectos de su color y forma. Del mismo modo, si es- esta forma, aunque, una vez más, pienso que estaríamos perdiendo
toy leyendo la novela de Eilison y la tomo por un conjunto de instruc- una gran parte que es a la vez ética y política, por ejemplo las investiga-
ciones sobre cómo armonizar las diferencias raciales, o si leo liempos ciones narrativas que ha realizado Martha Graham sobre mito, sexua-
difíciles de Dickens como un proyecto de reformas laborales, será mu- lidad y conflicto ético.
cho lo que se me escapará. Ellison describió su obra como «una balsa Sin embargo, es casi imposible entender qué sentido tendría leer
de esperanza, percepción y entretenimiento»;la persona que ignora el un drama de Sófocles, una novela de Dickens o de George Eliot con
entretenimiento pierde una dimensión decisiva de la percepción y de la esa actitud de objetivo desapego. Resultaría imposible preocuparse
esperanza. Pero esto no quiere decir que la textura del lenguaje de por los personajes y su bienestar en la forma en que el texto invita a
Dickens o de Ellison no sea profundamente moral y política, dirigida hacerlo, sin tener internalizados algunos intereses políticos y mora-
a crear una comunidad de un cierto tipo y a reconocer ciertas áreas les bien definidos, por ejemplo en el trato justo a los trabajadores y
del mundo humano como dignas de nuestra atención y amor. en la reforma de educación. A menudo Dickens y Eliot se dirigen al
La mayoría de los teóricos de la estética más importantes de la tra- lector refiriéndose a esos intereses en común. Este compromiso con
dición occidental ha rechazado en último término la visión formalista la construcción de un mundo social y de una comunidad deliberante
extrema. Es una larga lista que incluye a Platón, Aristóteles, los estoi- que reflexione criticamente sobre él es lo que torna tan fascinante y
cos, Hegel, Nietzsche, Tolstoi y excelentes teóricos de la actualidad tan urgente la aventura de leer.
como Arthur Danto, Nelson Goodrnan y Richard Wollheim. Irónica- Hubo un corto período en la historia reciente de la crítica literaria
mente, también in~luyea los humanistas del Renacimiento, que mol- en que pareció posible y deseable dejar en suspenso tales asuntos.
dearon los cánones de los clásicos literarios que defienden los teóricos Fue el momento en que floreció la Nueva Crítica, que sostenía (sim-
conservadores. Para estos pensadores, su enfoque en los griegos y ro- plificando) que cuando se lee un poema no se debe llevar nada exter-
manos formaba parte de una «agenda política» de reacción en contra no a esa lectura, ningún contexto histórico ni social, ni cuestiones so-
de la escolástica medieval, que difundía una visión de mundo más cen- bre la vida personal ni sobre cómo vivirla." No resulta sorprendente
trada en el ser humano. que este movimiento haya realizado su mejor trabajo en el área de la
poesía lírica, e incluso
a en esta área únicamente con un cierto grado
15. Clive Bell, Art, Londres, Chatto & Windus, 1913; Roger Fry, Tkansfomations,
Londres, Chatto & Windus, 1926.
17. W. K. Wimsatt y Monroe C. Beardsley, uThe Intentional Fallacy~,Sewanee Re-
16. ~ d w a r dBullough, ~PhysicalDistance as a Factor in Art and as an Aesthetic
view, no 54, 1946: tambikn Cleanth Brooks, The Well-Wrought Urn,Nueva York, Har-
Principie*, British Joumal of Psychology, no5, 1912, págs. 87-98. court Brace, 1947.

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EL CULTIVO DE LA HUMANIDAD
8 --
"t
LA IMAGINACIÓN NARRATIVA
141

de inconsistencia, ya que los críticos se permitieron preguntarse, por 4


2l aperiencias de la gente silenciada. descubren impactantes relatos de esa
ejemplo, qué pudo significar una palabra en 1786, y así se concedie- -1
experiencia antes pasados por alto. Un ejemplo representativo de este
ron el conocimiento externo de que otro significado habla aparecido l
sólo en 1925. Si no lo hubieran hecho, habrían producido sólo san- 1 tipo de crítica es el artículo uIn the Waiting Room. [En la sala de espe-
ra], de Judith Frank, una joven crítica feminista. En la primera parte
deces. Otros elementos del contexto se introdujeron subrepticiamen-
de su artículo, Frank, una erudita en literatura inglesa del siglo XVIII
te, como sucedió con las normales preocupaciones humanas sobre el !
que enseña en el Amherst College, describe sus clases sobre obras
amor y la muerte, el significado y la vacuidad. En efecto, finalmente ' . desconocidas escritas por mujeres. Hace notar que estas obras se --.
centran en las vicisitudes del cuerpo femenino de un modo sin para- -
se hicieron afirmaciones respecto del significado político de la ironía
y de la complejidad literaria. Pero incluso en su versión más flexible,
lelo -y ello no es de sorprender- en las obras masculinas de ese pe- o
a este movimiento le costó hacer justicia a las obras narrativas com-
iíodo. Tres de ellas, en efecto, tratan el cáncer mamario; una es el -'
plejas con una dimensión social. Por esta raz6n, algunas de las men-
diario de Fanny Burney, donde da cuenta de su mastectomía, .una r
tes m8s brillantes en este campo se le opusieron constantemente, en-
operación realizada durante el siglo xmn con sólo vino como aneste- *
tre ellas el crítico moral británico F. R. Leavis y el pensador social
norteamericano Lionel Trilling. Ambos tenían una agenda política.
s i a ~La
. brillante idea de Frank de plantear su versión sobre las con- 2
En La imaginación liberal, Trilling explicitó su compromiso personal troversias curriculares en el contexto de la vívida, sin sentimentalis-Y - -+
mor y poderosa descripción de su propio tratamiento de radiación&
con el liberalismo y la democracia, argumentando brillantemente i

que la novela como género está comprometida con el liberalismo por contra el cáncer marnario -diagnosticado el semestre después de sus* :
su misma forma, por la manera en que muestra respeto por la indivi- clases sobre las tres obras no tradicionales que aludían al cáncer
dualidad y la intimidad de cada mente humana. Relacionaba su críti- mario- recuerda vivamente a su lector el hecho de que este tip
ca de la ficción de Henry James muy estrechamente con su crítica so- crítica, situada histórica y éticamente, responde a una antigua
cial general. La imaginacidn liberal yuxtapone ensayos sobre James cepción de la importancia de la literatura en la vida humana. Fr
con escritos sobre temas sociales contemporáneos. pregunta: a¿ ... no es eso, despuds de todo, lo que las personas pi
Actualmente, lo que Wayne Booth y muchos otros críticos contem- 1
san que deberia hacer la buena literatura: apoyamos cuando estam
poráneos hacen -destacan entre ellos los críticos feministas, tanto dkbiles, ahondar nuestra comprensión de la historia, expandir
mujeres como hombres- es continuar con tales enfoques y hacerlos sentido de lo qe; es posible pensar y sentir?^. Hace que nos pregunt
más complejos al formular preguntas más sutiles sobre las formas en S,
mos por que podríamos sospechar que una profesora que
que las obras construyen d deseo y el pensamiento, invitando a la
I bre tres obras no tradicionales esconde una .agenda politican: ¿puede%
imaginación a que sea activa de una u otra forma. Algunas veces se- - .! I
ser político reconocer el cuerpo de las mujeres y las enfermedades-
mejante postura lleva a la crítica a mostrarse dura con las obras cum- que padecen, y apolítico negar tal reconocimiento? ¿ES política l a 3
bre de la literatura. Así, Wayne Booth argumenta que las obras de Ra-
. - critica sólo cuando nos pide que miremos y veamos. reconociendo lo,
belais exponen una actitud despectiva y cruel hacia las mujeres, y que que pudimos no haber reconocido antes, y apolítica cuando no no*
esa actitud es intrínseca no sólo a algunos personajes, sino también a invita a hacer ese reconocimiento?
las obras como un todo y a su humor. Booth piensa que Rabelais es La decisión de incluir obras no canónicas y examinar los modos -
desagradable debido a su falta de empatía y declara que ya le resulta en que dichas obras construyen el deseo y el reconocimiento no ne-Y
imposible seguir disfrutando del humor de la obra, ahora que ha lle- cesariamente lleva a aquitarle legitimidad a la civilización occiden; I

gado a verla, a la luz de esta postura, como teñida de crueldad. En vis- tal», como teme George Will. Frank dice: S

ta de esto, será menos proclive a enseñar y recomendar sus obras,


aunque en su libro sigue «enseñándolas»con este ánimo crítico. A pesar del cuadm que pinta Will sobre la vida acadkmica contem::
porhnea, no me @eje ante mis colegas de que Shakespeare y Milton no
Por otra parte, las consideraciones de empatía con mucha fre-
hablen sobre el cáncer de mama; tampoco solicité que mi departament
cuencia conducen a la expansión de la lista tradicional de obras leí-
to reemplazara nuestros cursos sobre Shakespeare y Milton por cursqs,
das, a medida que los críticos, en la búsqueda de informes sobre las sobre Maria Edgeworth y Audre Lorde, sobre la base de que la falta de

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un tratamiento poético del cáncer de mama en sus obras los hiciera formas de vreiuicios raciales y étnicos. Estos prejuicios contamina-
malos escritores. Más bien, al igual que muchos de mis colegas, enseñé
--- * -
ron en gran medida la Nueva Crítica.) Naturalmente, no hay razones
lo no canónico junto a lo canónico: por ejemplo, Edgeworth y Burney
junto con Defoe, Richardson, Fielding, Smollett y Sterne. Pienso que para que las actitudes políticas de Bloomsbury o las ideas afines de la
Will está preocupado por la sistemática destrucción de la civilización Nueva Crítica no se debieran encontrar en una clase de literatura. To-
occidental, ya que la revisión del canon literario revela que en su con- dos
- avrendemos más de un currículo que contiene desacuerdos y- dife-
- -
junto es una institución social más que una entidad sublime manifies- rencias, donde hay una interacción de puntos de vista opuestos. Inciu-
tamente no manchada por el sucio interés humano. so
- - en el proceso de comprender una obra en una sola clase deberíamos
buscar juicios contrastantes. Así, es perfectamente adecuado que en
Si la literatura es una representación de las posibilidades huma- las aulas se den grandes discrepancias, en la medida en que se fo-
nas, las obras de la literatura que escogemos inevitablemente respon- menten enfoques con dimensiones políticas de distinto tipo. Lo que
derhn a nuestro sentido de quiénes somos y quiénes podríamos ser, y i--m ~ o r t aes que no evitemos la dimensión política pretendiendo que no
lo desarrollarán más aún. existe, y en la medida en que lo hacemos, vaciamos las obras, espe- ,
Una vez que comenzamos a pensar de esta manera en la literatu- cialmente las obras narrativas, de gran parte de su significado y ca-
ra, notamos algo más: que la decisión de los «nuevos críticos* de no rhcter perentorio. Este tipo de debate franco sobre el contenido mo* ..
preocuparse por las dimensiones sociales e históricas de las obras li- ral del arte ha sido la materia prima de la tradición occidental, tantQ .
terarias fue en sí un acto político, un acto de tipo inmovilista. Vol- en
--- la filosofía como en la literatura. No hay razones para que nuestra

viendo a la interpretación ética de un texto normal, Frank defiende enseñanza de la literatura no se siga realizando de una forma verda-.,
una interpretación del Robinson Crusoe de Defoe que lo relaciona-es- deramente socrática. La incorporación de nuevas obras aumentare- A
'?

trechamente con su propio contexto histórico, en el que se debatían nuestro entendimiento de la historia y de los seres humanos. Un e x a ~
acaloradamente los temas morales involucrados en el colonialismo y men crítico de las obras más tradicionales ofrecerá una nueva per;.,;
la esclavitud. Como establece Frank: «Se necesita hacer un gran es- cepción de ellas, a menudo (como en el caso de Robinson Cmsoe) id'-
fuerzo para ignorar el contexto histórico de Robinson Crusoe, sin im- revelar una dimensión de inquietud o de crítica en el texto. que u*:
portar el carácter mítico con que se presenta la obra». La intenciona- estilo de critica moralmente menos comprometido podría haber p a:s2y
sado por alto. - .6-*
da decisión de permanecer al margen de esos temas y de tratar la
obra como un mito distante delata una postura, una postura de desa-
pego de los problemas humanos concretos. El desapego de los for-
malistas de Bloomsbury estuvo menos ajeno a la política de lo que CIUDADA- UNIVERSAL, RELATIVISMO Y POL~TICASDE IDENTIDAD

pareció al comienzo. En efecto, cuando se estudian los escritos de


¿Qué debería preocuparnos en la crítica política actual, si hay
Bell, Fry y otros miembros del grupo de Bloomsbury resulta evidente
algo en ella que sea digno de preocupación? No es motivo de preocu-
que su postura estaba estrechamente relacionada con la particular y
pación el hecho de que algunos criticos políticos sean más radicales
complicada postura 'política de Bloomsbury, radical en materia de
que Wayne Booth y Lionel Trilling, tal como hay otros más conserva-
sexo y aristocrática en asuntos de gusto y educación. La idea era que
dores. Sería muy aburrido si todos los academicos fueran liberales; la
el cultivo y la defensa de respuestas estéticas afinadas, desapegadas,
crítica, al igual que la filosofía moral y la política, saca provecho del
les permitían situarse por encima de los juicios morales cotidianos (y
debate intenso. Es mucho más saludable para los estudiantes asistir
así proteger las formas no convencionales de vida sexual), pero tam-
a discusiones entre puntos de vista opuestos que sólo escuchar refi-
bién hacian posible dejar de lado las propuestas reformistas del mo-
nadas charlas sobre la ironía de un poema, aisladas de cualquier con-
mento orientadas a la educación de las masas, y concentrarse más sideración
- - -.- - . histórica a ética.
bien en el cultivo de pequeñas comunidades de amigos de élite. (El Tampoco es causa de gran preocupación, en último término, que
ideal de Bloomsbury tenía mucho que ver, no sólo con el desdén por muchos
-- - -.- -- críticos contemporáneos propugnen formas de relativismo - -
la clase trabajadora, sino frecuentemente con el antisemitismo y otras moral derivadas de la filosofía posmoderna francesa, negando la ob-

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EL CULTIVO DE LA HUMANIDAD

jetividad de los juicios de valor. Ciertamente, se podría discrepar de 'Ir. >.$

las conclusiones de estos críticos y encontrar falacias en sus argu- la dtica hasta la filosofía de la ciencia; y donde los filósofos tomen
mentos. En general los filósofos que reflexionan sobre la verdad y la
l 9 conciencia de los sutiles problemas que se tratan en las discusiones
objetividad no se han sentido muy impresionados por los argumen- de interpretación literaria. No obstante. existe el riesgo de que los de-
tos de los críticos posmodernos, aun cuando defienden las versiones prtamentos de literatura estadounidenses (conscientes de los enfo-
del relativismo en otros terrenos. La completa evaluaci6n de esos temas 8, . pies teóricos s61o recientemente) produzcan una avalancha de mala
requiere un arduo compromiso con los argumentos, frecuentemente 4 filosofía sobre estos temas, tanto en la investigación como en la en-
de carhcter tkcnico. extraídos de la filosofia de la ffsica. la filosoffa de 3 sefianza. El diálogo interdisciplinario es la mejor forma de evitar que
esto ocurra.
. las matemAticas y la filosofía del lenguaje. Cualquier erudito que se
desplace entre los debates filos6ficos sobre estos temas y los relativos El dialogo interdisciplinario sobre literatura toma distintas for-
a la teoría literaria no puede evitar notar una diferencia en la sofísti- mas en las facultades actuales. Muchos cursos introductorios de rci-
cación y complejidad de la argumentación. (La literatura no es el úni- viliración mundial. o de civilización occidental)) reúnen a filósofos
co campo culpable de lapsus en la claridad conceptual: cuando los y especialistas en literatura para el análisis de los textos literarios
economistas hablan sobre los valores. igualmente se inclinan a apoyar esenciales. Tales cursos logran excelentes resultados si los docentes
una forma simplista de relativismo que no resistiría un análisis filosó- cuentan con tiempo suficiente para desarrollar los cursos. un tiempo
fico.) Deberíamos exigir mas rigor filosófico en las discusiones litera- que les permita dialogar en grupo y poner en común las investigacio-
*S realizadas en sus respectivas disciplinas. Con frecuencia tambikn
rias sobre relativismo. que de otro modo corren el riesgo de caer en la
mayor superficialidad. dictan en equipo cursos de alto nivel, en los cuales se integran las
Sin embargo, exigir un mayor rigor no significa que las posturas perspectivas de diferentes disciplinas. Y. finalmente. los docentes
relativistas deban ser ignoradas o descartadas. La sala de clases hu- pueden reunirse en un diiilogo interdisiplinario fuera del aula, de
manista debería contener un vigoroso debate entre los muchos tipos modo que moldeen su enseñanza dentro de ella. En St. Lawrence. el
de relativistas y antirrelativistas. al igual que los que se dan entre los seminario interdisciplinario de docentes, que se centr6 ampliamente
conservadores y liberales. Cuando alcanza un buen nivel. un debate en el relativismo teórico, influyó en el diseíío y los m6todos de los
sobre la objetividad de los juicios de valor enriquece de manera muy cursos de todos los miembros de los distintos departamentos. Seme-
útil nuestra comprensión de las alternativas. jantes enfoques requieren un sólido apoyo. pues sin M el relativismo
Semejantes reflexiones sobre las deficiencias filosóficas de la en- supeificial que muchos estudiantes de pregrado llevan a la clase pro-
señanza de la literatura sugieren que esta podría preparar mejores bablemente quedaría sin ningún tipo de autocrltica, y la meta de
ciudadanos del mundo si se hace mhs verdaderamente socrática, más construir una ciudadanía universal se veda asl frustrada.
interesada en la discusión autocrítica y en la contribución de la filo-
sofía. La ensefianza interdisciplinaria, como la labor realizada en Lo que es realmente grave y digno de preocupación en la actual
St. Lawrence por Crant Cornwell. del Departamento de Filosofía. y enseñanza de la literatura, sin embargo, no es la presencia de argu-
por Eve StoddardPadelDepartamento de Ingles, es una manera espe- mentos defectuosos, que fhcilmente se podrían criticar..sino la pre-
cialmente positiva para fomentar este rigor, tanto en el trabajo del ponderancia de un enfoque de la literatura que cuestiona la posibili-
cuerpo docente como en su enseñanza a los alumnos de pregrado. En dad misma de receptividad ante otros seres humanos que nos saque
toda aula donde se enseñe literatura y se discutan o ejemplifiquen estas de nuestro propio grupo. y de necesidades e intereses humanos co-
visiones de los críticos deconstruccionista~deberían realizarse tambiCn munes como fundamento de esa receptividad. El objetivo de producir
algunos anáiisis bhicos de los argumentos a favor y en contra de las di- ciudadanos del mundo se opone profundamente al espíritu de la po-
versas formas de relativismo cultural. Esto se puede llevar a cabo con lltica de fomento de la identidad grupal, según la cual la afiliación
mayor facilidad en un clima de diálogo y debate interdisciplinarios, primaria de alguiedes al propio grupo local, ya sea religioso. ktnico
donde los profesores de Literatura puedan observar cómo manejan o basado en la sexualidad o género. Gran parte de la ensefianza aca-
estas materias los filósofos, en cursos sobre temas que abarcan desde demica actual de la literatura se inspira en el espíritu de las políticas
de identidad. Bajo el distintivo de umulticulturalismor - q u e puede

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EL CULTIVO DE LA HUMANIDAD LA I M A G I N A C I ~ NNARRATIVA


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4

hacer referencia al adecuado reconocimiento de la diversidad humana :.


y complejidad cultural- ha surgido algunas veces una nueva visión $ + nonomista~ del libre mercado. No h e ningún posmoderno, sino Mil-
,! ton Friedman, quien dijo que cuando se trataba de asuntos relativos a
antihumanista. una que alaba la diferencia de un modo poco crítico .
y que niega toda posibilidad de intereses y entendimiento comunes, los valores. xen último término los hombres sólo pueden lucharn.'qsta
incluso de diálogo y debate. capaces de llevar a los individuos más afmación es falsa y perniciosa. Los ciudadanos del mundo deben cri-
ticar vigorosamente estas ideas cada vez que aparezcan, insistiendo en
allh de su propio grupo. En la versión del multiculturalismo propia
del ciudadano del mundo. el argumento 6tico para incluir una obra que conducen a una empobrecida visión de la democracia.
como El hombre invisible en el currículo será el mismo de Ellison:
que Estados Unidos tiene una historia de distorsión racial y que esta
Una consecuencia especialmente nociva de las políticas de identi- .
dad en la academia literaria es la creencia, corriente en eruditos tan- -
obra ayudaría a que todos los ciudadanos percibieran los problemas
raciales con mayor claridad. Por otra parte. en la versión del multi-
culturalismo propia de las políticas de identidad, el argumento a fa-
vor de El hombre invisible sería que esta obra refuerza la experiencia
to como en estudiantes. de que sólo un miembro de un determinado:
grupo oprimido puede escribir bien o quizas incluso leer correcta-
mente sobre la experiencia de ese grupo. S610 las escritoras entien-
den la experiencia de las mujeres; sólo los escritores afroamericanos
entienden la experiencia de ser negro. Estas afirmaciones poseen una
.
de los estudiantes afroamericanos. Esta postura niega la posibilidad
aparente credibilidad, ya que resulta dificil negar que los miembros :1
de la tarea que se impuso el propio Ellison: ((revelarlos universales
humanos ocultos dentro de la dificil condición de alguien que era a
de los grupos oprimidos realmente suelen conocer aspectos de sus vi f
das que otros desconocen. Pero ni los individuos ni los grupos s o i F
la vez negro y estadounidense)).
perfectos en el conocimiento de sí mismos y una persona ajena. p e r s
Estas diversas defensas de la literatura se relacionan con las dife-
perceptiva, algunas veces podría ver lo que no puede alguien
rentes concepciones de la democracia. La visión del ciudadano del
halla sumergido en una experiencia. Con todo. en general, si
mundo insiste en que todos los ciudadanos necesitan entender las di-
mos entender la situación de un grupo, haríamos bien en comenza
ferencias con las que deben convivir. Desde esta perspectiva. los ciu-
con lo mejor que han escrito los miembros de ese grupo. Sin embar
dadanos aparecen esforzándose por deliberar y por entender m61 al16
go, debemos insistir en que cuando hacemos eso se nos hace posibl
de las divisiones. Esta visión se relaciona con una concepción del de-
ampliar nuestra propia comprensión de ese grupo, lo cual
bate democratice como deliberación sobre el bien común. La visión
la mas poderosa razón para incluir ese tipo de obras en los progr
de las políticas de identidad, en cambio, describe el cuerpo ciudada-
no como un mercado de grupos de interés basados en la identidad,
mas de estudio. No podríamos aprender nada de esas obras si fuer .
imposible cruzar con la imaginaci6n las barreras entre los grupos. 5
que compiten por el poder, y ve las diferencias como algo que debe
La interpretaci6n literaria es. en efecto. superficial si predica eF
afirmarse en lugar de entenderse. Efectivamente. parece un poco di-
mensaje simplista de que bajo la piel todos somos iguales. La e x p e ~
fícil culpar a los profesionales de la literatura por la actual influencia
riencia y la cultura moldean muchos aspectos de lo que esta ubajo la
de las políticas de identidad en el mundo academico, considerando
pielx, como fácilmente podemos comprobarlo si reflexionamos y lee-
que simplemente reflejan una visión cultural proveniente de otras
mos. Por esta razón la literatura es tan importante para el ciudadano,
fuentes, bastante más poderosas. Las visiones de racionalidad econó-
como un medio de expansión de afinidades que la vida real no puede
mica imperantes en la cultura política han fomentado desde hace
cultivar de modo suficiente. La promesa política de la literatura es
mucho y con gran fuerza la idea de que la democracia no es más que
que nos puede transportar, mientras seguimos siendo nosotros mis-
un mercado de grupos de interks en competencia, sin objetivos ni
mos, a la vida de otro, revelando las similitudes. pero tambien las
metas comunes en torno a los cuales se pueda deliberar racional-
profundas diferencias entre él y yo, y hacikndolas comprensibles o. al
mente. La economía tiene una influencia mucho mas penetrante y
menos, acerchndose am ello. Cualquier postura respecto de la crítica2
formativa en nuestras vidas que la teoría literaria Francesa, y resulta
sorprendente que la crítica conservadora que ataca a la Asociación
de Lenguas Modernas se demore en criticar las tanto más poderosas 18. Milton Friedman, rThe Methodology of Positive Economics., reimpreso e&
!%entes de dichas ideas anticosmopolitas cuando las presentan los Daniel M. Hausman (comp.), The Philosophy of Economics, Cambndge, Mass., Har-
vard University Press, 1984, pág. 2 12.

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148 EL CULTIVO DE LA HUMANIDAD

que niegue esa posibilidad parece negar la posibilidad misma de la


experiencia literaria como un bien humano y social. Deberíamos
oponernos enérgicament,e a estas perspectivas cada vez que surjan,
insistiendo en una forma de multiculturalismo basada más en la ciu-
dadanía universal que en las políticas de identidad como fundamen-
to para nuestros esfuerzos curriculares.
La literatura realiza muchas contribuciones a la vida humana, y EL ESTUDIO DE CULTURAS NO OCCIDENTALES
los programas de estudio para los estudiantes universitarios deberían
ciertamente reflejar esta pluralidad. Sin embargo, la gran contribu-
ción que tiene que hacer la literatura a la vida del ciudadano es su ca- iOh, Oriente es Oriente y Occidente es Occidente, y jamás se
pacidad de arrancar de nuestras obtusas imaginaciones un reconoci- encontrarán. ..!
miento de aquellos que no son nosotros, tanto en circunstancias '¡Pero no hay Oriente ni Occidente, ni Frontera ni Raza ni
concretas como en la manera de pensar y sentir. En palabras de Elli- Linaje cuando dos hombres fuertes se enfrentan cara a cara,
son, una obra de ficción puede contribuir «a vencer esta tendencia aunque provengan de los polos opuestos de la Tierra!
nacional a negar la humanidad común compartida por mi personaje RUDYARD KIPLING,
y aquellos que lleguen a leer sobre esta e~periencia».'~ Esta contribu- «Balada de Oriente y Occidente»
ción la transforma en un elemento clave en la educación superior.
Ahora estamos tratando de construir una academia que supere los
defectos de la visión y la receptividad que tanto daiio hicieron a los de-
partamentos humanistas de las primeras épocas; una academia en
que ningún grupo sea invisible, desde el punto de vista de Ellison. En la Universidad de Belmont, Nashville, los estudiantes del curso
Así, a su modo, resulta ser una agenda política radical; siempre es .Teoría moral avanzada*. impartido por Ronnie Littlejohn, descu-
radical, en cualquier sociedad, insistir en la igualdad de nuestro valor bren que el curso se centra en la teoría y prfictica de la moral japone-
como seres humanos, y la gente encuentra todo tipo de caminos para sa. Tras aprender a analizar los conceptos japoneses relacionados
evitar lo que ese ideal implica, a pesar de toda la ret6rica que puedan con las ideas occidentales de justicia, amor y cuidado, se pide a los
derramar en su favor. La agenda actual es radical del mismo modo en estudiantes que escriban ensayos para evaluar la validez de la si-
que fue radical la ciudadanía universal estoica en una Roma cons- guiente afirmación: rMientras la práctica moral japonesa considera
truida sobre la base de jerarquías y rangos, del modo en que fue y si- el mantenimiento de las relaciones como principal guía de esa prác-,
gue siendo radical la idea del amor cristiano hacia el prájimo, en un tica moral, la civilización occidental privilegia para ello la adhesión a
mundo ansioso por negar nuestra común pertenencia al reino de los reglas y deberes abstractos)).'
fines o al reino de !os cielos. Deberíamos defender esa agenda radical
como la única digna de nuestra concepción de democracia y digna de En el Bryn Mawr College, Steven Salkever, especialista en Aristó-
guiar su futuro. teles, y Michael Nylan, historiador del pensamiento chino, enseñan
.Filosofía política comparadar a través del estudio de Sócrates y Con-
fucio. Se refieren a las distintas formas en que ambos pensadores de-
safiaron las culturas tradicionales con nuevos interrogantes sobre la
virtud, despertando dudas sobre la suficiencia de las ideas tradicional-
mente aceptadas. Piden a sus estudiantes que presten atención a las
estrategias con que &da uno de estos educadores enmascara el carác-
ter innovador de su programa filosófico: la confesión de ignorancia en
19. Ellison, Invisible Man,pág. xxvi. 1. R. Littlejohn, notas para ~AdvancedMoral Theorya, otoño de 1993.

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La educación superior debe tener por meta crear una


comunidad de personas que desarrollen el pensamiento
crítico, que busquen la verdad más allá de las barreras
de clase, género y nacionalidad, que respeten la diversidad
y la humanidad de otros.
u
Eso creían Sócrates y Séneca. Eso creían los fundadores
del sistema universitario norteamericano, que ofrece, más
que carreras específicas, una preparación general para
llegar a ser un buen ciudadano. Y eso cree Martha C.
Nussbaum, quien aquí establece los tres valores primor-
diales de lo que entiende por educación liberal: el examen
crítico de uno mismo, el ideal del ciudadano del mun-
do y el desarrollo de la imaginación narrativa.
Mediante el análisis de cursos, currículos y prácticas ins-
titucionales, El cultivo de l a humanidad quiere mos-
trar has'ta qué punto estos valores están presentes en facul-
tades y universidades, tras instaurarse diversas reformas
tendentes a la integración de estudios multiculturales
y de minorías. Y, ante el temor de algunos al relativismo
moral que creen que se expandiría con estas reformas,
Nussbaum asegura que estudiar y aprender sobre un tema
no tendría por qué corroer nuestro juicio moral sobre él.
Martha C. Nussbaum, filósofa especializada en los clásicos
y profesora de Ética en la Escuela de Leyes de la Univer-
sidad de Chicago, integra una corriente de pensadores
norteamericanos interesados en el valor de la filosofía en
la vida práctica. Es también autora de Los límites del
patriotismo y L a terapia del deseo, igualmente publica-
dos por Paidós.

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